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Los leucocitos son las células nucleadas de la sangre; incluyen a los neutrófilos
segmentados y en banda, monocitos, eosinófilos y basófilos que forman parte de la
inmunidad innata de cada individuo. Los linfocitos corresponden a las células que
participan en la inmunidad adaptativa. En el niño la distribución de los leucocitos
varía con la edad, pero es importante recordar que más que el porcentaje en la
biometría hemática, deben tomarse en cuenta los valores absolutos de cada uno de
ellos; así, los neutrófilos absolutos en los primeros seis meses de vida deben ser
superiores a 1,000/mm3, mientras que posterior a esta edad los deberemos
encontrar por arriba de 1,500/ mm3. En cuanto a los linfocitos en la circulación
encontraremos un mínimo de 1,000/mm3, que corresponden a linfocitos B y T
Los procesos infecciosos locales o sistémicos son la causa principal de
modificaciones en el número total y diferencial de leucocitos. La leucocitosis es la
elevación de leucocitos totales en la circulación; una cuenta total por arriba de 30 ×
103 se conoce como reacción leucemoide, en la que sólo se identifican formas
maduras en la circulación. Cuando la leucocitosis es secundaria a infecciones
bacterianas el predominio es de neutrófilo y puede haber un incremento de bandas;
en cambio, ante la presencia de infecciones virales tiende a aparecer un marcado
incremento de linfocitos. La mononucleosis infecciosa es el ejemplo típico de
reacción leucemoide con incremento de linfocitos y aparición de linfocitos atípicos.
En forma paradójica, algunas infecciones pueden asociarse a leucopenia; la
bacteria más frecuentemente asociada con neutropenia es la causada
por Salmonella. Las enfermedades hematológicas malignas son una causa
frecuente de leucocitosis/leucopenia. En estos casos es necesaria una revisión
cuidadosa del frotis de sangre periférica en donde se demostrará neutropenia y con
frecuencia podemos encontrar células inmaduras, blastos, asociado a disminución
de la hemoglobina y de las plaquetas. Deficiencias nutricionales, estrés, drogas,
etc., son problemas médicos que pueden causar modificaciones en el número de
neutrófilos.
VALORES EVALUADOS DE LA SERIE BLANCA EN LA BHC
El valor de referencia para los leucocitos es 6.000 – 10.000/µL. Cuando está muy
elevada la cifra de leucocitos se define como leucocitosis. Lo primero en lo que
debes pensar es en infección activa (batalla campal); a excepción de recién nacidos,
puesto que en ellos es común la leucocitosis fisiológica. En caso de no contar con
antecedentes que nos orienten a infecciones, busca otros procesos inflamatorios
(inclusive neoplasias).
Neutrófilos
Valor de referencia: 3.000 – 5.000/µL; Valor relativo: 55 – 65 %
Hay procesos patológicos con leucocitosis en los que abundan los
polimorfonucleares neutrófilos. Esta neutrofilia predomina en procesos infecciosos
bacterianos, pero también puede presentarse en casos de sepsis, intoxicaciones,
colagenosis, quemaduras extensas, cetoacidosis diabética, hemólisis agudas o
metástasis óseas. La llamamos “con desviación a la izquierda” cuando se observan
neutrófilos acompañados de elementos mieloides muy inmaduros (mielocitos,
cayados, metamielocitos).
Dicha desviación se puede dar por infecciones, leucemia mieloide crónica o por
invasión metastásica a la médula ósea. Existen causas congénitas y adquiridas
para presentar disminución en el número de neutrófilos (neutropenia). Cuando es
verdadera, el número total de leucocitos también se verá afectado y disminuido.
Existen numerosos síndromes causantes de las congénitas (agranulocitosis infantil,
Sx. Schwachman-Diamond, Sx. Chédiak-Higashi, etc.); mientras que las adquiridas
pueden deberse a fármacos, infecciones por lo regular de origen viral ( como el
VIH) o casos muy severos de sepsis, por procesos tóxicos, desnutrición,
enfermedades reumáticas o exposición constante a radiación.
Linfocitos
Valor de referencia: 1.500 – 4.000/µL; Valor relativo: 25 – 35%
La linfocitosis (elevación en la cifra de linfocitos) suele tener varias causas,
principalmente infecciosas. También se debe a hemopatías, enfermedades
inflamatorias, algunas patologías endocrinológicas (diabetes, tirotoxicosis,
enfermedad de Addison, entre otras) y por radiación. La disminución se puede dar
por sepsis, tuberculosis, infección por VIH, lupus, linfoma Hodgkin, entre otros.
Monocitos
Valor de referencia: 100 – 500/µL; Valor relativo: 4 – 8 %
Recuerda que los monocitos son macrófagos que viajan en el torrente sanguíneo.
El aumento en su recuento suele estar relacionado con el inicio de la recuperación
en procesos patológicos hematológicos, también se observa en infecciones agudas
o crónicas. Los encontraremos disminuidos cuando exista exposición prolongada a
corticoides, hemopatías o tratamiento con fármacos citoestáticos.
Eosinófilos
Valor de referencia: 20 – 350/µL; Valor relativo: 0,5 – 4 %
Los eosinófilos son los principales marcadores en procesos alérgicos como asma,
urticaria, hipersensibilidad o picaduras de insectos. También se observan muy
elevados en las infecciones por parásitos y en algunos procesos virales o
infecciones crónicas. Están inmiscuidos, además, en un proceso patológico de
origen idiopático llamado “síndrome hipereosinofílico”, en el cual ellos infiltran una
gran variedad de tejidos (pulmón, corazón, hígado, intestinos, entre otros)
provocando inflamación y disfunción orgánica.
Generalmente su conteo disminuye cuando el paciente se encuentra en la fase más
crucial de cualquier infección aguda, también en tratamientos prolongados con
corticoides o cuando sufren procesos de estrés metabólico.
Basófilos
Valor de referencia:10 – 100/µL; Valor relativo: 0,5 – 1%
Los basófilos son otro batallón especializado en procesos de respuesta alérgica, su
elevación se observa sobretodo en casos de hipersensibilidad por intoxicaciones a
causa de alimentos o medicamentos. También están aumentados en el síndrome
nefrótico. Son característicos de la leucemia mieloide crónica. Disminuyen por las
mismas causas que los eosinófilos.
Serie plaquetaria