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Autora y Dibujos:
Pilar López González
Profesora Titular de ¡o
Escola Uniuersitária de Magisteri
"Ausiás March" de la Uniuersitat de Valencia
A María del Carmen Borras Tortosa, por los sábados libres que me ha
dedicado en la ardua tarea de intentar que comprendiera y dominara lo que
para cualquier mortal es "el simple manejo de un ordenador".
La autora
índice
INTRODUCCIÓN
EN LAS PROGRAMACIONES 19
V. BIBLIOGRAFÍA 103
Introducción
La respuesta a los alumnos y las alumnas con necesidades educativas especia-
les a partir de los planteamientos curriculares ordinarios no siempre resulta fácil
para muchos profesores y profesoras.
El primer capitulo propone una lectura global del área desde e! marco del
nuevo diseño curricular y, por tanto, desde una de sus premisas básicas: la aten-
ción a la diversidad del alumnado.
Es sabido que las funciones del movimiento son muy variadas y que el peso
que han tenido en los diferentes curriculos de la Educación Física ha estado supe-
ditado a las intenciones educativas predominantes, lo cual nos lleva a reflexionar
sobre la importancia que tiene la acción educativa y qué influencia y consecuen-
cias va a tener sobre el alumnado. Ante esta realidad, cabría preguntarse: ¿qué
aporta la Educación Física a una formación integral?, ¿qué queremos enseñar?,
¿qué efectos va a causar en el alumnado?, ¿qué aspectos debemos contemplar
como fundamentales?, ¿qué vamos a tener en cuenta a la hora de establecer prio-
ridades?, ¿cuáles van a ser las consecuencias?.
Educación Primaria
En esta etapa se trata también "de dotar al alumnado del mayor número de
patrones posibles con los que poder construir nuevas opciones de movimiento
y desarrollar correctamente las capacidades motrices y las habilidades bási-
cas", M.E.C. (1992 b).
En este proceso hay que evitar cualquier discriminación por razón de sexo en
contra de los estereotipos sociales vigentes que asocian un tipo de tarea con las
niñas y oLro tipo de trabajo más agresivo y competitivo con los chicos. Si, como
afirma Coll (1991): "basamos la enseñanza en el proceso mental del alumna-
do, tenemos que tener en cuenta que los significados, representaciones,
modelos, etc. del niño o de la niña no los establece de la nada, sino a partir
de sus ideas y representaciones previas" y éstas vemos que están notablemente
influidas por el entorno, por los modelos vigentes de culto al cuerpo, por la
influencia del adulto inmerso en un consumismo innecesario..., por lo cual, si que-
remos cambiar los estereotipos, habrá que esperar el tiempo necesario y enfocar
los aprendizajes de forma que el cambio se produzca de manera óptima.
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dos y abrir posibilidades de integración en todos y cada uno de los campos en que
se presente: ctnia, color, constituciones físicas, enfermedades o discapacidades.
La Educación Física en esta etapa no sólo se limita a potenciar en el niño o la
niña los aspectos motores sobre los que hemos reflexionado, sino que también
desarrolla otros como son los expresivos, comunicativos, afectivos y cognosciti-
vos.
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deben conocer los efectos que la práctica de la actividad ejerce sobre el organismo
y el desarrollo global de la persona, así como los efectos de la ausencia de la
misma.
Por otro lado, los alumnos y las alumnas de esta edad buscan con el ejercicio
físico mejorar su imagen corporal -aspecto relacionado con los niveles de autoesti-
ma-, aumentar su grado de habilidad y eficacia para jugar mejor y superar retos e
integrarse y hacerse aceptar dentro del grupo. Es necesario por ello, "educar al
alumnado para conocer el por qué y para qué realizan una determinada activi-
dad. A elegir libremente sus opciones. A seleccionar actividades en función de
sus capacidades e intereses y saber programarlas", M.E.C. (1992 c); en definiti-
va, a conocer y a valorar su propio cuerpo como algo que hay que cuidar porque
tiene que relacionarse con él toda la vida. La Educación Física, por consiguiente,
debe proporcionarles instrumentos para que puedan modificar esa imagen, cam-
biar actitudes, favorecer aptitudes y mejorar su forma física.
Existen una serie de temas relevantes en la sociedad actual como son: "Educa-
ción del consumidor", "Educación para la igualdad de oportunidades de ambos
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sexos", "Educación para la salud". "Educación ambiental", "Educación moral y
cívica".... que es preciso tenerlos en cuenta e integrarlos en el área de Educación
Física, ya que dicha área ofrece muchas y variadas posibilidades para trabajarlas,
sobre todo a través del desarrollo de las actividades que promueve.
Este mismo principio conlleva a la justificación de que los alumnos y las alum-
nas con necesidades educativas especiales, con sus posibilidades y limitaciones,
también tienen derecho a este tipo de intervención.
"Se sabe que lo integración física por sí misma no quiere decir integración
social. Una persona puede estar ubicada dentro de un grupo y no estar inte-
grada. Pero es una condición sin la cual ésta no se realiza. En consecuencia:
la integración social en un grupo pasa necesariamente por la integración físi-
ca primero", Toledo (1981). Esta presencia real que el autor define como integra-
ción física de la persona es la que nos da pie y nos sitúa en el punto de partida de
lo que realmente nos preocupa y nos anima en la redacción de este documento.
Se trata de ofrecer los instrumentos necesarios para que en la realización de las
clases de Educación Física, el alumno o la alumna que tenga algún tipo de disca-
pacidad no se quede solamente ubicado dentro del grupo clase, sino que su inte-
gración se realice de la manera más completa posible.
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aspecto educativo y a la negación de las posibilidades de integración, que la prác-
tica motriz proporciona tanto al alumno o la alumna con algún tipo de discapaci-
dad como a otros que tengan cualquier otra dificultad.
Según Linares (1993), hay que ayudar al alumnado que posea alguna discapa-
cidad a conocer, comprender y aceptar sus posibilidades y limitaciones para lograr
la adaptación psicológica que requiere su discapacidad. Por otra parte, exige pro-
porcionarles estrategias adecuadas y compensatorias de sus limitaciones para
desarrollar al máximo sus posibilidades motoras.
Con todo ello podemos lograr uno de los propósitos más importantes sobre
nuestra idea de integración en e¡ aula de Educación Física: que el alumno o la
alumna con algún tipo de discapacidad aprenda a valorar su cuerpo; valoración
que, como consecuencia, influirá notablemente en todos los ámbitos de su desa-
rrollo. Esto require, por parte del profesorado, la elaboración de programaciones
en las que se tenga en cuenta siempre que en cada alumno y alumna existe una
parte de su cuerpo que está capacitada para realizar, si no en su totalidad, sí en
parte, las actividades propuestas.
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II. Algunas características del alumnado con
discapacidad motora y el sentido del área
de Educación Física
De una manera genérica, podemos decir, ta! y como señala Martín-Caro
(1990), que "Niño deficiente motórico es todo aquel que presenta de manera
transitoria o permanente alguna alteración en su aparato motor, debido a un
deficiente funcionamiento en el sistema oseo-articular, muscular y/o neruioso,
y que en grados variables limita algunas de las actividades que pueden reali-
zar el resto de los niños y las niñas de su misma edad".
En segundo lugar, no hay que olvidar que ante todo es un niño o una niña y al
igual que el resto del alumnado, cada uno tiene sus capacidades, intereses, ilusio-
nes, miedos, expectativas de éxito, deseos de gustar a los compañeros y las com-
pañeras y al adulto, inhibiciones, motivaciones.... que deben ser satisfechos y
cuya suma nos dará como resultado un nivel de autoestima que va a incidir de
forma determinante en el resultado de los aprendizajes motores que le proporcio-
nemos y, de hecho, en su capacidad de socialización para ir progresando paulati-
namente hacia una incorporación en la sociedad.
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Las diferentes clasificaciones y sus criterios acerca de las deficiencias motoras
que existen en la documentación bibliográfica actual son suficientemente extensas
y de fácil acceso, por lo que remitimos al lector interesado en ello a Martín-Caro
(1990), García Fernández (1987). Simard, Carón y Skrotzky (1987). entre otros.
No obstante, vamos a tratar de establecer aquí agrupaciones por tipos de dificulta-
des, atendiendo a la posibilidad de movimiento, en general, que puedan poseer el
alumnado que nos ocupa y que nos pueda servir como marco de referencia a la
hora de poner ejemplos en este documento; pero sin olvidar, por ello, que la defi-
ciencia que cada niño o niña tenga hay que estudiarla de forma individual para
encontrar sus necesidades educativas, si queremos que el proceso de enseñanza y
aprendizaje sea operativo.
Otro tipo de alumnos y alumnas son aquellos que también son autónomos en
sus desplazamientos pero con ayuda de muletas, andadores, prótesis, etc, per-
manentemente o en determinados momentos para mantener o recuperar su
equilibrio. En estos casos, pueden presentar características parecidas a los
anteriores en cuanto al tipo de dificultades en la coordinación, equilibrio..., etc;
pero, a diferencia de los anteriores, el tipo de actividades en Educación Física
que requiera utilizar las manos para coger, lanzar... durante los desplazamien-
tos será más complicada o imposible de realizar, ya que van a necesitar sus
manos para agarrar las muletas, bastones...
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cultades motoras que puede tener el niño o la niña con alguna discapacidad, agru-
pándolos para realizar las adecuaciones curriculares posibles que faciliten su acce-
so a la realización de las clases de Educación Física con el resto de sus compañe-
ros y compañeras del grupo-clase.
Somos conscientes también que estas agrupaciones no son tan fáciles como a
simple vista pueden parecer, puesto que una característica general es que estos
trastornos no se presentan aislados sino que son múltiples las disfunciones que
pueden acompañar al trastorno motor: sensoriales, perceptivas, emocionales,
conductuales... lo que ejerce un efecto sumativo de las dificultades con las que nos
podemos encontrar. Pero también es cierto que una característica común a casi
todos los niños y las niñas afectados por deficiencias motoras es tener conservada
su capacidad intelectual. Un posible retraso suele ser debido a las condiciones
poco estimulantes que su entorno les ha ofrecido. Las condiciones ambientales
desfavorables, la falta de experiencias y oportunidades de aprendizaje suficientes y
adaptadas a sus posibilidades suelen ser la causa de dicho retraso (García Fernán-
dez, 1987).
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mientos más eficaces y económicos, que le lleven a la resolución de problemas
que cada vez requieran del dominio de patrones motores más complejos y poder
aplicarlos en cualquier situación.
En este sentido, merece la pena destacar algunos aspectos relativos a los jue-
gos y deportes generales o específicos para alumnos y alumnas con discapacidad
motora. Por una parte, es comúnmente reconocido el beneficio que se extrae del
conocimiento de algunos deportes por parte de todos los alumnos y las alumnas
(con o sin discapacidad): baloncesto, fútbol, tenis... para poder disfrutar a diferen-
tes niveles en sus ratos de ocio y tiempo libre practicándolo, viéndolo... De igual
forma, hay otra serie de deportes específicos, pensados en principio para alum-
nos y alumnas con discapacidad motora, pero que puede practicar todo el alum-
nado (con y sin discapacidad} y sobre todo conocer. Nos referimos a juegos y
deportes como: boccia, baloncesto en silla de ruedas, lanzamiento de club...
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El área de Educación Física en el Proyec-
to curricular y en las Programaciones
Una vez visto el sentido y la necesidad del área de Educación Física para los
alumnos y las alumnas con discapacidad motora, vamos a centramos en la toma
de decisiones en los diferentes niveles de planificación que. habitualmente, lleva a
cabo un centro para conseguir que este alumnado pueda realmente acceder a
muchos de los aprendizajes que el área de Educación Física pretende desarrollar y
pueda participar de los beneficios que un área como esta supone para cualquier
alumno y alumna.
Será necesario revisar el currículo oficial del área para hacer los ajustes necesa-
rios en cada una de estas fases. Es preciso plantearse si los objetivos del área son
válidos para todo el alumnado; si los contenidos son adecuados para desarrollar
las capacidades; si los criterios de evaluación reflejan realmente lo que se pretende
evaluar; si las actividades o las estrategias metodológicas permiten una participa-
ción real de los alumnos y las alumnas con discapacidad.
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Objetivos Generales
En primer lugar se presentan algunas sugerencias de adecuación de Objetivos
Generales de las etapas de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligato-
ria. Estas adecuaciones contemplan diferentes situaciones de las descritas más
arriba: se trata de matizar algunas capacidades, de introducir aspectos específicos
para los alumnos y las alumnas con discapacidad motora, de dar prioridades por
el hecho de que en el centro haya alumnos y alumnas con estas características,
etc.
Educación Primaria
Adecuación
Objetivo general n9 3
Regular y dosificar su esfuerzo llegando a un nivel de autoexígencia acorde
con sus posibilidades y la naturaleza de la tarea que se realiza, utilizando
como criterio fundamental de valoración dicho esfuerzo y no el resultado
obtenido.
Adecuación
Se hará especial hincapié en la valoración del esfuerzo y no en el resul-
tado obtenido.
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La adecuación de este objetivo general la realizamos haciendo resaltar la nece-
sidad de valorar el esfuerzo, una idea presente en el propio objetivo, pero que en
ningún caso puede ser pasada por alto cuando en un centro haya alumnos y
alumnas con discapacidad motora.
Adecuación
Debe tenerse en cuenta que el dominio de los patrones motrices básicos
estaró en función de los movimientos funcionales de cada alumno.
Adecuación
Se hará especial hincapié en evitar la discriminación y marginación
(incluida la automarginación) por características personales asociadas a
la discapacidad motora.
Objetivo general ng 7
Conocer y valorar la diversidad de actividades físicas y deportivas y los
entornos en que se desarrollan, participando en su conservación y mejora.
Adecuación
Conocer y valorar la diversidad de actividades físicas y deportivas,
incluyendo aquellas que son específicas de niños/as con disca-
pacidad motora, conociendo los entornos en los que se desarrollan y
participando en su conservación y mejora.
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La adecuación de este objetivo general, dadas las características del centro,
consiste en la inclusión de una referencia explícita a los deportes o actividades físi-
cas pensadas especialmente para alumnos y alumnas con discapacídad motora.
Se trata, por tanto, de que todo el alumnado llegue a conocer y a valorar estas
actividades en la misma medida que deben hacerlo con las demás.
Adecuación
Hay que tener en cuenta que, para los alumnos y las alumnas con disca-
pacidad motora, contribuir al desarrollo personal y a la mejora de la
calidad de uida y la salud supone el aumento de las posibilidades moto-
ras y, como consecuencia, de su autonomía.
En este caso, la adecuación del objetivo está dirigida de forma particular a los
alumnos y las alumnas con discapacidad motora, incluyendo una matización a las
capacidades que se pretende conseguir del alumnado. El lograr un aumento de las
posibilidades motoras va a redundar directamente en el aumento de su autono-
mía, en necesitar cada vez menos de los otros para su desenvolvimiento cotidia-
no. Lo cual va a repercutir directamente sobre su salud en general, aumentando
su calidad de vida.
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