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abogados en Colombia
El panorama legal en Colombia no es ni la sombra de lo que se veía en el mercado
local hace diez años. Los bufetes ya no son simples asociaciones de abogados que
‘se juntan’ en una oficina, sino verdaderas firmas de asesoría legal que les siguen
el paso a las empresas.
“En ese sentido, las firmas de abogados ya no son el concepto antiguo del single
practitioner, sino que ya hay un concepto de asociación; se utilizan herramientas
tecnológicas en la prestación del servicio, hay mercadeo y promoción e innovación”,
comenta Santiago Gutiérrez, miembro del Consejo Directivo de la Cámara de
Servicios Legales de la Andi.
“Lo que hacemos es desarrollar un grupo de negocios para atender clientes ibéricos
de Cuatrecasas en Colombia. En solo seis meses hemos concretado 51 asuntos
nuevos con la alianza”, afirma Jaime Herrera, socio fundador de Posse Herrera
Ruiz.
Foto: Jaime Herrera, Posse Herrera Ruiz.
Otro caso reciente es el de Rodríguez Azuero, firma que el año pasado hizo una
integración con la antioqueña Contexto Legal, que le permitió ganar una mayor
participación en el mercado nacional. Esa operación permitió que CMS, la tercera
firma global más grande del mundo, decidiera estar en tres países de manera
simultánea, además de Brasil y México: Chile (con la firma Carey & Allende) Perú
(Estudio Grau) y Colombia, con el asociado bufete colombiano.
Lea también: Los clientes de las firmas de abogados son más exigentes ahora
También está Garrigues, uno de los bufetes más tradicionales de España, que entró
en el mercado colombiano en 2013. En su nómina de socios se cuentan los
abogados José Miguel de la Calle, el exsuperintendente financiero, Roberto Borrás
y Fernando Zarama, experto tributario.
Más áreas
“Vamos a ser contratados para asuntos que requieran mucha materia gris. Nos
están corriendo la cerca. No es que nos vayamos a quedar sin empleo, pero sí
debemos especializarnos más en lo que hacemos”, comenta Carlos Umaña, socio
de Brigard & Urrutia, el bufete más grande del país y hasta ahora sin alianza con
alguna firma internacional.
Foto: Carlos Umaña, Brigard & Urrutia.
También se comienza a notar la visión distinta que imprimen los nuevos socios de
las firmas, que no superan los 35 años, en algunos casos. Las firmas hacen parte
del proceso de formación de los abogados del futuro y sus esfuerzos se enfocan
más en ser socios de los clientes que en ser proveedores de servicios legales.
Sube y baja
Este panorama se vive en una etapa no tan fácil para el país: la expectativa de
crecimiento para este año algunos la estiman por debajo de 2%, el consumo se ha
deteriorado y para estimular la economía el Banco de la República viene bajando
las tasas de interés de referencia. Por cuenta de esa desmejora en las condiciones,
es natural el aumento de litigios, especialmente en sectores como infraestructura;
también las peleas entre socios, crecimiento en insolvencias, conflictos laborales y
reorganizaciones empresariales.
Foto: José Luis Suárez, Gómez Pinzón-Zuleta.
El área de fusiones y adquisiciones, pese a que los negocios son menos ‘jugosos’,
sigue siendo una importante fuente de ingresos de las firmas. El Índice de Fusiones
y Adquisiciones cross-border en América Latina del bufete Baker McKenzie reporta
un incremento de 4% en el valor de las operaciones durante el segundo trimestre
de 2017: un total de 64 transacciones por US$6.560 millones. Aunque Colombia no
es la más dinámica en estos negocios.
Corrupción, de moda
Por ello, las detecciones internas dentro de las compañías para determinar fraudes
o violación de normas, así como prácticas que involucren acciones de corrupción,
son factores que pesan más dentro de las compañías. Según María Carolina Pardo,
socia y miembro del comité directivo de los grupos de competencia, compliance y
tecnologías de la información de Baker McKenzie en América Latina, “las normas
anticorrupción no buscan acabar con las empresas sino enderezarlas y
ponerlas en cintura. Hay tendencia a darle crédito a las empresas cuando
tienen programas robustos, porque está demostrado que empresas con nivel
de cumplimiento autoimpuesto tienen menos riesgos de tener violaciones de
compliance”, dice. De ahí el auge de esta área de práctica en los bufetes.
Puede interesarle: Los clientes de las firmas de abogados son más exigentes ahora
“Con un peso barato y con acceso a insumos importados sin impuestos y a tiempo,
muchos empresarios están compensando un mercado doméstico estático con
ventas internacionales como su mejor alternativa”, dice Martín Gustavo Ibarra,
socio de Araújo Ibarra.
Foto: Martín Gustavo Ibarra, Araújo Ibarra y Asociados.
Ibarra afirma que también están ‘de moda’ las consultas de exportadores para
reducir sus costos mediante la correcta utilización de los incentivos al comercio
exterior y las solicitudes de apoyo para abrir sucursales logísticas e industriales en
los países de la Alianza del Pacífico y compra de empresas en estos mercados.
Mientras que el bufete más grande del país, Brigard & Urrutia, tiene un equipo de
113 asociados, en el sector privado Bancolombia el más grande del sistema
financiero del país, cuenta con un equipo jurídico de 220 personas entre Colombia,
Perú, Puerto Rico, Panamá, El Salvador y Guatemala. Un caso que muestra cómo
la industria de servicios legales se mueve en todos los frentes.
https://www.dinero.com/Item/ArticleAsync/248694?nextId=248810&nextId=248713
Estos son los bufetes
líderes en facturación
Viernes, 22 de junio de 2018
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El año pasado, las firmas mostraron ganancias y de acuerdo con los reportes de la
Superintendencia de Sociedades, el bufete con mayor facturación fue Brigard
Urrutia que reportó ingresos por $104.728 millones y ganancias de $20.887
millones. Este despacho, en 2016, obtuvo ingresos por $102.080 millones.
El segundo bufete con mayores ventas fue Philippi PrietoCarrizosa Ferrero & Uría
(PPU), la firma registró ingresos de $75.621 millones y ganancias que suman
$12.326 millones.
En tercer lugar está la firma internacional Baker McKenzie que logró ventas por
$74.398 millones, con ganancias significativamente superiores ($3.200 millones) a
las obtenidas en 2016 ($231.893 millones).
“Las firmas locales han estado muy activas y casi todas tienen una mirada
internacional. Se busca cada vez más que los clientes puedan concretar negocios
sin importar la jurisdicción y esto significa ampliar los horizontes en los asuntos
que son abordados por las firmas”, aseguró Claudia Amore, directora de
la Cámara Colombiana de Servicios Legales de la Andi.
Tatiana Garcés, CEO de Baker McKenzie para Colombia manifestó que el trabajo
constante y la visión de negocios ha sido un factor diferenciador que no solo los
ubica en las mejores posiciones en los directorios internacionales sino entre las
firmas con mejor facturación. “Sin lugar a dudas seguimos creciendo y
consolidando nuestras diferentes prácticas. Seguiremos mejorando en los años
venideros”.
Lo cierto es que, en un mercado con amplia oferta de abogados que actúan de manera
individual o en el sector público y real, sobresale una arista que permite ‘tomarle la
temperatura’ al negocio legal en el país: los bufetes o despachos, que representan un
mínimo porcentaje del mundo de la justicia.
Los resultados de un sondeo realizado por Revista Dinero con una muestra de 103 firmas
del mercado legal colombiano dan cuenta de un total de 2.093 juristas ubicados en distintas
firmas que están detrás de los grandes negocios que se hacen a diario. También se constató
que en el total de bufetes estudiados existen 379 socios, para un promedio de cuatro por
empresa y cerca de ocho áreas de práctica por despacho.
Lea también: Hechos que marcan la transformación del mundo de los abogados
Vale anotar que la transición de asociado a socio es un voto de confianza que depositan los
propietarios de los bufetes a sus profesionales. Se trata de uno de los mayores honores que
puede recibir un abogado de estas firmas, si se considera que es una manera de decirle a la
persona que parte del negocio está en sus manos y que su nombre es muy importante para
fortalecer la firma.
Aunque aún estamos lejos de economías más desarrolladas en las que el número de abogados
por firma puede llegar a mil asociados, se destaca la conformación de verdaderos ‘ejércitos’
de juristas: el bufete más grande cuenta con más de 150 asociados o empleados, cifra
impensable hace más de diez años en una economía como la nuestra.
Del total de 103 bufetes consultados, 69 hicieron públicos sus ingresos, que sumaron
$683.901 millones en 2015. A pesar de las señales de desaceleración de la economía y del
mal momento que viven sectores como minería e hidrocarburos, la actividad de asesoría legal
mantiene su dinámica por un mayor número de pleitos, pero también por operaciones en el
mundo de los negocios que las llevarán a mantener sus ritmos de crecimiento.
Adicionalmente, cuando las cosas no van tan bien, siempre hay abogados que
acompañan estos procesos. Por citar un ejemplo, al 30 de junio pasado ya se cuentan 59
liquidaciones de empresas y 113 reorganizaciones empresariales, de acuerdo con un
informe de la Superintendencia de Sociedades.
Los más grandes y representativos bufetes están en este ranking de las 30 primeras
firmas, que representan 88,29% de los ingresos totales de lo que se mueve cada año, de
acuerdo con la muestra. Esto en ‘plata blanca’ significa que se trata de una actividad en
donde el número de grandes jugadores no supera las diez firmas, cuyos nombres resuenan en
el sector: Brigard & Urrutia, Baker & Mckenzie, Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría
(PPU); Posse Herrera Ruiz, Gómez-Pinzón Zuleta Abogados y Lloreda Camacho, son
algunas de ellas.
La tendencia de las grandes es a consolidar alianzas con bufetes internacionales, aunque los
socios principales de estas firmas consideran que hay que analizar con lupa este tipo de
posibilidades. Si bien un buen socio externo puede apalancar el crecimiento de una compañía
de este tipo, no se trata de una fórmula mágica para garantizar la perdurabilidad de este tipo
de organizaciones, en las que las buenas relaciones, conocimiento del mercado y del sector
y la buena reputación son factores claves para su consolidación.
Muchas de ellas actúan en solitario y otras de la mano de aliados internacionales que facilitan
una mayor participación en el mercado. Sin embargo, es claro que en el mercado legal el
buen desempeño no se mide por tamaño, ya que la naturaleza de cada bufete es única: hay
firmas que prefieren actuar como verdaderos ‘supermercados jurídicos’ y ofrecer todos los
servicios, y otras se constituyen como firmas de nicho, que también son reconocidas por su
especialidad. En ese sentido, este ejercicio es de carácter inclusivo y busca presentar un mapa
de lo que sucede en el mercado legal
Si bien no hacen parte de la muestra de estudio, las denominadas big four o firmas
correspondientes al sector de auditoría y consultoría son actores importantes en el negocio
legal; entre las cuatro más reconocidas, como son Ernst & Young (EY), Deloitte, KPMG y
Pricewaterhouse (PwC), totalizan ingresos por $710.000 millones.
En el sondeo también se detectó que la capital del país es el gran epicentro de los bufetes de
abogados. Si bien varios de ellos están incursionando en otras regiones del país, es claro
que Bogotá, con 91,26% de las firmas, es la ciudad sede de estas compañías. Otras
ciudades representan 8,74%.
También resulta llamativo que, pese a recientes procesos de alianzas y fusiones con firmas
internacionales, 90,29% de los bufetes sean de origen nacional, lo que muestra que, a pesar
de la ‘sangre foránea’ que entra a las compañías, la mayoría de ellas son criollas.
En ese sentido, socios principales de algunos bufetes nacionales de gran tamaño (no menos
de 100 asociados) manifiestan sentirse cómodos trabajando sin alianzas internacionales,
aunque no descartan la posibilidad de una si el mercado así lo exige. O también de que se
empiecen a dar procesos de consolidación en el mercado local.
El ejercicio realizado con las 103 firmas de abogados consultadas muestra que hay varias
tendencias en el mercado jurídico nacional: la conformación de bufetes más grandes en la
medida en que se incorporan nuevas áreas de práctica y se realizan alianzas, así como
operaciones de fusiones y/o adquisiciones para lograr una mayor participación en el mercado.
Sin embargo, mientras los bufetes más grandes se fortalecen, hay otras firmas que prefieren
especializarse o no diversificarse demasiado.
En ese sentido, en el mercado hay diversas opciones que van desde la multiplicidad de áreas
de práctica hasta la ‘hiperespecialización’.
En un país como Colombia los conflictos laborales están en el orden del día y por ello esta
es el área de práctica que más se repite (47% de las firmas que respondieron el sondeo).
Otras áreas que aparecen con frecuencia son: litigios, fusiones y adquisiciones, competencia,
derecho minero, impuestos, derecho inmobiliario, sector financiero, telecomunicaciones,
asuntos portuarios, gestión patrimonial, migración, derecho societario, seguros y reaseguros,
gobierno corporativo, regulación de valores y contratación estatal. Infraestructura es una
especialidad relativamente nueva.
La tendencia mundial apunta a crear cada vez áreas de práctica más especializadas. Y tiene
sentido: a mayor sofisticación de los negocios se hace necesario contar con una asesoría legal
a la medida. El mercado es tan sabio que es el que define qué especializaciones nuevas
se deben incorporar en las organizaciones y cuáles están en desuso e, incluso, cuáles
pueden ser fusionadas con otras.
También hay otras en donde en Colombia la dinámica es muy alta, como la constitucionalidad
de las decisiones Exmagistrados como Manuel José Cepeda, Eduardo Cifuentes, José
Gregorio Hernández y Juan Carlos Henao, son algunos de los más reconocidos.
La buena educación
La cambiante normatividad, nuevas reglas de juego, incursión en mercados cada vez más
globales y la necesidad de no ser un ente ajeno al contexto económico de sus clientes hacen
cada vez más necesaria la ejecución de maestrías internacionales.
No se trata solo de especializaciones o maestrías locales. Por eso, el LLM (Legum Magíster
o Master of Laws) permite a los profesionales del Derecho contar con un conocimiento
especializado de la variedad de sistemas legales en el mundo. Por eso Estados Unidos e
Inglaterra son dos de los destinos preferidos para adelantar estos estudios.
De los 2.093 abogados que hicieron parte de la muestra, 465 cuentan con un LLM (22%).
Según el sondeo realizado en 103 bufetes de abogados, las universidades en donde estos
asociados han realizado su LLM son: New York University, Harvard, Oxford, Columbia,
Universidad de Beijing, Universidad Carlos III de Madrid y Boston University Law School.
La firma bogotana Gómez-Pinzón Zuleta, con 26%, es la que cuenta con mayor número de
profesionales con LLM versus la cantidad de abogados: de los 131 juristas de la firma, 34
tienen estudios en el exterior. En el caso de Brigard & Urrutia es 25%; para Baker &
Mckenzie es de 24%; en PPU, de 21% y en Posse Herrera Ruiz, de 18%.
En el ámbito local, universidades como el Externado, los Andes, Javeriana, Colegio Mayor
de Nuestra Señora del Rosario, Eafit y Uninorte son algunas de las que predominan, de
acuerdo con el sondeo.
Lo llamativo es que, de acuerdo con los especialistas, en cinco años el país tendrá 70% más
abogados con respecto a los que ejercen hoy.
El sondeo realizado a los 103 bufetes incluyó una pregunta que no todos se atrevieron a
contestar. Se trata de la nominación de abogados ajenos a la firma, que generen admiración
por su trayectoria, desempeño y experiencia.
Muchos nombres suenan y muchos también quedan por fuera. En el sector público sobresalen
los nombres de Francisco Reyes y Pablo Felipe Robledo, superintendentes de Sociedades y
de Industria y Comercio, respectivamente. En el primer caso se destaca su gestión en distintos
procesos de reorganización y liquidaciones empresariales y, en el segundo, la intervención
en acciones en procura de la defensa del consumidor.
Asuntos bancarios: Carlos Alberto Restrepo Bustamante, Camilo Gantiva, Jorge Torrado
Angarita, Martín Carrizosa, Paola Vásquez, Juan Pablo González, José Federico Ustáriz, el
hoy Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, Francisco Gómez Rueda, María
Garrido, Ofelia Bermúdez, Fernando Silva, Daniel Rodríguez, Edgar Muñoz y Hugo Palacios
Mejía.
Comercio exterior: Nicolás Potdevin, Angela María Orozco, Martín Ibarra, Ximena
Lombana, Juan David Barbosa, Gabriel Ibarra, Diana Rodríguez y Santiago Wills.
Conflictos laborales: Antonio Malaver, Carlos Sánchez, Fabián Hernández, Juan Carlos
Gaviria, Juan Pablo López, Esteban Pizarro, Santiago Martínez, Nicolás Rico y Oscar Blanco
Rivera.
Impuestos: Carlos Alberto Restrepo, Carlos Mario Lafaurie, Juan Camilo Serrano, Juan
Pablo Godoy, Mauricio Rodríguez, Alfredo Lewin, Ciro Meza, Ignacio Vélez, Natalia
Guerrero, Sebastián Rodríguez Bravo y Ricardo Pérez Arango. Estos profesionales se
destacan en todos los aspectos tributarios, incluyendo arbitrajes y también por escribir textos
en materia de tributación colombiana e internacional, además de lograr ser conferencistas en
diversos escenarios.
Penalistas: Alejandro Cadena, Alfonso Cadavid Quintero, Carlos Castro Cuenca, Juan
Camilo Córdoba Escamilla, Juan Carlos Prías, José Fernando Mestre, Vicente Emilio Gaviria
y Víctor Zuluaga.
Fusiones & Adquisiciones: Camilo Cárdenas, Juan José Rodríguez, Luis Alfonso Barragán,
Sergio Michelsen y Dario Laguado.
Una prueba contundente de los buenos negocios que se hacen en el país proviene del sonido
de la caja registradora de los bufetes de abogados. Detrás de cada operación de adquisición
o fusión, emisión de bonos, litigio, práctica desleal o restrictiva de la competencia e,
incluso, la constitución de una oficina en el país de un grupo financiero hay un grupo de
abogados.
En este frente, las expectativas son alentadoras, aunque también hay escollos por superar.
Sergio Michelsen, experto en fusiones y adquisiciones del bufete Brigard & Urrutia, afirma
que las empresas o fondos de inversión que buscan opciones en el país están a la expectativa
de dos hechos fundamentales: los efectos después de los diálogos de La Habana y el rumbo
que va a tomar el país tras la anunciada la reforma tributaria, que puede tener un efecto
decisivo en la inversión extranjera.
Lea también: Hechos que marcan la transformación del mundo de los abogados
“Sin embargo, la enorme liquidez que hay afuera hace que los inversionistas vean a
Colombia con buenos ojos. Por eso los fondos de capital privado miran activamente
empresas para adquirir, pero no tanto porque sean muy atractivas sino porque el vecindario
(América Latina) está muy enredado, como es el caso de Venezuela, Ecuador, Brasil y
Argentina, lo que hace que la Alianza del Pacífico sea el territorio donde pueden invertir. Es
más por default que invierten que por un verdadero interés”, destaca.
De manera paralela sobresalen los empresarios que quieren diversificar su negocio y ven
como una buena opción la oportunidad de crecer fuera. De ahí que se vea a los empresarios
colombianos haciendo inversiones en regiones que consideran afines, como
Centroamérica, Panamá, Chile, Argentina y posiblemente Ecuador.
Las operaciones
Sin embargo, las transacciones se desaceleraron en 2015 y los negocios más grandes del
año se dieron por cuenta de las consecuencias de fusiones internacionales y negocios de
multilatinas colombianas en la región.
Una de las más representativa fue la operación que permitió que la sudafricana SABMiller
fuera comprada por la belgobrasileña AB InBev, la mayor cervecera del mundo, en una
transacción cercana a los US$109.000 millones.
Si bien los negocios no fueron tantos como en los años anteriores, como consecuencia de la
desaceleración económica producto de la crisis minero-energética, hubo operaciones de
menor tamaño en sectores como educación, infraestructura y salud. Esto como consecuencia
de la devaluación del peso frente al dólar, que llevaron a que los fondos de capital analizaran
negocios en tamaño mediano en moneda local.
Otro de los grandes negocios fue la adquisición por parte del Éxito de la mitad de Pao
de Azucar en Brasil y Libertad en Argentina, en una operación por US$1.826 millones.
Pero quizá uno de los negocios de mayor envergadura que concluyó este año fue la venta a
Brookfield de 56,71% de la participación de la Nación en Isagen por $6,5 billones, así como
las subsiguientes ofertas públicas de adquisición (OPA) para los minoritarios que llevarían a
este fondo a quedarse casi con la totalidad accionaria de la generadora de energía.
También se destacan operaciones como la venta de Archie’s a Alsea, la venta de 85% del
capital social de Expocredit al fondo Lizor, al igual que la venta de Abocol y Charleston (vea
en la página siguiente las principales transacciones de 2015 y lo que va de 2016).
La caja registradora sigue sonando. Y detrás de estas grandes operaciones están los
abogados.
En 2016, el frente de competencia terminará como uno de los más dinámicos tras las
investigaciones de la Superintendencia de Industria y Comercio para atender posibles
actuaciones que afecten al consumidor. En emisiones de papeles en el mercado no se observa
un gran dinamismo, pero sí se espera un mayor movimiento en el frente de fusiones y
adquisiciones, dado que Colombia es un buen prospecto para los banqueros de inversión que
buscan oportunidades en América Latina.
https://www.dinero.com/edicion-impresa/caratula/articulo/bufetes-de-abogados-detras-de-
grandes-operaciones-economicas-en-colombia/225899