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l 'I'RODUCCló ·• LA AU!lORA DE LA OONCIENCIA

ES1'E.T]CA Y LA PREHISTORIA
LA EST�TICA prehistórica es quizá un problema. incx:istente: es
o b io que no hay a. uto:res en e! arte pr-ehlst6rico; sin embargo
es posible extraer una ciencia dd arte de las ooras de arte que
han llegado a nosotros. Podemos representarnos 1a mentalidad
y Ja sensibilidad de los hombres que han creado· tales obra.s, in
cluso si esta mentalidad es inconsciente. La creación de una obra
de arte cualquiera supone siempre cierta di:rllcción de las ener­
gías d,el hombre. y esta dirección corresponde con gran exactitud
a. aquello que esperamos de 1a estética..
Por otra parte, s.i l.a Prebistoria no osee autor-es: de estética,
los testimonios materia]es que nos ban legad.o nuestros 1ejan s
an.tepasado$ constituyen, en cierta medida, textos; y su análisis
no solarrrnnte nos muestra que el lwmo sapiens pr llist6rico tenía
1.m innegabe sentido de las formas, de los volúmenes y colores,
sino también que los artistas obededan a ciertas normas dicta­
das por esta o aque.U:.i concepcióo de las representaciones anima­
les, humanas o simb6licns. Claro está que con vis a a fines
prác kos, pet() quizá. tamb1éo para ilustrar alguna idea de lo
beno.
Uo primer problema se plantea por la evolución de los ínstru"
roen os y la búsqueda progresiva de perfección que representa.
Desde el Pa1eolitico Inferior, el hombre utili1J6 probablemente, en
primer lugar, Ja madera, más tarde la piedra sin pulir; las usaba
para. hacer fleclms, ma:zas, hachas, .. Fue modificando poco a
poco Ios instrumentos que Je pr-opordonabi!l Ja naturaleza y llegó
a e1aborar ú, iJes de una precisión reiativamcnte notable: yun�
ques, percusores, raeder-as; raspadores, pioos r c1uchillos, cinc.eles.
taladros, buriles, etc. Con estas herramientas trabajaba ta ma·
dera, 1a piedra, eI hueso, eL marfil del mamut, el cuerno de reno,
en ocasjones el ámbar. Al mismo tiempo perfeccionaba sus ar­
mas y sus aperos de ca.za y de pesca.1
Las primeras manifestaciones d,e es a acrividad técnica se ha·
bfa.n mejorado ya duran e el Paleolítico Medio ; en el Pa[eo.Htioo
Superior, los retoques sobre núdeos y ¡i.nte todo sobre astmas
ofrecen tipo,.,; ya muy efaborados; nace y se desarrolla, a. !a vez,
el ins rrunentarjo micro]ífü:o que se i.rá c0111pticando en d curso
del 1'iles0Uti1co. Siguen el Neolitjco, en que el hombre pule la pie­
dra y e inicia eo. la alfarería, y finaLmente la Edad de los
Metales.
1 BreuH, H. y L.an ier, R.: Les l1ommes dé la pierre a,1ci1mne. Pa­
Téotithique y Mé"5orithique.
. Payot, París, 1951, pp. 111-U7 y l62·1S2.
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