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LECCION 1

ESTUDIO DE LOS PERIODOS BIBLICOS

Introducción

La Biblia, que es la Palabra de Dios, con sus claras y autorizadas declaraciones acerca de los
misterios y problemas de la vida, es la única esperanza del hombre y de las naciones. Ella
contiene la única y auténtica historia de la creación del mundo y de los principios de la historia
humana. Ella solo se propone a revelar el futuro. En sus páginas da la historia del gran amor de
Dios por el mundo y su maravilloso plan de redención. Presenta la gran filosofía de la vida.

No es la voluntad de Dios que vaya sobre los hijos de los hombres de guerra, codicia, maldad,
ignorancia, ninguna clase de pecado. Es por renacer el único camino de la vida y seguir falsas
filosofías que el hombre ha traído al mundo caos por todas partes y que lo lanzaran al abismo
de su propia destrucción, a cuyo borde ya está. “Los sabios se avergonzaron, se espantaron y
fueron consternados; he aquí aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen? “ (Jer.
8.9).

La biblia muestra el camino para la salvación individual, y para la solución de todos los
problemas personales. Presenta la persona de Cristo como salvador, Vida, Luz, Amador, Fuerza,
Sabiduría, gozo del alma, Amigo Personal y como Guía. Sin la biblia uno está perdido, espiritual
y mentalmente, y condenado a vagar en tinieblas hundiéndose en eterna desesperación.
Debemos estudiar la Biblia porque ella sola es nuestra salvación.

Además la Biblia es para nosotros un libro abierto. Tenemos la libertad para leer, creer y enseñar
sus benditas verdades. La imprenta y los sistemas educativos han hecho posible que cada uno
posea y lea por sí mismo un ejemplar de ella. Tenemos un día de cada siete que podemos dedicar
a su estudio y propagación. Las iglesias, la literatura y la radio están a nuestra disposición en casi
todas partes como un medio para diseminar el evangelio. ¿Qué excusa tenemos para no conocer
y leer la Biblia?

Al aproximarnos a sus páginas sagradas encontramos al espíritu santo, quien es enviado por
nuestro amoroso Padre Celestial como divino intérprete y guía en su lectura. “Él os enseñará
todas las cosas…os guiará a toda verdad… tomará de lo mío, y os lo hará saber “(Juan 14:26;
16:13,14). Se exhorta a procurar “con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que
no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad” (2 Tim. 2:15). ¿Qué significa
trazar bien la palabra verdad? La versión inglesa de este pasaje nos ayuda a comprender su
significado, cuyo sentido es: “dividir bien la palabra de verdad”, o sea, hacer una distinción y
separación correcta de su contenido, procurando no confundirlo o dividirlo erróneamente. El
propósito de este libro ayudar a los estudiantes a entender y dividir correctamente la verdad
bíblica.

“Por fe entendemos haber sido compuestos los siglos (las edades) por la palabra de Dios”. (Heb.
11:3). Este delineamiento de las edades; este bosquejo del gran plan de Dios, puede ser tomado
con toda confianza como una división correcta de la enseñanza bíblica. Es una cosa maravillosa
ver este plan y su cuidadoso y majestuoso desarrollo a través de las edades. Al tener este plan
en vista, encontraremos que las grandes doctrinas de la Biblia como la de la Trinidad, la caída y
redención del hombre, el origen y destino de la iglesia, la diferencia entre la ley la gracia, y aun
la victoria personal en cristo se hacen más claras y comprensibles. Un entendimiento de los
tiempos y de las verdades proféticas en general, también está basado en una correcta idea de
la continuidad de los “números” del gran programa divino. Las edades bíblicas, en su sucesión
lógica, son la columna vertebral de la Biblia, de donde fluyen sus enseñanzas cardinales, y donde
encontramos el alimento espiritual. El arreglo ordenado y la clasificación adecuada de la verdad
divina, que proporciona el estudio de los periodos bíblicos (dispensaciones), nos evitará
extraviarnos y nos librará de muchas confusiones en la interpretación bíblica. Como dijo san
Agustín “Distinguid los periodos, y las Escrituras armonizarán solas”.

Nuestra división general de la verdad bíblica consistirá en arreglar los hechos relacionados con
la tierra el hombre y los espíritus, en tres distintas secciones o partes. La primera parte se
relacionará con la tierra misma y las varias fases de su existencia. La segunda parte, la más larga
de las tres, tratará del mundo de los espíritus con sus diferentes clases de seres.

LA GRANDES FASES COSMICAS DE LA EXISTENCIA DE LA TIERRA

De acuerdo con la palabra de verdad, la tierra en que vivimos ha pasado por varios periodos de
la transición que la han cambiado completamente. Todavía están por acontecer nuevas
transformaciones. Un estudio de los cambios cataclismos no será de gran valor al mismo tiempo
que nos proporcionará un buen fundamento para los estudios que seguirán sobre el hombre y
los espíritus. Al usar el término tierra, estamos incluyendo también la atmósfera que rodea la
tierra, tanto como el sol y las estrellas. Muchas veces se usan juntos en las Escrituras los términos
cielos y tierra. (“Creó Dios los cielos y la tierra,” Gen. 1:1; “El cielo y la tierra pasarán,” Mat.
24:35; “Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva,” Apoc. 21:1.) Después de considerar la creación
de la tierra, debemos notar los cambios producidos después de la caída del hombre y después
del diluvio, y los que acontecerán en la segunda venida de Cristo y en el juicio del gran trono
blanco. Esto nos dará los siguientes encabezamientos para los asuntos a tratar: La creación La
tierra Edénica La tierra Antediluviana, La tierra Postdiluviana, La Tierra Milenial, y la Nueva
Tierra.

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