Sie sind auf Seite 1von 15

Diferenciación

del
conocimiento

Formas de
Pensamiento en
la Humanidad

1
Diferenciación del
conocimiento
Creer, saber y conocer

En esta sección nos ocuparemos del creer, del saber y del conocer.
Intentaremos poner en evidencia sus diferencias, sus semejanzas, sus
implicancias y relaciones. Vamos a tener en cuenta conceptos como
creencia, conocimiento, justificaciones y razonamientos. Comenzaremos
con una de las nociones más básicas: la creencia.

¿Qué es creer? ¿Qué implica creer?

En primer lugar diremos que creer, en un sentido restringido quiere decir


tener algo por verdadero sin estar seguro de ello ni contar con pruebas
suficientes. Siguiendo esto, podemos decir que equivale a suponer,
presumir, conjeturar, pero no a tener certeza.

En sentido general, creer, significa tener un enunciado como verdadero,


aceptar la verdad y realidad de algo sin dar a entender que mis pruebas sean
o no suficientes.

¿Por qué Juan (J) cree que (p)?

Se pueden distinguir tres maneras para responder a la pregunta:

1) Una de esas maneras es la que se da por antecedentes, es decir, aquellos


que colocaron a Juan en situación de aprehender p al modo como Juan la
adquirió. Hace referencia principalmente a la génesis de la creencia, a
aquellas circunstancias, hechos sociales, culturales o psicológicos
relativos a Juan. Para decirlo en otras palabras, remite a un pedazo de la
biografía, a un fragmento de la historia del sujeto Juan.

2) La segunda manera para contestar a esta pregunta, es considerando los


motivos que llevan a Juan a aceptar p, explicando la función que tiene la
aceptación de esa creencia en la realización de los deseos, las intenciones
y necesidades de Juan. Este punto se refiere a los supuestos y
consecuencias psicológicos de la creencia acerca de la personalidad de
Juan.

3) El tercer punto, y el que nos llevará a explicar lo que es el conocimiento y


el saber, es el que explica las razonesde la creencia. Este aspecto señala

2
las razones que tiene Juan para considerar que p existe, señalando la
justificación que Juan da a sus creencias y mencionando las relaciones
entre la creencia de Juan y otras creencias u operaciones cognoscitivas,
operaciones que tiene que realizar Juan para tener a p por existente en
el mundo y ciertas características de p por las que resulta verdadera para
Juan, es decir, remite a lo que se denomina Teoría del Conocimiento,
cuestión, esta última, que analizaremos más adelante.

Estos tres motivos que se pueden encontrar y analizar en cada una de las
creencias, son compatibles ya que ninguna excluye a la otra. Toda creencia
tiene antecedentes puesto que fue adquirida, motivos porque forma parte
de una estructura psíquica y razones puesto que consiste justamente en
tener por existente el objeto de la creencia.

Para comprender lo que significa conocer, hablaremos ahora de las razones


que tiene una persona al momento de creer en algo, es decir, aquello que
hace que para Juan, siguiendo el ejemplo anterior, sea verdadera o más o
menos probable, la proposición p.

Las razones son las relaciones que le aseguran al sujeto que su acción se
adecua y está determinada por la realidad. En este sentido, la razón práctica,
es un tipo de razón que está dirigida a conectar las creencias con nuestras
acciones en el mundo. Por ejemplo: tengo ganas de tomar mate. Creo que
el mate se encuentra en la cocina o muy probablemente se encuentre ahí.
Para satisfacer mis ganas de tomar mate, la creencia que se seguiría es que
debo ir a la cocina a buscarlo.

Por lo general, este tipo de razones contiene dos elementos: un querer, que
es el fin que nos proponemos con la acción, y una creencia de que la acción
contribuye a lo que queremos. En este sentido si mi querer se dirige a tomar
mates, y tengo la creencia de que el mate se encuentra en la cocina, también
tengo la creencia de que dirigiéndome hacia allá, podré lograr el fin que me
propuse.

Si no tuviera ningún tipo de creencia en relación a dónde podría encontrarse


el mate, quizás no hubiera actuado con tanta certeza.

Si efectivamente, vamos a la cocina y encontramos el mate, sucede que


probablemente cada vez que nos surja el mismo deseo intentaremos con la
misma acción, lo cual, siguiendo a Peirce implica que aquellas creencia que
guían nuestras acciones y deseos, también es un indicativo de más o menos
seguro de que en nosotros se estableció un cierto hábito que determinará
nuestras acciones.

3
Para dar un paso más hay que sumarle al concepto de razón que justifica la
creencia de un sujeto, el concepto de justificación. Este último, hace
referencia a las razones teóricas por las que consideramos verdadera una
creencia. Sin embargo hay una característica que diferencia a las razones de
la justificación y es que si bien las razones en el sentido en el que las
mencionábamos antes pueden ser a su vez otras creencias, la justificación
no puede ser a su vez una creencia.

Para aclarar este punto diremos que la justificación (basada en razones


teóricas) es un proceso a través del cual se realiza una operación mental por
la que inferimos una proposición de otra y damos razón de una creencia por
la cual la consideramos verdadera. La justificación intenta responder a la
pregunta acerca del por qué de la creencia y es por ellos que se puede
entender de dos maneras: decimos que constituye una conexión causal, es
decir aquella que se da entre hechos; o como una conexión lógica, y ésta
tiene lugar entre proposiciones.

Por lo general, las razones teóricas sobre las que se fundamenta la


justificación, no son creencias, sino que se basan en hechos de la realidad o
en proposiciones comprobables o verificables.

Las razones guían nuestra acción en el mundo. Por lo general actuamos con
la tranquilidad de que tenemos razones más o menos seguras que son
proporcionadas por las creencias sin necesidad de estar fundadas en
razonamientos totalmente coherentes y objetivos. La justificación es una
expresión lógica o causal (si se quiere científica) de que aquellas acciones
que tenemos frente al mundo están fundadas en presupuestos teóricos que
proporcionan razones coherentes, explicadas y sistematizadas acerca de lo
que creemos, convirtiendo la simple creencia en un saber. Para ilustrar la
diferencia entre justificación y razón podemos pensar el siguiente caso: yo
puedo tener la creencia de que hoy va a llover; esa creencia tiene
consecuencias en mi vida práctica, por ejemplo salgo con un paraguas a la
calle. Sin embargo, no podría decir que tengo una justificación de esa
creencia; en cambio, el servicio meteorológico que también afirma que va a
llover sí la posee, ya que ha fundamentado esa creencia en base a datos
empíricos precisos (mediciones de temperatura, humedad, presión
atmosférica, entre otros) y a presupuestos teóricos que determinan
relaciones causales (por ejemplo, que a una determinada temperatura y una
determinada presión atmosférica hay altas probabilidades de que llueva).

¿Qué es saber?

El paso siguiente es diferenciar la creencia del saber, la segunda noción de


la que vamos a hablar. Saber implica creer, ya que no se puede saber sin

4
tener al mismo tiempo algo por verdadero. Si alguien sabe que p también
cree que p. Si sé algo no puedo menos que creer en ello. Todo saber implica
creencia, pero no toda creencia implica saber.

Para decir que sabemos algo son necesarias tres condiciones:

1) Para que Juan sepa que p es necesario que Juan crea que p.
2) Que corresponda a la realidad, es decir, sólo a las creencias que
consideramos verdaderas llamamos saberes.
3) Tener razones suficientes que justifiquen la creencia.

El saber entonces, es creencia verdadera y justificada. Pero lo que va a


diferenciar el saber de la tercera noción de la que vamos a hablar a
continuación – el conocimiento- es que, para usos prácticos, aplicamos
“saber” a ciertas creencias que podríamos llamar razonables, porque están
basadas en razones sólidas que bastan para darnos la confianza de que, de
someterlas a examen minucioso, se confirmarían como suficientes. Las
necesidades prácticas de nuestra vida requieren que no nos detengamos a
examinar con cuidado cuáles serían razones suplementarias de un saber y
nos tengamos que contentar con las más obvias. Podemos querer lograr con
éxito en una acción específica, vinculada con un fin concreto; entonces
queremos saber para que nuestra vida práctica se adecue a la realidad y nos
permita alcanzar ese fin particular. Tenemos interés también en orientarnos
en el mundo en forma permanente de manera de asegurar el cumplimiento
de los fines que nos propongamos con acciones distintas. El acierto de mi
acción en mi vida cotidiana exige que dé por suficientes algunas de las
razones en las que se basan mis creencias que guían la práctica, con lo cual
no dudamos en considerar como saberes aquellas creencias razonables que
bastan para lograr una acción exitosa en las circunstancias particulares de la
vida diaria. El número de razones que consideramos, variará en cada caso
con el interés en que nuestra acción esté más o menos firmemente
encadenada a la realidad. Lo que queremos expresar con esto es que
habitualmente usamos la palabra “saber”, y no tanto conocer, para
relacionarlo con cuestiones prácticas, ya que éste es su matiz particular. Por
ejemplo: decimos que sabemos que va a llover porque hay nubes
tormentosas y por ello llevaremos un paraguas cuando salgamos, pero como
dijimos anteriormente al no estar justificada rigurosamente (como en el caso
del servicio meteorológico) no podríamos decir que es un conocimiento, por
más que estemos en lo cierto.

¿Qué es conocer?

Con esto damos lugar a la tercera noción, que es la del conocimiento.


Conocer es un proceso mental para el cual es necesaria la existencia de un

5
sujeto cognoscente y un objeto cognoscible para lograr establecer una
relación entre ambos. Es un proceso a través del cual el sujeto sale de sí, se
dirige al objeto para aprehender sus determinaciones, se centra en las
cualidades que tiene el objeto y, finalmente, vuelve a sí con el objetivo de
obtener una imagen del objeto, una idea o un concepto que reproduce esas
determinaciones. El sujeto es modificado por el objeto – puesto que una vez
que captó al objeto, ha obtenido un conocimiento de él que no tenía-
mientras que el objeto no padece modificación alguna.

Podemos hacer una distinción entre cuatro tipos de conocimiento:


 conocimiento intuitivo
 conocimiento mediato
 conocimiento apriori
 conocimiento a posteriori

El conocimiento intuitivo es aquel conocimiento inmediato. La inmediatez


para los empiristas está en la sensación mientras que para los racionalistas
está en la intelección. Está definido como la aprehensión inmediata de las
experiencias internas o externas.

El conocimiento mediato, por su parte, se realiza por medio de una serie de


razonamientos e inferencias, por ejemplo, el conocimiento lógico que se
desarrolla a partir de ciertos principios.

El conocimiento a priori expresión que significa “antes de” o “previo a”, es


el conocimiento sobre el que más ha hablado el filósofo alemán Immanuel
Kant refiriéndose a aquel conocimiento que es independiente de la
experiencia. Se trata de formalidades provenientes del sujeto y están
presentes en el acto intelectivo y actúan sobre una materia empírica dada
en la sensación. Para este tipo de conocimiento se utiliza solamente la razón
y su validez es de carácter universal y necesario.

Por último, el conocimiento a posteriori que significa “después de”, es el


conocimiento que, siguiendo a Kant, depende de la experiencia; depende de
la observación y de la experimentación. A diferencia del conocimiento a
priori, su validez es limitada y probable.

Conocer es, entonces, la actividad mediante la cual el ser humano se apropia


del mundo que lo rodea. Esta apropiación es una captación intelectual, un
proceso en el cual intervienen aspectos biológicos (como condición de
soporte), lingüísticos, culturales, sociales e históricos.

El conocimiento está determinado por dos dimensiones: la sensible y la


intelectual. Aun cuando se puede hacer una distinción entre ellas, cabe
aclarar que mantienen una conexión necesaria al momento de conocer.

6
Si bien parece claro este proceso, diversas teorías intentan dar una
explicación respecto a la verdad del conocimiento. ¿Qué significa que un
conocimiento sea verdadero? Sin embargo, para poder responder a esta
pregunta, previamente es necesario definir qué significa verdad.

Si decimos, por ejemplo, que un conocimiento se puede expresar en


proposiciones descriptivas, esto significa que su descripción de lo que dice
que pasa, coincide con lo que realmente pasa. En este punto estamos
refiriéndonos a un concepto de verdad como correspondencia o coincidencia
entre lo que se dice y el hecho al que se refiere. Decir: “está lloviendo”, será
verdadero si efectivamente está lloviendo. Parafraseando a Aristóteles, la
verdad en este sentido es decir de lo que es que es, o de lo que no es que no
es; decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, eso es la mentira.
Con esto queremos decir que si la proposición que expresa una descripción
de lo que ocurre, corresponde con lo que de hecho pasa en la realidad, esto
es juzgado como un tipo válido de verdad.

Por otra parte, hay que diferenciar este tipo de verdad con otro en el cual
decimos que la realidad de un sistema es coherente y una proposición es
verdadera si no se contradice con las demás que integran el sistema sino
que, por el contrario, se sustenta en las demás proposiciones que lo
componen y contribuye a volver más sólido el sistema; este concepto
engloba lo que se denomina la noción de verdad como coherencia. Un
ejemplo clásico de este tipo de verdad es el siguiente: si decimos que “todos
los hombres son mortales” y afirmamos que “Pedro es hombre”, de esto se
sigue que “Pedro es mortal”. Podemos ver que la verdad de esta última
proposición se deriva de un correcto razonamiento a partir de los principios
establecidos. Para que esto sea verdadero implica que no haya contradicción
dentro del sistema.

Finalmente, un tercer concepto de verdad, es el de verdad como utilidad o


pragmático. Con este tercer concepto podemos pensar en aquellos casos en
los que se acepta algún tipo de teoría como verdadera, sin necesidad de
precisar más detalles acerca de su fundamentación pero que el
sostenimiento de la misma nos proporcionaría cierta utilidad para nuestro
desenvolvimiento, es decir, que nos proporciona efectos prácticos. Un
ejemplo de ésta puede ser el siguiente: el funcionamiento de la ley de
gravedad, se sostiene como una verdad. En este sentido, nos proporciona
efectos prácticos que ayudan a mantenerla como pie de otras teorías que
sin más que la descripción que proporciona dicha ley, le otorga una base
para poder resolver problemas teóricos relacionados con la física, para
fundamentar los fenómenos del mundo y sus proposiciones. Por ejemplo,
cuando uno lanza un objeto desde determinada altura, la ley de la velocidad,

7
ya da por sentada la existencia del fenómeno de la gravedad. Es en esto en
que radica su utilidad.

La fundamentación. El paso que sigue y que se encuentra en estrecha


relación con lo que expusimos más arriba, y que nos acercará más a la noción
de conocimiento verdadero, es el relacionado con el tipo de fundamentación
sobre el que se apoya el conocimiento, es decir, los criterios sólidos sobre
los cuales diremos que algo se constituye como conocimiento válido.

A estos fundamentos los dividiremos en cuatro. El primero es aquel


proporcionado por la experiencia sensible; nuestros sentidos nos dan un
conocimiento empírico directo, pero a veces no puede traducirse en una
experiencia general, ya que es personal e intransferible. Por ejemplo cuando
decimos: “los vinos de esta bodega son más dulces porque los probé”. El
segundo es el razonamiento formal de base no empírica; es un tipo de
fundamentación más rigurosa y no se fundamenta en la experiencia sino que
se expresa mediante cálculos y es verdadero según un sistema en el cual las
verdades se prueban por procedimientos formales; un ejemplo es: “la suma
de los ángulos internos de un triángulo es de 180°”. El tercero es el criterio
de la autoridad; este método de fundamentación se basa en apelar a un
especialista y fundar la verdad de nuestro conocimiento en su palabra. Por
último, el criterio de la fe, el cual consiste en creer determinada afirmación
por la propia fuerza del espíritu; el ejemplo más claro respecto a este punto
es el de la religión. Esta última forma de fundamentación, junto con la que
se basa en la apelación a la autoridad, no es considerada válida para el
conocimiento científico.

Tabla 1: Conocimiento y fundamentación

Conocimiento Fundamentos para reconocer o


negar la validez
Experiencia sensible y directa Sentidos
Procedimientos formales
Razonamiento formal despegados de la experiencia
sensible.
Autoridad de la fuente Apelación a un especialista
Fe Creencia religiosa

Fuente: elaboración propia.

El objetivo de la fundamentación diremos que consiste en presentar ciertos


conocimientos como sólidos. Si bien el conocimiento puede quedar
restringido al ámbito personal, siempre está expuesto de forma que los

8
demás integrantes de la comunidad puedan acceder a él y pedir buenas
justificaciones y fundamentaciones sobre las cuales se apoya éste para
considerarlo como válido. De aquí que las fundamentaciones variarán en
relación al tipo de conocimiento al que hagamos referencia y resultarán
suficientes. Es decir, si queremos tener un conocimiento sobre algún tipo de
religión no será menester preocuparse por conseguir fundamentos
empíricos, sino que a través de la fe uno podría justificar y basar este tipo de
conocimiento. Pero como dijimos más arriba, si queremos establecer un
conocimiento científico no podrán servirnos solamente éstas como base,
sino que será necesario recurrir a fundamentos de la experiencia sensible o
a un tipo de razonamiento formal.

Pensamiento dóxico y conocimiento científico.


Platón (427 - 347 a. C.) y los demás filósofos griegos distinguieron, según su
grado de profundidad y su relación a la verdad, entre doxa y episteme.

La doxa u opinión, es un conocimiento superficial, parcial y limitado, y está


vinculado a la percepción sensorial. Se trata de un conocimiento
fenoménico, ya que trata sobre las apariencias y por ello es engañoso y a
veces, falso. Por lo general es un conocimiento asociado al sentido común,
al saber vulgar, en contraposición con el conocimiento científico. Es por ello
que tiene un carácter acrítico y asistemático.

La episteme, en contraposición con la doxa, se asocia al conocimiento


científico. Era, para los griegos, un saber especializado como el que se
atribuye hoy a la ciencia. Una de las características de este conocimiento es
que se constituía como necesario ya que trataba de las causas y de los
fundamentos de las cosas. Otra de las características es la objetividad, y con
esto hacemos referencia a que depende de la naturaleza misma y no de
nuestras construcciones subjetivas. En tercer lugar, es sistemático, porque
se organiza de acuerdo con parámetros racionales y lógicos. A diferencia de
la doxa, este conocimiento es explicativo, sistemático, metódico y crítico. El
significado de episteme ha cambiado a lo largo del tiempo, pero su
aspiración inicial fue alcanzar un conocimiento cierto, verdadero y bien
fundamentado; también riguroso, organizado y exacto.

El saber vulgar está asociado con la creencia; es adquirido a través de la


experiencia y no tiene un objeto en particular al cual estudiar. A menudo
consiste en una serie de afirmaciones no comprobadas ni sistematizadas en
un razonamiento. El conocimiento científico, por su parte, se caracteriza por
tener un objeto de estudio particular y una mirada específica respecto a
éste. Debe organizarse de manera que una proposición se concluya de otra
de un modo coherente, es decir, sin contradicciones.

9
Conocimiento fáctico y conocimiento formal
A lo largo de su historia el hombre ha intentado conocer el mundo y
entenderlo. Esto constituye, podría decirse, la característica fundamental
del hombre en tanto que es un animal que razona y que puede interrogarse
acerca de lo que ve, siente, experimenta y lo que le acontece. Para poder
responder a algunas de las preguntas y buscar explicar qué es aquello que
constituye su mundo, creó lo que se llama ciencia, entre otros saberes, que
constituyen un cuerpo de ideas que se caracteriza por ser racional y como
dijimos más arriba, sistemático, exacto y falible. A través de este
conocimiento, el hombre alcanzó una reconstrucción conceptual del mundo.
El conocimiento científico es un sistema de ideas establecidas y una
actividad productora siempre de nuevas ideas.

Definida así, podemos hacer una distinción entre el conocimiento fáctico y


el conocimiento formal, dentro de las cuales ingresarán algunas disciplinas
según sus propias características.

Antes de comenzar con una descripción de cada una de ellas, diremos que
la palabra fáctico proviene de la palabra factum que significa “hecho” y hace
referencia a las ciencias de lo real; en cambio la palabra formal viene de
“forma”, es decir, los números, las figuras geométricas, las relaciones entre
símbolos, y que no se encuentran en la realidad.

Siguiendo la caracterización que hace Mario Bunge, filósofo de la ciencia,


sobre las Ciencias Formales y las fácticas explicamos que: la Lógica y la
Matemática son conocimientos formales, es decir, son racionales,
sistemáticos y verificables, pero no son objetivos ya que no nos
proporcionan información acerca de la realidad. Tratan sobre ideas que sólo
existen en la mente humana, ya que no tienen un objeto de estudio
existente en la realidad. Por ejemplo: los números no existen en la realidad,
sino sólo en nuestra mente. Sus objetos no son cosas ni procesos. Sin
embargo, se aplican a la realidad, ya que otras disciplinas como la Física, la
Química y la Economía, por ejemplo, recurren a la Matemática o a la Lógica
para explicar algunas relaciones complejas entre los hechos. Se emplean en
la vida cotidiana y en las Ciencias Fácticas (las cuales se oponen)
estableciendo contacto con la realidad a través del lenguaje.

La distinción entre Ciencias Formales y Fácticas tiene en cuenta no sólo la


diferencia respecto de su objeto, sino también sobre los enunciados sobre
los que se establecen y el método que utilizan. Los enunciados formales se
basan en relaciones entre signos y los fácticos se refieren a sucesos y
procesos. En relación al método que utilizan, las formales utilizan la Lógica
para dar prueba de la veracidad de sus enunciados y demostrar sus
teoremas. Las fácticas tienen que acercarse a los hechos y mirarlos, recurrir

10
a la observación o al experimento para ver en qué medida sus hipótesis se
adecuan a la realidad.

El método de las Ciencias Formales es la deducción. La verdad en


Matemática consiste en la coherencia del enunciado con el sistema
establecido previamente, por tanto, es relativa a ese sistema. Por ejemplo:
una proposición que es válida en una teoría puede dejar de ser verdadera en
otra teoría. En las Ciencias Fácticas, los enunciados deben poder verificarse
en la experiencia. Se requieren datos empíricos para poder afirmar que un
enunciado es verdadero, con lo cual se hace necesario un método inductivo,
es decir, que parta de la experiencia.

Tabla 2: Distinción entre ciencias fácticas y formales

Ciencias Objeto Método


Fácticas Hechos Verificación empírica
Formales Entes formales Deducción, razonamientos
lógicos

Fuente: elaboración propia.

Ahora brindaremos algunas de las características que tiene el conocimiento


fáctico. En primer lugar diremos que parte de los hechos, intenta
describirlos. En segundo lugar, selecciona los hechos que considera
relevante la experiencia la colectiva y la teoría; los explica por medio de
hipótesis, y si es necesario inventa conceptos. En tercer lugar es analítico.
Esto quiere decir que trata de descomponer todo en elementos, en sus
componentes y explicar sus interconexiones. Sus resultados son generales y
el análisis contribuye a construir teorías. En cuarto lugar, este tipo de
conocimiento es especializado y ésta es una consecuencia del enfoque
analítico. Pero aun siendo especializado, esto no impide tareas
interdisciplinarias, es decir, el trabajo en conjunto de varias disciplinas cada
una con su objeto en particular. En quinto lugar, es claro y preciso, a
diferencia del conocimiento vulgar. Para lograr la precisión define la mayoría
de sus conceptos, evita los errores creando lenguajes artificiales y procura
siempre medir y registrar los fenómenos. En sexto lugar es comunicable y
expresable en público, gracias a la precisión, lo cual posibilita la
verificabilidad de sus resultados.

11
Figura 1: Conocimiento científico

Fuente: elaboración propia.

Para resumir las demás características del conocimiento fáctico,


resaltaremos las siguientes: este conocimiento es verificable a través de la
experiencia; es legal en el sentido de que busca establecer leyes de la
naturaleza y de la sociedad para aplicarlas; es un conocimiento predictivo y
esto constituye una manera eficaz de poner a prueba las hipótesis; y en
último lugar diremos que es útil, ya que busca la verdad y busca proveer de
herramientas para el manejo del hombre en la práctica, es decir, tiene una
asociación directa con la tecnología y la creación de instrumentos que le
posibiliten un mejor acceso a la naturaleza para su conocimiento y
explicación.

Filosofía y Ciencia
En esta parte trataremos de esclarecer las diferencias en los términos
“Ciencia” y “Filosofía” que a lo largo de la historia trajo controversias y dudas
sobre si la tarea y el discurso filosófico podían constituir una ciencia en
sentido estricto del término. También se asoció la distinción entre Filosofía
y ciencia a la distinción entre doxa y episteme, respectivamente.

Si bien ambos son discursos racionales, es decir, que dejaron atrás el


discurso mítico y poético que predominaba en la época antigua, el
conocimiento científico se caracteriza por dar explicaciones sobre los

12
hechos, por tener un objeto de estudio delimitado según el ámbito que
trate, logrando recortar la realidad que va a estudiar. La utilización de un
método también es propio de la Ciencia, lo cual le proporciona rigor a sus
estudios y sistematización en el avance del conocimiento, así como la
posibilidad de predecir y anticipar hechos a través de sus explicaciones. Es
un tipo de conocimiento que crea Teorías Abstractas pero que la
característica de la intersubjetividad permite que sea comunicable y
comprobable para cualquier sujeto. Algunos de los aspectos esenciales de la
Ciencia son:

 Posee conceptos epistémicos, un conjunto de nociones que se refieren a


las actividades de conocimiento y que sirven para describirlas.
 El interés que motiva a conocer es el dotar de sentido a nuestra acción
en el mundo.
 Los sujetos de conocimiento son los miembros de una comunidad de
conocimiento socialmente condicionados.

Por su parte, el trabajo de la Filosofía en tanto que disciplina racional, es el


de la clarificación, distinción y sistematización de los términos hasta llegar a
un sistema ordenado de conceptos definidos con cierta precisión. Busca dar
una explicación de la realidad en su totalidad. Una de las características
fundamentales de la Filosofía es que no parte de un conjunto de verdades
ya establecidas a partir de las cuales desarrollar sus teorías, sino que es una
actividad crítica aplicable a cualquier saber teórico o práctico. En este
sentido, al abarcar cualquiera de los demás discursos y poder analizarlos,
adquiere la categoría de metadiscurso. Al filósofo le interesa conocer la
totalidad de lo que existe, y como no parte de verdades universales y
sostenidas por todos, cada una de las Teorías Filosóficas es una manera de
ver la realidad y de darle sentido. No han desarrollado métodos rigurosos
como sucede en el ámbito científico, pero sus intereses principales están
puestos en que sus desarrollos sean expuestos con buenos argumentos y
capacidad explicativa.

Algunas características del discurso filosófico:

 El discurso filosófico clarifica los términos lo cual conduce a una


precisión de los conceptos y a una determinación del objeto.
 Por su parte, la distinción de los conceptos implica su delimitación
respecto de otros conceptos.
 El discurso filosófico también tiene como tarea fundamentar la realidad,
saber en qué se basan nuestros conocimientos del mundo, cómo y por
qué conocemos.
 La Filosofía es una disciplina totalizadora en el sentido de que tiende a la
universalización de las teorías; toda la realidad y el pensamiento es

13
abarcado por la Filosofía, puede preguntarse cuestiones científicas
como también políticas y metafísicas a la vez.
 Se encuentra relacionada con la práctica porque, como dijimos en el
punto anterior, trata de problemas políticos, sociales, religiosos, entre
otros, y sus soluciones se refieren a derribar prejuicios para despejar el
camino y construir nuevas alternativas.

La Filosofía no es una ciencia en el sentido de que no descubre nuevos


hechos ni explica su comportamiento, sino que su pregunta es por la verdad
y la justificación de las creencias.

14
Referencias
Copi, Irving (1962) Introducción a la lógica. Buenos Aires: Editorial Universitaria de
Buenos Aires.

Alchourrón, C.; Mendez, J. (1995) Lógica. Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía.


Madrid: Trotta.

Villoro, L. (1982) Creer, saber y conocer. México: S XXI.

Carrillo Armenta, J. (2010) Hume, el futuro como pasado. En La gaceta de la


Universidad de Guadalajara. Recuperado de:
http://gaceta.udg.mx/G_nota1.php?id=7566

15

Das könnte Ihnen auch gefallen