ÉTICA NICOMÁQUEA

La ética nicomáquea es un libro de Aristóteles, en el cual se hablan de distintos temas, comenzando por
los bienes en general, planteando que toda acción y arte tienden a un bien , desde la elaboración de unos
zapatos, como el de la vida misma, pero estos bienes no son los mismos ya que como lo menciona no es
el mismo bien el de la salud como el de la estrategia, con lo que determino a que bien tiende las ciencias
políticas, ya que estas son muy importantes en una sociedad, y son aquellas que deciden que debe hacerse
y que evitar, a lo que concluyo que estas ciencias tienden al mayor de todos los bienes, la felicidad.

También nos propone una clasificación de los bienes, la cual serian: los exteriores, del cuerpo, y por
ultimo los del alma, pero ¿porqué’ la necesidad de clasificar los bienes, esto se nos es respondido cuando
se nos habla de que no todos los bienes tienen la misma importancia, ya que una persona que posee un
bien material, como la riqueza, sobrepondría este bien con tal de recibir la salud que lo podríamos
clasificar en los bienes del cuerpo, esto nos induce nuevamente a que existen bienes mejores que otros.

Aristóteles dice que los mejores bienes son los del alma, y esto nos recuerda que coincide con la
afirmación de que la felicidad es el mayor de todos los bienes, y esta felicidad se encuentra en las obras
del alma, es decir la constante practica de las cosas virtuosas, y esta práctica nos traerá como finalidad la
felicidad, poniéndolo como el fin ultimo a la que tiende la vida del ser humano.

A la constante practica de los bienes del alma la llamaremos virtud, la cual solo podrá llegar a la felicidad
por medio de la acción, actuando rectamente, lo cual se convertirá en placer, por lo que el practicante
encontrará el placer en los actos virtuosos.

Pero ¿qué hay de los otros bienes acaso no son buenos?, la felicidad también requiere de los bienes
exteriores, y los del cuerpo, ya que es difícil realizar actos virtuosos cuando se carece de dinero para
poder realizarlo, es por lo que algunos consideraban que la felicidad debía estar acompañada de riqueza,
la virtud, otros por la prudencia tal es el caso de Sócrates, la sabiduría apoyado por Anaxágoras, otros
por las ya mencionadas anteriormente añadiendo los placer, otros añadiendo la prosperidad, o de algún
otro bien del alma.

También se nos es mencionado la diferencia que existe entre la virtud y las pasiones, como se nos habla
de la división de las virtudes intelectuales como: la sabiduría, prudencia, ingenio, etc. Y las virtudes
morales, por ejemplo: la generosidad y la templanza.

En el segundo libro que lleva por titulo “de la virtud en general”, nos induce al concepto de la virtud, la
cual es definida por Aristóteles como la excelencia de las acciones, es aquella excelencia de la parte de
su alma, estas dividen al alma en su parte racional e irracional, pero antes de explicar en que cosiste cada
una de estas, tendremos que hablar del justo medio, el cual lo podríamos entender como el termino medio
que se encuentra entre un exceso y un mínimo , pero este no es una justificación de la mediocridad si no
mas bien el punto óptimo entre estos dos puntos. Con los actos sucede absolutamente lo mismo que con
las pasiones: pueden pecar por exceso o por defecto, o encontrar un justo medio.

Bien ahora hablemos de las virtudes morales, las cuales tienen como eje central las acciones y pasiones,
Aristóteles pretende señalar el papel que las pasiones juegan en la realización de una vida virtuosa, pues
muchas veces estas pasiones la obstaculizan, aun cuando nosotros sabemos de que no es lo mejor.

De lo dicho anteriormente, se deduce que la virtud fundamental de la parte racional del alma, que guía,
por lo demás, a la parte irracional, debe ser precisamente la prudencia.

Debido a que todo lo que se da en alma son pasiones, potencias y hábitos es muy importante hacer la
aclaración de que la virtud debe pertenecer a una de las ya mencionadas anteriormente, pero la pregunta
es a cuál pertenece.

Es importante el definir a que llamamos pasiones, en el libro se mencionan ejemplos de estas como: la
cólera, el temor, la audacia, la envidia y en general a las afecciones, que son contaminantes, llaman
potencias aquellas facultades que nos hacen en ciertas palabras vulnerables a los estados ya mencionados
anteriormente, por último, definimos a los hábitos como la guía ante las pasiones aquella que nos hace
guiarnos bien o mal en estas.

Por lo tanto, tendremos que definir a la virtud como un habito, ya que esta entra en la prudencia que nos
guiaría a un punto medio.

En el tercer libro de la ética nicomáquea llamado el “de la fortaleza y la templanza” al inicio nos plantea
la importancia de distinguir lo voluntario de lo involuntario, empezaremos a definir a lo involuntario
como resultado de fuerza e ignorancia , a lo que fuerza podemos decir aquellos actos que son realizados
bajo la el concepto de involuntad del sujeto, y por ignorancia cuando se desconoce las consecuencias de
los actos realizados.