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NUEVAS RELACIONES QUE ALIENTAN Y PROTEGEN LA VIDA

NUEVAS RELACIONES Resumen:

QUE ALIENTAN Y En el presente artículo se re-


flexiona desde la ecología inte-
PROTEGEN LA VIDA gral, el eje central de la encíclica
Laudato Si, sobre el reto de tejer
nuevas relaciones con la Tierra y
Hna. Birgit Weiler, HMM* entre nosotras y nosotros, de fo-
mentar la noción y práctica del
bien común y vivir una “conver-
sión ecológica que es una revolu-
ción cultural” (LS 114).

***

En la crisis ecológica y el cam-


bio climático con todos sus im-
pactos dañinos, se manifiesta la
grave situación de nuestro mun-
do herido y la insostenibilidad de
nuestro actual modo de vivir, pro-
ducir y consumir,1 pues está lle-
vando los ecosistemas de nuestro
planeta al borde del colapso. Por
ello, muchos hablan de una crisis
* Hermana Misionera Médica y teóloga.
Nació 1958 en Duisburg, Alemania. Des- de civilización que requiere de un
de 1988 vive en el Perú. Profesora de cambio radical de paradigma.
la Universidad Jesuita Antonio Ruiz de
Montoya (Lima) y a cargo de la Dirección
de Investigación e Incidencia. Colabora La ecología integral, el eje
estrechamente con el Vicariato Apostó- central en la encíclica Laudato
lico de Jaén sobre todo en la pastoral
con los pueblos Awajún y Wampis (Ama- Si, nos brinda muchas luces para
zonía del Perú). Es asesora del Departa- percibir que los cambios nece-
mento de Justicia y Solidaridad (CELAM)
y miembro de la Comisión de Justicia, sarios exigen una nueva manera
Paz e Integridad de la Creación (CLAR). de relacionarnos con la Tierra, su

1
Retomamos en este artículo parte de las reflexiones sobre la encíclica Laudato Si
publicadas en la revista Intercambio en el 2015.

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gran biodiversidad y ecosistemas de lucro y consumo desenfrenado


complejos, y con nuestro cuerpo de tantos productos superfluos.
que nos recuerda nuestro vínculo
con la Tierra. También necesita- La visión de la ecología inte-
mos de nuevas relaciones entre gral, nos motiva a abrirnos con
nosotras/os, como ciudadanas/os todo nuestro ser, (nuestros senti-
con los mismos derechos, confor- dos, nuestra racionalidad y afecti-
mando juntas/os en condiciones vidad) a tomar conciencia de que
de igualdad, una sociedad con la Tierra, es un gran organismo
una gran diversidad de culturas y vivo que merece nuestro asombro
proyectos de vida. Ambos, la eco- profundo, nuestra gratitud y com-
logía profunda y el eco-feminismo promiso firme de querer cuidarlo.
han aportado conocimientos muy Pues, tiene una historia larga de
relevantes al respecto. Nos ayu- procesos evolutivos, en los cua-
dan a tomar mayor conciencia de les se generó esta red compleja
que en la Tierra todo está rela- y pluriforme de relaciones que
cionado (cf. LS 92) nos impulsan hacen posible y sostienen la gran
a superar una manera dualista de biodiversidad en nuestro planeta.
percibir e interpretar la realidad,
como se pone de manifiesto, por La creación, un proyecto de
ejemplo en el dualismo entre ma- amor de Dios
teria y espíritu, cuerpo y alma,
varón y mujer, naturaleza y cul- En la tradición judeocristiana
tura, etc. la tierra y todo el cosmos, del cual
la Tierra forma sólo una pequeña
Es completamente inadecua- parte, es creación de Dios. Ésta
do y, por sus múltiples conse- “tiene que ver con un proyecto
cuencias negativas, peligroso, del amor de Dios donde cada cria-
concebir la Tierra como un gran tura tiene un valor y un significa-
almacén o una fuente inagotable do” (LS 76). Dios se nos comunica
de recursos naturales renovables en su creación, llena de signos
y no renovables, a la libre dispo- de su gran amor solícito, su ter-
sición de los seres humanos para nura e insondable sabiduría. Esta
explotarlos. Además, los explotan percepción creyente del mundo,
no sólo para satisfacer sus nece- transforma nuestras relaciones
sidades, sino también, sus deseos con las otras criaturas. Nos lleva

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a mirarlas con otros ojos; ellas no nos toca contribuir con nuestras
existen únicamente en función acciones cotidianas a generar una
del ser humano y sus necesidades. cultura cuidadosa de la vida en
No debemos considerarlas “como sus diferentes expresiones, cons-
meros objetos sometidos a la ar- cientes de que cada especie cum-
bitraria dominación humana” (LS ple un rol en el conjunto de los
82). Nos urge superar una com- ecosistemas, para su buen funcio-
prensión muy instrumental de los namiento (cf. LS 34) generando y
otros seres vivos, que se fija sobre manteniendo la vida en la Tierra.
todo y hasta exclusivamente, en Eso vale incluso para las especies
la posible utilidad de ellos para que nos parecen menos significan-
los seres humanos y en su valor tes como lo son “los hongos, las
como mercancía. Pues los otros algas, los gusanos, los insectos, los
seres vivos tienen su valor propio. reptiles y la innumerable variedad
Reconocerlo implica actuar con de microorganismos” (LS 34).
mucho respeto, gran responsabili-
dad y cautela, teniendo muy pre- Cuidar la creación
sente que las relaciones vitales en
la tierra se basan en la interdepen- El término y concepto teoló-
dencia e interconexión y requieren gico de “creación” nos recuerda
de una visión sistémica. que estamos llamadas/os a reco-
nocernos y ubicarnos en relación
En consecuencia una interven- con Dios, como criaturas que han
ción desproporcionada y violenta recibido su vida como don gratui-
en este complejo tejido de vida to del Creador2 y a vivir en una
puede tener múltiples efectos de- “relación de reciprocidad respon-
sastrosos a mediano y largo plazo, sable“ (LS 67) y de “comunión
como se nos manifiesta en la alar- universal” (LS 76) con las otras
mante desaparición de miles de criaturas. Pues no somos dueños
especies vegetales y animales (cf. de la Tierra; más bien, como lo
LS 33). Desde nuestra fe no pode- recalca el Salmo 24, 2, de Dios
mos ser indiferentes al respecto; “es la tierra y cuanto la llena”.

2
Vale recalcar que Dios no es un Dios patriarcal; trasciende todas las categorías de
género. En Gen 1, 28 hombre y mujer tienen la dignidad de ser creados a imagen de
Dios y de vivir como tal (vocación y misión).

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Dios nos ha confiado esta Tie- zón, frágiles. Para una correc-
rra para cuidarla con responsa- ta interpretación del texto, hay
bilidad, sabiduría y criterio ético que leer Génesis 1, 28 junto con
(ética ecológica), contribuyendo Génesis 2, 7.15 que nos recuerda
a que la naturaleza pueda seguir que somos tierra, llamadas/os a
evolucionando y desplegando su “cultivar y custodiar” la tierra en
potencial. Somos llamadas/os a su conjunto. Por ello, como lo re-
ser buenos administradores y cus- calca el Papa Francisco, la Biblia
todios de la Tierra, de nuestra correctamente entendida “no da
casa común y de cuanto la llena. lugar a un antropocentrismo des-
Como el Papa Francisco lo reco- pótico que se desentienda de las
noce en Laudato Si (cf. LS 68), el demás criaturas” (LS 68).
mandato bíblico de “dominar” la
tierra, muchas veces fue malin- “Todo está relacionado” (LS 92)
terpretado, en una lectura muy
sesgada e instrumentalizada para Las relaciones de interdepen-
justificar una depredación desen- dencia en la Tierra nos exigen una
frenada de la tierra. visión integral de los problemas
ecológicos y sociales, pues “el
Una comprensión adecuada, ambiente humano y el ambiente
respetuosa del sentido original de natural se degradan juntos, y no
dicho texto, tiene que conectarse podremos afrontar adecuadamen-
con la afirmación central en Gé- te la degradación ambiental si
nesis 1, 26 y 27, que “Dios creó al no prestamos atención a causas
ser humano a su imagen; varón y que tienen que ver con la degra-
mujer los creó.” Pues el ser hu- dación humana y social” (LS 48).
mano tiene la vocación y misión Los más afectados por esta doble
de ser imagen de Dios y de vivir degradación son “los más débiles
como tal, teniendo presente que del planeta” (LS 48), es decir las
Dios ama todo lo que ha creado personas empobrecidas que no
(cf. Sb 11, 24). Por ello la persona cuentan con los recursos nece-
humana tiene la responsabilidad sarios para hacer valer sus dere-
de usar su capacidad reflexiva chos, protegerse eficazmente de
y creativa para actuar con inte- los impactos negativos del cam-
ligencia, previsión y precaución bio climático, así como, de los
al intervenir en los ecosistemas múltiples daños ecológicos y sus
complejos y, por esta misma ra- graves consecuencias en su salud.

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Su vida está puesta en riesgo, se presente que nunca antes en toda


ven amenazados en su existencia la historia de la humanidad el ser
y seguridad alimentaria. Hacer humano tuvo tanto poder como
frente junto con ellos a estos ries- hoy gracias a la tecnología alta-
gos, es una exigencia de nuestra mente desarrollada. El manejo
solidaridad y opción preferencial adecuado de este poder, es una
por los pobres. responsabilidad y un reto grande
para tejer relaciones que pro-
El hecho de que “todo está re- muevan y defiendan la vida.
lacionado”, nos impulsa a pregun-
tarnos por la raíz de la grave crisis Fomentar el bien común
ecológica que nos está afectando
cada vez más en niveles alarman- La ecología integral está es-
tes. En Laudato Si se identifica trechamente vinculada con “la
como raíz principal de dicha cri- noción de bien común” (LS 156)3.
sis el paradigma tecnocrático do- Para construir y fortalecer rela-
minante, por el poder despótico ciones al servicio de la vida, es
que el ser humano muchas veces imprescindible que nos empeñe-
ejerce sobre la naturaleza, un po- mos en generar una cultura ca-
der que le da una tecnología muy racterizada por la búsqueda del
avanzada (cf. LS 101,106-109). bien común. Ello implica, esfuer-
zos continuos por lograr una vida
La cuestión central está en el digna para todas/os y no sólo para
uso adecuado del poder. De nin- unos pocos. Diferencias sociales
guna manera se trata de una ac- tan grandes como las tenemos en
titud hostil frente a la tecnología, las sociedades latinoamericanas,
más bien vale reconocer que ella ponen en peligro la paz social y
ha “remediado innumerables ma- afectan lo humano, tanto en las
les que dañaban y limitaban al ser personas que gozan de altos in-
humano” (LS 102) y es imprescin- gresos y un estilo de vida corres-
dible para generar un desarrollo pondiente, sin que ello les mueva
verdaderamente sostenible. Se a una mayor solidaridad y justicia,
aprecia una “tecnociencia bien como también, en las personas
orientada” (LS 103) y desarrolla- que viven en condiciones degra-
da con criterios éticos. Teniendo dantes de pobreza.

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Es un principio fundamental en la Doctrina Social de la Iglesia.

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En el actual contexto mundial mundo viven en condiciones in-


urge generar a través de nuestros frahumanas y sufren de hambre
diferentes apostolados una ma- crónica4; millones de personas se
yor conciencia de que “la tierra ven obligadas a migrar por razo-
es esencialmente una herencia nes económicas y ecológicas; au-
común, cuyos frutos deben bene- mentan mucho los factores que
ficiar a todas/os.” (LS 93) y pro- dañan los ecosistemas y aceleran
mover una práctica coherente al el cambio climático.
respecto. Significa preguntarnos
por el impacto de nuestro estilo Los elementos imprescindibles
de vida, en la vida de otras per- para relaciones que fomenten
sonas y de otros seres vivientes. una convivencia buena y demo-
También aprender a vivir con crática en las sociedades, como
responsabilidad en relaciones de el respeto de los derechos huma-
interdependencia a nivel micro y nos, la justicia y la sostenibilidad
macro, empezando por nuestras en sus diferentes dimensiones,
comunidades. Ello requiere a la no son por sí metas importantes
vez de un cambio radical en la para este sistema económico. Por
manera de entender y practicar la el contrario, no pocas veces son
economía. Impulsos valiosos para considerados como obstáculos
este cambio vienen de la econo- para lograr una mayor producción
mía solidaria y de la “economía y ganancia. Lo muy criticable en
del bien común”. Ambas surgen el capitalismo es el hecho de que
de la conciencia de que el actual en general no percibe el capital
modelo capitalista neoliberal no como un medio al servicio del
es sostenible desde el punto de bien común. Pero según la doc-
vista social, ecológico y moral. trina social de la Iglesia, precisa-
Su crítica se refiere sobre todo al mente en ello consiste la finalidad
hecho de que en el capitalismo la de la actividad económica.
meta principal es el aumento del
capital, de la producción y pro- En los diferentes países de
ductividad aun cuando ello impli- América Latina, han surgido ini-
que enormes desigualdades en los ciativas de la economía solidaria,
ingresos: por ejemplo más de 700 así como de la economía del bien
millones de personas en nuestro común, que promueven la coope-
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Según el informe de FAO de mayo del 2015, en el año 2014 a nivel mundial 795
millones de personas padecían de hambre.

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ración en vez de la competencia, Nuestra fe nos impulsa a em-


fomentan una agricultura orgáni- peñarnos en que esta Tierra siga
ca, un comercio justo, la compra siendo un espacio de vida y un lu-
de productos generados en las re- gar habitable para las generacio-
giones correspondientes (reducir nes presentes y futuras.
el impacto ecológico) y una ali-
mentación más saludable. Un estilo de vida profético y
contemplativo
La visión del bien común, exige
discernir a fondo qué entendemos Nuestra fe en Dios, nos mue-
bajo “desarrollo” y “progreso” y ve a un estilo de vida profético y
superar una definición muy cues- contemplativo en este momento
tionable basada principalmente crítico para toda la vida en la Tie-
en los parámetros económicos: rra, nuestra casa común. Es parte
Pues esta comprensión deficien- imprescindible de la “conversión
te nos ha llevado a la grave crisis ecológica que es una “revolución
ecológica y social que estamos pa- cultural” (LS 114). Nos compro-
deciendo en la actualidad. Desde mete a participar activamente en
la fe cristiana un verdadero desa- construir una “ciudadanía ecoló-
rrollo implica una visión integral. gica” (LS 211), necesaria para la
Al respecto, los pueblos indígenas transformación radical de la cul-
nos ofrecen con su concepción del tura predominante, y a fortalecer
Buen Vivir una visión integral de con nuestras acciones y medios
la vida. financieros iniciativas de una eco-
nomía basada en la preocupación
La preocupación por el bien por el bien común y la solidaridad
común nos sensibiliza al hecho entre nosotras/os, especialmente
de que el cambio climático pone con los más pobres y con la Tie-
en riesgo bienes vitales como lo rra empobrecida. Pues, la trans-
son el aire, la tierra y el agua no formación cultural, requiere de
contaminados. Éstos son bienes nuestras acciones cotidianas como
comunes. Por ello, cuidar el clima por ejemplo: reducir al máximo
es una exigencia de responsabi- el uso de productos de plástico
lidad y justicia para nosotras/os. y papel, así como la generación
Pues “el clima es un bien común, de basura, practicar el reciclaje,
de todos y para todos” (LS 23). impulsar el uso de energía gene-

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rada con recursos renovables y buena voluntad. El tejer nuevas


junto con otros actores, defender relaciones que alienten y defien-
la Amazonía como el sistema vivo dan la vida, nos llama a vivir con
más grande de nuestro planeta. gran apertura al Espíritu, aliento
de vida, que sopla donde quiere,
Afrontar el momento crítico e afina nuestros oídos para el ge-
impulsar la “revolución cultural” mido de la creación y transforma
es importante, así como, acoger nuestros corazones, haciéndonos
con humildad y gratitud las ri- partícipes de su gran creatividad
quezas espirituales también de e impulsándonos a generar alter-
las otras religiones y trabajar en nativas de vida.
alianza con todas las personas de

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