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Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales - México

Institucionalización y
vivencia de los Derechos
Humanos.
Sociología de los Derechos Humanos
Autor: Adrian Piejko Patiño

Tutora: Ariadna Estévez

2013
Adrian Piejko Patiño

1. Introducción.-

El interés de las ciencias sociales por los Derechos Humanos es relativamente nuevo, en ese
sentido en las últimas décadas se fueron desarrollando estudios sobre el lugar que tienen el
derecho y las instituciones jurídicas en el desarrollo de los Derechos Humanos. En el
presente trabajo se pretende abordar de manera amplia dos procesos vinculados con el
desarrollo de los derechos: su institucionalización y su vivencia.

Para tal fin en una primera parte introduciremos al lector a los estudios sociológicos de los
derechos humanos, para después explicar a qué se denomina institucionalización y vivencia
de los derechos humanos y cuáles son las finalidades de estos procesos. Así finalmente
analizaremos las posibilidades, tensiones y límites de estas teorías considerando el contexto
latinoamericano y más específicamente el boliviano.

2. Estudios sociológicos de los Derechos Humanos.-

El interés en la sociología jurídica se ha incrementado en las últimas décadas, aunque,


cómo se indicó párrafos arriba, el interés de las ciencias sociales por los derechos humanos
es relativamente nuevo, es por eso que es importante ver el desarrollo histórico de las
teorías sociales en la interpretación del Derecho y de los derechos humanos.

Como un primer acercamiento a este proceso histórico debemos tomar en cuenta la


Revolución francesa, en dónde se pretende fundar un nuevo derecho que fuera simple y
claro, de manera que el pueblo pudiera comprenderlo y utilizarlo para su beneficio. En el
siguiente cuadro se resumen las principales teorías que fundamentaban este nuevo derecho:

Corriente Argumento
FORMALISTA Escuela Exegética del Derecho Recalca la autonomía del derecho
(Francia) basado en un Estado
Conceptualismo (Alemania) individualista y minimalista
Pensamiento Legal Clásico (EEUU)
VISIONES Pluralismo Jurídico (Europa) Hace énfasis de la dependencia
CRITICAS Realismo Jurídico (EEUU) del derecho en la práctica social
Adrian Piejko Patiño

DEL fomentando una nueva sociedad


DERECHO construida sobre los principios de
solidaridad y colectivismo
(Villegas 2010)

Como se observa en el cuadro, se fueron desarrollando teorías que respondían a distintas


concepciones del Estado y de su relación con la sociedad. De esta manera los formalistas
fundados en pensamientos más conservadores, abogaban por un derecho independiente de
la dinámica política y de la realidad social, mientras que las visiones críticas del Derecho
sostenían la consagración de derechos sociales, la autodeterminación social y el
progresismo político. En síntesis los formalistas propugnaban la autonomía total del
derecho las ciencias sociales y los críticos del derecho la relación necesaria del derecho y
las ciencias sociales.

Este debate tuvo lugar hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX, época en la
cual se intentó encontrar un ponto medio entre el formalismo y el antiformalismo del
Derecho. Es así que en Francia se desarrolló lo que se denominó la “Dogmática Jurídica”,
la cual pretendió integrar la dimensión social al derecho sin lesionar su autonomía respecto
del poder político y de la realidad social. (Villegas 2010). Es así que como indica García
Villegas:

“Con la consolidación de la dogmatica jurídica, los profesores de derecho


en Francia acumularon un enorme poder simbólico, el cual reside en la
capacidad que tienen para definir el significado final de los textos jurídico,
en la posibilidad que tienen para presentarse como grupo social al cual se le
otorga la tarea de defender los ideales republicanos y las reglas morales que
deberían guiar la sociedad” (Villegas 2010, 34)
En este proceso se perfiló el dominio del derecho sobre las ciencias sociales, el cual puede
interpretarse como la victoria del positivismo jurídico sobre el iusnaturalismo y la
sociología jurídica. Aunque esta situación fue en realidad una respuesta teórica a los
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cambios ocurridos durante la mitad del siglo XX, ya que en Francia1 las disciplinas de las
ciencias sociales2 como la economía, la sociología y la política, comenzaron a cortar su
cordón umbilical que las unía con el Derecho y una vez que las ciencias sociales
abandonar físicamente las facultades de derecho, la doctrina no pudo hacer otra cosa que
expulsarlas de su propia concepción teórica (Villegas 2010). Sin embargo, actualmente la
posición privilegiada de la dogmática jurídica durante las últimas tres décadas ha
comenzado a mostrar signos de desgaste, “su capital simbólico y social y su influencia
política han decaído considerablemente. Quedó atrás la época en la cual los abogados eran
los grandes hombres del Estado” (Villegas 2010, 39)

A partir de la década de los 70 y con más fuerza en los 80, vuelven a aflorar los estudios
sociológicos del derecho, pero ya no desde una óptica del positivismo jurídico, sino con el
afán de brindar elementos de análisis a la preocupación por el estudio de la sociedad a
través de la ley y el análisis de la ley en la sociedad. (Ansolabehere 2013). Es así que
podemos encontrar dos vertientes de aproximación: la “sociología del derecho”,
desarrollada en Europa y la de los “estudios sociojurídicos”, cuyo origen se ha
caracterizado claramente en Estados Unidos.

- La sociología del Derecho, tiene preocupaciones teóricas, y que se ha caracterizado por


un trabajo conceptual. En esta se encuentran dos programas: Uno que quiere informar
al derecho con conceptos de las ciencias sociales y otro que desde las ciencias sociales
busca analizar el lugar del derecho y los fenómenos jurídicos en las sociedades
contemporáneas (Ansolabehere 2013). Estos dos programas son atravesados
conjuntamente por una crítica al positivismo jurídico, tal como indica Karina:
“Para el positivismo el derecho por una parte es sinónimo de derecho estatal
y por otra es considerado un dispositivo técnico para la regulación de la
sociedad… la sociología jurídica en cambio cuestiona que el estudio de lo
jurídico se considere equivalente al estudio de las normas jurídicas, de que
son o deben ser, y que la efectividad y origen de estas normas no sean
problematizados” (Ansolabehere 2013, 15)

1
País donde se desarrolló con mayor fuerza la dogmática jurídica.
2
Utilizo la misma denominación que hace Mauricio Villegas para referirse a la Economía, Política,
Sociología, etc. Aclaro esto para no generar confusión entre el hecho de que actualmente cada una de estas
constituyen ciencias per se, como las Ciencias Económicas, las Ciencias Políticas, etc.
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- Los estudios sociojurídcos, se ha caracterizado por un trabajo fundamentalmente


empírico. Esta vertiente pretende dar cuenta de la norma jurídica en las prácticas y no
sólo en los ordenamientos. En común denominados con la sociología del derecho, son
estudios que surgen oponiéndose a una visión formalista y técnica de lo jurídico e
intentando aproximarse al fenómeno con herramientas diferentes (Ansolabehere 2013).
Uno de sus principales postulados es que el derecho solo puede ser comprendido
viviéndolo y explicándolo dentro de los contextos sociales.

“En países como Francia, Italia o Alemania, en los que el legislador ha


tenido una posición central en el campo jurídico, el criticismo anti
formalista o socio jurídico ha adquirido un carácter más político e
ideológico, mientras que en países corno Estados Unidos, donde el juez
mantiene una posición central, la crítica ha tomado una forma más jurídica
y socio jurídica. Las dos formas de crítica legal corresponden no sólo a dos
concepciones diferentes de poder político y su relación con el derecho, sino
a dos tipos de práctica jurídica y de competencias entre miembros de un
campo jurídico tanto dentro como fuera de éste.” (Villegas 2010, 60)

Hasta el momento hemos visto la relación de las ciencias sociales con el Derecho en
general (Law) y habiendo identificado estas dos vertientes, podemos ingresar a los
estudios sociojurídicos sobre los derechos (righst) y derechos humanos. Primeramente
indicar que hay dos cosas que contribuyeron a la inclusión de los derechos en la agenda: a)
el abandono del relativismo cultural sobre parámetros universales, y b) de la mano del
denominado giro interpretativo, la declinación de la hegemonía de una perspectiva
positivista de aproximación al conocimiento que consideraba que las cuestiones
normativas no eran objeto del conocimiento científico (Turner 1993).

Es así que desde la teoría social se han intentado desarrollar definiciones de los derechos
que contrastan de manera importante con las definiciones jurídicas estándar sobre los
mismos. Entre algunas de estas podemos identificar dos que por su importancia son el eje
central del presente ensayo. La primera que define a los derechos humanos como la
respuesta institucional frente a la fragilidad humana (Institucionalización) y la segunda
define a los derechos como reclamos sobre relaciones de poder organizadas, realizados por
personas en diversos sistemas sociales y culturales para avanzar a la dignidad de los seres
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humanos (Vivencia) (Ansolabehere 2013). Nótese como estas definiciones varían de la


definición positivista de derechos la cual los estipula como “conjunto de facultades que
corresponden al individuo y que éste puede ejercitar para hacer efectivas las potestades
jurídicas que las normas legales le reconocen” (Osorio 2007). De esta manera se observa la
diferencia en la misma concepción sobre el derecho, en la que en las ciencias sociales
predomina la idea del derecho como un fenómeno social y no como una simple
construcción positiva legal.

Aunque ambas teorías sociales parten de la base de la mutua implicación entre actores e
instituciones, las diferencias de estas dos propuestas teóricas son claras, mientas una hace
énfasis en la protección del ser humanos a través de los derechos, como consecuencia de la
misma fragilidad de la persona, dejando de lado la relaciones de poder, la segunda hace
hincapié en el carácter contencioso de los derechos y su fundamente reivindicativo a través
de la lucha de poderes. Así como sostiene Ansolabehere:

“Mientras la institucionalización de alguna manera denota una


aproximación de arriba hacia abajo, de las instituciones a las personas, la
segunda en cambio denota una aproximación de abajo hacia arriba, de las
personas a las instituciones” (Ansolabehere 2013, 17)
Es importante indicar que estas teorías sociales recurren para su análisis a tres perspectivas
claramente diferencias sobre los fenómenos jurídicos: el realismo3, los estudios críticos4, y
la perspectiva de la movilización legal5.

3
El rasgo principal del realismo jurídico es la crítica al formalismo (entendido como que las decisiones
judiciales sólo se sustentan en el análisis racional de la ley) suponiendo que son los hechos y no el derecho lo
que caracteriza a la decisión judicial, por lo cual el contexto sociopolítico importa, y por otra parte, su
adscripción a una mirada positivista del conocimiento, que toma a las ciencias naturales como parámetro de
generación de conocimiento. Esta adscripción epistemológica es la que permite la entrada de las herramientas
de las ciencias sociales para comprender el derecho. De alguna manera lo que quieren demostrar es que las
decisiones judiciales no están informadas por las normas jurídicas (por lo menos no exclusivamente). (Leither,
2011, citado en Ansolabehere, 2013)
4
Los estudios críticos surgidos en la década del 60, parten de la base de que el derecho es más que un
dispositivo técnico, cristaliza relaciones de poder y es un producto de las relaciones de poder, las reproduce y
produce nuevos sujetos. También enfatiza que hay diferentes órdenes normativos y no necesariamente las
normas jurídicas son las únicas normas que generan procesos de integración social. Actualmente se
identifican dos vertientes la radical de izquierda y la posmoderna (Kennedy, 2007, citado en Ansolabehere,
2013).
Adrian Piejko Patiño

A continuación expondremos brevemente las características de estas dos teorías sociales


sobre los derechos, para después desarrollar el análisis sobre las posibilidades, tensiones y
límites de estos procesos.

3. La institucionalización de los Derechos Humanos.-

Esta teoría sobre la concreción y desarrollo de los derechos humanos, tiene como principal
exponente a Tunner, quien considera a los derechos humanos equivalentes contemporáneos
de los derechos naturales, base fundamental para la construcción de un orden social y
cultural. Se debe manifestar que estos estudios, predominan fundamentalmente las miradas
realistas y críticas del Derecho.

Esta pretende explicar el proceso de institucionalización de los derechos humanos, estos


estudios se enfocan en cómo la normativa internacional y nacional sobre los derechos se
plasma en instituciones jurídicas y políticas públicas, y qué sucede con la actuación de
dichas instituciones. (Ansolabehere 2013)

Los estudios sociológicos interesados en revisar la institucionalización de los derechos


humanos fundamentalmente buscan responder a dos preguntas: por una parte en qué
condiciones se institucionalizan los derechos, esto es en qué condiciones las demandas
sobre derechos se convierten en normas jurídicas o en instituciones que los hagan efectivos
y por otra parte qué sucede una vez que se institucionalizan, qué promesas se cumplen y
cuáles no, por qué se producen violaciones a los derechos humanos aún con procesos de
construcción institucional como los que se observan. Son trabajos que se aproximan por la
positiva y por la negativa, esto es cómo se avanza en la institucionalización y qué límites
tienen estos procesos (Ansolabehere 2013). En este marco se han ido desarrollando teorías
para responder a estas preguntas, respecto a la primera se puede indicar que un común

5
Preocupados por un análisis de abajo hacia arriba, analizan los efectos indirectos de la ley en los procesos de
movilización social, movilización de recursos y generación de oportunidades políticas. Estos procesos, que se
analizan utilizando en gran parte la literatura sobre movimientos sociales (McCann, 2006, citado en
Ansolabehere, 2013), se conciben de manera muy compleja dependientes de situaciones contexto, como las
características de las organizaciones, los recursos disponibles y los que puedan generar, etc. De alguna manera
en esta perspectiva el derecho es una excusa y una estrategia en el marco de otras estrategias, en las que tienen
importancia las organizaciones, pero también la conciencia de derechos de las personas (Holzmeyer, 2009,
citado en Ansolabehere, 2013)
Adrian Piejko Patiño

denominador entre las distintas respuestas que se han ido trabajando es la mirada
contextualizada de los procesos de juridificación e institucionalización, que considera a
éstos como signados por intereses, relaciones de poder, diversidad cultural, estructural, etc.
En relación con la segunda pregunta, predominan las miradas que sostienen que las
victorias legales no se traducen en mejoras sustantivas inmediatas para los actores
intervinientes, sino que a través del establecimiento de las instituciones es que se mejorarán
las condiciones procesualmente, aunque en un extremo crítico se sostiene también que
existen efectos nocivos de la juridificación e institucionalización de los derechos como por
ejemplo el aumento de la penalización. (Ansolabehere 2013)

Ciertamente esta corriente teórica que hace énfasis en el proceso de institucionalización de


los derechos brinda elementos de análisis necesarios para entender el papel de los derechos
en el desarrollo de las instituciones no sólo del Estado sino de la sociedad en general,
especialmente en las últimas décadas. Para ver ejemplos de estos procesos uno se puede
remitir al proceso de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, la cual atreves del
reconocimiento de los derechos realizado en su proceso constituyente de 1991 y además del
desarrollo de un bloque de convencionalidad en Derechos Humanos, que se ha constituido
en una de las principales instituciones del Estado para la protección de los derechos de
sectores en condición de vulnerabilidad de manera efectiva (García 2006).

4. Vivencia de los Derechos Humanos.-

Entre los mayores exponentes de esta teoría social encontramos a Sjoberg et al, y para
argumentar el proceso de vivencia de los Derechos Humanos parten de la reflexión que se
pregunta respecto “de qué manera las normas e instituciones jurídicas vinculadas con los
derechos son apropiadas por los individuos, las organizaciones y los movimientos sociales
para canalizar sus demandas y qué impacto tiene esto” (Ansolabehere 2013, 12)
Adrian Piejko Patiño

La preocupación en éstos trabajos es analizar cómo las personas individual y


colectivamente usan los derechos, para qué los usan, de qué sirven, qué pueden esperar, qué
sucede cuando los usan, qué función cumplen etc. El supuesto que subyace a estos estudios
es que la conciencia de derechos de los individuos y del reclamo colectivo de los derechos
por parte de los movimientos sociales importan. Esto es, no sólo las acciones de los Estados
y las grandes organizaciones importan, o no sólo importa la forma de relación entre Estado
y sociedad, sino también la forma en que la sociedad concibe a sus derechos y los reclama.
(Ansolabehere 2013)

Se debe indicar que en estos estudios, las perspectivas críticas del derecho y constructivas
son las que prevalecen, antes que las miradas realistas sobre el mismo. Son trabajos cuyo
interés del derecho está vinculado con la forma en que él puede contribuir a realizar el
contenido emancipatorio o de dominación de los derechos y cómo normas jurídicas y las
prácticas sociales se implican mutuamente.

Se puede nombrar como ejemplos de estos estudios a los realizados por Karina
Ansolabehere y de Angela Santamaria de cómo se efectúan estudios sociológicos tendientes
a ilustrar la vivencia de los derechos humanos. En el primer caso se muestra como distintos
actores de la sociedad, desde autoridades legislativas, magistrados, representantes de la
sociedad civil organizada, utilizan los derechos humanos para la protección de los derechos
reproductivos de la mujer, llegando a su institucionalización. En el segundo es la
experiencia de los pueblos indígenas de Colombia quienes a través de un proceso de
interiorización de sus derechos los demandan en diferentes instancias, tanto nacionales
como internacionales, para su respecto, protección, garantía y promoción. (Santamaría
2008, Ansolabehere, Oportunidades y decisiones: La judicialización del Aborto en
Perspectiva Comparada 2010)

Asimismo el proceso de un grupo de abogados en Argentina, quienes después de un


proceso de persecución por parte del Estado en la época de la dictadura militar, pueden
actualmente aportar en la protección de los derechos humanos a razón de la
institucionalización de los mismo desarrollada a partir de la demanda y movilización de
Adrian Piejko Patiño

estos y otros grupos sociales, constituye un ejemplo de un estudio referente a la vivencia


de los derechos humanos, ello puede apreciarse desde que la Virginia (autora del texto de
esta experiencia) se refiere al inicio de su escrito: “En este capítulo presento el proceso de
profesionalización de los abogados argentinos comprometidos con la causa por los
derechos humanos, entre mediados de los años sesenta y la actualidad. Exploro en detalle
las condiciones que hicieron posible combinar estrategias de internacionalización de los
abogados locales con aquellas de profesionalización de las asociaciones internacionales de
juristas.” (Vecchioli 2008, 115)

5. Posibilidades, límites y tensiones en la institucionalización y vivencia de los


Derechos Humanos.-

En esta última sección abordaremos las posibilidades, límites y tensiones en los procesos de
institucionalización y vivencia de los derechos humanos, enfocándonos en un contexto
latinoamericano y específicamente boliviano.

- Respecto a las posibilidades de la institucionalización de los derechos humanos


podemos verificar que existen ahora más que nunca amplia posibilidades de recurrir a
los derechos para la generación de instituciones dedicadas a su protección. Se cuenta
con un amplio desarrollo de normativa internacional que da cuenta a un rico bagaje de
derechos para la protección de la dignidad del ser humano y que repercute en lo
nacional a través de diferentes instancias tales como los ombudsman, órganos
jurisdiccionales y cuasi jurisdiccionales a nivel local, nacional, regional e internacional.
Por ejemplo en Bolivia se cuenta con un Tribunal Constitucional dedicado a la
protección y defensa de los derechos fundamentales, de igual forma se han ido
consolidando instancias jurisdiccionales como el Tribunal Supremo de Justicia con
amplias oportunidades de ser un agente de resguardo de los derechos con un carácter
de legitimidad bastante amplio especialmente por la incorporación de la elección
democrática de los magistrados de esta alta instancia judicial.
Adrian Piejko Patiño

Refiriéndonos a la vivencia de los derechos humanos también se observa grandes


posibilidades para impulsar procesos de respeto de los derechos, así encontramos que
en Bolivia, y en Latinoamérica en general, fueron los movimientos sociales quienes en
defensa y reconocimiento de sus derechos impulsaron procesos constituyentes para
revisar y reformar las Constituciones Políticas de los Estados procurando el
establecimiento de un mejor diseño institucional para la protección de los derechos
humanos. Asimismo cada vez más sectores de la población están conscientes de sus
derechos y recurren a diferentes mecanismos de exigibilidad, principalmente políticos,
para su respeto y restitución en caso de haber sido violentados. Esto es también
producto del carácter universal de los Derechos Humanos6, el cual además, desde una
mirada desde abajo, reconoce la pluralidad jurídica como una virtud y piedra
fundamental de un proyecto cosmopolita de una sociedad en contraposición al modelo
globalizador.

- Ahora bien, respecto a los límites y tensiones, podemos percibir que aunque se cuente
con un importante desarrollo normativo de los derechos su institucionalización todavía
acarrea problemas para efectivizarlos. Así podemos ver que la práctica del
clientelismo, como Silva sostiene en el caso Colombiano, es común en casi todos los
países de la región. Asimismo la estructura estatal eminentemente presidencialista en la
mayoría de los países latinoamericanos da como resultado reducción de las
responsabilidades con los derechos humanos al Órgano Ejecutivo, quedando en
segundo plano el Legislativo y muchos casos en último lugar el Judicial. Además, a
pesar de varias reformas normativas, las prácticas como la corrupción y el clientelismo
originan una falta de credibilidad y confianza en el actuar de las instituciones, dando
lugar a que los individuos no recurran a estas instancias para el resguardo de sus
derechos. Sin dejar de lado que una situación que deja de lado esta teoría social de la
institucionalización es el hecho de que para el reconocimiento formal de los derechos
siempre ha sido a través de procesos de reivindicación, ya sea por medios judiciales,

6
Dejando de lado la concepción universalista de los derechos humanos, que conduce a una mirada
homogeneizadora de la sociedad.
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políticos, etc, hecho que en Bolivia es un factor determinante para el desarrollo de los
derechos humanos.

Finalmente, los límites y tensiones de los procesos de vivencia de los derechos se


plasman en el hecho de que sin una institucionalización sólida posterior a la
reivindicación de los mismos, da lugar a que los derechos se queden como una mera
retórica y su efectivización se dificulta. A esta situación se suma el problema del
modelo democrático desarrollado en la mayoría de los países de la región,
procedimental-representativo, el cual reproduce valores liberales individualistas, los
cuales conllevan la generación de acciones aisladas destinadas a la satisfacción de
intereses asilados de los demás intereses de otros sectores de la sociedad, relegando,
además, la responsabilidad de la participación política a los políticos.

Como se ha desarrollado, estas dos teorías sociales que reconocen procesos para la
protección de los derechos humanos actualmente presentan oportunidades para producir
cambios favorables para los mismos, sin embargo también existen dificultades y límites en
ambos casos. Algo que no debemos dejar de lado es que ninguna de las dos constituyen
procesos excluyentes una de la otra, más al contrario deben ser consideradas
complementarias. Es por eso que una perspectiva de análisis dialéctica, en el que tanto la
interiorización de los individuos sobre sus derechos es fundamental para la proyección de
instituciones que protejan sus derechos como su la institucionalización efectiva que vaya
generando una mayor conciencia social sobre los mismos es fundamental, promoviendo así
un proceso de constante reflexión y transformación de abajo hacia arriba y viceversa.
Adrian Piejko Patiño

Bibliografía

Ansolabehere, Karina. Oportunidades y decisiones: La judicialización del Aborto en


Perspectiva Comparada. Buenos Aires - Argentina: SELA, 2010.

—. Sociología de los Derechos Humanos. México: FLACSO, 2013.

García, Germán Silva. "La Administración de justicia: "¿Escenario para la protección de los
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