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2 LA CONSTRUCCIÓN DEL

CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
José Alfonso Bouzas Ortiz

E
n esta parte del curso reflexionare-
mos respecto de cómo se constru-
ye el conocimiento científico, cuáles
son sus reglas propias y diferentes a las
de la construcción de cualquier otro tipo de
conocimientos. Al respecto y desde Sócra-
tes, ésta es una de las inquietudes que han
preocupado a los filósofos de la ciencia y,
por supuesto, ha sido un tema en elque el
debate ha estado presente con diferencias
incluso de contenido ideológico de manera
tan marcada que podemos decir que todas
las formas de conocimiento se preocupan
por desdibujar las particularidades del co-
nocimiento científico como forma de validar
sus alcances.
El carácter inductivo o deductivo del
acercamiento al conocimiento científico se
encuentra en el centro del debate y es así
porque la primera idea de conocimiento
que el hombre adquiere se relaciona con
sus experiencias sensoriales y con la for-
ma como procesa mentalmente éstas
hasta llevarlas a la abstracción general.
Lo primero que tenemos que decir es
que el conocimiento científico no es cono-
cimiento vulgar y el primer consenso epistemólogico fue en
el sentido de que el conocimiento científico era resultado de
la observación, expresado de la siguiente forma:
El conocimiento científico es conocimiento probado. Las
teorías científicas se derivan de algún modo riguroso de los
hechos de la experiencia adquiridos mediante la observación
y la experimentación. La ciencia se basa en lo que podemos
ver, oír, tocar, apreciar por los sentidos. Las opiniones, pre-
ferencias personales y las imaginaciones especulativas no
tienen cabida en la ciencia. La ciencia es objetiva. El cono-
cimiento científico es conocimiento fiable porque es co-
nocimiento objetivamente probado.1
Chalmers denomina a esta descripción del conocimiento
científico como inductivismo ingenuo en tanto que sostie-
ne que la ciencia comienza con la observación, afirmación
que cuestiona frontalmente, como veremos un poco más
adelante; nos indica que de acuerdo con la concepción in-
ductivista de la ciencia, que el científico debe registrar de un
modo fidedigno lo que puede ver, oír, tocar y debe hacerlo
con una mente libre de prejuicios, que son verdaderos los
enunciados hechos acerca del estado del mundo por un
observador y que se denominarán como enunciados ob-
servacionales que son aquellos que forman la base de la que
derivan las leyes y teorías que constituyen el conocimien-
to científico. Estos enunciados se establecen mediante
una cuidadosa observación pero podemos apreciar que
este tipo de enunciados, son enunciados singulares y
sabemos que todas las leyes y teorías que constituyen el
conocimiento científico son afirmaciones generales, enun-
ciados universales.

En la lógica inductivista, la pregunta sería entonces for-


mulada de la siguiente manera:
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

¿cuál es el camino para construir de enunciados sin-

1
Alain F. Chalmers, ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Una valoración de la
naturaleza y el estatuto de la ciencia y sus métodos, Siglo XXI Editores, p. 11.

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gulares los enunciados generales que constituyen el co-
nocimiento científico? Esta formulación resulta funda-
mental para el inductivismo visto que, como comprensión
científica no puede quedarse con un cúmulo de enunciados
particulares sino debe establecer el mecanismo mediante
el cual de ellos se construyen las teorías y la respuesta
está dada de la siguiente manera:
Suponiendo que se den ciertas condiciones, es lícito genera-
lizar, a partir de una lista finita de enunciados observacionales
singulares una ley universal siempre y cuando se construya
conforme a las siguientes reglas:
a] Un número grande de enunciados observacionales
debe constituir la base de la generalización.
b] Las observaciones se deben repetir en una amplia
variedad de condiciones.
c] Ningún enunciado observacional debe entrar en
contradicción con la ley universal derivada.
El tipo de razonamiento que nos lleva de una lista finita
de enunciados singulares a la justificación de un enunciado
universal se denomina razonamiento inductivo y el proceso
seguido inducción.
La anterior formulación, la podemos ejemplificar de la
siguiente manera:
Si en una amplia variedad de condiciones se observa
una gran cantidad de A y si todos los A observados poseen
sin excepción la propiedad B entonces todos los A tienen la
propiedad B.2
Ahora bien, la pretensión de la ciencia es explicar y
predecir los hechos, una vez que un científico tiene a su
disposición leyes y teorías universales puede extraer de ellas
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

diversas consecuencias que le sirven como explicaciones

2
Ibid., pp. 12-16.

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y predicciones. Al tipo de razonamiento empleado en las
derivaciones de esta clase, se le denomina razonamiento
deductivo y el estudio del razonamiento deductivo constituye
una disciplina de la lógica.
Estamos entonces en condiciones de entender la razón
por la que el autor comentado denomina a esta formula-
ción como inductivista ingenua y nos dice; si tratáramos de
imaginar cómo utilizaría el método científico una mente de po-
der y alcances sobrehumanos, pero normal por lo que se
refiere a los procesos lógicos de su pensamiento, el pro-
ceso sería el siguiente: en primer lugar, se observarían y
registrarían todos los hechos sin seleccionarlos ni hacer
conjeturas a priori por lo que se refiere a su importancia
relativa. En segundo lugar, se analizarían, compararían
y clasificarían los hechos registrados y observados, sin
más hipótesis o postulados que los que necesariamente
supone la lógica del pensamiento. En tercer lugar se harían
generalizaciones inductivas referentes a las relaciones
clasificatorias o causales que hay entre los hechos, a partir
de ese análisis de ellos. En cuarto lugar, la investigación
posterior sería tanto deductiva como inductiva, utilizaria infe-
rencias realizadas a partir de generalizaciones previamen-
te establecidas y concluiría que la concepción inductivista
ingenua de la ciencia tiene ciertos méritos aparentes pero
limitaciones insalvables. Su atractivo parece residir en el
hecho de que proporciona una explicación formalizada de al-
gunas de las impresiones populares sobre el carácter de
la ciencia, su poder explicativo y predictivo, su objetividad y
su superior fiabilidad en comparación con otras formas de
conocimiento pero le resta su confiabilidad porque según el
inductivismo ingenuo, la ciencia comienza con la observación,
misma que proporciona una base segura sobre la que se
puede construir el conocimiento científico y éste se deriva,
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

mediante la inducción, de los enunciados observacionales.


Recordemos el planteamiento inductivo: si en una gran
variedad de condiciones se observa una gran cantidad de A
y todos los A observados, sin excepción, poseen la propiedad

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B, entonces todos los A poseen la propiedad B. La anterior
es una conclusión lógica pero no válida nos dirá Chalmers,
ya que las argumentaciones lógicas válidas se caracterizan
por que la premisa de la argumentación es verdadera y por
ello la conclusión pero las argumentaciones inductivistas no
son nada más lógicamente válidas. Ejemplifica lo anterior
ironizando con la historia del pavo inductivista de Beltrand
Russell, historia que refiere que un pavo inductivista al
llegar a la granja se percató de que todos los días a las
nueve de la mañana le daban de comer, de lo anterior
confirmó y concluyó “siempre a las nueve de la mañana
me dan de comer”, pero el día anterior a la navidad, le
cortaron el pescuezo y ese evento no formaba parte de sus
observaciones, por lo tanto le sorprendió, al igual que el que
lo habían alimentado en preparación a su destino.3
En síntesis, a la fundamentación científica en la inducción
le podemos hacer la crítica de que el principio inductivista
descansa en la propia experiencia, la inducción funciona en
un gran número de ocasiones por lo tanto ello la justifica
y por esto la justificación es circular ya que emplea el tipo
de argumentación inductiva cuya validez se supone que ne-
cesita justificar.
El planteamiento es el principio de la inducción y funciona
en el caso A. El principio de la inducción funciona en el
caso B, luego entonces el principio de la inducción funciona
siempre. Estamos utilizando la inducción para justificarla.
Pero además de este carácter circular de la justificación,
es dable también señalar las limitaciones numéricas que
validan la conclusión; ¿cuántas observaciones constituyen
un gran número? ¿qué se ha de considerar como variación
significativa en las circunstancias?, encontrándonos de
manera fatal en un presupuesto teórico, el de la validez
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

estadística, en virtud del cual hemos renunciado al funda-


mento de la propia inducción.

3
Ibid, pp. 17-30.

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Si se matizan los alcances de la inducción, podemos
decir que las generalizaciones que hago a partir de la
repetición del hecho, son probablemente verdaderas y entre
más sean las repeticiones y mayor la gama de cambio en
las condiciones, mayor será la certeza del planteamiento
que hago. Este será entonces: si en una amplia variedad de
condiciones se ha observado un gran número de A y si todos
estos A poseen sin excepción la propiedad B, entonces
probablemente todos los A poseen la propiedad B.

Apreciemos las limitaciones de la inducción en los si-


guientes términos: cualquier enunciado observacional cons-
tará de un número finito de enunciados observacionales y
un enunciado universal hace afirmaciones acerca de un
número infinito de posibles situaciones.
Nos indica Chalmers, con el objeto de no enfrentar la crítica
anterior, un planteamiento inductivista alternativo sostendrá
que; el objetivo no es o está en hacer el planteamiento teórico
para siempre o general, que el objeto de la ciencia está en
estimar la probabilidad inmediata posterior.

Esta afirmación es también limitativa porque el presu-


puesto universal se encuentra implicado en el planteamiento
predictivo inmediato.
Como una posible salida al inductivismo se dirá que la
ciencia no se puede justificar de un modo racional, por lo
tanto no le caben las críticas lógicas o de la experiencia. Ate-
nuar la exigencia inductivista de que todo el conocimiento no
lógico se tenga que derivar de la experiencia y argumentar
en favor del principio de inducción basándose en alguna otra
razón: lo que es evidente, pero lo que consideramos evidente
depende y tiene demasiado que ver con nuestra educación,
nuestros prejuicios y nuestra cultura y por ello no puede ser
una base fiable de lo que es razonable. Para muchas cultu-
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

ras y durante mucho tiempo fue evidente que la tierra era


plana y no por ello se modificó la realidad.
Por último, la crítica más seria que se puede plantear al
inductivismo tiene que ver con los supuestos inductivistas

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sobre el estatus y el papel desempeñado por la propia
observación.
Los dos supuestos de los que parte el inductivismo con
respecto a la observación son: la ciencia, que comienza
con la observación y ésta proporciona una base segura a
partir de la cual se puede derivar el conocimiento.
Pero tengamos en cuenta que la observación implica dos
cuestiones más o menos claras y contundentes:
La primera es que un observador humano tiene acceso
más o menos directo a algunas propiedades del mundo ex-
terior, en la medida en que el cerebro registra esas pro-
piedades en el acto de ver (percibir por cualquiera de los
sentidos).
La segunda es que dos observadores que vean el mismo
objeto o escena desde el mismo lugar, necesariamente ve-
rán lo mismo. Lo anterior intentamos ponerlo en duda.
Dos observadores normales que vean el mismo objeto
desde el mismo lugar en las mismas circunstancias físicas,
no tienen necesariamente idénticas experiencias visuales
aunque la experiencia que se produzca en sus retinas sea
prácticamente la misma.
Lo que el observador ve, esto es, la experiencia visual
que tiene un observador cuando ve un objeto, depende en
parte de sus experiencias pasadas, su conocimiento y sus
expectativas.
Para validar la idea anterior recurriremos a un ejercicio;
recordemos que el uso de la computadora se inicia en
la segunda mitad del siglo XX y para los años ochenta se
generaliza el uso de la computadora personal. ¿Cuál sería
la experiencia visual de un observador si lo paramos frente
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

a una computadora personal en 1930? y ¿cuál es la de


cualquiera de nosotros hoy, ante el mismo hecho?
Una respuesta inmediata a las afirmaciones anteriores
es que los observadores que ven la misma escena desde

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el mismo lugar ven la misma cosa, pero interpretan de di-
ferente modo lo que ven.
En la medida en que se refiere a la percepción, con
lo único que el observador está en inmediato y directo
contacto es con sus experiencias, las cuales no están dadas
de modo unívoco ni son invariables, sino que cambian con
las expectativas y el conocimiento del observador. Lo que
viene unívocamente dado por la situación física es la imagen
formada en la retina del observador, pero éste no tiene
contacto perceptual directo con la imagen.
Cuando el inductivista ingenuo y muchos otros empi-
ristas suponen que hay algo unívocamente dado en la
experiencia que puede interpretarse de diversas maneras,
están suponiendo, sin argumentarlo a pesar de las muchas
pruebas en contra, que hay una correspondencia unívoca
entre las imágenes de nuestra retina y las experiencias
subjetivas que tenemos cuando vemos, al igual que sucede
con la cámara fotográfica.
De manera diferente, las imágenes de nuestras retinas
forman parte de la causa de lo que vemos, otra parte muy
importante de esa causa está constituida por el estado
interno de nuestra mente o cerebro, que dependerá de
nuestra educación, cultura, conocimiento y no estará deter-
minado únicamente por las propiedades físicas de nuestros
órganos sensoriales. Se percibe la misma cosa pero de ello no
se deduce que tengamos experiencias perceptivas idénticas.4
La conclusión a la que nos lleva el autor comentado la
sintetiza sosteniendo que es necesario negar el papel que el
inductivismo tiene en la construcción de la ciencia, que es lo
que hacen los falsacionistas y particularmente K. R. Popper.

UNA ALTERNATIVA A LA INDUCCIÓN


EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

La sólida base sobre la que se construyen las leyes y teorías


que constituyen la ciencia está formada por enunciados ob-

4
Ibid., pp. 39-45.

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servacionales públicos y no por experiencias subjetivas
privadas.
Podemos suponer que hay experiencias perceptivas de
algún tipo directamente accesibles al observador pero no
sucede así con los enunciados observacionales. Estos últimos
son entidades públicas formuladas con un lenguaje público
que conllevan teorías con diverso grado de generalidad
y complejidad. Una vez que se centra la atención en los
enunciados observacionales, en cuanto forman la supuesta
sólida base de la ciencia, se puede advertir que, en contra
de la pretensión inductivista una teoría de algún tipo debe
preceder a todos los enunciados observacionales que son
tan falibles como las teorías que presuponen.
Así pues los enunciados observacionales se hacen
siempre en el lenguaje de una teoría y serán tan precisos
como lo sea el marco conceptual teórico que utilicen.

LA CONCLUSIÓN DE CHALMERS
Siguiendo la lógica planteada entre otros epistemólogos por
Popper, nos dirá:
< La ciencia no comienza con los enunciados observacionales.
< Atrás encontraremos siempre una teoría de algún tipo.
< Lo anterior no quiere decir que los enunciados observa-
cionales no representan ningún papel en la ciencia, por
supuesto son necesarios pero no la columna vertebral
del conocimiento científico.
< Los enunciados observacionales son tan falibles como
las teorías que presuponen y, por lo tanto, no constituyen
una base completamente segura sobre la que construir
las leyes y las teorías científicas.
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

< El inductivismo está equivocado en dos cosas. La ciencia


no comienza con los enunciados observacionales porque
una teoría de algún tipo los precede siempre, y estos
enunciados no constituyen una base firme sobre la que

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pueda descansar el conocimiento científico, porque son
falibles.
< Las observaciones y los experimentos se efectúan para
comprobar o aclarar alguna teoría y sólo se habrán de
registrar las observaciones que se consideran relevantes
para ellas.
< Sin embargo, en la medida en que las teorías que cons-
tituyen nuestro conocimiento científico son falibles e in-
completas, la guía que las teorías nos ofrecen con
respecto a qué observaciones son relevantes para
algún fenómeno que se investiga, puede ser engañosa
y puede hacer que se pasen por alto algunos factores
importantes. Las falibles e incompletas teorías que
constituyen el conocimiento científico pueden servir de
falsa guía para un observador. Pero este problema se
ha de abordar mejorando y ampliando nuestras teorías
para no registrar una lista infinita de observaciones sin
un propósito fijo.
Retomando el falsacionismo nos indica el texto que ha guia-
do esta parte de nuestro estudio, que es la actitud que asume
el investigador para alcanzar el conocimiento científico:
< El falsacionista admite que la observación es guiada y
presupuesta por la teoría.
< Que las teorías no se pueden establecer como verdades
o probablemente verdaderas a la luz de la evidencia
observacional.
< Que las teorías se construyen como conjeturas o suposicio-
nes especulativas y provisionales que el intelecto humano
crea libremente en un intento por solucionar los problemas
con que tropezaron las teorías anteriores y de proporcionar
una explicación adecuada del comportamiento de algunos
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

aspectos del mundo o universo.


< Que una vez propuestas las teorías especulativas, han
de ser comprobadas rigurosamente por la observación y
experimentación.

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< Que las teorías que no superan las pruebas, deben ser
desechadas para proponer nuevas.
El falsacionista considera que la ciencia es un conjunto de
hipótesis que se proponen a modo de ensayo, con el propó-
sito de describir o explicar de un modo preciso el com-
portamiento de algún aspecto del mundo o del universo.
Sin embargo, no todas las hipótesis lo consiguen. Hay una
condición fundamental que cualquier hipótesis o sistema
de hipótesis debe cumplir si se le ha de dar el estatuto de
teoría o ley científica. Si ha de formar parte de la ciencia, una
hipótesis ha de ser falsable.
¿Cuándo es falsable una hipótesis? Si hay un enunciado
observacional o un conjunto de enunciados observacionales
lógicamente posibles que sean incompatibles con ella, esto
es, que en el caso de ser establecidos como verdaderos,
falsean la hipótesis.
El falsacionista mantiene que algunas teorías pasan de
hecho como teorías científicas sólo porque no son falsables
y deberían ser rechazadas, aunque superficialmente pueda
parecer que poseen las características de las buenas
teorías científicas.
En la lógica anterior, Popper sostiene que hay una serie
de teorías de la historia, de las ciencias sociales, de la religión
y en la psicología que despiertan la sospecha de que, en su
afán de explicarlo todo, no explican nada. Ejemplificaremos lo
anterior con:
Adler y el complejo de inferioridad.
Marx y la lucha de clases.
Dios y el desastre.
La norma jurídica y su cumplimiento.
< Una buena teoría o ley científica es falsable justamente
porque hace afirmaciones definidas acerca del mundo.
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

< Cuanto más falsable es una teoría mejor es.


< Cuanto más afirme una teoría, más oportunidades
potenciales habrá de demostrar que el mundo no se
comporta de hecho como lo establece la teoría.

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< Una buena teoría será aquella que haga afirmaciones
de muy amplio alcance acerca del mundo y que, en
consecuencia, sea sumamente falsable y resista la fal-
sación.
< Las teorías sumamente falsables se deben preferir,
pues, a las menos falsables, siempre que no hayan sido
falsadas de hecho.
< Las teorías que hayan sido falsadas tienen que ser re-
chazadas de forma tajante.
< La empresa científica consiste en proponer hipótesis
sumamente falsables, seguidas de intentos deliberados
y tenaces de falsarlas.
La ciencia comienza con problemas que van asociados
con la explicación del comportamiento de algunos aspectos
del mundo o universo. Los científicos proponen hipótesis
falsables como soluciones al problema. Las hipótesis conje-
turas son entonces criticadas y comprobadas. Algunas serán
eliminadas rápidamente. Otras pueden tener más éxito.
Éstas deben someterse a críticas y pruebas más rigurosas.
Cuando finalmente se falsa una hipótesis que ha superado
con éxito una gran variedad de pruebas rigurosas, surge un
nuevo problema, alejado del problema original resuelto, el
cual exige la intervención de nuevas hipótesis, seguidas de
novedosas críticas y pruebas. Nunca se puede decir que una
teoría que es verdadera, por muy bien que haya superado
pruebas rigurosas, pero afortunadamente se puede decir
que una teoría actual es superior a sus predecesoras en el
sentido de que es capaz de superar pruebas que falsaron a
sus predecesoras. 5
Concluyendo en rescate del inductivismo en la cons-
trucción científica, a diferencia del inductivismo, el falsa-
cionismo parte de que los problemas se plantean a partir
EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

de una teoría y por lo tanto al plantear que atrás del ori-

5
Ibid., pp. 60-80.

38
gen de la ciencia está la formulación de un problema es
perfectamente compatible con la prioridad de las teorías
sobre la observación y los enunciados observacionales.

EPISTEMOLOGÍA Y DERECHO

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