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Patrimonio cultural
y desarrollo regional*
Inmaculada Caravaca Barroso, David Colorado Campos,
Víctor Fernández Salinas, Pilar Paneque Salgado
Raúl Puente Asuero*
* Todos los autores son geógrafos adscritos a la Facultad de Geograffa e Historia de la Universidad de
Sevilla
Revista eure (Vol. XXII, Nº 66), pp. 89-99, Santiago de Chile, octubre 1996 eure 89
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A su vez, la creciente interdependencia entre naturales se consideraban bienes libres e inago-
naciones, regiones y ciudades hace necesario tables que quedaban al margen del sistema, la
buscar ventajas que permitan a cada ámbito mano de obra no era suficientemente valorada
competir en una economía cada vez más glo- al ser abundante y barata y el patrimonio cultu-
bal, lo que sin duda exige un mejor aprovecha- ral quedaba aún más lejos de la lógica produc-
miento de los propios bienes o recursos. En este tiva.
sentido, y a diferencia de lo ocurrido en etapas
anteriores, empiezan a identificarse recursos
La revalorización de estos otros recursos se ha
alternativos, generalizándose cada vez más la
ido produciendo a lo largo de las últimas déca-
tesis de que todo proceso de desarrollo debe
das. La primera llamada de atención está rela-
basarse en la utilización racional equilibrada y
cionada con el agotamiento de los recursos na-
dinámica de todos los bienes de capital, ya sean
turales y el progresivo deterioro ambiental que,
éstos monetarios, humanos, físico-naturales o
desde la década de los setenta, obligó a revisio-
culturales (CEPAL, 1991 y 1992; Allende, J.,
nes conceptuales de buena parte de la termino-
1995).
logía científico-económica (Mishan, E.J., 1967;
Meadows, D.H. y otros, 1972; Mesavovic, R. Pre-
Esta nueva forma de concebir los bienes o re- tel, J., 1974; Leontief, W., 1977). Constituyen una
cursos difiere sustancialmente de aquel otro buena prueba de este cambio los conceptos
enfoque tradicional que vincula el crecimiento renovados de recurso, coste medioambiental,
económico al capital monetario, olvidando cual- etc., y la incorporación, ya en la década siguien-
quier otra forma de patrimonio. Así, los recursos te, de nuevas categorías como la de desarrollo
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sostenible (Brundtland, G.H. y otros, 1989). Pero, Cuando se señalan aspectos relacionados con
en estrecha asociación ccn el acelerado ritmo el patrimonio colectivo, la definición anterior debe
innovador que caracteriza a las últimas décadas, ser completada con las apreciaciones siguien-
se revaloriza también el capital humano, inten- tes: el patrimonio no sólo se hereda, sino que es
tando utilizar su potencial creativo e imaginativo susceptible de ser incrementado o disminui-
como un activo más que resulta básico para do según el uso que se haga del mismo y, ade-
dinamizar la eccnomía (Pérez, C., 1986; Gatto, más, el patrimonio es verdaderamente patrimo-
F., 1990; Oro, L. A., 1991 ). Por último, empieza a nio cuando es asumido como tal por quienes lo
considerarse, aunque aún de forma incipiente, usan y disfrutan. La primera de las cuestiones,
al patrimonio cultural como un nuevo factor que centrada en la capacidad de un colectivo de
puede contribuir a potenciar el desarrollo, con lo mantener e incrementar su patrimonio, implica
que se llega al aprovechamiento integral de to- unas claras responsabilidades en relación a su
das las formas de capital: monetario, ambiental, gestión, que apuntan a su obligada rentabilidad
humano y cultural (CEPAL, 1991; Allende, J., para el conjunto social; dicha gestión ha de re-
1995). El esquema de la figura 1 pretende siste- dundar necesariamente en el progreso general
matizar tales procesos. de la sociedad, teniendo como principio priorita-
rio el de servir como instrumento para la
redistribución social de la riqueza y para el equi-
En este contexto general de referencia, los ob-
librio territorial. La segunda cuestión tiene que
jetivos propuestos en este artículo son los si-
ver con el reconocimiento social del patrimonio,
guientes:
pues difícilmente se podrá obtener el máximo
rendimiento de algo que no es valorado como
• En primer lugar, ccntribuir a la reflexión so- tal por sus titulares, sean éstos individuos parti-
bre el papel del patrimonio cultural como culares o grandes colectivos; se entra así en otra
factor de desarrollo y a su posible incidencia responsabilidad pública: la de una correcta difu-
en las estructuras territoriales. sión de qué bienes posee una comunidad y de
cómo usufructuarlos.
• En segundo, analizar si desde distintas ins-
tituciones internacionales se ha ido incorpo- En pocas palabras, el patrimonio es el recurso
rando esta nueva visión integradora de los fundamental en el proceso de progreso, indivi-
recursos, llegando a considerar la relación dual o colectivo, y su reconocimiento resulta
patrimonio cultural/desarrollo. básico para valorarlo y utilizarlo correctamente.
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es fundamental encontrar posibles vías de ge- se asocia de forma inseparable a los procesos
nerar empleo y riqueza. Algunos sectores eco- que llevan a la mejora de la calidad de vida
nómicos, especialmente el turismo, lo han utili- (Drewnowski, J., 1974; Smith, D.M., 1980;
zado; pero durante los últimos años la conside- Johnston, R.J. Gregory, D. Smith, D.M., 1987;
ración de este patrimonio se complica y enrique- Mishan, E., 1989).
ce con algunos planteamientos innovadores que
es importante subrayar:
Es en este sentido de la calidad de vida que
conviene aprovechar la aportación conceptual
• El patrimonio cultural es parte del patrimonio que nuevas formas de entender el desarrollo
global de un colectivo; y, por tanto, se trata ofrecen al campo del patrimonio. Así el llamado
de un recurso que debe coadyuvar al pro- desarrollo sostenible facilita un marco adecuado
greso económico, social y cultural y para cuyo en el que entender el patrimonio cultural, y esto
uso es fundamental su identificación y valo- porque aunque tal concepto haya sido acuñado
ración. En relación a ello, toda política de en el ámbito medioambiental, parece vital com-
desarrollo que ignore las potencialidades del prender la sostenibilidad del desarrollo dentro de
patrimonio cultural será una política parcial e un contexto amplio que vaya más allá de las
incompleta y, por lo tanto, inadecuada. preocupaciones. relativas al capital natural
(Redclift, M., 1987; CEPAL, 1991 y 1992; Allen-
• Existe una progresiva confluencia entre el de, J., 1995; Junta de Andalucía, 1996). Desde
patrimonio cultural y el natural, de tal forma esta perspectiva, el desarrollo sostenible condu-
que uno no puede ser entendido sin el otro. ce, como ya se ha señalado, hacia un equilibrio
Además, la visión integrada de ambos es dinámico entre todas las formas de capital o
fundamental, al considerarse los recursos patrimonio: humano, físico-natural, financiero y
patrimoniales desde una perspectiva territo- cultural. El patrimonio cultural debe aprovechar
rial. la visión integradora del desarrollo sostenible,
visión en la que la interdependencia entre los
procesos socioeconómicos, biofísicos y cultura-
Esta concepción del patrimonio cultural como un les adquiere protagonismo; especialmente en el
factor que potencia el desarrollo económico y momento en que se comprueba la estrecha re-
social es una línea de trabajo que puede ofrecer lación existente entre la eficiencia económica y
resultados muy positivos, abriéndose un debate la cantidad y calidad del capital natural y cultu-
sobre cómo aprovecharlo de forma útil y respon- ral.
sable, que asegure su rentabilidad económica,
social y cultural hacia el futuro actuando sobre
su conservación presente. Por último, y como refuerzo a los razonamientos
anteriores, debe señalarse que el desarrollo
sostenible sólo lo es en tanto que es un desa-
III. El desarrollo desde una rrollo doblemente solidario (Junta de Andalucía,
perspectiva patrimonial 1995):
El uso del término desarrollo plantea ventajas • Solidario en el tiempo, dado que asegura la
significativas frente al término crecimiento, de utilización y mejora de los recursos actuales
marcado carácter cuantitativo y lineal. El desa- hacia el futuro.
rrollo se presenta como un concepto
multidimensional, a la vez cuantitativo y cualita- • Solidario en el espacio, ya que se basa en
tivo, que incorpora al análisis los principios de una equidistribución de la riqueza no sólo en
equilibrio en la distribución, autonomía en las una perspectiva social, sino también territo-
decisiones, calidad de vida, capacidad creativa, rial.
etc. El crecimiento y el desarrollo son dos pro-
cesos que pueden llevar o no caminos parale-
El desarrollo, por lo tanto, sólo es sostenible si
los, pero sólo el segundo potencia el despliegue
es equilibrado en la utilización de sus recursos y
de las posibilidades creadoras inherentes a una
en la distribución social y territorial de sus bene-
sociedad, e implica la búsqueda del bienestar
ficios económicos, sociales y culturales
social. En otras palabras, el término desarrollo
(Pecqueur, B., 1989).
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Estas últimas cuestiones llevan a otro campo de En este sentido, y siempre desde una perspec-
debate y reflexión muy actual: el llamado desa- tiva territorial, la contribución del patrimonio cul-
rrollo local. Este concepto se vincula a la segun- tural al desarrollo debe ser ponderada y valo-
da acepción presentada del desarrollo sosteni- rada respecto a estos puntos:
ble y cobra relevancia en contextos regionales
de estructura socioeconómica poco madura, lo
• Un conocimiento adecuado de los recursos
que suele traducirse en desequilibrios territoria-
del patrimonio cultural; entendiendo este
les importantes. El desarrollo local plantea, pues,
conocimiento no únicamente como un inven-
una voluntad de justicia social y territorial me-
tario de bienes culturales, sino también como
diante la potenciación de los recursos propios o
la interpretación global e interrelacionada de
la atracción de otros externos; pretende superar
tales bienes; aspecto éste que convierte al
las diferencias que surgen entre los ámbitos
patrimonio en un recurso potencial de primer
urbanos y los rurales y, sobre todo, dentro de
orden en la planificación territorial
estos últimos, en aquellos de difícil acceso o con
estructuras socioeconómicas frágiles, estancadas
y dependientes (Coffey, W.J. Polese, M., 1984; • La relación patrimonio cultural y patrimonio
Garofoli, G., 1984 y 1992; Godard, O. Cerón, natural. Se trata de una relación indisociable
J.P., 1987; Vázquez Barquero, A., 1988; y que suele ser el origen de gran parte de
Pecqueur, B., 1989; Furió, E., 1994; Allende, J. los aspectos que dan personalidad a un te-
1995). El desarrollo local obliga, a tenor de lo rritorio (los paisajes en general, la integra-
dicho, a una revisión de las potencialidades que ción de los núcleos de población en su en-
posee un territorio determinado. torno territorial, la transformación de los ríos
a su paso por las ciudades, etc.)
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monio cultural en cualquier entorno territoral. Con var la arquitectura tradicional, mejorar las com-
todo, las características específicas del territorio petencias y dotaciones culturales y dignificar la
también generan y condicionan estructuras eco- cultura rural son algunos de los retos de estos
nómicas y sociales en las que el patrimonio ámbitos.
cultural posee significación y potencialidades
distintas.
Areas de montaña, de difícil acceso o con pro-
blemas para promover el desarrollo. A menudo
Las categorías territoriales a partir de estas ca- estas tres características aparecen combinadas
racterísticas pueden sintetizarse así: entre sí. Sin embargo, el patrimonio cultural ofre-
ce buenas oportunidades para romper el trián-
gulo de la debilidad social, económica y cultural,
Las áreas urbanas. Se trata de ámbitos
especialmente cuando se considera a este pa-
heterogéneos en los que a menudo la historia y
trimonio en su integración con otros recursos.
la complejidad de las relaciones sociales y eco-
Es cierto que, en su conjunto, los bienes dispo-
nómicas generan un patrimonio cultural cuantio-
nibles suelen ser escasos, pero también lo es
so y variado. En estas áreas el patrimonio cultu-
que una visión integradora y que valore, sin
ral es un recurso importante tanto en los proce-
deteriorarla, la calidad del patrimonio disponible
sos de recualificación urbana de las viejas ciu-
puede alentar un proceso desarrollo basado en
dades europeas como en la regeneración y crea-
los principios de la sostenibilidad y convertir estas
ción de las señas de identidad de las urbes en
zonas en espacios atrayentes no sólo para su
fuerte proceso de crecimiento latinoamericanas,
consumo turístico natural y cultural, sino como
africanas y asiáticas. El patrimonio cultural ur-
espacios en los que aparezcan nuevos yacimien-
bano es siempre un buen punto de partida, y un
tos de empleo y actividades empresariales
pilar básico, desde el que acometer una reflexión
(agroindustria, turismo rural, etcétera).
general sobre los futuros modelos de ciudad.
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Se inicia el análisis con documentos de la recuperación económica basada en la utilización
UNESCO, que basan su interés en el inventa- integral y múltiple de todos los recursos huma-
riado y la protección del patrimonio cultural sin nos y naturales, nunca culturales, y la protec-
plantear la posibilidad de que pudiera ser un ción del medio ambiente por considerarse un
factor de desarrollo para las sociedades. Ade- factor del crecimiento económico y de creación
más, utiliza los términos de patrimonio cultural y de empleo. Sólo en el quinto PACMA (1993-
natural de forma separada, llegando tan sólo a 2000), al introducirse el concepto de desarrollo
la figura de protección del "paisaje cultural" como sostenible y la necesidad de modificar las pau-
combinación de los 'trabajos de la naturaleza y tas de comportamiento sociales y políticas, se
el hombre" y lo enlaza con la sostenibilidad, ya habla ya de la protección y mejora del patrimo-
que, a menudo, el paisaje es precisamente el nio histórico-artístico en las ciudades y del patri-
producto de un equilibrio adecuado entre la ac- monio arquitectónico para el desarrollo turístico,
ción humana y el medio natural. El valor de ta- lo que puede entenderse como un primer plan-
les paisajes radica en la posibilidad de estable- teamiento de la importancia del patrimonio cul-
cer propuestas de uso del territorio no agresi- tural como factor de desarrollo en el ámbito euro-
vas. peo.
Tampoco deja de sorprender la ausencia del Por fin, el Libro para el Medio Ambiente Urbano
término patrimonio cultural en el Informe de la reconoce ya claramente como una dimensión
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el fundamental de la ciudad europea al patrimonio
Medio Ambiente y el Desarrollo. En esta Confe- histórico y cultural, vinculándolo muy directamen-
rencia se pretende llegar a acuerdos de carác- te a la gestión del medio ambiente urbano. Una
ter general sobre la necesidad de medidas para de las líneas de acción propuestas se dedica a
que el crecimiento de todos los países del pla- la ''Tutela y valoración del patrimonio histórico
neta, pero sobre todo los del tercer mundo, se de la ciudad europea". En ella prima una visión
realice de forma respetuosa con el medio am- conservacionista y las propuestas se centran en
biente. Se maneja una acepción de desarrollo dotar de un mayor financiamiento a la conserva-
amplia, que no sólo contempla el crecimiento ción de edificios y zonas históricas de importan-
económico, sino también cuestiones como el cia y, también, insiste en "valorar las ventajas
bienestar social, el papel de la mujer, el de los derivadas de la introducción de un sistema co-
jóvenes, el derecho a la paz, a la justicia y, en munitario de reconocimiento del valor histórico y
especial, el de los pueblos indígenas. Se plan- cultural de los edificios singulares o partes de la
tean dos objetivos: conseguir el consenso y la ciudad". Sin embargo, no hay línea directa que
solidaridad global en materia de desarrollo sos- enlace el patrimonio cultural y el medio ambien-
tenible y proteger los recursos medioambientales te natural en la ciudad.
ligándolos a su utilidad económica sin compro-
meter su utilización por generaciones futuras.
Por otra parte, en el conocido como Libro Blan-
Paradójicamente, en esta amplia acepción de
co del crecimiento, la Competitividad y el em-
desarrollo tampoco se recoge explícitamente el
pleo llama la atención que el patrimonio cultural
concepto de patrimonio cultural.
no figure por una parte como factor de desarro-
llo, ya que el objetivo que se persigue es dotar
Los documentos Europa 2000 y Europa 2000+ a Europa de documentos e instrumentos con los
estudian las perspectivas de desarrollo de la que competir en el mercado internacional; y, por
Unión Europea y la cooperación para la ordena- otra parte, como un nuevo yacimiento de em-
ción de su territorio, respectivamente, persiguien- pleos.
do alcanzar una mayor prosperidad en toda la
zona del mercado único. En estos documentos
Por último, algún programa europeo como Regis
no hay referencia alguna al patrimonio cultural
II, en su intento de apoyar a las regiones
como factor colaborador en el proceso de desa-
ultraperiféricas y de fomentar la diversificación
rrollo europeo.
económica, atiende al legado arquitectónico tra-
dicional y a la cultura local y zonas medioam-
En los Programas de Actuación Comunitaria en bientales con interés turístico. En esta misma
Materia de Medio Ambiente la filosolfa de fondo idea del turismo inciden lnterreg II y Leader II
es el desarrollo armonioso de los pueblos, la -que tratan de ayudar a las zonas fronterizas
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exteriores e interiores de la UE y de fomentar tal. Por el contrario, las políticas culturales se in-
las actividades innovadoras realizadas por los cluían únicamente, y la mayor parte de las ve-
agentes locales, públicos o privados, en todos ces con un papel casi marginal, entre aquellas
los sectores de actividad del medio rural, res- otras de carácter social encargadas de regular y
pectivamente-, ya que exponen la necesidad de corregir los efectos y externalidades generados
inventariar, restaurar y revalorizar los edificios de por el proceso de crecimiento económico.
carácter histórico y parajes rurales de interés
turístico; además de conservar y mejorar el medio
En este sentido, los grandes objetivos que pre-
ambiente y el entorno renovando y desarrollan-
siden cada vez más las acciones encaminadas
do pueblos y patrimonio arquitectónico ya exis-
a potenciar el desarrollo -sostenibilidad, calidad
tente y, por primera vez, se habla de apoyar la
de vida y equilibrio territorial- pueden y deben
creación y la difusión cultural.
estar también presentes en las políticas cultura-
les, independientemente de aquellos otros obje-
VI. Patrimonio cultural y tivos más concretos directamente relacionados
con este tipo de bienes. Por una parte, es nece-
políticas de desarrollo
sario rentabilizar el patrimonio cultural, social y
económicamente y, por otra, gestionarlo y ha-
Aunque los profundos cambios experimentados cerlo crecer tanto cuantitativa como cualita-
en la concepción de los bienes o recursos pare- tivamente.
cen abrir nuevas expectativas para los objetivos
de cualquier sociedad (intentar conciliar creci-
En cuanto a los tipos de políticas culturales, dos
miento con equidad y sostenibilidad), las trans-
son las estrategias que complementariamente
formaciones experimentadas por la lógica pro-
parece que pueden aplicarse. Una primera rela-
ductiva y el comportamiento socioeconómico
cionada con la oferta y, por tanto, orientada a
también pueden contribuir a potenciar los
conservar y mejorar el patrimonio; una segunda,
desequilibrios existentes (creciente marginación
quizás menos explícita, pero de una gran impor-
y exclusión tanto social como territorial) y a ge-
tancia social, dirigida a potenciar la demanda
nerar nuevos problemas. Las expectativas de
cultural.
desarrollo sólo llegarán, pues, a concretarse con
actuaciones imaginativas, sistemáticas y cocrdi-
nadas que, intentando conciliar el comportamien- Por su parte, programas de investigación, pro-
to global de la economía con las condiciones tección, restauración y difusión parecen estar
locales de los distintos ámbitos territoriales (Allen- más directamente relacionados con las estrate-
de, J., 1995), no pierdan de vista la importancia gias de oferta, mientras que los dirigidos a la
estratégica que adquiere para estos últimos cual- promoción lo están con las llamadas de deman-
quier tipo de recurso, patrimonio o forma de da.
capital.
Una gran multiplicidad de instrumentos pueden
De este modo, las estrategias públicas de desa- ser utilizados en cada uno de los diferentes pro-
rrollo deben otorgar un creciente protagonismo gramas. Entre ellos cabe señalar:
al patrimonio cultural. El esquema de la figura 2
pretende contribuir a sistematizarlas.
• La creación y fortalecimiento de una base
legislativa y normativa, así como de organis-
La frecuente desconexión existente entre las mos específicos dedicados al diseño y apli-
políticas culturales y las de desarrollo deberían cación de las directrices en esta materia.
reducirse al crecer la conciencia de que los pro-
blemas y disfuncionalidades suscitados en cual- • La inversión en la creación y mejora de
quier sociedad deben ser enfrentados con una infraestructuras y equipamientos.
visión integradora y sistémica. En efecto, hasta
ahora, entre las políticas de promoción del de-
• La formación de recursos humanos, tanto en
sarrollo -ya fueran sectoriales, horizontales o
el plano de la capacitación y el reciclaje como
territoriales- no se acostumbraba a contar con
en el de la mejora de la gestión empresarial.
el patrimonio cultural, puesto que no se conside-
raba a éste como una forma alternativa de capi-
• La creación directa de empleo público y el
impulso al de carácter privado, tanto directo
como indirecto.
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• El apoyo a la empresa privada relacionada del patrimonio y el desarrollo. No se trata sólo
con el sector, ya sea en actividades produc- de que el desarrollo, entendido éste en su sen-
tivas (artesanía, industria de nuevas tecno- tido más amplio, tenga que ser considerado como
logías...) o de servicios (turismo, ocio y cul- un objetivo a lograr en toda política cultural, sino
tura...). del papel que, como forma alternativa de capi-
tal, debe ejercer el patrimonio cultural en todas
aquellas políticas encaminadas a potenciar el
Las diferencias cuantitativas y cualitativas exis-
desarrollo.
tentes entre el patrimonio cultural urbano y rural
exigen la aplicación de medidas diferenciadoras
capaces de atender las necesidades y solucio- En este orden de cosas, parece fuera de toda
nar los problemas de cada ámbito, teniendo muy duda la importancia que adquiere la coordina-
presente la importancia que adquieren en el ción para lograr la máxima efectividad de las
momento actual los procesos de desarrollo lo- medidas adoptadas, tanto de las diversas políti-
cal. cas entre sí como de las distintas instituciones
(locales, regionales, nacionales y, en su caso,
supranacionales) que de uno u otro modo inter-
Pero en la base de todo lo anterior debe estar
vienen en el proceso.
siempre presente la visión integradora y sistémica
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