Sie sind auf Seite 1von 208

1 0 2 0 0 2 8 8 4 5

LOS

i l i B e i i a r i G o ^
POEMA ALEMÁN

< g 9 3 2 j p
Bsp, •
BIBLIOTECA VERDAGUER
•• ^m^^

L O S N I B E L U N Ö S

POEMS, ALEMAN I
• kSSMJBS
V E R S I Ó N C A S T E L L A N A ^ ]3N E R O :

j g M g m
D .

ILUSTRACIONES DE

Schnorr de Carolsfeld, Bendenmann, Hühner y Bethel.

FOTOGRABADOS DE C. VERDAGUER.

B >nJ r^rT7 flH

DE ri'iS"^ ifON
1
WH'^- - - -J j

"BARCELONA
C. V E R D A G U E R , IMPRESOR-EDITOR
CALLES D E L L U L L V C E R D E K A , ( E N S A N C H E )

1883
INTRODUCCIÓN

P h s ^ : ;»

I I S FONDO E los monumentos literarios que se per-


RICARDO C0VARRUBIA3 petúan á través de los siglos brotan fuen-
tes históricas de la mayor importancia:
allí resaltan las costumbres de la época en
que aparecieron, nos dan á conocer las for-
mas del lenguaje que entonces se empleaban
Queda hecho el depósito que previene la ley para os efectos de propiedad. y como ¿si tuvieran la limpidez del espejo se
reflejan en ellos los sentimientos que anima-
ran á los héroes que en él se agitan, pues
por embellecida que se encuentre la natura-
leza por el arte, es siempre la naturaleza, y
la vista deshaciendo el artificio, vé sin ¿1
la ruda forma y el duro contorno. Esta sola
consideración bastaría para que á pesar de la
fatiga que produce, no se descansara en el.es-
tudio de los antiguos poemas y entre estos
hay que conceder un señalado lugar al que
abre el ciclo épico de la literatura germáni-
ca, más nombrada que conocida, más aplau-
dida que estudiada.
La afición y el buen "deseo, ya que no las
propias fuerzas, son los móviles que nos han
llevado á aceptar el encargo de hacer una
versión castellana de 'esta obra gigantesca y
si al frente de ella ponemos breves frases,
van encaminadas no á encubrir nuestra insu-
ficiencia, sinoá declararla, pues el detenido
estudio que hemos hecho , nos ha convenci-
do de cuan grandes son las dificultades que la
empresa ofrece y cuan agudos son los esco-
llos en que se ha de tropezar. Cúmplenos
r
J
antes de dar comienzo á la tarea, exponer el asunto de esta obra H autor de Los Nibelungos es tan ignorado como el de los can-
que es admiración de todos y enunciar las^principales cuestio- tos populares. ¡ Cosa extraña ! casi siempre se ignora quien es
nes que con respecto á ella han ocurrido. No conocemos frases el autor de los libros más admirables, de los edificios y de los
que del poema dén tan exacta idea, como las que el espiritual más nobles monumentos del arte. ¿ Cómo se llamaba el arqui-
Heine le ha dedicado ; el crítico mordaz que según confesión tecto que imaginó la cúpula de la catedral de Colonia? Quién
propia se había hecho un nido en la peluca de Voltaire; aquel ha pintado bajo aquella cúpula el frente de altar en 4 que la
inefable madre de Dios y los tres reyes están pintados de una
aleman que á fuerza de vivir en Francia, consiguió desposeer-
manera tan admirable? ¿ Quién ha escrito ese libro de Job que
se de la pesadez que á muchos críticos compatriotas suyos
ha consolado á tantas generaciones de hombres doloridos? Los
caracteriza, pero que por haber nacido entre las brumas del
hombres tienen el don especial de olvidar muy fácilmente el
Rhin no llegó nunca á ser tan ligero como no pocos franceses
nombre de sus bienhechores; los nombres de los buenos y no-
acostumbran serlo, después de extrañar el furor que el cono- bles que han trabajado por la felicidad de sus conciudadanos
cimiento del poema despertara, declara francamente cuan poco se encuentran muy rara vez en boca del pueblo ; su persistente
comprensible será siempre para los hijos de esta raza latina. El memoria no conserva más que el nombre de sus opresores y
lenguaje en que está escrito, dice, les será incomprensible; de sus crueles héroes de guerra. El árbol olvida al silencioso
es una lengua de piedra y los versos son cantos rimados. Acá jardinero que lo ha preservado del frío, que lo ha fegádo en la
y allá en los intersticios se ven crecer flores hermosas, rojas sequía que lo ha protegido de los animales dañinos^pero con-
como la sangre, por entre las que se escapa la yedra trepadora serva fielmente los nombres que han grabado en su corteza con
asemejándose á largas lenguas verdes. Menos'[posible es aún un acero cortante y los trasmite á las generaciones futuras en
que podáis formaros idea de'las pasiones gigantescas que en el caractéres cada vez mayores.
poema se agitan. Figuraos una noche clarísima de estío, las es-
trellas pálidas como la plata, grandes como el s o l , fulguran Efectivamente nada tan cierto, el autor del Interine^ lo ha
en el azul del cielo; todas las catedrales góticas de Europa pa- dicho y el poema lo acredita; nada tan feroz como la Venganza
recen haberse dado cita en una extensa llanura y entre aquella de Crimilda y nada tan salvaje como el furor de Hagen , mas
multitud de colosos, aparecen tranquilamente el monasterio en este salvajismo, en aquella ferocidad, hay rasgos que llegan
de Strasburgo, la cúpula de Colonia, el campanario de Floren- a lo sublime y que revelan un poderoso genio en el ignorado
cia la catedral de R o u e n , la aguja de Amiens y la iglesia de autor á quien se deba el poema.
Milán, que se agrupan alrededor de la bella Notre Dame de De la misma manera que lleva el título de « La Desgracia de
París y á la que hacen galantemente la corte. Verdad es que su ios Nibelungos » (Das Nibelungen not) podría llevar e f de « La
marcha sería un poco pesada, que algunos se inclinarían de mala venganza de Crimilda» y aun más propio seria, pues esto es lo
manera y que muchas veces acudiría la risa á los labios al pre- que forma el asunto principal del poema. Los celos de dos mu-
senciar aquellos trasportes amorosos, más esta burla cesa desde jeres, mejor dicho, la rivalidad que estalla entre ellas, es la
el momento en que enfureciéndose se atrepellan los unos sobre causa ocasional de la catástrofe que espanta : Crimilda, la dulce
los o t r o s , la sonrisa se apaga cuando Notre Dame elevando los y sencilla jóven que quiere preservar su corazón y no sentir
brazos hasta el cielo, coge repentinamente una espada y cercena amor porque muchas veces éste tiene por continuación el su-
la cabeza al más grande de aquellos colosos. Pero ni aun asi frimiento, se hace al fin esposa del sin par guerrero Sigfrido,
podréis formaros una idea de los principales personajes del poe- lieroe digno de la mayor estima, que ha realizado cuantas prue-
ma de los Nibelungos ; no hay torres tan altas, ni piedras tan bas le exigieran y que por último ayuda á su cuñado Gunter
v duras como el feroz Hagen y la vengativa Crimilda. para q u e logre vencer á Brimequilda, última encarnación de la
¡ ¿ Quién ha compuesto este poema ? añade el ilustre crítico W-alquine, que no entregará su mano sino al guerrero que la
derrote y dará muerte al que quede derrotado. Efectivamente
pudiera hacer y se reunieron en cátedras para explicar y comen-
hay concepciones que nos sorprenden y nos extrañan: una
tar el más antiguo poema germánico de la edad media : lo han
mujer hermosa y arrogante que hace depender su posesión de
dividido y fraccionado, lo han considerado desde todos los puntos
la violencia, es para nosotros un monstruo que inspira repug-
de vista y casi una biblioteca podría formarse con lo que acerca
nancia , pero ¿ qué hubiera sido para un germano de aquellos
de él se ha escrito ; tiene aquella nación un naturalista que se
cuya presencia sola bastaba para contener á las legiones roma-
pasó cinco años estudiando un insecto , un escriturario que en
nas, la mujer de nuestros días? Esta manera de expresarnos
dos lustros no pasó del quinto'versículo del Génesis , un critico
podría hacer creer que era preferible para nosotros la mujer
que en ocho años explicó los diez primeros versos' de Homero
bárbara que sobre el carro de guerra combatía por si y por los
y nos tememos que algún nibelungófilo después de larga inves-
suyos; no es así, pero jamás ocultaremos que nos causa admi-
tigación , aplique el microscopio y nos diga qué fibras tiene el
ración. Brunequilda ocasionando que por el amor á su esposo
viejo pergamino en que con ininteligibles caractéres están des-
•surja la discordia, haciendo que en el afán de su venganza
critas sangrientas escenas con las qu§ nos sucede lo que con el
aparezca el perverso Hagen y Crimilda sufriendo el dolor"hor-
precipicio, nos espantan pero nos atraen. Es lo cierto que á
rible que le causa la pérdida de su esposo a m a d o , acechando
pesar de tan rudo e m p e ñ o , se ha conseguido bien poco y sub-
constantemente la ocasión de vengarlo, son mujeres talladas en
sisten casi todas las cuestiones que desde el principio se origi-
mmfensas rocas graníticas, figuras tan violentas que al mismo
naron.
Miguel Angel hubieran hecho retroceder, máxime cuando se
El nombre que lleva , ha dado lugar á 110 pocas , pues con
presentan en un cuadro cuyo segundo término. tiene colosales
efecto el titulo de Nibelungos no puede en realidad decirse que
proporciones. Querer detallar ahora el poema, analizar sus
está aplicado á personaje determinado : en un principió y aun-
efectos y enumerar sus bellezas, seria prolija tarea, de más en
que de una manera muy vaga, parece indicar á los poseedores
la ocasión presente en que con la mayor fidelidad procuramos
del tesoro conquistado por Sigfrido y éste poco después es de-
presentarlo á nuestros lectores. Pero con respecto á este poema
signado con el nombre de héroe del Nibelungen Land. Más tarde
ocurren varias cuestiones que hay que dilucidar, ó al menos
los Borgoñones en posesión del tesoro, tomaron el nombre de
presentar hasta la altura en que hoy se encuentran.
Nibelungos, que parece ser más que nada un calificativo dado
Si el ciego de Kios fué un personaje real y halló claro lo que
á las riquezas, pero por fin el último verso del poema indica
dijo en sus inmortales p o e m a s , puede asegurarse que más de
bien claramente que Nibelungos son los héroes borgoñones
una vez sus manes se habían visto privados de reposo, si hasta
sacrificados por los Hunos á la venganza de Crimilda , tornada
el lugar en que se encuentren ha llegado el conocimiento de
de dulce paloma , en leona furiosa privada'de su cria.
los comentarios y notas de que cada verso suvo ha sido objeto:
como obras pertenecientes á la época clásica ^ todas las edades De mayor trascendencia es si se quiere la referente á la época
todos los pueblos se. han dedicado al estudio del gran poeta v de su aparición, íntimamente ligada con la del nombre del
cada cual ha dicho por su cuenta lo que más conveniente le autor á quien se deba el poema. N o hace mucho tienlpo que
parecía para contribuir á su realce ; no poco de esto ha sucedido en doctas conferencias dadas en un respetable centro de ense-
en Italia con el Dante y con Shaskpeare en Inglaterra v hasta ñanza, un atildado académico tan cuidadoso de su persona,
en España con Cervantes , cuyos pensamientos se han torcido como de su frase, dió por supuesto que el autor era el minne-
para que cada autor pueda lucir su fecunda inventiva y su ima- singer austríaco Enrique von Ofterdingen, idea que como la de
ginación poderosa, pero todo reunido suma bien poco si se atribuirlo á Wolfram de Eschembach había desechado la critica
compara con lo que acerca de los Nibelungos han hecho los alemana, desde remota fecha. Exceptuando la hipótesis aventu-
alemanes: no les bastaba ya el estudio individual que cada uno rada por el erudito Lachman que siguiendo en los Nibelungos
al sistema que Wolff hubo de aplicar á la Ilíada, sostenía que
el poema germánico era resultante d é l a unión de viejas tradi- podido establecerse, se ha afirmado como verdad indudable
ciones de los pueblos del norte para lo que ciertamente á que los Nibelungos pertenecen al anónimo autor que dejamos
primera vista parece sobrar motivo, atendiendo al diverso espí- apuntado. En apoyo de esta tesis, hay un dato de verdadera
ritu de muchos de sus cantos, — ninguna opinión se ha soste- importancia , cual es lo que puede llamarse geografía del poe-
nido tanto tiempo como la de que este p o e m a , cuyos perso- ma : á partir de Passau (Batava Castra) la descripción que hacen
najes parecen tallados por los cíclopes , fuera obra de Enrique los héroes borgoñones, es perfectamente exacta, puede seguirse
von O f t e r d m g e n ; mas esta idea ¿ de qué ha nacido ? ¿ qué f u n - paso á p a s o , denota gran conocimiento del país y precisamente
damento puede tener ? Ciertamente que no se le halla justifica- cerca de Linz , en la orilla izquierda del Danubio , es donde se
tivo ninguno. Del citado p o e t a , faera del nombre, se sabe úni- encuentran las ruinas del castillo de K ü r e m b e r g , que ha dado
camente por la tradición , que fué de los atrevidos minnesín- nombre al poeta.
geres que concurrieron al torneo literario celebrado en 1207
Monumento de grandísima importancia en la Historia de la
en el castillo de W a r t b o u r g , célebre además por haber sido
literatura alemana, ya lo hemos dicho, los Nibelungos han sido
habitación de Santa Isabel y refugio de Lutero. El retrato de
objeto de serios y concienzudos trabajos por parte de afamados
este poeta así como el de los demás concurrentes á la celebrada
lucha poética, puede verse en el folio 23 del Manessicbe Samtn- críticos. Antes del siglo Xvm solo los hallamos mencionados por
hing, que se conserva en la Biblioteca nacional de Paris. Pero el célebre historiador alemán Wolfgang Lazius, mas á partir de
ni en éste, ni en el Manuscrito de Weingarten de Stutígart, ni dicha fecha parece que los alemanes han querido reparar el
en la gran colección de Heidelberg, preciosos documentos en agravio que con el injusto olvido se hacían y una tras otra, casi
los que se encuentra reunido todo lo que de los minnesinaeres sin interrupción han aparecido muchas ediciones del poema, 110
se ha salvado , se halla un solo verso de Enrique von Ofterdin- pocos volúmenes de notas, comentarios é interpretaciones y
gen. Su celebridad se debe pues solo al apuntado detalle de su gran número de obras cuyo principal objeto es analizar este
v i d a ; esto parecía poco para darle como gran poeta y como poema. El primero que acerca de ello excitó la atención de sus
quiera que nadie podía reclamar la propiedad de tan célebre compatriotas, en la forma que se debía, fué Bodmer de Zurich,
composición, la encontraron m u y á propósito para justificar el jefe de la escuela suiza que asociado con Breitinger concibió
aquella fama tan débilmente asentada. el empeño de reformar la literatura alemana, supeditada en
aquella época casi por completo á las influencias francesas. En
Como hemos dicho, la crítica ha rechazado unánimemente y sus Cartas criticas no pudo menos de revelar el entusiasmo que
desde hace mucho tiempo esta opinión : fijándose en las formas le causara la obra en que nos ocupamos , de la que por enton-
del lenguaje, es lo más sensato admitir que la obra pertenece ces publicara una edición completa Cristóbal Enrique Müller
a siglo xii y no al x m , en el que floreció el protagonista de que ya en 1784 había dado á luz la célebre colección de poemas
Novalis. En aquella época la estrofa que caracteriza la com- alemanes de los siglos XII, XIII y xiv, pero no halló desde el
posición de los Nibelungos, constituye una novedad bastante principio la acogida que merecía. Al enviar el ilustre bibliófilo
extraña en la literatura alemana, más ya antes había sido em- al rey de Prusia un ejemplar del poema más original de Alema-
pleada por un poeta cuya vida y nombre se ignoran , pero al nia , Federico II, más versado en achaques de campañas militares
que se conoce por el feudo en que naciera y de que fuera po- que en cuestiones de literatura, le contestó « que todo aquello
s e e d o r , llamándosele p o r esto el poeta de Küremberg, único no valia lo que un cartucho, y que si antes los hubiera tenido
que con Dietmar de Ast florecieron antes del año 1143 Las en su biblioteca lo arrojara por la ventana.» Por fortuna esta joya
composiciones líricas que de él se conservan permiten hacer literaria de la edad media, como los alemanes la llaman, es hoy
una comparación con los Nibelungos ; el lenguaje y la eleva- justamente apreciada. Faltaba una traducción española y el edi-
ción de ideas son muy parecidos y desde que tal paralelo ha tor y director de la Biblioteca Verdaguer, acordaron darla con-
TF.^-*

INTRODUCCIÓN • i

fiando a versión tal vez ¿ q u i e n menos vale, pero á quien ha


trabajado lo posible para salir airoso de su empeño : no h e m o s
escatimado medio alguno y teniendo á la vista los textos um-
versalmente reconocidos como mejores, hemos procurado que
nuestra traducción siendo castellana, conserve algo del carácter
que el original tiene y en lo que consiste uno de sus méritos
principales: de haber hecho la traducción palabra por palabra,
hubiera resultado una obra incomprensible; exponer é í pensa-
miento solo, era darla incompleta; erapreciso armonizar ambos
extremos y as, lo hemos hecho. Otra de las dificultades con que
ambien tropezaba el traductor era el adaptar á nuestro idioma
os complicados y difíciles nombres alemanes, pero esta nos fué
allanada por el .lustre académico Tamayo y Baus, gloria de
nuestra escena, de la que se retiró sin duda agobiado por laure-
les que una generación entera arrojó á sus piés, en testimonio del
entusiasmo y de la admiración que causaba su genio, y que vive
hoy dedicado al estudio de las complicadas cuestiones de nues-
tro idioma, al que todos llamamos hermoso, pero al que redu-
c i d ™ , numero estudian: él nos ha dado las formas castellanas
de estos dificultosos n o m b r e s , él las ha estudiado paso á paso
en los monumentos españoles y antes que las publique en el
I^ccionano de la Rima, que tantas vigilias le ha costado , nos
las facilito para que las empleáramos en esta traducción, que
cien veces, con sumo gusto le dedicaríamos, si no estuviéra-
mos convencidos de que no es digna del honor que para ella
r
apetecemos. ^

A . FERNANDEZ MERINO.

Madrid. — Octubre de 1882.


/

i.

E L SUEÑO DE CRIMILDA.

A AS tradiciones de los a n t i g u o s t j e m p o s , n o s r e -
' 1
fieren m a r a v i l l a s , n o s h a b l a n de héroes dignos
de a l a b a n z a , de audaces e m p r e s a s , de fiestas
a l e g r e s , de l á g r i m a s y de g e m i d o s . A h o r a p o -
dréis escuchar de n u e v o la maravillosa historia de aquellos
guerreros valerosos.
Vivía en B o r g o ñ a u n a joven t a n b e l l a , q u e en n i n g ú n
país podría e n c o n t r a r s e otra q u e la a v e n t a j a r a en h e r m o -
sura. Se l l a m a b a Crimilda y era u n a h e r m o s a m u j e r ; p o r
su c a u s a , m u c h o s h é r o e s debían p e r d e r la vida.
M u c h o s valientes g u e r r e r o s se atrevían á p r e t e n d e r l a en
m e n t e , c o m o se debe hacer c o n u n a virgen digna de
a m o r ; n a d i e la odiaba. Su n o b l e c u e r p o era n o t a b l e m e n t e
b e l l o , y las cualidades de aquella joven , h u b i e r a n sido
o r n a m e n t o de cualquier m u j e r .
L a g u a r d a b a n tres p o d e r o s o s r e y e s , n o b l e s y ricos •
G u n t e r y G e r n o t , g u e r r e r o s ilustres y el joven G e i s e l h e r '
u n g u e r r e r o distinguido. L a joven era h e r m a n a de ellos y
sus m a y o r e s t e n í a n q u e cuidarla.
Estos príncipes eran buenos y d e s c e n d í a n de m u y ilus-
tre h n a j e : h é r o e s p r o b a d o s , e r a n s u m a m e n t e fuertes y de
u n a audacia extraordinaria. El país á q u e p e r t e n e c í a n se

Im
«sfl? ~V

' • O S NI B E L U S G G S
LOS ÑIBELUXGOS

y M realizad0 de en « ¿ Q u é m e dices á m í de e s p o s o , queriij


d S n o j j J *
Q u i e r o vivir siempre sin el a m o r de un g u t
el R h i n . n e m
r de
u ¿ > d e r
1 > W t a b | en W o r m s , sobre q u e p o r n i n g ú n h o m b r e p u e d a ' s e n t i r la m í
1 R í ; m f h o s nobIes
y valientes caballeros les sirvieron pues p e r m a n e c e r é d o n c e l l a t o d a m i vida. »
c Z t T l n ^ T *} T £ r t e ' ? f S P e r e d e r o n t r i i e m e n t é a « N o hagas v o t o s tan a n t i c i p a d a m e n t e , le
causa de los celos de d o s n o t a b l e s m u j e r e s m a d r e ; si e n este m u n d o e x p e r i m e n t a s alguna
Uta se l l a m a b a su m a d r e , r e i n a p o d e r o s a : y el p a d r e cidad del c o r a z ó n , ésta te v e n d r á p o r el ame
« t f f i S E t m0r¡r/S d T a -antiósayherS p o s o . T e vas h a c i e n d o u n a h e r m o s a m u j e r ;
vpTitiiíl | ^ , g r a n d í s i m a f u e r z a ; t a m b i é n en su ju- unirte á u n b u e n caballero.»
v e n t u d había c o n q u i s t a d o inmarcesible gloria « D e j a d esa m a n e r a de h a b l a r , m a d r e m u y q u e r i d a :
L o m o h e dicho y a , los tres reyes e r a n v a l e r o s o s , p o r m u c h a s m u j e r e s p u e d e n presentarse c o m o e j e m p l o de. q u e
e S S Í 5 Sen IC
' !° los m
# r e s guerreros dé f u é el a m o r t i e n e p o r c o n t i n u a c i ó n el s u f r i m i e n t o . Q u i e r o
m t é n i i r , lar
K t0d0S m u y
* s o s y sumamente evitar los dos , p a r a q u e n u n c a m e p u e d a s u c e d e r u n a
m t i e p i d o s e n el c o m b a t e .
desgracia.»
M
hábil
]
ISban
b i í D a n k w a r Ht ;a f ,Oe rn t ed w
e Tn ne] a
y s u y h los
e m\ de' Metz
e r m a n o el m u
dos m a r g rva -
C r i m i l d a vivió feliz p e n s a n d o de este m o d o , sin c o n o -
cer á n a d i e á quien quisiera a m a r , pero despues y m u y

M S & S l r y V o l k e r de
^ «a»" un d i g n a m e n t e se hizo esposa de u n n o b l e caballero.
A q u e l era el h a l c ó n q u e viera e n el s u e ñ o q u e le expli-
R u m o l d , el i n t e n d e n t e de las cocinas , era un g u e r r e r o cara su m a d r e . ¡ C u a n d o lo m a t a r o n e x t r e m ó su v e n g a n z a
d i s t i n g u i d o ; S m d o l d y H u n o l d debían d i n g i r k cor e y én sus p r ó x i m o s parientes ! P o r la m u e r t e de u n o solo,
las fiestas-como vasallos de los tres r e y e s , t o s c u a l e M p e r e c i e r o n los hijos de m u c h a s m a d r e s .
m a n t a m k é n en su s e r v i d u m b r e m u c h o s ' h é r o e s q S
n
pueden enumerarse.
D a n k w a r t era m a r i s c a l : O r t e w e i n de M e t z , su sobri-
no , s u m i l l e r del r e y . S i n d o l d , el g u e r r e r o e s o g i d o e a
o s Pmma sá selevados
llos ' e ^ n ? l d Ce m
a
T e r : d¡gll0S eran todos d e n.
p l e o s°. ¥ * r
L a verdad es q u e nadie p o d r á decir c o n exactitud c u a n
8 a n d e era e p o d e r de aquella corte , la extensión de s ú s
fuerzas su alta dignidad y el valor de aquellos caballeros SIGFRIDO.
q u e sirvieron con alegría á sus jefes d u r a n t e toda su v i d a
Vease lo q u e C n m ü d a s o ñ ó : el halcón salvaje q u e
d o m e s icara e m p l e a n d o tantos d í a s , lo vió e s t r a n g u l a d o
OR aquel t i e m p o vivia e n el N i d e r l a n d , el hijo
c m rle n S T ? d £ d ° S , á g l l Í , a s 3- n a d a en la t i e r r a ° Pr o d í a de u n r e y p o d e r o s o ; su p a d r e se l l a m a b a Sige-
c a u s a ü e pesar tan g r a n d e .
m u n d o , su m a d r e Sigelinda y habitaban e n u n a
U t ? U ! í n ° n o e f i r Í < ? " V S U e ñ 0 q u e l f b f t e n i d o á su m a d r e ciudad m u y conocida situada cerca del R h i n :
Uta esta n o p u d o dar a su sencilla hija m á s que la-exoli- esta ciudad se l l a m a b a X a n t e n .
¡ N o os diré c u a n h e r m o s o era a q u e l h é r o e ! Su c u e r p o
p S r Dl
°S * 10
— ' de estaba e x e n t o de t o d a falta y c o n el t i e m p o se hizo fuerte
.¿lijffiS
' • O S NI B E L U S G G S
LOS ÑIBELUXGOS

y M realizad0 de en « ¿ Q u é m e dices á m í de e s p o s o , queriij


d S n o j j J *
Q u i e r o vivir siempre sin el a m o r de un g u t
el R h i n . n e m
r de
u ¿ > d e r
1 > W t a b | en W o r m s , sobre q u e p o r n i n g ú n h o m b r e p u e d a ' s e n t i r la m í
1 R í ; m f h o s nobIes
y valientes caballeros les sirvieron pues p e r m a n e c e r é d o n c e l l a t o d a m i vida. »
? L ddel nlosl rcelos
ccausa T SUdeA Td oe sr tneo't a b?l ef sS Pmeur je ec rÍ ee sr o n d e m e n t e á « N o hagas v o t o s tan a n t i c i p a d a m e n t e , le
m a d r e ; si e n este m u n d o e x p e r i m e n t a s alguna
Uta se l l a m a b a su m a d r e , r e i n a p o d e r o s a : y el p a d r e eidad del c o r a z ó n , ésta te v e n d r á p o r el ame
« t f f i S E t m01'¡r/S d t r a cuantiosJherenciá^ p o s o . T e vas h a c i e n d o u n a h e r m o s a m u j e r ;
vpTiriVíl | ^ , g r a n d í s i m a f u e r z a ; t a m b i é n en su ju- unirte á u n b u e n caballero.»
v e n t u d había c o n q u i s t a d o inmarcesible gloria « D e j a d esa m a n e r a de h a b l a r , m a d r e m u y q u e r i d a :
L o m o h e dicho y a , los tres reyes e r a n v a l e r o s o s , p o r m u c h a s m u j e r e s p u e d e n presentarse c o m o e j e m p l o de. q u e
Sen IC los el a m o r t i e n e p o r c o n t i n u a c i ó n el s u f r i m i e n t o . Q u i e r o
e S S Í 5 ' !° guerreros dé f u é
n t é n i i r todoS im
' y » o s o s y sumamente evitar los dos , p a r a q u e n u n c a m e p u e d a s u c e d e r u n a
i n t r é p i d o s e n el c o m b a t e . desgracia.»
hábil l S b a n H a ? , e n d e f ° ? e i a y s u h e r m a n o el m u y C r i m i l d a vivió feliz p e n s a n d o de este m o d o , sin c o n o -
habil D a n k w a r t ; O r t e w e m de Metz y los dos m a r g r a - cer á n a d i e á quien quisiera a m a r , pero despues y m u y

M S & S l r y V o l k e r de
^ «a»" ^ un d i g n a m e n t e se hizo esposa de u n n o b l e caballero.
A q u e l era el h a l c ó n q u e viera e n el s u e ñ o q u e le expli-
R u m o l d , el i n t e n d e n t e de las cocinas , era un g u e r r e r o cara su m a d r e . ¡ C u a n d o lo m a t a r o n e x t r e m ó su v e n g a n z a
d i s t i n g u i d o ; S m d o l d y H u n o l d debían dirigir k cor e y én sus p r ó x i m o s parientes ! P o r la m u e r t e de u n o solo,
las fiesta^como vasallos de los tres r e y e s , íos c u a l e M p e r e c i e r o n los hijos de m u c h a s m a d r e s .
m a n t a m b i é n en su s e r v i d u m b r e m u c h o s ' h é r o e s
n
pueden enumerarse.
D a n k w a r t era m a r i s c a l : O r t e w e m de M e t z , su sobri-
no , s u m i l l e r del r e y . S i n d o l d , el g u e r r e r o es o g i d o e a

o s Pmma sá selevados
lios ' e ^ n ? l d Ce m
a
T e r : d¡gll0S eran todos d e n.
p l e o s°. serv
L a verdad es q u e nadie p o d r á decir c o n exactitud c u a n
g a n d e era e p o d e r de aquella corte , la extensión de s ú s
fuerzas su alta dignidad y el valor de aquellos caballeros SIGFRIDO.
q u e s u - v i e r o n con alegría á sus jefes d u r a n t e toda su v i d a
Vease lo q u e C n m i l d a s o ñ ó : el halcón salvaje q u e
d o m e s reara e m p l e a n d o tantos d í a s , lo vió e s t r a n g u l a d o
OR aquel t i e m p o vivía e n el N i d e r l a n d , el hijo
c m rle n S T ? d £ d ° S , á g l l Í , a s 3- n a d a en la tierra°podía
r de u n r e y p o d e r o s o ; su p a d r e se l l a m a b a Sige-
c a u s a ü e pesar tan g r a n d e .
m u n d o , su m a d r e Sigelinda y habitaban e n u n a
U t ? U ! í n ° n o e f i r Í < ? " V S U e ñ 0 q u e l f b f t e n i d o á su m a d r e ciudad m u y conocida situada cerca del R h i n :
Uta esta n o p u d o dar a su sencilla hija m á s que la-expli- esta ciudad se l l a m a b a X a n t e n .
U l e n t e 1 E1
S P í ? « A i a l c Ó n * u c t ú domesticabas sín ¡ N o os diré c u a n h e r m o s o era a q u e l h é r o e ! Su c u e r p o
p S r Dl S
° * 10 — ' ^ de estaba e x e n t o de t o d a falta y c o n el t i e m p o se hizo fuerte
.¿lijffiS
é ilustre aquel h o m b r e atrevido. ¡ A h ! ¡ l u á n g r a n d e f u é la
gloria q u e c o n q u i s t ó e n el m u n d o !
A q u e l h é r o e se l l a m a b a S i g f r i d o , y gracias á su i n d o -
m a b l e v a l o r , visitó m u c h o s r e i n o s ; p o r la fuerza de su
brazo d o m i n ó á m u c h o s países. ¡ C u á n t o s héroes e n c o n -
tró e n t r e los B o r g o ñ o n e s !
D e s u m e j o r t i e m p o , de los días de su j u v e n t u d , p u e -
d e n c o n t a r s e maravillas q u e Sigfrido r e a l i z a r a ; de m u c h a
gloria está c i r c u n d a d o su n o m b r e , su presencia era a r r o -
g a n t e y m u c h a s m u j e r e s h e r m o s a s lo a m a r o n . C u a t r o c i e n t o s porta-espadas
L o e d u c a r o n con t o d o s los cuidados q u e m e r e c í a , p e r o debían recibir la investidura al
p o r naturaleza tenía m á s sobresalientes c u a l i d a d e s ; el r e i - m i s m o t i e m p o q u e el joven
n o de su p a d r e adquirió f a m a p o r é l , pues en todas las r e y ; m u c h a s h e r m o s a s jóve-
cosas se m o s t r ó p e r f e c t o . nes t r a b a j a b a n c o n a f á n , pues
Llegado q u e h u b o á la edad de p r e s e n t a r s e en la corte, q u e r í a n favorecerlos y e n g a r -
t o d o s d e s e a b a n verle; m u c h a s m u j e r e s y h e r m o s a s v í r g e n e s zaban e n oro g r a n cantidad de
a n h e l a b a n q u e su v o l u n t a d se fijara e n e l l a s ; todos le q u e - piedras preciosas.
rían bien , y el joven h é r o e , se daba c u e n t a de e l l o . Q u e r í a n b o r d a r los vestidos
M u y pocas veces p e r m i t í a n q u e el joven cabalgara sin de los jóvenes y valerosos h é -
a c o m p a ñ a m i e n t o ; riquísimos vestidos le dió su m a d r e Si- roes y n o les faltaba q u e h a -
g e l i n d a ; h o m b r e s i n s t r u i d o s q u e sabían lo que el h o n o r cer. El real h u é s p e d , hizo p r e -
v a l e , cuidaban de é l : de esta m a n e r a p u d o conseguir p a r a r asientos para g r a n n ú -
h o m b r e s y tierras. m e r o de h o m b r e s a t r e v i d o s ,
C u a n d o llegó á la p l e n i t u d de la e d a d , y p u d o llevar c u a n d o hacia el solsticio de
las a r m a s , le dieron t o d o l o necesario : gustaba de las e s t í o , Sigfrido o b t u v o el t í -
m u j e r e s q u e saben a m a r , p e r o e n n a d a se olvidaba del t u l o de caballero.
h o n o r el h e r m o s o Sigfrido. M u c h o s ricos de la c l a s e
H e aquí q u e su p a d r e S i g e m u n d o hizo saber á los h o m - m e d i a y m u c h o s nobles c a b a -
bres q u e eran amigos suyos , que iba á dar u n a g r a n fiesta; lleros , f u e r o n á la c a t e d r a l :
la noticia circuló p o r las tierras de los d e m á s reyes ; daba los p r u d e n t e s ancianos h a c í a n
á cada u n o u n caballo y u n t r a j e . bien en dirigir á los jóvenes
D o n d e quiera q u e había u n joven n o b l e , q u e p o r los c o m o en o t r o t i e m p o l o h a -
m é r i t o s de sus antepasados pudiera ser caballero , lo invi- bían hecho c o n e l l o s ; allí g o -
taban á la fiesta del reino y m á s tarde t o d o s ellos f u e r o n zaron de placeres sin n ú m e r o
a r m a d o s al lado de Sigfrido. y de n o pocas diversiones.
G r a n d e s cosas p o d r í a n c o n t a r s e de aquella fiesta m a r a - - Se c a n t ó u n a m i s a en h o -
villosa. S i g e m u n d o y Sigelinda m e r e c i e r o n g r a n gloria n o r de Dios. L a g e n t e se agol-
p o r su generosidad : sus m a n o s hicieron g r a n d e s d á d i v a s , paba en n u m e r o s o s g r u p o s c u a n d o llegó la h o r a de a r m a r
y p o r esto se vieron en su reino á m u c h o s caballeros ex- c a b a l l e r o s , según los a n t i g u o s usos de la caballería, á los
t r a n j e r o s que los servían c o n g u s t o . jóvenes g u e r r e r o s , y se hizo c o n t a n ostentosos h o n o r e s ,
c o m o n u n c a hasta entonces se había visto.
UNIVERSÍDAD DE NÜR..<-
BIBLIOTECA I R - •

«AíiOt&O WM'
máo. 1625 MONTERREY' "c
de vida. C r e o q u e en n i n g u n a corte se desplegó t a n t a
I n m e d i a t a m e n t e se dirigieron ellos al lugar en q u e s e
magnificencia.
hallaban los corceles ensillados. E n el patio de S i g e m u n -
L o s festejos t e r m i n a r o n c o n c e r e m o n i a s dignas de g e n e -
do el t o r n e o era t a n a n i m a d o , q u e las salas y el palacio
ral alabanza. M u c h o s ricos señores d i j e r o n después de
e n t e r o r e t e m b l a b a n . L o s g u e r r e r o s de g r a n valentía h a -
aquel t i e m p o , q u e hubieran q u e r i d o t e n e r p o r jefe al g a -
cían u n r u i d o f o r m i d a b l e .
llardo p r í n c i p e , pero Sigfrido el a r r o g a n t e j o v e n , n o s e n -
P o d í a n escucharse y distinguirse los golpes de los e x -
tía tales deseos.
p e r t o s y de los n o v i c i o s , y el r u i d o de las lanzas rotas
P o r m u c h o q u e vivieron S i g e m u n d o y Sigelinda, n u n c a
q u e se elevaba h a s t a el c i e l o ; los f r a g m e n t o s de m u c h a s
el hijo q u e r i d o de a m b o s a m b i c i o n ó ceñir la c o r o n a ;
de ellas despedidos p o r las m a n o s de los h é r o e s , volaban
a q u e l g u e r r e r o b r a v o y a t r e v i d o , quería ser solo el jefe
hasta el palacio. L a l u c h a era a r d i e n t e .
para a f r o n t a r todos los peligros q u e p u d i e r a n a m e n a z a r al
El real h u é s p e d les m a n d ó cesar ; r e t i r a r o n los caballos
r e i n o de su padre.
y sobre el c a m p o p u d i e r o n verse r o t o s m u c h o s f u e r t e s
N a d i e se atrevió á insultarlo n u n c a y desde que t o m ó
e s c u d o s ; esparcidas s o b r e el v e r d e cesped brillaban m u -
las a r m a s , apenas si se p e r m i t i ó r e p o s o a q u e l ilustre h é -
chas piedras preciosas, así c o m o t a m b i é n las placas de las
r o e . L o s c o m b a t e s e r a n su alegría y el p o d e r de su brazo
b r u ñ i d a s rodelas. T o d o aquello era resultado de los vio-
le hizo adquirir n o m b r e e n los países extranjeros.
lentos c h o q u e s .
Los convidados p o r el r e y t o m a r o n asiento en el o r -
d e n señalado de a n t e m a n o . Sirviéronse c o n p r o f u s i ó n r i -
cos m a n j a r e s y vinos e x q u i s i t o s , c o n lo q u e dieron al
olvido sus fatigas. N o f u e r o n p o c o s los h o n o r e s q u e se III
hicieron lo m i s m o á los e x t r a n j e r o s q u e á los h i j o s del
país.
El día e n t e r o l o p a s a r o n en alegres goces : allí aparecie-
r o n m u l t i t u d de p e r s o n a s q u e n o estuvieron desocupadas, DE COMO SIGFRIDO LLEGÓ HASTA W O R M S .
pues m e d i a n t e r e c o m p e n s a , sirvieron á los ricos s e ñ o r e s
q u e se e n c o n t r a b a n en la fiesta. El r e i n o e n t e r o de S i g e -
rnundo f u é c o l m a d o de alabanzas. INGÚN pesar de a m o r t o r t u r a b a al novel caballe-
El rey d i ó al joven Sigfrido la investidura de las c i u d a - r o , m á s o y ó decir q u e vivía en B o r g o ñ a u n a
des y de los c a m p o s , de la m i s m a m a n e r a q u e él la h a - h e r m o s a joven q u e parecía h e c h a á deseo, y
bía recibido. Su m a n o f u é p r ó d i g a para los d e m á s esto le hizo e x p e r i m e n t a r m u c h a s alegrías y
h e r m a n o s d e armas , y t o d o s se felicitaron del viaje q u e m u c h a s calamidades.
h a b í a n h e c h o hasta el r e i n o a q u e l . Hasta m u y l e j o s había llegado el c o n o c i m i e n t o de a q u e -
La fiesta se p r o l o n g ó d u r a n t e siete d í a s : Sigelinda la . lla extraordinaria belleza, así c o m o t a m b i é n el de los alta-
rica, p e r p e t u a n d o a n t i g u a s c o s t u m b r e s , d i s t r i b u y ó o r o rojo neros s e n t i m i e n t o s de q u e m á s de u n h é r o e había e n c o n -
p o r a m o r de su h i j o , al q u e deseaba asegurar el cariño trado poseída á la joven : p o r esto l l e g a r o n m u c h o s ex-
de t o d o s s u s súbditos. t r a n j e r o s al país de G u n t e r .
En el país n o volvieron á e n c o n t r a r s e pobres v a g a b u n - P o r m á s q u e g r a n n ú m e r o de ellos habían solicitado
d o s . El rey y la reina esparcieron p o r d o q u i e r vestidos y su a m o r , Crimilda n o podía resolverse á elegir u n o para
c a b a l l o s , l o m i s m o q u e si n o les q u e d a r a m á s q u e u n día
de vida. C r e o q u e en n i n g u n a corte se desplegó t a n t a
I n m e d i a t a m e n t e se dirigieron ellos al lugar en q u e s e
magnificencia.
hallaban los corceles ensillados. E n el patio de S i g e m u n -
L o s festejos t e r m i n a r o n c o n c e r e m o n i a s dignas de g e n e -
do el t o r n e o era t a n a n i m a d o , q u e las salas y el palacio
ral alabanza. M u c h o s ricos señores d i j e r o n después de
e n t e r o r e t e m b l a b a n . L o s g u e r r e r o s de g r a n valentía h a -
aquel t i e m p o , q u e hubieran q u e r i d o t e n e r p o r jefe al g a -
cían u n r u i d o f o r m i d a b l e .
llardo p r í n c i p e , pero Sigfrido el a r r o g a n t e j o v e n , n o s e n -
P o d í a n escucharse y distinguirse los golpes de los e x -
tía tales deseos.
p e r t o s y de los n o v i c i o s , y el r u i d o de las lanzas rotas
P o r m u c h o q u e vivieron S i g e m u n d o y Sigelinda, n u n c a
q u e se elevaba h a s t a el c i e l o ; los f r a g m e n t o s de m u c h a s
el hijo q u e r i d o de a m b o s a m b i c i o n ó ceñir la c o r o n a ;
de ellas despedidos p o r las m a n o s de los h é r o e s , volaban
a q u e l g u e r r e r o b r a v o y a t r e v i d o , quería ser solo el jefe
hasta el palacio. L a l u c h a era a r d i e n t e .
para a f r o n t a r todos los peligros q u e p u d i e r a n a m e n a z a r al
El real h u é s p e d les m a n d ó cesar ; r e t i r a r o n los caballos
r e i n o de su padre.
y sobre el c a m p o p u d i e r o n verse r o t o s m u c h o s f u e r t e s
N a d i e se atrevió á insultarlo n u n c a y desde que t o m ó
e s c u d o s ; esparcidas s o b r e el v e r d e cesped brillaban m u -
las a r m a s , apenas si se p e r m i t i ó r e p o s o a q u e l ilustre h é -
chas piedras preciosas, así c o m o t a m b i é n las placas de las
r o e . L o s c o m b a t e s e r a n su alegría y el p o d e r de su brazo
b r u ñ i d a s rodelas. T o d o aquello era resultado de los vio-
le hizo adquirir n o m b r e e n los países extranjeros.
lentos c h o q u e s .
Los convidados p o r el r e y t o m a r o n asiento en el o r -
d e n señalado de a n t e m a n o . Sirviéronse c o n p r o f u s i ó n r i -
cos m a n j a r e s y vinos e x q u i s i t o s , c o n lo q u e dieron al
olvido sus fatigas. N o f u e r o n p o c o s los h o n o r e s q u e se III
hicieron lo m i s m o á los e x t r a n j e r o s q u e á los h i j o s del
país.
El día e n t e r o l o p a s a r o n en alegres goces : allí aparecie-
r o n m u l t i t u d de p e r s o n a s q u e n o estuvieron desocupadas, DE COMO SIGFRIDO LLEGÓ HASTA W O R M S .
pues m e d i a n t e r e c o m p e n s a , sirvieron á los ricos s e ñ o r e s
q u e se e n c o n t r a b a n en la fiesta. El r e i n o e n t e r o de S i g e -
m u n d o f u é c o l m a d o de alabanzas. INGÚN pesar de a m o r t o r t u r a b a al novel caballe-
El rey d i ó al joven Sigfrido la investidura de las c i u d a - r o , m á s o y ó decir q u e vivía en B o r g o ñ a u n a
des y de los c a m p o s , de la m i s m a m a n e r a q u e él la h a - h e r m o s a joven q u e parecía h e c h a á deseo, y
bía recibido. Su m a n o f u é p r ó d i g a para los d e m á s esto le hizo e x p e r i m e n t a r m u c h a s alegrías y
h e r m a n o s d e armas , y t o d o s se felicitaron del viaje q u e m u c h a s calamidades.
h a b í a n h e c h o hasta el r e i n o a q u e l . Hasta m u y l e j o s había llegado el c o n o c i m i e n t o de a q u e -
La fiesta se p r o l o n g ó d u r a n t e siete d í a s : Sigelinda la . lla extraordinaria belleza, así c o m o t a m b i é n el de los alta-
rica, p e r p e t u a n d o a n t i g u a s c o s t u m b r e s , d i s t r i b u y ó o r o rojo neros s e n t i m i e n t o s de q u e m á s de u n h é r o e había e n c o n -
p o r a m o r de su h i j o , al q u e deseaba asegurar el cariño trado poseída á la joven : p o r esto l l e g a r o n m u c h o s ex-
de t o d o s s u s súbditos. t r a n j e r o s al país de G u n t e r .
En el país n o volvieron á e n c o n t r a r s e pobres v a g a b u n - P o r m á s q u e g r a n n ú m e r o de ellos habían solicitado
d o s . El rey y la reina esparcieron p o r d o q u i e r vestidos y su a m o r , Crimilda n o podía resolverse á elegir u n o para
c a b a l l o s , l o m i s m o q u e si n o les q u e d a r a m á s q u e u n día
hacerlo d u e ñ o de su c o r a z ó n . T o d a v í a le era d e s c o n o c i d o
aquel á quien m á s tarde debía s o m e t e r s e . p o d r é conquistar con la f u e r z a de m i brazo ; creo q u e p o -
El h i j o de Sigelinda p e n s ó en aquel a m o r elevado dré conquistar el país y d o m i n a r á t o d o s los q u e e n él
A n t e lo que era la s u y a , las p r e t e n s i o n e s d e los d e m á s le habitan.»
parecían aire, p u e s él era m u y d i g n o de c o n s e g u i r el afec- E n t o n c e s le r e s p o n d i ó S i g e m u n d o : « Me disgusta la
to de u n a h e r m o s a m u j e r . A l g ú n t i e m p o después la n o b l e m a n e r a q u e tienes de expresarte : c u a n d o llegue hasta el
C r i m u d a f u e esposa del atrevido Sigfrido. R h i n la noticia, y a n o p o d r á s p e n e t r a r en el país de G u n t e r .
Hace m u c h o t i e m p o q u e c o n o z c o á G e r n o t y á G u n t e r .
C o m o sus p a d r e s y sus caballeros le a c o n s e j a r a n q u e
« N o h a y nadie q u e p o r la fuerza p u e d a conquistar á tan
p o r c u a n t o aspiraba á u n fiel a m o r , se dirigiera á una
h e r m o s a joven. Esto , dijo S i g e m u n d o , así m e lo h a n ase-
m u j e r q u e le pudiera c o n v e n i r , el n o b l e Sigfrido , dijo-
g u r a d o . S u p o n g o q u e á lo m e n o s q u e r r á s recorrer aquel
« Q u i e r o p o r esposa á C r i m i l d a , la h e r m o s a j o v e n del país
país a c o m p a ñ a d o de guerreros ? Si s o n n u e s t r o s a m i g o s ,
de los B o r g o n o n e s , p o r su sin igual h e r m o s u r a . D e m á s p r o n t o estarán dispuestos.
se q u e n o h a y emperador- p o d e r o s o q u e al desear escoger
Sigfrido r e s p o n d i ó : «Mis designios n o s o n en m o d o al-
m u j e r , deje de i n t e n t a r q u e sea s u y a , reina tan elevada.»
g u n o a v e n t u r a r m e seguido de mis g u e r r e r o s , c o m o un
S i g e m u n d o t u v o c o n o c i m i e n t o de esta noticia ; sus fie-
ejército en m a r c h a ; g r a n d e sería m i p e n a , si tuviera que
les vasallos se la c o m u n i c a r o n y de este m o d o s u p o cual
conquistar á la altanera virgen.
era la v o l u n t a d de su hijo. N o dejó de causarle p e n a q u e
«Solo m i brazo será bastante para c o n s e g u i r l a ; y o el d u o -
i n t e n t a r a p r e t e n d e r á tan soberbia joven.
décimo , quiero ir al país del rey G u n t e r y vos m e a y u d a -
T a m b i é n afligióla n u e v a á Sigelinda, la esposa del n o b l e
réis para ello, p a d r e S i g e m u n d o . » D i é r o n l e á sus g u e r r e -
rey : g r a n d e f u é el c u i d a d o q u e c o m e n z ó á t e n e r p o r la
ros vestidos de colores forrados c o n pieles grises.
vida de su hijo, pues c o n o c í a bien á G u n t e r y á s u s bravos.
T o d o s hicieron^esfuerzos p a r a q u e el h é r o e a b a n d o n a r a su L a noticia llegó á oídos de su m a d r e Sigelinda y c o m e n z ó
empeño. á t e m e r p o r su h i j o q u e r i d o , que debía m o r i r , s e g ú n ella,
á m a n o s de los g u e r r e r o s de G u n t e r . L a n o b l e esposa del
E n t o n c e s el atrevido Sigfrido habló de " esta m a n e r a :
rey r o m p i ó en l a m e n t o s .
« P a d r e m u y querido , prefiero vivir s i e m p r e sin el amol-
de n i n g u n a n o b l e m u j e r , si n o c o n s i g o el de aquella pol- Sigfrido , el joven capitán f u é a d o n d e ella estaba y dijo
la q u e siento u n a afección tan g r a n d e . » T o d o s los conse- á su m a d r e , e n t o n o cariñoso : « S e ñ o r a , n o debéis llorar
jos q u e le d i e r o n para hacerle d e s i s t i r , f u e r o n inútiles. p o r mis d e s e o s , pues n i n g ú n e n e m i g o m e inspira el m e -
n o r cuidado.
« Ya q u e . n o quieres r e n u n c i a r á tu p r o y e c t o , le d i j o el
r e y , te ayudaré a c t i v a m e n t e y h a r é t o d o lo q u e m e sea A y u d a d m e para q u e p u e d a realizar m i viaje al país de
posible p a r a q u e puedas conseguir lo q u e deseas. Sin los B o r g o ñ o n e s : haced p o r q u e y o y los guerreros que
e m b a r g o , el r e y G u n t e r , dispone de m u c h o s h o m b r e s m e a c o m p a ñ e n p o d a m o s llevar tales trajes, que t a n bravos
esforzados. h o m b r e s se p u e d a n sentir orgullosos de ellos : e n verdad
q u e os daré las gracias s i n c e r a m e n t e . »
Y a u n c u a n d o tuviera n o m á s q u e á H a g e n , el de la
f u e r t e e s p a d a , es t a n a l t a n e r o e n su arrogancia, q u e t e m o «Ya q u e n o quieres r e n u n c i a r , le dijo Sigelinda , te ayu-
s a l g a m o s m a l l i b r a d o s , si n o s e m p e ñ a m o s en o b t e n e r la daré para q u e puedas hacer tu v i a j e ; m i h i j o ú n i c o , á tí y
soberbia joven. » á los q u e te a c o m p a ñ a n daré trajes q u e m e j o r e s jamás
los h a y a n llevado c a b a l l e r o s ; tendréis t o d o lo necesario.»
« ¿ Q u é peligro n o s p u e d e a m e n a z a r ? p r e g u n t ó Sigfri-
Se i n c l i n ó r e s p e t u o s a m e n t e el joven Sigfrido , y dijo :
d o . L o q u e de él no p u e d a conseguir a m i s t o s a m e n t e , lo
« Solo quiero llevar c o n m i g o doce g u e r r e r o s ; q u e p r e p a -
ren los trajes para ellos. Q u i e r o saber lo q u e h a y de v e r - H e r m o s o s e r a n los caballos y los arreos i b a n g u a r n e c i d o s
dad c o n respecto á C r i m i l d a . de oro r o j o : podía asegurarse q u e n a d i e h a b í a o b r a d o con
D e s d e e n t o n c e s m u j e r e s h e r m o s a s p e r m a n e c i e r o n senta- tanta audacia c o m o el g u e r r e r o Sigfrido y los h o m b r e s q u e
das dia y n o c h e , sin d e s c a n - lo a c o m p a ñ a b a n . A r d í a e n deseos de partir para el país de
sar u n
-¿r-sw';- m o m e n t o , h a s t a que los B o r g o ñ o n e s .
los trajes de Sigfrido e s t u - T e n i é n d o l o a b r a z a d o , l l o r a r o n sobre él la r e m a y el
vieron t e r m i n a d o s . P o r n a d a r e y , y c o n s o l á n d o l o s á a m b o s , les dijo : « N o debéis llo-
quería desistir de realizar su rar p o r m i causa , n o tengáis c u i d a d o p o r m i vida. » _
viaje. T r i s t e era aquello para l o s g u e r r e r o s , y m u c h a s m u j e r e s
S u p a d r e le m a n d ó hacer lloraron t a m b i é n . Pienso q u e el c o r a z ó n les d e c í a , que
u n a a r m a d u r a de caballero, g r a n n ú m e r o de sus amigos debían e n c o n t r a r la m u e r t e y
q u e debía llevar desde el m o - se l a m e n t a b a n c o n razón ; presentían la c a t á s t r o f e .
m e n t o en q u e a b a n d o n a r a los Al séptimo d i a , hacia W o r m s , por-la arena cabalgaban
d o m i n i o s del rey S i g e m u n - los b r a v o s ; sus vestidos e r a n de o r o r o j o , los arneses pri-
d o . Se p r e p a r a r o n m á s de m o r o s a m e n t e t r a b a j a d o s . L o s caballos avanzaban m a j e s -
u n a cota de mallas y t a m b i é n t u o s a m e n t e llevando á los h o m b r e s del intrépido Sigfrido.
reforzados y e l m o s y largos y N u e v o s eran sus escudos, fuertes y brillantes sus y e l m o s
brillantes escudos. m a g n í f i c o s , c u a n d o el atrevido Sigfrido se dirigía á la
Se a p r o x i m a b a el t i e m p o corte del rey G u n t e r . J a m á s n i n g u n o s h é r o e s , h a b í a n lle-
del viaje hacia los B o r g o ñ o - v a d o tan s u n t u o s o e q u i p o .
n e s . H o m b r e s y m u j e r e s se Las conteras de las espadas r o z a b a n c o n las espuelas
p r e g u n t a b a n c o n c u i d a d o si y los caballeros escogidos llevaban agudas lanzas. Sigfrido
v o l v e r í a n de n u e v o al país. llevaba una de doble filo y a m b o s c o r t a b a n de u n a m a -
L l e v a b a n las a r m a s y los v e s - nera horrible.
t i d o s en bestias de carga. Llevaban las doradas riendas en la m a n o ; las g u a l d r a -
pas eran de rica s e d a : así p e n e t r a r o n e n el país. El p u e b l o
los admiraba e n todas partes c o n la boca a b i e r t a ; m u c h o s
de los h o m b r e s de G u n t e r c o r r i e r o n al e n c u e n t r o de
ellos para verlos.
Aquellos valerosos g u e r r e r o s , a v a n z a r o n hacia los dis-
t i n g u i d o s e x t r a n j e r o s c o m o era de rigor y recibieron á los
huéspedes e n el país de su s e ñ o r . T o m a r o n los escudos
de sus m a n o s y de sus diestras las riendas.
Q u e r í a n conducir los caballos hacia el p a l a c i o , pero
i n m e d i a t a m e n t e les gritó Sigfrido el atrevido. « D e j a d
quietos los caballos á mí y á los m í o s ; p r o n t o n o s aleja-
rémos de este sitio , p o r q u e n u e s t r a s intenciones s o n las
mejores.
« El q u e sepa lo cierto q u e m e r e s p o n d a , q u e m e diga
¿ d ó n d e p o d r é e n c o n t r a r á G u n t e r , el p o d e r o s o rey de los escudos. N a d i e se lo podía decir y esto le causaba g r a n
B o r g o n o n e s ?» U n o de los allí presentes q u e sabía todo inquietud.
aquello , le r e s p o n d i ó :
O r t e w e i n , señor de M e t z , q u e era bravo y atrevido,
« Si queréis v e r al r e y es dijo e n t o n c e s al r e y . « P o r c u á n t o n o sabemos quienes
cosa fácil en esa g r a n sala, s o n , será m e n e s t e r llamar á m i tío H a g e n , y hacérselos
lo h e visto con sus caballe- ver;
ros ; e n t r a d y p o d r é i s e n c o n - « L o s r e i n o s y los países e x t r a n j e r o s le s o n m u y c o n o -
trarlo c o n m u c h o s valerosos cidos ; si sabe quienes son estos c a b a l l e r o s , nos lo dirá
guerreros. » s e g u r a m e n t e . » El rey le r o g ó q u e viniera c o n sus h o m b r e s
D i e r o n al r e y la noticia y 1 lo v i e r o n avanzar m a j e s t u o s a m e n t e r o d e a d o de los
de q u e h a b í a n llegado u n o s guerreros que f o r m a b a n su córte.
g u e r r e r o s magníficamente P r e g u n t ó H a g e n al rey q u é era lo q u e d e s e a b a . « H a n
v e s t i d o s , q u e llevaban ricas llegado á m i palacio u n o s guerreros á los q u e n a d i e co-
cotas de mallas, u n soberbio noce a q u í . S i l o s has visto y a , tú m e dirás la v e r d a d ,
e q u i p o y á los q u e n a d i e co- Hagen.
nocía e n el país de los Bor- « A s í lo h a r é , » r e s p o n d i ó H a g e n . Se acercó á u n a v e n -
goñones. t a n a y dirigiendo sus m i r a d a s hacia los e x t r a n j e r o s , los
E x t r a ñ a d o el r e y , hubiera examinó a t e n t a m e n t e . Sus a r m a s y el equipo q u e llevaban
querido saber de (ionde v e - le a g r a d a r o n , p e r o n u n c a los había visto en el país de
n í a n aquellos fieros g u e r r e - los B o r g o ñ o n e s .
r o s , vestidos de u n a m a n e r a H a b l ó así. « Cualquiera q u e sea el p u n t o de d o n d e esos
tan rica y brillante y con t a n guerreros h a y a n v e n i d o hacia el R h i n , d e b e n ser jefes ó
buenos, nuevos y anchos emisarios de jefes. Sus riendas son h e r m o s a s y sus trajes
magníficos. C u a l q u i e r a q u e sea el p u n t o de d o n d e v e n -
g a n , deben ser caballeros de g r a n v a l o r . »
A d e m á s , dijo H a g e n : « A u n q u e e n m i vida h e visto á
Sigfrido , estoy dispuesto á creer y m e parece q u e es él,
el h é r o e q u e avanza c o n t a n t a m a j e s t a d .
« T r a e n u e v a s noticias á este país : la m a n o de ese h é r o e
ha v e n c i d o á los atrevidos N i b e l u n g o s ; á S c h i l b u n g o y á
N i b e l u n g o , hijos de u n rey p o d e r o s o . L a fuerza de su
brazo le ha bastado para realizar maravillas. »
« E n ocasión que el h é r o e cabalgaba sólo y sin a c o m -
p a ñ a m i e n t o , e n c o n t r ó al pié de u n a m o n t a ñ a , s e g ú n m e
h a n d i c h o , cerca del tesoro del rey de los N i b e l u n g o s , á
m u c h o s h o m b r e s atrevidos á los q u e n o c o n o c í a , p e r o á
los q u e desde e n t o n c e s , c o m e n z ó á c o n o c e r . »
« T o d o el tesoro del r e y de los N i b e l u n g o s había sido
sacado del h u e c o de la m o n t a ñ a . E s c u c h a d la n a r r a c i ó n
« P o r su t r a b a j o le dieron de regalo la espada del rey
N i b e l u n g o . P e r o se m a n i f i e s t a b a n m u y p o c o satisfechos
de los servicios que les había prestado el b u e n h é r o e Sig-
frido : n o p u d i e r o n llegar á u n a c u e r d o ; la cólera de ellos
estaba m u y excitada. »
« N o p u d o llegar á t o m a r
su parte del tesoro, pues los
h o m b r e s de u n o y de o t r o
aquella a v e n t u r a . C u a n d o rey c o m e n z a r o n á a r m a r l e
los
N i b e l u n g o s se disponían q u e r e l l a : p e r o c o n la espada
á repartírselo, el h é r o e Sig- de su p a d r e , q u e se llamaba
^ « J ^ ^ M y t r i d o , lo vió y q u e d ó m a r a - B a l m u n g , les a r r e b a t ó á los
tillado.»
atrevidos el tesoro y el país
WW J¡i ® S e acercó t a n t o , q u e p u - de los N i b e l u n g o s . »
B Í Í Í A E W do
, ver á los
guerreros, y « T e n í a n allí e n t r e los ami-
I I g u e r r e r o s l o vieron á él. gos, d o c e h o m b r e s atrevidos
U n o de ellos d i j o : « A q u í q u e e r a n f u e r t e s c o m o gigan-
se acerca Sigfrido , el h é r o e tes : p e r o ¿ p a r a q u é p o d í a n
del N i d e r l a n d . C o n los Ni- servirles ? Sigfrido los v e n c i ó
belungos le o c u r r i e r o n aven- c o n f u e r t e m a n o y cautivó
t u r a s extraordinarias. » á setecientos g u e r r e r o s del
« El j o v e n f u é m u y bien país de los N i b e l u n g o s
recibido p o r S c h i l b u n g o y « C o n la b u e n a espada q u e
N i b e l u n g o . L o s dos de se l l a m a b a B a l m u n g lo hizo.
a c u e r d o , r o g a r o n al joven
El g r a n t e m o r q u e llegó á
y noble príncipe, que to-
inspirar á m u c h o s jóvenes
m a r a c o n ellos parte del t e -
g u e r r e r o s la espada y el atre-
soro : c o n tal a r d o r se lo
vido h é r o e , f u e r o n causa de
r o g a r o n , que comenzó á
creerlos. » q u e se le s o m e t i e r a n los c a m -
pos y las ciudades. »
« V i ó allí t a n t a s piedras
« Había herido ya m o r -
p r e c i o s a s , s e g ú n h e m o s lle-
t a l m e n t e á los dos ricos
g a d o á s a b e r , q u e cien car-
r e y e s ; Alberico puso e n
r o s de los de c u a t r o ruedas
g r a n peligro su vida h a -
n o hubieran p o d i d o traspor-
— — — — a t a r l a s . T a m b i é n había m u - c i e n d o g r a n d e s esfuerzos,
p o r v e n g a r á sus señores
cll
VRK„i , , , ,, ° o r o r ° j ° del país de los hasta q u e t a m b i é n el mis-
N i b e l u n g o s : de t o d o debía t o m a r parte el v a l i e n t e Sig-
m o e x p e r i m e n t ó la g r a n
de S i g f r i d o . »
« El e n a n o vigoroso n o p u d o resistirlo t a m p o c o . C o -
« Me e x t r a ñ ó la noticia , d i j o el rey, de que hubierais
m o fieros leones h u y e r o n á la m o n t a ñ a en la que l o g r ó
arrebatar á Alberico la T a r n k a p p a : de este m o d o , Sigfri- venido hasta este p a í s , n o b l e Sigfrido. ¿ Q u é habéis veni-
d o , el h o m b r e terrible, l o g r ó hacerse d u e ñ o del t e s o r o . » do á buscar e n W o r m s sobre el R h i n ? El e x t r a n j e r o r e s -
p o n d i ó al r e y : « N o os lo o c u l t a r é en m o d o a l g u n o .
« L o s q u e se atrevieron á pelear c o n él, q u e d a r o n derro-
« E n el r e i n o de m i p a d r e , supe q u e aquí á v u e s t r o al-
tados allí. E n s e g u i d a hizo c o n d u c i r y depositar el tesoro
r e d e d o r se e n c o n t r a b a n los g u e r r e r o s m á s valientes q u e
al sitio de q u e lo h a b í a n sacado los N i b e l u n g o s . El f u e r t e
Alberico q u e d ó de g u a r d i a n . » rey p u d o r e u n i r , y he q u e r i d o c o n v e n c e r m e de ello : m u -
cho he oído c o n t a r y p o r esto h e v e n i d o .
« Le hizo prestar j u r a m e n t o de q u e lo serviría c o m o u n
fiel v a s a l l o ; desde e n t o n c e s en t o d o le f u é leal. » D e esta « T a m b i é n os oí n o m b r a r p o r v u e s t r o v a l o r ; dicen q u e
m a n e r a l o c o n t ó H a g e n de T r o n e j a . « Esto hizo el h é r o e ; j a m á s se vió u n rey tan b r a v o . Las g e n t e s h a b l a n m u -
ningún otro guerrero adquirió tanto poderío. » " c h o de ello en t o d o s los p a í s e s ; n o quiero m a r c h a r m e y a
sin h a b e r p r o b a d o vuestra b r a v u r a .
« Me son conocidas t a m b i é n o t r a s g r a n d e s aventuras
« Y o soy también u n g u e r r e r o y en su día m e ceñiré
suyas : la m a n o de ese h é r o e m a t ó al D r a g ó n y se b a ñ ó
en su s a n g r e , h a c i é n d o s e su piel t a n d u r a c o m o el c u e r - c o r o n a : quiero d a r lugar á que se diga de m í que c o n jus-
n o ; m u c h a s veces h a p o d i d o n o t a r s e , n i n g ú n a r m a le h a c e ticia poseo h o m b r e s y tierras. P o r m e r e c e r l o e x p o n d r é m i
mella. » h o n o r y m i vida.
« P o r m á s que seáis tan p o d e r o s o c o m o m e h a n d i c h o ,
« D e b e m o s recibir de la m e j o r m a n e r a al joven capitán,
para q u e n o e x c i t e m o s la cólera de tan i n t r é p i d o g u e r r e r o ! casi n o siento n i n g u n a i n q u i e t u d , y cause á a l g u n o pesar ó
Su c u e r p o es tan bello, q u e cualquiera se siente i n c l i n a d o alegría , q u i e r o arrebataros lo q u e poseeis, c a m p o s y c i u -
a a m a r l o ; su fuerza le h a bastado p a r a realizar t a n t a s h a - dades y s o m e t e r l o s á m i d o m i n i o . »
zañas. » El r e y se e x t r a ñ ó y t a m b i é n sus h o m b r e s al escuchar
El p o d e r o s o r e y dijo e n t o n c e s : « D e b e s t e n e r razón ; q u e quería arrebatarle su reino ; al oír tal a m e n a z a a q u e -
¡ m i r a c o m o se m a n t i e n e n dispuestos para el c o m b a t e esos llos guerreros , se e x t r e m e c i e r o n de cólera.
g u e r r e r o s y el atrevido joven lo m i s m o que los héroes ! « C ó m o es esto , dijo G u n t e r al h é r o e , ¿ he m e r e c i d o
N o s o t r o s d e b e m o s salir al e n c u e n t r o de tan valiosa espada.» y o perder p o r la violencia de u n e x t r a n j e r o el país q u e
«Bien podéis h a c e r l o sin d e s h o n o r , dijo H a g e n ; es de d u r a n t e t a n t o t i e m p o g o b e r n ó m i padre c o n h o n o r ? O s
m u y n o b l e linaje, h i j o de u n rey p o d e r o s o . P a r é c e m e q u e h a r e m o s v e r q u e t a m b i é n n o s o t r o s , practicamos la caba-
esta p r e o c u p a d o ; N u e s t r o S e ñ o r Jesucristo sabrá p o r q u é . llería.
i \ o creo sean a v e n t u r a s insignificantes las q u e le h a n h e - « N o m e quiero m a r c h a r , d i j o el atrevido joven, si tus
c h o venir hasta aquí. d o m i n i o s n o siguen e n paz gracias á tu valor, quiero con-
quistarlos t o d o s ; t a m b i é n las tierras m í a s , te q u e d a r á n
El s e ñ o r de aquel p a í s , d i j o e n t o n c e s : « Q u e sea bien
v e n i d o ; es bravo y n o b l e , bien lo sé , y esto le será m u v sometidas si la f u e r z a te las hace conseguir.
útil en el país de los B o r g o ñ o n e s . » El rey G u n t e r salió al « T u herencia y la mía serán u n a apuesta i g u a l ; al q u e
e n c u e n t r o de S i g f r i d o . triunfe del o t r o , le q u e d a r á s o m e t i d o t o d o , las tierras y
El real huésped y sus h o m b r e s , recibieron al e x t r a n j e - los h a b i t a n t e s . » E n a q u e l i n s t a n t e , r e s p o n d i e r o n H a g e n
ro de u n a m a n e r a t a l , que n a d a se e c h ó de m e n o s e n su y Gernot:
cortesía. El agradable s e ñ o r se inclinó al e s c u c h a r tan l i - « N o s e n t i m o s d e s e o s , dijo G e r n o t de c o n q u i s t a r n u e -
sonjeras frases. vas t i e r r a s , y d a r lugar á q u e p o r este m o t i v o m u e r a n
m u c h o s á m a n o s de los g u e r r e r o s : p o s e e m o s en justicia
LOS NIBEI.ÜNGOS
LOS NIBEtüXGOS 29

se
- someterán h é r o e s , p a r a n o s o t r o s n o sería h o n r a n i n g u n a y v o s n o
conseguiríais p r o v e c h o . « A l e s c u c h a r estas p a l a b r a s , S i g -
« H ^ l ^ t e ^ a m i g o s i n f l a m a d o s p o r la f r i d o , el h i j o del r e y S i g e m u n d o , r e s p o n d i ó :
d e M e t z
dijo a s í : « U rl'c ^ ' ^ T " ' > « « « ¿ P o r q u é H a g e n y t a m b i é n O r t e w e i n d e s e a n a f r o n t a r el
M e - sin f V & g ^ ^ J ^ c o m b a t e e n c o m p a ñ í a d e sus a m i g o s c u a n d o t i e n e n t a n t o s
e n t r e los B o r g o ñ o n e s ? » T o d o q u e d ó t e r m i n a d o ; el c o n -
sejo d e G e r n o t prevaleció.
« P a r a n o s o t r o s seréis b i e n v e n i d o s tú y l o s q u e te a c o m -
p a ñ a n , d i j o el j o v e n G e i s e l h e r : y o y t o d o s m i s a m i g o s
q u e r e m o s s e r v i r o s . » Y escanciaron á los e x t r a n j e r o s v i n o
P r a z o n e s
tinencia.» p o d e r o s a s á su imper- del rey G u n t e r .
El s o b e r a n o del país añadió : « T o d o lo q u e a q u í h a y
es v u e s t r o , s e g ú n p r e s c r i b e n las reglas del h o n o r ; c u e r p o s
C
un r e y p o d e r o s o tú n o e t s ^ °n d m Í 0 :
7o y bienes s e r á n divididos c o n v o s o t r o s . » A l e s c u c h a r e s t o ,
q u e u n vasa]
d o c e c o m o tú n o n n í w , J o de r e y ; la cólera d e Sigfrido se aplacó u n t a n t o .
H i c i e r o n c u i d a r sus e q u i p a j e s y se b u s c a r o n p a r a los

Í as issaaé^a^s,
a c o m p a ñ a n t e s d e S i g f r i d o los m e j o r e s a l o j a m i e n t o s q u e
h a b í a . D e s d e e n t o n c e s t o d o s v i e r o n c o n g u s t o al e x t r a n -
jero en el país de l o s B o r g o ñ o n e s .
Gernot el
G r a n d e s h o n o r e s les h i c i e r o n d u r a n t e m u c h o s d í a s ;
b r a v o y r e s p e t a d o caballero > cien veces m á s q u e t o d o s l o s q u e y o p o d r í a decir. P u e d e
d & w T d ^ f e ' ldÍ>° ' • Nada ha creerse q u e s u v a l o r l o s m e r e c í a , y n o o c u r r i ó q u e n a d i e
n a r l o t o d o c o r t é s m e n tt e AsFrí ^ y S e; a Im
Posibfc al v e r l o s , sintiera o d i o en c o n t r a s u y a .
a^go y s e r d h t Z ; a r f ™ s ° ' » » p o r E n todas las d i v e r s i o n e s del r e y y d e sus h o m b r e s , se
m o s t r ó s i e m p r e s u p e r i o r . C u a l q u i e r c o s a q u e se i n t e n t a r a ,
era t a n g r a n d e su f u e r z a , q u e n a d i e p o d í a i g u a l a r l o , f u e r a
g u e r r e r o s : j a m á s d e b i ó h a c e r s e m d l n t e cosa T ™S e n a r r o j a r la p i e d r a ó en l a n z a r la f l e c h a .
h o m b r e s n o recibió o f e n s a p a r e c i d a . ' P
"eS d e m i s C o m o s i e m p r e estos j u e g o s se h i c i e r o n p o r cortesía d e -
l a n t e d e las m u j e r e s , q u e v e í a n c o n s u m o g u s t o al h é r o e
del N i d e r l a n d . Él t e n í a fijos sus s e n t i d o s e n u n elevado
c o ; e r si q u e r e i s qu e fe'~ amor.
Las h e r m o s a s m u j e r e s d e la c o r t e , q u e r í a n s a b e r n o -
ticias. « ¿ D e d o n d e e s ? E s h e r m o s a s u p r e s e n c i a , es
hiblóS&ost?gnPe"reroPedír!,0K,rei,1ÍCÓ m u y r i c o su e q u i p a j e ? » M u c h o s c o n t e s t a b a n : « Ese es
el h é r o e de N i d e r l a n d . »
P a r a c u a l q u i e r ejercicio estaba s i e m p r e d i s p u e s t o ; lle-
vaba e n su m e n t e u n a a m o r o s a y bella v i r g e n á la q u e
todavía n o h a b í a visto y ella t a m b i é n lo sentía en su c o -
razón.
UNIVERSIDAD DE NWEVO LEOh
BIBLIOTECA UNWF«'T*RIA
"ALFGfi&O J U H o "
lfi?5M0NT€8REY. MEWC3
C u a n d o caballeros y e s c u d e r o s c e l e b r a b a n justas en el
O s d i r é los n o m b r e s d e a q u e l l o s g u e r r e r o s : e r a n L u d e -
p a t i o , C n m i l d a , la r e s p e t a d a h e r m a n a del r e y , l o s m i r a b a g e r o , r e y de los S a h s e n , jefe p o d e r o s o y r e s p e t a d o , y su
V e n t a n a ;
tanío " I n g ú n o t r o d i v e r t i m i e n t o le a g r a d a b a c o m p a ñ e r o el r e y L u d e g a s t o de D i n a m a r c a , á los q u e en
su expedición acompañaban m u c h o s valerosos capitanes.
Si h u b i e r a s a b i d o q u e lo estaba m i r a n d o aquella de L l e g a r o n a n t e G u n t e r l o s e m i s a r i o s q u e e n v i a b a n sus
E r h T SU
? r a u Z Ó n ' h u b , i e r a s i d 0 P a r a él g r a n d e e n e m i g o s : p r e g u n t á r o n l e q u e noticias t r a í a n , é i n m e d i a -
alegría. Si us o,os h u b i e r a n p o d i d o v e r l í , lo a f i r m o t a m e n t e f u e r o n c o n d u c i d o s á la c o r t e , á la p r e s e n c i a del
n a d a le habría p a r e c i d o t a n d u l c e en la t i e r r a rey.
C u a n d o se hallaba e n la c o r t e e n t r e los d e m á s caballe- D e s p u é s d e saludarlos a t e n t a m e n t e , les d i j o : «Sed bien-
í m a d n ^ C T < ? n ° S j U e g O S ' P a r e d a t a n d i g n o de ser v e n i d o s . Y o n o c o n o z c o á los q u e os e n v í a n , v o s o t r o s
a m a d o el h i j o de Sigelinda q u e m á s d e u n a m u j e r s e n t í a m e diréis q u i e n e s s o n . » Así dijo el b u e n r e y . T e m í a n
e n t e r n e c i d o su c o r a z ó n . ' g r a n d e m e n t e el f u r o r d e G u n t e r .
C o n f r e c u e n c i a p e n s a b a : « ¿ D e q u é m o d o llegarán m i s « Y a q u e n o s autorizáis p a r a m a n i f e s t a r el m e n s a j e d e
ojos a v e r a esta n o b l e j o v e n á la q u e desde h a c e m u c h o q u e e s t a m o s e n c a r g a d o s , n o os lo o c u l t a r e m o s . Sabréis
t i e m p o a m o c o n t o d o m i c o r a z ó n ? A u n n o la c o n o z c o ;
los n o m b r e s d e los h é r o e s q u e n o s e n v í a n : L u d e g a s t o y
n o d e b o s e n t i r aflicción.» '
L u d e g e r o q u i e r e n r e c o r r e r v u e s t r o país.
C u a n d o los p o d e r o s o s r e y e s v i a j a b a n p o r su país los
« Habéis i n c u r r i d o en la cólera d e a m b o s ; n o s o t r o s s a -
qUC
T * P a ñ a r i o s 3 Sigfrido también : b e m o s q u e dichos h é r o e s , os o d i a n p r o f u n d a m e n t e ,
esto era u n d o l o r p a r a las m u j e r e s ; p o r esto m u c h a s veces q u i e r e n v e n i r con un ejército á W o r m s s o b r e el R h i n ;
a c a u s a d e su a m o r s e n t í a n g r a n p e n a
m u c h o s g u e r r e r o s los s i g u e n y debéis estar p r e v e n i d o s .
J í / ^ m ? d o P e r m a n e c i ó c o n los g u e r r e r o s , esta es la « D e n t r o d e d o c e s e m a n a s d e b e llevarse á c a b o la e x -
v e , d a d ; e n el país del r e y C a n t e r vivió u n a ñ o sin h a b e r p e d i c i ó n . Si c o n t á i s con b u e n o s a m i g o s , h a c e d l o s v e n i r
visto en este t . e m p o á la m u j e r a m a d a , p o r la q u e p o c o al m o m e n t o p a r a q u e p r o t e j a n la t r a n q u i l i d a d de v u e s t r o s
despues e x p e r i m e n t ó g r a n felicidad y g r a n d e s a c i o n e s c a m p o s y c i u d a d e s : aquí q u e d a r á n h e c h o s p e d a z o s , m u -
chos 3'elmos y m u c h o s e s c u d o s .
« P e r o si q u e r e i s e n t r a r en t r a t o s c o n n u e s t r o s gefes,
hacedles p r o p o s i c i o n e s ; d e este m o d o d e j a r á n de a v a n z a r
las h u e s t e s d e v u e s t r o s p o d e r o s o s e n e m i g o s , q u e se
IV. a p r o x i m a n para causar p r o f u n d o s e n t i m i e n t o en v u e s t r o
c o r a z ó n , p u e s á sus m a n o s d e b e n m o r i r g r a n n ú m e r o d e
DE COMO SIGFRIDO COMBATIÓ Á LOS SAHSEW caballeros a f a m a d o s . »
« E s p e r a d a l g ú n t i e m p o y os h a r é c o n o c e r m i v o l u n t a d
c u a n d o h a y a r e f l e x i o n a d o lo m á s j u s t o . »
Así d i j o el b u e n r e y : « N o o c u l t a r é n a d a á mis n o t a -
L r e i n o
S S M d e G u n t e r l l e g a r o n e x t r a ñ a s noticias : bles : m e q u e j a r é á m i s fieles a m i g o s d e este m e n s a j e de
g u e r r e r o s d e s c o n o c i d o s d e país l e j a n o le e n - guerra.»
i S & í i r n T e n S , a ' e S e n l o s 1 u e a b o s a b a el o d i o . C o n a q u e l l o t u v o u n g r a n pesar el rico G u n t e r ; cons-
^ f y ^ A i e s c u c h a r la n a r r a c i ó n a q u e l l a , t o d o s e x Pp e r i - t a n t e m e n t e p e s a b a n s o b r e su c o r a z ó n aquellas noticias.
mentaron verdadero espanto.
H i z o l l a m a r á H a g e n y á o t r o s m u c h o s d e sus leales,
C u a n d o caballeros y e s c u d e r o s c e l e b r a b a n justas en el
O s d i r é los n o m b r e s d e a q u e l l o s g u e r r e r o s : e r a n L u d e -
p a t i o , C r i m i l d a , la r e s p e t a d a h e r m a n a del r e y , l o s m i r a b a
g e r o , r e y de los S a h s e n , jefe p o d e r o s o y r e s p e t a d o , y su
V e n t a n a ;
tanío "Ingún o t r o
d i v e r t i m i e n t o le a g r a d a b a c o m p a ñ e r o el r e y L u d e g a s t o de D i n a m a r c a , á los q u e en
su expedición acompañaban m u c h o s valerosos capitanes.
Si h u b i e r a s a b i d o q u e lo estaba m i r a n d o aquella de L l e g a r o n a n t e G u n t e r l o s e m i s a r i o s q u e e n v i a b a n sus
T a r l S e T SU C
r j Ó n > h u b j e r a s i d o P ^ a él g r a n d e e n e m i g o s : p r e g u n t á r o n l e q u e noticias t r a í a n , é i n m e d i a -
alegría. Si us o,os h u b i e r a n p o d i d o v e r l í , lo a f i r m o t a m e n t e f u e r o n c o n d u c i d o s á la c o r t e , á la p r e s e n c i a del
n a d a le habría p a r e c i d o t a n d u l c e en la t i e r r a rey.
C u a n d o se hallaba e n la c o r t e e n t r e los d e m á s caballe- D e s p u é s d e saludarlos a t e n t a m e n t e , les d i j o : «Sed bien-
í m a d H ^ T T ° S j U e g O S ' P a r e d a t a n d i g n o de ser v e n i d o s . Y o n o c o n o z c o á los q u e os e n v í a n , v o s o t r o s
a m a d o el h i j o de S i g e h n d a q u e m á s d e u n a m u j e r s e n t í a m e diréis q u i e n e s s o n . » Así dijo el b u e n r e y . T e m í a n
e n t e r n e c i d o su c o r a z ó n . ' g r a n d e m e n t e el f u r o r d e G u n t e r .
C o n f r e c u e n c i a p e n s a b a : « ¿ D e q u é m o d o llegarán m i s « Y a q u e n o s autorizáis p a r a m a n i f e s t a r el m e n s a j e d e
ojos a v e r a esta n o b l e j o v e n á la q u e desde h a c e m u c h o q u e e s t a m o s e n c a r g a d o s , n o os lo o c u l t a r e m o s . Sabréis
t i e m p o a m o c o n t o d o m i c o r a z ó n ? A u n n o la c o n o z c o !
los n o m b r e s d e los h é r o e s q u e n o s e n v í a n : L u d e g a s t o y
n o d e b o s e n t i r aflicción.» '
L u d e g e r o q u i e r e n r e c o r r e r v u e s t r o país.
C u a n d o los p o d e r o s o s r e y e s v i a j a b a n p o r su país los
« Habéis i n c u r r i d o en la cólera d e a m b o s ; n o s o t r o s s a -
qUC a( om a
: P ñ a r l o s y Sigfrido también : b e m o s q u e dichos h é r o e s , os o d i a n p r o f u n d a m e n t e ,
esto era u n d o l o r p a r a las m u j e r e s ; p o r esto m u c h a s veces q u i e r e n v e n i r con un ejército á W o r m s s o b r e el R h i n ;
a c a u s a d e su a m o r s e n t í a n g r a n p e n a
m u c h o s g u e r r e r o s los s i g u e n y debéis estar p r e v e n i d o s .
J í / ^ m ? d ° p e r m a n e c i ó c o n los g u e r r e r o s , esta es la « D e n t r o d e d o c e s e m a n a s d e b e llevarse á c a b o la e x -
v e r d a d ; e n el país d e r e y G u n t e r vivió u n a ñ o sin h a b e r p e d i c i ó n . Si c o n t á i s con b u e n o s a m i g o s , h a c e d l o s v e n i r
visto en este t . e m p o á la m u j e r a m a d a , p o r la q u e p o c o al m o m e n t o p a r a q u e p r o t e j a n la t r a n q u i l i d a d de v u e s t r o s
despues e x p e r i m e n t ó g r a n felicidad y g r a n d e s a c i o n e s c a m p o s y c i u d a d e s : aquí q u e d a r á n h e c h o s p e d a z o s , m u -
chos 3'elmos y m u c h o s e s c u d o s .
« P e r o si q u e r e i s e n t r a r en t r a t o s c o n n u e s t r o s gefes,
hacedles p r o p o s i c i o n e s ; d e este m o d o d e j a r á n de a v a n z a r
las h u e s t e s d e v u e s t r o s p o d e r o s o s e n e m i g o s , q u e se
IV. a p r o x i m a n para causar p r o f u n d o s e n t i m i e n t o en v u e s t r o
c o r a z ó n , p u e s á sus m a n o s d e b e n m o r i r g r a n n ú m e r o d e
caballeros a f a m a d o s . »
DE COMO SIGFRIDO COMBATIÓ Á LOS SAHSEW
« E s p e r a d a l g ú n t i e m p o y os h a r é c o n o c e r m i v o l u n t a d
c u a n d o h a y a r e f l e x i o n a d o lo m á s j u s t o . »
Así d i j o el b u e n r e y : « N o o c u l t a r é n a d a á mis n o t a -
L r e i n o
S S M de G u n t e r llegaron extrañas noticias: bles : m e q u e j a r é á m i s fieles a m i g o s d e este m e n s a j e de
» t i e r r e r o s d e s c o n o c i d o s d e país l e j a n o le e n - guerra.»
i r n T e n s a i e s e n l o s q u e r e b o s a b a el o d i o . C o n a q u e l l o t u v o u n g r a n pesar el rico G u n t e r ; cons-
^ f y ^ A l e s c u c h a r la n a r r a c i ó n a q u e l l a , t o d o s e x Pp e r i - t a n t e m e n t e p e s a b a n s o b r e su c o r a z ó n aquellas noticias.
mentaron verdadero espanto. H i z o l l a m a r á H a g e n y á o t r o s m u c h o s d e sus leales,
fueran i dar aviso i k
a y u d a r , m e alegraría la noticia y a que tan fiel m e sois.
A u n q u e y o viva m u c h o t i e m p o , s i e m p r e lo t e n d r é p r e -
sente.
« A h o r a os diré las causas q u e m e tienen tan afligido.
¿ r s x » - 1 t M w í r a s í Me h a n h e c h o saber u n o s m e n s a j e r o s d e m i s e n e m i g o s
que q u i e r e n p e r s e g u i r m e hasta aquí-con su ejército; nadie
hasta a h o r a se atrevió á inferirnos e n n u e s t r o país injuria
semejante.»
« N o os preocupéis p o r n a d a de eso,» c o n t e s t ó S i g f r i d o .
h
nuestros enemigos » " °n°r: M Serfn h k a
W ^ « C a l m a d v u e s t r o espíritu y c o n c e d e d m e lo q u e os pido.
D e j a d m e d e f e n d e r yuestrff h o n o r y v u e s t r o s intereses y
rogad á v u e s t r o s amigos q u e v e n g a n á a y u d a r o s .
« A u n - s i e n d o treinta m i l los h o m b r e s que traigan vues-
t i e m p o á toda n u e s t r a g e n t e » Así haHA el ? « ? Poct> tros fuertes e n e m i g o s , los p o d r é c o m b a t i r a u n q u e l l e g u e n
™ : « E s m e n e s t e r h f c é r s e i o s7ber í s t ¿ d ó T g K
" solo á mil aquellos de q u e y o p u e d a d i s p o n e r : dejad esto
á mi cuidado.» El rey G u n t e r le r e s p o n d i ó : « S i e m p r e os
estaré agradecido. »
¿ qTe l o s ^ t r S á f e : Gunter « Haced q u e se p o n g a n á mis ó r d e n e s mil de v u e s t r o s
h o m b r e s p o r q u e de los m í o s solo t e n g o aquí d o c e ; y o
defenderé v u e s t r o país i . Sigfrido os servirá s i e m p r e fiel-
m e n t e c o n t o d o su p o d e r .
TIn E L r K y ii e n g r a n Cui
fld0 sentía
w o dolor e n su corazón « T a m b i é n nos a y u d a r á n H a g e n y O r t e w e i n y v u e s t r o s
S f i K s m s t f B queridos guerreros D a n k w a r t y S i n d o l d o ; el audaz V o l k e r
vendrá con n o s o t r o s llevando el e s t a n d a r t e ; á n i n g u n o
SiJfridollamVa a t
T Í Ó n extraor(
iinariamente » - le d i j o m e j o r q u e á él se le p u e d e confiar.
« D e j a d q u e regresen los m e n s a j e r o s al país de sus seño-
res; que les h a g a n saber que m u y p r o n t o n o s v e r e m o s para
que nuestras ciudades p e r m a n e z c a n en paz. » El r e y dió
cuenta de t o d o esto á s u s a m i g o s y á sus p a r i e n t e s .
C o m p a r e c i e r o n a n t e la corte los emisarios de L u d e g e r o :
estaban s u m a m e n t e c o n t e n t o s p o r q u e sabían que iban á
^ f ^ t e i s S i i l l i volver á su patria. G u n t e r , el b u e n r e y , les hizo ofrecer
fieos presentes y les concedió u n a escolta, dé t o d o l o cual
tes ^ ^ ¿ S se m o s t r a r o n ellos m u y satisfechos.
« H a c e d saber á m i s f u e r t e s e n e m i g o s , » les dijo G u n t e r
« q u e harían bien e n r e n u n c i a r á su expedición: p e r o q u e
si quieren v e n i r á hostilizarme e n m i p a í s , y mis fieles n o
me abandonan, tendrán mucho que hacer. »
D i ó m a g n í f i c o s regalos á los m e n s a j e r o s : G u n t e r p o d í a
hacer m u c h o s . N o se atrevieron á rehusarlos los enviados
de L u d e g e r o y t a n p r o n t o c o m o se despidieron m a r c h a r o n D e s p u é s de a b a n d o n a r el R h i n atravesaron el H e s s e c o n
inmediatamente. sus guerreros dirigiéndose al país de los S a h s e n ; p r o n t o
e n t r a r o n eu c o m b a t e . C o n el s a q u e o y el i n c e n d i o hicieron
C u a n d o los m e n s a j e r o s llegaron á D i n a m a r c a y el r e y
tan grandes destrozos e n el país, q u e los d o s p r í n c i p e s ex-
Ludegasto t u v o c o n o c i m i e n t o del m o d o c o m o v e n í a n del
p e r i m e n t a r o n g r a n p e n a al saberlo.
R h m y de la arrogancia de los B o r g o ñ o n e s se irritó m u c h o
L e m a n i f e s t a r o n q u e h a b í a allí m u c h o s h o m b r e s atrevi- Llegaron á la M a r c a ; los soldados a p r e s u r a b a n el p a s o .
dos-. « A d e m a s h e m o s visto u n o al lado del rey G u n t e r q u e El f u e r t e Sigfrido c o m e n z ó á p r e g u n t a r : « Q u i é n se e n c a r -
se l l a m a Sigfrido, u n h é r o e del N i d e r l a n d . » Al saber esto gará de p r o t e g e r n u e s t r a retirada ? N u n c a h a n tenido los
L u d e g a s t o se puso en g r a n c u i d a d o . Sahsen u n a c a m p a ñ a t a n d e s t r u c t o r a . »
Le c o n t e s t a r o n : « Q u e los m á s jóvenes q u e d e n g u a r d a ñ -
E n t e r a d o s de e s t o los de D i n a m a r c a se a p r e s u r a r o n sin
do los c a m i n o s c o n el atrevido D a n k w a r t q u e es u n g u e -
descanso a r e u n i r aliados hasta q u e el r e y L u d e g a s t o c o n t ó
rrero rápido : n o s o t r o s p e r d e r e m o s m e n o r n ú m e r o á m a -
para realizar su expedición c o n veinte m i l g u e r r e r o s esco-
nos de la g e n t e de L u d e g e r o ; q u e e n esta ocasión q u e d e
gidos e n t r e los h o m b r e s m á s esforzados.
él c o n O r t e w e i n f o r m a n d o la r e t a g u a r d i a .
El valeroso L u d e g e r o jefe de los Saíienos los l l a m ó
l o g r a n d o r e u n i r a d e m á s u n o s c u a r e n t a m i l ó m á s c o n los « Y o m i s m o avanzaré » dijo Sigfrido el esforzado « y
q u e se p r o p o n í a invadir el país de los B o r g o ñ o n e s . T a m - perseguiré á los e n e m i g o s hasta q u e logre e n c o n t r a r á esos
bién había m a n d a d o r e c l u t a r el rey G u n t e r , g u e r r e r o s . » Bien p r o n t o estuvo a r m a d o el hijo de la h e r -
mosa Sigelinda.
E n t r e sus amigos y e n t r e los del s e ñ o r su h e r m a n o l o s
C o m o sus deseos eran de a v a n z a r , confió el c u i d a d o del
q u e quisieran t o m a r parte en a q u e l l a g u e r r a , y lo m i s m o
ejército á H a g e n y á G e r n o t , h o m b r e s m u y valientes. Él
había h e c h o H a g e n e n t r e sus g u e r r e r o s : estos h é r o e s d e -
solo se a d e l a n t ó hacia el país de los S a h s e n y a q u e l día
bían m a r c h a r al peligro. M u c h o s m u r i e r o n en él
q u e d ó su valor m u y alto.
dispusieron á partir p r e c i p i t a d a m e n t e : c u a n d o salie-
E x t e n d i d o en el c a m p o vió u n ejército considerable q u e
r o n \ olker el a u d a z , llevaba el estandarte y c u a n d o
excedía en m u c h o al q u e llevaba é l ; serían u n o s c u a r e n t a
a b a n d o n a r o n a W o r m s sobre el R h m , H a g e n de T r o n e j a
1 mil ó m á s : e n a r d e c i d o Sigfrido los veía c o n g r a n d í s i m a
era el jefe de las huestes.
alegría.
C o n ellos iban t a m b i é n S i n d o l d o y el atrevido H u n o l d o
capaces de m e r e c e r t o d o el o r o del rico rey. D a n k w a r t el Del c a m p a m e n t o había avanzado t a m b i é n u n g u e r r e r o
h e r m a n o de H a g e n y t a m b i é n O r t e w e i n , q u e s e g u r a m e n t e p a r a hacer guardia y estaba m u y v i g i l a n t e : vió al h é r o e
p o d í a n f o r m a r p a r t e c o n . l i o n o r de aquel ejército S i g f r i d o ' y éste al audaz j o v e n . I n m e d i a t a m e n t e a m b o s se
c o m e n z a r o n á observar.
«Señor rey» dijo Sigfrido. « P e r m a n e c e d en vuestra casa •
O s diré quién era aquel q u e se e n c o n t r a b a de avanzada;
y a q u e v u e s t r o s g u e r r e r o s q u i e r e n s e g u i r m e , q u e d á o s al lado
tenía e m b r a z a d o u n brillante escudo de oro ; era el rey
de las m u j e r e s y estad s i e m p r e t r a n q u i l o de espíritu. T é n ¿ o
Ludegasto q u e velaba p o r sus h u e s t e s . El n o b l e excranjero
g r a n confianza en que sabré d e f e n d e r vuestro honor°v
y se irguió altivamente.
vuestros bienes.
T a m b i é n el rey L u d e g a s t o le dirigió furiosas m i r a d a s .
« L o s q u e o u i e r e n atacaros en W o r m s sobre el R h i n á
los q u e y o d e t e n d r é , p o d í a n q u e d a r s e d o n d e están • n o s - H i c i e r o n botar sus caballos clavándoles las espuelas e n los
otros a v a n z a r e m o s t a n t o en el país de e l l o s , q u e su a r r o - h i j a r e s ; u n o y o t r o blandieron las lanzas c o n t r a los e s c u -
gancia se c o n v e r t i r á en aflicción. » d o s : en a q u e l m o m e n t o el p o d e r o s o rey f u é a c o m e t i d o
por u n v i o l e n t o t e m o r .
36 LOS X I BE I . U K G O S

D e s p u é s del p r i m e r g o l p e l o s caballos arrastraron á los


dos lujos de reyes c o m o si los impeliera una tormenta; Dijo á los B o r g o ñ o n e s : « replegad las banderas. »
c o m o b u e n o s caballeros l o s - c o n t u v i e r o n c o n las bridas y « A d e l a n t e » gritó S i g f r i d o : « M u c h a s cosas se h a n de
aquellos dos furiosos a q u i e n e s la cólera a n i m a b a se a c o - realizar en este día si y o n o pierdo la vida : esto entriste-
m e t i e r o n con las espadas. cerá á m á s de una h e r m o s a m u j e r del país de los S a h s e n .
El bizarro Sigfrido hirió e n t o n c e s c o n t a n t a f u e r z a , q u e « V o s o t r o s , héroes del R h i n , s e g u i d m e ; y o p u e d o c o n -
t e t e n blo t o d o el c a m p o ; de los y e l m o s y de las espadas duciros á d o n d e está el ejército d e T u d e g e r o . Veréis como,
brotaban á los g o l p e s de los héroes rojas c L p a s d e l e g o se r o m p e n sus cascos á los golpes de los valientes g u e -
Un Ia alIad Cn d COntrario rreros ; antes de q u e v o l v a m o s h e m o s de e x p e r i m e n t a r n o
igual. ° ° ^versario
pocos sobresaltos.»
T a m b i é n el rey L u d e g a s t o descargaba s o b r e su e n e m i g o G e r n o t y los q u e le h a b í a n a c o m p a ñ a d o se dirigieron
hacia el sitio en q u e se e n c o n t r a b a n sus caballos. El i n t r é -
el Sescudo
sXo b r e el P
g0l eS
j ° Sc ob nl ' ta rZa0rSi od.G 3Tmr ebi0nSt a C de
5 del a k n
susP eh^odmabmr eesm se
e pido, el atrevido bardo V o l k e r , l e v a n t ó el e s t a n d a r t e y se
puso á la cabeza de las h u e s t e s ; los d e m á s se p r e p a r a r o n
del COn bat
fetr ] V m á s antes de
llegaran , Sig- también v a l i e n t e m e n t e al c o m b a t e .
frido h a b í a c o n s e g u i d o el t r i u n f o • ' °
hCrÍdaS q
f ° hÍZ
^ al
b r o t a b a la san- N o ascendían á m á s de mil h o m b r e s c o n doce jefes. A
£ 1 1 , C , L l S , U n t u r a s d e s u h e r m o s o a r n é s j la s a n - sus pasos c o m e n z ó á l e v a n t a r s e el p o l v o del c a m i n o ; avan-
gre de las heridas corría p o r el filo d é l a espada : el v a l o r zaban p o r la l l a n u r a y se veía brillar m á s de u n reluciente
del rey L u d e g a s t o se c o n v i r t i ó en triste desaliento escudo.
A V l d a y ^ o f r e c i ó su reino d i c i é n d o l e q u e se T a m b i é n se h a b í a n a p r o x i m a d o los Sahsen y su jefe
llamaba L u d e g a s t o . Llegaron sus g u e r r e r o s q u e habían llevando las espadas afiladas; según d e s p u é s h e sabido, en
visto^muy bren l o o c u r r i d o e n t r e l o s d o s c e n t i n e l a s Z T - m a n o s de los h é r o e s c o r t a b a n h o r r i b l e m e n t e . A n h e l a b a n
defender sus c a m p o s y sus ciudades.
M ^ t ^ H qU¡S0 l l e v a r s e a l
d e r r o t a d o le asaltaron L a h u e s t e q u e m a n d a b a el rey se a d e l a n t ó : también
S í, sus h o m b r e s : e n t o n c e s el brazo del h é r o e de- avanzaba Sigfrido r o d e a d o de los doce h o m b r e s q u e había
tendió a su n o b l e p r i s i o n e r o d a n d o terribles golpes c o n traído consigo del N i d e r l a n d . E n la t e m p e s t a d de aquel
los q u e causo g r a n d e s destrozos e n t r e a q u e l l o s g u e r r e r o día m á s de u n a m a n o se tiñó de s a n g r e .
&
r i c a m e n t e ataviados. S i n d o l d o , H u n o l d o y t a m b i é n G e r n o t , dieron m u e r t e á
C o n g r a n arrojo l o g r ó m a t a r á los t r e i n t a ; u n o solo g r a n n ú m e r o de g u e r r e r o s antes q u e h u b i e r a n p o d i d o p r o -
q u e d o c o n v i d a .y corrió r á p i d a m e n t e á d a r í a ' n o t i c i a del bar cuan g r a n d e era su bravura. D e s p u é s t u v o q u e llorar
s u c e s o ; a verdad podía c o n f i r m a r l a su enrojecido casco m á s de u n a m u j e r j o v e n .
C u a n d o s u p i e r o n la noticia los de D i n a m a r c a , e x p e r i - V o l k e r , H a g e n y O r t e w e i n e m p a ñ a r o n t a m b i é n en el
m e n t a r o n gran dolor al v e r su rey prisionero. D i j é r o n l a á c o m b a t e la brillantez de m á s de un reluciente casco c o n la
su h e r m a n o y este c o m e n z ó á b r a m a r c o n indecible rabia sangre que hacían verter aquellos h o m b r e s terribles c o m o
c o m o si a él le hubiera ocurrido. ' el r a y o . D a n k w a r t realizó p o r su parte prodigios de valor.
El rey L u d e g a s t o f u é c o n d u c i d o en brazos de los iiom- L o s d e D i n a m a r c a p r o b a r o n á su vez la "fuerza de sus
b r a z o s ; se escuchaba el g o l p e a r d é l o s escudos al ser h e r i -
n i?nl H a g e n ; c u a n d o el atrevido g u e r r e r o s u Pp o dos y el chocar de las espadas. L o s S a h s e n bravos en la
quién e r a . e x p e r i m e n t ó g r a n d e alegría. lucha hicieron u n g r a n destrozo.
Los B o r g o ñ o n e s se atropellaban en el c o m b a t e y a b r i e -
r o n m á s de u n a p r o f u n d a herida. L a s a n g r e corría á t o - g r a n n ú m e r o de javelinas. M u c h a s bruñidas rodelas que-
rrentes p o r e n c i m a de las m o n t u r a s ; así p r o c u r a b a n q u e - d a r o n m a n c h a d a s de sangre.
d a r h o n r a d o s a q u e l l o s caballeros bravos y b u e n o s . E n aquella furiosa t o r m e n t a m u c h o s guerreros caían
Las aceradas a r m a s se sentían crujir en las m a n o s de de sus caballos. U n o sobre el o t r o se p r e c i p i t a r o n Sigfrido
los guerreros, c o n m á s yigor allí d o n d e se h a l l a b a n los del el valiente y el rey L u d e g e r o . Se veían volar las astas y los
N i d e r l a n d ; precipitábanse e n p o s de su jefe detrás de los hierros de m á s de u n a a g u d a l a n z a .
escuadrones y llegaban h e r o i c a m e n t e al par q u e Sigfrido. A u n golpe de Sigfrido v o l ó en pedazos la abrazadera
Ni u n o solo de los del R h i n p o d í a seguirlos : á través del e s c u d o ; p e n s ó el h é r o e del N i d e r l a n d q u e iba á o b t e n e r
de los relucientes y e l m o s se veía correr la s a n g r e á los la victoria sobre los S a h s e n q u e h o r m i g u e a b a n allí. ¡ A h !
g o l p e s d e Sigfrido, q u e n o paró hasta que vió á L u d e g e r o ¡ cuántas brillantes cotas destrozó el terrible D a n k w a r t ! - :
delante de los s u y o s . E n el escudo q u e llevaba al brazo Sigfrido , distinguió
T r e s veces seguidas se había abierto c a m i n o p o r en m e d i o el r e y L u d e g e r o u n a c o r o n a g r a b a d a ; e n esto r e c o n o c i ó
de t o d o el e j é r c i t o ; e n t o n c e s llegó H a g e n y lo a y u d ó á q u e era el h o m b r e f o r m i d a b l e .y c o m e n z ó á gritar e n ; alta
desahogar su cólera e n el t o r b e l l i n o . Más de u n n o b l e c a - voz á los s u y o s . . .
ballero f u é v i c t i m a de s u s golpes. « ¡ Cesad de c o m b a t i r t o d o s los q u e m e habéis seguido !
C u a n d o el f u e r t e L u d e g e r o vió á Sigfrido t e n i e n d o levan- H e visto aquí el h i j o del rey S i g e m u n d o , h e c o n o c i d o al
tada la b u e n a espada B a l m u n g , q u e m a t a b a á t a n t o s de sus fuerte Sigfrido : u n m a l d e m o n i o debe haberlo l a n z a d o en
h o m b r e s , la cólera del jefe f u é terrible. contra de los S a h s e n . »
Aquello era u n a h o r r i b l e c o n f u s i ó n y u n r u i d o f o r m i - E n el r i g o r del c o m b a t e hizo plegar las b a n d e r a s , pues
dable: las huestes se a t r e p e l l a b a n las u n a s sobre las otras; deseaba la paz .y le f u é c o n c e d i d a , p e r o debía ser conducido
los caballeros se buscaban cada vez c o n m á s a r d o r ; los prisionero al país del rey G u n t e r ; la m a n o de Sigfrido lo
escuadrones c o m e n z a r o n á replegarse : u n odio f e r o z ' a n i - había d o m e ñ a d o .
m a b a a los c o m b a t i e n t e s . P o r acuerdo de u n o y o t r o b a n d o cesó el c o m b a t e ; s u s
Al jefe de los S a h s e n h a b í a n d a d o la noticia de q u e su m a n o s a b a n d o n a r o n y e l m o s y escudos agujereados p o r
h e r m a n o estaba p r i s i o n e r o , la cual le afligió m u c h o : sabía todas p a r t e s ; los q u e se veían p r e s e n t a b a n m a r c a d a s señales
q u e solo el hijo de Sigelinda podía haber realizado tal ha- de íos golpes de los B o r g o ñ o n e s . _ ¿
zana. Se lo atribuían á G e r n o t , p e r o l a verdad se s ü p o Estos h i c i e r o n . p r i s i o n e r o s á c u a n t o s q u i s i e r o n . G e r n o t
r
luego. y H a g e n dieron o r d e n p a r a q u e los heridos f u e r a n c o n d u -
E r a n t a n fuertes los golpes que L u d e g e r o daba con la cidos en angarillas y c o n ellos llevaron prisioneros hacia
e s p a d a , q u e e l caballo de S i g f r i d o cayó bajo la m o n t u r a - el R h i n m á s de q u i n i e n t o s h o m b r e s . .
pero l u e g o q u e se h u b o l e v a n t a d o , el h é r o e desplegó e n Los v e n c i d o s se e n c a m i n a r o n á D i n a m a r c a . Los Sahsen
el c o m b a t e u n a f u e r z a e s p a n t o s a . h a b í a n c o m b a t i d o tan bien q u e f u e r o n dignos de alabanza ;
Le a y u d a b a n H a g e n y t a m b i é n G e r n o t , D a n k w a r t y esto causaba pesar á los g u e r r e r o s . L o s q u e h a b í a n q u e d a d o
Volker a c u y o s t a j o s m u r i e r o n m u c h o s . S i n d o l d o , H u n o l d o en el c a m p o f u e r o n llorados p o r los h é r o e s . _
y O r t e w e m el a t r e v i d o , m a t a r o n á n o pocos e n e m i g o s en L # , v e n c e d o r e s c o n d u j e r o n sus a r m a s hacia, el R h i n ;
el c o m b a t e . c o n su valor las había c o n q u i s t a d o el f u e r t e Sigfrido : lo
En lo m á s terrible de la a c c i ó n , los jefes p e r m a n e c i e r o n habla h e c h o c o n gran v a l e n t í a ; t o d o s l o s h o m b r e s del rey
s i e m p r e j u n t o s . P o r e n c i m a de los y e l m o s , á través d é l o s G u n t e r t e n í a n q u e concederlo.
relucientes e s c u d o s , se vió c o m o los guerreros l a n z a b a n El r e y G e r n o t envió sus huestes hacia W o r m s e n c a r g a n -
talmente. G r a n d e s pérdidas les hizo experimentar también

Las noticias corrieron con gran raniHé-/ • VU


« S J a m á s l e n l o s ' combates tenidos hasta ahora se s u f r i ó ,
tanto Debe decirse la verdad de aquellos h o m b r e s escog -
g n dos de tal m o d o se han p o r t a d o los fieros B o r g o n o n e s ,
bles mujeres quisieron saber también * °"
que''su h o n o r queda al abrigo de t o d a sospecha. »
1
« P o r sus m a n o s h a n q u e d a d o vacías m u c h a s m o n t u r a
• v á l o s golpes de sus espadas la llanura r e t e m b aba con
entrépito. L o s guerreros del R h i n se h a n portado de tal
modo q u e m á s valia á sus enemigos n o haberlos visto t
« T a m b i é n los valientes de T r o n e j a hicieron g a n d e s des-
trozos, cuando los ejércitos chocaron en a p r o a d a s m a s a |
A m u c h o s dió m u e r t e el valiente H a g e n , m u c h o habra
i f e S É E S H ^ " « : que contar aquí en el país de B o r g o n a . »
1
« S i n d o l d o y H u n o l d o , los guerreros de G e r n o t y el va-
oro y te favoreceré s i e L p r l liente R u n o l d o , h a n hecho t a n t o que para siempre s e n m
el rey Ludegero haber provocado a los guerreros de R h n . >)
1 fe i ^ f e ^ i - « P e r o e f h e c h o de armas m á s notable que p u e d e haber
c e r n i d o , el primero y el ú l t i m o que en cualquier t i e m p o
se haya visto lo h a llevado á cabo el heroico brazo d S g -
frido y trae gran n ú m e r o de prisioneros al país del re}
G
T c o n h violencia de su fuerza los ha cogido el valeroso
h é r o e - el rey Ludegero debe sentirlo m u c h o , asi c o m o
también su h e r m a n o Ludegasto del país de los Sahsen.
Fscuchad mis noticias" noble reina.»
« E l valor de Sigfrido d o m e ñ ó á los dos : n u n c a se h a n
traído á este país tantos prisioneros c o m o caminan a h o i a
hacia el R h i n á causa de tan brillante c a m p a n a . N i n g u n a s . |
noticias podían serles tan gratas.»
y a los parientes de los e n é m i S J mu,e es
f «Sin heridas traen u n o s quinientos o m a s , y h e n d o s , sa
aflicciones. » enemigos, ha causado g r a n d e s bedlo noble reina, traen m á s de ochenta ^ e t a s m u d a
con su sangre. La m a n o del atrevido Sigfrido ha h e u d o al
«Allí quedan los a m a d o s de m u c h a s m u i e r « cnLr m a y o r n ú m e r o de ellos.» . , . , . , ,J„¡
« L o s que en su osadía se atrevieron a insultai a los del
R h n s o l ahora prisioneros del rey G u n t e r y con grande
conceptos un atrevido y buen caballero » f ^ 0 5 alegría los conducen hacia aquí.» Preciosos colores asoma-
r o n á sus mejillas al escuchar esta noticia
Su bello rostro tornóse rosa al saber que el valiente big

m l m ^^
f r i d o se h a b l a p o r t a d o d i g n a m e n t e en el c o m b a t e T a m b i é n
se alegro p o r sus fieles, p u e s h a b í a m o t i v o P a ha b

tichs vo^fp1 d i ' " T ú me traído buenas ü ó -


ticias y o te d a r é e n r e c o m p e n s a u n h e r m o s o traie v
deoro
' • | l m
L e dió p o r r e c o m p e n s a al m e n s a j e r o el o r o y el ' t r a j e -
• 3 2 1 ^ l « ® « se a s o m a r o n S f e g l «

P r i m e r o l l e g a r o n los q u e h a b í a n s a l i d o ilesos e n s e g u i d a

ies'dT as | e u d V o e r d a d * * P
°dÍ3n duchar ^ S l o *
aver
d e l a n t e le lo , ? g ° ? z a r s e ' el jefe m a r c h a b a
profundo! Q tran,er
°S C a m b l a d
° e n aleSría ™ P^ar

exSnlerl •°^afgrad° á lo m i s m o c o n l o s
e x t r a n j e r o s ; j u s t o era q u e el p o d e r o s o r e y diera las g r a c i a s
b o n d a d o s a m e n t e á los q u e h a b í a n a c u í i d í á su S a ?

J * r < § G # t e r . q ü i s o s a b e r n o t i c i a s d e sus a m i l ó s m u e r -
tos^en la e x p e d i c i ó n . S o l o h a b í a p e r d i d o sesenta h o n r e s •
debían llorarlos c o m o después h i í i e r o n con m u c h o s h é r S s

Los que n o habían recibido daño n i n g u n o p u d i e r o n lie

E l e j é r c i t o se a p e ó d e los c a b a l l o s f r e n t e al palacio del


P||: a m i S t
t reCepCÍÓ
" Se --¿I
D i e r o n a l o j a m i e n t o e n la c i u d a d á l o s g u e r r e r o s y el r e v

doles t o d a s h l o í a°a d ? M y 0 r e s m e r o > P ^ P o r c o n l n -


apreciarse sm dpf n e c e s a r i a s . Bien p u d o t a m b i é n
a p r e u a i s e su d e f e r e n c i a p a r a c o n los e n e m i g o s .

h e t e ñ i d o o n e ' s f d e g a S t ° : <<¡ S e d T S b i e » Mucho


S S S t i i a f ' W " V U e S t r a S f a I t a s ' d e e l l a s Podré con-
s e g u i r satisfacción S 1 la s u e r t e n o m e abandona'- Dios r e -
c o m p e n s e a m i s fieles; se h a n p o r t a d o m u y b i ^ c o n - UNIVERSIDAD OE N U E V O
B'B iOT c ? i r U*
n
- . "AlFwivK)
-d.. 1625 MONISRREY.ttEMS®


• m»HM.IiWC

LOS NIBELUXGOS 45

« B i e n podéis-darle las gracias » dijo L u d e g e r o . « J a m á s


u n rey l o g r ó hacer cautivos de tanta i m p o r t a n c i a : os-hare-
m o s ricos p r e s e n t e s p o r q u e nos traten bien y p a r a q u e
obréis c o n m a g n a n i m i d a d c o n v u e s t r o s e n e m i g o s . »
« O s dejaré ir l i b r e m e n t e á los dos » r e s p o n d i ó el r e y ,
«pero es m e n e s t e r que en gajes q u e d e n aquí mis e n e m i g o s
los cuales n o a b a n d o n a r á n el país sin m i c o n s e n t i m i e n t o . »
Ludegero le estrechó la m a n o .
Lleváronlos á que reposaran y les p r o p o r c i o n a r o n t o d o
«enero de c o m o d i d a d e s . D i e r o n á los h e r i d o s c u a n t o les
era necesario y á los sanos h i d r o m e l y v i n o . N u n c a h u b o
1 huéspedes q u e vivieran c o n t a n t a alegría.
)i
! ;v¡ R e c o c i e r o n los - escudos r o t o s y m u c h a s m o n t u r a s e n s a n -
grentadas q u i t á n d o l a s de la vista, para q u e las m u j e r e s n o
floraran. M u c h o s b u e n o s caballeros volvían s u m a m e n t e
fatigados.
El rey recibió á los huéspedes b o n d a d o s a m e n t e ; de ami-
gos y de e x t r a n g e r o s estaba lleno el país. H i z o curar c o n
esmero á los q u e t e n í a n graves heridas; habían d o m e ñ a d o
m u c h o su altiva a r r o g a n c i a .
O f r e c i e r o n ricas r e c o m p e n s a s á los sabios en el arte de
curar, plata sin pesar y brillante o r o para q u e vendaran_ A
los heridos en el peligro del c o m b a t e . A d e m á s el rey ofreció
á sus h u é s p e d e s magníficos regalos.
A los q u e las fatigas d e l viaje i m p e d í a n volver á sus c a -
sas , los i n v i t a b a n á descansar c o m o se hace c o n los ami-
gos. El rey pidió consejo acerca de la m e j o r m a n e r a de
r e c o m p e n s a r á los q u e c o n tan g r a n d e h o n o r lo habían
servido. —
E n t o n c e s dijo G e ' r n ó t : « Q u e los dejen m a r c h a r , p e r o
haciéndoles saber q u e d e n t r o de seis s e m a n a s tienen que
venir para u n a g r a n fiesta: m u c h o s de los q u e a h o r a sufren
por sus heridas estarán c u r a d o s . »
T a m b i é n deseaba m a r c h a r Sigfrido el del N i d e r l a n d .
C u a n d o el r e y G u n t e r lo s u p o , le suplicó m u y c a r i ñ o s a -
m e n t e q u e p e r m a n e c i e r a a ú n á su l a d o : s i n o hubiera sido
por la h e r m a n a del r e y , n u n c a lo habría h e c h o .
E r a m u y r i c o para aceptar u n a r e c o m p e n s a ; pero ¡ b i e n
lo había m e r e c i d o ! El rey le estaba m u y agradecido y sus

- -
4*> LOS NIBELUNGOS

p r í n c i p e s vinieron á la fiesta. Las m u j e r e s se a d o r n a b a n á


parientes t a m b i é n , pues ellos h a b í a n visto lo que el brazo
de Sigfrido realizara en el c o m b a t e . porfía p a r a recibirlos. .
Decidió quedarse p o r l o g r a r ver á la h e r m o s a j o v e n : N o se permitió u n m o m e n t o de reposo el joven (jeiseiher.
esto sucedió algo m á s tarde. P a r a felicidad suya consiguió L o s q u e y a eran conocidos y los e x t r a ñ o s f u e r o n reci-
c o n o c e r á la v i r g e n , después de l o cual m a r c h ó c o n t e n t o al bidos c o r d i a l m e n t e p o r él, p o r G e r n o t y p o r sus h o m b r e s .
país de su p a d r e . S a l u d a b a n á los h é r o e s e n la f o r m a q u e les c o r r e s p o n d í a
El r e y e n t a n t o r e c o m e n d a b a de c o n t i n u o los ejercicios según su clase. " .
de la caballería • • á ellos se dedicaban c o n a r d o r m u c h o s 'Estos traían al país m u c h a s m o n t u r a s de oro r o j o ; lleva-
j ó v e n e s héroes. C o n este fin hizo l e v a n t a r n o p o c o s asientos b a n al R h i n cincelados escudos y m a g n í f i c o s vestidos. M u -
en la c a m p i ñ a de W o r m s , para todos los que quisieran ve- chos a u n n o g o z a n d o de b u e n a salud, e x p e r i m e n t a r o n g r a n -
nir al país de B o r g o ñ a . dísima alegría. , ,
P o r los días e n q u e h a b í a n de llegar s u p o la h e r m o s a Los q u e t e n í a n q u e p e r m a n e c e r en el l e c h o a causa üe
U-imilda q u e se iba á d a r u n a s u n t u o s a fiesta á los q u e h a - sus heridas, se olvidaban de cuan a m a r g a es la m u e r t e . L o s
bían sido fieles. M u c h a s m u j e r e s h e r m o s a s desplegaron tuilidos y los e n f e r m o s d e j a b a n de q u e j a r s e : la noticia de
u n a g r a n actividad •la fiesta ele aquellos días les alegraba m u c h o . _
. P a r a Preparar los trajes y a d o r n o s q u e debían lucir. L a ¡ I b a n á vivir e n la dicha ! Placeres sin c u e n t o y a egrias
rica Uta o y ó la relación de t o d o s los bravos guerreros q u e s u p e r i o r e s á sus fuerzas t e n í a n q u e e x p e r i m e n t a r t o d o s los
habían de venir, é hizo sacar de los cofres m u c h o s m a g n í - q u e alli v i v í a n . G r a n d e era el c o n t e n t o que reinaba en t o d o
el país de G u n t e r . .
ficos vestidos.
E n la m a ñ a n a del día de P a s c u a , se acercaron hacia el
P o r cariño á sus h i j o s hizo p r e p a r a r joyas y trajes, siendo
asi a d o r n a d a s m u c h a s m u j e r e s y doncellas y n o pocos g u e - lucrar de la fiesta, b r i l l a n t e m e n t e v e s t i d o s , m u c h o s h é r o e s
r r e r o s B o r g o ñ o n e s . T a m b i é n hizo disponer p a r a los extran- valerosos, cinco mil ó m á s . E n m á s de u n sitio c o m e n z a r o n
jeros m a g n í f i c o s e q u i p o s . va las diversiones. •
" El jefe sabía d e m á s c u a n t o y cuan n o b l e m e n t e el h e r o e
del N i d e r l a n d a m a b a á su h e r m a n a , á la q u e todavía n o
había visto; pero en la q u e m á s que e n n i n g u n a otra joven
se debía a m a r á la belleza.
V. Así dijo al rey O r t e w e i n , señor de M e t z : « Si queréis
conseguir g r a n h o n o r c o n esta fiesta, dejad q u e sean a d m i -
radas "las m á s h e r m o s a s jóvenes q u e s o n el o r g u l l o de
DE COMO SIGFRIDO VIÓ A CRIMILDA POR PRIMERA VEZ. Borgoña.» ' . ,
« ¿ Q u é alegría ni q u e felicidad podría e x p e r i m e n t a r el
h o m b r e , sino existieran h e r m o s a s vírgenes y e n c a n t a d o r a s
ONTINUAMENTE se veían m a r c h a r hacia el R h i n á m u j e r e s ? D e j a d q u e v u e s t r a h e r m a n a aparezca á la vista de
los q u e deseaban c o n c u r r i r á la fiesta. A c u a n - v u e s t r o s h u é s p e d e s . » El c o n s e j o n o p o d í a ser m á s h a l a -
tos llegaban atraídos p o r el cariño hacia el r e y , güeño para muchos héroes.
se les o f r e c í a n caballos y vestidos. « L o haré c o n m u c h o g u s t o » r e s p o n d i o el r e y . i o d o s
. Mesas y bancos estaban p r e p a r a d o s para los m á s ilustres los q u e lo escucharon n o p u d i e r o n menos, de manifestarse
y los m a s b r a v o s , c o m o y a se ha d i c h o ; treinta y dos m u y c o n t e n t o s . Suplicó l u e g o á l a reina U t a y á su her-
4*> LOS NIBELUNGOS

p r í n c i p e s vinieron á la fiesta. Las m u j e r e s se a d o r n a b a n á


parientes t a m b i é n , pues ellos h a b í a n visto lo que el brazo
de Sigfrido realizara en el c o m b a t e . porfía p a r a recibirlos. .
Decidió quedarse p o r l o g r a r ver á la h e r m o s a j o v e n : N o se permitió u n m o m e n t o de reposo el joven (jeiseílier.
esto sucedió algo m á s tarde. P a r a felicidad suya consiguió L o s q u e y a eran conocidos y los e x t r a ñ o s f u e r o n reci-
c o n o c e r á la v i r g e n , después de l o cual m a r c h ó c o n t e n t o al bidos c o r d i a l m e n t e p o r él, p o r G e r n o t y p o r sus h o m b r e s .
país de su p a d r e . S a l u d a b a n á los h é r o e s e n la f o r m a q u e les c o r r e s p o n d í a
El r e y e n t a n t o r e c o m e n d a b a de c o n t i n u o los ejercicios según su clase. " .
de la caballería • • á ellos se dedicaban c o n a r d o r m u c h o s 'Estos traían al país m u c h a s m o n t u r a s de oro r o j o ; lleva-
j ó v e n e s héroes. C o n este fin hizo l e v a n t a r n o p o c o s asientos b a n al R h i n cincelados escudos y m a g n í f i c o s vestidos. M u -
en la c a m p i ñ a de W o r m s , para todos l o s que quisieran ve- chos a u n n o g o z a n d o de b u e n a salud, e x p e r i m e n t a r o n g r a n -
nir al país de B o r g o ñ a . dísima alegría. , ,
P o r los días e n q u e h a b í a n de llegar s u p o la h e r m o s a Los q u e t e n í a n q u e p e r m a n e c e r en el l e c h o a causa üe
U-imilda q u e se iba á d a r u n a s u n t u o s a fiesta á los q u e h a - sus heridas, se olvidaban de cuan a m a r g a es la m u e r t e . L o s
bían sido fieles. M u c h a s m u j e r e s h e r m o s a s desplegaron tuilidos y los e n f e r m o s d e j a b a n de q u e j a r s e : la noticia de
u n a g r a n actividad •la fiesta cié aquellos días les alegraba m u c h o . _
. P a r a Preparar los trajes y a d o r n o s q u e debían lucir. L a ¡ I b a n á vivir e n la dicha ! Placeres sin c u e n t o y a e g n a s
rica Uta o y ó la relación de t o d o s los bravos guerreros q u e s u p e r i o r e s á sus fuerzas t e n í a n q u e e x p e r i m e n t a r t o d o s los
habían de venir, é hizo sacar de los cofres m u c h o s m a r í - q u e alli v i v í a n . G r a n d e era el c o n t e n t o que reinaba en t o d o
el país de G u n t e r . .
n e o s vestidos.
E n la m a ñ a n a del día de P a s c u a , se acercaron hacia el
P o r cariño á sus h i j o s hizo p r e p a r a r joyas y trajes, siendo
asi a d o r n a d a s m u c h a s m u j e r e s y doncellas y n o pocos g u e - lucrar de la fiesta, b r i l l a n t e m e n t e v e s t i d o s , m u c h o s h é r o e s
r r e r o s B o r g o ñ o n e s . T a m b i é n hizo disponer p a r a los extran- valerosos, cinco mil ó m á s . E n m á s de u n sitio c o m e n z a r o n
jeros magníficos equipos. v a las diversiones. •
" El jefe sabía d e m á s c u a n t o y cuan n o b l e m e n t e el h e r o e
del N i d e r l a n d a m a b a á su h e r m a n a , á la q u e todavía n o
había visto; pero en la q u e m á s que e n n i n g u n a otra joven
se debía a m a r á la belleza.
V. Así dijo al rey O r t e w e i n , señor de M e t z : « Si queréis
conseguir g r a n h o n o r c o n esta fiesta, dejad q u e sean a d m i -
radas "las m á s h e r m o s a s jóvenes q u e s o n el o r g u l l o de
DE COMO SIGFRIDO VIÓ A CRIMILDA POR PRIMERA VEZ. Borgoña.» ' . ,
« ¿ Q u é alegría ni q u e felicidad podría e x p e r i m e n t a r el
h o m b r e , sino existieran h e r m o s a s vírgenes y e n c a n t a d o r a s
ONTINUAMENTE se veían m a r c h a r hacia el R h i n á m u j e r e s ? D e j a d q u e v u e s t r a h e r m a n a aparezca á la vista de
los q u e deseaban c o n c u r r i r á la fiesta. A c u a n - v u e s t r o s h u é s p e d e s . » El c o n s e j o n o p o d í a ser m á s h a l a -
tos llegaban atraídos p o r el cariño hacia el r e y , güeño para muchos héroes.
se les o f r e c í a n caballos y vestidos. « L o haré c o n m u c h o g u s t o » r e s p o n d i o el r e y . i o d o s
. Mesas y bancos estaban p r e p a r a d o s para los m á s ilustres los q u e lo escucharon n o p u d i e r o n m e n o s de manifestarse
y los m a s b r a v o s , c o m o y a se ha d i c h o ; treinta y dos m u y c o n t e n t o s . Suplicó l u e g o á l a reina U t a y á su her-
LOS -VIBELUN'GOS'

i n k t ó a á la ficst
p M ™ * i ^ j f í c 0 m -
cien guerreros de su familia c o n las espadas desnudas y
Sacáronse de las arcas h é n o s o s t r a , e s y se p r e p a r a r o n lo mismo para su m a d r e . T a l era el aparato de la corte
lieos a d o r n o s que d e s d e en el país de los B o r g o ñ o n e s .
hacia t i e m p o p e r m a n e c í a n U t a , la rica, venía c o n e l l o s ; había escogido u n g r u p o
guardados cuidadosamente. de m u j e r e s h e r m o s a s , c o m p u e s t o de ciento ó m á s , llevan-
Más de u n a m u j e r e n a m o - do todas magníficos vestidos. T a m b i é n C r i m i l d a venía ro-
r a d a s e atavió c o n vistosos deada de m u c h a s jóvenes bellas.
colores. Salían de u n grandioso salón y m u c h o s h é r o e s distin-
M u c h o s jóvenes g u e r r e - guidos se atropellaban p a r a conseguir v e r bien á la n o b l e
ros p i e n s o q u e serían f e l i - virgen.
ces en aquel día v i e n d o Avanzaba e n aquel m o m e n t o a m o r o s a c o m o la rosada
hermosísimas m u j e r e s y aurora saliendo de entre las negras n u b e s . U n g r a n pesar
que no hubieran aceptado quitó su vista al que hacía m u c h o t i e m p o la llevaba en su
en c a m b i o , los ricos d o m i - corazón. P u d o ver á la h e r m o s a en t o d o el e x p l e n d o r de
nios de u n rey. V e r í a n c o n su belleza.
s u m o gusto á las q u e n o E n su t r a j é d e s l u m h r a b a n m u c h a s piedras p r e c i o s a s ;
conocían. sus bellísimos colores eran de los q u e suspiran a m o r . P o r
El p o d e r o s o rey m a n d ó grande q u e f u e r a el d e s p e c h o , n a d i e h u b i e r a p o d i d o dedi-
q u e en c o m p a ñ í a de su h e r - que habia visto u n a m á s h e r m o s a .
m a n a f u e r a n p a r a servirla D e la m i s m a m a n e r a q u e la brillante l u n a oscurece la
luz de las estrellas, así la h e r m o s a eclipsaba á todas las de-
mas m u j e r e s ; á su vista se e n s a n c h ó el a l m a de m u c h o s
héroes.
Ricas camareras m a r c h a b a n delante de e l l a ; los v a l i e n -
tes guerreros se a g l o m e r a b a n para v e r á la virgen e n c a n -
tadora. El valiente Sigfrido sentía al m i s m o tiempo a m o r
y pena.
Pensaba en su interior: « ¿ C ó m o h a sido q u e m e he v i s -
to obligado á a m a r l a ? esta es la ilusión de u n niño ; sin
embargo , de t e n e r q u e alejarme, preferiría ser h e r i d o de
m u e r t e . » Y batallado p o r estos p e n s a m i e n t o s tornóse m u -
chas veces rojo y pálido.
El hijo de Sigelinda, p e r m a n e c í a allí d i g n o de ser a m a -
do , c o m o retratado en p e r g a m i n o p o r habilísimo p i n t o r .
Todos confesaban n o h a b e r visto n u n c a á u n h é r o e tan
bello.
Los q u e a c o m p a ñ a b a n á C r i m i l d a pidieron q u e cada
cual fuera p o r su lado ; los guerreros o b e d e c i e r o n . L a vis-
ta de aquellas m u j e r e s de corazón elevado , alegraba á los
n Z a r COn ri
i t ™ V h e r ; t r ™ trajes * m„chas reyes admiraban en el salón á u n o y o t r o . P e r m i t i e r o n á
Asi dijo el r e y G e r n o t de B o r g o f i a : « Al h é r o e aire 3 1 la joven q u e abrazara al h o m b r e e s f o r z a d o ; e n toda la
vida le había sucedido n a d a m á s dulce.
te- frmdo sns
,
rvk ios
• G s s s á El rey de D i n a m a r c a habló así e n aquel m o m e n t o :
n o q u e r i d o , hazle h o n o r e s a n t e toda esta g e n t e • ¡amas « P o r t a n elevadas salutaciones m u c h o s h a n recibido g r a n -
m e avergonzaré de h a b e r t e dado este consejo® » ' ' des h e r i d a s , y o también he experimentado el p o d e r de la
:
««> E s a • m a n o de Sigfrido. Q u e Dios quiera q u e jamás le ocurra ir
á Dinamarca. »
P o r todos lados hicieron abrir paso á la h e r m o s a Cri-
m i l d a ; m u c h o s guerreros valientes m a g n í f i c a m e n t e vesti-

mz^mz r -
L o s amigos del jefe f u e r o n d buscarle y h a b l a r o n de este
m o d o al héroe del Niderland : «El rey d e L a que os aprox dos la a c o m p a ñ a r o n hasta la iglesia. El valeroso h é r o e se
vió p r o n t o alejado de ella.
Iiéla aquí que se dirige hacia la c a t e d r a l , seguida de
muchas mujeres. V a tan bien vestida la princesa, q u e m u -
chos m u r m u r i o s se elevaban alrededor de e l l a ; había n a -
cido para recrear las miradas de más de u n h é r o e .
la h e r m o s a hija de U t a . La tan digna de amor laludl al
h e r m o s o S i g f n d o con decoro y gracia ' G r a n d e era la impaciencia de Sigfrido, por que acabaran
los cantos. Podía felicitarse, pues sabía que era favorecido
por aquella á quien llevaba en su c o r a z ó n . Él también
acariciaba en su alma á la h e r m o s a .
C u a n d o después de la misa salió de la catedral, se invitó
Se inclino a n t e la a m o r o s a y le dió las gracias El m u - al héroe que f u e r a junto á e l l a , y la joven digna de a m o r
t u o a m o r atraía a u n o hacia el o t r o ; y amorosas l a s n r i comenzó á darle las gracias p o r lo q u e ante aquellos g u e -
radas se c o n t e m p l a b a n con cariño el h é L y ^ v e T pero rreros había realizado.
esto lo hacían r e c a t a d a m e n t e ^ joven, p e r o « Q u e Dios os pague, s e ñ o r Sigfrido» le dijo la h e r m o s a
joven «lo q u e habéis hecho para que los g u e r r e r o s os estén
tan agradecidos y os profesen tan buena amistad. » Él c o -
menzó á m i r a r con t e r n u r a á la virgen Crimilda.
« Siempre os serviré lo m i s m o » r e s p o n d i ó el héroe
Sigfrido ; « y jamás reposará m i cabeza , hasta q u e h a y a
« í r i n ^ M ! f t Í 0 n i f n J?s h e
™ 0 » s m a ñ a n a s de m a y o e x - conquistado vuestro favor si conservo la vida. Así debe
f a T e le h- ™ a 3 , T k en su c o r a z ó n f c o m o hacerse p o r vuestro a m o r , h e r m o s a Crimilda.»
deseaba p o r ' e s p o r a * ^ * " de
^ ^ D u r a n t e doce días se vió cerca del héroe á la joven dig-
na de elogios, cuando caminaba hacia su c o r t e seguida de
sus amigos. T o d o s servían al héroe con g r a n d e afección.
T o d o s los días había delante del palacio del rey G u n t e r
a l e g r í a , placer y g r a n r u i d o ; d e n t r o y fuera se veían
T o d o s los q u e habían llegado de los dominios de otros m u c h o s h o m b r e s valientes. O r t e w e i n y H a g e n realizaron
prodigios.
T o d o lo q u e p u e d e intentarse, lo realizaban i n m e d i a t a - ba n a d a del oro q u e h a b í a n ofrecido. Los q u e los a m a b a n
m e n t e aquellos h é r o e s fuertes en el c o m b a t e . Aquellos en su patria, l a m e n t a b a n la derrota de aquellos guerreros.
g u e r r e r o s se hicieron n o t a r p o r t o d o s los h u é s p e d e s . Aquel T r a j é r o n s e m u c h o s escudos llenos de joyas y el rey sin
íué u n g r a n h o n o r para t o d o el país de G u n t e r . pesarlas las distribuyó entre sus amigos. P u e d e calcularse
Se a d e l a n t a r o n luégo los que se habían visto retenidos que. valdrían q u i n i e n t o s m a r c o s ó m á s . El atrevido G e r n o t
p o r sus h e r i d a s ; q u e r í a n participar de la alegría de los había d a d o este consejo á G u n t e r .
convidados y luchar con el escudo y la lanza. M u c h o s Se despidieron enseguida, pues deseaban m a r c h a r c u a n -
c o m b a t i e r o n con ellos 1 , pues sus fuerzas e r a n grandes to antes. Los huéspedes se dirigieron al e n c u e n t r o de Cri-
Mientras d u r ó la fiesta, el rey hizo servir los m á s delica- milda y de la n o b l e U t a , la reina. N u n c a hasta e n t o n c e s
d o s m a n j a r e s . N o quería q u e escaseara n a d a de aquello habían sido los guerreros tratados c o n t a n t a cortesía.
p o r q u e u n p r í n c i p e p u e d e ser r e p r o c h a d o : se le veía a t e n - M u c h o s a l o j a m i e n t o s q u e d a r o n vacíos c u a n d o partieron
d e r a m i s t o s a m e n t e á todos los convidados. hácia su patria. El rey de t a n s u n t u o s a s c o s t u m b r e s , p e r -
D i j o así: «Mis b u e n o s g u e r r e r o s , antes q u e os m a r c h é i s maneció c o n los suyos y g r a n n ú m e r o de nobles : t o d o s
de a q u í , aceptad mis r e g a l o s ; m i intención es la de seros los días se les veía ir á las habitaciones de C r i m i l d a .
s i e m p r e a g r a d a b l e ; n o desdeñéis m i f o r t u n a ; q u i e r o c o m - Sigfrido, el n o b l e h é r o e , quiso despedirse t a m b i é n , p u e s
partirla con vosotros , tal es m i firme v o l u n t a d . » no tenía esperanzas de conseguir á la q u e llevaba en su
L o s de D i n a m a r c a dijeron á su vez : «Antes de encami- corazón. O y ó decir el rey q u e quería m a r c h a r , p e r o el
n a r n o s n u e v a m e n t e á n u e s t r o país, q u e r e m o s una paz per- joven Geiselher le hizo desechar la idea del viaje.
p e t u a ; asi es m e n e s t e r que sea para nuestros guerreros A « ; A d ó n d e quieres m a r c h a r , n o b l e Sigfrido? p e r m a n e c e
los golpes de los v u e s t r o s h e m o s perdido u n buen n ú m e r o c o n n u e s t r o s g u e r r e r o s ; q u é d a t e , y o te lo suplico , c o n
de amigos.» G u n t e r y sus g u e r r e r o s . Aquí h a y m u c h a s h e r m o s a s m u -
Ludegasto estaba curado y a de sus heridas. El jefe jeres á las q u e podrías ver. »
del pais .de los Sahsen , p u d o escapar á las resultas del Sigfrido, el f u e r t e , r e s p o n d i ó : « D e j e m o s n u e s t r o s caba-
c o m b a t e , p e r o en aquel país q u e d a r o n m u c h o s m u e r t o s , llos; quería i r m e m u y lejos de aquí, pero y a he a b a n d o n a -
t i rey G u n t e r se dirigió en busca de Sigfrido. do tal p r o p ó s i t o ; g u a r d a d vuestros escudos. Q u e r í a regresar
A s i l e dijo al g u e r r e r o : « A c o n s é j a m e lo que debo hacer- á mi p a í s , pero Geiselher m e ha c o n v e n c i d o h o n r o s a -
nuestros prisioneros quieren m a r c h a r m a ñ a n a t e m p r a n o v mente. »
ofrecen una paz d u r a b l e á m í y á los míos. D i m e héroe D e este m o d o quedó retenido el bravo p o r la a m i s t a d
valeroso, lo q u e d e b o h a c e r . de los que le q u e r í a n . En n i n g u n a p a r t e , e n n i n g ú n país
« T e daré c u e n t a de lo q u e esos h é r o e s m e ofrecen • si hubiera podido e x p e r i m e n t a r felicidad m á s g r a n d e , pues
los de)o partir l i b r e m e n t e m e enviarán la cantidad de oro resultó que t o d o s los días podía ver á C r i m i l d a .
que pueden c o n d u c i r q u i n i e n t o s caballos. » El señor S u - El jefe era estimado p o r su belleza extraordinaria : el
frido le r e s p o n d i ó : « Esto sería obrar m a l . tiempo se pasaba en agradables diversiones de las q u e el
« Dejadlos q u e partan l i b r e m e n t e , y q u e t a n nobles gue- a m o r era el e n c a n t o , p o r m á s q u e c o n frecuencia le hiciera
rreros . desistan en adelante de hacer excursiones hostiles experimentar p e n a . P o r causa de este a m o r , t u v o después
p o r vuestro país. Q u e u n a p r e t ó n de m a n o s de los dos je- una m u e r t e l a m e n t a b l e .
tes, sea la única garantía. »
« Seguiré v u e s t r o c o n s e j o ; pueden partir c u a n d o q u i e -
r a n . » Se c o m u n i c ó luégo á los enemigos q u e n o se acepta-
UNIVERSIDAD DE NUEVO L E O f .

mÜTFCft ÍTSV
» M i j m FEVIS"
1625 MONT€KR£Y,MEKiCt
m u y caro á los que quieren conseguir su a m o r . Ojalá
renunciéis á tal viaje. »
Así replicó el rey G u n t e r : « N o puede haber nacido
nunca una m u j e r tan valiente y tan f u e r t e á la que y o n o
VI. pueda derrotar en u n c o m b a t e , con sólo esta m a n o . » «Ca-
llad, le dijo Sigfrido, sus fuerzas os son desconocidas.»
« A u n cuando valiérais por cuatro, n o podríais preserva-
DE COMO GUNTER FUÉ Á ISLANDIA PARA VER A BRUNEQUILDA. ros de su f u r o r terrible; así pues desistid de vuestro propó-
sito, os lo aconsejo c o m o b u e n amigo. Si queréis evitar la
m u e r t e , que n o os d o m i n e su a m o r y deje de arrastraros
de ese m o d o . »
1
S l ^ f LGÚN t i e m p o d e s p u é s , c o m e n z a r o n á c i r c u l a r n o - « Sea lo fuerte que s e a , n o dejaré de hacer este viaje al
^ a ^ a s p o r e l p a í s d e l R h i n , de que allá abajo, reino de B r u n e q u i l d a , sucédame lo que quiera. P o r su
UJ le,0S habia m u c h a s v r
i g e n e s y G u n t e r pensó extraordinaria belleza hay que intentarlo todo. Si Dios
quiere , tal vez m e siga á m i país del Rhin.»
aa ^ios itfes vy n áa CJos
o s jetes ? o l qguerreros.
mStar U n a P a r a S í
' l o C u a I P r e c i ó bien
« Este es mi c o n s e j o » dijo H a g e n : « R o g a d á Sigfrido
Al o t r o lado del m a r tenía sus estados u n a reina que en que afronte con vos los peligros de la expedición y pienso
n i n g u n a parte se le podía hallar otra semejante E?a exce- así, p o r q u e él sabe c u a n t o á esa m u j e r se refiere. »
sivamente bella y de poderosas fuerzas. Esgrimía la lanza Le dijo: «Noble Sigfrido ¿ quieres a y u d a r m e á conquis-
Venían a s tar á esa virgen digna de a m o r ? Accede á m i ruego y si
^ °licitar su a m o r
leios T o d o I n f i l g
' f n dlSt3nda
y rebotaba muy logro que sea mía tan h e r m o s a m u j e r expondré p o r c o m -
placerte mi h o n o r y mi vida.»
Así le respondió Sigfrido el hijo de S i g e m u n d o . «Lo haré

i t e r a s ? - ^
s i en si m e das p o r esposa á tu h e r m a n a la bella Crimilda, la ele-
vada princesa : n o quiero otra r e c o m p e n s a p o r los servi-
ya v a r
^ veces. El caballero lo cios que te pueda prestar.»
s u p o en las orillas del R h i n ; estaba convencido de ello v « L o juro en tus m a n o s S i g f r i d o , » respondió G u n t e r .
p o i esta razón su alma se inclinaba sin cesar hacia l a h e r - « Q u e la h e r m o s a B r u n e q u i l d a venga á este país y te daré
U n d T r M U C h ° S g U u e r r e r , O S P e r d i e r o " después la vida. á mi h e r m a n a p o r esposa y ojalá con ella seas feliz t o d a la
Un día G u n t e r y sus h o m b r e s se hallaban sentados re- vida. »
flexionando, y buscando de todos m o d o s , cuál seria la n u er Cambiaron sus j u r a m e n t o s aquellos fieles guerreros.
Muchos trabajos tuvieron q u e realizar antes de conseguir
T & S S & T X " - q u e l e — p - ^
llevar la virgen á las orillas del R h i n . D e s d e entonces, los
El rey del R h i h habló d e este m o d o : « Q u i e r o atravesar bravos comenzaron á correr g r a n d e s peligros.
Brune
p o m lo m ^ m e " T * * < ? u i l d a ^ »ada me i m - H e oído contar algo de los e n a n o s salvajes que habitan
porta lo que m e pueda suceder. Q u i e r o exponer mi vida en las grutas de las m o n t a ñ a s y que para defenderse llevan
p o r su a m o r , si n o la consigo p o r esposa.»
una cosa maravillosa llamada la T a r n k a p p a ; el que la lleva
« N o os aconsejaré y o tal cosa » le dijo S i g f r i d o , « pués puede estar seguro siempre
tan crueles son las costumbres de esta' reina que cresta
De golpes y de heridas. Nadie ve á la persona que la
¡leva p u e s t a ; ye y o y e , p e r o n a d i e la p u e d e percibir • su á m i a m a d a m a d r e q u e sus h e r m o s a s a c o m p a ñ a n t e s n o s
a n t a t a m b así 10 r e f i ¿ n i a s ayuden á p r e p a r a r los vestidos q u e h a n de h o n r a r n o s a n t e
S S o S ! f ' ^ o n e s
Cas c0 d e e s t o s la soberbia joven.»
hnh a t A , ' 1 u e 110 gran trabajo
había l o g r a d o q u i t a r al e n a n o Alberico. Los atrevidos v H a g e n de T r o n e j a dijo c o n s u m a cortesía: « ¿ P a r a q u é
p o d e r o s o s g u e r r e r o s se p r e p a r a b a n para r e d i p ^ S f pedir este obsequio á vuestra m a d r e ? Decid á vuestra h e r -
m a n a lo que q u e r e m o s . Es tan g r a n d e su t a l e n t o , q u e sabrá
e s c o g e r l o s trajes q u e n o s c o n v i e n e n . »
v i ^ o r T r f t e r r i b r / y^ va ^d (í ^U0I m^ l a f^u e r z C ° ? I a T ^ k a p p a su
Pon c , i ,' , 3 ^ de doce h o m b r e s H i z o el rey avisar á su h e r m a n a , q u e querían verla él y
C o n útil m a n a l o g r ó c o n q u i s t a r á la soberbia m u j e el g u e r r e r o Sigfrido. A n t e s de q u e llegaran, la h e r m o s a se
aq UeI
lo ! i ,?Staba construido
de tal m o d o q u e el q u e había vestido para a g r a d a r ; la llegada de los h é r o e s le cau-
a h3Cer CUant saba alegría de c o r a z ó n .
fLse vitn r ' ° ^Uisiera sin Por nadie
tuese visto. Gracias a este m e d i o p u d o conquistar
9 á Brn T o d a s las de su a c o m p a ñ a m i e n t o estaban t a m b i é n ves-
n e q m l d a , p e r o aquello f u é su desgracia.
tidas de gala. A m b o s príncipes se a p r o x i m a n y tan p r o n t o
c o m o ella lo sabe, deja su asiento y sale á recibir m o d e s t a -
m e n t e al noble h u é s p e d y á su h e r m a n o .
T r e m t a
« Sed bien venidos, h e r m a n o m í o , tú y tu a c o m p a ñ a n t e .
Z ? ™ — » 1 í J P r Deseo saber q u e es lo q u e deseáis para ir á esa corte lejana.
m u c h o ue fueran
" 1 » le r e s p o n d i ó Sigfrido «es H a c e d m e saber de q u e se trata para v o s o t r o s y v u e s t r o s
c n timaTde a ^ U e ]a r e i
v' qUe
i t 0 d 0 S Absolutamente serian nobles g u e r r e r o s . »
Y 05
buen guerrero_ ° * « * mejor consejo , fuerte y El rey G u n t e r c o n t e s t ó : «Yo os lo diré, s e ñ o r a . A pesar
de n u e s t r o g r a n valor , t e n e m o s horribles c u i d a d o s ; quere-
« B a j e m o s p o r el R h i n y sigamos las caballerescas c o s - m o s e n t r a r o s t e n t o s a m e n t e e n u n país e x t r a n j e r o y para
t u m b r e s . Y o os indicaré los q u e deben a c o m p a ñ a r n o s " dos este viaje, n o s h a c e n falta trajes con ricos a d o r n o s . »
con n o s o t r o s , dos y nadie m á s . D e este m o d o u s t í
« S e n t á o s , h e r m a n o q u e r i d o , dijo la hija del rey y decid-
m
<< uno : r s a -
y de pués q u e s u c e d a i o
T S " m e en q u e parte están esas m u j e r e s c u y o a m o r buscáis y
esas tierras q u e p e r t e n e c e n á otros h é r o e s . » Ella cogió de la
« U n o de os c o m p a n e r o s soy y o , tú eres el o t r o v m a n o á los dos g u e r r e r o s escogidos,
H a g e n sera el tercero : de esta m a n i r a lograren os t r i u n f a r C o n d ú j o l o s cerca del sitio en q u e tenía su asiento, entre
el cuarto sera D a n k w a r t , ese h o m b r e fort" S „ o M Í ricos a l m o h a d o n e s — d e b o decirlo— s e m b r a d o s de h e r m o -
Mli
h o m b r e s n o lograrían d e t e n e r n o s » sos a d o r n o s y r e c a m a d o s de o r o . G r a n d e f u é la alegría de
« C o s i e r a saber t a m b i é n , dijo el r e y , antes de e m p r e n - ellos j u n t o aquellas m u j e r e s .
d e r este vraje, que m e c o l m a de c o n t e n t o , c o n q u e r e E n t r e los dos se cambiaban miradas de afecto y a m o r o -
c o n v e n d r í a aparecer a n t e B r u n e q u i l d a : te suplico q u e m e sas señales. S i g f r i d o la sentía en su corazón ; era para él
P q u e m t
contestes á esto , S i g f r i d o . » c o m o su propia c a r n e . Desde e n t o n c e s la h e r m o s a C r i -
«Los m a s h e r m o s o s trajes q u e se p u d i e r a n e n c o n t r a r h i n milda f u é la esposa del atrevido g u e r r e r o .
sido llevados ya en el reino de B r u n e q u i l d a : d e b e m o s lie
El rey G u n t e r , dijo : « N o b l e h e r m a n a m í a , sin vuestra
v a r s u n t u o s o s vestidos p a r a p r e s e n t a r n o s á las mujer" s á fin
efrekto"» ^ " ^ ^ ^ n SOtros
° cuand¿™'££ a y u d a n o p o d r e m o s seguir a d e l a n t e e n n u e s t r o p r o y e c t o .
Q u e r e m o s visitar el país de B r u n e q u i l d a ; así pues nos son
El buen g u e r r e r o le c o n t e s t ó así: «Yo m i s m o iré á pedir necesarios h e r m o s o s v e s t i d o s , p a r a c o m p a r e c e r a n t e a q u e -
llas m u j e r e s . »
L a princesa r e s p o n d i ó : « H e r m a n o m u y q u e r i d o , os
ofrezco m i a y u d a sm reserva n i n g u n a y estoy p r o n t a á ellos a b u n d a n t e m e n t e . En esto manifestaba Crimilda lo
serviros. Si alguien os r e h u s a la m e n o r c o s a , causará bien dispuesta que se e n c o n t r a b a .
un g r a n dolor á C r i m i l d a . ' C o m o era g r a n d e la e m p r e s a q u e i n t e n t a b a n , se p e n s ó
« V o s o t r o s , n o b l e s caballeros, n o m e debéis dirigir s ú - que las pieles.de a r m i ñ o serían convenientes y sobre su
plicas n u n c a ; m e j o r es que m e déis ó r d e n e s , a u n q u e c o n blancura pusieron pieles n e g r a s c o m o el c a r b ó n , de las q u e
cortesía. T o d o c u a n t o deseéis estoy p r o n t a á hacerlo y lo a u n se a d o r n a n los héroes para las fiestas.
haré c o n s u m o g u s t o . » Esto dijo la n o b l e virgen E n t r e el o r o de la Arabia, brillaban m u c h a s piedras pre-
« A m a d a h e r m a n a : q u e r e m o s llevar buenos vestidos y ciosas; el t r a b a j o q u e las m u j e r e s tenían q u e realizar n o
es n u e s t r o deseo q u e vuestra blanca m a n o n o s ayude en la era p e q u e ñ o . E n siete s e m a n a s q u e d a r o n t e r m i n a d o s los
elección ; que los h a g a n las de vuestra s e r v i d u m b r e , p a r a v e s t i d o s ; las armas para los valientes g u e r r e r o s estuvieron
q u e n o s estén bien, p o r q u e n u n c a desistiremos de realizar listas en el m i s m o t i e m p o .
esta expedición.» C u a n d o t o d o estuvo dispuesto, se c o n s t r u y ó u n a fuerte
barca j u n t o al R h i n , para q u e los c o n d u j e r a hasta el m a r .
L a joven respondió: « Escuchad lo q u e os digo: y o t e n -
Las nobles jóvenes estaban agobiadas p o r el t r a b a j o .
g o la s e d a , haced que e n u n escudo m e traigan la pedrería
Hicieron saber á los héroes que estaban p r e p a r a d o s los
dsfechosrem°S tra¡eS
- " G u n t e r y Si
§ f r i d 0 < í u e d a r o n sa- magníficos vestidos q u e d e b í a n llevar. T o d o lo que desea-
ban estaba h e c h o y n o q u e r í a n p e r m a n e c e r p o r m á s tiempo
« ¿ C u á l e s s o n , p r e g u n t ó la p r i n c e s a , los c o m p a ñ e r o s en las orillas del R h i n .
l q u e T e s t l r C O m ° a v o s o t r o s ' p a r a ir á esa l e j a n a A los c o m p a ñ e r o s de a r m a s , se les envió u n m e n s a j e r o
corte? » El rey le r e s p o n d i ó : « Y o el c u a r t o : dos de m i s por si q u e r í a n ver las n u e v a s vestiduras , p o r si e r a n m u y
pedidón ? H a § e n m e a c o m p a ñ a r á n en esta e x - largas ó m u y cortas. Las hallaron bien á la m e d i d a y die-
« E s c u c h a d , a m a d a h e r m a n a , lo q u e os digo: a d e m á s de ron las gracias á las d a m a s .
los cuatro p a r a n o s o t r o s , n o s hacen falta á cada u n o tres T o d o el q u e lo v e í a , tenía q u e confesar q u e n o había
trajes distintos y de buenas telas, para q u e p o d a m o s volver visto n a d a m a s h e r m o s o en el m u n d o . P o d í a n llevarlos
con satisfacción á la l e j a n a corte. N u n c a se p o d r á n citar
sm a f r e n t a del reino de B r u n e q u i l d a . »
más bellos trajes de g u e r r e r o s .
D e s p u é s de despedirse c o r t é s m e n t e , se retiraron los c a -
balleros. L a h e r m o s a j o v e n , la princesa Crimilda, l l a m ó á Las nobles jóvenes recibieron gracias repetidas. Los
esforzados guerreros querían despedirse y lo hicieron según
S¡rvientas hábües las c o s t u m b r e s de la caballería. Más de u n o s ojos b r i l l a n -
lia X s e d e ^ r a b a j í s ^ ' en aque-
tes, t o r n á r o n s e s o m b r í o s y d e r r a m a r o n l á g r i m a s .
En seda de la A r a b i a , blanca c o m o la nieve, y en las se-
das de Zazamancas verdes c o m o la y e r b a , e n g a r z a r o n r i - Ásí le d i j o : « Mi h e r m a n o q u e r i d o , q u e d á o s , a ú n es
q u í s i m a pedrería : f u e r o n aquellos u n o s h e r m o s o s trajes • t i e m p o y buscad otra m u j e r , q u e sería o b r a r con acierto ,
Crimilda, la h e r m o s a , los cortó p o r sus m a n o s . la que n o p o n g a en peligro vuestra vida. N o lejos de aquí
hallaréis u n a joven de elevada alcurnia. »
Las g u a r n i c i o n e s hechas de piel de pescados, cogidos e n
lejanos m a r e s , q u e parecían e n t o n c e s m u y extraordinarios, Pienso q u e el c o r a z ó n les decía lo q u e iba á suceder :
las cubrieron c o n seda y oro : sabed ahora las maravillas lloraban en c u a n t o se hablaba u n a palabra. El oro que ser-
a e aquellos costosos trajes. vía de a d o r n o en sus pechos, se ablandaba c o n las lágrimas
Las m e j o r e s sedas de M a r r u e c o s y de Libia q u e hasta e n - que de sus ojos vertían.
tonces llevaran los h i j o s de r e y e s , f u e r o n e m p l e a d a s e n Ella d i j o : « S e ñ o r Sigfrido , permitid que r e c o m i e n d e á
6o

vuestra fidelidad y a vuestro valor á m i querido h e r m a n o •


q u e n a d a le suceda en el país de Brunequilda. » El fuerte tan bien hechas c o m o a h o r a veo ante m í . F u e r t e debe ser
^ r r e r o l o ,uró en m a n o s de Crimilda el q u e las h a m a n d a d o c o n s t r u i r . »
ti n o b l e g u e r r e r o c o n t e s t ó de este m o d o : « Si conservo A esto r e s p o n d i ó Sigfrido : «. C o n o z c o m u c h o esto : de
Brunequilda son esas ciudades, esos c a m p o s y la fortaleza
de Isenstein, y o lo a f i r m o . H o y m i s m o podréis v e r á m u -
i T d f ó ^ a s gVacias ^ ^ ^ chas h e r m o s a s m u j e r e s . »
« Y o os aconsejo, g u e r r e r o s , q u e n o afirméis y neguéis
S bre 6 Camp l0S dorados escud s
m í d t f r ° - ° ° 7 lo d e - las m i s m a s c o s a s , esto m e parece b u e n o : si h o y m i s m o
m a s del e q u i p o ; a p r o x i m a r o n los c a b a l l o s ; tenían g r a n - c o m p a r e c e m o s a n t e B r u n e q u i l d a , d e b e m o s estar p r e v e n i -
des deseos de m a r c h a r . M u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s d e z -
m a r o n a b u n d a n t e s lágrimas. J aeira dos a n t e la joven reina.
A s o m a d a s á las v e n t a n a s se veían m u c h a s h e r m o s a s « C u a n d o v e a m o s á la joven digna de a m o r , seguida de
jóvenes L a vela de la barca se h i n c h ó c o n el f u e r t e T e i - su a c o m p a ñ a m i e n t o , acordáos, héroes , de decir la m i s m a
to. L o s bravos c o m p a ñ e r o s de armas f u e r o n impulsados cosa: que G u n t e r sea m i señor y y o su vasallo, t o d o lo que
p o r las h o n d a s del R h i n ; así dijo el rey G u n t e r S u i S él desee se cumplirá.»
quiere ser el piloto ?» ¿vj-uen T o d o s estaban dispuestos á ejecutar lo q u e les hizo p r o -
«Yo lo seré» dijo S i g f r i d o , « y 0 p u e d o c o n d u c i r o s so- m e t e r ; el estímulo les hizo ser f u e r t e s . H a b l a r o n c o m o
bre las h o n d a s hasta allá a b a j o , b u e n o s g u e r r e r o M e s o ^ quería : y les estuvo m u y bien , c u a n d o G u n t e r c o m p a r e -
ció ante Brunequilda.
O S
' TdeÍ BTo r gPo°ñra .d
r oo n °ccoonÍt eZn tZo sT el país Así a b a n d o S « H e venido hasta t a n lejos, no p o r tus d e s e o s , sino p o r
Sigfrido se a p o y ó en u n d u r o r e m o y la barca se alejó tu. h e r m a n a , la h e r m o s a virgen. Ella es para m í , c o m o m i
de la orilla. El f u e r t e G u n t e r t o m ó o t r o r e m o y se aíei - alma y c o m o m i c u e r p o , y haré t o d o esto, p o r q u e quiero
que sea mi esposa.»
L f e v a ^ í w 5 b l * a V °1 C a b a I l £ r 0 S < % n o s de alabanza.
Llevaban consigo s u c u l e n t o s m a n j a r e s y el m e j o r vino
q u e se había p o d i d o e n c o n t r a r en el R h i n . Sus cabaTos UNIVERSIDAD DE fíSÍEVS - FOft
t r a n q u i l o s r e p o s a b a n ; el barco c a m i n a b a , n i n g ú n cuida-
do los podía a t o r m e n t a r . ° B/BLIGTfCA m ^ r ^
Las fuertes cuerdas de la, vela, q u e d a r o n a m a r r a d a s sóli- v n
- "ALF';P! O [•
1 •
• •i-i ,; ) So
d a m e n t e : hicieron veinte millas I n t e s de llegar la n o c h e o. ifóáKGWfiRREí,mm
gracias al buen viento que soplaba hacia el n f a r ; d e s p u é s '
P
los grandes t r a b a j o s f u e r o n p a r a las m u j e r e s ' DE COMO GUNTER OBTUVO Á BRUNEQUILDA.
. A l a d u o d é c i m a m a ñ a n a , según h e m o s oído decir los
v i e n t o s los h a b í a n impelido á lo lejos , hacia Isenste n en

C u a n d o el rey G u n t e r vió las fortalezas y también los u barca a d e l a n t a n d o en el m a r , se había apro-


vastos m e r c a d o s , dijo a s í : « D e c i d m e , a m i g o Sigf d o x i m a d o t a n t o á la c i u d a d , q u e pudieron ver"en
? ¿ D e q d é n S las v e n t a n a s m u c h a s bellas jóvenes. M u c h o sen-
^ o ° p t r °n esas
ciudades y ese p r e -
tía n o conocerlas á todas.
« En mi v i d a , y digo la verdad , vi tantas fortalezas ni P r e g u n t ó á su c o m p a ñ e r o Sigfrido : « ¿ Sabes q u é cosa
notable p u e d e l l a m a r la atención de esas jóvenes hacia las
6o

vuestra fidelidad y a vuestro valor á m i querido h e r m a n o •


q u e n a d a le suceda en el país de Brunequilda. » El fuerte tan bien hechas c o m o a h o r a veo ante m í . F u e r t e debe ser
p e r r e r o o juró en m a n o s de Crimilda el q u e las h a m a n d a d o c o n s t r u i r . »
ti n o b l e g u e r r e r o c o n t e s t ó de este m o d o : « Si conservo A esto r e s p o n d i ó Sigfrido : « C o n o z c o m u c h o esto : de
Brunequilda son esas ciudades, esos c a m p o s y la fortaleza
de Isenstein, y o lo a f i r m o . H o y m i s m o podréis v e r á m u -
i T d f ó ^ a s gVacias ^ ^ ^ chas h e r m o s a s m u j e r e s . »
« Y o os a c o n s e j o , g u e r r e r o s , q u e n o afirméis y neguéis
S bre 6 Camp l0S dorados
escud s
m S i T ° - ° ° 7 lo d e - las m i s m a s c o s a s , esto m e parece b u e n o : si h o y m i s m o
m a s del e q u i p o ; a p r o x i m a r o n los c a b a l l o s ; tenían g r a n - c o m p a r e c e m o s a n t e B r u n e q u i l d a , d e b e m o s estar p r e v e n i -
des deseos de m a r c h a r . M u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s d e f a -
m a r o n a b u n d a n t e s lágrimas. J aeira dos a n t e la joven reina.
A s o m a d a s á las v e n t a n a s se veían m u c h a s h e r m o s a s « C u a n d o v e a m o s á la joven digna de a m o r , seguida de
jóvenes L a vela de la barca se h i n c h ó c o n el f u e r t e T e n - su a c o m p a ñ a m i e n t o , acordáos, héroes , de decir la m i s m a
to. L o s bravos c o m p a ñ e r o s de armas f u e r o n impulsados cosa: que G u n t e r sea m i señor y y o su vasallo, t o d o lo que
p o r las h o n d a s del R h i n ; así dijo el rey G u n t e r S u i S él desee se cumplirá.»
quiere ser el piloto ?» <v¿uien T o d o s estaban dispuestos á ejecutar lo q u e les hizo p r o -
«Yo lo seré» dijo S i g f r i d o , « y 0 p u e d o c o n d u c i r o s so- m e t e r ; el estímulo les hizo ser f u e r t e s . H a b l a r o n c o m o
bre las h o n d a s hasta allá a b a j o , b u e n o s g u e r r e r o Me so^ quería : y les estuvo m u y bien , c u a n d o G u n t e r c o m p a r e -
ció ante Brunequilda.
S P O r eI
Z « H e venido hasta t a n lejos, no p o r tus d e s e o s , sino p o r
r o n° cc oon tte nJt ol s Tel° país TdeÍ BTo r g o ñ a . Así a b a n d o n a -
Sigfrido se a p o y ó en u n d u r o r e m o y la barca se alejó t u h e r m a n a , la h e r m o s a virgen. Ella es para m í , c o m o m i
de la orilla. El f u e r t e G u n t e r t o m ó o t r o r e m o y se aíei - alma y c o m o m i c u e r p o , y haré t o d o esto, p o r q u e quiero
que sea mi esposa.»
L f e v a ^ í w 5 b l * a V °1 C a b a I l £ r 0 S < % n o s de alabanza.
Llevaban consigo s u c u l e n t o s m a n j a r e s y el m e j o r vino
q u e se había p o d i d o e n c o n t r a r en el R h i n . Sus cabaTos UNIVERSIDAD DE fíSÍEVS - FOft
t r a n q u i l o s r e p o s a b a n ; el barco c a m i n a b a , n i n g ú n cuida-
do los podía a t o r m e n t a r . ° BÍ8LI0TF04 m ^ r ^
Las fuertes cuerdas de la, vela, q u e d a r o n a m a r r a d a s sóli- v n
- "ALF';P! O [•
1 •
• •i-i ,; ) So
d a m e n t e : hicieron veinte millas I n t e s de llegar la n o c h e iodo.
gracias al buen viento que soplaba hacia el m ^ r / d e s p u é s '
P
los grandes t r a b a j o s f u e r o n p a r a las m u j e r e s ' DE COMO GUNTER OBTUVO Á BRUNEQUILDA.
. A l a d u o d é c i m a m a ñ a n a , según h e m o s oído decir los
v i e n t o s los h a b í a n impelido á lo lejos , hacia Isenste n en
Cinndn^runeqrilda- ^ S i
g f ^ o c o n o c í a ¡ q u e p'a
C u a n d o el rey G u n t e r vió las fortalezas y también los u barca a d e l a n t a n d o en el m a r , se había apro-
vastos m e r c a d o s , dijo a s í : « D e c i d m e , a m i g o Sigf d o x i m a d o t a n t o á la c i u d a d , q u e pudieron v e r ' e n
? ¿ D U Í é n S las v e n t a n a s m u c h a s bellas jóvenes. M u c h o sen-
^ o ° p t r ^ °n esas
ciudades y ese p r e - tía n o conocerlas á todas.
« En mi v i d a , y digo la v e r d a d , vi tantas fortalezas ni P r e g u n t ó á su c o m p a ñ e r o Sigfrido : « ¿ Sabes q u é cosa
notable p u e d e l l a m a r la atención de esas jóvenes hacia las
d e ^ g f e 3 * * * ^ > - parecen oro rojo y brillante. Llegados al país aquél, inspirados p o r
su valor, se e n c a m i n a r o n t a m b i é n m a g n í f i c a m e n t e vesti-
dos hacia B r u n e q u i l d a .
^ A v a n z a b a n c o n sus bien

I p ^ i

mmmmm^
ret":¿°n V e
dert a
^ ^ J ^ -genes q u e se

„:, 3 5 sí ^" K
P e r ms a í
anecer ^ ^ Síi^j e'^ cscudos ,"' buenos^
c o n t e m p l aLnod oq u áe ¡ ¡ S i e ^ M
^ largos y f u e r t e s .

h e i m 0 S a S ;
luego el r e y G u n t e r * r a n h o n o r recibió
v buenos.

i ^ s á i i s i i s i

7 l , n I k b a n £ n las
m a n o s de aquellos h o m b r e s valientes
Las m o n t u r a s iban adornadas de neHiw.', . u
eran estrechos y p e n d i e n t e s de* e l L I b t T a ^ n S í S t
O c h e n t a y seis torres se elevaban allí, tres palacios y u n
sus m i r a d a s s o n vivas y las sostiene c o n altivez. Se refleja
salón construido m a g n í f i c a m e n t e con m á r m o l v e r d e c o m o
en su s e m b l a n t e q u e debe ser m u y v i o l e n t o . »
56 h a l k b a k j V e n r d n a «El m á s joven de e n t r e ellos, m e p a r e c e m u y h e r m o s o :
miento ° y SU a c o m P a P
se vé á ese rico g u e r r e r o m o d e s t o c o m o á u n a joven e n su
Las puertas de la ciudad se abrieron tan anchas c o m o buena apariencia y en su gracia e n c a n t a d o r a . D e b e r í a m o s
eran Los h o m b r e s de B r u n e q u i l d a salieron á su e n c u e n - temerlo t o d o , si le ocurriera a l g u n a desgracia. »
be°rn y nf ? T u C 0 m 0 ¿ hués
P e d e s > en el país de su so- «Pero p o r sencillo q u e sea en a p a r i e n c i a , p o r bello
r o c h a d e ellos 0 7 SUS CSCU
R e d a r o n b a J ° l a cus- que sea su c u e r p o , si se e n f u r e c e h a r á llorar á m u c h a s
mujeres : su aspecto es tan b u e n o q u e p o r todas sus c u a -
U n o de los c a m a r e r o s h a b l ó de este m o d o : « D a d m e lidades se vé q u e es u n , g u e r r e r o f u e r t e y atrevido.»
vuestras espadas y vuestras bruñidas corazas. » « N o p o d e - Así h a b l ó la joven r e i n a : « Q u e m e traigan m i a r m a d u -
m o s concederos e s o » , r e s p o n d i ó H a g e n de T r o n e i a ra : y si el fuerte Sigfrido ha venido á m i r e i n o p a r a c o n -
m i s m o s q u e r e m o s llevarlas.» Sigfrido c o m e n z ó seguir m i a m o r , posible es q u e le cueste la vida : n o lo
e n t o n c e s a explicarle los usos de aquella corte t e m o t a n t o q u e p u e d a llegar á ser su esposa.-»
• <l , f o s m m b r e en esta c i u d a d , debo d e c í r o s l o , q u e B r u n e q u i l d a la h e r m o s a , se vistió bien p r o n t o su traje.
n i n g ú n h u e s p e d Heve a r m a s : dejad que recojan las ¿ n e s - Muchas h e r m o s a s jóvenes f o r m a b a n su a c o m p a ñ a m i e n t o ,
g a s , y estara bien h e c h o . » N o siguió gustoso este c o n s e j o ciento ó m á s , c o n r i q u í s i m o s vestidos. L o s h u é s p e d e s d e -
H a g e n , el g u e r r e r o de G u n t e r . ' seaban v e r á u n a m u j e r tan v a l i e n t e .
Hicieron servir á los h é r o e s licores y otras cosas c o n - En su c o m p a ñ í a iban los h é r o e s de I s l a n d i a , los g u e -
venientes. M u c h o s brillantes g u e r r e r o s , c o n trajes de prín- rreros de B r u n e q u i l d a , llevando las espadas en las m a n o s ,
cipes se e n c a m i n a b a n á la corte. Dirigían á los h é r o e s - en n ú m e r o de q u i n i e n t o s ó m á s ; esto i n f u n d i ó c u i d a d o á
m u c h a s miradas de curiosidad. los h u é s p e d e s . L o s fuertes héroes se l e v a n t a r o n de sus
• P f r í ¡ n ¿ Brunequilda, que unos guerreros extranjeros asientos.
habían llegado con ricos trajes, n a v e g a n d o p o r el m a r L a
C u a n d o la joven reina Vi ó á Sigfrido, dijo á los extran-
joven h e r m o s a y b u e n a c o m e n z ó á i n f o r m a r s e
jeros c o r t é s m e n t e : « Sed bien v e n i d o s á este país , s e ñ o r
« H a c e d m e escuchar », dijo la reina , «quienes p u e d e n
Sigfrido. ; Cuál es el o b j e t o de, v u e s t r o viaje ? Deseo c o -
ser esos guerreros desconocidos de t a n a r r o g a n t e presencia
nocerlo.»
q u e veo en m i ciudad y cuales p u e d e n ser los m o t i v o s
p o r q u e h a n n a v e g a d o hasta aquí. » «Muchas gracias, señora Brunequilda, dulce hija de p r í n -
cipes , p o r q u e os dignáis s a l u d a r m e a n t e el n o b l e g u e -
U n o de su a c o m p a ñ a m i e n t o le r e s p o n d i ó : « Señora rrero que está a q u í ; él es m i s e ñ o r : Sigfrido r e n u n c i a el
y o p u e d o afirmar q u e jamás h e visto á n i n g u n o de ellos • honor.»
u n o de los q u e c o n ellos están, m e parece q u e e s S i g f r i d o : « Es ü n rey del R h i n ; ¿ q u é m á s queréis q u e os diga ?
m i opinión es que d e b e m o s recibirlos bien. » Hasta aquí h e m o s n a v e g a d o p o r v u e s t r o amor.- Q u i e r e
«El segundo compañero suyo tiene u n a arrogante pre- amaros, suceda lo que suceda. A h o r a reflexionad c o n tiem-
s e n c i a ; si tuviera valor para ello y pudiera conseguirlo po : m i s e ñ o r n o a b a n d o n a r á p o r n a d a su p r o p ó s i t o .
s e n a d i g n o de ser rey de este extenso país. Se d i s t i n g u é
de los d e m á s p o r su aire de jefe. » 5 « Su n o m b r e es G u n t e r , rey rico y valeroso. Si o b -
tiene vuestro a m o r , n a d a m á s desea. P o r vuestra causa l o
«El tercero de esos c o m p a ñ e r o s , parece q u e d e b e ser m u v he a c o m p a ñ a d o hasta a q u í ; pues si n o f u e r a mi s e ñ o r ,
i e r o z , y sin e m b a r g o su c u e r p o es h e r m o s o , rica reina : jamás h u b i e r a v e n i d o . »
Así le c o n t e s t ó : « Si él es tu señor y tú su siervo él que-
a n t e u n g r a n n ú m e r o de g u e r r e r o s . E r a n m a s de setecien-
rrá p r o b a r lo q u e y o le diga; si sale v e n c e d o r seré su espo-
tos bien a r m a d o s y ellos estaban e n c a r g a d o s de decidir
sa, mas si u n a sola vez lo v e n z o , os costará la vida á t o d o s . »
en justicia á quién pertenecía la victoria.
Así dijo H a g e n de T r o n e j a : « P e r m i t i d , r e i n a , que
H é aquí q u e se acerca B r u n e q u i l d a , a r m a d a c o m o si
p r e s e n c i e m o s esas p r u e b a s . M e n e s t e r es que sean m u y
f u e r a á c o m b a t i r p o r los d o m i n i o s de u n rey. S o b r e sus
r u d a s p a r a q u e G u n t e r , m i s e ñ o r , q u e d e d e r r o t a d o ; al
vestidos de s e d a , trae m u c h a s láminas de o r o . S u belleza
c o n t r a r i o , confía c o n s e g u i r á t a n h e r m o s a r e i n a . »
seductora d e s l u m h r a bajo aquel t r a j e .
« D e b e arrojar la p i e d r a , luchar después y e s g r i m i r la
D e s p u e s v i e n e n los de su a c o m p a ñ a m i e n t o , q u e le t r a e n
lanza c o n m i g o ; n o os precipitéis, p u e s p u d i e r a suceder
u n escudo de o r o , g r a n d e y a n c h o r e c a m a d o de placas de
q u e aquí perdierais el h o n o r y la v i d a ; pensadlo bien.»
t e m p l a d o acero, c o n el cual ha de combatir la joven digna
Asi r e s p o n d i ó la h e r m o s a m u j e r .
de a m o r .
Sigfrido el atrevido se a d e l a n t ó hacia el rey y le suplicó
Las abrazaderas de aquel escudo, eran de u n riquísimo
le p e r m i t i e r a decir á la r e m a cuales e r a n sus deseos. « Y o
tejido en el q u e lucían piedras p r e c i o s a s , verdes c o m o
os preservaré de t o d o c o n m i s m a ñ a s ; n o temáis n a d a . »
la y e r b a ; brillaban r e f u l g e n t e m e n t e e n t r e el oro en que
El rey G u n t e r , d i j o : « Elevada p r i n c e s a , disponed lo estaban engarzadas. M u y bravo tenía q u e ser el que a g r a -
q u e queráis : p o r vuestro h e r m o s o cuerpo lo h a r é t o d o v dara á la joven aquella.
a ú n m á s si s o n v u e s t r o s deseos. O p e r d e r é la vida ó seréis
m i esposa.» Aquel escudo de acero y oro con q u e la reina debía
c o m b a t i r , tenía, s e g ú n n o s h a n dicho, el grueso de tres
Al escuchar estas palabras, la reina m a n d ó d i s p o n e r las
hojas p o r la parte de las h e b i l l a s , y con g r a n t r a b a j o p o -
pruebas c o m o se tenía p o r c o s t u m b r e . Se hizo traer su
dían conducirlo cuatro de sus c a m a r e r o s .
a r m a d u r a de c o m b a t e , u n a coraza de oro y u n b u e n e s -
cudo. C u a n d o el fuerte H a g e n vió el escudo q u e t r a í a n , gritó
con g r a n cólera el de T r o n e j a : «¿Ves a h o r a , rey G u n t e r ?
L a h e r m o s a se ciñó u n a cota de a r m a s de s e d a , q u e en
Aquí d e j a r e m o s n u e s t r a vida y n u e s t r o c u e r p o . La q u e
n m g u n c o m b a t e había podido ser m e l l a d a p o r la espada :
pretendéis p o r a m o r , es u n a m u j e r de los d e m o n i o s . »
era u n tejido de la Libia m u y bien h e c h o , a d o r n a d o con
dibujos p r i m o r o s o s . Sabed a ú n m á s acerca de s u s vestidos ; e r a n magníficos.
La cota d e a r m a s q u e llevaba era de seda de Azaganga
Sin e m b a r g o de q u e a n t e los g u e r r e r o s m a n i f e s t a b a n
m u y n o b l e y rica. M u c h a s piedras d e s l u m b r a d o r a s i l u m i -
g r a n orgullo, D a n k w a r t y H a g e n estaban p o c o tranquilos.
naban á la reina c o n s u s reflejos.
Su espíritu se agitaba t e m i e n d o p o r su s e ñ o r , y se decían :
« D e este viaje n o saldrá n a d a b u e n o para los g u e r r e r o s . » T r a j e r o n á la h e r m o s a u n a lanza pesada y l a r g a , m u y
fuerte y cuyos filos cortaban de u n a m a n e r a horrible. Era
E n t r e t a n t o , Sigfrido, el astuto j o v e n , sin q u e nadie Ío la m i s m a de q u e siempre se servía.
viera, había vuelto á la embarcación p a r a traerse la T a r n -
Sabed las maravillas que se c u e n t a n del peso de aquella
kappa q u e dejara oculta a l l í ; p e n e t r ó c a u t e l o s a m e n t e en
lanza : había sido f o r j a d a c o n cuatro e n o r m e s m a z a s de
la barca, así nadie lo vió.
hierro. A p e n a s si podían c o n ella tres g u e r r e r o s de Bru-
Dióse prisa en volver y v i ó á u n g r a n n ú m e r o de g u e - nequilda. El n o b l e G u n t e r c o m e n z ó á experimentar algún
r r e r o s : la reina venía e n t r e ellos para p r e p a r a r las pruebas.
'cuidado.
Se a d e l a n t ó haciéndose invisible y n i n g u n o de ellos p u d o
verlo gracias á su artificio. P e n s a b a en su interior : « ¿ Q u é va á suceder aquí ? ¿ El
diablo del i n f i e r n o sostendría esta lucha ? Q u e p u e d a r e -
Se trazó el sitio e n que las pruebas debían celebrarse,
gresar al R h i n con vida y p o r m u c h o t i e m p o se verá libre
de m i a m o r . »
Sabcdlo b i e n ; su t e m o r era g r a n d e . T r a j é r o n l e todas
H a g e n c o n i r a : « A s í sea en los infiernos la n o v i a del
sus a r m a s y q u e d ó bien p r e p a r a d o el rey p o d e r o s o . L a
maldecido d e m o n i o . »
i n q u i e t u d había hecho p e r d e r á H a g e n t o d a su presencia
Se a j u s t ó la m a n o p l a á sus b l a n c o s brazos , e m b r a z ó el
de espíritu.
escudo c o n u n a m a n o y l e v a n t ó la javelina e n la otra.
Así h a b l ó el h e r m a n o de H a g e n , el f u e r t e D a n k w a r t :
G u n t e r y S i g f r i d o t e m í a n ya el f u r o r de B r u n e q u i l d a .
« Me a r r e p i e n t o c o n toda m i a l m a de h a b e r venido á esta
Y si Sigfrido n o h u b i e r a acudido en a y u d a del r e y , le
c o r t e . ¡ N o s l l a m a b a n héroes ! ¡ A q u í d e b e m o s p e r d e r la
hubiera a r r a n c a d o la vida. Se a p r o x i m ó invisible y le
vida ! ¿ U n a m u j e r n o s h a r á perecer e n este país ? »
tocó la m a n o ; G u n t e r se apercibió de su astucia c o n g r a n
_« G r a n dolor m e causa h a b e r venido á esta r e g i ó n . Si
inquietud.
m i h e r m a n o H a g e n tuviera sus a r m a s y y o las m í a s , la
« ¿ Q u i é n m e ha tocado ? » p e n s ó el atrevido h o m b r e ,
fiereza de t o d o s los h o m b r e s de B r u n e q u i l d a , se rebajaría
y m i r a n d o á su a l r e d e d o r , n o v i ó á n a d i e . L e dijo : « S o y
un tanto.
y o , Sigfrido, tu fiel a m i g o , « n o tengas t e m o r n i n g u n o p o r
« P o r m i fé os lo j u r o , m u c h o s se jactan de su a r r o -
la r e i n a . »
gancia. A u n c u a n d o m i l veces h u b i e r a jurado sostener la
« A b a n d o n a de tus m a n o s el escudo , d é j a m e l o coger a
paz, antes que d e j a r perecer á m i a m a d o jefe, la h e r m o s a
m í , p o n g r a n a t e n c i ó n á t o d o lo q u e y o d i g a : tú h a z los
virgen perdería la vida.»
a d e m a n e s , y o haré el t r a b a j o . » C u a n d o lo reconoció t u v o
« E n verdad que m a r c h a r í a m o s l i b r e m e n t e de este país,
u n gran placer.
d i j o su h e r m a n o H a g e n , si t u v i é r a m o s nuestras e s p a d a s ;
« D i s i m u l a m i astucia , esto será b u e n o para los dos :
s a b r í a m o s c o n t e n e r la a r r o g a n c i a de la bella m u j e r . »
así la joven reina n o ejercerá su soberbia sobre tí, c o m o es
L a h e r m o s a c o m p r e n d i ó lo q u e decía y m i r á n d o l o p o r
su i n t e n c i ó n . Mira a h o r a c o m o está p r e p a r a d a c o n t r a tí e n
e n c i m a del h o m b r o , dijo s o n r i e n d o : «Por c u a n t o t a n f u e r -
el e x t r e m o del círculo. »
tes se creen , q u e les traigan sus a r m a d u r a s , q u e p o n g a n
E s g r i m i ó c o n g r a n f u e r z a la valerosa joven la l a n z a con-
e n m a n o s de esos héroes sus afiladas espadas.»
tra el n u e v o y brillante escudo q u e llevaba e n el brazo el
« Para m í es igual que estén a r m a d o s , c o m o q u e e s t u -
hijo de Sigelinda. El f u e g o brotaba del acero c o m o si h u -
vieran c o m p l e t a m e n t e d e s n u d o s » , dijo la hija del rey.
biera soplado el h u r a c á n .
« Y o n o t e m o la f u e r z a de n i n g u n o de aquellos á quien
La f u e r t e p u n t a de la espada atravesó el escudo y se vió
c o n o z c o : p u e d o m u y bien c o m b a t i r c o n t r a cualquier r e y
q u e sea.» salir chispas de los anillos de la cota. D e l f u e r t e g o l p e ca-
y e r o n los h é r o e s : sin la T a r n k a p p a los dos h u b i e r a n
C u a n d o t u v i e r o n las espadas , según las ó r d e n e s de la
muerto.
joven , D a n k w a r t se p u s o r o j o de alegría. « A h o r a esgri-
El f u e r t e Sigfrido echó s a n g r e p o r la boca : p e r o el b u e n
m i d c o m o q u e r á i s , » dijo el esforzado h é r o e , « G u n t e r es
caballero se levantó r á p i d o , cogió la javelina q u e le había
invencible : n o s o t r o s t e n e m o s n u e s t r a s espadas. »
a r r o j a d o e l l a , y c o n segura m a n o , la esgrimió á su vez.
L a f u e r z a de B r u n e q u i l d a se manifestó de u n a m a n e r a
Él se dijo : « Y o n o quiero m a t a r á la h e r m o s a virgen. »
terrible : le trajeron al círculo u n a pesada piedra g r a n d e ,
Volvió el filo de la javelina hacia atrás y lo a r r o j ó p o r el
r e d o n d a y e n o r m e . L a traían e n t r e d o c e g u e r r e r o s fuertes
y atrevidos. p u ñ o c o n t a n t a fuerza q u e la hizo t a m b a l e a r .
Brotaba el f u e g o de la coraza c o m o si lo h u b i e r a sopla-
T e n í a p o r c o s t u m b r e arrojarla después de haber m a n e -
do el v i e n t o . C o n t a n t o vigor se había l a n z a d o el h i j o de
jado la lanza.. La i n q u i e t u d de los B o r g o ñ o n e s se hizo
Sigelinda , q u e ella á pesar de su f u e r z a , n o p u d o resistir
m a y o r . « ¿ P e r o q u é es lo que el rey p r e t e n d e ?» e x c l a m ó
el g o l p e ; s e m e j a n t e cosa n o la h u b i e r a h e c h o n u n c a el
rey G u n t e r .
La h e r m o s a B r u n e q u i l d a , se l e v a n t ó i n m e d i a t a m e n t e : había visto. L a h e r m o s a B r u n e q u i l d a se p u s o roja de f u -
•Mi.' « ¡ G u n t e r , n o b l e caballero , gracias p o r este g o l p e ! » ror ; Sigfrido h a b í a salvado al rey G u n t e r de la m u e r t e .
Creía ella q u e la había v e n c i d o c o n sus fuerzas : n o , u n L a reina dijo á los de su a c o m p a ñ a m i e n t o c u a n d o v i ó al
h o m b r e m a s fuerte la había d e r r o t a d o . h é r o e fuera de peligro al o t r o e x t r e m o del circulo. « A q u í ,
Se adelantó enseguida llena de f u r o r , l e v a n t ó la piedra mis parientes y g u e r r e r o s , es m e n e s t e r que t o d o s os s o -
la n o b l e y buena j o v e n : lanzóla con g r a n vigor lejos de s í , metáis al rey G u n t e r . »
d i ó u n salto y su a r m a d u r a crujió con f u e r z a . A q u e l l o s bravos a b a n d o n a r o n sus a r m a s , y m u c h o s vi-
L a piedra había caido á d o c e gorosos h o m b r e s se p u s i e r o n á los piés de G u n t e r rey del
| : brazadas de a l l í : de u n bote país de B o r g o ñ a : ellos creían q u e había j u s t a d o c o n sus
I Í había rebasado la distancia la propias fuerzas.
n o b l e virgen. F u é el atrevido Los s a l u d ó c a r i ñ o s a m e n t e , pues t e n í a m u y buenas p r e n -
Sigfrido hasta el sitio d o n d e es- das. L a h e r m o s a digna de a l a b a n z a , lo t o m ó de la m a n o
taba la p i e d r a ; G u n t e r la levan- y le c o n c e d i ó p o d e r sobre su r e i n o . L o s guerreros f u e r t e s
tó y Sigfrido lanzó el golpe. é i m p e t u o s o s se a l e g r a r o n .
Era f u e r t e , vigoroso y f o r n i - Ella r o g ó al n o b l e c a b a l l e r o , q u e la a c o m p a ñ a r a al
do : lanzó la piedra m a s lejos y magnífico s a l ó n , d o n d e f u e r o n servidos los g u e r r e r o s . El
saltó t a m b i é n á m a s distancia. fuerte Sigfrido lo había preservado de la desgracia. _
Gracias á aquellas m a ñ a s , t e - Sigfrido el atrevido era p r u d e n t e y se apresuró á ocul-
.nía f u e r z a bastante para saltar tar la T a r n k a p p a . D e s p u é s volvió al salón d o n d e se halla-
al m i s m o t i e m p o con el r e y ban m u c h a s m u j e r e s : dijo al rey c o n fingimiento :
Gunter. «¿ Q u é es lo q u e esperáis, señor r e y , q u e n o c o m e n z á i s
El salto estaba d a d o , allí las n u m e r o s a s pruebas q u e la reina os h a p r o p u e s t o ? D e -
se hallaba t e n d i d a la p i e d r a ; jadnos ver c o m o las realizáis..» El astuto h é r o e simulaba
solo á G u n t e r el h é r o e se no haber visto n a d a .
Así habló la joven r e i n a : « ¿ C ó m o es que n a d a de las
pruebas que el rey G u n t e r h a realizado^ aquí c o n su p r o -
pio valor lo h a visto el s e ñ o r Sigfrido ? » A esto r e s p o n -
dió H a g e n del país de B o r g o ñ a .
« M i e n t r a s q u e n o s asombrabais con v u e s t r o valor y el
jefe del R h i n vencía en la lid, el b u e n h é r o e Sigfrido esta-
ba en la barca ; p o r esto n o h a visto nada , » así dijo el
que iba c o n G u n t e r .
« Es para m í u n a b u e n a n o t i c i a , » dijo el n o b l e Sigfri-
do « q u e n u e s t r o viaje haya t e n i d o tan b u e n éxito y q u e
hayáis e n c o n t r a d o v e n c e d o r . A h o r a , n o b l e j o v e n , n o s s e -
guiréis al R h i n . »
Así respondió la h e r m o s a . « N o p u e d e ser tan p r o n t o .
Es m e n e s t e r l l a m a r á mis parientes y á m i s h o m b r e s : n o
p u e d o dejar m i país t a n r e p e n t i n a m e n t e , es m e n e s t e r q u e
antes advierta á m i s fieles a m i g o s . »
E n v i ó m e n s a j e r o s p o r todas partes : estos a d v i r t i e r o n á N a d i e veía quien era el q u e c o n d u c í a la barca : la e m -
sus parientes y a m i g o s q u e f u e r a n p r o n t o á I s e n s t e i n ; á
barcación se alejaba r á p i d a , pues la f u e r z a de Sigfrido era
cada u n o dió ricos y magníficos trajes.
g r a n d e . H u b i e r a podido creerse q u e la i m p u l s a b a u n f u e r -
C a m i n a r o n día y n o c h e hacia la ciudad de B r u n e q u i l d a , te v i e n t o , pero solo la llevaba Sigfrido el hijo de la her-
« p e r o q u e h a c e m o s » dijo H a g e n ; « m a l o b r a m o s espe- mosa Sigelinda.
r a n d o aquí á la g e n t e de Brunequilda..»
En u n día y una n o c h e llegó á u n p o d e r o s o r e i n o que
« Si llegan á esta tierra p o r la f u e r z a , n o s a b e m o s los tenía cien m a r c a s , y a u n m á s extensión, el cual se llama-
designios de la r e i n a : ¿ volverá su cólera ? e n t o n c e s esta- ba el país de los N i b e l u n g o s ; allí era d o n d e t e n í a n su
m o s p e r d i d o s , y esta n o b l e j o v e n h a nacido p a r a causar-
cuantioso tesoro.
n o s g r a n d e s sobresaltos.»
El h é r o e llegó solo á u n a g r a n isla. P r o n t o a m a r r ó su
El f u e r t e Sigfrido dijo : « N o lo sufriré e n m a n e r a algu- barca el b u e n caballero y enseguida se dirigió á u n a m o n -
n a . N u n c a sucederá lo q u e teméis. Y o traeré en vuestra
taña cerca de la q u e había u n a ciudad e n la q u e buscó
a y u d a á este país g u e r r e r o s c u y a destreza os es desco-
nocida. / asilo, c o m o suelen hacer los rendidos p o r la fatiga del ca-
mino.
« N a d a pediréis c u a n d o m e h a y a m a r c h a d o , q u i e r o ir Llegó a n t e las p u e r t a s q u e estaban cerradas : d e f e n d í a n
m u y l e j o s ; Dios g u a r d a r á v u e s t r o h o n o r e n t r e t a n t o .
su h o n o r c o m o a u n sucede en n u e s t r o país. El h o m b r e
Q u i e r o traer m i l h o m b r e s , los m e j o r e s héroes q u e n u n c a
desconocido c o m e n z ó á dar golpes e n ellas : t o d o estaba
hayáis visto. »
p r e v e n i d o ; en el interior había g e n t e .
« N o estéis a u s e n t e m u c h o t i e m p o , » le d i j o el rey U n g i g a n t e que c o n sus a r m a s siempre dispuestas g u a r -
« p u e s sin v u e s t r a a y u d a , n o c o n s e g u i r e m o s n a d a . » Le
daba la c i u d a d , le dijo: «¿Quién es el q u é t a n f u e r t e m e n -
r e s p o n d i ó . « Estaré de v u e l t a d e n t r o de m u y pocos días.
te llama á las p u e r t a s ? El a r r o g a n t e Sigfrido fingiendo la
D e c i d á la reina q u e m e habéis enviado c o n una emba-
jada.» voz, le dijo :
« Soy u n g u e r r e r o ; á b r e m e la p u e r t a , p u e s de lo c o n -
trario a l g u n o q u e prefiere á t o d o el dulce r e p o s o y su c o -
m o d i d a d , tendrá q u e sentir mi. cólera.» L a respuesta dada
por Sigfrido irritó al g u a r d i a n .
El gigantesco g u e r r e r o se vistió su a r m a d u r a y se p u s o
vm. el casco e n la c a b e z a ; el h o m b r e f u e r t e cogió su escudo y
abrió la p u e r t a l a n z á n d o s e furioso sobre S i g f r i d o .
« ¿ Q u i é n se h a atrevido á despertar á t a n t o s esforzados
DE COMO SIGFRIDO SE DIRIGIÓ EN BUSCA DE LOS NIBELUNGOS.
h o m b r e s ? » S u m a n o daba fortísimos golpes. El n o b l e
e x t r a n j e r o c o m e n z ó á d e f e n d e r s e , p e r o tal hizo el p o r t e r o
que le r o m p i ó la c o t a de mallas
C o n u n a barra de hierro : el h é r o e estaba en p e l i g r o .
^MEDIATAMENTE' después, S i g f r i d o , l l e v a n d o S i e m - El héroe temía la espantosa m u e r t e , pues el g u a r d i a n de
pre su T a r n k a p p a , se dirigió p o r la playa hacia la p u e r t a golpeaba c o n violencia. Sin e m b a r g o , el h é r o e
el p u e r t o en q u e se e n c o n t r a b a la barca. P e n e t r ó Sigfrido estaba satisfecho.
en ella invisible para t o d o s , el hijo de S i g e m u n - C o m b a t i e r o n c o n t a n t o extrépito que t o d a la c i u d a d se
d o . D e s p u é s se alejó rápido c o m o el v i e n t o . alarmó llegando el ruido hasta el salón del rey de los Ni-
E n v i ó m e n s a j e r o s p o r todas partes : estos a d v i r t i e r o n á N a d i e veía quien era el q u e c o n d u c í a la barca : la e m -
sus parientes y a m i g o s q u e f u e r a n p r o n t o á I s e n s t e i n ; á
barcación se alejaba r á p i d a , pues la f u e r z a de Sigfrido era
cada u n o dió ricos y magníficos trajes.
g r a n d e . H u b i e r a podido creerse q u e la i m p u l s a b a u n f u e r -
C a m i n a r o n día y n o c h e hacia la ciudad de B r u n e q u i l d a , te v i e n t o , pero solo la llevaba Sigfrido el hijo de la her-
« p e r o q u e h a c e m o s » dijo H a g e n ; « m a l o b r a m o s espe- mosa Sigelinda.
r a n d o aquí á la g e n t e de Brunequilda..»
En u n día y una n o c h e llegó á u n p o d e r o s o r e i n o que
« Si llegan á esta tierra p o r la f u e r z a , n o s a b e m o s los tenía cien m a r c a s , y a u n m á s extensión, el cual se llama-
designios de la r e i n a : ¿ volverá su cólera ? e n t o n c e s esta- ba el país de los N i b e l u n g o s ; allí era d o n d e t e n í a n su
m o s p e r d i d o s , y esta n o b l e j o v e n h a nacido p a r a causar-
cuantioso tesoro.
n o s g r a n d e s sobresaltos.»
El h é r o e llegó solo á u n a g r a n isla. P r o n t o a m a r r ó su
El f u e r t e Sigfrido dijo : « N o lo sufriré e n m a n e r a algu- barca el b u e n caballero y enseguida se dirigió á u n a m o n -
n a . N u n c a sucederá lo q u e teméis. Y o traeré en vuestra
taña cerca de la q u e había u n a ciudad e n la q u e buscó
a y u d a á este país g u e r r e r o s c u y a destreza os es desco-
nocida. / asilo, c o m o suelen hacer los rendidos p o r la fatiga del ca-
mino.
« N a d a pediréis c u a n d o m e h a y a m a r c h a d o , q u i e r o ir Llegó a n t e las p u e r t a s q u e estaban cerradas : d e f e n d í a n
m u y l e j o s ; Dios g u a r d a r á v u e s t r o h o n o r e n t r e t a n t o .
su h o n o r c o m o a u n sucede en n u e s t r o país. El h o m b r e
Q u i e r o traer m i l h o m b r e s , los m e j o r e s héroes q u e n u n c a
desconocido c o m e n z ó á dar golpes e n ellas : t o d o estaba
hayáis visto. »
p r e v e n i d o ; en el interior había g e n t e .
« N o estéis a u s e n t e m u c h o t i e m p o , » le d i j o el rey U n g i g a n t e que c o n sus a r m a s siempre dispuestas g u a r -
« p u e s sin v u e s t r a a y u d a , n o c o n s e g u i r e m o s n a d a . » Le
daba la c i u d a d , le dijo: «¿Quién es el q u é t a n f u e r t e m e n -
r e s p o n d i ó . « Estaré de v u e l t a d e n t r o de m u y pocos días.
te llama á las p u e r t a s ? El a r r o g a n t e Sigfrido fingiendo la
D e c i d á la reina q u e m e habéis enviado c o n una emba-
jada.» voz, le dijo :
« Soy u n g u e r r e r o ; á b r e m e la p u e r t a , p u e s de lo c o n -
trario a l g u n o q u e prefiere á t o d o el dulce r e p o s o y su c o -
m o d i d a d , tendrá q u e sentir mi. cólera.» L a respuesta dada
por Sigfrido irritó al g u a r d i a n .
El gigantesco g u e r r e r o se vistió su a r m a d u r a y se p u s o
vm. el casco e n la c a b e z a ; el h o m b r e f u e r t e cogió su escudo y
abrió la p u e r t a l a n z á n d o s e furioso sobre S i g f r i d o .
« ¿ Q u i é n se h a atrevido á despertar á t a n t o s esforzados
DE COMO SIGFRIDO SE DIRIGIÓ EN BUSCA DE LOS NIBELUNGOS.
h o m b r e s ? » S u m a n o daba fortísimos golpes. El n o b l e
e x t r a n j e r o c o m e n z ó á d e f e n d e r s e , p e r o tal hizo el p o r t e r o
que le r o m p i ó la c o t a de mallas
C o n u n a barra de hierro : el h é r o e estaba en p e l i g r o .
^MEDIATAMENTE' después, S i g f r i d o , l l e v a n d o S i e m - El héroe temía la espantosa m u e r t e , pues el g u a r d i a n de
pre su T a r n k a p p a , se dirigió p o r la playa hacia la p u e r t a golpeaba c o n violencia. Sin e m b a r g o , el h é r o e
el p u e r t o en q u e se e n c o n t r a b a la barca. P e n e t r ó Sigfrido estaba satisfecho.
en ella invisible para t o d o s , el hijo de S i g e m u n - C o m b a t i e r o n c o n t a n t o extrépito que t o d a la c i u d a d se
d o . D e s p u é s se alejó rápido c o m o el v i e n t o . alarmó llegando el ruido hasta el salón del rey de los Ni-
las canosas barbas de aquel h o m b r e viejo y a , y tiró c o n
tanta fuerza q u e hizo gritar á aquel h o m b r e . L a acción
del joven héroe dolió e n el corazón á Alberico.
Así gritó el f u e r t e e n a n o . « P e r d ó n a m e la vida : y si m e
es p e r m i t i d o ser siervo de o t r o , q u e n o sea u n héroe de
quien he jurado ser fiel v a s a l l o , os serviré antes de m o -
rir. » Así dijo aquel h o m b r e a s t u t o .
A m a r r ó á Alberico c o m o había h e c h o c o n el g i g a n t e :
belungos. Derrotó y ama- la g r a n fuerza de Sigfrido le hacía m u c h o d a ñ o . El e n a n o
r r ó al p o r t e r o ; la noticia le p r e g u n t ó : « ¿ C ó m o te l l a m a n ? » Le r e s p o n d i ó . « Me
se esparció p o r t o d o el país l l a m o Sigfrido , creí q u e m e conocerías b i e n . »
de los N i b e l u n g o s . «Me alegro de saberlo» le replicó Alberico, «sé q u e por
Mas allá de la m o n t a ñ a , vuestros h e r o i c o s t r a b a j o s , sois c o n justicia s e ñ o r de este
Alberico el valiente, u n ena- país. Y o h a r é lo q u e m e m a n d é i s si m e dejais libre. »
n o salvaje o y ó la l u c h a . Se Así le contestó el h é r o e Sigfrido : « I r á s r á p i d a m e n t e y
a r m ó "deprisa y corrió al m e traerás los m e j o r e s guerreros n u e s t r o s q u e haya e n el
lugar d o n d e se e n c o n t r a b a país: mil n i b e l u n g o s ; que sepan q u e estoy aquí: n o quie-
el n o b l e e x t r a n j e r o q u e ha- ro h a c e r o s d a ñ o , os dejo la vida.»
bía a m a r r a d o al gigante.
Q u i t ó las c u e r d a s al g i g a n t e y á A l b e r i c o . El e n a n o
Alberico era valiente y corrió á d o n d e estaban los g u e r r e r o s y despertó á los N i -
m u y f u e r t e . Llevaba y e l m o belungos diciéndoles : « ¡ Arriba ! h é r o e s , es m e n e s t e r que
y coraza y en la m a n o u n vayáis con Sigfrido. »
pesado látigo de o r o . C o r r i ó Saltaron de sus lechos y en breve t i e m p o estuvieron
r á p i d a m e n t e al e n c u e n t r o dispuestos. Mil esforzados g u e r r e r o s se vistieron sus m e -
de Sigfrido. jores trajes y f u e r o n á d o n d e estaba Sigfrido. S a l u d a r o n
Siete pesadas bolas p e n - al h e r m o s o h é r o e y e s t r e c h a r o n su m a n o .
d í a n del látigo, con las que Se e n c e n d i e r o n m u c h a s luces y le p r e p a r a r o n u n a de-
golpeó el escudo de aquel liciosa b e b i d a : les dió las gracias p o r h a b e r v e n i d o tan
h o m b r e atrevido r o m p i é n - p r o n t o y les dijo : « T e n d r é i s q u e venir c o n m i g o hasta
d o l o p o r varios lados. G r a n m u y lejos. » Dispuestos á seguirlo estaban m u c h o s héroes
cuidado tuvo p o r su v i d a el fuertes y b u e n o s .
arrogante extranjero.
Mas de t r e i n t a mil g u e r r e r o s h a b í a n l l e g a d o ; e n t r e ellos
D e j ó caer su a g u j e r e a d o f u e r o n escogidos los mil m e j o r e s . T r a j é r o n l e s s u s y e l m o s
e s c u d o y volvió á la vaina y sus a r m a d u r a s , p u e s quería f u e r a n c o n él al reino de
su larga espada. N o quería Brunequilda.
d a r m u e r t e á su c a m a r e r o ; Les d i j o : « M i s b u e n o s c a b a l l e r o s , q u i e r o q u e sepáis
a h o r r a b a la vida de sus h o m b r e s , p u e s así se lo i m p o n í a el que es m e n e s t e r llevar m u c h o s y ricos vestidos á esta c o r t e ,
deber. pues allí os v e r á n m u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s : p o r esto hay
A r r o j á n d o s e sobre Alberico, cogió c o n sus férreas m a n o s que llevar m u y ricos trajes.»
Posible es q u e algún i g n o r a n t e diga q u e esto es u n « M u y n o b l e r e i n a , d e j a d m e t o m a r , las l l a v e s ; t e n g o
c u e n t o y p r e g u n t e n : ¿ C ó m o en t a n p o c o t i e m p o pudie- confianza de hacer tan bien la repartición », dijo el f u e r t e
r o n r e u n i r s e t a n t o s caballeros ? ¿ D ó n d e h u b i e r a n p o d i d o h é r o e , «que si de ello resultara algún o p r o b i o sería para m í
hallar vituallas ? ; D ó n d e h u b i e r a n cogido los trajes ? N a d a c o m p l e t a m e n t e . » S u p o d e m o s t r a r m u y bien c u a n j u s t o
h u b i e r a n p o d i d o hallar ni a u n t e n i e n d o t r e i n t a países á su era.
disposición. C u a n d o el h e r m a n o de H a g e n h u b o recibido las llaves,
Ya se ha oído hablar de las riquezas de Sigfrido : el t e - la m a n o del h é r o e hizo s u n t u o s o s regalos : al q u e deseaba
soro y el r e i n o de los N i b e l u n g o s estaba á su disposición ; u n m a r c o , les daba t a n t o s , que los p o b r e s p u d i e r o n l u é -
distribuyó aquel tesoro a b u n d a n t e m e n t e e n t r e los g u e r r e - go pasar c ó m o d a m e n t e la vida.
r o s y sin e m b a r g o n o d i s m i n u í a , cualquiera q u e fuera la M u y bien puede calcularse que daba cien libras sin
cantidad tomada. contarlas. M u c h o s salieron del salón l l e v a n d o ricos t r a j e s
P a r t i e r o n u n a m a ñ a n a t e m p r a n o . ¡ Q u é h o m b r e s tan que n u n c a s o ñ a r o n t e n e r . L a r e i n a lo s u p o y se m a n i f e s t ó
valerosos llevaba Sigfrido en su c o m p a ñ í a ! Llevaban c o n - disgustada.
sigo b u e n o s caballos y m a g n í f i c o s vestidos : de este m o d o Así le dijo al rey : « H a c e tan ricos presentes ese gue-
llegaron al país de B r u n e q u i l d a c o n g r a n d e ostentación. rrero, q u e no parece sino q u e imagina m e voy á m o r i r :
E n él vieron m u c h a s h e r m o s a s jóvenes detrás de los aún quiero disfrutar de ello y pienso q u e p o d r é gastar lo
miradores. Así dijo la joven r e i n a : « ¿ S a b e a l g u n o q u i é n e s que m i padre m e h a dejado. N u n c a t u v o u n a reina c a m a -
s o n aquellos q u e veo á lo lejos bogar hacia aquí ? H a n rero tan dispendioso.»
arriado blancas velas m á s limpias q u e la nieve.» H a g e n de T r o n e j a , le dijo : « S e ñ o r a , debéis saber q u e
El rey del R h i n le c o n t e s t ó : « S o n soldados m í o s q u e el R e y del R h i n tiene oro y trajes e n t a n t a cantidad q u e
h a b í a d e j a d o detrás e n m i viaje cerca de aquí. L o s he h e - no q u e r e m o s llevar ni u n a parte de lo q u e tiene aquí Bru-
c h o l l a m a r y hélos ahí q u e y a v i e n e n . » Los a r r o g a n t e s nequilda la b u e n a . »
e x t r a n j e r o s f u e r o n a d m i r a d o s c o n alegría. L l e n a r o n las arcas de piedras preciosas. Su c a m a r e r a
En la popa de u n o de los barcos se veía á Sigfrido v e s - tenía q u e vigilar esto, pues y a había p e r d i d o la c o n f i a n z a
t i d o c o n u n soberbio traje y r o d e a d o de m u c h o s guerreros. en el g u e r r e r o de Geiselher. G u n t e r y H a g e n n o p u d i e r o n
L a joven reina , d i j o : « D e c i d m e , s e ñ o r r e y ; ¿ d e b o salu- m e n o s de echarse á r e i r .
dar á esos g u e r r e r o s ó n o ? » La joven r e i n a , dijo :' « ¿ A quién d e j a r é m i reino ? Es
El le c o n t e s t ó : « V o s debéis salir á su e n c u e n t r o hasta necesario q u e n o s o t r o s m i s m o s p o n g a m o s esto en o r d e n . »
la p u e r t a de vuestro palacio, á fin de que c o m p r e n d a n que El n o b l e rey le c o n t e s t ó : « Haced q u e v e n g a aquí v u e s t r o
los veis c o n g u s t o . » L a joven reina hizo lo q u e el r e y le preferido y lo h a r e m o s jefe.»
decía : p o r su a t e n c i ó n d i s t i n g u i ó á Sigfrido de t o d o s los El m á s p r ó x i m o p a r i e n t e q u e la joven veía a l l í , era u n
demás. h e r m a n o de su m a d r e , al que le d i j o : « P e r m i t i d q u e os
D i é r o n l e s a l o j a m i e n t o s y m a n i f e s t a r o n cuidarse de sus encargue de m i s ciudades y de mis c a m p o s ; tal es el deseo
trajes. E r a tan g r a n d e el n ú m e r o de huéspedes, v e n i d o s al del rey G u n t e r . »
país, que p o r todas partes se los veía e n patrullas. Los E n t r e sus h o m b r e s m á s valientes escogió dos m i l q u e
héroes atrevidos deseaban volver á B o r g o ñ a . debían a c o m p a ñ a r l a á B o r g o ñ a en c o m p a ñ í a de los m i l
Así h a b l ó la joven r e i n a : « Q u e d a r é m u y agradecida á guerreros q u e habían venido del país de los N i b e l u n g o s .
los q u e sepan distribuir m i oro y m i plata á los huéspedes I n m e d i a t a m e n t e p r e p a r a r o n el viaje y se los vió cabalgar
míos y del rey q u e s o n t a n n u m e r o s o s . » Así le c o n t e s t ó por la a r e n a .
D a n k w a r el f u e r t e , el g u e r r e r o de Geiselher.
i&UÚTEÓA WWí-miMñ
" « . f e m mm*
' I « S 5 M M M M , MSÍICS
Llevó consigo o c h e n t a y seis m u j e r e s y doscientas v í r - « P r o c u r a d q u e Sigfrido se e n c a r g u e de esa misión : su
g e n e s de h e r m o s o s cuerpos. N o se d e t u v i e r o n m u c h o fuerza maravillosa le h a r á salir bien del e m p e ñ o . P e r o si
t i e m p o , pues t o d o s deseaban partir. M u c h o l l o r a r o n las no quisiera hacer este viaje, rogádselo e n n o m b r e de vues-
que t e n í a n que q u e d a r s e . tra a m a d a h e r m a n a y lo c u m p l i r á . »
D e s p u e s de t a n elevadas p r u e b a s , la joven a b a n d o n ó su El rey m a n d ó buscar al g u e r r e r o y c u a n d o lo tuvo en
país ; abrazó d s u s amigos q u e estaban m á s p r ó x i m o s . C o n su p r e s e n c i a , le d i j o : « Y a q u e e s t a m o s cerca de n u e s t r o
bendiciones de t o d o s se l a n z a r o n al m a r ; después n u n c a reino, debo enviar u n m e n s a j e r o á m i querida h e r m a n a y
volvió la joven al país de sus padres. á mi m a d r e , para advertirles q u e n o s a p r o x i m a m o s al
D u r a n t e el viaje se realizaron alegres juegos y se t a ñ e - Rhin.»
r o n dulces i n s t r u m e n t o s . U n a brisa ligera i m p u l s a b a sus « O s pido, s e ñ o r Sigfrido, q u e hagáis este viaje y s i e m -
bajeles. P r o n t o se alejaron de la o r i l l a ; las m a d r e s de m u - pre os daré las gracias.» Así h a b l ó el b u e n g u e r r e r o . Al
chas jóvenes l l o r a r o n . principio r e h u s ó el esforzado Sigfrido hasta q u e el rey G u n -
D u r a n t e el viaje n o quiso manifestar su a m o r al r e y . ter se lo r o g ó m u c h o .
Esta delicia la reservaba para c u a n d o llegaran á W o r m s , Él a ñ a d i ó : « Haréis este viaje p o r mi a m o r y p o r el de
despues de los d e s p o s o r i o s : llegaron al fin en c o m p a ñ í a la h e r m o s a virgen Crimilda, q u e os dará las gracias, c o n -
de los héroes llenos de alegría. migo, la e n c a n t a d o r a m u j e r . » Al escuchar esto , Sigfrido,
se m a n i f e s t ó dispuesto i n m e d i a t a m e n t e .
« M a n d a d lo q u e q u e r á i s , n o os n e g a r é n a d a ; sea lo
q u e f u e r e , lo haré t o d o en n o m b r e de la h e r m o s a joven.
; A la q u e llevo en mi corazón, p u e d o y o negarle cosa
IX. alguna ? T o d o lo que m e m a n d é i s será hecho e n n o m b r e
de ella.»
« Decid á m i m a d r e , á la reina U t a , q u e e s t a m o s m u y
DE COMO SIGFRIDO FUÉ ENVIADO Á WORMS. c o n t e n t o s de este viaje : decid á m i h e r m a n o de q u é m a -
n e r a h e m o s vencido y dad igual noticia á t o d o s n u e s t r o s
amigos.
ESPUÉS de navegar n u e v e días e n t e r o s , dijo H a - « N o ocultaréis n a d a t a m p o c o á m i h e r m o s a h e r m a n a : la
g e n de T r o n e j a : « E s c u c h a d lo que voy á de- saludaréis en n o m b r e de B r u n e q u i l d a y en el m í o , y decid
c i r ; h e m o s diferido m u c h o el enviar noticias á todos m i s servidores y g u e r r e r o s q u e he realizado con
á W o r m s s o b r e el R h i n ; y ya n u e s t r o s m e n s a - h o n o r lo q u e mi corazón deseaba.
jeros debían estar en B o r g o ñ a . » « D e c i d á m i s o b r i n o O r t e w e i n , á q u i e n t a n t o quiero,
El rey G u n t e r le r e s p o n d i ó : « Habéis dicho m u y b i e n ; que haga d i s p o n e r sitios c o n v e n i e n t e s e n las orillas del
pero n a d i e m e j o r q u e tú p a r a cumplir este e n c a r g o , a m i g o R h i n y que h a g a n saber á mis d e m á s parientes que q u i e r o
H a g e n : e n c a m í n a t e á m i r e i n o : n i n g u n o d a r á c u e n t a de celebrar de u n a m a n e r a m a g n í f i c a mis bodas c o n B r u n e -
nuestra expedición m e j o r q u e tú. » quilda.
« T e e q u i v o c a s , querido s e ñ o r , y o n o soy u n b u e n « Decid á m i h e r m a n a q u e luégo q u e sepa q u e he lle-
m e n s a j e r o ; deja q u e siga c o m o c a m a r e r o y q u e p e r m a - gado á tierra c o n mis h u é s p e d e s , reciba a g r a d a b l e m e n t e á
nezca en las o n d a s . Q u i e r o estar al cuidado de las m u j e - la q u e t a n t o a m o y siempre se lo agradeceré á Crimilda.»
res y de sus trajes, hasta q u e h a y a m o s llegado á B o r g o ñ a . Sigfrido se despidió i n m e d i a t a m e n t e de B r u n e q u i l d a y
Llevó consigo o c h e n t a y seis m u j e r e s y doscientas v í r - « P r o c u r a d q u e Sigfrido se e n c a r g u e de esa misión : su
g e n e s de h e r m o s o s cuerpos. N o se d e t u v i e r o n m u c h o fuerza maravillosa le h a r á salir bien del e m p e ñ o . P e r o si
t i e m p o , pues t o d o s deseaban partir. M u c h o l l o r a r o n las no quisiera hacer este viaje, rogádselo e n n o m b r e de vues-
que t e n í a n que q u e d a r s e . tra a m a d a h e r m a n a y lo c u m p l i r á . »
D e s p u e s de t a n elevadas p r u e b a s , la joven a b a n d o n ó su El rey m a n d ó buscar al g u e r r e r o y c u a n d o lo tuvo en
país ; abrazó d s u s amigos q u e estaban m á s p r ó x i m o s . C o n su p r e s e n c i a , le d i j o : « Y a q u e e s t a m o s cerca de n u e s t r o
bendiciones de t o d o s se l a n z a r o n al m a r ; después n u n c a reino, debo enviar u n m e n s a j e r o á m i querida h e r m a n a y
volvió la joven al país de sus padres. á mi m a d r e , para advertirles q u e n o s a p r o x i m a m o s al
D u r a n t e el viaje se realizaron alegres juegos y se t a ñ e - Rhin.»
r o n dulces i n s t r u m e n t o s . U n a brisa ligera i m p u l s a b a sus « O s pido, s e ñ o r Sigfrido, q u e hagáis este viaje y s i e m -
bajeles. P r o n t o se alejaron de la o r i l l a ; las m a d r e s de m u - pre os daré las gracias.» Así h a b l ó el b u e n g u e r r e r o . Al
chas jóvenes l l o r a r o n . principio r e h u s ó el esforzado Sigfrido hasta q u e el rey G u n -
D u r a n t e el viaje n o quiso manifestar su a m o r al r e y . ter se lo r o g ó m u c h o .
Esta delicia la reservaba para c u a n d o llegaran á W o r m s , Él a ñ a d i ó : « Haréis este viaje p o r mi a m o r y p o r el de
despues de los d e s p o s o r i o s : llegaron al fin en c o m p a ñ í a la h e r m o s a virgen Crimilda, q u e os dará las gracias, c o n -
de los héroes llenos de alegría. migo, la e n c a n t a d o r a m u j e r . » Al escuchar esto , Sigfrido,
se m a n i f e s t ó dispuesto i n m e d i a t a m e n t e .
« M a n d a d lo q u e q u e r á i s , n o os n e g a r é n a d a ; sea lo
q u e f u e r e , lo haré t o d o en n o m b r e de la h e r m o s a joven.
; A la q u e llevo en mi corazón, p u e d o y o negarle cosa
IX. alguna ? T o d o lo que m e m a n d é i s será hecho e n n o m b r e
de ella.»
« Decid á m i m a d r e , á la reina U t a , q u e e s t a m o s m u y
DE COMO SIGFRIDO FUÉ ENVIADO Á WORMS. c o n t e n t o s de este viaje : decid á m i h e r m a n o de q u é m a -
n e r a h e m o s vencido y dad igual noticia á t o d o s n u e s t r o s
amigos.
ESPUÉS de navegar n u e v e días e n t e r o s , dijo H a - « N o ocultaréis n a d a t a m p o c o á m i h e r m o s a h e r m a n a : la
g e n de T r o n e j a : « E s c u c h a d lo que voy á de- saludaréis en n o m b r e de B r u n e q u i l d a y en el m í o , y decid
c i r ; h e m o s diferido m u c h o el enviar noticias á todos m i s servidores y g u e r r e r o s q u e he realizado con
á W o r m s s o b r e el R h i n ; y ya n u e s t r o s m e n s a - h o n o r lo q u e mi corazón deseaba.
jeros debían estar en B o r g o ñ a . » « D e c i d á m i s o b r i n o O r t e w e i n , á q u i e n t a n t o quiero,
El rey G u n t e r le r e s p o n d i ó : « Habéis dicho m u y b i e n ; que haga d i s p o n e r sitios c o n v e n i e n t e s e n las orillas del
pero n a d i e m e j o r q u e tú p a r a cumplir este e n c a r g o , a m i g o R h i n y que h a g a n saber á mis d e m á s parientes que q u i e r o
H a g e n : e n c a m í n a t e á m i r e i n o : n i n g u n o d a r á c u e n t a de celebrar de u n a m a n e r a m a g n í f i c a mis bodas c o n B r u n e -
nuestra expedición m e j o r q u e tú. » quilda.
« T e e q u i v o c a s , querido s e ñ o r , y o n o soy u n b u e n « Decid á m i h e r m a n a q u e luégo q u e sepa q u e he lle-
m e n s a j e r o ; deja q u e siga c o m o c a m a r e r o y q u e p e r m a - gado á tierra c o n mis h u é s p e d e s , reciba a g r a d a b l e m e n t e á
nezca en las o n d a s . Q u i e r o estar al cuidado de las m u j e - la q u e t a n t o a m o y siempre se lo agradeceré á Crimilda.»
res y de sus trajes, hasta q u e h a y a m o s llegado á B o r g o ñ a . Sigfrido se despidió i n m e d i a t a m e n t e de B r u n e q u i l d a y
de t o d o su a c o m p a ñ a m i e n t o de u n a m a n e r a agradable Sin detenerse en n a d a se vistieron sus t r a j e s , y s u p l i -
y enseguida se e n c a m i n ó hacia el R h i n . E n n i n g u n a parte caron á Sigfrido q u e pasara á la corte. El h é r o e p r o c u r ó
del m u n d o se hubiera e n c o n t r a d o m e j o r m e n s a j e r o . tranquilizarlas : a m a b a t i e r n a m e n t e á Crimilda y la n o b l e
A c o m p a ñ a d o de veinte y c u a t r o g u e r r e r o s se dirigió joven le d i j o de esta m a n e r a :
hacia W o r m s : llegó sin el r e y , y c u a n d o se s u p o esto, « B i e n v e n i d o , S i g f r i d o , caballero d i g n o de alabanza.
t o d o s sus fieles g u e r r e r o s s i n t i e r o n g r a n p e s a r , t e m i e n d o ¿ D ó n d e q u e d a m i h e r m a n o G u n t e r , el n o b l e y rico r e y ?
q u e hubiera e n c o n t r a d o la m u e r t e en aquella expedición. Pensaba haberlo perdido p o r la f u e r z a de B r u n e q u i l d a :
D e s m o n t a r o n de sus caballos m a n i f e s t á n d o s e c o n t e n t o s : ¡ A y de m í ! ¡ p o b r e j o v e n , p a r a q u é había v e n i d o al
i n m e d i a t a m e n t e G e i s e l h e r , el joven y b u e n r e y , se a p r o - mundo ! »
x i m ó c o n su h e r m a n o G e r n o t : c u a n d o vió q u e el rey Así le c o n t e s t ó el fuerte caballero : « P e r m i t i d m e que
G u n t e r n o estaba c o n Sigfrido, dijo c o n v i v e z a : sea el m e n s a j e r o : lloráis h e r m o s a j o v e n , sin q u e haya
« Bien venido , señor S i g f r i d o ; h a c e d m e saber d o n d e ocurrido desgracia n i n g u n a . L o he d e j a d o sin peligro a l -
habéis d e j a d o al rey , m i h e r m a n o ? N o s lo h a a r r e b a t a d o g u n o ; esto es lo que os quería d e c i r : él m e h a enviado
la fuerza de B r u n e q u i l d a según pienso ; el a m o r q u e pre- c o n estas noticias para vosotras.
t e n d í a n o s ha causado este pesar.» « C o n el a m o r m á s t i e r n o , m u y n o b l e s e ñ o r a m í a , él
« A b a n d o n a d esos c u i d a d o s ; y o y sus c o m p a ñ e r o s de y su esposa os ofrecen sus servicios; bien p r o n t o d e b e n
a r m a s os o f r e c e m o s su saludo á vos y á t o d o s sus p a r i e n - llegar.» Hacía m u c h o s días q u e n o había recibido t a n bue-
tes. L o he dejado sano y l i b r e : él m e h a enviado para nas noticias.
q u e f u e r a su m e n s a j e r o y t r a j e r a estas noticias á su país. C o n u n p a ñ o tan b l a n c o c o m o la n i e v e , secó de sus
« Necesario es q u e p r o n t o m e hagáis ver á la reina U t a ojos las h e r m o s a s l á g r i m a s : después d i ó las gracias al
y á su h e r m a n a , para que y o les p u e d a decir lo q u e m e m e n s a j e r o p o r las noticias q u e había traído. Ellas la c o n -
h a n e n c a r g a d o G u n t e r y B r u n e q u i l d a ; a m b o s están b u e - solaban de sus g r a n d e s t o r m e n t o s y de sus pasados llantos.
nos.» R o g ó al m e n s a j e r o q u e se sentara : t o d o estaba dispues-
El joven G e i s e l h e r , dijo : «Iréis á d o n d e se e n c u e n t r a n : to y la e n a m o r a d a le dijo : « Sin p e n a n i n g u n a os daría
tú has i n s p i r a d o a m o r á mi h e r m a n a y ella h a tenido g r a n por v u e s t r o m e n s a j e t o d o m i o r o . Sois m u y rico p a r a
c u i d a d o por la suerte de m i h e r m a n o ; la joven os a m a ; aceptarlo, p e r o s i e m p r e os estaré agradecida. »
p u e d o garantizaros esto.» « A u n c u a n d o tuviera treinta reinos », le r e s p o n d i ó él,
El h é r o e Sigfrido , le c o n t e s t ó : « E n t o d o lo q u e y o la « s i e m p f e aceptaría con g u s t o los gajes de vuestra m a n o . »
p u e d a servir, lo haré de c o r a z ó n y c o n fidelidad. P e r o h a - La v i r t u o s a , le dijo : « P u e s b i e n ; sea.» Y m a n d ó á su
ced que yo las v e a , ¿ d ó n d e están las d a m a s ? » Geiselher, camarera q u e fuese p o r el precio del m e n s a j e .
el h o m b r e a g r a c i a d o , f u é á a n u n c i a r l o . Le dió en r e c o m p e n s a veinte sortijas a d o r n a d a s c o n
El joven Geiselher dijo á su m a d r e y á su h e r m a n a piedras preciosas. P e r o el a l m a del h é r o e era de tal m o d o ,
de esta m a n e r a : « H a llegado Sigfrido , el h é r o e del N i - que n o quiso g u a r d a r n i n g u n a : enseguida las distribuyó
d e r l a n d ; m i h e r m a n o G u n t e r lo ha e n v i a d o á las orillas entre las h e r m o s a s m u j e r e s que a n d a b a n p o r las c á m a r a s .
del R h i n . T a m b i é n le ofreció c o n b o n d a d sus servicios la m a d r e
« Él nos trae gratas noticias del r e y , permitidle q u e e n - reconocida. « Mas os d i r é todavía » , a ñ a d i ó el h o m b r e i n -
t r e hasta la c o r t e . Él n o s dará noticias verdaderas de lo trépido ; « os diré lo que el rey quiere para c u a n d o llegue
ocurrido en Islandia.» Las n o b l e s m u j e r e s p e r m a n e c í a n al R h i n . Si lo h a c é i s , s e ñ o r a , siempre os q u e d a r á a g r a d e -
a ú n en g r a n cuidado. cido.»
« Es su deseo q u e á los ricos huéspedes los recibáis bien O r t e w e i n y G e r e , t a m b i é n de los m e j o r e s , e n v i a r o n
q u e salgáis á su e n c u e n t r o p o r el c a m i n o de W o r m s . p o r t o d a s partes para avisar á sus a m i g o s y prevenirlos de
.sto es lo q u e el rey os hace saber en g r a n confianza. » q u e en la corte se iban á celebrar g r a n d e s fiestas para los
« P r o n t a estoy á hacerlo » con- desposorios. P a r a asistir á ellas, se p r e p a r a b a n m u c h a s h e r -
^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ testó la h e r m o s a j o v e n . « N u n c a mosas mujeres.
m e n e g a r é á n a d a q u e le p u e d a L o s salones y las paredes f u e r o n a d o r n a d a s para la lle-
• H E ¿ M S ? % 0 W r a g r a d a r y l o h a r é c o n el m a y o r gada de los h u é s p e d e s : L a habitación del r e y G u n t e r ,
H K ^ B M H Í g u s t o . » Sus mejillas se p u s i e r o n q u e d ó recubierta de roble tallado , obra de artistas e x t r a n -
m a s jeros que h a b í a n v e n i d o en g r a n n ú m e r o . La fiesta se
e n c e n d i d a s q u e el a m o r q u e
sentía. preparaba a l e g r e m e n t e .
^ B ^ g f , ^ 1|¡¡¡ • | Hasta entonces ningún mensa- P o r todas p a r t e s , p o r t o d o s los c a m i n o s , se veía c a -
Jlfcv. a jero de r e y había sido t a n bien balgar á los parientes de los tres reyes q u e habían sido
recibido : "de a t r e v e r s e , lo h u - avisados para q u e f u e r a n á recibir á los q u e estaban próxi-
besado sin m o s á llegar. D e las arcas se s a c a b a n los m á s h e r m o s o s
l l l l f w i * - B ^iera Pena nin
§una: vestidos.
lilPI IIHÍBH se de mu eres de
) otra
Al saberse la noticia de q u e se a p r o x i m a b a n los amigos
I l r l i f P l f W l í i manera, pero siempre con ama-
de B r u n e q u i l d a , la m u l t i t u d a c u d i ó e n masas a p i ñ a d a s .
I II1 i Ü I l p | bilidad. L o s B o r g o ñ o n e s hicieron M u c h o s valientes g u e r r e r o s de los dos b a n d o s se e n c o n -
i 1111 i {•11«'Ü 1 u e
^ d
''c':i0- t r a b a n allí.
1 g i l S i n d o l d o y H u n o l d o y el hé- L a h e r m o s a C r i m i l d a d i j o : «Vosotras, h e r m o s a s c o m p a -
roe
R u n o l d o , se t o m a r o n g r a n ñeras m í a s , q u e queréis a c o m p a ñ a r m e á la recepción,
¡H t r a b a j o en aquellos m o m e n t o s . buscad en v u e s t r o s cofres los trajes m a s h e r m o s o s que
¡! I1 1 T^dIHB Hicieron preparar los sitios y se tengáis y q u e lo m i s m o h a g a n las d e m á s m u j e r e s . »
I J ü p o r t a r o n m u y bien. M u c h o s fieles
L l e g a r o n los guerreros y m a n d a r o n traer magníficas
al r e y , t r a b a j a r o n allí c o n ellos.
m o n t u r a s g u a r n e c i d a s de o r o rojo , e n la q u e debían i r l a s
m u j e r e s para llegar hasta W o r m s en las orillas del l l h i n .
J a m á s volverán á verse arneses tan m a g n í f i c o s .
¡ D e q u e m a n e r a brillaba el o r o s o b r e las h a c a n é a s !
M u c h a s piedras preciosas d e s l u m h r a b a n en las riendas.
Para las m u j e r e s se dispusieron doradas sillas , colocadas
sobre h e r m o s a s g u a l d r a p a s . T o d a s e x p e r i m e n t a b a n g r a n d e
alegría.
T a m b i é n se t r a j e r o n p a r a ellas magníficas cinchas fo-
rradas de h e r m o s a seda y e n los pretales s u n t u o s a s b a n -
das de la m e j o r seda q u e p u d o e n c o n t r a r s e .
P r i m e r o se veían m a r c h a r n o v e n t a m u j e r e s con el c a -
bello t r e n z a d o . A C r i m i l d a a c o m p a ñ a b a n después las m a s
h e r m o s a s llevando trajes m a g n í f i c o s y p o r ú l t i m o seguían
i g u a l m e n t e bien vestidas m u c h a s agraciadas jóvenes.
D e entre ellas , c i n c u e n t a y c u a t r o del país de B o r g o ñ a ,
e r a n las m a s bellas de la c o r t e . Sus h e r m o s o s cabellos
iban a d o r n a d o s c o n valiosas cintas. G r a n cuidado h a b í a n
p u e s t o e n t o d o lo q u e G u n t e r m a n d a r a . X.
Para agradar á los guerreros e x t r a n j e r o s llevaban las
m a s ricas telas q u e p o d í a n verse y los vestidos m á s c o s t o -
s o s , c o m b i n a d o s a d m i r a b l e m e n t e sus colores. Mal gusto
hubiera tenido aquel á q u i e n cualquiera de ellas n o agra- D E COMO BRUNEQUILDA FUÉ RECIBIDA EN WORMS.
dara. j
Se veían t a m b i é n m u c h o s trajes de zibelina y de a r m i ñ o
y m á s de u n a m a n o , m á s de u n b r a z o , se veía a d o r n a d o
L otro
c o n brazaletes, ceñidos p o r e n c i m a de la s e d a . N a d i e p o d r á ^ i n > s e v e í a ya al rey a c o m p a -
describir p e r f e c t a m e n t e aquellos preparativos. ñ a d o de m u c h o s caballeros. Las r i e n d a s de las
S o b r e aquellos h e r m o s o s t r a j e s sus m a n o s ciñeron u n M f ó ^ y j S hacanéas en que iban m u c h a s jóvenes, las lleva-
cinturón magnífico, ancho y bien bordado para contener o s / ' % M k b a n e n la m a n o . L o s que d e b í a n recibirlos esta-
los bellos pliegues de los astracanes árabes. El m o m e n t o b a n dispuestos.
d é l o s alegres placeres para aquellos jóvenes se a p r o x i m a b a . C u a n d o las barcas e n q u e iban los g u e r r e r o s de Islandia,
M u c h a s lindas v í r g e n e s c o m p r i m í a n su talle c o n gracio- los N i b e l u n g o s y los h o m b r e s de Sigfrido divisaron la ori-
sos corpiños. Solo h u b i e r a n p o d i d o t e m e r q u e los vivos l l a , aceleraron la m a r c h a ; s u s m a n o s eran i n f a t i g a b l e s ; y
colores de su rostro n o a v e n t a j a r a n el brillo de _ sus vesti- se dirigieron á d o n d e estaban los a m i g o s del rey.
dos. N i n g ú n rey de n u e s t r o t i e m p o p o d r á r e u n i r tan l u c i - E s c u c h a d a h o r a el relato de c o m o la reina U t a la rica,
do a c o m p a ñ a m i e n t o . c o n d u j o á la joven f u e r a de la ciudad y cabalgó ella m i s -
C u a n d o aquellas h e r m o s a s m u j e r e s se vistieron los tra- m a . A q u e l día e n t a b l a r o n relaciones m u c h o s caballeros
jes q u e debían l l e v a r , se a d e l a n t ó u n g r u p o de g u e r r e r o s c o n h e r m o s a s jóvenes.
valerosos a r m a d o s de escudo y lanza , c u y a s astas e r a n de El m a r g r a v e G e r e , llevaba de la brida el caballo m o n t a -
fresno. do p o r Crimilda, pero solo lo hizo así hasta las p u e r t a s de
la ciudad. D e s d e allí el h é r o e Sigfrido la sirvió t i e r n a m e n -
te ; era u n a h e r m o s a m u j e r . Mas tarde f u é r e c o m p e n s a d o
p o r ella c o m o merecía.
El atrevido O r t e w e i n cabalgaba al lado de la r e i n a U t a ,
y u n g r a n n ú m e r o de caballeros y de jóvenes los seguían.
N u n c a , es m e n e s t e r decirlo , se h a b í a v i s t o r e u n i d o en
u n a recepción , tan g r a n n ú m e r o de m u j e r e s .
E n t a n t o llegaba la barca se hicieron vistosos juegos de
a r m a s p o r f a m o s o s guerreros , ; sería b u e n o olvidarlo ?
a n t e la h e r m o s a C r i m i l d a . Para esto se l e v a n t a r o n de las
sillas m u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s .
El rey había atravesado el río c o n sus n o b l e s caballeros.
¡ C u á n t a s lanzas volaron en astillas a n t e las m u j e r e s ! Se
D e entre ellas , c i n c u e n t a y c u a t r o del país de B o r g o ñ a ,
e r a n las m a s bellas de la c o r t e . Sus h e r m o s o s cabellos
iban a d o r n a d o s c o n valiosas cintas. G r a n cuidado h a b í a n
p u e s t o e n t o d o lo q u e G u n t e r m a n d a r a . X.
Para agradar á los guerreros e x t r a n j e r o s llevaban las
m a s ricas telas q u e p o d í a n verse y los vestidos m á s c o s t o -
s o s , c o m b i n a d o s a d m i r a b l e m e n t e sus colores. Mal gusto
hubiera tenido aquel á q u i e n cualquiera de ellas n o agra- D E COMO BRUNEQUILDA FUÉ RECIBIDA EN WORMS.
dara. j
Se veían t a m b i é n m u c h o s trajes de zibelina y de a r m i ñ o
y m á s de u n a m a n o , m á s de u n b r a z o , se veía a d o r n a d o
L otro
c o n brazaletes, ceñidos p o r e n c i m a de la s e d a . N a d i e p o d r á ^ i n > s e v e í a >'a al rey a c o m p a -
describir p e r f e c t a m e n t e aquellos preparativos. ñ a d o de m u c h o s caballeros. Las r i e n d a s de las
S o b r e aquellos h e r m o s o s t r a j e s sus m a n o s ciñeron u n M f ó ^ y j S hacanéas en que iban m u c h a s jóvenes, l a s l l e v a -
cinturón magnífico, ancho y bien bordado para contener b a n e n la m a n o . L o s que d e b í a n recibirlos esta-
los bellos pliegues de los astracanes árabes. El m o m e n t o b a n dispuestos.
d é l o s alegres placeres para aquellos jóvenes se a p r o x i m a b a . C u a n d o las barcas e n q u e iban los g u e r r e r o s de Islandia,
M u c h a s lindas v í r g e n e s c o m p r i m í a n su talle c o n gracio- los N i b e l u n g o s y los h o m b r e s de Sigfrido divisaron la ori-
sos corpiños. Solo h u b i e r a n p o d i d o t e m e r q u e los vivos l l a , aceleraron la m a r c h a ; s u s m a n o s eran i n f a t i g a b l e s ; y
colores de su rostro n o a v e n t a j a r a n el brillo de _ sus vesti- se dirigieron á d o n d e estaban los a m i g o s del rey.
dos. N i n g ú n rey de n u e s t r o t i e m p o p o d r á r e u n i r tan l u c i - E s c u c h a d a h o r a el relato de c o m o la reina U t a la rica,
do a c o m p a ñ a m i e n t o . c o n d u j o á la joven f u e r a de la ciudad y cabalgó ella m i s -
C u a n d o aquellas h e r m o s a s m u j e r e s se vistieron los tra- m a . A q u e l día e n t a b l a r o n relaciones m u c h o s caballeros
jes q u e debían l l e v a r , se a d e l a n t ó u n g r u p o de g u e r r e r o s c o n h e r m o s a s jóvenes.
valerosos a r m a d o s de escudo y lanza , c u y a s astas e r a n de El m a r g r a v e G e r e , llevaba de la brida el caballo m o n t a -
fresno. do p o r Crimilda, pero solo lo hizo así hasta las p u e r t a s de
la ciudad. D e s d e allí el h é r o e Sigfrido la sirvió t i e r n a m e n -
te ; era u n a h e r m o s a m u j e r . Mas tarde f u é r e c o m p e n s a d o
p o r ella c o m o merecía.
El atrevido O r t e w e i n cabalgaba al lado de la r e i n a U t a ,
y u n g r a n n ú m e r o de caballeros y de jóvenes los seguían.
N u n c a , es m e n e s t e r decirlo , se h a b í a v i s t o r e u n i d o en
u n a recepción , tan g r a n n ú m e r o de m u j e r e s .
E n t a n t o llegaba la barca se hicieron vistosos juegos de
a r m a s p o r f a m o s o s guerreros , ; sería b u e n o olvidarlo ?
a n t e la h e r m o s a C r i m i l d a . Para esto se l e v a n t a r o n de las
sillas m u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s .
El rey había atravesado el río c o n sus n o b l e s caballeros.
¡ C u á n t a s lanzas volaron en astillas a n t e las m u j e r e s ! Se
Los parientes del rey c a m i n a b a n á su alrededor. A
e s c u c h a b a el r u i d o q u e h a c e n m u c h o s escudos c h o c a n d o
v i o l e n t a m e n t e . S u s a d o r n a d a s p u n t a s r e s o n a b a n al ser Brunequilda y á C r i m i l d a las llevaban p o r los sitios en q u e
golpeadas. m e n o s las dañara el sol : i b a n a c o m p a ñ a d a s p o r los héroes
Cerca de la orilla estaban las m u j e r e s d i g n a s de ser a m a - del país de B o r g o ñ a .
d a s ; G u n t e r c o n sus h u é s p e d e s descendió de la barca d a n - T o d o s los h u é s p e d e s h a b í a n llegado á c a b a l l o ; choca-
d o á Brunequilda la m a n o . Los vestidos y la pedrería r o n a d m i r a b l e m e n t e las lanzas contra los escudos. T o d o
brillaban hasta causar envidia. el c a m p o q u e d ó cubierto p o r u n a n u b e de polvo , c o m o
H a c i e n d o graciosas cortesías se adelantó Crimilda para si el f u e g o lo hubiera e n v u e l t o : los héroes verdaderos
recibir á la B r u n e q u i l d a y á su a c o m p a ñ a m i e n t o . C o n sus f u e r o n allí c o n o c i d o s .
m a n o s se las vió separar las trenzas de sus cabellos p a r a Las m u j e r e s m i r a b a n a t e n t a m e n t e á los guerreros. C r e o
darse u n b e s o : se lo dieron a f e c t u o s a m e n t e . q u e el f u e r t e Sigfrido pasó y volvió á pasar c o n la espada
Así dijo en t o n o a m i s t o s o la virgen Crimilda : « Seáis en la m a n o p o r d e l a n t e de los p a b e l l o n e s . Mil fuertes N i -
bienvenida á este país , p o r m í y m i m a d r e y p o r t o d o s - b e l u n g o s eran m a n d a d o s p o r el h é r o e .
n u e s t r o s fieles y a m i g o s . » A m b a s se i n c l i n a r o n . H a g e n de T r o n e j a se adelantó p o r indicación del rey é
L a s m u j e r e s se a b r a z a r o n repetidas veces. N u n c a se ha- hizo cesar los juegos caballerescos , para q u e el polvo n o
bía oído hablar de u n a r e c e p c i ó n t a n afectuosa c o m o la molestara á las h e r m o s a s jóvenes. T o d o s los e x t r a n j e r o s
q u e hicieron á la d e s p o s a d a , U t a y su hija. M u c h a s veces o b e d e c i e r o n i n m e d i a t a m e n t e sin violencia n i n g u n a .
se b e s a r o n sus dulces labios. Así habló el n o b l e G e r n o t : « D e j a d ahí los caballos
C u a n d o las d a m a s de B r u n e q u i l d a saltaron todas e n h a s t a q u e refresque ; i r e m o s á a c o m p a ñ a r á las h e r m o s a s
t i e r r a , m u c h o s jóvenes g u e r r e r o s llevaron de la m a n o á m u j e r e s hasta el palacio : así c u a n d o el rey quiera cabal-
n o pocas v í r g e n e s , r i c a m e n t e vestidas. Estas n o b l e s jóve- gar, t o d o s estaréis dispuestos. » ,
nes r o d e a b a n á B r u n e q u i l d a . C e s a r o n i n m e d i a t a m e n t e los asaltos y a b a n d o n a r o n el
L a r g o r a t o pasó antes q u e las salutaciones estuvieran c a m p o para retirarse al abrigo de las tiendas , e n las q u e
t e r m i n a d a s ; e n t r e t a n t o m á s de u n a rosada boca besó y el t i e m p o se pasó a g r a d a b l e m e n t e . L o s guerreros p e r m a -
f u é besada. Las hijas de los reyes estaban la u n a j u n t a á necían cerca de las jóvenes c u y o s favores esperaban con-
la o t r a . M u c h o s f a m o s o s g u e r r e r o s tenían gusto al con- seguir : así pasaron las h o r a s hasta el m o m e n t o de partir.
templarlas. A la caída de la tarde c u a n d o el sol principió á descen-
Las seguían c o n los ojos t o d o s aquellos que h a b í a n oído der , el aire refrescó y n o quisieron detenerse m á s : d a m a s
decir q u e n a d a había m á s h e r m o s o q u e aquellas dos m u j e - y guerreros se dirigieron á la c i u d a d . C o n los ojos a d m i -
res : n o había exageración e n esto : n a d a de la belleza de raban las bellezas ele aquellas lindas m u j e r e s .
sus c u e r p o s eran fingido n i e n g a ñ a d o r . M a n i f e s t a n d o su destreza, los b u e n o s guerreros hicieron
L o s que sabían apreciar á las m u j e r e s y sus a m o r o s o s a l g u n o s asaltos para g a n a r t r a j e s , s e g ú n era la c o s t u m b r e
c u e r p o s , a l a b a b a n la h e r m o s u r a de la esposa de G u n t e r . del país , hasta q u e llegaron al palacio d o n d e el r e y echo
P e r o los m á s e n t e n d i d o s decían q u e Crimilda valía m á s pié á tierra. Allí las d a m a s f u e r o n servidas p o r los caba-
que Brunequilda. lleros s e g ú n correspondía á su r a n g o .
J u n t a s las u n a s á las otras se a d e l a n t a r o n m u j e r e s y vír- E n aquel m o m e n t o se s e p a r a r o n las reinas. U t a y Cri-
g e n e s ; t o d a s ellas iban l u j o s a m e n t e vestidas. M u c h o s p a - m i l d a se dirigieron á sus s u n t u o s o s a p o s e n t o s , seguidas
bellones de seda y g r a n n ú m e r o de tiendas estaban exten- p o r sus a c o m p a ñ a n t e s . P o r t o d a s partes se oían alegres
didas p o r el c a m p o antes de llegar á W o r m s . gritos de satisfacción.
P r e p a r a r o n los a s i e n t o s ; el r e y quería dirigirse al b a n -
quete c o n sus huéspedes. A su lado se veía la h e r m o s a
B r u n e q u i l d a q u e ceñía la c o r o n a en el país del r e y , y que
estaba m u y r i c a m e n t e vestida.
M u c h a s hermosas sillas estaban colocadas a l r e d e d o r d e
buenas y anchas m e s a s , cargadas de m a n j a r e s , según n o s
h a n c o n t a d o . ¡ D e lo que podía desearse n o faltaba nada !
Cerca del rey estaban sentados los c o n v i d a d o s m á s distin-
guidos.
Los c a m a r e r o s reales servían el agua en copas de oro
r o j o . I n ú t i l sería decir q u e en o t r a fiesta de príncipes f u e -
r o n m e j o r servidos , p o r q u e n a d i e querría creerlo.
A n t e s q u e el jefe d e l R h i n h u b i e r a t o m a d o el agua, Sig-
f r i d o hizo lo q u e debía h a c e r . L e r e c o r d ó su p r o m e s a , h e -
cha antes de q u e vieran á B r u n e q u i l d a en Islandia.
Él le dijo : « Debéis r e c o r d a r lo q u e m e j u r ó vuestra
m a n o ; q u e si a l g u n a vez B r u n e q u i l d a venía á este p a í s ,
m e daríais v u e s t r a h e r m a n a : ¿ q u é se h a h e c h o de vues-
tros j u r a m e n t o s ? E n este viaje h e realizado p o r vos g r a n -
des t r a b a j o s . »
El jefe c o n t e s t ó á su huésped : « C o n razón m e habéis
advertido. Mi m a n o jamás será p e r j u r a : os ayudaré lo
m e j o r q u e p u e d a p a r a que salgáis c o n bien de v u e s t r o e m -
p e ñ o . » R o g ó c a r i ñ o s a m e n t e q u e Crimilda c o m p a r e c i e r a á
la corte.
C o n m u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s p e n e t r ó en el salón,
pero Geiselher le d i j o en alta v o z desde su asiento : « H a -
ced q u e esas jóvenes se v u e l v a n : q u e m i h e r m a n a q u e d e
sola delante del rey. »'
C o n d u j e r o n á Crimilda á d o n d e estaba el rey : m u c h o s
n o b l e s caballeros de distintos países estaban allí. R o g á r o n -
les q u e p e r m a n e c i e r a n tranquilos e n el a m p l i o s a l ó n ; la
s e ñ o r a B r u n e q u i l d a estaba y a e n la m e s a .
Ella n o sabía lo q u e iba á s u c e d e r . E n t o n c e s el h i j o del
re}' D a n k w a r t dijo á su m á s p r ó x i m o p a r i e n t e : « A y u d a d m e
para q u e C r i m i l d a t o m e p o r esposo á Sigfrido. » T o d o s
d i j e r o n á u n t i e m p o : « M u y bien p u e d e h a c e r l o . »
Así le dijo el rey G u n t e r : « H e r m a n a m í a , n o b l e joven,
q u e p o r tu virtud y b o n d a d q u e d e c u m p l i d o m i j u r a m e n -
to. T e h e p r o m e t i d o á u n g u e r r e r o ; si lo haces tu esposo,
quedarán cumplidos mis votos. »
L a n o b l e joven r e s p o n d i ó : «Mi h e r m a n o a m a d o , n o es
m e n e s t e r q u e m e r o g u é i s : h a r é s i e m p r e lo que m e m a n -
déis ; q u e así sea. A m a r é s i e m p r e , s e ñ o r , al q u e m e deis
por marido. »
Al escuchar esta declaración a m o r o s a , Sigfrido se t o r n ó
r o j o . El g u e r r e r o h i z o sus c u m p l i m i e n t o s á la h e r m o s a
C r i m i l d a . Hicieron que el u n o se a p r o x i m a r a al o t r o , jun-
to á los d e m á s parientes y le p r e g u n t a r o n si aceptaba p o r
esposo al valeroso g u e r r e r o .
Al principio el p u d o r cohibió á la joven, p e r o felizmen-
te, p a r a alegría de Sigfrido, n o le d u r ó m u c h o t i e m p o : la
f-
t o m ó p o r esposa t a m b i é n el n o b l e h é r o e del N i d e r l a n d .
Estaba desposado c o n la virgen , ella c o n é l ; Sigfrido
p u d o estrechar en sus brazos á la h e r m o s í s i m a doncella :
la n o b l e reina f u é abrazada después en la asamblea de los
héroes.
D e s p u é s se dividieron en dos g r u p o s . F r e n t e al rey e s -
taba s e n t a d o Sigfrido, t e n i e n d o j u n t o á sí á Crimilda; s e r -
víanlos m u c h o s h o m b r e s valientes. L o s N i b e l u n g o s esta-
b a n sentados á sus lados.
Al o t r o lado estaban el rey con B r u n e q u i l d a la v i r g e n .
C u a n d o vió á Crimilda s e n t a d a al lado de S i g f r i d o , ( n u n -
ca t u v o t a n t a p e n a ) r o m p i ó á l l o r a r ; p o r sus blancas
mejillas se veían caer las l á g r i m a s .
El jefe del país le d i j o : « ¿ Q u é t e n é i s , m u j e r m í a , qué
así se oscurece el brillo de v u e s t r o s ojos ? Es m e n e s t e r que
os a l e g r é i s ; os están s o m e t i d o s m i p a í s , mis ricas ciudades
y m u c h o s h o m b r e s valientes.
« M e j o r quiero llorar» c o n t e s t ó la h e r m o s a j o v e n . « V u e s -
tra h e r m a n a es la causa de que y o t e n g a el c o r a z ó n tras-
' pasado de este m o d o . L a veo s e n t a d a al lado de u n siervo
v u e s t r o y m e a p e n a q u e se h a y a r e b a j a d o t a n t o . »
Así le c o n t e s t ó el rey G u n t e r : « G u a r d a silencio ; e n
otra ocasión te diré p o r q u e y o h e d a d o m i h e r m a n a á
Sigfrido. Así p u e d a pasar la vida s i e m p r e feliz al lado de
ese g u e r r e r o . »
Ella replicó : «Yo lo sentiré siempre p o r su belleza y p o r
su v i r t u d . Si supiera d o n d e ir , huiría c o n gusto y j a m á s El n o b l e rey tenía la luz en la m a n o . D e s p u é s el a t r e -
m e sentaría á v u e s t r o lado , h a s t a q u e m e dijerais p o r q u e vido h é r o e se a p r o x i m ó á su joven m u j e r : colocóse á su
Sigfrido es el esposo de C r i m i l d a . » lado, g r a n d e era su alegría y e s t r e c h ó e n t r e sus brazos á
la h e r m o s a .
El r e y G u n t e r le dijo : « O s lo diré enseguida : él t i e n e
m u c h a s ciudades c o m o y o y m u c h o s c a m p o s . D e b e s creer M u c h a s amorosas caricias le h u b i e r a p r o d i g a d o , si su
lo q u e te digo, él es u n rey p o d e r o s o : p o r esto le he d a d o m u j e r lo p e r m i t i e r a , p e r o se irritó de tal m o d o q u e él se
p o r esposa la bella y virtuosa joven. » asustó. Esperaba hallar felicidad y n o e n c o n t r a b a m á s
que rencoroso odio.
P o r m u c h o q u e el rey le d i j o , siempre p e r m a n e c i ó de
h u m o r s o m b r í o . M u c h o s b u e n o s caballeros a b a n d o n a r o n Ella dijo : « N o b l e caballero , r e n u n c i a d á v u e s t r o s p r o -
sus sillas. L o s juegos de armas siguieron de u n a m a n e r a y e c t o s : lo q u e pensáis n o se realizará jamás. N a d a l o g r a -
tan r u d a , que se percibían e n t o d a la ciudad. Sin e m b a r - réis , señor rey , hasta t a n t o q u e sepa el secreto q u e os
go , el rey estaba disgustado al lado de sus h u é s p e d e s . he p r e g u n t a d o . » G u n t e r la c o m e n z ó á o d i a r .
Él pensaba : « M e j o r estaría y o al lado de m i h e r m o s a Quiso conseguir su a m o r p o r la f u e r z a . L a poderosa
m u j e r . » T e n í a en su c o r a z ó n la esperanza de q u e ella le joven t o m ó u n galón m u y f u e r t e c o n el q u e se ciñó las
pagaría bien su a m o r o s a d e u d a . C o m e n z ó á m i r a r t i e r - c a d e r a s , é hizo e x p e r i m e n t a r al rey g r a n d e s dolores.
namente á Brunequilda. Le a m a r r ó los piés y las m a n o s y l e v a n t á n d o l o l u e g o ,
Se r o g ó á los h u é s p e d e s q u e pusieran fin al t o r n e o : el lo colgó de u n clavo q u e se hallaba en u n m u r o , para q u e
rey deseaba retirarse c o n su esposa. E n la escalera del n o p u d i e r a t u r b a r su s u e ñ o ; le prohibió tocarla y su fuerza
salón se e n c o n t r a r o n C r i m i l d a y Brunequilda. T o d a v í a e n - era tan g r a n d e q u e t e m i ó verse m u e r t o .
tre ellas n o había n i n g ú n o d i o . El q u e debía ser d u e ñ o , le c o m e n z ó á r o g a r : « Q u í t a m e
S u s a c o m p a ñ a m i e n t o s las siguieron sin p é r d i d a de t i e m - estas ligaduras, n o b l e m u j e r m í a . N u n c a i n t e n t a r é v e n c e -
p o . Sus ricos c a m a r e r o s llevaban las luces. L o s guerreros ros, h e r m o s a señora, y n i a ú n i n t e n t a r é a c e r c a r m e á vues-
de a m b o s reyes se s e p a r a r o n y m u c h o s h é r o e s a c o m p a ñ a - tro l a d o .
ron á Sigfrido. Ella manifestaba cuidarse m u y p o c o del m o d o c o m o se
Los dos h é r o e s llegaron á sus a p o s e n t o s . C a d a cual e n c o n t r a b a y pasó la n o c h e m u e l l e m e n t e acostada. Él per-
pensaba vencer c o n el a m o r á su m u j e r e n c a n t a d o r a : p e n - m a n e c i ó colgado t o d a la n o c h e , hasta la m a ñ a n a siguiente
sar así les era m u y d u l c e . El placer de Sigfrido f u é c o m - en q u e la luz vino á e n t r a r p o r la v e n t a n a . E n t r e t a n t o
pleto y sin tasa. su placer n o era g r a n d e .
C u a n d o el h é r o e Sigfrido e s t u v o al l a d o de C r i m i l d a , « D e c i d m e , s e ñ o r G u n t e r , ¿ n o os d i s g u s t a r í a , le p r e -
le ofreció á la joven su n o b l e a m o r y se hizo c o m o su g u n t ó la bella joven , que v u e s t r o s c a m a r e r o s os e n c o n -
propia v i d a : lo m e r e c í a m u y b i e n , p o r q u e era rica en traran a m a r r a d o de ese m o d o , p o r las m a n o s de u n a m u -
virtudes. jer ? El n o b l e caballero le r e s p o n d i ó : « E s t o m i s m o n o os
N o os diré lo q u e hizo c o n su m u j e r : os c o n t a r é lo q u e haría h o n o r .
sucedió al rey G u n t e r c o n su esposa B r u n e q u i l d a . M u c h o s « P e r o confieso q u e n o m e haría favor á m í t a m p o c o :
héroes se h a n e n c o n t r a d o e n m á s dulce fiesta c o n otras en n o m b r e de v u e s t r a v i r t u d y de vuestra b o n d a d , dejad
mujeres. que m e acerque á vos y y a q u e t a n t o os i n c o m o d a m i
L a m u l t i t u d de h o m b r e s y m u j e r e s se había r e t i r a d o . afección , m i m a n o n o tocará n i a u n vuestros vestidos.»
Se apresuró á cerrar la p u e r t a c o n f i a n d o q u e ganaría I n m e d i a t a m e n t e le q u i t ó las ligaduras y el r e y q u e d ó
su v o l u n t a d : p e r o a ú n n o había llegado el m o m e n t o en l i b r e ; se acostó en el lecho en que estaba su m u j e r . P e r o
q u e debía ser su esposa.
se m a n t e n í a t a n d i s t a n t e , q u e n i a u n siquiera tocaba su n u n c a te negará su a m o r . » Estas palabras aliviaron u n
r o p a : ella t a m p o c o quería q u e sucediera. t a n t o la p e n a del héroe.
L l e g a r o n los de su s e r v i d u m b r e t r a y é n d o l e s n u e v o s « A h o r a m i r a mis m a n o s c o m o están h i n c h a d a s : ella
a d o r n o s , de los q u e h a b í a n p r e p a r a d o g r a n n ú m e r o , para m e h a d o m e ñ a d o c o m o si f u e r a u n n i ñ o , la s a n g r e brotaba
aquella m a ñ a n a nupcial. T o d o s estaban alegres , pero el de m i s u ñ a s ; creí q u e m e haría p e r d e r la v i d a . »
jefe del país p e r m a n e c í a de h u m o r s o m b r í o y la alegría de El fuerte Sigfrido le dijo : « N o t e m a s n a d a . L a n o c h e
los d e m á s le hacía d a ñ o . de u n o y o t r o n o ha sido igual. T u h e r m a n a es a m a d a de
S e g ú n las c o s t u m b r e s del p a í s , q u e siguieron exacta- m í c o m o m i p r o p i o c u e r p o ! Es m e n e s t e r q u e h o y m i s m o
m e n t e , G u n t e r y B r u n e q u i l d a n o t a r d a r o n en ir á la c a t e - B r u n e q u i l d a quede h e c h a tu m u j e r .
dral , d o n d e se c a n t ó u n a misa. El señor Sigfrido hizo lo « C u a n d o salga su c a m a r e r a p e n e t r a r é e n su cámara
m i s m o : allí se a g l o m e r a b a m u c h a g e n t e . favorecido p o r m i T a r n k a p p a , de m o d o q u e nadie p u e d a
Allí recibieron los h o n o r e s reales q u e les c o r r e s p o n d í a n ; advertir el e n g a ñ o . D e j a q u e las camareras se v a y a n á sus
el m a n t o y la c o r o n a . C u a n d o los c u a t r o estuvieron b e n - dormitorios.
decidos, a d m i r a r o n su bella presencia c o n la c o r o n a c e - « E n las m a n o s de los n i ñ o s apagaré las luces : esta será
ñida. la señal de que estoy allí para prestarte a y u d a . Y o la obli-
Sabed t a m b i é n que aquél día m u c h o s guerreros, seis- garé á q u e sea tu esposa, á q u e te o t o r g u e su a m o r , ó per-
cientos ó m á s , f u e r o n a r m a d o s caballeros en h o n o r del deré la vida. »
r e y . G r a n d e f u é la alegría q u e h u b o en el país d e Bor- « C o n tal de q u e n o solicites su a m o r », le r e s p o n d i ó el
g o ñ a : las lanzas v i b r a r o n en las m a n o s de los n u e v o s c a - rey « h a z lo que quieras de m i querida esposa. P o r lo de-
balleros. m á s q u e d a r é satisfecho ; á u n c u a n d o tuvieras q u e a r r a n -
D e s d e las v e n t a n a s los m i r a b a n las h e r m o s a s jóvenes, carle la v i d a , consentiría t a m b i é n : es u n a terrible m u j e r . »
v i e n d o relucir á lo lejos s u s brillantes escudos. El rey sin « T e p r o m e t o », dijo Sigfrido, « p o r m i fé , de n o soli-
e m b a r g o se m a n t e n í a s e p a r a d o de los suyos : sucediera lo citar su a m o r ; tu h e r m a n a a m a d a , es preferible para mí
que sucediera, p e r m a n e c í a triste y pensativo. á t o d a s las m u j e r e s que he visto.» Sin n i n g u n a sospecha
Su h u m o r y el de Sigfrido e r a n bien diferentes. El n o - m á s , G u n t e r , creyó lo q u e Sigfrido le decía.
ble caballero sabía la causa de la p e n a del r e y , p e r o se le E n t r e tanto los g u e r r e r o s estaban e n t r e g a d o s á las ale-
acercó y le dijo : « ¿ Q u é os h a sucedido esta n o c h e ? c o n - grías y á los sinsabores de los t o r n e o s . P u s i e r o n fin á los
tádmelo. » ejercicios de a r m a s á fin d e q u e las m u j e r e s pudieran en-
El jefe r e s p o n d i ó á su huésped : « El d e s h o n o r y la ver- trar en el salón. L o s c a m a r e r o s abrían paso ante ellas.
g ü e n z a se h a n i n t r o d u c i d o en m i casa c o n esta m u j e r . L o s caballos y las g e n t e s salieron del patio , cada una
¡ C u a n d o la he q u e r i d o hacer el a m o r , m e h a a m a r r a d o de las dos princesas era c o n d u c i d a p o r u n obispo al diri-
f u e r t e m e n t e ! D e s p u é s , l e v a n t á n d o m e , m e ha colgado de girse á la m e s a del rey. D e s p u é s de ellas, iban los galantes
u n clavo que había e n el m u r o . caballeros.
«Lleno de a n g u s t i a , he p e r m a n e c i d o allí toda la n o c h e , El rey se hallaba s e n t a d o al lado de su esposa : de c o n -
hasta q u e f u é de día. ¡ Solo e n t o n c e s , f u é c u a n d o m e des- t i n u o pensaba en lo q u e Sigfrido le había p r o m e t i d o .
a t ó ! T e lo digo en s e c r e t o , c o m o á u n a m i g o fiel.» El Aquel solo día le parecieron treinta : t o d o su pensar estaba
fuerte Sigfrido, le r e s p o n d i ó : « Esto m e aflige m u c h o . concentrado en Brunequilda.
« P e r o y o te h a r é d u e ñ o de ella ; cesa e n tu cólera. Y o G r a n t r a b a j o le costó esperar á q u e quitaran la mesa.
haré que esta n o c h e p e r m a n e z c a á tu lado y en adelante L a h e r m o s a Brunequilda f u é llevada á su a p o s e n t o y C r i -
LOS XIBELCXGOS LOS NIBEI.UNGOS

m i l d a a l suyo. ¡ O h ! c u á n t o s héroes valientes se veían Sigfrido se c o l o c ó al lado de la reina. Ella le d i j o :


« G u n t e r , cualesquiera q u e sean vuestros deseos , p e r m a -
c a m i n a r ante el rey.
n e c e d q u i e t o sino queréis sufrir de n u e v o p e n a y d o l o r , ó
El h é r o e Sigfrido estaba s e n t a d o a m o r o s a m e n t e c o n su
e n c a n t a d o r a m u j e r y su ale- de lo c o n t r a r i o , mis m a n o s sabrán castigaros.»
gría era g r a n d e . Ella c o n sus Él r e t u v o su voz y n o habló ni u n a palabra. P o r m á s
blancas m a n o s , acariciaba las q u e el rey G u n t e r n o los v e í a , sabia q u e e n t r e ellos n o
de é l , c u a n d o de r e p e n t e des- pasaba n a d a misterioso. P o c o les q u e d a b a q u e r e p o s a r en
pareció de a n t e sus ojos sin aquel lecho.
q u e supiera á d o n d e había ido. F i n g i e n d o q u e era el rico rey G u n t e r , estrechó e n sus
C h a r l a b a n j u n t o s y de r e - brazos á la a m o r o s a joven. Ella lo rechazó contra u n banco
p e n t e dejó de v e r l o ; la reina q u e estaba cerca, d a n d o c o n tal f u e r z a , q u e r e s o n ó su ca-
dijo á los de su a c o m p a ñ a - beza.
m i e n t o : « E s t o es u n prodi- C o n doble f u e r z a , el h o m b r e atrevido se l e v a n t ó de
gio, ¿ á d ó n d e p u e d e h a b e r i d o u n s a l t o ; quería i n t e n t a r algo otra v e z , p e r o le salió m a l
el r e y ? ¿ Q u i é n ha p o d i d o de la n u e v a p r u e b a . P i e n s o q u e jamás u n a m u j e r se d e f e n d i ó
este m o d o retirar sus m a n o s de u n a m a n e r a tan vigorosa.
de e n t r e las m í a s ?» C o m o n o quería r e t i r a r s e , la joven le d i j o : « N o os
D e s p u é s dejó de h a b l a r . Él está permitido desgarrar mis vestiduras. Sois m u y a u -
f u é á d o n d e estaban las cama- daz ; os sucederá u n a d e s g r a c i a » , dijo la v i g o r o s a joven.
reras c o n las luces encendidas C o g i ó e n t r e sus brazos al valiente h é r o e y q u i s o a m a -
y las apagó en las m a n o s de r r a r l o , c o m o había hecho c o n el r e y , p a r a p o d e r q u e d a r
e l l a s ; G u n t e r c o m p r e n d i ó en- t r a n q u i l a en el l e c h o . Deseaba u n a h o r r i b l e v e n g a n z a del
seguida q u e Sigfrido estaba allí. q u e había r o t o su túnica !
Y a sabía lo q u e iba á s u c e - ¿ D e q u é le servía su fuerza contra tan g r a n p o d e r ? Ella
der é hizo salir á las d a m a s y a r r o j ó al h é r o e con g r a n v i o l e n c i a , él a p e n a s la podía r e -
á las doncellas. C u a n d o h u - sistir, y lo estrechó sin piedad c o n t r a u n c o f r e , cerca del
b i e r o n salido, el n o b l e r e y fué lecho.
p o r sí m i s m o á cerrar la puer- « ¡ O h ! » p e n s ó é l , « si pierdo vida y c u e r p o aquí á
t a , pasándole dos fortísimos m a n o s de u n a joven , en a d e l a n t e las esposas t e n d r á n peor
cerrojos. h u m o r con sus m a r i d o s q u e lo h a n t e n i d o hasta a q u í . »
Se apresuró á ocultar la luz El rey se apercibía de t o d o : t e m b l a b a p o r el h o m b r e .
b a j o las colgaduras de u n l e c h o . La v e r g ü e n z a d o m i n ó á Sigfrido y se c o m e n z ó á irritar ;
E n t r e el f u e r t e Sigfrido y la la rechazó c o n u n a violencia prodigiosa, y con todas sus
hermosa joven, comenzó f u e r z a s , e m p e ñ ó c o n t r a B r u n e q u i l d a u n a l u c h a angustiosa.
e n t o n c e s u n a l u c h a , pues P o r m u y f u e r t e m e n t e q u e ella lo s u j e t a b a , su cólera y
ella n o sabía quién era. Para su fuerza le vinieron en a y u d a y consiguió l e v a n t a r s e ; su
el rey G u n t e r , aquello era ansiedad era g r a n d e . Acá y allá c h o c a b a n e n la cerrada
al m i s m o t i e m p o pena y ale- cámara.
gría. T a m b i é n el rey G u n t e r e x p e r i m e n t a b a g r a n a n s i e d a d ;
7
:
[ i ' 1
U
98
LOS NIBEI.UNGOS LOS KIBELUFÍGOS YY
Be • .
tenido. El r e y lo escuchaba t o d o , a u n q u e n o decía nada
El la estrechó c o n t r a el l e c h o hasta hacerle lanzar a g u d o s
gritos. El f u e r t e Sigfrido le hacía m u c h o d a ñ o .
Llevó sus m a n o s al lado para coger el c i n t u r o n y
amarrarlo , p e r o él la r e c h a z ó c o n t a n t a f u r i a , q u e sus
m i e m b r o s y su c u e r p o crujieron c o n violencia. L a l u c h a
tuvo fin ; ella f u é m u j e r de G u n t e r .
Le dijo : « N o b l e r e y , n o m e quites la vida : p e r -
d o n a el d a ñ o que te he h e c h o ; n u n c a m á s m e d e f e n d e r é
contra tu a m o r ; y a sé d e m a s i a d o c o m o puedes hacerte
y á cada m o m e n t o tenía q u e dueño de las m u j e r e s . »
quitarse de u n lado y de o t r o . Sigfrido d e j ó á la joven y se retiró c o m o si f u e r a á
L u c h a r o n de u n m o d o t a n desnudarse. El le t o m ó del d e d o u n anillo de o r o , sin q u e
v i o l e n t o , q u e maravilla pensar la noble reina se apercibiera de ello.
c o m o salieron s a n o s y sal- T a m b i é n le quitó su c i n t u r o n hecho de u n tejido m u y
vos. bueno ; y o n o sé si lo hizo p o r o r g u l l o . L o regaló á su
El r e y G u n t e r g e m í a p o r esposa y después f u é causa de su desgracia. El rey y la
la desgracia de a m b o s , pero
m á s temía la m u e r t e de S i g -
Ü hermosa joven p e r m a n e c i e r o n u n o al l a d o del o t r o .
El t r a t ó á su m u j e r c o n t e r n u r a , c o m o c o n v e n í a á los
frido. Ella casi le había a r r a n - d o s : ella se vió obligada á r e n u n c i a r á su cólera y á su
c a d o la vida al g u e r r e r o ; de pudor. C o n su ternura palidecieron algo sus colores. ¡ O h !
p o d e r h u b i e r a acudido e n su ¡ con el a m o r se r e d u j e r o n m u c h o sus fuerzas 1
ayuda. . D e s p u é s n o f u é m á s f u e r t e q u e las d e m á s e s p o s a d M u y
Larga f u é la f u r i o s a l u c h a a m o r o s a m e n t e la a c a r i c i ó ; de resistir de n u e v o ; q u é h u -
e n t r e a m b o s ; p o r fin c o n s i - biera conseguido ? T o d o esto lo había conseguido G u n -
guió acercar á la joven al bor- ter con su a m o r .
de del lecho; p o r grandes q u e . Así p e r m a n e c i ó poseído de u n tierno cariño j u n t o á su
f u e r a n , sus fuerzas c o m e n z a - esposa , hasta q u e el día d e r r a m ó sus luces ! El s e ñ o ; Sie-
r o n á agotarse. G u n t e r e n su n d o había e n t r a d o también en su a p o s e n t o y f u é m u y
c u i d a d o tenía m u c h o s p e n s a - bien recibido p o r su esposa.
mientos. . C o m p r e n d i ó la p r e g u n t a q u e le iba á h a c e r ; m u c h o
L a r g o le pareció el t i e m p o tiempo ocultó lo q u e llevaba para e l l a , hasta que estuvo
al r e y , antes d e q u e Sigfri- en su país, e m e n d o la c o r o n a : m u y p o c o le n e g ó , aquello
do la venciera. Ella le apretó que^ el heroe pensaba darle.
las m a n o s c o n u n a violencia El jefe estaba á la m a ñ a n a siguiente de m e j o r h u m o r
tan. g r a n d e , q u e la s a n g r e que los días a n t e r i o r e s : su c o n t e n t o alegró á m u c h o s n o -
le salía p o r las u ñ a s ; aquello era u n dolor para el h é r o e . bles h o m b r e s de otros países. A t o d o s los q u e había i n v i -
Sin e m b a r g o , p u d o obligar á la vigorosa joven , tado a su corte les dió regalos.
A q u e cambiara la v o l u n t a d q u e hasta e n t o n c e s había L a boda d u r ó catorce días y d u r a n t e t o d o aquel t i e m p o ,
n o cesaron las diversiones á q u e se e n t r e g a b a cada cual « los c a m p o s y las ciudades , q u e s o n nuestras, y t o d o lo
N o p u e d e n apreciarse las riquezas q u e el rey distribuyo e n que h a y e n este dilatado r e i n o : c o n C r i m i l d a t e n d r á s p a r -
te de t o d o . »
aquella ocasión.
L o s nobles parientes del r e y , d i s t r i b u y e r o n p o r o r d e n C u a n d o Sigfrido , el hijo de S i g e m u n d o , e s c u c h ó estas
suya y e n su h o n o r trajes y oro r o j o , plata y caballos , a palabras y conoció la v o l u n t a d de los s e ñ o r e s , dijo : « Dios
os haga s i e m p r e dichosos á los t r e s ; b a s t a n t e t i e n e m i
m u c h o s h o m b r e s valientes. L o s jefes q u e h a b í a n v e n i d o , se
amada esposa. »
r£t
T a m b i é n e d e f u e r t e Sigfrido del N i d e r l a n d d i ó á sus m i l « L a parte que queréis darle n o le es necesaria, p o r q u e
h o m b r e s los trajes que habían t r a í d o y h e r m o s o s caballos ella llegará á ceñir c o r o n a , y si n o p e r d e m o s la vida, será
c o n m o n t u r a s ; en a d e l a n t e p o d r í a n vivir c o m o señores m á s p o d e r o s a que n i n g u n a reina del m u n d o . P a r a t o d o lo
A n t e s que los ricos regalos q u e d a r a n distribuidos, p a r e - d e m á s q u e q u e r á i s , estaré s i e m p r e á vuestras ó r d e n e s . »
ció el t i e m p o largo á los que t e n í a n deseos de volver a su E n t o n c e s dijo C r i m i l d a : « S i n o queréis n a d a de m i
país N u n c a h u b o c o m p a ñ e r o s de a r m a s m e , o r t r a t a d o s . r e m o , los g u e r r e r o s B o r g o ñ o n e s n o t i e n e n t a n poca i m p o r -
tancia. Cualquier rey puede .llevarlos c o n o r g u l l o á su
Así t u v i e r o n fin las fiestas; m u c h o s g u e r r e r o s p a r t i e r o n .
país. Q u i e r o q u e de ellos n o s d e n u n a parte m i s a m a d o s
hermanos. »
El rey G e r n o t d i j o : « Escoge los q u e quieras. M u c h o s
h a y aquí q u e q u e r r á n ir c o n t i g o . E n t r e tres mil g u e r r e r o s
XI. t o m a mil h o m b r e s , para q u e te a c o m p a ñ e n . » C r i m i l d a
envió enseguida.
'- " • -, • • . f ' : '. ."• p¿. •• A p r e g u n t a r á H a g e n de T r o n e j a y á Ortevvein si ellos
D E C O M O SIGFRIDO V O L V I Ó Á SU PAÍS EN COMPAÑÍA ó sus parientes q u e r r í a n ir c o n C r i m i l d a . Al saber esto,
D E SU E S P O S A .
Hagen experimentó gran despecho y dijo : « Gunter no
puede c e d e r n o s á nadie. »
« Q u e os sigan otros , pues y a debéis conocer bien las
c o s t u m b r e s de los de T r o n e j a . N o s o t r o s p e r m a n e c e r e m o s
UANDO los h u é s p e d e s p a r t i e r o n , el .hijo de Si- cerca del rey y n o serviremos n u n c a m á s q u e al q u e h a s t a
a e m u n d o dijo á los de su a c o m p a ñ a m i e n t o : aquí h e m o s servido. »
« N o s o t r o s d e b e m o s p r e p a r a r n o s p a r a volver a N o se habló m á s de aquello. Crimilda se p r e p a r ó u n
n u e s t r o país. » C u a n d o su esposa lo s u p o se noble a c o m p a ñ a m i e n t o de treinta y dos doncellas y q u i -
nientos h o m b r e s . E c k w a r t el m a r g r a v e siguió á la r e i n a
alegró m u c h o . , ,
cuando partió.
Así dijo á su esposo : « ¿ P o r q u e a c e l e r a m o s ? Mis h e r -
Se despidieron c o r t é s m e n t e caballeros y e s c u d e r o s ; j ó -
m a n o s d e b e n partir estas tierras c o n m i g o . » P e n a causaron
venes y m u j e r e s . D e s p u é s de c a m b i a r m u c h o s besos, de-
á Sigfrido estas palabras.
jaron c o n g r a n placer el país del rey G u n t e r .
L o s príncipes se a c e r c a r o n á él y l o s t r e s le d i j e r o n :
Sus m á s p r ó x i m o s parientes, los a c o m p a ñ a r o n b u e n tre-
« S a b e d s e ñ o r S i g f r i d o , que e s t a m o s d i s p u e s t o s a serviros
cho de c a m i n o . E n t o d o s los p u n t o s del r e i n o , hicieron
hasta la m u e r t e . » Al escuchar este o f r e c i m i e n t o , se incli- preparar a l o j a m i e n t o para c u a n d o quisieran pasar la n o -
n ó a n t e los señores. ^ . che. Al rey S i g e m u n d o le f u e r o n enviados m e n s a j e r o s , '
« N o s o t r o s p a r t i r e m o s c o n t i g o » dijo el joven Geiselher,
n o cesaron las diversiones á q u e se e n t r e g a b a cada cual « l o s c a m p o s y las ciudades , q u e s o n nuestras, y t o d o lo
N o p u e d e n apreciarse las riquezas q u e el rey distribuyo e n que h a y e n este dilatado r e i n o : c o n C r i m i l d a t e n d r á s p a r -
te de t o d o . »
aquella ocasión.
L o s nobles parientes del r e y , d i s t r i b u y e r o n p o r o r d e n C u a n d o Sigfrido , el hijo de S i g e m u n d o , e s c u c h ó estas
suya y e n su h o n o r trajes y oro r o j o , plata y caballos , a palabras y conoció la v o l u n t a d de los s e ñ o r e s , dijo : « Dios
os haga s i e m p r e dichosos á los t r e s ; b a s t a n t e t i e n e m i
m u c h o s h o m b r e s valientes. L o s jefes q u e h a b í a n v e n i d o , se
amada esposa. »
r£t
T a m b i é n e d e f u e r t e Sigfrido del N i d e r l a n d d i ó á sus m i l « L a parte que queréis darle n o le es necesaria, p o r q u e
h o m b r e s los trajes que habían t r a í d o y h e r m o s o s caballos ella llegará á ceñir c o r o n a , y si n o p e r d e m o s la vida, será
c o n m o n t u r a s ; en a d e l a n t e p o d r í a n vivir c o m o señores m á s p o d e r o s a que n i n g u n a reina del m u n d o . P a r a t o d o lo
A n t e s que los ricos regalos q u e d a r a n distribuidos, p a r e - d e m á s q u e q u e r á i s , estaré s i e m p r e á vuestras ó r d e n e s . »
ció el t i e m p o largo á los que t e n í a n deseos de volver a su E n t o n c e s dijo C r i m i l d a : « S i n o queréis n a d a de m i
país N u n c a h u b o c o m p a ñ e r o s de a r m a s m e j o r t r a t a d o s . r e m o , los g u e r r e r o s B o r g o ñ o n e s n o t i e n e n t a n poca i m p o r -
tancia. Cualquier rey puede .llevarlos c o n o r g u l l o á su
Así t u v i e r o n fin las fiestas; m u c h o s g u e r r e r o s p a r t i e r o n .
país. Q u i e r o q u e de ellos n o s d e n u n a parte m i s a m a d o s
hermanos. »
El rey G e r n o t d i j o : « Escoge los q u e quieras. M u c h o s
h a y aquí q u e q u e r r á n ir c o n t i g o . E n t r e tres mil g u e r r e r o s
XI. t o m a mil h o m b r e s , para q u e te a c o m p a ñ e n . » C r i m i l d a
envió enseguida.
'- " • -, • • . f ': '. ."• . f'i ' -V A p r e g u n t a r á H a g e n de T r o n e j a y á Ortevvein si ellos
D E C O M O SIGFRIDO V O L V I Ó Á SU PAÍS EN COMPAÑÍA ó sus parientes q u e r r í a n ir c o n C r i m i l d a . Al saber esto,
D E SU E S P O S A .
Hagen experimentó gran despecho y dijo : « Gunter no
puede c e d e r n o s á nadie. »
« Q u e os sigan otros , pues y a debéis conocer bien las
c o s t u m b r e s de los de T r o n e j a . N o s o t r o s p e r m a n e c e r e m o s
UANDO los h u é s p e d e s p a r t i e r o n , el h i j o de Si- cerca del rey y n o serviremos n u n c a m á s q u e al q u e h a s t a
a e m u n d o dijo á los de su a c o m p a ñ a m i e n t o : aquí h e m o s servido. »
« N o s o t r o s d e b e m o s p r e p a r a r n o s p a r a volver a N o se habló m á s de aquello. Crimilda se p r e p a r ó u n
n u e s t r o país. » C u a n d o su esposa lo s u p o se noble a c o m p a ñ a m i e n t o de treinta y dos doncellas y q u i -
nientos h o m b r e s . E c k w a r t el m a r g r a v e siguió á la r e i n a
alegró m u c h o . , ,
cuando partió.
Así dijo á su esposo : « ¿ P o r q u e a c e l e r a m o s ? Mis h e r -
Se despidieron c o r t é s m e n t e caballeros y e s c u d e r o s ; j ó -
m a n o s d e b e n partir estas tierras c o n m i g o . » P e n a causaron
venes y m u j e r e s . D e s p u é s de c a m b i a r m u c h o s besos, de-
á Sigfrido estas palabras.
jaron c o n g r a n placer el país del rey G u n t e r .
L o s príncipes se a c e r c a r o n á él y l o s t r e s le d i j e r o n :
Sus m á s p r ó x i m o s parientes, los a c o m p a ñ a r o n b u e n tre-
« S a b e d s e ñ o r S i g f r i d o , que e s t a m o s d i s p u e s t o s a serviros
cho de c a m i n o . E n t o d o s los p u n t o s del r e i n o , hicieron
hasta la m u e r t e . » Al escuchar este o f r e c i m i e n t o , se incli- preparar a l o j a m i e n t o para c u a n d o quisieran pasar la n o -
n ó a n t e los señores. ^ . che. Al rey S i g e m u n d o le f u e r o n enviados m e n s a j e r o s , '
« N o s o t r o s p a r t i r e m o s c o n t i g o » dijo el joven Geiselher,
preparar asientos p o r d o n d e debía pasar a n t e sus vasallos,
puesta la c o r o n a . Los g u e r r e r o s de S i g e m u n d o salieron á
su e n c u e n t r o .
N o he sabido q u e n u n c a u n a p e r s o n a fuera m e j o r reci-
bida que l o f u e r o n aquellos h é r o e s en el país de S i g e m u n -
d o . Su m a d r e Sigelinda salió al e n c u e n t r o de Crimilda
con m u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s y m u c h o s valerosos c a b a -
lleros.
L o q u e d u r a u n día de m a r c h a , se tardó hasta llegar á
d o n d e estaban los extranjeros. Los naturales del p a í s , y
los extraños habían sufrido m u c h a s i n c o m o d i d a d e s antes
de llegar á u n a g r a n ciudad l l a m a d a X a n t e n , d o n d e c o n
el tiempo f u é c o r o n a d o .
ara que él y la seño- C o n agradable sonrisa S i g e m u n d o y Sigelinda b e s a r o n
ra Sigelinda pudie- m u c h a s veces á la hija de U t a y al h é r o e Sigfrido ; t o d o s
r a n saber q u e iba su sus cuidados h a b í a n desaparecido. L o s q u e v e n í a n en su
h i j o con la hija de a c o m p a ñ a m i e n t o , f u e r o n m u y - b i e n recibidos.
U t a , la h e r m o s a Crimilda de Hicieron q u e los h u é s p e d e s se a p r o x i m a r a n al salón del
W o r m s sobre el R h i n . N u n c a rey S i g e m u n d o . D e s p u é s a y u d a r o n á las h e r m o s a s v í r g e -
h a b í a n recibido n o t i c i a tan nes á bajar de las h a c a n é a s en q u e h a b í a n ido : allí había
agradable. m u c h o s caballeros que p r e s t a r o n este servicio á las h e r -
mosas m u j e r e s .
« D i c h o s o m e siento » dijo
S i g e m u n d o , « p o r h a b e r vi- A u n q u e era de t o d o s c o n o c i d o el l u j o desplegado e n
vido h a s t a el día en q u e la la orilla del R h i n para las bodas, dieron allí á los g u e r r e -
ros vestidos m a s ricos q u e t o d o s los q u e hasta e n t o n c e s
h e r m o s a C r i m i l d a lleve la c o -
habían llevado'. Maravillas p o d r í a n contarse de su g r a n r i -
r o n a entre n o s o t r o s ! A u n queza.
quiero q u e m i h e r e d e r o q u e d e
más honrado : quiero que mi Mientras q u e los príncipes estaban s u n t u o s a m e n t e e n su
hijo Sigfrido sea t a m b i é n r e y . » c o r t e , los de su a c o m p a ñ a m i e n t o llevaban d o r a d o s trajes
con g a l o n e s y piedras engarzadas en el tejido. Así los t r a -
L a señora Sigelinda dió al
to Sigelinda la n o b l e reina.
m e n s a j e r o u n t r a j e de tercio-
pelo color escarlata y u n g r a n Así dirigió la palabra á sus a m i g o s : « A t o d o s m i s pa-
rientes q u e se hallan a q u í , a n u n c i o q u e en presencia de
p u ñ a d o de plata y o r o : este
estos g u e r r e r o s , Sigfrido vá á ceñir mi c o r o n a . » Esta n o -
f u é el precio de su m e n s a j e .
ticia f u é recibida c o n alegría p o r t o d o s los habitantes del
M u c h o se alegró de la noticia
Niderland.
q u e acababa de recibir y su
Se le d i ó c o n la c o r o n a la a d m i n i s t r a c i ó n de justicia y
a c o m p a ñ a m i e n t o se vistió e n seguida de u n a m a n e r a c o n -
el r e m o h a c i é n d o l o s e ñ o r y r e y . C u a n d o tenía q u e decidir
veniente. , , . i•
de l o q u e á cada u n o tocaba, lo hacía c o n t a n t a e q u i d a d ,
Le dijeron los que v e n í a n al país c o n Sigfrido , e hizo.
q u e m u c h o se hacía t e m e r el esposo de la bella C r i m i l d a .
E n t a n elevado h o n o r vivió d u r a n t e diez a ñ o s q u e hizo
justicia c o n la c o r o n a ceñida. E n t a n t o la h e r m o s a reina
t u v o u n hijo de lo q u e resultó g r a n satisfacción para t o d o s
los parientes del r e y . XII.
Se a p r e s u r a r o n á bautizarlo p o n i é n d o l e p o r n o m b r e
G u n t e r c o m o á su t í o ; n o debía avergonzarse de llamarse
así. Feliz él si se le llegaba á asemejar ;. lo e d u c a r o n c o n DE COMO GUNTIÍR CONVIDÓ Á SIGL-RIDO Á SU C O R T E .
g r a n c u i d a d o c o m o tenía que s u c e d e r .
P o r aquel t i e m p o m u r i ó la s e ñ o r a S i g e l i n d a ; la a u t o r i -
d a d en el país f u é e n t o n c e s de la n o b l e hija de U t a , c o m o
c o n v e n í a á reina t a n poderosa. M u c h o l l o r a r o n sin e m - si pensaba t o d o s los días la r e i n a B r u n e q u i l d a .
í(
b a r g o á la que la m u e r t e acababa de a r r e b a t a r . M u y altiva se manifiesta s i e m p r e la señora
T a m b i é n e n las orillas del R h i n , según h e m o s oído c o n - Crimilda ! Su esposo S i g f r i d o , es vasallo n u e s -
«z t r o • m u c h o t i e m p o hace que n o ha v e n i d o á
tar , la h e r m o s a B r u n e q u i l d a dió u n h i j o al rico G u n t e r
prestarnos h o m e n a j e . »
en el país de los B o r g o ñ o n e s . P o r el a m o r al h é r o e , le p u -
s i e r o n p o r n o m b r e Sigfrido. Esto lo t e n í a en el c o r a z ó n a u n q u e g u a r d a b a silencio ;
¡ C o n gran cuidado lo a t e n d í a n ! El p o d e r o s o G u n t e r para ella era g r a n p e n a q u e p e r m a n e c i e r a n a u s e n t e s t a n t o
le dió u n preceptor q u e debía i n c u l c a r l e t o d a s las virtudes tiempo y h u b i e r a q u e r i d o saber p o r q u e los príncipes n o
iban á su país.
para c u a n d o f u e r a h o m b r e . ¡ O h ! desde e n t o n c e s la a d -
versidad le hizo perder m u c h o s a m i g o s . P r e g u n t ó al rey si n o le sería posible volver á ver á Cri-
C o n s t a n t e m e n t e se oía hablar de la vida feliz q u e los milda ; le h a b l ó en secreto de lo q u e p e n s a b a , p e r o al rey
g u e r r e r o s t e n í a n e n el país de S i g e m u n d o . P e r o bien sa- n o le pareció bien lo q u e su m u j e r le decía.
bido t e n e m o s q u e de igual m o d o vivía G u n t e r c o n los « ¿ C ó m o los h a r í a m o s venir hasta este país ?» p r e g u n t ó
suyos. . el rey : « e s t o m e parece imposible. Ellos r e i n a n m u y lejos
El país de los N i b e l u n g o s se hallaba s o m e t i d o á Sigfri- de aquí y n o m e atrevo á i n v i t a r l o s . » B r u n e q u i l d a le c o n -
do , ( n i n g u n o de sus parientes había sido t a n rico c o m o testó c o n g r a n d e a r r o g a n c i a .
é l ) así c o m o t a m b i é n el h é r o e S c h i l b u n g o y sus d o m i - « A u n q u e f u e r a m á s rico y m á s v a l i e n t e , c o m o vasallo
n i o s . Elevados e r a n los á n i m o s del h é r o e . del rey debe ejecutar lo q u e su señor le m a n d e . » E n t a n t o
El valeroso caballero poseía u n tesoro m á s g r a n d e q u e q u e decia esto, G u n t e r s o n r e í a . N u n c a se hubiera a t r e v i d o
t o d o s los q u e h a s t a e n t o n c e s h a b í a n poseído los h o m b r e s . á reclamar servicio de Sigfrido.
P o r la f u e r z a de su brazo lo había g a n a d o al pié de u n a ' Ella c o n t i n u ó . « A m a d o s e ñ o r , para a g r a d a r m e haced
m o n t a ñ a , y e n aquella ocasión dió m u e r t e á m á s de u n venir hasta aquí á Sigfrido c o n vuestra h e r m a n a p a r a que
pueda volverlos á ver. N a d a de la tierra podría s e r m e tan
bravo g u e r r e r o . .
agradable. »
Disfrutaba de g r a n d e s h o n o r e s y n o h u b i e r a o c u r r i d o
n a d a ; se podía h a b e r d i c h o q u e a q u e l g u e r r e r o era el m á s « P e n s a n d o en las virtudes de tu h e r m a n a , se e n s a n c h a
feliz de los que hasta e n t o n c e s h a b í a n m o n t a d o á caballo. mi a l m a , y t a m b i é n al r e c o r d a r c u a n d o e s t á b a m o s j u n t a s
M u c h o se temía su fuerza y n o sin m o t i v o . en el t i e m p o e n que f u i tu e s p o s a ! C o n razón p u e d e y
debe a m a r al f u e r t e S iO
gfrido.»
q u e m u c h o se hacía t e m e r el esposo de la bella C r i m i l d a .
E n t a n elevado h o n o r vivió d u r a n t e diez a ñ o s q u e hizo
justicia c o n la c o r o n a ceñida. E n t a n t o la h e r m o s a reina
t u v o u n hijo de lo q u e resultó g r a n satisfacción para t o d o s
los parientes del r e y . XH.
Se a p r e s u r a r o n á bautizarlo p o n i é n d o l e p o r n o m b r e
G u n t e r c o m o á su t í o ; n o debía avergonzarse de llamarse
así. Feliz él si se le llegaba á asemejar ;. lo e d u c a r o n c o n DE COMO GUNTIÍR CONVIDÓ Á SIGL-RIDO Á SU C O R T E .
g r a n c u i d a d o c o m o tenía que s u c e d e r .
P o r aquel t i e m p o m u r i ó la s e ñ o r a S i g e l i n d a ; la a u t o r i -
d a d en el país f u é e n t o n c e s de la n o b l e hija de U t a , c o m o
c o n v e n í a á reina t a n poderosa. M u c h o l l o r a r o n sin e m - si pensaba t o d o s los días la r e i n a B r u n e q u i l d a .
í(
b a r g o á la que la m u e r t e acababa de a r r e b a t a r . M u y altiva se manifiesta s i e m p r e la señora
T a m b i é n e n las orillas del R h i n , según h e m o s oído c o n - Crimilda ! Su esposo S i g f r i d o , es vasallo n u e s -
«z t r o . m u c h o t i e m p o hace que n o ha v e n i d o á
tar , la h e r m o s a B r u n e q u i l d a dió u n h i j o al rico G u n t e r
prestarnos h o m e n a j e . »
en el país de los B o r g o ñ o n e s . P o r el a m o r al h é r o e , le p u -
s i e r o n p o r n o m b r e Sigfrido. Esto lo t e n í a en el c o r a z ó n a u n q u e g u a r d a b a silencio ;
¡ C o n gran cuidado lo a t e n d í a n ! El p o d e r o s o G u n t e r para ella era g r a n p e n a q u e p e r m a n e c i e r a n a u s e n t e s t a n t o
le dió u n preceptor q u e debía i n c u l c a r l e t o d a s las virtudes tiempo y h u b i e r a q u e r i d o saber p o r q u e los príncipes n o
iban á su país.
para c u a n d o f u e r a h o m b r e . ¡ O h ! desde e n t o n c e s la a d -
versidad le hizo perder m u c h o s a m i g o s . P r e g u n t ó al rey si n o le sería posible volver á ver á Cri-
C o n s t a n t e m e n t e se oía hablar de la vida feliz q u e los milda ; le h a b l ó en secreto de lo q u e p e n s a b a , p e r o al rey
g u e r r e r o s t e n í a n e n el país de S i g e m u n d o . P e r o bien sa- n o le pareció bien lo q u e su m u j e r le decía.
bido t e n e m o s q u e de igual m o d o vivía G u n t e r c o n los « ¿ C ó m o los h a r í a m o s venir hasta este país ?» p r e g u n t ó
suyos. . el rey : «esto m e parece imposible. Ellos r e i n a n m u y lejos
El país de los N i b e l u n g o s se hallaba s o m e t i d o á Sigfri- de aquí y n o m e atrevo á i n v i t a r l o s . » B r u n e q u i l d a le c o n -
do , ( n i n g u n o de sus parientes había sido t a n rico c o m o testó c o n g r a n d e a r r o g a n c i a .
é l ) así c o m o t a m b i é n el h é r o e S c h i l b u n g o y sus d o m i - « A u n q u e f u e r a m á s rico y m á s v a l i e n t e , c o m o vasallo
n i o s . Elevados e r a n los á n i m o s del h é r o e . del rey debe ejecutar lo q u e su señor le m a n d e . » E n t a n t o
El valeroso caballero poseía u n tesoro m á s g r a n d e q u e q u e decia esto, G u n t e r s o n r e í a . N u n c a se hubiera a t r e v i d o
t o d o s los q u e h a s t a e n t o n c e s h a b í a n poseído los h o m b r e s . á reclamar servicio de Sigfrido.
P o r la f u e r z a de su brazo lo había g a n a d o al pié de u n a ' Ella c o n t i n u ó . « A m a d o s e ñ o r , para a g r a d a r m e haced
m o n t a ñ a , y e n aquella ocasión dió m u e r t e á m á s de u n venir hasta aquí á Sigfrido c o n vuestra h e r m a n a p a r a que
pueda volverlos á ver. N a d a de la tierra podría s e r m e tan
bravo g u e r r e r o . .
agradable. »
Disfrutaba de g r a n d e s h o n o r e s y n o h u b i e r a o c u r r i d o
n a d a ; se podía h a b e r d i c h o q u e a q u e l g u e r r e r o era el m á s « P e n s a n d o en las virtudes de tu h e r m a n a , se e n s a n c h a
feliz de los que hasta e n t o n c e s h a b í a n m o n t a d o á caballo. mi a l m a , y t a m b i é n al r e c o r d a r c u a n d o e s t á b a m o s j u n t a s
M u c h o se temía su fuerza y n o sin m o t i v o . en el t i e m p o e n que f u i tu e s p o s a ! C o n razón p u e d e y
debe a m a r al f u e r t e S iO
gfrido.»
LOS NIBELUNGOS

El rey les dijo : « G u e r r e r o s m í o s , decidles en m i n o m -


bre al f u e r t e Sigfrido y á mi h e r m a n a , q u e los invito á q u e
vengan a q u í y decidles q u e n a d a en el m u n d o m e será tan
grato c o m o verlos.»
« P r o c u r a d decidirlos á q u e a m b o s v e n g a n á las orillas
del R h i n : y o y B r u n e q u i l d a les q u e d a r e m o s agradecidos
para s i e m p r e . A n t e s de q u e llegue el estío h a b r á aquí m u -
chos h o m b r e s para q u e á él y á los suyos les h a g a n h o n o r . »
«Llevad t a m b i é n mis c u m p l i m i e n t o s al rey S i g e m u n d o
y decidle q u e y o y mis p a r i e n t e s le estamos s i e m p r e agra-
T a n t o t i e m p o se lo r o g ó , q u e al d e c i d o s ; á m i h e r m a n a le diréis q u e n o deje de venir á
fin le dijo el r e y : « A n i n g u n o s ver á sus a m i g o s ; n u n c a se e n c o n t r a r á e n m e j o r fiesta.»
huéspedes veré con tan g r a n d e ale- B r u n e q u i l d a y Uta y m u c h a s de las m u j e r e s q u e allí es-
gría. N o debes s u p l i c a r m e m á s : taban , e n v i a r o n sus saludos á m u c h a s de las h e r m o s a s
voy á enviarles m i s m e n s a j e r o s , m u j e r e s q u e estaban en el país de Sigfrido y á m u c h o s
p a r a q u e v e n g a n á las orillas del h o m b r e s valientes. L o s m e n s a j e r o s m a r c h a r o n á c u m p l i r
Rhin.» las ó r d e n e s del r e y .
Así le c o n t e s t ó la joven reina : E s t a b a n p r e p a r a d o s para el viaje y h a b í a n recibido c a -
« H á z m e saber á q u i e n vas á e n - ballos y v e s t i d o s : salieron del país y m a n i f e s t a b a n g r a n
viarles y c u a n t o s días t a r d a r á n e n prisa p o r llegar al t é r m i n o de su destino. El rey había
llegar n u e s t r o s q u e r i d o s a m i g o s . m a n d a d o q u e los a c o m p a ñ a r a u n a n u m e r o s a escolta.
Q u i e r o q u e m e digas cuales s o n En tres s e m a n a s llegaron al país d o n d e se hallaban los
los m e n s a j e s q u e les vas á enviar.» N i b e l u n g o s . E n c o n t r a r o n al h é r o e e n la Marca de N o r u e -
« L o h a r é » c o n t e s t ó el rey. « E n - ga. L o s caballos y las g e n t e s estaban fatigados del viaje
que h a b í a n h e c h o .
C o r r i e r o n á decir á Sigfrido y á Crimilda q u e habían
llegado u n o s g u e r r e r o s t r a y e n d o trajes c o m o los q u e se
usaban e n el país de los B o r g o ñ o n e s . Al escuchar esto la
reina saltó del l e c h o e n q u e r e p o s a b a .
M a n d ó á u n a de sus d a m a s q u e se a s o m a r a á ' u n a v e n -
tana : ella v i ó desde allí al f u e r t e Gere en medio del patio
seguido de los c o m p a ñ e r o s q u e habían i d o c o n él. Des-
pués de tan g r a n p e n a ¡ cuál sería la alegría de su c o r a z ó n !
Así le d i j o al rey : « ¿ Veis á los q u e h a n llegado á la
corte c o n el bravo G e r e enviados p o r m i h e r m a n o G u n t e r
uesde las orillas del R h i n ? » El f u e r t e Sigfrido le c o n t e s t ó :
viaré á t r e i n t a d e m i s h o m b r e s . » L o s hizo llamar luégo y « Q u e sean m u y bien v e n i d o s . »
les o r d e n ó llevaran el m e n s a j e al país de S i g f n d o . E n su T o d o s los servidores c o r r i e r o n á d o n d e e s t a b a n . C a d a
alegría la señora B r u n e q u i l d a les regaló m u c h o s vestidos. u n o p o r su p a r t e dijo á los m e n s a j e r o s las frases m a s amis-

UNFWKS&.A.B DE MÍEVG LEGK

ftstMecA tpvfefün'«
f,
ALfofm mw*
) 625 M O N t É S R E Y , MEXICO
| B r u n e q u i l d a m i r e i n a y todas s u s d a m a s , esperan con
tosas q u e se les o c u r r i e r o n . P o r la llegada de ellos estaba
ansiedad veros , y e n ello t e n d r á n g r a n d í s i m a satisfac-
m u y alegre el rey S i g e m u n d o . , , ,, ción.» G r a n d e alegría causó esta noticia á la h e r m o s a Cri-
D i e r o n a l o j a m i e n t o s á G e r e y á los que le h a b í a n a c o m - milda.
p a ñ a d o y .cuidaron de sus caballos. D e s p u é s los m e n s a j e -
G e r e era p r i m o s u y o : el jefe lo hizo s e n t a r ; sin pérdida
r o s f u e r o n á d o n d e estaban el s e ñ o r Sigfrido y C r i m i l d a .
de t i e m p o distribuyeron bebidas á los h u é s p e d e s . Sige-
Así lo h i c i e r o n , p o r q u e los invitaron á e n t r a r e n el pa-
m u n d o q u e había visto á los m e n s a j e r o s , se acercó , y el
lacio. A,
rey dijo así á los de B o r g o ñ a .
E1 jefe y su esposa los s a l u d a r o n con la m a n o . M u y
« Bien v e n i d o s s e á i s , g u e r r e r o s , h o m b r e s del rey G u n -
b i e n recibidos f u e r o n el B o r g o ñ o n , sus c o m p a ñ e r o s de
ter. Desde que m i hijo Sigfrido t o m ó á C r i m i l d a p o r es-
a r m a s y los h o m b r e s del r e y G u n t e r . R o g a r o n al m a r g r a - posa , d e b í a m o s h a b e r o s visto c o n m á s f r e c u e n c i a p o r este
ve G e r e que o c u p a r a u n a s i e n t o . país para que la amistad r e i n a r a e n t r e n o s o t r o s . »
« Permitid q u e d e m o s n u e s t r o m e n s a j e antes de sentar-
Ellos c o n t e s t a r o n q u e si así lo quería v e n d r í a n con g u s -
n o s ; es c o n v e n i e n t e q u e los e x t r a n j e r o s p e r m a n e z c a n de to y q u e la satisfacción haría olvidar el c a n s a n c i o . Hicie-
pié á pesar de la fatiga del c a m i n o : os d i r e m o s lo q u e n o s ron s e n t a r á los m e n s a j e r o s y les t r a j e r o n a l i m e n t o . S i g -
h a n e n c a r g a d o G u n t e r y B r u n e q u i l d a q u e se hallan b i e n . » frido hizo d a r á los h u é s p e d e s a b u n d a n t e s m a n j a r e s .
« Lo m i s m o sucede á la s e ñ o r a U t a vuestra m a d r e , al
Les f u é preciso p e r m a n e c e r allí n u e v e días. Al fin los
joven Geiselher y al señor G e r n o t y á t o d o s los d e m á s pa- atrevidos g u e r r e r o s se q u e j a r o n de n o p o d e r v o l v e r á su
rientes q u e n o s h a n e n v i a d o a q u í , y os e n v í a n sus s a l u d o s país. El rey Sigfrido había enviado á b u s c a r á sus a m i g o s .
d e s d e el país de B o r g o ñ a . » ,
• Les dijo : « ¿ Q u é d e b o hacer ? ¿ v o y al R h i n ? G u n t e r
« Q u e Dios se lo r e c o m p e n s e » c o n t e s t ó S i g f r i d o « t e n - mi a m i g o y sus h e r m a n o s m e c o n v i d a n á u n a fiesta : y o
go oran confianza en su afección y fidelidad c o m o en la de iría c o n m u c h o gusto, si su país n o estuviera t a n d i s t a n t e .
u n a m i g o . Así lo hace t a m b i é n su h e r m a n a ; a h o r a h a z n o s
« R u e g a n á Crimilda q u e vaya t a m b i é n c o n m i g o . A c o n -
saber ¿ c ó m o pasan la vida n u e s t r o s queridos parientes i »»
s e j a d m e , amigos m í o s , ¿ d e b o ir ? A u n q u e tuviera q u e
« D e s d e que n o s h e m o s v e n i d o de allí ¿ h a m o l e s t a d o atravesar treinta reinos al f r e n t e de u n e j é r c i t o , la m a n o
alguien a l g u n a vez á los h e r m a n o s de m i m u j e r ? C o n t é s - de Sigfrido los servirá bien hasta el fin. »
t a m e á esto. Q u i e r o ayudarles siempre fielmente á r e c h a -
Así le c o n t e s t a r o n s u s g u e r r e r o s : « Si piensas hacer el
zar t o d o a t a q u e , y sus e n e m i g o s t e m b l a r á n a n t e m i s h a - viaje para asistir á la fiesta esto es lo q u e tienes q u e h a c e r :
zañas.» ,. es necesario q u e lleves mil g u e r r e r o s q u e v a y a n c o n t i g o
Así le c o n t e s t ó el m a r g r a v e G e r e , el b u e n caballero. al Rhin para q u e n o perezcáis desairado en B o r g o ñ a . » °
« T o d o s están e n v i r t u d , gloría y h o n o r . Ellos o s invitan Así dijo el rey S i g e m u n d o del N i d e r l a n d : «Si vas á la
para u n a fiesta e n el R h i n ; n o dudéis de q u e os v e r á n fiesta ¿ p o r q u é n o m e lo haces saber ? Y o quiero ir conti-
con gran placer. » . go y llevaré cien héroes q u e a u m e n t e n los q u e tú llevas.»
« R u e g a n q u e vayáis c o n vuestra esposa, c u a n d o el i n -
« D e q u e quieras venir c o n m i g o , a m a d o p a d r e » le dijo
v i e r n o t e r m i n e , pues desean veros antes de q u e llegue el
el fuerte Sigfrido « estoy m u y c o n t e n t o . D e n t r o de doce
v e r a n o . » El f u e r t e Sigfrido le c o n t e s t ó : « M u y difícil es
días saldré del país. » A t o d o s los que lo desearon dieron
q u e lo p o d a m o s h a c e r . » caballos y vestidos.
P e r o G e r e el del país de B o r g o ñ a le dijo : « V u e s t r a m a -
T e n i e n d o i n t e n c i ó n de hacer el viaje el n o b l e r e y , d e s -
d r e U t a c o n G e r n o t y Geiselher os r u e g a n q u e n o r e h u -
pachó á los r á p i d o s y b u e n o s h é r o e s . Hizo decir á los
séis. S i e m p r e están m u y tristes á causa de lo lejos q u e
vivís. »
h e r m a n o s de su m u j e r , q u e vivían e n el R h i n , q u e c o n oro les había d a d o S i g f r i d o y lo hicieron t o d o ver á los
m u c h o g u s t o acudiría á la fiesta. h o m bres de los tres principes. M u c h o a l a b a r o n su g e n e r o -
sidad. °
Sigfrido y C r i m i l d a , así lo h e m o s s a b i d o , d i e r o n t a n -
tos regalos á los m e n s a j e r o s q u e los caballos n o p o d í a n c o n « Para é l a , dijo H a g e n , « hacer regalos n o es cosa d i -
fícil ; n o podría disipar t o d o lo q u e tiene a u n q u e viviera
e l l o s ; era u n h o m b r e m u y rico. C o n g r a n alegría levaban
siempre Bajo su real p o d e r tiene el tesoro de los N i b e l u n -
delante de sí las bestias de carga.
gos. ¡ O h ! asi e n algún t i e m p o p u e d a v e n i r á B o r g o ñ a ! »
S u f r i d o y S i g e m u n d o se a p r e s u r a r o n á d a r t r a j e s a
I odos se alegraron de q u e los héroes h u b i e r a n regresa-
sus h o m b r e s . E c k e w a r t , el m a r g r a v e , hizo buscar los m a s
do a la corte. C o n s t a n t e m e n t e la g e n t e se e n c o n t r a b a en
ricos t r a j e s de m u j e r q u e p u d i e r a n e n c o n t r a r s e e n el país actividad y c o m e n z a r o n á preparar m u c h o s asientos para
de Sigfrido. los señores. r

C o m e n z a r o n á prepararse los escudos y las m o n t u r a s . H u n o l d o el tuerte y S i n d o l d o el h é r o e tenían g r a n t r a -


A los caballeros y á las d a m a s d i e r o n t o d o lo q u e quisie- bajo : el u n o era escudero de la m e s a , el o t r o copero y
r o n pedir á fin de q u e n a d a les faltara. D e s e a b a n ir á v e r tuvieron q u e p r e p a r a r m u c h o s b a n c o s ; O r t e w e i n v i n o á
á sus a m i g o s c o n m u c h o s h o m b r e s d i s t i n g u i d o s . a y u d a r l o s ; G u n t e r le dió las gracias.
L o s m e n s a j e r o s a p r e s u r a r o n su m a r c h a para volver ' R e m o l d o , jefe de las cocinas, dirigía p e r f e c t a m e n t e t o d o
p r o n t o . Gere, el d i s t i n g u i d o h é r o e , llegó al país de Borgo- l o q u e tenia á su c u i d a d o : m u c h a s cacerolas y g r a n d e s
ña d o n d e fué bien recibido : t o d o s d e s c e n d i e r o n de los c a - calderas se veían allí preparadas ! Era m e n e s t e r disponer
ballos y hacanéas, ante el salón de G u n t e r . _ los víveres para todos los q u e habían de venir al país.
Las jóvenes y los viejos a c u d i e r o n p a r a saber noticias.
El trabajo de las m u j e r e s n o era m e n o r : ellas p r e p a r a -
Así dijo el b u e n caballero : « Lo q u e voy á decir al rey lo ban los trajes en los q u e la p e d r e r í a brillaba r e f u l g e n t e -
sabréis bien p r o n t o . » Y se dirigió c o n sus c o m p a n e r o s m e n t e e n t r e el o r o . C u a n d o se v e s t í a n , t o d o s las m i r a b a n
á d o n d e estaba G u n t e r . .
El rey en su alegría a b a n d o n ó el asiento y gracias le con alegría.
dió p o r su p r o n t o regreso la h e r m o s a B r u n e q u i l d a . Asi les
p r e g u n t ó á los m e n s a j e r o s : « ¿ C ó m o está S i g f r i d o , de quien
he recibido t a n t o s pruebas de cariño ?» _
El f u e r t e G e r e r e s p o n d i ó : «Se p u s i e r o n rojos de alegría
él y vuestra h e r m a n a . N u n c a u n h o m b r e e n v i ó á s u s
a m i g o s palabras t a n cordiales c o m o las q u e á vos e n v í a n
Sigfrido y su p a d r e . »
La rica esposa del r e y dijo al m a r g r a v e : « D e c i d m e ,
¿ c ó m o está C r i m i l d a ? Su h e r m o s o c u e r p o conserva los
e n c a n t o s q u e t a n t o l l a m a b a n la a t e n c i ó n ?» El le r e s p o n -
d i ó : « Ella v e n d r á e n c o m p a ñ í a de m u c h o s h é r o e s . »
U t a r o g ó á los m e n s a j e r o s q u e f u e r a n d o n d e ella estaba.
H u b i e r a n podido adivinarse sus p r e g u n t a s sin esperar lo
q u e quería saber. « ¿ Está C r i m i l d a b u e n a í ¿ c o m o la h a -
béis e n c o n t r a d o ? ¿ tardará m u c h o s dias en venir ? » _
N o o c u l t a r o n n a d a e n el palacio de lo q u e en t r a j e s y
LOS NIBELUNGOS

Ella m a n d o a s u s doncellas y m u j e r e s q u e buscaran


hermosos t r a j e s , los m á s ricos, p a r a q u e su a c o m p a ñ a -
m i e n t o se vistiera en h o n o r de los h u é s p e d e s : ü
F 111
cieron c o n g r a n v o l u n t a d .
XIII.
Con g r a n precipitación venían á ofrecer sus servicio*
las gentes de G u n t e r : e n v i ó á buscar á todos sus ^ í í e !

DE COMO FUERON Á LA FIESTA DE LA CORTE.

L ERO n o nos ocupemos de todas estas tareas y


i d i g a m o s c o m o la señora C r i m i l d a c o n sus da-
t J | ¡ j § 3 m a s f u é á las orillas del R h i n , desde el país de
« a s f i ^ ' l t los N i b e l u n g o s . N u n c a los caballos habían trans-
p o r t a d o t a n h e r m o s o s vestidos.
E n v i a r o n d e l a n t e m u c h a s bestias c o n los cofres. Sigfrido
el valiente cabalgaba con sus amigos y t a m b i é n la reina
brillando e n t o d o s la a l e g r í a : después v i n i e r o n para su
c o n g o j a m u c h o s pesares. '
H a b í a n d e j a d o en su país al hijo de Sigirido y de C r i -
m i l d a su e s p o s a , p u e s n o podía ser de o t r o m o d o . D e
aquella fiesta resultó para ellos g r a n d í s i m o p e s a r ; el n i ñ o
n o volvió á ver ni á su p a d r e n i á su m a d r e .
C o n ellos c a m i n a b a t a m b i é n el p o d e r o s o r e y S i g e m u n -
d o . Si h u b i e r a sabido lo q u e iba á s u c e d e r , n o los hubiera
a c o m p a ñ a d o á la fiesta.: n u n c a p u d o esperar tan g r a n des-
gracia para aquellos á quienes m á s quería.
E n v i a r o n m e n s a j e r o s p a r a a n u n c i a r su llegada. G r a n
n ú m e r o de a m i g o s de U t a y del rey G u n t e r salieron á su
e n c u e n t r o . El jefe se apresuraba para salir á recibir á sus
huéspedes.
SesLaueridn?l?ÍnÓ vestida. A los hués-
F u é á d o n d e B r u n e q u i l d a estaba s e n t a d a . « ¿ D e la m i s - pedes queridos hicieron m u c h a s s a l u t a c i o n e s .
m a m a n e r a que m i h e r m a n a te recibió , n o la recibirás tú
l o s ^ L S Í f p ^ f e S t a d ? n e S d e a I e § r í a recihieron á
c u a n d o llegue al país? » « L o h a r é c o n g u s t o », r e s p o n d i o q U C
re i l d ó t n l i a
£ S e ñ ° r a C r i m i l d a > n o había
ella , « pues les estoy m u y agradecida.» Bo < . ó t n V l B r u n e q u i | d a , c u a n d o llegó al país de
El p o d e r o s o r e y c o n t i n u ó : « L l e g a n m a ñ a n a t e m p r a n o : s o r g o n a . D i c h o s o s f u e r o n t o d o s los q u e vivían.
si quieres recibirlos es m e n e s t e r q u e n o s a p r e s u r e m o s para Ue aquí que llega Sigfrido c o n su tropa de señores. P o r
q u e n o lleguen á la ciudad antes de v e r n o s : n u n c a h e 8
recibido á h u é s p e d á quien quiera t a n t o . »
todas partes e n la l l a n u r a , se veían cabalgar a l o s héroes C o n s u m a alegría p e n e t r a r o n e n los salones del palacio
en n u m e r o s o s g r u p o s . N a d i e p o d í a librarse de la m u l t i t u d 1 or todas partes se veían sobre las m o n t u r a s m u j e r e s rica-
n i del p o l v o . . c . ..
m e n t e vestidas m a n t i l l a s airosas m u y bien a d o r n a d a s -
C u a n d o el jefe del país vió a Sigfrido y al rey Sige- ios h o m b r e s de G u n t e r a v a n z a r o n .
m u n d o , les dijo en t o n o afectuoso : « Seáis m u y bien v e - I n m e d i a t a m e n t e llevaron á los huéspedes á sus a p o s e n -
n i d o s p o r m í y p o r mis a m i g o s ; orgullosos y felices nos tos. E n t r e t a n t o B r u n e q u i l d a n o dejaba de echar m i r a d a s
s e n t i m o s de v u e s t r o v i a j e á n u e s t r a corte.» a C n m i l d a , q u e estaba m u y bella. C o n el brillo del o r o
luchaba el e s p l e n d o r de sus colores
« Q u e D i o s os lo r e c o m p e n s e », dijo S i g e m u n d o , aquel
h o m b r e h o n r a d o . « D e s d e q u e m i hijo Sigfrido se hizo P o r todas partes en la ciudad de W o r m s , se o í a n los
vuestro a m i g o , t e n í a e n el a l m a el deseo de c o n o c e r o s . » gritos de alegría de los g u e r r e r o s . G u n t e r m a n d ó á D a n k -
El rey G u n t e r le r e s p o n d i ó : « Esa alegría m e h a sido o t o i - w a r t , su a p o s e n t a d o r , q u e tuviera cuidado de ellos - éste-
se o c u p o i n m e d i a t a m e n t e en buscarles a l o j a m i e n t o s .
ga
s t g f r i d o , s e g ú n le c o r r e s p o n d í a , f u é recibido c o n los En las habitaciones y al aire libre se les servía de co-
m á s g r a n d e s h o n o r e s ; n a d i e lo quería m a l . G r a n d e acti- m e r ; n u n c a h u b o h u é s p e d e s m e j o r t r a t a d o s . L o q u e cada
v i d a d d e s p l e g a r o n Geiselher y G e r n o t ; n u n c a h u é s p e d e s cual deseaba le era o t o r g a d o : tan rico era el r e y , q u e nadie
f u e r o n recibidos de u n a m a n e r a tan cordial. tuvo q u e sufrir u n a negativa.
Las m u j e r e s de u n o y o t r o rey se a p r o x i m a r o n . I o d o s Servíanlos c o n la m a y o r afección sin n i n g u n a mezcla
se a p r e s u r a r o n á dejar las m o n t u r a s y m u c h a s h e r m o s a s de o d i o . El rey se s e n t ó a la m e s a c o n sus h u é s p e d e s • y
m u j e r e s q u e d a r o n á pié sobre el césped. Para ofrecer s e r - se rogo a S i g f r i d o q u e o c u p a r a el asiento q u e tenía a n t e s
vicios á las d a m a s , se m a n i f e s t a b a n infatigables L o n el f u e r o n a t o m a r sitio m u c h o s h o m b r e s valientes
Las dos reinas se abrazaron y sus graciosos saludos ale- Doscientos g u e r r e r o s estaban sentados á la m e s a f o r -
g r a r o n á m u c h o s caballeros. Allí se veían m u c h o s g u e r r e - m a n d o circulo. L a reina B r u n e q u i l d a p e n s a b a que n o h a -
ros que n o se descuidaban e n servir á las m u j e r e s . bía nadie tan rico c o m o su vasallo. Sin e m b a r g o , lo quería
4
Los n o b l e s del a c o m p a ñ a m i e n t o se e s t r e c h a r o n las m a - aun m u c h o p a r a desearle d a ñ o .
n o s ; á t o d o s causaba g r a n d e alegría ver el c a m b i o de E n aquella n o c h e q u e el r e y presidía el b a n q u e t e , m á s
saludos y besos que h a c í a n las m u j e r e s . L o m i s m o a los de u n rico t r a j e q u e d ó m a n c h a d o de v i n o . Los c o p e r a s
h o m b r e s d e Sigfrido q u e á los de G u n t e r . _ . t e m a n q u e a c u d i r á todas las m e s a s , el servicio se hacía
N o se d e t u v i e r o n allí m u c h o t i e m p o y c a m i n a r o n hacia con g r a n d í s i m a actividad.
la ciudad. E l jefe m a n d ó q u e se m a n i f e s t a r a a los h u e s - C u a n d o la fiesta h u b o d u r a d o m u c h o , se a c o n s e j ó á las
pedes el placer c o n q u e se los recibía en B o r g o n a . A n t e damas y doncellas que f u e r a n á reposar. D e c u a l q u i e r
las jóvenes se e j e c u t ó m á s de u n t o r n e o . pais q u e f u e r a n , el r e y e s t u v o a m a b l e c o n ellos : todos
fueron tratados c o n s u m o h o n o r .
H a ° e n de T r o n e j a y t a m b i é n O r t e w e i n , m a n i f e s t a r o n
allí todo su v i g o r . N a d i e se atrevía á desobedecer las or- Al t e r m i n a r la n o c h e , c u a n d o a p u n t a b a el d í a , de los
d e n e s q u e d a b a n , é hicieron m u c h o s favores a los hues- cofres de viaje sacaron las m u j e r e s m u c h o s v e s t i d o s , en los
que estaban engarzadas piedras preciosas. P r e p a r a r o n así
pedes q u e r i d o s . , ,
muchos s u n t u o s o s trajes.
D e l a n t e de la p u e r t a de la ciudad se oía r e s o n a r ios es-
A n t e s de q u e f u e r a día claro aparecieron e n el salón
c u d o s al recibir c h o q u e s y golpes. L a r g o t i e m p o e m p l e a r o n m u c h o s caballeros y escuderos. Se e s c u c h a b a n los t o q u e s
e n esto el jefe y sus h u é s p e d e s , a n t e s de pasar a otra cosa. de la misa q u e c a n t a b a n p o r el rey. M u c h o s jóvenes g u e -
E n estas diversiones se e n t r e t e n í a el t i e m p o agradable- rreros f u e r o n a ella y el rey les d i ó las gracias.
mente.
La r e m a p e n s a b a : « N o p u e d o esperar m á s A u n a u e
m e cueste g r a n pena- Crimilda n o n o s hace saber p o r o r ó
d u r a n t e t a n t o t i e m p o , su m a r i d o , q u e es n u e s t r o vasallo
| E allí se dejaba oír el g r a n r u i d o
de los sones de las t r o m p a s : el
r u m o r de las flautas y de las t r o m -
petas era tan g r a n d e , que W o r m s ,
a u n s i e n d o t a n extensa, r e t e m b l a b a
t o d a . P o r todas partes se veían ve-
nir á caballo los fuertes héroes.
E n el c a m p o c o m e n z ó un ani-
m a d o t o r n e o e n t r e varios caballe-
ros ; eran m u c h o s y los j ó v e n e s
c o r a z o n e s se s e n t í a n a n i m a d o s .
XIV
Bajo los escudos se veían brillar
m u c h o s y m u y b u e n o s caballe-
ros.
S e n t a d a s en las v e n t a n a s estaban COMO SURGIÓ LA CUESTIÓN ENTRE LAS DOS REINAS.
las distinguidas m u j e r e s y las h e r -
mosas jóvenes presenciando las
fiestas de a q u e l l o s f u e r t e s h o m b r e s ,
ataviados c o n s u n t u o s o s trajes. El dla
, a n t e s d e a p e r a s , los g u e r r e r o s m o v í a n
jefe con sus amigos c o m e n z ó t a m - g r a n a l b o r o t o en el patio del palacio. Para pasar
bién á cabalgar. el t i e m p o , se e n t r e t e n í a n e n juegos caballerescos
D e este m o d o n o se les hacía Ud 56 a oI at
largo el t i e m p o . Se e s c u c h a r o n so- Sentidle'1 § P i o P ^ a verlos,
u n a
sas re n a , Junra f otra estaban las dos p o d e r o -
n a r todas las c a m p a n a s de la pate- mL?' ? P a s a b a n en los dos h é r o e s tan d i g n o s de ad-
dral. Las m u j e r e s m o n t a r o n á ca- miración L a h e r m o s a Crimilda d i j o : « T e n g o u n esposo á
ballo y p a r t i e r o n ; a c o m p a ñ a n d o á deben an 6Star S
las n o b l e s r e i n a s , iban m u c h o s esTp£ ' °metÍdaS riS de
fuertes h o m b r e s . L
der ?,n,V° ra B r U n e q U Í
i d a l e re
s p o n d i ó : «Eso podría suce-
E c h a r o n pié á tierra a n t e la igle- CUand tÚ
tanto cmp r f ° y é I v i v i e r a i s s o l o s > p e r o en
sia. T o d a v í a B r u n e q u i l d a n o sentía £r 1Va C a S e a i e a n t e 110
o d i o n i n g u n o . L l e v a n d o la c o r o n a Crin M I r ' ? ! ' PLiede suceder.»
Crimilda e replicó : «Mira hacia allá a b a j o , c o m o él se
e n t r a r o n en la a n c h a n a y e ; desde ade a n t a m a j e s t u o s a m e n t e delante de los d e m á s g u e r r t o s
este p u n t o el a m o r se t r o c ó en u n h o r r o r o s o o d i o . a s ^ e j a n z a de la l u n a brillante e n t r e las estrelfas Con
n
D e s p u é s de oída la m i s a , volvieron c o n la m i s m a p o m - razón y o m e siento orgullosa. »
pa. Llenas de alegría se dirigieron á la m e s a del r e y : su q u e s e a n T I d a ! e d j ' ° u : « P o r r o g a n t e , leal y h e r m o s o
alegría n o se i n t e r r u m p i ó e n t o d a la fiesta, hasta el u n d é - que sea tu m a n d o , debes a n t e p o n e r á tu h e r m a n o G u n t e r
c i m o día.
La reina p e n s a b a : « N o p u e d o esperar m á s Aúneme
m e cueste g r a n pena- Crimilda n o n o s hace saber p o r c i é
d u r a n t e t a n t o t i e m p o , su m a r i d o , q u e es n u e s t r o vasallo
| E allí se dejaba oír el g r a n r u i d o
de los sones de las t r o m p a s : el
r u m o r de las flautas y de las t r o m -
petas era tan g r a n d e , que W o r m s ,
a u n s i e n d o t a n extensa, r e t e m b l a b a
t o d a . P o r todas partes se veían ve-
nir á caballo los fuertes héroes.
E n el c a m p o c o m e n z ó un ani-
m a d o t o r n e o e n t r e varios caballe-
ros ; eran m u c h o s y los jóvenes
c o r a z o n e s se s e n t í a n a n i m a d o s .
XIV
Bajo los escudos se veían brillar
m u c h o s y m u y b u e n o s caballe-
ros.
S e n t a d a s en las v e n t a n a s estaban COMO SURGIÓ LA CUESTIÓN ENTRE LAS DOS REINAS.
las distinguidas m u j e r e s y las h e r -
mosas jóvenes presenciando las
fiestas de a q u e l l o s f u e r t e s h o m b r e s ,
ataviados c o n s u n t u o s o s trajes. El dla
> a n t e s d e e s p e r a s , los g u e r r e r o s m o v í a n
jefe con sus amigos c o m e n z ó t a m - g r a n a l b o r o t o en el patio del palacio. Para pasar
bién á cabalgar. el t i e m p o , se e n t r e t e n í a n e n juegos caballerescos
D e este m o d o n o se les hacía Ud 56
largo el t i e m p o . Se e s c u c h a r o n so- SenrnH J l ^ b í a a g o I P a d ° P ^ a verlos,
u n a
sas re J u n í a a ^ otra estaban las dos p o d e r o -
n a r todas las c a m p a n a s de la c a t e - rnL?' ? P a s a b a n en los dos h é r o e s tan d i g n o s de ad-
dral. Las m u j e r e s m o n t a r o n á ca- m i r a c o n L a h e r m o s a Crimilda d i j o : « T e n g o u n esposo á
ballo y p a r t i e r o n ; a c o m p a ñ a n d o á deben an 6Star SOmetÍ
las n o b l e s r e i n a s , iban m u c h o s esTp£ ' ^S "ierS de
fuertes h o m b r e s . L
der ?,n,V° ra B r u n e
ñ I d a le
respondió : «Eso podría suce-
E c h a r o n pié á tierra a n t e la igle- CUand tÚ y
éI v i v i e r a i s solos
ti t T í ° > P e r o en
sia. T o d a v í a B r u n e q u i l d a n o sentía £r 1Va S e a i e a n t e 110 Liedc
o d i o n i n g u n o . L l e v a n d o la c o r o n a Crin M I r ' : ' P suceder.»
Crimfida e replicó : «Mira hacia allá a b a j o , c o m o él se
e n t r a r o n en la a n c h a n a v e ; desde adelanta m a j e s t u o s a m e n t e delante de los d e m á s g u e r r t o s
este p u n t o el a m o r se t r o c ó en u n h o r r o r o s o o d i o . ^ s e m e j a n z a de la l u n a brillante e n t r e las estrelfas Con
n
D e s p u é s de oída la m i s a , volvieron c o n la m i s m a p o m - razón y o m e siento orgullosa. »
pa. Llenas de alegría se dirigieron á la m e s a del r e y : su q u e s e í T I d a ! e d j ' ° u : « P o r e r o g a n t e , leal y h e r m o s o
alegría n o se i n t e r r u m p i ó e n t o d a la fiesta, hasta el u n d é - que sea tu m a n d o , debes a n t e p o n e r á tu h e r m a n o G u n t e r
c i m o dia.
el h é r o e , tu n o b l e h e r m a n o . Debes saber q u e é s t e , sin «Menester es que h o y m i s m o veas q u e s o y n o b l e y libre
réplica n i n g u n a , d e b e p r e c e d e r á t o d o s los reyes. » y que m i m a n d o goza de m a y o r consideración q u e el t u y o
E n este a s u n t o n o q u i e r o sufrir u l t r a j e . H o y m i s m o verás
C r i m i l d a dijo á su vez : «Es t a n d i g n o de afecto m i e s p o -
q u e la esposa de tu vasallo
so q u e n o lo he alabado sin m o t i v o . G r a n d e es su g l o r i a
en m u c h a s c o s a s , ¿ n o lo crees tú así B r u n e q u i l d a ? Pol- m a r c h a en la corte a n t e t o d o s los h é r o e s del país de
lo m e n o s es igual á G u n t e r . » Borgona. Q u i e r o p r o b a r q u e m i dignidad es m á s elevada
que la de n i n g u n a esposa de rey q u e h a y a llevado c o r o n a . »
« M e n e s t e r es C r i m i l d a q u e n o c o m p r e n d a s m a l lo q u e
E n t r e las dos m u j e r e s se había l e v a n t a d o u n odio f u r i o s o .
te digo, pues n a d a h a sido c o n mala i n t e n c i ó n . O í decir a
a m b o s el día e n q u e vi al rey p o r p r i m e r a vez , en el día Brunequilda le r e s p o n d i ó e n s e g u i d a : « S i n o quieres
en que se c u m p l i ó su deseo de t o m a r m e p o r m u j e r aparecer c o m o vasalla m í a , debes separarte c o n tus m u j e -
res de m i a c o m p a ñ a m i e n t o , c u a n d o v a y a m o s a l a catedral »
en el q u e c o n q u i s t ó m i a m o r de u n a m a n e r a t a n c a b a -
« P o r m i fe » c o n t e s t ó C r i m i l d a «así se h a r á . »
lleresca , q u e Sigfrido n o era m á s q u e u n vasallo del r e y :
« A vestirse mis d a m a s » añadió Crimilda : « es m e n e s -
p o r esto lo h e c o n s i d e r a d o t a m b i é n c o m o m í o . » L a h e r -
ter q u e m i dignidad aparezca h o y sin d e s h o n o r ; m e n e s t e r
m o s a C r i m i l d a le d i j o : « E n tal caso h u b i e r a y o sufrido
es que mostréis t e n e r b u e n o s vestidos. Asi se vea obligada
grave daño. »
a d e s m e n t i r lo q u e m e h a dicho. »
«De q u e m o d o m i s n o b l e s h e r m a n o s h u b i e r a n c o n s e n t i -
Fácil era de obedecer s e m e j a n t e m a n d a t o : ellas busca-
do en v e r m e de este m o d o m u j e r de u n vasallo. Y o te
ron sus m á s ricos vestidos. M a g n í f i c a m e n t e ataviadas apa-
pido , B r u n e q u i l d a , a m i s t o s a m e n t e , q u e dejes de hablar
recieron m u j e r e s y doncellas. A v a n z ó c o n su a c o m p a ñ a -
a s í , p o r la b u e n a y en gracia á m i c a r i ñ o . »
miento la n o b l e esposa del p r í n c i p e ; t a m b i é n estaba
La r e i n a r e s p o n d i ó : « D e n i n g u n a m a n e r a lo h a r é :
s u n t u o s a m e n t e a d o r n a d o el h e r m o s o c u e r p o de C r i m i l d a .
¿ c ó m o he de prescindir del servicio personal de t a n t o s ca-
balleros c o m o n o s están s o m e t i d o s , c o n el h é r o e , p o r C u a r e n t a y. tres vírgenes que había llevado á las ori-
llas del R h i n la a c o m p a ñ a b a n : llevaban ricas telas tejidas
derecho de vasallaje ? » C r i m i l d a la h e r m o s a c o m e n z o a
en la Arabia. D e tal m a n e r a , las jóvenes se dirigieron á la
sentirse f u e r t e m e n t e irritada.
catedral. Los guerreros de Sigfrido las a g u a r d a b a n delante
« P u e d e s desde l ú e g o r e n u n c i a r á ello, pues j a m a s lo v e -
del palacio.
rás á tu servicio. Él está m u c h o m a s alto q u e m i h e r m a n o
Las g e n t e s m a n i f e s t a b a n extrañeza p o r lo que ocurría.
G u n t e r , el n o b l e h é r o e . D e j a r á s p u e s de decir l o q u e de
Veían á las dos reinas separadas c a m i n a n d o la u n a d i s t a n -
tu boca he o í d o . . te de la otra y n o juntas c o m o era c o s t u m b r e . D e s p u é s de
« E x t r a ñ o p o r d e m á s m e parece , q u e si es tu vasallo, aquello m á s de u n g u e r r e r o e x p e r i m e n t ó i n q u i e t u d y sufrió
q u e si sobre los dos tienes t a n alto p o d e r í o , te h a y a s privado desgracia.
d u r a n t e t a n t o t i e m p o del t r i b u t o de n u e s t r o s servicios.
M u c h o m e hace sufrir tu i m p e r t i n e n c i a , n o sin m o t i v o . Delante de la catedral estaba p a r a d a la esposa del rey
G u n t e r . M u c h o s caballeros e x p e r i m e n t a b a n g r a n placer
« M u y altiva te p o n e s » le replicó la r e i n a . A h o r a quiero
c o n t e m p l a n d o á las h e r m o s a s m u j e r e s . P e r o mirad c o m o
v e r si rendirá t a n t o s h o n o r e s á tu p e r s o n a c o m o á la m í a . »
se acerca la n o b l e Crimilda c o n m u y n o t a b l e séquito.
Las m u j e r e s se s e n t í a n a m b a s poseídas de la m a y o r cólera.
Crimilda dijo á su vez: « P u e s b i e n , lo v e r e m o s : y a q u e C u a n t o en t r a j e p u d o llevar la hija de un n o b l e c a b a -
llero, era u n soplo si se c o m p a r a c o n los que llevaban las
te has a t r e v i d o á s o s t e n e r q u e m i Sigfrido es u n vasallo ,
de su a c o m p a ñ a m i e n t o . Ella t a m b i é n llevaba s o b r e sí, t a n -
los guerreros de a m b o s reyes decidirán h o y si debo e n -
tas riquezas, que treinta esposas de reyes n o h u b i e r a n p o -
t r a r en la iglesia antes q u e la r e i n a .
dido ostentarlas.
. A u n q u e de i n t e n t o se h u b i e r a q u e r i d o , n o se habría p o -
dido decir q u e se h a b í a n llevado trajes tan ricos c o m o
aquellos que llevaban. Sin el deseo de mortificar á B r u n e -
quiída , n o le habría d a d o t a n t a i m p o r t a n c i a C r i m i l d a .
L l e g a r o n juntas ante la c a t e d r a l : la señora de la casa del
r e y , m o v i d a p o r la furiosa c ó l e r a , m a n d ó á C r i m i l d a q u e
se detuviera. « A n t e la esposa de u n rey n o se debe p o n e r
la m u j e r de u n vasallo. »
Así le c o n t e s t ó la h e r m o s a Crimilda , a n i m a d a p o r el
f u r o r . « Mejor f u e r a para tí h a b e r t e callado. T ú has
d e s h o n r a d o t u h e r m o s o c u e r p o : ¿ c ó m o la c o n c u b i n a de
u n h o m b r e puede llegar á ser esposa de u n r e y ? »
« ¿ A quién has l l a m a d o aquí c o n c u b i n a ? » p r e g u n t ó la
esposa del rey. « A t í » , r e s p o n d i ó C r i m i l d a « t ú h e r m o s o
c u e r p o lo ha poseído p r i m e r o S i g f r i d o , m i a m a d o e s p o -
so : n o es m i h e r m a n o q u i e n te h a h a l l a d o v i r g e n . »
« ¿ D ó n d e estaba tu espíritu? ¿ Es p o r criminal capricho
p o r lo q u e t e dejabas p o s e e r del q u e era tu vasallo ? C o n
r a z ó n » siguió C r i m i l d a « te quieres q u e j a r de lo q u e digo.»
« P o r m i h o n o r » replicó B r u n e q u i l d a « t o d o esto lo diré
á Gunter.»
« ¿ Q u é m e i m p o r t a á m í ? T u o r g u l l o te ha e n g a ñ a d o :
e n tu discurso m e has p u e s t o c o m o vasalla t u y a . C o n ello
m e has inferido u n a h e r i d a que m e d u r a r á t o d a la v i d a :
j a m á s te o t o r g a r é ni m i afecto, ni m i confianza. »
B r u n e q u i l d a r o m p i ó á llorar : C r i m i l d a pasó d e l a n t e y
e n t r ó e n la catedral c o n su a c o m p a ñ a m i e n t o p r i m e r o que
la esposa del rey. El odio se hizo m a y o r . Más^ de u n o s
ojos alegres vertieron l á g r i m a s p o r aquella cuestión.
P o r m á s q u e se servía á Dios y se cantaba e n h o n o r
s u y o , á B r u n e q u i l d a le pareció el t i e m p o m u y largo.
Sentía abatido el c u e r p o y el espíritu : p o r esto t e n í a n
q u e ser víctimas m u c h o s g u e r r e r o s f u e r t e s y b u e n o s .
B r u n e q u i l d a c o n las de su a c o m p a ñ a m i e n t o , se coloca-
r o n delante de la catedral.. Ella pensaba « C r i m i l d a tiene
q u e decirme p o r q u e m e h a u l t r a j a d o la orgullosa m u j e r :
si.se ha alabado e n v e r d a d , le costará vida y c u e r p o . »
Se acerca la n o b l e C r i m i l d a c o n m u c h o s f u e r t e s guerre-
ros. Así le d i j o la señora B r u n e q u i l d a . « D e t e n t e aquí. T ú
LOS n t b e l u ñ g o s 123

m e has l l a m a d o c o n c u b i n a ; d e m u é s t r a m e l o ; t u s palabras
m e h a n h e r i d o , n o debes i g n o r a r l o . »
La h e r m o s a Crimilda le r e s p o n d i ó : « ¿ P o r q u é n o m e
dejas pasar ? Y o J o p r u e b o c o n este anillo de o r o q u e llevo
en la m a n o . Sigfrido m e lo trajo después de la n o c h e q u e
pasó contigo. » N u n c a h u b o para B r u n e q u i l d a u n día m á s
funesto.
Ella le d i j o : Ese n o b l e anillo de o r o m e h a sido r o b a -
d o ; hace m u c h o t i e m p o m e lo ocultan m a l v a d a m e n t e . »
Aquellas m u j e r e s se s e n t í a n a m b a s arrastradas p o r u n a có-
lera m u y g r a n d e .
Crimilda le dijo á su vez : «Yo n o q u i e r o pasar p o r u n a
ladrona. M e j o r h u b i e r a s h e c h o en callarte, si t a n t o estimas
tu h o n o r : p r u e b o c o n este c i n t u r o n q u e ajusta m i talle
que no m i e n t o . Sigfrido h a sido tu a m a n t e . »
Llevaba u n c o r d o n de seda de N í n i v e c o n m u c h a s p i e -
dras p r e c i o s a s , q u e era m u y h e r m o s o . C u a n d o B r u ñ e - .
quilda lo vió, c o m e n z ó á llorar. F u é m e n e s t e r que G u n t e r
lo supiera y t o d o s los q u e c o n él estaban.
L a reina del país dijo : « H a c e d q u e v e n g a el rey del
R h i n ; q u i e r o decirle d e q u e m a n e r a m e ha u l t r a j a d o su
h e r m a n a . Ella h a dicho a n t e toda la g e n t e q u e h e sido
la a m a d a de Sigfrido.»
Llegó el r e y c o n sus guerreros , vió l l o r a n d o á su Bru-
nequilda y le dijo c o n d u l z u r a : « D i m e , esposa querida,
quien te h a inferido o f e n s a . » Así le contestó al r e y . «Con
razón estoy afligida. »
« T u h e r m a n a quiere d e s h o n r a r m e sin piedad y a n t e tí
m e q u e j o de e l l o , dice q u e su esposo Sigfrido h a sido
mi a m a n t e . » El rey G u n t e r c o n t e s t ó : « H a h e c h o m u y •
mal. »
« Ella trae aquí mi c i n t u r o n , q u e y o había perdido y m i
anillo de oro r o j o . Si n o p r o c u r a s q u e y o q u e d e libre de
esta a f r e n t a , s e ñ o r , n o te p o d r é a m a r n u n c a m á s . •>
El rey G u n t e r d i j o : « Q u e lo l l a m e n i n m e d i a t a m e n t e :
es m e n e s t e r saber si e n realidad se h a alabado de ello ó
que el h é r o e del N i d e r l a n d d e s m i e n t a el h e c h o . » El f u e r -
te Sigfrido f u é l l a m a d o e n el acto.
C u a n d o el h é r o e Sigfrido los vió tan descompuestos,
p o r que de aquello n o sabía n a d a , dijo c o n v e h e m e n c i a . T a m b i é n llegó Geiselher, el a r r o g a n t e hijo de Uta • al es-
« i P o r q u é l l o r a n estas m u j e r e s ? Q u i e r o saberlo : y t a m - cuchar sus r a z o n e s les dijo c o n lealtad :
bién , ¿ p o r q u é causa se m e h a l l a m a d o á m í ? » « ¡ O h ! buenos g u e r r e r o s , ¿ p o r q u é vais á hacer eso ?
Así le c o n t e s t ó el rey G u n t e r : « Siento g r a n d o l o r e n b i g f n d o 110 m e r e c e u n odio tal que sea necesario quitarle
m i c o r a z ó n . Mi esposa , la s e ñ o r a B r u n e q u i l d a , m e da la vida y cuerpo. L a m e n o r ofensa excita el o d i o de las
noticia de q u e te has alabado de ser su p r i m e r a m a n t e . esposas. »
Así l o sostiene tu esposa la s e ñ o r a Crimilda : ¿ g u e r r e r o , « ¿ A c a t a r e m o s á bastardos ? p r e g u n t ó H a g e n : de esto
has h e c h o tú eso ? » no resultara h o n o r n i n g u n o p a r a m u c h o s g u e r r e r o s . P o r
« N u n c a lo he h e c h o » r e s p o n d i ó Sigfrido « y si ella lo c u a n t o él se ha alabado de m i a m a d a reina , m e n e s t e r es
h a d i c h o , y o le h a r é c o m p r e n d e r q u e n u n c a l o debió darle m u e r t e ó que y o perezca.»
decir y quiero p r o b a r t e , señor , c o n m i m á s sagrado j u r a - El rey m i s m o d i j o : « N a d a n o s h a h e c h o él, q u e n o sea
m e n t o , a n t e t o d o s estos g u e r r e r o s , que j a m á s dije s e m e - p o r nuestro bien y n u e s t r a g l o r i a : d e j é m o s l e la vida ; O u é
j a n t e cosa. » os parecería si y o odiase á ese g u e r r e r o ? S i e m p r e n ¿ s ha
r
El príncipe del R h i n dijo : « H á z m e l o saber de ese m o - sido fiel.»
d o . El j u r a m e n t o q u e tú m e ofreces prestar será causa de Así h a b l ó el h é r o e de M e t z , el s e ñ o r O r t e w e i n : « D e
q u e aleje de m i t o d a sospecha de q u e m i e n t e s . » Los Bor- nada le podrá servir su g r a n fuerza. Si m e lo p e r m i t í s yo
g o ñ o n e s se a g r u p a r o n t o d o s f o r m a n d o u n círculo. le causare t o d o el m a l posible. » D e s d e e n t o n c e s los c e -
El f u e r t e Sigfrido l e v a n t ó la m a n o en señal de j u r a m e n - rreros f u e r o n e n e m i g o s s u y o s , sin razón n i n g u n a . °
to. El rico rey dijo : « T u c o m p l e t a i n o c e n c i a m e ha sido JNaaie volvió á p e n s a r en ello sino H a g e n q u e con f r e -
p e r f e c t a m e n t e d e m o s t r a d a : Q u e d o c o n v e n c i d o de q u e tú cuencia decía á G u n t e r q u e si Sigfrido dejara de vivir él
n o has dicho lo q u e C r i m i l d a a f i r m a . » tendría bajo su p o d e r m u c h o s reales d o m i n i o s . El héroe
El atrevido Sigfrido r e s p o n d i ó : « C a r o pagará el haber se t o r n o s o m b r í o .
afligido á tu h e r m o s a esposa, esto m e causa el m a s g r a n d e Q u e d ó así y de n u e v o c o m e n z a r o n los t o r n e o s . ¡ O h '
de los pesares.» L o s dos n o b l e s y f u e r t e s guerreros se m i - cuantas fuertes lanzas se r o m p i e r o n desde la catedral al
raron frente á frente. palacio delante de ,1a esposa de Sigfrido ! C o n g r a n des-
« D e b í a enseñárseles á las m u j e r e s , a ñ a d i ó Sigfrido el c o n t e n t o se veía á m u c h o s de los h o m b r e s de G u n t e r
h é r o e , á prescindir de rodas esas palabras i n s o l e n t e s . El rey d i j o : « D e j a d ese f u r o r sanguinario. Él ha nacido
P r o h í b e s e l o á tu e s p o s a , y o haré l o m i s m o c o n la m í a . para n u e s t r o h o n o r y n u e s t r o o r g u l l o ; si c o n su terrible
T a l i n c o n v e n i e n c i a m e causa h o n d a p e n a . » fuerza este h o m b r e maravilloso supiera v u e s t r o s designios
M u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s q u e d a r o n separadas, n o sin n o podríais resistirlo. »
r a z ó n . T a l era la aflicción de B r u n e q u i l d a , q u e m u c h o s de « En m a n e r a a l g u n a » , replicó H a g e n , » c o m o quieras
la g e n t e de G u n t e r sintieron p i e d a d . H a g e n de T r o n e j a se consentirlo p u e d o prepararlo t o d o s e c r e t a m e n t e . Él p a g a -
acercó á su r e i n a . ra la p e n a de B r u n e q u i l d a . P o r l o d e m á s , H a g e n será
L e p r e g u n t ó q u e t e n í a , p o r q u e la hallaba l l o r a n d o . Ella siempre u n e n e m i g o para él.»
le dió la noticia. Él le p r o m e t i ó l e v a n t a n d o la m a n o , q u e Así le p r e g u n t ó el rey G u n t e r : « ¿ C ó m o p u e d e conseguir-
el esposo de C r i m i l d a sufriría la p e n a , ó n u n c a él se había se eso .j» I n m e d i a t a m e n t e , le r e s p o n d i ó H a g e n . « V o y á
de e n t r e g a r á la alegría. decíroslo: n o s o t r o s h a r e m o s c a m i n a r p o r este país á u n o s
E n t a n t o p r o n u n c i a b a n estas palabras llegaron O r t e w e i n mensajeros q u e n o sean c o n o c i d o s y q u e v e n d r á n á d e -
y G e r n o t . Éstos héroes a c o r d a r o n la m u e r t e de Sigfrido. clararnos la g u e r r a . »
« Enseguida haréis saber á vuestros huéspedes q u e vais El r e y s i g u i ó el c o m p l o t c o n sus a m i g o s : H a g e n d e
á salir á la d e f e n s a c o n t o d a la g e n t e : y o c o n s e g u i r é el T r o n e j a n o le d e j a b a d e s c a n s a r . L o s fieles al r e y h u b i e r a n
m e d i o d e m a t a r l o y m e l o d a r á la m i s m a e s p o s a d e l f u e r t e q u e r i d o d a r l o t o d o al o l v i d o , p e r o H a g e n n o a b a n d o n a b a
guerrero. » por nada su proyecto.
El r e y s i g u i ó m a l v a d a m e n t e el c o n s e j o d e s u v a s a l l o . U n día S i g f r i d o los h a l l ó t r a t a n d o d e su t r a i c i ó n . El
Aquellos distinguidos caballeros c o m e n z a r o n á disponer héroe del Niderland c o m e n z ó á interrogarlos : « P o r q u é
la h o r r i b l e t r a i c i ó n sin q u e n a d i e l o s u p i e r a : el r e n c o r d e e s t á n t a n tristes el r e y y s u s g u e r r e r o s ? si a l g u n o os o f e n -
las dos m u j e r e s , h i z o q u e m u r i e r a n m u c h o s h é r o e s . d i o y o os a y u d a r é p a r a q u e t o d o s q u e d é i s v e n g a d o s . »
El r e y G u n t e r d i j o : « E s t o y p e s a r o s o y n o sin m o t i v o .
Ludegero y Ludegasto m e h a n desafiado y quieren atacar
a m i país c o n u n e j é r c i t o . » El v a l i e n t e h é r o e r e s p o n d i ó
« h l brazo d e S i g f r i d o ,
O s ayudará c o n t r i b u y e n d o á vuestra gloria. Los trataré
de n u e v o c o m o la o t r a v e z . C o n v e r t i r é en desiertos s u s
c i u d a d e s y s u s c a m p o s , a n t e s de v o l v e r . O s r e s p o n d o c o n
DE COMO HICIERON TRAICIÓN Á SIGFRIDO. la c a b e z a . »
«Vos con vuestros guerreros permaneceréis aquí. Dejad
q u e y o c o n los m í o s salga al e n c u e n t r o del e n e m i g o , os
p r o b a r é c u a n d i s p u e s t o estoy á s e r v i r o s . S a b e d l o b i e n , y o
la c u a r t a m a ñ a n a , s e v i ó e n t r a r á t r e i n t a h o m - solo b a s t a r é p a r a q u e v u e s t r o s e n e m i g o s s u f r a n « r a v e
bres q u e c a m i n a b a n á caballo : a n u n c i a r o n á daño.» ^
j O p ^ y K G u n t e r el rico q u e i b a n á d e s a f i a r l o . E s t a m e n - « M u c h o m e a l e g r a n t u s p a l a b r a s » , le r e s p o n d i ó el r e y
tira, c a u s ó á las m u j e r e s g r a n d í s i m o d o l o r . c o m o si e n realidad se s i n t i e r a fovorecido p o r la a y u d a
O b t u v i e r o n a u d i e n c i a y se p r e s e n t a r o n a n t e la c o r t e . q u e le o f r e c í a n . E l t r a i d o r se i n c l i n ó p r o f u n d a m e n t e c o n
D i j e r o n q u e e r a n g e n t e s e n v i a d a s p o r L u d e g e r o , el m i s - falsía. El n o b l e S i g f r i d o le d i j o : « N o t e n g á i s c u i d a d o
m o al q u e la m a n o p o d e r o s a d e S i g f r i d o h a b í a v e n c i d o y ninguno.»
l l e v a d o p r i s i o n e r o al p a í s d e l r e y G u n t e r . C a b a l l e r o s y e s c u d e r o s se p r e p a r a r o n p a r a la e x p e d i c i ó n ,
E s t e s a l u d ó á los m e n s a j e r o s y l o s h i z o s e n t a r . U n o de si bien t o d o a q u e l l o era n o m á s q u e p a r a e n g a ñ a r á S i « -
ellos d i j o . « D e j a d q u e p e r m a n e z c a m o s de p i é , h a s t a q u e
a a T X T 1 ^ , S U y 0 S - 0 r d e n ó á l o s q u e c o n él h a b í a n v e n i -
d i g a m o s el m e n s a j e q u e os t r a e m o s : t e n é i s p o r e n e m i g o s , d o del N i d e r l a n d , q u e e s t u v i e r a n p r e p a r a d o s , y los g u e -
n o l o i g n o r é i s , á los h i j o s d e m u c h a s m a d r e s . r r e r o s d e S i g f r i d o d i s p u s i e r o n sus a p r e s t o s de g u e r r a
«Ludegasto y Ludegero, á los que en otro tiempo habéis Así d i j o el f u e r t e S i g f r i d o : « P a d r e m í o S i g e m u n d o ,
h e c h o s u f r i r g r a n d e s m a l e s , os d e s a f i a n . Q u i e r e n a t a c a r p e r m a n e c e d e n este país ; si D i o s n o s p r o t e j e , p r o n t o v o l -
v u e s t r o país c o n u n e j é r c i t o . » E l r e y c o m e n z ó á m a n i f e s - v e r e m o s á las orillas d e l R h i n . P e r m a n e c e d a q u í a l e g r e v
t a r s e i r r i t a d o c u a n d o s u p o tal n o t i c i a . c o n t e n t o al l a d o d e l r e y . »
H i c i e r o n q u e l o s falsos m e n s a j e r o s se r e t i r a r a n , á sus L o m i s m o q u e si f u e r a n á p a r t i r d e s p l e g a r o n las b a n d e -
a l o j a m i e n t o s . ¿ D e q u é m o d o n a d i e , ni S i g f r i d o , se h u b i e r a ras. H a b í a allí u n c r e c i d o n ú m e r o d e h o m b r e s d e G u n -
podido librar de aquellas maquinaciones ? P e r o m á s tarde ter q u e n o s a b í a n lo q u e había o c u r r i d o . U n g r a n n ú m e r o
el d o l o r f u é p a r a los q u e las h a b í a n p r e p a r a d o . de s e ñ o r e s r o d e a b a n á S i g f r i d o .

b;¡5ÜQTE£AÜÜVs&é

"AL?om
VS2'5 KÜNTgfiREY, M Ó t t C t
« E n s e g u i d a haréis saber á v u e s t r o s h u é s p e d e s q u e vais El rey siguió el c o m p l o t c o n sus a m i g o s : H a g e n de
á salir á la defensa c o n t o d a la g e n t e : y o c o n s e g u i r é el T r o n e j a n o le dejaba descansar. L o s fieles al rey h u b i e r a n
m e d i o de m a t a r l o y m e l o d a r á la m i s m a esposa del f u e r t e querido darlo t o d o al o l v i d o , p e r o H a g e n n o a b a n d o n a b a
guerrero. » p o r nada su p r o y e c t o .
El rey siguió m a l v a d a m e n t e el consejo de su vasallo. U n día Sigfrido los halló t r a t a n d o de su traición. El
Aquellos distinguidos caballeros c o m e n z a r o n á d i s p o n e r héroe del N i d e r l a n d c o m e n z ó á i n t e r r o g a r l o s : « P o r q u é
la horrible traición sin q u e n a d i e lo s u p i e r a : el r e n c o r de están t a n tristes el rey y sus g u e r r e r o s ? si a l g u n o os o f e n -
las dos m u j e r e s , hizo q u e m u r i e r a n m u c h o s h é r o e s . dio y o os a y u d a r é p a r a q u e t o d o s quedéis v e n g a d o s . »
El rey G u n t e r dijo : « E s t o y pesaroso y n o sin m o t i v o .
L u d e g e r o y L u d e g a s t o m e h a n desafiado y q u i e r e n atacar
a mi país c o n u n e j é r c i t o . » El valiente h é r o e r e s p o n d i ó
«L1 brazo de Sigfrido,
O s a y u d a r á c o n t r i b u y e n d o á vuestra gloria. Los trataré
de n u e v o c o m o la o t r a vez. C o n v e r t i r é en desiertos sus
ciudades y sus c a m p o s , antes de volver. O s r e s p o n d o c o n
DE COMO HICIERON TRAICIÓN Á SIGFRIDO. la cabeza.»
« V o s c o n vuestros g u e r r e r o s p e r m a n e c e r é i s a q u í . D e j a d
que y o c o n los m í o s salga al e n c u e n t r o del e n e m i g o , os
probaré cuan dispuesto estoy á serviros. S a b e d l o bien, y o
la cuarta m a ñ a n a , s e v i ó e n t r a r á t r e i n t a h o m - solo bastaré p a r a q u e v u e s t r o s e n e m i g o s s u f r a n «rave
bres q u e c a m i n a b a n á caballo : a n u n c i a r o n á daño.»
j O p ^ y K G u n t e r el rico q u e iban á desafiarlo. Esta m e n - « M u c h o m e alegran tus palabras » , le r e s p o n d i ó el rey
tira, causó á las m u j e r e s g r a n d í s i m o d o l o r . c o m o si en realidad se sintiera fovorecido p o r la a y u d a
O b t u v i e r o n audiencia y se p r e s e n t a r o n a n t e la corte. que le ofrecían. El t r a i d o r se i n c l i n ó p r o f u n d a m e n t e con
D i j e r o n q u e e r a n gentes enviadas p o r L u d e g e r o , el m i s - falsía. El n o b l e Sigfrido le d i j o : « N o tengáis c u i d a d o
m o al q u e la m a n o p o d e r o s a de Sigfrido había v e n c i d o y ninguno.»
llevado p r i s i o n e r o al país del rey G u n t e r . Caballeros y escuderos se p r e p a r a r o n p a r a la expedición,
Este saludó á los m e n s a j e r o s y l o s hizo s e n t a r . U n o de si bien t o d o aquello era n o m á s q u e p a r a e n g a ñ a r á S i « -
ellos d i j o . « D e j a d q u e p e r m a n e z c a m o s de p i é , hasta q u e a a T X T 1 ^ , S U y 0 S - 0 r d e n ó á l o s q u e c o n él habían veni-
d i g a m o s el m e n s a j e que os t r a e m o s : tenéis p o r e n e m i g o s , do del N i d e r l a n d , q u e e s t u v i e r a n p r e p a r a d o s , y los g u e -
n o lo ignoréis , á los h i j o s de m u c h a s m a d r e s . rreros de Sigfrido dispusieron sus aprestos de guerra.'"
«Ludegasto y L u d e g e r o , á los q u e en o t r o t i e m p o habéis Así dijo el fuerte Sigfrido : « P a d r e m í o S i g e m u n d o ,
h e c h o sufrir g r a n d e s m a l e s , os desafian. Q u i e r e n atacar p e r m a n e c e d en este país ; si D i o s n o s p r o t e j e , p r o n t o v o l -
v u e s t r o país c o n u n ejército.» El r e y c o m e n z ó á manifes- v e r e m o s á las orillas del R h i n . P e r m a n e c e d aquí alegre v
tarse i r r i t a d o c u a n d o s u p o tal noticia. c o n t e n t o al lado del r e y . »
H i c i e r o n q u e los falsos m e n s a j e r o s se retiraran, á sus L o m i s m o q u e si f u e r a n á partir desplegaron las b a n d e -
a l o j a m i e n t o s . ¿ D e q u é m o d o n a d i e , ni S i g f r i d o , se h u b i e r a ras. Había allí u n crecido n ú m e r o de h o m b r e s de G u n -
p o d i d o librar de aquellas m a q u i n a c i o n e s ? P e r o m á s tarde ter que n o sabían lo que había o c u r r i d o . U n g r a n n ú m e r o
el dolor f u é para los q u e las h a b í a n p r e p a r a d o . de señores r o d e a b a n á S i g f r i d o .

b;¡5ÜQTE£ASilVí^É
"al?om - • r t r
VS2'5 K Ü N T g f i R E Y , M Ó t t C t
S u j e t a r o n á los caballos yel- n a d i e pueda quitarle la v i d a , si n o se a b a n d o n a r a á su
m o s y c o r a z a s ; m u c h o s nobles excesivo a r d o r . D e este m o d o , siempre el b u e n o y esfor-
caballeros del país, se p r e p a r a - zado h é r o e , se hallaría f u e r a de peligro
r o n para m a r c h a r . H a g e n de «¿ O s figuráis s e ñ o r a » , p r e g u n t ó H a g e n , « q u e p u e d e n
T r o n e j a f u é á d ó n d e estaba herirlo ? D e c i d m e c ó m o y q u é m e d i o s d e b o o p o n e n Para
C r i m i l d a , para q u e le diera s u s librarlo de cualquier peligro cabalgaré siempre á su lado. »
ó r d e n e s , pues iba á a b a n d o - Ella r e s p p n d i o : « T ú eres de m i familia v yo de la t u v a
n a r el país. A tu lealtad confío al q u e a m o t a n t o , para que cu d S e
« F e l i c i d a d g r a n d e es p a r a m i querido esposo. , L e hizo c o n o c e r cosas q u e s i e m p r e
m í » dijo Crimilda « q u e haya debió t e n e r secretas. ^cuipc
podido conquistarme un hom- A ñ a d i ó : « M i esposo es bravo y f u e r t e t a m b i é n . C u a n d o
bre que sabe d e f e n d e r á m i s m a t o al d r a g ó n , al pié de la m o n t a ñ a , se bañó en su s a n a r e
b u e n o s a m i g o s , tan bien c o m o el esforzado h é r o e p o r esto en los c o m b a t e s n i n g ú n a r m a
0
m i señor Sigfrido socorre á m i s puede inferirle herida. »
h e r m a n o s : e s t o » a ñ a d i ó la , , < < S i n e m b a r g o , s i e m p r e q u e d o en c u i d a d o c u a n d o vá
r e i n a « m e hace dichosa. » a la g u e r r a y c u a n d o se e x p o n e á las lanzadas de los g u e -
« Querido amigo H a g e n , rreros, t e m o p o r m i esposo a m a d o . ¡Ah! ¡ g r a n cuidado he
p e n s a d q u e estoy dispuesta á tenido m u c h a s veces p o r Sigfrido !
serviros y q u e n u n c a fui e n e - « M i a m i g o q u e r i d o ; y o te diré p o r d o n d e p u e d e ser
miga vuestra. E n gracia á e s t o , ü e n d o m i a m a d o esposo, p o r q u e tú lo reservarás por tu fé
haced q u e p u e d a conservar á i e lo diré p o r q u e t e n g o confianza en tu afección »
m i q u e r i d o e s p o s o ; no debe él
b A -,¡anr° k C; Hente s a n r e d
! g e l d r a g ó n brotaba de
sufrir castigo p o r l o q u e y o he las heridas y el f u e r t e h é r o e se bañaba en ella , u n a g r a n d e
dicho á B r u n e q u i l d a . » hoja d e t i l o . c a y o e n t r e sus espaldas : en este sitio p u e d e
« M u y arrepentida estoy y a » , recibir herida : esto m e causa c u i d a d o y p e n a . »
a ñ a d i ó la n o b l e e s p o s a : « p o r H a g e n de T r o n e j a le dijo : « P o n e d en su vestido u n a
este m o t i v o él ha m a r t i r i z a d o pequeña señal para q u e y o sepa cuál es el sitio e n q u e
m u c h o m i c u e r p o ; su espíritu debo preservarle, m i e n t r a s d u r e el c o m b a t e . » Creía sal-
estaba c o n t r i s t a d o p o r q u e y o varlo y p r e p a r a b a ella su m u e r t e .
había dicho tales cosas, p e r o Ella le dijo : « C o n fina seda p o n d r é en, su t r a j e u n a
el f u e r t e y b u e n h é r o e , se h a
S S í f i ? Í e n a S 5 6 V e a " a l l í s e r á d o n d e tu heroica m a n o
vengado. » debe defender a m i m a n d o , c u a n d o la batalla sea m á s f u e r t e
Él le c o n t e s t ó ; «Vuestra r e - y c u a n d o en ella se p r e s e n t e el e n e m i g o . »
conciliación se h a r á p r o n t o en « L o h a r é c o m o lo d i c e s » , c o n t e s t ó H a g e n , « r e i n a
estos días. C r i m i l d a , a m a d a s e - querida m í a . » Ella creyó q u e le hablaba c o n ° t o d a s í n c e -
ñ o r a , d e c i d m e c o m o p u e d o ser- riaad y de esta m a n e r a hicieron traición al esposo de Cri-
viros c o n respecto á Sigfrido, n u e s t r o s e ñ o r . L o h a r é c o n mildíL H a g e n se despidió y m a r c h ó m u y c o n t e n t o .
m u c h o g u s t o , r e i n a , y n a d i e m e j o r que y o . » «<Que es lo q u e te h a dicho?» le p r e g u n t ó su s e ñ o r . «Si
«Perdería t o d o cuidado », dijo la n o b l e m u j e r « d e q u e podéis impedir q u e la expedición se realice, i r e m o s á u n a
cacería. ¿ P o d r é i s c o n s e g u i r que suceda a s í ? » « L o q u e tú
dices », le r e s p o n d i ó el r e y , « m e parece bien.» esnEolfSRgUÍd° e m p r e n d i ó el c a m i n o c o n su
esposa. H a g e n se apresuró á decir al rey c ó m o esperaba
L o s c o m p a ñ e r o s del rey estaban s u m a m e n t e satisfechos.
Me parece q u e n u n c a u n caballero p e n s ó tan g r a n traición r ^ ^ e N m g Ú n h0mbre lleVÓá
-b0 i ^ l -
c o m o aquella , m i e n t r a s la h e r m o s a r e i n a t e n i a confianza
Aquellos traidores p r e p a r a b a n su m u e r t e , todos lo s a -
en su lealtad. : Gei
s e l h e r y G e r n o t n o quisieron ir á la caza N o sé
P o r la m a ñ a n a t e m p r a n o , el h é r o e Sigfrido, s u m a m e n t e por que g r a n d e r e s e n t i m i e n t o n o se lo advirtieron de-
c o n t e n t o , e m p r e n d i ó el c a m i n o c o n mil de sus h o m b r e s . pués q u e d a r o n p e s a r o s o s . '
Iba á v e n g a r la ofensa hecha á sus a m i g o s . H a g e n c a m i -
naba junto á él e x a m i n a n d o su t r a j e .
C u a n d o llegaron m u y cerca de la Marca, envió secreta-
m e n t e á dos de sus h o m b r e s : debían llevar n u e v a s n o t i -
cias al país de G u n t e r ; q u e el señor L u d e g e r o p e r m a n e c í a
e n paz c o n el r e y . XVI.
¡ Q u é g r a n pesar causa á Sigfrido tenerse q u e volver
sin haber v e n g a d o la ofensa h e c h a á sus a m i g o s ! C o n
g r a n t r a b a j o le hicieron desistir los amigos de G u n t e r . Se DE COMO SIGFRIDO FUÉ ASESINADO.
dirigió en busca del r e y , el cual le dió las gracias.
« Q u e Dios os r e c o m p e n s e , a m i g o Sigfrido , a l m a ele-
vada , la b u e n a v o l u n t a d con q u e hacéis lo q u e y o os
m a n d o : s i e m p r e estaré dispuesto á serviros p o r lo q u e os tNTER y H a g e n , los g u e r r e r o s valerosos , cele-
d e b o . Más q u e en t o d o s m i s a m i g o s , confío e n vos.
braban c o n falsía una cacería e n la selva. C o n
« Y a q u e n o h e m o s p o d i d o hacer c o m b a t i r n u e s t r o
ejército, q u i e r o ir á cazar osos y jabalíes al W a s k e n w a l d e , sus lanzas aceradas, s i m u l a b a n perseguir los ja-
7 h a c e
c o m o c o n f r e c u e n c i a lo h a g o . » Este era el c o n s e j o de m á s atrevido ? " ' ' !«"*» '
H a g e n , de aquel h o m b r e desleal. m d l 0 S cami aba
« Dígase á t o d o s mis huéspedes q u e quiero emprender- J l j í ° t P S ¥ n d o , c o n altiva a r r o -
g a n a a . Llevaban víveres de todas clases. C e r c a de u n a
la m a r c h a p o r la m a ñ a n a m u y t e m p r a n o : q u e los q u e fresca f u e n t e debía p e r d e r la vida. Así lo había q u e r i d o
q u i e r a n v e n i r c o n m i g o , estén p r e p a r a d o s ; los q u e q u i e r a n 4
B r u n e q u i l d a la esposa del rey G u n t e r .
q u e d a r s e , que^se diviertan c o n las m u j e r e s ; así m e causa- El f u e r t e h é r o e fiié á d o n d e C r i m i l d a estaba. E n bestias
r á n alegría.» de carga arreglaron su e q u i p o de caza y el de sus c o m p a -
C o n altiva a r r o g a n c i a , dijo Sigfrido : « Si os gusta ir á neros : iban a pasar el R h i n . N u n c a C r i m i l d a había expe-
cazar os a c o m p a ñ a r é , c o n m u c h o g u s t o . P r e s t a d m e solo F
r i m e n t a d o pesar tan g r a n d e .
u n cazador y a l g u n o s p e r r o s . Así p o d r é c a m i n a r p o r e n t r e
J í S Ó k b í C a d e s u , e ^ o s o « n a d o . « Que Dios me con-
los abetos. » ceda, querida m í a , hallarte b u e n a y q u e así tus ojos m e
« ¿ Solo queréis u n o ? » le p r e g u n t ó el rey , « y o os vuelvan a ver : distráete con tus b u e n o s p a r i e n t e s ; y o n o
T
prestaré c o n m u c h o g u s t o c u a t r o q u e c o n o c e n perfecta- p u e d o p e r m a n e c e r aquí. »
m e n t e la selva y los s e n d e r o s p o r d o n d e v a n las fieras. N o Se a c o r d ó de la confianza q u e había t e n i d o c o n H a g e n ,
os d e j a r á n venir c o m o del destierro.» pero n o se lo quiso d e c i r . L a n o b l e reina c o m e n z ó ¿
cacería. ¿ P o d r é i s c o n s e g u i r que suceda a s í ? » « L o q u e tú
dices », le r e s p o n d i ó el r e y , « m e parece bien.» e J o l f ' R ^ 0 C a b a l l e r ° ^ " e m p r e n d i ó el c a m i n o c o n su
esposa. H a g e n se apresuró á decir al rey c ó m o esperaba
L o s c o m p a ñ e r o s del rey estaban s u m a m e n t e satisfechos.
Me parece q u e n u n c a u n caballero p e n s ó tan g r a n traición r ^ ^ e N m g Ú n h0mbre lleVÓá
-b0 i ^ l -
c o m o aquella , m i e n t r a s la h e r m o s a r e i n a t e n í a confianza
Aquellos traidores p r e p a r a b a n su m u e r t e , todos lo s a -
en su lealtad. :
Geiselher y G e r n o t n o quisieron ir á la caza N o sé
P o r la m a ñ a n a t e m p r a n o , el h é r o e Sigfrido, s u m a m e n t e por que g r a n d e r e s e n t i m i e n t o n o se lo advirtieron de-
c o n t e n t o , e m p r e n d i ó el c a m i n o c o n mil de sus h o m b r e s . pués q u e d a r o n p e s a r o s o s . '
Iba á v e n g a r la ofensa hecha á sus a m i g o s . H a g e n c a m i -
naba junto á él e x a m i n a n d o su t r a j e .
C u a n d o llegaron m u y cerca de la Marca, envió secreta-
m e n t e á dos de sus h o m b r e s : debían llevar n u e v a s n o t i -
cias al país de G u n t e r ; q u e el señor L u d e g e r o p e r m a n e c í a
e n paz c o n el r e y . XVI.
¡ Q u é g r a n pesar causa á Sigfrido tenerse q u e volver
sin haber v e n g a d o la ofensa h e c h a á sus a m i g o s ! C o n
g r a n t r a b a j o le hicieron desistir los amigos de G u n t e r . Se DE COMO SIGFRIDO FUÉ ASESINADO.
dirigió en busca del r e y , el cual le dió las gracias.
« Q u e Dios os r e c o m p e n s e , a m i g o Sigfrido , a l m a ele-
vada , la b u e n a v o l u n t a d con q u e hacéis lo q u e y o os
m a n d o : s i e m p r e estaré dispuesto á serviros p o r lo q u e os UNTpR y H a g e n , los g u e r r e r o s valerosos , cele-
d e b o . Más q u e en t o d o s m i s a m i g o s , confío e n vos.
braban c o n falsía una cacería e n la selva. C o n
« Y a q u e n o h e m o s p o d i d o hacer c o m b a t i r n u e s t r o
ejército, q u i e r o ir á cazar osos y jabalíes al W a s k e n w a l d e , sus lanzas aceradas, s i m u l a b a n perseguir los ja-
7 h a c e
c o m o c o n f r e c u e n c i a lo h a g o . » Este era el c o n s e j o de m á s atrevido ? " ' ' !«"*» '
H a g e n , de aquel h o m b r e desleal. m d l 0 S cami aba
« Dígase á t o d o s mis huéspedes q u e quiero emprender- J l j í ° t P S ¥ n d o , c o n altiva a r r o -
gancia Llevaban víveres de todas clases. C e r c a de u n a
la m a r c h a p o r la m a ñ a n a m u y t e m p r a n o : q u e los q u e fresca f u e n t e debía p e r d e r la vida. Así lo había q u e r i d o
q u i e r a n v e n i r c o n m i g o , estén p r e p a r a d o s ; los q u e q u i e r a n 4
B r u n e q u i l d a la esposa del rey G u n t e r .
q u e d a r s e , que^se diviertan c o n las m u j e r e s ; así m e causa- El f u e r t e h é r o e fcé á d o n d e C r i m i l d a estaba. E n bestias
r á n alegría.» de carga arreglaron su e q u i p o de caza y el de sus c o m p a -
C o n altiva a r r o g a n c i a , dijo Sigfrido : « Si os gusta ir á neros : iban a pasar el R h i n . N u n c a C r i m i l d a había expe-
cazar os a c o m p a ñ a r é , c o n m u c h o g u s t o . P r e s t a d m e solo F
r i m e n t a d o pesar tan g r a n d e .
u n cazador y a l g u n o s p e r r o s . Así p o d r é c a m i n a r p o r e n t r e
J í S Ó k b í C a d e s u , e ^ o s o « n a d o . « Que Dios me con-
los abetos. » ceda, querida m u , hallarte b u e n a y q u e así tus ojos m e
« ¿ Solo queréis u n o ? » le p r e g u n t ó el rey , « y o os vuelvan a ver : distráete con tus b u e n o s p a r i e n t e s ; y o n o
T
prestaré c o n m u c h o g u s t o c u a t r o q u e c o n o c e n perfecta- p u e d o p e r m a n e c e r aquí. »
m e n t e la selva y los s e n d e r o s p o r d o n d e v a n las fieras. N o Se a c o r d ó de la confianza q u e había t e n i d o c o n H a g e n ,
os d e j a r á n venir c o m o del destierro.» pero n o se lo quiso d e c i r . L a n o b l e reina c o m e n z ó ¿
L O S N IB E L U N G 0.5

« , O h ! n o , m i q u e r i d o Sigfrido : t e m o q u e perezcas.
H e tenido esta n o c h e u n s u e ñ o de m a l a g ü e r o , c o m o si
dos m o n t a n a s cayeran sobre tí y n o pudiera v e r t e m á s Si
quieres d e j a r m e , sentiré u n a p e n a g r a n d í s i m a . »
Cogió entre sus brazos á la virtuosa esposa y c u b r i ó de
besos su h e r m o s o c u e r p o . Después se separó i n m e d i a t a -
m e n t e , pues t e m a que partir. Desde e n t o n c e s va n o lo vió
VIVO.

Se e n c a m i n a r o n hacia una selva p r o f u n d a d o n d e d e -


bían c a z a r : m u c h o s fuertes caballeros a c o m p a ñ a b a n al rey.
G e r n o t y Geiselher se habían q u e d a d o en el palacio.
M u c h o s caballos cargados, los esperaban al o t r o lado del
Khin llevando a los cazadores p a n , v i n o , m a n j a r e s , p e s -
cados y otras provisiones, c o m o u n rey t a n rico podía p r o -
v
porcionarlas. *
Los fieros é i m p e t u o s o s cazadores hicieron alto e n la
llorar, q u e j á n d o s e de haber n a c i - e n t r a d a de la selva p o r d o n d e a c o s t u m b r a b a n á salir los
d o . M u c h a s lágrimas vertió la a n i m a l e s bravios C u a n d o iban á cazar e n u n a extensa
e x t r a o r d i n a r i a m e n t e bella m u j e r . llanura , liego Sigfrido y lo avisaron al rey.
D i j o al g u e r r e r o . « D e j a de ir E n todas partes estaban p r e v e n i d o s los c o m p a ñ e r o s de
á esa c a c e r í a : he t e n i d o u n s u e - caza: asi dijo el atrevido h é r o e , Sigfrido el f u e r t e : «¿Quién
ñ o de mal a g ü e r o , s o ñ é que dos nos conducirá en la selva sobre la pista de los a n i m a l e s ,
javalles te perseguían e n t r e las guerreros fuertes y atrevidos ?»
m a t a s ; las flores se t o r n a b a n ro- «¿ Q u e r é i s v o s o t r o s » p r e g u n t ó H a g e n , « q u e n o s sepa-
jas. E n verdad que es u n a pena 1 e m o s a q u í , antes de dar c o m i e n z o á la c a c e r í a ? D e este
q u e dejes l l o r a n d o á tu p o b r e es- m o d o m i s e ñ o r y y o r e c o n o c e r e m o s q u i e n h a sido m á s
posa. » nabii en la p a r t i d a . »
« T e m o m u c h o las m a q u i n a - « P a r t i r e m o s i g u a l m e n t e g e n t e s y p e r r o s y cada u n o irá
ciones de los envidiosos ; p o d e - d o n d e quiera. El q u e m e j o r cace recibirá las felicitaciones
m o s h a b e r d e j a d o de servir á de todos.» L o s cazadores n o p e r m a n e c i e r o n reunidos m á s
tiempo.
cualquiera q u e nos h a y a j u r a d o
odio mortal. Quédate aquí, que- El n o b l e Sigfrido dijo : « N o t e n g o necesidad de m a s
r i d o s e ñ o r , m i afección te lo perros, q u e de un sabueso bien e n s e ñ a d o á s e g u i r l a pista de
aconseja. » los animales p o r e n t r e la selva. ¡ Q u é bien v a m o s á cazar! »
Él le c o n t e s t ó : « Q u e r i d a m í a , exclamo el esposo de Crimildít.
v o l v e r é d e n t r o de poco t i e m p o ; E n t o n c e s u n viejo cazador cogió u n sabueso q u e
n o c o n o z c o aquí á nadie que m e p u e d a odiar. T o d o s tus c o n d u j o al s e ñ o r en p o c o t i e m p o al sitio en q u e a b u n -
parientes m e quieren b i e n , y n u n c a p o r parte de ellos he daba la caza. Los d e m á s cazaron t o d o lo q u e se p r e s e n t ó ,
m e r e c i d o otra c o s a . » c o m o a u n lo hacen los b u e n o s cazadores de n u e s t r o
tiempo.
C u a n t o l e v a n t a b a el p e r r o , era cazado p o r la m a n o del El rey hizo a n u n c i a r á los cazadores de alto r a n g o , que
fuerte S i g f r i d o , el h é r o e del N i d e r l a n d . S u caballo corría iba á c o m e r . Solo u n a vez tocaron f u e r t e m e n t e el c u e r n o ,
c o n t a n t a rapidez que n a d a se le e s c a p a b a : recibió alabanzas para que los q u e estaban lejos supieran q u e el rey estaba
de t o d o s p o r lo bien q u e cazaba. en el c a m p a m e n t o .
E r a m u y diestro en t o d o s los ejercicios. El p r i m e r ani- U n cazador dijo á S i g f r i d o : «El s o n i d o de la t r o m p a , n o s
m a l q u e m a t ó el h é r o e p o r su m a n o , era u n fuerte j a b a l í ; a n u n c i a q u e d e b e m o s volver al c a m p a m e n t o . V o y á res-
p o c o después se le p r e s e n t ó delante u n f u r i o s o l e ó n . ponderles. » P o r todas partes los sones del cuerno l l a m a -
El perro lo hizo saltar, él le lanzó c o n el arco u n a a c e - ban á los cazadores.
r a d a flecha c o n la q u e lo atravesó. El m o n s t r u o se a d e l a n t ó El n o b l e Sigfrido dijo: « A h o r a salgamos ya de la selva.»
hacia el cazador, p e r o solo p u d o dar tres saltos. Sus c o m p a - Su caballo lo c o n d u j o r á p i d a m e n t e siguiéndolo los d e m á s .
ñ e r o s de caza le dieron las gracias. Sus gritos dieron lugar á q u e se levantara u n feroz a n i m a l ,
A p o c o m a t ó á u n b i s o n t e y á u n ciervo , c u a t r o f u e r t e s un oso terrible. El h é r o e v o l v i é n d o s e , dijo.
toros salvajes y u n m a c h o cabrío. C o n tal rapidez lo lle- « V o y á dar u n a b r o m a á nuestros c o m p a ñ e r o s de caza.
vaba su caballo, q u e n a d a se le podía escapar. L o s g a m o s Soltad los p e r r o s , p u e s veo u n oso q u e se va á venir c o n
y las cabras casi n u n c a le f a l t a b a n . n o s o t r o s al c a m p a m e n t o . Si n o corre m u c h o caerá en
El sabueso e n c o n t r ó u n g r a n jabalí. C u a n d o c o m e n z a b a nuestro poder.»
á c o r r e r , el m a e s t r o c a z a d o r se le puso delante : el a n i m a l El perro f u é l a n z a d o y h u y ó el oso. El esposo de C r i -
se volvió f u r i o s o para a c o m e t e r al atrevido h é r o e . milda quiere perseguirlo, pero el a n i m a l se refugia en u n
L o atravesó de p a r t e á parte c o n la espada el esposo de m o n t o n de árboles derribados, h a c i e n d o imposible la p e r -
C r i m i l d a : n i n g ú n o t r o g u e r r e r o lo hubiera p o d i d o h a c e r . secución. El f u e r t e a n i m a l creía estar bien defendido de
C u a n d o el a n i m a l e s t u v o c o g i d o , r e t i r a r o n al p e r r o . Sus los cazadores.
proezas en aquella cacería f u e r o n conocidas p o r t o d o s los El atrevido y buen caballero se a p e ó de su caballo l a n -
Borgoñones. zándose tras del a n i m a l , q u e al cabo n o podía librarse. El
Sus cazadores le d i j e r o n : « P o r f a v o r , s e ñ o r Sigfrido, n o héroe lo cogió en u n i n s t a n t e y sin que le causara la m e -
tiréis á una parte de la caza, p u e s sino v a n á q u e d a r desiertas n o r herida , lo a m a r r ó f u e r t e m e n t e .
la m o n t a ñ a y la selva.» Al escuchar esto, el h é r o e valeroso Ni las u ñ a s ni los dientes podían hacerle d a ñ o a l g u n o ;
no p u d o m e n o s de s o n r e í r . a m a r r ó el oso á la silla, m o n t ó á caballo y c o n g r a n a u -
P o r todas partes se escuchaban gritos y exclamaciones. dacia lo llevó á d o n d e ardía la h o g u e r a . Para el h é r o e
El r u i d o de las g e n t e s y de los perros era tan g r a n d e q u e aquello había sido u n juego.
el eco repercutía en la m o n t a ñ a y en la selva. O c h e n t a y C a b a l g ó hacia el c a m p a m e n t o c o n sin igual arrogancia.
cuatro pares de p e r r o s habían soltado. Su lanza era larga, f u e r t e y d u r a : u n a brillante espada le
G r a n n ú m e r o de a n i m a l e s recibieron horrible m u e r t e : tocaba las espuelas y el h é r o e llevaba t a m b i é n u n h e r m o s o
los del país querían conseguir el p r e m i o de la c a z a , pero c u e r n o de o r o r o j o .
esto n o les f u é posible , al v e r llegar j u n t o á la h o g u e r a N u n c a he o í d o hablar de m e j o r e q u i p o de caza. Llevaba
del c a m p a m e n t o al f u e r t e Sigfrido. u n traje de tela negra y u n c a p u c h ó n de zibelina de s u n -
La cacería tocaba á su fin, pero a u n n o estaba t e r m i - tuosa riqueza. ¡ O h ! ¡ q u é m a g n í f i c o s e r a n los c o r d o n e s de
nada. Los q u e se a p r o x i m a b a n á la h o g u e r a llevaban que p e n d í a su carcax !
pieles en a b u n d a n c i a . ¡ A h ! ¡ c u á n t o s m a n j a r e s se p r e p a r a - A causa de su buen o l o r lo habían cubierto con una
r o n para los del a c o m p a ñ a m i e n t o del r e y ! piel de p a n t e r a . Llevaba t a m b i é n u n arco que t e n í a n que
LOS NIBELUNGOS

e n c u e n t r o para tenerle el caballo. A m a r r a d o á la silla lle-


vaba el oso terrible y g r a n d e .
C u a n d o se apeó del c a b a l l o , d e s a t ó la c u e r d a c o n q u e
t e m a a m a r r a d a s las patas y el h o c i c o del oso : los perros
c o m e n z a r o n a ladrar c o n f u e r z a . El a n i m a l q u e r í a volverse
a la selva lo cual asustó á m u c h o s h o m b r e s
El oso asustado p o r el r u i d o , h u y ó hacia la cocina
, C o m o h u y e r o n los cocineros lejos del f u e g o ! M á s d e
una caldera se volcó y m á s de u n h a c h a c°ayó á tierra
i Q u e de b u e n o s m a n j a r e s c a y e r o n en la ceniza '
Jetes y escuderos saltaron de sus asientos. E l o s o co-

m o n t a r l o con u n a p a l a n c a , 3 L l m t a r S e : d r C y u m a n d ó q u e s o ' t a r a u t o d a s las


s i n o era él q u i e n lo m a n e - huhtr 7 e r r 0 S , q u e , e. s t a b'in s u j e t o s c o n cuerdas. ¡ A q u e l
hubiera s i d o u n día feliz, si t e r m i n a r a c o n bien '
jaba.
L o n a r c o s y picas salieron á p e r s e g u i r al oso los m á s
T o d o su t r a j e d e a r r i b a á
ligeros y a u d a c e s , p e r o n a d i e se atrevía á tirarle p o r que
b a j o iba g u a r n e c i d o c o n pie-
les de l i n c e , y s o b r e las ri- mbbl al r^ Tia m oPne ti Ta On Sa-.
tt eém L
°S §rÍt0S d e la mu,
t i t u d h a c í a n re-
cas pieles m u c h a s l á m i n a s
d e o r o brillaban á u n o y r r n ^ - 0 ' 0 H C 0 m T Ó á h u T r á p Í d a m e m e d e l a n t e d e ¡os p e -
rros , nadie p o d í a s e g u i r l o sino el m a r i d o d e C r i m i l d a L o
o t r o l a d o del m a e s t r o caza-
7 k dÍÓ ;
dor. a ^ f e t ^ — mónstruo' &
T a m b i é n llevaba la Bal-
m u n g , larga y h e r m o s a es- w t T o ^ o n
p a d a : era t a n d u r a , q u e al
dar un golpe partía un yel- T ^ T ^ a d
^ TCSa : l0S h é r
°es se
sentaron sob e
m o : . su filo era b u e n o . El t l l ^ c a z a l t ¡ A h ! ¡ q U ¿ m a g n í f i C
° S
*
a r r o g a n t e cazador iba su- Los c o p e r a s q u e d e b í a n servir el v i n o a n d a b a n m u v
m a m e n t e alegre.
P o r cuanto debo hacer s e r v e r \ P ° r ] ° d 6 m á s l0 , S , h é r 0 e s n o P ° d í a n estar m e j o r
servidos. S i n t e n e r e n t r e ellos u n a l m a perversa aquel os
u n a reseña e x a c t a , sabed héroes h u b i e r a n estado al a b r i g o d e t o d a vergüenza 9
q u e su carcax iba lleno de Asi di,o el n o b l e Sigfrido : « M e l l a m a la a t e n c i ó n que
É B j l ^ ^ ^ M I I R ^ á ^ ^ ^ y flechas , cuyos hierros lar- va que n o s traen t a n t o s m a n j a r e s d e la c o c i n a , ; p o r q u é
8 M H b 1 I 1 | ¡ ¡ 1 g o s de u n p a l m o , estaban ios c o p e r a s n o n o s sirven v i n o ? Si n o se sirve m e j o r á los
e n g a s t a d o s á los palos p o r cazadores , n o t o m a r é p a r t e en n i n g u n a o t r a cacería.»
m e d i o d e anillos d e o r o . T o d o lo q u e aquellas flechas t o - h e d a d o

U^tZV
d ; 2 ° m o t i v o para que se m e a t i e n d a m e j o r . »
c a b a n debía t e n e r fin. Desde su asiento el rey le c o n t e s t ó c o n falsía. « N o s en-
El n o b l e caballero c a m i n a b a p o r f u e r a d e la selva.
a q u d I Cn
C u a n d o las g e n t e s de G u n t e r lo v i e r o n v e n i r , salieron á su ^ ° ,qU£ h
°y se 05 ha
y a faltado :
es el
o q u e n o s quiere h a c e r m o r i r d e sed. »
H a g e n de T r o n e j a c o n t e s t ó : «Yo creía, m i q u e r i d o se- E n t o d o conseguía el p r e m i o sobre los d e m á s h o m b r e s
ñ o r , q u e h o y se cazaría en el S p e e h t s h a r t e : allí he enviado I n m e d i a t a m e n t e se desciñó la e s p a d a , dejó el carcax y
el v i n o . Si h o y p e r m a n e c e m o s sedientos, e n a d e l a n t e evi- apoyo su lanza contra el t r o n c o de u n tilo : el n o b l e e x -
t a r é q u e suceda.» t r a n j e r o permanecía cerca de la corriente
El n o b l e Sigfrido d i j o : « Y o os daré las gracias ^ Siete l0S m é r ¡ t 0 S d e Si
7 " §frido : colocó
su escudo
bestias de carga p o r lo m e n o s debían h a b e r n o s traído el
per P r e f
m o s t o y el h i d r o m e l : de n o hacer esto, d e b i m o s a c a m p a r héroe n T u ° ° <2" u m la sed del
héroe n o quiso beber antes q u e el rey : horrible p1a g5 o le
en las orillas del R h i n . » dieron p o r ello.
H a g e n de T r o n e j a le c o n t e s t ó : « N o b l e s y valerosos L a corriente era f r e s c a , t r a s p a r e n t e y buena. G u n t e r se
caballeros , y o sé que cerca de aquí hay u n a fresca f u e n t e F1 h sobre las o n d a s , l e v a n t á n d o s e c u a n d o h u b o bebido.
y para q u e n o os i n c o m o d é i s v a m o s á ir á ella.» Este avi- El bravo Sigfrido lo h u b i e r a h e c h o con g u s t o una vez m á s .
so debía causar g r a n p e n a á m u c h o s héroes. M u y cara p a g o su a t e n c i ó n : el arco y la espada le f u e -
El g u e r r e r o Sigfrido sentía u n a sed a b r a s a d o r a ; m a n d ó S prCSteZa
•retirar enseguida las mesas para ir á la m o n t a ñ a e n busca Z t í >T , P°r Ha§en> volvió corriendo
rar z a
de la f u e n t e . H a g e n había d a d o su consejo c o n u n a i n t e n - guerrero. ' y buscó la señal en el vestido del
c i ó n pérfida.
1 S ' " n í l 0 l e l n ? b l , e S ¡ B f r i d ° se inclinaba hacia la c o r r i e n -
C a r g a d o s en carro los a n i m a l e s q u e Sigfrido había m a - te para b e b e r , lo l i m o en la cruz señalada con tal v i o l e n -
tado p o r su m a n o , los t r a s p o r t a r o n al país. T o d o s los q u e Sangr br
veían aquello lo felicitaban. H a g e n hizo gran traición á r i M í H x! °tand° deI corazón
> m a n c h ó los ves-
gCn m a de un hér0£ COmetió tan
Sigfrido. gran b t j e z a ' " "° -
Al c o m e n z a r la m a r c h a hacia el g r a n tilo , dijo H a g e n Dejóle clavada en el corazón la l a n z a . A n t e ni,Wm
de T r o n e j a : « Me h a n d i c h o m u c h a s v e c e s , q u e n o h a y h o m b r e en el m u n d o había h u i d o H a g e n de una manta
nadie que p u e d a aventajar e n la carrera al esposo de C r i - d C l W C Si
fondISr- ° Sfrido sintió
lapro-
m i l d a : ¿ querríais h a c é r n o s l o ver ?»
Así le c o n t e s t ó el b u e n o y fuerte h é r o e del N i d e r l a n d . el h é r o e se l e v a n t ó s a l t a n d o c o n f u r i a ; el asta d é l a
« P o d é i s e n s a y a r l o , pero q u i e r o dirigirme hacia la f u e n t e .
H a r e m o s u n a apuesta y se concederá el p r e m i o al q u e r e - v s ^ - o a I R C l e l P , e C f ° " C r e í V £ J n e r C £ r c a d e s i s u espada
y su a u o ; H a g e n h u b i e r a recibido su m e r e c i d o .
sulte v e n c e d o r . »
« B u e n o , pues e n s a y e m o s » contestó el h é r o e H a g e n . bordelní°f mUCrte n
° , h a ! l a n d o s u e s p a d a , cogió del
borde de la f u e n t e su escudo y persiguió á H a g e n : casi n o
El f u e r t e S i g f r i d o replicó : « H a s t a quiero a c o s t a r m e d e - podía escaparse el vasallo del rey G u n t e r
l a n t e de vos s o b r e la y e r b a . » ¡ C o n c u á n t a alegría escu- A u n q u e la herida era de m u e r t e , le pegó c o n el escudo
chaba esto el r e y G u n t e r ! mon tan grnn f u e r z a , q u e se r o m p i ó s a l t a n d o p o r todas
El valeroso g u e r r e r o dijo : « O s diré m á s ; q u i e r o llevar
m i lanza y mi escudo y t o d o m i equipo de caza. » Ense- v ^ o t t i ^ r - C o n § r a n p , a
- se
guida t o m ó su espada y su carcax. R e p e n t i n a m e n t e f u é a l c a n z a d o H a g e n ; la l l a n u r a re-
C n la fuerza de
D e s p o j á r o n s e de s u s vestidos , q u e d á n d o s e a m b o s solo C ' " T ° , f q n e l g o l p e . Si hubiera tenido su
c o n las blancas camisas. C o m o dos salvajes p a n t e r a s , co- espada en la m a n o , habría d a d o m u e r t e al de T r o n e j a .
rrieron sobre la y e r b a ; pero se vió llegar antes á la f u e n t e Mi herida le irritaba y su d o l o r era g r a n d e
al rápido Sigfrido. i alidecieron sus c o l o r e s ; a p e n a s podía sostenerse. Las

M M S M 9 DE M LEO»

^•ISOOTESA u m m i m i b

" h i f o m m w
fuerzas de su c u e r p o lo a b a n d o n a b a n ; en sus descoloridas
mejillas , se veía la señal d e la m u e r t e . Bien llorado f u é p o r
muchas mujeres.
C a y ó e n t r e las flores el esposo de C r i m i l d a . L a sangre
b r o t a b a á t o r r e n t e s de su h e r i d a . Dirigió r e p r o c h e s á l o s
q u e deslealmente h a b í a n p r o c u r a d o su m u e r t e . Las fatigas
de la m u e r t e le h a c í a n h a b l a r .
Así dijo el m o r i b u n d o : «Viles y c o b a r d e s , ¿ d e q u é m e
sirve t o d o lo q u e p o r v o s o t r o s h e h e c h o , c u a n d o así m e
asesináis ? S i e m p r e os h e sido fiel; bien caro lo pago.
M u y m a l habéis o b r a d o c o n v u e s t r o a m i g o . »
« T o d o s los q u e de v o s o t r o s n a z c a n , lo h a r á n sin h o n r a
desde este día ; v u e s t r a cólera la habéis saciado bien c o n
mi v i d a . C o n v e r g ü e n z a q u e d a r é i s excluidos del n ú m e r o
d e los b u e n o s g u e r r e r o s . »
T o d o s los caballeros a c u d i e r o n á d o n d e el h e r i d o estaba
e c h a d o ; para m u c h o s de e l l o s , aquél f u é u n día f u n e s t o .
L o s q u e a u n conservaban a l g ú n h o n o r , lo sentían y bien
lo merecía p o r p a r t e de t o d o s el m a g n á n i m o g u e r r e r o .
El rey de los B o r g o ñ o n e s sentía t a m b i é n su m u e r t e . El
h e r i d o d i j o : « Sin m o t i v o llora el q u e h a c o m e t i d o el cri-
m e n : g r a n d e s h o n o r m e r e c e y t o d o lo h a p e r d i d o . »
El furioso H a g e n dijo : « N o sé de q u e os l a m e n t á i s .
N u e s t r o s c u i d a d o s h a n t e n i d o fin. Y a n o habrá nadie que
nos p u e d a resistir. Gracias á m í , el h é r o e h a m u e r t o . »
« Fácil os es alabaros» dijo el del N i d e r l a n d : « S i y o h u -
biera sabido vuestras perversas c o s t u m b r e s , hubiera defen-
dido bien m i vida y m i c u e r p o . L o que m á s siento e n el
m u n d o , es el a b a n d o n o de la señora Crimilda m i esposa.»
« Q u i e r a Dios t e n e r piedad del hijo q u e m e h a d a d o ,
q u e d e n t r o de algún t i e m p o oirá decir q u e sus parientes
h a n m a t a d o á u n h o m b r e : esto m e causa g r a n senti-
miento. »
« N u n c a ' u n h o m b r e h a c o m e t i d o t a n horrible asesina-
t o , » le dijo al r e y , « c o m o el de q u e y o s o y víctima.
Y o defendí vuestra vida e n los m a s g r a n d e s peligros y
desgracias : bien caro p a g o t o d o lo q u e hice p o r v o s . »
El h é r o e , herido dé m u e r t e , a ñ a d i ó t r i s t e m e n t e : « Si
q u e r é i s , n o b l e r e y , hacer a ú n algo b u e n o en este m u n d o ,
r o t o s a 9 » 6 d C ] C e ! K O m e n d a d a á v u e s t r ° c u ' d a d o mi a m a -
« Q u e p u e d a d i s f r u t a r del beneficio de ser vuestra h e r -
m a n a : con virtudes elevadas ha sido siempre m i c o m o -
ñera. M u c h o t i e m p o m e van á esperar m i p a d r e y S s
g u e r r e r o s . J a m a s á u n a m i g o ni á u n a e sr p o s a « le causó
p e n a tan g r a n d e . » causo
La f u e r z a del dolor le hacia, agitarse c o n v u l s i v a m e n t e
y di,o c o n voz a h o g a d a : « D e esta horrible m u e r t e , tal vez
os arrepintáis a l g ú n d í a ; creed mi palabra , vosotros m i s -
m o s os habéis castigado. » JULIOS n n s

3 6 parte á aiíí
^ f e o ^ ^ j * * - -
C u a n d o los g u e r r e r o s vieron q u e el h é r o e estaba m u e r -
t o , Jo colocaron sobre u n escudo de o r o r o j o ; d e s p u é s se

S m a t a r VCr C O m ° ^ ^ dC
°Cukar U « a l e n lo
Así d i j e r o n m u c h o s de e l l o s : « N o s ha o c u r r i d o u n a
desgracia: d e b e m o s ocultar lo sucedido y decir t o d o s a
m . s m a c o s a : Y e n d o á cazar solo , el esposo de C r i n í da
lo h a n m a t a d o u n o s bandidos q u e atravesaban la selva » '
Hagen de Troné,a d i j o : «Yo m i s m o l o llevaré á la c i u -
d a d . N a d a m e i m p o r t a q u e sepa la v e r d a d de lo o c u r r i d o
la que h a causado pena á la reina : n a d a se m e dá de lo
que pueda hacer en su duelo. »
A h o r a sabed d o n d e estaba la f u e n t e en q u e Sigfrido f u é
asesinado. D e l a n t e del O d e n w a l d e h a y u n a aldea q u e e

la fuente
caber d u d a " ^ ^ ^ •' ™
L o hizo p o n e r sigilosamente f r e n t e á la p u e r t a para eme
XVII. o e n c o n t r a r a e n el m o m e n t o en q u e saliera / m a t i n e
día
' PU£S Casi n u n c a á
elíS
DE COMO SIGFRIDO FUÉ LLORADO Y ENTERRADO.
S e g ú n la c o s t u m b r e t o c a r o n las c a m p a n a s en la cate-
d r a l : C r i m i l d a la h e r m o s a despertó á m u c h a s m u j e r e s
M a n d o q u e le t r a j e r a n luz y sus vestidos. E n e t o S ó u n
SPERARON á q u e fuera de c a m a r e r o que vió allí t e n d i d o á Sigfrido *
n o c h e y p a s a r o n al o t r o l a d o L o vio lleno de s a n g r e con la q u e sai traje estaba m a n -
del R h i n . N u n c a los g u e r r e - chado : a u n n o sabía q u e f u e r a su s e ñ o r . L l e v ó á la c á m a r a
r o s h a b í a n tenido u n a cace- la a n t o r c h a que tenía en la m a n o y á su luz la señora ¿ S
ría tan f u n e s t a . L a caza q u e m i l d a p u d o c o m p r e n d e r la horrible n u e v a
h a b í a n h e c h o , f u é llorada C u a n d o con sus m u j e r e s se iba á dirigir á la catedral
p o r m u c h a s n o b l e s esposas d i d o n u n a ; U H d l ' ° d C a m a r e r ° <( d e t e n e 0 S •• a <3 uí h a y t e n -
y m u c h o s b u e n o s caballeros dido u n caballero m u e r t o . » « ¡ O h ! » e x c l a m ó Crimilda3
« ¿ q u é noticia m e anuncias ? »
debían pagarla c o n la vida.
V a i s á saber c o m o se rea- p r e t u n n l P R n S a r e n ? U e f u e r a S U J m a r i d o ' s e a ^ d ó de la
lizó u n acto audaz y u n a es- p r e g u n t a de H a g e n de c o m o p o d r í a preservarle la vida -
pantosa venganza. Hagen £ aiueV110kme5nt0nSmt!Ó d°l0r- C o n m u e r t e la ale-
hizo llevar el cadáver de gría se alejaba de ella p a r a n o volver
S i g f r i d o , el de N i d e r l a n d , Se m d m ó hacia el suelo sin p r o n u n c i a r u n a p a l a b r a -
allí se veía tendida á la bella i n f o r t u n a d a . L o s g e m i d o s dé
d e l a n t e de la c á m a r a q u e
Crimilda e r a n g r a n d e s y p r o l o n g a d o s . C u a n d o v o l v S e n
ocupaba C r i m i l d a .
> hacia r e t e m b l a r la c á m a r a c o n sus g r i t o s
e x t n n i c r o > » ' ^ 0 m P a ñ a m ¡ e n t ° ¿ i j o : « ¿ Q u i é n será ese
e x t r a n j e r o ? » T a n g r a n d e era la opresión de su corazón
q u e la s a n g r e le salía p o r la boca. « N o , ese es Sigfrido m ¡
8 0 BrUneqUÍIda 10 h a m a n d a d 0
KechoT ' y H ' ^ n To
Ella se hizo llevar á d o n d e estaba el h é r o e : l e v a n t ó su
W o s a cabeza c o n sus blancas m a n o s . A u n q u e e n r o j e -
cida p o r la s a n g r e , lo r e c o n o c i ó al m o m e n t o : p o r d e s -
g r a c i a , a q u e l era el h é r o e del país de los N i b e l u n g o s .
. , A s i a c l a m o la dulce r e i n a d e s e s p e r a d a m e n t e : « 1 O h •
. d e s g r a c i a p a r a m í ! ¡ N o , tu escudo n o está a g u j e r e a d o
p o r as espadas ! tú has sido asesinado. Si sé quien lo h a
Hecho lo perseguire hasta que m u e r a . »
I o d o s los^del a c o m p a ñ a m i e n t o lloraban y g e m í a n c o n
su a m a d a s e ñ o r a ; el pesar de ellos era g r a n d e p o r h a b e r

10
I-OS XIBELUNGOS

perdido á su n o b l e s e ñ o r y r e y . H a g e n había v e n g a d o
cia; desgracia que c o m o n i n g u n a le hiere el corazón • t e n
c r u e l m e n t e la ofensa de B r u n e q m l d a .
dreis q u e llorar m u c h o con ella, p u e s os afecm ambién >
Así dijo la desgraciada : « Q u e vaya c o r r i e n d o u n o , á
despertar á t o d a la g e n t e de Sigfrido , y haced saber á Si-
g e m u n d o m i d o l o r , r o g a d l e q u e v e n g a á llorar c o n m i g o , llorando : « N o p ^ a S ^ ® M
á llorar al valiente Sigfrido. » del! N i d e r l a n d , h a sido asesinado. » '

1 ^ , i S l g e m u n d o c o n t e s t ó •• « D é j a t e de bromas vo
t J n n d
° Y n ° r e p Í t a S m á s t a n h o r r i b l e noticia d e ' q u e
U e r t
L l ° r S ° 'POrqUenUnCa podría
« Si n o queréis creer lo q u e m e habéis o í d o decir v e -
nid a escuchar los l a m e n t o s q u e l a n z a n Crimilda v os de
su a c o m p a n a m r e n t o , p o r la m u e r t e de Sigfrido » ¡ CrTnde
n m
lg¿tía °C10n d£ S l g e m U n d
° ' A m e n t ó una "ud

C o n ciento de sus h o m b r e s saltó del lecho. A r m a r o n


us m a n o s con espadas f u e r t e s y aceradas y se £ o

ddel? fZu et rSt eA Sigfrido


° f \ l 0 ul l etgr aÍ Sr to6nS lenseguida
amentos
- M i l fieles g u e f r e r o s
d o n d e se oía á las m u j e r e s quejarse tristemente que
ffiT i « 1 ? ™ * * } ™ f t a b a n m e d i o desnudas. El'dolor
t k ccfrazón P sentido. S e n t í a n g r a n opresión

El r e y S i g e m u n d o f u é á d o n d e estaba Crimilda y dijo •


!
rud sañíh no^ ** ^ ^ ^ ¿ tan
3 eSP S m i
de arnigos I f f i ™ " ° ° ' ^ —
«Si llego á c o n o c e r l o » d i j o la n o b l e r e i n a , « n u n c a lo
p e r d o n a r a m m i c o r a z ó n , ni mi alma. T a n g r a n d e s penas
U n m e n s a j e r o f u é c o r r i e n d o á d o n d e estaban los héroes
0 P
de S i g f r i d o , el del país de los N i b e l u n g o s . C o n la triste t i g o M ' ^ °r ¿1 tCndrán q u e
- d o f L s
noticia, la alegría h u y ó de ellos ; p e r o n o c r e y e r o n nada
eStreChÓ á k Princesa entre sus
hasta e s c a c h a r los g e m i d o s . brazos ; los
gemidos de sus amigos e r a n tan g r a n d e s , que sus g r i t o s de
El m e n s a j e r o se apresuró á llegar á d o n d e estaba el rey.
el p a I a c i o
S i g e m u n d o el señor , n o d o r m í a , m e parece q u e el cora- de W
üe Wnorrm
m cs cuan
^ g r^a n d^e era. ' l a s *aIas Y % "hdad
z ó n le decía lo q u e había pasado y q u e ya n u n c a volvería Nadie podía consolar á la esposa de Sigfrido. Q u i t a r o n
á ver á su h i j o . los vestidos del h e r m o s o c u e r p o , l a v a r o n sus herida^ v l o
« D e s p e r t a d , rey S i g e m u n d o . C r i m i l d a , m i s e ñ o r a , m e
o r d e n a q u e v e n g a , p o r q u e ha sucedido u n a g r a n desgra- compañeros. ^ ^ ^ Sufrian
^ ^
LOS NIBELUNGOS

L o s guerreros del país de los N i b e l u n g o s se decían :


« Es m e n e s t e r q u e le c o n s a g r e m o s n u e s t r o s brazos c o n n o s de los h o m b r e s de su h e r m a n o , que los d e t u v o Les
firme v o l u n t a d . E n esta casa está el q u e h a c o m e t i d o el h a b l o c o n dulzura c o m o lo h u b i e r a h e c h o u n fiel amigo
c r i m e n . » T o d a la g e n t e de Sigfrido se f u é á a r m a r . L a i n f o r t u n a d a es dijo : - « S e ñ o r rey S i g e m u n d o , & q u é
Allí estaban s u s h o m b r e s vais a i n t e n t a r ? V o s n o sabéis c u a n t o s fuertes h o m b r e s
escogidos en n ú m e r o de m i l S S r T
° d 0 S °S queréi°atacar
doscientos g u e r r e r o s : á la ca-
beza de ellos estaba su s e ñ o r ,
el r e y S i g e m u n d o . Q u e r í a
v e n g a r la m u e r t e de su h i j o , Ceder POr que u e n ¿
S ó ^ ^ ° causabaínf.
según el h o n o r se lo m a n -
daba.
to n l l i n i ° K S c ñ 0 r r e y S ' g e m u n d o ' dejad vuestro i n t e n -
N o sabían á q u i e n e s atacar, to p a r a ocasion m a s o p o r t u n a . S i e m p r e seré de los v u e s t r o s
sino á G u n t e r y á sus g e n t e s
GSP0S0 : Cai 10 h a de
que habían i d o con S i g f r i d o r '° P ^ ^ me
á la caza. Al verlos a r m a d o s , «Ellos tienen aquí en el R h i n g r a n p o d e r í o , p o r esto
Crimilda e x p e r i m e n t ó u n a i * 0
intentéis la l u c L ; s k a n treinta h o m -
nS a X Í '
nueva amargura. 0 5 k S r £ C O m p e n S e baStant6 t 0 d 0 10
P o r f u e r t e que fuera su p e -
n a , p o r g r a n d e q u e f u e r a su
r , l P r a n ? e f . e n eI p a l a c i 0 y s u f r i d k P ^ a conmigo.
d e s g r a c i a , t e m í a t a n t o ver C u a n d o sea de día, vosotros n o b l e s guerreros m e a y u d a r é L
m o r i r á los N i b e l u n g o s á m a -
dieron £P«^ A ^ J ^ ^ Los
H é r o e s 17 « ^
aieron . « A m a d a s e ñ o r a , así se h a r á . »
cibnll^ P í á d e d r h a S t a 1 u e P u n t 0 s e l a m e n t a r o n los
7
dueli i K? m U , f f ' P u e s t o d a l a c i " d a d estaba de
k S C m d a d a n o s
Fllñ 11 acudieron p r e c i p i t a d a m e n t e .
Ellos l l o r a r o n con los e x t r a n j e r o s ; p u e s también p a r a
r ro b ^ r a n P f T ' N , 0 S a b í a n P ° r c a u s a el
"oble gue-
n e r o había perdido vida y cuerpo. C o n las m u j e r e s de la
reina, l l o r a r o n m u c h a s esposas de los de la ciudad

rin r ? a ^ ° r V 0 S , a r d f i c e S q u e c o n t o d a P r i s a construye-
nl.nrTc ? de plata y oro, g r a n d e y fuerte u n i d o p o r
co t í n n a C e í ° t e m p l a d o . T o d a la g e n t e t e m í el
coi azon o p r i m i d o p o r el pesar.
r p i n f i 0 - l a n ° C h e y , c o m e n f ó á d e s p u n t a r el día. L a n o b l e
reina hizo llevar a la catedral á su nobilísimo m u e r t o á su
.querido esposo T o d o s los amigos que h a b í a n ido ahí i o n
el lo s e g u í a n l l o r a n d o .
¡ C u a n t a s c a m p a n a s s o n a r o n al llevarlo á la catedral '
i o r todas partes se escuchaba el c a n t o de los sacerdotes!
LOS NIBELUKGOS

T a m b i é n f u e r o n el rey G u n t e r c o n sus h o m b r e s y el feroz N o s o t r o s q u e r e m o s a y u d a r t e en t a n t o vivamos. » P e r o


H a g e n : m e j o r h u b i e r a n h e c h o c o n n o ir. nadie en el m u n d o podía darle c o n s u e l o
El rey d i j o : « ¡ Q u e r i d a h e r m a n a ! ¡cual es tu p e n a , q u e
• c E 1 ; a t a , u d f S t , U V 0 d i s P . " e s t 0 P « a el m e d i o día. L e v a n t a r o n
n o h a y a m o s p o d i d o escapar de u n dolor lan g r a n d e ! a Sigfrido de la angarilla en q u e estaba colocado. La reina
S i e m p r e l a m e n t a r e m o s la m u e r t e de Sigfrido. » « S i n m o - no q u e n a dejarlo e n t e r r a r todavía y esto dió m u c h o q u e
4
tivo lo hacéis » c o n t e s t ó la desconsolada m u j e r . nacer a t o d a la g e n t e .
« Si hubierais de h a b e r sentido p e n a , n o h u b i e r a o c u - E n v o l v i e r o n al m u e r t o c o n u n a tela m u y rica : n i n g u -
r r i d o esto. N o habéis p e n s a d o en m í , p u e d o decirlo c o n n o de los q u e estaban allí d e j a r o n de v e r t e r lágrimas. C o n
verdad , pues h é m e aquí separada para s i e m p r e de m i q u e - todo el c o r a z o n lloraban sobre el a r r o g a n t e c u e r p o de Sig-
rido esposo. H u b i e r a q u e r i d o el Dios del cielo q u e e s t o frido, Uta l a , n o b l e r e i n a y t o d o su a c o m p a ñ a m i e n t o
m e sucediera á m í . » C u a n d o e s c u c h a r o n q u e c a n t a b a n en la catedral y q u e le
Ellos m a n t u v i e r o n su m e n t i r a ; Crimilda e x c l a m ó : « Q u e habían e n c e r r a d o en el a t a ú d , se a g l o m e r ó g r a n m u l t i t u d .
el q u e sea i n o c e n t e lo manifieste c o n c l a r i d a d ; que se Muchas o f r e n d a s se hicieron p o r la salvación de su alma !
a c e r q u e al ataúd y de este m o d o se conocerá bien p r o n t o Jrue l l o r a d o hasta p o r m u c h o s de sus e n e m i g o s .
la v e r d a d . » La desgraciada C r i m i l d a dijo á sus c a m a r e r a s : « E n o b s e -
F u é u n g r a n m i l a g r o el q u e ocurrió e n t o n c e s , p o r que quio al a m o r que m e t e n é i s , vais á t o m a r o s u n t r a b a j o : á
c u a n d o el asesino se acercó al m u e r t o , la s a n g r e b r o t ó de todos los q u e lo querían b i e n , les distribuiréis su o r o , e n
las heridas. Así sucedió y q u e d ó r e c o n o c i d o q u e H a g e n n o m b r e del a l m a de Sigfrido.
lo había h e c h o . N o h u b o n i n g ú n n i ñ o , p o r p e q u e ñ o que f u e r a , q u e lle-
Las heridas m a n a r o n c o m o c u a n d o f u e r o n h e c h a s . L o s gado a la edad de la r a z ó n d e j a r a de ir á los f u n e r a l e s
l a m e n t o s h a b í a n sido g r a n d e s : pero e n t o n c e s lo f u e r o n Antes de ser e n t e r r a d o , c a n t a r o n m á s de cien misas p o r
m a y o r e s . El rey G u n t e r d i j o : « Q u i e r o q u e sepáis q u e los dia L o s a m i g o s de Sigfrido se a g l o m e r a b a n allí.
bandidos lo asesinaron ; G u n t e r n o ha h e c h o eso. » C u a n d o acabaron de c a n t a r , la m u l t i t u d se dispersó
Ella c o n t e s t ó : «Esbs b a n d i d o s m e son m u y c o n o c i d o s . Uespues dijo C r i m i l d a : «Esta n o c h e n o m e dejaréis sola
¡ Q u é la m a n o de Dios los castigue ! G u n t e r y H a g e n , para velar al h é r o e sin igual. C o n su c u e r p o h a n e n c e r r a d o
v o s o t r o s sois los q u e l o habéis m a t a d o . D e n u e v o p e n s a - toda m i alegría.
r o n en el c o m b a t e , los q u e habían a c o m p a ñ a d o á Sigfri- « T r e s días y tres n o c h e s deseo que p e r m a n e z c a así,
do. p o r q u e quiero gozar de la vista de m i a m a d o esposo
Crimilda les dijo a ú n : « Sufrid la p e n a c o n m i g o . » Su l a l vez o r d e n e Dios q u e la m u e r t e m e lleve también Así
pesar se hizo m á s g r a n d e c u a n d o sus dos h e r m a n o s G e r - t e r m i n a r á el dolor de la p o b r e C r i m i l d a . »
n o t y Geiselher el j o v e n , se p u s i e r o n al lado del m u e r t o . Las g e n t e s de la c i u d a d se f u e r o n á sus casas". Ella
Ellos lo sintieron v e r d a d e r a m e n t e ; sus ojos se c e g a r o n m a n d o a los sacerdotes, á los m o n j e s y á t o d o su a c o m p a -
c o n las l á g r i m a s . ñ a m i e n t o q u e se q u e d a r a n allí. T u v i e r o n tristes n o c h e s v
L l o r a r o n de lo í n t i m o del corazón al esposo de C r i m i l - penosos días.
d a . I b a n á cantar la m i s a ; de todas partes se dirigieron P e r m a n e c i ó m á s de u n g u e r r e r o sin beber y sin c o m e r :
hacia la catedral h o m b r e s y m u j e r e s . Pocos f u e r o n los q u e a los q u e q u e r í a n a l i m e n t o se l o ofrecían en "abundancia ;
n o l a m e n t a r o n su m u e r t e . S i g e m u n d o lo pagaba t o d o : aquello era u n a g r a n d e s g r a -
Geiselher y G e r n o t d i j e r o n : « H e r m a n a n u e s t r a , consué- cia V u n g r a n d o l o r para los N i b e l u n g o s .
late de su m u e r t e , p o r c u a n t o n o puede ser de o t r o m o d o . En aquellos tres d í a s , h e m o s oído d e c i r , q u e los q u e
sabían cantar t u v i e r o n m u y g r a n d e t r a b a j o á causa del L l e v a r o n a la reina j u n t o á la fosa. C o n sus blancas
d o l o r de C r i m i l d a . R o g a r o n p o r el a l m a del g u e r r e r o m a j o s l e v a n t o la h e r m o s a cabeza y lo beso m u e r t o , al
fuerte y magnánimo. n o b l e y buen c a b a l l e r o : el dolor hizo q u e sus brillantes
L o s pobres q u e estaban allí y q u e n o poseían n a d a , t u - ojos lloraran s a n g r e .
vieron parte d e o f r e n d a c o n el oro de Sigfrido : c o m o n o
F u é aquella u n a ¿olorosísima separación. Q u i t á r o n l a
había de vivir m á s , se d i e r o n p o r su a l m a m u c h o s miles de
de allí y ella casi n o podía a n d a r . Vióse caer á la n o b l e
marcos. d a m a perdidos los sentidos. Su h e r m o s o c u e r p o parecía
Sus b u e n a s tierras laborables , f u e r o n distribuidas e n t r e que iba a s u c u m b i r a la desesperación.
los m o n a s t e r i o s y sus g e n t e s fieles. A los p o b r e s d i e r o n
C u a n d o e n t e r r a r o n al n o b l e señor, f u é u n a pena i n m e n s a
plata y vestidos. Ella hizo c o m p r e n d e r p o r sus buenas
para t o d o s los g u e r r e r o s q u e h a b í a n v e n i d o c o n él del país
acciones, c u a n g r a n d e a m o r le profesaba.
E n la tercera m a ñ a n a , al t i e m p o de la misa , el a n c h o 05 a m á S 56 VÍÓ c o n t e n t o á
mundo ' Sige-
c e m e n t e r i o c e r c a n o á la catedral, estaba lleno de g e n t e q u e M u c h o s h o m b r e s h u b o q u e p o r la f u e r z a del dolor n o
l l o r a b a n , r i n d i e n d o h o m e n a j e al m u e r t o , c o m o se hace c o m i e r o n m bebieron e n aquellos tres d í a s : sin e m b a r g o
c o n los amigos q u e r i d o s . p o r t a n t o t i e m p o n o podían t e n e r olvidadas las necesidades
E n aquellos cuatro d í a s , se d i c e , q u e m á s de t r e i n t a del c u e r p o y m a s tarde se r e p u s i e r o n , c o m o sucede m u c h a s
mil m a r c o s se dieron á los p o b r e s , p o r la salvación de su \cces•
a l m a . Allí estaba t e n d i d o y r e d u c i d o á la n a d a su g r a n d e Crimilda p e r m a n e c i ó d e s m a y a d a y sin s e n t i d o el día, la
y hermoso cuerpo. n o c h e y hasta la m a ñ a n a s i g u i e n t e . N a d a de lo q u e le de-
C u a n d o se acabó el oficio á D i o s y t e r m i n a r o n los cían podía c o m p r e n d e r l o . Poseído de la m i s m a p e n a , yacía
r
c a n t o s , m u c h o s del p u e b l o se agitaban d o l o r o s a m e n t e . el rey S i g e m u n d o . 'y
S a c á r o n l o f u e r a de la catedral l l e v á n d o l o hacia la fosa. Allí
C o n g r a n t r a b a j o le hicieron r e c o b r a r sus fuerzas a c o -
t a m b i é n se e s c u c h a b a n l l á n t o s y g e m i d o s . tadas p o r la g r a n d e aflicción, de lo q u e él n o se e x t r a ñ a b a
El pueblo siguió al e n t i e r r o l a n z a n d o gritos de d o l o r : bus g u e r r e r o s le d i j e r o n : « M a r c h e m o s á n u e s t r o p a í s : n o
n a d i e estaba alegre , ni h o m b r e n i m u j e r . A n t e s de e n t e - d e b e m o s p e r m a n e c e r aqui m á s t i e m p o . »
rrarlo c a n t a r o n y r e z a r o n . ¡ A h ! c u á n t o s b u e n o s sacerdotes
se e n c o n t r a r o n en el e n t i e r r o 1
C u a n d o la triste viuda se quiso a p r o x i m a r á la fosa, f u é
t a n d u r a la aflicción que s i n t i ó , q u e m u c h a s veces t u v i e r o n
q u e rociarle el r o s t r o c o n a g u a de la f u e n t e : el d o l o r de
XVIII.
su corazón era m u y g r a n d e .
Es v e r d a d e r a m e n t e u n a m a r a v i l l a , q u e sus fuerzas p u -
dieran resistir. A su lado estaban m u c h a s m u j e r e s q u e DE COMO SIGEMUNDO VOLVIÓ Á SU PAÍS.
lloraban t a m b i é n . « V o s o t r a s , fieles á m i esposo Sigfrido»
dijo la reina « h a c e d m e u n f a v o r , e n gracia á v u e s t r o
afecto. L s u e g r o de Crimilda, f u é á d o n d e ella estaba y
« D e j a d m e que e x p e r i m e n t e una satisfacción en m e d i o dijo á la reina : « V a m o s á volver á n u e s t r o país-.
de m i dolor. H a c e d que y o p u e d a c o n t e m p l a r u n a vez m á s N o s o t r o s s o m o s huéspedes p o c o q u e r i d o s en las
su bello r o s t r o » P o r t a n t o t i e m p o lo pidió l l o r a n d o , q u e orillas del R h i n . C r i m i l d a , n o b l e s e ñ o r a , v e n t e
f u é m e n e s t e r a b r i r . d é n u e v o el m a g n í f i c o a t a ú d . c o n m i g o á m i reino.
sabían cantar t u v i e r o n m u y g r a n d e t r a b a j o á causa del L l e v a r o n a la reina j u n t o á la fosa. C o n sus blancas
d o l o r de C r i m i l d a . R o g a r o n p o r el a l m a del g u e r r e r o m a j o s l e v a n t o la h e r m o s a cabeza y lo beso m u e r t o , al
fuerte y magnánimo. n o b l e y buen c a b a l l e r o : el dolor hizo q u e sus brillantes
L o s pobres q u e estaban allí y q u e n o poseían n a d a , t u - ojos lloraran s a n g r e .
vieron parte d e o f r e n d a c o n el oro de Sigfrido : c o m o n o
F u é aquella u n a ¿olorosísima separación. Q u i t á r o n l a
había de vivir m á s , se d i e r o n p o r su a l m a m u c h o s miles de
de allí y ella casi n o podía a n d a r . Vióse caer á la n o b l e
marcos. d a m a perdidos los sentidos. Su h e r m o s o c u e r p o parecía
Sus b u e n a s tierras laborables , f u e r o n distribuidas e n t r e que iba a s u c u m b i r a la desesperación.
los m o n a s t e r i o s y sus g e n t e s fieles. A los p o b r e s d i e r o n
C u a n d o e n t e r r a r o n al n o b l e señor, f u é u n a pena i n m e n s a
plata y vestidos. Ella hizo c o m p r e n d e r p o r sus buenas
para t o d o s los g u e r r e r o s q u e h a b í a n v e n i d o c o n él del país
acciones, c u a n g r a n d e a m o r le profesaba.
E n la tercera m a ñ a n a , al t i e m p o de la misa , el a n c h o 05 a m á S 56 VÍÓ c o n t e n t o á
mundo ' Sige-
c e m e n t e r i o c e r c a n o á la catedral, estaba lleno de g e n t e q u e M u c h o s h o m b r e s h u b o q u e p o r la fuerza del dolor n o
l l o r a b a n , r i n d i e n d o h o m e n a j e al m u e r t o , c o m o se hace c o m i e r o n n i bebieron e n aquellos tres d í a s : sin e m b a r g o
c o n los amigos q u e r i d o s . p o r t a n t o t i e m p o n o podían t e n e r olvidadas las necesidades
E n aquellos cuatro d í a s , se d i c e , q u e m á s de t r e i n t a del c u e r p o y m a s tarde se r e p u s i e r o n , c o m o sucede m u c h a s
mil m a r c o s se dieron á los p o b r e s , p o r la salvación de su \cces•
a l m a . Allí estaba t e n d i d o y r e d u c i d o á la n a d a su g r a n d e Crimilda p e r m a n e c i ó d e s m a y a d a y sin s e n t i d o el día, la
y hermoso cuerpo. n o c h e y hasta la m a ñ a n a s i g u i e n t e . N a d a de lo q u e le de-
C u a n d o se acabó el oficio á D i o s y t e r m i n a r o n los cían podía c o m p r e n d e r l o . Poseído de la m i s m a p e n a , yacía
r
c a n t o s , m u c h o s del p u e b l o se agitaban d o l o r o s a m e n t e . el rey S i g e m u n d o . 'y
S a c á r o n l o f u e r a de la catedral l l e v á n d o l o hacia la fosa. Allí
C o n g r a n t r a b a j o le hicieron r e c o b r a r sus fuerzas a c o -
t a m b i é n se e s c u c h a b a n l l á n t o s y g e m i d o s . tadas p o r la g r a n d e aflicción, de lo q u e él n o se e x t r a ñ a b a
El pueblo siguió al e n t i e r r o l a n z a n d o gritos de d o l o r : bus g u e r r e r o s le d i j e r o n : « M a r c h e m o s á n u e s t r o p a í s : n o
n a d i e estaba alegre , ni h o m b r e n i m u j e r . A n t e s de e n t e - d e b e m o s p e r m a n e c e r aqui m á s t i e m p o . »
rrarlo c a n t a r o n y r e z a r o n . ¡ A h ! c u á n t o s b u e n o s sacerdotes
se e n c o n t r a r o n en el e n t i e r r o !
C u a n d o la triste viuda se quiso a p r o x i m a r á la fosa, f u é
t a n d u r a la aflicción que s i n t i ó , q u e m u c h a s veces tuvieron
q u e rociarle el r o s t r o c o n a g u a de la f u e n t e : el d o l o r de
XVIII.
su corazón era m u y g r a n d e .
Es v e r d a d e r a m e n t e u n a m a r a v i l l a , q u e sus fuerzas p u -
dieran resistir. A su lado estaban m u c h a s m u j e r e s q u e DE COMO SIGEMUNDO VOLVIÓ Á SU PAÍS.
lloraban t a m b i é n . « V o s o t r a s , fieles á m i esposo Sigfrido»
dijo la reina « h a c e d m e u n f a v o r , e n gracia á v u e s t r o
afecto. L s u e g r o de Crimilda, f u é á d o n d e ella estaba y
« D e j a d m e que e x p e r i m e n t e una satisfacción en m e d i o dijo á la r e m a : « V a m o s á volver á n u e s t r o país-.
de m i dolor. H a c e d que y o p u e d a c o n t e m p l a r u n a vez m á s N o s o t r o s s o m o s huéspedes p o c o q u e r i d o s en las
su bello r o s t r o » P o r t a n t o t i e m p o lo pidió l l o r a n d o , q u e orillas del R h i n . C r i m i l d a , n o b l e s e ñ o r a , v e n t e
f u é m e n e s t e r a b r i r . d é n u e v o el m a g n í f i c o a t a ú d . c o n m i g o á m i reino.
« Q u e si en esta tierra h e m o s p e r d i d o p o r traición á vues- Quisiera volver al país de los N i b e l u n g o s . T o d o el equipo
t r o n o b l e e s p o s o , es m e n e s t e r q u e n o sufráis ese dolor : y o de los g u e r r e r o s estaba p r e p a r a d o . r

s i e m p r e seré v u e s t r o , p o r a m o r á m i hijo y á su n o b l e n i ñ o . El f r e y S i g e m u n d o f u é á d o n d e estaba Crimilda v


« A l l í , m u j e r , conservarás siempre el poderío q u e e n dijo a la r e m a : « L a g e n t e de S i g f r i d o , p e r m a n e c e j u n t o á
o t r o t i e m p o te confiaba Sigfrido, el h é r o e sin igual. El país los caballos: v a m o s á partir de a q u í . N o quiero p e r m a n e c e r
y la c o r o n a s o n t u y o s ; t o d a la g e n t e de Sigfrido, te servirá m a s t i e m p o en B o r g o ñ a . »
con gusto. » Crimilda r e s p o n d i ó : « M e h a n a c o n s e j a d o mis parientes
Se dijo á los escuderos : «Esta n o c h e e m p r e n d e r e m o s el al m e n o s los q u e m e son fieles, q u e p e r m a n e z c a aquí con
c a m i n o » y se a p r e s u r a r o n á p r e p a r a r los c a b a l l o s : j u n t o ellos d a d o q u e n o los t e n g o en el país de los N i b e l u n g o s .
á sus p o d e r o s o s e n e m i g o s , la vida le era u n pesar. A las G r a n d e f u e el pesar de S i g e m u n d o al oir esto á Crimilda
m u j e r e s y á las doncellas se les m a n d ó que preparasen s u s £.1 rey S i g e m u n d o le c o n t e s t ó : « N o digáis eso n u n c a •
trajes de v i a j e . a n t e todos mis parientes, llevaréis la c o r o n a con el m a n -
C u a n d o el rey S i g e m u n d o quiso m a r c h a r s e , la m a d r e d o , c o m o antes lo habéis t e n i d o . V o s n o padeceréis p o r ha-
de Crimilda le r o g ó q u e se q u e d a r a , e n t r e sus parientes, ber p e r d i d o á v u e s t r o esposo.
e n el país e n que estaba. Así le c o n t e s t ó la desconsolada « V e n con n o s o t r o s p o r a m o r á tu h i j o , n o es cosa de
m u j e r : « E s o es m u y difícil q u e lo h a g a . » q u e lo dejéis h u é r f a n o . C u a n d o vuestro hijo crezca conso-
« ¿ C ó m o p o d r á n mis ojos c o n t e m p l a r c o n s t a n t e m e n t e á lara vuestro p e s a r , y en t a n t o t e n d r é i s á vuestro servicio
aquel p o r cuya c a u s a , y o , p o b r e viuda, he e x p e r i m e n t a d o m u c h o s g u e r r e r o s fuertes y b u e n o s . »
d o l o r t a n g r a n d e ?» El joven Geiselher le c o n t e s t ó : « Mi Ella dijo : « M i s e ñ o r S i g e m u n d o , n o p u e d o m a r c h a r m e
h e r m a n a querida, p o r evitarte p e n a , p e r m a n e c e r á s a l i a d o con vos Sea lo q u e sea, l o q u e p u e d a s u c e d e r m e , t e n g o
de tu m a d r e . que q u e d a r m e aquí c o n mis a m i g o s , q u e m e ayudarán á
« T ú n o tienes necesidad de los servicios de aquellos llorar. » Esta noticia n o a g r a d ó á los buenos guerreros.
q u e h a n d e s t r o z a d o tu c o r a z ó n ; vivirás de m i s bienes.» Asi d i j e r o n r e u n i d o s : « P o d r e m o s decir que nos h a ocu-
Ella r e s p o n d i ó al g u e r r e r o : « ¿ C ó m o p u e d e ser eso ? El rrido la m a y o r desgracia, p o r c u a n t o queréis p e r m a n e c e r
d o l o r m e m a t a r í a si volviera á ver H a g e n . » en este país al lado de n u e s t r o s e n e m i g o s . N u n c a f u e r o n
« Y o evitaré eso, q u e r i d a h e r m a n a m í a ; tú estarás siem- a u n a corte caballeros t a n desdichados."»
p r e al lado de tu h e r m a n o Geiselher. Y o te consolaré si « P a r t i d sin c u i d a d o , c o n f i a d o s e n el f a v o r de D i o s : se
puede s e r , de la m u e r t e de tu esposo. » L a i n f o r t u n a d a os e a r a u n a n u m e r o s a escolta hasta q u e lleguéis á vuestro
m u j e r r e s p o n d i ó : « C r i m i l d a tiene necesidad de e l l o . » p a í s : a m i querido h i j o lo r e c o m i e n d o al cuidado de v o -
Al afectuoso o f r e c i m i e n t o del j o v e n , u n i e r o n sus súplicas sotros, buenos guerreros.»
U t a , G e r n o t y m u c h o s de sus fieles a m i g o s , r o g á n d o l e C u a n d o vieron q u e estaba decidida á n o m a r c h a r , llo-
q u e se q u e d a r a allí. P o c o s e r a n los c o n o c i d o s de ella e n t r e r a r o n todos los h o m b r e s d e Sigfrido. C o n grandísima pena
la g e n t e de Sigfrido. se separo S i g e m u n d o de C r i m i l d a ; e x p e r i m e n t a b a u n a
« T o d o s os s o n desconocidos» dijo G e r n o t . «Nadie, p o r fuerte aflicción.
f u e r t e que sea, p u e d e librarse de la m u e r t e . Piensa en esto, « ¡ Maldita sea esta fiesta ! » e x c l a m ó el respetable rey
m i querida h e r m a n a , y q u e tu espirítu se serene: p e r m a n e c e « A n i n g ú n rey ni á los s u y o s se les ofrecerán m á s , tales
c o n tus a m i g o s y e n v e r d a d q u e lo pasarás bien. » diversiones: n u n c a j a m á s v o l v e r e m o s á B o r g o ñ a . »
Ella creyó á su h e r m a n o y p e r m a n e c i ó en el país. Se Así dijeron c l a r a m e n t e los g u e r r e r o s de Sigfrido. « T a l
p r e p a r a r o n los caballos para la g e n t e de S i g e m u n d o que vez nosotros v o l v a m o s n u e v a m e n t e aquí, si p o d e m o s saber
quien asesinó á n u e s t r o s e ñ o r . T e n d r á entre sus parientes
muchos enemigos mortales. »
A b r a z ó á Crimilda diciéndole l l o r a n d o , q u e p o r c u a n t o El joven Geiselher los a c o m p a ñ ó a m i s t o s a m e n t e A c o m -
quería quedarse que bien estaba : v a m o s á volver a h o r a á paño sin c u i d a d o n i n g u n o hasta el N i d e r l a n d aí r e v T í
n u e s t r o país sin alegría n i n g u n a : a h o r a c o m p r e n d o t o d o sus. g u e r r e r o s , poseídos a u n de h o n d a p e n a ¡ E n t r e us
mi dolor. parientes e n c o n t r a r o n alegres á m u y p o c o s '
L o q u e después les sucedió, n o os lo p u e d o decir Los
g e m i d o s de C n m i l d a s e oían c o n t i n u a m e n t e , shr q u e nadie
pudiera consolarla sino G e i s e l h e r ; éste era b u e n o y fiel
B r u n e q u i l d a la h e r m o s a , p e r m a n e c í a c o n i m p e n i n e n ia

í o r X - N u n ^ T f U 6 r a n L l S P £ f S , d G C r i m a d a , P n a d ¿ le im"
f p m ¿ n ¿ r a - e ' ; ; u , V l d a l e v o l v i ó ¿ t e n e r confian
. » , i e i o después C r i m i l d a le c a u s ó a m a r g u í s i m o s pesares.

XIX.

COMO EL TESORO DE LOS NIBELUNGOS FUÉ LLEVADO


Á WORMS.

ABIENDO q u e d a d o viuda la n o b l e Crimilda el


m a r g r a v e E c k w a r t p e r m a n e c i ó en el país c o n sus
h o m b r e s . El servia á su señora y j u n t o s lloraban
A b a n d o n a r o n sin a c o m p a ñ a m i e n t o á W o r m s sobre el al m u e r t o .
R h i n : iban c o n el á n i m o t r a n q u i l o , pues si p o r e n e m i s - ? n n ] y ° r m s K ' c e r f d e l a c a t e d r a l , le c o n s t r u y e r o n u n a
vi
tad los atacaban, los brazos de los N i b e l u n g o s sabrían d e - e
" r a n c h a J a k a ' g r a n d e y rica , d o n d e p e r m a n e c i ó
f e n d e r s e bien. con su a c o m p a ñ a m i e n t o sin alegría n i n g u n a . Iba c o n d e -
Ellos n o se despidieron de nadie. V i e r o n á Geiselher y voción á la iglesia y hallaba algún c o n s u e l o .
á G e r n o t que se acercaban a f e c t u o s a m e n t e al rey : se sen- tnste 7 con
tían afligidos p o r su d o l o r y así se lo hicieron saber los" tnmK? 1 , P e n a i b a t o d o s los días á la
f u e r t e s héroes. m b a de su e s p o s o , y rogaba al S e ñ o r Dios q u e acogiera
su a l m a ; m u c h a s veces se lo pidió con corazón contrito
Así dijo c o r t é s m e n t e el fuerte G e r n o t : « Dios del cielo n.ro í 7 ' SU a c o m a
P ñ a m i e n t o , la consolaban siempre;
sabe, que en la m u e r t e de Sigfrido n o t e n g o parte n i n g u - pero tenia en su corazon herido, un vacío t a n g r a n d e , q u é
quien asesinó á n u e s t r o s e ñ o r . T e n d r á entre sus parientes
muchos enemigos mortales. »
A b r a z ó á Crimilda diciéndole l l o r a n d o , q u e p o r c u a n t o El joven Geiselher los a c o m p a ñ ó a m i s t o s a m e n t e A c o m -
quería quedarse que bien estaba : v a m o s á volver a h o r a á paño sin c u i d a d o n i n g u n o hasta el N i d e r l a n d aí r e v T í
n u e s t r o país sin alegría n i n g u n a : a h o r a c o m p r e n d o t o d o sus. g u e r r e r o s , poseídos a u n de h o n d a p e n a ¡ E n t r e us
mi dolor. parientes e n c o n t r a r o n alegres á m u y p o c o s '
L o q u e después les sucedió, n o os lo p u e d o decir Los
g e m i d o s de C n m i l d a s e oían c o n t i n u a m e n t e , SÜL q u e nadie
pudiera consolarla sino G e i s e l h e r ; éste era b u e n o y fiel
B r u n e q u i l d a la h e r m o s a , p e r m a n e c í a c o n i m p e n i n e n ia

í o r X - Nun^TfU6ran LlS P £ f S , de
Criminada S
a e u Vlda le volvió
f p m ¿ n ¿ r - ';; , ¿ t e n e r confian
i e i o después C r i m i l d a le causó a m a r g u í s i m o s pesares.

XIX.

COMO EL TESORO DE LOS NIBELUNGOS FUÉ LLEVADO


Á WORMS.

ABIENDO q u e d a d o viuda la n o b l e Crimilda el


m a r g r a v e E c k w a r t p e r m a n e c i ó en el país c o n sus
h o m b r e s . El servia á su señora y j u n t o s lloraban
A b a n d o n a r o n sin a c o m p a ñ a m i e n t o á W o r m s sobre el al m u e r t o .
R h i n : iban c o n el á n i m o t r a n q u i l o , pues si p o r e n e m i s - ? n n ] y ° r m s K ' c e r f d e l a c a t e d r a l , le c o n s t r u y e r o n u n a
vi
tad los atacaban, los brazos de los N i b e l u n g o s sabrían d e - e
" r a n c h a J . t a > g ^ n d e y rica , d o n d e p e r m a n e c i ó
f e n d e r s e bien. con su a c o m p a ñ a m i e n t o sin alegría n i n g u n a . Iba c o n d e -
Ellos n o se despidieron de nadie. V i e r o n á Geiselher y voción á la iglesia y hallaba algún c o n s u e l o .
á G e r n o t que se acercaban a f e c t u o s a m e n t e al rey : se sen- tnste 7 con
tnrnK? 1 , P e n a tba t o d o s los días á la
tían afligidos p o r su d o l o r y así se lo hicieron saber los" m b a de su e s p o s o , y rogaba al S e ñ o r Dios q u e acogiera
f u e r t e s héroes. su a l m a ; m u c h a s veces se lo pidió con corazón contrito
Así dijo c o r t é s m e n t e el fuerte G e r n o t : « Dios del cielo n.ro í 7 ' SU a c o m
p a ñ a m i e n t o , la consolaban siempre;
sabe, que en la m u e r t e de Sigfrido n o t e n g o parte n i n g u - pero t e m a en su corazon herido, u n vacío t a n g r a n d e , q u é
n o p o d í a llenarse c o n n i n g ú n c o n s u e l o . El deseo de ver á p e r n e s . « T a l vez p r o c u r e él q u e m á s adelante seáis dicho-
su a m i g o , le causaba m a y o r pesar. sa. » « t i OS consolará » le dijo el h é r o e G e r n o t . La d e s -
N u n c a f u é o t r o él deseo de u n a m u j e r c o n respecto á r£Sp
queréis » °ndÍÓ: "Bien veis
1ue ha
§ ° 1° q u e
su a m a d o esposo : su g r a n v i r t u d podía reconocerse en
esto. Ella lloró hasta el fin, e n t a n t o q u e v i v i ó . P e r o bien « Q u i e r o saludar al r e y . » H a b i e n d o ella d a d o su c o n s e n -
p r o n t o consiguió u n a horrible v e n g a n z a . t i m i e n t o , el rey f u é á su presencia , r o d e a d o de sus m e j o -
P e r m a n e c i ó e n el dolor , es c i e r t o , p o r la m u e r t e de su res a m i g o s , pero H a g e n n o se atrevió á presentarse : tenía
esposo tres a ñ o s y m e d i o , sin decir u n a palabra á G u n t e r , r e m o r d i m i e n t o p o r su c r i m e n y h u b i e r a h e c h o m u y m a l
y sin ver jamás en este t i e m p o á H a g e n . C o m o q u e n a dar al olvido 'el r e n c o r .que tenía contra
Así dijo al r e y H a g e n de T r o n e j a : « P r o c u r a c o n q u i s t a r G u n t e r , de,o q u e la abrazara. Si su falta n o hubiera sido
de n u e v o la v o l u n t a d de tu h e r m a n a , y de este m o d o p o -
d r e m o s traer al país el t e s o r o de los N i b e l u n g o s : m u c h o ti^anquiHda'd °r'1Cia ' era
P o c ^ d o visitarla con m a y ó r
podría hacerse si tuvieras la confianza de la r e i n a . » N u n c a se llevó á cabo u n a reconciliación entre a m i g o s
« V a m o s á i n t e n t a r l o » , le r e s p o n d i ó el rey. « Cerca de con t a n t a s lagrimas c o m o aquella. L a pérdida e x p e r i m e n -
ella están G e r n o t y Geiselher; les r o g a r e m o s q u e i n t e r c e - tada le hacia sufrir m u c h o : p e r d o n ó á todos m e n o s á u n
d a n ellos, p a r a q u e n o s vuelva su c o n f i a n z a y n o s la dé h o m b r e : nadie lo h u b i e r a m a t a d o , si H a g e n n o se e m p e ñ a r a
gustosa. » « N o lo creo » r e s p o n d i ó H a g e n « eso n o s u c e -
derá jamás.» P o c o t i e m p o después hicieron de m o d o que la joven
H i z o venir á la corte á O r t e w e i n y al m a r g r a v e G e r e : reina m a n d a r a llevar á las orillas del R h i n el g r a n tesoro
y l u é g o c u a n d o estuvieron allí, á G e r n o t y al joven Geisel- del país de los N i b e l u n g o s : era lo q u e constituían sus
h e r ; ellos intercedieron a m i s t o s a m e n t e cerca de C r i m i l d a . arras y tenia d e r e c h o para hacerlo.
Así dijo G e r n o t el f u e r t e de B o r g o ñ a : « S e ñ o r a , t i e m p o C o n objeto de t r a e r l o , p a r t i e r o n Geiselher y t a m b i é n
hace q u e lloráis la m u e r t e de Sigfrido. El r e y quiere p r o - G e r n o t . L a señora C r i m i l d a m a n d ó q u e f u e r a n o c h o mil
baros que él n o lo h a m a t a d o . S i e m p r e se os oye llorar hombres para sacarlo de d o n d e estaba g u a r d a d o b a j o la
dolorosamente. » custodia de Alber.eo y de s u s a m i g o s m á s valientes.
Ella c o n t e s t ó : « N a d i e h a dicho q u e él s e a , es la m a n o C u a n d o estos vieron llegar á los q u e venían del R h i n
de H a g e n . C u a n d o s u p o de mí d o n d e podía ser h e r i d o , para llevarse el tesoro , el f u e r t e A l b e r i c o , dijo á sus ami-
; c ó m o había y o de saber el odio q u e le tenía e n su a l m a ? gos : « Si la n o b l e reina lo r e c l a m a , n o p o d e m o s c o n s e r -
¡ P o r q u é n o i m p e d í ! », a ñ a d i ó la n o b l e reina. var p o r m a s t i e m p o el t e s o r o , p o r q u e son sus arras.
« Q u e conociera el secreto de su h e r m o s o c u e r p o : ¡ n o « Y o n u n c a lo hubiera a b a n d o n a d o », añadió Alberico
sería a h o r a , desgraciada de m í , u n a viuda i n f o r t u n a d a ! sin la desgracia de haber perdido á Sigfrido y la Tarnkappa,'
¡ N u n c a p e r d o n a r é á los q u e h a n c o m e t i d o el c r i m e n ! » pues s i e m p r e la llevaba el esposo de Crimilda la h e r m o s a
Geiselher el agraciado joven le c o m e n z ó á suplicar. «Pero a h o r a si p o r q u e Sigfrido ha e x p e r i m e n t a d o des-
Ella c o n t e s t ó : « P o r c u a n t o lo exigís de m í , lo saludaré. gracia y perdido la T a r n k a p p a , c o n q u e el héroe conquistó
P e r o el delito es g r a n d e , es v u e s t r o . ¡ Me h a c a u s a d o el llaves P a i S , > > Camarero se a
P ^ s u r ó á ir en busca d é l a s
rey t a n t o s m a l e s sin q u e yo los merezca ! Mis labios le
o t o r g a r o n el p e r d ó n , p e r o m i c o r a z ó n le está c e r r a d o para D e l a n t e de la m o n t a ñ a p e r m a n e c í a n los enviados de
siempre. » Crimilda y m u c h o s de sus amigos : r e c o g i e r o n el tesoro y
« T o d o se arreglará d e n t r o de p o c o » le d i j e r o n sus pa- lo llevaron hacia el m a r , c o l o c á n d o l o en fuertes barcas y
i-os XIBELUNGOS

S^mm
llenad. H a s ^ ^ S f e ^
h a M a r de
tan g r a n cantidad de riquezas °

lo c o n d u j e r o n p o r las o n d a s
desde la m o n t a ñ a hacia el
Rhin.
Podríais oír c o n t a r m a r a -
villas de aquel tesoro : doce
carromatos grandes y fuer-
tes , casi n o podían traspor- i l g ü f S s á s
tarlo en c u a t r o días y c u a t r o
n o c h e s desde la m o n t a ñ a á
e s e H
t S o t m l 2 s d e ^ fc«0 < * *
las b a r c a s ; y cada c a r r o m a t o
hacía tres viajes diarios. con sus r e g a l o s , q u e l l e g ^ ^ e n e
Solo consistía en piedras B o r g o n o n e s , t e n d r á n que arrepentirse de h a b l s e í o s d e j a d o
preciosas y o r o . A u n c u a n d o
se h u b i e r a c o m p r a d o el m u n -
do , p a g á n d o l o c o n o r o , n o
hubiera d i s m i n u i d o u n m a r - p ; i ^ ¿ ; r p 0 n d i 0
" — : «Déjamele
co. C o n r a z ó n H a g e n desea-
ba p o s e e r l o . L o s j u r a m e n t o s q u e h a b í a n h e c h o n o f u e r o n respeta-
do qrutaron a la viuda sus cuantiosas r i q u f i 1 3
E n el tesoro se e n c o n t r a b a
m d 0 de
u n a varilla de oro ; la de los no C e n n f ^ k s 1Iaves" Cuando s u h e r m a
no G e r n o t s u p o esto, se e n f u r e c i ó
d e s e o s : el q u e la tuviera,
podía ser d u e ñ o de t o d o s los h o m b r e s de la tierra. M u - H w n 7 ° 1 , 0 V e n G e i s e l h e r : « d u c h a s p e n a s h a inferido
m £ 0 0 n d r é
chos de los a m i g o s de Alberico, p a r t i e r o n c o n G e r n o t . S i f ¿ q u e c o n t i n ú e sino
P OXim
C u a n d o el h é r o e G e r n o t y el joven Geiselher se h u b i e - n S l ' ? P a n e n t e > las pagaría c o n la vida » D e
nuevo c o m e n z ó á llorar la viuda de Sigfrido.
E l rey G e r n o t dijo : « Más vale q u e e n vez de a t o r m e n -
t a r n o s p o r causa de ese o r o , lo a r r o j e m o s al R h i n , p a r a q u e
n o sea de n a d i e . » Ella l l o r a n d o se p r e s e n t ó á Geiselher,
Le dijo : « Q u e r i d o h e r m a n o , m e n e s t e r es q u e pienses
e n m í : sé el p r o t e c t o r de m i vida y de mis bienes. » L e
contestó á su h e r m a n a . « Así lo haré c u a n d o v o l v a m o s :

tífe&Ffátíte
t e n e m o s q u e hacer u n viaje. »
G u n t e r y sus p a r i e n t e s salieron del país , al m e n o s los
h 1Gp
q u e e r a n m á s bravos. Solo p e r m a n e c i ó H a g e n p o r el odio una tumba. ' - °Snba la e
^ada reina en
q u e profesaba á C r i m i l d a ; se q u e d ó p o r h a c e r l e d a ñ o . Así dijo la reina viuda : « Q u e r i d a h i h m í .
A n t e s q u e el rico rey volviera, H a g e n se había apodera-
do del tesoro : t o d o e n t e r o lo llevó al R h i n cerca de L o r s -
c h e . E s p e r a b a d i s f r u t a r de él, pero n o f u é así.
'i Voy de¿rd;s X o ^ - " C n m i l d a Ie :

D e s p u é s H a g e n de T r o n e j a n o p u d o sacar n a d a del te- D i ^ i S S r le


™ k
U t a . . El
soro , c o m o sucede á los q u e faltan á s u s j u r a m e n t o s , . El <• querida m a d r e „ t c T S ; ^ KÓ
í3 «posa,
tesoro q u e d ó perdido p a r a él, lo m i s m o q u e p a r a los d e m á s . n á t e r que lo i & ^ ^ f i t ^ * "" « & M *
Los príncipes volvieron a c o m p a ñ a d o s de m u c h o s h o m -
bres. C r i m i l d a c o n sus doncellas y m u j e r e s , c o m e n z ó á la-
m e n t a r s e de la ofensa q u e h a b í a recibido : s o m b r í o s e r a n
sus s e n t i m i e n t o s . Allí estaba el h é r o e para servirla hasta la
muerte. ,
D i j e r o n e n t r e s í : « N o h a o b r a d o bien. » H a g e n h u y o so f r e u n i r s e con
de la presencia de los príncipes, hasta q u e n u e v a m e n t e vol- q u e desde m u y « M
vió á su f a v o r ; p e r o el odio de Crimilda n o podia ser ya
más grande. , . , ,
C o n n u e v a p e n a s e vió afligido su a n i m o . D e s p u é s de
m u e r t o su esposo, le a r r e b a t a b a n s u s riquezas : t o d a su vida
d u r ó su q u e j a sin acabar hasta el ú l t i m o día. XX.
D e s p u é s de la m u e r t e de Sigfrido — esta es la v e r d a d —
p e r m a n e c i ó e n el dolor trece años. L a m u e r t e del g u e r r e r o
p e r m a n e c í a s i e m p r e fija en su á n i m o . Ella le f u é m u y fiel, D E C O M O EL REY ETZEL BUSCÓ A CRIMILDA.
así lo a f i r m a n t o d o s .
L a señora U t a creó después de la m u e r t e de D a u k w a r t
u n a rica a b a d í a , d á n d o l e m u c h a s fértiles tierras de labor, OR aquél t i e m p o m u r i ó la s e ñ o r a H e l k e , y el r e y
q u e e r a n suyas. El m o n a s t e r i o de Lorsche las poseía aun Etzel buscaba otra esposa. Sus a m i g o s c a m i n ?
y fué m u y honrado. d í s d e B
Z t r T r - g o f i a , donde habkTtma
Crimilda d i ó t a m b i é n , p o r el r e p o s o del a l m a de Sigirido n e m Vluda
milda. «ue se
l l a m a b a la señora
y p o r el de todas las a l m a s , u n a g r a n c a n t i d a d de oro y
"de piedlas preciosas. C u a n d o m u r i ó la h e r m o s a H e l k e , la r e i n a , le d i j e r o n :
E l rey G e r n o t dijo : « Más vale q u e e n vez de a t o r m e n -
t a r n o s p o r causa de ese o r o , lo a r r o j e m o s al R h i n , p a r a q u e
n o sea de n a d i e . » Ella l l o r a n d o se p r e s e n t ó á Geiselher,
Le dijo : « Q u e r i d o h e r m a n o , m e n e s t e r es q u e pienses
e n m í : sé el p r o t e c t o r de m i vida y de mis bienes. » L e
contestó á su h e r m a n a . « Así lo haré c u a n d o v o l v a m o s :
t e n e m o s q u e hacer u n viaje. »
G u n t e r y sus p a r i e n t e s salieron del país , al m e n o s los tífe&Ffátíte h 1Gp
q u e e r a n m á s bravos. Solo p e r m a n e c i ó H a g e n p o r el odio una tumba. ' - °Snba la e
^ada reina e n
q u e profesaba á C r i m i l d a ; se q u e d ó p o r hacerle d a ñ o . Así dijo la reina viuda : « Q u e r i d a b i h m í .
A n t e s q u e el rico rey volviera, H a g e n se había apodera-
do del tesoro : t o d o e n t e r o lo llevó al R h i n cerca de L o r s -
c h e . E s p e r a b a d i s f r u t a r de él, pero n o f u é así.
'i Voy de¿rd;s X o ^ - " C n m i l d a Ie :

D e s p u é s H a g e n de T r o n e j a n o p u d o sacar n a d a del te- D i ^ i S S r le


™ k
U t a . . El
soro , c o m o sucede á los q u e faltan á s u s j u r a m e n t o s , . El <• querida m a d r e „ t c T S ; ^ KÓ
í3 «posa,
tesoro q u e d ó perdido p a r a él, lo m i s m o q u e p a r a los d e m á s .
4 ! que lo I f e e c o l i g o i 0 " 3 " * " " e S p ° S O ;
Los príncipes volvieron a c o m p a ñ a d o s de m u c h o s h o m -
bres. C r i m i l d a c o n sus doncellas y m u j e r e s , c o m e n z ó á la-
m e n t a r s e de la ofensa q u e h a b í a recibido : s o m b r í o s e r a n
sus s e n t i m i e n t o s . Allí estaba el h é r o e para servirla hasta la
muerte. ,
D i j e r o n e n t r e s í : « N o h a o b r a d o bien. » H a g e n h u y o SU f reunirse con
de la presencia de los príncipes, hasta q u e n u e v a m e n t e vol- í u e desde m u y « M
vió á su f a v o r ; p e r o el odio de Crimilda n o podía ser ya
más grande. , . , ,
C o n n u e v a p e n a s e vió afligido su a n i m o . D e s p u é s de
m u e r t o su esposo, le a r r e b a t a b a n s u s riquezas : t o d a su vida
d u r ó su q u e j a sin acabar hasta el ú l t i m o día. XX.
D e s p u é s de la m u e r t e de Sigfrido — esta es la v e r d a d —
p e r m a n e c i ó e n el dolor trece años. L a m u e r t e del g u e r r e r o
p e r m a n e c í a s i e m p r e fija en su á n i m o . Ella le f u é m u y fiel, D E C O M O EL REY ETZEL BUSCÓ A CRIMILDA.
así lo a f i r m a n t o d o s .
L a señora U t a creó después de la m u e r t e de D a u k w a r t
u n a rica a b a d í a , d á n d o l e m u c h a s fértiles tierras de labor,
OR aquél t i e m p o m u r i ó la s e ñ o r a H e l k e , y el r e y
q u e e r a n suyas. El m o n a s t e r i o de Lorsche las poseía aun Etzel buscaba otra esposa. Sus a m i g o s c a m i n ?
y fué m u y honrado. d í s d e B
Z t r T r -gofia, donde habkTtma
Crimilda d i ó t a m b i é n , p o r el r e p o s o del a l m a de bigtrido
n e m Vluda ue se U
y p o r el de todas las a l m a s , u n a g r a n c a n t i d a d de oro y milda. « ^aba la señora
"de piedras preciosas.
C u a n d o m u r i ó la h e r m o s a H e l k e , la reina , le d i j e r o n :
« Si queréis c o n s e g u i r u n a n o b l e esposa, de elevado n a c i - El rico rey d i j o ; « ¿ C u a n d o os dirigiréis hacia esa m u i e r
m i e n t o , h a y u n a princesa c u y o n o m b r e es C r i m i l d a : el d i g n a de ser a m a d a ? Q u i e r a Dios c o n s e r v a r o s e n c o m X o
f u e r t e Sigfrido f u é s u esposo. » h o n o r d u r a n t e el v i a j e , así c o m o t a m b i é n á m i esposa
El p o d e r o s o rey c o n t e s t ó : « ¿ C o m o p o d r á ser eso ? Y o y ojala m e sea concedido este f a v o r p o r su b o n d a d T '
soy u n p a g a n o , u n h o m b r e p o c o e s t i m a d o ; la q u e m e R u d i g u e r o le r e s p o n d i ó al m o m e n t o : « A n t e s q u e sal-
citáis es cristiana y n o q u e r r á casarse c o n m i g o . Sería u n g a m o s de este p a í s , n o s es necesario p r e p a r a a m t a s y
m i l a g r o q u e esa alianza p u d i e r a celebrarse a l g u n a vez. » vestidos, p a r a q u e n o q u e d e m o s d e s h o n r a d o s a n t e a q u e -
L o s fogosos g u e r r e r o s r e s p o n d i e r o n : « T a l vez c o n s i e n -
ta ella, á causa de v u e s t r a elevada posición y de v u e s t r o s es° o g i d o s ' . f C S ' q m e r
° W d R h Í n
^
cuantiosos bienes. Es m e n e s t e r conseguir el éxito cerca
de esta n o b l e v i u d a : m u c h o p o d r é i s a m a r l a , p o r su J n f a m T T " d 0 í ? 5 A ñ o n e s m e v e a n á m í y á los
m í o s , p u e d a n decir t o d o s : n o ha habido u n r e y que desde
e x t r a o r d i n a r i a belleza. »
El n o b l e rey c o n t e s t ó : «¿ Q u i é n de los q u e h a y aquí c o -
n o c e la g e n t e y el país del R h i n ? » Así dijo el b u e n R u - « Y si tú , n o b l e r e y , n o a b a n d o n a s el p r o y e c t o , p o r q u e
d i g u e r o de B e c h l a r e n : « D e s d e m i n i ñ e z , c o n o z c o á los e n o t r o t i e m p o haya estado s o m e t i d a á S i g f r i d o e l h i jo
m u y altos y poderosos r e y e s . » de S i g e m u n d Q q u e has visto a q u í ; p u e d e n e n verdad r e -
«"Gunter y G e r n o t esos b u e n o s y n o b l e s c a b a l l e r o s ; el c o n o c e r l e g r a n d e gloria y h o n o r . »
t e r c e r o se l l a m a G e i s e l h e r ; cada u n o de ellos es á cuál El rey Etzel contestó: «Si ella h a sido la esposa del n o b l e
m á s virtuoso y h o n r a d o y t o d o s sus antepasados h a n sido h é r o e q u e has n o m b r a d o , digno era de afección e esco-
lo m i s m o . » g i d o p n n a p e y p o r esto n o d e s d e ñ a r é á la r e i n a . P o r su
A su vez p r e g u n t ó E t z e l ; « A m i g o s , decidme ¿ p o d r é y o extraordinaria b e l l e z a , agrada y a m u c h o á m i a l m a .
c e ñ i r m e la c o r o n a de aquel país ? Si su belleza es tan g r a n - El m a r g r a v e r e p l i c ó : « Q u i e r o h a c e r t e s a b e r , q u e p a r -
de c o m o dicen , m i s a m i g o s n o s e n t i r á n p e n a p o r ello. »
« Ella se parece p o r su h e r m o s u r a á m i esposa H e l k e , la á Gotelind,aqm dentr
° de V d n
íey C U a t r o días
" H - é saber
rica : en la t i e r r a n o p u e d e haber u n a reina m a s h e r m o s a :
e n verdad q u e al q u e escoja para a m i g o , vivirá c o n el
a l m a exenta de c u i d a d o s . » Rp?bí^Uer° CnV? e m i s a r i o á s u es
P o s a q u e estaba e n
rev e l h " ; P a r a i 0 " ' 1 6 iba á
Pedii u n a r e i n a para el
A ñ a d i ó : « Si m e q u i e r e s , R u d i g u e r o , pídela para m í en r e y ella se a c o r d o t i e r n a m e n t e de la b u e n a H e l k e .
m a t r i m o n i o y si a l g u n a vez C r i m i l d a parte el l e c h o c o n - X ° ' a
m a r g r a v e s u p o la n o t i c i a , sintió pesar, pues
n n
m i g o , te r e c o m p e n s a r é de la m e j o r m a n e r a , pues tú h a b r á s Señ0ra
" P e n s a n d ° - Helke
p r o c u r a d o el l o g r o de m i s d e s e o s . »
« T e h a r é d a r de m i t e s o r o lo bastante para q u e tú y t u s A los siete días R u d i g u e r o salió del H u n e l a n d , el r e y
c o m p a ñ e r o s viváis c o n t e n t o s , c a b a l l o s , vestidos y t o d o l o e n t e alegre H i z o
q u e tú quieras. Esto h a r é p r e p a r a r a b u n d a n t e m e n t e p a r a n r S í T " PreParar los
trajes
los m e n s a j e r o s . » 110 qUCría eI vSa e s e
más t i e m p o ^ ) difiriera
Así c o n t e s t ó el m a r g r a v e , el rico R u d i g u e r o ; « Si yo te
sirviera p o r tus riquezas, n o sería d i g n o de alabanza. Y o E n Bechlaren lo esperaba su esposa Gotelinda con la
seré tu m e n s a j e r o en las orillas del R h i n , c o s t e á n d o m e u V n X a T a V l t a ' k j a de Rudi§uer0' " n a para v e r á
¡mitt I F r a v e r ^ s u esposo. A l l í , c o n alegre
c o n los bienes m í o s , q u e he recibido de tus m a n o s . » i m p a c i e n c i a , estaban t a m b i é n h e r m o s a s m u j e r e s .
A n t e s q u e el n o b l e R u d i g u e r o saliera de la ciudad de A la s é p t i m a m a ñ a n a salieron de Bechlaren el jefe c o n
V i e n a p a r a Bechlaren , estaban p r e p a r a d o s los vestidos y sus g u e r r e r o s Ellos llevaban e n a b u n d a n c i a trajes y a r -
p u e s t o s en las bestias de carga. Había m u c h o s y n o d e j a - m a s a través del Baierland. E n los c a m i n o s n o f u e r o n ata-
ron ninguno. cados p o r los b a n d i d o s .
C u a n d o llegaron á B e c h l a r e n , ofreció en la ciudad a l o - D e s p u é s de d o c e días llegaron al R h i n . El c o n o c i m i e n t o
j a m i e n t o á s u s c o m p a ñ e r o s de viaje, c o m o a m i s t o s o h u é s - de esta noticia n o podía ser secreto : al rey y á los suyos
ped y les p r o c u r ó todas las c o m o d i d a d e s . G o t e l i n d a la
rica , e x p e r i m e n t ó g r a n d e alegría al ver llegar al gefe. pregunto5 ' ^ habían lle
S a d o e x t r a n j e r o s . El príncipe
L o m i s m o sucedió á su a m a d a hija, la joven m a r g r a v e ; « ¿ H a y aquí alguien q u e los conozca ? debe decírmelo »
n u n c a la llegada de su p a d r e podía ser m á s agradable. Veían a las bestias de carga llevar pesados f a r d o s ; p o r esto
¡ C o n c u á n t a alegría veía llegar á los h é r o e s del H u n e - c o n o c í a n q u e eran ricos g u e r r e r o s . E n la ciudad p r e p a r a -
l a n d ! C o n alegre sonrisa les dijo la n o b l e joven : r o n para ellos b u e n o s a l o j a m i e n t o s .
« Seáis b i e n v e n i d o , p a d r e m í o , c o n t o d o s los q u e o s C u a n d o los extranjeros e n t r a r o n en la p o b l a c i ó n m i r a -
a c o m p a ñ a n . » M u c h o s h o m b r e s valientes dieron las gracias r o n a t e n t a m e n t e á los jefes. Ellos se p r e g u n t a b a n de d o n d e
á p o r f í a á la joven m a r g r a v e . L a señora Gotelinda conocía h a b r í a n v e n i d o a l R h i n . El príncipe p r e g u n t ó á Hagen de
los cuidados del n o b l e R u d i g u e r o . d o n d e habrían llegado aquellos g u e r r e r o s .
P o r la n o c h e c u a n d o se acostó al lado de R u d i g u e r o la El h é r o e de T r o n e j a le r e s p o n d i ó : « T o d a v í a n o los h e
m a r g r a v e c o n afectuoso a c e n t o le p r e g u n t ó á d o n d e lo v i s t o ; c u a n d o los haya e x a m i n a d o , p u e d o afirmar q u e de
había enviado el p r í n c i p e de los H u n o s . « Mi esposa G o - m u y lejos d e b e n v e n i r , sin i m p o r t a r de d o n d e , para q u e
r 1
t e l i n d a » , le dijo, « o s lo h a r é c o n o c e r . y o n o los c o n o z c a . »
« V b y á pedir para m i s e ñ o r o t r a esposa p o r q u e h a Los h u é s p e d e s habían o c u p a d o sus alojamientos. El
m u e r t o la h e r m o s a H e l k e . V i a j o hacia el R h i n d o n d e está m e n s a j e r o l l e v a n d o rico t r a j e se adelanta c o n los q u e le
C r i m i l d a , q u e será aquí la elevada reina de los H u n o s . » a c o m p a n a n hacia la corte. Llevaban b u e n o s vestidos, per-
« Q u i e r a D i o s » , dijo G o t e l i n d a , « q u e sea así, p o r c u a n t o fectamente cortados.
g r a n d e s cosas o í m o s c o n t a r de e l l a ; tal vez e n r e m o t o s H a g e n el atrevido, dijo : « Si n o estoy e n g a ñ a d o , pues
días n o s c o n s u e l e de la pérdida de H e l k e ; bien p o d e m o s hace m u c h o t i e m p o q u e n o he visto á estos señores, p o r
dejarle ceñir ía c o r o n a de los H u n o s . » su aspecto m e parecen R u d i g u e r o el de H u n e l a n d ese
L e contestó el m a r g r a v e R u d i g u e r o : « Q u e r i d a esposa guerrero fuerte y distinguido.
m í a , á los q u e viajan c o n m i g o hácia el R h i n , es m e n e s t e r «¿ C ó m o es q u e el de B e c h l a r e n h a v e n i d o á este país?»
ofrecerles a m i s t o s a m e n t e de nuestros b i e n e s ; c u a n d o los exclamo el rey. Acababa de p r o n u n c i a r estas palabras el
h é r o e s están ricos, sienten su espíritu elevado. rey G u n t e r , c u a n d o el f u e r t e H a g e n vió al b u e n R u d i -
Ella c o n t e s t ó : « N o habrá u n o de los que c o n t i g o h a n guero.
v e n i d o , al q u e n o dé lo q u e m e j o r quiera antes de q u e El y sus amigos salieron á su e n c u e n t r o : se a p e a r o n de
m a r c h e s tú y los q u e te a c o m p a ñ a n . » E n seguida dijo el sus caballos q u i n i e n t o s g u e r r e r o s atrevidos. M u y bien r e -
m a r g r a v e : « Será para m í u n a g r a n d e alegría. » cibidos f u e r o n los del H u n e l a n d ; n u n c a los m e n s a j e r o s
¡ O h ! c u á n t a s ricas telas s a c a r o n de sus c á m a r a s ! D i e - habían llevado tan buenos vestidos.
r o n á los nobles g u e r r e r o s cantidad bastante de tela para H a g e n de T r o n e j a e x c l a m ó en voz a l t a : « Sed b i e n v e n i -
vestirse desde la cabeza á las espuelas; lo q u e les a g r a d a b a , dos guerreros , príncipe de Bechlaren y t o d o su a c o m p a -
R u d i g u e r o lo escogía p a r a ellos. ñ a m i e n t o . » L o s atrevidos H u n o s f u e r o n recibidos con
grandes h o n o r e s .
L o s m á s p r ó x i m o s parientes del rey se a p r o x i m a r o n ;
« E l n o b l e r e y os hace saber su desgracia : su pueblo n o
O r t e w e i n de Metz dijo á R u d i g u e r o : « H a c e m u c h o t i e n e a l e g r í a , m i señora h a m u e r t o , H e l k e la rica la es-
tiempo que no hemos tenido huéspedes que nos agraden posa de m i s e ñ o r : c o n esto h a n q u e d a d o e n g r a n ¿ o r f a n -
t a n t o , os lo digo c o n e n t e r a sinceridad.» dad m u c h o s jóvenes,
Ellos dieron las gracias al g u e r r e r o p o r su saludo. Des- « n o b l e s h i j o s de príncipe que ella e d u c a b a ; p o r esto el
p u é s f u e r o n c o n su a c o m p a ñ a m i e n t o al salón d o n d e esta- país se e n c u e n t r a en g r a n d e aflicción; ellos n o t i e n e n á
ba el rey c o n m u c h o s h o m b r e s valientes. Se l e v a n t ó de su nadie q u e los cuide con t e r n u r a . T a m b i é n p i e n s o que el
asiento h a c i é n d o l o p o r g r a n cortesía. pesar del rey se desvanecerá l e n t a m e n t e . »
C o n g r a n cariño se a d e l a n t ó hacia el m e n s a j e r o y t o d o s « Q u e D i o s lo r e c o m p e n s e , dijo G u n t e r , p o r el o f r e -
s u s h é r o e s . G e r n o t recibió c o n h o n o r al e x t r a n j e r o y á los c i m i e n t o que de sus servicios m e hace á m í y á m i s a m i -
q u e le a c o m p a ñ a b a n . El r e y cogió de la m a n o al b u e n gos. G r a n d e es m i alegría p o r su s a l u d o , c u a n d o volváis
Rudiguero. llevaréis los de los m í o s . »
L o llevó hasta el asiento q u e él o c u p a b a . H i z o dar á los
El n o b l e G e r n o t de B o r g o ñ a d i j o ; « El m u n d o debe llo-
h u é s p e d e s ( y lo hacía con b u e n a v o l u n t a d ) rico h i d r o m e l rar la m u e r t e de la h e r m o s a H e l k e , p o r las m u c h a s elevadas
y del m e j o r v i n o q u e p o d í a e n c o n t r a r s e e n el país del virtudes q u e practicaba.» H a g e n y m u c h o s otros guerreros
Rhin. d i j e r o n lo m i s m o .
Geiselher y G e r e h a b í a n llegado t a m b i é n c o n D a u k - A su vez dijo R u d i g u e r o , el n o b l e y elevado emisario :
w a r t y V o l k e r , q u e s u p i e r o n p r o n t o la llegada de los ex- « b i m e lo p e r m i t í s , s e ñ o r r e y , diré lo q u e m e h a e n c a r -
t r a n j e r o s . E s t a b a n m u y c o n t e n t o s ; ellos s a l u d a r o n d e l a n t e g a d o deciros m i querido s e ñ o r ; vive c o n g r a n p e n a p o r la
F P
del r e y á los caballeros n o b l e s y b u e n o s . m u e r t e de la reina H e l k e . »
H a g e n de T r o n e j a dijo á G u n t e r , su s e ñ o r : « V u e s t r o s « H a n d i c h o á m i señor q u e C r i m i l d a está sin esposo poi-
fieles d e b e n hacer c o n o c e r p o r sus servicios, la deferencia que m u r i ó S i g f r i d o ; si lo q u e dicen es v e r d a d y vos lo
q u e n o s hace el m a r g r a v e ; es m e n e s t e r que reciba r e c o m - c o n s e n t í s , ella ceñirá la c o r o n a ;.;;te los g u e r r e r o s de
p e n s a el esposo de la bella G o t e l i n d a . » L t z e l ; esto m e e n c a r g ó m i s e ñ o r q u e te d i j e r a . »
El r e y G u n t e r r e s p o n d i ó : « N o q u i e r o r e t a r d a r l o ; dime
El r e y G u n t e r r e s p o n d i ó con g r a n b e n e v o l e n c i a : « Ella
c o m o se e n c u e n t r a n Etzel y su' esposa H e l k e e n el H u - c o l m a r a mis deseos si acepta. Y o os los h a r é saber d e n t r o
n e l a n d . » El m a r g r a v e r e s p o n d i ó enseguida : « O s l o h a r é de tres d í a s ; pues si ella n o se niega, n o p u e d o r e h u s a r l o
saber con g u s t o . » p o r m i a Etzel.
Se l e v a n t ó de su asiento é hicieron lo m i s m o los q u e E n t r e t a n t o p r o p o r c i o n a r o n á los e x t r a n g e r o s todas las
le a c o m p a ñ a b a n . D i j o al r e y ; « P o r c u a n t o m e p e r m i t e s c o m o d i d a d e s . F u e r o n t a n bien tratados , q u e R u d i g u e r o
darte las noticias, n o q u i e r o t a r d a r ; el r e y Etzel m e envía c o m p r e n d i ó q u e t e n í a n b u e n o s a m i g o s e n t r e la g e n t e del
al país de B o r g o ñ a . » rey G u n t e r . C o n g u s t o los servía H a g e n , c o m o en o t r o
G u n t e r c o n t e s t ó : « C u a l q u i e r a que sea la n o t i c i a q u e m e t i e m p o lo h a b í a n h e c h o c o n él.
traigáis, h a c é d m e l a saber sin pedir p e r m i s o á mis a m i g o s .
. A ' h p e r m a n e c i ó R u d i g u e r o hasta el tercer día. El p r í n -
D í m e l a á m í y á mis guerreros : a q u í p u e d e s p r e t e n d e r cipe c o n v o c ó su consejo é hizo m u y b i e n ; p r e g u n t ó á sus
todos los h o n o r e s . » amigos si les parecía bien q u e C r i m i l d a t o m a r a p o r esposo
El elevado m e n s a j e r o d i j o : « M i g r a n r e y ofrece sus ai s e ñ o r Etzel.
servicios al del R h i n , así c o m o t a m b i é n á t o d o s los a m i g o s T o d o s se lo aconsejaron m e n o s H a g e n . A q u e l fuerte
q u e lo a c o m p a ñ a n ; este m e n s a j e lo c u m p l o c o n g r a n d í s i - g u e r r e r o dijo al r e y G u n t e r ; « Si tenéis s a n o el juicio n o
m a satisfacción. Hagáis tal c o s a , a u n q u e ella quiera n o consintáis j a m á s .
« ; P o r q u é n o h e de c o n s e n t i r ?» p r e g u n t ó G u n t e r . « C o n h e r y G e r n o t , los elevados y nobles caballeros y G u n t e r
m u c h o gusto c o n c e d e r é á la reina t o d o lo q u e m e pida, el rico, a c o r d a r o n q u e si C r i m i l d a quería, c o n s e n t i r í a n en
p o r q u e es m i h e r m a n a . N o s o t r o s d e b e m o s anticiparnos á el m a t r i m o n i o sin n i n g u n a m a l a i n t e n c i ó n .
t o d o lo q u e sea para su h o n o r . » El m a r g r a v e G e r e dijo e n t o n c e s : « L e p r e g u n t a r é si
P e r o H ä g e n r e p l i c ó : « D e s e c h a d ese propósito. Si c o n o - quiere c o m p l a c e r al r e y Etzel. L e h a r é saber q u e m u c h o s
cierais á Etzel c o m o y o , experimentaríais n o sin m o t i v o guerreros le están s o m e t i d o s c o n r e s p e t o , y q u e él p u e d e
m u c h o s cuidados y p e n a s , en el caso de q u e ella se uniera resarcirla de todas las p e n a s q u e h a s u f r i d o . »
á él según se p r e t e n d e . El distinguido h é r o e f u é á d o n d e estaba Crimilda. Ella
«¿ P o r q u é ? » , p r e g u n t ó G u n t e r : « p u e d o m u y bien n o lo recibió c a r i ñ o s a m e n t e ; enseguida le d i j o : « Bien p o -
u n i r m e á él y n o e x p e r i m e n t a r su cólera a u n q u e se haga déis s a l u d a r m e y c o n c e d e r m e la r e c o m p e n s a de los m e n -
su esposo.» E n s e g u i d a replicó H ä g e n : « J a m á s os daré tal sajeros : u n g r a n placer viene á sacaros de vuestra des-
consejo.» gracia.
H i c i e r o n buscar á G e r n o t y á Geiselher para p r e g u n t a r « Por vuestro a m o r , s e ñ o r a , un rey poderoso entre to-
á los dos si les parecía bien q u e la s e ñ o r a Crimilda t o m a - dos los q u e c o n h o n o r h a n c e ñ i d o c o r o n a , envía n o b l e s
ra p o r esposo al elevado rey. H ä g e n volvió á n e g a r l o , g u e r r e r o s para pediros en m a t r i m o n i o : esto es lo q u e
pero n i n g u n o m á s . v u e s t r o s h e r m a n o s os hacen saber. »
Así dijo Geiselher el h é r o e de los B o r g o ñ o n e s : «Ahora Así c o n t e s t ó la rica en pesares : « L í b r e o s D i o s á v o s y
podéis m a n i f e s t a r a l g u n a lealtad , a m i g o H ä g e n : resarcir- á . t o d o s mis amigos de gastar esas burlas c o n u n a p o b r e
la a h o r a de los m a l e s q u e le habéis c a u s a d o . D e j a r de n e - viuda : ¿ q u é p u e d o y o ser p a r a u n h o m b r e q u e m e r e c e el
gar lo q u e p u e d a ser u n bien p a r a ella. » elevado a m o r de u n a b u e n a m u j e r ? »
« Y a habéis causado á m i h e r m a n a g r a n d e s p e n a s . » A ñ a d i ó m u c h a s otras o b j e c i o n e s . L l e g a r o n enseguida su
Geiselher a ñ a d i ó a ú n : « Si os odia, n o es sin m o t i v o ; n a d i e h e r m a n o G e r n o t y el joven Geiselher. Le suplicaron a m o -
ha q u i t a d o á u n a m u j e r t a n t a felicidad.» r o s a m e n t e y c a l m a r o n su espíritu d i c i é n d o l e , q u e si acep-
« Q u i e r o h a c e r o s c o m p r e n d e r lo q u e n o veis. Si se h a c e taba al r e y , sería u n bien p a r a ella.
esposa de Etzel y sigue viviendo én su país, n o s h a r á expe- P o r m á s q u e hicieron n o p u d i e r o n l o g r a r q u e la reina
r i m e n t a r g r a n d e s pesares. Allí t e n d r á á su servicio m u c h o s concediera su a m o r á o t r o h o m b r e en la tierra. Y le di-
h o m b r e s valientes.» jeron los h é r o e s : «Ya q u e n o hagáis m á s , recibid al m e n o s
El fuerte G e r n o t r e s p o n d i ó á H ä g e n : «Puede m u y bien con calma á los m e n s a j e r o s . »
s u c e d e r q u e a n t e s de la m u e r t e de los dos, n o v i s i t e m o s el « N o m e n e g a r é á ello » r e s p o n d i ó la elevada s e ñ o r a .
país de Etzel. Les s e r e m o s fieles y c o n ello c o n s e g u i r e m o s « Recibiré c o n agrado al buen R u d i g u e r o p o r sus elevadas
honor.» virtudes , p e r o n o recibiré á n i n g ú n m e n s a j e r o , m á s c u a l -
Ha'gen replicó al m o m e n t o : » N a d i e m e r e s p o n d e r á d e quiera q u e v e n g a . »
eso. D i g o que si la n o b l e C r i m i l d a ciñe la c o r o n a de H e i k e , Añadió : « Decid al h é r o e q u e m a ñ a n a p o r la m a ñ a n a
n o sé c o m o será, p e r o n o s sucederá u n a desgracia. » v e n g a á m i c á m a r a . Q u i e r o que m e escuche, y yo m i s m a
E n t o n c e s dijo c o n colera G e i s e l h e r , el a r r o g a n t e hijo le daré á c o n o c e r m i decisión. » D e s p u é s r o m p i ó á llorar
de Uta : « N o s o t r o s n o o b r a r e m o s todos t r a i d o r a m e n t e . c o n g r a n aflicción.
D e b e m o s estar c o n t e n t o s del h o n o r que n o s h a c e n . P o r L o que m á s deseaba el n o b l e R u d i g u e r o era ver á la dis-
m á s que digáis, H ä g e n , s i e m p r e la serviré fielmente.» t i n g u i d a r e i n a . Se tenía p o r h á b i l ; si la cosa era posible,
C u a n d o H ä g e n escuchó estas palabras, se irritó. Geisel- el g u e r r e r o contaba decidirla en su f a v o r .
A la m a ñ a n a siguiente m u y t e m p r a n o , e n t a n t o q u e « ¿ Q u é puede consolar vuestro d o l o r » , replicó el f u e r t e
c a n t a b a n la misa, llegó el n o b l e m e n s a j e r o ; la m u l t i t u d se g u e r r e r o , « sino u n tierno a m o r ? U n o p u e d e escoger y e n -
apiñaba. Allí c o n R u d i g u e r o para a c o m p a ñ a r l o á la c o r t e , tregarse al que llene n u e s t r o c o r a z ó n . Para desechar t a n t a
se veían m u c h o s g u e r r e r o s m a g n í f i c a m e n t e vestidos. p e n a de vuestra a l m a nada os sería t a n c o n v e n i e n t e .
L a p o b r e C r i m ü d a , c o n el espíritu triste , esperaba á « Y si consentís e n a m a r á m i n o b l e s e ñ o r , tendréis bajo
R u d i g u e r o el n o b l e e m i s a r i o . L a halló c o n el vestido q u e v u e s t r o d o m i n i o doce ricas c o r o n a s . A d e m á s el señor .de
se ponía todos los d í a s , p e r o su a c o m p a ñ a m i e n t o tenía m i país añadirá treinta p r i n c i p a d o s , q u e c o n q u i s t ó c o n la
m a g n í f i c o s trajes. fuerza de su brazo.
Salió á su e n c u e n t r o h a s t a la puerta y recibió c o n cari- « Llegaréis á ser la soberana de m u c h o s h o m b r e s altivos
ño á los g u e r r e r o s de Etzel. Se adelantó el d u o d é c i m o y q u e estaban s o m e t i d o s á m i señora H e l k e y de m u c h a s
le hicieron cordiales o f r e c i m i e n t o s . ¿ C u a n d o se había h e r m o s a s jóvenes descendientes de reyes que tenía á su
recibido á m á s n o b l e m e n s a j e r o ? servicio.» Así dijo el m u y elevado h é r o e .
H i c i e r o n sentar al h é r o e y á su g e n t e . L o s dos m a r g r a - « Si accedéis á llevar la c o r o n a c o n el r e y , t e n g o e n c a r g o
ves E c k w a r t y G e r e , los n o b l e s y b u e n o s caballeros es- de d e c i r o s , q u e m i señor añadirá a ú n la a u t o r i d a d s o b e -
t a b a n de pié a n t e ella. L a presencia d e la señora de la r a n a q u e disfrutaba H e l k e : t o d o s los h o m b r e s de Etzel
casa, n o dejó de i m p o n e r á n i n g u n o . estarán bajo v u e s t r o d o m i n i o . »
V e í a n sentadas allí m u c h a s h e r m o s a s m u j e r e s . L a e l e - « ¿ C ó m o p o d r é » contestó la reina «llevar á m i a l m a
v a d a señora C r i m i l d a era t o d a d o l o r . S u traje q u e le cu- el deseo de ser la esposa de u n h é r o e ? A m í m e h a h e r i d o
bría hasta el cuello, estaba h u m e d e c i d o c o n las lágrimas la m u e r t e c o n u n pesar t a n a m a r g o , q u e t e n d r é que sufrir
ardientes. Bien vió el n o b l e m a r g r a v e su g r a n d e aflicción. hasta m i fin.»
El distinguido emisario d i j o : « M u y n o b l e hija de reyes, L o s H u n o s replicaron e n s e g u i d a : « M u y rica r e i n a , la
á m í y á los q u e h a n v e n i d o c o n m i g o p e r m í t e n o s q u e es- vida que llevéis al lado de Etzel será t a n c ó m o d a , q u e si
t e m o s de pié d e l a n t e de v o s , s e g ú n es c o s t u m b r e , y q u e n u e s t r o s deseos se realizan , vuestra dicha será c o m p l e t a ;
e x p o n g a m o s la misión , causa de n u e s t r o v i a j e . » m u c h o s fuertes guerreros tiene el rey á su disposición. »
« Y o os p e r m i t o , c o n t e s t ó la r e i n a , q u e digáis v u e s t r o « Las jóvenes de H e l k e y vuestras v í r g e n e s , f o r m a r á n
m e n s a j e ; os escucho con m i a l m a , p u e s sois u n buen emi- solo u n a c o m p a ñ a m i e n t o q u e alegrará el a l m a de m u c h o s
sario » L o s d e m á s sabían q u e ella n o estaba dispuesta á g u e r r e r o s . Seguid n u e s t r o c o n s e j o , s e ñ o r a , y será u n bien
ceder. para v o s . »
Así dijo el m a r g r a v e R u d i g u e r o de Bechlaren : « Inspi- Ella r e s p o n d i ó c o n n o b l e a c e n t o : « D e j a d a h o r a esos
r a d o p o r el m á s p r o f u n d o a m o r , s e ñ o r a , Etzel, el elevado r a z o n a m i e n t o s hasta m a ñ a n a t e m p r a n o ; v e n i d e n t o n c e s á
rey,, n o s envía á este país : ha enviado para que soliciten m í y os r e s p o n d e r é á la cuestión que os p r e o c u p a . » L o s
vuestro amor á muchos buenos guerreros. » f u e r t e s h é r o e s tuvieron que hacer lo q u e decía.
« O s ofrece u n t i e r n o a m o r sin m e z c l a de p e n a ; p r o m e t e C u a n d o volvieron á sus a l o j a m i e n t o s , la n o b l e señora
ser siempre a m a n t e c o m o lo f u é c o n H e l k e q u e t a n t o le hizo l l a m a r á Geiselher y á su m a d r e ; á los dos dijo q u e
llenaba el c o r a z ó n : el llevar sólo la c o r o n a , lo h a entriste- ella debía llorar y n a d a m á s .
cido m u c h o . » Así le respondió su h e r m a n o Geiselher : « H e r m a n a m í a ,
Así le r e s p o n d i ó la r e i n a : « M a r g r a v e R u d i g u e r o , c u a l - m e h a n h e c h o saber que el rey Etzel p o d r í a c o n s o l a r t e de
quiera que conociese m i cruel a f l i c c i ó n , n o m e incitaría tus dolores y de tus pedas , si lo t o m a s p o r esposo : cual-
c i e r t a m e n t e á a m a r á o t r o h o m b r e ; y o he p e r d i d o u n es- q u i e r a cosa q u e p u e d a n a c o n s e j a r t e , m e p a r e c e q u e debías
p o s o c o m o j a m á s lo t u v o m u j e r a l g u n a . acceder á ella.»

wtVEtismo D€ iv'.j'vf! I,.


&8U0HC-A ;V|
w o m o m m "
q u e p u d i e r a distribuir oro , plata y vestidos c o m o c u a n d o
vivía su esposo el altivo h é r o e , ella n o vivió m á s felices
días.
Así pensaba C r i m i l d a : « ¿ D e b o y o e n t r e g a r m i c u e r p o
á un p a g a n o ? y o soy u n a m u j e r cristiana y tendría q u e
arrastrar s i e m p r e la v e r g ü e n z a p o r t o d o el m u n d o ; a u n -
q u e m e diera todas sus r i q u e z a s , n o d e b o seguirle.
E n esto se a f i r m ó . La n o c h e hasta el dia la señora la
pasó en el lecho t o r t u r a d a p o r sus p e n s a m i e n t o s . Sus bri-
llantes ojos d e r r a m a r o n lágrimas hasta la m a ñ a n a c u a n d o
fué á maitines.
A la h o r a de la misa llegaron los r e y e s ; ellos t o m a r o n de
la m a n o á su h e r m a n a y le a c o n s e j a r o n c o r r e s p o n d e r al
a m o r del de H u n e l a n d . N i n g u n o de ellos halló á m u j e r
más contenta.
H i c i e r o n venir á los emisarios de Etzel que deseaban
partir del r e i n o de G u n t e r c o n u n n ó ó c o n u n sí. Llegó
« Él podría en verdad con- á la corte R u d i g u e r o : los guerreros le d i j e r o n ,
solarte » a ñ a d i ó G e i s e l h e r . Q u e les parecían buenas las disposiciones del n o b l e
«Del R o t t e n hasta el R h i n , de p r í n c i p e , q u e se les hicieran saber p a r a volver á su país que
el Elva hasta el m a r , n o . h a y estaba m u y distante. R u d i g u e r o f u é llevado á d o n d e e s -
u n rey q u e sea tan p o d e r o s o . taba Crimilda.
T ú debes alegrarte m u c h o de
C o m e n z ó el g u e r r e r o á suplicar á la n o b l e reina c o n
q u e te escoja p o r r e i n a . »
a m o r o s a s palabras, q u e le dijera lo q u e había de r e s p o n d e r
Ella c o n t e s t ó : « Q u e r i d o á Etzel rey de su país. El h é r o e n o halló e n ella m á s q u e
hermano, ¿ c ó m o m e aconse- resistencia.
jas eso ? Q u e j a r m e y llorar es « N o quiero conceder n u n c a m i a m o r á u n h o m b r e . »
lo q u e m e c o n v i e n e . ¿ C ó m o El m a r g r a v e le r e s p o n d i ó : «Eso n o es o b r a r r e c t a m e n t e ;
podría p r e s e n t a r m e ante los ; c ó m o queréis d e j a r perder u n c u e r p o t a n e n c a n t a d o r ?
g u e r r e r o s en su c o r t e ? S i en
P o d é i s ser con h o n o r la esposa de u n excelente g u e r r e r o . »
o t r o t i e m p o f u i b e l l a , hace
D e nada sirvieron sus r u e g o s hasta que R u d i g u e r o dijo
m u c h o q u e n o lo s o y . »
á la reina que él p o d r í a vengarla de las g r a n d e s p e n a s q u e
L a señora U t a dijo á su había sufrido. E n t o n c e s se c o m e n z ó á aliviar su d o l o r .
querida hija : « H a z , querida D i j o á la r e i n a : « D e j a d v u e s t r o l l a n t o ; a u n q u e tuvierais
n i ñ a , lo que tu h e r m a n o te solo e n t r e los H u n o s n a d a m á s q u e á m í , á mis decididos
aconseja. S i g u e á sus a m i g o s parientes y á los q u e m e siguen, c u a l q u i e r a que os o f e n d a
y serás feliz. H a c e m u c h o t i e m p o q u e te veo sumida en
t e n d r á m u c h o que sufrir.»
profundo dolor.»
C o n esto c o m e n z ó á d i s m i n u i r la aflicción de la señora
Ella había r o g a d o m u c h o al cielo q u e a u n fuera feliz : y dijo : « J u r a d m e , R u d i g u e r o , q u e cualquiera q u e sea el
q u e m e o f e n d a vos seréis el p r i m e r o en v e n g a r m i afren-
t a . » El m a r g r a v e le r e s p o n d i ó : « E s t o y dispuesto á hacerlo,
señora.»
C o n t o d o s sus h o m b r e s j u r ó aquello R u d i g u e r o y le
p r o m e t i e r o n q u e los distinguidos g u e r r e r o s del país de
Etzel n o le negarían n a d a q u e p u d i e r a referirse á su h o n o r : a las vírgenes q u e d e b e n ir c o n v o s ; d u r a n t e el c a m i n o
así lo j u r ó R u d i g u e r o e x t e n d i e n d o la m a n o . e n c o n t r a r e m o s m u c h o s guerreros distinguidos!» °
L a fiel esposa p e n s a b a : « Si p u e d o h a c e r m e c o n tantos tila poseía a u n ricos a d o r n o s p o r los q u e se había 1„
a m i g o s , dejaré q u e la g e n t e diga de m í lo q u e quiera p o r c h a d o e n tiempo de Sigfrido y estos podr?an 1 evarlos con
h o n o r , d u r a n t e el c a m i n o , m u c h a s
m i desgracia. N a d a m e i m p o r t a , p o d r é v e n g a r la m u e r t e
de m i a m a d o esposo.»
P e n s a b a : « Ya q u e el señor Etzel tiene t a n t o s g u e r r e r o s ,
haré lo q u e q u i e r a c u a n d o los m a n d e . Él t i e n e t a n t a s ¡ri-
quezas q u e p o d r á d a r m e m u c h o ; n a d a m e h a d e j a d o de t i e m p o t e n í a n cerrados 4
mucho
mis bienes el cruel H a g e n . »
Así c o n t e s t ó á R u d i g u e r o : « Si n o m e h u b i e r a n dicho
q u e es p a g a n o y o h u b i e r a accedido c o n gusto y lo hubiera
t o m a d o p o r esposo.» El m a r g r a v e replicó e n s e g u i d a : « N o
digáis eso, s e ñ o r a . » ÍSkS-í"ricos á
4
« N o es p a g a n o p o r c o m p l e t o , estad s e g u r a ; estaba m e - t p i v ' ^ t e n í a todavía o r o del N i b e l u n g e n l a n d : era su i n -
dio c o n v e r t i d o m i q u e r i d o s e ñ o r , c u a n d o se volvió p a g a n o : tención distribuirlo e n t r e los H u n o s . Cien m u í a s n o h
si lo a m a r a i s , s e ñ o r a , n o se p e r d e r í a la esperanza. hieran bastado p a r a trasportarlos. H a g e n s Z todas las
1
« T i e n e t a n t o s guerreros q u e s o n cristianos q u e cerca noticias q u e se referían á C r i m i l d a .
del rey n o sufriréis pesar n i n g u n o ; y o creo q u e el b u e n r e y
volverá á Dios si os hacéis su esposa. »
Así d i j e r o n sus h e r m a n o s : « C o n c é d e l o , h e r m a n a m í a ,
y desecha la aflicción en q u e estás. » Le r o g a r o n t a n t o
t i e m p o , q u e al cabo dijo c o n tristeza d e l a n t e de a q u e l h é r o e
q u e sería de Etzel. creced el n d 1 1 ^ ^ ^ ^ lo
distribuirá e n hacer
A ñ a d i ó : « Y o os seguiré p o b r e r e i n a ! O s seguiré al H u - llevárselo H^ap í ™ ^ m í s u f 1 ? n o t i e n e n caballos para
n e l a n d tan p r o n t o c o m o t e n g a a m i g o s q u e m e a c o m p a ñ e n á Crimilda ^ ^ U i e r e ^ a r l o , q u e se lo h a g a n s L e r
á ese p a í s . » D e s p u e s la h e r m o s a C r i m i l d a dió su m a n o á
los g u e r r e r o s .
peía" TÍ^biénasedío°Hn-eSta e x
P e
^ t ó amarga
El m a r g r a v e dijo : «Si e n t r e los vuestros tenéis dos g u e -
r r e r o s , y o t e n g o aquí m u c h o s m á s ; c o n estos p o d r e m o s
c o n d u c i r o s c o n h o n o r f u e r a del R h i n . N o es m e n e s t e r q u e
p e r m a n e z c á i s m á s t i e m p o e n t r e los B o r g o ñ o n e s . »
« Q u i n i e n t o s h o m b r e s t e n g o c o n m i g o y a d e m á s m i s pa-
rientes ; os servirán aquí y c u a n d o estemos j u n t o á Etzel
L e r e s p o n d i ó la r e i n a : « M u y n o b l e R u d i g u e r o , n u n c a tidas llevó consigo de la m e j o r m a n e r a . D e sus brillantes
u n a hija de reyes h a t e n i d o t a n t a s riquezas c o m o H a g e n o os caían las l á g r i m a s ; g r a n d e alegría debía x p S n a
P
m e h a q u i t a d o . » S u h e r m a n o G e r n o t se acercó á la cá- m a s a d e l a n t e en el país del r e y Etzel. "tai
m a r a del tesoro. T a m b i é n llegaron c o n su a c o m p a ñ a m i e n t o c o m o U
C o n el p e r m i s o del r e y i n t r o d u j o la llave en la p u e r t a . cor e S i a l o m a n d a b a , el joven G e i s & e r y el G "no
D i s t r i b u y ó el rico tesoro de Crimilda q u e valdría treinta p a r a a c o m p a ñ a r á su querida h e r m a n a á i L a l i d Y d e l pa?s-
P
m i l m a r c o s ó m á s y lo hizo aceptar á los e x t r a n g e r o s ; llevaban consigo m á s de m i l fieros g u e r r e r o s . '
G u n t e r a p r o b ó lo h e c h o . Rl 3 l é l i f u f ° n f ° n ellos el r á p i d o G e r e y O r t e w e i n
Así dijo el de Bechlaren, esposo de G o t e l i n d a : « A u n q u e R u m o l d o el jefe de las cocinas q u e q u e r í a n i r con ella í ? i '
m i s o b e r a n a Crimilda tuviera t a n t a s riquezas c o m o en o t r o S E » m Í
r ¿ la n
°clíe liasta^as
t i e m p o le t r a j e r o n del N i b e l u n g e n l a n d , n i m i m a n o ni la d e de l F d u d a d r los
« e m p a ñ ó ' - t a p o c a dis-
la r e i n a las tocara.»
A
«Conservadlas p a r a v o s o t r o s , y o n o las quiero. H e traído r n c f o d e . a b f d o n a r el R h i n e n v i a r o n rápidos m e n s a j e -
de m i país bastantes bienes para n o carecer de n a d a en el r o s al H u n e l a n d p a r a hacer saber al r e y q u e R u d S u e i o le
9 §UC1
c a m i n o : t e n g o lo suficiente para hacer t o d o s los gastos del había c o n s e g u i d o la n o b l e princesa ° le
viaje. » L o s m e n s a j e r o s f u e r o n m u y deprisa : q u e r í a n l l e a i r
p r o n t o p a r a conseguir g r a n h o n o r / la r i c l & S
O f r e c i e r o n á las v í r g e n e s d o c e cofres llenos del m e j o r
de su m e n s a j e . C u a n d o llegaron c o n la noticia f u é l a m á s
oro q u e p u d o e n c o n t r a r s e de los antiguos t i e m p o s , d á n - agradable q u e el rey Etzel había recibido '
doles galas de m u j e r e s de q u e debían u s a r en el c a m i n o .
L a cólera del f u r i o s o H a g e n era m u y f u e r t e . Ella te-
nía todavía mil m a r c o s de o r o de las ofrendas y las distri-
Düyé p o r el a l m a d e su querido esposo. Parecía á R u d i g u e -
ro que o b r a b a c o n g r a n b o n d a d .
La desgraciada reina dijo : « ¿ D o n d e están los a m i g o s
q u e p o r a m o r á m í q u i e r e n viajar e n m i c o m p a ñ í a hasta el
país
caballos del yrey Etzel ?» Q u e t o m e n de mi oro
vestidos. . y compren
El m a r g r a v e E c k w a r d d i j o : « T o d o el t i e m p o que he XXI.
sido de v u e s t r o a c o m p a ñ a m i e n t o , os he servido c o n fideli-
dad », y a ñ a d i ó el g u e r r e r o « lo m i s m o quiero hacer hasta
el fin de m i vida.» . . , DE COMO CRIMILDA F U ¿ AL H U N E L A N D .
« Q u i e r o llevar t a m b i é n c o n m i g o q u i n i e n t o s de mis
h o m b r e s q u e os servirán c o n g r a n placer. L a m u e r t e solo
nos puede separar. » C r i m i l d a dió las gracias al g u e r r e r o ,
se sentía c o n m o v i d a . EJANDO c a m i n a r á los m e n s a j e r o s , h a r e m o s saber
H i c i e r o n acercar los caballos; querían a b a n d o n a r el país. c o m o la joven r e i n a viajó p o r el país y d o n d e
M u c h a s lágrimas v e r t i e r o n sus a m i g o s . U t a la rica y m u - la d e j a r o n Geiselher y G e r n o t .
chas h e r m o s a s j ó v e n e s d e m o s t r a r o n c u a n t o de c o r a z o n ca , .,. l e g a r o n hasta V e r g e n s o b r e el D o n a n Allí
q u e r í a n á C r i m i l d a ; cien h e r m o s a s v i r g e n e s del país v e s - se despidieron de la r e i n a , p u e s q u e r í a n volver al R h i n . N o
L e r e s p o n d i ó la r e i n a : « M u y n o b l e R u d i g u e r o , n u n c a tidas llevó consigo de la m e j o r m a n e r a . D e sus brillantes
u n a hija de reyes h a t e n i d o t a n t a s riquezas c o m o H a g e n o os caían las l á g r i m a s ; g r a n d e alegría debía x p S n a
P
m e h a q u i t a d o . » S u h e r m a n o G e r n o t se acercó á la cá- m a s a d e l a n t e en el país del r e y Etzel. "tai
m a r a del tesoro. T a m b i é n llegaron c o n su a c o m p a ñ a m i e n t o c o m o U
C o n el p e r m i s o del r e y i n t r o d u j o la llave en la p u e r t a . cor e S i a l o m a n d a b a , el joven G e i s & e r y el G "no
D i s t r i b u y ó el rico tesoro de Crimilda q u e valdría treinta p a r a a c o m p a ñ a r á su querida h e r m a n a á i L a l i d Y d e l pa?s-
P
m i l m a r c o s ó m á s y lo hizo aceptar á los e x t r a n g e r o s ; llevaban consigo m á s de m i l fieros g u e r r e r o s . '
G u n t e r a p r o b ó lo h e c h o . Rl 3 l é l i f u f ° n f ° n ellos el r á p i d o G e r e y O r t e w e i n
Así dijo el de Bechlaren, esposo de G o t e l i n d a : « A u n q u e R u m o l d o el jefe de las cocinas q u e q u e r í a n i r con ella í ? i '
m i s o b e r a n a Crimilda tuviera t a n t a s riquezas c o m o en o t r o S E » m Í
r ¿ la n
°clíe liasta^as
t i e m p o le t r a j e r o n del N i b e l u n g e n l a n d , n i m i m a n o ni la d e de l F d u d a d r los
« e m p a ñ ó ' - t a p o c a dis-
la r e i n a las tocara.»
A
«Conservadlas p a r a v o s o t r o s , y o n o las quiero. H e traído r n c f o d e . a b f d o n a r el R h i n e n v i a r o n rápidos m e n s a j e -
de m i país bastantes bienes para n o carecer de n a d a en el r o s al H u n e l a n d p a r a hacer saber al r e y q u e R u d S u e i o le
9 §UC1
c a m i n o : t e n g o lo suficiente para hacer t o d o s los gastos del había c o n s e g u i d o la n o b l e princesa ° le
viaje. » L o s m e n s a j e r o s f u e r o n m u y deprisa : q u e r í a n l l e a i r
p r o n t o p a r a conseguir g r a n h o n o r / la ricl&S
O f r e c i e r o n á las v í r g e n e s d o c e cofres llenos del m e j o r
de su m e n s a j e . C u a n d o llegaron c o n la noticia f u é l a m á s
oro q u e p u d o e n c o n t r a r s e de los antiguos t i e m p o s , d á n - agradable q u e el rey Etzel había recibido '
doles galas de m u j e r e s de q u e debían u s a r en el c a m i n o .
L a cólera del f u r i o s o H a g e n era m u y f u e r t e . Ella te-
nía todavía mil m a r c o s de o r o de las ofrendas y las distri-
Düyé p o r el a l m a d e su querido esposo. Parecía á R u d i g u e -
ro que o b r a b a c o n g r a n b o n d a d .
La desgraciada reina dijo : « ¿ D o n d e están los a m i g o s
q u e p o r a m o r á m í q u i e r e n viajar e n m i c o m p a ñ í a hasta el
país
caballos del yrey Etzel ?» Q u e t o m e n de mi oro
vestidos. . y compren
El m a r g r a v e E c k w a r d d i j o : « T o d o el t i e m p o que he XXI.
sido de v u e s t r o a c o m p a ñ a m i e n t o , os he servido c o n fideli-
dad », y a ñ a d i ó el g u e r r e r o « lo m i s m o quiero hacer hasta
el fin de m i vida.» . . , DE COMO CRIMILDA F U ¿ AL H U N E L A N D .
« Q u i e r o llevar t a m b i é n c o n m i g o q u i n i e n t o s de mis
h o m b r e s q u e os servirán c o n g r a n placer. L a m u e r t e solo
nos puede separar. » C r i m i l d a dió las gracias al g u e r r e r o ,
se sentía c o n m o v i d a . EJANDO c a m i n a r á los m e n s a j e r o s , h a r e m o s saber
H i c i e r o n acercar los caballos; querían a b a n d o n a r el país. c o m o la joven r e i n a viajó p o r el país y d o n d e
M u c h a s lágrimas v e r t i e r o n sus a m i g o s . U t a la rica y m u - la d e j a r o n Geiselher y G e r n o t .
chas h e r m o s a s j ó v e n e s d e m o s t r a r o n c u a n t o de c o r a z o n
ca , .,. Llegaron hasta V e r g e n s o b r e el D o n a u Allí
q u e r í a n á C r i m i l d a ; cien h e r m o s a s v i r g e n e s del país v e s - se despidieron de la r e i n a , p u e s q u e r í a n volver al R h i n . N o
LOS NIBELÜNGOS

pudieron los b u e n o s amigos separarse sin verter l a g r i m a s . desconocidos huespedes, al sitio en q u e h o y se halla un
. E l atrevido Geiselher dijo á su h e r m a n a : •< H e r m a n a , si m o n a s t e r i o y d o n d e el j u r a se c o n f u n d e c o / e l D o n a n
en al"ún t i e m p o tienes necesidad de m í , si llegaras á t e m e r - E n l a C l u d a d de Passau había un obispo. T o d o s los a l o -
cualquier peligro, h á z m e l o saber y p o r servirte y o iré hasta j a m i e n t o s y el palacio del príncipe q u e d a r o n de l e ñ o s -
el país del rey Etzel.» t o d o s f u e r o n con prisa al Baierland para ver á los E e -
6 d
s S t °bÍSP° - encontró £ n
Los guerreros del país n o experimentaron pesar n i n g u -
no viendo tantas h e r m o s a s jóvenes c o m o la seguían C o n
os ojos r e q u e b r a b a n á las hijas de los nobles caballeros
Buenos alojamientos dieron á todos los q u e las acompal

E n Pledelingen les dieron c u a n t o p o d í a n n e c e s i t a r ; el


'bvXr¡nP°rt0dKSparteS,' l£S re
Sabancuantodesea-
K r f a C e p t a b a n C°nh o n o r
' a s í s u c e d ¡ ó en todas

El obispo con su sobrina se e n c a m i n ó hacia Passau


O i a n d c , dijeron á os habitantes de la ciudad que la oven
h e r m a n a de los principes, Crimilda, iba á llegar, todos los
comerciantes se p r e p a r a r o n á recibirla con h o n o r
L o m o el obispo creía que iban á quedarse allí algunas
noches, el margrave E c k w a r t le dijo: « N o p u e d e s e r , d "
bemos e n c a m i n a r n o s h a c í a l a s tierras de R u d i g u e r o • m u -
chos; guerreros nos esperan, pues saben que llegamos.»
La noticia llego hasta la h e r m o s a Gotelinda: se preparó
SU h l ) a P
* ™ ' T R u d ¡ g u e r o l e había h e c h o sabe?
que s e n a b u e n o consolar en su pesar á la joven reina.
0 , C 0
^ ÍT l !VMChf da
r"ms en su
compañía para e n c o n -
a
Sus parientes le besaron la boca y los f u e r t e s B o r g o n o - e vi?, \ e l EnCe- AS fu¿ h e c h 0
3 Por todos los caminos
n e s se despidieron cariñosamente de los h o m b r e s que ha- loV^erLgente a P 1 ¿ y á Caball
° ** Íb
- á a
bían ido con R u d i g u e r o . C o n la reina seguían m u c h o s
agraciados jóvenes. . d d f í n i e T J f t íegad° á Muchos habitantes
C i e n t o cuatro iban vestidos con h e r m o s o s trajes de sei/.n , i51'1'3" , q U £ n d 0 r o b a r á caminantes
vistosos c o l o r e s ; llevaban a n c h o s escudos al rededor de ta m e n t e ! C ° S t U m b r e ' ? t a l v e z , o s h u b i e r a " s a l t a d o violen-
la reina d u r a n t e el c a m i n o . Muchos altivos guerreros vol- P e r o los tuvo en respeto el noble R u d i g u e r o ; llevaba"
v i e r o n atrás para regresar á sus pueblos.
Los d e m á s avanzaron siguiendo el D o n a u hasta el tíaier-
la esposa de R u d i g u e r o , con m u c h o s fuertes guerreros
l a n d : cundió la noticia de q u e habían llegado m u c h o s y s u n t u o s a m e n t e vestidos. guerreros
C u a n d o h u b i e r o n llegado á la c a m p i ñ a , m á s allá del
T r a n n e j u n t o al E n c e , v i e r o n levantadas por todas partes h n h w f n P í d j d ° v e r e n e S T p a í s : e n n i n § ú n tiempo me
h u b i e r a p o d i d o o c u r r i r n a d a m á s agradabfe »
tiendas y c h o z a s , en las q u e los extrangeros d e b í a n pasar r r i m i M ® ° S 1 ° P a g ü e ' m u y , n o b l e G o t e l i n d a », r e s p o n d i ó
la n o c h e . El m a r g r a v e p r o p o r c i o n a b a los víveres á su C r i m i l d a . « Si y o c o n s e r v o la salud con el h i j o de B o t e -
costa. l u n g o sera u n bien para vos h a b e r m e visto aquí'. » Las dos
4
Su esposa la h e r n i o s a G o t e l i n d a a b a n d o n ó su a l o j a - i g n o r a b a n lo q u e tenía q u e suceder .
m i e n t o . P o r el c a m i n o se veían venir m u c h o s magníficos C o n m u c h a cortesía se s a l u d a r o n las d e m á s jóvenes-
caballos c o n s o n a n t e s bridas. L a r e c e p c i ó n f u é m a g n í f i c a , j e s t a b a n l o s g u e r r e r o s para servirlas. D e s p u é s de salu-
R u d i g u e r o estaba m u y alegre. darse se s e n t a r o n sobre la y e r b a y supieron m u c h a s co as
Los q u e venían de a m b a s partes al c a m p o lo hacían de que ignoraban por completo.
u n a m a n e r a o s t e n t o s a ; allí había m u c h o s h é r o e s . Cele- Escanciaron la bebida á las m u j e r e s . Sería p r ó x i m a -
b r a r o n t o r n é o s en presencia de las h e r m o s a s jóvenes y m e n t e m e d i o d í a , el n o b l e a c o m p a ñ a m i e n t o n S
el servicio de la joven reina n o causaba pesar á los m u c h o t i e m p o e n aquel s i t i o ; se e n c a m i n ó hacia las d e n
guerreros. das en q u e t e m a n p r e p a r a d o c u a n t o p o d í a n desear
C u a n d o l l e g a r o n cerca de los extrangeros los h o m b r e s
de R u d i g u e r o , m u c h a s astas de lanzas rotas p o r las m a n o s raronSínHoar0n n
° c h e j I o s d e B e c h l a r e n 1° p r e p a -
r a r o n t o d o para recibir a tan distinguidos h o m b r e s ; R u d i -
de los g u e r r e r o s v o l a r o n e n astillas. L u c h a r o n a n t e las g u e r o había hecho q u e n a d a les faltara.
mujeres por conquistarse premios. N i n g u n a de las v e n t a n a s q u e había en los m u r o s se veían
Se d e t u v i e r o n . C o n m u c h a cortesía se s a l u d a r o n los cerradas ; Bechlaren estaba abierto. Hacia allí se e n c a m i
h o m b r e s ; después la h e r m o s a G o t e l i n d a f u é llevada á la n a r o n los e x t r a n g e r o s á q u i e n e s veían c o n g u s t o . El n o b l e
presencia de C r i m i l d a . L o s q u e estaban para servir á las R u d i g u e r o les ofreció t o d o lo q u e p o d í a n desear.
m u j e r e s t u v i e r o n g r a n satisfacción. J . a h i j a del m a r g r a v e c o n su a c o m p a ñ a m i e n t o salió á
El jefe de Bechlaren se e n c a m i n ó á d o n d e estaba G o t e - recibir a la r e i n a de la m a n e r a m á s c a r i ñ o s a ; allí estaba
linda. G r a n placer era para la m a r g r a v e verlo volver s a n o su m a d r e , la esposa de R u d i g u e r o y m u c h a s jóvenes q u e
H
y salvo del R h i n ; su g r a n cuidado f u é r e e m p l a z a d o p o r se s a l u d a r o n c o n afecto.
g r a n d e alegría. . .
D e s p u é s de h a b e r l a saludado le dijo que e c h a r a n pié a S v T * d 5 k T ? ^ S? d i r i g i e r o » * espaciosa
sala m u y bien a d o r n a d a bajo la que corría el D o n a n . S e n -
tierra e n el c a m p o c o n todas las m u j e r e s q u e le a c o m p a - t á r o n s e j u n t o a las v e n t a n a s y se d i s t r a j e r o n g r a n d e m e n t e .
ñ a b a n . Allí estaban m u y atareados m u c h o s n o b l e s h o m - N o os p u e d o decir t o d o lo q u e sé. Se m a r c h a r o n c o n
bres q u e p o n í a n g r a n cuidado e n servir á las m u j e r e s . p e n a y se escucho c o m o se q u e j a b a n los g u e r r e r o s de C r i -
C u a n d o C r i m i l d a vió v e n i r á la m a r g r a v e c o n su a c o m - m i l d a , pues era v e r d a d e r o su pesar. ¡ C u á n t o s b u e n o s
p a ñ a m i e n t o , dijo q u e n o se siguiera a d e l a n t e ; ella de- g u e r r e r o s de Bechlaren m a r c h a r o n en su c o m p a ñ í a !
t u v o á su caballo c o n la brida y suplicó q u e la a y u d a r a n á • m a r g r a v e les ofreció c a r i ñ o s a m e n t e sus servicios. La
bajar de la silla. joven r e m a dio a la hija de G o t e l i n d a doce brazaletes de
El o b i s p o llevaba á su sobrina hacia Gotelinda , de o r o r o j o y a l g u n o s buenos vestidos c o m o n o los l l e v a b a n
a c u e r d o c o n E c k w a r t , en el m o m e n t o en q u e t o d o s se s e - m e j o r e s el país del rey Etzel.
p a r a b a n . Allí la e x t r a n j e r a besó e n la boca á la m a r g r a v e . A u n q u e le había sido r o b a d o el o r o de los N i b e l u n g o s
Así d i j o c o n tierno a c e n t o la n o b l e m a r g r a v e : « G r a n e la se conquistaba la afección de todos, con los p o c o s
satisfacción es para m í , q u e r i d a señora , el q u e m i s ojos bienes q u e le h a b í a n q u e d a d o . Al a c o m p a ñ a m i e n t o del
geic hizo g r a n d e s regalos.
LOS NIBELUNGOS
LOS NIBELUNGOS
IS5

P o r su parte la señora G o t e l i n d a t r a t ó á los e x t r a n g e r o s


se
del R h i n c o n s u m o h o n o r , h a c i e n d o g r a n d e s y p e q u e ñ o s sas"jóvenes^ - p a r a r o n muchas hermo-
r e g a l o s , de m o d o q u e n o había q u i e n pudiera decir que
n o había recibido piedras preciosas ó magníficos vestidos.
D e s p u é s de h a b e r t o m a d o el
d e s a y u n o , y antes de m a r c h a r , viaje , U n S o ^ i e n ^ ^ *
la señora de la casa ofreció c o n
cariñoso r e s p e t o sus servicios á
la esposa de Etzel. M u c h o aca-
rició á su joven hija. rica 'reina d i e r o n m u c h o s servicios á la
E s t a dijo á la r e i n a : « Si os
f u e r a grato sé q u e m i querido
p a d r e m e permitiría i r . con vos
al H u n e l a n d . » ¡ L a señora Cri-
m i l d a c o m p r e n d i ó cuan querida

ÉlipESSiEÍS
era !
L o s caballos f u e r o n llevados
a n t e Bechlaren. Allí la n o b l e
r e i n a se despidió de la esposa de
R u d i g u e r o y de su h i j a ; t a m b i é n

« Í e S Í neo^rif fda n
t e n i a
8 usío ® fe c o n largue-

$
los p a g a n o s " « t r e los cristianos ó
y
sseaban Í ^ r Sq ur ek °ver
e a C o° tioar cosa S 7 de e k v a d o
á. su reina. c i m i e n t o = n o d e -
R a i ü ü n g o del W a l a n c h e n l a n d iba el •primero
c o n setecientos h o m b r e s q u e a v a n z a b a n c o m o l o s t ó j a r o s
XXII.
£l
™ «a m u c h o s v^le-

H o r n bogo, eí rápido, dejó atrás al rey para salir i l en


DE COMO CRIMILDA FUÉ RECIBIDA POR LOS H U N O S . -
c u e n t r o de su esposa c o n mil h o m b r e s q u e í a n z a b a t í a S "
d o s g n t o s c o m o e n su país se a c o s t u m b r a . E ™ ? ¡
P
los H u n o s c a m i n a b a t a m b i é n c o n m u c h a rapidez
El fuerte H a w a r t de T e n e m a r k e seguía después' é I r i n o
ERMANECIÓ en T r a i s e m a u e r c u a t r o días. El p o l -
0 Sincapaz
0 q u e der e traición
¡S*
e rápido, é Irníridode Duringa hombre
vo del c a m i n o n o p u d o p o s a r s e , pues de c o n - c i b i
t i n u o estaba agitado c o m o los torbellinos de u n — a Crimilda para
i n c e n d i o . E r a n los h o m b r e s de Etzel q u e se e n -
c o n m i l doscientos h o m b r e s en a p r e t a d a s filas T h - ,
c a m i n a b a n á través del O e s t e r e i c h e r l a n d . d e s p u é s el h é r o e B l o d e l , h e r m a n o de E z e l c o n tres
A n u n c i a r o n al r e y Etzel q u e la m u y n o b l e s e ñ o r a Cri- m i l g u e r r e r o s del H u n e l a n d : éste se adelantó a l t i v a m e n t e
m i l d a se a d e l a n t a b a hacia su r e i n o ; y desapareció de su hasta el sitio en q u e estaba la reina. lamente
a l m a t o d o el d o l o r , el rey salió al e n c u e n t r o de la t a n digna
de h o n o r . mAn? u Ú l t Í m ° d r e y E t z e l 7 e l s e ñ o r Dietrich c o n
P o r el c a m i n o y d e l a n t e del rey Etzel, se veían c a m i n a r t o d o s sus h e r o e s , e n t r e los q u e se veían m a g n í f i c a m e n t e
e q u i p a d o s m u c h o s n o b l e s g u e r r e r o s fuertes T l f
n u m e r o s o s g r u p o s de g u e r r e r o s cristianos y p a g a n o s q u e
b u e n o s . Al ver esto se elevó § el á n i m o fccSjtf?1*
h a b l a b a n distintas l e n g u a s y t o d o s los cuales e r a n nobles
g u e r r e r o s . I b a n s u n t u o s a m e n t e al e n c u e n t r o de los s e ñ o r e s . a 7 , ° 1 a , I a r e i " a e l n o b I e Rudiguero : « Señora anuí
es d o n d e d e b o recibir al p o d e r o s o r°ey. D a d £ C
C a m i n a b a n m u c h o s h o m b r e s de los R e u z e n y de los
G r i e c h e n : los P o l a c o s y los W a l a c h o s a c u d i e r o n precipi- S r < ? ; n d ! q u e ' p 0 r q u e n o podéis recibir de m i ' m o
m o d o a todos los g u e r r e r o s de Etzel.»
t a d a m e n t e c a b a l g a n d o en b u e n o s y ligeros caballos. N o A y u d a r o n á descender de su h a c a n é a á la r e i n a • el r e y
se ocultahan siguiendo su c o s t u m b r e . Etzel n o esperaba otra c o s a ; e c h ó pié á tierra de síi c a b a -
Del país de K i e w e se veían m u c h o s g u e r r e r o s y t a m b i é n a m Í g 0 S S e a d e L r ó
salvajes del P e s c h e n e g e . Estos e r a n m u y diestros en dis- h "eno de alegría
parar el arco á los p á j a r o s al v u e l o , l a n z a n d o sus flechas al
b l a n c o c o n p r o d i g i o s o acierto. l o s ^ L ? d e T S ~ P r í n C ¡ f e S ' f g Ú Ü n O S h a n d i c h o , iban á
magníficos
A orillas del D o n a u en el Oestereicherland h a y u n a eÍ r e v Etzel l « * ) « cuando
ei r e y t t z e l se adelanto a su e n c u e n t r o y c u a n d o ella lo
ciudad l l a m a d a T u i n a . Allí a p r e n d i ó C r i m i l d a m u c h a s J lla Jo
recibió c o n afectuosos besos.
extrañas c o s t u m b r e s q u e j a m á s h a b í a visto. Allí-fué reci-
Ella s e p a r ó sus v e l o s ; sus m a g n í f i c o s colores b r i l l a h m
bida p o r m u c h o s á q u i e n e s había de causar g r a n d e s m a l e s
e n el t i e m p o v e n i d e r o . m a s q u e el oro q u e la a d o r n a b a . H a b í a a l í m ^ h o s h o m
P r e c e d i e n d o al r e y Etzel cabalgaba u n ejército escogido, bres q u e decían q u e la señora H e l k e n o habla sTdo tan
alegre y rico , m a g n í f i c o y n u m e r o s o c o m p u e s t o de veinte b e h a A su lado estaba Blodel, el h e r m a n o del rey
R u d i g u e r o , el rico m a r g r a v e , le dijo que lo besara y t a m -
bien al rey Gibek y Dietrich q u e estaban p r e s e n t e s :
t a m b i é n besó a doce g u e r r e r o s del r e y Etzel, d i s t i n g u i e n d o
c o n u n a f e c t u o s o saludo á los d e m á s caballeros.
E n t a n t o q u e el rey Etzel p e r m a n e c i ó al lado de C r i -
m i l d a , los jóvenes g u e r r e r o s h i c i e r o n lo m i s m o q u e en
n u e s t r o t i e m p o y e n n u e s t r o p a í s ; se e n t r e g a r o n á alegres
j u e g o s ; esto hacían y los cristianos y los p a g a n o s o b s e r -
v a b a n sus c o s t u m b r e s .
¡ C o m o los caballerescos g u e r r e r o s d e - D i e t r i c h hacían
volar p o r e n c i m a de sus escudos las astas de sus lanzas
r o t a s e n s u s férreas m a n o s ! A los golpes de los T i n s c h e n
q u e d a r o n agujereadas las planchas de m u c h o s escudos.
D e s d e léjos se percibía el r u i d o de las lanzas rotas.
T o d o s los g u e r r e r o s del país h a b í a n ido y t a m b i é n los
h u é s p e d e s del r e y , h o m b r e s m u y nobles. Al fin, el rico
r e y m a r c h ó c o n la r e i n a .
Allí cerca se alzaba u n a s u n t u o s a t i e n d a ; e n el c a m p o
se veían n u m e r o s a s cabanas f o r m a d a s c o n r a m a s , d o n d e
debían reposar de las fatigas. A ellas l l e v a r o n los h é r o e s
muchas hermosas jóvenes,
siguiendo á Crimilda la reina q u e se s e n t ó e n u n t r o n o
g u a r n e c i d o de rica tela : el m a r g r a v e se había a p r e s u r a d o
á p r o c u r a r q u e f u e r a bello y b u e n o . Se veía al rey Etzel
en g r a n d e alegría y placer.
Ñ o sé lo q u e dijo e n t o n c e s ; e n t r e s u s t e m b l o r o s a s
m a n o s tenía las blancas de la r e i n a ; estaban sentados
a m o r o s a m e n t e , p e r o el h é r o e R u d i g u e r o n o permitió al
r e y que d e m o s t r a r a su a m o r á C r i m i l d a á solas.
Hicieron cesar los t o r n e o s ; c o n h o n o r t e r m i n a r o n
aquellas hazañas. L o s que h a b í a n a c o m p a ñ a d o á Etzel se
dirigieron á las tiendas d o n d e á t o d o s se p r o p o r c i o n ó alo-
jamiento.
L a n o c h e estaba p r ó x i m a y t o d o s se e n t r e g a r o n al d e s -
c a n s o hasta q u e se v i ó brillar la a u r o r a . E n t o n c e s m u c h o s
h é r o e s se dirigieron h á c i a sus caballos. ¡ O h ! ¡ c u á n t o s j u e -
gos se verificaron en h o n o r del rey !
El príncipe d é l o s H u n o s m a n d ó prepararlo t o d o . D e s d e
T u i n a , f u e r o n á la ciudad de V i e n a d o n d e h a l l a r o n á m u -
chas señoras c o n vistosos trajes. Ellas recibieron c o n
g r a n d e s h o n o r e s á la esposa del rey Etzel.
su u s o ° M u c h o s ^ h é r o e T m a n í f e s t a b f ^ 1 ^
alegres g n t o s Se l l ' SU C
°ntent0 lanzand
°
b
d e f r e y con la ^ o ^ U i c ^ ™ * °

e r ^ ^ ^ S f e £n k CÍUdad
^ á l0S
i « "o
1
Jugares vecinos Renso™ * alojaran en los
qUC d r e y 56 v e í a siei
de Crimilda » P r e al lado

P
d i g u e r o y sus a m i g o s se ?deS; Ru
~

« f f l s t f t á s j w E F E ^ B r -

H S f l & g ^
^ s i s s i s s s e s
r e y f u e r o n t a n ricas y magnificas ó l l n T I a S , d e m n 8 ™
¡
todos I o s q u e e s t a b a n ^ t a y ^ i l ™ Z l s ^
» " o --guerreros}
n o tuyo f s ^ s e ^ c i o £ ° " » J ® c u a n t i ^ s riqueza
n M e S
yeían al lado de g ™ ° «Uerreros se

erando, s de u n h ^ s e f e ^ E i e

í ° »

?Ue ká de

^ s s s & a s
había d a d o el hijo de B o t e l u n g o . T a m b i é n hizo maravillas a l e g r í a ; g r a n d e s preparativos se habían h e c h o para reci-
la m a n o del o p u l e n t o R u d i g u e r o .
birlos. ¿ Q u i é n p o d r á decir la vida que despues llevó E t z e P
El príncipe Blodelino del U n g e r l a n d hizo obsequios c o n
la plata y el o r o c o n t e n i d o e n m u c h o s cofres q u e m a n d ó o t m r ó í r . 5 110 W a n VÍV¡d0 t 2 n bÍCn e n
tiempo de la
vaciar. L o s h é r o e s de a q u e l rey pasaban la vida e n g r a n d e C u a n d o el p r í n c i p e c o n su esposa a b a n d o n a r o n la o r i -
alegría. l l a , d i , e r o n l e los r o b r e s de aquellos n o b l e s , á los q u e
Los m ú s i c o s del r e y W e r b e l y S w e m l i n g a n a r o n cada
¡ dignidad ocu
u n o ( s e g ú n p i e n s o ) m á s de mil*marcos e n aquella boda de He°lkeT ' ^ ^ P ó el p u e r t o
e n la q u e la h e r m o s a C r i m i l d a ciñó la c o r o n a al lado T o d o s le ofrecían s u s leales servicios. L a reina distri-
de Etzel. b u y o oro y v e s t i d o s , plata y piedras preciosas; dió t o d o
A la décima octava m a ñ a n a los h é r o e s partieron de V i e n a . lo q u e había llevado al H u n e l a n d desde su país.
E n los t o r n e o s q u e d a r o n r o t o s m u c h o s escudos p o r las I or esto desde e n t o n c e s , t o d o s los p a r i e n t e s del rey y
lanzas q u e blandían las g u e r r e r o s . El fuerte Etzel se enca-
k S CStUV1 0n SOmetídos de
m i n ó hacia el H u n e l a n d . Henfe n ^ ? m o d o que
E n H e i n b u r g o la antigua, pasaron la n o c h e . N a d i e puede su m u e r t e t a n t o p o d e r c o m o disfrutó Crimilda hasta
figurarse c o n c u a n t a o s t e n t a c i ó n c a m i n a b a aquella t r o p a Era tan alegre la v i d a e n . la corte y en t o d o el país
á través del país. ¡ O h ! ¡ c u á n t a s h e r m o s a s m u j e r e s i b a n á t , e m SC h a l k b a n
e n c o n t r a r e n su patria ! Z J n f° , diversiones con
de C a cua1
E n M i s e n b u r g la rica se e m b a r c a r o n . El rio e n t o d a la Í ÍTi° A ' e s t o era resultado de la
g e n e r o s i d a d del r e y y de la b o n d a d de la reina
distancia á q u e alcanzaba la vista se veía c u b i e r t o de
h o m b r e s y caballos de m o d o q u e parecía la tierra. Las
cansadas m u j e r e s p u d i e r o n reposar allí.
A m a r r a r o n j u n t o s m u c h o s b u e n o s bajeles de m o d o q u e
t o d o s estuvieran libres de las olas y de las c o r r i e n t e s : XXIII.
e n c i m a se a r m a r o n c ó m o d a s t i e n d a s y estaban lo m i s m o
q u e si se h u b i e r a n hallado e n u n a c a m p i ñ a .
Estas noticias llegaron á la ciudad de Etzel y los h o m - DE COMO CRIMILDA PENSÓ VENGAR SUS OFENSAS.
bres y las m u j e r e s se a l e g r a r o n . El a c o m p a ñ a m i e n t o q u e
e n o t r o t i e m p o sirvió á H e l k e , pasó después felices días
al lado de C r i m i l d a .
Allí estaban m u c h a s nobles v í r g e n e s q u e después de la
IVIER( S1
m u e r t e de H e l k e n o h a b í a n s e n t i d o el corazón alegre. llSSS f fe a ñ o s e n la m á s
perfecta a r m o n í a v
Siete hijas de reyes e n c o n t r ó allí C r i m i l d a , cuya belleza « M ® f°mp h o n o r : en este tiem
P ° l a reina d i ó á
era gala del país de Etzel. g P p ^ - ^ o y n u n c a f u é tan g r a n d e la alegría
Dirigía aquel a c o m p a ñ a m i e n t o la joven H e r r a t , sobrina
de H e l k e , rica e n v i r t u d e s , esposa de Dietrich y d e s c e n - ddWl f ? I 6 s u $ * r . ^ m u c h o t i e m p o hasta q u e el h i j o
de rey Etzel recibió el b a u t i s m o , según la c o s t u m b r e cris-
d i e n t e de u n n o b l e r e y , p u e s era hija de N e n t w e i n o ; m á s t ana; pusiéronle p o r n o m b r e O r t l i e b . G r a n d e f u é la
a d e l a n t e recibió g r a n d e s h o n o r e s . alegría en el país de Etzel.
C o n la llegada de los e x t r a n g e r o s e x p e r i m e n t ó g r a n d e T o d a s las virtudes q u e en o t r o t i e m p o practicaba la
r
3
había d a d o el hijo de B o t e l u n g o . T a m b i é n hizo maravillas a l e g r í a ; g r a n d e s preparativos se habían h e c h o para reci-
la m a n o del o p u l e n t o R u d i g u e r o .
birlos. ¿ Q u i é n p o d r á decir la vida que despues llevó E t z e P
El príncipe Blodelino del U n g e r l a n d hizo obsequios c o n
la plata y el o r o c o n t e n i d o e n m u c h o s cofres q u e m a n d ó o t r l S r 110 b 3 n VÍV¡d0 t 2 n bÍCn e n
t i e m p o de k
vaciar. L o s h é r o e s de a q u e l rey pasaban la vida e n g r a n d e C u a n d o el p r í n c i p e c o n su esposa a b a n d o n a r o n la o r i -
alegría. lla d i j e r o n l e los n o m b r e s de aquellos n o b l e s , á los q u e
Los m ú s i c o s del r e y W e r b e l y S w e m l i n g a n a r o n cada
¡ dignidad
u n o ( s e g ú n p i e n s o ) m á s de mil*marcos e n aquella boda deHe°lkeT ' ^ < * u ¿ 6 el p u e r t o
e n la q u e la h e r m o s a C r i m i l d a ciñó la c o r o n a al lado T o d o s le ofrecían s u s leales servicios. L a reina distri-
de Etzel. b u y o oro y v e s t i d o s , plata y piedras preciosas; dió t o d o
A la décima octava m a ñ a n a los h é r o e s partieron de V i e n a . lo q u e había llevado al H u n e l a n d desde su país.
E n los t o r n e o s q u e d a r o n r o t o s m u c h o s escudos p o r las I or esto desde e n t o n c e s , t o d o s los p a r i e n t e s del rey y
lanzas q u e blandían las g u e r r e r o s . El fuerte Etzel se enca-
IeS eStUV1
m i n ó hacia el H u n e l a n d . H e n f r r r ?0n SOmetídos de tal m o d
° que
E n H e i n b u r g o la antigua, pasaron la n o c h e . N a d i e puede P C m dÍsfrUtÓ Crimilda hasta
su muerte ° °
figurarse c o n c u a n t a o s t e n t a c i ó n c a m i n a b a aquella t r o p a Era tan alegre la v i d a e n . la corte y en t o d o el país
á través del país. ¡ O h ! ¡ c u á n t a s h e r m o s a s m u j e r e s i b a n á t , e m se
e n c o n t r a r e n su patria ! Z J n f° bailaban diversiones^
de c a cua1
E n M i s e n b u r g la rica se e m b a r c a r o n . El rio e n t o d a la Í f l ? A ' e s t 0 era resultado de la
g e n e r o s i d a d del r e y y de la b o n d a d de la reina
distancia á q u e alcanzaba la vista se veía c u b i e r t o de
h o m b r e s y caballos de m o d o q u e parecía la tierra. Las
cansadas m u j e r e s p u d i e r o n reposar allí.
A m a r r a r o n j u n t o s m u c h o s b u e n o s bajeles de m o d o q u e
t o d o s estuvieran libres de las olas y de las c o r r i e n t e s : XXIII.
e n c i m a se a r m a r o n c ó m o d a s t i e n d a s y estaban lo m i s m o
q u e si se h u b i e r a n hallado e n u n a c a m p i ñ a .
Estas noticias llegaron á la ciudad de Etzel y los h o m - D E C O M O C R I M I L D A P E N S Ó V E N G A R SUS O F E N S A S .
bres y las m u j e r e s se a l e g r a r o n . El a c o m p a ñ a m i e n t o q u e
e n o t r o t i e m p o sirvió á H e l k e , pasó después felices días
al lado de C r i m i l d a .
Allí estaban m u c h a s nobles v í r g e n e s q u e después de la
IVIER(
m u e r t e de H e l k e n o h a b í a n s e n t i d o el corazón alegre. llSSS f S 1 f e a ñ o s e n l a m á s perfecta a r m o n í a y
Siete hijas de reyes e n c o n t r ó allí C r i m i l d a , cuya belleza « M ® , C O m p e í ° h o n o r : e n este t i e m p o la reina d i ó á
era gala del país de Etzel. ^ ^ p j u z m ^ h i j o y n u n c a f u é tan g r a n d e la alegría
Dirigía aquel a c o m p a ñ a m i e n t o la joven H e r r a t , sobrina
de H e l k e , rica e n v i r t u d e s , esposa de Dietrich y d e s c e n - ddWl f ? I 6 s u $ * r . ^ m u c h o t i e m p o hasta q u e el h i j o
de rey Etzel recibió el b a u t i s m o , según la c o s t u m b r e cris-
d i e n t e de u n n o b l e r e y , p u e s era hija de N e n t w e i n o ; m á s t ana; pusiéronle p o r n o m b r e O r t l i e b . G r a n d e f u é la
a d e l a n t e recibió g r a n d e s h o n o r e s . alegría en el país de Etzel.
C o n la llegada de los e x t r a n g e r o s e x p e r i m e n t ó g r a n d e T o d a s las virtudes q u e en o t r o t i e m p o practicaba la
r
3
señora H e l k e , se afanaba C r i m i l d a p o r renovarlas cada
día c o n m á s e m p e ñ o . H e r r a t , la n o b l e j o v e n , le hacía Así pensaba d i a r i a m e n t e : « Q u i e r o inducir al rey á q u e
conocer las c o s t u m b r e s , pero en su interior sentía m u c h o m e p e r m i t a invitar c o n buen deseo á mis a m i 4 p m
la falta de H e l k e .
H u n e l a n ( U N a d i e su
L o m i s m o los del país q u e los e x t r a n j e r o s , la conocían S l a ^ E P°nía ¿ S
m u y ' bien y sostenían q u e n u n c a h u b o rey q u e tuviera U n a n o c h e q u e la s e ñ o r a Crimilda reposaba al lado del
esposa m á s d u l c e : esto lo t e n í a n p o r cierto. Las alabanzas r e y , teniéndole entre sus brazos según a c o s t u m b r a b a pue
de los H u n o s n o la f a l t a r o n d u r a n t e trece años. a m a b a c o n ternura á la n o b l e m u j e r , la altiva v i u d a ^ o -
Había advertido q u e n a d i e c o n t r a r i a b a sus deseos, c o m o m e n z o a p e n s a r en sus e n e m i g o s .
hacen con las reinas los g u e r r e r o s de los príncipes y dia- Así dijo al r e y : « Q u e r i d o señor m í o , quisiera r o b a r o s
ser co
r i a m e n t e veía a n t e ella doce reye¡¿ Ella c o m e n z ó á p e n s a r " » h u m i l d a d , y si tal f a v o r ¿ e " Z f m
en las ofensas recibidas en o t r o t i e m p o . hagáis ver si en realidad queréis á mis a m i g o s . » q
P e n s ó t a m b i é n en los h o n o r e s q u e le t r i b u t a b a n e n el t í p o d e r o s o rey le c o n t e s t ó c o n g r a n l e a l t a d : « A c c e d o
N i b e l u n g e n l a n d , d o n d e era t a n poderosa antes q u e la a ¡o q u e q u e r é i s ; de t o d o lo q u e á esos héroes acontezca
m a n o de H a g e n , c o n la m u e r t e de Sigfrido la d e s p o j a r a h o n r o s o y b u e n o , m e siento c o n t e n t o , p o r q u e n u S
de e l l o s , y buscaba m e d i o de hacerle sufrir'la p e n a de su el a m o r de u n a esposa m e c o n q u i s t é ¿ n J a m i g o ' P
crimen. La r e m a r e p l i c o : « M u y bien habéis dicho, t e n ^ o ele-
« L o conseguiría si pudiera atraerlo á este p a í s . » S o ñ ó vados p a r i e n t e s : p o r esto m e entristece q u e tan ra as
q u e su h e r m a n o Geiselher la llevaba de la m a n o en el E S - oigoquetoíalagente^:
reino de E t z e l : e n su d u l c e s u e ñ o lo abrazaba m u c h a s
veces : g r a n d e s p e n a s e x p e r i m e n t ó m á s adelante.
El m a l i g n o d e m o n i o pienso f u é el q u e hizo q u e C r i -
m i l d a se separara a m i s t o s a m e n t e del r e y G u n t e r y lo b e - gusto a q u e v i n i e r a n á m i reino. » G r a n d e f u é su alegría
sara al partir del B u r g u n d e n l a n d . C o n frecuencia a r d i e n t e s al observar q u e su v o l u n t a d se iba á c u m p l i r ,
lágrimas m o j a b a n sus vestiduras. t i l a le d i j o : « Si queréis depositar en m i vuestra c o n -
A t o d a hora esta idea t o r t u r a b a su c o r a z ó n ; de q u e el S i n q v T ° r ' e ° v i a d . ^ n s a j e r o s á W o r m s sobre
m o d o habían p o d i d o influir p a r a q u e ella virtuosa cris- el K h m y h a i e saber a mis amigos mis deseos y a n h e l o s •
tiana se hubiera casado c o n u n p a g a n o : esta desgracia la
gUerr r S
h a b í a n p r o c u r a d o H a g e n y el señor G u n t e r . L
L ee ' rreessnpoonnddii óf :* « C u a n t o m a n d?é i°s será h e c7h o^ • ovos
s n ¿o
Este deseo n o la a b a n d o n a b a n u n c a y pensaba : « Sov
t a n p o d e r o s a y tan rica , q u e podría hacer aniquilar á mis t l T c Z J VUeStr°S ParÍent£S " o b l e s h i j o s de U t a
e n e m i g o s ; c o n g u s t o m e vengaría de H a g e n de T r o n e j a . » ^ X Z J ü e r ^ r " Un d
°l0r ^ P e — a n
« A l recordar á mi bien a m a d o se a c o n g o j a el a l m a
m í a ; si estuviera al lado de a q u e l l o s que m e h a n c a u s a d o
t a n t o s pesares, les haría pagar cara la m u e r t e de m i e s p o s o .
C o n p e n a a g u a r d o t o d a v í a , » así decía a q u e l corazón d o - S s t S L S S r L 0 S bUen0S

lorido.
al h l ] Z ? C S a c u d ™ , e n s e ^ i d a á d o n d e estaba el r e y
Crimilda era a m a d a p o r t o d o s los g u e r r e r o s del r e y ; al lado de la r e m a . Les di,o q u e h a b í a n de ir" c o m o m e n
asi debían hacerlo. E c k w a r t era su c a m a r e r o y n a d i e B U r g U n d e n k n d y 165 b zo
podía resistir á la v o l u n t a d de C r i m i l d a . visTdoí ' P r e P a r a r magníficos
Los XIBELUNGOS
197

P a r a veinte y c u a t r o g u e r r e r o s se p r e p a r a r o n trajes y ei
rey les explicó e n s e g u i d a lo q u e tenían que decir á G u n t e r á vuestros amigos del R h i n . » El rey Etzel c o n t e s t ó • « En
los días c o n que m e d i a el estío. » cuesto . fin
y á los q u e le a c o m p a ñ a b a n . L a señora Crimilda les h a b l ó
también e n secreto. « H a r e m o s lo q u e n o s m a n d á i s , dijo W e r b e l e i n Cri
El rico rey les d i j o : « V o y habló e ^ s e S t o V c ^ T ' ¡ E S t f í
á m a n i f e s t a r o s lo q u e tenéis guerreros d e e S t
° Perec¡<™n muchos
q u e h a c e r : p r e s e n t o á mis
a m i g o s t o d o s mis c u m p l i -
m i e n t o s y les r u e g o q u e v e n -
g a n á m i país. N o h e c o n o - Y o os
p r * ™ - |
cido h u é s p e d e s q u e p u e d a n •
serme tan queridos. » R1 A n i ? g r . d e m i , s a m i g ° s q u e veáis en W o r m s sobre
«Y si los parientes del es- el R h i n , e diréis que habéis advertido m i h u m o r o m b d ó
p o s o de C r i m i l d a n o se nie-
y j f r e c e r é i s mis servicios á aquellos h é r o f f o S t S f ^
gan, que vengan también á
la fiesta de m i c o r t e , q u e
« R o g a d l e s q u e accedan á lo q u e m i esposo quiere y
de la felicidad de m i esposa
tengo una parte. » t e n g o a m i g o s Si fuese c a b a l l e r o , y o m i s m a iría al R h i n
Así le c o n t e s t ó el músi- « Y decid a G e r n o t , m i n o b l e h e r m a n o , q u e n a d i e e n h
me es
co, el atrevido S c h w e m m e l : r q u e r i d o ; rogadle q u e v e n g a Y e s t e país con
« ¿ C u á n d o se verificará la s u s m a s fuertes a m i g o s ; esto m e h a r á h o n o r C S t C p a ' S C O n
fiesta en esta corte ? Esto es « Decid t a m b i é n á Geiselher q u e piense e n que p o r su
m e n e s t e r q u e se lo d i g a m o s causa n u n c a e x p e r i m e n t é aflicción n i n g u n a • á ó l l o v e r í n

aquí y si H ± l a T r a i ^ C n
° ° U a n t 0 h o n o r vivo
aquí y si H a g e n de T r o n e j a se negara á hacer el v i i i P

S s f s •con é l — á - i ^ ^
y .™ bella esposa partieron con muchos suníuosos traíeí
pudiera ver aquí á mis s o b r i n o s ; y o casi n o p u e d o ir hasta
al R h i n . »
Los c a m i n o s q u e siguieron para llegar hasta el país del
R h i n n o lo p u e d o decir. N a d i e se atrevió á quitarles su
d i n e r o ni sus vestidos t e m i e n d o la cólera de E t z e l ; g r a n -
XXIV.
de era el p o d e r í o de aquel altivo r e y c i r c u n d a d o de gloria.
E n doce días llegaron al R h i n e n la ciudad de W o r m s ,
D E C O M O W E R B E L Y SCI1WEMMEL LLEVARON Á CABO

SU M E N S A J E .

UANDO Etzel h u b o enviado sus m e n s a j e r o s al


R h i n , la noticia se s u p o de país en país : c o n
rápidos correos r o g ó y m a n d ó q u e v i n i e r a n á su
fiesta; e n ella m u c h o s recibieron la m u e r t e .
Los m e n s a j e r o s al a b a n d o n a r el H u n e l a n d se dirigieren
hacia los B o r g o ñ o n e s para invitar á los tres nobles reyes y
á sus fuertes g u e r r e r o s á q u e f u e r a n al lado de Etzel; m u -
chos se a p r e s u r a r o n .
C a m i n a n d o llegaron á Bechlaren d o n d e f u e r o n m u y
bien recibidos. R u d i g u e r o y Gotelinda n o d e j a r o n de ofre-
cer sus servicios á los del R h i n , y lo m i s m o hizo la hija
del m a r g r a v e .
N o d e j a r o n ir á los emisarios sin regalos para q u e p u -
dieran c u m p l i r m e j o r lo q u e Etzel les m a n d a r a . R u d i g u e r o
rogó que dijeran á U t a y á sus h i j o s , q u e n i n g ú n m a r g r a v e
los quería t a n t o c o m o él.
Ellos e n v i a r o n también á B r u n e q u i l d a ofrecimientos de
su a f e c c i ó n , y de sus bienes, su c a r i ñ o y su fidelidad sin
fin. D e s p u é s de estos e n c a r g o s los m e n s a j e r o s se dispusie- W e r b e l y S c h w e m m e l . Hicieron saber al rey y á sus gue-
r o n á p a r t i r ; G o t e l i n d a la n o b l e m a r g r a v e pidió á D i o s r r e r o s que se acercaban emisarios d e s c o n o c i d o s ; G u n t e r
que los c o n d u j e r a c o n b i e n . comenzó á preguntar.
A n t e s q u e los emisarios llegaran al Baierland , W e r b e l Así dijo el jefe del R h i n : « ¿ Q u i é n n o s h a r á saber de
el atrevido f u é á ver al b u e n o b i s p o ; lo q u e él encargó d o n d e vienen á n u e s t r o país esos e x t r a n j e r o s ? » Nadie lo
d i j e r a n á sus amigos del R h i n n o lo he podido saber : solo sabía hasta q u e H a g e n de T r o n e j a los v i ó : él dijo á G u n t e r :
sé q u e de su oro r o j o « P u e d o a f i r m a r o s q u e n o s llegan g r a n d e s n o v e d a d e s ;
hizo presentes á los m e n s a j e r o s . D e s p u é s los dejó m a r - h e visto venir á los m ú s i c o s de E t z e l , v u e s t r a h e r m a n a
c e a r . « G r a n d e sería m i felicidad» dijo el o b i s p o Pilgerin si
será quien los envía al R h i n : su s e ñ o r será causa de q u e sucede á los príncipes, guerreros y a m i g o s q u e los a c o m p a -
t e n g a n b u e n recibimiento. » ñ a n . Ellos se alegraron c u a n d o e m p r e n d i m o s n u e s t r o via-
Bien a r m a d o s pasaban e n t o n c e s p o r delante del palacio: je. »
n u n c a músicos de rey f u e r o n t a n bien vestidos. El a c o m - « D a m o s las gracias p o r sus servicios á él y á mi h e r -
p a ñ a m i e n t o del rey salió á recibirlos , los a l o j a r o n y les m a n a : nos alegra c o n saber q u e v i v e n dichosos el rey
d i j e r o n q u e no se quitaran los trajes. y su g e n t e ; c o n g r a n cuidado había p r e g u n t a d o p o r ellos.»
L o s vestidos de viaje eran tan ricos y tan bien hechos, Los dos jóvenes reyes habían llegado t a m b i é n , pues su-
q u e con h o n o r p o d í a n p r e s e n t a r s e c o n ellos ante el r e y ; pieron la noticia del arribo de los m e n s a j e r o s . El joven
pero n o quisieron llevarlos p o r m á s t i e m p o e n la corte. Geiselher los veía con g r a n c o n t e n t o p o r causa de su h e r -
«¿ H a y a l g u n o q u e los quiera ? » hicieron p r e g u n t a r los m a n a y les dijo c a r i ñ o s a m e n t e :
mensajeros. « M e n s a j e r o s , seáis m u y bién v e n i d o s a q u í : si vinierais
P r o n t o e n c o n t r a r o n g e n t e s c o n las m a n o s tendidas y se c o n m á s frecuencia al R h i n hallaríais a m i g o s á los q u e
las dieron con g u s t o . E n s e g u i d a los e x t r a n j e r o s se p u s i e r o n veríais con p l a c e r ; en este país n u n c a tendríais pesar si
m á s s u n t u o s a s vestiduras, c o m o es b u e n o q u e lo h a g a n los os quedarais. »
emisarios de u n r e y . « N o s o t r o s p o d e m o s disfrutar de t o d o s los h o n o r e s p o r
L a e m b a j a d a de Etzel f u é i n v i t a d a á ir d o n d e estaba el parte vuestra » r e s p o n d i ó S c h w e m m e l ; « n o p o d r é expre-
r e y ; se les veía c o n placer. El s e ñ o r H a g e n se a d e l a n t ó saros c o n m i s palabras el cariñoso afecto c o n q u e nos h a n
hacía los m e n s a j e r o s d e j a n d o su asiento y los recibió c o n e n v i a d o a q u í Etzel y vuestra n o b l e h e r m a n a , q u e viven fe-
c o r t e s í a : los jóvenes le dieron las gracias. lices.»
C o m e n z ó á pedirle noticias de c o m o estaba Etzel y los «La reina os r e c u e r d a que s i e m p r e le habéis t e n i d o cari-
q u e le a c o m p a ñ a b a n . El músico le r e s p o n d i ó : « N u n c a ñ o y afección c o n vuestro corazón y v u e s t r a a l m a . Des-
h u b o país m á s dichoso ni h o m b r e s m á s c o n t e n t o s , podéis pués, señor r e y , h e m o s venido para rogaros q u e vayáis al
creerlo.» Huneland.»
Se a d e l a n t a r o n hacia el jefe. L a sala real estaba llena. « T a m b i é n nos h a n e n c a r g a d o q u e r o g u e m o s lo m i s m o
Recibieron á los e x t r a n j e r o s c o n amistosas salutaciones al s e ñ o r Geiselher y G e r n o t . Etzel el rico os invita á t o d o s
c o m o se hace en los d e m á s reinos. W e r b e l vió m u c h o s y si n o queréis ir á visitar á vuestra h e r m a n a , querría saber
guerreros al lado del r e y G u n t e r . p o r q u é dejáis de hacerlo.»
El rey los recibió m u y c o r t é s m e n t e : «Bien v e n i d o s seáis «¿ P o r q u é prescindís de él y de su esposa ? A u n c u a n d o
m ú s i c o s de Etzel, así c o m o también los q u e os a c o m p a ñ a n : o s hubiérais olvidado de la r e i n a , él p o r sí solo bien m e r e c e
¿ p o r q u é os envía Etzel el rico, al país de B o r g o ñ a ? q u e lo visitéis : si esta visita se llevara á c a b o , su alegría
Se i n c l i n a r o n a n t e al rey y W e r b e l d i j o : « M i querido sería m u y g r a n d e . »
s e ñ o r os ofrece s u s servicios y t a m b i é n vuestra h e r m a n a El r e y G u n t e r c o n t e s t ó : « Pasadas q u e sean siete n o c h e s
C r i m i l d a ; ellos n o s h a n e n v i a d o c o n los guerreros e n bue- os h a r é saber la resolución que he t o m a d o c o n el consejo
na confianza.» de mis a m i g o s ; e n t r e t a n t o id á vuestros a l o j a m i e n t o s y
El rico príncipe r e s p o n d i ó : « La n o t i c i a m e causa alegría. disfrutad de sus c o m o d i d a d e s . »
¿ C o m o están Etzel » p r e g u n t ó e n s e g u i d a el h é r o e « y C r i - W e r b e l r e s p o n d i ó enseguida : « ¿ N o p o d r í a m o s ver á
m i l d a m i h e r m a n a en el H u n e l a n d ? » El m ú s i c o r e s p o n - n u e s t r a señora la rica U t a a n t e s q u e c o m o g u e r r e r o s f u é -
dió: » O s lo h a r é saber. » r a m o s á reposar ? » M u y c o r t é s m e n t e le r e s p o n d i ó el n o -
« N u n c a h u b o nadie m á s felices q u e ellos y lo m i s m o ble Geiselher :
« Nadie os n e g a r á tal cosa, y si queréis ir á d o n d e está El rey G e r n o t c o n t e s t ó al c o n s e j e r o : « P o r q u e tenéis
m i m a d r e , sus deseos y los m í o s q u e d a r á n satisfechos; f u n d a d o m o t i v o p a r a t e m e r la m u e r t e en el reino de los
ella os v e r á con g u s t o á causa de m i h e r m a n a la s e ñ o r a Hunos , n o debemos nosotros renunciar á ver á nuestra
C r i m i l d a ; seréis m u y bien r e c i b i d o s . » h e r m a n a pues sería o b r a r m a l . »
Geiselher los llevó á d o n d e U t a estaba. Vió c o n pla- El joven Geiselher dijo al g u e r r e r o : « Ya q u e os sentís
cer á los m e n s a j e r o s del H u n e l a n d y los saludó amistosa- culpable, a m i g o H a g e n , p e r m a n e c e d e n el país libre de
m e n t e c o n su alma llena de v i r t u d e s . Los m e n s a j e r o s la t o d o t e m o r ; dejad q u e los m á s atrevidos v a y a n al r e i n o de
hicieron saber el o b j e t o de su e m b a j a d a . los H u n o s . »
« Mi señora os ofrece » dijo S c h w e m m e l , « sus servicios El h é r o e de T r o n e j a c o m e n z ó á irritarse. « N o q u i e r o
y su fidelidad, y si le f u e r a posible v e r o s c o n f r e c u e n c i a , que j a m á s tengáis en vuestra corte u n o q u e esté m á s dis-
creed que n i n g u n a felicidad e n la tierra sería m a y o r para p u e s t o á a c o m p a ñ a r o s q u e y o : n o queréis r e n u n c i a r á
ella.» v u e s t r o p r o y e c t o y p r o n t o os lo h a r é ver.»
L a reina U t a le r e s p o n d i ó : « E s o n o p u e d e ser. P o r g r a n - Así dijo el h é r o e R u m o l d o jefe de las cocinas : «Podéis
de q u e fuera el placer q u e t u v i e r a en v e r á m i q u e r i d a t r a t a r c o m o queráis á e x t r a n j e r o s y a m i g o s ; n o creo q u e
hija , la n o b l e r e i n a vive m u y l é j o s ; q u e siempre sea feliz n a d i e se os h a y a d a d o en gage.»
así al lado de E t z e l . » « Ya q u e n o queréis escuchar á H a g e n , oíd el consejo
« H a c e d m e saber antes de p a r t i r , c u a n d o pensáis v o l - de R u m o l d o , p o r q u e él es v u e s t r o decidido servidor, p e r -
ver ; h a c e m u c h o t i e m p o que n o v e o á n i n g ú n m e n s a j e r o m a n e c e d e n este país según m i i n d i c a c i ó n , y dejad t r a n -
c o n t a n t o g u s t o c o m o á v o s o t r o s . » L o s jóvenes p r o m e t i e - quilo al r e y Etzel c o n C r i m i l d a . »
r o n hacer lo q u e les p e d í a . « ¿ E n q u é parte de la tierra viviríais tan felices c o m o
Los del H u n e l a n d se r e t i r a r o n á sus a l o j a m i e n t o s : el aquí ? Aquí estáis á c u b i e r t o de v u e s t r o s e n e m i g o s , vestios
rico rey había h e c h o l l a m a r á sus a m i g o s . El n o b l e G u n - vuestros m e j o r e s trajes , bebed el v i n o q u e m á s os g u s t e
ter p r e g u n t ó u n o á u n o á t o d o s sus h o m b r e s , si la i n v i t a - y amad á muchas hermosas mujeres.»
c i ó n les parecía bien. M u c h o s d i j e r o n , « A q u í tendréis b u e n o s m a n j a r e s , los m e j o r e s q u e e n
q u e irían c o n gusto al país del r e y Etzel y lo m i s m o el m u n d o h a y a c o m i d o u n r e y , y si a u n esto n o bastara,
m a n i f e s t a r o n los m e j o r e s de los q u e allí se e n c o n t r a b a n acordáos de vuestra bella esposa antes de ir á e x p o n e r
e x c e p t o H a g e n q u e s e n t í a f u r i o s a cólera. D i j o aparte al vuestra v i d a . »
r e y : « C o n vos m i s m o estáis de malas.» « P e r m a n e c e d a q u í , el país es rico , m á s c ó m o d o es
« N o ignoráis n a d a de lo q u e h e m o s h e c h o : s i e m p r e pagar aquí rescate q u e e n t r e los H u n o s : ¿ q u i é n sabe lo
debemos tener gran cuidado con C r i m i l d a , pues por m i q u e sucederá allí ? P e r m a n e c e d a q u í , s e ñ o r e s , este es el
m a n o di m u e r t e á su esposo. ¿ C ó m o queréis q u e v a y á m o s consejo de R u m o l d o . »
al país del rey Etzel ? » « N o queremos permanecer , respondió Gernot. ¿ C ó m o
El p o d e r o s o rey r e s p o n d i ó : « Mi h e r m a n a había o l v i - n o s h e m o s de negar á la amistosa invitación q u e m i her-
d a d o su odio : c o n a m o r o s o s besos lo m a n i f e s t ó así antes m a n a y el rey Etzel n o s h a c e n ? El q u e n o quiera v e n i r
de m a r c h a r de mi r e i n o , si n o es, s e ñ o r H a g e n , q u e á vos c o n n o s o t r o s , q u e p e r m a n e z c a aquí. »
solo haya d e j a d o de p e r d o n a r o s . » H a g e n r e s p o n d i ó : « C u a l q u i e r a q u e sea v u e s t r o acuerdo
« N o os dejéis e n g a ñ a r » replicó H a g e n , « p o r n a d a q u e que n o os o f e n d a n mis palabras : creed q u e mis o b s e r v a -
os digan esos emisarios de los H u n o s ; queréis ir á ver á ciones son j u s t a s , y y a q u e os decidís á ir al H u n e l a n d ,
C r i m i l d a y p u e d e costaros vida y h o n o r ; ¡ m u y t e n a z es id bien a r m a d o s . »
en la v e n g a n z a la esposa del r e y Etzel!»
« Y a q u e n o queréis r e n u n c i a r , c o n v o c a d á v u e s t r o s aquellos fuertes g u e r r e r o s . Los emisarios de Crimilda fue-
h o m b r e s m á s valientes y entre t o d o s ellos escoged mil r o n l l a m a d o s á la presencia del r e y .
b u e n o s c a b a l l e r o s ; asi n o os será peligrosa la cólera de C u a n d o llegaron los m e n s a j e r o s , el señor G e r n o t dijo :
Crimilda. » « El rey acepta la invitación de E t z e l : con g u s t o i r e m o s á
« Eso quiero hacer » r e s p o n d i ó el r e y en seguida. Envió su fiesta p a r a v e r á n u e s t r a h e r m a n a ; n o tengáis d u d a de
m e n s a j e r o s p o r todo su reino y v i n i e r o n u n o s tres mil esto. »
guerreros ó m á s . N o sabían que habían de sufrir g r a n d e s El rey G u n t e r ' p r e g u n t ó : « ¿ P o d é i s h a c e r n o s saber c u a n -
pesares. d o celebrará la fiesta ó hacia q u e día ? » S c h w e m m e l le
Ellos c a m i n a b a n con g r a n d e alegría p o r el país del rey c o n t e s t ó : « Está fijada p a r a m e d i a d o s del estío.»
G u n t e r . A todos los q u e tenían que ir al H u n e l a n d , les El r e y los autorizó , ( cosa q u e a u n n o había hecho )
dieron caballos y vestidos; e n t r e ellos el rey v i ó á m u c h o s para q u e f u e r a n á v e r á la señora B r u n e q u i l d a si daba su
b u e n o s caballeros. c o n s e n t i m i e n t o . V o l k e r se o p u s o e n su o b s e q u i o .
H a g e n de T r o n e j a y Danlcwart, su h e r m a n o , llevaron al « L a señora B r u n e q u i l d a n o está b u e n a p a r a recibirlos»
R h i n o c h e n t a g u e r r e r o s a r m a d o s y v e s t i d o s : ricas a r m a d u - dijo el buen caballero. « Esperad hasta m a ñ a n a y podréis
ras llevaban aquellos valientes al país del rey G u n t e r . verla. »
L l e g ó el f u e r t e V o l k e r , u n n o b l e m ú s i c o c o n treinta de El rico rey que estimaba á los m e n s a j e r o s , llevado de su
sus g u e r r e r o s , que llevaban magníficos vestidos dignos de g e n e r o s i d a d , les hizo dar de su o r o sobre a n c h o s escudos;
u n r e y . Hizo saber al rey q u e iba c o n él al H u n e l a n d . él poseía m u c h o . Sus a m i g o s les h a c í a n t a m b i é n valiosos
Q u i e r o deciros quien era a q u e l V o l k e r . E r a u n n o b l e obsequios.
señor al q u e pagaban t r i b u t o m u c h o s b u e n o s guerreros de Geiselher y G e r n o t , G e r e y O r t e w e i n les d e m o s t r a b a n
B o r g o ñ a : c o m o sabía t o c a r el l a ú d le l l a m a b a n el artista. c u a n b u e n o s e r a n ; d a b a n ricos regalos á los emisarios
H a g e n escogió mil de los q u e h a b í a n i d o ; sabía las q u e estos n o quisieron aceptar p o r t e m o r á su s e ñ o r .
proezas q u e habían realizado s u s brazos , y las hazañas Así le dijo al r e y el m e n s a j e r o S c h w e m m e l : « S e ñ o r r e y ,
que habían h e c h o , pues p o r sí m i s m o las había visto. N a - dejad estos regalos e n vuestro país. N o s o t r o s n o p o d e m o s
die podía d u d a r del h o n o r de ellos. llevar n a d a , p o r q u e n u e s t r o s e ñ o r n o s h a p r o h i b i d o acep-
Los m e n s a j e r o s de C r i m i l d a estaban c o n t r a r i a d o s , pues tar o b s e q u i o s , n o s o t r o s n o necesitamos n a d a . »
t e n í a n g r a n m i e d o á su s e ñ o r ; t o d o s los días se despedían El jefe del R h i n estaba m u y disgustado p o r q u e ellos
para partir, pero H a g e n n o los d e j a b a ; esto lo hacia con r e h u s a r o n los bienes de u n rey t a n rico. Les hizo aceptar
mala intención. su oro y sus trajes q u e llevaron consigo al país del rev
D i j o á su señor : « N o d e b e m o s dejarlos m a r c h a r sino Etzel.
siete días después de q u e e s t e m o s dispuestos á ir al país A n t e s de e m p r e n d e r su m a r c h a quisieron ver á U t a . El
del rey E t z e l ; si alguien n o s quiere hacer d a ñ o lo s a b r e - joven Geiselher llevó á los músicos á la c o r t e , cerca de su
mos mejor. m a d r e ; e n c a r g ó dijeran á la reina que ella se alegraba de
« T a m p o c o la s e ñ o r a Crimilda p o d r á prepararse á c a u - sus h o n o r e s y de su felicidad.
s a r n o s males p o r sus c o n s e j o s . Si ella tiene tal i n t e n c i ó n , L a reina viuda hizo dar á los m ú s i c o s bandas y o r o p o r
p o d r á s a l i r l e m a l , p u e s al H u n e l a n d v e n d r á n c o n n o s o t r o s el afecto q u e profesaba á Crimilda y al rey Etzel. Ellos los
m u c h o s h o m b r e s escogidos. » a c e p t a r o n , pues se los ofrecían c o n lealtad.
L a s - m o n t u r a s , los escudos y t o d o s los trajes que h a b í a n D e s p u é s los emisarios de C r i m i l d a se despidieron de
de llevarse al país del rey E t z e l , estaban p r e p a r a d o s para h o m b r e s y m u j e r e s : cabalgaron a l e g r e m e n t e s e g ú n he sa-
bido hasta el S c h w o b e n l a n d , hasta allí G e r n o t los hizo le dijo Crimilda ! « O s a g r a d a n estas n o t i c i a s , m i querido
a c o m p a ñ a r p o r sus g u e r r e r o s , para q u e n o sufrieran la m e - s e ñ o r , lo q u e t a n t o deseaba va á cumplirse.»
n o r desgracia. « L o que tú quieras m e alegra » le r e s p o n d i ó el r e y ;
C u a n d o los d e j a r o n estos, el p o d e r í o de Etzel los prote- '« n u n c a c u a n d o m i s p a r i e n t e s h a n v e n i d o á m i reino he
gió en t o d o el c a m i n o . E n ellos n a d i e les quitó n i los ca- s e n t i d o el c o r a z o n t a n alegre. C o n la venida de tus a m i -
ballos ni los vestidos, y cabalgaron c o n g r a n rapidez hasta gos d e s a p a r e c e n t o d o s mis cuidados.»
el H u n e l a n d .
A t o d o s los a m i g o s q u e c o n o c í a n p o r a l l í , les a n u n c i a -
ban q u e los h é r o e s de B o r g o ñ a irían d e n t r o de pocos días,
desde el R h i n al país de Etzel. El obispo Pilgerin s u p o
t a m b i é n la noticia. XXV.
C u a n d o e n su c a m i n o llegaron f r e n t e á Bechlaren, n o
o c u l t a r o n la noticia A R u d i g u e r o n i á su esposa G o t e l i n d a
la n o b l e m a r g r a v e . G r a n d e f u é su alegría al saber á q u i e - DE COMO LOS REYES FUERON AL PAIS DE LOS HUNOS.
nes i b a n á ver.
Se veía á los músicos a p r e s u r a r su m a r c h a . E n c o n t r a -
r o n á Etzel e n su c i u d a d de G r a n . T o d o s los o f r e c i m i e n -
tos y felicitaciones q u e h a b í a n recibido las m a n i f e s t a r o n o s encargados para ello p o r el r e y , p r e p a r a r o n
al r e y , q u e de alegría se p u s o r o j o . en el palacio y en los salones sitios s u n t u o s o s
C u a n d o s u p o la reina q u e sus h e r m a n o s i b a n á ir á para los huéspedes q u e r i d o s q u e debían llegar.
a q u e l p a í s , se sintió d i c h o s a ; hizo d a r á los m e n s a j e r o s Después o c u r r i e r o n g r a n d í s i m a s desgracias.
g r a n d e s r e g a l o s , pues quería h o n r a r l o s . El jefe del Rhin hizo vestir á sus h o m b r e s en n ú m e r o
Ella p r e g u n t ó : « D e c i d n o s a m b o s , W e r b e l y S c h w e m - de m i l sesenta , según h e sabido y c o n n u e v e mil criados
m e l ¿ cuales son de mis p a r i e n t e s los q u e v e n d r á n á la se dirigió á la corte : los q u e se q u e d a r o n en sus casas l o s
fiesta, e n t r e los m e j o r e s á quienes h e m o s invitado p a r a q u e l l o r a r o n m á s tarde.
v e n g a n á este país? D e c i d n o s t a m b i é n q u e dijo H a g e n A W o r m s , residencia de la c o r t e , llevaron t o d o lo n e -
c u a n d o s u p o la noticia.» cesario. U n anciano o b i s p o de Spira dijo á la señora U t a :
« F u é al consejo una m a ñ a n a t e m p r a n o y dijo pocas y « N u e s t r o s amigos quieren ir á esa fiesta; q u e Dios los
buenas palabras, t o d o s a c o n s e j a b a n el viaje al H u n e l a n d , proteja.»
el feroz H a g e n s o s t u v o q u e c o r r í a n peligro de m u e r t e . » Así dijo á sus hijos la n o b l e y b u e n a U t a : « P e r m a n e c e d
« V e n d r á n vuestros h e r m a n o s los tres reyes c o n s u n - a q u í , héroes escogidos : esta n o c h e he s o ñ a d o cosas es-
t u o s o aparato. E n c u a n t o á los d e m á s q u e h a n de venir p a n t o s a s , t o d o los pájaros de este país se h a b í a n m u e r t o . »
c o n ellos n o h e p o d i d o saberlo. H a p r o m e t i d o a c o m p a - « El q u e fía de los s u e ñ o s , » replicó H a g e n , « n u n c a
ñarlos V o l k e r el f u e r t e m ú s i c o . » sabe la v e r d a d de lo que se refiere á su h o n o r . Mi deseo
« C o n m u c h o g u s t o » dijo la r e i n a , «dejaría de ver aquí es que los señores después de despedirse v a y a n á l a c o r t e . »
á V o l k e r . H a g e n m e es m u y q u e r i d o , p o r ser de los «Con placer c a m i n a r e m o s al país del rey Etzel, d o n d e las
m e j o r e s g u e r r e r o s . Al saber que voy á verlo, e x p e r i m e n t o m a n o s de buenos h é r o e s servirán á los reyes c o m o h e m o s
g r a n d e alegría.» de verlo en la fiesta de C r i m i l d a . » H a g e n aconsejó el
L a reina f u é á ver al r e y . ¡ Q u é de a m o r o s a s palabras v i a j e ; despues sintió p e n a p o r ello.
bido hasta el S c h w o b e n l a n d , hasta allí G e r n o t los hizo le dijo Crimilda ! « O s a g r a d a n estas n o t i c i a s , m i querido
a c o m p a ñ a r p o r sus g u e r r e r o s , para q u e n o sufrieran la m e - s e ñ o r , lo q u e t a n t o deseaba va á cumplirse.»
n o r desgracia. « L o que tú quieras m e alegra » le r e s p o n d i ó el r e y ;
C u a n d o los d e j a r o n estos, el p o d e r í o de Etzel los prote- '« n u n c a c u a n d o m i s p a r i e n t e s h a n v e n i d o á m i reino he
gió en t o d o el c a m i n o . E n ellos n a d i e les quitó n i los ca- s e n t i d o el c o r a z o n t a n alegre. C o n la venida de tus a m i -
ballos ni los vestidos, y cabalgaron c o n g r a n rapidez hasta gos d e s a p a r e c e n t o d o s mis cuidados.»
el H u n e l a n d .
A t o d o s los a m i g o s q u e c o n o c í a n p o r a l l í , les a n u n c i a -
ban q u e los h é r o e s de B o r g o ñ a irían d e n t r o de pocos días,
desde el R h i n al país de Etzel. El obispo Pilgerin s u p o
t a m b i é n la noticia. XXV.
C u a n d o e n su c a m i n o llegaron f r e n t e á Bechlaren, n o
o c u l t a r o n la noticia A R u d i g u e r o n i á su esposa G o t e l i n d a
la n o b l e m a r g r a v e . G r a n d e f u é su alegría al saber á q u i e - DE COMO LOS REYES FUERON AL PAIS DE LOS HUNOS.
nes i b a n á ver.
Se veía á los músicos a p r e s u r a r su m a r c h a . E n c o n t r a -
r o n á Etzel e n su c i u d a d de G r a n . T o d o s los o f r e c i m i e n -
tos y felicitaciones q u e h a b í a n recibido las m a n i f e s t a r o n o s encargados para ello p o r el r e y , p r e p a r a r o n
al r e y , q u e de alegría se p u s o r o j o . en el palacio y en los salones sitios s u n t u o s o s
C u a n d o s u p o la reina q u e sus h e r m a n o s i b a n á ir á para los huéspedes q u e r i d o s q u e debían llegar.
a q u e l p a í s , se sintió d i c h o s a ; hizo d a r á los m e n s a j e r o s Después o c u r r i e r o n g r a n d í s i m a s desgracias.
g r a n d e s r e g a l o s , pues quería h o n r a r l o s . El jefe del Rhin hizo vestir á sus h o m b r e s en n ú m e r o
Ella p r e g u n t ó : « D e c i d n o s a m b o s , W e r b e l y S c h w e m - de m i l sesenta , según h e sabido y c o n n u e v e mil criados
m e l ¿ cuales son de mis p a r i e n t e s los q u e v e n d r á n á la se dirigió á la corte : los q u e se q u e d a r o n en sus casas l o s
fiesta, e n t r e los m e j o r e s á quienes h e m o s invitado p a r a q u e l l o r a r o n m á s tarde.
v e n g a n á este país? D e c i d n o s t a m b i é n q u e dijo H a g e n A W o r m s , residencia de la c o r t e , llevaron t o d o lo n e -
c u a n d o s u p o la noticia.» cesario. U n anciano o b i s p o de Spira dijo á la señora U t a :
« F u é al consejo una m a ñ a n a t e m p r a n o y dijo pocas y « N u e s t r o s amigos quieren ir á esa fiesta; q u e Dios los
buenas palabras, t o d o s a c o n s e j a b a n el viaje al H u n e l a n d , proteja.»
el feroz H a g e n s o s t u v o q u e c o r r í a n peligro de m u e r t e . » Así dijo á sus hijos la n o b l e y b u e n a U t a : « P e r m a n e c e d
« V e n d r á n vuestros h e r m a n o s los tres reyes c o n s u n - a q u í , héroes escogidos : esta n o c h e he s o ñ a d o cosas es-
t u o s o aparato. E n c u a n t o á los d e m á s q u e h a n de venir p a n t o s a s , t o d o los pájaros de este país se h a b í a n m u e r t o . »
c o n ellos n o h e p o d i d o saberlo. H a p r o m e t i d o a c o m p a - « El q u e fía de los s u e ñ o s , » replicó H a g e n , « n u n c a
ñarlos V o l k e r el f u e r t e m ú s i c o . » sabe la v e r d a d de lo que se refiere á su h o n o r . Mi deseo
« C o n m u c h o g u s t o » dijo la r e i n a , «dejaría de ver aquí es que los señores después de despedirse v a y a n á l a c o r t e . »
á V o l k e r . H a g e n m e es m u y q u e r i d o , p o r ser de los «Con placer c a m i n a r e m o s al país del rey Etzel, d o n d e las
m e j o r e s g u e r r e r o s . Al saber que voy á verlo, e x p e r i m e n t o m a n o s de buenos h é r o e s servirán á los reyes c o m o h e m o s
g r a n d e alegría.» de verlo en la fiesta de C r i m i l d a . » H a g e n aconsejó el
L a reina f u é á ver al r e y . ¡ Q u é de a m o r o s a s palabras v i a j e ; despues sintió p e n a p o r ello.
Él se hubiera opuesto si G e r n o t n o le h u b i e r a zaherido
c o n i m p e r i o sus palabras. É l , r e c o r d a n d o á Sigfrido el balíoTks P m S n q u e d a r o n ^ T ™ ^ Sus
-
en g r a n d í s l , M
esposo de C r i m i l d a , decía : « P o r esta causa H a g e n n o a l m a les a v i s a £ d e a Z 1 n A c c i ó n : el
quiere realizar el g r a n viaje. » cionarles pesares sin o f e n t o P-por-
Así le r e s p o n d i ó H a g e n de T r o n e j a : « N u n c a m e i m -
p u s o t e m o r . R e a l i z a d , h é r o e s , lo q u e tenéis deseos de chfsToyó e ^ t ^ t t t T Í T SCpUSÍeron - —
D e
h a c e r : y o os a c o m p a ñ a r é c o n g u s t o al país del rey Etzel.» lados de la m o n t a ñ a f l o r a b a / h o ^ t ^ ^ ^ o s
reS y m u eres
D e s p u é s t u v o q u e r o m p e r m u c h o s y e l m o s y m u c h o s es- hicieran lo q u e hicieran e l l o ? - Pero
Mil h é r o é V w , ¿ .. P a r i e r o n c o n t e n t o s .
cudos.
L o s barcos estaban p r e p a r a d o s e n las orillas del R h i n : s e s M d X \ n C
° 1 d I o s ' « - a n d o ame-
en ellos c a r g a r o n t o d o s los vestidos q u e llevaban. T u v i e - n o volvieron á v e r U h e S ^ s f e 0 8 " * *
r o n q u e t r a b a j a r hasta p o r la n o c h e y bien p r o n t o d e j a r o n d o l o r á Crimilda S i g f n d o causaba s i e m p r e
sus casas e m p r e n d i e n d o alegres el viaje.
Establecieron las t i e n d a s y las chozas al o t r o lado del el su viaje p o r
e R l d u í
R h i n e n el p u n t o en que q u e r í a n a c a m p a r . La h e r m o s a c o n o c í a el c a m i n o ; e l m ^ ¿ f e J ? > P**
esposa de G u n t e r le r o g ó q u e p e r m a n e c i e r a á su lado y b é r o e del país de B o m S a °S era D a n k w a r t
el
aquella n o c h e lo t u v o abrazado.
Las t r o m p e t a s y las flautas r e s o n a r o n á la o t r a m a ñ a n a ^ ^ ^ Í ^ l ^ m tóa el S c h w a -
m u y t e m p r a n o , c u a n d o debían partir. L o s q u e a m a b a n es- p o r su as-pecto grandioso A j ! d° S 5 ™ a p e s 7 S U S a m i g o s
d u o d é c i m
t r e c h a r o n e n t r e sus brazos á los q u e e r a n a m a d o s . C o n llegó al D o n a u ^^^^ * a m a ñ a n a el ?ey
extraordinaria c r u e l d a d los separó luégo la esposa del rey
Etzel.
L o s hijos de la h e r m o s a U t a t e n í a n u n vasallo f u e r t e y e c h ó pié á t i e r i r y d e p r L a a m a r ^ f S - ? f ™ S ^ e r o
fiel; en el m o m e n t o de partir dijo e n secreto al r e y . l o El río estaba desbordado l . l " C a b a l l ° á u n á r b o l .
Sumer idas
q u e tenía en el a l m a . L e d i j o : « M u c h o m e hace sufrir N i b e l u n g o s se veían a Z í d o l J T g - Los
c o m o
que realices este viaje. » Pues la c o r r i e n t e ^ m ? ™ í atravesar,
Caba!
Se l l a m a b a R u m o l d o y era u n h é r o e f u e r t e y valiente. Heros se b a j a r o n d ? s M l t ' ^ ^ ^
A ñ a d i ó : « ¿ Á q u i e n queréis d e j a r v u e s t r a g e n t e y - v u e s t r o
país ? ¡ N o h a b r á n a d i e q u e p u e d a haceros desistir de vues- prín^deí^Tü "T ™ T * " lentes,
tro propósito ! L a i n v i t a c i ó n de C r i m i l d a n o m e parece ha desbordado y k PUedes El río se
buena.» pereda, m n c h ¿ ^
« El país y m i hijo te q u e d a n c o n f i a d o s y p r o t e j e bien
á las m u j e r e s , tal es mi v o l u n t a d . C o n s u e l a al q u e veas -<<AqS d f "lorqUÍno|S ^ * « # « * el r e y .
c o n el corazón y el a l m a o p r i m i d a . N u n c a n o s hizo m a l que pasemos I d a t S ' ^ q - desanimarse. P r o J a
P d d n o COn t o d o s
la reina C r i m i l d a . » caballos y vestidos » ^estros
Los caballos estaban dispuestos para los elevados s e ñ o -
res y sus h o m b r e s . M u c h o s caballeros q u e se distinguían 1 1 v i ¿
t a m o ^ i ^ i V S e M ' ~
p o r sus pacíficas c o s t u m b r e s , se s e p a r a r o n c a r i ñ o s a m e n t e peiderla e n este
de sus esposas que p r o n t o d e b í a n llorarlos. A n t e s q u e esto s u r e d . ™ revuelto r í o .
hombres e n ^ d ' r ? y — o muchos
« P e r m a n e c e d aquí j u n t o al agua buenos caballeros; iré
• r A " t 0 n C e S Í * e S p 0 n d Í Ó H a S e n •' « M e á g á ñ á i s sin motivo
á lo largo del río para buscar á los barqueros q u e nos < C o m o p u e d e ser que en la fiesta m u r a m o s tantos por h
conduzcan al país de Gelfrat .» Dicho esto el f u e r t e H a g e n
c o a i ó su bien t e m p l a d o escudo.
E s t a b a bien a r m a d o ; además del escudo que llevaba Le dijo u n a de e l l a s : « A s í lo has de ver • n i n e u n o
tenía bien sujeto su brillante y e l m o . Sobre su fuerte arnés de vosotros p o d r á l i b r a r s e , excepto el capellán de ? "
ceñía u n a a n c h a espada de dos filos q u e cortaban de u n a esto lo sabemos positivamente. Solo él volverá sano v
y
salvo al país del rey G u n t e r . »
m a n e r a terrible. F
Buscaba á los barqueros p o r u n a parte y p o r otra, fcs C o n furiosa cólera le respondió el f u e r t e H a g e n : «Difícil
cuchó que el agua se movía y era que en u n a límpida m e sera hacer saber á m i señor que debemos perder v da
f u e n t e j u g a b a n blancas m u j e r e s . Q u e r í a n refrescarse y ba-
m u i e T I n t r £ l 0 S U T 0 S - A h 0 r a ' l a m á s sabia de las
fiaban allí sus cuerpos. . m u j e r e s , d i n o s un m e d i o para atravesar el río »
H a g e n las vió y se acercó con cautela, p e í o ellas h u y e - Le contesto : « P o r c u a n t o n o quieres renunciar á esa
r o n al divisar al h é r o e , sintiéndose orgullosas de haber
escapado Él cogió sus vestidos sin hacerles daño n i n g u n o .
cXt C1 °A n iií y 2 par
Ve a r r i b a d e ]as
« « >4 -
bar
narte J E r r . Í i™ 1 u e r o 7 n o en n i n g u n a otra
Así di o una 8 de las m u j e r e s del agua q u e se llamaba p a r t e . » El creyó en la respuesta que daba á su p r e g u n t a
La otra di,o también al impaciente guerrero : « F s p e n d

taSrior
H a d b u r g . « H a g e n , noble caballero, si queréis devolver-
n o s nuestros vestidos os diremos lo que ha de pasar en
vuestro viaje al H u n e l a n d . » ,
á la otra o X
un m o m e n t o , señor H a g e n , vais m u y d e p r i s a ; escucha

S e m e j a n t e s á los pájaros se acercan sobre el n o : p a r e -


cióle que eran avisada! y se manifestó dispuesto a creer
lo q u e le iban á decir. Ellas le manifestaron lo que deseaba ñ o j ^ s a ^ i
Sal * * * * P i n t e s ? tengáis c u i -
L e ' diio • « Podéis seguir vuestro viaje al país del rey
Etzel O s juro por mi fé q u e n u n c a héroes se presentaran « Tiene tan furiosos instintos que n o lo pasaréis bien si
m e j o r , ni recibirán m a y o r e s h o n o r e s : esto que os digo es n o sois explendidos con ese h é r o e ; dadle buena r e c o m -
pensa. El guarda este país y es m u y fiel al Gelfrat
^ A l l s c u c h a r estas palabras , H a g e n sintió alegría en su
c o r a z ó n : sin tardar m á s les devolvio sus trajes C u a n d o n J t U 1 i q ' U e n°A V £ ^ a á t Í e m P ° l l á m a l ° á l a orilla y dile
que te llamas A m e l n c o ; así se llamaba mi buen héroe
se ajustaron sus maravillosos vestidos le dijeron la v e r d a d , que p o r enemistades a b a n d o n ó este país. I n m e d i a t a m e n t e
de lo que les había de ocurrir en el país del ley Etzel. que oiga este n o m b r e se acercará á la orilla.»
Asi le dijo la otra m u j e r de las aguas El altivo H a g e n dió las gracias á las sabias m u j e r e s por
Lieaelinda « Q u i e r o advertirte, H a g e n , hijo de A l d n a n o , sus consejos y enseñanzas; n o añadió ni una palabra Si-
q u e ' p o r haberle r o b a d o su r o p a , te ha e n g a ñ a d o m i ü a y guió e c a m i n o hacia lo alto de la corriente hama que vió
4
el alojamiento en la otra orilla
si vas al país de los H u n o s , serás h o r r i b l e m e n t e e n g a -
níl r o f \ l i i ' n 0 ! l C K 0 m e n , Z Ó ¿ g r k a r : (< V e n h a c i a m í > b a r q u e -
« M e n e s t e r es que te v u e l v a s , a ú n es t i e m p o / T u ^ d e s t i - r o » , dijo el buen h é r o e : « y o te daré en p a g o u n braza-
n o héroe v a l e r o s o , es m o r i r en el H u n e l a n d . L o s q u e lete de o r o r o j o ; pues es menester sepas F
que
4
m e es
m u y necesario pasar.»
v a n contigo llevan la m u e r t e en la m a n o . »

:
N o le c o n v e n í a obedecer al rico b a r q u e r o : casi n u n c a
aceptaba cualquier p a g o y los q u e le servían t e n í a n t a m - El b a r q u e r o r e m ó c o n f u e r z a h a s t a la otra orilla A l
bién grandes pretensiones. A s í , p u e s , H a g e n p e r m a n e c í a escuchar n o m b r a r á u n o q u e n o hallaba y ver á H a ^
§
en la orilla del río. se enfureció y c o n terrible cólera le dijo al h é r o e
ser
Gritó c o n t a n t a fuerza, q u e pn 1ue os A m e l r i c o , p e r o n o os parecéis
en n a d a al q u e y o solía v e r , el cual es h e r m a n o m í o de
t o d o s los ecos r e s o n a r o n ;
pues el p o d e r del f u e r t e h é - S S S f - p o r c u a n t o m e habéis e n g a ñ a d o o s ^ u l
r o e era m u y g r a n d e : « V e n
«¡No! p o r el p o d e r o s o D i o s » ; le r e s p o n d i ó H a g e n
por mí Amelrico; soy uno
Un g U e
de los h o m b r e s de Else q u e h J Z U Í T ° f x t r a n Í e r o 7 además hay m u c h o
a b a n d o n ó este país p o r u n ^ e n c o m e n d a d o s á m i c u i d a d o ; aceptad L r e c o m -
g r a n disgusto.
E n s e ñ ó e n la p u n t a de la J L h * T e W 1C C ° i t C S t Ó : 8 E s o n o P u e d e ^ r de n i n g ú n
espada u n h e r m o s o y bri- m o d o : t i e n e n m u c h o s e n e m i g o s mis q u e r i d o s señores
á
l l a n t e brazalete de oro r o j o , T
os e es ° cara
c a n saltad
l^ ^
a tierra.» extranjero S i k v S
para q u e lo pasara al país de
G e l f r a t . El altivo b a r q u e r o 3
aDesidnrnhrnrbi A
a p e s a d u m b r a d a . Aceptad m i r e c o^ m p^e n s>a , « este oro p uestá
" P ™ 0 1 6 m i a I m a
ro
cogió el r e m o en sus m a n o s .
Tenía m u y malos instintos b ^ » m furioso°h 3 m Ü C ba
t !l°S y ° t l 0 S tantos
le dl)
el b a t e l e r o ; el deseo de u n a nunca.» ^ ° : <<Eso n o lo

g r a n r e c o m p e n s a le p r o d u j o
u n fin desgraciado. Quiso s o t T S l t T f U C n e r c e m °> »'"ande y pesado y lo descargó
g a n a r el o r o r o j o de H a g e n s o b i e H a g e n quien sufrió u n d o l o r t a n g r a n d e que cayó l e
y sufrió u n a m u e r t e horrible u n batel ero tan* te rri bí™ ^S * * ^ ^ — ^
p o r m a n o del h é r o e . R e d o b l ó su f u e r z a c o n t r a el e x t r a n j e r o ; descargó c o n
el r e m o tan f u e r t e g o l p e sobre la cabeza de H a g e n q u e
salto en astillas; era u n h o m b r e m u y f u e r t e , p e f o ten a
q u e sucederle u n a g r a n desgracia al barquero d e E l s e
C o n f u r i o s a colera H a g e n llevó la m a n o á la e m p u ñ a -
d u r a de la espada y d i ó al aire su b r u ñ i d a h o j a ; c o n ella
le d i o en la cabeza y lo tiró p o r tierra. L o s B o r g o ñ o n e s
s u p i e r o n bien p r o n t o la noticia. orgonones
E n el m o m e n t o en que hirió al b a t e l e r o , la barca f u é
C O l T Í e n t e ; C S t 0 16 d Í S g U S t Ó ¿ u c h 0
> " e n i
t n E ? c o m e n z a r á r e m a r , p u e s había e m p l e a d o
todas sus fuerzas el c o m p a ñ e r o del r e y G u n t e r
se o Z n ™ g ° l p e S t a n S e ^ i d 0 s > <l u e los fuertes r e m o s
se r o m p i e r o n en sus m a n o s . Q u e r í a llegar hasta los g u e -
r r e r o s q u e se e n c o n t r a b a n e n la orilla, p e r o n o tenía o t r o
LOS NIBELUNGOS 2I5

las c a r g a s ; y o e r a , sin a l a b a r m e , el m e j o r b a r q u e r o q u e
se podía e n c o n t r a r en las orillas del R h i n : os pasaré al
país de G e l f r a t , estoy s e g u r o . »
P a r a llegar m a s p r o n t o á la o t r a orilla , p e g a r o n á sus
c a b a l l o s ; ^ estos n a d a r o n tan bien q u e la corriente n o se
tragó n i á u n o solo. A l g u n o s f u e r o n arrastrados á causa
de la fatiga.
L a barca era m u y g r a n d e , fuerte y a n c h a . T r a s p o r t ó al
o t r o lado del río de u n a vez q u i n i e n t o s h o m b r e s c o n s u s
e q u i p o s , sus víveres y sus a r m a s . A q u e l día t u v i e r o n q u e
r e m a r m u c h o s b u e n o s caballeros.
C o n d u j e r o n en la barca su oro y s u s v e s t i d o s ; p u e s
t e n í a n q u e realizar e n v i a j e . H a g e n los dirigía llevando así
á la otra orilla del país d e s c o n o c i d o á m u c h o s b u e n o s g u e -
r e m o ; a m a r r ó l o s pedazos c o n una
rreros.
correa del e s c u d o , é lñzo u n lazo
estrecho B a j a n d o la corriente c o n - M i e n t r a s q u e los c o n d u c í a s a n o y salvo p o r encima del
W? du
l ° l a barca hacia u n sitio d o n d e río, el atrevido g u e r r e r o se a c o r d ó de la predicción que le
en la orilla e n c o n t r ó á su s e ñ o r : h a b í a n h e c h o las e x t r a ñ a s m u j e r e s de las a g u a s ; el c a p e -
m u c h o s valerosos héroes salieron llán del r e y estuvo á p u n t o de p e r d e r la vida.
a su e n c u e n t r o . L e vió j u n t o á los o b j e t o s sagrados c o n la m a n o apo-
y a d a en las reliquias : y c u a n d o H a g e n lo m i r ó , el d e s g r a -
C o m o el rey G u n t e r viera correr
ciado sacerdote debió sentir i n q u i e t u d .
la s a n g r e p o r la barca, la s a n g r e a u n
caliente le p r e g u n t ó : « D e c i d n o s , L o atacó b r u s c a m e n t e a r r o j á n d o l o de la barca. M u c h o s
s e ñ o r H a g e n ¿ q u é le ha pasado al le g r i t a r o n : « ¡ D e t e n e o s , H a g e n , d e t e n e o s ! » El joven
barquero ? Vuestra terrible f u e r z a Geiselher se sintió irritado, p e r o él n o atendía á n a d a q u e
le h a b r á q u i t a d o la vida.» n o f u e r a la realización de su p r o y e c t o .
E l l e respondió con engaño : «He Así dijo G e r n o t , el r e y de B o r g o ñ a : «¿Q.ué c o n s e g u í s ,
e n c o n t r a d o la barca a m a r r a d a á u n señor H a g e n , c o n la m u e r t e del capellán ? Si o t r o l o h u -
sauce y m i m a n o la h a desatado. biera h e c h o h u b i e r a i s s e n t i d o pesar. ¿ P o r q u é r a z ó n le
Wo he visto allí n i n g ú n b a r q u e r o habéis c o b r a d o odio á ese sacerdote ? »
y p o r causa m í a nadie h a s u f r i d o El sacerdote n a d a b a c o n f u e r z a : se h u b i e r a salvado si
daño.» le a y u d a r a alguien, p e r o n o p u d o ser así; p o r q u e el f u e r t e
H a g e n , llevado de su cólera, lo e m p u j ó h a s t a el f o n d o del
_ A s í ¿ i j o G e r n o t , el rey de Borgo- a g u a ; esto n o pareció bien á n a d i e .
n a : « T e n d r é q u e l l o r a r la m u e r t e El p o b r e sacerdote, n o e s p e r a n d o n i n g ú n s o c o r r o , n a d ó
hacia la otra o r i l l a ; su angustia era g r a n d e . C u a n d o n o
p u d o m á s le a y u d ó la m a n o de Dios y llegó á la a r e n a
con vida.
H a g e n gritó : « V o s o t r o s , s i r v i e n t e s , dejad en el suelo
El desgraciado sacerdote se p u s o d e pié y sacudió sus
COnOC Ó H a g e n
I Trí?- U í 1ue tenía cumplirse
la predicción h e c h a p o r las extrañas m u j e r e s de las aguas.
El p e n s ó : « E s t o s héroes p e r d e r á n vida y c u e r p o . »
C u a n d o descargaron la barca y sacaron lo q u e h a b í a n
n l d ± í r e y £ s 7 , s u , s ^ t a l l e r o s , H a g e n la r o m p i ó Z XXVI.
grande fué k estrañeza de ]os

« H e r m a n o , ¿ p o r q u é haces eso ?» le p r e g u n t ó D a n k w a r t .
D E COMO DANKWART MATÓ Á GELFRAT.
« ¿ L o m o p a s a r e m o s c u a n d o v o l v a m o s del país d é l o s H u n o s
31 R h m ? k dÍj
S l a t S S »^ ° Iuég° no

El h é r o e de T r o n e j a l e d i j o : « L o h a g o p o r q u e t e m o que UANDO t o d o s h u b i e r o n llegado á la otra orilla, el


e Z \ T u T T S Un cobar
d e q u e quiera" v o l v é r s e l e rey G u n t e r p r e g u n t ó : « ¿ Q u i é n nos e n s e ñ a r á en
P 0 d e SU p £ q u e ñ e z d e c o r a z ó n este país el recto c a m i n o para q u e n o n o s p e r -
en el r O > hallaría
en el n o u n a v e r g o n z o s a m u e r t e . »
_ d a m o s ? » El f u e r t e V o l k e r le r e s p o n d i ó : « D é -
d
düo ?PeÍlá,n d d 7 i ó 1 u e r o m P í a la barca , le j a m e á m í ese c u i d a d o . »
d i j o a H a g e n desde la otra orilla: « Asesino sin fé ¿ q u é te « A h o r a t e n e d cuidado , d i j o H a g e n , caballeros y e s c u -
" a h o g a r ?0» deS
Sradado sacerdote
Pa'a q u e m e quieras deros : n o separarse de los a m i g o s , esto m e parece b u e n o .
Y o voy á h a c e r o s c o n o c e r u n a triste noticia ; de los q u e
H a g e n le r e s p o n d i ó e n s e g u i d a : « D é j a t e de esas pala- v a m o s a q u í , n i n g u n o volverá al país de B o r g o ñ a .
n is , ; 7 n ° n f e n t 0 l P ° ; m i f é 2 u e h ° y t e h a y a s escapado de « Me h a n d i c h o dos m u j e r e s de las a g u a s esta m a ñ a n a
S n o n d T ' " p ° n g 0 , e n b r 0 m a - " E 1 P ° b r e s a c e r d o t e le t e m p r a n o , q u e n i n g u n o volvería. Esto es lo q u e os a c o n -
r e s p o n d i o : « P o r ello d o y gracias á Dios. » sejo : a r m á o s , h é r o e s , y estad c o n m u c h o c u i d a d o : aquí
ominn T ^ P C
° ° ' P U e d e S e S t í l r S e g U T O : sigue tu t e n e m o s fuertes e n e m i g o s , y es m e n e s t e r avanzar á la
a n ^ n 0S
T 0 S
' m e v u e I v o a
l Rhin. Dios defensiva.
q u i e r a q u e n u n c a v o l v á i s , esto lo deseo de c o r a z ó n , Ppues « Esperaba p r o b a r la m e n t i r a de las extrañas m u j e r e s de
casi m e habéis q u i t a d o la vida.»
las aguas : m e h a b í a n d i c h o q u e ni u n o solo volvería sino
Llevaban e n t r e ellos un h é r o e B o r g o ñ o n de g r a n fuerza •
el c a p e l l á n ; p o r esto traté de darle m u e r t e . »
se l l a m a b a V o l k e r : sus palabras eran s i e m p r e e l o c u e n ^
V o l ó esta noticia de c o m p a ñ í a en c o m p a ñ í a . Más de u n
y t o d o Jo q u e hacia H a g e n m e r e c í a su a p r o b a c i ó n .
fuerte h é r o e t o r n ó s e s o m b r í o , p u e s t e n í a n cuidado p o r la
b u s caballos estaban p r e p a r a d o s y las bestias de c a m a
terrible m u e r t e q u e h a b í a n de recibir en aquel p a í s ; terri-
dispuestas ; d u r a n t e el viaje n o h a b í a n tenido m á s d i s g u l ble desgracia t e n í a q u e ser aquella.
piédmíin ^ án d d r e y : ¿Ste tUV
° q u e volverse á El n o lo h a b í a n pasado p o r cerca de M o e r i n g e n , d o n d e
el batelero de Else había perdido la v i d a . H a g e n d i j o :
« P o r c u a n t o y o m e h e c o n q u i s t a d o e n e m i g o s e n el c a m i -
n o , aquí estoy seguro q u e n o s d e t e n d r á n . Y o m a t é al
b a r q u e r o esta m a ñ a n a t e m p r a n o , s a b e d l o . E s t e m o s preve-
n i d o s , y si Gelfrat y Else q u i e r e n atacar n u e s t r o a c o m -
p a ñ a m i e n t o , les o c u r r i r á n n e g r a s desgracias.»
2X6

COnOC Ó H a g e n
I Trí?- u í q u e t e m a que cumplirse
la predicción h e c h a p o r las extrañas m u j e r e s de las aguas.
El p e n s ó : « E s t o s héroes p e r d e r á n vida y c u e r p o . »
C u a n d o descargaron la barca y sacaron lo q u e h a b í a n
re
n l T t í y £ s 7 , s u , s ^ t a l l e r o s , H a g e n la r o m p i ó Z
g r a n d e fué k
XXVI.
! f e * ^
« H e r m a n o , ¿ p o r q u é haces eso ?» le p r e g u n t ó D a n k w a r t .
« ¿ L o m o p a s a r e m o s c u a n d o v o l v a m o s del país d é l o s H u n o s D E COMO DANKWART MATÓ Á GELFRAT.

31 R h m ? k dÍj Iuég no
S l a t S S »^ ° °
El h é r o e de T r o n e j a l e d i j o : « L o h a g o p o r q u e t e m o que UANDO t o d o s h u b i e r o n llegado á la otra orilla, el
t r J P ' i ? T T S u n cobard
e q u e quiera 4 v o l v e r s e q d e rey G u n t e r p r e g u n t ó : « ¿ Q u i é n nos e n s e ñ a r á en
P d e SU e ueñez de c o este país el recto c a m i n o para q u e n o n o s p e r -
en el rn oO u n a v e r g o n z o Ps a 1m u e r t e . » ™ , éste hallaría
_ d a m o s ? » El f u e r t e V o l k e r le r e s p o n d i ó : « D é -
d ü n f u t d C / P £ J l á i n d e l r e y 7 i ó q u e r o m P í a la barca , le j a m e á m í ese c u i d a d o . »
dijo a H a g e n desde la otra orilla: « Asesino sin fé ¿ q u é te « A h o r a t e n e d cuidado , d i j o H a g e n , caballeros y e s c u -
" a h o g a r ?0» d e S g r a d a d o sacerdote
Pa'a q u e m e quieras deros : n o separarse de los a m i g o s , esto m e parece b u e n o .
Y o voy á h a c e r o s c o n o c e r u n a triste noticia ; de los q u e
H a g e n le r e s p o n d i ó e n s e g u i d a : « D é j a t e de esas pala- v a m o s a q u í , n i n g u n o volverá al país de B o r g o ñ a .
n is , ; 7 n ° n f e n t 0 l P ° ; m i f é 2 u e h ° y t e h a y a s escapado de « Me h a n d i c h o dos m u j e r e s de las a g u a s esta m a ñ a n a
S n o n Z ' " p ° u g Y n b r 0 m a " " E 1 P ° b r e s a ° e r d o t e le t e m p r a n o , q u e n i n g u n o volvería. Esto es lo q u e os a c o n -
r e s p o n d i o : « P o r ello d o y gracias á Dios. » sejo : a r m á o s , h é r o e s , y estad c o n m u c h o c u i d a d o : aquí
fiminn T ^ P C
° ° ' P U e d e S e S t a r S e g U T O : sigue tu t e n e m o s fuertes e n e m i g o s , y es m e n e s t e r avanzar á la
o n ^ n °S V n 0 S ' y o m e v u e l v o al R h i n . D i o s defensiva.
quiera q u e n u n c a v o l v á i s , esto lo deseo de c o r a z ó n , pues « Esperaba p r o b a r la m e n t i r a de las extrañas m u j e r e s de
P
casi m e habéis q u i t a d o la v i d a . »
las aguas : m e h a b í a n d i c h o q u e ni u n o solo volvería sino
Llevaban e n t r e ellos un h é r o e B o r g o ñ o n de g r a n fuerza •
el c a p e l l á n ; p o r esto traté de darle m u e r t e . »
se l l a m a b a V o l k e r : sus palabras eran s i e m p r e e l o c u e n ^
V o l ó esta noticia de c o m p a ñ í a en c o m p a ñ í a . Más de u n
y t o d o lo q u e hacia H a g e n m e r e c í a su a p r o b a c i ó n .
fuerte h é r o e t o r n ó s e s o m b r í o , p u e s t e n í a n cuidado p o r la
b u s caballos estaban p r e p a r a d o s y las bestias de c a m a
terrible m u e r t e q u e h a b í a n de recibir en aquel p a í s ; terri-
dispuestas ; d u r a n t e el viaje n o h a b í a n tenido m á s d i s g u l ble desgracia t e n í a q u e ser aquella.
pié a l Rhín? C a p d I á n d d r e y : éste
que v o l v e r á El n o lo h a b í a n pasado p o r cerca de M o e r i n g e n , d o n d e
el batelero de Else había perdido la v i d a . H a g e n d i j o :
« P o r c u a n t o y o m e h e c o n q u i s t a d o e n e m i g o s e n el c a m i -
n o , aquí estoy seguro q u e n o s d e t e n d r á n . Y o m a t é al
b a r q u e r o esta m a ñ a n a t e m p r a n o , s a b e d l o . E s t e m o s preve-
n i d o s , y si Gelfrat y Else q u i e r e n atacar n u e s t r o a c o m -
p a ñ a m i e n t o , les o c u r r i r á n n e g r a s desgracias.»
ch Po l i r y fuertes y q u e n
° esPerarán m u _ so g u a r d a r silencio p o r m á s t i e m p o el señor H a g e n :
haCe qUC Vuestros cabalIos
™™ 1 ° í í v a y a n despacio « ¿ Q u i é n n o s persigue así e n el c a m i n o ?» A esto debía
«OnSo r í e pueda pensar que huímos de señores.» contestarle Gelfrat.
« Q u i e r o seguir ese consejo » c o n t e s t ó el joven Geiselher
El m a r g r a v e del Baierland le r e s p o n d i ó : « B u s c a m o s á
Q u i e n guiara n u e s t r o a c o m p a ñ a m i e n t o p o r este
n u e s t r o s e n e m i g o s y h e m o s c o r r i d o detrás de ellos. N o sé
p a í s ? » Le c o n t e s t a r o n : « V o l k e r lo hará, pues c o n o c e los
quién h a m a t a d o á m i b a r q u e r o , q u e era m i h é r o e d i s t i n -
c á e n o s y los atajos este hábil m ú s i c o , » k L s que a c a b a !
r a n de decir esto, lo vieron a r m a d o . g u i d o ; p o r esto siento g r a n pesar. »
Así le dijo H a g e n de T r o n e j a : «¿ E r a v u e s t r o el b a r -
s u t a S ^ ^ ^ SL! y d m o ' h e r m o s o s c o l o r e s tenía q u e r o ? El n o q u e r í a p a s a r n o s ; t o d a la culpa es m í a , y o
su t r a j e de batalla E n el e x t r e m o de su lanza fijó u n a
m a t e al g u e r r e r o , pero m e vi obligado, p u e s casi recibí de
d6SPUéS haUÓ C
" °n d r£y e n u n a
tcSri- su m a n o u n a terrible m u e r t e . »
H a b í a llegado hasta Gelfrat la noticia de la m u e r t e del « L e ofrecí e n r e c o m p e n s a o r o y vestidos para q u e n o s
b a r q u e r o ; t a m b i é n lo había sabido Else el f u e n e y a m b o s pasara á v u e s t r o p a í s , s e ñ o r . P o r esto se irritó t a n t o , q u e
e n n a n g r a n p e s a r . C o n v o c a r o n á sus h é r o e s y bie^ p o n - m e hirió c o n u n fuerte r e m o : p o r esto se excitó m i f u r i a .
F
to estuvieron dispuestos. « S a q u é m i espada y m e d e f e n d í de sus ataques, h a c i é n -
P a s a d o p o c o t i e m p o , quiero contároslo, se vieron c a m i - dole u n a p r o f u n d a h e r i d a : m u r i ó aquel h o m b r e valiente,
Z t Z t 0 5 t e r f i b l e s c o m p a ñ í a s , q u e habían realizado p e r o dispuesto estoy á dar la c o m p e n s a c i ó n q u e se m e
¡ cmS h Kcru? ,guerras : próximamente unos sete- exija p o r su p é r d i d a . » C o m e n z a r o n á disputar u n o s y
cientos h o m b r e s o m á s r o d e a r o n á Gelfrat o t r o s ; los á n i m o s estaban agitados.
C u a n d o se dirigieron al e n c u e n t r o de sus furiosos e n e m i - « B i e n s a b í a , » c o n t e s t ó G e l f r a t , « q u e si a l g u n a vez
pasaba p o r aquí G u n t e r , la m a n o de H a g e n nos haría
?u d Í T f o T ? ° r o r sus s e ñ o r e s y
' querían atacar
^ d a ñ o . P e r o n o se escapará c o n v i d a : de la m u e r t e del
perecieron e x t r a n j e r o s . M u c h o s de los a m i g o s b a r q u e r o , debe r e s p o n d e r ese h é r o e . »
n de H a g e n y Gelfrat e m b r a z a r o n las lanzas p o r d e b a j o de
r a S f , T r o n e j a lo arregló así ( ¿ d e q u é m o d o u n los
escudos c o n o b j e t o de p o d e r atravesar á su e n e m i g o .
fc^ P e d i d o d f n d e r m e j o r á sus a m i g o s ? ) A m b o s deseaban la m u e r t e del adversario. D a n k w a r t y
P o r la n o c h e el m i s m o hacía la guardia c o n sus h o m b r e s Else se l a n z a r o n el u n o c o n t r a el o t r o y p r o b a r o n su
y su h e r m a n o D a n k w a r t ; t o d o s lo hacían con g u s t o v a l o r ; aquel f u é u n c o m b a t e f u r i o s o .
, ™ ; / í s a d o e l d i a s i n a l e g r í a n i n g u n a . Él temía p e l i - ¿ C u á n d o fuertes g u e r r e r o s se h a n batido de m e j o r m a -
faron norSSSRTlg,0S y á CubÍ6rt0 de sus
escudos cami- n e r a ? D e u n f u e r t e g o l p e del brazo de G e l f r a t , H a g e n f u é
P : a p o c o tiem
atacado s P ° I o s héroes fueron sacado del caballo. Las correas se r o m p i e r o n y p u d o saber
l o q u e era u n c o m b a t e .
hh aal ll ahbba n™, ^e?s c u'cfh0a r5 o dn d pisadas
Ca Ín
, y P c°ar b da el lt or á; s los
? ° de de d o n d e
e n e m i g ^o s D e s d e léjos se e s c u c h a b a el r u i d o d e las lanzas de sus
a v a n z a b a n con rapidéz. El f u e r t e D a n k w a r t dijo : « A q u í h o m b r e s . H a g e n , a r r o j a d o v i o l e n t a m e n t e p o r tierra se
q u i e r e n a t a c a r n o s ; a j u s t a r e s los y e l m o s , seguid m i c o n - l e v a n t ó s i n t i e n d o q u e su f u r o r se redoblaba c o n t r a Gelfrat.
v>LJU. V N o he p o d i d o saber q u i e n tenía sus caballos. H a g e n y
H i c i e r o n alto e n el c a m i n o c o m o c o n v e n í a h a c e r l o - Gelírat se veían allí de pié sobre la a r e n a : Se a r r o j a r o n el
veían b r i l l a r e n las tinieblas los bruñidos e s c u d o s . N o qui^ u n o sobre el o t r o . L o s c o m p a ñ e r o s se m e z c l a r o n en u n a
horrible l u c h a .

UÍMIVERSÍCSÍ DE "",,'FVÜ iíüiv.:

"ALFOM)
*o«!o. 1825 IviQKPSRREVs tóÓSC®
Tan g r a n d e f u é la rabia de H a g e n al a c o m e t e r á Gelfrat
q u e el n o b l e m a r g r a v e p e r d i ó u n a parte de su escudo • ble m u e r t e : a n t e los h o m b r e s de G u n t e r el jefe t e n í a q u e
saltaban chispas y el vasallo del rey G u n t e r estuvo p r ó x i - h u i r p o r el c a m i n o .
m o a p e r d e r la vida. . _ L o s del B a i e r l a n d , al separarse del c a m i n o , d e j a b a n oir
Gritó á D a n k w a r t e n alta v o z : « ¡ A c u d e , q u e r i d o h e r - a ú n fuertes golpes. L o s de T r o n e j a f u e r o n á perseguir s u s
m a n o ! u n atrevido y f u e r t e h o m b r e m e h a asaltado : n o e n e m i g o s q u e n o querían m o r i r y h u í a n c o n precipitación.
Así dijo e n t o n c e s el h é r o e D a n k w a r t : « V a m o s á seguir
n u e s t r o c a m i n o y d e j e m o s q u e se v a y a n ; están bañados
en s a n g r e . R e u n á m o n o s c o n n u e s t r o s a m i g o s ; tal es m i
consejo. »
C u a n d o volvieron á pasar p o r d o n d e se había d a d o la
batalla , dijo H a g e n de T r o n e j a : « H é r o e s , v e a m o s aquí
quién n o s falta ó á q u i é n e s h e m o s perdido e n este c o m b a t e
p o r la cólera de Gelfrat. »
H a b í a n perdido á cuatro de los s u y o s ; los l l o r a r o n c o n
r a z ó n a u n q u e estaban bien v e n g a d o s , pues allí, de los del
Baierland había m á s d e cien m u e r t o s ; los escudos de los
de T r o n e j a estaban h ú m e d o s y rojos p o r la sangre.
L a l u n a l u m i n o s a c o m e n z ó á a s o m a r e n t r e las n u b e s ;
H a g e n dijo : « Nadie diga á m i q u e r i d o s e ñ o r lo q u e aquí
ha s u c e d i d o : d e j é m o s l e h a s t a m a ñ a n a sin n i n g ú n cui-
dado. »
Los q u e habían t o m a d o parte en el e n c u e n t r o los se-
guían , p e r o c o n fatiga : « ¿ C u á n t o t i e m p o t e n d r e m o s a ú n
q u e c a m i n a r ? » p r e g u n t a r o n a l g u n o s h o m b r e s . El f u e r t e
D a n k w a r t les c o n t e s t ó : « N o s o t r o s n o t e n e m o s p o r a q u í
alojamiento ninguno.
« E s m e n e s t e r seguir el c a m i n o h a s t a q u e sea de día. »
V o l k e r el atrevido, q u e cuidaba del a c o m p a ñ a m i e n t o , p r e -
g u n t ó al m a r i s c a l : « ¿ A d o n d e l l e g a r e m o s h o y ? ¿ d o n d e
p o d r á n reposar n u e s t r o s caballos y m i querido s e ñ o r ? »
m e dejará c o n v i d a . » El f u e r t e D a n k w a r t le c o n t e s t ó : El f u e r t e D a n k w a r t les r e s p o n d i ó : « N o p u e d o decí-
« Alia v o y a separaros. » roslo. N o s o t r o s p o d e m o s descansar aquí hasta q u e sea de
hzc d í a ; estemos d o n d e estemos e c h é m o n o s e n la y e r b a . » Al
;a f o s el
h é r o e v e s g r i m i e n d o su acerada e s - escuchar estas palabras e x p e r i m e n t a r o n grande" c o n t e n t o .
mero ll , " " 8-°Ip?' E l s e h u b i e r a <?uerid° vengarlo,
aCOm
Sin advertirlo, e s t u v i e r o n rojos de s a n g r e hasta q u e el
frotados P a n a m i e n t o t u v i e r o n q u e retirarse de- l u m i n o s o sol se l e v a n t ó p o r la m a ñ a n a s o b r e las m o n t a -
S u h e r m a n o estaba m u e r t o , él m i s m o h e r i d o : m á s de ñas ; el rey los vió y c o m p r e n d i e n d o q u e se h a b í a n batido
o c h e n t a de s u s h e r o e s yacían en tierra víctimas de h o r r i - dijo c o n c ó l e r a :
«¿ Q u é ha sucedido, a m i g o H a g e n ? M u y p o c o habéis
habéis m a t a d o á S i g f r i d o y a q u í se os o d i a : estad p r e v e -
to . «Else n o s h a atacado esta n o c h e n i d o s os lo a c o n s e j o s i n c e r a m e n t e . »
« Q u e D i o s n o s p r o t e j a » le c o n t e s t ó H a g e n . « E s t o s .
guerreros, os príncipes y su g e n t e , n o t i e n e n c u i d a d o m á s
q u e p o r hallar a l o j a m i e n t o e n este país d o n d e descansare-
m o s t o d a la n o c h e . »
« N u e s t r o s caballos están fatigados p o r lo r u d o del
c a m i n o y n o s faltan víveres, a ñ a d i ó H a g e n el h é r o e : n o s
hace falta esta n o c h e u n jefe q u e n o s dé su p a n g e n e r o s a -
¿ e r o n m n y bien recibidos e n ¿ ¿ o ™ ' P
°C° deSpUés mente. »
E c k w a r t le r e s p o n d i ó : « O s indicaré ese jefe y en n i n g ú n
país hallaréis casa m á s hospitalaria si v o s o t r o s , h é r o e s
atrevidos , lográis ver á R u d i g u e r o . »
« E s t e jefe vive á- lo largo del c a m i n o y es el m e j o r q u e
t u v o casa. S u c o r a z ó n posee virtudes c o m o la y e r b a flores
e n el brillante m a y o , y c u a n d o sirve á los h é r o e s se siente
satisfecho. »
El r e y G u n t e r dijo : « ¿ Q u e r é i s ser emisario y p r e g u n -
tarle a m i a m i g o R u d i g u e r o si p o r c o n s i d e r a c i ó n á m í
quiere recibir á los q u e m e a c o m p a ñ a n ? y o se lo a g r a d e -
ceré Siempre.»
« C o n g u s t o seré v u e s t r o m e n s a j e r o » c o n t e s t ó E c k w a r t .
Cansados del c a m i n o y h a b i e n d o llegado al país en la C o n g r a n placer e m p r e n d i ó la m a r c h a é hizo saber á
R u d i g u e r o lo q u e le h a b í a n e n c a r g a d o . Hacía m u c h o
t i e m p o q u e éste n o recibía noticias que le a g r a d a r a n t a n t o .
Vióse ir c o r r i e n d o hacia Bechlaren á u n g u e r r e r o al q u e
r e c o n o c i ó R u d i g u e r o . D i j o : «veo p o r el c a m i n o á E c k w a r t
u n o del séquito de C r i m i l d a . » P e n s a b a si los e n e m i g o s
le h a b r í a n causado a l g ú n p e s a r .
_ Salió hasta la puerta en la q u e e n c o n t r ó al e m i s a r i o :
este se desciñó la espada y la p u s o á s u lado al alcance de
g ü e r o que m a l he c u m p l i d ^ m i l L f c l T i g o ^ Y ' la m a n o . N o T e hizo desear m u c h o t i e m p o las noticias
E s c u c h a n d o H a g e n la l a m e n t a c i ó n del n o b l e caballero q u e l l e v a b a , se las dijo e n s e g u i d a .
, < < N o tengáis cuidado n i n g u n o » , le dijo E c k w a r t , «me e n -
on a w S ó n U b ? a d a 7 T br3ZaIeteS d e
« " S vían á vos tres reyes, G u n t e r de B o r g o ñ a , G e r n o t y Geisel-
c o n a t e c c i o n , h e r o e y sé m i a m i g o , eres u n f u e r t e g u e - h e r ; estos valerosos g u e r r e r o s os ofrecen sus servicios. »
r r e r o p o r c u a n t o estás aquí solo. » *
« L o m i s m o hacen t a m b i é n H a g e n y V o l k e r c o n desinte-
« vuestro v i a ^ í b T ^ " le r £ S P 0 n d i ó Eckwart; rés y buena fé • t a m b i é n os d i r é q u e el mariscal de los r e -
v u e s t r o Maje h a c a los H u n o s m e causa p e n a : v o s o t r o s yes m e h a d i c h o q u e estos g u e r r e r o s tienen g r a n necesidad
de a l o j a m i e n t o . »
ISlfeS 5 seisyprobaréis á esos g

C o n visible satisfacción le r e s p o n d i ó R u d i g u e r o : « M u c h o
m e agrada saber q u e los r e y e s t i e n e n necesidad de m i s
l e ™ ° S ; n ? , s e ] ° s " e g a r é y si e n t r a n e n m i casa m e
sentire orgulloso de ello. » 1 es£aban
« D a n k w a r t el m a r i s c a l , m e o r d e n a deciros q u e c o n él c e r b ° Busctnn " ^ " T V A p u e s t a s á ha-
cerlo. b u s c a r o n e n los cofres los m á s h e r m o s o s vestidos
r e a b t r é i s en vuestra casa sesenta g u e r r e r o s atrevidos y p u e s c o n ellos querían salir al e n c u e n t r o d T o s g u e r r e r o '
mil buenos caballeros c o n n u e v e mil servidores.» Esto le
c a u s o alegría en el a l m a .
« R e c i b i r á tales h u é s p e d e s » , r e s p o n d i ó R u d i g u e r o ,
« es u n a felicidad p a r a m í , así c o m o t a m b i é n t e n e r en m p o no las d e s p e i n a r a ; estaban seduc J a s ^ heí
casa a señores tan ilustres. S a l d r é al e n c u e n t r o de ellos
c o n mis p a r i e n t e s y m i a c o m p a ñ a m i e n t o . » D e j e m o s á las m u j e r e s o c u p a d a s en sus a s u n t o s Parí
E c h a r o n pié á tierra de sus caballos s e ñ o r e s y escuderos •
c u a n t o los jefes les m a n d a b a n les parecía bien y n o n e -
7
g a b a n en m o d o a l g u n o sus servicios. T o d a v í a n o sabía bien recibidos en las tierras del m a r g r a v e .
n a d a la señora G o t e l m d a q u e estaba en su c á m a r a
g u e r ^ l vva al i H
e
Í m e l g ^ - " 0 q u e -l e a P ™ a b a n , R u d i -
, n t e , les dijo c o n cariño : « B i e n venidos se™
ios señores y t o d a su g e n t e , u n a satisfacción^ es para p
m
veiJos en mis d o m i n i o s . »
L o s g u e r r e r o s dieron las gracias c o n b u e n a fé v sin
odio pues es manifestaba c f a r a m e n t e la a l e " ía p o r
XXVII. legada. Saludó p a r t i c u l a r m e n t e á H a g e n , a l ° q u e d a d a

DE COMO FUERON RECIBIDOS EN BECHLAREN. Recibió t a m b i é n á D a n k w a r t ; así dijo el fuerte' h é r o e •


" X a <3ue consentís en recibirnos ¿ quién c u i d a r f d e l a c o m '
p a n a m i e n t o q u e h e m o s traído d e ^ o r m s sobre el ¿ K "
El m a r g r a v e r e s p o n d i ó : « Ese cuidado es m í o
L m a r g r a v e f u e a d o n d e estaban su esposa c o n « t n este país se cuidará c o n esmero de v u e s t r o i c o m
sus d a m a s y su h i j a , y les c o m u n i c ó la alegre p a n a m i e n t o y t a m b i é n de lo q u e habéis t r a í d o e T c ° b a l l ^
noticia q u e acababa de saber de q u e los h e r m a -
nos de la r e m a iban á llegar á su casa.
fenadÍ°nÍ ^P^11 b
r a guardia
'
« C -i. W Í > 1 0 q u , e v a I § a m c d i a espuela.

^¡««¡Sw&íiás
CSp , , ? S > I e 7 a n , t a d t i e n d a s en el c a m p o : y o s o y res-
J l ^ t °f , d i ' ° R u d i g u e r o , « necesario es q u e
recibáis c o n agrado á l o s n o b l e s y elevados reyes y á su
a c o m p á ñ a m e u t o , cuando lleguen á nuestros domfnio
a m i s t o s a m e n t e á
ctnter!» " ^ H a g e n el vasallo de
p r e L n ° a X a ^ T ~ e S t a b a n ^ - C u a n d o estuvo todo
« C o n ellos v i e n e u n g u e r r e r o q u e se l l a m a D a n k w a r t • p i e p a r a d o , los señores se alejaron de allí d e j a n d o á l o s
y Otro c u y o n o m b r e es V o l k e r de preclaro t a l e n t o s o s ¡-nados que se acostaran e n la y e r b a , d o n d e ' r e p o s a r o n
ñ e n S 0 en
viaje n u n c a se ^ n c o n t r a r X e ™
ISlfeS 5 seisyprobaréis á esos g

C o n visible satisfacción le r e s p o n d i ó R u d i g u e r o : « M u c h o
m e a g r a d a s a b e r q u e l o s r e y e s t i e n e n n e c e s i d a d de m i s
l e ™ ° S ; n ? , s e ] ° s « f g a r é y si e n t r a n e n m i casa m e
s e n t i r e o r g u l l o s o de ello. » 1 es£aban
« D a n k w a r t el m a r i s c a l , m e o r d e n a deciros q u e c o n él c e r b ° Busctnn " ^ " T V A p u e s t a s á ha-
cerlo. b u s c a r o n e n los cofres los m á s h e r m o s o s v e s t i d o .
r e a b n é i s en v u e s t r a casa s e s e n t a g u e r r e r o s a t r e v i d o s y p u e s c o n ellos q u e r í a n salir al e n c u e n t r o d T o s g u e r r e r o '
m i l b u e n o s caballeros c o n n u e v e m i l s e r v i d o r e s . » E s t o le
c a u s o alegría en el a l m a .
« R e c i b i r á tales h u é s p e d e s » , r e s p o n d i ó R u d i g u e r o ,
« es u n a felicidad p a r a m í , así c o m o t a m b i é n t e n e r en m | e n t o no las despeinara; estaban seduc J a s ^ heí
casa a s e ñ o r e s t a n ilustres. S a l d r é al e n c u e n t r o d e ellos
con mis parientes y mi acompañamiento.» D e j e m o s á las m u j e r e s o c u p a d a s en sus a s u n t o s Para
E c h a r o n pié á tierra d e sus caballos s e ñ o r e s y e s c u d e r o s •
c u a n t o los jefes les m a n d a b a n les p a r e c í a bien y n o n e -
7
g a b a n en m o d o a l g u n o sus servicios. T o d a v í a n o sabía bien recibidos en las tierras del m a r g r a v e .
n a d a la s e ñ o r a G o t e l i n d a q u e estaba en su c á m a r a
g u e r ^ l vaHÍme1SVde-VÍÓ -l e a P ™ a b a n , R u d i -
Ivf ~ v a l i e n t e , les d i j o c o n cariño : « B i e n v e n i d o s s e m
i o s s e ñ o r e s y t o d a s u g e n t e , u n a satisfacción^ es p a r a m
p
v e i l o s en m i s d o m i n i o s . »
L o s g u e r r e r o s d i e r o n las gracias c o n b u e n a f é v sin
o d i o p u e s es m a n i f e s t a b a c f a r a m e n t e la a i e " ía P o r
XXVII. legada. . S a l u d ó p a r t i c u l a r m e n t e á H a g e n , a l ° q u e d a d a

DE COMO FUERON RECIBIDOS EN BECHLAREN. Recibió t a m b i é n á D a n k w a r t ; así d i j o el fuerte' h é r o e •


" X a 1 u e c o n s e n t í s en r e c i b i r n o s ¿ q u i é n c u i d a r f d e l a c o m "
p a n a m i e n t o q u e h e m o s t r a í d o d e ^ o r m s sobre el ¿ K "
E l ^ m a r g r a v e r e s p o n d i ó : « Ese c u i d a d o es m í o
« t n este país se c u i d a r á c o n e s m e r o d e v u e s t r o a c o m
L m a r g r a v e f u e a d o n d e e s t a b a n su esposa c o n
sus d a m a s y su h i j a , y les c o m u n i c ó la a l e g r e p a i i a m i e n t o y t a m b i é n d e lo q u e habéis traído e T c ° b a l l ^
noticia q u e a c a b a b a de s a b e r de q u e l o s h e r m a -
n o s de la r e m a i b a n á llegar á su casa. fenadÍ°nÍ ^ P ^ 1 1 b,U£na Suardia>
> 1 0 q u , e v a l § a m e d i a espuela.

^¡««¡Sw&íiás
« C -i. W Í
C
JlbA? CSp
°f , d i ' ° R u d i g u e r o , « n e c e s a r i o es q u e f d ? S ' I e 7 a n , t a d r e n d a s en el c a m p o : y o s o v res-
recibáis c o n a g r a d o á l o s n o b l e s y elevados reyes y á su
a c o m p a ñ a m i e n t o , cuando lleguen á nuestros domínio
ctnter?» v i s t o s a m e n t e á H a g e n el vasallo d e
p r e ^ r a d o r a í l f ^ e S t a b a n a I e F e s - Cuando estuvo todo
« C o n ellos v i e n e u n g u e r r e r o q u e se l l a m a D a n k w a r t • p r e p a r a d o , l o s s e ñ o r e s se a l e j a r o n d e allí d e j a n d o á l o ,
y Otro c u y o n o m b r e es V o l k e r d e p r e c l a r o t a l e n t o s o s ¡-nados q u e se acostaran en la y e r b a , donde'reposaron
ñ e n S 0 u e e n
1 viaje n u n c a se ^ n c o n t r a r X e ™
L a m a r g r a v e había salido f u e r a de la ciudad c o n su
h e r m o s a hija. Allí se veían c o n ella m u j e r e s a d m i r a b l e s y
m u c h a s bellas jóvenes : llevaban m u c h a s piedras preciosas
y m u c h o s ricos vestidos. P u s i e r o n las mesas en fn Lrh, 1 7 l a s . m . u J e r e s P°r otro,

^rXrfr™;
temente i t e S ^ f e ^ « ™ ™
El fulgor de las piedras preciosas que llevaban e n sus
a d o r n o s , se advertía desde m u y lejos y estaban p e r f e c t a -
m e n t e puestos. Se a c e r c a b a n y a los e x t r a n j e r o s y echaron
pié á tierra. ¡ O h ! c u a n t a s cortesías hicieron los B o r g o - Ia
rb,;-r-
de
c o m p a ñ íi a los
de hlas
o é sdoncel
p T d e fh sLr ndn f f ' * » Jó e n
*
ñones !
Sesenta y tres vírgenes y m u c h a s m á s m u j e r e s , cuyos
cuerpos parecían f o r m a d o s p o r el d e s e o , se p r e s e n t a r o n
a n t e ellos rodeadas de u n g r a n n ú m e r o de fuertes h o m b r e s .
D i s t i n g u i d a m e n t e s a l u d a r o n todos á.las n o b l e s m u j e r e s .
ha obrado " g M *
L a m a r g r a v e besó á los tres reyes y lo m i s m o hizo su
dad U M
hija. H a g e n estaba al lado de ellos. El p a d r e le dijo q u e esposa h o n r a d a y bella y u n a drcho" ri<¿ » ' °
lo a b r a z a r a : ella l o m i r ó y pareciéndole m u y feroz y m u y
h o r r i b l e , se h u b i e r a abstenido de hacerlo de b u e n a g a n a .
P e r o t u v o q u e h a c e r lo q u e su p a d r e le m a n d a b a . S u s impresionado N ' d k hí¡
colores se m u d a b a n s i e n d o o r a pálidos ora r o j o s . T a m b i é n a d e m a s .noble y buena 7 F c s ai
£ na
^e a m o r y
besó á D a n k w a r t y después al distinguido m ú s i c o : éste
beso l o m e r e c í a p o r su valor y su a r r o j o . estamos
terrados aquí m i m u j e r v v o ? ? des-
L a joven m a r g r a v e t o m ó de la m a n o al joven Geiselher
de B o r g o ñ a ; y t a m b i é n h i z o lo m i s m o su m a d r e c o n el ' ¿Para qué'puede ffi l & Z l ¿ f * " * *
f u e r t e G u n t e r . C o n d u j e r o n á los héroes con cariñosos m i -
d ¡ Í 0 : (<En d c a s o d e
ramientos. h u S r scot^un^:^ 0 6
' i"
¡ C sc
El jefe , c a m i n a n d o al lado de G e r n o t , p e n e t r ó e n u n extremeceríade S a al tene'rh 'iT* ° ™
1 E n t o n c e s
a n c h u r o s o s a l ó n . L o s caballeros y las señoras se s e n t a r o n H a g e n dijo en a m L S t o n o ^ *
allí y dieron á los e x t r a n j e r o s del m e j o r v i n o q u e p o d í a
encontrarse: nunca h u b o héroes que fueran m e j o r tra-
tados.
T o d o s fijaban sus ávidos ojos en la hija de R u d i g u e r o , tefe
q u e estaba m a g n í f i c a m e n t e vestida. E n lo í n t i m o de su m u c h
a l m a , m á s de u n n o b l e caballero le declaró su a m o r ; e n b i f a T a E r Y ? T ° - w í t a m -
v e r d a d que lo m e r e c í a , pues sus s e n t i m i e n t o s e r a n nobles
y puros.
L o q u e ellos p e n s a b a n n o p o d í a realizarse. L o s b u e n o s
P
caballeros veían p o r todas partes doncellas y m u j e r e s , de convenía 3 t a n e í v f d a p e í s " n a """" °r
las q u e había m u c h a s . El n o b l e artista quería m u c h o y
bien al n o b l e R u d i g u e r o .

e t I 4
de las m a y ^ s t L f d J S r ° " " " " ^
LOS NIBELUNGOS

D i e r o n á la desposada tierras y ciudades , y los n o b l e s


. reyes c o n f i r m a r o n la d o n a c i ó n e x t e n d i e n d o sus m a n o s en b r e
señal de j u r a m e n t o . Asi q u e d ó h e c h o ; el m a r g r a v e aña-
f f e . i l L t o ^ r -
dió : « Y o n o t e n g o ciuda-
des ,
y i los h u é s p e d e s q u e fueran á t W r e - í l ! ? r a d «ta&S
p e r o siempre os seré fiel y el día Se p r e p a r a r o n S 7 " ® 1 ® llegara
c o n s t a n t e c o n t o d a el alma. verdadera munificencia ' ' los trató c o n

D o y á m i hija la plata y el
oro q u e cien bestias de car-
ga p u e d a n llevar c o n traba- o p o n e r m e , » dijo el n o b l e m ™ I ' q u e ten
8° <5ue
r 1
j o , para q u e el h o n o r del h u é s p e d e s q u e 'me s e í t n " T
h é r o e q u e d e satisfecho. »
Hicieron q u e a m b o s per-
m a n e c i e r a n en u n círculo
c o m o era c o s t u m b r e . M u -
chos j ó v e n e s guerreros de
alegre carácter estaban f r e n - r e
te á ellos. Se p o n í a n en su Sin^raC ¡ n 4 t oV & fe"<° ^ os p i d o .
caso c o m o en tales ocasio-
nes h a c e n los jóvenes.
C u a n d o p r e g u n t a r o n á la
joven digna d e a m o r si
quería al g u e r r e r o , sintió des caballos y vestidos m p
° : 4 6 á sus h
"ésPe-
t r i s t e z a ; ella quería al arro-
g a n t e j o v e n , p e r o la pre-
g u n t a aquella la ruborizaba « d a u n o deseaba s ^ f c S ' a n
r f
S
T e Ó lo
^
como acontece á muchas para estar m u y satisfechos 7
°d°S tenian ra2Ón

vírgenes.
Le aconsejó s u p a d r e chos u S i r S d ^ X c h o f ? ante ]a

R u d i g u e r o q u e dijera que sí a d e l a n t a r o n hacia e & ^ e l t S M * "


y q u e t o m a r a su n o m b r e
c o n g u s t o : el joven Geisel- h mMO
p u e s querían c a m i n a r hacia el país de E t í l * >
h e r se adelantó r á p i d a m e n t e
hacía ella y le cogió sus fe^ife^ »tes
blancas m a n o s . ¡ C u á n p o c o
g o z ó de su presencia !
El m a r g r a v e dijo : « N o -
alü R v?guerte?o e r „ n S d T n u T ' * ^ el
bles y ricos reyes , c u a n d o regalo ' ¿ S ® " 1
? r c o m b a t K
Este
volváis de vuestro viaje, os
R e g a l ó al rey G u n t e r , al h é r o e distinguido, u n a a r m a - saber ahora cuales f u e r o n aquellos cariñosos regalos • to-
m o doce brazaletes y se los p u s o en la m a n o : « V o l k e r
d u r a q u e con h o n o r podía llevarla el n o b l e y rico r e y , q u e
levaréis esto al H u n e l a n d y p o r a m o r á m í , llevadlos en
casi n u n c a aceptaba los regalos. El rey m a n i f e s t ó su agra-
la corte para q u e c u a n d o volváis m e digan c o m o m e h a -
decimiento á Rudiguero.
béis servido e n la fiesta». L o q u e ella deseaba lo hizo
G o t e l i n d a dió á H a g e n , según c o n v e n í a , sus amistosos despues el g u e r r e r o .
r e g a l o s : ya q u e el rey los aceptaba él n o podia i r á la
El jefe dijo á l o s e x t r a n j e r o s : «Para q u e caminéis m e j o r
fiesta sin llevar los suyos ; el n o b l e g u e r r e r o dijo á pesar q u i e r o a c o m p a ñ a r o s y o m i s m o ; t o d o s os respetarán t a n t o
de t o d o : que n a d i e se atreverá á m o l e s t a r o s en el c a m i n o . » Las
« D e c u a n t o he visto, n a d a deseo t a n t o c o m o llevar ese bestias de carga f u e r o n preparadas i n m e d i a t a m e n t e .
e s c u d o que está colgado de la p a r e d : quisiera llevarlo El jefe estaba p r e p a r a d o c o n q u i n i e n t o s h o m b r e s , c a b a -
c o n m i g o al H u n e l a n d . » llos y v e s t i d o s , iba a l e g r e m e n t e á la fiesta , p e r o n i n g u n o
Al escuchar estas palabras de H a g e n , la m a r g r a v e r e - de aquellos buenos caballeros volvió c o n vida á Bechlaren.
c o r d ó sus p e n a s y r o m p i ó á llorar. P e n s a b a c o n d o l o r
C o n cariñosos besos se despidió R u d i g u e r o de su esposa
p r o f u n d o en la m u e r t e de N u d u n g o al q u e había m a t a d o y lo m i s m o hizo Geiselher, según el a m o r le a c o n s e j a b a '
W i t t i c h ; n o p u d o c o n t e n e r sus g e m i d o s . Besaron y abrazaron á las h e r m o s a s m u j e r e s ; después
Ella dijo al g u e r r e r o : « Q u i e r o daros ese e s c u d o . Q u i - t u v i e r o n q u e llorar m u c h a s jóvenes.
siera el Dios del cielo q u e a u n gozara de la vida el q u e se Se abrieron las v e n t a n a s , el m a r g r a v e iba á c a m i n a r
sirvió de él. ¡ M u r i ó en u n c o m b a t e ! Lo lloraré s i e m p r e , así c o n sus h o m b r e s . El c o r a z ó n les predecía desgracias •
t i e n e que hacerlo u n a p o b r e m u j e r . » m u c h a s m u j e r e s y tiernas jóvenes l l o r a r o n .
Se levantó de su asiento lá a m a b l e m a r g r a v e , y t o m ó
Sus a m a d o s a m i g o s , á los q u e n o v o l v i e r o n á ver n u n -
c o n sus blancas m a n o s el e s c u d o que e n t r e g ó á H a g e n : ca e n B e c h l a r e n , les inspiraban pesar. Sin e m b a r g o , ellos
éste se lo ajustó al brazo. E r a un regalo de h o n o r p a r a el m a r c h a r o n c o n alegría p o r el c a m i n o y pasaron el D o n a u ,
guerrero. dirigiéndose hacia el H u n e l a n d .
U n a cubierta de brillantes telas velaba sus reflejos. N u n - Así dijo á los B o r g o ñ o n e s el a m a b l e m a r g r a v e , el n o b l e
ca á la luz del día h a b í a n brillado m e j o r e s piedras que las R u d i g u e r o : « A n u n c i e m o s sin t a r d a n z a la noticia de q u e
de aquel e s c u d o , q u e de q u e r e r l o c o m p r a r habría costado n o s a p r o x i m a m o s al H u n e l a n d . N u n c a h a b r á recibido el
mil m a r c o s . r e y Etzel u n a m á s alegre.
El h é r o e m a n d ó q u e recogieran el e s c u d o , y en aquel El r á p i d o m e n s a j e r o c a m i n ó p o r el O s t e r r e i c h e l a n d ; en
m o m e n t o su h e r m a n o D a n k w a r t llegó á la corte. L a hija todas partes a n u n c i ó á las g e n t e s , q u e iban á llegar los
d e R u d i g u e r o le regaló ricos vestidos q u e llevó c o n g r a n - h e r o e s de W o r m s sobre el R h i n . N a d a p o d í a a g r a d a r tan-
d e alegría al país de los H u n o s . to al a c o m p a ñ a m i e n t o del r e y .
D e tantos regalos c o m o t u v i e r o n , n a d a h u b i e r a n dis- Los m e n s a j e r o s esparcieron la n u e v a de q u e los N i b e -
f r u t a d o sin el cariño del jefe q u e se los ofreció amistosa- l u n g o s llegaban al país de los H u n o s . Crimilda la r e i n a ,
m e n t e . Sin e m b a r g o , llegaron á ser e n e m i g o s s u y o s y estaba en u n a v e n t a n a y desde ella veía llegar á sus p a -
r
f u e r o n los q u e le d i e r o n m u e r t e . rientes.
V o l k e r , el atrevido g u e r r e r o , f u é á colocarse c o n su Vió llegar á m u c h o s h o m b r e s de su país n a t a l ; el r e y
viola ante la n o b l e G o t e l i n d a ; t a ñ ó sus m á s dulces s o n e s q u e estaba á su l a d o , le d i j o : « T ú los recibirás bien
y e n t o n ó u n a t r o b a ; así se despidió al partir de B e c h l a r e n . Crimilda esposa m í a , u n g r a n d e h o n o r es para tí la v e n i d a
L a m a r g r a v e hizo traer e n t o n c e s u n a a r q u e t a y vais á de tus a m a d o s h e r m a n o s . »
« G r a n d e alegría es para m í , » r e s p o n d i ó C r i m i l d a . c u a n d o v i ó q u e se a c e r c a b a n ; aquella expedición le c a u -
A q u í llegan m i s a m i g o s t r a y e n d o escudos n u e v o s y r e l u -
y P aqUeRudÍgUCr0l0Sabíay s e l o ha
cientes c o r a z a s : el q u e quiera g a n a r m i o r o , q u e piense rríaE ~
en m i s p e n a s y siempre le estaré agradecida. « B i e n v e n i d o s seáis señores G u n t e r y Geiselher, G e r ñ o t
« Q u i e r o t o m a r v e n g a n z a e n esta fiesta y q u e alcance y H a g e n , y t a m b i é n vos s e ñ o r V o l k e r y el a r r o j a d o D a n k -
al q u e m e h a causado t a n t a s aflicciones: así q u e d a r é w a r t : ¿ n o sabéis q u e todavía C r i m i l d a llora al del N i b e -
satisfecha. l u n g e n l a n d ?»
«Ella p u e d e llorar largo t i e m p o , » c o n t e s t ó H a g e n . «Mu-
chos anos hace y a q u e cayó m u e r t o y debe a m a r al rey de

P Y
entrado* » ^ °Iver' h a c e m u c h o
<lue"está
XXVIII. a
r ° r a l Z h e Ú d a S , d e S i § f r i d o ' P ° r mncho que
viva la s e ñ o r a C r i m i l d a s o n de t e m e r g r a n d e s desgracias.»
As. di,o el n o b l e Dietrich de B e r n a . « P o r eso os debéis
DE COMO CRIMILDA RECIBIÓ Á HAGEN. c u i d a r , jefe de los N i b e l u n g o s . »
«¿Porqué he de c u i d a r m e » , c o n t e s t ó el altivo rey. «Etzel
n o s h a e n v i a d o m e n s a j e r o s , ¿qué t e n í a m á s q u e p r e g u n t a r
p a r a venir hasta su r e i n o ? T a m b i é n n o s h l enviado su
UANDO los B o r g o ñ o n e s llegaron al país, lo supo invitación ini h e r m a n a C r i m i l d a . »
el a n c i a n o H i l d e b r a n d o de B e r n a , el cual lo d i j o « Q u i e r o daros u n c o n s e j o » , dijo H a g e n . « P r e g u n t a d al
á su s e ñ o r . D i e t r i c h estaba c o n cuidado ; y le s e ñ o r Dietrich y a sus b u e n o s g u e r r e r o s c o n q u é A t e n c i o -
r o g ó q u e recibiera bien á los fuertes y n o b l e s n e s n o s h a h e c h o venir aquí la señora C r i m i l d a . »
caballeros. . L o s tres reyes c o m e n z a r o n á h a b l a r e n t r e « í , el señor
W o l l h a r t el f u e r t e hizo t r a e r sus caballos. C o n D i e t r i c h G u n t e r y G e r n o t y el señor Dietrich. « D i n o s , n o b l e y
cabalgaron p o r el c a m p o m u c h o s atrevidos g u e r r e r o s ; e n qUC dis
reina?» ° ' ^ Posición has
visto á l a
a q u e l sitio habían l e v a n t a d o m u c h a s vistosas tiendas.
C u a n d o H a g e n de T r o n e j a los vió a v a n z a r desde lejos, El h é r o e de B e r n a c o n t e s t ó : « ¿ Q u é queréis q u e os diga ?
dijo á sus señores c o r t é s m e n t e . «Echad pié á tierra g u e r r e - i odas las manarías veo llorar y l a m e n t a r s e de sus d e s g r a -
r o s , y salid al e n c u e n t r o de los q u e v i e n e n á recibiros.» cias a la esposa de E t z e l , la señora Crimilda y quejarse al
«Veo v e n i r hacia aquí u n g r u p o de s e ñ o r e s que m e s o n Dios del cielo de la m u e r t e del valeroso Sigfrido »
c o n o c i d o s , s o n los valientes g u e r r e r o s del A m e l u n g e n l a n d . N 0 ( n o s es posible l i b r a r n o s , dijo el "fuerte V o l k e r
El de Berna los guía, s o n m u y a l t i v o s : n o rehuséis n i n g u n o el m ú s i c o : « I r e m o s á la corte y v e r e m o s qué p u e d e
de los servicios q u e os o f r e z c a n . » pasar a los atrevidos h é r o e s e n t r e los H u n o s »
H a b i e n d o echado pié á tierra de los caballos, p e r m a n e - L o s fuertes B o r g o ñ o n e s se dirigieron á la corte vestidos
cieron al lado de Dietrich m u c h o s caballeros y criados. Se s u n t u o s a m e n t e según la usanza de su p a í s : m u c h o s f u e r -
a d e l a n t a r o n hacia los e x t r a n j e r o s hasta el lugar en q u e de' H a ^ e n ^ los H u n o s
' tiraban la gallardía
estaban los h é r o e s y s a l u d a r o n a m i s t o s a m e n t e á los del
país de B o r g o ñ a . C o m o lo r e f e r í a n , el p u e b l o s u p o bien p r o n t o que él
Desearéis saber lo q u e D i e t r i c h dijo á los hijos de D t a era quien había m a t a d o á Sigfrido el del N i d e r l a n d , al
« G r a n d e alegría es para m í , » r e s p o n d i ó C r i m i l d a . c u a n d o v i ó q u e se a c e r c a b a n ; aquella expedición le c a u -
A q u í llegan m i s a m i g o s t r a y e n d o escudos n u e v o s y r e l u - bría dicho ^ P e n a
1 u e R u d i g u e r o lo sabía y se lo h a -
cientes c o r a z a s : el q u e quiera g a n a r m i o r o , q u e piense ce Bien venidos seáis señores G u n t e r y Geiselher, G e r ñ o t
en m i s p e n a s y siempre le estaré agradecida.
y H a g e n , y t a m b i é n vos s e ñ o r V o l k e r y el a r r o j a d o D a n k -
« Q u i e r o t o m a r v e n g a n z a e n esta fiesta y q u e alcance
w a r t : ¿ n o sabéis q u e todavía C r i m i l d a llora al del N i b e -
al q u e m e h a causado t a n t a s aflicciones: así q u e d a r é
satisfecha. l u n g e n l a n d ?»
«Ella p u e d e llorar largo t i e m p o , » c o n t e s t ó H a g e n . «Mu-
chos anos hace y a q u e cayó m u e r t o y debe a m a r al rey de

P haC£ m u d l 0 q u e e s t á
entrado* » ^ ^ ^
XXVIII. a
r ° r a l Z h e Ú d a $ , d e S i § f r i d o ' P ° r mucho que
viva la s e ñ o r a C r i m i l d a s o n de t e m e r g r a n d e s desgracias.»
Asi dijo el n o b l e Dietrich de B e r n a . « P o r eso os debéis
DE COMO CRIMILDA RECIBIÓ Á HAGEN. c u i d a r , jefe de los N i b e l u n g o s . »
«¿Porqué he de c u i d a r m e » , c o n t e s t ó el altivo rey. «Etzel
n o s h a e n v i a d o m e n s a j e r o s , ¿qué t e n í a m á s q u e p r e g u n t a r
p a r a venir hasta su r e i n o ? T a m b i é n n o s h l enviado su
UANDO los B o r g o ñ o n e s llegaron al país, lo supo invitación n n h e r m a n a C r i m i l d a . »
el a n c i a n o H i l d e b r a n d o de B e r n a , el cual lo d i j o « Q u i e r o daros u n c o n s e j o » , dijo H a g e n . « P r e g u n t a d al
á su s e ñ o r . D i e t r i c h estaba c o n cuidado ; y le s e ñ o r Dietrich y a sus b u e n o s g u e r r e r o s c o n q u é A t e n c i o -
r o g ó q u e recibiera bien á los fuertes y n o b l e s n e s n o s h a h e c h o venir aquí la señora C r i m i l d a . »
caballeros. . L o s tres reyes c o m e n z a r o n á h a b l a r e n t r e s í , el señor
W o l l h a r t el f u e r t e hizo t r a e r sus caballos. C o n D i e t r i c h G u n t e r y G e r n o t y el señor Dietrich. « D i n o s , n o b l e y
cabalgaron p o r el c a m p o m u c h o s atrevidos g u e r r e r o s ; e n qUC dis
reina?» ° ' ^ Posición has
visto á l a
a q u e l sitio habían l e v a n t a d o m u c h a s vistosas tiendas.
C u a n d o H a g e n de T r o n e j a los vió a v a n z a r desde lejos, El h é r o e de B e r n a c o n t e s t ó : « ¿ Q u é queréis q u e os diga ?
dijo á sus señores c o r t é s m e n t e . «Echad pié á tierra g u e r r e - i odas las m a n a n a s v e o llorar y l a m e n t a r s e de sus d e s g r a -
r o s , y salid al e n c u e n t r o de los q u e v i e n e n á recibiros.» cias a la esposa de E t z e l , la señora Crimilda y quejarse al
«Veo v e n i r hacia aquí u n g r u p o de s e ñ o r e s que m e s o n Dios del cielo de la m u e r t e del valeroso Sigfrido »
c o n o c i d o s , s o n los valientes g u e r r e r o s del A m e l u n g e n l a n d . No^ n o s es posible l i b r a r n o s , dijo el "fuerte V o l k e r
El de Berna los guía, s o n m u y a l t i v o s : n o rehuséis n i n g u n o el m ú s i c o : « I r e m o s á la corte y v e r e m o s qué p u e d e
de los servicios q u e os o f r e z c a n . » pasar a los atrevidos h é r o e s e n t r e los H u n o s »
H a b i e n d o echado pié á tierra de los caballos, p e r m a n e - L o s fuertes B o r g o ñ o n e s se dirigieron á la corte vestidos
cieron al lado de Dietrich m u c h o s caballeros y criados. Se s u n t u o s a m e n t e según la usanza de su p a í s : m u c h o s f u e r -
a d e l a n t a r o n hacia los e x t r a n j e r o s hasta el lugar en q u e de' H a ^ e n ^ los H u n o s
' a d m i r a b a n la gallardía
estaban los h é r o e s y s a l u d a r o n a m i s t o s a m e n t e á los del
país de B o r g o ñ a . C o m o lo r e f e r í a n , el p u e b l o s u p o bien p r o n t o que él
Desearéis saber lo q u e D i e t r i c h dijo á los hijos de L t a era quien había m a t a d o á Sigfrido el del N i d e r l a n d , al
g u e r r e r o m á s f u e r t e , al esposo de C r i m i l d a : en la corte
se hacían m u c h a s p r e g u n t a s acerca de H a g e n .
El h é r o e era de m a g n í f i c o aspecto , a n c h o de espaldas;
sus cabellos eran g r i s e s ; largas sus p i e r n a s , su r o s t r o feroz
y su a n d a r i m p o n e n t e .
Los g u e r r e r o s B o r g o ñ o n e s f u e r o n llevados á sus aloja-
m i e n t o s , q u e d a n d o separados de ellos los del a c o m p a ñ a -
m i e n t o de G u n t e r . E s t o era p o r consejo de la reina que
lo o d i a b a : m á s t a r d e los escuderos f u e r o n degollados en
sus aposentos.
D a n k w a r t , el h e r m a n o de H a g e n ' , era m a r i s c a l : el rey
le r e c o m e n d ó m u c h o su a c o m p a ñ a m i e n t o para q u e le
dieran c u a n t o pudiera n e c e s i t a r . D e t o d o cuidaba c o n es-
m e r o el fuerte h é r o e .
L a h e r m o s a C r i m i l d a , r o d e a d a de su a c o m p a ñ a m i e n t o ,
f u é á recibir á los N i b e l u n g o s c o n falsa i n t e n c i ó n . Besó á
Geiselher y lo cogió de la m a n o . Al v e r esto H a g e n de
T r o n e j a , se ciñó m á s su y e l m o .
« D e s p u é s de s e m e j a n t e s s a l u d o s », d i j o H a g e n , « bien
p u e d e n t e n e r cuidado los. i n t r é p i d o s g u e r r e r o s . S a l u d a n
de distinto m o d o á los príncipes y á los q u e c o n ellos
v i e n e n : n o h e m o s h e c h o b u e n viaje v i n i e n d o á esta fiesta.»
Ella dijo : « Sed bien v e n i d o s para los q u e os v e n con
g u s t o . N o os saludo p o r la a m i s t a d con q u e os v e o . D e -
cidme q u e m e traéis de W o r m s , sobre el R h i n , p a r a q u e
seáis bien venido p a r a m í . »
« ¿ Q u é queréis decir ? » replicó H a g e n . « ¿ Debían trae-
r o s regalos estos g u e r r e r o s ? O s creía bastante r i c a , s e g ú n
m e h a n dicho, y p o r esto n o h e ' t r a í d o presente n i n g u n o
al país de los H u n o s . »
« P u e s bien , d e c i d m e , ¿ del tesoro de los N i b e l u n g o s
q u é habéis h e c h o ? Me p e r t e n e c í a , bien lo s a b é i s , y esto
p o d í a i s h a b e r l o traído al país del rey Etzel.»
« P o r m i fé, s e ñ o r a C r i m i l d a , q u e hace m u c h o s días q u e
n o h e visitado el tesoro de los N i b e l u n g o s . Mis señores
me, m a n d a r o n a r r o j a r l o al R h i n y allí debe p e r m a n e c e r
hasta el día del juicio.»
L a r e i n a le replicó : « Ya m e lo había y o p e n s a d o : n a d a
m e habéis traído aquí d e los bienes que e r a n m í o s y de
LOS NIBELUNGOS 237

q u e podía d i s p o n e r . P o r tí y p o r t u s señores he tenido


m u c h o s días de pesar.»
« ¡ O s traigo al d e m o n i o ! » e x c l a m ó colérico H a g e n .
« V e n g o cargado c o n mi e s c u d o , m i a r n é s , m i brillante
y e l m o y la espada en la diestra : p o r esto n o os traje
nada.»
« N o m e expreso de esta m a n e r a p o r q u e desee m á s o r o :
t e n g o t a n t o p a r a dar q u e n o necesito de vuestros o b s e -
q u i o s . U n asesinato y varios robos' se h a n c o m e t i d o p o r
m i m a l y de esto , p o b r e de m í , quisiera hallar satisfac-
ción.»
L a reina dijo después á los g u e r r e r o s r e u n i d o s : « N i n -
g u n o llevará espada en esta s a l a , v o s o t r o s , h é r o e s , m e
las e n t r e g a r é i s ; las h a r é g u a r d a r . » « P o r mi fé », r e s p o n -
dió H a g e n , « y o n o haré eso.»
« R e h u s o el h o n o r , a m a b l e hija de r e y e s , de q u e llevéis
á vuestro a p o s e n t o m i escudo y m i a r m a d u r a ; vos sois
a q u í la r e i n a , pero m i p a d r e m e e n s e ñ ó á q u e y o f u e r a
mi camarero.»
« ¡ O h , q u é d o l o r ! exclamó Crimilda : ¿ p o r q u é ni mi
h e r m a n o ni H a g e n quieren q u e se les g u a r d e sus escudos ?
E s t á n sobre aviso y si supiera q u i é n se lo h a d a d o , lo haría
condenar á muerte.»
Al escuchar e s t o , dijo c o n cólera D i e t r i c h : « Y o soy
quien h a avisado á los j i c o s príncipes y al f u e r t e H a g e n ,
el h é r o e de B o r g o ñ a : sin e m b a r g o , m u j e r de los d e m o -
n i o s , n o m e haréis sufrir pena n i n g u n a . »
L a n o b l e reina se sintió c o n f u s a , p u e s el h é r o e Dietrich
le causaba m i e d o . Se separó de ellos sin p r o n u n c i a r una
palabra, pero lanzó á sus e n e m i g o s furiosas m i r a d a s .
E n t o n c e s dos guerreros se estrecharon la m a n o , el u n o
era H a g e n , el o t r o D i e t r i c h . El h é r o e valeroso d i j o :
« V u e s t r o viaje al H u n e l a n d m e causa p e n a » ,
« P o r q u e la reina os h a h a b l a d o así.» H a g e n de T r o n e j a
le r e s p o n d i ó : « E s t a r e m o s c o n cuidado á t o d o . » Esto d i -
c h o , los héroes avanzaron el u n o al lado del o t r o . Al ver
esto, el r e y Etzel p r e g u n t ó :
« Quisiera s a b e r , quién es el g u e r r e r o q u e t a n a m i s t o -
s a m e n t e h a sido recibido p o r D i e t r i c h ; parece m u y a n i -
m o s o : sea q u i e n f u e r e su p a d r e , parece u n b u e n g u e - le r o g ó que lo a c o m p a ñ a r a , pues sabía que e r a m u y a m i g o
rrero.» t0d0
ballero *** " " n ° b l e y V a I i ' n t e ca"
U n o de los h o m b r e s de Crimilda respondió al rey : «En
T r o n e j a h a n a c i d o ; su p a d r e se l l a m a b a A l d r i a n o ; a u n q u e D e j a r o n á los príncipes en la corte y m a r c h a r o n
solos a través de ella dirigiéndose hacia u n g r a n palacio.
parezca agradable es u n h o m b r e terrible : y a os p r o b a r é Aquellos g u e r r e r o s escogidos n o t e m í a n el rencor de
que no he mentido.» nadie.
« ¿ C ó m o c o n o c e r é y o que es terrible ? » El rey n o sa-
bia a ú n los crueles lazos á q u e después atrajo la r e i n a á E n aquella m o r a d a s e n t á r o n s e en u n banco q u e había
t r e n t e al salón e n q u e estaba C r i m i l d a . S u s a r m a d u r a s
sus parientes , de tal m o d o que ni u n o p u d o volver á salir
esparcían reflejos l u m i n o s o s al r e d e d o r de ellos. M u c h o s
del H u n e l a n d .
de ios q u e los veían h u b i e r a n deseado conocerlos.
« C o n o c í m u c h o á A l d r i a n o , pues f u é vasallo m í o : glo-
E o s H u n o s veían con a d m i r a c i ó n á los atrevidos h é r o e s
ria y g r a n d e h o n o r a d q u i r i ó a q u í á m i lado. Y o lo hice
io m i s m o q u e se mira á las fieras. L a esposa de Etzel los
caballero y le di m i o r o ; c o m o m e era fiel lo quería vio d e s d e la v e n t a n a y tal vista le afligió el a l m a .
mucho.»
Lllos le hacían r e c o r d a r s u s s u f r i m i e n t o s y r o m p i ó á
« P o r esto c o n o z c o t o d o lo q u e á H a g e n se r e f i e r e : dos llorar. Los g u e r r e r o s de Etzel se extrañaban sin saber q u e
n o b l e s n i ñ o s estuvieron aquí e n g a j e s ; él y W a l t h e r de era lo q u e causaba su aflicción. Ella dijo : « H a g e n tiene
E s p a ñ a c r e c i e r o n aquí. A H a g e n lo e n v i é á su p a t r i a ; la c u l p a , b u e n o s y valientes héroes.»
Walter huyó con Hildegunda.» R e s p o n d i e r o n á la señora : «¿ C ó m o es eso ? pues n u n c a
Así pensaba e n los h e c h o s ocurridos e n los pasados os h e m o s visto c o n t e n t a . P o r fuerte q u e sea el q u e ós ha
t i e m p o s . V o l v í a á v e r á su a m i g o el de T r o n e j a q u e e n su a g r a v i a d o , d e c i d n o s q u e os v e n g u e m o s y le d a r e m o s
J
j u v e n t u d le prestó g r a n d e s servicios. A h o r a e n su v e j e z , muerte.»
H a g e n le mataría m u c h o s a m i g o s . « A l q u e m e v e n g u e de las p e n a s sufridas le daré t o d o
c u a n t o desee. Y o os lo pido de rodillas », a ñ a d i ó la esposa
del r e y , «-vengadme de H a g e n , hacedle p e r d e r la vida.»
i n m e d i a t a m e n t e se ciñeron las espadas sesenta g u e r r e -
XXIX. ros. P o r a m o r á Crimilda q u e r í a n salir del salón al e n -
c u e n t r o de H a g e n y m a t a r al fuerte h é r o e y al m ú s i c o ;
h a b l a r o n acerca de esto.
D E C O M O N I H A G E N N I V O L K E R SE P U S I E R O N D E PIÉ V i e n d o la reina q u e e r a n p o c o s , dijo c o n brio á los
guerreros : « D e s e c h a d la r e s o l u c i ó n que habéis t o m a d o •
ANTE CRIMILDA.
s i e n d o tan p o c o s , n u n c a podréis l u c h a r c o n t r a el terrible
Hagen.»
o s dos h é r o e s d i g n o s de a l a b a n z a , H a g e n de « P o r f u e r t e y altivo q u e sea el de T r o n e j a , m á s f u e r t e
% l l f i l l T r o n e j a y Dietrich se s e p a r a r o n . El vasallo del es a u n el q u e esta s e n t a d o á su lado-, Volker el músico •
I j f i j j S 1 r e y G u n t e r m i r ó p o r e n c i m a del h o m b r o b u s - e s u n h o m b r e t e r r i b l e : n o debéis atacar á esos héroes
c a n d o u n c o m p a ñ e r o de a r m a s , q u e halló e n se- siendo t a n pocos.»
guida. . Al escuchar esto se a r m a r o n m a y o r n ú m e r o de ellos
Allí cerca de Geiselher estaba el n o t a b l e músico V o l k e r : hasta c u a t r o c i e n t o s . L a soberbia reina sintió alegre el co-
m o s o : sea q u i e n f u e r e su p a d r e , parece u n b u e n g u e - le r o g ó que lo a c o m p a ñ a r a , pues sabía que e r a m u y a m i g o
rrero.» t0d n b l e y v a I i n t e ca
babero *** ° ° ' "
U n o de los h o m b r e s de Crimilda respondió al rey : «En
T r o n e j a h a n a c i d o ; su p a d r e se l l a m a b a A l d r i a n o ; a u n q u e D e j a r o n á los príncipes en la corte y m a r c h a r o n
solos a través de ella dirigiéndose hacia u n g r a n palacio.
parezca agradable es u n h o m b r e terrible : y a os p r o b a r é Aquellos g u e r r e r o s escogidos n o t e m í a n el rencor de
que no he mentido.» nadie.
« ¿ C ó m o c o n o c e r é y o que es terrible ? » El rey n o sa-
bia a ú n los crueles lazos á q u e después atrajo la r e i n a á E n aquella m o r a d a s e n t á r o n s e en u n banco q u e había
t r e n t e al salón e n q u e estaba C r i m i l d a . S u s a r m a d u r a s
sus parientes , de tal m o d o que ni u n o p u d o volver á salir
esparcían reflejos l u m i n o s o s al r e d e d o r de ellos. M u c h o s
del H u n e l a n d .
de los q u e los veían h u b i e r a n deseado conocerlos.
« C o n o c í m u c h o á A l d r i a n o , pues f u é vasallo m í o : glo-
E o s H u n o s veían con a d m i r a c i ó n á los atrevidos h é r o e s
ria y g r a n d e h o n o r a d q u i r i ó a q u í á m i lado. Y o lo hice
lo m i s m o q u e se mira á las fieras. L a esposa de Etzel los
caballero y le di m i o r o ; c o m o m e era fiel lo quería vio d e s d e la v e n t a n a y tal vista le afligió el a l m a .
mucho.» h i l o s le hacían r e c o r d a r s u s s u f r i m i e n t o s y r o m p i ó á
« P o r esto c o n o z c o t o d o lo q u e á H a g e n se r e f i e r e : dos llorar. Los g u e r r e r o s de Etzel se extrañaban sin saber q u e
n o b l e s n i ñ o s estuvieron aquí e n g a j e s ; él y W a l t h e r de era lo q u e causaba su aflicción. Ella dijo : « H a g e n tiene
E s p a ñ a c r e c i e r o n aquí. A H a g e n lo e n v i é á su p a t r i a ; la c u l p a , b u e n o s y valientes héroes.»
Walter huyó con Hildegunda.» R e s p o n d i e r o n á la señora : «¿ C ó m o es eso ? pues n u n c a
Así pensaba e n los h e c h o s ocurridos e n los pasados os h e m o s visto c o n t e n t a . P o r fuerte q u e sea el q u e Os ha
t i e m p o s . V o l v í a á v e r á su a m i g o el de T r o n e j a q u e e n su a g r a v i a d o , d e c i d n o s q u e os v e n g u e m o s y le d a r e m o s
J
j u v e n t u d le prestó g r a n d e s servicios. A h o r a e n su v e j e z , muerte.»
H a g e n le mataría m u c h o s a m i g o s . « A l q u e m e v e n g u e de las p e n a s sufridas le daré t o d o
c u a n t o desee. Y o os lo pido de rodillas », a ñ a d i ó la esposa
del rey « v e n g a d m e de H a g e n , hacedle p e r d e r la vida.»
I n m e d i a t a m e n t e se ciñeron las espadas sesenta g u e r r e -
XXIX. ros. P o r a m o r á Crimilda q u e r í a n salir del salón al e n -
c u e n t r o de H a g e n y m a t a r al fuerte h é r o e y al m ú s i c o ;
h a b l a r o n acerca de esto.
D E C O M O N I H A G E N N I V O L K E R SE P U S I E R O N D E PIÉ V i e n d o la reina q u e e r a n p o c o s , dijo c o n brío á los
guerreros : « D e s e c h a d la r e s o l u c i ó n que habéis t o m a d o •
ANTE CRIMILDA.
s i e n d o tan p o c o s , n u n c a podréis l u c h a r c o n t r a el terrible
riagen.»
o s dos h é r o e s d i g n o s de a l a b a n z a , H a g e n de « P o r f u e r t e y altivo q u e sea el de T r o n e j a , m á s f u e r t e
% l l f i l l T r o n e j a y Dietrich se s e p a r a r o n . El vasallo del es a u n el q u e esta s e n t a d o á su lado-, Vollcer el músico •
I j f i j j S 1 r e y G u n t e r m i r ó p o r e n c i m a del h o m b r o b u s - e s u n h o m b r e t e r r i b l e : n o debéis atacar á esos héroes
c a n d o u n c o m p a ñ e r o de a r m a s , q u e halló e n se- siendo t a n pocos.»
guida. . Al escuchar esto se a r m a r o n m a y o r n ú m e r o de ellos
Allí cerca de Geiselher estaba el n o t a b l e músico V o l k e r : hasta c u a t r o c i e n t o s . L a soberbia reina sintió alegre el co-
r a z ó n p e n s a n d o q u e q u e d a r í a n v e n g a d a s sus ofensas. Los
P u e s t o q u e m e queréis s o c o r r e r , s e g ú n he o í d o , la cuestión
g u e r r e r o s n o d e j a r o n de sentir g r a n d e s cuidados. sera peligrosa para esos guerreros » cuestión
C u a n d o vió a r m a d o á su a c o m p a ñ a m i e n t o , la reina « L e v a n t é m o n o s de n u e s t r o s asientos » dijo el músico
dijo á los atrevidos g u e r r e r o s : « Esperad todavía , p e r m a -
CS q U £ Pasa
n e c e d q u i e t o s a ú n . Q u i e r o pasar c o n la c o r o n a p o r d e - S K W H ^ " , H a * á m o s I e los h o S í a
l a n t e de mis e n e m i g o s . »
n o b l e r e i n a ! Asi s e r e m o s m á s h o n r a d o s . »
« Q u i e r o decir t o d o el m a l q u e m e h a h e c h o H a g e n ,
el c o m p a ñ e r o de G u n t e r . Sé q u e es t a n i m p e r t i n e n t e que « ¡ -No ! p o r lo que m e quieras ! » replicó H a g e n en se-
miedo t ^ g U e r r e r 0 S . p 0 d r í a n lo h a « o s p o r
n o lo n e g a r á ; p e r o t a m p o c o m e i m p o r t a r á el m a l q u e le m i e d o y q u e n o s q u e r í a m o s ir. N o m e l e v a n t a r é de mi
suceda. » asiento p o r n i n g u n o de ellos.
« B u e n o es q u e nos d e j e m o s de cortesías. ¿ P o r q u é h a -
C u a n d o el hábil t a ñ e d o r de l a ú d , el f u e r t e m ú s i c o , v i ó
á la r e i n a bajar los escalones p a r a salir de la casa, el fuerte N o
hr J l Z r ' ' » u n c a í e s Haré p o r
V o l k e r se volvió hacia su c o m p a ñ e r o de guerras y le d i j o : larga que sea m , vida. ¿ Q u é p u e d e i m pF o r t a r m e en el
m u n d o el odio de Crimilda ? »
« Mira , a m i g o H a g e n , c o m o se a d e l a n t a altiva la q u e
El s o b e r b i o H a g e n cruzó s o b r e sus rodillas u n a brillante
c o n m a l a fé te ha invitado p a r a q u e vengas á este país.
e s p a d a , en c u y o p o m o había u n jaspe d e s l u m b r a d o r ver-
N u n c a vi á u n a reina a c o m p a ñ a d a a e t a n t o s h o m b r e s , . c o n
las espadas d e s n u d a s y las a r m a d u r a s puestas.» ladeTgtó/oerba- CrÍmÍIda reC
°n0CÍÓ ^ bien
« - " a
« ¿ S a b é i s , a m i g o H a g e n , si os odian? Si estas s o n v u e s -
tras noticias , cuidad de vuestra vida y de v u e s t r o h o n o r ; E l m i ñ o P r . T k e s f d a - e X p f Í n i e n t ó § r a n d e aflicción.
L1 p u n o e i a de oro , la vaina de g a l ó n r o j o . A c u d i e r o n á
esto m e parece c o n v e n i e n t e , p u e s si n o m e e n g a ñ o pare- s i i m e n t e t o d o s s u s p e s a r es y r o m p i ó á llorar. C r e o q u e
cen q u e sienten g r a n cólera.» H a g e n lo había h e c h o de exprofeso 4

« T o d o s s o n a n c h o s de e s p a l d a s , fuertes y v a l i e n t e s : V o l k e r el f u e r t e colocó á su lado, en el b a n c o , u n d u r o


t i e m p o es de d e f e n d e r la vida. C r e o ver que bajo la seda a r c o , largo y f u e r t e s e m e j a n t e á u n acerado m a c h e t e . Allí
t r a e n las c o r a z a s , p e r o nadie m e ha d i c h o lo q u e q u i e - p e r m a n e c i e r o n sentados sin n i n g ú n t e m o r aquellos dos
4
ren.» g u e r r e r o s valerosos.
Así dijo con ira c o n c e n t r a d a H a g e n , el fuerte h o m b r e :
« Bien sé que t o d o s t r a e n e n las m a n o s las brillantes e s p a - n n ^ l d n ° S / U e r t e S h é r 0 £ S C S t a b a n c o n t a n t a alt¡vez que
das para a t a c a r m e ; p e r o a u n p u e d o salir de aquí y volver de s T Z d e q u r e S e C r e y e r a 0 t r a C O S a > n o s e l e v a n t a r o n
de sus asientos. L a reina pasó p o r d e l a n t e de ellos yY les
á Borgoña.» hizo u n - s a l u d o en el q u e se advertía el odio.
« A h o r a d i m e , a m i g o V o l k e r , ¿ m e h a r á s el favor de
Señor Ha en
a y u d a r m e si la g e n t e de Crimilda m e quisiera atacar ? C o n - n»1aJTil- ^ g > <3ue sabéis t o d o el
téstame á esto en n o m b r e del c a r i ñ o q u e m e t e n g a s , y o m a l q u e habéis h e c h o á quien os h a m a n d a d o buscar á '
quien os h a invitado á v e n i r á este país. O b r a n d o con
p o r m i parte os serviré siempre fielmente. » u n p o c o de juicio debíais h a b e r r e n u n c i a d o . »
« O s a y u d a r é » le c o n t e s t ó V o l k e r « y a u n c u a n d o viera « N a d i e m e ha mandado b u s c a r » , respondió Hagen
v e n i r en c o n t r a n u e s t r a al rey Etzel c o n t o d o s s u s g u e r r e - « P e r o h a n i n v i t a d o á este país á tres h é r o e s que s o t S
ros , m i e n t r a s tenga vida, el t e m o r n o m e hará retroceder
d e huestes y nunca m e he
u n paso de v u e s t r o l a d o . » — c u a n d o la c o r t e Thace u n a expedición. »
atrás
« ¡ A h o r a d o y gracias al D i o s del cielo, m u y n o b l e V o l - ¡
ker ! Si m e a t a c a r a n , ¿ q u é otra a y u d a p u e d o desear ? m 1 nera 7 « D e c í d m < : ' i P ° r q u é s i e m p r e obráis de
m a n e r a q u e se excite mi cólera ? V o s habéis m a t a d o á S i g -
16
f r i d o m i q u e r i d o esposo , del q u e h a s t a m i fin lloraré la cual f u e para la r e m a u n pesar de c o r a z ó n . Los g u e r r e r o s
muerte. » PU6S m i e d o
« ¿ A u n m á s p a l a b r a s ? » dijo él, « y a s o n bastantes. Y o mnno íf Í.I ¿ ^ m u e r t e de
eS llUbÍera SÍd
soy H a g e n el q u e m a t ó á S i g f r i d o , el a r r o g a n t e h é r o e . peligro ° •' ° Para elIos u n

¡ Q u e caro p a g ó el insulto q u e la señora Crimilda hizo á


El f u e r t e V o l k e r dijo : « Y a h e m o s visto que t e n e m o s
la h e r m o s a B r u n e q u i l d a J » '
aquí e n e m i g o s según n o s h a b í a n . a n u n c i a d o , v a m o s á r e u -
« N o quiero m e n t i r , rica reina , de t o d o s v u e s t r o s m a - n i m o s c o n el rey en la corte, y nadie se atreverá á dirigir
les y pesares y o s o y la causa. A h o r a v é n g u e s e el q u e quie- u n a t a q u e contra n u e s t r o s señores. » • &
ra, m u j e r ú h o m b r e . Y o n o lo n i e g o , os he causado g r a n -
« Está bien , os sigo » r e s p o n d i ó H a g e n . F u e r o n á r e u -
des p e n a s . »
nirse con los a r r o g a n t e s g u e r r e r o s q u e se p r e p a r a b a n p a r a
E n t o n c e s dijo ella : « Y a lo oís , guerreros , n o niega ser recibidos en la corte. V o l k e r el fuerte h a b l a b a en a k a
n i n g u n o d e los m a l e s q u e m e h a c a u s a d o ; ya n o rae i n s -
pira c u i d a d o , n a d a de lo q u e p u e d a s u c e d e r , h o m b r e s de
D i j o á sus señores. « ¿ C u á n t o t i e m p o vais á p e r m a n e -
Etzel. » L o s feroces g u e r r e r o s c o m e n z a r o n á m i r a r s e .
cer aquí d e j á n d o o s estrujar ? Id p r o n t o á la corte y p r o -
Si se h u b i e r a c o m e n z a d o el c o m b a t e , el h o n o r habría curad saber cuales s o n las i n t e n c i o n e s del rey.» L o s valien-
sido para los dos c o m p a ñ e r o s q u e t a n t a s veces h a b í a n v e n - tes g u e r r e r o s se c o m e n z a r o n á r e u n i r .
cido e n las batallas. P e r o el t e m o r les hizo a b a n d o n a r el Dietrich de B e r n a , t o m ó de la m a n o al rico G u n t e r de
intento que habían formado. o o r g o n a ; I r n f n d o t o m ó la de G e r n o t el fuerte caballero
Así d i j o u n o de los g u e r r e r o s : « ¿ P o r q u é m e miráis ? y viose ir hacia la corte á Geiselher c o n su suegro
N o quiero realizar lo q u e había p r o m e t i d o : p o r o b s e q u i o s D e c u a quier m o d o q u e f u e r a n , n o se separaron V o l k e r
de n a d i e q u i e r o p e r d e r la vida. Mal n o s quiere guiar la y H a g e n hasta la m u e r t e , sino en u n solo c o m b a t e P o r
esposa del r e y Etzel. » esto l l o r a r o n pesarosas m u c h a s n o b l e s m u j e r e s
O t r o dijo : « E n el m i s m o sentido m e hallo y o . A u n q u e
m e d i e r a n torres enteras de o r o rojo y b u e n o , n o q u e r r í a n,iemoedrhafaf k COrte á l o s reyes su a c o m p a ñ a -
m i e n t o de mil f u e r t e s g u e r r e r o s ; a d e m á s los sesenta h é -
c o m b a t i r c o n ese m ú s i c o , pues horribles s o n las m i r a d a s roes q u e había escogido en su país el valeroso H a g e n
q u e le he visto dirigir.» H a w a r t e l r m g , dos n o t a b l e s g u e r r e r o s , m a r c h a b a n el
« T a m b i é n c o n o z c o á H a g e n desde su j u v e n t u d , y creo u n o al lado del o t r o a c o m p a ñ a n d o á los reyes. D e s p u é s
cierto c u a n t o de él h a y a n d i c h o . L o he visto en veinte y iban D a n w a r t y W o l f h a r t u n h é r o e d i s t i n g u i d o , q u e en
d o s c o m b a t e s , y p o r sus h e c h o s m u c h a s m u j e r e s h a n s e n - altas virtudes excedían á los d e m á s .
tido su corazón r o t o . » C u a n d o el rey del R h i n e n t r ó en el p a l a c i o , Etzel el
« É l y el de E s p a ñ a h a n realizado m u c h a s proezas c u a n - n e o n o p e r m a n e c i ó s e n t a d o . Se l e v a n t ó de su asiento
do al lado de Etzel c o m b a t í a n e n h o n o r del r e y . C o n al verlos l l e g a r , y n u n c a hasta e n t o n c e s habían t e n i d o
m u c h a frecuencia h a sucedido , y p o r esto n o p u e d e d u - m e j o r r e c i b i m i e n t o los reyes.
darse del h o n o r de H a g e n . «Bienvenidos p a r a m í , s e ñ o r G u n t e r y s e ñ o r G e r n o t v
« E n t o n c e s el g u e r r e r o era casi u n n i ñ o ; los jóvenes vos su h e r m a n o Geiselher. O s hice ofrecer con afección y
de aquel t i e m p o h a n e n v e j e c i d o y a . Está en t o d o el vigor lealtad mis servicios en W o r m s s o b r e el R h i n : b i e n v e n i -
de su espíritu , y es u n h o m b r e f u r i o s o : ciñe la B a l m u n g do sea t a m b i é n t o d o v u e s t r o a c o m p a ñ a m i e n t o . »
q u e a d q u i r i ó de u n a m a n e r a desleal. » « Seáis t a m b i é n bienvenidos á este país para m í y p a r a
D e s p u é s de esto , se s e p a r a r o n sin librar c o m b a t e , lo m i esposa vosotros valientes g u e r r e r o s , V o l k e r el fuerte y
vos s e ñ o r H a g e n . Ella os e n v i ó m u c h o s m e n s a j e r o s al
Rhin.» sus parientes y vasallos, disfrutaba de u n a felicidad sin lí-
Así le c o n t e s t ó H a g e n de T r o n e j a . « Y a lo he sabido. m i t e s . Aquel buen jefe sentía el a l m a alegre con el r u i d o
Si n o hubiera v e n i d o c o n mis s e ñ o r e s al país de los H u - de los t o r n é o s que celebraban m u c h o s atrevidos héroes
n o s , lo habría h e c h o solo p o r t e n e r este h o n o r . » E n t o n -
ces el n o b l e r e y t o m ó á sus a m a d o s h u é s p e d e s de la m a n o ,
y los c o n d u j o á los asientos q u e t e n í a n p r e p a r a d o s . Es-
XXX.
c a n c i a r o n c o n la m e j o r v o l u n t a d á los e x t r a n j e r o s , h i d r o -
m e l , m o r a l y v i n o en copas de oro , y m a n i f e s t a r o n
c o n t e n t o p o r la feliz llegada de los g u e r r e r o s . COMO HÄGEN Y VOLKER ESTUVIERON DE CENTINELA.
El rey Etzel dijo : « P u e d o a s e g u r a r o s q u e nada m e
p o d í a ser t a n agradable en este m u n d o c o m o el q u e vos-
o t r o s , h é r o e s , hayáis llegado. T a m b i é n la reina desechará
la tristeza q u e la p o s e e . » L día c a m i n a b a á su fin; se a p r o x i m a b a la n o c h e
« M u c h a s veces m e p r e g u n t a b a c o n extrañeza q u e os Los guerreros fatigados del c a m i n o se p r e o c u -
podía haber h e c h o , yo q u e á t a n t o s h u é s p e d e s h e recibi- p a b a n p o r saber d o n d e h a l l a r í a n u n lecho y
c u a n d o r e p o s a r í a n . D e esto h a b l ó H a g e n y lo
d o en m i país, p a r a q u e n o quisierais v e n i r á m i r e i n o . 5 y
tuvieron p r o n t o .
Para m í es u n g r a n placer v e r a q u í á mis a m i g o s . »
G u n t e r dijo al rey : « Dios os conceda la felicidad. Q u e -
Así le respondió R u d i g u e r o , el caballero altivo. « Podéis
r e m o s retirarnos á dormir., despedidnos y si lo m a n d á i s
recibirlos bien ; su b u e n a fé es g r a n d e : los h e r m a n o s de v o l v e r e m o s m a n a n a t e m p r a n o . » El r e y se despidió c o n -
m i señora h a n q u e r i d o h o n r a r o s , p u e s h a n traído en su t e n t o de los e x t r a n j e r o s .
compañía muchos nobles héroes. »
E n los días con q u e m e d i a el estío , h a b í a n llegado los Se vió á los e x t r a n j e r o s ir deprisa p o r todas partes.
jefes á la corte del rey Etzel. N u n c a se había o í d o decir V o l k e r , el fuerte dijo á los H u n o s : « C ó m o os atrevéis
a pasar d e l a n t e de esos g u e r r e r o s ? Si volvéis á hacerlo, os
q u e u n rey hubiera recibido á s u s h u é s p e d e s c o n m á s c a -
sucederá u n a desgracia.»
r i ñ o . Llegada la h o r a se dirigió á la m e s a c o n ellos.
N u n c a u n rey f u é tan e x p l é n d i d o c o n sus huéspedes. « Dispararé sobre cualquiera de v o s o t r o s tan f u e r t e
flechazo q u e si tiene algún a m i g o fiel lo llorará sin r e m e -
D i é r o n l e s q u e beber y q u e c o m e r en a b u n d a n c i a , y dis-
dio. V o s o t r o s debéis a n d a r detrás de n u e s t r o s g u e r r e r o s
p u e s t o s estaban á darles c u a n t o p u d i e r a n desear. D e a q u e - esto es lo q u e debéis hacer. T o d o s s o m o s g u e r r e r o s , p e r o
llos h é r o e s se habían c o n t a d o g r a n d e s maravillas. n o todos t i e n e n igual v a l o r . » y

El altivo Etzel había e m p l e a d o e n u n a m o r a d a sus


c u i d a d o s , su d i n e r o y m u c h o t r a b a j o : había h e c h o c o n s - E n t a n t o q u e con g r a n cólera h a b l a b a así el m ú s i c o el
t r u i r e n u n a g r a n población s u palacio c o n m u c h a s t o r r e s tuerte H a g e n m i r ó hacia atrás y dijo : « El valiente m ú -
sico os a c o n s e j a b i e n ; volved á vuestros a p o s e n t o s , s o l d a -
y un m a g n í f i c o salón,
d o s de C n m i l d a . »
q u e m u c h o s guerreros v e n í a n á visitar e n todos t i e m -
p o s . A d e m á s del a c o m p a ñ a m i e n t o se hallaban cerca del « M e parece q u e n i n g u n o llevará á cabo lo que ha
r e y , doce ricos y elevados reyes y m u c h o s valientes gue- p e n s a d o , p e r o si queréis c o m e n z a r , esperad hasta mañana
t e m p r a n o . D e j a d n o s reposar a h o r a , p u e s s o m o s extran-
r r e r o s q u e estaban allí e n t o d o t i e m p o .
jeros. Me parece q u e n u n c a los caballeros obrarían de o t r o
J a m á s u n rey t u v o cerca de sí t a n t a g e n t e . R o d e a d o d e modo.»
vos s e ñ o r H a g e n . Ella os e n v i ó m u c h o s m e n s a j e r o s al
Rhin.» sus parientes y vasallos, disfrutaba de u n a felicidad sin lí-
Así le c o n t e s t ó H a g e n de T r o n e j a . « Y a lo he sabido. m i t e s . Aquel buen jefe sentía el a l m a alegre con el r u i d o
Si n o hubiera v e n i d o c o n mis s e ñ o r e s al país de los H u - de los t o r n é o s que celebraban m u c h o s atrevidos héroes
n o s , lo habría h e c h o solo p o r t e n e r este h o n o r . » E n t o n -
ces el n o b l e r e y t o m ó á sus a m a d o s h u é s p e d e s de la m a n o ,
y los c o n d u j o á los asientos q u e t e n í a n p r e p a r a d o s . Es-
XXX.
c a n c i a r o n c o n la m e j o r v o l u n t a d á los e x t r a n j e r o s , h i d r o -
m e l , m o r a l y v i n o en copas de oro , y m a n i f e s t a r o n
c o n t e n t o p o r la feliz llegada de los g u e r r e r o s . COMO HÄGEN Y VOLKER ESTUVIERON DE CENTINELA.
El rey Etzel dijo : « P u e d o a s e g u r a r o s q u e nada m e
p o d í a ser t a n agradable en este m u n d o c o m o el q u e vos-
o t r o s , h é r o e s , hayáis llegado. T a m b i é n la reina desechará
la tristeza q u e la p o s e e . » L día c a m i n a b a á su fin; se a p r o x i m a b a la n o c h e
« M u c h a s veces m e p r e g u n t a b a c o n extrañeza q u e os Los guerreros fatigados del c a m i n o se p r e o c u -
podía haber h e c h o , yo q u e á t a n t o s h u é s p e d e s h e recibi- p a b a n p o r saber d o n d e h a l l a r í a n u n lecho y
c u a n d o r e p o s a r í a n . D e esto h a b l ó H a g e n y lo
d o en m i país, p a r a q u e n o quisierais v e n i r á m i r e i n o . 5 y
tuvieron p r o n t o .
Para m í es u n g r a n placer v e r a q u í á mis a m i g o s . »
G u n t e r dijo al rey : « Dios os conceda la felicidad. Q u e -
Así le respondió R u d i g u e r o , el caballero altivo. « Podéis
r e m o s retirarnos á dormir., despedidnos y si lo m a n d á i s
recibirlos bien ; su b u e n a fé es g r a n d e : los h e r m a n o s de v o l v e r e m o s m a n a n a t e m p r a n o . » El r e y se despidió c o n -
m i señora h a n q u e r i d o h o n r a r o s , p u e s h a n traído en su t e n t o de los e x t r a n j e r o s .
compañía muchos nobles héroes. »
E n los días con q u e m e d i a el estío , h a b í a n llegado los Se vió á los e x t r a n j e r o s ir deprisa p o r todas partes.
jefes á la corte del rey Etzel. N u n c a se había o í d o decir V o l k e r , el fuerte dijo á los H u n o s : « C ó m o os atrevéis
a pasar d e l a n t e de esos g u e r r e r o s ? Si volvéis á hacerlo, os
q u e u n rey hubiera recibido á s u s h u é s p e d e s c o n m á s c a -
sucederá u n a desgracia.»
r i ñ o . Llegada la h o r a se dirigió á la m e s a c o n ellos.
N u n c a u n rey f u é tan e x p l é n d i d o c o n sus huéspedes. « Dispararé sobre cualquiera de v o s o t r o s tan f u e r t e
flechazo q u e si tiene algún a m i g o fiel lo llorará sin r e m e -
D i é r o n l e s q u e beber y q u e c o m e r en a b u n d a n c i a , y dis-
dio. V o s o t r o s debéis a n d a r detrás de n u e s t r o s g u e r r e r o s
p u e s t o s estaban á darles c u a n t o p u d i e r a n desear. D e a q u e - esto es lo q u e debéis hacer. T o d o s s o m o s g u e r r e r o s , p e r o
llos h é r o e s se habían c o n t a d o g r a n d e s maravillas. n o todos t i e n e n igual v a l o r . » y

El altivo Etzel había e m p l e a d o e n u n a m o r a d a sus


c u i d a d o s , su d i n e r o y m u c h o t r a b a j o : había h e c h o c o n s - E n t a n t o q u e con g r a n cólera h a b l a b a así el m ú s i c o el
t r u i r e n u n a g r a n población s u palacio c o n m u c h a s t o r r e s tuerte H a g e n m i r ó hacia atrás y dijo : « El valiente m ú -
sico os a c o n s e j a b i e n ; volved á vuestros a p o s e n t o s , s o l d a -
y un m a g n í f i c o salón,
d o s de C n m i l d a . »
q u e m u c h o s guerreros v e n í a n á visitar e n todos t i e m -
p o s . A d e m á s del a c o m p a ñ a m i e n t o se hallaban cerca del « M e parece q u e n i n g u n o llevará á cabo lo que ha
r e y , doce ricos y elevados reyes y m u c h o s valientes gue- p e n s a d o , p e r o si queréis c o m e n z a r , esperad hasta mañana
t e m p r a n o . D e j a d n o s reposar a h o r a , p u e s s o m o s extran-
r r e r o s q u e estaban allí e n t o d o t i e m p o .
jeros. Me parece q u e n u n c a los caballeros obrarían de o t r o
J a m á s u n rey t u v o cerca de sí t a n t a g e n t e . R o d e a d o d e modo.»
LOS NIBELUNGOS

« N o tengáis cuidado , « l e r e s p o n d i ó H a g e n al h é r o e ,
« y o m i s m o quiero hacer esta n o c h e centinela , y creo que
p o d r é p r o t e j e r o s h a s t a q u e sea de día. Estad sin t e m o r ;
l u e g o cada u n o saldrá c o m o p u e d a . »
Al escuchar e s t o , t o d o s le dieron las gracias. D e s p u é s
se r e t i r a r o n á los lechos y n o t a r d a r o n m u c h o los h é r o e s
en quedarse d o r m i d o s . H a g e n el f u e r t e se c o m e n z ó á
armar.
El m ú s i c o , el valeroso V o l k e r , le dijo. Si n o te o p o n e s ,
a m i g o H a g e n , quiero hacer guardia en tu c o m p a ñ í a h a s t a
q u e brille la a u r o r a . El g u e r r e r o dió las gracias c o n c a -
riño.
A m b o s se c i ñ e r o n las brillantes a r m a d u r a s , y cada
cual e m b r a z ó su e s c u d o ; salieron del salón y se c o l o c a r o n
a n t e la p u e r t a d o n d e v e l a r o n p o r sus c o m p a ñ e r o s c o n
C o n d u j e r o n á los e x t r a n - g r a n lealtad.
jeros á u n a espaciosa sala V o l k e r el valiente a p o y ó su e s c u d o c o n t r a el m u r o de
d o n d e habían p r e p a r a d o la sala y e n t r ó e n ella p a r a coger su laúd. D e s p u é s hizo
para todos los g u e r r e r o s le- c o n sus a m i g o s lo q u e c o n v e n í a á u n h é r o e tan m a g n á -
chos m u y c ó m o d o s , a n c h o s nimo.
y largos. C o n t r a ellos m e - S e n t ó s e en u n a piedra á la p u e r t a del palacio. N u n c a
ditaba Crimilda g r a n d e s se había oído á u n m ú s i c o tan n o t a b l e . Hirió las c u e r d a s
pesares. de su i n s t r u m e n t o y sacó s o n e s t a n dulces, q u e los extran-
Se veían allí m u c h a s c o l - jeros le d i e r o n las gracias.
chas de riquísimos t e j i d o s Las cuerdas r e s o n a b a n e n toda la sala , pues su h a b i l i -
y s u n t u o s o s c o r t i n a j e s de dad y su fuerza e r a n iguales. C o m e n z ó á tocar m á s s u a v e
H e r m e l i n y L o b e l , m á s bri- y m á s m e l o d i o s a m e n t e y m u c h o s g u e r r e r o s cuidadosos se
llantes que la luz del día. durmieron.
N u n c a u n rey ni su a c o m - C u a n d o v i ó q u e estaban d o r m i d o s , e m b r a z ó de n u e v o
pañamiento tuvieron m o r a - el escudo y saliendo del salón se c o l o c ó a n t e la p u e r t a
da t a n rica. para g u a r d a r á los B o r g o ñ o n e s de los guerreros de C r i m i l d a .
« ¡ O h ! D e s g r a c i a d o nues- H a c i a la m e d i a n o c h e ó m á s ( n o p u e d o decirlo de
tro a p o s e n t o de esta n o c h e , » cierto), V o l k e r el esforzado vió brillar e n las tinieblas u n o s
dijo Geiselher el j o v e n , « y y e l m o s . Los g u e r r e r o s de C r i m i l d a deseaban atacar á los
desgraciados los a m i g o s q u e extrangeros.
nos h a n a c o m p a ñ a d o , pues A n t e s de enviar á los suyos, C r i m i l d a les había d i c h o :
aunque mi hermana nos ha « S i p o r gracia de D i o s los e n c o n t r á i s , os r u e g o q u e n o
invitado c o n t a n t o a g a s a j o , t e m o q u e p o r su causa n o s matéis m á s q u e al traidor H a g e n ; dejad la vida á los
demás.»
d é n aquí m u e r t e . »
El músico dijo. « A m i g o H a g e n , n o s c o n v i e n e l u c h a r
j u n t o s c o n t r a el peligro. Me p a r e c e q u e sé?acercan u n o s
g u e r r e r o s y si n o m e e n g a ñ o q u i e r e n a t a c a r n o s . »
U n g u e r r e r o H u n o vió q u e en la puerta había centinela 4
y dijo el atrevido. « D e b e m o s desechar n u e s t r o propósito;
el m ú s i c o está de g u a r d i a en la e n t r a d a . » XXXI.
« Lleva en la cabeza u n y e l m o brillante d u r o y b r u ñ i d o ,
fuerte y de u n a sola pieza. S u coraza brilla t a m b i é n
c o m o el f u e g o . A su lado está H a g e n : los extrangeros DE COMO LOS SEÑORES FUERON A LA IGLESIA
tienen b u e n a guardia. »
Se r e t i r a r o n i n m e d i a t a m e n t e . C u a n d o lo advirtió V o l k e r
dijo c o n cólera á su c o m p a ñ e r o : » D é j a m e q u e vaya detrás
de esos g u e r r e r o s ; les p r e g u n t a r é noticias de la g e n t e de E tal m o d o siento f r í o en mi arnés » , dijo Vol-
Crimilda. » ker , « q u e p i e n s o que la n o c h e n o debe d u r a r
« Si m e quieres n o hagas tal cosa », le replicó H a g e n al __ _ m u c h o . P o r lo frío del aire o p i n o q u e n o t a r -
m o m e n t o : « Si os alejáis de la sala tal vez os a t a q u e n esos dará en ser de día. » V e l a r o n p o r los m u c h o s
g u e r r e r o s hasta tal p u n t o q u e m e será necesario acudir á que aun dormían.
vuestra defensa a u n q u e cueste la m u e r t e á t o d o s mis pa- L a brillante m a ñ a n a i l u m i n ó á los e x t r a n j e r o s e n la
rientes. » sala. H a g e n c o m e n z ó á despertar á los g u e r r e r o s para q u e
« C u a n d o los dos e s t e m o s e n la pelea, dos ó c u a t r o de f u e r a n á misa á la iglesia. S e g ú n las c o s t u m b r e s cristianas,
ellos se a r r o j a r á n al m o m e n t o s o b r e esta h a b i t a c i ó n y ase- las c a m p a n a s c o m e n z a r o n á t a ñ e r .
sinarán á n u e s t r o s a m i g o s de m o d o q u e jamás p o d r e m o s Se e s c u c h a b a n distintos c a n t o s , m a r c á n d o s e así la dife-
olvidarlo.» r e n c i a e n t r e cristianos y p a g a n o s . L a g e n t e de G u n t e r
V o l k e r le r e s p o n d i ó e n s e g u i d a : « H a g a m o s p o r lo quería ir á la i g l e s i a ; todos h a b í a n d e j a d o el lecho al mis-
m e n o s de m o d o q u e c o m p r e n d a n q u e los h e m o s visto á fin m o tiempo.
de q u e los h o m b r e s de Crimilda n o p u e d a n n e g a r que h a n A v a n z a r o n los g u e r r e r o s l l e v a n d o trajes tan m a g n í f i c o s
q u e r i d o ser desleales c o n n o s o t r o s . » c o m o n u n c a los h a b í a n llevado héroes. H a g e n e x p e r i m e n t ó
El músico gritó á los H u n o s : « ; A d o n d e vais a r m a d o s de p e n a y dijo : « A q u í es m e n e s t e r gastar o t r o s vestidos »,
ese m o d o , atrevidos guerreros ? ¿ Vais d e m e r o d e o , a c o m - « P u e s bien sabéis lo q u e sucede. E n vez de rosas h a y
p a ñ a n t e s de Crimilda ? Si es así i r e m o s en vuestra a y u d a q u e llevar e n las m a n o s las e s p a d a s ; en l u g a r de capacetes
y o y m i c o m p a ñ e r o de a r m a s . » a d o r n a d o s , los brillantes y bien t e m p l a d o s y e l m o s . Ya
N a d i e dijo u n a p a l a b r a ; p o r lo cual se p u s o f u r i o s o . s a b e m o s cuál es el á n i m o a e C r i m i l d a . »
« ¡ O h ! ¡ m a l v a d o s cobardes ! », e x c l a m ó el b u e n h é r o e . « T a l vez h o y t e n g a m o s q u e c o m b a t i r , q u i e r o q u e lo
« ¿ H a b é i s q u e r i d o asesinarnos d u r a n t e n u e s t r o s u e ñ o ? R a r a sepáis. E n vez de túnicas de s e d a , vestios b u e n o s t a b a r -
vez h a sucedido s e m e j a n t e desgracia á g u e r r e r o s tan bravos. dos ; y e n vez de ricas c a p a s , llevad v u e s t r o s acerados
D i e r o n á la r e i n a la n o t i c i a de que n a d a h a b í a n h e c h o escudos : si a l g u n o os ataca q u e podáis d e f e n d e r o s . »
s u s enviados : ¡ se afligió c o n razón ! Ella p e n s ó en otros « Mis queridos señores y a m i g o s , id á la iglesia y r o g a d
m e d i o s , p u e s su a l m a estaba f u r i o s a . Q u e r í a hacer m o r i r á Dios c o n t o d o corazón p o r v u e s t r o s c u i d a d o s y penas,
á g u e r r e r o s fuertes y b u e n o s . p u e s estad seguros de q u e se acerca vuestra m u e r t e . » ¡M
El músico dijo. « A m i g o H a g e n , n o s c o n v i e n e l u c h a r
j u n t o s c o n t r a el peligro. Me p a r e c e q u e sé?acercan u n o s
g u e r r e r o s y si n o m e e n g a ñ o q u i e r e n a t a c a r n o s . »
U n g u e r r e r o H u n o vió q u e en la puerta había centinela 4
y dijo el atrevido. « D e b e m o s desechar n u e s t r o propósito;
el m ú s i c o está de g u a r d i a en la e n t r a d a . » XXXI.
« Lleva en la cabeza u n y e l m o brillante d u r o y b r u ñ i d o ,
fuerte y de u n a sola pieza. S u coraza brilla t a m b i é n
c o m o el f u e g o . A su lado está H a g e n : los extrangeros DE COMO LOS SEÑORES FUERON A LA IGLESIA
tienen b u e n a guardia. »
Se r e t i r a r o n i n m e d i a t a m e n t e . C u a n d o lo advirtió V o l k e r
dijo c o n cólera á su c o m p a ñ e r o : » D é j a m e q u e vaya detrás
de esos g u e r r e r o s ; les p r e g u n t a r é noticias de la g e n t e de E tal m o d o siento f r í o en mi arnés » , dijo Vol-
Crimilda. » ker , « q u e p i e n s o que la n o c h e n o debe d u r a r
« Si m e quieres n o hagas tal cosa », le replicó H a g e n al __ _ m u c h o . P o r lo frío del aire o p i n o q u e n o t a r -
m o m e n t o : « Si os alejáis de la sala tal vez os a t a q u e n esos dará en ser de día. » V e l a r o n p o r los m u c h o s
g u e r r e r o s hasta tal p u n t o q u e m e será necesario acudir á que aun dormían.
vuestra defensa a u n q u e cueste la m u e r t e á t o d o s mis pa- L a brillante m a ñ a n a i l u m i n ó á los e x t r a n j e r o s e n la
rientes. » sala. H a g e n c o m e n z ó á despertar á los g u e r r e r o s para q u e
« C u a n d o los dos e s t e m o s e n la pelea, dos ó c u a t r o de f u e r a n á misa á la iglesia. S e g ú n las c o s t u m b r e s cristianas,
ellos se a r r o j a r á n al m o m e n t o s o b r e esta h a b i t a c i ó n y ase- las c a m p a n a s c o m e n z a r o n á t a ñ e r .
sinarán á n u e s t r o s a m i g o s de m o d o q u e jamás p o d r e m o s Se e s c u c h a b a n distintos c a n t o s , m a r c á n d o s e así la dife-
olvidarlo.» r e n c i a e n t r e cristianos y p a g a n o s . L a g e n t e de G u n t e r
V o l k e r le r e s p o n d i ó e n s e g u i d a : « H a g a m o s p o r lo quería ir á la i g l e s i a ; todos h a b í a n d e j a d o el lecho al mis-
m e n o s de m o d o q u e c o m p r e n d a n q u e los h e m o s visto á fin m o tiempo.
de q u e los h o m b r e s de Crimilda n o p u e d a n n e g a r que h a n A v a n z a r o n los g u e r r e r o s l l e v a n d o trajes tan m a g n í f i c o s
q u e r i d o ser desleales c o n n o s o t r o s . » c o m o n u n c a los h a b í a n llevado héroes. H a g e n e x p e r i m e n t ó
El músico gritó á los H u n o s : « ; A d o n d e vais a r m a d o s de p e n a y dijo : « A q u í es m e n e s t e r gastar o t r o s vestidos »,
ese m o d o , atrevidos guerreros ? ¿ Vais d e m e r o d e o , a c o m - « P u e s bien sabéis lo q u e sucede. E n vez de rosas h a y
p a ñ a n t e s de Crimilda ? Si es así i r e m o s en vuestra a y u d a q u e llevar e n las m a n o s las e s p a d a s ; en l u g a r de capacetes
y o y m i c o m p a ñ e r o de a r m a s . » a d o r n a d o s , los brillantes y bien t e m p l a d o s y e l m o s . Ya
N a d i e dijo u n a p a l a b r a ; p o r lo cual se p u s o f u r i o s o . s a b e m o s cuál es el á n i m o a e C r i m i l d a . »
« ¡ O h ! ¡ m a l v a d o s cobardes ! », e x c l a m ó el b u e n h é r o e . « T a l vez h o y t e n g a m o s q u e c o m b a t i r , q u i e r o q u e lo
« ¿ H a b é i s q u e r i d o asesinarnos d u r a n t e n u e s t r o s u e ñ o ? R a r a sepáis. E n vez de túnicas de s e d a , vestios b u e n o s t a b a r -
vez h a sucedido s e m e j a n t e desgracia á g u e r r e r o s tan bravos. dos ; y e n vez de ricas c a p a s , llevad v u e s t r o s acerados
D i e r o n á la r e i n a la n o t i c i a de que n a d a h a b í a n h e c h o escudos : si a l g u n o os ataca q u e podáis d e f e n d e r o s . »
s u s enviados : ¡ se afligió c o n razón ! Ella p e n s ó en otros « Mis queridos señores y a m i g o s , id á la iglesia y r o g a d
m e d i o s , p u e s su a l m a estaba f u r i o s a . Q u e r í a hacer m o r i r á Dios c o n t o d o corazón p o r v u e s t r o s c u i d a d o s y penas,
á g u e r r e r o s fuertes y b u e n o s . p u e s estad seguros de q u e se acerca vuestra m u e r t e . » ¡M
« N o olvidéis n a d a de lo q u e habéis h e c h o y sed a n t e
C r i m i l d a se dirigió á la iglesia r o d e a d a de la m u l t i t u d ,
D i o s h u m i l d e s y s u m i s o s . Q u i e r o q u e sepáis , valerosos
y los dos c o m p a ñ e r o s n o quisieron ceder u n paso de la
g u e r r e r o s , q u e sí el Dios del cielo n o os s a l v a , n o v o l v e -
a n c h u r a de dos m a n o s ; e s t o causó g r a n pesar á los H u -
réis á oir misa.»
n o s . Ella se vió obligada á rozar c o n los dos f u e r t e s g u e -
L o s príncipes y sus g e n t e s se dirigieron á la iglesia. El rreros.
terrible H a g e n hizo q u e se detuvieran j u n t o al s a n t o c e -
A los c a m a r e r o s de Etzel n o pareció bien esto. Si se
m e n t e r i o para que n o se s e p a r a r a n , y les d i j o : « N a d i e
h u b i e s e n atrevido á ello, h a b r í a n p r o v o c a d o el f u r o r de los
sabe todavía lo q u e n o s pasará c o n los H u n o s . »
g u e r r e r o s a n t e el n o b l e r e y . L a m u l t i t u d se a p r e t ó m u c h o ,
« D e j a d , a m i g o s m í o s , v u e s t r o s escudos á los piés y si pero n o h u b o n a d a más.
a l g u n o os hiciera el saludo c o n h o s t i l i d a d , causarle h e r i -
C u a n d o t e r m i n ó el servicio divino, é i b a n á salir, llega-
das m o r t a l e s ; este es el consejo de H a g e n . Así a p r e n d e r á n
r o n á caballo m u c h o s H u n o s . Al lado de C r i m i l d a se
q u e sabéis p o r t a r o s de u n a m a n e r a digna de e n c o m i o . »
veían m u c h a s h e r m o s a s doncellas y m á s de siete m i l caba-
V o l k e r y H a g e n f u e r o n á colocarse a m b o s a n t e la a n - lleros a c o m p a ñ a b a n á la r e i n a .
c h u r o s a iglesia. H a c í a n esto p o r q u e sabían que la reina
C r i m i l d a , c o n sus m u j e r e s , estaba sentada á la v e n t a n a
t e n í a q u e pasar p o r allí. S e n t í a n terrible furia en su a l m a .
al lado de E t z e l , lo cual le agradaba m u c h o . Q u e r í a v e r
L l e g a b a n y a el s o b e r a n o del r e i n o y su h e r m o s a esposa, p a s a r á caballo á los h é r o e s esforzados. ¡ O h ! ¡ c u á n t o s
cubiertos los c u e r p o s c o n s u n t u o s o s trajes y a c o m p a ñ a d o s altivos caballeros p a s a r o n a n t e ella p o r la corte !
de m u c h o s esforzados g u e r r e r o s q u e f o r m a b a n su séquito.
El mariscal había llegado allí con s u s caballos. El fuerte
La caballería de C r i m i l d a l e v a n t a b a el p o l v o del c a m i n o .
D a n k w a r t llevaba t o d o el a c o m p a ñ a m i e n t o q u e sus s e ñ o r e s
C u a n d o el rico r e y vió a r m a d o s á los príncipes y á los habían traído de B o r g o ñ a . A d m i r a r o n las m o n t u r a s q u e
de su a c o m p a ñ a m i e n t o , dijo : C ó m o es q u e mis amigos llevaban los caballos de los N i b e l u n g o s .
llevan sus 3'elmos ? Esto m e causa p e n a , á fé m í a , p u e s
L o s príncipes y sus g u e r r e r o s h a b í a n ido á caballo; el
n o los he o f e n d i d o . »
atrevido V o l k e r les c o m e n z ó á aconsejar que hicieran u n
« O s daré satisfacción de la m a n e r a que os parezca t o r n e o c o m o t e n í a n c o s t u m b r e e n su reino. L o s g u e r r e r o s
b u e n a . Si os h a causado alguien pesar e n el c o r a z ó n ó e n c o m e n z a r o n e n t o n c e s i esgrimir las a r m a s .
el a l m a , le h a r é saber q u e m e h a o f e n d i d o . C u a n t o pidáis
N o se a r r e p i n t i e r o n de hacer lo q u e el h é r o e les a c o n -
e s t o y dispuesto á c o n c e d é r o s l o . »
sejaba : el r u i d o de los c h o q u e s de las lanzas se hizo m u y
A estas p a l a b r a s , r e s p o n d i ó H a g e n : « N a d i e n o s h a g r a n d e . E n la corte se r e u n i e r o n m u c h o s h o m b r e s , á los
h e c h o m a l , pero es c o s t u m b r e de m i s señores p e r m a n e c e r q u e t a m b i é n c o m e n z a r o n á mirar Etzel y C r i m i l d a .
a r m a d o s d u r a n t e tres días en todas las fiestas. Si alguien
L l e g a r o n al t o r n e o diferentes h o m b r e s , g u e r r e r o s de
n o s ofendiera lo h a r í a m o s saber á Etzel.»
Dietrich , para e n c o n t r a r s e c o n los e x t r a n j e r o s . Q u e r í a n
L a reina c o m p r e n d i ó lo q u e H a g e n quería decir y m i r ó justar c o n los B o r g o ñ o n e s y c o n placer lo h u b i e r a n h e c h o
al h é r o e c o n r e n c o r o s o s o j o s . A pesar de t o d o , n o d i j o si les h u b i e r a n d a d o p e r m i s o .
cual era la c o s t u m b r e en su p a í s , a u n q u e m u c h o t i e m p o
¡ O h ! ¡ q u é de b u e n o s caballeros habían ido c o n ellos !
hacía q u e c o n o c í a las de los B o r g o ñ o n e s .
Hicieron saber al h é r o e Dietrich , q u e n o permitiera á los
P o r g r a n d e y f u e r t e q u e f u e r a la cólera de la r e i n a , si s u y o s justar c o n el a c o m p a ñ a m i e n t o de G u n t e r ; temía
cualquiera h u b i e r a d a d o á Etzel noticias de lo que p a s a b a , p o r sus g e n t e s y esto era u n a g r a n desgracia.
h u b i e r a evitado lo q u e sucedió d e s p u é s , p e r o p o r g r a n d e
C u a n d o se m a r c h a r o n los q u e habían i d o c o n D i e t r i c h ,
o r g u l l o nadie quería confesarlo.
llegaron de Bechlaren los fieles de R u d i g u e r o en n ú m e r o
LOS NIBELUNGOS

Etzel y Crimilda los v i e r o n al m o m e n t o , pues justaban


a n t e ellos. La reina los v i ó venir c o n g r a n placer en odio
á los B o r g o ñ o n e s .
Así pensaba e n su interior y o c u r r i ó m á s tarde. « Si
o f e n d e n á c u a l q u i e r a , confío e n q u e p r i n c i p i a r á el c o m -
bate ; p o d r é v e n g a r m e de m i s e n e m i g o s y t e r m i n a r á n mis
cuidados. »
S c h r u t a n o y G i b e c k e , R a m u n c o y H o r n b o g o llegaron
al t o r n e o á la m a n e r a de los H u n o s , é hicieron f r e n t e á
los g u e r r e r o s B o r g o ñ o n e s : las astillas de las lanzas salta-
r o n p o r encima de las paredes del palacio.
de q u i n i e n t o s , los P o r m u c h o q u e todos hicieron , n o era m a s que r u i d o .
cuáles e n t r a r o n e n la E n el palacio y en los salones se escuchaba el c h o c a r de
sala c u b i e r t o s c o n los es- los escudos de los h o m b r e s de G u n t e r . Allí consiguió su
c u d o s . El m a r g r a v e sentía acompañamiento grande honor.
p e s a r , p u e s n o quería q u e El t o r n e o era t a n fuerte y t a n a n i m a d o q u e los b u e n o s
justaran. caballos q u e m o n t a b a n los g u e r r e r o s a r r o j a b a n e s p u m a á
Se acercó r e c a t a d a m e n - través de los bocados. J u s t a r o n con los H u n o s p o r d e f e -
te á las c o m p a ñ í a s , y dijo rencia.
á sus hombres que podían El f u e r t e V o l k e r , el n o b l e m ú s i c o , d i j o : « C r e o q u e
advertir, c o m o los q u e h a - esos guerreros n o se atreverán á h a c e r n o s f r e n t e . H e o í d o
bían i d o c o n G u n t e r e s t a - decir q u e n o s odiaban , n u n c a se les h a p r e s e n t a d o m e j o r
b a n de m a l h u m o r y q u e ocasion.»
le darían u n placer c o n n o « A h o r a , » dijo el altivo r e y , « es necesario llevar
t o m a r parte en el t o r n e o . n u e s t r o s caballos ; v o l v e r e m o s p o r la n o c h e c u a n d o sea
C u a n d o se r e t i r a r o n es- h o r a . T a l vez e n t o n c e s la reina c o n c e d a el p r e m i o á los
tos h é r o e s , l l e g a r o n los de Borgoñones.»
T u r i n g a , según nos han V i e r o n llegar á u n o m á s bello q u e t o d o s los H u n o s q u e
d i c h o , y los fuertes de hasta e n t o n c e s se habían p r e s e n t a d o . E n la v e n t a n a debía
D i n a m a r c a . A los g o l p e s de estar la q u e a m a b a , y se adelantaba c o n tan airoso c o n -
v o l a r o n e n astillas las astas t i n e n t e q u e parecía u n recien d e s p o s a d o .
de m u c h a s lanzas. V o l k e r dijo : « ¿ Q u i é n es el q u e llega ? Ese a f e m i n a d o
I r n f r i d o y H a w a r t lle- d e b e sentir mis golpes. Nadie lo p o d r á evitar, p o r q u e e n
g a r o n al t o r n e o : los del ello vá su vida : ¿ q u é m e i m p o r t a á mí la cólera de la es-
R h i n l u c h a r o n c o n t r a ellos posa de Etzel ?»
c o n á n i m o esforzado , es- « N o h a g a s eso si m e quieres » le dijo el rey , « la g e n -
g r i m i e n d o f u e r t e s lanzadas c o n t r a los de T u r i n g a ; m á s de te n o s censuraría si lo a c o m e t i é r a m o s : d e j a q u e los H u n o s
u n f u e r t e escudo q u e d ó a g u j e r e a d o . , c o m i e n c e n , esto será m e j o r . » El r e y Etzel seguía e n la
L l e g ó el g u e r r e r o Bloedel c o n tres m i l de los s u y o s . v e n t a n a al lado de la reina.
« Q u i e r o a n i m a r el t o r n é o » dijo e n t o n c e s H a g e n : jéronles agua.. L o s del R h i n t e n í a n allí fuertes e n e m i g o s .
« H a g a m o s ver á esas m u j e r e s y á esos g u e r r e r o s q u e s a - A u n q u e á Etzel le i n c o m o d a b a , se vió m u c h a g e n t e
b e m o s c a b a l g a r ; de cualquier m a n e r a q u e s e a , n o c o n c e - a r m a d a q u e se agolpaba c u a n d o p a s a r o n los príncipes para
d e r á n el p r e m i o á los h é r o e s de G u n t e r . » ir á la m e s a : t o d o revelaba el odio hacia los e x t r a n j e r o s .
V o l k e r el atrevido, e n t r ó de n u e v o en la liza c a u s a n d o Q u e r í a n v e n g a r á su p a r i e n t e si había t i e m p o para ello.
al c o r a z ó n de m u c h a s m u j e r e s g r a n d e s sobresaltos. E s g r i - « Preferir c o m e r c o n vuestras espadas , q u e sin ellas,
m i ó su l a n z a c o n t r a el c u e r p o del rico H u n o ; se vió ense- es y a u n a g r a n d e s c o r t e s í a » dijo el s o b e r a n o del país.
guida llorar á m u c h a s m u j e r e s y m u c h a s doncellas. « Si a l g u n o de v o s o t r o s hace la m e n o r ofensa á m i s hués-
. I n m e d i a t a m e n t e H a g e n c o n sus g u e r r e r o s , en n ú m e r o pedes , le cuesta la cabeza. S a b e d l o , H u n o s . »
de sesenta, se dirigieron al sitio en q u e justaba el m ú s i c o . A n t e s que se s e n t a r a n pasó m u c h o t i e m p o , los c u i d a -
Etzel y C r i m i l d a veían t o d o aquello. dos de Crimilda eran g r a n d e s . Ella dijo : « P r í n c i p e de
L o s reyes n o quisieron dejar sin a y u d a al b u e n m ú s i c o B e r n a , os pido a y u d a y c o n s e j o ; m i angustia es g r a n d e . »
en m e d i o de los e n e m i g o s . F u e r o n allá c o n m i l g u e r r e r o s A estas palabras r e s p o n d i ó H i l d e b r a n d o , el n o b l e c a b a -
c a m i n a n d o c o n g r a n m a e s t r í a ; t o d o c u a n t o q u e r í a n lo llero. « El q u e a t a q u e á los N i b e l u n g o s lo hará sin m i
llevaban á cabo c o r t é s m e n t e . a y u d a ; n i n g ú n tesoro p o d r á d e c i d i r m e , y a d e m á s les s u -
C u a n d o el rico H u n o f u é h e r i d o de m u e r t e , se e s c u c h ó cederá u n a desgracia. Éstos esforzados g u e r r e r o s n o h a n
á sus parientes llorar y quejarse. T o d o el a c o m p a ñ a m i e n - sido v e n c i d o s todavía.»
to p r e g u n t ó : « ¿ Q u i é n ha h e c h o e s o ? Eso lo h a h e c h o el « H a g e n m e ha c a u s a d o g r a n d e s p e s a r e s , p u e s él asesi-
m ú s i c o , .Volker el esforzado a r t i s t a . » n ó á Sigfrido , m i a m a d o esposo. Daría todas mis riquezas
L o s parientes del m a r g r a v e de los H u n o s , p e d í a n á al q u e lo separara de los s u y o s , p e r o si u n o m á s pereciera,
g r a n d e s voces sus escudos y sus e s p a d a s ; q u e r í a n d a r sentiría g r a n d í s i m a aflicción. »
m u e r t e al m ú s i c o . El rey había visto t o d o a q u e l l o desde H i l d e b r a n d o le r e s p o n d i ó enseguida : « ¿ C ó m o podría
la v e n t a n a . m a t á r s e l e cerca de los suyos ? Fácil es q u e c o m p r e n d á i s
P o r todas partes l a n z a b a n g r i t o s los H u n o s . L o s p r í n - q u e si se atacara á ese h é r o e , se e m p e ñ a r í a enseguida u n
cipes y V o l k e r e c h á r o n pié á tierra a n t e la sala , y el c o m b a t e , en el q u e t e n d r í a n . q u e perecer p o b r e s y ricos.»
a c o m p a ñ a m i e n t o de G u n t e r d e j ó á u n lado los caballos. El señor D i e t r i c h , a n i m a d o de los m e j o r e s s e n t i m i e n t o s ,
L l e g ó el rey Etzel y separó á los dos g r u p o s . añadió : « D e j a d esas palabras rica reina ; vuestros p a r i e n -
D e m a n o s de u n p r i m o s u y o de los H u n o s , a r r a n c ó tes n o n o s h a n inferido ofensa n i n g u n a q u e p u e d a llevar-
u n a afilada e s p a d a , y esgrimiéndola los separó á t o d o s ; n o s á u n c o m b a t e c o n t r a los f u e r t e s g u e r r e r o s . »
g r a n d e era su cólera. «¡ O h ! ¡ c ó m o v o y á p e r d e r l o s ser- « V u e s t r a petición os favorece m u y p o c o , n o b l e esposa
vicios de estos h é r o e s del rey , y n o es b u e n o q u e r e r quitar la vida á vuestros
si m a t á i s aquí el n o b l e artista ! » e x c l a m ó el r e y E t z e l . parientes. C o n g r a n confianza h a n v e n i d o á este país.
« Y o h e visto c o m o atacó á ese H u n o . Él n o h a t e n i d o la Sigfrido n o será v e n g a d o p o r la m a n o de D i e t r i c h . »
c u l p a , sino su caballo q u e se h a d e s b o c a d o . N o h a l l a n d o deslealtad n i n g u n a en el de B e r n a , p r o m e -
« Es m e n e s t e r d e j a r e n paz á mis huéspedes. » El mis- tió hacer m a n d a r á Bloedel u n a extensa m a r c a q u e e n o t r o
m o lo a c o m p a ñ ó . L l e v a r o n los caballos á sus c u a d r a s t i e m p o tenía N u d u n g o . Bien p r o n t o m a t á n d o l e , le h i z o
d o n d e m u c h o s criados los c u r a r o n y v e n d a r o n c o n e s m e r o . olvidar D a n k w a r t el r e g a l o .
El príncipe c o n sus a m i g o s se dirigió al s a l ó n , y c o n t u - Ella le dijo: « T u m e a y u d a r á s , h e r m a n o Bloedel. A q u í
vo c o n imperio t o d o s los o d i o s . P u s i e r o n las mesas y t r a - en esta casa están mis e n e m i g o s , los q u e asesinaron á
Los del a c o m p a ñ a m i e n t o c o m i e r o n en sus habitaciones
Sigfrido , m i q u e r i d o esposo. A l que m e ayude á v e n g a r -
y les habían puesto sirvientes para que los atendieran con
lo 0 , quedaré siempre reconocida. » e s m e r o . N o pasó m u c h o tiempo sin que aquella hospita-
Bloedel le respondió. « S e ñ o r a , bien sabéis que n o lidad se convirtiera en llanto y duelo.
p u e d o dar satisfacción á vuestro o d i o , pues Etzel quiere
C o m o n o podía provocarse el c o m b a t e de otro m o d o y
m u c h o á vuestros h e r m a n o s . Si les causara algún m a l , la Crimilda sentía siempre el dolor en su corazón , hicieron
cólera de Etzel caería sobre m í . » .
« N o , señor B l o e d e l , y o os lo agradecería siempre , os llevar á la mesa al hijo de Etzel. ¿ C o m o u n a esposa podía
daré en premio toda mi plata y mi oro y u n a h e r m o s a es- vengarse de u n a m a n e r a m á s cruel ?
posa , la viuda de N u d u n g o : placer tendríais acariciando Llegaron luégo c u a t r o h o m b r e s de Etzel llevando á
su h e r m o s o cuerpo.» Ortlieb el h i j o del r e y , y colocaron al príncipe en la mesa
« Yo os daría además tierras y ciudades ; siempie p o - en q u e estaba H a g e n . El n i ñ o tenía que m o r i r á los gol-
dríais vivir satisfecho, noble caballero , si consiguierais la pes de su terrible odio.
marca que tenía N u d u n g o . T o d o lo que h o y os p r o m e t o lo C u a n d o el rey vió á su hijo , dijo a m i s t o s a m e n t e á los
h e r m a n o s de su m u j e r : « M i r a d , amigos m í o s , ese es m i
cumpliría fielmente. » ^
hijo ú n i c o y de vuestra h e r m a n a p o r lo q u e todos seréis
C u a n d o Bloedel conoció toda la r e c o m p e n s a , c o m o
b u e n o s con él. »
aquella h e r m o s a le agradaba m u c h o , se preparo a conse-
guir, combatiendo, la h e r m o s a m u j e r . P e r o en aquella e m - «Si crece en relación con su o r i g e n , llegará á ser un
presa debía perder la vida. f u e r t e h o m b r e , rico y noble a d e m á s , valeroso y atrevido.
Si vivo le daré doce ricos dominios de reyes y con esto el
Dijo á la reina : « Entrad e n la sala y sin que nadie pue-
joven Ortlieb p o d r á serviros bien.»
da sospechar provocaré u n c o m b a t e . Menester es que
« P o r esto os ruego, queridos amigos míos, que c u a n d o
H a g e n pague el m a l que os h a hecho. O s entregaré a m a -
volváis al R h i n llevéis al hijo de vuestra h e r m a n a y obréis
rrado al vasallo de G u n t e r . » cariñosamente con ese niño.»
« A h o r a , exclamó B l o e d e l , a r m a o s , todos los de m i
« E d u c a d l o en el h o n o r hasta q u e se'a un h o m b r e y si
séquito. I r e m o s en busca d e n u e s t r o s enemigos a su alo-
alguna vez en vuestro país os ofende a l g u i e n , él os a y u d a r á
jamiento. La esposa de Etzel m e lo pide, y n o se lo puedo
á vengaros tan p r o n t o c o m o sus fuerzas se lo p e r m i t a n . »
n e g a r ; por e s t o , h é r o e s , d e b e m o s e x p o n e r nuestros
« Esos guerreros podrían tener confianza en él, si llega-
CU
C u a n d o la reina dejó al guerrero Bloedel dispuesto á ra á h o m b r e »,-dijo Elagen, «pero el joven rey morirá bien
e m p r e n d e r el c o m b a t e , se dirigió á la mesa d o n d e estaba p r o n t o : difícilmente se m e p o d r á ver ir á la corte de O r t -
Etzel con su a c o m p a ñ a m i e n t o . H a b í a preparado u n a h o - lieb.»
rrible traición c o n t r a los extranjeros. / El rey m i r ó á H a g e n ; aquellas palabras le afligían y le
causaban i n q u i e t u d , p e r o n a d a le respondió. Los i n t e n t o s
Q u i e r o deciros c o m o fué al b a n q u e t e : se veían allí ri-
de H a g e n n o se armonizaban con la fiesta aquella.
cos reyes con la corona ceñida m a r c h a n d o delante d e ella,
m u c h o s elevados príncipes y m u c h o s valerosos guerreros Lo que H a g e n había dicho afligió á todos los príncipes
y á los que f o r m a b a n su a c o m p a ñ a m i e n t o . Estaban tristes
que hacían grandes h o n o r e s á la reina.
p o r tenerlo que soportar y a u n ignoraban lo que m u y
El rey hizo dar asientos á todos los e x t r a ñ a r o s , colo-
p r o n t o tenía que hacer aquel g u e r r e r o .
cando cerca de sí á los de m á s valía. Hizo servir lo m i s m o
á los cristianos que á los p a g a n o s , siempre c o n a b u n d a n - Muchos de los que le habían escuchado hubieran q u e r i -
cia , pues así lo quería el sabio r e y . d o atacarle al m o m e n t o y el m i s m o rey lo hubiera h e c h o
C o n ella asestó tan f u e r t e t a j o á Bloedel q u e la cabeza
de permitírselo su h o n o r . Bien p r o n t o H a g e n hizo m á s ,
cubierta c o n el y e l m o cayó á sus piés. « Sea esta el
pues m a t ó al n i ñ o á su propia vista.
morgengabe» dijo el f u e r t e D a n k w a r t , « para la viuda de
N u d u n g o á q u i e n querías ofrecer tu a m o r . »
« M a ñ a n a p o d r á n desposarla c o n o t r o h o m b r e y si
quiere t e n e r bienes esponsalicios se le tratará del m i s m o
m o d o . » U n h u n o q u e lo quería le había d i c h o que la es-
XXXII.
posa del r e y les p r e p a r a b a crueles emboscadas.
C u a n d o los g u e r r e r o s de Bloedel vieron m u e r t o á su
DE COMO BLOEDEL LUCHÓ CON DANKWART EN s e ñ o r , n o quisieron t e n e r consideración p o r m á s t i e m p o á
EL ALOJAMIENTO.
los e x t r a n j e r o s . C o n las espadas levantadas y poseídos de
indecible rábia, a c o m e t i e r o n á los sirvientes, p e r o m u c h o s
se a r r e p i n t i e r o n .
D a n k w a r t gritó á los j ó v e n e s : « B i e n v e i s , n o b l e s jóve-
nes, lo q u e os a g u a r d a . Y a q u e s o m o s e x t r a n j e r o s d e f e n d á -
o s g u e r r e r o s de Bloedel estaban listos. E n n ú -
m o n o s bien. E s t a m o s e n peligro p o r m á s q u e C r i m i l d a
m e r o de mil a v a n z a r o n hacia la sala en q u e
nofe h a y a i n v i t a d o a f e c t u o s a m e n t e . »
D a n k w a r t estaba á la m e s a con los criados.
Los q u e n o t e n í a n espadas , se defendieron con los b a n -
E n t r e los h é r o e s e s t a l l ó l a l u c h a m á s v i o l e n t a .
cos , c o g i e n d o del suelo los a n c h o s escabeles. Los servi-
C u a n d o el g u e r r e r o Bloedel pasó ¡unto á las mesas,
dores de los B o r g o ñ o n e s n o q u e r í a n r e t r o c e d e r . C o n las
D a n k w a r t el mariscal lo recibió m u y a m i s t o s a m e n t e .
sillas bollaron m u c h a s corazas.
« Bienvenido p o r a q u í , m i s e ñ o r B l o e d e l : i g n o r o lo q u e
¡ C o n c u á n t a f u r i a se d e f e n d i e r o n aquellos jóvenes lejos
o c u r r e ; ¿ q u é noticias vais á d a r m e ?
de su patria ! E c h a r o n f u e r a de los a l o j a m i e n t o s á los i n -
« N o te está p e r m i t i d o s a l u d a r m e » le r e s p o n d i o Bloedel,
v a s o r e s q u e d a n d o m u e r t o s q u i n i e n t o s ó m á s de ellos. T o -
« pues mi venida aquí es p a r a tu m u e r t e p o r causa de tu
dos los del a c o m p a ñ a m i e n t o estaban h ú m e d o s y rojos de
h e r m a n o H a g e n q u e m a t ó á Sigfrido. M e n e s t e r es que
, sangre.
los H u n o s te lo h a g a n pagar á tí y á m u c h o s g u e r r e r o s . »
E s t a noticia la s u p i e r o n al p o c o t i e m p o los g u e r r e r o s
« N a d a de eso , s e ñ o r B l o e d e l » , le replico D a n k w a r t ,
del r e y Etzel y les causó g r a n dolor el q u e Bloedel c o n
« p u e s si f u e r a así t e n d r í a m o s que a r r e p e n t i m o s de n u e s -
s u s h o m b r e s h u b i e r a n m u e r t o y q u e la causa fuera el h e r -
tro viaje á esta corte. E r a a ú n u n n i ñ o c u a n d o Siglrido
m a n o de H a g e n y su a c o m p a ñ a m i e n t o .
perdió la vida. N o sé pues q u e p u e d e exigir de m i la es-
A n t e s q u e el r e y lo supiera, se r e u n i e r o n los H u n o s en
posa del r e y E t z e l . » .
n ú m e r o de dos mil ó m á s . Se dirigieron c o n t r a el a c o m -
« N a d a p u e d o deciros acerca de eso ; t u s parientes G u n -
p a ñ a m i e n t o c o m o tenía q u e suceder y de t o d o s ellos n o
ter y H a g e n l o h i c i e r o n ; a h o r a d e f e n d e o s , pobres g e n t e s ,
dejaron á u n o con vida.
n o p o d é i s escapar y es m e n e s t e r q u e vuestra m u e r t e sea L o s infieles llevaron u n fuerte ejército d e l a n t e del a l o -
u n a satisfacción para C r i m i l d a . » , ^ . j a m i e n t o . Las servidores e x t r a n j e r o s se d e f e n d i e r o n v a l e -
«¿ D e m o d o q u e n o queréis d e j a r n o s ? » p r e g u n t o D a n k - r o s a m e n t e ; ¿ pero de q u e les servían s u s p u j a n t e s e s f u e r -
w a r t . « ¡ S i e n t o las disculpas q u e os h e d a d o y q u e hubie- zos ? Ellos debían s u c u m b i r . P o c o t i e m p o después sucedió
ra p o d i d o a h o r r a r m e ! »> El rápido y f u e r t e g u e r r e r o salto u n a terrible catástrofe.
de la m e s a y tiró de u n a acerada espada a n c h a y t u e r t e .
C o n ella asestó tan f u e r t e t a j o á Bloedel q u e la cabeza
de permitírselo su h o n o r . Bien p r o n t o H a g e n hizo m á s ,
cubierta c o n el y e l m o cayó á sus piés. « Sea esta el
pues m a t ó al n i ñ o á su propia vista.
morgengabe» dijo el f u e r t e D a n k w a r t , « para la viuda de
N u d u n g o á q u i e n querías ofrecer tu a m o r . »
« M a ñ a n a p o d r á n desposarla c o n o t r o h o m b r e y si
quiere t e n e r bienes esponsalicios se le tratará del m i s m o
m o d o . » U n h u n o q u e lo quería le había d i c h o que la es-
XXXII.
posa del r e y les p r e p a r a b a crueles emboscadas.
C u a n d o los g u e r r e r o s de Bloedel vieron m u e r t o á su
DE COMO BLOEDEL LUCHÓ CON DANKWART EN s e ñ o r , n o quisieron t e n e r consideración p o r m á s t i e m p o á
EL ALOJAMIENTO.
los e x t r a n j e r o s . C o n las espadas levantadas y poseídos de
indecible rábia, a c o m e t i e r o n á los sirvientes, p e r o m u c h o s
se a r r e p i n t i e r o n .
D a n k w a r t grftó á los j ó v e n e s : « B i e n v e i s , n o b l e s jóve-
nes, lo q u e os a g u a r d a . Y a q u e s o m o s e x t r a n j e r o s d e f e n d á -
o s g u e r r e r o s de Bloedel estaban listos. E n n ú -
m o n o s bien. E s t a m o s e n peligro p o r m á s q u e C r i m i l d a
m e r o de mil a v a n z a r o n hacia la sala en q u e
no& h a y a i n v i t a d o a f e c t u o s a m e n t e . »
D a n k w a r t estaba á la m e s a con los criados.
Los q u e n o t e n í a n espadas , se defendieron con los b a n -
E n t r e los h é r o e s e s t a l l ó l a l u c h a m á s v i o l e n t a .
cos , c o g i e n d o del suelo los a n c h o s escabeles. Los servi-
C u a n d o el g u e r r e r o Bloedel pasó ¡unto á las mesas,
dores de los B o r g o ñ o n e s n o q u e r í a n r e t r o c e d e r . C o n las
D a n k w a r t el mariscal lo recibió m u y a m i s t o s a m e n t e .
sillas bollaron m u c h a s corazas.
« Bienvenido p o r a q u í , m i s e ñ o r B l o e d e l : i g n o r o lo q u e
¡ C o n c u á n t a f u r i a se d e f e n d i e r o n aquellos jóvenes lejos
o c u r r e ; ¿ q u é noticias vais á d a r m e ?
de su patria ! E c h a r o n f u e r a de los a l o j a m i e n t o s á los i n -
« N o te está p e r m i t i d o saludarme-) le r e s p o n d i o Bloedel,
v a s o r e s q u e d a n d o m u e r t o s q u i n i e n t o s ó m á s de ellos. T o -
« pues mi venida aquí es p a r a tu m u e r t e p o r causa de tu
dos los del a c o m p a ñ a m i e n t o estaban h ú m e d o s y rojos de
h e r m a n o H a g e n q u e m a t ó á Sigfrido. M e n e s t e r es que
, sangre.
los H u n o s te lo h a g a n pagar á tí y á m u c h o s g u e r r e r o s . »
E s t a noticia la s u p i e r o n al p o c o t i e m p o los g u e r r e r o s
« N a d a de eso , s e ñ o r B l o e d e l » , le replico D a n k w a r t ,
del r e y Etzel y les causó g r a n dolor el q u e Bloedel c o n
« p u e s si f u e r a así t e n d r í a m o s que a r r e p e n t i m o s de n u e s -
s u s h o m b r e s h u b i e r a n m u e r t o y q u e la causa fuera el h e r -
tro viaje á esta corte. E r a a ú n u n n i ñ o c u a n d o Siglrido
m a n o de H a g e n y su a c o m p a ñ a m i e n t o .
perdió la vida. N o sé pues q u e p u e d e exigir de m i la es-
A n t e s q u e el r e y lo supiera, se r e u n i e r o n los H u n o s en
posa del r e y E t z e l . » .
n ú m e r o de dos mil ó m á s . Se dirigieron c o n t r a el a c o m -
« N a d a p u e d o deciros acerca de eso ; t u s parientes G u n -
p a ñ a m i e n t o c o m o tenia q u e suceder y de t o d o s ellos n o
ter y H a g e n l o h i c i e r o n ; a h o r a d e f e n d e o s , pobres g e n t e s ,
dejaron á u n o con vida.
n o p o d é i s escapar y es m e n e s t e r q u e vuestra m u e r t e sea L o s infieles llevaron u n fuerte ejército d e l a n t e del a l o -
u n a satisfacción para C r i m i l d a . » , ^ . j a m i e n t o . Las servidores e x t r a n j e r o s se d e f e n d i e r o n v a l e -
«¿ D e m o d o q u e n o queréis d e j a r n o s ? » p r e g u n t o D a n k - r o s a m e n t e ; ¿ pero de q u e les servían s u s p u j a n t e s e s f u e r -
w a r t . « ¡ S i e n t o las disculpas q u e os h e d a d o y q u e hubie- zos ? Ellos debían s u c u m b i r . P o c o t i e m p o después sucedió
ra p o d i d o a h o r r a r m e ! »> El rápido y f u e r t e g u e r r e r o salto u n a terrible catástrofe.
de la m e s a y tiró de u n a acerada espada a n c h a y t u e r t e .
LOS XI BE L U X G O S 261

z o , se precipitaron al e n c u e n t r o del g u e r r e r o del país de


O i r é i s c o n t a r cosas maravillosas de u n horrible aconteci- Borgoña.
m i e n t o . N u e v e mil servidores yacían en tierra destrozados, « Dios quiera , dijo D a n k w a r t , q u e y o t e n g a u n m e n s a -
c o m o t a m b i é n doce caballeros feudatarios de D a n k w a r t . jero , para hacer saber á m i h e r m a n o H a g e n á q u e e x t r e -
Viósele solo resistir toda- m o m e r e d u c e n los q u e m e a t a c a n . Él m e libraría de ellos
K ^ S k • - i-. vía á sus e n e m i g o s . ó caería m u e r t o á m i l a d o . »
K B I í ^ - El r u i d o se c a l m a , el L o s H u n o s le r e s p o n d i e r o n : « T ú m i s m o serás el m e n -
^»itlBTi*» e s t r u e n d o cesa, D a n k - s a j e r o , c u a n d o te llevemos m u e r t o a n t e tu h e r m a n o .
w a r t , la b u e n a e s p a d a , E n t o n c e s el h o m b r e de G u n t e r c o n o c e r á p o r fin el d o l o r .
m i r a hacia atrás y e s c l a - T ú h a s causado aquí m u c h o s m a l e s al rey Etzel. »
m a : « \ Q u é desgracia ! D a n k w a r t replicó : « Cesad en v u e s t r a s a m e n a z a s y a l e -
¡ c u á n t o s a m i g o s h e per- jaos de m í , ó i n u n d a r é a ú n de s a n g r e la coraza de m á s
dido ! A h o r a , ¡ ay de m í !
de u n o de e n t r e v o s o t r o s . Y o m i s m o iré á la corte á dar la
y o sólo t e n g o q u e hacer
noticia y m e quejaré á m i s e ñ o r de v u e s t r o s furiosos ata-
frente á mis enemigos. »
L a s estocadas l l o v í a n ^ Se d e f e n d i ó t a n v i g o r o s a m e n t e c o n t r a los h o m b r e s de
sobre su c u e r p o . M u c h a s Etzel, q u e y a n o o s a r o n atacarle c o n la espada. L a n z a r o n
m u j e r e s de h é r o e s llora- sus picas c o n t r a su escudo , q u e se p u s o t a n pesado , q u e
r o n e n estos m o m e n t o s : se v i ó obligado á dejarlo caer.
l e v a n t a n d o su e s c u d o apre- C r e y e r o n vencerle a h o r a q u e n o llevaba escudo , pero
t ó las correas é hizo c o r r e r les hizo m u c h a s p r o f u n d a s h e r i d a s á través de sus cascos.
a r r o y o s de s a n g r e sobre M u c h o s h o m b r e s valientes c a y e r o n á sus pies. El atrevido
m á s de u n a cota de ' m a - D a n k w a r t adquirió m u c h a gloria. • (
llas. P o r a m b o s lados se precipitaron s o b r e él , pero m a s
« ¡ D e s d i c h a d o de m í ! de u n o se lanzó d e m a s i a d o p r o n t o al c o m b a t e . C o r r i ó
q u é s u f r i m i e n t o , » excla- a n t e sus e n e m i g o s , c o m o corre el jabalí a n t e los perros
m ó el h i j o de A l d r i a n o . en la selva. ¿ P o d í a m o s t r a r s e m á s v a l i e n t e ?
«¡ R e t r o c e d e r a h o r a , g u e - Señaló su c a m i n o h u m e d e c i é n d o l e c o n la s a n g r e q u e
rreros h u n o s ! Dejadme vertía. J a m á s u n g u e r r e r o sólo h a c o m b a t i d o sus e n e n u -
t o m a r el aire, q u e el v i e n t o g o s ' m e j o r q u e él l o hizo. Se vió al h e r m a n o de H a g e n
m e refresque , p o r q u é es- dirigirse fieramente hacia la corte.
t o y m u y fatigado del c o m - L o s reposteros y escanciadores al oir el r u i d o de las
bate. » Y vióse al h é r o e e s p a d a s , d e j a r o n caer de s u s m a n o s el v i n o y las v i a n d a s
avanzar r e s u e l t a m e n t e . q u e llevaban á los c o n v i d a d o s . Él e n c o n t r ó ante las gradas
C a n s a d o de l u c h a r se de la escalera m u c h o s v i g o r o s o s e n e m i g o s .
precipitó f u e r a de aquella « | Q u é es esto ! r e p o r t á o s , dijo el h é r o e fatigado , p e n -
sala. ¡ C u á n t a s espadas re- sad en servir c o n v e n i e n t e m e n t e á v u e s t r o s h u é s p e d e s , lle-
s o n a r o n s o b r e su c a s c o ! vad b u e n a s viandas á esos h é r o e s y d e j a d m e d a r noticias
L o s qq u e n o v i e r o n las m a - á m i s queridos señores.»
ravillas hechas p o r su bra-
E n t r e los q u e c o n f i a n d o e n su fuerza, se a v a n z a r o n a n t e
los escalones, p e g ó a l g u n a s t a n f u e r t e s estocadas, que t o d o s
p o r t e m o r volvieron á las 'escaleras. S u poderosa f u e r z a
h a b í a n hecho grandes prodigios.

xxxni.

DE COMO LOS BORGOÑONES SF. BATIERON CONTRA LOS H U N O S .

UANDO el esforzado D a n k w a r t llegó ante la puer-


ta , m a n d ó al a c o m p a ñ a m i e n t o de Etzel q u e
se hiciera atrás. T o d o su vestido estaba m a n -
chado. de s a n g r e y e n la m a n o llevaba d e s n u d a
su acerada espada.
E n el m i s m o m o m e n t o en q u e D a n k w a r t llegaba a la
puerta pasaban á O r t l i e b el elevado p r í n c i p e de m a n o
e n m a n o p o r la sala sobre las m e s a s : aquellos terribles
a c o n t e c i m i e n t o s causaron la m u e r t e del n i ñ o .
D a n k w a r t gritó al g u e r r e r o : « P e r m a n e c é i s s e n t a d o m u -
c h o t i e m p o , h e r m a n o H a g e n , y á Dios del cielo y á vos m e
q u e j o de n u e s t r a desgracia; caballeros y escuderos h a n sido
asesinados e n sus a l o j a m i e n t o s . » _J|
El interpelado c o n t e s t ó : « Q u i é n h a h e c h o eso ? » « El
g u e r r e r o Bloedel y los q u e i b a n c o n él, p e r o h e de deciros
q u e lo h a pagado caro : con estas m a n o s he h e c h o r o d a r
su c a b e z a . »
« Es u n a desgracia insignificante », r e s p o n d i ó Hagen ,
« c u a n d o nos dan la noticia de q u e u n g u e r r e r o h a sido
m a t a d o p o r u n h é r o e : m e n o s t e n d r á n q u e sentir las h e r -
mosas mujeres.»
« P e r o decidme , q u e r i d o h e r m a n o , c o m o estáis t a n
e n s a n g r e n t a d o ? Me parece q u e vuestras heridas os c a u s a -
E n t r e los q u e c o n f i a n d o e n su fuerza, se a v a n z a r o n a n t e
los escalones, p e g ó a l g u n a s t a n f u e r t e s estocadas, que t o d o s
p o r t e m o r volvieron á las 'escaleras. S u poderosa f u e r z a
h a b í a n hecho grandes prodigios.

xxxni.

DE COMO LOS BORGOÑONES SF. BATIERON CONTRA LOS H U N O S .

UANDO el esforzado D a n k w a r t llegó ante la puer-


ta , m a n d ó al a c o m p a ñ a m i e n t o de Etzel q u e
se hiciera atrás. T o d o su vestido estaba m a n -
chado. de s a n g r e y e n la m a n o llevaba d e s n u d a
su acerada espada.
E n el m i s m o m o m e n t o en q u e D a n k w a r t llegaba a la
puerta pasaban á O r t l i e b el elevado p r í n c i p e de m a n o
e n m a n o p o r la sala sobre las m e s a s : aquellos terribles
a c o n t e c i m i e n t o s causaron la m u e r t e del n i ñ o .
D a n k w a r t gritó al g u e r r e r o : « P e r m a n e c é i s s e n t a d o m u -
c h o t i e m p o , h e r m a n o H a g e n , y á Dios del cielo y á vos m e
q u e j o de n u e s t r a desgracia; caballeros y escuderos h a n sido
asesinados e n sus a l o j a m i e n t o s . » _J|
El interpelado c o n t e s t ó : « Q u i é n h a h e c h o eso ? » « El
g u e r r e r o Bloedel y los q u e i b a n c o n él, p e r o h e de deciros
q u e lo h a pagado caro : con estas m a n o s he h e c h o r o d a r
su c a b e z a . »
« Es u n a desgracia insignificante », r e s p o n d i ó Hagen ,
« c u a n d o nos dan la noticia de q u e u n g u e r r e r o h a sido
m a t a d o p o r u n h é r o e : m e n o s t e n d r á n q u e sentir las h e r -
mosas mujeres.»
« P e r o decidme , q u e r i d o h e r m a n o , c o m o estáis t a n
e n s a n g r e n t a d o ? Me parece q u e vuestras heridas os c a u s a -
r á n g r a n d o l o r . ¿ Q u i é n os las h a inferido en este país? A u n -
q u e el n e g r o d e m o n i o v e n g a en su a y u d a p e r d e r á l a vida. »
« C o m o veis , n o t e n g o herida n i n g u n a : m i t r a j e está
h ú m e d o de s a n g r e , p e r o l e s de las heridas de otros b u e n o s
guerreros. H e m a t a d o á t a n t o s h o y q u e n o p o d r í a c o n t a r l o s
aunque me tomaran juramento.
Él le d i j o : « H e r m a n o D a n k w a r t , g u a r d a d la p u e r t a y n o
dejéis salir u n solo h o m b r e de los H u n o s . Q u i e r o h a b l a r
á esos guerreros c o m o la necesidad n o s obliga á h a c e r l o :
n u e s t r o a c o m p a ñ a m i e n t o h a recibido de ellos u n a i n -
digna muerte.» . ,
« P o r c u a n t o soy c a m a r e r o , » dijo el h o m b r e e s f o r z a d o ,
« creo que p o d r é servir bien á t a n ricos r e y e s ; g u a r d a r é
esta bajada c o n h o n o r . » A los g u e r r e r o s de C r i m i l d a n o
podía suceder cosa p e o r .
« Me causa a d m i r a c i ó n , » dijo de n u e v o H a g e n , « de lo
q u e a u n dicen entre sí los H u n o s : creo q u e bien quisieran
prescindir del que g u a r d a la p u e r t a y del q u e ha traído á
los B o r g o ñ o n e s la horrible noticia. »
« H e oído decir d e s d e h a c e m u c h o , que C r i m i l d a n o p o -
día olvidar las aflicciones de su c o r a z ó n . A h o r a b e b a m o s
p o r el a m o r y p a g u e m o s el v i n o de Etzel. »
A O r t l i e b el n i ñ o dió tari f u e r t e tajo H a g e n , el valeroso
h é r o e , q u e la s a n g r e corrió á lo largo de la espada y la
cabeza f u é á parar á las rodillas de la r e i n a . E n t o n c e s p r i n -
cipió e n t r e los guerreros u n a g r a n d e y espantosa carni-
cería. ,
D i ó t a n f u e r t e g o l p e al c a m a r e r o que t e m a al n i n o e n
las m a n o s que al m o m e n t o cayó la cabeza á sus piés d e b a j o
de la m e s a ; triste era la r e c o m p e n s a q u e daba á a q u e l
m a e s t r e de la corte.
Vió cerca de la mesa de Etzel á u n m ú s i c o y dirigiéndose
hacia él c o n c ó l e r a , d e j ó l e caer la m a n o derecha sobre la
viola: « E s t o es p o r el m e n s a j e q u e llevastes á B o r g o ñ a . >•
« ¡ A h ! | m i m a n o ! » e x c l a m ó W e r b e i el m ú s i c o de
E t z e l : « S e ñ o r H a g e n de T r o n é j á , y o ¿ q u é os h e h e c h o ?
Y o fui c o n la m a y o r b u e n a fé al país de vuestros señores;
¿ c ó m o p o d r é hacer r e s o n a r los acordes, a h o r a que he p e r -
dido m i m a n o ? »
LOS NIBELUNGOS LOS NIBELUNGOS

A H a g e n le i m p o r t a b a m u y p o c o el que n u n c a volviera á w a r t estuvo en g r a n peligro , pero su h e r m a n o veló p o r


tocar. P o s e í d o de h o r r i b l e f u r o r hirió á m u c h o s guerreros él c o n g r a n d e afecto.
del rey E t z e l , y dejó m u e r t o s en la sala á m u c h o s de H a g e n gritó á. V o l k e r en alta v o z : « C o m p a ñ e r o , m i r a
ellos. allá a b a j o c o m o l u c h a mi h e r m a n o c o n t r a m u c h o s H u n o s .
V o l k e r se l e v a n t ó de la m e s a de u n salto, é hizo crugir Salva á m i h e r m a n o , . a m i g o m í o , ó p e r d e r e m o s al h é r o e . »
e n sus m a n o s el a r c o . El m ú s i c o de Etzel hacia escuchar El m ú s i c o le r e s p o n d i ó : « I n m e d i a t a m e n t e lo h a r é . »
s o n e s horribles. ¡ O h ! ¡ c u á n t o s e n e m i g o s se hizo e n t r e Y e s g r i m i e n d o el arco c o m e n z ó á atravesar la s a l a : u n a
los f u e r t e s H u n o s ! terrible espada llevaba d e s n u d a en la m a n o y r e s o n a b a á
Se l e v a n t a r o n de la m e s a los tres ricos reyes : ellos h u - los golpes. L o s g u e r r e r o s del R h i n hacían lo m i s m o en el
bieran querido separar á los c o m b a t i e n t e s , antes q u e o c u - interior.
rrieran m á s desgracias. P e r o n a d a p u d i e r o n evitar, pues la V o l k e r el fuerte dijo á D a n k w a r t : « Habéis sufrido aquí
cólera de V o l k e r y de H a g e n era m u y g r a n d e . fuertes a t a q u e s , y v u e s t r o h e r m a n o m e e n c a r g a q u e v e n -
V i e n d o el rey del R h i n q u e n o podía evitar el c o m b a t e , ga en v u e s t r o socorro. P o n e o s detrás de m í , y o m e p o n -
hizo t a m b i é n p r o f u n d a s heridas á través de las bruñidas d r é á la p a r t e a f u e r a . »
corazas de los e n e m i g o s . El h é r o e era esforzado y lo hizo D a n k w a r t el atrevido se p u s o fuera de la p u e r t a , y arro-
ver de u n a m a n e r a horrible. jaba p o r la escalera á los q u e se le p r e s e n t a b a n para subir.
T a m b i é n se lanzó al c o m b a t e el fuerte G e r n o t , y dió Las fuertes espadas r e s o n a b a n en las m a n o s de los héroes.
m u e r t e á m u c h o s g u e r r e r o s H u n o s c o n la acerada espada E n el interior h a c í a l o m i s m o V o l k e r el b o r g o ñ o n .
q u e le había regalado l l u d i g u e r o . M u c h o s m a l e s c a u s ó á Asi g r i t ó el f u e r t e m ú s i c o p o r e n c i m a de t o d o s : « La
los guerreros de Etzel. casa está m u y bien cerrada , a m i g o H a g e n ; h a n corrido
El m á s joven d e los hijos de la señora U t a , se a r r o j ó los cerrojos á la p u e r t a del rey E t z e l , las m a n o s de los
t a m b i é n en la c o n t i e n d a , y l a n z ó su brillante javalina á h é r o e s y ellas valen m á s q u e mil b a r r a s . »
través de los y e l m o s de los g u e r r e r o s del r e y Etzel del C u a n d o H a g e n de T r o n e j a vió la p u e r t a tan bien g u a r -
H u n e k t n d . G r a n d e s prodigios realizó la m a n o del f u e r t e dada , el atrevido buen h é r o e se p u s o el escudo á la es-
Geiselher. palda , y c o m e n z ó á v e n g a r los males h e c h o s á sus a m i -
P o r arrojados q u e f u e r a n los reyes y sus g e n t e s , s i e m - gos. S u cólera era terrible , m u c h o s caballeros perecieron
pre se vió á V o l k e r d e l a n t e de t o d o s , h a c i e n d o f r e n t e al en el c o m b a t e .
e n e m i g o ; era u n h é r o e v a l e r o s o . H i z o rodar á m u c h o s C u a n d o el señor de Berna vió m a r a v i l l a d o que H a g e n
heridos , b a ñ a d o s e n su propia s a n g r e . h e n d í a t a n t o s y e l m o s , el rey de los A m e l u n g o s g r i t ó des-
C o n u n vigor indecible se d e f e n d i e r o n los soldados de de su banco : « Aquí vierte H a g e n la m á s a m a r g a de las
Etzel. L o s e x t r a n j e r o s lo recorrían t o d o e s g r i m i e n d o á bebidas. »
su a l r e d e d o r las aceradas espadas , y p o r todas partes se El rey estaba en g r a n cuidado , su esposa d e s o l a d a ;
oía e s p a n t o s o r u i d o de gritos y l a m e n t o s . ¡ C u á n t o s queridos amigos f u e r o n m a t a d o s ante sus ojos !
Los q u e estaban f u e r a , q u e r í a n e n t r a r al lado de sus El m i s m o p u d o librarse c o n m u c h o t r a b a j o de sus e n e m i -
a m i g o s * p e r o a v a n z a b a n "•nmj • Seo hacia la p u e r t a . L o s g o s . Estaba sentado c o n g r a n a n g u s t i a : ¿ dé que le servía
q u e estaban d e n t r o q u e r í a n salir de la sala ; D a n k w a r t n o ser rey ?
d e j a b a á n i n g u n o n i subir ni b a j a r . Crimilda la rica , gritó á Dietrich ;[ « S á l v a m e la vida,
J u n t o á la puerta se f o r m ó u n a e n o r m e barricada, y las n o b l e caballero, p o r t o d o s los principes q u e habitan el
espadas crugían al caer sobre los cascos. El f u e r t e D a n k - A m e l u n g o , pues si H a g e n m e alcanza m e dará m u e r t e al
instante p o r su m a n o . »
LOS NIBELUNGOS
LOS NIBELUNGOS 269

« ¿ C ó m o a y u d a r o s aquí n o b l e r e i n a ? » le r e s p o n d i ó Die-
p r o n t o » le dijo Dietrich. « Estáis haciendo de d e m o n i o . »
trich. « T e n g o q u e d e f e n d e r m e y o m i s m o . T a n g r a n d e es
la cólera de los q u e a c o m p a ñ a n á G u n t e r , q u e e n este El. r e y G u n t e r le r e s p o n d i ó : « Q u i e r o permitíroslo : sa-
m o m e n t o n o p u e d o salvar á n i n g ú n a m i g o . » cad de la sala m u c h o s ó p o c o s , p e r o q u e n o sean m i s ene-
migos ; esos deben q u e d a r a q u í , p u e s m e h a n hecho g r a n
« E n m a n e r a a l g u n a , s e ñ o r D i e t r i c h n o b l e y b u e n ca-
m a l e n el país de los H u n o s . »
ballero. P o n e d h o y de m a n i f i e s t o v u e s t r o valor y v i r t u d
a y u d á n d o m e á s a l i r , pues sino m e darán m u e r t e . S a l v á d - C u a n d o escuchó esto el de B e r n a , t o m ó del brazo á la
m e á m í y al r e y , ó de lo c o n t r a r i o p e r e c e r e m o s . » n o b l e reina cuya angustia era g r a n d e ; del o t r o lado t o m ó
á Etzel y salió de la sala. M u c h o s m á s g u e r r e r o s a c o m -
« Q u i e r o p r o b a r si m e es posible a y u d a r o s : h a m u c h o
t i e m p o q u e n o h e visto e n p a r t e n i n g u n a t a n t o s caballe- pañaron á Dietrich.
ros e n f u r e c i d o s de esta s u e r t e . ¡Yo v e o salir la s a n g r e á Así d i j o el m a r g r a v e , el n o b l e R u d i g u e r o . « Si a l g u n o
través de los y e l m o s á cada tajo ! » m á s de los q u e están e n la sala y os sirven quieren salir,
h a c é d n o s l o s a b e r : u n a paz c o n s t a n t e debe reinar e n t r e
C o n t o d a su f u e r z a c o m e n z ó á gritar el caballero e n t a n
alta v o z , q u e r e s o n a b a c o m o u n c u e r n o de b i s o n t e , y buenos amigos. »
toda la ciudad r e t e m b l a b a . L a fuerza de Dietrich era h o - A estas palabras de su suegro r e s p o n d i ó G e i s e l h e r :
rriblemente grande. « Paz y b u e n a fé r e i n a r á n e n t r e n o s o t r o s , p u e s n o s habéis
sido fieles vos y vuestra g e n t e . Salid de aquí sin n i n g ú n .
E s c u c h a n d o el rey G u n t e r gritar á aquel h o m b r e sobre
la t e m p e s t a d , prestó atención y dijo : « L a voz de Dietrich cuidado con v u e s t r o s a m i g o s . »
ha llegado á m i s o í d o s : n u e s t r o s héroes d e b e n haber m a - C u a n d o el m a r g r a v e R u d i g u e r o salió de la sala de Etzel,
t a d o á a l g u n o de sus g u e r r e r o s . lo s i g u i e r o n q u i n i e n t o s h o m b r e s ó m á s . L o s héroes habían
« L o veo sobre la mesa h a c i e n d o señas c o n la m a n o . c o n s e n t i d o c o n b u e n a fé, p e r o l u e g o resultó desgracia p a r a
A m i g o s y parientes míos de B o r g o ñ a , h a c e d alto en el el rey G u n t e r .
c o m b a t e , d e j a d m e escuchar y ver lo q u e h a n h e c h o á V i e n d o u n g u e r r e r o H u n o salir al lado de Dietrich al
Dietrich mis h o m b r e s . » rey Etzel quiso m a r c h a r también , pero el m ú s i c o le dió
E n t o n c e s el r e y G u n t e r m a n d a n d o y r o g a n d o , c o n s i - tan horrible tajo q u e su cabeza f u é v o l a n d o á los piés del
guió q u e cesaran las espadas en el c o m b a t e , é hizo a u n rey.
u n esfuerzo m a y o r para q u e n a d i e hiriera. Pidió al de C u a n d o el r e y del país h u b o pasado la puerta de la sala
B e r n a q u e le dijera lo q u e ocurría. se volvió y dijo m i r a n d o fijamente á V o l k e r : « T e r r i b l e
Le dijo ; « M u y n o b l e D i e t r i c h , ; q u é os h a n h e c h o mis desgracia es para m í la llegada de esos h u é s p e d e s : p o r
a m i g o s ? E s t o y dispuesto á v e n g a r o s y á r e c o m p e n s a r o s . ellos todos m i s guerreros t i e n e n q u e recibir la m u e r t e !»
Cualquier cosa q u e os h a y a n h e c h o , será p a r a m í u n a « ¡ Desgraciada fiesta ! añadió el elevado r e y : d e n t r o
amarguísima pena. » h a y u n o q u e se l l a m a V o l k e r , q u e se bate c o m o u n f u r i o s o
El n o b l e Dietrich le r e s p o n d i ó : « A m í n o m e h a n jabalí y es m ú s i c o ; y o n o m e h e s a l v a d o , sino l i b r á n -
h e c h o n a d a . D e j a d m e salir e n paz de la sala c o n m i d o m e de ese d e m o n i o . » -
a c o m p a ñ a m i e n t o , y q u e a b a n d o n e esta h o r r i b l e l u c h a . « Sus cantos s o n f ú n e b r e s , sus acordes s a n g r i e n t o s y á
S i e m p r e os q u e d a r é a g r a d e c i d o , g u e r r e r o . » sus sones m u e r e n m u c h o s h é r o e s . N o sé p o r q u é n o s odia
« ¿ P o r qué suplicar tan p r o n t o ?» p r e g u n t ó W o l f h a r t . ese m ú s i c o , pero e n la vida he t e n i d o un h u é s p e d m á s
«Ese músico ha c e r r a d o la puerta de u n a m a n e r a tan f u e r t e malvado.»
que n o p o d e m o s a b r i r l a , t a n a n c h a c o m o es. » « Calláos Dietrich de B e r n a y el m a r g r a v e R u d i g u e r o , los dos
h é r o e s d i s t i n g u i d o s , se f u e r o n á sus a l o j a m i e n t o s . N o
q u e r í a n mezclarse en el c o m b a t e y r o g a r o n á sus g u e r r e r o s
que n o t u r b a r a n la paz.
Si los extranjeros h u b i e r a n sabido t o d o s los males q u e
los dos habían de c a u s a r l e s , n o los h u b i e r a n dejado salir XXXIV.
tan f á c i l m e n t e del palacio y les h u b i e r a n h e c h o sentir su
fuerza.
A todos los q u e q u e r í a n los d e j a r o n salir de la sala. Los D E C O M O SACARON LOS M U E R T O S DE LA S A L A .
e x t r a n j e r o s se v e n g a r o n de t o d o lo q u e les había o c u r r i d o .
¡ C u á n t o s y e l m o s hizo pedazos el fuerte V o l k e r !
El rey G u n t e r se volvió hacia d o n d e se oía el r u i d o :
« H a g e ñ , ¿escuchas los c a n t o s que V o l k e r c a n t a á los H u - ESPUÉS de tan g r a n fatiga reposaron los señores.
nos c u a n d o se acercan á la puerta ? El arco de su viola está Volker y H a g e n salieron del palacio. Se apoya-
e m p a p a d o de s a n g r e . » ron en los escudos aquellos b r a v o s , y los dos
« Siento m u c h o » , r e s p o n d i ó H a g e n , « haber estado héroes c o n v e r s a r o n l a r g a m e n t e .
separado de ese g u e r r e r o . Y o era su c o m p a ñ e r o y él el Asi dijo G e i s e l h e r , el h é r o e de B o r g o ñ a : « A u n n o
m í o ; si v o l v e m o s alguna vez quiero ser siempre su a m i g o . p o d e m o s d e s c a n s a r , q u e r i d o s a m i g o s : es m e n e s t e r sacar
« A h o r a m i r a , n o b l e r e y , c o m o te es fiel V o l k e r ; c o m o los m u e r t o s del palacio , pues en verdad os digo q u e sere-
m e r e c e a b u n d a n t e m e n t e tu oro y tu plata. Su arco corta m o s atacados de n u e v o . »
el d u r o acero y parte sobre los y e l m o s los a d o r n o s q u e « Es m e n e s t e r q u e n o estén bajo n u e s t r o s piés d u r a n t e
brillan á lo lejos. m á s t i e m p o . A n t e s q u e en el c o m b a t e n o s logren v e n c e r
« N u n c a vi á u n músico q u e c o m b a t i e r a tan b r a v a m e n t e los H u n o s , les c a u s a r e m o s aún m u c h a s heridas. Esto será
c o m o h o y lo ha h e c h o V o l k e r , el g u e r r e r o valeroso. Sus para m í » a ñ a d i ó Geiselher « u n a g r a n alegría. »
canciones se e s c u c h a n á través de los y e l m o s y los escu- « Feliz y o q u e t e n g o estos señores », dijo H a g e n . « El
dos : b u e n o s caballos debe m o n t a r y vestir m a g n í f i c o s consejo q u e a h o r a .nos d á n u e s t r o joven s e ñ o r , es d i g n o
vestidos.» de u n h é r o e distinguido : p o r e s t o , B o r g o ñ o n e s , podéis
D e t o d o s los H u n o s q u e estaban en la sala n i n g u n o estar c o n t e n t o s . »
p u d o escapar con vida. Cesó el r u i d o , p u e s n i n g u n o sos- S i g u i e r o n el c o n s e j o y sacaron de la sala siete m i l
t e n í a el c o m b a t e ; los f u e r t e s g u e r r e r o s d e j a r o n las espadas m u e r t o s q u e e c h a r o n a b a j o y q u e cayeron delante de los
c o n que habían l u c h a d o . escalones. E n t o n c e s se e s c u c h a r o n los l a m e n t o s a n g u s t i o -
sos de sus parientes.
M u c h o s de ellos t e n í a n heridas tan ligeras , q u e si los
h u b i e r a n c u r a d o se h a b r í a n salvado, pero aquella horrible
caída les causó la m u e r t e . S u s a m i g o s g i m i e r o n , pues era
p a r a ellos a m a r g u í s i m a p e n a .
Así habló el m ú s i c o , el h é r o e valeroso : « A h o r a veo
q u e es verdad lo q u e m e h a n dicho ; los H u n o s s o n co-
b a r d e s , lloran c o m o las m u j e r e s ; m e j o r harían si c u i d a r a n
á sus heridos.»
q u e r í a n mezclarse en el c o m b a t e y r o g a r o n á sus g u e r r e r o s
que n o t u r b a r a n la paz.
Si los extranjeros h u b i e r a n sabido t o d o s los males q u e
los dos habían de c a u s a r l e s , n o los h u b i e r a n dejado salir XXXIV.
tan f á c i l m e n t e del palacio y les h u b i e r a n h e c h o sentir su
fuerza.
A todos los q u e q u e r í a n los d e j a r o n salir de la sala. Los D E C O M O SACARON LOS M U E R T O S DE LA S A L A .
e x t r a n j e r o s se v e n g a r o n de t o d o lo q u e les había o c u r r i d o .
¡ C u á n t o s y e l m o s hizo pedazos el fuerte V o l k e r !
El rey G u n t e r se volvió hacia d o n d e se oía el r u i d o :
« H a g e ñ , ¿escuchas los c a n t o s que V o l k e r c a n t a á los H u - ESPUÉS de tan g r a n fatiga reposaron los señores.
nos c u a n d o se acercan á la puerta ? El arco de su viola está Volker y H a g e n salieron del palacio. Se apoya-
e m p a p a d o de s a n g r e . » ron en los escudos aquellos b r a v o s , y los dos
« Siento m u c h o » , r e s p o n d i ó H a g e n , « haber estado héroes c o n v e r s a r o n l a r g a m e n t e .
separado de ese g u e r r e r o . Y o era su c o m p a ñ e r o y él el Asi dijo G e i s e l h e r , el h é r o e de B o r g o ñ a : « A u n n o
m í o ; si v o l v e m o s alguna vez quiero ser siempre su a m i g o . p o d e m o s d e s c a n s a r , q u e r i d o s a m i g o s : es m e n e s t e r sacar
« A h o r a m i r a , n o b l e r e y , c o m o te es fiel V o l k e r ; c o m o los m u e r t o s del palacio , pues en verdad os digo q u e sere-
m e r e c e a b u n d a n t e m e n t e t u oro y tu plata. Su arco corta m o s atacados de n u e v o . »
el d u r o acero y parte sobre los y e l m o s los a d o r n o s q u e « Es m e n e s t e r q u e n o estén bajo n u e s t r o s piés d u r a n t e
brillan á lo lejos. m á s t i e m p o . A n t e s q u e en el c o m b a t e n o s logren v e n c e r
« N u n c a vi á u n músico q u e c o m b a t i e r a tan b r a v a m e n t e los H u n o s , les c a u s a r e m o s a ú n m u c h a s heridas. Esto será
c o m o h o y lo ha h e c h o V o l k e r , el g u e r r e r o valeroso. Sus para m í » a ñ a d i ó Geiselher « u n a g r a n alegría. »
canciones se e s c u c h a n á través de los y e l m o s y los escu- « Eeliz y o q u e t e n g o estos señores », dijo H a g e n . « El
dos : b u e n o s caballos debe m o n t a r y vestir magníficos consejo q u e a h o r a .nos d á n u e s t r o joven s e ñ o r , es d i g n o
vestidos.» de u n h é r o e distinguido : p o r e s t o , B o r g o ñ o n e s , podéis
D e t o d o s los H u n o s q u e estaban en la sala n i n g u n o estar c o n t e n t o s . »
p u d o escapar con vida. Cesó el r u i d o , p u e s n i n g u n o sos- Siguieron el c o n s e j o y sacaron de la sala siete m i l
t e n í a el c o m b a t e ; los f u e r t e s g u e r r e r o s d e j a r o n las espadas m u e r t o s q u e e c h a r o n a b a j o y q u e cayeron delante de los
c o n que habían l u c h a d o . escalones. E n t o n c e s se escucharon los l a m e n t o s a n g u s t i o -
sos de sus parientes.
M u c h o s de ellos t e n í a n heridas tan ligeras , q u e si los
h u b i e r a n c u r a d o se h a b r í a n salvado, pero aquella horrible
caída les causó la m u e r t e . S u s a m i g o s g i m i e r o n , pues era
p a r a ellos a m a r g u í s i m a p e n a .
Así habló el m ú s i c o , el h é r o e valeroso : « A h o r a veo
q u e es verdad lo q u e m e h a n dicho ; los H u n o s s o n co-
b a r d e s , lloran c o m o las m u j e r e s ; m e j o r harían si c u i d a r a n
á sus heridos.»
LOS NIBELUNGOS

E s c u c h a n d o esto u n m a r g r a v e y c r e y e n d o que lo decía h o m b r e s . V o l k e r y H a g e n c o m e n z a r o n á hablar al rey de


de verdad , cogió á u n p a r i e n t e s u y o q u e se bañaba en la los H u n o s y á decirle c u a n t o p e n s a b a n . D e s p u é s t u v i e r o n
s a n g r e y quiso llevárselo p a r a curarle las heridas , p e r o de aflicciones aquellos h é r o e s fuertes y b u e n o s .
« G r a n c o n s u e l o es p a r a los p u e b l o s » , dijo H a g e n ,
u n a l a n z a d a lo tendió m u e r -
« ver á los reyes t o m a r p a r t e e n sus c o m b a t e s , esto hace
to el f u e r t e m ú s i c o .
aquí cada u n o de mis s e ñ o r e s : ellos h i e n d e n los cascos y
L o s d e m á s q u e vieron es-
h a c e n correr la s a n g r e p o r las espadas.»
t o , se alejaron c o r r i e n d o de
El rey Etzel q u e era valiente, t o m ó su escudo. « N o les
la sala y t o d o s m a l d i j e r o n
dés tu v i d a » , le dijo C r i m i l d a , « ofrece m e j o r á los g u e -
al m ú s i c o , pero éste esgri-
r r e r o s u n escudo l l e n o de o r o ; si H a g e n te alcanza, te
m i ó la d u r a y afilada javelina
dará m u e r t e c o n sus m a n o s . »
que u n o de los H u n o s le
El rey era t a n v a l e r o s o , q u e n o quería prescindir del
había l a n z a d o .
c o m b a t e , c o m o en n u e s t r o t i e m p o lo hacen m u c h o s p r í n -
L a a r r o j ó l e j o s , m á s allá
cipes distinguidos. T u v i e r o n que retirarlo de allí c o g i e n d o
de la m u l t i t u d , al o t r o extre-
las correas de su e s c u d o . El f u r i o s o H a g e n c o m e n z ó á
m o de la p o b l a c i ó n . A d e -
burlarse.
m á s indicó á los de Etzel el
« U n p a r e n t e s c o l e j a n o », dijo H a g e n h a c i e n d o a d e m a -
e x t r e m o de la sala en q u e
n e s , « u n e á Etzel c o n Sigfrido. A m ó á Crimilda antes
debían detenerse. T o d o s
q u e vos la hubiérais visto ; c o b a r d e r e y Etzel ¿ p o r q u é has
llegaron á t e m e r su horrible
c o n s p i r a d o en c o n t r a m í a ? »
fuerza.
Estas palabras las escuchó la n o b l e reina. L a cólera de
D e l a n t e del palacio de
Crimilda se a u m e n t ó al ver q u e se b u r l a b a n de ella e n
Etzel p e r m a n e c í a n m u c h o s
presencia de los g u e r r e r o s de E t z e l . N u e v a m e n t e c o m e n z ó
á m a q u i n a r c o n t r a los e x t r a n j e r o s .
Ella d i j o : « A l q u e m a t e á H a g e n de T r o n e j a y m e
t r a i g a de regalo su c a b e z a , le llenaré de o r o el escudo de
Etzel y le daré a d e m á s , en r e c o m p e n s a , buenas c i u d a -
des y c a m p o s . »
« Y o n o sé p o r q u é t a r d a n t a n t o » , dijo el músico. « N o
he visto g u e r r e r o s t a n cobardes c u a n d o les o f r e c e n rica
r e c o m p e n s a . P o r esto Etzel debía retirarles su gracia.»
« V e o p e r m a n e c e r quietos á m u c h o s cobardes q u e c o -
m e n el p a n del rey y q u e lo a b a n d o n a n en tan g r a n d e
aflicción, allí v e o á m u c h o s sin v e r g ü e n z a , q u e p a r a siem-
pre d e b e n ser e x e c r a d o s . »
Así p e n s a b a n los m e j o r e s de ellos : « V e r d a d es lo q u e
V o l k e r d i c e . » P e r o n i n g u n o se sintió t a n e n a r d e c i d o c o m o
el m a r g r a v e I r i n g , el s e ñ o r de D a n e l a n d y bien p r o n t o lo
hizo ver.
r r o r n o m e hará desistir de m i e m p e ñ o ; p o r terrible que
sea H a g e n quiero c o m b a t i r c o n él. »
R o g ó I r i n g á sus parientes y guerreros q u e lo dejaran
XXXV. c o m b a t i r solo c o n el h é r o e ; accedieron c o n p e s a r , p u e s
conocían el valor terrible de H a g e n el de B o r g o ñ a .
T a n t o lo r o g ó que c e d i e r o n ' a l fin, y c u a n d o los de su
a c o m p a ñ a m i e n t o v i e r o n el decidido á n i m o c o n q u e b u s -
DE COMO MURIÓ IRING. caba h o n o r e s lo d e j a r o n ir. E n t r e los dos se e m p e ñ ó u n
terrible c o m b a t e .
I r i n g el de D a n e l a n d llevaba l e v a n t a d a la lanza y se cu-
bría c o n el escudo el valeroso h é r o e ; c o m e n z ó á subir
L m a r g r a v e Iring de D a n e l a n d gritó : « C o n los escalones para e n c o n t r a r s e c o n H a g e n e n la sala. Los
cuidado g u a r d o m i h o n o r desde hace m u c h o golpes de los c o m b a t i e n t e s p r o d u c í a n u n horrible r u i d o .
t i e m p o , y m e h e batido v a l i e n t e m e n t e en m u - Botaron sus lanzas c o n t r a los escudos, llegando c o n ellas
chas batallas sostenidas c o n distintos p u e b l o s . hasta las b r u ñ i d a s a r m a d u r a s con tal fuerza , que las astas
Q u e m e traigan m i s a r m a s , q u i e r o batirme c o n H a g e n . » v o l a r o n en astillas. F u r i o s o s los h é r o e s , e c h a r o n e n t o n c e s
« N o os aconsejo tal cosa » , le r e s p o n d i ó H a g e n . « H a - m a n o á las espadas.
ced p o r el c o n t r a r i o , q u e r e t r o c e d a n los g u e r r e r o s de L a fuerza del terrible H a g e n era m u y g r a n d e ; sobre él
Etzel, p o r q u e si dos ó tres de ellos p e n e t r a n en la sala, los asestó I r i n g dos tajos q u e se o y e r o n en toda la c i u d a d . La
a r r o j a r é de m a l a m a n e r a desde lo alto. » sala y las torres r e t e m b l a b a n , pero el g u e r r e r o n o p u d o
« L o q u e dices no m e h a r á r e t r o c e d e r » , le c o n t e s t ó c o n s e g u i r lo q u e se p r o p o n í a .
Iring: « y o m e he e n c o n t r a d o e n a v e n t u r a s de m a y o r peli- Iring dejó á H a g e n sin h a b e r l o h e r i d o y se dirigió hacia
g r o , y q u i e r o combatir c o n t i g o solo c o n la espada. D e el m ú s i c o , c r e y e n d o q u e p o d r í a d e r r o t a r l o c o n sus terribles
n a d a te servirá lo atrevido de tus frases. » golpes, p e r o aquel esforzado h é r o e se s u p o d e f e n d e r bien.
El valiente I r i n g se a r m ó m u y p r o n t o , así c o m o t a m b i é n El m ú s i c o descargó c o n tal violencia q u e r o m p i ó el es-
I r n f r i d o el f u e r t e de T u r i n g a y H a w a r t el valeroso con m i l c u d o ; d e j a n d o e n t o n c e s á V o l k e r q u e era u n h o m b r e , h o -
h o m b r e s ; ellos se e n c o n t r a b a n dispuestos á socorrer á rrible , se dirigió c o n t r a G u n t e r el r e y de B o r g o ñ a .
I r i n g en la e m p r e s a . A m b o s e r a n bravos e n el c o m b a t e . P o r fuertes q u e
El músico vió a v a n z a r u n a apuesta t r o p a q u e se aproxi- f u e r a n los golpes que G u n t e r diera á I r i n g y éste á G u n t e r ,
m a b a con I r i n g ; llevaban c e ñ i d o s los b u e n o s y brillantes n o c o n s i g u i e r o n q u e la s a n g r e b r o t a r a de las heridas. Sus
y e l m o s . El a r r o g a n t e V o l k e r se sintió poseído de fogosa a r m a d u r a s que eran magníficas los p r e s e r v a b a n .
cólera. D e j ó á G u n t e r y se l a n z ó c o n t r a G e r n o t , h a c i e n d o bro-
« ¿Ves, a m i g o H a g e n , c o m o se adelanta I r i n g que ofreció tar chispas de su cota de mallas. El fuerte G e r n o t de B o r -
batirse c o n t i g o solo c o n la espada ? ¿ M i e n t e n aquí los h é - g o ñ a hirió casi m o r t a l m e n t e al atrevido Iring.
roes ? D e s p r e c i o tal m a n e r a de o b r a r ; t r a e n consigo mil D e un salto se alejó del príncipe • era m u y ágil. El h é -
guerreros ó más. » roe m a t ó á c u a t r o nobles del a c o m p a ñ a m i e n t o de los
« N o m e acuses de decir m e n t i r a » dijo el vasallo de s e ñ o r e s venidos de W o r m s s o b r e el R h i n . C o n esto se
H a w a r t . « Estoy p r o n t o á hacer lo q u e p r o m e t í , y el t e - excitó el f u r o r de Geiselher.
« J u r o á D i o s , señor I r i n g , » d i j o el joven Geiselher,
« q u e m e pagaréis la m u e r t e de los q u e habéis m a t a d o . » « ¡ Dios os lo r e c o m p e n s e , I r i n g , b u e n o y excelente gue-
Se arrojó c o n t a n t a fuerza c o n t r a el h é r o e de D a n e l a n d ,
r r e r o ; tú a n i m a s m i c o r a z ó n y m i a l m a . Desde aquí veo
q u e l o g r ó derribarlo.
e n r o j e c i d a p o r la s a n g r e la a r m a d u r a de H a g e n ! » Crimil-
C a y ó sobre sus m a n o s en la s a n g r e , y todos c r e y e r o n da en su a g r a d e c i m i e n t o le t o m ó el escudo de la m a n o .
que aquel b u e n g u e r r e r o n o podía dar u n tajo m á s c o n
« N o le dés las gracias tan p r o n t o , le gritó H a g e n , si
su espada en el c o m b a t e . A n t e Geiselher yacia I r i n g , pero
s m herida n i n g u n a . q u i e r e c o m e n z a r ahora la l u c h a , h a r á lo q u e d e b e , y si
v u e l v e á luchar será u n h o m b r e valiente. N o te alegres de
C o n el c h o q u e en el y e l m o y el r u i d o de la espada, la h e r i d a q u e h e recibido.
había p e r d i d o el s e n t i d o y la fuerza aquel esforzado gue-
« Si c o n la s a n g r e de m i herida veis r o j o el a r n é s , esto
r r e r o y parecía sin vida. A q u e l l o lo había h e c h o con su
f u e r z a el valiente Geiselher. m e excitará para dar m u e r t e á m u c h o s h o m b r e s , m i cólera
crece c o n la p r i m e r a herida q u e Iring m e ha h e c h o . »
P e r o cuando, pasó la c o n m o c i ó n producida p o r los g o l - I r i n g el de D a n e l a n d , se p u s o al aire r e f r e s c a n d o su ar-
pes sufridos en la cabeza p e n s ó : « e s t o y vivo y n o t e n g o
m a d u r a y d e s a t a n d o su y e l m o . T o d a la g e n t e decía q u e
herida n i n g u n a ; a h o r a c o m i e n z o á c o n o c e r la f u e r z a del
n o b l e Geiselher. » era fuerte y b u e n o , p o r lo q u e el m a r g r a v e se s e n t í a o r -
gulloso.
E s c u c h a b a á sus e n e m i g o s cerca de s í ; si h u b i e r a n s a -
I r i n g g r i t ó e n t o n c e s : « A h o r a , amigos m í o s , es m e n e s t e r
bido q u e vivía lo h u b i e r a n r e m a t a d o . V i ó t a m b i é n á Gei-
q u e m e arméis enseguida ; q u i e r o ver si p u e d o d o m e ñ a r á
s e l h e r á su lado y p e n s a b a en la m a n e r a de escapar c o n
vida a sus e n e m i g o s . ese h o m b r e i m p e r t i n e n t e . » S u escudo estaba a g u j e r e a d o ,
p o r lo q u e le dieron u n o m e j o r .
¡ C o n c u á n t a fuerza saltó el h é r o e de la s a n g r e ! C o n
I n m e d i a t a m e n t e el g u e r r e r o se e n c o n t r ó m e j o r a r m a -
su g r a n rapidez dió u n terrible salto hacia la puerta d o n d e
do q u e la p r i m e r a v e z ; cogió con f u r i o s a cólera u n a fuerte
halló á H a g e n , s o b r e el q u e descargó su férrea m a n o f u e r -
tes golpes. lanza , la q u e e n su odio q u e r í a esgrimir c o n t r a H a g e n ,
p e r o f u é r e c i b i d o de u n a r u d a m a n e r a .
Hagen pensó : « es m e n e s t e r q u e seas de la m u e r t e , y
H a g e n el valeroso n o lo e s p e r ó ; saltó la escalera salien-
si el d e m o n i o n o te p r o t e j e n o volverás á escaparte. »
I r i n g hirió á H a g e n p o r d e b a j o de la celada de su y e l m o • do á su e n c u e n t r o l a n z a n d o u n a javalina y e s g r i m i e n d o su
esto lo había h e c h o el h é r o e c o n W a s k e q u e era u n a bue- e s p a d a ; terrible era su cólera. Para n a d a le sirvió á I r i n g
n a espada. el g u e r r e r o , su f u e r z a .
G o l p e a b a n de tal m o d o sus escudos que parecían ilumi-
C u a n d o el f u r i o s o H a g e n sintió la herida, hizo girar en
n a d o s p o r r o j a s l l a m a s . El vasallo de H a w a r t recibió de la
su m a n o la espada : el vasallo de H a w a r t tuvo q u e r e t r o -
espada de H a g e n u n a terrible herida á través del y e l m o y
ceder , y H a g e n siguió persiguiéndolo p o r la escalera.
del escudo ; ya n o vivió m á s .
L e v a n t ó sobre su cabeza el escudo I r i n g el f u e r t e , p e r o
C u a n d o I r i n g el h é r o e sintió la h e r i d a , el f u e r t e h o m -
a u n q u e aquella escalera h u b i e r a tenido m á s p e l d a ñ o s
bre l e v a n t ó el escudo hasta el casco. Le parecía q u e el tajo
H a g e n n o le hubiera d e j a d o dar u n solo golpe. ¡ C u á n t a s
r o j a s chispas b r o t a r o n de sus y e l m o s ! recibido era m o r t a l , pero a u n le dió u n o m a y o r el gue-
r r e r o del rey G u n t e r .
I r i n g llegó sin herida hasta d o n d e estaban sus a m i g o s .
C n m i l d a s u p o la noticia de q u e el de T r o n e j a había sido H a g e n v i ó á sus piés u n a lanza t e n d i d a ; la esgrimió
h e r i d o en el c o m b a t e ; p o r esto la esposa del rey le d i ó c o n t r a Iring del D a n e l a n d c o n tal f u e r z a , que el asta le
expresivas gracias. atravesó la cabeza. T e r r i b l e m u e r t e le había d a d o H a g e n .
I r i n g t u v o q u e retirarse hacia sus D a n e s e s , y antes que-
LOS XIBELUNGOS 281
27S I.OS N I-BEL U N GOS

s e s - « N u n c a reciban vuestras m a n o s los regalos de la


p u d i e r a n q u i t a r l e el casco , t u v i e r o n que sacarle la lanza
r e i n a , ni t o m é i s su o r o rojo ; y si atacáis á H a g e n es lo
de la cabeza ; estaba p r ó x i m o á m o r i r , sus parientes llo-
m i s m o q u e si corriérais ante la m u e r t e . »
r a r o n , g r a n d e era la aflicción de ellos.
E n sus pálidas mejillas tenía los s i g n o s de la m u e r t e
I r i n g el valeroso ; t o d o s los q u e estaban allí, s e n t í a n p e n a
p o r la m u e r t e del h é r o e de H a w a r t ; los D a n e s e s q u e r í a n
c o m e n z a r de n u e v o el c o m b a t e .
I r n f r i d o y H a w a r t se dirigieron c o n t r a el palacio c o n
mil o u e r r e r o s ; p o r todas partes se e s c u c h a b a u n g r a n d e
y terrible r u i d o . ¡ O h , c u á n t a s aceradas flechas lanzara
c o n t r a los B o r g o ñ o n e s !
I r n f r i d o el f u e r t e se dirigió hácia el m ú s i c o , p e r o recibió
grave d a ñ o de su m a n o : el n o b l e m ú s i c o hirió al m a r -
ora ve á través de su t e m p l a d o y e l m o ; su f u r o r era i n d e -

Él hirió al valiente m ú s i c o , de tal m o d o q u e la a r m a d u r a


del guerrero brilló c o m o si en el a r n é s t u v i e r a u n a roja
h o g u e r a . A pesar de t o d o , el m ú s i c o dió m u e r t e al m a r -

H a g e n y H a w a r t se habían e n c o n t r a d o y el q u e l o g r ó
verlos p u d o a d m i r a r maravillas. Las espadas se agitaban
con rapidez en las m a n o s de los héroes, p e r o H a w a r t de bia
m o r i r á m a n o s de los B o r g o ñ o n e s .
C u a n d o los de T u r i n g a y los D a n e s e s vieron m u e r t o a
cu s e ñ o r , c o m e n z ó a n t e el palacio u n a h o r r o r o s a lucha
antes de q u e llegaran á la puerta c o n sus f u e r t e s brazos.
Allí q u e d a r o n agujereados m u c h o s y e l m o s y escudos.
« Atrás , » exclamó V o l k e r , « dejadlos e n t r a r en la sala
q u e ellos n o c o n s e g u i r á n j a m á s lo q u e h a n p e n s a d o :
aquí perecerán en p o c o r a t o y c o n la m u e r t e g a n a r a n lo
L l e g ó la esposa del rey y se inclinó sobre | que les ofreció la reina. » .
é l , l l o r a n d o al f u e r t e I r i n g , afligida p o r sus C u a n d o los valerosos p e n e t r a r o n e n la s a l a , m u c h o s
heridas. Así dijo a n t e sus parientes aquel g u e r r e r o f u e r t e p e r d i e r o n la cabeza y f u e r o n m u e r t o s p o r los golpes A
y vigoroso : m u c h o s m a t ó el fuerte G e r n o t y lo m i s m o hizo Geiselher
«Dejad vuestro doloroso llanto , m u y noble reina. el héroe. ' . ,
¿ Para q u é sirven vuestras lágrimas ? T e n g o q u e perder la Mil cuatro habían e n t r a d o e n el palacio: las espadas en
v i d a p o r las heridas q u e h e recibido. La m u e r t e n o m e rápidos molinetes despedían chispas. T o d o s los q u e habían
q u i e r e dejar m á s t i e m p o á v u e s t r o servicio y al de Etzel. » e n t r a d o f u e r o n m u e r t o s p o r los e x t r a n j e r o s ; de los b o r -
L u é g o dijo dirigiéndose á los de T u r i n g a y á los D a n e - g o ñ o n e s p o d r í a n c o n t a r s e maravillas.
Cesó el t u m u l t o y r e i n ó el s i l e n c i o ; la s a n g r e de los f o r t í s i m o , dejó á sus señores y saltó hacia la puerta para
g u e r r e r o s m u e r t o s , corría p o r las aberturas y p o r los caños h a c e r f r e n t e al e n e m i g o . C r e y e r o n que había m u e r t o , p e r o
q u e d a b a n salida á las aguas. E s t o habían h e c h o los del apareció sano y salvo.
R h i n c o n su terrible fuerza. L a terrible lucha c o n t i n u ó hasta que f u é de n o c h e : los
S e n t á r o n s e p a r a descansar los B o r g o ñ o n e s y d e j a r o n e x t r a n j e r o s se d e f e n d i e r o n c o m o deben hacerlo los h é -
sus escudos y sus espadas. Allí delante del palacio se e s t a - roes , d u r a n t e t o d o u n día de v e r a n o contra los g u e r r e r o s
ba el fuerte m ú s i c o e s p e r a n d o q u e a l g u n o lo invitara al de Etzel. ¡ O h ! ¡ c u á n t o s b u e n o s caballeros c a y e r o n m u e r -
combate. t o s ante ellos!
El rey lloraba desesperado y l o m i s m o hacía la r e i n a ; A m e d i a d o s del estío tuvo lugar la g r a n m a t a n z a , y e n -
doncellas y m u j e r e s sentían t u r b a d a el a l m a . L a m u e r t e t o n c e s f u é c u a n d o C r i m i l d a v e n g ó en sus m á s p r ó x i m o s
m e p a r e c e q u e se había c o n j u r a d o c o n t r a e l l o s ; p r o n t o parientes y en m u c h o s guerreros, las aflicciones de su co-
los e x t r a n j e r o s les hicieron perder m u c h o s m á s g u e - r a z ó n . D e s d e e n t o n c e s el r e y Etzel careció de t o d a alegría.
rreros . Ella n o había p e n s a d o en tan horrible carnicería: que-
ría h a b e r h e c h o de m o d o q u e e n el c o m b a t e pereciera
solo H a g e n y n i n g u n o m á s . P e r o el maldecido d e m o n i o
extendió sobre t o d o s la desgracia.
Había pasado el d í a . y sentían pesar y angustia. Ellos
XXXVI. p e n s a b a n q u e valía m á s m o r i r de u n a vez, q u e n o s o p o r t a r
l e n t a m e n t e t a n atroces dolores. D e s e a b a n y a hacer la paz
con sus e n e m i g o s , aquellos esforzados g u e r r e r o s .
DE COMO LA REINA MANDÓ INCENDIAR LA SALA. R o g a r o n q u e v i n i e r a el rey á la sala. L o s héroes e m p a -
p a d o s en s a n g r e y d e s l u m h r a n d o con el brillo de sus
a r m a s , salieron del palacio c o n los tres reyes. N o sabían á
q u i e n quejarse de s u s terrible m a l e s .
HORA aflojad v u e s t r o s c a s c o s , » dijo H a g e n el Etzel y C r i m i l d a a v a n z a r o n los d o s : el país era s u y o y
h é r o e : « y o y mi compañero velaremos por t e n í a n m u c h o s señores. Él d i j o á los e x t r a n j e r o s : « D e c i d ,
v o s o t r o s y si los guerreros de Etzel quieren l q u é queréis de m í ? ¿ Creeis o b t e n e r la paz ? eso difí-
c o m b a t i r n u e v a m e n t e , avisaré á m i s señores lo cilmente puedo concederlo,
más pronto posible.» despues de los g r a n d e s males q u e m e habéis ocasionado.
M u c h o s b u e n o s caballeros se q u i t a r o n los y e l m o s de la P o r largo t i e m p o q u e viva n o accederé á lo q u e queréis.
cabeza y se s e n t a r o n en la s a n g r e sobre los c u e r p o s á q u e Habéis m a t a d o á m i h i j o y á m u c h o s de m i s p a r i e n t e s ,
h a b í a n d a d o m u e r t e . Los n o b l e s e x t r a n j e r o s seguían es- p o r esto es imposible t o d a c o m p e n s a c i ó n y paz.»
p i a d o s p o r sus c o n t r a r i o s . A estas palabras r e s p o n d i ó G u n t e r : « A ello n o s ha
A n t e s que llegara la n o c h e , el n o b l e rey y C r i m i l d a la obligado la desgracia. T o d o s los de m i séquito h a n sido
reina, hicieron q u e los H u n o s i n t e n t a r a n n u e v a m e n t e el asesinados por t u s g u e r r e r o s e n los a l o j a m i e n t o s : ¿ h a b í a
asalto p o r si c o n s e g u í a n v e n c e r ; á su lado se veían m á s y o m e r e c i d o esto ? Y o he venido con la m e j o r b u e n a fé,
de veinte m i l q u e debían e m p r e n d e r el c o m b a t e . creía q u e m e seríais fiel. »
U n a h o r r i b l e t e m p e s t a d descargó sobre los e x t r a n j e - Así dijo Geiselher el joven de B o r g o ñ a : « V o s o t r o s
r o s . D a n k w a r t , el h e r m a n o de H a g e n , aquel h o m b r e g u e r r e r o s del rey Etzel q u e a u n estáis vivos , ¿ q u é tenéis
Cesó el t u m u l t o y r e i n ó el s i l e n c i o ; la s a n g r e de los f o r t í s i m o , dejó á sus señores y saltó hacia la puerta para
g u e r r e r o s m u e r t o s , corría p o r las aberturas y p o r los caños h a c e r f r e n t e al e n e m i g o . C r e y e r o n que había m u e r t o , p e r o
q u e d a b a n salida á las aguas. E s t o habían h e c h o los del apareció sano y salvo.
R h i n c o n su terrible fuerza. L a terrible lucha c o n t i n u ó hasta que f u é de n o c h e : los
S e n t á r o n s e p a r a descansar los B o r g o ñ o n e s y d e j a r o n e x t r a n j e r o s se d e f e n d i e r o n c o m o deben hacerlo los h é -
sus escudos y sus espadas. Allí delante del palacio se e s t a - roes , d u r a n t e t o d o u n día de v e r a n o contra los g u e r r e r o s
ba el fuerte m ú s i c o e s p e r a n d o q u e a l g u n o lo invitara al de Etzel. ¡ O h ! ¡ c u á n t o s b u e n o s caballeros c a y e r o n m u e r -
combate. t o s ante ellos!
El rey lloraba desesperado y l o m i s m o hacía la r e i n a ; A m e d i a d o s del estío tuvo lugar la g r a n m a t a n z a , y e n -
doncellas y m u j e r e s sentían t u r b a d a el a l m a . L a m u e r t e t o n c e s f u é c u a n d o C r i m i l d a v e n g ó en sus m á s p r ó x i m o s
m e parece q u e se había c o n j u r a d o c o n t r a e l l o s ; p r o n t o parientes y en m u c h o s guerreros, las aflicciones de su co-
los e x t r a n j e r o s les hicieron perder m u c h o s m á s g u e - r a z ó n . D e s d e e n t o n c e s el r e y Etzel careció de t o d a alegría.
rreros . Ella n o había p e n s a d o en tan horrible carnicería: que-
ría h a b e r h e c h o de m o d o q u e e n el c o m b a t e pereciera
solo H a g e n y n i n g u n o m á s . P e r o el maldecido d e m o n i o
extendió sobre t o d o s la desgracia.
Había pasado el d í a . y sentían pesar y angustia. Ellos
XXXVI. p e n s a b a n q u e valía m á s m o r i r de u n a vez, q u e n o s o p o r t a r
l e n t a m e n t e t a n atroces dolores. D e s e a b a n y a hacer la paz
con sus e n e m i g o s , aquellos esforzados g u e r r e r o s .
DE COMO LA REINA MANDÓ INCENDIAR LA SALA. R o g a r o n q u e v i n i e r a el rey á la sala. L o s héroes e m p a -
p a d o s en s a n g r e y d e s l u m h r a n d o con el brillo de sus
a r m a s , salieron del palacio c o n los tres reyes. N o sabían á
q u i e n quejarse de s u s terrible m a l e s .
HORA aflojad v u e s t r o s c a s c o s , » dijo H a g e n el Etzel y C r i m i l d a a v a n z a r o n los d o s : el país era s u y o y
h é r o e : « y o y mi compañero velaremos por t e n í a n m u c h o s señores. Él d i j o á los e x t r a n j e r o s : « D e c i d ,
v o s o t r o s y si los guerreros de Etzel quieren l q u é queréis de m i ? ¿ Creeis o b t e n e r la paz ? eso difí-
c o m b a t i r n u e v a m e n t e , avisaré á m i s señores lo cilmente puedo concederlo,
m á s p r o n t o posible. » despues de los g r a n d e s males q u e m e habéis ocasionado.
M u c h o s b u e n o s caballeros se q u i t a r o n los y e l m o s de la P o r largo t i e m p o q u e viva n o accederé á lo q u e queréis.
cabeza y se s e n t a r o n en la s a n g r e sobre los c u e r p o s á q u e Habéis m a t a d o á m i h i j o y á m u c h o s de m i s p a r i e n t e s ,
h a b í a n d a d o m u e r t e . Los n o b l e s e x t r a n j e r o s seguían es- p o r esto es imposible t o d a c o m p e n s a c i ó n y paz.»
p i a d o s p o r sus c o n t r a r i o s . A estas palabras r e s p o n d i ó G u n t e r : « A ello n o s ha
A n t e s que llegara la n o c h e , el n o b l e rey y C r i m i l d a la obligado la desgracia. T o d o s los de m i séquito h a n sido
reina, hicieron q u e los H u n o s i n t e n t a r a n n u e v a m e n t e el asesinados por t u s g u e r r e r o s e n los a l o j a m i e n t o s : ¿ h a b í a
asalto p o r si c o n s e g u í a n v e n c e r ; á su lado se veían m á s y o m e r e c i d o esto ? Y o he venido con la m e j o r b u e n a fé,
de veinte m i l q u e debían e m p r e n d e r el c o m b a t e . creía q u e m e seríais fiel. »
U n a h o r r i b l e t e m p e s t a d descargó sobre los e x t r a n j e - Así dijo Geiselher el joven de B o r g o ñ a : « V o s o t r o s
r o s . D a n k w a r t , el h e r m a n o de H a g e n , aquel h o m b r e g u e r r e r o s del rey Etzel q u e a u n estáis vivos , ¿ q u é tenéis
«Yo siempre te fui fiel y n u n c a te causé p e s a r : v i n e á
q u e r e p r o c h a r m e ? ¿ q u é os h e h e c h o ? Y o vine á este país tú corte c r e y e n d o que m e a m a b a s , querida h e r m a n a m í a .
e n la m e j o r amistad. » Piensa en n o s o t r o s con la afección que debes.»
Ellos r e s p o n d i e r o n : « V u e s t r a bondad es la que h a es- « N o p u e d o t e n e r misericordia c o n v o s o t r o s , solo os
parcido t a n t a desolación p o r ciudades y c a m p o s ; s i e m p r e t e n g o odio : á m í m e h a causado g r a n d e s pesares H a g e n
d e s e a r é m ó s q u e n o hubiérais v e n i d o n u n c a de W o r m s . de T r o n e j a y aquí en m i país h a m a t a d o á m i h i j o , es
; A c u á n t o s habéis d e j a d o h u é r f a n o s en el país tú y tus m e n e s t e r q u e todos m e lo paguéis.»
hermanos! »
« Si queréis e n t r e g a r m e p r i s i o n e r o solo á H a g e n , os
F u e r t e m e n t e i r r i t a d o , dijo G u n t e r el h é r o e : « ¿ Q u e r é i s
dejaré á los demás la v i d a , p o r q u e sois h e r m a n o s m í o s ,
hacer la paz c o n n o s o t r o s y desechar t o d o v i o l e n t o odio ?
hijos de m i m a d r e : e n t o n c e s h a b l a r e m o s de paz c o n los
N o s o t r o s n o h e m o s m e r e c i d o n a d a de lo q u e el rey E'tzel
nos hace s u f r i r . » h é r o e s que están a q u í . »
« N o quiera tal cosa el Dios del cielo » c o n t e s t ó G e r n o t ,
El rey dijo á los e x t r a n j e r o s : « M i s males n o son
« a u n q u e f u é r a m o s mil m o r i r í a m o s t o d o s tus fieles parien-
iguales a "los vuestros. L a g r a n desgracia del c o m b a t e , las
tes, antes que e n t r e g a r á u n solo h o m b r e prisionero; jamás
pérdidas y las m u e r t e s q u e m e habéis causado, s o n los
h a r e m o s eso.»
motivos q u e t e n g o para q u e n i n g u n o vuelva vivo al lugar
« M e n e s t e r es q u e m u r a m o s » d i j o Geiselher, « n o aban-
en q u e n a c i ó . »
d o n a r e m o s á n i n g u n o de nuestra escolta de caballeros. L o s
Así r e s p o n d i ó al r e y el f u e r t e G e r n o t : « Q u i e r a Dios
q u e q u i e r a n atacarnos q u e sepan q u e estamos a q u í : n o
hacer que n o s tratéis con cariño y q u e n o queráis asesi-
faltaré á la fé q u e d e b o á u n a m i g o m í o . »
n a r n o s e n vuestra casa. D e j a d n o s salir de aquí y r e d u n -
dará en h o n o r para v o s . » El fuerte D a n k w a r t d i j o , p o r q u e n o le convenía callar:
« N o q u e d a r á solo aquí m i h e r m a n o H a g e n . « Los q u e n o s
« E n t o n c e s se d e c i d i r á - p r o n t o n u e s t r a s u e r t e . M u c h o s de
n i e g a n la paz lo s e n t i r á n ; le h a r e m o s v e r q u e d e c i m o s la
los que os siguen e s t á n descansados y n o s m a t a r á n p o r q u e
verdad.»
n o s a b r u m a la fatiga : ¿ q u é t i e m p o p o d r é m o s resistir á
v u e s t r o s g u e r r e r o s en el c o m b a t e i » La esposa del rey dijo : « Llegad h a s t a la escalera, voso-
tros g u e r r e r o s , y vengad m i s ofensas. Y o os q u e d a r é
L o s g u e r r e r o s de Etzel se m a n i f e s t a b a n dispuestos á c o n -
agradecida c o m o d e b e ser. L a i m p e r t i n e n c i a de H a g e n r e -
sentir q u e los h é r o e s salieran de la sala. C u a n d o Crimilda
cibirá p o r m í su r e c o m p e n s a . »
lo o y ó sintió u n g r a n p e s a r , p o r esto se les n e g ó la paz
« N o dejéis salir á u n o solo de la sala ; y o haré p r e n d e r
q u e solicitaban.
f u e g o al palacio p o r sus cuatro e x t r e m o s : asi v e n g a r é mis
« N o , n o b l e s g u e r r e r o s , y o os aconsejo q u e n o hagáis lo
o f e n s a s . » Los g u e r r e r o s del rey Etzel estuvieron p r o n t o
q u e habéis p e n s a d o , pues si salen de la sala h a r á n u n a h o -
dispuestos.
rrible carnicería e n la que todos vuestros parientes serán
heridos m o r t a l m e n t e . » O b l i g a r o n á e n t r a r e n la sala á los q u e h a b í a n salido, á
lanzadas y á flechazos : movióse terrible e s t r u e n d o . Los
« A u n q u e n o q u e d a r a n vivos m á s q u e los hijos de U t a y
p r í n c i p e s y sus guerreros n o quisieron separarse;, n o p o d í a n
mis n o b l e s h e r m a n o s llegaran á respirar el viento y á r e -
prescindir de la fé q u e se debían los u n o s á los o t r o s .
frescar sus a r m a d u r a s , estábais perdidos : e n la tierra n o
h a habido n u n c a ' t a n f u e r t e s h é r o e s . » La esposa de Etzel m a n d ó e n t o n c e s p r e n d e r f u e g o á la
sala y las llamas a t o r m e n t a r o n los c u e r p o s de aquellos
El joven Geiselher dijo : « M u y h e r m o s a h e r m a n a m í a ,
héroes. C o n el v i e n t o ardió t o d o el palacio. C r e o que
n o esperaba t a n t o rigor c u a n d o m e invitastes á v e n i r á
n u n c a h u b o guerreros q u e sufrieran tan atroz martirio.
este país: ; p o r q u é m e r e z c o que los H u n o s m e d e n m u e r t e ?
Así g r i t a b a n m u c h o s : « ¡ O h ! ¡ cruel desgracia ! m e j o r
« D i o s os lo p a g u e , s e ñ o r H a g e n », dijo el h o m b r e se-
h u b i e r a sido m o r i r en el c o m b a t e ! ¡ Dios tenga p i e d a d de
diento , « p o r lo bien q u e m e h a h e c h o vuestro c o n s e j o
n o s o t r o s ; e s t a m o s p e r d i d o s ! C o n furia se v e n g a la reina
de q u e beba. N u n c a m e f u é escanciado m e j o r v i n o : p o r
y descarga s o b r e n o s o t r o s su cólera ! »
m u c h o q u e viva s i e m p r e os estaré a g r a d e c i d o . »
U n o de ellos dijo : « A q u í t e n e m o s q u e m o r i r , p o r el
C u a n d o los d e m á s o y e r o n q u e aquello era b u e n o , h u b o
h u m o ó p o r el f u e g o ; ¡ q u é horrible desgracia ! El c a l o r
m u c h o s q u e bebieron s a n g r e : con esto se a u m e n t ó la
m e hace sufrir t a n t o c o n la s e d , q u e creo q u e m i vida
f u e r z a de a q u e l l o s g u e r r e r o s ; y m u c h a s a m o r o s a s m u j e r e s
acabará p r o n t o en tan terrible m a r t i r i o . »
p e r d i e r o n luégo á sus queridos esposos.
El f u e g o caía en la sala s o b r e ellos, pero se preservaban
d e j á n d o l o resbalar p o r sus e s c u d o s . El h u m o y la sed les
hacían sufrir m u c h o . N u n c a se hizo sufrir tan g r a n d e s
t o r m e n t o s á los héroes.
H a g e n de T r o n e j a , dijo : « A r r i m a o s á las p a r e d e s ; 110
d e j a r caer las ascuas sobre las celadas de los y e l m o s y apa-
garlas c o n los piés en la s a n g r e . U n a horrible fiesta es la
q u e la reina n o s ofrece.»
E n estos t o r m e n t o s pasó la n o c h e . D e n t r o del palacio
el valeroso m ú s i c o y H a g e n , su c o m p a ñ e r o , estaban a p o -
y a d o s e n los escudos e s p e r a n d o grandes ataques de los
g u e r r e r o s del rey Etzel.
El techo q u e cubría la sala preservó á los e x t r a n j e r o s y
m u c h o s l o g r a r o n escapar c o n v i d a , p e r o s u f r í a n g r a n d e s
d o l o r e s c o n las llamas q u e e n t r a b a n p o r las v e n t a n a s . Así
se d e f e n d i e r o n aquellos guerreros c o m o el h o n o r les pres-
cribía.
El m ú s i c o d i j o : « E n t r e m o s en la s a l a : así creerán los
H u n o s q u e h e m o s m u e r t o en el suplicio á q u e n o s h a n
c o n d e n a d o ; p e r o n o s v e r á n p e r m a n e c e r fuertes después
en el c o m b a t e . »
G e i s e l h e r , el joven de B o r g o ñ a , d i j o : « M e parece q u e
p r o n t o será de día , p u e s llega hasta aquí u n aire f r e s c o .
Así dijo H a g e n de T r o n e j a : « V o s o t r o s nobles y b u e n o s ¡ N o s dejará el D i o s del cielo vivir a ú n algún t i e m p o !
caballeros , á los que la sed os hace s u f r i r , bebed s a n g r e . i E s p a n t o s a h a sido la fiesta q u e nos h a d a d o m i h e r m a n a
En calor s e m e j a n t e vale m á s q u e el v i n o ; en este m o - Crimilda! »
m e n t o n o h a y n a d a m e j o r q u e beber.»
U n o de e l l o s , añadió : « Ya diviso el día. Ya q u e n o
El g u e r r e r o f u é á d o n d e estaba u n m u e r t o , se inclinó, ha de m e j o r a r la suerte de los g u e r r e r o s , a r m é m o n o s y
desatóle el casco y c o m e n z ó á beber la s a n g r e q u e m a n a b a d e f e n d á m o n o s . P r o n t o v e r e m o s venir á la esposa del rev
de s u s heridas. P o r r a r o q u e parezca, a q u e l l o le hizo m u - Etzel.» r J

c h o bien.
El rey creyó que t o d o s los e x t r a n j e r o s h a b í a n m u e r t o á
causa de la batalla ó p o r el suplicio del f u e g o . P e r o a ú n
vivían de aquellos valientes m á s de seiscientos h o m b r e s
c o m o n i n g ú n rey los había t e n i d o .
L o s que d e s d e lejos espiaban á los e x t r a n j e r o s , h a b í a n
visto a l g u n o s de ellos q u e vivían los p r í n c i p e s y su g e n t e ,
XXXVII.
á pesar de c u a n t o s t o r m e n t o s les habían inferido para q u e
m u r i e r a n . Se los veía a n d a r p o r el palacio sin el m e n o r
daño.
D i j e r o n á C r i m i l d a q u e m u c h o s vivían todavía. « N o DE COMO FUÉ MUERTO RUDIGUERO.
p u e d e s e r » , c o n t e s t ó la r e i n a , « q u e u n o solo se h a y a
l i b r a d o de las llamas. M e j o r creo q u e t o d o s h a n m u e r t o . »
Bien h u b i e r a n q u e r i d o los príncipes y sus h o m b r e s e s -
capar de aquella a n g u s t i a , si les a c o r d a r a n misericordia , I ] f l f e ° S A j e r o s h a b í a n c o m b a t i d o bien aquella
p e r o n o la h a l l a r o n e n n i n g u n o de los del H u n e l a n d . ® i f r ^ t ma?,ana- esposo de G o t e l i n d a llegó á l a corte
V e n g a r o n sus m u e r t e s c o n terribles m a n o s . y vio p o r todas partes una horrible carnicería.
A la m a ñ a n a siguiente , desde m u y t e m p r a n o , c o m e n - I n t e r i o r m e n t e lloró el fiel R u d i g u e r o .
zaron los a t a q u e s ; los h é r o e s se e n c o n t r a r o n en g r a n p e - « ¡ O h , desgraciado de m í , p o r q u é h e n a c i d o ! » e x -
ligro. Les a r r o j a r o n fuertes l a n z a s , p e r o supieron d e f e n - c l a m ó el g u e r r e r o , « y p o r q u é n a d i e h a p o d i d o evitar
derse de u n a m a n e r a terrible aquellos bravos y valerosos tan g r a n d e s desgracias. I n t e r v e n d r í a p a r a hacer la p a z ,
guerreros. p e r o el rey se n e g a r á ; p u e s cada vez s o n m a y o r e s y m á s
Los g u e r r e r o s de Etzel se hallaban m u y e n c o l e r i z a d o s ; tuertes s u s pérdidas.»
ellos querían g a n a r el o r o r o j o y los regalos q u e habían El buen R u d i g u e r o ' envió á Dietrich p a r a ver si p o d í a
p r o m e t i d o , así c o m o t a m b i é n c u m p l i r las órdenes que el v e n c e r la cólera del altivo rey. El de B e r n a le hizo c o n -
rey había d a d o , p o r lo q u e m u r i e r o n m u c h o s . testar : « | Q u i é n p o d r á c o n t e n e r l o y a ? El rey Etzel n o
A c u d i ó hacia la puerta u n g r a n n ú m e r o de g u e r r e r o s y quiere q u e se i n t e r p o n g a nadie.»
el m ú s i c o dijo : « Aquí e s t a m o s . N u n c a vi g u e r r e r o s q u e U n g u e r r e r o H u n o , v i e n d o allí á R u d i g u e r o c o n los
a c u d i e r a n t a n presurosos al c o m b a t e c o m o los q u e p o r ojos llenos de l á g r i m a s , de las q u e h a b í a vertido m u c h a s ,
m a t a r n o s h a n recibido el oro del r e y . » dijo á la reina : « V e d c o m o p e r m a n e c e quieto el q u e
M u c h o s de ellos c o n t e s t a r o n : « ¡ A l c o m b a t e ! Ya es p u e d e m á s cerca de Etzel.»
t i e m p o de que c o n c l u y a m o s ; aquí n o m o r i r á n i n g u n o q u e « Y á q u i e n está s o m e t i d o el país y la g e n t e . ¡ C ó m o h a
n o deba m o r i r . » I n m e d i a t a m e n t e se vieron las javalinas obtenido tantas ciudades R u d i g u e r o , sino p o r la. g e n e r o -
llover sobre los escudos. sidad del r e y ! E n este c o m b a t e a u n n o h a descargado u n
i Q u é m á s p o d r é decir ? Más de mil doscientos h o m b r e s solo t a j o .
los asaltaron p o r todas partes. L o s e x t r a n j e r o s saciaron « P i e n s o q u e se p r e o c u p a m u y p o c o de lo que aquí
su e n c o n o h i r i e n d o á los e n e m i g o s . Nadie podía p o n e r o c u r r e , después q u e h a conseguido t o d o lo q u e deseaba.
paz e n t r e ellos y la s a n g r e corrió á t o r r e n t e s , D i c e n q u e es m á s fuerte q u e n i n g ú n o t r o , p e r o en esta
p o r las m o r t a l e s heridas. Se escuchaba c o m o cada u n o ocasión n o lo parece.»
l l a m a b a á sus a m i g o s . T o d o s los valientes y ricos reyes C o n triste cólera e s c u c h ó el fidelísimo g u e r r e r o este
f u e r o n m u e r t o s : los p a r i e n t e s q u e los a m a b a n , s i n t i e r o n discurso, y m i r a n d o de f r e n t e al H u n o , p e n s ó : « Y a m e
amarguísima pena.
causa de la batalla ó p o r el suplicio del f u e g o . P e r o a ú n
vivían de aquellos valientes m á s de seiscientos h o m b r e s
c o m o n i n g ú n rey los había t e n i d o .
L o s que d e s d e lejos espiaban á los e x t r a n j e r o s , h a b í a n
visto a l g u n o s de ellos q u e vivían los p r í n c i p e s y su g e n t e ,
XXXVII.
á pesar de c u a n t o s t o r m e n t o s les habían inferido p a r a q u e
m u r i e r a n . Se los veía a n d a r p o r el palacio sin el m e n o r
daño.
D i j e r o n á C r i m i l d a q u e m u c h o s vivían todavía. « N o DE COMO FUÉ MUERTO RUDIGUERO.
p u e d e s e r » , c o n t e s t ó la r e i n a , « q u e u n o solo se h a y a
l i b r a d o de las llamas. M e j o r creo q u e t o d o s h a n m u e r t o . »
Bien h u b i e r a n q u e r i d o los príncipes y sus h o m b r e s e s -
capar de aquella a n g u s t i a , si les a c o r d a r a n misericordia , I ] f l f e ° S A j e r o s h a b í a n c o m b a t i d o bien aquella
p e r o n o la h a l l a r o n e n n i n g u n o de los del H u n e l a n d . ® i f r ^ t ma?,ana- esposo de G o t e l i n d a llegó á l a corte
V e n g a r o n sus m u e r t e s c o n terribles m a n o s . y vio p o r todas partes una horrible carnicería.
A la m a ñ a n a siguiente , desde m u y t e m p r a n o , c o m e n - I n t e r i o r m e n t e lloró el fiel R u d i g u e r o .
zaron los a t a q u e s ; los h é r o e s se e n c o n t r a r o n en g r a n p e - « ¡ O h , desgraciado de m í , p o r q u é h e n a c i d o ! » e x -
ligro. Les a r r o j a r o n fuertes l a n z a s , p e r o supieron d e f e n - c l a m ó el g u e r r e r o , « y p o r q u é n a d i e h a p o d i d o evitar
derse de u n a m a n e r a terrible aquellos bravos y valerosos tan g r a n d e s desgracias. I n t e r v e n d r í a p a r a hacer la p a z ,
guerreros. p e r o el rey se n e g a r á ; p u e s cada vez s o n m a y o r e s y m á s
Los g u e r r e r o s de Etzel se hallaban m u y e n c o l e r i z a d o s ; tuertes s u s pérdidas.»
ellos q u e r í a n g a n a r el o r o r o j o y los regalos q u e habían El buen R u d i g u e r o ' envió á Dietrich p a r a ver si p o d í a
p r o m e t i d o , así c o m o t a m b i é n c u m p l i r las órdenes que el v e n c e r la cólera del altivo rey. El de B e r n a le hizo c o n -
rey había d a d o , p o r lo q u e m u r i e r o n m u c h o s . testar : « | Q u i é n p o d r á c o n t e n e r l o y a ? El r e y Etzel n o
A c u d i ó hacia la puerta u n g r a n n ú m e r o de g u e r r e r o s y quiere q u e se i n t e r p o n g a nadie.»
el m ú s i c o dijo : « Aquí e s t a m o s . N u n c a vi g u e r r e r o s q u e U n g u e r r e r o H u n o , v i e n d o allí á R u d i g u e r o c o n los
a c u d i e r a n tan presurosos al c o m b a t e c o m o los q u e p o r ojos llenos de l á g r i m a s , de las q u e h a b í a vertido m u c h a s ,
m a t a r n o s h a n recibido el oro del r e y . » dijo á la r e i n a : « V e d c o m o p e r m a n e c e quieto el q u e
M u c h o s de ellos c o n t e s t a r o n : « ¡ A l c o m b a t e ! Ya es p u e d e m á s cerca de Etzel.»
t i e m p o de que c o n c l u y a m o s ; aquí n o m o r i r á n i n g u n o q u e « Y á q u i e n está s o m e t i d o el país y la g e n t e . ¡ C ó m o h a
n o deba m o r i r . » I n m e d i a t a m e n t e se vieron las javalinas obtenido tantas ciudades R u d i g u e r o , sino p o r la. g e n e r o -
llover sobre los escudos. sidad del r e y ! E n este c o m b a t e a u n n o h a descargado u n
i Q u é m á s p o d r é decir ? Más de mil doscientos h o m b r e s solo t a j o .
los asaltaron p o r todas partes. L o s e x t r a n j e r o s saciaron « P i e n s o q u e se p r e o c u p a m u y p o c o de lo que aquí
su e n c o n o h i r i e n d o á los e n e m i g o s . Nadie podía p o n e r o c u r r e , después q u e h a conseguido t o d o lo q u e deseaba.
paz e n t r e ellos y la s a n g r e corrió á t o r r e n t e s , D i c e n q u e es m á s fuerte q u e n i n g ú n o t r o , p e r o en esta
p o r las m o r t a l e s heridas. Se escuchaba c o m o cada u n o ocasión n o lo parece.»
l l a m a b a á sus a m i g o s . T o d o s los valientes y ricos reyes C o n triste cólera e s c u c h ó el fidelísimo g u e r r e r o este
f u e r o n m u e r t o s : los p a r i e n t e s q u e los a m a b a n , s i n t i e r o n discurso, y m i r a n d o de f r e n t e al H u n o , p e n s ó : « Y a m e
amarguísima pena.
va

|
9
LOS NIBELUNGOS 289

Etzel el rico suplicó t a m b i é n , y ambos se arrodillaron


las pagarás ; ¡ dices que soy cobarde ! M u y alto has dicho
A los piés del g u e r r e r o . Se veía c o n m o v i d o al buen m a r -
grave , y el distinguido caballero dijo de este m o d o :
" V ^ t a u T i : " p u f i o s ^ d i r i g i ó contra é l , .hiriéndole
« ¡ O h desgraciado de mí q u e he vivido hasta este d í a ;
C O I S f u e r z a , ¿ e el g ^ f c ^ T ^ m e n e s t e r es que m e deshonre y que falte á m i fidelidad y
n i¿c C o n esto se a u m e n t o la colera del rey t t z e i .
á las virtudes que Dios m e m a n d a ! ¡ oh Señor del cielo,
« F u e r a de aquí, f a n f a r r ó n » e x c l a m ó R u d e r a , « t e -
tantes nenas v dolores estoy sufriendo para q u e m e l e p r o p o r q u é n o soy presa de la m u e r t e !
ches que n o L h o . Cierto es que con razón debía sentir «Cualquiera que sea el partido que escoja ó que deshe-
c h e , siempre habré obrado m a l , y que lo t o m e ó lo deje,
todo el m u n d o m e lo r e p r o c h a r á . ¡ Quiera i l u m i n a r m e el
h S t o d o el mal posible , sino f u e r ,
q u e m e ha concedido la vida ! »
el q u e hasta aquí ha traído á G u n t e r y su a c o m p a n a m i e n -
su guía en el país de mi señor. P o r esto C o n instancia le suplicaron el rey y su esposa , y f u é
causa de que m u c h o s guerreros f u e r a n m u e r t o s p o r R u d i -
mi brazo i n f o r t u n a d o n o debe atacarlos.»
guero y de q u e el héroe m i s m o pereciera. Diremos ahora
Asi dijo al margrave el altivo rey E t z e l : « ¿ Es asi c o m o c o m o ocurrió la sensible desgracia.
m ^ a y u d á i s , noble R u d i g u e r o ? T e n í a m o s
Sabía que n o le podían ocurrir m á s q u e penas y afliccio-
tos en este p a í s , q u e n o era menester a u m e n t a r el n u m e
ro • n o habéis o b r a d o r e c t a m e n t e . » , nes. Él hubiera a b a n d o n a d o con gusto al rey y á la reina,
pues temía que si m a t a b a á u n h é r o e , todo el m u n d o se
El noble caballero r e s p o n d i ó : « I n s u l t ó mi valor y ine lo había de reprochar.
r e p r o c h ó los h o n o r e s y los bienes q u e c o m o obsequio
A q u e l fuerte h o m b r e dijo al rey : « S e ñ o r Etzel, recojed
recibí de vuestras m a n o s ; por esto al m e n t i r o s o le h a ocu-
todo lo que de vos he recibido, tierras y ciudades; prefie-
ro ir descalzo p o r extraños países.
^ e g ó f l u K n a que había Visto la cólera con que el
« Q u i t a d m e todos mis bienes , a b a n d o n a r é vuestro país
Guerrero había herido 4 al H u n o . Sus ojos se llenaron de
y con mi esposa y m i hija de la m a n o , prefiero m o r i r que
K y dijo á R u d i g u e r o : « ¿ C ó m o ^ m e r e c ^ , faltar á m i buena f é ; obré m a l aceptando vuestro oro
ni v o ni el rey que a u m e n t e s nuestra aflicción i b i c m rojo. »
p r e nos has d i k ' o noble R u d i g u e r o q - ^ s ^ o s El rey Etzel contestó : «¿ Q u i é n m e ayudará ? T e daré
espondrías vida y h o n o r ; escucho que todos los guerreros
m i reino con los que lo h a b i t a n , R u d i g u e r o , si m e vengas
te de mis e n e m i g o s ; serás al lado de Etzel u n poderoso rey.»
m juró tu m a n o c u a n d o
m e aconsejastes que t o m a r a á Etzel por esposo digno c a - R u d i g u e r o le r e s p o n d i ó : « ¿ C ó m o entrar en el comba-
te ? Los invité á hospedarse en m i casa , y amistosamente
ballero y que m e ofrecistes servirme hasta la m u e r t e a e
les di de c o m e r y beber haciéndoles además regalos ; ¿ h é
u n o de 'los dos. Y o pobre m u j e r n o m e h e e n c o n t r a d o
de contribuir y o á la m u e r t e de ellos ?
n u n c a en tan amarga desgracia. »
« La g e n t e p o d r á creer que soy cobarde , pero n u n c a
«Verdad es, r e i n a , q u e os juré ¿ e d i c a r o s v i d a y l o n o r negué mis servicios á esos príncipes y á los q u e los a c o m -
p e r o n o juré perder mi a l m a , y yo h e sido quien trajo a p a ñ a n . Me arrepiento de la alianza que con ellos hice.
esta fiesta á los elevados príncipes. »
« A Geiselher el héroe di mi hija ; en la tierra n o p o -
Ella r e s p o n d i ó : « Acuérdate de tu j u r a m e n t o , R u d i g u e -
día estar m e j o r casada, si se atiende á las virtudes y al h o -
r o d e tu "fidelidad y de la constancia q u e p — s e n n o r , á la lealtad y á los bienes. »
vengar mis ofensas. » E l margrave contestó : « Y o n o os
n e g u é nunca n i n g ú n servicio. »
C r i m i l d a dijo e n t o n c e s : « M u y n o b l e R u d i g u e r o , apiá- « q u e en el c a m i n o habernos c o n q u i s t a d o b u e n o s a m i g o s .
date de m i aflicción y de la del r e y ; piensa q u e n u n c a en P o r m i esposa c o n s e g u i m o s s o c o r r o : estoy c o n t e n t o p o r
la tierra u n r e y recibió h u é s p e d e s tan terribles. »
m i fé, del m a t r i m o n i o q u e hice. »
El m a r g r a v e c o n t e s t ó á la reina: « H o y debe pagar c o n
« ¡ Q u é os alegra ! » dijo el m ú s i c o ; « ¿ c u a n d o habéis
la vida R u d i g u e r o lo que vuestra afección y la del rey le
visto q u e v e n g a n c o n intenciones de paz los g u e r r e r o s c o n
han' concedido : m e n e s t e r es q u e m u e r a , esto n o p u e d e
el casco ceñido y la espada en la m a n o ? Él q u i e r e a c r e -
durar mucho.
c e n t a r á n u e s t r a costa sus ciudades y sus c a m p o s . »
« Sé q u e h o y m i s ciudades y mis c a m p o s q u e d a r á n sin A n t e s q u e el m ú s i c o hubiera t e r m i n a d o su d i s c u r s o , el
señor p o r la m a n o de esos héroes. R e c o m i e n d o á v u e s t r a
n o b l e m a r g r a v e estaba a n t e el palacio. P u s o su b u e n e s -
b o n d a d m i m u j e r y m i h i j a , y los m u c h o s expatriados
c u d o á sus piés ; n o p o d í a ofrecer sus servicios n i s a l u d a r
q u e q u e d a n en Bechlaren. »
á sus a m i g o s .
« Q u e Dios te lo p a g u e , R u d i g u e r o , » le dijo el rey q u e El n o b l e R u d i g u e r o dijo dirigiéndose á la sala: « A h o r a ,
lo m i s m o q u e la reina se s e n t í a n c o n t e n t o s . « N o s o t r o s cui-
f u e r t e s N i b e l u n g o s , es m e n e s t e r q u e os defendáis. T e n é i s
d a r e m o s de tu g e n t e , p e r o t e n g o fé e n m i f o r t u n a ; tú te
q u e rechazar mis ataques c u a n d o debíais c o n t a r c o n m i
salvarás. »
a m i s t a d ; es m e n e s t e r q u e la alianza se r o m p a . »
Él se lanzó á e x p o n e r su a l m a y su c u e r p o . L a esposa
Esta terrible noticia abatió á los f u e r t e s , pues n i n g u n o
del r e y Etzel r o m p i ó á llorar p o r lo q u e él le d i j o : « Y o
pensaba q u e en su vida tendrían q u e c o m b a t i r c o n t r a el
d e b o c u m p l i r lo que os juré ; ¡ oh a m i g o s m í o s ! v o y á
q u e les había sido t a n fiel.
l u c h a r bien á m i d e s p e c h o . »
« Q u i e r a D i o s del c i e l o » e x c l a m ó G u n t e r el h é r o e ,
L o v i e r o n separarse del r e y m u y afligido. F u é cerca de~
« q u e tengáis a ú n m i s e r i c o r d i a , y n o s manifestéis la bue-
allí d o n d e estaban sus g u e r r e r o s y les dijo : « M e n e s t e r es
n a fé de q u e hacíais g a l a ; c o n f í o en vos y n o haréis lo
q u e os arméis m i s fieles , á pesar m í o t e n g o que atacar á
q u e habéis dicho. ».
los B o r g o ñ o n e s . »
« N o p u e d o hacer otra cosa,» c o n t e s t ó el f u e r t e g u e r r e -
L o s g u e r r e r o s m a n d a r o n q u e fueran á buscar sus a r m a s ,
r o , «debo c o m b a t i r o s c o m o h e p r o m e t i d o . D e f e n d e d vues-
y los de su a c o m p a ñ a m i e n t o ; les t r a j e r o n los y e l m o s y los
t r a s vidas h é r o e s valerosos si os es c a r a , pues la esposa
escudos. Ésta triste noticia la s u p i e r o n p r o n t o los fieros
del r e y Etzel n o quiere l i b r a r m e de esto. »
extranjeros.
« T a r d e n o s provocáis », le replicó el altivo rey. « Dios
Se habían a r m a d o R u d i g u e r o y q u i n i e n t o s de s u s h o m -
os r e c o m p e n s a r á , m u y n o b l e R u d i g u e r o , si conserváis algo
bres ; a d e m á s i b a n c o n él doce g u e r r e r o s q u e q u e r í a n
del afecto c o n q u e n o s habéis t r a t a d o y lo demostráis
conseguir el p r e m i o de v a l o r en el c o m b a t e ; n o sabían
hasta el fin.
q u e la m u e r t e estaba m u y cerca.
« Si n o s hacéis g r a c i a , y o y m i s amigos os s e r v i r e m o s
Se vio al m a r g r a v e c u b i e r t o c o n el y e l m o ; aceradas es-
t o d a la v i d a ; acuérdate de los regalos q u e n o s hicisteis
padas llevaban la g e n t e de R u d i g u e r o y e m b r a z a b a n a n -
chos y brillantes escudos. El m ú s i c o los vió y sintió c u a n d o n o s guiabas al país del rey E t z e l , n o b l e R u d i -
amarga pena. guero.»
« ¡ Bien quisiera hacerlo ! » le r e s p o n d i ó el h é r o e , « y
El joven Geiselher vió v e n i r á su s u e g r o c o n el casco
que os p u d i e r a dar m á s g r a n d e s regalos, c o m o tenía espe-
c e ñ i d o . ¿ C ó m o podría él s u p o n e r q u e n o iba c o n b u e n a
ranza de hacerlo ; e n t o n c e s n o tenía q u e sufrir n i n g ú n r e -
i n t e n c i ó n ? El n o b l e r e y sintió alegría en el c o r a z ó n .
p r o c h e de la n o b l e reina. »
« ¡ Felices n o s o t r o s , amigos m í o s ! » e x c l a m ó Geiselher,
« D e t e n t e , n o b l e R u d i g u e r o » le dijo e n t o n c e s G e r n o t ;

,IN!YERS!DAD DE NUEVO. I E C

BIBLIOTECA W , n '
"ALFORJO m m ' .
'n«in 1 6 2 5 MGNTSfiREY. MEXí
« n i n g ú n príncipe recibió m á s a m i s t o s a m e n t e á los ex- « Dios t e n g a piedad » , dijo el f u e r t e g u e r r e r o . L e v a n t ó
t r a n j e r o s q u e tú n o s recibisteis. Si vivimos te d a r e m o s la el escudo y t o d o s h i c i e r o n lo m i s m o para atacar á los e x -
recompensa. » t r a n j e r o s e n la sala de C r i m i l d a . H a g e n gritó desde la es-
« Quisiera D i o s » , r e s p o n d i ó R u d i g u e r o , « q u e vos es- calera :
tuvierais en el R h i n y y o m u e r t o . Así habría c o n s e r v a d o « Detente un m o m e n t o , m u y noble Rudiguero, aun no
m i h o n o r y n o t e n d r í a q u e c o m b a t i r o s . » N u n c a los g u e - os h e m o s d i c h o ni y o ni mis s e ñ o r e s cual es nuestra d e s -
r r e r o s h a n sido t a n m a l t r a t a d o s p o r sus a m i g o s . gracia. ¿ Q u é v e n t a j a será para Etzel la m u e r t e de estos ex-
« Q u e D i o s os r e c o m p e n s e , señor R u d i g u e r o , vuestros trangeros ?
ricos regalos » le c o n t e s t ó enseguida G e r n o t . « Me causa- « Estoy e n g r a n c u i d a d o », añadió H a g e n , « p o r q u e el
ría p e n a vuestra m u e r t e , p o r las g r a n d e s virtudes q u e c o n escudo que la señora G o t e l i n d a m e había regalado, lo h a n
vos perecerían. A q u í t e n g o v u e s t r a espada la que m e h a - a g u j e r e a d o los H u n o s en m i brazo: a m i s t o s a m e n t e lo había
béis regalado , b u e n g u e r r e r o . llevado en el país de Etzel.»
« E n esta desgracia n o se h a s e p a r a d o de m í , y su filo « Q u i e r a D i o s del cielo c o n c e d e r m e u n escudo t a n b u e n o
h a d a d o m u e r t e á m u c h o s g u e r r e r o s . Es fuerte y bien c o m o el que a h o r a embrazáis, m u y n o b l e R u d i g u e r o ; si lo
t e m p l a d a , brillante y b u e n a ; pienso que u n g u e r r e r o n o tuviera, no m e sería necesario en el c o m b a t e llevar casco. »
h a r á n u n c a m e j o r regalo.
« Bien quisiera regalaros m i escudo si m e atreviera á
« Si n o queréis r e n u n c i a r á v u e s t r o p r o p ó s i t o , y u n o hacerlo en presencia de C r i m i l d a . N o i m p o r t a , t o m a d l o
de los a m i g o s que aquí t e n g o es h e r i d o p o r vos, c o n vues- H a g e n y ceñidlo á v u e s t r o brazo : ¡Oh! ¡ así podáis llevarlo
tra espada, os q u i t a r é la v i d a ; lo sentiré t a n t o , R u d i g u e r o , á B o r g o ñ a !»
c o m o vuestra esposa. »
C u a n d o lo vieron ofrecer g e n e r o s a m e n t e su escudo, los
« Q u i e r a D i o s , s e ñ o r G e r n o t , q u e así s u c e d a , q u e en o j o s de m u c h o s vertieron ardientes l á g r i m a s . F u é su u l t i m o
t o d o se c u m p l a vuestra v o l u n t a d , y q u e vuestro a m i g o r e g a l o ; despues R u d i g u e r o de Bechlaren n o regaló n a d a
conserve la v i d a ; y o os confiaré á m i esposa y á mi h i j a . » á ningún guerrero.
Así r e s p o n d i ó el B o r g o ñ ó n h i j o de la h e r m o s a U t a . P o r furioso y colérico q u e estuviera H a g e n , se c o n m o v i ó
« ¿ P o r q u é obráis a s í , s e ñ o r R u d i g u e r o ? L o s que están al recibir el regalo q u e le hacía aquel b u e n g u e r r e r o , t a n
c o n m i g o os q u i e r e n , m a l hacéis a t a c á n d o n o s ; vais á d e j a r p r ó x i m o á su fin. M u c h o s nobles caballeros l l o r a r o n
viuda á v u e s t r a h e r m o s a h i j a . » c o n él.
« Si vos y v u e s t r o s g u e r r e r o s e m p e ñ a n el c o m b a t e en « Dios os lo r e c o m p e n s e , m u y n o b l e R u d i g u e r o . N u n c a
c o n t r a n u e s t r a , m e pagaréis m a l la c o n f i a n z a q u e tuve en tendréis s e m e j a n t e , q u e h a g a á los g u e r r e r o s t a n m a g n í f i c o s
vos, m e j o r q u e en n i n g ú n o t r o h o m b r e , c u a n d o os pedí á regalos. Dios permitirá q u e vuestra v i r t u d sea e t e r n a . »
vuestra hija p o r esposa. »
« Esta noticia h a a u m e n t a d o mi desgracia » , añadió H a -
« R e c o r d a d v ü e s t r o j u r a m e n t o » , dijo R u d i g u e r o , « y g e n , « h a b í a m o s sufrido y a g r a n d e s pesares y m e q u e j o á
si D i o s os saca de a q u í , m u y n o b l e r e y , que m i hija n o Dios de t e n e r q u e c o m b a t i r c o n los amigos.» El m a r g r a v e
padezca p o r causa m í a ; h a c e d l o así p o r vuestras elevadas replicó en seguida : « P a r a mí es t a m b i é n u n h o r r i b l e pe-
virtudes. » sar. »
« Así l o haré » , c o n t e s t ó el joven Geiselher , « pero si « T e n d r é en c u e n t a v u e s t r o regalo, m u y n o b l e R u d i -
mis ilustres parientes y los q u e están c o n n o s o t r o s en la g u e r o ; sea lo que sea lo q u e estos g u e r r e r o s h a g a n en el
sala t i e n e n q u e m o r i r , se r o m p e r á la alianza c o n vos y c ó m b a t e , n u n c a os herirá m i m a n o a u n q u e -matarais á
c o n v u e s t r a hija. » t o d o s los B o r g o ñ o n e s . »
Al escuchar esto el b u e n R u d i g u e r o , dió las gracias. L a El c h o q u e de las espadas p r o d u c í a u n triste r u i d o y á
g e n t e t o d a l l o r a b a , y era u n a horrible p e n a n o p o d e r evi- los golpes, los a d o r n o s de los escudos caían p e r d i é n d o s e en
tar aquel e n c u e n t r o . R u d i g u e r o , el p a d r e de todas las v i r - la sangre. E r a tan furiosa la p e l e a , q u e n u n c a se había
t u d e s , iba á m o r i r . visto otra s e m e j a n t e .
Desde lo alto de la escalera dijo V o l k e r el m ú s i c o : « Ya El jefe de Bechlaren saltaba de u n a parte á o t r a , d e s e a n -
q u e m i c o m p a ñ e r o H a g e n h a h e c h o la paz c o n v o s , t a m - d o p o n e r de manifiesto su valor en el c o m b a t e . Aquel
bién os respetará m i m a n o . Bien lo habéis m e r e c i d o desde día R u d i g u e r o p r o b ó q u e era u n g u e r r e r o valiente, fuerte
q u e llegamos á v u e s t r o país. » y d i g n o de alabanza.
« M u y n o b l e m a r g r a v e , sed m i m e n s a j e r o : estos rojos Los g u e r r e r o s G u n t e r - y G e r n o t , p e r m a n e c í a n fuertes
brazaletes m e los regaló la s e ñ o r a G o t e l i n d a , p a r a q u e m e y m a t a r o n á m u c h o s héroes e n el c o m b a t e . Geiselher y
los pusiera en esta fiesta: v e l l o s en mis brazos y sed testi- D a n k w a r t n o estaban lejos , y p o r ellos m u c h o s vivieron
g o de ello. » su ú l t i m o día.
« Quisiera el D i o s del c i e l o , d i j o R u d i g u e r o , q u e la R u d i g u e r o d e m o s t r a b a q u e era valiente , fuerte y que
m a r g r a v e os pudiera regalar m á s . H a r é saber la noticia á estaba bien a r m a d o : ¡ á c u á n t o s h é r o e s m a t ó ! V i e n d o '
m i querida e s p o s a , si la vuelvo á ver a l g u n a vez. » esto u n B o r g o ñ ó n , se sintió poseído de cólera y a c o r d ó la
D e s p u é s de esta p r o m e s a , R u d i g u e r o c o n el alma infla- m u e r t e del n o b l e R u d i g u e r o .
m a d a l e v a n t ó el e s c u d o : sin t a r d a r m á s se a r r o j ó c o n t r a G e r n o t el f u e r t e , g r i t ó al h é r o e , diciendo al m a r g r a v e :
los e x t r a n j e r o s el h é r o e valeroso. F u e r t e s g o l p e s descargó « N o q u e r é i s d e j a r escapar c o n vida á n i n g u n o de mis
allí el rico m a r g r a v e . h o m b r e s , m u y n o b l e R u d i g u e r o . Esto m e aflige m u c h o y
V o l k e r y H a g e n estaban léjos, s e g ú n lo habían p r o m e t i - n o p u e d o tolerarlo p o r m á s t i e m p o .
d o aquéllos buenos héroes. P e r o d e l a n t e de la puerta halló « Ya q u e m e habéis privado de tan g r a n n ú m e r o de mis
t a n t o s bravos q u e R u d i g u e r o e m p r e n d i ó el c o m b a t e c o n amigos , v u e s t r o regalo os causará d a ñ o . V e n i d hacia m í ,
gran cuidado. n o b l e y f u e r t e h o m b r e , h a r é p o r m e r e c e r el obsequio q u e
C o n m o r t a l i n t e n t o lo d e j a r o n e n t r a r e n el palacio G e r - m e habéis h e c h o . »
riot y G u n t e r ; lo sentían c o m o h é r o e s q u e e r a n . Geiselher A n t e s q u e el m a r g r a v e llegara á d o n d e estaba, dejó t i n -
se a p a r t ó a u n q u e c o n p e n a , esperaba a ú n la dicha y n o tos en sangre m u c h o s brillantes arneses. Se l a n z a r o n el
q u e r í a e n c o n t r a r s e en la lucha c o n R u d i g u e r o . u n o c o n t r a el o t r o , p a r a n d o cada cual los terribles golpes
Los h o m b r e s del m a r g r a v e se l a n z a r o n c o n t r a los e n e - q u e el c o n t r a r i o le asestaba.
migos siguiendo á su señor c o n gran v a l o r ; llevaban en E r a n t a n cortantes sus espadas q u e n a d a p o d í a d e t e n e r -
las m a n o s afiladas espadas, c o n las que h e n d i e r o n m u c h o s las. El h é r o e R u d i g u e r o hirió al rey G e r n o t p o r d e b a j o
y e l m o s y m u c h o s brillantes e s c u d o s . del y e l m o , y b r o t ó la s a n g r e á t o r r e n t e s ; pero se lo de-
Los fatigados g u e r r e r o s dieron t a m b i é n á los de Bechla- volvió c o n a u m e n t o a q u e l caballero f u e r t e y b u e n o .
r e n m u c h o s violentos golpes q u e partiéndoles las cora- E s g r i m i ó en sus m a n o s la espada q u e R u d i g u e r o le h a -
zas les llegaron á los h u e s o s . En la batalla realizaron p r o - bía regalado , y a u n q u e h e r i d o de m u e r t e , le dió t a n terri- '
digios. ble g o l p e q u e cayó s o b r e la celada después de partir el d u r o
L a n o b l e c o m p a ñ í a h a b í a p e n e t r a d o en la sala. V o l k e r escudo. El fuerte R u d i g u e r o tenía que m o r i r .
y H a g e n salieron á su e n c u e n t r o sin p e r d o n a r á n a d i e m a s N u n c a t a n rico regalo f u é p e o r r e c o m p e n s a d o : herido
q u e al jefe. A sus g o l p e s la s a n g r e brotaba de debajo d e el u n o p o r la m a n o del o t r o , G e r n o t y R u d i g u e r o cayeron
los cascos. en el c o m b a t e . H a g e n se t o r n ó f u r i o s o al presenciar a q u e -
lla catástrofe.
Así dijo el h é r o e de T r o n e j a : « N o s ha sucedido una C u a n d o el joven Geiselher vió m u e r t o á su h e r m a n o ,
horrible desgracia, pues con estos h o m b r e s t e n e m o s u n a p u s o en g r a v e a p u r o á t o d o s los q u e habían e n t r a d o en la
pérdida que n o c o m p e n s a r e m o s n u n c a , ni reparará su pue- sala. L a m u e r t e recogía p r o n t a á l o s de su a c o m p a ñ a m i e n -
______ ni su país. Q u e los t o : de los de Bechlaren n o escapó ni u n o sólo.
. J c R u d i g u e r o s u f r a n la G u n t e r y H a g e n y t a m b i é n Geiselher, D a n k w a r t y Vol-
pena.» k e r , los b u e n o s h é r o e s , acudieron al sitio en que los dos
N i u n o n i o t r o b a n d o se estaban t e n d i d o s , y los g u e r r e r o s l l o r a r o n la terrible d e s -
daban tregua: muchos que gracia.
W: caían sin heridas, h u b i e r a n « L a m u e r t e es terrible c o n n o s o t r o s •>, dijo el joven
! . | « p o d i d o l i b r a r s e , pero era Geiselher. « D e j é m o s n o s de l á g r i m a s y p o n g á m o n o s al
'- ^ ' « . f ^ Á P i í m t a l cl t r o
P e l ' qu e ^ s que aire para q u e se r e f r e s q u e n n u e s t r a s a r m a d u r a s : t e m o
110 q u e el D i o s del cielo n o n o s deje vivir m u c h o t i e m p o : »
e r a n a l c a n z a d o s , se
a h o g a b a n en la sangre. S e n t á r o n s e m u c h o s de los h o m b r e s que allí se veían ;
« ¡Ah! ¡ m i h e r m a n o h a estaban m u y cansados. L o s q u e a c o m p a ñ a r o n á R u d i g u e -
m u e r t o aquí ! p o r todas r o y a c í a n m u e r t o s ; el ruido había cesado, y t a n t o d u r ó el
partes n o s cerca la desgra- silencio q u e Etzel se irritó.
cia. S i e m p r e l a m e n t a r é la « ¡ O h ! ¡ desgraciada de m í ! » e x c l a m ó la r e i n a . « N o
pérdida del buen R u d i - n o s ha c u m p l i d o lo q u e dijo, y.la m a n o de R u d i g u e r o n o
g u e r o : l o s d o s partidos ha bastado p a r a destrozar á n u e s t r o s e n e m i g o s ; los dejará
pierden , y n u e s t r a aflic- q u e p u e d a n volver á B o r g o ñ a .
ción es g r a n d e . » « ¿ D e q u é n o s sirve , r e y E t z e l , q u e le h a y a m o s d a d o
t o d o c u a n t o h a querido ? El n o h a obrado bien. El q u e
debía v e n g a r n o s , q u i e r e hacer la paz. » A estas p a l a b r a s
r e s p o n d i ó Volker el audaz g u e r r e r o :
« N o ha s u c e d i d o c o m o d i c e s , n o b l e esposa del rey.
Si m e atreviera á decir q u e es m e n t i r o s a t a n elevada s e ñ o -
ra , diría q u e á p r o p ó s i t o de R u d i g u e r o habéis dicho d i a -
bólicas m e n t i r a s . El y s u s g u e r r e r o s h a n m u e r t o sin p r o -
p o n e r la paz.
« T a n fielmente h a c u m p l i d o las ó r d e n e s que el r e y le
ha d a d o , q u e él y su a c o m p a ñ a m i e n t o h a n m u e r t o . Mira
a h o r a á tu a l r e d e d o r , señora C r i m i l d a , para ver á quien
das tus órdenes : hasta su fin, os ha servido el valiente R u -
diguero.
« P o r si n o queréis c r e e r m e vais á verlo. » E n t o n c e s
para causarle m a y o r p e n a , t r a j e r o n al h é r o e c o n la cabe-
za h e n d i d a , á sitio desde d o n d e p u d i e r a v e r l o el rey. Los
h o m b r e s de Etzel n o h a b í a n e x p e r i m e n t a d o n u n c a u n a
pena mayor.
C u a n d o vieron al m a r g r a v e m u e r t o , n i n g ú n escritor
p o d r á decir n i c o n t a r c o m o l l o r a r o n h o m b r e s y m u j e r e s .
T o d o s sentían el c o r a z ó n destrozado.

XXXVIII.

DE COMO MURIERON TODOS LOS GUERREROS DE DIETRICH.

OR t o d a s partes se e s c u c h a b a n tan g r a n d e s l a -
m e n t o s que r e t e m b l a b a n las torres y el palacio.
L o o y ó u n o de los h o m b r e s de D i e t r i c h de Ber-
n a y se a p r e s u r ó á c o m u n i c a r la h o r r i b l e noticia.
D i j o al p r í n c i p e : « Ó y e m e s e ñ o r D i e t r i c h , en lo q u e
h e vivido n o sentí tan g r a n d e s l a m e n t o s c o m o los q u e
a h o r a llegan á mi. o í d o . P a r é c e m e q u e el rey m i s m o ha
perecido en esta fiesta.
« D e o t r o m o d o ¿ c ó m o habían de estar todos e n t a n
g r a n d e aflicción ? El rey ó C r i m i l d a , u n o de los dos , h a
m u e r t o p o r la cólera de esos fuertes e x t r a n j e r o s . M u c h o s
h é r o e s soberbios lloran a m a r g a m e n t e . »
El p r í n c i p e de B e r n a d i j o : « Mi q u e r i d o g u e r r e r o , n o
te precipites t a n t o : c u a n t o h a y a n h e c h o esos e x t r a n j e r o s
L a p e n a del rey Etzel era t a m b i é n m u y g r a n d e . S e m e - ha sido ^ obligados p o r la necesidad : déjales la v e n t a j a de
jantes á los r u g i d o s del león e r a n los l a m e n t o s del rico q u e esté en paz c o n ellos. »
rey , y lo m i s m o hacía su esposa. M u c h o s l l o r a r o n la El f u e r t e W o l f h a r t dijo : « Y o iré á la sala para saber
m u e r t e del buen R u d i g u e r o . noticias de lo q u e h a n h e c h o , y h a r é saber á m i querido
s e ñ o r cual es la causa de los l a m e n t o s q u e se e s c u c h a n . »
El n o b l e Dietrich c o n t e s t ó : « C u a n d o se espera hallar
la c ó l e r a , las p r e g u n t a s i m p o r t u n a s irritan al a l m a de los
g u e r r e r o s : p o r e s t o , W o l f h a r t , n o q u i e r o q u e les p r e -
guntes nada.»
M a n d ó á H e l f e r i c o q u e f u e r a y p r e g u n t a r a lo q u e había
sucedido, f u e r a á los h o m b r e s de Etzel, f u e r a á los e x t r a n -
jeros. N u n c a habían visto á g e n t e tan p r o f u n d a m e n t e afli-
gida.
El m e n s a j e r o llegó y p r e g u n t ó : « ; Q u é h a sucedido ?»
C u a n d o vieron al m a r g r a v e m u e r t o , n i n g ú n escritor
p o d r á decir n i c o n t a r c o m o l l o r a r o n h o m b r e s y m u j e r e s .
T o d o s sentían el c o r a z ó n destrozado.

XXXVIII.

DE COMO MURIERON TODOS LOS GUERREROS DE DIETRICH.

OR t o d a s partes se e s c u c h a b a n tan g r a n d e s l a -
m e n t o s que r e t e m b l a b a n las torres y el palacio.
L o o y ó u n o de los h o m b r e s de D i e t r i c h de Ber-
n a y se a p r e s u r ó á c o m u n i c a r la h o r r i b l e noticia.
D i j o al p r í n c i p e : « Ó y e m e s e ñ o r D i e t r i c h , en lo q u e
h e vivido n o sentí tan g r a n d e s l a m e n t o s c o m o los q u e
a h o r a llegan á mi. o í d o . P a r é c e m e q u e el rey m i s m o ha
perecido en esta fiesta.
« D e o t r o m o d o ¿ c ó m o habían de estar todos e n t a n
g r a n d e aflicción ? El rey ó C r i m i l d a , u n o de los dos , h a
m u e r t o p o r la cólera de esos fuertes e x t r a n j e r o s . M u c h o s
h é r o e s soberbios lloran a m a r g a m e n t e . »
El p r í n c i p e de B e r n a d i j o : « Mi q u e r i d o g u e r r e r o , n o
te precipites t a n t o : c u a n t o h a y a n h e c h o esos e x t r a n j e r o s
L a p e n a del rey Etzel era t a m b i é n m u y g r a n d e . S e m e - ha sido ^ obligados p o r la necesidad : déjales la v e n t a j a de
jantes á los r u g i d o s del león e r a n los l a m e n t o s del rico q u e esté en paz c o n ellos. »
rey , y lo m i s m o hacía su esposa. M u c h o s l l o r a r o n la El f u e r t e W o l f h a r t dijo : « Y o iré á la sala para saber
m u e r t e del buen R u d i g u e r o . noticias de lo q u e h a n h e c h o , y h a r é saber á m i querido
s e ñ o r cual es la causa de los l a m e n t o s q u e se e s c u c h a n . »
El n o b l e Dietrich c o n t e s t ó : « C u a n d o se espera hallar
la c ó l e r a , las p r e g u n t a s i m p o r t u n a s irritan al a l m a de los
g u e r r e r o s : p o r e s t o , W o l f h a r t , n o q u i e r o q u e les p r e -
guntes nada.»
M a n d ó á H e l f e r i c o q u e f u e r a y p r e g u n t a r a lo q u e había
sucedido, f u e r a á los h o m b r e s de Etzel, f u e r a á los e x t r a n -
jeros. N u n c a habían visto á g e n t e tan p r o f u n d a m e n t e afli-
gida.
El m e n s a j e r o llegó y p r e g u n t ó : « ; Q u é h a sucedido ?»
U n o de los q u e allí estaban le r e s p o n d i ó : « T o d o s a q u e - V i ó el f u e r t e V o l k e r c o m o avanzaban los guerreros de
llos á q u i e n e s a m á b a m o s en el H u n e l a n d , h a n sido m a t a - B e r n a , la g e n t e de Dietrich, c o n las espadas ceñidas y los
d o s . A q u í yace R u d i g u e r o , m u e r t o p o r los B o r g o ñ o n e s . escudos al brazo y lo hizo saber á s u s señores de B o r g o ñ a .
« N i n g u n o de los q u e h a b í a n v e n i d o c o n él h a p o d i d o El m ú s i c o dijo : « Se a p r o x i m a n hacia acá e n actitud
escapar.» L a aflicción de Helferico n o p u d o ser m a y o r . hostil los h o m b r e s de D i e t r i c h , a r m a d o s y cubiertos c o n
N u n c a había recibido u n a noticia que le causara t a n t a el y e l m o : q u e r r á n atacarnos y m e parece que nos ocurrirá
p e n a . V o l v i ó á Dietrich l l o r a n d o y l a m e n t á n d o s e . u n a desgracia.»
« ¿ Q u é habéis p o d i d o saber ? » p r e g u n t ó D i e t r i c h , «¿ poi- Sin t a r d a r m á s llegó H i l d e b r a n d o : p u s o á sus piés su
q u é lloráis t a n t o , h é r o e Helferico ? » El n o b l e g u e r r e r o a d o r n a d o escudo y p r e g u n t ó á los q u e a c o m p a ñ a b a n á
r e s p o n d i ó : « G r a n m o t i v o t e n g o p a r a l l o r a r ; los B o r g o - G u n t e r : « D e c i d m e , buenos h é r o e s , ¿ q u é habéis h e c h o
ñones han matado á Rudiguero.» de R u d i g u e r o ?
El g u e r r e r o de B e r n a , d i j o : « N o lo habrá querido Dios. « Me h a enviado m i señor D i e t r i c h , p a r a q u e m e digáis
Sería d e m a s i a d a v e n g a n z a ; sería u n a jugada del d e m o n i o . si la m a n o de u n o de v o s o t r o s h a m a t a d o á ese n o b l e
¿ C ó m o p u e d e ser que R u d i g u e r o h a y a t e n i d o tan triste m a r g r a v e , según n o s h a n d i c h o . N o s o t r o s n o p o d r e m o s
suerte ? Y o sé q u e es m u y a m i g o de los e x t r a n j e r o s . » sufrir t a n d u r a p e n a . »
El f u e r t e W o i f h a r t , le r e s p o n d i ó : « Si h a n h e c h o tal El f u r i o s o H a g e n , le r e s p o n d i ó : « L o que os h a n dicho
c o s a , es m e n e s t e r q u e t o d o s lo p a g u e n c o n la vida. Si lo n o es m e n t i r a ; bien quisiera q u e vuestro m e n s a j e r o os
s u f r i é r a m o s , sería u n a v e r g ü e n z a , u n d e s h o n o r . G r a n d e s h u b i e r a e n g a ñ a d o y q u e R u d i g u e r o gozara a ú n de la v i d a ;
servicios n o s ha prestado el brazo de R u d i g u e r o . » lo quería m u c h o ; y a p u e d e n llorarlo p a r a siempre h o m -
El jefe de los A m e l u n g o s m a n d ó t o m a r m e j o r e s i n f o r - bres y m u j e r e s . »
m e s . Sentóse á u n a v e n t a n a con el c o r a z ó n o p r i m i d o . C u a n d o s u p i e r o n c i e r t a m e n t e q u e R u d i g u e r o había
L u é g o dijo á H i l d e b r a n d o q u e se acercara á los e x t r a n j e r o s m u e r t o , l l o r a r o n los g u e r r e r o s c o m o se lo exigía el afecto.
p a r a saber p o r ellos lo q u e había p a s a d o . L o s h o m b r e s de Dietrich v e r t i e r o n lágrimas q u e caían de
El f u e r t e g u e r r e r o en los c o m b a t e s , el m a e s t r e H i l d e - sus m e j i l l a s á la barba : s e n t í a n u n g r a n d í s i m o p e s a r .
b r a n d o , 110 llevaba en las m a n o s n i escudo n i a r m a s . S i e g s t a b , el d u q u e de B e r n a , dijo : « H a t e n i d o fin
Q u e r í a llegar c o r t é s m e n t e á los e x t r a n j e r o s , p e r o el h i j o la v e n t u r a que R u d i g u e r o n o s había p r o p o r c i o n a d o , d e s -
de su h e r m a n a le hizo u n a o b s e r v a c i ó n . pués de n u e s t r o s dias de desgracia. L a alegría de u n pue-
El f u r i o s o W o i f h a r t , le dijo : « Si váis sin a r m a s , os blo expatriado yace ahí m u e r t a p o r vuestras m a n o s . »
u l t r a j a r á n y tendréis q u e r e t i r a r o s de u n m o d o v e r g o n - El jefe de los A m e l u n g o s , el h é r o e W o l f w e i n , dijo :
zoso ; llevad vuestras a r m a s y os r e s p e t a r á n m u c h o s . » « A u n c u a n d o viera m u e r t o á m i p a d r e , n o sufriría t a n t o
Siguiendo el viejo , el c o n s e j o del joven , H i l d e b r a n d o pesar c o m o c o n la m u e r t e de R u d i g u e r o . ¿ Q u i é n c o n s o -
t o m ó sus a r m a s , y a n t e s q u e lo a d v i r t i e r a , t o d o s los lará a h o r a á la m a r g r a v e ? »
g u e r r e r o s de Dietrich t e n í a n las espadas en la m a n o . Esto P o s e í d o p o r la cólera, dijo el h é r o e W o i f h a r t : « ¿ Q u i é n
causó pena al h é r o e y h u b i e r a querido evitarlo. guiará á n u e s t r o s g u e r r e r o s e n m u c h a s expediciones c o m o
P r e g u n t ó á d ó n d e querían ir : « N o s o t r o s q u e r e m o s ir el m a r g r a v e lo hizo ? ¡ O h , m u y n o b l e R u d i g u e r o , lástima
c o n t i g o , p o r q u e H a g e n de T r o n e j a es tan o s a d o , q u e que te h a y a m o s perdido !
podría h a b l a r o s c o n desprecio, c o m o h a c e con f r e c u e n c i a . » W o l f r a ñ d o , Helferico y t a m b i é n H e l m n o t c o n t o d o s
C u a n d o escuchó e s t o , el h é r o e accedió á los deseos de sus a m i g o s , l l o r a r o n su m u e r t e . El llanto n o dejó p r e g u n -
los g u e r r e r o s . tar m á s á H i l d e b r a n d o . « A h o r a , g u e r r e r o s , haced lo q u e
m i s e ñ o r m e ha m a n d a d o .
« S a c a d al m u e r t o R u d i g u e r o de la sala d o n d e h a n « D e j a d al l e ó n , m a e s t r e ; se siente f u r i o s o , p e r o si se
m u e r t o todas n u e s t r a s alegrías. D e j a d q u e le t r i b u t e m o s acerca á m í » , dijo el buen h é r o e V o l k e r , « a u n c u a n d o
h o n o r e s al q u e á n o s o t r o s y á m u c h o s h o m b r e s ha h e c h o sus m a n o s h u b i e r a n d o m e ñ a d o al u n i v e r s o , le d a r é u n
t a n g r a n d e s beneficios.
golpe que n o le deje hablar e n lo v e n i d e r o . »
« N o s o t r o s , c o m o R u d i g u e r o , estamos aquí f u e r a de L a cólera excitó al de B e r n a . W o l f h a r t , el b u e n o y atrevi-
n u e s t r a p a t r i a ; ; á q u é suplicar ? D e j a d que n o s lo l l e v e - do g u e r r e r o , se cubrió c o n el escudo y avanzó c o m o u n l e ó n
m o s p a r a q u e l o h o n r e m o s m u e r t o ; lo m i s m o h u b i é r a m o s f u r i o s o . T o d o s sus amigos lo siguieron al m o m e n t o á la
h e c h o d u r a n t e su v i d a . »
pelea.
El rey G u n t e r , r e s p o n d i ó : « N i n g ú n servicio es tan A v i o l e n t o s saltos se dirigió c o n t r a los m u r o s de la sala,
b u e n o c o m o el q u e hace el a m i g o á su a m i g o m u e r t o . pero el viejo H i l d e b r a n d o llegó p r i m e r o : n o quería q u e
U b r a r asi se l l a m a fidelidad y c o n s t a n c i a : c o n razón que-
e n t r a r a e n el c o m b a t e antes que él. P r o n t o h a l l a r o n e n los
reis h o n r a r l o , os quería m u c h o . »
e x t r a n j e r o s lo q u e q u e r í a n .
« ¿ C u a n t o t i e m p o r o g a r e m o s t o d a v í a ? » p r e g u n t ó el El m a e s t r e H i l d e b r a n d o se a r r o j ó sobre H a g e n y se o y ó
h é r o e W o l f h a r t . « Ya q u e h e m o s p e r d i d o n u e s t r o c o n - c r u j i r las espadas e n las m a n o s de los héroes. S u cólera
suelo p o r vuestra causa y que n o n o s alegrará su presencia, era tan g r a n d e , q u e le brillaban s u s ojos. Las dos espadas
dejad q u e lo l l e v e m o s á d o n d e se e n t i e r r a n los g u e r r e r o s » m o v í a n u n aire ardiente.
A estas palabras , c o n t e s t ó V o l k e r : « N a d i e os lo dará E n lo m a s terrible del c o m b a t e , f u e r o n separados pol-
p e r o e n t r a d p o r él al palacio d o n d e y a c e el h é r o e , c o n la fuerza y la cólera de los de B e r n a . El m a e s t r e H i l d e -
m u c h a s heridas en el c o r a z ó n , b a ñ a d o e n su s a n g r e . Así b r a n d o se separó de H a g e n y e n t o n c e s el atrevido W o l f h a r t
sera c o m p l e t o el .servicio q u e queréis hacer á R u d i g u e r o . » a c o m e t i ó al f u e r t e V o l k e r .
El f u e r t e W o l f h a r t , r e s p o n d i ó : « D i o s sabe, s e ñ o r m ú - Descargó t a n f u e r t e g o l p e en el casco del músico, q u e el
sico, q u e n o h a c e falta p r o v o c a r n o s : nos habéis causado filo de su espada se i n f l a m ó , pero c o n tal vigor se lo d e -
g r a v e d a ñ o . Si t o e atreviera d e l a n t e de m i s s e ñ o r e s , os volvió el a r t i s t a , que la a r m a d u r a de W o l f h a r t despidió
o c u r r i r í a u n a d e s g r a c i a ; pero t e n e m o s q u e estar quietos
chispas.
n o n o s es p e r m i t i d o c o m b a t i r . »
B r o t a b a el f u e g o de sus corazas, p u e s la m á s g r a n d e furia
El m ú s i c o le r e p l i c ó : « M u y p r u d e n t e es el q u e deja de a n i m a b a á los u n o s c o n t r a los o t r o s . El g u e r r e r o W o l f w e i n
h a c e r l o q u e q u i e r e , p o r q u e le está p r o h i b i d o , p e r o n o de B e r n a los separó ; sino h u b i e r a sido u n h é r o e , n o lo
p u e d o d e c i r q u e eso lo h a g a n los g u e r r e r o s valientes.» El hubiera conseguido nunca.
discurso a g r a d ó á H a g e n , su buen c o m p a ñ e r o de a r m a s . G u n t e r el fuerte rechazó c o n p o d e r o s o brazo á los terri-
« N o será vuestra la j u g a d a » , le c o n t e s t ó W o l f h a r t , bles g u e r r e r o s A m e l u n g o s . El j o v e n Geiselher dejó t i n t o
desafinare de tal m o d o las cuerdas de v u e s t r o l a ú d , que c o n olas de s a n g r e m á s de u n brillante casco.
n o p o d r é i s alabaros c u a n d o volváis al R h i n . V u e s t r a a r r o - D a n k w a r t , el h e r m a n o de H a g e n , era u n h o m b r e terri-
g a n c i a no_ p u e d o soportarla sin d e s h o n o r . » ble : lo q u e en los c o m b a t e s anteriores había hecho de n o -
El m ú s i c o , dijo : « Si de m i i n s t r u m e n t o r o m p é i s los table contra los guerreros de E t z e l , n o era m á s q u e aire.
suaves t o n o s , m i brazo h a r á perder á vuestro casco s u A h o r a se batía c o n rabia v e r d a d e r a el hijo de A l d r i a n o .
b i i ü a n t é z y sin q u e i m p o r t e c o m o , regresaré á B o r g o ñ a . » Ritschart y G e r b a r t , H e l f e r i c o y W i c h a r t n o se habían
Wolf h a r t quiso arrojarse sobre é l , p e r o su tío H i l d e - h e c h o atrás e n n i n g ú n c o m b a t e : se lo hicieron ver á los
b r a n d o lo c o n t u v o c o n f u e r z a . « C r e o q u e n o te debes g u e r r e r o s de G u n t e r . Allí se veía á W o l f r a n d o portarse bra-
d e j a r llevar de tu violenta cólera , pues si lo haces , p e r - v a m e n t e en el c o m b a t e .
derás el f a v o r de m i s e ñ o r . »
LOS NIBELUNGOS

El viejo H i l d e b r a n d o se batía c o m o u n loco. M u c h o s


b u e n o s guerreros m u r i e r o n á m a n o s de W o l f h a r t y h a l l a - saltaron hasta las p a r e d e s de la sala : allí e n c o n t r ó su fin
r o n la m u e r t e a h o g a d o s e n s a n g r e . Así v e n g a b a n la m u e r t e el terrible V o l k e r .
de R u d i g u e r o aquellos gue- L o s h o m b r e s de Dietrich se a p r e s u r a b a n en el c o m b a t e •
d a b a n t a n f u e r t e s golpes q u e hacían saltar las mallas de las
rreros fuertes y buenos.
cotas y las p u n t a s de las espadas v o l a b a n . P o r debajo de
C e d i e n d o á su cólera se
los cascos hacían c o r r e r t o r r e n t e s de h u m e a n t e s a n a r e
b a t í a el d u q u e Siegstab.
H a g e n de T r o n e j a vió m u e r t o al g u e r r e r o V o l k e r - esto
¡ A h ! ¡ cuántos magníficos
era p a r a él la p é r d i d a m a y o r e n t r e s u s amigos y c o m p a ñ e -
y e l m o s h e n d i ó en aquella
ros. ¡ C o n c u a n t a furia e m p r e n d i ó H a g e n la v e n g a n z a de
batalla el s o b r i n o de D i e - su a m i g o ! &
t r i c h ! E n la pelea n a d i e
« N o gozará de su victoria el viejo H i l d e b r a n d o : m i
podía p o r t a r s e m e j o r .
q u e r i d o a m i g o , el m e j o r c o m p a ñ e r o de a r m a s que he t e -
C o m o viera V o l k e r el
nido ha m u e r t o á m a n o s de ese g u e r r e r o . » L e v a n t ó su
f u e r t e q u e Siegstab hacía
escudo y avanzo, a m e n a z a d o r c o n t r a él.
v e r t e r t o r r e n t e s de s a n g r e
Helferico el valiente m a t ó á D a n k w a r t c a u s a n d o g r a n
p o r las buenas a r m a d u r a s ,
pena a G u n t e r y á Geiselher, c u a n d o lo v i e r o n caer en la
se s i n t i ó furioso y se l a n z ó revuelta l u c h a . S u valentía había v e n g a d o de a n t e m a n o su
c o n t r a él. Allí h u b i e r a per- muerte.
d i d o la vida,
( A u n q u e había allí m u c h a g e n t e de distintos países y
Siegstab á m a n o s del m ú -
m u y p o d e r o s o s principes c o n t r a el p e q u e ñ o g r u p o , si los
sico : V o l k e r le dió tales
cristianos n o h u b i e r a n estado c o n t r a ellos , su valor h u -
pruebas de su a r t e , q u e c o n
biera bastado p a r a rechazar á los p a g a n o s . )
la espada le dió m u e r t e . El
viejo H i l d e b r a n d o lo v e n - A pesar de t o d o , W o l f h a r t seguía s a l t a n d o acá y allá
g ó , según su valor se lo m a t a n d o sin. tregua á los del a c o m p a ñ a m i e n t o de G u n t e r
exigía. Atravesaba p o r tercera vez la sala del c o m b a t e , y su b r a -
« ¡ O h ¡ ¡ desgracia! » ex- zo derribaba m u e r t o s á m u c h o s héroes.
c l a m ó el m a e s t r e H i l d e - El valeroso Geiselher gritó á W o l f h a r t : « ¡ O h ! ¡ q u é
terrible e n e m i g o h e m o s e n c o n t r a d o ! N o b l e y valiente
b r a n d o «¡mi q u e r i d o señor
g u e r r e r o , v e n i d hacia acá ; q u i e r o a y u d a r o s á t e r m i n a r •
y a c e aquí m u e r t o p o r la
esto n o p u e d e d u r a r m á s t i e m p o . »
m a n o de V o l k e r ! Y a n o
W o l f h a r t se volvió l u c h a n d o hacia G e i s e l h e r ; cada u n o
puede vivir m á s el m ú s i c o . »
hizo al c o n t r a r i o p r o f u n d a s heridas. Descargó c o n t a n t a
¿ Q u i é n vió á nadie m á s f u - f u e r z a c o n t r a el r e y , q u e d é l a cabeza á los piés q u e d ó
rioso q u e el f u e r t e H i l d e - bañado en sangre.
brando ?
Dió á V o l k e r c o n tanta Encolerizado el h i j o de la h e r m o s a U t a , atacó á W o l -
i h a r t c o n horribles tajos. P o r m u y fuerte q u e f u e r a el
f u e r z a , q u e los pedazos de
g u e r r e r o , tenía q u e s u c u m b i r . N u n c a u n r e y tan joven f u é
su y e l m o y las piezas del es- m a s valiente.
c u d o del valeroso m ú s i c o
A l c a n z ó á W o l f h a r t s o b r e la b u e n a a r m a d u r a , y de
las heridas brotó la sangre e n a b u n d a n c i a . Hirió de m u e r -
te al g u e r r e r o de Dietrich. Solo siendo u n h é r o e p u d o dar
un golpe semejante. C u a n d o el maestre H i l d e b r a n d o recibió la herida, t e m i ó
C u a n d o el fuerte W o l f h a r t recibió la h e r i d a , d e j ó caer m á s fuertes golpes de m a n o s de H a g e n . El g u e r r e r o de
el escudo : después c o n a m b a s m a n o s l e v a n t ó u n a c o r t a n - Dietrich se p u s o el escudo á la espalda , y á pesar de su
te espada c o n la q u e hirió al h é r o e Geiselher á través del herida logró escapar de H a g e n .
y e l m o y la coraza. N i n g u n o de los g u e r r e r o s vivían y a sino G u n t e r y H a -
g e n , los dos h é r o e s terribles. El viejo H i l d e b r a n d o c a m i -
U n o á o t r o se habían d a d o horrible m u e r t e . El g u e r r e - n a b a b a ñ á n d o s e en su s a n g r e , y f u é á dar á Dietrich la
ro de Dietrich n o podía c o n s e r v a r la vida. El viejo Hilde-
triste n u e v a .
b r a n d o vio caer a W o l f h a r t : en su vida h a b í a e x p e r i m e n -
Vi© sentado y pesaroso al jefe , p e r o m a y o r p e n a
tado mayor pena.
iba á hacer e x p e r i m e n t a r al p r í n c i p e . C u a n d o vió q u e se
t n ' m ? , ! 0 5 h i ü n r b r e s , d e . D i e t r i c h y G u n t e r habían muer- adelantaba H i l d e b r a n d o con la coraza tinta en s a n g r e , le
t o . H i l d e b r a n d o f u é al sitio en q u e había caído W o l f h a r t preguntó con gran cuidado qué ocurría.
fielybuSoUSangfe' 7 1 0 t 0 m Ó 6 n SUS b r a Z S e l
° guerrero « D e c i d m e m a e s t r e H i l d e b r a n d o , ¿ p o r q u é venís baña-
d o en la sangre de vuestras venas ? ; q u i é n os h a herido ?
Q p i s o sacarlo f u e r a del palacio pero pesaba m u l o .
¿ O s habéis batido c o n los e x t r a n j e r o s e n la sala ? O s l o
A q u e l h o m b r e m o r t a l m e n t e herido, volvió los ojos hacia
su tío, y vio q u e lo quería sacar de allí. había prohibido y debisteis evitarlo. »
C o n t e s t ó á su señor : « H a g e n lo h a hecho ; m e hirió
El m o r i b u n d o dijo : « M u y q u e r i d o tío m í o , n o es bue- e n la sala c u a n d o quería librarme del g u e r r e r o . T r a b a j o
n o q u e en este m o m e n t o m e dediquéis á m í m u c h a a t e n - m e ha costado escapar con vida de a q u e l d e m o n i o . »
c i ó n . D e f e n d e o s de H a g e n ; esto es lo q u e c o n v i e n e : él
El de Berna r e s p o n d i ó : « C o n razón os h a sucedido eso,
siente e n su corazon h o r r i b l e o d i o .
pues h a b i e n d o escuchado q u e la a m i s t a d rae ligaba c o n
« Si m i s p a r i e n t e s quieren llorar - m i m u e r t e , decidles
vos, que sois el m e j o r , q u e l l o r a n sin m o t i v o . H e recibido esos g u e r r e r o s , n o debisteis r o m p e r la paz q u e c o n ellos
h o n r o s a m u e r t e de m a n o s de u n r e y . tenía'. Si n o f u e r a u n a v e r g ü e n z a para mí os daría m u e r t e . »
« N o os irritéis t a n p r o n t o e n c o n t r a mía , s e ñ o r D i e -
« T a n bien v e n g u é de a n t e m a n o m i m u e r t e e n esta sala trich : g r a n d e ha sido el d a ñ o p a r a mí y p a r a m i s a m i g o s .
q u e t e n d r á n que verter lágrimas las m u j e r e s de m u c h o s
Q u e r í a m o s sacar de la sala el c u e r p o de R u d i g u e r o , p e r o
b u e n o s caballeros. Si os p r e g u n t a r a alguien , decidle q u e
4 n o quisieron acceder los g u e r r e r o s de G u n t e r . »
c o n m i m a n o di m u e r t e á m á s de cien e n e m i g o s . »
« ¡ O h ! ¡ q u é dolor para m í 1 ¿ ha m u e r t o R u d i g u e r o ?
H a g e n se acordó del músico á q u i e n el viejo H i l d e b r a n -
N u n c a h a sido tan grande m i desgracia. L a n o b l e G o t e -
d o había q u i t a d o la v i d a , y dijo al g u e r r e r o : « V o s p a g a -
reis la p e n a de m i d o l o r , pues e n el c o m b a t e habéis d a d o l i n d a es tía m í a . ¡ Pobres h u é r f a n o s , los q u e q u e d a n e n
muerte a muchos guerreros. » Bechlaren ! »
D e s c a r g ó tan f u e r t e m e n t e s o b r e H i l d e b r a n d o q u e reso- D o l o r y p e n a les causó aquella m u e r t e , y sin p o d e r s e
c o n t e n e r el h é r o e r o m p i ó á llorar. « ¡ O h ! ¡ q u é b u e n
' 3 fSp/ada Ha
S e n e l ^ e r t e había q u i t a d o a p o y o h e perdido ! ¡ n u n c a d e j a r é de a c o r d a r m e del g u e -
a S i g f n d o después de m u e r t o . El viejo se d e f e n d i ó , pues r r e r o del rey E t z e l !
era m u y valiente. '
« ¿ Podéis d e c i r m e de u n a m a n e r a cierta , maestre H i l -
taiolon d e W o I l h a ; C dÍÓ ^ ^ de T r o n e j a u n fuerte d e b r a n d o , quien es el g u e r r e r o q u e lo ha m a t a d o ?» Él le
tajo c o n su espada de acerado c o r t e : p e r o n o p u d o h e r i r c o n t e s t ó : « E l fuerte G e r n o t , p e r o el rey f u é m u e r t o
al vasallo de G u n t e r . H a g e n s í , le atravesó el arnés "
también p o r m a n o de R u d i g u e r o . »
Le dijo á H i l d e b r a n d o : « Decid á los m í o s q u e se ar- pues n u n c a en la tierra sintió t a n amarga p e n a . E x c l a -
m e n p r o n t o ; quiero ir y o m i s m o . Decidles que m e t r a i - m ó : « ¡ Si todos mis h o m b r e s h a n m u e r t o , es q u e Dios
g a n m i brillante a r m a d u r a de c o m b a t e : quiero p r e g u n t a r a b a n d o n a al i n f o r t u n a d o Dietrich ! Y o era u n rey rico, n o -
y o m i s m o á los héroes d e Borgoñá. » ble y elevado. »
Dietrich añadió : « ¿ C ó m o h a p o d i d o ser que los ha-
y a n m a t a d o á t o d o s esos héroes cansados del c o m b a t e y
r e d u c i d o s al ú l t i m o e x t r e m o ? ¡ Si no m e persiguiera la
desgracia a u n n o habrían m u e r t o !
« Ya q u e - l a suerte n o m e ha querido a y u d a r , d e c i d m e
al m e n o s , ¿ vive a ú n a l g u n o de esos e x t r a n j e r o s ? » El
m a e s t r e H i l d e b r a n d o r e s p o n d i ó : « Dios sabe que n o viven
m á s que H a g e n y el altivo rey G u n t e r . »
« ¡ O h ! ¡ querido W o l f h a r t , á quien h e perdido ! n u n -
ca sentiría el h a b e r d e j a d o de n a c e r . Siegstab, W o l f w e i n ,
y también W o l f b r a n d ; ¿ q u i é n m e a y u d a r á ahora e n el
país de los A m e l u n g o s ?
« Helferico el f u e r t e h a sido m u e r t o t a m b i é n , ; c ó m o
lloraré á Gerbar.t y á W i c h a r t ? H o y es mi ú l t i m o día
de alegría. ¡ O h ! ¡ triste de m í ! ¡ q u é nadie p u e d a m o r i r
de d o l o r ! »

XXXIX.

DE COMO MURIERON GUNTER, HAGEN Y CRIMILDA..

L m i s m o señor Dietrich cogió su a r m a d u r a q u e


le a y u d ó á ceñirse el viejo H i l d e b r a n d o . A q u e l
f u e r t e h o m b r e lloraba, y su voz hacia r e t e m b l a r
t o d o el palacio.
El m a e s t r e H i l d e b r a n d o le r e s p o n d i ó : « ¿ Q u i é n irá c o n P r o n t o r e c o b r ó t o d a su e n e r g í a el valeroso g u e r r e r o , y
vos ? T o d o s los q u e tenéis v i v o s , los véis á v u e s t r o lado : el buen h é r o e se a r m ó d o m i n a d o p o r la cólera : e m b r a z ó
y o soy el ú l t i m o de e l l o s ; los d e m á s h a n m u e r t o . » Se el escudo y m a r c h a r o n juntos él y el maestre H i l d e b r a n d o .
aterró con esta noticia y t e n í a motivos p a r a e l l o , H a g e n de T r o n e j a dijo : « V e o q u e se acerca el s e ñ o r
Le dijo á H i l d e b r a n d o : « Decid á los m í o s q u e se ar- pues n u n c a en la tierra sintió t a n amarga p e n a . E x c l a -
m e n p r o n t o ; quiero ir y o m i s m o . Decidles que m e t r a i - m ó : « ¡ Si todos mis h o m b r e s h a n m u e r t o es q u e Dios
g a n m i brillante a r m a d u r a de c o m b a t e : quiero p r e g u n t a r a b a n d o n a al i n f o r t u n a d o Dietrich ! Y o era u n rey rico, n o -
y o m i s m o á los héroes d e Borgoñá. » ble y elevado. »
Dietrich añadió : « ¿ C ó m o h a p o d i d o ser que los ha-
y a n m a t a d o á t o d o s esos héroes cansados del c o m b a t e y
r e d u c i d o s al ú l t i m o e x t r e m o ? ¡ Si no m e persiguiera la
desgracia a u n n o habrían m u e r t o !
« Ya q u e - l a suerte n o m e ha querido a y u d a r , d e c i d m e
al m e n o s , ¿ vive a ú n a l g u n o de esos e x t r a n j e r o s ? » El
m a e s t r e H i l d e b r a n d o r e s p o n d i ó : « Dios sabe que n o viven
m á s que H a g e n y el altivo rey G u n t e r . »
« ¡ O h ! ¡ querido W o l f h a r t , á quien h e perdido ! n u n -
ca sentiría el h a b e r d e j a d o de n a c e r . Siegstab, W o l f w e i n ,
y también W o l f b r a n d ; ¿ q u i é n m e a y u d a r á ahora e n el
país de los A m e l u n g o s ?
« Helferico el f u e r t e h a sido m u e r t o t a m b i é n , ; c ó m o
lloraré á Gerbar.t y á W i c h a r t ? H o y es mi ú l t i m o día
de alegría. ¡ O h ! ¡ triste de m í ! ¡ q u é nadie p u e d a m o r i r
de d o l o r ! »

XXXIX.

DE COMO MURIERON G U N T E R , HAGEN Y CRIMILDA..

L m i s m o señor Dietrich cogió su a r m a d u r a q u e


le a y u d ó á ceñirse el viejo H i l d e b r a n d o . A q u e l
f u e r t e h o m b r e lloraba, y su voz hacia r e t e m b l a r
t o d o el palacio.
El m a e s t r e H i l d e b r a n d o le r e s p o n d i ó : « ¿ Q u i é n irá c o n P r o n t o r e c o b r ó t o d a su e n e r g í a el valeroso g u e r r e r o , y
vos ? T o d o s los q u e tenéis v i v o s , los véis á v u e s t r o lado : el buen h é r o e se a r m ó d o m i n a d o p o r la cólera : e m b r a z ó
y o soy el ú l t i m o de e l l o s ; los d e m á s h a n m u e r t o . » Se el escudo y m a r c h a r o n juntos él y el maestre H i l d e b r a n d o .
aterró con esta noticia y t e n í a motivos p a r a e l l o , H a g e n de T r o n e j a dijo : « V e o q u e se acerca el s e ñ o r
Dietrich : querrá l u c h a r c o n n o s o t r o s p o r los g r a n d e s pe- el c o r a z ó n m e has c a u s a d o . C o n c e d e u n a c o m p e n s a c i ó n ,
sares que le h e m o s causado. A h o r a p o d r e m o s decidir cual fuerte c a b a l l e r o , para q u e te lo p e r d o n e .
de los dos es m á s v a l i e n t e . » « E n t r é g a t e prisionero c o n H a g e n tu vasallo : yo te
« A u n c u a n d o el g u e r r e r o Dietrich de Berna f u e r a m á s d e f e n d e r é aquí e n t r e los H u n o s , de m o d o q u e nadie os
f u e r t e y m á s t e r r i b l e , si quiere v e n g a r e n n o s o t r o s sus o f e n d a ni cause agravio. S o l o e n c o n t r a r é i s en m í b o n -
p e n a s , » añadió H a g e n , « le haré f r e n t e c o n d e n u e d o . » dad y buena f é . »
Estas palabras las e s c u c h a r o n Dietrich y el m a e s t r e « N o p e r m i t a el Dios del cielo , » r e s p o n d i ó H a g e n ,
H i l d e b r a n d o . El f u é á buscar á los dos g u e r r e r o s q u e esta- « q u e se e n t r e g u e n á tí dos g u e r r e r o s que bien a r m a d o s
ban a p o y a d o s e n el m u r o fuera de la sala. Dietrich p u s o a p u e d e n defenderse todavía c o n valor y q u e m a r c h a r á n c o n
sus piés su b u e n escudo. la f r e n t e alta hacia el e n e m i g o . »
D o m i n a d o p o r el dolor y p o r el c u i d a d o , dijo Dietrich. « N o debéis despreciar m i o f r e c i m i e n t o , G u n t e r y H a -
« • ¿ P o r q u é has o b r a d o así en c o n t r a m í a , r e y G u n t e r , c u a n - g e n » , añadió D i e t r i c h . « L o s dos habéis causado tan g r a n -
do n o s o y de éste p a í s ? ¿ Q u é os hice y o para q u e m e des tribulaciones á m i c o r a z ó n , q u e obraríais bien si m e
hayáis d e j a d o solo y sin n i n g ú n c o n s u e l o ? compensarais.
« N o ha sido bastante para vos m a t a r á R u d i g u e r o el « O s doy mi p a l a b r a , y m i m a n o os lo jura, q u e iré c o n
valeroso h é r o e en esta .espantosa l u c h a , sino q u e t a m b i é n v o s o t r o s hasta v u e s t r o país. O s a c o m p a ñ a r é c o n h o n o r , ó
habéis m a t a d o á t o d o s mis h o m b r e s . N u n c a os hice y o sufriré la m u e r t e y p o r v o s o t r o s daré al olvido mi d e s g r a -
sufrir p e n a s s e m e j a n t e s . cia. »
« P e n s a n d o en v o s o t r o s m i s m o s , en v u e s t r o s pesares , « N o p e d i r l o m á s » replicó H a g e n . « N o n o s c o n v i e n e
en vuestros amigos m u e r t o s en este c o m b a t e , debéis sentir q u e se diga q u e dos tan fuertes g u e r r e r o s , se h a n entrega-
el a l m a rota , buenos h é r o e s . ¡ C u á n t o m e aflige á m í la d o á vuestra m a n o , p u e s solo os a c o m p a ñ a H i l d e b r a n d o . »
m u e r t e de R u d i g u e r o ! El maestre H i l d e b r a n d o , d i j o : « Dios sabe , señor H a -
« T a n f u e r t e pesar n a d i e lo t u v o en el m u n d o . V o s o t r o s g e n , q u e la paz q u e el s e ñ o r Dietrich os o f r e c e , llegará
n o habéis p e n s a d o en vuestra p e n a ni en la m í a . A q u í ya- u n m o m e n t o en q u e la echéis de m e n o s : debíais aceptar
cen m u e r t o s t o d o s mis a m i g o s : n u n c a lloraré bastante la la c o m p o s i c i ó n q u e os p i d e . »
p é r d i d a de mis deudos.» « Y o aceptaría esa paz », le respondió H a g e n , « antes
« N o s o t r o s n o s o m o s los culpables , » respondió H a g e n , q u e h u i r , c o m o ü n m a l g u e r r e r o , del c a m p o del c o m -
« á este palacio h a n v e n i d o vuestros g u e r r e r o s en g r a n tro- bate , según vos lo habéis h e c h o , m a e s t r e H i l d e b r a n d o .
pel y f u e r t e m e n t e a r m a d o s . M e parece que n o te h a n d a d o P o r m i f é , creí q u e erais h o m b r e m á s valeroso.»
las noticias con v e r d a d . » El maestre H i l d e b r a n d o , le r e s p o n d i ó : « ; P o r qué m e
« ¿A quién d e b o creer ? H i l d e b r a n d o m e ha dicho que insultáis ? i Q u i é n p e r m a n e c i ó s e n t a d o en W a s g e n s t e i n e ,
mis guerreros A m e l u n g o s os h a n pedido q u e les dejárais s o b r e su e s c u d o , m i e n t r a s W a l t e r de E s p a ñ a 'le m a t a b a
sacar del palacio el c u e r p o de R u d i g u e r o : y v o s o t r o s h a - m u c h o s de sus parientes ? H a y m u c h o q u e decir acerca de
béis r e s p o n d i d o á los m í o s c o n b u r l a . » vos.»
El r e y del R h i n d i j o : « Q u e r í a n llevarse de aquí el c u e r p o El n o b l e Dietrich , dijo ; « ¿ C u a n d o se ha visto á los
de R u d i g u e r o : y o se lo n e g u é en odio á Etzel, n o p o r los héroes c a m b i a r palabras c o m o á las viejas ? O s p r o h i b o ,
vuestros, y e n t o n c e s W o l í h a r t c o m e n z ó á insultarnos. m a e s t r e H i l d e b r a n d o , q u e habléis m á s . , G r a n dolor m e
El h é r o e de Berna replicó : « Así tenía q u e suceder. aflige fuera de m i p a t r i a . »
G u n t e r , n o b l e r e y , p o r tu v i r t u d , repara la p e n a q u e en « D é j a m e oír , a m i g o H a g e n ,» añadió Dietrich , « l o
que decíais e n t r e v o s o t r o s , guerreros valerosos , c u a n d o
m e habéis visto venir a r m a d o . Decíais q u e a m b o s l u c h a -
ríais c o n m i g o e n u n c o m b a t e . »
« N a d i e os lo negará », c o n t e s t ó H a g e n el esforzado,
« quiero sostener el c o m b a t e c o n fuertes golpes á m e n o s
q u e n o m e falte la espada del N i b e l u n g o : i n d i g n a d o m e
tiene q u e m e hayáis solicitado c o m o prisionero. 1 »
C u a n d o D i e t r i c h c o n o c i ó la horrible disposición en q u e
H a g e n se e n c o n t r a b a , el b u e n g u e r r e r o e m b r a z ó el e s c u d o .
¡ C o n c u á n t a rapidéz bajó H a g e n los escalones á su e n -
c u e n t r o ! L a b u e n a espada del N i b e l u n g o , c a y ó c o n fuerza
s o b r e Dietrich.
El s e ñ o r Dietrich sabía q u e a q u e l h o m b r e esforzado
estaba de h u m o r s o m b r í o . El n o b l e h é r o e de B e r n a se
d e f e n d i ó bien de los golpes que le asestaba. C o n o c í a bien
a H a g e n , al s o b e r b i o h é r o e .
T e m í a á la B a l m u n g , la terrible e s p a d a , p e r o Dietrich
esgrimió tan certeros golpes , q u e logró v e n c e r á H a g e n
en el c o m b a t e . L e infirió u n a herida a n c h a y profunda".
El n o b l e Dietrich p e n s ó : « M í r a t e en p e l i g r o ; p o c o
h o n r o s o s e n a p a r a m í darte m u e r t e . Q u i e r o ver si te cojo
y te llevo p r i s i o n e r o . » Esto lo hizo c o n m u c h o cuidado
D e j ó caer el e s c u d o ; su f u e r z a era g r a n d e y cogió e n
sus brazos a H a g e n : de este m o d o p u d o d o m e ñ a r á tan
tortísimo h o m b r e . G u n t e r el n o b l e , al ver aquello , r o m -
pió a llorar.
Dietrich a m a r r ó ' á H a g e n llevándolo hacia Crimilda en
c u y a s m a n o s d e j ó al m á s f u e r t e g u e r r e r o q u e había ceñido
espada. D e s p u é s de t a n g r a n d e s d o l o r e s , ella se sintió
alegre.
D e alegría se inclinó a n t e el h é r o e , la esposa del r e y
Ltzel. « S e d siempre dichoso de c u e r p o y a l m a ; tú m e
has d a d o consuelo en m i d e s g r a c i a , te estaré agradecida
nasta la m u e r t e . »
El n o b l e Dietrich , le c o n t e s t ó : « Es m e n e s t e r c o n s e r -
varle la v i d a , n o b l e r e m a , tal vez c o n sus servicios llegue
a c o m p e n s a r t o d o el d a ñ o q u e os ha causado : es m e n e s t e r
q u e n o sufra p o r q u e os lo e n t r e g o a m a r r a d o . »
Hizo llevar á H a g e n á u n c a l a b o z o , d o n d e nadie p o d í a
*

verlo : G u n t e r , el n o b l e r e y , c o m e n z ó á gritar : « ¿ A d ó n -
de h a ido el h é r o e de Berna? Él m e h a causado g r a n p e n a . »
F u é á d o n d e él estaba el s e ñ o r Dietrich de B e r n a . L a
fuerza de G u n t e r ' era g r a n d e y digna de u n caballero ; sin
esperar m á s t i e m p o se precipitó f u e r a dé la sala. Al c h o c a r
sus dos espadas se escuchó g r a n r u i d o .
A u n q u e desde hacía m u c h o se tenía en g r a n estima el
valor de D i e t r i c h , G u n t e r estaba t a n a n i m a d o p o r la có-
lera en el c o m b a t e , sentía t a n t o odio e n el corazón hacia
el g u e r r e r o , q u e f u é u n a maravilla q u e el señor Dietrich
se escapara.
Bravos y fuertes e r a n los d o s ; á sus golpes r e t e m b l a r o n
el palacio y las torres y los cascos se bollaban c o n las e s -
padas. El señor G u n t e r t e n í a , en v e r d a d , u n á n i m o e x -
forzado.
Sin e m b a r g o , el de B e r n a lo venció c o m o había venci-
do á H a g e n : se v i ó c o r r e r la s a n g r e p o r debajo de la co-
raza á causa de u n fuerte tajo d a d o c o n la acerada espada
q u e llevaba Dietrich. El s e ñ o r G u n t e r , se había d e f e n d i d o
allí de una m a n e r a caballeresca.
El rey f u é a m a r r a d o p o r D i e t r i c h de u n m o d o t a l , que
n u n c a u n príncipe sufrió n u d o s e m e j a n t e . Pensaba t e m e -
roso q u e si dejaba libre á G u n t e r y á su vasallo , m a t a r í a n
á cuantos encontraran.
Dietrich de Berna lo cogió de la m a n o y lo llevó á d o n -
de C r i m i l d a estaba. L a reina se hallaba de u n h u m o r s o m -
brío y exclamó : « R e y G u n t e r , sed m u y bien venido.- »
Él le contestó : « O s doy las gracias, m u y q u e r i d a h e r -
m a n a mía , si ese saludo m e lo dirigís c o n b u e n a fé. Sé,
r e i n a , que tenéis tan s a n g r i e n t o s designios, que á H a g e n
y á m í n o podéis hacer sino irónicos s a l u d o s . »
El héroe de B e r n a dijo : « R e i n a elevada , n u n c a h a n
sido h e c h o s cautivos m e j o r e s guerreros que los q u e ahora
os e n t r e g o , n o b l e s e ñ o r a . C r e o q u e p o r afección á m í
seréis b u e n a con los e x t r a n j e r o s . »
Ella r e s p o n d i ó : « q u e lo sería. » El señor Dietrich se
alejó de los fuertes g u e r r e r o s con las l á g r i m a s en los ojos1.
L a esposa de Etzel se v e n g ó h o r r i b l e m e n t e ; quitó á los
b u e n o s guerreros la vida.
Para a t o r m e n t a r l o s los e n c e r r ó separados , y en la vida d o n d e estaba el h é r o e de T r o n é ja. Aquello f u é p a r a él
no se volvieron á ver los h é r o e s , sino c u a n d o ella llevó á terrible d o l o r .
H a g e n la cabeza de su h e r m a n o . L a v e n g a n z a de C r i m i l -
da f u é terrible.
„ _ L a r e ¡ n a £u¿ ¿ d o n d e
g e n e s t a b a , y dijo al g u e -
r r e r o c o n colérico a c e n t o :
« S i m e devolvéis lo q u e m e
habéis r o b a d o , os dejaré íl-
e o n vida al país de B o r g o -
ña. »
El terrible H a g e n le r e s -
p o n d i ó : « T u r u e g o es per-
dido, m u y n o b l e reina. H e
j u r a d o n o decir d o n d e se
e n c u e n t r a el t e s o r o , p o r
larga q u e sea m i v i d a , en
t a n t o q u e viva u n o de m i s
señores.»
« I r é hasta el fin » , dijo
la n o b l e r e i n a , y m a n d ó
que cortaran la cabeza á su
hermano. Cortáronsela y
t r a j é r o n l a de los cabellos á

C u a n d o el valiente vió la cabeza de su s e ñ o r , dijo á Cri-


m i l d a : « Fias llegado hasta el fin , c o m o era tu v o l u n t a d ,
y ha sucedido t o d o lo q u e y o había p e n s a d o . »
« A h o r a ya esta m u e r t o el n o b l e r e y de B o r g o ñ a , Gei-
selher el joven y t a m b i é n el s e ñ o r G e r n o t . Nadie sabe
d o n d e esta el tesoro sino Dios y y o : t ú , m u j e r de los d e -
m o n i o s lo ignorarás s i e m p r e . »
Ella le dijo : « Mal has r e p a r a d o el m a l q u e m e has h e -
c h o , p e r o quiero conservar al m e n o s la espada de Sigfrido
Mr a m a d o la llevaba la ú l t i m a vez que lo v i , y su m u e r t e
- ha h e c h o sufrir m á s que mis otros males. »
Ella se la sacó de la vaina sin q u e pudiera evitarlo
Q u e n a quitar la vida al g u e r r e r o y e s g r i m i é n d o l a c o n
a m b a s m a n o s le cercenó la cabeza. Esto lo vió el rey Etzel
y sufrió u n g r a n pesar.
« ¡ O h ! » e x c l a m ó el rey , « ¡ c ó m o h a sido asesinado
p o r m a n o s de una m u j e r , el m á s valeroso h é r o e q u e se
l a n z o en los combates y e m b r a z ó escudo ! P o r e n e m i g o
s u y o q u e fuera , lo siento m u c h o . »
El maestre H i l d e b r a n d o d i j o : « N o gozará del placer de
h a b e r l o m a t a d o , y a u n q u e él m e t u v o en g r a n d í s i m o p e -
ligro , quiero v e n g a r la m u e r t e del h é r o e dé T r o n e r a . »
L o l e n c o H i l d e b r a n d o , saltó hacia Crimilda y descargó
sobre a rema u n fuerte tajo c o n la espada. T e r r i b l e f u é
p a r a ella la colera del g u e r r e r o ; ; de q u é p o d í a n servirle
sus desgarradores gritos ?
P o r todas partes se veían c a d á v e r e s , y allí estaba t a m -
bién la reina en dos pedazos. Dietrich y Etzel c o m e n z a r o n
a U o r a r ; l a m e n t a b a n la pérdida de sus parientes y g u e -

Allí yacían m u e r t o s los valerosos h é r o e s ; la g e n t e esta-


ba afligida y pesarosa. La fiesta del r e y acabó de una tris-
te m a n e r a , pues m u c h a s veces- el "amor t e r m i n a c o n
desgracia.
N o p u e d o deciros lo q u e sucedió después, sino que
cristianos y p a g a n o s lloraron , y q u e estaban en la m a y o r
aflicción caballeros, m u j e r e s y m u c h a s h e r m o s a s vírgenes
E n nuestro deseo de p r e s e n t a r á l o s l e c t o r e s el p o e m a , con
la m a y o r fidelidad, hemos conservado exactamente la orto-
grafía de los n o m b r e s propios; siendo poco general aun en
nuestro país el c o n o c i m i e n t o de la l e n g u a alemana, creemos'
necesario hacer algunas observaciones acerca del valor fonético
de sus consonantes. La H es siempre aspirada y equivale á
nuestra J : la G es suave en todos los casos : la W debe pro-
nunciarse como nuestra V y la V c o m o si f u e r a F . A s í p u e s
nombres como Gernot, Geiselher y Hagcn d e b e r á n leerse
G U E R N O T , GÜEISELJER y J A G U E N : Volker, F O L Q U E R .

E n el t e x t o o r i g i n a l las d i v i s i o n e s del poema van marcadas


con números romanos sin enunciado alguno. Sin e m b a r g o lo
mismo Sinrock ( E d . Cotta 1880) que Junghaus (Ed. Leipzig
1 8 7 6 . ) emplean para cada u n a de e l l a s l a p a l a b r a ABENTEUER
(aventura) que nosotros hemos omitido ateniéndonos á más
antiguas ediciones.

21

.'.'.i • -iJ.-.—-.
E n nuestro deseo de p r e s e n t a r á l o s l e c t o r e s el p o e m a , con
la m a y o r fidelidad, hemos conservado exactamente la orto-
grafía de los n o m b r e s propios; siendo poco general aun en
nuestro país el c o n o c i m i e n t o de la l e n g u a alemana, creemos'
necesario hacer algunas observaciones acerca del valor fonético
de sus consonantes. La H es siempre aspirada y equivale á
nuestra J : la G es s u a v e en todos los casos : la W debe pro-
nunciarse como nuestra V y la V c o m o si f u e r a F . A s í p u e s
nombres como Gernot, Geiselher y Hagcn d e b e r á n leerse
G U E R N O T , GÜEISELJEK y J A G U E N : Volker, F O L Q U E R .

E n el t e x t o o r i g i n a l las d i v i s i o n e s del poema van marcadas


con números romanos sin enunciado alguno. Sin e m b a r g o lo
mismo Sinrock ( E d . Cotta 1880) que Junghaus (Ed. Leipzig
1 8 7 6 . ) emplean para cada u n a de e l l a s l a p a l a b r a ABENTEÜER
(aventura) que nosotros hemos omitido ateniéndonos á más
antiguas ediciones.

21

.'.'.i • -iJ.-.—-.
EST. 54.A Tarnkappa, Lexer en el Mittelhochdeutsches
W ó r t e r b u c h traduce unsichbar machende kappe, velo que cubre
I.
la c a b e z a y d a l u g a r á la i n v i s i b i l i d a d .

Nuestra t r a d u c c i ó n de esta parte c o n t i e n e las estrofas i á 12


del texto de L a c h m a n (Berlin 1 8 7 8 ) ; las 1 k 19 d e S m r o c k y IV.

la 1 á 18 de J u n g h a u s .
Comprende las estrofas 138 á 2 6 3 de L a ¿ h m a n ; las 1 3 8 á
E T 2.A CRIMILDA , KRIEMHILTE , KRIEMHILDE , CHRIEMHILD ,
2 6 3 de S i n r o c k y las 1 4 4 á 2 6 5 d e Junghaus.
n o m b r e alemán compuesto de grima casco y de biltja combate.
EST. 2.A SAHSEN , f o r m a g e r m á n i c a d e l l a t í n S a x o n e s , p u e b l o
EST. 9.A TRONEJA, es la antigua Trondhiem, ciudad de
situado en la e x t r e m i d a d de la península Cimbrica, desde la
Noruega fundada en 997.
embocadura del Elba hasta el mar Báltico y el r í o Chaluso
I D . " ALCEYA , l a A l t e i a d e l o s r o m a n o s c e r c a d e W o r m s .
( T r a v e ) en el Holstein moderno.

II. ID. En la c r o n o l o g í a histórica de los reyes de Dinamarca


n o se encuentra Ludegasto, por lo q u e hay que suponer sea
C o m p r e n d e las estrofas 2 0 á 4 4 d e L a c h m a n ; las 2 0 á 45 d e
u n o de los m o n a r c a s i m a g i n a r i o s inventados por los cronistas
S i n r o c k y las 19 k 43 ¿ e J u n g h a u s . _ f
de aquel país, que aseguran existió su m o n a r q u í a d e s d e el
EST. 1.« NIDERLAND de nieder bajo y hmd país. En realidad
a ñ o 2 9 1 0 de la c r e a c i ó n del mundo.
c o n esta d e n o m i n a c i ó n se q u i e r e indicar la Baja A l e m a n i a .
EST. 40.A En alemán Marca (Marke) indica propiamente
ID. XANTEN , la Castra velera ó Colonia Ulpia de los roma-
limite, separación.
nos , ciudad de Prusia. Su n o m b r e q u e p a r e c e g r i e g o i g u a l al
de u n a isla del r e i n o de G r e c i a , del g r u p o d e las J o m a s , sigm- V.

fica amarilla y ha sido referido por Aufrecht á la r a d i c a l s á n s -


C o m p r e n d e las e s t r o f a s 2 6 4 á 3 2 4 d e L a c h m a n ; las 2 6 4 á 3 2 3
crita tundras (brillante). En este lugar acampó J. Qumtiho
d e S i n r o c k y las 2 6 6 á 3 2 8 d e J u n g h a u s .
V a r o c o n las l e g i o n e s r o m a n a s 1 8 . , i 9 - Y
A a 3°-a q u e ,e c o n f i a r a

Augusto para dominar la Germania y que fueron derrotadas


VI.
por Arminio.
E S T . 3. A
Sigfrido, héroe de esta primera parte del poema
C o m p r e n d e las estrofas 3 2 4 á 3 7 6 d e L a c h m a n ; las 3 2 4 á 3 7 6
a c r e d i t a la i n f l u e n c i a q u e en é l h a n tenido las leyendas de los
de Sinrock y las 3 2 9 á 391 de J u n g h a u s .
p u e b l o s del N o r t e . S i g f r i d o es el S i g u r d del Edda. Cuando en
EST. i . a . Islandia, la g r a n isla de Europa en el Océano
d i c h o p o e m a se da á c o n o c e r á Griper ( Gripers Weissagung)
glacial ártico, perteneciente á Dinamarca. Island significa pro-
le dice: piamente país del hielo, del a n t i g u o a l e m á n is h i e l o y LAND p a i s .
« S i g u r d h e i s z ich , des S i e g m u n d S o h n . » L a historia de este país p u e d e decirse que comienza con las
S o y Sigurd, hijo de Signum do. primeras emigraciones de l o s N o r u e g o s capitaneados p o r Ha-
III. r a l d H a a r f a g e r e n el s i g l o i x .

EST. 6.a B r u n e q u i l d a — e s t a r e i n a d e I s l a n d i a , tal c o m o el


C o m p r e n d e las estrofas 4 5 k 1 3 7 de L a c h m a n ; las 4 5 ¿137
p o e m a la p r e s e n t a , h a n q u e r i d o i d e n t i f i c a r l a a l g u n o s escritores
. d e S i n r o c k y las 4 3 á 1 4 4 de J u n g h a u s .
franceses c o n Brunehaut ó Brunhild, reina de Austrasia (Ost
Reich) parte oriental del imperio de l o s f r a n c o s merovingios, XII.

célebre p o r su rivalidad con Fredegonda, p e r o la c o i n c i d e n c i a


Comprende las estrofas 6 6 7 á 7 2 0 d e L a c h m a n ; l a s 667 á
e n el n o m b r e q u e es l o q u e p u e d e h a b e r l l e v a d o á d i c h a opi-
7 2 0 d e S i n r o c k y las 7 3 3 á 7 8 6 d e J u n g h a u s .
n i ó n , es de t o d o p u n t o fortuita y entre ambos personajes no
existe relación ninguna. La ortografía de este n o m b r e e n el
XIII.
texto original del p o e m a es Prünhilt.
C o m p r e n d e las estrofas 7 2 1 á 756 de Lachman; las 7 2 1 á
EST. 44.a E l t e x t o o r i g i n a l L a c h m a n I V e s t . .3 5 3 d i c e Z a z a -
7 j 6 d e S i n r o c k y las 7 8 7 á 8 2 4 d e J u n g h a u s .
manc.
EST. 67.a Isenstein , mod. Eisenstein, c i u d a d del r e i n o de XIV.
Brunequilda. Lexer.
Comprende las estrofas 7 5 7 á 819 d e L a c h m a n ; las 7 5 7 á
VIL
8 1 9 d e S i n r o c k y las 825 á 886 d e J u n g h a u s .

Comprende las estrofas 3 7 7 á 4 5 0 de L a c h m a n ; las 3 7 7 á


XV.
4 5 0 de S i n r o c k y las 392 á 4 9 3 d e J u n g h a u s .
C o m p r e n d e las estrofas 820 á 858 d e L a c h m a n ; las 820 á 858

VIII. d e S i n r o c k y las 887 á 925 d e J u n g h a u s .

Comprende las estrofas 451 á 495 de L a c h m a n ; las 4 5 1 á XVI.


495 d e S i n r o c k y las 4 9 4 á 5 3 7 d e J u n g h a u s .
Comprende las e s t r o f a s 8.59 á 9 4 3 d e L a c h m a n ; 859 á 943

IX. de S i n r o c k y 9 2 6 á 1 0 1 6 de J u n g h a u s .
E S T . 89.a Odemualde — Oden-walde , selva hueca, se halla

Comprende las e s t r o f a s 4 9 6 á 5 3 7 d e L a c h m a n ; las 4 9 6 á s i t u a d a e n la c o r d i l l e r a q u e h a t o m a d o n o m b r e d e e l l a e n t r e el

537 de S i n r o c k y las 538 á 585 de J u n g h a u s . N e c k a r y el M e i n , en el Hesse Darmstadt.


Odenhein, p e q u e ñ a p o b l a c i ó n q u e a u n e x i s t e p e r t e n e c i e n t e al
gran Ducado de Badén.
X.
XVII.
Comprende las estrofas 538 á 636 d e L a c h m a n ; las 5 3 8 á
6 3 6 d e S i n r o c k y las 586 á 700 d e J u n g h a u s . C o m p r e n d e las estrofas 9 4 4 á 1 0 1 2 d e L a c h m a n ; las 9 4 4 á
1 0 1 2 de S i n r o c k y las 1 0 1 7 á 1085 d e J u n g h a u s .

XI.
XVIII.
%
Comprende las estrofas 6 3 7 á 666 d e L a c h m a n ; las 637 á
666 d e S i n r o c k y las 7 0 1 á 7 3 2 de J u n g h a u s . C o m p r e n d e las estrofas 1 0 1 3 á 1 0 4 0 d e L a c h m a n ; las 1013
á 1 0 4 0 d e S i n r o c k y las 1086 á i i | 3 d e J u n g h a u s .
32 6 NOTAS

dos nombres Etzel y Atila sean u n o solo p r o n u n c i a d o s de dis-


tinta manera. Acerca de e s t o se h a n e m i t i d o d i s t i n t a s opinio-
X I X .
nes ; pretenden u n o s que Etzel es c o r r u p c i ó n de A t i l a , y que
Atila no es más que un diminutivo regular del gótico Atla,
C o m p r e n d e las estrofas 1 0 4 1 á 1082 d e L a c h m a n ; las 1041 q u e significa padre. Esta o p i n i ó n presenta el i n c o n v e n i e n t e de
á 1082 de S i n r o c k y las 1 1 1 4 á 1 1 6 7 de J u n g h a u s . que u n rey de los H u n o s hubiera t o m a d o n o m b r e gótico, pero
EST. 18. a Lo que constituían sus arras... hemos traducido f á c i l m e n t e se e x p l i c a a t e n d i e n d o á q u e el n o m b r e c o n q u e apa-
d e e s t e m o d o la e x p r e s i ó n a l e m a n a Morghenga.be, propiamente r e c e , p u e d e ser u n a t r a d u c c i ó n h e c h a p o r el p u e b l o , c o n quien
regalo de la mañana ó sean los b i e n e s que el m a r i d o entregaba primero estuvo en contacto del titulo honorífico que dicho rey
á la m u j e r . Esta institución del d e r e c h o g e r m á n i c o , está acre- llevara. C o n t r i b u y e á h a c e r m á s p r o b a b l e esta o p i n i ó n el h e c h o

ditada e n t o d a s las l e y e s de los pueblos del N o r t e y T á c i t o la de que en t o d a s las l e n g u a s asiáticas q u e a u n s e h a b l a n , Atla


r e g i s t r a y a , GERMANIA XVIII. — D o t e m non uxor marito, sed uxori Atti radical del n o m b r e e n q u e n o s o c u p a m o s , significa padre

mar ¡tus offerì. y m á s a u n el q u e e n m u c h o s o t r o s i d i o m a s , la r a d i c a l ata in-

EST. 40.a Lorscbe — una errata de imprenta hace aparecer dica padre , j u e z , jefe, r e y , n o b l e , etc. A d e m á s de esta o p i n i ó n

este nombre en vez de LOCHE que dicen todos los textos debemos mencionar otra q u e ofrece alguna probabilidad , cual

( Lachman 1077 — S i n r o c k 1 0 7 7 . ) C o n r e s p e c t o á tal nombre, es la de q u e la e t i m o l o g í a de E t z e l y Atila , debe buscarse en

ha ocurrido una duda á los comentaristas p o r hallarse escrito l a s l e n g u a s q u e o f r e c e n a l g u n a a f i n i d a d c o n la q u e h a b l a b a n l o s

en unas copias c o n m a y ú s c u l a , y en otras con minúscula. De H u n o s : fijo e n e s t o O t r o k o c s i a f i r m a q u e el n o m b r e A t i l a en

s e r l o p r i m e r o , Loche seria la moderna Lockheim-, en cuyo la l e n g u a H ú n i c a , s i g n i f i c a b a a c e r o , y c o m p a r a esta p a l a b r a c o n

c a s o l a i n t e l i g e n c i a e s c l a r a . P e r o e n e l s e g u n d o c a s o la d i f i c u l - la H ú n g a r a el q u e a u n e n m a g i a r s i g n i f i c a a c e r o también.

tad es m a y o r , p u e s loche está t r a d u c i d o e n el l e x i c o n de Lexer


F.ST. 2 . A HELKE ; e n t r e las m u c h a s e s p o s a s , q u e s e s a b e t e -
p o r aufenthaltsort, esto es , l u g a r q u e se h a b i t a , caverna (ha-
nia A t i l a la historia n o registra n i n g u n a de este n o m b r e . Cree-
b l a n d o d e l a s fieras ) , y a l g u n o s a u t o r e s h a n p a r t i c u l a r i z a d o e s t a
m o s q u e tal vez la t r a d i c i ó n haya convertido e n éste el de la
significación refiriéndola solo á Loreley ninfa del R h i n , que
h e r m o s a Mico, e n c u y o c a s o el h e c h o n o t e n d r í a carácter bis-,
atrae c o n su c a n t o á los barqueros haciendo que-se estrellen
tórico n i n g u n o , p u e s se sabe q u e Atila m u r i ó á la m a ñ a n a sr-
c o n t r a las r o c a s .
o-uiente d e h a b e r s e d e s p o s a d o c o n ella.
EST. 46.a LORSCHE e s a c t u a l m e n t e u n a c i u d a d pertenecien- &
EST. 20.a H U N E L A Ñ D ; el p o e m a , al d e c i r país de los Hunos,
t e al g r a n d u c a d o d e H e s s e , c e r c a d e la q u e s e v e n las r u i n a s d e
que es lo que esto significa, no se r e f i e r e al t e r r i t o r i o que
u n a a b a d i a q u e se s a b e f u é f u n d a d a p o r C a n c o r y c o n s a g r a d a el
e n el A s i a o c u p a r a e s t e p u e b l o de raza m o g ó l i c a , sino á la g r a n
2 de S e t i e m b r e de 794 , en p r e s e n c i a d e C a r l o - m a g n o y d e la
extensión conquistada por ellos en E u r o p a , á las órdenes de
reina Hidelgarda. A t i l a ó d e jefes anteriores. E s t a se e x t e n d í a desde las orillas del
X X .
V o l g a hasta la parte s e p t e n t r i o n a l d e la Germania y la E s c a n -
dinavia.
C o m p r e n d e las estrofas 1083 á 1 2 2 9 de L a c h m a n ; las 1083
EST. 32.a BAIERLAND, Baviera, de alemán Baiern y latid-
á 1 2 2 9 d e S i n r o c k y las 1 1 6 8 á 1 3 1 7 d e J u n g h a u s .
EST. i . a ETZEL, nombre con el q u e l o s c r o n i s t a s a l e m a n e s
país .
EST. 102.a ROTTEN , f o r m a germánica del latín Rhodanus
designan á Atila rey de los H u n o s : es lo más probable que los
de la q u e en castellano se h a hecho Ródano, rio de l o s m á s EST. 10.A TENEMARKE, D i n a m a r c a ; DURINGA, Turinga.
i m p o r t a n t e s q u e c r u z a n la E u r o p a , cuyas f u e n t e s se h a l l a n en EST. 11.A BLODEL, Bleda, hermano de Atila, confundido
S u i z a h a c i a la p a r t e o r i e n t a l d e l Cantón de Valais al p i é d e la e n el E d d a c o n B u d l i , p a d r e de ellos, que en los Nibelungos
H o r c a , m o n t a ñ a p r ó x i m a al m o n t e d e S a n Gotardo. se n o m b r a Botelungo.

EST. 12.A DIETRICH, f o r m a a n t i g u a de T e o d o r i c o q u e apa-

XXI. r e c e e n el E d d a c o n l a d e T h i o t h r e c . E n el Heldenbuch se halla


incluido u n p o e m a de diez mil versos próximamente, titulado
C o m p r e n d e las estrofas 1 2 3 0 á 1275 de L a c h m a n ; las 1230 « L a huida de D i e t r i c h á los H u n o s » , c o m p u e s t o especialmente
á 1 2 7 5 de S i n r o c k y las 1 3 1 8 á 1 3 6 4 de Junghaus. de tradiciones mitológicas referentes á los pueblos germánicos
EST. 2.A DONAU. El texto original dice Tuonouw, forma y que termina relatando la traición de E m r i c h , tío de Dietrich
g ó t i c a del n o m b r e D a n u b i o , río el mayor de Europa después de B e r n a , contra su s o b r i n o y la h u i d a de éste á la corte de
dei V o i g a . A c e r c a del o r i g e n de este nombre d i c e el g e ó g r a f o Etzel ó Atila.
Etienne q u e á dicho rio llamaban los Ercitas Matoas, esto es, EST. 41.A HEIMBURGO , Hamburgo.
el q u e n o h a c e d a ñ o , pero que habiendo experimentado una EST. 42.A MISEMBURG, ortografía antigua de la moderna
p é r d i d a al p a s a r l o e n cierta ocasión, llamáronlo D a n o u b i s , que ciudad W i s e l b u r g á orillas del Leita.
quiere decir causa del d a ñ o . Esta hipótesis n o tiene f u n d a m e n t o
n i n g u n o y es lo m á s probable que tal n o m b r e s e deba á A b e -
XXIII.
n o w l u g a r d e Z u a b i a d o n d e n a c e y a l q u e a n t e p o n i e n d o e l arti-
culo die se ha h e c h o D i e A b e n o w y p o r c o n t r a c c i ó n Danaw. C o m p r e n d e las estrofas 1 3 2 7 á 1 3 6 1 de L a c h m a n ; las 1327
ID. VERGEN , m o d e r n a m e j i t e M e h e r i n g , cerca de Ingolstad. á 1 3 6 1 d e S i n r o c k y las 1 4 1 6 á 1 4 5 2 d e J u n g h a u s .
EST. 7.A PASSAU, e n a n t i g u o aleman Pazzouw, la B a c o d u - EST. 2.A ORTLIEB. L a historia a d m i t e en efecto u n hijo de
r u m , P a s s a v i u m , Patavio de los r o m a n o s , plaza fuerte en Ba- Atila c o n este n o m b r e . V . T h i e r r y Histoire d'Attila.
viera.
EST. 16.A TRANNE , léase Traune.
XXIV. >
EST. 41.A OSTERLAND, Austria, del aleman Oster Este y
land país. C o m p r e n d e las estrofas 1 3 6 2 á 1 4 4 5 d e L a c h m a n ; las 1362
EST. 43.A TRAICEM, l é a s e , Tracem. á 1445 de S i n r o c k y las 1453 á 1 5 4 1 de Junghaus.
EST. 44.A TRAICEMANER , l a Trigisamum de los romanos.

XXV.
XXII.
C o m p r e n d e las estrofas 1 4 4 6 á 1 5 2 5 d e L a c h m a n ; las 1446
C o m p r e n d e las estrofas 1 2 7 6 á 1 3 2 6 de L a c h m a n ; las 1276 á 1 5 2 5 de S i n r o c k y las 1 5 4 2 á 1 6 2 8 d e Junghaus.
á 1 3 2 6 d e S i n r o c k y las 1 3 6 5 á 1 4 1 5 d e J u n g h a u s . EST. 19.A OSTFRANKEN d e Ost. Este y Franken, los francos.
EST. 4.A REUZEN , r u s o s . G R I E C H E N , g r i e g o s . EST. 20.A SCHWANEFELDE. L o s c a m p o s d e Suecia.
E S T . 5.« PERCHENEGE, horda de Tártaros acampada enei EST. 30.A M U J E R E S DE LAS AGUAS : h e m o s traducido así la
s i g l o x i e n t r e el D o n y el Danubio. palabra alemana Meerzueib , p u e s es el e q u i v a l e n t e p e r f e c t o por
m á s q u e e n este incidente mitológico, lo propio hubiera sido
decir ondina ó ninfa.
XXXII.
XXVI.
C o m p r e n d e las e s t r o f a s 1 8 5 8 á 1 8 8 7 d e L a c h m a n ; las 1 8 5 8
Comprende las estrofas 1 5 2 6 á 1 5 8 9 de L a c h m a n ; las 1 5 2 6 á 1 8 8 7 de S i n r o c k y las 1 9 7 6 á 2007 d e J u n g h a u s .
á 1 5 8 9 d e S i n r o c k y las 1 6 2 9 á x 6 9 6 d e J u n g h a u s .

XXXIII.
XXVII.
C o m p r e n d e las estrofas 1888 á 1 9 4 5 d e L a c h m a n ; las 1888
C o m p r e n d e las e s t r o f a s 1 5 9 0 á 1 6 5 5 d e L a c h m a n ; l a s 1590 á 1945 d e S i n r o c k y las 2008 á 2086 d e J u n g h a u s .
á 1 6 5 5 d e S i n r o c k y las 1 6 9 7 á 1 7 6 0 d e J u n g h a u s .
E S T . 50.a N u d u n g o , hijo de Rudiguero y Gotelinda, acom-
XXXIV.
p a ñ ó á D i e t r i c h á la b a t a l l a d e R a v e n a e n l a q u e m u r i ó . L a ci-
tada batalla f o r m a el a s u n t o d e u n p o e m a a l e m á n q u e l l e v a i g u a l C o m p r e n d e las e s t r o f a s 1 9 4 6 á 1 9 6 4 d e L a c h m a n ; l a s 1 9 4 6
t i t u l o , e n el q u e se e n c u e n t r a c o n s i g n a d a esta t r a d i c i ó n . á 1 9 6 4 de S i n r o c k y las 2087 á 2x39 de Junghaus.

XXVIII. XXXV.

C o m p r e n d e las e s t r o f a s 1 6 ^ 6 á 1 6 9 5 d e L a c h m a n ; las 1656 C o m p r e n d e las estrofas 1965 á 2 0 1 7 de L a c h m a n ; las 1965


á 1 6 9 5 d e S i n r o c k y las 1 7 6 1 á 1 8 0 1 d e J u n g h a u s . á 2 0 1 7 de Sinrock y las 2 1 4 0 á 2195 de Junghaus.

XXIX. XXXVI.

C o m p r e n d e las estrofas 1 6 9 6 á 1 7 5 5 d e L a c h m a n ; las 1 6 9 6 C o m p r e n d e las estrolas 2 0 1 8 á 2 0 7 1 de L a c h m a n ; las 2 0 1 8


á 1755 d e S i n r o c k y las 1802 á 1 8 6 1 d e J u n g h a u s . á 2 0 7 1 de S i n r o c k y las 2 1 9 6 á 2 2 9 6 d e J u n g h a u s .
Esr. i.a HILDEBRANDO e s e l p r o t a g o n i s t a de otro poema
incluido en el Heldenhuch.
XXXVII.
XXX.
C o m p r e n d e las estrofas 2 0 7 2 á 2 1 7 1 d e L a c h m a n ; las 2 0 7 2
C o m p r e n d e las estrofas 1 7 5 6 á 1 7 8 6 d e L a c h m a n ; las 1756
á 2 1 7 1 de S i n r o c k y las 2 2 9 7 á 2 3 8 6 d e J u n g h a u s .
á 1 7 8 6 d e S i n r o c k y las 1 8 6 2 . a 1 8 9 7 d e J u n g h a u s .

XXXVIII.
XXXI.
C o m p r e n d e las estrofas 2 1 7 2 á 2 2 6 0 d e L a c h m a n ; las 2 1 7 2
C o m p r e n d e las estrofas 1 7 8 7 á 1 8 5 7 de L a c h m a n ; las 1 7 8 7
á 2260 d e S i n r o c k y las 2 3 8 7 á 2 4 4 4 d e J u n g h a u s en que ter-
á 1857 de Sinrock y las 1898 á 1975 d e Junghaus.
mina.
/ — —

332 NOTAS

XXXIX.

C o m p r e n d e las e s t r o f a s 2 2 6 1 ¿ 2 3 1 6 d e L a c h m a n y las 2 2 6 1
á 2316 de Sinrock.

i r i D i a e : .

Páginas.

INTRODUCCIÓN. . . . , I

I. — El s u e ñ o d e C r i m i l d a 11
II.-Sigfrid o i3
III — D e c o m o S i g f r i d o l l e g ó h a s t a W o r m s . . . . . . . . 17
IV. — De c o m o Sigfrido combatió á los Sahsen 3o
V . — De como Sigfrido vió á Crimilda por primera vez. . . . 46
í ' a
VI. — D e c o m o G u n t e r f u é á I s l a n d i a p a r a v e r á B r u n e q u i l d a . . 54
VII. — D e como Gunter obtuvo á Brunequilda 61
/' ; V I I I . — D e c o m o S i g f r i d o se d i r i g i ó e n b u s c a de l o s N i b e l u n g o s . 72
IX. — De c o m o Sigfrido fué enviado á W o r m s 78
X. — De c o m o B r u n e q u i l d a fué recibida en W o r m s 85
m
I /f • X I . — D e c o m o S i g f r i d o v o l v i ó á su p a í s e n c o m p a ñ í a d e s u es-
posa 100
X I I — D e c o m o G u n t e r c o n v i d ó á S i g f r i d o á su corte io5
X I I I — D e c o m o f u e r o n á la fiesta d e la c o r t e 112
X I V . — C o m o s u r g i ó la c u e s t i ó n e n t r e las d o s r e i n a s 117
X V . — D e c o m o hicieron traición á Sigfrido 126
X V I . — De c o m o Sigfrido fué asesinado i31
-. Sm
/ — —

332 N O T A S

XXXIX.

C o m p r e n d e las e s t r o f a s 2 2 6 1 ¿ 2 3 1 6 d e L a c h m a n y las 2 2 6 1
á 2316 de Sinrock.

i r i D i a e : .

Páginas.

INTRODUCCIÓN. . . . , 1
I. — El s u e ñ o d e C r i m i l d a 11
II.-Sigfrid o i3
III — D e c o m o S i g f r i d o l l e g ó h a s t a W o r m s . . . . . . . . 17
IV. — De c o m o Sigfrido combatió á los Sahsen 3o
V . — De como Sigfrido vió á Crimilda por primera vez. . . . 46
í ' a
VI. — D e c o m o G u n t e r f u é á I s l a n d i a p a r a v e r á B r u n e q u i l d a . . 54
VII. — D e como Gunter obtuvo á Brunequilda 61
/' ; V I I I . — D e c o m o S i g f r i d o se d i r i g i ó e n b u s c a de l o s N i b e l u n g o s . 72
IX. — De c o m o Sigfrido fué enviado á W o r m s 78
X. — De c o m o B r u n e q u i l d a fué recibida en W o r m s 85
m
I /f • X I . — D e c o m o S i g f r i d o v o l v i ó á su p a í s e n c o m p a ñ í a d e s u es-
posa 100
X I I — D e c o m o G u n t e r c o n v i d ó á S i g f r i d o á su corte io5
X I I I — D e c o m o f u e r o n á la fiesta d e la c o r t e 112
X I V . — C o m o s u r g i ó la c u e s t i ó n e n t r e las d o s r e i n a s 117
X V . — D e c o m o hicieron traición á Sigfrido 126
X V I . — De c o m o Sigfrido fué asesinado 131
-. Sm
N
X3_=> L_

334 ÌNDICE

Pájiiuas.

X V I I . — D e como Sigfrido fué llorado y enterrado i44


X V I I I . — D e c o m o S i g e m u n d o v o l v i ó á su país ,-53
X I X . — C o m o el t e s o r o d e l o s N i b e l u n g o s f u é l l e v a d o á W o r m s . 137
E
X X . — D e c o m o el r e y E t z e l b u s c ó á C r i m i l d a ,63
XXI. — D e c o m o C r i m i l d a fué al Huneland , 7(J

XXII. — D e c o m o C r i m i l d a f u é recibida por los H u n o s . . 1 8 6


XXIII. — De c o m o C r i m i l d a p e n s ó v e n g a r s u s ofensas. . . . ig3
X X I V . - D e como Werbel y Schwemmel llevaron á cabo su
: " e n s a ' e

X X V . — D e c o m o l o s r e y e s f u e r o n al p a í s d e l o s H u n o s . . . . 207
X X V I — De como Dankwart mató á Gelfrat 2 ¡-
X X V I I . — De c o m o fueron recibidos en Bechlaren 224
X X V I I I . — D e c o m o C r i m i l d a recibió á Hagen . . . . . . 282

XXIX. - D e c o m o ni H a g e n ni NVoíker se p u s i e r o n d e p i é a n t e
Crimilda
X X X . — De c o m o H a g e n y W o l k e r e s t u v i e r o n d e c e n t i n e l a . . . 245
X X X I . — De c o m o l o s s e ñ o r e s f u e r o n á la i g l e s i a 349
X X X I I . — D e c o m o B l o e d e l l u c h ó c o n D a n k w a r t e n el a l o j a m i e n t o 2 58
X X X I I I . — C o m o l o s B o r g o ñ o n e s se b a t i e r o n c o n t r a l o s H u n o s . 262
X X X i V . — D e c o m o s a c a r o n los m u e r t o s d e l a sala 2-¡x

X X X V . — D e c o m o murió Iring
X X X V I . — D e c o m o l a r e i n a m a n d ó i n c e n d i a r la s a l a 280
X X X V I I . — D e c o m o l'ué m u e r t o R u d i g u e r o og-
X X X V I I I . — De c o m o m u r i e r o n t o d o s l o s g u e r r e r o s d e D i e t r i c h . jjL

X X X I X . — D e como murieron Gunter, Hagen y Crimilda. . . 30y


N o t a s . . . .
• . 32x

Das könnte Ihnen auch gefallen