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Datos generales:
Llegue 10 minutos antes del toque de entrada, todo parecía normal, como en
cualquier escuela, los niños juegan y los profesores se reúnen entre ellos para
platicar sobre cuestiones que son desconocidas porque no pude escuchar nada,
pero hubo algo que me llamó la atención y es que los padres de familia no entraban
a la escuela, dejaban a sus hijos en la entrada y solo los niños ingresaban, esto me
generó algunas preguntas, ¿será que los padres de familia no entran a la escuela
porque provocarían un aglutinamiento de gente y puede generar caos? ¿puede ser
por cuestiones de seguridad, ante el constante robo de niños, y eso da un cierto
control sobre quien entra y quien sale? ¿puede ser una regla del director solo como
una forma de control de entrada y salida sin mayores detalles?, etc.
Eso fue algo que no había percibido, tal vez porque mi atención no estaba en la
observación detallada de lo que sucedía en la escuela, y al ir en otra lógica me hizo
notar ese detalle que pasaba desapercibido, y que por lo tanto era ingenuo ante
ello, por el corto tiempo no puede investigar por el hecho, pero puedo ir y saber que
es lo que ha sucedido por eso se han tomado es tomado esas medidas. Y eso que
estamos hablando de un pueblo y de una escuela en donde se conocen los
integrantes de esta, y aun así hay peligro, y pueden ocurrir varias cosas.
Al estar ahí y sin darnos cuenta el tiempo pasaba muy rápido, y repentinamente se
escuchó el timbre de la escuela, e hizo que todo se moviera de forma rápida, los
alumnos y profesores comenzaban las clases, y yo también me dirigí al aula para
observar al profesor que había elegido para el fin al que fui. El timbre como en todas
las escuelas primarias son una parte importante en la organización de los tiempos,
todos saben cual es su función y que hay que hacer cada que suena, es parte ya
de la cultura de la escuela. Las preguntas son: ¿se puede cambiar esta organización
en las escuelas primarias? ¿es necesario cambiar el timbre por otra forma para
iniciar el proceso formativo de los alumnos? ¿sería un cambio positivo o negativo el
hacerlo? Creo que es necesario el cambio, porque así no se mecaniza o se repite
el saber que un ruido ayuda a entrar al aula o salir de ella o de la escuela, etc., esto
genera una cierta dependencia en la escuela, la necesidad de apoyarse de algo
para dotar de sentido los tiempo, un proceso más libre haría a los niños
responsables en los puntos antes mencionados, y ellos crearían el significado de
forma personal y colectivo, la atención por los tiempos que son necesarios respetar
y no solo seguir, y esto es fundamental en etapas tempranas para que en la vida
adulta no todo se vea como una obligación o una rutina, para mí se halla un punto
importante aquí.
En el aula
Aquí la figura del profesor es esencial, porque es el que más sabe, por lo tanto, en
quien recae la responsabilidad de enseñar la novedad a los estudiantes, este
proceso es complejo, difícil, etc., por que quien enseña no debe dar prescripciones
sino una serie de elementos para que los alumnos puedan interpretar, reconocer,
nombrar, transformar, cambiar, de la vida y de una serie de hechos a los que se
enfrenten. Estamos hablando no de una reproducción ideológica, sino de una
construcción de un pensamiento complejo y en eso estriba su embrollo, y el único
responsable de llevar a un nuevo nivel de conocimiento es el profesor, por eso su
tarea es fundamental, no estamos hablando de una serie de experiencias que
enseñan sino de una distancia epistemológica para repensar la experiencia,
comprenderla y superarla, en todos los aspectos para que el alumno cree una
nueva, de acuerdo a sus intereses, y hacia una vida buena.
He hablado un poquito sobre lo que podría orientar una práctica educativa, que no
es el “deber ser” que todos creen en los críticos, nunca, va más allá de eso, en la
crítica vemos una serie de acciones que son posibilidades, sugerencias que pueden
retomarse, pero no se dice que es que creamos que sea eso como tal. El profesor
del grupo que observamos dirigía lo que se iba a hacer y los alumnos escuchaban
y hacía lo que decía, creo a veces sin entender el por qué de lo que hacían, aunque
me daba la impresión que a nivel global, todos los contenidos que abordaban les
dotarían de un sentido de lo que hacían y pensaban, la pregunta es: ¿es la forma
más “acertada”?, y plantearemos esto, la verdad construida es la más cercana a lo
real, o solo es una construcción hecha en parte importante por el romanticismo de
la verdad institucional.
Creemos que el profesor seguía la cronología del libro, y la lógica institucional, tal
vez no se ha dado cuenta que hay otras formas de entender los temas y de tratarlos,
de llenarse de esperanza, y de formar a sujetos pensantes, y elevarlos a un nuevo
nivel de intelección, donde cada uno plantee formas de liberación, creatividad y
liberación. Creo que aquí nuestra formación en la escuela, en la vida, y la vida
profesional a nivel formativo y de servicio, nos han enseñado una visión reducida
de la educación, y dentro de lo que cabe, trabajar y vivir a nivel de prescripciones,
de obligaciones, reglas y normas, que castran nuestra manera de vivir de forma
creativa, lúdica, esperanzadora, feliz, etc., esto genera en nosotros un modelo
común en la población, y es vivir una vida en base a un modelo de hombre, de mujer
y de mundo, es decir, un sujeto sin esperanzas, sin objetivos, sin cambios, limitado,
aprensivo, por consecuencia, demasiado emocional. En parte, es producto de
nuestra educación, en parte de una vida llena de carencias y desorganización a
nivel institucional y comunitario.
Por tal situación, el profesor puede que haya dejado de tener esperanza en la
formación de un sujeto distinto, que rompa con las rutinas, los vicios, las carencias
que existen en el mundo. Sin embargo, hay que pensar e ir más allá de la escuela,
en la formación del profesor, y de que egresó, tal vez con una visión un poco
acomodada, inmóvil, y limitada. Tal vez por eso sigue dictando, instruyendo,
mandando, etc., y hasta de cierta manera sigue de forma lineal los contenidos del
currículo, que es parte de la educación institucional. Esto puede cambiar
indudablemente, pero para ello se tendría que trabajar a nivel de la formación y
actualización docente, donde el financiamiento lo tendría que dar el Estado, para
que el docente pueda asistir a diferentes eventos que le permitan tener un
crecimiento intelectual, social y hasta espiritual.
Con respecto a los estudiantes, ellos se mostraban abiertos a las propuestas del
profesor, siempre se mostraban participativos y la energía del aula era de confianza,
aunque después de un tiempo algunos niños, por lo que vi, dejaban de poner
“atención”, y me quedan dudas sobre esto, creo que no se desconectaban de la
clase y estaban atentos hasta cierto punto, pero no mostraban un interés con la
mirada sino tal vez solo con el oído. Ellos estaban sentados en filas, en binas, en
unas mesas pequeñas. Algunos, por lo que me comentaban los estudiantes estaban
sentados como el profesor les indicó, y otras eran por afinidad, y una alumna me
comentaba que se sentaban como querían porque algunos platicaban mucho y el
profesor eligió su lugar de forma permanente.
Por último, al igual que los alumnos en la clase que no tenían miedo de expresar
sus ideas, aunque fueran distintas a las del profesor, el profesor mismo no debe de
tener miedo con romper con la lógica de una educación reproductora y destructora
de la curiosidad de los estudiantes. Durante la observación notamos una práctica
educativa por parte de profesor con buen sentido, pero creo que hay mucho margen
de crecimiento intelectual y práctico, la cuestión es: ¿cómo invitar al profesor a salir
de la lógica que ha usado siempre para incrementar el nivel de su práctica
educativa?, por qué cuestionamos esto y veo como una exigencia el incremento de
la reflexión y la movilidad del alumnado en la construcción de sus conocimientos,
bueno la razón es simple, y es que el mundo es más complejo a nivel práctico,
entonces el alumno necesita de elementos teóricos elevados para combatir con un
mundo caótico y proponga formas de organización que superen las actuales, esto
nos ayudará a dotar de sentido la vida fuera de la escuela, además que el mismo
alumno fuera de la escuela debe “aguantar” las “críticas” que le hagan por intentar
lo “nuevo”.