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ESTÁ EN: CONTRAINSURGENCIA

La contrainsurgencia es parte inseparable de los objetivos de


la política de seguridad externa de EEUU, desde la
aprobación de la Ley de Ayuda Exterior en 1961 por el
presidente Kennedy.

Basándose en esta ley, se envió ayuda a


naciones en desarrollo para aumentar los
vínculos bilaterales y estimular un desarrollo
económico orientado hacia el capitalismo.
Esa ley incluía una dimensión de seguridad de amplio
espectro, cuyo objetivo era mejorar la capacidad de países
amigos y organizaciones internacionales para rechazar o, si
era necesario, derrotar al comunismo.

Latinoamérica se convertiría en el área


primaria del intervencionismo
estadounidense durante la Guerra Fría.
Los militares que recibieron la ayuda fueron
organizados para actuar como policías de
sus propias poblaciones y evitar que las
fuerzas sociales internas cuestionaran el
estatu quo engranado con lo que EEUU
percibía como el centro de sus intereses: la
prevención de la independencia y la
preservación de los países abiertos a la
penetración de capitales estadounidenses.
En la última década de la Guerra Fría, el
entonces presidente de EEUU, Ronald
Reagan, sostuvo que "la seguridad de
nuestras fronteras depende del tipo de
sociedad que prevalezca: una democracia
imperfecta tratando de mejorar, o una
dictadura comunista buscando la
expansión". Para prevenir la "expansión
comunista" la política estadounidense
frecuentemente auspició violaciones masivas
a los derechos humanos y la muerte de
civiles en gran escala.
Las campañas de contrainsurgencia
frecuentemente se basaron en la evacuación
masiva de civiles, para eliminar las
poblaciones en las que la guerrilla podía
trabajar y en el amedrentamiento de la
sociedad civil. El manual de operaciones
psicológicas del Ejército estadounidense
escrito en 1962 reza: "Los civiles en el área
de operaciones podrían estar apoyando a su
propio gobierno o colaborando con la fuerza
enemiga de ocupación”.
Un programa de aislamiento diseñado para
inspirar dudas y miedo podría ser efectivo,
también puede probarse un programa
destinado a debilitar el apoyo a la guerrilla.
Si esto no funciona, podría ser necesario
tomar medidas más agresivas tales como el
maltrato o incluso los secuestros. Los
secuestros y el maltrato de enemigos civiles
importantes puede debilitar la confianza de
sus colaboradores en la fuerza y el poder de
su milicia".
La contrainsurgencia se apoya
frecuentemente en fuerzas paramilitares
clandestinas para llevar a cabo asesinatos
políticos, desapariciones y amedrentar a
aquellos considerados contrarios a los
intereses del Estado.
Esta forma de guerra fue caracterizada
típicamente como una estrategia de terror
dentro de la doctrina de contrainsurgencia,
necesaria para poder eventualmente negar
el terror de Estado al mismo tiempo que se
infundía miedo dentro de las poblaciones
seleccionadas. Un manual de guerra de
1962 esboza el programa de entrenamiento
de las fuerzas aliadas a EEUU, que incluía
"guerra de guerrillas, propaganda,
subversión, inteligencia y contrainteligencia,
actividades terroristas, acción civil y
operaciones de combate convencional".
La tortura fue también usada rutinariamente
por estados apoyados por EEUU y enseñada
por expertos en contrainsurgencia de ese
país. La Escuela de las Américas, la principal
academia militar estadounidense para AL,
usó material de entrenamiento que, según el
Consejo de Supervisión de los Servicios de
Inteligencia de EEUU, utilizaba material para
entrenar oficiales latinoamericanos, que
incluía prácticas tales como ejecuciones,
extorsión, abuso físico, coerción y
encarcelamiento fingido.
Durante la contrainsurgencia apoyada por
EEUU en Nicaragua, en los ochenta, la CIA
distribuyó una versión actualizada de su
manual KUBARK de interrogatorios de
contrainteligencia de 1963. El manual fue
rebautizado con el nombre de Manual de
Entrenamiento en la Explotación de
Recursos Humanos e incluía amplia
información sobre los medios más efectivos
de tortura, incluyendo el uso de drogas, la
privación del sueño, la violencia física y el
aislamiento.
Fijar como objetivo la sociedad civil fue
también un punto clave de la doctrina y el
entrenamiento contrainsurgente impartido
por EEUU. La sociedad civil requiere de una
variedad de políticas para prevenir cualquier
forma de subversión o agitación en contra
del orden establecido.
El manual de Inteligencia Táctica publicado
por el Comando Sur de EEUU en 1985,
explica que "la preparación para el campo de
batalla implica la recopilación de información
acerca de la sociedad civil: quién apoya qué,
qué grupos pueden ser movilizados a favor y
cuáles deben ser neutralizados".
La contrainsurgencia debe prestar atención a
cualquier rechazo de los campesinos al
pago de rentas, impuestos o préstamos o
a cualquier dificultad inusual para
recaudarlos, un aumento en el número de
espectáculos de entretenimiento con
mensajes políticos, o una intensificación de
la agitación religiosa. En un manual similar,
producido por la Escuela de las Américas,
dice que la inteligencia requiere identificar
"la naturaleza de las organizaciones
laborales" y el potencial establecimiento de
"organizaciones políticas que sirvan como
cubiertas" para la insurgencia. La
contrainsurgencia debe supervisar los
"sistemas de educación pública" y la
influencia de la "política en maestros, textos
y estudiantes y las relaciones entre líderes
religiosos, los gobiernos establecidos y la
insurgencia".
En fin, el uso de paramilitares, el
desplazamiento masivo de civiles, el uso del
terror, la coerción física y la intervención de
la sociedad civil son considerados un
componente necesario de la
contrainsurgencia auspiciada por EEUU. Las
organizaciones de la sociedad civil,
especialmente las que cuestionan las
condiciones socioeconómicas
prevalecientes, son vistas como subversivas
del orden político y social y, en el contexto
de la contrainsurgencia, se convierten en
objetivos legítimos.
Esta orientación ha tenido consecuencias
devastadoras en América Latina con cientos
de miles de civiles asesinados por estados
apoyados por EEUU. Con el final de la
guerra fría la retórica de la política
estadounidense ha cambiado del
anticomunismo a la guerra contra las drogas
y ahora a la guerra contra el terrorismo.
Obtenido de "http://www.terrorfileonline.org/es/index.php/Contrainsurgencia"

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