Sie sind auf Seite 1von 6

Historia Psicopatología

Hipócrates (460-377 a.C.)

Fue el primero en señalar el origen natural de enfermedades mentales; se


encontraban sujetos a las leyes naturales. Las leyes naturales que postulaba se
centraban en su muy conocida teoría de los cuatro humores (sangre, flema, bilis negra y
bilis amarilla) y el necesario equilibrio entre ellos para el mantenimiento de la salud
(Belloch, Sandín & Ramos, 2008). Esto Resulto la combinación de las cuatro cualidades
básicas de la naturaleza (calor, frio, humedad y sequedad).elabora una clasificación
basada en cuatro temperamentos (colérico, sanguíneo, melancólico, flemático) que se
pensaba que indicaban la orientación emocional predominante (Vallejo, 2015).

Platón (429-347 a.C.)

Considera que los trastornos mentales son en parte orgánicos, éticos divinos
(Vallejo, 2015). La consideración de la existencia de dos principios (el espíritu y la
materia) le llevó al planteamiento de la dualidad psicofísica en su concepción de la
naturaleza del hombre, en la que concebía dos almas: el alma racional y el alma
irracional. Dentro de este esquema se producía un trastorno mental cuando el alma
irracional se enfermaba al romper su débil conexión con la racional. Platón distinguía
dos clases de locura: una resultaba de la enfermedad, mientras que la otra era de
inspiración divina (Belloch, Sandín & Ramos, 2008).

Galeno (130-200 d.C.)

Galeno hizo un labor de síntesis de los conocimientos existentes dividiendo las


causas de los trastornos psíquicos en orgánicas (lesiones craneoencefálicas, alcohol,
cambios menstruales) y mentales (temores, contratiempos económicos, desengaños
amorosos). Sostiene que la salud psíquica depende de la armonía adecuada de las partes
racionales irracionales y sensual del alma (Vallejo, 2015).

Siglo XVIII y principios del siglo XIX


El siglo XVII estaría también dominado por grandes pensadores escolásticos como
Alberto el Grande (1193-1280) y Tomás de Aquino (1225-1274), mantenían una
posición marcadamente organicista acerca de los trastornos mentales. Así, el alma no
podía estar enferma dado su origen cuasi divino, por lo que la locura era una
enfermedad primariamente somática, atribuida a un uso deficiente de la razón. En
cuanto a las descripciones de cuadros clínicos, ambos prestaron cierta atención a
síntomas de tipo cognitivo y, en especial, a las alucinaciones. (Belloch, Sandín &
Ramos, 2008).

A finales del siglo XVII con Pinel viene marcado una esperanza de construir un
edificio psiquiátrico humano. Philippe Pinel (1745-1826) fue nombrado director del
hospital de La Bicétre y posteriormente de La Salpétiére (1792), también libero a los
alienados y convirtió estos sanatorios en centros dignos (1794).su contribución a la
psiquiatría científica publica obras importantes. Nosographie Philosophique en 1798
donde clasifica los trastornos en melancolía (alteración de la función intelectual), manía
(excesiva excitación nerviosa con delirio o sin él), demencia (alteración de los procesos
de pensamiento) e idiocia (detrimento de las facúltales intelectuales y afectos). Pinel se
convierte en fundador de la psiquiatría. El tratamiento moral de Pinel, cuyos efectos
terapéuticos fueron inmediatos y sorprendentes que fueron acogidos por Take (1732-
1819) en Inglaterra por Fricke, EE UU por Rush. En el transcurso del siglo XIX la
psiquiatría se va desarrollando progresivamente. En Francia Esquirol pública Des
Maladies Mentales definió las alucinaciones y la monomanía (ideación paranoide).
Griesinger con su libro patología y tratamiento de las enfermedades mentales inicia la
nueva etapa de la psiquiatría alemana. Con Griesinger aparece de manera formal y
sistemática el modelo organicista al afirmar explícitamente que las enfermedades
mentales son trastornos cerebrales (Vallejo, 2015).

Kraepelin (1956-1984)

Pública la primera edición de su tratado de psiquiatría, construyó un sistema de


clasificación de los trastornos mentales que integraba el enfoque descriptivo y
longitudinal. Kraepelin formuló su clasificación en orden a las agrupaciones de
síntomas que regularmente aparece junto lo que hizo suponer que se trataba de
enfermedades del sentido estricto cuya causa (somática) curso y pronóstico serían
diferentes en cada una de estas entidades, consecuentemente cada una de ellas tendrían
en el futuro un tratamiento específico (Vallejo, 2015).

En aquel sistema, se conjugaban unas variables relativas a las causas del


padecimiento, con otras referidas a su naturaleza global. En cuanto a las causas, señaló
la existencia de una serie de trastornos de índole endógena, resultantes de cambios
internos en el organismo - por herencia, alteración metabólica o endocrina, o lesión
cerebral-- y otros de naturaleza exógena, debidos a acciones agresivas del medio sobre
el organismo. Trató, en suma, de organizar y clasificar los diferentes síndromes (Capell,
2009).

Foucault (1926-1984)

Michel Foucault, sus obras “El nacimiento de la clínica”, “Historia de la locura” o


“Vigilar y Castigar”, nos muestran al “otro” cultural creado por códigos, ciencias e
instituciones, saberes y visibilidades. Su primer intento de interpretar globalmente el
fenómeno de la enfermedad mental desde un punto de vista social y cultural a partir de
la teoría marxista de la alienación y la reflexología pavloviana. Y, por último, se
muestra cómo fueron perfilándose en su producción de aquellos años algunos de los
elementos y planteamientos más significativos que, al cabo de un tiempo, cristalizarían
y encontrarían una forma acabada en la Historia de la locura.

Michel Foucault, se encargó de diseñar una detallada metodología que permite el


análisis del problema de un “afuera” cada día más amplio (minorías religiosas, étnicas,
homosexualidad, adicciones, etc.). Este primer método, al que llamó método
arqueológico, se completa con aquel que diseñó siguiendo las premisas de Nietzche para
establecer las relaciones de poder que suscitan la existencia de ese “afuera”, el método
genealógico. Sin embargo, y pese a la metodología que el propio Foucault legó, su obra
deja latente y a modo desafiante la propuesta de ubicarse en el “afuera del afuera”, ese
lugar que el mismo Foucault encontró para realizar sus análisis al margen de los
dispositivos epistemológicos (Figueroa, 2011).

Actualidad

Desde 1844, los especialistas de psiquiatría, que habían de ocuparse de este tipo de
pacientes, organizaron una asociación, (“Association of Medical Superintendents of
American Institutions for the Insane”), que, con los años, y tras alguna peripecia, vino a
constituir, en 1921, la actual “American Psychiatric Association, editora de los DSM.
Ya en el siglo XX, el Comité Nacional de Higiene Mental dio a luz su Statistical
Manual for the use of Institutions for the Insane (1918), con reglas para elaborar
estadísticas de este tipo de pacientes, con atención a su trastorno y a sus datos
demográficos. Al acabar la II Guerra Mundial, los problemas psiquiátricos se cobraron
un número muy alto de combatientes, y dejaron secuelas importantes en muchos
veteranos, que plantearon problemas a la hora de su clasificación, y obligaron a
establecer por lo pronto un sistema de categorías en el ejército y otro en la marina para
sus propios usos. Al terminar el conflicto, el tema de la clasificación hubo de afectar
también a la organización de veteranos de guerra, forzada a ocuparse de gran número de
afectados. Como resultado de todas esas demandas, la “American Psychiatric
Association” propuso crear un comité de expertos, encabezados por William C.
Menninger, que debía crear un sistema unificado de clasificación, sistema que debería
irse revisando a medida que avanzara el conocimiento científico de la psicopatología
(Pichot, 1983, xi). Ese comité publicó en 1946 un documento, Medical 203, que trataba
de facilitar en el ejército la clasificación de ‘desórdenes’ genéricos y ‘reacciones’
desajustadas más específicas. Su concepto básico de un trastorno mental era el propio de
una ‘reacción’ anormal o inadaptativa, respuesta dinámica con que se enfrentaba el
sujeto a circunstancias perturbadoras de su adaptación a su mundo. Era un concepto
defendido enérgicamente por el psiquiatra Adolf Meyer, que influyó ampliamente en la
psiquiatría americana de aquellos días (Glegg,2012,365). Este trabajo allanó el camino
hacia una ulterior clasificación más completa y elaborada. Fue, en fin, en 1952, cuando
la “American Psychiatric Association” hizo público su primer sistema taxonómico de
enfermedades mentales, el DSM–I, abriéndose una época nueva en el campo de la
psicopatología (Capell, 2009).

Los servicios públicos y privados de salud mental de América Latina, Estados


Unidos y Europa utilizan como referencia los criterios diagnósticos de las
clasificaciones de diagnóstico operativo CIE (Clasificación Internacional de
Enfermedades) y DSM (Manual de Diagnóstico Estadístico). El sistema CIE consiste en
una clasificación general de enfermedades (CIE 10, 1992), a diferencia del DSM que se
trata de un manual de figuras estrictamente psicopatológicas (DSM-IV, 1994) (Barreira,
2013).
Referencia

Belloch, A., Sandín, B., & Ramos. (2008).Manual de Psicopatología. Madrid,


España: McGraw-Hill

Vallejo, J. (2015). Introducción a la psicopatología y a la psiquiatría. Barcelona,


España: Elsevier Masson

Capell, H.(2009). Una nueva mirada a la psicopatología el DSM-V y su significación


histórica.Madrid, España: racmyp

Barreira,I. (2013).Actualidad del diagnóstico en psicopatología Diagnóstico


operativo en psiquiatría y psicoanálisis. El salvador: Universidad del salvador

Figueroa, G. (2011).Enfermedad mental y personalidad” origen de un pensamiento


crítico”. Argentina: Universidad del Cuyo

Das könnte Ihnen auch gefallen