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Celebraciones litúrgicas de
Semana Santa guiadas por
fieles laicos
Preparado por
Pbro. Sixto Edo. Varela Santamaría
Vicario Episcopal de Comunicación
Diócesis de Alajuela
2011
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Presentación
La presente guía es un subsidio litúrgico preparado especialmente para las celebraciones en
ausencia de presbíteros que los fieles laicos deben animar durante los días de la Semana Santa en
distintas parroquias de nuestro país.
Ante la falta de un instrumento publicado por la Comisión Nacional de Liturgia, he querido tomar
uno de los instrumentos que utilizan los fieles para ese fin y reformarlo en su totalidad,
corrigiéndole aquellas cosas que implicarían abusos litúrgicos graves y que se prestarían para
confusión por parte de los fieles de las comunidades.
Junto a los esquemas de las celebraciones, e querido incluirle unas primeras páginas de
formación, donde explico a partir de la Instrucción sobre algunas cuestiones acerca de la
colaboración de los fieles laicos en el Sagrado Ministerio de los Sacerdotes del 15 de agosto de
1997, la diferencia entre el sacerdocio común de los bautizados y el sacerdocio ministerial así
como la colaboración que los fieles pueden prestar a quienes por gracia de Dios participamos del
Orden Sacerdotal.
He incluido además, la explicación de los cuatro polos en los que gira la celebración, a saber el
templo, como lugar de la asamblea, el altar, lugar de la Eucaristía; el ambón, lugar de la Palabra
y la sede, lugar del presidente, a partir del capítulo V de la nueva Institutio Generalis Missale
Romanum 2000, para que los fieles, entendiendo que durante la celebración los ritos se realizan
no indistintamente, sino en lugares muy concretos, aprendan a valorar y respetar esta riqueza que
debe hablar por sí misma.
Finalmente, este subsidio tiene carácter provisional, por lo que está sujeto siempre a mejoras,
inclusiones y correcciones que el autor o expertos en la materia quieran agregar para su mejora.
No sé, tal vez sea este el inicio de un futuro ritual definitivo que nos ayude a todos a tener
confianza que nuestros fieles no sólo están llenos de muy buenas intenciones al querer compartir
los días santos con algunas comunidades donde la falta de ministros ordenados imposibilita la
celebración de los misterios de la fe, sino que además lo que están animando, lo están haciendo
de acuerdo a las enseñanzas de nuestra Iglesia.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Índice
Presentación Pag. 2
Formación de fieles laicos para las celebraciones litúrgicas de Semana Santa. Pág. 4
IV. LA SEDE: lugar del presidente de la asamblea, no del que dirige o anima. Pág.11
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
PRINCIPIOS TEOLÓGICOS
El sacerdocio común y el sacerdocio ministerial
Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, ha deseado que su único e indivisible sacerdocio fuese
participado a su Iglesia. Esta es el pueblo de la nueva alianza, en el cual, por la “regeneración y la
acción del Espíritu Santo, los bautizados son consagrados para formar un templo espiritual y un
sacerdocio santo, para ofrecer, mediante todas las actividades del cristiano, sacrificios espirituales
y hacer conocer los prodigios de Aquel que de las tinieblas le llamó a su admirable luz (cfr. 1 Pe
2, 4-10) 5. “Un sólo Señor, una sola fe, un solo bautismo (Ef 4, 5); común es la dignidad de los
miembros que deriva de su regeneración en Cristo, común la gracia de la filiación; común la
1
Para la elaboración de esta formación se sigue de cerca la “Instrucción sobre algunas cuestiones acerca de la colaboración de los
fieles laicos en el Sagrado Ministerio de los Sacerdotes del 15 de agosto de 1997
2
Cfr. Juan Pablo II, Discurso en el Simposio sobre « Colaboración de los laicos en el ministerio pastoral de los presbíteros » (22
abril de 1994), n. 2: L'Osservatore Romano, 23 abril 1994.
3
Cfr. C.I.C., cann. 230, § 3; 517, § 2; 861, § 2; 910, § 2; 943; 1112; Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Christifideles laici, n. 23 y
nota 72: l.c., p. 430.
4
Cfr. Juan Pablo II, Carta enc. Redemptoris missio (7 diciembre 1990), n. 37, AAS 83 (1991), pp. 282-286.
5
Conc. Ecum. Vat. II, Const. Lumen gentium, n. 10.
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llamada a la perfección” 6. Vigente entre todos “una auténtica igualdad en cuanto a la dignidad y a
la acción común a todos los fieles en orden a la edificación del Cuerpo de Cristo”, algunos son
constituidos, por voluntad de Cristo, “doctores, dispensadores de los misterios y pastores para los
demás” 7. Sea el sacerdocio común de los fieles, sea el sacerdocio ministerial o jerárquico,
“aunque diferentes esencialmente y no sólo de grado, se ordenan, sin embargo, el uno al otro,
pues ambos participan a su manera del único sacerdocio de Cristo”8. Entre ellos se tiene una
eficaz unidad porque el Espíritu Santo unifica la Iglesia en la comunión y en el servicio y la
provee de diversos dones jerárquicos y carismáticos 9.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
b) esto es lo que hace de los sagrados ministros servidores de Cristo y de la Iglesia, por
medio de la proclamación autorizada de la Palabra de Dios, de la celebración de los Sacramentos
y de la guía pastoral de los fieles 17.
Este, después de haberse referido a las obligaciones y los derechos de todos los fieles, 24 en
el título sucesivo, dedicado a las obligaciones y derechos de los fieles laicos, trata no solo de
aquello que específicamente les compete, teniendo presente su condición secular 25, sino también
de tareas o funciones que en realidad no son exclusivamente de ellos. De estas, algunas
corresponderían a cualquier fiel sea o no ordenado 26, otras, al contrario se colocan en la línea de
directo servicio en el sagrado ministerio de los fieles ordenados 27. Respecto a estas últimas tareas
o funciones, los fieles no ordenados no son detentores de un derecho a ejercerlas, pero son
“hábiles para ser llamados por los sagrados pastores en aquellos oficios eclesiásticos y en
17
Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, n. 16: l.c., pp. 681-684; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1592.
18
Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, nn. 14-16: l.c., pp. 678-684; Congregación para la Doctrina de la Fe,
Carta Sacerdotium ministeriale (6 agosto 1983), III, 2-3: AAS 75 (1983), pp. 1004-1005.
19
Ef 2, 20; Ap 21, 14.
20
Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, n. 16: l.c., p. 681.
21
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 876.
22
Cfr. Conc. Ecum. Vat. II, Dec. Apostolicam actuositatem, n. 24.
23
Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Christifideles laici, n. 23: l.c., p. 429.
24
C.I.C., cann. 208-223.
25
Ibid., cann. 225, § 2; 226; 227; 231, § 2.
26
Ibid., cann. 225, § 1; 228, § 2; 229; 231, § 1.
27
Ibid., can. 230, §§ 2-3, en lo relacionado con el ámbito litúrgico; can. 228, § 1, en relación a otros campos del sagrado ministerio;
este último parágrafo se extiende también a otros ámbitos fuera del ministerio de los clérigos.
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aquellas tareas que están en grado de ejercitar según las prescripciones del derecho” 28, o también
“donde no haya ministros (...) pueden suplirles en algunas de sus funciones (...) según las
prescripciones del derecho” 29.
A fin que una tal colaboración se pueda inserir armónicamente en la pastoral ministerial,
es necesario que, para evitar desviaciones pastorales y abusos disciplinares, los principios
doctrinales sean claros y que, de consecuencia, con coherente determinación, se promueva en
toda la Iglesia una atenta y leal aplicación de las disposiciones vigentes, no alargando,
abusivamente, los límites de excepcionalidad a aquellos casos que no pueden ser juzgados como
“excepcionales”.
Esto se da cuando todos los participantes desarrollan con fe y devoción la función propia
de cada uno.
2. Para que también en este campo, sea salvaguardada la identidad eclesial de cada uno, se
deben abandonar los abusos de distinto tipo que son contrarios a cuanto prevé el canon 907,
según el cual en la celebración eucarística, a los diáconos y a los fieles no ordenados, no les es
consentido pronunciar las oraciones y cualquier parte reservada al sacerdote celebrante —
sobre todo la oración eucarística con la doxología conclusiva— o asumir acciones o gestos que
son propios del mismo celebrante. Es también grave abuso el que un fiel no ordenado ejercite, de
hecho, una casi “presidencia “de la Eucaristía dejando al sacerdote solo el mínimo para garantizar
la validez.
En la misma línea resulta evidente la ilicitud de usar, en las ceremonias litúrgicas, de parte
de quien no ha sido ordenado, ornamentos reservados a los sacerdotes o a los diáconos (estola,
casulla, dalmática).
Se debe tratar cuidadosamente de evitar hasta la misma apariencia de confusión que puede
surgir de comportamientos litúrgicamente anómalos. Como los ministros ordenados son llamados
a la obligación de vestir todos los sagrados ornamentos, así los fieles no ordenados no pueden
asumir cuanto no es propio de ellos.
28
Ibid., can. 228, § 1.
29
Ibid., can. 230, § 3; cfr. 517, § 2; 776; 861, § 2; 910, § 2; 1112.
30
Conc. Ecum. Vat. II, Const. Sacrosanctum Conciium, nn. 26-28; C.I.C., can. 837.
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2. Tales celebraciones, cuyos textos deben ser los aprobados por la competente autoridad
eclesiástica, se configuran siempre como soluciones temporales 33. Está prohibido inserir en su
estructura elementos propios de la liturgia sacrificial, sobre todo la “plegaria eucarística”, aunque
si en forma narrativa, para no engendrar errores en la mente de los fieles 34. A tal fin debe ser
siempre recordado a quienes toman parte en ellas que tales celebraciones no sustituyen al
Sacrificio eucarístico y que el precepto festivo se cumple solamente participando a la Santa
Misa 35. En tales casos, allí donde las distancias o las condiciones físicas lo permitan, los fieles
deben ser estimulados y ayudados todo el posible para cumplir con el precepto.
31
C.I.C., can. 1248, § 2.
32
Cfr. Ibíd., can. 1248, § 2; Sagrada Congregación de los Ritos, Instr. Inter oecumenici (26 septiembre 1964), n. 37; AAS 66 (1964),
p. 885; Sagrada Congregación para el Culto Divino, Directorio para las celebraciones dominicales en ausencia de presbítero Christi
Ecclesia (10 junio 1988): Notitiae 263 (1988).
33
Juan Pablo II, Alocución (5 junio 1993): AAS 86 (1994), p. 340.
34
Sagrada Congregación para el Culto Divino, Directorio para las celebraciones dominicales en ausencia de presbítero Christi
Ecclesia n. 35: l.c.; cfr. también C.I.C., can. 1378, § 2, n. 1 y § 3; can. 1384.
35
Cfr. C.I.C., can. 1248.
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Institutio Generalis Missalis Romani
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centro es el altar. Pero en general en nuestros templos, los fieles ocupan una “nave” en
forma rectangular.
La IGMR desea que el lugar facilite la participación activa de los fieles y permite la posibilidad
de algunos desplazamientos...
Para el que entra en una celebración, la imagen que ésta le da es decisiva para su participación y
su posible “comunión”: ¿La Asamblea es acogedora? ¿Ferviente? ¿Alegre? ¿Comunicativa?
¿Respetuosa de cada uno? ¿Atenta a la Palabra? ¿Orientada hacia Dios ?... son algunos puntos
que merecen una atención especial.
Y precisamente, los primeros ritos que inician la celebración, tienen como finalidad, la
constitución en Asamblea de un grupo de personas reunidas: canto inicial (unir las voces para
unir los corazones), saludo de apertura, acto penitencial, himno, oración colecta sobre la
asamblea, (colecta, es decir, congregada). Se fomenta así la convicción de que es Cristo mismo el
que convoca y congrega a sus hermanos. El Evangeliario llevado en la procesión de entrada ya lo
significa.
Otra mala costumbre es la de disponer hojas o folletos en las bancas antes de la celebración (“¡le
toca a quien le toque!”): no es signo de acogida, virtud tan típica del pueblo costarricense... (Cf.
Los Evangélicos que saben acoger a la puerta a los que llegan... muchos son los
“acomodadores”...)
Llama la atención el “lugar de los cantores” (n.312): pide que se vea que son parte de la
asamblea de los fieles en la que desempeñan una función particular, y que permite la plena
participación en la misa, es decir, la participación sacramental: o sea, sería incoherente que el
coro no participe en la comunión o que se quede sentado durante toda la misa, como si fuera un
conjunto musical contratado para un acto que le es extraño, o que cante para “lucirse”. El mejor
coro no es el que canta hermoso, sino el que hace participar a la asamblea.
El altar es la piedra angular de un templo: “Ara Christus est” (El Altar es Cristo)
37
IGMR 296
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- y el altar (lugar alto), donde se hace presente el sacrificio de la cruz que se perpetúa a través
de los siglos hasta que Cristo vuelva.
Signo de Cristo la “Piedra viva” 38, el altar se venera por parte de los ministros ordenados, con
algunos signos expresivos: al llegar al altar, se le saluda con una inclinación profunda, se le besa,
(se le inciensa), se deposita sobre él el Evangeliario.
También a veces, delante del altar, ocultándolo, se ha tomado la mala costumbre de colocar una
silla (¡incluso una silla del comedor!), o una banca para el sacerdote y sus acompañantes. No es el
lugar.
Solo se prevé sobre el altar, y mejor cerca de él, la cruz (a no ser que ya esté al fondo del ábside),
las velas, algún adorno floral “con moderación” 39 - excepto sólo durante la Cuaresma-.
Después de hacer una inclinación profunda el altar -espalda a la asamblea - el que dirige se
vuelve al pueblo e inicia la celebración. El altar sirve exclusivamente para después de la oración
de los fieles cuando se prepara la mesa colocando sobre él el corporal, para luego traer la Reserva
del Santísimo Sacramento.
El centro del altar, lo utilizan exclusivamente el Obispo o el sacerdote; nunca el diácono, menos
el laico, porque es allí donde se realiza él “memorial del Señor”, la Eucaristía. Para una Acción
Dominical en Ausencia del Presbítero con distribución de la comunión, las normas prevén que el
diácono (o el laico) deposita el copón con las Hostias Consagradas sobre el altar, y se arrodilla
delante de él, espalda a la asamblea, para un breve canto de adoración. El resto de la celebración
lo hará espaldas al pueblo (¡pues el que dirige es parte del pueblo!) y sólo cuando tome el Cuerpo
de Cristo para presentarlo a los fieles se volverá hacia ellos y elevando la Forma Consagrada dirá:
“Este es el Cordero de Dios…”
“La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia haya un lugar adecuado
desde donde se la anuncie y hacia el cual converja espontáneamente la atención de
los fieles durante la liturgia de la Palabra” 40.
38
Ibid. 298
39
Ibid. 305
40
Ibid. 309
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Conviene que este lugar sea un ambón fijo, y no un simple atril movible.
Más que un simple mueble, el ambón debe ser un lugar destacado que significa otra forma de la
presencia del Señor. Allí está el “Libro” (Leccionario) de la Sagrada Escritura que se convierte
en Palabra de Dios o Palabra del Señor (Evangeliario), pues, “cuando se leen en la Iglesia las
Sagradas Escrituras, es Dios mismo quien habla a su pueblo, y Cristo, presente en su Palabra,
quien anuncia el Evangelio” 41.
El salmo responsorial se proclama desde el ambón si se dirige a la asamblea: (p. ej. Aclamen al
Señor...); o bien puede proclamarse desde la Asamblea en otro lugar de donde el salmista se
orienta hacia la cruz, sí el salmo se dirige a Dios (p. ej. “Piedad, Señor, porque pequé contra ti”),
lo que es el caso más frecuente.
La reflexión que el que dirige la asamblea dirá, NO SE DIRÁ DESDE EL AMBÓN, SINO
DESDE DONDE ESTÁ SU SILLA.
Las intenciones de la Oración universal también, al igual que el salmo, pueden se leídas por un
lector desde el atril de las moniciones, o mejor desde la asamblea, estando el que dirige en su
lugar.
Si un gasto se impone, es más bien para un Libro digno. No se debe acostumbrar hacer las
lecturas frente a una Asamblea en un pequeño libro (Misa de cada día), ni menos en una hoja y
peor aún si se muestran a la asamblea y no se dejan quietos en el ambón.
IV. LA SEDE: lugar del presidente de la Asamblea, no del que dirige o anima.
También Cristo se “visibiliza” por la persona del ministro ordenado que hace las veces de Cristo
cabeza y le presta su persona para realizar sus gestos.
“En la Misa o Cena del Señor, el pueblo de Dios es congregado bajo la presidencia
del sacerdote celebrante que oficia “in persona Christi” para celebrar el memorial
del Señor o Sacrificio eucarístico” 42.
Lo mismo que el ambón respecto al Libro de la Palabra, así también la sede respecto al ministro
que preside.
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Es este último criterio que hay que tener en cuenta ante todo: la comunicación entre el sacerdote
y la asamblea. Por eso, en muchos casos, será preferible ubicar la sede del otro lado del ambón en
paralelo con él. (Nunca delante del altar)
No es sólo un mueble utilitario “para sentarse”, sino un lugar simbólico que visibiliza el rol del
que va a hacer las veces de Cristo-cabeza.
No debe tener apariencia de trono. Basta una silla curul, o faldistorio, (sede móvil bastante
elegante que utiliza el Obispo, delante del altar, para las ordenaciones o la confirmación).
La sede es única. Hay un solo Animador de la acción litúrgica. En ninguna parte de las normas de
la misa se mencionan acompañantes a la derecha e izquierda, ni otros sacerdotes, ni menos
monaguillos. Incluso si hay otros obispos o presbíteros, hay que prever otro lugar que destaque el
colegio episcopal o el colegio presbiteral. Se debe evitar toda apariencia de co-presidencia.
El asiento para él diácono colóquese cerca (no a la par) de la sede del celebrante.
Para los otros ministros, ubíquense de tal modo que se distingan claramente de
los asientos del clero y ellos mismos puedan cumplir con facilidad el oficio que
se les ha confiado 44.
Por esta razón la silla que se colocará para el que dirige la celebración no será NUNCA la sede
del Presbítero, sino OTRA silla distinta. No se colocará frente al altar, sino frente al presbiterio,
de cara al pueblo pero al mismo nivel de los fieles, nunca elevada cerca del altar o detrás de éste.
Desde allí iniciará la celebración y la concluirá, esa será su “sede”, si queremos llamarle de
alguna forma.
43
Ibid. 309
44
Ibid.
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Además, es a partir de las acciones litúrgicas “mayores” de la Iglesia, aquellas que tienen
un carácter de “eclesialidad primera”, que se puede definir la presidencia de la liturgia cristiana.
El P. Congar establece una diferencia entre las acciones litúrgicas: Pertenecen a la
eclesialidad primera las celebraciones de la Iglesia local presidida por su Obispo (o un sacerdote
que lo representa), p. Ej. Iniciación cristiana, la Eucaristía dominical o festiva, la reconciliación
de los penitentes, así como las horas principales del Oficio divino...
Pertenecen a la eclesialidad secunda (no secundaria) ritos como los del matrimonio, la
oración de las exequias, el oficio monástico. Según las épocas, la Iglesia ha asumido o no a su
cuenta estas celebraciones...
Recomendaciones Importantísimas:
1. Cuando moderen una celebración de la Palabra en ausencia del Presbítero, los laicos no deben
NUNCA utilizar los saludos como el ministro ordenado, ni realizar los gestos que normalmente
utilizan éstos. Nunca deben utilizar una fórmula que dé pie a que los fieles respondan: “Y con tu
espíritu”, sino que deben terminar el saludo distinto, posibilitando que los fieles respondan:
“Amén”. Esto tanto para el saludo inicial, antes del Evangelio, antes del Padre Nuestro, al saludo
de la paz y antes de terminar la celebración. Además, las oraciones siempre se hacen con las
manos juntas y nunca extendidas, como normalmente las hacen los ministros ordenados.
Veamos por ejemplo la celebración del Jueves Santo que aparece en el folleto: “Semana Santa en
la Familia Cristiana” de la Comisión Nacional de Liturgia de Costa Rica, Serie “Liturgia y
Laicado” N° 1, páginas 31-38:
Como vemos no hay posibilidad de respuesta: “y con tu espíritu”, pues esa respuesta es sólo para
darla a los ministros ordenados, dado su carácter sacramental.
B. La oración Colecta:
La indicación dice claramente:
“A continuación el que dirige dice, con las manos juntas, la siguiente oración”
D. Al Padre Nuestro:
Hermanos: mientras recitamos la Oración del Señor, comprometámonos a
conservarnos siempre unidos en la paz y el amor. Digamos: Padre Nuestro…
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Se dice la oración con las manos juntas, no extendidas, pues este gesto es propio de los ministros
ordenados. No se dice la continuación del Padre Nuestro que sólo recitan los ministros
ordenados: “Líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días…”
E. Saludo de la paz:
Hermanos: que la paz que nos vamos a dar mutuamente, sea expresión del amor
cristiano y del perdón mutuo. Saludémonos con un gesto de paz.
Como es claro, nunca se dice la oración que dice los ministros ordenados: “Señor Jesucristo que
dijiste a tus apóstoles…”
Ni tampoco la invitación se hace de la forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: “La
paz del Señor esté siempre con vosotros”.
G. Bendición y despedida:
Con las manos juntas, el que dirige implora la bendición sobre él y los presentes:
Hermanos: Amémonos como Jesús nos amó, y que descienda sobre nosotros y sobre
el mundo entero, redimido con su sangre, la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Sin embargo es más recomendable utilizar las conocidas fórmulas de terminar nuestras oraciones
personales, para evitar que los fieles piensen que se les da la bendición. Sugerimos por ejemplo:
“Nos cubrimos con la Sangre de Cristo, en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo”.
“El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna”.
2. Ninguno de los fieles laicos que dirigen la celebración en ausencia del presbítero debe
considerarse sacerdote o clérigo de cuarto grado u orden. No se trata de una consagración o una
institución, sino de delegación, designación o nombramiento para el momento o acto por
determinado tiempo.
3. Consideren seriamente que esta condición de “guías” no es un privilegio, sino un servicio para
bien de los demás. Esto les exige dignidad y ante todo humildad al desempeñar su función u
oficio, pues siguen siendo laicos.
4. Aparezcan siempre como laicos sin necesidad de asimilarse al Clero; permanezcan laicos a la
vista de la comunidad. El vestido, por consiguiente, ha de ser digno y adecuado; han de tener
cuidado con la limpieza de sus manos y uñas. No han de usar vestiduras sagradas del ministro
ordenado.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
7. Nunca utilicen el ambón o lugar de la Palabra para hacer las moniciones, entonar los cantos,
dar avisos, pronunciar palabras de agradecimiento u ocasión etc. y ayúdenles a los fieles a hacer
lo mismo. Este lugar es exclusivo de la Palabra de Dios.
8. Valoren el significado del saludo de la paz, que debe ser signo de fraternidad (antes de
comulgar con Cristo entramos en comunión con los hermanos) y apenas debe darse a los que
estén a nuestro lado. El ideal es no devaluar este gesto convirtiéndolo en un “recreo litúrgico”.
10. Cuidado con quienes reciben el Cuerpo de Cristo en la mano. Se escuchan comentarios sobre
los gravísimos abusos que se dan: bajo este pretexto se están valiendo para llevar el Pan
Consagrado a cultos satánicos. Otros no saben comulgar en la mano: manos sucias, en una sola
mano (la otra ocupada) y otros hacen la señal de la cruz con la hostia. Pongamos más atención y
no seamos ingenuos.
Bibliografía Utilizada:
“Instrucción sobre algunas cuestiones acerca de la colaboración de los fieles laicos en el Sagrado
Ministerio de los Sacerdotes del 15 de agosto de 1997, Librería Editrice Vaticana.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
En el Domingo de Ramos, tal como el Misal indica, la Iglesia conmemora la entrada de Cristo, el
Señor, en Jerusalén para consumar su misterio pascual. Las dos fases del misterio de Cristo
aparecen con un relieve especial en la liturgia de este día y conviene presentarlas como partes
indisolubles de un todo: el aspecto triunfal en la procesión y el aspecto pasionario en la
Eucaristía.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
4. Palmas u otras ramas para la procesión. Se 12. La procesión sustituye el acto penitencial
deben distribuir a los fieles con anticipación, de esta celebración. Por eso la celebración
para que las tengan en sus manos a la hora de simplemente se continúa al llegar al templo.
la oración. Durante la procesión se pueden entonar cantos
(siempre católicos, nunca de otras
5. Agua bendita (solo se utiliza para la denominaciones) que hagan referencia a lo que
bendición de palmas, al finalizar la celebración estamos celebrando.
se desecha discretamente en la tierra o se lleva
al templo para las demás celebraciones. No se
regala). Esta se le pide al sacerdote de la
parroquia donde van a servir. No se debe tomar
agua de santuarios marianos para ese fin
(santuario de La Negrita, por ejemplo)
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
En esta semana se corre por completo el telón que oculta el ministerio de Dios, Misterio de Amor
y salvación. Pero al mismo tiempo, se descubre el profundo drama del hombre y de la Iglesia,
drama de vida y muerte, traición y entrega.
El mismo pueblo que hoy le aclama como rey, es el que días después pide a gritos su muerte. Las
actitudes de cobardía y negación de los discípulos de Cristo son las nuestras ahora. Dejemos,
pues que la Palabra Divina, entre y sea vivida en nosotros para que elimine todo aquello que nos
aleja del amor de Jesucristo y podamos caminar junto con él a la pascua con nuestra cruz a
cuestas.
2. Canto Inicial
Animador: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Fieles: Amén
El animador invita a los fieles a que levanten las palmas, los ramos o flores para la oración.
Luego con las manos juntas invita a los fieles a orar, pero sin decir “oremos”.
Acrecienta, Señor, la fe de los que en ti esperan y escucha las plegarias de los que a ti acuden,
para que quienes alzamos hoy los ramos en honor de Cristo victoriosos, permanezcamos en él.
Dando fruto abundante de buenas obras por Jesucristo nuestro Señor.
Fieles: Amén
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
4. Monición al Evangelio:
Escucharemos ahora la proclamación solemne del hecho histórico de la entrada de Jesús en
Jerusalén. En el entusiasmo de la alegría, no olvidemos que el Reino de Cristo no es de este
mundo.
-Luego el animador y demás colaboradores en la celebración junto con todos los fieles.
Llegados al templo se pide los fieles que se mantengan en pie, el animador ubicado en su lugar
(nunca el ambón, ni el altar, ni la sede del sacerdote, sino el sitio elegido con anterioridad) y sin
extender las manos ni decir oremos, continúa:
Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos del
Señor.
7. Oración
Dios todopoderoso y eterno, tu quisiste que nuestro Salvador se hiciese hombre y muriese en la
cruz, para mostrar al género humano el ejemplo de una vida sumisa a tu voluntad; concédenos
que las enseñanzas de su pasión nos sirvan de testimonio, y que un día particípenos en su gloria
resurrección, por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
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8. Liturgia de la Palabra
Tener confianza en el Señor, es lo más nos cuesta a los cristianos, cerrar los ojos, dejarnos guiar
por Él. En esta primera lectura se nos muestran las dificultades que hay en el camino, pero se
puede avanzar si te abandonas en el Señor, así que afinemos nuestro oído, porque la Palabra de
Dios es eficaz. Escuchemos.
Lector: Al verme, se burlan de mi, hacen visajes, menean la cabeza: «Acudió al Señor,
que lo ponga a salvo; que lo libre, si tanto lo quiere.»
Lector: Se reparten mi ropa, echan a suertes mi túnica. Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.
Lector: Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré. Fieles del
Señor, alabadlo; linaje de Jacob, glorificadlo; temedlo, linaje de Israel.
-20-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
El Animador y los lectores designados proclaman la pasión sin saludar ni extender las manos,
como la haría el ministro ordenado. El animador dirá Pasión de nuestro Señor Jesucristo según
San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra en el
pecho.
Monición a la Pasión
La Pasión de Jesucristo es el juicio de Dios a los hombres. Toda la iniquidad de la corrupción
humana sale a flote para enfrentarse con el Justo, el Hijo del Hombre. Dejemos que la Palabra de
Dios penetre como fuego en nuestro interior, que Cristo reine en nosotros como una vida nueva.
9. Pequeña reflexión:
El animador o quien va a dirigir el mensaje de este día, se dirige a sus hermanos, no desde el
ambón, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas
predicaciones. Hoy es un día para dejar que sea la Palabra la que hable por si sola. Será
suficiente un pequeño mensaje. Se termina con un momento de silencio.
-21-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Animador: ¿Creen en su Hijo Jesucristo, concebido por obra del Espíritu Santo, que por
nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, se encarnó de María
Virgen, murió y resucitó por nuestra salvación?
Animador: ¿Creen en el Espíritu Santo a quien adoramos con el Padre y con el Hijo, que nos
enseña todas las cosas, que habita en nosotros como un templo y que es alma
gloriosa de la iglesia?
Animador: ¿Creen en un solo bautismo para el perdón de los pecados, la resurrección de los
muertos, la comunión de los santos y la vida eterna?
TODOS: Esta es nuestra fe, esta la fe de la Iglesia que profesamos en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo.
En ninguna celebración se hace colecta, pero al final de las celebraciones se invita a colaborar
según cada uno pueda y quiera, para sufragar los distintos gastos de la semana. Para ello en las
puertas del templo se pueden designar fieles que estén con los instrumentos adecuados
(canastas, bolsas etc.)
Lector: Para que la Iglesia, esposa de Cristo, se purifique más plenamente por la Sangre de
Cristo, en este tiempo santo de Pasión. Roguemos al Señor
-22-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Lector: Para que todas las cosas en el mundo se pacifiquen en orden a la salvación, por
medio de la sangre de Cristo. Roguemos al Señor
Lector: Para que todos los que participen de la Pasión de Cristo por la enfermedad y los
sufrimientos alcancen fortaleza y paciencia. Roguemos al Señor
Lector: Para que nosotros, por la Pasión y Muerte de Cristo, lleguemos a la gloria de la
Resurrección. Roguemos al Señor
Animador:
Atiende, Señor, las suplicas de tu pueblo para que cuanto no se atreve a esperar por sus propios
méritos, lo alcance por la pasión de tu hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén
Animador: Bendito seas, Dios Padre de bondad, porque tu paciencia es incansable y tu amor
nunca falla; tú nos ofreces un tiempo favorable y unos días de salvación; Tú eres
grande Señor Dios nuestro. Bendito seas Señor.
-23-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Animador: Bendito seas, Hijo de Dios vivo, tú que eres fiel hasta la cruz; tú que acoges con
bondad a quien se arrepiente. Bendito seas Señor.
Animador: Bendito seas Espíritu Santo. Amor que aleja todo odio; Tú que invitas a los
hombres al silencio para hablarles al corazón; Tú que das fuerzas en las
tentaciones y confieres la vida nueva; ¡Tú eres fuerte bendito Espíritu del Señor!
Padre Nuestro
Luego puesto en pie y siempre de espaldas al pueblo, frente al altar invita a la oración del
Padre nuestro, la que hará con las manos juntas, nunca extendidas, pues este gesto es propio de
los ministros ordenados.
Animador: Jesucristo nos enseña a hablar con el Padre desde la mayor sencillez, nos enseña a
mirarle con mucha ternura y amor; nos enseña a decirles Abba (papito), que no lo
miremos lejano, sino más bien muy cercano. Dirijámonos al Padre como nuestro
hermano mayor nos enseñó:
Terminada la oración no dice la continuación del Padre Nuestro que sólo recitan los ministros
ordenados: “Líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días…” sino que
continúa con la invitación al saludo de la paz, sin utilizar la fórmula que se dice en la Santa
Misa: “Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles…” Ni tampoco la invitación se hace de la
forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: “La paz del Señor esté siempre con
vosotros.
Atención: El Canto del Cordero sólo se hace en Misa, nunca en una liturgia de la Palabra
-24-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Saludo de la paz:
Animador: Hermanos: que la paz que nos vamos a dar mutuamente, sea expresión del amor
cristiano y del perdón mutuo. Saludémonos con un gesto de paz.
Luego del gesto de la paz, que no debe extenderse por mucho tiempo, ni debe ser entendido
como una oportunidad para saludar a todos los fieles, sino a los más cercanos, el animador
invita a los fieles a prepararse para la Comunión, retomando el silencio.
Animador: Nos hemos dado la paz como signo de hermandad, ahora dispongámonos a recibir
a Cristo, presente en el Altar.
Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunión, se
acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Sólo el animador con mucha reverencia
se dirige al centro del altar, hace genuflexión (dobla la rodilla derecha ante Jesús) y luego toma
con mucho respeto el Santísimo Sacramento y mostrándolo a los fieles dice:
Ministro extraordinario Hermanos, este el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo
o el Animador: dichosos los llamados a la Cena del Señor.
No está permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por sí mismo la Comunión.
Una vez que han comulgado, le dan la comunión a los fieles, cuidando que estos comulguen
delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santísimo Sacramento a las bancas.
Monición de Comunión:
Se puede hacer una pequeña monición de forma espontánea en la que se aclara que solo los que
se encuentran en “Gracia” están invitados a comer el Pan Eucarístico, las personas que no se
han confesado o están en pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la Reconciliación
con Dios, mediante la Confesión).
-25-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Comunión Espiritual
El monitor aclara que ahora se va a realizar la comunión espiritual para que aquellas personas
que no pudieron comer el Cuerpo de Cristo, lo puedan recibir en forma espiritual.
Señor Jesús, creemos que tu nos alimentas con tu Palabra y con la Eucaristía. Eres el Pan Vivo
bajado del cielo. Sabemos y creemos que quien te come, si está bien dispuesto, aumenta sus
fuerzas para luchar contra las tentaciones y alcanza el premio de la vida eterna. Señor Jesús
muchas hermanos no han podido participar hoy de la Eucaristía, por eso te pedimos que vengas a
ellos espiritualmente. Ven a esos corazones necesitados de Ti. (Momento de silencio)
Señor quédate con nosotros, acompáñanos siempre. Da a nuestros hermanos la gracia de poder
recibirte Sacramentalmente pues además de tu Palabra necesitamos tu Cuerpo y tu Sangre, Tú
que vives y reinas con el Padre Celestial y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén
Fortalecidos con tan santos ministerios, te dirigimos estas suplicas Señor: del mismo modo que
la muerte de tu hijo nos ha hecho esperar lo que nuestra fe nos promete, que su resurrección nos
alcance la plena posesión de lo que anhelamos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Fieles: Amén.
14. Avisos
Se dan los avisos de interés para la comunidad, sobre todo invitando a participar en las
celebraciones de los próximos días, e informando con exactitud de los horarios y actividades;
así como insistiendo en la importancia que tiene para todos participar de la celebración de la
Fiesta de Pascua.
-26-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Lunes Santo
Tras el esplendor del domingo, la liturgia entra en la angustia de la pasión siguiendo los últimos
días de vida de Jesús.
El Evangelio nos presenta el episodio de la Magdalena lavando y ungiendo los pies de Jesús, con
el escándalo de Judas. En él se han inspirado algunos pasos y procesiones.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
1. Monición Inicial
Paso a paso la liturgia nos va acercando a los últimos episodios de la vida mortal de Jesús
aleccionándonos a seguir su ejemplo. La vivencia de esta celebración nos ayude a perfilar cada
día en nosotros las actitudes del discípulo que comparte la misión y el destino de su maestro.
Iniciemos pues con alegría nuestra celebración.
Fieles: Amén
Animador: Que el amor de Cristo nuestro Salvador, que murió para darnos vida, permanezca
siempre en nuestros corazones hoy y siempre.
Fieles: Amén
Como vemos no hay posibilidad de respuesta: “y con tu espíritu”, pues esa respuesta es sólo
para darla a los ministros ordenados, dado su carácter sacramental.
2. Acto Penitencial
Animador: Hermanos al iniciar esta celebración, el Señor nos pide reconocer humildemente
que somos pecadores. En silencio pidamos perdón:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso
ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y ustedes hermanos, que
intercedan por mí ante Dios nuestro Señor.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
3. Oración Colecta:
El animador sin extender las manos ni decir oremos, invita a los fieles a hacer oración y luego
de unos instantes de silencio hace la oración con las manos juntas.
Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos del
Señor.
Padre Todopoderoso, mira la fragilidad de nuestra naturaleza y levanta nuestra débil esperanza
con la fuerza de la pasión de tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén.
4. Liturgia de la Palabra
-29-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
El Animador o el lector designado proclama el Santo Evangelio sin saludar ni extender las
manos, como la haría el ministro ordenado sino simplemente enunciando: Del Santo Evangelio
según San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra
en el pecho.
“Seis días antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había
resucitado de entre los muertos.
Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa.
Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús
y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. Dice Judas Iscariote, uno de
los discípulos, el que lo había de entregar:
-“¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?”
Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la
bolsa, se llevaba lo que echaban en ella.
Jesús dijo: -“Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura. Porque pobres siempre tendréis
con vosotros; pero a mí no siempre tendréis.”
Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también
por ver a Lázaro, a quien habrá resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron
dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús.
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti Señor Jesús
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
5. Pequeña reflexión:
El animador o quien va a dirigir el mensaje de este día, se dirige a sus hermanos, no desde el
ambón, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas
predicaciones. Será suficiente un pequeño mensaje que se habrá preparado con base a las
lecturas. Nunca se debe improvisar. Se termina con un momento de silencio.
En ninguna celebración se hace colecta, pero al final de las celebraciones se invita a colaborar
según cada uno pueda y quiera, para sufragar los distintos gastos de la semana. Para ello en las
puertas del templo se pueden designar fieles que estén con los instrumentos adecuados
(canastas, bolsas etc.)
Lector: Para que el Redentor del mundo, que se entrego a la muerta por su grey, libre a la
iglesia de todo mal. Roguemos al Señor.
Lector: Para que el Redentor del mundo, que oró con lágrimas en la cruz, interceda ante el
Padre por todos los hombres. Roguemos al Señor.
Lector: Para que el Redentor del mundo, que tuvo tanta angustia y tristeza, socorra a los
que sufren, les de paciencia en la tribulación y alivie sus dolores. Roguemos al
Señor.
Lector: Para que nosotros, sus siervos, que recordamos con veneración su cruz, nos
reanimen con la fuerza de su Resurrección. Roguemos al Señor.
Animador:
Todo esto te lo pedimos Dios Misericordioso por Jesucristo nuestro Señor.
Fieles: Amén.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
7. Rito de comunión
-Para el rito de Comunión, el monitor pedirá a los presentes que se postren de rodillas.
Mientras se puede entonar un pequeño canto eucarístico.
-Si en la comunidad existen ministros extraordinarios de la Comunión, en este momento uno de
ellos irá al Sagrario (si no existen, entonces alguno de los misioneros; no tiene que ser por
obligación quien está animando la celebración) y con mucho respeto y cuidado llevará el
Santísimo Sacramento al altar. Lo hará respetando el siguiente rito:
-Antes de ir al Sagrario, extenderá un corporal al centro del altar, sobre el cual luego
depositará el copón con las Hostias Consagradas, pero luego se arrodilla delante del altar
quedando de espaldas a la asamblea.
- Finalizado el canto se prosigue con la oración de acción de gracias que realizará el animador
arrodillado frente al altar (espaldas al pueblo, nunca al centro del altar mirando a los fieles).
Animador: Bendito seas, Dios Padre de bondad, porque tu paciencia es incansable y tu amor
nunca falla; tú nos ofreces un tiempo favorable y unos días de salvación; Tú eres
grande Señor Dios nuestro. Bendito seas Señor.
Animador: Bendito seas, Hijo de Dios vivo, tú que eres fiel hasta la cruz; tú que acoges con
bondad a quien se arrepiente. Bendito seas Señor.
Animador: Bendito seas Espíritu Santo. Amor que aleja todo odio; Tú que invitas a los
hombres al silencio para hablarles al corazón; Tú que das fuerzas en las
tentaciones y confieres la vida nueva; ¡Tú eres fuerte bendito Espíritu del Señor!
Padre Nuestro
Luego puesto en pie y siempre de espaldas al pueblo, frente al altar invita a la oración del
Padre nuestro, la que hará con las manos juntas, nunca extendidas, pues este gesto es propio de
los ministros ordenados.
Animador: Jesucristo nos enseña a hablar con el Padre desde la mayor sencillez, nos enseña a
mirarle con mucha ternura y amor; nos enseña a decirles Abba (papito), que no lo
miremos lejano, sino más bien muy cercano. Dirijámonos al Padre como nuestro
hermano mayor nos enseñó:
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Terminada la oración no dice la continuación del Padre Nuestro que sólo recitan los ministros
ordenados: “Líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días…” sino que
continúa con la invitación al saludo de la paz, sin utilizar la fórmula que se dice en la Santa
Misa: “Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles…” Ni tampoco la invitación se hace de la
forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: “La paz del Señor esté siempre con
vosotros.
Atención: El Canto del Cordero sólo se hace en Misa, nunca en una liturgia de la Palabra.
Saludo de la paz:
Animador: Hermanos: que la paz que nos vamos a dar mutuamente, sea expresión del amor
cristiano y del perdón mutuo. Saludémonos con un gesto de paz.
Luego del gesto de la paz, que no debe extenderse por mucho tiempo, ni debe ser entendido
como una oportunidad para saludar a todos los fieles, sino a los más cercanos, el animador
invita a los fieles a prepararse para la Comunión, retomando el silencio.
Animador: Nos hemos dado la paz como signo de hermandad, ahora dispongámonos a recibir
a Cristo, presente en el Altar.
Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunión, se
acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Sólo el animador con mucha reverencia
se dirige al centro del altar, hace genuflexión (dobla la rodilla derecha ante Jesús) y luego toma
con mucho respeto el Santísimo Sacramento y mostrándolo a los fieles dice:
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
No está permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por sí mismo la Comunión.
Una vez que han comulgado, le dan la comunión a los fieles, cuidando que estos comulguen
delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santísimo Sacramento a las bancas.
Monición de Comunión:
Se puede hacer una pequeña monición de forma espontánea en la que se aclara que solo los que
se encuentran en “Gracia” están invitados a comer el Pan Eucarístico, las personas que no se
han confesado o están en pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la Reconciliación
con Dios, mediante la Confesión).
Comunión Espiritual
El monitor aclara que ahora se va a realizar la comunión espiritual para que aquellas personas
que no pudieron comer el Cuerpo de Cristo, lo puedan recibir en forma espiritual.
Señor Jesús, creemos que tu nos alimentas con tu Palabra y con la Eucaristía. Eres el Pan Vivo
bajado del cielo. Sabemos y creemos que quien te come, si está bien dispuesto, aumenta sus
fuerzas para luchar contra las tentaciones y alcanza el premio de la vida eterna. Señor Jesús
muchas hermanos no han podido participar hoy de la Eucaristía, por eso te pedimos que vengas a
ellos espiritualmente. Ven a esos corazones necesitados de Ti. (Momento de silencio)
Señor quédate con nosotros, acompáñanos siempre. Da a nuestros hermanos la gracia de poder
recibirte Sacramentalmente pues además de tu Palabra necesitamos tu Cuerpo y tu Sangre, Tú
que vives y reinas con el Padre Celestial y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
8. Oración Conclusiva
El animador invita a la acción de gracias sin extender las manos ni decir oremos.
Ven, Señor y protege con amor solícito al pueblo que has santificado en esta celebración, para
que conserve siempre los dones que ha recibido de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
9. Avisos
Se dan los avisos de interés para la comunidad, sobre todo invitando a participar en las
celebraciones de los próximos días, e informando con exactitud de los horarios y actividades;
así como insistiendo en la importancia que tiene para todos participar de la celebración de la
Fiesta de Pascua.
Canto Final
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Martes Santo
El martes Jesús acude al Templo por el camino tantas veces recorrido. Los rostros de los que le
acompañan están serios; ya no hay vítores de los acampados alrededor de Jerusalén, ni en la
misma ciudad. Pero muchos quieren oír y ver al Maestro, al Hijo de David, al que resucitó a
Lázaro, al que se ha proclamado Hijo del Padre eterno. Este día todos los grupos que se oponen a
Jesús se van a unir y emplear sus armas dialécticas para destruirle. “Siguieron observando y le
enviaron espías que simulaban ser justos para cogerle en alguna palabra y entregarlo al poder y
jurisdicción del gobernador”(Lc).
Muchas cosas van a quedar claras en este día y mucha va a ser la luz para los de mente y corazón
abiertos.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
1. Monición Inicial
Caminamos hacia la celebración de la Pascua. La vida de Jesús está signada por la fidelidad a la
misión encomendada por el Padre. La maldad de los hombres teje su desenlace final. Esta
celebración nos introduce en el misterio de Dios que por amor se ha entregado por nuestra
redención. Iniciemos nuestra celebración con la certeza de sabernos salvados.
Fieles: Amén
Animador: Que el amor de Cristo nuestro Salvador, que murió para darnos vida, permanezca
siempre en nuestros corazones hoy y siempre.
Fieles: Amén
Como vemos no hay posibilidad de respuesta: “y con tu espíritu”, pues esa respuesta es sólo
para darla a los ministros ordenados, dado su carácter sacramental.
2. Acto Penitencial
Animador: Hermanos al iniciar esta celebración, el Señor nos pide reconocer humildemente
que somos pecadores. En silencio pidamos perdón:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso
ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y ustedes hermanos, que
intercedan por mí ante Dios nuestro Señor.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
3. Oración Colecta:
El animador sin extender las manos ni decir oremos, invita a los fieles a hacer oración y luego
de unos instantes de silencio hace la oración con las manos juntas.
Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos del
Señor.
Padre Todopoderoso, concédenos participar tan vivamente en las celebraciones de la Pasión del
Señor, que alcancemos tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo y Dios por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén.
4. Liturgia de la Palabra
Lector: Sé para mí una roca protectora, tú que decidiste venir siempre en mi ayuda, porque
tú eres mi Roca y mi fortaleza. ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío, de las
garras del malvado y del violento!
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
El Animador o el lector designado proclama el Santo Evangelio sin saludar ni extender las
manos, como la haría el ministro ordenado sino simplemente enunciando: Del Santo Evangelio
según San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra
en el pecho.
“Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró: -“En verdad, en
verdad os digo que uno de vosotros me entregará. Los discípulos se miraban unos a otros, sin
saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de
Jesús. Simón Pedro le hace una seña y le dice: -“Pregúntale de quién está hablando”. Él,
recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: -“Señor, ¿quién es?” Le responde Jesús: -“Es aquel
a quien dé el bocado que voy a mojar.” Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de
Simón Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás.
Jesús le dice: -“Lo que vas a hacer, hazlo pronto.” Pero ninguno de los comensales
entendió por qué se lo decía. Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería
decirle: “Compra lo que nos hace falta para la fiesta”, o que diera algo a los pobres. En cuanto
tomó Judas el bocado, salió. Era de noche. Cuando salió, dice Jesús: -“Ahora ha sido glorificado
el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, Dios
también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto.”
-“Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo
mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también
ahora a vosotros. Simón Pedro le dice: -“Señor, ¿a dónde vas?” Jesús le respondió: -“Adonde yo
voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde.” Pedro le dice: - “¿Por qué no puedo
seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti.” Le responde Jesús: -“¿Que darás tu vida por mí? En
verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces.” Palabra
del Señor.
Todos: Gloria a ti Señor Jesús
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
5. Pequeña reflexión:
El animador o quien va a dirigir el mensaje de este día, se dirige a sus hermanos, no desde el
ambón, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas
predicaciones. Será suficiente un pequeño mensaje que se habrá preparado con base a las
lecturas. Nunca se debe improvisar. Se termina con un momento de silencio.
En ninguna celebración se hace colecta, pero al final de las celebraciones se invita a colaborar
según cada uno pueda y quiera, para sufragar los distintos gastos de la semana. Para ello en las
puertas del templo se pueden designar fieles que estén con los instrumentos adecuados
(canastas, bolsas etc.)
Lector: Para que el Señor, que por nosotros murió en la cruz, tenga misericordia de su
iglesia. Roguemos al Señor
Lector: Para que aquel que con su sangre preciosas salvo al mundo, se muestre amigo y
defensor de todos los hombres. Roguemos al Señor.
Lector: Para que los pobres, los atribulados, los desesperados y todos los que participan de
la cruz de Cristo por sus sufrimientos, encuentran fuerza en la pasión del Señor.
Roguemos al Señor.
Animador:
Todo esto te lo pedimos Dios Misericordioso por Jesucristo nuestro Señor.
Fieles: Amén.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
7. Rito de comunión
-Para el rito de Comunión, el monitor pedirá a los presentes que se postren de rodillas.
Mientras se puede entonar un pequeño canto eucarístico.
-Si en la comunidad existen ministros extraordinarios de la Comunión, en este momento uno de
ellos irá al Sagrario (si no existen, entonces alguno de los misioneros; no tiene que ser por
obligación quien está animando la celebración) y con mucho respeto y cuidado llevará el
Santísimo Sacramento al altar. Lo hará respetando el siguiente rito:
-Antes de ir al Sagrario, extenderá un corporal al centro del altar, sobre el cual luego
depositará el copón con las Hostias Consagradas, pero luego se arrodilla delante del altar
quedando de espaldas a la asamblea.
- Finalizado el canto se prosigue con la oración de acción de gracias que realizará el animador
arrodillado frente al altar (espaldas al pueblo, nunca al centro del altar mirando a los fieles).
Animador: Bendito seas, Dios Padre de bondad, porque tu paciencia es incansable y tu amor
nunca falla; tú nos ofreces un tiempo favorable y unos días de salvación; Tú eres
grande Señor Dios nuestro. Bendito seas Señor.
Animador: Bendito seas, Hijo de Dios vivo, tú que eres fiel hasta la cruz; tú que acoges con
bondad a quien se arrepiente. Bendito seas Señor.
Animador: Bendito seas Espíritu Santo. Amor que aleja todo odio; Tú que invitas a los
hombres al silencio para hablarles al corazón; Tú que das fuerzas en las
tentaciones y confieres la vida nueva; ¡Tú eres fuerte bendito Espíritu del Señor!
Padre Nuestro
Luego puesto en pie y siempre de espaldas al pueblo, frente al altar invita a la oración del
Padre nuestro, la que hará con las manos juntas, nunca extendidas, pues este gesto es propio de
los ministros ordenados.
Animador: Jesucristo nos enseña a hablar con el Padre desde la mayor sencillez, nos enseña a
mirarle con mucha ternura y amor; nos enseña a decirles Abba (papito), que no lo
miremos lejano, sino más bien muy cercano. Dirijámonos al Padre como nuestro
hermano mayor nos enseñó:
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Terminada la oración no dice la continuación del Padre Nuestro que sólo recitan los ministros
ordenados: “Líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días…” sino que
continúa con la invitación al saludo de la paz, sin utilizar la fórmula que se dice en la Santa
Misa: “Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles…” Ni tampoco la invitación se hace de la
forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: “La paz del Señor esté siempre con
vosotros”.
Atención: El Canto del Cordero sólo se hace en Misa, nunca en una liturgia de la Palabra
Saludo de la paz:
Animador: Hermanos: que la paz que nos vamos a dar mutuamente, sea expresión del amor
cristiano y del perdón mutuo. Saludémonos con un gesto de paz.
Luego del gesto de la paz, que no debe extenderse por mucho tiempo, ni debe ser entendido
como una oportunidad para saludar a todos los fieles, sino a los más cercanos, el animador
invita a los fieles a prepararse para la Comunión, retomando el silencio.
Animador: Nos hemos dado la paz como signo de hermandad, ahora dispongámonos a recibir
a Cristo, presente en el Altar.
Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunión, se
acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Sólo el animador con mucha reverencia
se dirige al centro del altar, hace genuflexión (dobla la rodilla derecha ante Jesús) y luego toma
con mucho respeto el Santísimo Sacramento y mostrándolo a los fieles dice:
-42-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
No está permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por sí mismo la Comunión.
Una vez que han comulgado, le dan la comunión a los fieles, cuidando que estos comulguen
delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santísimo Sacramento a las bancas.
Monición de Comunión:
Se puede hacer una pequeña monición de forma espontánea en la que se aclara que solo los que
se encuentran en “Gracia” están invitados a comer el Pan Eucarístico, las personas que no se
han confesado o están en pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la Reconciliación
con Dios, mediante la Confesión).
Comunión Espiritual
El monitor aclara que ahora se va a realizar la comunión espiritual para que aquellas personas
que no pudieron comer el Cuerpo de Cristo, lo puedan recibir en forma espiritual.
Señor Jesús, creemos que tu nos alimentas con tu Palabra y con la Eucaristía. Eres el Pan Vivo
bajado del cielo. Sabemos y creemos que quien te come, si está bien dispuesto, aumenta sus
fuerzas para luchar contra las tentaciones y alcanza el premio de la vida eterna. Señor Jesús
muchas hermanos no han podido participar hoy de la Eucaristía, por eso te pedimos que vengas a
ellos espiritualmente. Ven a esos corazones necesitados de Ti. (Momento de silencio)
Señor quédate con nosotros, acompáñanos siempre. Da a nuestros hermanos la gracia de poder
recibirte Sacramentalmente pues además de tu Palabra necesitamos tu Cuerpo y tu Sangre, Tú
que vives y reinas con el Padre Celestial y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
8. Oración Conclusiva
El animador invita a la acción de gracias sin extender las manos ni decir oremos.
Ven, Señor y protege con amor solícito al pueblo que has santificado en esta celebración, para
que conserve siempre los dones que ha recibido de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
9. Avisos
Se dan los avisos de interés para la comunidad, sobre todo invitando a participar en las
celebraciones de los próximos días, e informando con exactitud de los horarios y actividades;
así como insistiendo en la importancia que tiene para todos participar de la celebración de la
Fiesta de Pascua.
Canto Final
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Miércoles Santo
El Miércoles Santo es el día de la entrega y la traición. Este día se recuerda el momento en que
Judas, uno de los 12 discípulos del Señor, se pone de acuerdo con los enemigos de Jesús y se
ofrece a entregarlo a cambio de 30 monedas de plata.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
1. Monición Inicial
El siervo sufriente, aquel que lleva sobre si el pecado del mundo es aquel que fiel a su misión
persevera en ella pues confía profundamente en su Señor. Él, cargando con la cruz de todos, se
hace solidario con el pecador. Esta celebración nos introduce al misterio de la solidaridad divina
al entregar su Cuerpo y su Sangre para redención del mundo. Iniciemos nuestra celebración
uniendo nuestros corazones en alabanzas al Dios liberador.
Fieles: Amén
Animador: Que el amor de Cristo nuestro Salvador, que murió para darnos vida, permanezca
siempre en nuestros corazones hoy y siempre.
Fieles: Amén
Como vemos no hay posibilidad de respuesta: “y con tu espíritu”, pues esa respuesta es sólo
para darla a los ministros ordenados, dado su carácter sacramental.
2. Acto Penitencial
Animador: Hermanos al iniciar esta celebración, el Señor nos pide reconocer humildemente
que somos pecadores. En silencio pidamos perdón:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso
ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y ustedes hermanos, que
intercedan por mí ante Dios nuestro Señor.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
3. Oración Colecta:
El animador sin extender las manos ni decir oremos, invita a los fieles a hacer oración y luego
de unos instantes de silencio hace la oración con las manos juntas.
Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos del
Señor.
Padre Todopoderoso, concédenos participar tan vivamente en las celebraciones de la pasión del
Señor, que alcancemos tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu hijo, que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo y Dios por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén
4. Liturgia de la Palabra
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
El Animador o el lector designado proclama el Santo Evangelio sin saludar ni extender las
manos, como la haría el ministro ordenado sino simplemente enunciando: Del Santo Evangelio
según San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra
en el pecho.
En aquel tiempo uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos
sacerdotes y les dijo: -“¿Cuánto me darán si se lo entrego?”. Y resolvieron darle treinta monedas
de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.
El primer día de los Ázimos los discípulos fueron a preguntar a Jesús:
-“¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?”. Él respondió: -“Vayan a la ciudad, a la
casa de tal persona, y díganle: “El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu
casa con mis discípulos” Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.
Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: -“Les
aseguro que uno de ustedes me entregará”. Profundamente apenados, ellos empezaron a
preguntarle uno por uno: -“¿Seré yo, Señor?”. Él respondió: -“El que acaba de servirse de la
misma fuente que yo, ese me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él,
pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!”
Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: -“¿Seré yo, Maestro?”. –“Tú lo has dicho”, le
respondió Jesús. Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti Señor Jesús
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
5. Pequeña reflexión:
El animador o quien va a dirigir el mensaje de este día, se dirige a sus hermanos, no desde el
ambón, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas
predicaciones. Será suficiente un pequeño mensaje que se habrá preparado con base a las
lecturas. Nunca se debe improvisar. Se termina con un momento de silencio.
En ninguna celebración se hace colecta, pero al final de las celebraciones se invita a colaborar
según cada uno pueda y quiera, para sufragar los distintos gastos de la semana. Para ello en las
puertas del templo se pueden designar fieles que estén con los instrumentos adecuados
(canastas, bolsas etc.)
Lector: Por la iglesia: para que Jesús, su esposo, lave con su sangre las, manchas de su
amada. Roguemos al Señor.
Lector: Por el mundo: para que el Señor, que con su cruz, rescato el hombre del dominio
de la muerte, abra a todos los pueblos los caminos del Evangelio. Roguemos al
Señor.
Lector: Por los pecadores: para que Cristo, que despertó a Lázaro del sueño de la muerte,
haga que aquellos que están muertos por el pecado, retornen a la vida por la
penitencia. Roguemos al Señor.
Lector: Por los que estamos aquí reunidos: para que nos amemos unos a otros tal como
Cristo nos amo y se entrego a sí mismo por nosotros. Roguemos al Señor.
Animador:
Todo esto te lo pedimos Dios Misericordioso por Jesucristo nuestro Señor.
Fieles: Amén.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
7. Rito de comunión
Para el rito de Comunión, el monitor pedirá a los presentes que se postren de rodillas. Mientras
se puede entonar un pequeño canto eucarístico.
-Si en la comunidad existen ministros extraordinarios de la Comunión, en este momento uno de
ellos irá al Sagrario (si no existen, entonces alguno de los misioneros; no tiene que ser por
obligación quien está animando la celebración) y con mucho respeto y cuidado llevará el
Santísimo Sacramento al altar. Lo hará respetando el siguiente rito:
-Antes de ir al Sagrario, extenderá un corporal al centro del altar, sobre el cual luego
depositará el copón con las Hostias Consagradas, pero luego se arrodilla delante del altar
quedando de espaldas a la asamblea.
- Finalizado el canto se prosigue con la oración de acción de gracias que realizará el animador
arrodillado frente al altar (espaldas al pueblo, nunca al centro del altar mirando a los fieles).
Animador: Bendito seas, Dios Padre de bondad, porque tu paciencia es incansable y tu amor
nunca falla; tú nos ofreces un tiempo favorable y unos días de salvación; Tú eres
grande Señor Dios nuestro. Bendito seas Señor.
Animador: Bendito seas, Hijo de Dios vivo, tú que eres fiel hasta la cruz; tú que acoges con
bondad a quien se arrepiente. Bendito seas Señor.
Animador: Bendito seas Espíritu Santo. Amor que aleja todo odio; Tú que invitas a los
hombres al silencio para hablarles al corazón; Tú que das fuerzas en las
tentaciones y confieres la vida nueva; ¡Tú eres fuerte bendito Espíritu del Señor!
Padre Nuestro
Luego puesto en pie y siempre de espaldas al pueblo, frente al altar invita a la oración del
Padre nuestro, la que hará con las manos juntas, nunca extendidas, pues este gesto es propio de
los ministros ordenados.
Animador: Jesucristo nos enseña a hablar con el Padre desde la mayor sencillez, nos enseña a
mirarle con mucha ternura y amor; nos enseña a decirles Abba (papito), que no lo
miremos lejano, sino más bien muy cercano. Dirijámonos al Padre como nuestro
hermano mayor nos enseñó:
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Terminada la oración no dice la continuación del Padre Nuestro que sólo recitan los ministros
ordenados: “Líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días…” sino que
continúa con la invitación al saludo de la paz, sin utilizar la fórmula que se dice en la Santa
Misa: “Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles…” Ni tampoco la invitación se hace de la
forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: “La paz del Señor esté siempre con
vosotros”.
Atención: El Canto del Cordero sólo se hace en Misa, nunca en una liturgia de la Palabra
Saludo de la paz:
Animador: Hermanos: que la paz que nos vamos a dar mutuamente, sea expresión del amor
cristiano y del perdón mutuo. Saludémonos con un gesto de paz.
Luego del gesto de la paz, que no debe extenderse por mucho tiempo, ni debe ser entendido
como una oportunidad para saludar a todos los fieles, sino a los más cercanos, el animador
invita a los fieles a prepararse para la Comunión, retomando el silencio.
Animador: Nos hemos dado la paz como signo de hermandad, ahora dispongámonos a recibir
a Cristo, presente en el Altar.
Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunión, se
acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Sólo el animador con mucha reverencia
se dirige al centro del altar, hace genuflexión (dobla la rodilla derecha ante Jesús) y luego toma
con mucho respeto el Santísimo Sacramento y mostrándolo a los fieles dice:
Ministro extraordinario o el Animador: Hermanos, este el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo, dichosos los llamados a la Cena
del Señor.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
No está permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por sí mismo la Comunión.
Una vez que han comulgado, le dan la comunión a los fieles, cuidando que estos comulguen
delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santísimo Sacramento a las bancas.
Monición de Comunión:
Se puede hacer una pequeña monición de forma espontánea en la que se aclara que solo los que
se encuentran en “Gracia” están invitados a comer el Pan Eucarístico, las personas que no se
han confesado o están en pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la Reconciliación
con Dios, mediante la Confesión).
Comunión Espiritual
El monitor aclara que ahora se va a realizar la comunión espiritual para que aquellas personas
que no pudieron comer el Cuerpo de Cristo, lo puedan recibir en forma espiritual.
Señor Jesús, creemos que tu nos alimentas con tu Palabra y con la Eucaristía. Eres el Pan Vivo
bajado del cielo. Sabemos y creemos que quien te come, si está bien dispuesto, aumenta sus
fuerzas para luchar contra las tentaciones y alcanza el premio de la vida eterna. Señor Jesús
muchas hermanos no han podido participar hoy de la Eucaristía, por eso te pedimos que vengas a
ellos espiritualmente. Ven a esos corazones necesitados de Ti. (Momento de silencio)
Señor quédate con nosotros, acompáñanos siempre. Da a nuestros hermanos la gracia de poder
recibirte Sacramentalmente pues además de tu Palabra necesitamos tu Cuerpo y tu Sangre, Tú
que vives y reinas con el Padre Celestial y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén
8. Oración Conclusiva
El animador invita a la acción de gracias sin extender las manos ni decir oremos.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Ven, Señor y protege con amor solícito al pueblo que has santificado en esta celebración, para
que conserve siempre los dones que ha recibido de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
9. Avisos
Se dan los avisos de interés para la comunidad, sobre todo invitando a participar en las
celebraciones de los próximos días, e informando con exactitud de los horarios y actividades;
así como insistiendo en la importancia que tiene para todos participar de la celebración de la
Fiesta de Pascua.
Canto Final
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Jueves Santo
Inicio del Triduo Pascual
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
1. El color litúrgico de este día es el blanco y/o dorado. Recordando lo que mencionábamos del
mantel del altar que siempre es de color blanco (si pueden las velas del altar también).
2. Las flores no se deben poner nunca encima del Altar, ni arreglos florales sobre el altar. El
nuevo Misal del año 2000 entre los nn. 268 y 269 dice. Dice así: “Obsérvese la moderación
en la ornamentación del altar… La decoración floral sea siempre moderada, y colóquese
preferentemente cerca del altar y no sobre el mismo”.
3. Esta celebración debe ser festiva, pero sin perder de vista que no es la fiesta todavía, apenas
nos estamos preparando para la gran Fiesta que es la Pascua. Se debe arreglar bien bonito el
templo (con cuidado de no hacerlo mejor que el Sábado en la Vigilia)
4. Elegir 12 apóstoles varones, que deben estar colocados en bancas frente al Altar desde el
inicio de la celebración (NO pueden ser niños, ni mujeres, ya explicábamos por qué en el
punto 2 de la página anterior).
5. Pichel con agua, y una tina o recipiente donde los “Apóstoles” puedan introducir uno de los
dos pies, además un paño para secarles el pie que se ha lavado. Luego del lavatorio de los
pies el animador se lavará las manos con abundante agua y jabón.
6. Dos paños limpios. Uno para secar los pies y otro para las manos del animador.
11. Un corporal para que el animador o un ministro extraordinario cubran el Copón que se llevará
en la procesión del Altar al altar de la Adoración. El animador no debe colocarse ningún
manto o paño en los hombros, durante la procesión.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
1. Monición Inicial
Hermanos: No hay festividad cristiana más íntima, más profunda y más comprometedora que la
del Jueves Santo. Hoy es Jueves Santo, el día en que el amor supremo de Jesús se hizo Pan
entregado y Sangre derramada para que la Nueva Alianza sea una realidad. Hoy el Reino de Dios
se manifiesta en la humildad de una mesa preparada, en un abrazo de paz, en el gesto de lavar los
pies a los hermanos, en el partir y compartir el mismo trozo de pan.
Hoy la Iglesia se siente una sola, porque uno es el Cuerpo de Cristo, uno el Pan, una la mesa, una
la fe y una la salvación. Hoy los cristianos recibimos el nuevo y gran mandamiento: el de amar al
prójimo como Cristo nos ha amado. Hoy descubrimos la sencillez de nuestra fe, la simplicidad de
nuestros ritos, la profundidad de nuestro compromiso, la exigencia del proyecto divino de salvar
al hombre de las estructuras humanas del egoísmo, del vicio y de la corrupción.
Jueves Santo, día del amor, día del sacerdocio de Cristo y del servicio sacerdotal de los
presbíteros. Día de oración, de reflexión, de unidad.
Canto de Entrada.
Animador: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Fieles: Amén
Animador: Que el amor de Cristo nuestro Salvador, que murió para darnos vida, permanezca
siempre en nuestros corazones hoy y siempre.
Fieles: Amén
Como vemos no hay posibilidad de respuesta: “y con tu espíritu”, pues esa respuesta es sólo
para darla a los ministros ordenados, dado su carácter sacramental.
2. Acto Penitencial
Animador: Hermanos al iniciar esta celebración, el Señor nos pide reconocer humildemente
que somos pecadores. En silencio pidamos perdón:
Animador: Amigos: Como Jesús lavo los pies a Pedro y demás Apóstoles, así hoy purifica
nuestro corazón para que dejemos de ser opresores y pasemos a ser servidores de
los hermanos.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Animador: Tu, que aceptaste lavar los pies a los apósteles, purifica nuestros pecados y ten
piedad de nosotros
Animador: Tú, que nos has dado el ejemplo para que perdonáramos, ten piedad de nosotros.
Animador: Tú, que fuiste traicionado por Judas, no tomes en cuenta nuestras infidelidades y
ten piedad de nosotros.
4. Oración Colecta:
El animador sin extender las manos ni decir oremos, invita a los fieles a hacer oración y luego
de unos instantes de silencio hace la oración con las manos juntas.
Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos del
Señor.
Señor Dios Nuestro, nos has convocado este día para celebrar aquella memorable Cena en que tu
Hijo, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el Banquete de su amor, el sacrificio
nuevo de la Alianza Eterna; te pedimos que la celebración de estos santos ministerios nos lleve a
alcanzar de plenitud de amor y de vida. “Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén.
5. Liturgia de la Palabra
Animador: Hermanos: Dios nos va a hablar. Antes de recibir el Pan de la Eucaristía,
recibimos el Pan de la Palabra, a fin de renovar nuestra fe en el ministerio de Su presencia entre
nosotros y en el ministerio de su Cuerpo y de su Sangre.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Lector: ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la
salvación e invocaré el nombre del Señor.
Lector: ¡Qué penosa es para el Señor la muerte de sus amigos! Yo, Señor, soy tu siervo, tu
servidor, lo mismo que mi madre: por eso rompiste mis cadenas.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (11,23-26)
Hermanos: yo recibí del Señor lo que les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en
que iba a ser entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: “Este es mi cuerpo
que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía”.
Así mismo también la copa después de cenar diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza
que se sella con en mi sangre. Cuantas veces la beben, háganlo en memoria mía.”
Pues cada vez que ustedes comen este pan y beben esta copa, proclaman la muerte del Señor,
hasta que vuelva. PALABRA DE DIOS.
Monición al Evangelio
La participación en la Eucaristía supone limpiarnos totalmente del egoísmo y del deseo de
denominar a los demás, para revestirnos, al contrario, con los ropajes interiores del esclavo que
entrega todo de sí para servir a la comunidad. Quién se resista a hacerlo no puede compartir la
mesa del Señor. En pie, cantamos para escuchar el Santo Evangelio.
El Animador o el lector designado proclama el Santo Evangelio sin saludar ni extender las
manos, como la haría el ministro ordenado sino simplemente enunciando: Del Santo Evangelio
según San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en la boca y otra
en el pecho.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este
mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta extremo.
Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón,
el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había
salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla,
se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a
secárselos con la toalla con que estaba ceñido.
Llega a Simón Pedro; éste le dice: -“Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?” Jesús le respondió:
-“Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.” Le dice Pedro: -“No me
lavarás los pies jamás”. Jesús le respondió: -“Si no te lavo, no tienes parte conmigo.” Le dice
Simón Pedro: -“Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza”. Jesús le dice: -“El que
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no
todos.” Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: -“No estáis limpios todos.”
Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: -
“¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y
decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he, lavado los pies, vosotros
también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también
vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros. PALABRA DELSEÑOR.
Todos: Gloria a ti Señor Jesús
6. Pequeña reflexión:
El animador o quien va a dirigir el mensaje de este día, se dirige a sus hermanos, no desde el
ambón, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas
predicaciones. Será suficiente un pequeño mensaje que se habrá preparado con base a las
lecturas. Nunca se debe improvisar. Se termina con un momento de silencio.
Hoy sobre todo habría que centrarse en la Institución de la Eucaristía, el Orden Sacerdotal y el
mandamiento del amor (estos son los tres temas principales de la celebración)
En ninguna celebración se hace colecta, pero al final de las celebraciones se invita a colaborar
según cada uno pueda y quiera, para sufragar los distintos gastos de la semana. Para ello en
las puertas del templo se pueden designar fieles que estén con los instrumentos adecuados
(canastas, bolsas etc.)
Monición al rito
Se puede hacer una breve monición en la se explica el sentido de este ritual: ponerse con toda
humildad al servicio de los demás, dando ejemplo del amor fraterno. Se entona cantos alegres
referentes al amor fraterno.
Lector: Para que en la Iglesia cada cristiano se reconozca humilde servidor de sus
hermanos. Roguemos al Señor.
Lector: Para que el mundo aprecie el valor del amor de Cristo que se hizo sufriente para
liberarnos del pecado. Roguemos al Señor.
Lector: Para que el amor de Cristo por los pecadores sea el mensaje de esperanza para el
hombre de hoy. Roguemos al Señor.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Lector: Para que nuestra Eucaristía sea siempre el punto de partida y de llegada de nuestra
comunidad cristiana. Roguemos al Señor.
Lector: Por el Santo Padre, los Obispos de nuestra Iglesia y todos los sacerdotes, para que
el Señor les conceda fidelidad y fortaleza para poder ejercer el ministerio que Él
les ha encomendado. Roguemos al Señor.
Animador:
Padre, que por medio de tu Hijo Jesucristo nos has invitado a lavarnos los pies recíprocamente
en el espíritu de aquel servicio que es la raíz de la nueva ley del amor, haz de todos nosotros, una
autentica comunidad de hermanos, donde cada cual cumpla su tarea, atento a las necesidades de
los demás. Por Jesucristo nuestro Señor.
Fieles: Amén.
7. Rito de comunión
-Para el rito de Comunión, el monitor pedirá a los presentes que se postren de rodillas.
Mientras se puede entonar un pequeño canto eucarístico.
-Si en la comunidad existen ministros extraordinarios de la Comunión, en este momento uno de
ellos irá al Sagrario (si no existen, entonces alguno de los misioneros; no tiene que ser por
obligación quien está animando la celebración) y con mucho respeto y cuidado llevará el
Santísimo Sacramento al altar. Lo hará respetando el siguiente rito:
-Antes de ir al Sagrario, extenderá un corporal al centro del altar, sobre el cual luego
depositará el copón con las Hostias Consagradas, pero luego se arrodilla delante del altar
quedando de espaldas a la asamblea.
- Finalizado el canto se prosigue con la oración de acción de gracias que realizará el animador
arrodillado frente al altar (espaldas al pueblo, nunca al centro del altar mirando a los fieles).
Animador: Demos gracia a Dios y hagámoslo con inmenso gozo: repetirán después de cada
intención: “Te damos gracias por siempre Señor”
Animador: Por la Eucaristía que es el sacrificio vivo del amor infinito que Jesús nos dejo.
Fieles: “Te damos gracias por siempre Señor”
Animador: Por la Eucaristía donde Jesús está presente bajo la presencia del pan y del vino.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Animador: Por la Eucaristía en la que Jesús alimenta nuestra vida por los demás.
Animador: Por la Eucaristía que nos compromete a dar la vida por los demás.
Animador: Por los sacerdotes que nos hacen de tus sacramentos, especialmente de la
Eucaristía.
Animador: Por los jóvenes que se preparan para ser Sacerdotes, dando su vida en la pobreza,
la obediencia y la castidad.
Animador: Por el Santo Padre y todos los Obispos del mundo que asumen la misión de
conducir fielmente a tu Iglesia hasta el reino eterno.
Padre Nuestro
Luego puesto en pie y siempre de espaldas al pueblo, frente al altar invita a la oración del
Padre nuestro, la que hará con las manos juntas, nunca extendidas, pues este gesto es propio de
los ministros ordenados.
Animador: Jesucristo nos ha mostrado un Padre que es amor puro, nos enseño a amarle con la
oración que nos dejo, digamos todos juntos:
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Terminada la oración no dice la continuación del Padre Nuestro que sólo recitan los ministros
ordenados: “Líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días…” sino que
continúa con la invitación al saludo de la paz, sin utilizar la fórmula que se dice en la Santa
Misa: “Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles…” Ni tampoco la invitación se hace de la
forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: “La paz del Señor esté siempre con
vosotros”.
Atención: El Canto del Cordero sólo se hace en Misa, nunca en una liturgia de la Palabra
Saludo de la paz:
Animador: Jesús nos ha dicho: Les doy el mandamiento nuevo: que se amen mutuamente,
como yo les he amado. Ahora tenemos la posibilidad de poner en práctica este
mandamiento. Saludémonos con un gesto de paz.
Luego del gesto de la paz, que no debe extenderse por mucho tiempo, ni debe ser entendido
como una oportunidad para saludar a todos los fieles, sino a los más cercanos, el animador
invita a los fieles a prepararse para la Comunión, retomando el silencio.
Animador: Nos hemos dado la paz como signo de hermandad, ahora dispongámonos a recibir
a Cristo, presente en el Altar.
Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunión, se
acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Sólo el animador con mucha reverencia
se dirige al centro del altar, hace genuflexión (dobla la rodilla derecha ante Jesús) y luego toma
con mucho respeto el Santísimo Sacramento y mostrándolo a los fieles dice:
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
No está permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por sí mismo la Comunión.
Una vez que han comulgado, le dan la comunión a los fieles, cuidando que estos comulguen
delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santísimo Sacramento a las bancas.
Monición a la Comunión
Jesucristo es el Cordero de Dios, que se ha partido por nosotros. Él es la muestra más exquisita de
Amor, Amor al Extremo, Amor de Cruz. El que se ha dado por nosotros, nos invita a que
participemos del banquete que Él ha preparado para ti.
Hoy de forma espontánea y clara se debe aclarar que solo los que se encuentran en “Gracia”
están invitados a comer el Pan Eucarístico, las personas que no se han confesado o están en
pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la Reconciliación con Dios, mediante la
Confesión). Mientras se distribuye la Comunión se pueden entonar cantos apropiados.
Comunión Espiritual
El monitor aclara que ahora se va a realizar la comunión espiritual para que aquellas personas
que no pudieron comer el Cuerpo de Cristo, lo puedan recibir en forma espiritual.
Señor Jesús, creemos que tu nos alimentas con tu Palabra y con la Eucaristía. Eres el Pan Vivo
bajado del cielo. Sabemos y creemos que quien te come, si está bien dispuesto, aumenta sus
fuerzas para luchar contra las tentaciones y alcanza el premio de la vida eterna. Señor Jesús
muchas hermanos no han podido participar hoy de la Eucaristía, por eso te pedimos que vengas a
ellos espiritualmente. Ven a esos corazones necesitados de Ti. (Momento de silencio)
Señor quédate con nosotros, acompáñanos siempre. Da a nuestros hermanos la gracia de poder
recibirte Sacramentalmente pues además de tu Palabra necesitamos tu Cuerpo y tu Sangre, Tú
que vives y reinas con el Padre Celestial y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Orden de la Procesión:
a. Primero el que lleva la Cruz
b. Luego el animador con el Santísimo y detrás de él los fieles
c. Adorar y contemplar al Santísimo
Terminada la celebración, se deben quitar los manteles del altar y además quitar
o cubrir las imágenes y adornos del templo.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Viernes Santo
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
1. Monición Inicial
El Vienes Santo es celebrado por todos los cristianos como día Sagrado. Día en que el poder
de la opresión es destrozado por hombre sentado en el banquillo de los acusadores y alzado en
una cruz humillante. Día tremendo de la justicia de Dios que confunde la soberbia y el orgullo
humanos con el poder de un nuevo rey que juzga sin levantar la voz. Viernes Santo es duelo
entre la luz y las tinieblas. Es día de opción: fe o incredulidad, amor u odio, verdad o mentira.
No hemos venido hoy para recordar a un muerto ni para condolernos de sus sufrimientos.
Hemos venido para desfilar frente a Cristo y hacer semejante nuestra vida con la suya. Hoy
morimos al pecado, a la esclavitud de la ley y al reinado de la mentira. Es Día de silencio.
Calla el hombre y Dios habla. El hombre se mira a sí mismo y se descubre tal cual es.
2. Oración Colecta:
El animador sin extender las manos ni decir oremos, hace la oración.
¡Oh! Dios, tu Hijo Jesucristo, Señor nuestro, por medio de su pasión ha destruido la muerte
que como consecuencia del antiguo pecado, a todos los hombres alcanza. De este modo, los
que hemos llevado grabada, por exigencia de la naturaleza humana, la imagen de Adán, el
hombre terreno, llevaremos grabada en adelante, por la acción santificadora de tu gracia, la
imagen de Jesucristo, el hombre Celestial. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén.
3. Liturgia de la Palabra
Monición a la Primera Lectura
Algo nuevo e inaudito sucede en la historia humana: el poder de Dios se manifiesta en un
hombre despreciado y castigado hasta la muerte. Es el Siervo de Dios que entrega su vida
para los muertos vean la luz. La muerte de Jesús no fue el resultado de los cálculos humanos:
es la manifestación del amor supremo de Dios que redime a las ovejas con la muerte del
Pastor.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
¿Quién creyó nuestro anuncio? ¿A quién se reveló el brazo del Señor? Creció en su
presencia como un brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo vimos sin
aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores,
acostumbrado a sufrimientos; ante el cual se ocultan los rostros, despreciado y desestimado.
Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos
leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros
crímenes. Nuestro castigo saludable vino sobre Él, sus cicatrices nos curaron.
Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre
Él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca,
como un cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la
boca.
Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron. ¿Quién meditó en su destino? Lo arrancaron de
la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los
malhechores, porque murió con los malvados, aunque no había cometido crímenes, ni hubo
engaño en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación,
verá su descendencia, prolongará sus años; lo que el Señor quiere prosperará por sus manos.
A causa de los trabajos de su alma, verá y se hartará, Con lo aprendido mi Siervo justificará a
muchos, cargando con los crímenes de ellos.
Por eso le daré una parte entre los grandes, con los poderosos tendrá parte en los
despojos, porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, y él tomó el
pecado de muchos e intercedió por los pecadores. PALABRA DE DIOS.
Lector: A Ti, Señor, me acojo: no quede Yo nunca defraudado; Tú que eres justo,
ponme a salvo. A tus manos encomiendo mi espíritu: Tú, el Dios leal, me
librarás.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Hoy no hay canto antes de la lectura de la Pasión. Por esa razón, el monitor dirá la
aclamación Cristo por nosotros…
El Animador y los lectores designados proclaman la pasión sin saludar ni extender las
manos, como la haría el ministro ordenado. El animador dirá Pasión de nuestro Señor
Jesucristo según San Juan. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra
en la boca y otra en el pecho.
Monitor
Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo, y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”.
C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde
había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio,
porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y
unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y
armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:
+ -« ¿A quién buscáis?»
C. Le contestaron:
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+ -«Yo Soy.»
C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles: «Yo soy», retrocedieron y cayeron a
tierra. Les preguntó otra vez:
+ -« ¿A quién buscáis?»
C. Ellos dijeron:
C. Jesús contestó:
+ -«Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos.»
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste».
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote,
cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Maleo. Dijo entonces Jesús a Pedro:
+ -«Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»
C. Él dijo:
S. -«No lo soy.»
C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban.
También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús
acerca de sus discípulos y de la doctrina. Jesús le contestó:
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús, diciendo:
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C. Jesús respondió:
+ -«Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe,
¿por qué me pegas?»
C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote. Simón Pedro estaba en pie,
calentándose, y le dijeron:
C. Él lo negó, diciendo:
S. -«No lo soy.»
C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le cortó la oreja, le
dijo:
C. Le contestaron:
C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra
vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
C. Jesús te contestó:
+ « ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?» C. Pilato replicó:
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S. -« ¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has
hecho?»
C. Jesús te contestó:
+ -«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría
luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
C. Pilato te dijo:
C. Jesús te contestó:
+ -«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser
testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»
C. Pilato te dijo:
C. Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo:
S. -«Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga
a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Volvieron a gritar:
C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de
espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y,
acercándose a él, le decían:
S. -«Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa.»
C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les
dijo:
S. -«Aquí lo tenéis.»
S. -« ¡Crucifícalo, crucifícalo!»
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S. -«Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo
de Dios.»
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en el pretorio,
dijo a Jesús:
S. -« ¿A mi no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para
crucificarte?»
C. Jesús le contestó:
+ «No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso
el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor. »
C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
S. -«Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el
César.»
C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el
sitio que llaman «el Enlosado» (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua,
hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:
C. Ellos gritaron:
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C. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en
hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en
medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito:
«Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos.»Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba
cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces
los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
S. -«No escribas: “El rey de los judíos”, sino: “Este ha dicho: Soy el rey de los judíos”.»
C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una
para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza
de arriba abajo. Y se dijeron:
C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica.» Esto
hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre,
María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que
tanto quería, dijo a su madre:
C. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se
cumpliera la Escritura dijo:
+-«Tengo sed.»
C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una
caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:
+-«Está cumplido.»
C. Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los
cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que
les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al
primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya
había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
4. Pequeña reflexión:
El animador o quien va a dirigir el mensaje de este día, se dirige a sus hermanos, no desde el
ambón, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas
predicaciones. Hoy es un día para dejar que sea la Palabra la que hable por si sola. Será
suficiente un pequeño mensaje. Se termina con un momento de silencio.
5. Oración Universal:
Animador: Jesús Sumo Sacerdote nuestro, intercede por toda la humanidad ante el Padre.
Unámonos a Él, con el espíritu despojado de egoísmo, discordias,
desavenencias, prejuicios y revanchas, para que este Viernes Santo extienda
sus frutos de reconciliación y paz a toda la iglesia, a los pueblos que sufren, a
los hombres cansados, a los que buscan luz, y especialmente, a quienes se
encuentran separados por la absurda barrera del egoísmo.
Lector: Oremos, hermanos, por la Iglesia Santa de Dios, para que el Señor le de la paz,
la mantenga en la unidad, la proteja en toda la tierra y a todos los conceda una
vida confiada y serena, para gloria de Dios. Padre Todopoderoso
Momento de silencio
Animador: Dios Todopoderoso y eterno, que en Cristo manifiesta tu gloria todas las
naciones, vela solicito por la obra de tu amor para que la iglesia, extendida por
todo el mundo, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu nombre,
por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Lector: Oremos también por nuestro Santo Padre (se dice el nombre), para que Dios,
que lo llamo al orden episcopal, lo asista y proteja para bien de la iglesia como
guía del pueblo santo de Dios.
Momento de silencio
Animador: Dios Todopoderoso y eterno, cuya sabiduría gobierna todas las cosas; atiende
bondadoso nuestro suplicas y protege al Papa, para que el pueblo cristiano,
gobernado por ti bajo el cayado del sumo pontífice, progrese siempre en la fe
por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Lector: Oremos también por nuestro obispo, por todos los obispos, presbíteros y
diáconos y por los miembros del pueblo santo de Dios.
Momento de silencio
Animador: Dios Todopoderoso y eterno, cuyo espíritu santifica y gobierna todo el cuerpo
de la Iglesia; Escucha las suplicas que te dirigimos por todos sus ministros para
que, con la ayuda de tu gracia, cada uno te sirva fielmente en la vocación a que
le has llamado por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Lector: Oremos también por los catecúmenos, para que Dios nuestro Señor les ilumine
interiormente, les abra con amor las puertas de la iglesia y así encuentren en el
bautismo el perdón de sus pecados y la incorporación plena a Cristo, nuestro
Señor.
Momento de silencio
Todos: Amén.
Lector: Oremos también por todos aquellos hermanos nuestros que creen en Cristo,
para que Dios nuestro Señor asista y congregue en una sola iglesia a cuantos
viven de acuerdo con la verdad que han conocido.
Momento de silencio
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Animador: Dios todopoderoso y eterno, que van reuniendo a tus hijos dispersos y velas
por la unidad ya lograda: mira con amor a toda la grey que sigue a Cristo, para
que la integridad de la fe y el vínculo de la caridad congregue en una sola
iglesia a los que consagro un solo bautismo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Momento de silencio
Todos: Amén.
Lector: Oremos por los que no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu
Santo, se encuentren también ellos el camino de la salvación.
Momento de silencio
Todos: Amén.
Lector: Oremos por los que o admiten a Dios, para que por la rectitud y sinceridad de
su vida alcancen el premio de llegar a Él.
Momento de silencio
Animador: Dios Todopoderoso y eterno, que creaste a todos los hombres para que te
busquen y, cuando te encuentren, descansen en ti; concédeles que, en medio de
sus dificultades, los signos de tu amor y el testimonio de los creyentes les
lleven al gozo de reconocerte como Dios y Padre de todos los hombres. Por
Jesucristo nuestro Señor
Todos: Amén.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Lector: Oremos por los gobernantes de todas las naciones, para que Dios nuestro
Señor, según sus designios, les guíe en sus pensamientos y decisiones hacia la
paz y la libertad de todos los hombres.
Momento de silencio
Animador: Dios Todopoderoso y eterno, que tienes en tus manos el destino de todos los
hombres y los derechos de todos los pueblos; asiste a los que gobiernan, para
que, por tu gracia, se logre en todas las naciones la paz, el desarrollo y la
libertad religiosa de todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Lector: Oremos, hermanos, a Dios Padre Todopoderoso por todos los que en el mundo
sufren las consecuencias del pecado, para que cure a los enfermos, de
alimentos a los que padecen hambre, libere de la injusticia a los perseguidos,
redima a los encarcelados, conceda volver a casa los emigrantes y desterrados,
proteja a los que viajan y de la salvación a los moribundos.
Momento de silencio
Animador: Dios Todopoderoso y eterno, consuelo de los que lloran y fuerza de los que
sufren, lleguen hasta ti las suplicas de quienes te invocan en su tribulación,
para que sientan en sus adversidades la ayuda de tu misericordia. Por
Jesucristo nuestro Señor.
6. Adoración de la Cruz
Monitor: La cruz desnuda, con brazos extendidos, es símbolo de Cristo que entrego su
vida con amor sin límite. Adoremos y besemos esta cruz, considerada por
muchos como símbolo de oprobio y de muerte, pero asumida por los fieles
cristianos como la expresión de un compromiso irrenunciable: Ser todo para
todos. “El que quisiera ser mi discípulo, que renuncie a sí mismo, que tome su
cruz y me siga”.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
El animador levanta la cruz para que todos los fieles puedan adorar la Cruz del Señor.
Monitor: Hermanos, acerquémonos a adorar el Árbol de la Cruz desde donde Cristo nos
dio la salvación. En orden y con respeto nos acercamos a besar la Cruz o
tocarla con nuestras manos. Además, hoy la Iglesia nos pide hacer la colecta
para los Santos Lugares, por eso cerca de la cruz, podrán dejar su ofrenda.
7. Rito de comunión
-Se colocará un sencillo mantel blanco en el Altar y sobre éste se extenderá un corporal al
centro del altar. Si en la comunidad existen ministros extraordinarios de la Comunión, en
este momento uno de ellos irá a la sacristía a traer la Reserva Eucarística (si no existen,
entonces alguno de los misioneros; no tiene que ser por obligación quien está animando la
celebración) y con mucho respeto y cuidado llevará el Santísimo Sacramento al altar,
acompañado por dos ayudantes con velas encendidas. Se colocará el copón con las Hostias
Consagradas sobre el Corporal y las velasen las esquinas del Altar.
-Hoy no se hace canto eucarístico ni los fieles deben arrodillarse al momento de traer el
Santísimo Sacramento.
- El animador frente al altar, de espaldas al pueblo, nunca al centro del altar mirando a los
fieles, invitará a la oración del Padre Nuestro.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunión, se
acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Sólo el animador con mucha
reverencia se dirige al centro del altar, hace genuflexión (dobla la rodilla derecha ante
Jesús) y luego toma con mucho respeto el Santísimo Sacramento y mostrándolo a los fieles
dice:
No está permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por sí mismo la Comunión.
Una vez que han comulgado, le dan la comunión a los fieles, cuidando que estos comulguen
delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santísimo Sacramento a las bancas.
Monición de Comunión:
Se puede hacer una pequeña monición de forma espontánea en la que se aclara que solo los
que se encuentran en “Gracia” están invitados a comer el Pan Eucarístico, las personas que
no se han confesado o están en pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la
Reconciliación con Dios, mediante la Confesión).
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Retirado el Santísimo del Altar, se despoja el mismo del mantel, e corporal y las velas.
8. Oración Conclusiva
El animador invita a la acción de gracias sin extender las manos ni decir oremos.
Dios todopoderoso y eterno que nos has redimido con la gloriosa muerte y resurrección de
Jesucristo, por medio de nuestra participación en este sacramento prosigue en nosotros la obra
de tu amor y ayúdanos a vivir entregados siempre a tu servicio. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
9. Avisos
Se dan los avisos de interés para la comunidad, sobre todo invitando a participar en la
celebración de la Vigilia Pascual: se invita a los fieles a llevar candelas para celebración de
la vigilia, pero aclarándoles que no se bendecirán, sino que se utilizarán como signo.
Tampoco deben llevar agua en botellas, porque los laicos no pueden bendecir. Además de
puede invitar a los fieles a organizar un compartir o ágape para mañana después de la
Vigilia Pascual.
Terminados los avisos, el animador y los demás misioneros hacen genuflexión delante de la
Cruz y se retiran en silencio absoluto.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Sábado Santo
Solemne Vigilia Pascual
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
1. Por la mañana de este día se puede invitar a los fieles a rezar los misterios dolorosos del
Santo Rosario, para unirse así a la Madre Dolorosa que espera llena de confianza la
Resurrección de su Hijo.
2. Los fieles se reúnen después de las 6 de la tarde, (YA DEBE ESTAR OSCURO), en el
lugar determinado, fuera del templo, alrededor de la fogata ya preparada. La celebración
inicia sin invocación, sino con la invitación del que anima la celebración.
3. Esta celebración es la más Solemne y alegre de la Semana y los cantos deben ser reflejo
de esa alegría.
4. Se hace la acción de gracias por el fuego, LOS LAICOS NO BENDICEN, por ello no se
debe motivar a los fieles a que traigan agua, PUES NO QUEDARÁ BENDITA Y NO
SE DEBE ENGAÑAR A LA GENTE, las velas serán un signo, pero NO QUEDAN
BENDITAS.
7. Luego de la reflexión a la Palabra, se pide a los fieles encender de nuevo las velas de la
luz del Cirio y se renuevan las promesas bautismales. Concluidas las renuncias y la
profesión de fe, se rocía al pueblo con agua bendita.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
3. Foco, pilas
4. Los misioneros deben de solicitar ayuda a la comunidad para que les hagan el pie de cirio,
deben adornar bien el mismo, pues este día el cirio tiene la primacía porque representa a
Cristo victorioso. El Cirio Pascual estará colocado junto al ambón.
5. Cerca del altar, debe de preparar una mesa con un mantel blanco (aparte de la credencia)
sobre ella una vasija mediana con el agua bendita y una ramita para la aspersión.
6. Se debe tener cuidado que la Reserva Eucarística sea suficiente para distribuir la
Comunión este día. El Santísimo estará en la sacristía hasta el momento de la Comunión.
8. Preparar el ágape para después de la celebración, con alimentos traídos por los fieles.
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
1. Monición Inicial
Hermanos: Este es el día que hemos esperado con tanto júbilo, el día en que todos
nosotros que somos Iglesia, somos rescatados de las garras de la muerte.
Este es el día en que retorna la esperanza a toda la humanidad, es el día en que se
abren las puertas del cielo y Jesucristo nos da la opción de la vida eterna.
Hoy Jesucristo al vencer la muerte se levanta con gloria sobre buenos y malos, sobre
justos e injustos, sobre santo y pecadores, y nos reafirma que el amor está sobre todo.
Ya no vamos al vacío, al abismo, ahora tenemos la posibilidad de retornar a nuestro
amor
primero.
Iniciemos con mucha alegría nuestra celebración.
¡OH DIOS! que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz: te pedimos que
bendigas este fuego, y concédenos que la celebración de estas fiestas pascuales encienda en
nosotros deseos tan santos que podamos llegar con corazón limpio a las fiestas de la eterna
luz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Fieles: Amén
Uno de los misioneros sostiene el Cirio Pascual para que el animador coloque los granos de
incienso (llagas) en el cirio mientras dice:
No hay necesidad de hacer trazos sobre el Cirio, basta con hacer los ritos propuestos de
forma extraordinaria para los fieles, que deben diferenciarse de aquellos que realizan los
sacerdotes de forma ordinaria.
-87-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
3. Procesión
El Animador enciende el cirio tomando fuego de la fogata teniendo cuidado de que no se
apague y portando cirio en sus manos ingresa en procesión al templo que como hemos
mencionado debe estar con las luces apagado. La comunidad debe de ir detrás del animador
y los demás misioneros.
Inmediatamente baja el Cirio para que los fieles enciendan las velas y se vayan pasando el
fuego unos a otros.
Frente al altar y de frente al pueblo, por tercera vez levanta el Cirio y canta:
En este momento se enciende una parte de las luces del templo. Luego se dirige a la base del
Cirio, donde coloca éste con todo cuidado y reverencia para seguir con la celebración.
4. Pregón Pascual
Monitor: Expresemos con toda la iglesia, nuestra alegría por el triunfo sobre las tinieblas
y elevemos a Dios Padre nuestra acción porque en Cristo-muerto y resucitado
se ha cumplido su designio que nos redime.
Sol La-
P. Exulten los coros de los ángeles,
Do La-
exulte la asamblea celeste,
Sol
y un himno de gloria
La
aclame el triunfo del Señor resucitado.
Fa Mi 7
Alégrese la tierra
Fa Mi7
inundada por la nueva luz;
-88-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
La-
el esplendor del rey
Sol
destruyó las tinieblas,
Fa (BIS A)
destruyó las tinieblas,
Mi 7
las tinieblas del mundo.
La- Sol
Que se alegre nuestra Madre la Iglesia,
La- Do La-
resplandeciente de la gloría de su Señor
Sol
y que en este lugar resuene unánime
La-
la aclamación de un pueblo en fiesta.
La parte encerrada en el cuadro se omite si el que canta es un laico, en ese caso el canto
continúa en Realmente es justo y necesario
Sol La-
P. El Señor esté con vosotros,
Sol La-
A. Y CON TU ESPÍRITU.
Fa Mi7
P. Levantemos el corazón,
Fa Mi7
A. LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR
La-
P. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Sol La-
A. ES JUSTO Y NECESARIO, (Bis)
La- Sol
Realmente es justo y necesario
La- Do La-
Exaltar con el canto la alegría del espíritu,
Sol
y elevar un himno al Padre Todopoderoso
La-
y a su único Hijo, Jesucristo.
Sol
Él ha pagado por todos al eterno Padre
La-
la deuda de Adán,
Do La-
y con su sangre, derramada por amor,
Sol
ha cancelado la condena antigua
-89-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
La-
del pecado.
Fa Mi7
Esta es la Pascua
Fa Mi
en que se inmola el Cordero.
Fa Mi7
Esta es la noche
Fa
en que fueron liberados
Mi7
nuestros padres de Egipto.
Fa Mi7
Esta es la noche
Fa Mi
que nos salva de la oscuridad del mal.
La-
Esta es la noche
Sol
en que Cristo ha vencido la muerte (Bis A)
Fa
y del infierno
Mi
retorna victorioso
La- Sol
P. iOh admirable condescendencia
La-
de tu amor!
Do La-
iOh incomparable, ternura y caridad!
Sol
por rescatar al esclavo
La-
has sacrificado al Hijo.
Fa Mi7
Sin el pecado de Adán
Fa Mi7
Cristo no nos habría rescatado.
La-
iOh feliz culpa!
Sol
que mereció tan grande redentor,
La-
-90-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Mi7
al hombre con su Dios.
La-
Esta es la noche
Sol
en que Cristo ha vencido la muerte (Bis A)
Fa Mi7
y del infierno retorna victorioso.
La- Sol
En esta noche acepta Padre Santo,
La-
este sacrificio de alabanza
Do
que la Iglesia te ofrece
La-
por medio de sus ministros,
Sol
en la liturgia solemne de este cirio
La-
que es signo de la nueva luz.
Fa Mi7 La-
Te rogamos, Señor, que este cirio
Sol
ofrecido en honor de tu nombre
La-
-91-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
brille radiante;
Sol
llegue hasta Ti como perfume suave,
La-
se confunda con las estrellas del cielo;
Sol
lo encuentre encendido el lucero de la mañana,
Fa
esa estrella
Mi7
que no conoce el ocaso;
La-
que es Cristo tu Hijo,
Sol
resucitado,
Fa (Bis A)
resucitado
Mi7
de la muerte.
PRIMERA LECTURA
-92-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
disposición del hombre para darle un lugar agradable donde vivir y donde realizase, pero todo
debe de regresar de nuevo del Padre Celestial.
-93-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Lector: Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz.
Lector: Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas.
Las aves del cielo habitan junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas.
Fieles: Envía tu Espíritu y renueva la superficie de la tierra.
Lector: Desde lo alto riegas las montañas, y la tierra se sacia con el fruto de tus obras.
Haces brotar la hierba para el ganado y las plantas que el hombre cultiva.
Lector: Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría,
la tierra está llena de tus criaturas! ¡Bendice al Señor, alma mía!
Terminada la lectura y el salmo, el animador invita a los fieles a ponerse en pie para hacer la
siguiente oración, sin extender las manos ni decir oremos.
Dios todopoderoso y eterno, admirable siempre en todas tus obras; que tus redimidos
comprendan cómo la creación del mundo en el comienzo de los siglos, no fue obra de mayor
grandeza que el sacrificio pascual de Cristo en la plenitud de los tiempos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Fieles: Amén.
SEGUNDA LECTURA
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
SALMO Ex 15,1-6,17-18
Lector: Las olas los cubrieron, bajaron hasta el fondo como piedras.
-95-
Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Terminada la lectura y el salmo, el animador invita a los fieles a ponerse en pie para hacer la
siguiente oración, sin extender las manos ni decir oremos.
Oh Dios, que has iluminado los prodigios de los tiempos antiguos con la luz del Nuevo
Testamento: el mar Rojo fue imagen de la fuente bautismal y el pueblo liberado de la
esclavitud imagen de la familia cristiana; concede que todos los pueblos, elevados por su fe a
la dignidad de pueblo elegido, se regeneren por la participación de tu Espíritu.
Fieles: Amén.
TERCERA LECTURA
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mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y
yo seré vuestro Dios.” PALABRA DE DIOS.
Fieles: Te alabamos Señor.
SALMO 41,42
Mi alma tiene sed del Dios vivo
Terminada la lectura y el salmo, el animador invita a los fieles a ponerse en pie para hacer la
siguiente oración, sin extender las manos ni decir oremos.
Oh Dios poder inmutable y luz sin ocaso, mira con bondad a tu Iglesia, sacramento de la
nueva alianza, y, según tus eternos designios, lleva a terminado la obra de la salvación
humana; que todo el mundo experimente y vea como lo abatido se levanta, lo viejo se renueva
y vuelve a su integridad primera, por medio de nuestro Señor Jesucristo, de quien todo
procede, Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén.
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hace con respeto y sumo cuidado. Luego se proclama la lectura del Nuevo Testamento. El
salmo de esta lectura es el solemne canto del ALELUYA y luego se proclama el Evangelio.
7. Oración Colecta:
El animador sin extender las manos ni decir oremos, invita a los fieles a hacer oración y
luego de unos instantes de silencio hace la oración con las manos juntas.
Animador: Les invito hermanos a que pongamos nuestras vidas e intenciones en manos
del Señor, en esta noche Santa que estamos celebrando.
Oh Dios, que iluminas esta noche santa con la gloria de resurrección del Señor, aviva en tu
iglesia el espíritu filial, para que, renovados en tu cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente
a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo que es Dios y vive y reina Contigo en la
unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén
Terminada la Epístola, todos se ponen en pie y se entona solemnemente el Aleluya que será la
antífona del Salmo que acompaña esta lectura del Nuevo Testamento y que nos prepara para
la proclamación del Evangelio. Por eso se debe hacer todo el salmo y no sólo una estrofa. No
hay monición al Evangelio.
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Evangelio
El animador o el lector designado proclama el Santo Evangelio sin saludar ni extender las
manos, como la haría el ministro ordenado sino simplemente enunciando: Del Santo
Evangelio según San N. Y todos los fieles se signan con tres cruces, una en la frente, otra en
la boca y otra en el pecho.
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9. Pequeña reflexión:
El animador o quien va a dirigir el mensaje de este día, se dirige a sus hermanos, no desde el
ambón, sino desde un lugar adecuado. Debe tener presente, que no se deben hacer largas
predicaciones. Será suficiente un pequeño mensaje que se habrá preparado con base a las
lecturas. Nunca se debe improvisar. Se termina con un momento de silencio.
Los fieles encienden de nuevo las velas que llevaron los fieles, tomando el fuego del Cirio.
Monición
Un día por la voluntad y boca de nuestros padres y padrino, renunciamos al mal y aceptamos
vivir en la novedad de Cristo; en esta noche santa, con uso libre y consciente de nuestra
libertad, hagámoslo nosotros, comprometiéndonos a vivir las exigencias del bautismo,
especialmente la de ser, a imagen de Cristo, luz del mundo, como simbolizan los cirios
encendidos que tenemos en nuestras manos.
Animador: Hermanos: por el ministerio pascual hemos sido sepultados con Cristo en el
bautismo, para que vivamos una vida nueva. Por tanto, terminando el ejercicio
de la cuaresma, renovemos las promesas del santo bautismo, con las que en
otro tiempo renunciamos a Satanás y sus obras, y prometimos servir fielmente
a Dios en la santa Iglesia católica. Así pues:
Renuncias
Animador: ¿Renuncian ustedes a Satanás?
Profesión de fe
Animador: ¿Creen ustedes en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Animador: ¿Creen en Jesucristo^ su Hijo único y Señor nuestro, que nació de la Virgen
María, padeció y murió por nosotros, resucitó y está sentado a la derecha del
Padre?
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Animador: Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos liberó del
pecado y nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo, nos conserve con su gracia
unidos a Jesucristo nuestro Señor, hasta la vida eterna.
Fieles: Amén.
En este momento se apagan las velas. Inmediatamente, el animador rocío con agua bendita
–que previamente habrá llevado a bendecir donde un sacerdote- a los fieles, mientras se
canta, por ejemplo: “Oh, oh , oh hay que nacer del agua”.
Hecha la aspersión se continúa la celebración con la oración de los fieles.
Lector: Para que los cristianos seamos siempre mensajeros de la buena noticia de
Cristo resucitado. Roguemos al Señor.
Lector: Para que el mundo de hoy, sea arrancado del vacío de sus problemas y de su
muerte, para caminar en una vida nueva. Roguemos al Señor.
Lector: Por todos aquellos que esta por recibir a acaban de recibir el bautismo, para
que especialmente sus familias se comprometan en trasmitirles la fe y en hacer
crecer en ellos, el germen que la gracia de Dios les comunica por medio del
sacramento. Roguemos al Señor.
Lector: Para que nuestra vida testimonie que la muerte ya no tiene poder en quine cree
en la resurrección. Roguemos al Señor.
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Animador:
Padre, que tras la preparación cuaresmal nos abres el corazón al gran acontecimiento de la
historia de la salvación; haz que reavivemos cada domingo la realidad de esta eucaristía que
vive y reina por los siglos de los siglos.
Fieles: Amén.
Animador: Bendito seas, Hijo de Dios vivo, tú que diste la vida para rescatarnos de la
muerte y el pecado, Tú que acoges con bondad a quien se arrepiente, Bendito
seas Señor.
Animador: Bendito seas Espíritu Santo. Amor que aleja todo odio; Tú que invitas a los
hombres al silencio para hablarles al corazón; Tú que das fuerzas en las
tentaciones y confieres la vida nueva; ¡Tú eres fuerte bendito Espíritu del
Señor!
Padre Nuestro
Luego puesto en pie y siempre de espaldas al pueblo, frente al atar invita a la oración del
Padre nuestro, la que hará con las manos juntas, nunca extendidas, pues este gesto es propio
de los ministros ordenados.
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Animador: Jesucristo nos enseña a hablar con el Padre desde la mayor sencillez, nos
enseña a mirarle con mucha ternura y amor; nos enseña a decirles Abba
(papito), que no lo miremos lejano, sino más bien muy cercano. Dirijámonos
al Padre como nuestro hermano mayor nos enseñó:
Terminada la oración no dice la continuación del Padre Nuestro que sólo recitan los
ministros ordenados: “Líbranos de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días…”
sino que continúa con la invitación al saludo de la paz, sin utilizar la fórmula que se dice en
la Santa Misa: “Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles…” Ni tampoco la invitación se
hace de la forma ordinaria utilizada por los ministros ordinarios: “La paz del Señor esté
siempre con vosotros.
Atención: El Canto del Cordero sólo se hace en Misa, nunca en una liturgia de la Palabra
Saludo de la paz:
Animador: Hoy tenemos la seguridad de la paz del Señor porque Cristo ha resucitado. Hoy
tenemos la alegría de la esperanza. Y hoy Jesucristo nos envía a dar la paz a
todos los que están angustiados, a todos los que están con rencor en sus
corazones, para que puedan reposar en Él. Así que hoy, siguiendo su mandato,
abracémonos unos a otros y entremos en la resurrección de nuestro Señor. Nos
damos un saludo de paz.
Luego del gesto de la paz, que no debe extenderse por mucho tiempo, ni debe ser entendido
como una oportunidad para saludar a todos los fieles, sino a los más cercanos, el animador
invita a los fieles a prepararse para la Comunión, retomando el silencio.
Animador: Nos hemos dado la paz como signo de hermandad, ahora dispongámonos a
recibir a Cristo, presente en el Altar.
Los ministros extraordinarios (de haberlos) o los misioneros que van a dar la Comunión, se
acercan al altar pero sin colocarse de frente al pueblo. Sólo el animador con mucha
reverencia se dirige al centro del altar, hace genuflexión (dobla la rodilla derecha ante
Jesús) y luego toma con mucho respeto el Santísimo Sacramento y mostrándolo a los fieles
dice:
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No está permitido que cada uno se acerque al altar para tomar por sí mismo la Comunión.
Una vez que han comulgado, le dan la comunión a los fieles, cuidando que estos comulguen
delante de ellos y estando atentos a que nadie se lleve el Santísimo Sacramento a las bancas.
Monición de Comunión:
Se puede hacer una pequeña monición de forma espontánea en la que se aclara que solo los
que se encuentran en “Gracia” están invitados a comer el Pan Eucarístico, las personas que
no se han confesado o están en pecado grave, no deben comulgar. (Motivarlos a la
Reconciliación con Dios, mediante la Confesión).
Comunión Espiritual
El monitor aclara que ahora se va a realizar la comunión espiritual para que aquellas
personas que no pudieron comer el Cuerpo de Cristo, lo puedan recibir en forma espiritual.
Señor Jesús, creemos que tu nos alimentas con tu Palabra y con la Eucaristía. Eres el Pan
Vivo bajado del cielo. Sabemos y creemos que quien te come, si está bien dispuesto, aumenta
sus fuerzas para luchar contra las tentaciones y alcanza el premio de la vida eterna. Señor
Jesús muchas hermanos no han podido participar hoy de la Eucaristía, por eso te pedimos que
vengas a ellos espiritualmente. Ven a esos corazones necesitados de Ti. (Momento de
silencio)
Señor quédate con nosotros, acompáñanos siempre. Da a nuestros hermanos la gracia de
poder recibirte Sacramentalmente pues además de tu Palabra necesitamos tu Cuerpo y tu
Sangre, Tú que vives y reinas con el Padre Celestial y el Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén
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Celebraciones litúrgicas de Semana Santa guiadas por fieles laicos
Señor sobre nosotros tu espíritu de caridad, para que vivamos siempre unidos en tu amor los
que hemos participado en un mismo sacramento pascual. Pos Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
14. Avisos
Se dan los avisos de interés para la comunidad, se invita al ágape en caso de haberse
organizado, se dan los agradecimientos por la semana que se ha compartido y otros.
Canto Final
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