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Biometría hemática.

La biometría hemática, o citometría hemática como también se le conoce, es el


examen de laboratorio de mayor utilidad y más frecuentemente solicitado por el
clínico. Esto es debido a que en un solo estudio se analizan tres líneas celulares
completamente diferentes: eritroide, leucocitaria y plaquetaria, que no sólo orientan
a patologías hematológicas; sino también a enfermedades de diferentes órganos y
sistemas.

Serie roja (eritroide)

Se evalúa tanto por la cantidad de eritrocitos como por su contenido de


hemoglobina. Es importante tomar en cuenta que estos parámetros varían de
acuerdo con la altura sobre el nivel del mar, la edad y el género del paciente.
La hemoglobina es la proteína contenida en el eritrocito; su principal función es el
transporte de O2/CO2 de los pulmones a los tejidos y viceversa. En el adulto sano
existen de 4.6 a 5.2 × 1012/L de eritrocitos y representan aproximadamente 45% de
del volumen sanguíneo circulante cuando se centrifuga la sangre; la proporción que
estos guardan con el plasma se conoce como hematocrito. La hemoglobina y el
hematocrito variarán de acuerdo con la edad de los niños.

Conocer el tamaño de cada eritrocito y su contenido de hemoglobina se logra con


los índices eritrocitarios:

 Volumen corpuscular medio. Indica el tamaño y capacidad del eritrocito, y se


mide en fentolitros (fL). De acuerdo con el tamaño permite clasificar como
normocítica, microcítica o macrocítica.
 Hemoglobina corpuscular media. Indica la cantidad de hemoglobina
contenida en un eritrocito y se expresa en picogramos (pg).
 Concentración media de hemoglobina corpuscular. Es el promedio de la
concentración de hemoglobina en 100 mL de eritrocitos y se expresa en g/dL.
Tanto la hemoglobina corpuscular media como la concentración media de
hemoglobina corpuscular permiten clasificar a los eritrocitos como
normocrómicos, hipocrómicos, o hipercrómicos, aunque estos últimos
excepcionalmente serán informados.
 La amplitud de distribución eritrocitaria. Representa el coeficiente de
variación del volumen de los eritrocitos y es reportado en porcentaje.
 Reticulocitos. Son eritrocitos jóvenes que contienen aún restos de retículo
endoplásmico en su citoplasma. Son discretamente más grandes que los
eritrocitos maduros en la tinción y sólo se pueden identificar en forma exacta
con tinciones supravitales.

SERIE ROJA EVALUADA EN BHC

 Eritrocitos (Hematíes) Valores de referencia: Hombres: 5,5 ± 1; Mujeres: 4,8


± 1 x 102/L
 Hemoglobina (Hb) Es una heteroproteína de la sangre que se encarga del
transporte de oxígeno desde los pulmones hacia todos los tejidos. Su
concentración puede aumentar en casos de poliglobulia (de la mano de un
aumento en el número de eritrocitos) y puede descender en los casos
de anemia (independientemente de la cantidad de eritrocitos) para los cuales
sí tiene un valor diagnóstico certero. Valores de referencia: Hombres: 16 ± 2;
Mujeres: 14 ± 2 gr./dL
 Hematocrito (Hto) Es la proporción de eritrocitos en comparación con la
fracción plasmática en sangre. Depende de los eritrocitos circulantes, así
como de su forma y tamaño. Aumenta cuando tenemos casos de poliglobulia
y desciende cuando existe anemia o estados de hemodilución. Valor de
referencia: 42-47%
 Volumen corpuscular medio (VCM) Nos dice qué tan grandes
(macrocíticos) o pequeños (microcíticos) están los eritrocitos. En procesos
patológicos, como las anemias, nos ayudarán a diagnosticar de manera
específica y a descubrir la causa más probable del padecimiento: en anemias
ferropénicas o talasemias existe microcitosis, mientras que en deficiencia de
vitamina B, de ácido fólico, hipotiroidismo, hepatopatías o síndromes
mielodisplásicos existirá una macrocitosis. En caso de que no haya ningún
cambio aquí, lo llamarás normocitosis o anemia normocítica. Valor de
referencia: 83 – 97 fl.
 Hemoglobina corpuscular media y concentración corpuscular media de
hemoglobina (HCM y CHCM) Nos dicen cuánta hemoglobina tiene, en
promedio, cada eritrocito. También nos ayudan a darle apellido a las
anemias; por ejemplo, la anemia ferropénica suele ser hipocrómica, por lo
que verdaderamente se llama anemia microcítica hipocrómica.
Cuando observamos este valor elevado (sobretodo el de la CHCM) puedes
orientarte hacia esferocitosis hereditaria o alguna hemoglobinopatía. Valores
de referencia: HCM 29 ± 2 pg.; CHCM 34 ± 2 g.dl.
 Amplitud de distribución eritrocitaria (RDW o ADE) Las siglas que muy
pocos conocen, y aún menos saben interpretar. La RDW indica las posibles
variaciones en tamaño que pueden tener los eritrocitos entre sí mismos en
una misma muestra. Cuando se encuentra elevado, debemos pensar
inmediatamente en anisocitosis. Valor de referencia: 13±2%
 Reticulocitos Son hematíes inmaduros sin núcleo pero con organelos
persistentes en el citoplasma. Son más grandes que los eritrocitos maduros
y tienen aún ciertas características basofílicas. Se encuentran aumentados
cuando hay anemias regenerativas (de consumo, como en la hemolítica) o
arregenerativas (como carenciales o mielodisplasias). Valor de
referencia: 35,000 – 75,000/µL

Serie leucocitaria o blanca

Los leucocitos son las células nucleadas de la sangre; incluyen a los neutrófilos
segmentados y en banda, monocitos, eosinófilos y basófilos que forman parte de la
inmunidad innata de cada individuo. Los linfocitos corresponden a las células que
participan en la inmunidad adaptativa. En el niño la distribución de los leucocitos
varía con la edad, pero es importante recordar que más que el porcentaje en la
biometría hemática, deben tomarse en cuenta los valores absolutos de cada uno de
ellos; así, los neutrófilos absolutos en los primeros seis meses de vida deben ser
superiores a 1,000/mm3, mientras que posterior a esta edad los deberemos
encontrar por arriba de 1,500/ mm3. En cuanto a los linfocitos en la circulación
encontraremos un mínimo de 1,000/mm3, que corresponden a linfocitos B y T
Los procesos infecciosos locales o sistémicos son la causa principal de
modificaciones en el número total y diferencial de leucocitos. La leucocitosis es la
elevación de leucocitos totales en la circulación; una cuenta total por arriba de 30 ×
103 se conoce como reacción leucemoide, en la que sólo se identifican formas
maduras en la circulación. Cuando la leucocitosis es secundaria a infecciones
bacterianas el predominio es de neutrófilo y puede haber un incremento de bandas;
en cambio, ante la presencia de infecciones virales tiende a aparecer un marcado
incremento de linfocitos. La mononucleosis infecciosa es el ejemplo típico de
reacción leucemoide con incremento de linfocitos y aparición de linfocitos atípicos.
En forma paradójica, algunas infecciones pueden asociarse a leucopenia; la
bacteria más frecuentemente asociada con neutropenia es la causada
por Salmonella. Las enfermedades hematológicas malignas son una causa
frecuente de leucocitosis/leucopenia. En estos casos es necesaria una revisión
cuidadosa del frotis de sangre periférica en donde se demostrará neutropenia y con
frecuencia podemos encontrar células inmaduras, blastos, asociado a disminución
de la hemoglobina y de las plaquetas. Deficiencias nutricionales, estrés, drogas,
etc., son problemas médicos que pueden causar modificaciones en el número de
neutrófilos.
VALORES EVALUADOS DE LA SERIE BLANCA EN LA BHC
El valor de referencia para los leucocitos es 6.000 – 10.000/µL. Cuando está muy
elevada la cifra de leucocitos se define como leucocitosis. Lo primero en lo que
debes pensar es en infección activa (batalla campal); a excepción de recién nacidos,
puesto que en ellos es común la leucocitosis fisiológica. En caso de no contar con
antecedentes que nos orienten a infecciones, busca otros procesos inflamatorios
(inclusive neoplasias).

Neutrófilos
Valor de referencia: 3.000 – 5.000/µL; Valor relativo: 55 – 65 %
Hay procesos patológicos con leucocitosis en los que abundan los
polimorfonucleares neutrófilos. Esta neutrofilia predomina en procesos infecciosos
bacterianos, pero también puede presentarse en casos de sepsis, intoxicaciones,
colagenosis, quemaduras extensas, cetoacidosis diabética, hemólisis agudas o
metástasis óseas. La llamamos “con desviación a la izquierda” cuando se observan
neutrófilos acompañados de elementos mieloides muy inmaduros (mielocitos,
cayados, metamielocitos).
Dicha desviación se puede dar por infecciones, leucemia mieloide crónica o por
invasión metastásica a la médula ósea. Existen causas congénitas y adquiridas
para presentar disminución en el número de neutrófilos (neutropenia). Cuando es
verdadera, el número total de leucocitos también se verá afectado y disminuido.
Existen numerosos síndromes causantes de las congénitas (agranulocitosis infantil,
Sx. Schwachman-Diamond, Sx. Chédiak-Higashi, etc.); mientras que las adquiridas
pueden deberse a fármacos, infecciones por lo regular de origen viral ( como el
VIH) o casos muy severos de sepsis, por procesos tóxicos, desnutrición,
enfermedades reumáticas o exposición constante a radiación.

Linfocitos
Valor de referencia: 1.500 – 4.000/µL; Valor relativo: 25 – 35%
La linfocitosis (elevación en la cifra de linfocitos) suele tener varias causas,
principalmente infecciosas. También se debe a hemopatías, enfermedades
inflamatorias, algunas patologías endocrinológicas (diabetes, tirotoxicosis,
enfermedad de Addison, entre otras) y por radiación. La disminución se puede dar
por sepsis, tuberculosis, infección por VIH, lupus, linfoma Hodgkin, entre otros.

Monocitos
Valor de referencia: 100 – 500/µL; Valor relativo: 4 – 8 %
Recuerda que los monocitos son macrófagos que viajan en el torrente sanguíneo.
El aumento en su recuento suele estar relacionado con el inicio de la recuperación
en procesos patológicos hematológicos, también se observa en infecciones agudas
o crónicas. Los encontraremos disminuidos cuando exista exposición prolongada a
corticoides, hemopatías o tratamiento con fármacos citoestáticos.

Eosinófilos
Valor de referencia: 20 – 350/µL; Valor relativo: 0,5 – 4 %
Los eosinófilos son los principales marcadores en procesos alérgicos como asma,
urticaria, hipersensibilidad o picaduras de insectos. También se observan muy
elevados en las infecciones por parásitos y en algunos procesos virales o
infecciones crónicas. Están inmiscuidos, además, en un proceso patológico de
origen idiopático llamado “síndrome hipereosinofílico”, en el cual ellos infiltran una
gran variedad de tejidos (pulmón, corazón, hígado, intestinos, entre otros)
provocando inflamación y disfunción orgánica.
Generalmente su conteo disminuye cuando el paciente se encuentra en la fase más
crucial de cualquier infección aguda, también en tratamientos prolongados con
corticoides o cuando sufren procesos de estrés metabólico.

Basófilos
Valor de referencia:10 – 100/µL; Valor relativo: 0,5 – 1%
Los basófilos son otro batallón especializado en procesos de respuesta alérgica, su
elevación se observa sobretodo en casos de hipersensibilidad por intoxicaciones a
causa de alimentos o medicamentos. También están aumentados en el síndrome
nefrótico. Son característicos de la leucemia mieloide crónica. Disminuyen por las
mismas causas que los eosinófilos.

Serie plaquetaria

La tercera línea celular evaluada en la biometría hemática es la de plaquetas. A


diferencia de lo que sucede con eritrocitos y leucocitos, las plaquetas tienen un
número constante a lo largo de la vida que varía entre 150-450 × 109/L, miden de 1-
3 mm/L; los equipos automatizados utilizados en la actualidad proporcionan además
el volumen plaquetario medio que va de 5-12 fentolitros (fL).
Las plaquetas circulantes simulan un disco oblongo; son fragmentos anucleados del
citoplasma de los megacariocitos presentes en la médula ósea, que sólo contienen
algunas mitocondrias, glucógeno y gránulos específicos importantes para la
coagulación. Las alteraciones numéricas de las plaquetas se pueden evaluar
considerando el volumen plaquetario medio: uno elevado traduce una proliferación
acelerada en la médula ósea (anemias hemolíticas, aumento de destrucción en la
circulación) mientras uno disminuido se asocia con reducción en la trombopoyesis.

Esta prueba se realiza en sangre fresca; se prefiere el ácido


etilendiaminotetraacético debido a que no afecta la morfología de las células ni
modifica la sedimentación globular. Aunque se puede utilizar citrato de sodio, éste
se usa sólo cuando se sospecha pseudotrombocitopenia, o heparina que no evita
la agregación plaquetaria en su totalidad además de que produce una tinción
azulosa a las células cuando son teñidas con Wright

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