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Así es el mercado de los bufetes de

abogados en Colombia
El panorama legal en Colombia no es ni la sombra de lo que se veía en el mercado
local hace diez años. Los bufetes ya no son simples asociaciones de abogados que
‘se juntan’ en una oficina, sino verdaderas firmas de asesoría legal que les siguen
el paso a las empresas.

Todo ello por cuenta de la globalización de la economía, que obliga a una


transformación en el negocio de servicios legales. Tanto así que los denominados
bufetes full law services; es decir, aquellos que ofrecen diversidad de áreas
de práctica y actúan como verdaderos ‘supermercados’ jurídicos han
encontrado en las alianzas, integraciones y fusiones una manera de satisfacer
la demanda de sus clientes.

“En ese sentido, las firmas de abogados ya no son el concepto antiguo del single
practitioner, sino que ya hay un concepto de asociación; se utilizan herramientas
tecnológicas en la prestación del servicio, hay mercadeo y promoción e innovación”,
comenta Santiago Gutiérrez, miembro del Consejo Directivo de la Cámara de
Servicios Legales de la Andi.

Aunque no es una tendencia generalizada, sí notoria en los grandes bufetes y


se ha venido dando en los últimos años. Por ejemplo, este año Posse Herrera
Ruiz concretó una alianza con la española Cuatrecasas, con la intención de ofrecer
servicios jurídicos integrales a sus clientes que tienen intereses en los dos
mercados, además de Portugal.

“Lo que hacemos es desarrollar un grupo de negocios para atender clientes ibéricos
de Cuatrecasas en Colombia. En solo seis meses hemos concretado 51 asuntos
nuevos con la alianza”, afirma Jaime Herrera, socio fundador de Posse Herrera
Ruiz.
Foto: Jaime Herrera, Posse Herrera Ruiz.

Otro caso reciente es el de Rodríguez Azuero, firma que el año pasado hizo una
integración con la antioqueña Contexto Legal, que le permitió ganar una mayor
participación en el mercado nacional. Esa operación permitió que CMS, la tercera
firma global más grande del mundo, decidiera estar en tres países de manera
simultánea, además de Brasil y México: Chile (con la firma Carey & Allende) Perú
(Estudio Grau) y Colombia, con el asociado bufete colombiano.

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“Eso significa ventajas importantes en temas como mercadeo, programas de


formación e integración multidisciplinaria de equipos. Por ejemplo, en el equipo de
banca y finanzas hoy ya tenemos 145 abogados en el mundo. Eso representa,
además, que tenemos un panorama totalmente extendido”, afirma Sergio Rodríguez
Azuero, socio fundador.
Pero no se trata de los únicos casos en los que los bufetes locales se apoyan en la
experiencia, cobertura, mejor tecnología y posibilidades de mayor crecimiento de la
mano de aliados o socios.

Es el caso de Philippi PrietoCarrizosa Ferrero DU & Uría, nacido en 2015 y que es


fruto de la unión del estudio chileno Philippi, Yrarrázabal, Pulido & Bruner, la firma
local Prietocarrizosa y las peruanas Ferrero Abogados y Delmar Ugarte. Desde
2015 la firma de España y Portugal, Uría Menéndez, participa en el nuevo estudio.

También está Garrigues, uno de los bufetes más tradicionales de España, que entró
en el mercado colombiano en 2013. En su nómina de socios se cuentan los
abogados José Miguel de la Calle, el exsuperintendente financiero, Roberto Borrás
y Fernando Zarama, experto tributario.

Otro caso destacado es el de Dentons Cardenas & Cardenas, cuya integración se


dio a finales de 2015, así como la de DLA Piper, que entró al país en 2015 de la
mano de Martínez Neira, la firma del hoy fiscal, Néstor Humberto Martínez.

La tendencia también se está dando en el ámbito global: se destaca la fusión


del bufete londinense Norton Rose Fulbright, presente en Colombia desde
2010, con la firma neoyorkina de abogados Chadbourne & Parke, que
completaron su unión hace unas semanas.

Más áreas

La visión global del negocio también trae consigo cambios relevantes en la


actividad. Los abogados afirman que en unos diez años su rol será mucho más
exigente. Por ejemplo, pocos buscarán a un especialista para que les
constituya una sociedad o hacer un testamento. Gracias a la tecnología y
desarrollos en materia de inteligencia artificial, el abogadoserá apetecido para
operaciones mucho más complejas.

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“Vamos a ser contratados para asuntos que requieran mucha materia gris. Nos
están corriendo la cerca. No es que nos vayamos a quedar sin empleo, pero sí
debemos especializarnos más en lo que hacemos”, comenta Carlos Umaña, socio
de Brigard & Urrutia, el bufete más grande del país y hasta ahora sin alianza con
alguna firma internacional.
Foto: Carlos Umaña, Brigard & Urrutia.

También las empresas de servicios legales deben pensar en la innovación, si


quieren prevalecer. “Nuestro fundador fue de la idea de que el cliente debía aspirar
a encontrar en la firma la mayor cantidad de áreas de práctica, no solo por su
comodidad sino porque es la única manera de ofrecer visiones integrales y
complementarias de una situación. Es difícil encontrar que un problema legal se
enmarque únicamente en un área del derecho”, afirma Adriana Zapata, socia de
Cavelier, quien reconoce la inteligencia artificial como un apoyo, pero sabe que no
sustituye ni la experiencia ni el conocimiento.

Además de ser más aguerridos frente a sus competidores, que ya no son


solamente otros bufetes, sino también las denominadas big four o firmas de
auditoría e, incluso, los equipos jurídicos de las grandes empresas, los
abogados se ven enfrentados a una transformación digital que se empieza a
abrir paso en el mundo legal.
Foto: Adriana Zapata, Cavelier.

También se comienza a notar la visión distinta que imprimen los nuevos socios de
las firmas, que no superan los 35 años, en algunos casos. Las firmas hacen parte
del proceso de formación de los abogados del futuro y sus esfuerzos se enfocan
más en ser socios de los clientes que en ser proveedores de servicios legales.

En ese sentido, el reconocido árbitro, Eduardo Zuleta –presidente del Tribunal de


uno de los casos de arbitraje de inversión más significativos en el mundo, como es
la demanda de Conoco Phillips contra Venezuela, cuya pretensión asciende a cerca
de US$20.000 millones– considera que ese relevo generacional se presenta más
rápidamente en ciertas áreas de práctica. A su juicio, se está viviendo una
transición en algunas áreas y, por ejemplo, es más rápida en corporativo que
en litigios. “El abogado corporativo a los 35 o 40 años está en el top de su
carrera. En arbitraje empiezan a esa edad porque en ese frente se buscan más
las canas”, afirma.
Foto: Eduardo Zuleta, Zuleta Abogados Asociados.

Sube y baja

Este panorama se vive en una etapa no tan fácil para el país: la expectativa de
crecimiento para este año algunos la estiman por debajo de 2%, el consumo se ha
deteriorado y para estimular la economía el Banco de la República viene bajando
las tasas de interés de referencia. Por cuenta de esa desmejora en las condiciones,
es natural el aumento de litigios, especialmente en sectores como infraestructura;
también las peleas entre socios, crecimiento en insolvencias, conflictos laborales y
reorganizaciones empresariales.
Foto: José Luis Suárez, Gómez Pinzón-Zuleta.

“Nuestra firma tuvo en crecimiento de 22% en 2016, y mantiene esa tendencia. No


se ha visto afectada por la desaceleración de la economía del país hasta el
momento, debido a la confianza de nuestros clientes en diversos sectores que
siguen aportando al crecimiento del país y a la diversificación de nuestros
servicios en diferentes áreas de la economía.Esperamos tener un incremento
estable para este año”, afirma José Luis Suárez, socio de Gómez Pinzón-Zuleta,
firma que fue noticia hace unos meses, tras la decisión del árbitro y socio fundador,
Eduardo Zuleta, de retirarse de la compañía y crear su propio bufete. Otro abogado
que ve oportunidades es Diego Muñoz Tamayo, socio de MTA. “Nuestra facturación
mantiene un crecimiento constante de 15% anual. La disminución en el dinamismo
de la economía colombiana la entendemos como una oportunidad para el sector en
el que nos desenvolvemos”, afirma.
Foto: Diego Muñoz, MTA.

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En la misma línea está Garrigues, el bufete español con presencia directa en


Colombia a través de socios locales.

Por su parte, Lloreda Camacho presentó un crecimiento de 29%, mostrando, igual


que otras firmas legales, un desempeño contrario al de la economía en el último
año. “Esto obedece a que nuestros servicios son más demandados en momentos
de desaceleración y menor dinamismo”, afirma Enrique Álvarez, socio de la firma
que hasta ahora se mantiene sin alianzas internacionales.
Foto: Enrique Álvarez, Lloreda Camacho.

A pesar del menor dinamismo de la economía colombiana en 2017, firmas como


Holland & Knight ven opciones. “Hay un interés mayor en
las reorganizaciones empresariales, en temas de cumplimiento, planeación
tributaria y demás. A pesar de la desaceleración de la economía, los servicios
legales siguen siendo prioritarios para las compañías, debido a los constantes
cambios regulatorios en el país, entre los que se destacan el registro nacional de
bases de datos, la fiscalización de la UGPP, la reforma tributaria, la implementación
del sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo, por ejemplo”, comenta
Enrique Gómez Pinzón, socio ejecutivo de la firma.

También en tiempos de ‘vacas flacas’ las empresas deben preocuparse por


jugar limpio frente al consumidor y sus competidores, así como proteger sus
marcas. Además, como las personas naturales, piensan en contar con una
adecuada administración de su patrimonio y planeación tributaria, por citar algunos
de los frentes que más se mueven.
Foto: Mauricio Zagarra, Norton Rose Fullbright.

El área de fusiones y adquisiciones, pese a que los negocios son menos ‘jugosos’,
sigue siendo una importante fuente de ingresos de las firmas. El Índice de Fusiones
y Adquisiciones cross-border en América Latina del bufete Baker McKenzie reporta
un incremento de 4% en el valor de las operaciones durante el segundo trimestre
de 2017: un total de 64 transacciones por US$6.560 millones. Aunque Colombia no
es la más dinámica en estos negocios.

Para Mauricio Zagarra, managing partner de Norton Rose Fulbright, no se ha notado


un gran deterioro en este tipo de operaciones. “Sí se genera inquietud en los
clientes cuando se han presentado situaciones como la reforma tributaria o el
proceso de paz, pero hay firmas y clientes que invierten igual y eso genera
trabajo para las firmas de abogados”.
Foto: Eduardo Cárdenas, Cárdenas & Cárdenas.

Pero, como en todo, los abogados ven oportunidades en medio de un escenario


más tenso. “Cuando hay desaceleración vienen los conflictos, porque se afectan las
metas de ventas de las compañías y se genera un efecto dominó”, afirma Eduardo
Cárdenas, socio de Dentons Cardenas & Cardenas.

Corrupción, de moda

A raíz de escándalos empresariales como Odebrecht, Reficar y en su


momento Interbolsa, cobra vida la importancia de fortalecer estas áreas de práctica,
tanto en bufetes como en áreas jurídicas de las empresas.

Por ello, las detecciones internas dentro de las compañías para determinar fraudes
o violación de normas, así como prácticas que involucren acciones de corrupción,
son factores que pesan más dentro de las compañías. Según María Carolina Pardo,
socia y miembro del comité directivo de los grupos de competencia, compliance y
tecnologías de la información de Baker McKenzie en América Latina, “las normas
anticorrupción no buscan acabar con las empresas sino enderezarlas y
ponerlas en cintura. Hay tendencia a darle crédito a las empresas cuando
tienen programas robustos, porque está demostrado que empresas con nivel
de cumplimiento autoimpuesto tienen menos riesgos de tener violaciones de
compliance”, dice. De ahí el auge de esta área de práctica en los bufetes.

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Y como el ejemplo comienza en casa, la Corporación Excelencia en la Justicia lidera


una iniciativa para hacer un acuerdo por la transparencia que involucre a las oficinas
de abogados como aporte a una necesaria política anticorrupción en la
administración de justicia en lo penal. En especial, se espera que se apliquen en los
litigios. “En Colombia no existen colegios de abogados con fuerza
institucional; menos aún, barras que rijan la profesión, no hay quien lidere un
acuerdo por la transparencia que involucre a las oficinas de abogados”, afirma
el penalista Mauricio Pava.

Las firmas legales también tienen oportunidades en el comercio exterior.


Las exportaciones no tradicionales han crecido por la devaluación, la caída del
consumo interno y los problemas de Venezuela.

“Con un peso barato y con acceso a insumos importados sin impuestos y a tiempo,
muchos empresarios están compensando un mercado doméstico estático con
ventas internacionales como su mejor alternativa”, dice Martín Gustavo Ibarra,
socio de Araújo Ibarra.
Foto: Martín Gustavo Ibarra, Araújo Ibarra y Asociados.

Allí las oportunidades comerciales saltan a la vista: consultas y procesos sobre


dumping, salvaguardias y otras prácticas desleales de comercio, productos
para facilitar las exportaciones por comercio electrónico, así como exportar a
través de herramientas digitales y de comercio electrónico.

Ibarra afirma que también están ‘de moda’ las consultas de exportadores para
reducir sus costos mediante la correcta utilización de los incentivos al comercio
exterior y las solicitudes de apoyo para abrir sucursales logísticas e industriales en
los países de la Alianza del Pacífico y compra de empresas en estos mercados.

En un escenario difícil para la economía siempre habrá una respuesta positiva


ante la pregunta: ¿quién podrá defendernos? En el mercado legal hay de todo
y para todos.

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Bufetes en casa

Si bien los bufetes de abogados constituyen un frente relevante en la prestación de


servicios jurídicos, la demanda de servicios legales y los ‘chicharrones’ que a diario
deben sortear las empresas las han llevado a fortalecer sus propios equipos
jurídicos y así depender menos de terceros.

Mientras que el bufete más grande del país, Brigard & Urrutia, tiene un equipo de
113 asociados, en el sector privado Bancolombia el más grande del sistema
financiero del país, cuenta con un equipo jurídico de 220 personas entre Colombia,
Perú, Puerto Rico, Panamá, El Salvador y Guatemala. Un caso que muestra cómo
la industria de servicios legales se mueve en todos los frentes.

“Las áreas jurídicas no solamente se encargan de los temas tradicionales legales


(contratación, secretaría general, marcas, procesos judiciales, derecho societario,
derecho financiero) sino que hoy en día se involucran en la estructuración de los
negocios, tienen a su cargo los asuntos corporativos y regulatorios y, en varias
ocasiones, responsabilidades en materia de compliance”, afirma Mauricio Rosillo,
vicepresidente jurídico de Bancolombia.
Foto: Mauricio Rosillo, vicepresidente jurídico de Bancolombia.

Otra compañía fuerte en su área legal es la Empresa de Energía de Bogotá (EEB),


hoy en proceso de democratización de 20% de sus acciones. Según la
vicepresidente jurídica de la entidad, Diana Vivas, “en aquellos casos en que la
empresa demanda servicios sofisticados de carácter legal asociados a
estructuración de proyectos, ejecución de operaciones y diseño de negocios de
fusión, adquisición, elaboración de acuerdos de accionistas y, en general, análisis
a la medida para negocios de expansión, no acude a esquemas de tercerización”,
comenta.
Foto: Diana Vivas, vicepresidente jurídica de EEB.

Ulises Canosa, vicepresidente jurídico del BBVA, si bien reconoce la experiencia e


idoneidad de los abogados en Colombia, explica que lidera un equipo que
excepcionalmente recurre a abogados externos. “Ocurre, por ejemplo, en temas
penales corporativos, cuando vamos a comprar otra empresa o cuando hay de por
medio un litigio de gran cuantía”, dice el abogado, quien destaca el fortalecimiento
del área de cumplimiento.

https://www.dinero.com/Item/ArticleAsync/248694?nextId=248810&nextId=248713
Estos son los bufetes
líderes en facturación
Viernes, 22 de junio de 2018

 GUARDAR

Los tres primeros puestos concentran 53%


Isis Beleño - ibeleno@larepublica.com.co
Las firmas de abogados durante las dos últimas décadas han ganado terreno en el
mundo de los negocios y se han profesionalizado, de tal manera, que sus servicios
son cada vez más complejos.

El año pasado, las firmas mostraron ganancias y de acuerdo con los reportes de la
Superintendencia de Sociedades, el bufete con mayor facturación fue Brigard
Urrutia que reportó ingresos por $104.728 millones y ganancias de $20.887
millones. Este despacho, en 2016, obtuvo ingresos por $102.080 millones.
El segundo bufete con mayores ventas fue Philippi PrietoCarrizosa Ferrero & Uría
(PPU), la firma registró ingresos de $75.621 millones y ganancias que suman
$12.326 millones.

En tercer lugar está la firma internacional Baker McKenzie que logró ventas por
$74.398 millones, con ganancias significativamente superiores ($3.200 millones) a
las obtenidas en 2016 ($231.893 millones).

Estos tres primeros despachos suman ingresos por $254.748 millones y


representan 53% de la facturación de las nueve firmas top en ventas.
Sigue en el listado Posse Herrera Ruiz, que este año alcanzó ingresos por
$74.398 millones, lo que significó un incremento de 13,3% con respecto al periodo
anterior ($62.839 millones).

El top cinco de las firmas que más facturaron lo cierra Gómez-Pinzón


Abogadoscon ingresos de $48.715 millones, 9% menos que en 2016 cuando
obtuvieron ventas de $53.565 millones. Sin embargo, el despacho no enfrentó
pérdidas. El año pasado las ganancias reportadas fueron de $7.055 millones.
El trabajo de las firmas de abogados año tras año se consolida así como, su
proyección hacia otros países se traduce en más negocios.

“Las firmas locales han estado muy activas y casi todas tienen una mirada
internacional. Se busca cada vez más que los clientes puedan concretar negocios
sin importar la jurisdicción y esto significa ampliar los horizontes en los asuntos
que son abordados por las firmas”, aseguró Claudia Amore, directora de
la Cámara Colombiana de Servicios Legales de la Andi.

Tatiana Garcés, CEO de Baker McKenzie para Colombia manifestó que el trabajo
constante y la visión de negocios ha sido un factor diferenciador que no solo los
ubica en las mejores posiciones en los directorios internacionales sino entre las
firmas con mejor facturación. “Sin lugar a dudas seguimos creciendo y
consolidando nuestras diferentes prácticas. Seguiremos mejorando en los años
venideros”.

¿Cómo es el mercado de los


abogados en Colombia?
Análisis sobre un sector que facturará cerca de $1 billón al finalizar este año y que hoy es el
testigo de los grandes negocios que se hacen en el país.
¿Cómo es el mercado de los abogados en Colombia? Foto: Abogados

Colombia es un país de abogados. Se calcula que existen cerca de 280.000 tarjetas


profesionales expedidas, aunque no hay quien tenga una estadística real que permita medir
cuántas de ellas están activas. Es tal la ‘lluvia’ de estos profesionales, que somos el
segundo país del mundo con más abogados por cada cien mil habitantes (354), después
de Costa Rica (386), según el Centro de Estudios de Justicia de las Américas.

Lo cierto es que, en un mercado con amplia oferta de abogados que actúan de manera
individual o en el sector público y real, sobresale una arista que permite ‘tomarle la
temperatura’ al negocio legal en el país: los bufetes o despachos, que representan un
mínimo porcentaje del mundo de la justicia.
Los resultados de un sondeo realizado por Revista Dinero con una muestra de 103 firmas
del mercado legal colombiano dan cuenta de un total de 2.093 juristas ubicados en distintas
firmas que están detrás de los grandes negocios que se hacen a diario. También se constató
que en el total de bufetes estudiados existen 379 socios, para un promedio de cuatro por
empresa y cerca de ocho áreas de práctica por despacho.

Lea también: Hechos que marcan la transformación del mundo de los abogados

En cantidad de asociados o empleados, las cinco primeras firmas llegan a 567


miembros, cifra que sigue mostrando que este mercado está concentrado, a juzgar por
los tamaños de las compañías.

Vale anotar que la transición de asociado a socio es un voto de confianza que depositan los
propietarios de los bufetes a sus profesionales. Se trata de uno de los mayores honores que
puede recibir un abogado de estas firmas, si se considera que es una manera de decirle a la
persona que parte del negocio está en sus manos y que su nombre es muy importante para
fortalecer la firma.

Aunque aún estamos lejos de economías más desarrolladas en las que el número de abogados
por firma puede llegar a mil asociados, se destaca la conformación de verdaderos ‘ejércitos’
de juristas: el bufete más grande cuenta con más de 150 asociados o empleados, cifra
impensable hace más de diez años en una economía como la nuestra.

Del total de 103 bufetes consultados, 69 hicieron públicos sus ingresos, que sumaron
$683.901 millones en 2015. A pesar de las señales de desaceleración de la economía y del
mal momento que viven sectores como minería e hidrocarburos, la actividad de asesoría legal
mantiene su dinámica por un mayor número de pleitos, pero también por operaciones en el
mundo de los negocios que las llevarán a mantener sus ritmos de crecimiento.

Lea también: ¿Porqué los bufetes de abogados tienen negocios a mil?

Adicionalmente, cuando las cosas no van tan bien, siempre hay abogados que
acompañan estos procesos. Por citar un ejemplo, al 30 de junio pasado ya se cuentan 59
liquidaciones de empresas y 113 reorganizaciones empresariales, de acuerdo con un
informe de la Superintendencia de Sociedades.

Los más grandes y representativos bufetes están en este ranking de las 30 primeras
firmas, que representan 88,29% de los ingresos totales de lo que se mueve cada año, de
acuerdo con la muestra. Esto en ‘plata blanca’ significa que se trata de una actividad en
donde el número de grandes jugadores no supera las diez firmas, cuyos nombres resuenan en
el sector: Brigard & Urrutia, Baker & Mckenzie, Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría
(PPU); Posse Herrera Ruiz, Gómez-Pinzón Zuleta Abogados y Lloreda Camacho, son
algunas de ellas.

La tendencia de las grandes es a consolidar alianzas con bufetes internacionales, aunque los
socios principales de estas firmas consideran que hay que analizar con lupa este tipo de
posibilidades. Si bien un buen socio externo puede apalancar el crecimiento de una compañía
de este tipo, no se trata de una fórmula mágica para garantizar la perdurabilidad de este tipo
de organizaciones, en las que las buenas relaciones, conocimiento del mercado y del sector
y la buena reputación son factores claves para su consolidación.

Muchas de ellas actúan en solitario y otras de la mano de aliados internacionales que facilitan
una mayor participación en el mercado. Sin embargo, es claro que en el mercado legal el
buen desempeño no se mide por tamaño, ya que la naturaleza de cada bufete es única: hay
firmas que prefieren actuar como verdaderos ‘supermercados jurídicos’ y ofrecer todos los
servicios, y otras se constituyen como firmas de nicho, que también son reconocidas por su
especialidad. En ese sentido, este ejercicio es de carácter inclusivo y busca presentar un mapa
de lo que sucede en el mercado legal

Si bien no hacen parte de la muestra de estudio, las denominadas big four o firmas
correspondientes al sector de auditoría y consultoría son actores importantes en el negocio
legal; entre las cuatro más reconocidas, como son Ernst & Young (EY), Deloitte, KPMG y
Pricewaterhouse (PwC), totalizan ingresos por $710.000 millones.

En el sondeo también se detectó que la capital del país es el gran epicentro de los bufetes de
abogados. Si bien varios de ellos están incursionando en otras regiones del país, es claro
que Bogotá, con 91,26% de las firmas, es la ciudad sede de estas compañías. Otras
ciudades representan 8,74%.

También resulta llamativo que, pese a recientes procesos de alianzas y fusiones con firmas
internacionales, 90,29% de los bufetes sean de origen nacional, lo que muestra que, a pesar
de la ‘sangre foránea’ que entra a las compañías, la mayoría de ellas son criollas.

En ese sentido, socios principales de algunos bufetes nacionales de gran tamaño (no menos
de 100 asociados) manifiestan sentirse cómodos trabajando sin alianzas internacionales,
aunque no descartan la posibilidad de una si el mercado así lo exige. O también de que se
empiecen a dar procesos de consolidación en el mercado local.

La tradición promedio de estos despachos es de 10 a 20 años en el mercado. Las firmas


más grandes superan los 30 años y las más veteranas llegan a los 80 años de trayectoria.

Supermercados o despachos ‘boutique’

El ejercicio realizado con las 103 firmas de abogados consultadas muestra que hay varias
tendencias en el mercado jurídico nacional: la conformación de bufetes más grandes en la
medida en que se incorporan nuevas áreas de práctica y se realizan alianzas, así como
operaciones de fusiones y/o adquisiciones para lograr una mayor participación en el mercado.

Sin embargo, mientras los bufetes más grandes se fortalecen, hay otras firmas que prefieren
especializarse o no diversificarse demasiado.
En ese sentido, en el mercado hay diversas opciones que van desde la multiplicidad de áreas
de práctica hasta la ‘hiperespecialización’.

En un país como Colombia los conflictos laborales están en el orden del día y por ello esta
es el área de práctica que más se repite (47% de las firmas que respondieron el sondeo).

Otras áreas que aparecen con frecuencia son: litigios, fusiones y adquisiciones, competencia,
derecho minero, impuestos, derecho inmobiliario, sector financiero, telecomunicaciones,
asuntos portuarios, gestión patrimonial, migración, derecho societario, seguros y reaseguros,
gobierno corporativo, regulación de valores y contratación estatal. Infraestructura es una
especialidad relativamente nueva.

También sobresalen áreas de práctica atípicas como energías renovables, variedades


vegetales, venture capital, startups e, incluso, litigios en transporte, derecho deportivo,
marítimo y accidentes de tránsito.

La tendencia mundial apunta a crear cada vez áreas de práctica más especializadas. Y tiene
sentido: a mayor sofisticación de los negocios se hace necesario contar con una asesoría legal
a la medida. El mercado es tan sabio que es el que define qué especializaciones nuevas
se deben incorporar en las organizaciones y cuáles están en desuso e, incluso, cuáles
pueden ser fusionadas con otras.

También hay otras en donde en Colombia la dinámica es muy alta, como la constitucionalidad
de las decisiones Exmagistrados como Manuel José Cepeda, Eduardo Cifuentes, José
Gregorio Hernández y Juan Carlos Henao, son algunos de los más reconocidos.

La buena educación

La cambiante normatividad, nuevas reglas de juego, incursión en mercados cada vez más
globales y la necesidad de no ser un ente ajeno al contexto económico de sus clientes hacen
cada vez más necesaria la ejecución de maestrías internacionales.

No se trata solo de especializaciones o maestrías locales. Por eso, el LLM (Legum Magíster
o Master of Laws) permite a los profesionales del Derecho contar con un conocimiento
especializado de la variedad de sistemas legales en el mundo. Por eso Estados Unidos e
Inglaterra son dos de los destinos preferidos para adelantar estos estudios.

De los 2.093 abogados que hicieron parte de la muestra, 465 cuentan con un LLM (22%).
Según el sondeo realizado en 103 bufetes de abogados, las universidades en donde estos
asociados han realizado su LLM son: New York University, Harvard, Oxford, Columbia,
Universidad de Beijing, Universidad Carlos III de Madrid y Boston University Law School.

La firma bogotana Gómez-Pinzón Zuleta, con 26%, es la que cuenta con mayor número de
profesionales con LLM versus la cantidad de abogados: de los 131 juristas de la firma, 34
tienen estudios en el exterior. En el caso de Brigard & Urrutia es 25%; para Baker &
Mckenzie es de 24%; en PPU, de 21% y en Posse Herrera Ruiz, de 18%.
En el ámbito local, universidades como el Externado, los Andes, Javeriana, Colegio Mayor
de Nuestra Señora del Rosario, Eafit y Uninorte son algunas de las que predominan, de
acuerdo con el sondeo.

En el mismo sentido, la mayoría de los árbitros del Estado pertenecen a la Universidad de El


Rosario. Le siguen la Universidad Externado de Colombia y la Universidad Javeriana, de
acuerdo con la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado.

Según el Observatorio Laboral para la Educación, el número de egresados en pregrado de


Derecho llegó a 57.601 personas a 2014. También señala que el salario de ‘enganche’ para
un recién egresado es de $2’208.300.

Lo llamativo es que, de acuerdo con los especialistas, en cinco años el país tendrá 70% más
abogados con respecto a los que ejercen hoy.

Los destacados por las firmas

El sondeo realizado a los 103 bufetes incluyó una pregunta que no todos se atrevieron a
contestar. Se trata de la nominación de abogados ajenos a la firma, que generen admiración
por su trayectoria, desempeño y experiencia.

Muchos nombres suenan y muchos también quedan por fuera. En el sector público sobresalen
los nombres de Francisco Reyes y Pablo Felipe Robledo, superintendentes de Sociedades y
de Industria y Comercio, respectivamente. En el primer caso se destaca su gestión en distintos
procesos de reorganización y liquidaciones empresariales y, en el segundo, la intervención
en acciones en procura de la defensa del consumidor.

Bufetes consultados también se lanzaron con nombres de especialistas en diferentes áreas de


práctica.

Asuntos bancarios: Carlos Alberto Restrepo Bustamante, Camilo Gantiva, Jorge Torrado
Angarita, Martín Carrizosa, Paola Vásquez, Juan Pablo González, José Federico Ustáriz, el
hoy Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, Francisco Gómez Rueda, María
Garrido, Ofelia Bermúdez, Fernando Silva, Daniel Rodríguez, Edgar Muñoz y Hugo Palacios
Mejía.

Competencia empresarial y antimonopolio: Mauricio Velandia, Alfonso Miranda, José


Miguel de la Calle, Felipe Mayorga, Hugo Palacios, Daniel Beltrán, Juan David Gutiérrez,
Nicolás Cardona, Jaime Velásquez, Ernesto Rengifo, Pablo Márquez y Gloria Montero.

Resolución de conflictos: Alfonso Hernández Tous, Javier Tamayo Jaramillo, Jorge


Suescún Melo, Eduardo Zuleta, Rafael Rincón, Carlos Bermúdez, Felipe Suescún, Ramiro
Bejarano, Pablo Jaramillo, Eduardo Weisner, Daniel Posse y David Yaya.

Comercio exterior: Nicolás Potdevin, Angela María Orozco, Martín Ibarra, Ximena
Lombana, Juan David Barbosa, Gabriel Ibarra, Diana Rodríguez y Santiago Wills.
Conflictos laborales: Antonio Malaver, Carlos Sánchez, Fabián Hernández, Juan Carlos
Gaviria, Juan Pablo López, Esteban Pizarro, Santiago Martínez, Nicolás Rico y Oscar Blanco
Rivera.

Impuestos: Carlos Alberto Restrepo, Carlos Mario Lafaurie, Juan Camilo Serrano, Juan
Pablo Godoy, Mauricio Rodríguez, Alfredo Lewin, Ciro Meza, Ignacio Vélez, Natalia
Guerrero, Sebastián Rodríguez Bravo y Ricardo Pérez Arango. Estos profesionales se
destacan en todos los aspectos tributarios, incluyendo arbitrajes y también por escribir textos
en materia de tributación colombiana e internacional, además de lograr ser conferencistas en
diversos escenarios.

Penalistas: Alejandro Cadena, Alfonso Cadavid Quintero, Carlos Castro Cuenca, Juan
Camilo Córdoba Escamilla, Juan Carlos Prías, José Fernando Mestre, Vicente Emilio Gaviria
y Víctor Zuluaga.

Fusiones & Adquisiciones: Camilo Cárdenas, Juan José Rodríguez, Luis Alfonso Barragán,
Sergio Michelsen y Dario Laguado.

Otros nombres: Daniel Londoño, de Gómez-Pinzón Zuleta; Andrés Hidalgo, de Lloreda


Camacho & Co; Mauricio Borrero, de Cardenas & Cardenas; Felipe Quintero, de Garrigues;
Andrés González Becerra, de Lewin & Wills; Julián Santos Rubino, de Holland & Knight y
Eduardo Varela, de Cavelier Abogados, quienes están por debajo de los 40 años.

¿Por qué los bufetes de abogados


tienen negocios a mil?
Detrás de cada gran operación, por grande o pequeña que sea, hay un bufete de abogados.
A juzgar por las transacciones, se nota que lo que tienen es trabajo.
¿Por qué los bufetes de abogados tienen negocios a mil? Foto: 123RF

Una prueba contundente de los buenos negocios que se hacen en el país proviene del sonido
de la caja registradora de los bufetes de abogados. Detrás de cada operación de adquisición
o fusión, emisión de bonos, litigio, práctica desleal o restrictiva de la competencia e,
incluso, la constitución de una oficina en el país de un grupo financiero hay un grupo de
abogados.

Solo en 2015 el negocio de fusiones y adquisiciones en el país llegó a US$2.400 millones y


podría desembocar en una cifra de US$6.300 millones en 2019, según un estudio de Oxford
Economics en asocio con el despacho Baker & Mckenzie.

En este frente, las expectativas son alentadoras, aunque también hay escollos por superar.
Sergio Michelsen, experto en fusiones y adquisiciones del bufete Brigard & Urrutia, afirma
que las empresas o fondos de inversión que buscan opciones en el país están a la expectativa
de dos hechos fundamentales: los efectos después de los diálogos de La Habana y el rumbo
que va a tomar el país tras la anunciada la reforma tributaria, que puede tener un efecto
decisivo en la inversión extranjera.

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“Sin embargo, la enorme liquidez que hay afuera hace que los inversionistas vean a
Colombia con buenos ojos. Por eso los fondos de capital privado miran activamente
empresas para adquirir, pero no tanto porque sean muy atractivas sino porque el vecindario
(América Latina) está muy enredado, como es el caso de Venezuela, Ecuador, Brasil y
Argentina, lo que hace que la Alianza del Pacífico sea el territorio donde pueden invertir. Es
más por default que invierten que por un verdadero interés”, destaca.

De manera paralela sobresalen los empresarios que quieren diversificar su negocio y ven
como una buena opción la oportunidad de crecer fuera. De ahí que se vea a los empresarios
colombianos haciendo inversiones en regiones que consideran afines, como
Centroamérica, Panamá, Chile, Argentina y posiblemente Ecuador.

En la tendencia internacional se observa un fenómeno de consolidación que no es ajeno a


América Latina, lo que lleva a una gran actividad en operaciones de fusiones y adquisiciones
en industrias como la farmacéutica y telecomunicaciones. “El mejor ejemplo es el sector
financiero: cuando uno mira el Grupo Aval, Bancolombia y Davivienda, son empresas
del sector a las que Colombia ya les queda pequeña y salen a invertir en otros países
por tamaño, familiaridad y competitividad”, comenta Michelsen, quien vaticina la
integración de multilatinas como un siguiente paso.

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Las operaciones

Sin embargo, las transacciones se desaceleraron en 2015 y los negocios más grandes del
año se dieron por cuenta de las consecuencias de fusiones internacionales y negocios de
multilatinas colombianas en la región.

Una de las más representativa fue la operación que permitió que la sudafricana SABMiller
fuera comprada por la belgobrasileña AB InBev, la mayor cervecera del mundo, en una
transacción cercana a los US$109.000 millones.

Si bien los negocios no fueron tantos como en los años anteriores, como consecuencia de la
desaceleración económica producto de la crisis minero-energética, hubo operaciones de
menor tamaño en sectores como educación, infraestructura y salud. Esto como consecuencia
de la devaluación del peso frente al dólar, que llevaron a que los fondos de capital analizaran
negocios en tamaño mediano en moneda local.

Otro de los grandes negocios fue la adquisición por parte del Éxito de la mitad de Pao
de Azucar en Brasil y Libertad en Argentina, en una operación por US$1.826 millones.

Pero quizá uno de los negocios de mayor envergadura que concluyó este año fue la venta a
Brookfield de 56,71% de la participación de la Nación en Isagen por $6,5 billones, así como
las subsiguientes ofertas públicas de adquisición (OPA) para los minoritarios que llevarían a
este fondo a quedarse casi con la totalidad accionaria de la generadora de energía.

Tampoco el sector financiero está exento de estas movidas. Corpbanca se centró en


consolidar sus operaciones en América Latina: la primera fue la adquisición del Banco
Santander y sus subsidiarias en Colombia. También se destaca la apertura de la oficina de
Sabadell en el país.

La infraestructura es así mismo protagonista: se destaca la asesoría en la estructuración de


las carreteras centro oriente con inversión de US$3.000 millones. También la estructuración
del esquema APP de hasta 100 colegios en el país.

Como estas muchas otras operaciones: la financiación para el proyecto de líneas de


transmisión liderado por ISA en Chile (Interchile), la adquisición por parte de Grupo Sura de
Royal and Sun Alliance Seguros Latinoamerica, la inversión en una participación accionaria
minoritaria en Bodytech por el fondo Catterton por US$42,1 millones y la venta de tarjetas
de crédito de Ripley al Banco Popular.

También se destacan operaciones como la venta de Archie’s a Alsea, la venta de 85% del
capital social de Expocredit al fondo Lizor, al igual que la venta de Abocol y Charleston (vea
en la página siguiente las principales transacciones de 2015 y lo que va de 2016).

La caja registradora sigue sonando. Y detrás de estas grandes operaciones están los
abogados.

Para este año

En 2016, el frente de competencia terminará como uno de los más dinámicos tras las
investigaciones de la Superintendencia de Industria y Comercio para atender posibles
actuaciones que afecten al consumidor. En emisiones de papeles en el mercado no se observa
un gran dinamismo, pero sí se espera un mayor movimiento en el frente de fusiones y
adquisiciones, dado que Colombia es un buen prospecto para los banqueros de inversión que
buscan oportunidades en América Latina.
https://www.dinero.com/edicion-impresa/caratula/articulo/bufetes-de-abogados-detras-de-
grandes-operaciones-economicas-en-colombia/225899

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