CLASIFICACIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LAS CUENCAS HÍDRICAS DE TIERRA

DEL FUEGO
Rodolfo Iturraspe 1 y Adriana Urciuolo 2
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Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) Dirección de Recursos Hídricos de la Pcia. de Tierra del Fuego
DRH , Deloqui 1259 9410 Ushuaia. E-mail: iturraspe@impsat1.com.ar urciuolo@impsat1.com.ar

Introducción

La Isla Grande de Tierra del Fuego presenta diferencias

ambientales muy marcadas, que desde el punto de vista
hidrológico implican variaciones significativas en los
patrones de escurrimiento y demás etapas del ciclo del
agua. Una herramienta útil, tanto para el conocimiento
de los recursos hídricos, cuya evaluación a nivel general
está en desarrollo, como para la implementación de sus
usos, es la posibilidad de contar con una definición de
zonas hídricas que comprendan cuencas de similar
comportamiento hidrológico.

Objetivos

El objetivo del trabajo es la definición de tipos de

cuencas hídricas en base a rasgos homogéneos desde el
punto de vista hidrológico; la identificación de los
factores que definen cada tipo y la caracterización general
respectiva.

Metodología

La metodología de clasificación se basa en la aplicación

de un criterio de identificación de unidades homogéneas
entre sí en los siguientes aspectos:
a) tipo de almacenamiento predominante en la
regulación del escurrimiento,
b) características geomorfológicas,
c) características climáticas,
d) vegetación predominante.
Para ello se ha trabajado con apoyatura de GIS e
imágenes satelitales SPOT, datos de campo, y análisis de
datos climáticos y de escurrimiento superficial. La
homogeneidad respecto de estos factores ambientales, al
menos para las condiciones que se dan en Tierra del
Fuego, permite definir un patrón de comportamiento
hidrológico de las cuencas pertenecientes a cada
categoría.
Evaluación de resultados
Como resultado se han definido cuatro tipos de cuencas o
zonas hídricas en el sector argentino de la Isla Grande de
Tierra del Fuego:
a) Cuencas de la zona Norte, o de estepa.
b) Cuencas de la zona Central o de transición
c) Cuencas de la zona Sur o de cordillera
d) Cuencas de la zona Este o de turbales
La Fig. 1 muestra la delimitación de los ambientes
hídricos. Este agrupamiento de cuencas mejora una
primera clasifi-cación planteada en tres ambientes
(Iturraspe et al, 1985) ya que se separa la estepa de la
transición y se ajusta el límite de cada zona al límite real
de las cuencas periféricas.
Si bien el trabajo está referido al sector Argentino de la
Isla Grande de Tierra del Fuego, la clasificación es
Figura 1. Tipos de cuencas hídricas de Tierra del Fuego
extrapolable al territorio chileno, siendo factible en tal
caso incorporar un quinto tipo, propio de la zona
englasada adyacente al macizo Darwin.
Cuencas de la zona Norte (estepa). Sus caracte-
rísticas principales son: red de drenaje poco densa,
precipitaciones anuales que fluctúan entre 300 y 350 mm
(sector argentino), temperatura media anual de 5,6 ºC y
régimen de vientos de gran persistencia procedente del W
que genera alto déficit en el balance hídrico. Hay carencia
de bosque y predominio de estepa graminosa de festuca
gracillima que alterna con vegas en lugares de
escurrimiento esporádico o permanente (Roig, 1998). No
existen glaciares y la cubierta de nieve estacional es poco
significativa. El almacenaje en el suelo es la unidad de
reserva más importante. Tampoco hay lagos de
dimensión significativa, aunque en áreas deprimidas mal
drenadas, frente a Bahía San Sebastián, y al sur de ella, se
forman lagunas someras endorreicas que llegan a
desecarse totalmente en el verano, presentando en general
elevado índice de salinidad y altísimos valores de fósforo
(3,8 mg/l) y manganeso (2 mg/l), baja transparencia y alta
concentración de partículas en suspensión (Mariazzi et al,
1987). Los cursos son de vertiente atlántica y de escaso
caudal, siendo el más significativo el del Río Chico. Hay
disponibilidad de aguas subterráneas, aunque es frecuente
que éstas sean salinas.
Cuencas de la zona Central (transición). De ver-
tiente atlántica, guardan correspondencia con la
precordillera, o desde el punto de vista biogeográfico con
el ecotono. Se manifiestan condiciones más favorables
para el balance hídrico, aunque hay déficit en el período
estival. Las precipitaciones fluctúan entre 500 mm en el
sur y 370 mm en el Norte, a la altura del Río Grande. Se
desarrolla el bosque de nothofagus, en alternancia con
vegas y turba, con cursos de baja pendiente y
meandrosos, significativo desarrollo longitudinal y
dimensión de área de aporte. El terreno es
predominantemente ondulado y con terrazas
glacifluviales.
Cuentan con aportes de cordillera, o de precordillera,
donde las precipitaciones son más intensas,
especialmente en el sector chileno. No obstante estas
áreas son relativamente reducidas en relación a la
superficie total. No hay cuerpos glaciarios, o bien no son
significativos como elementos reguladores. Hay
formación de manto de nieve estacional, pero desaparece
rápidamente. Considerando la dimensión de las cuencas,
el suelo aparece como un almacenamiento significativo,
en especial los humedales vinculados al escurrimiento.
Las crecidas se producen en la primavera temprana. A
partir de diciembre, el drenaje depende de las lluvias
locales, pudiendo producirse estiajes pronunciados entre
febrero y abril. Un segundo estiaje se verifica en junio-
julio por consecuencia del congelamiento que afecta los
niveles superiores del suelo y de los cauces.
Desde el punto de vista hidroquímico, presentan escaso
contenido de sales disueltas, PH neutro y no se han
detectado elementos tóxicos.
La cuenca del Río Grande, compartida con Chile y propia
de este ambiente, es la más extensa de la Isla.
Cuencas de la zona Sur (cordillera). Se en-
cuentran en el área delimitada entre la cordillera y el
canal Beagle, abarcando la cuenca del Lago Fagnano, de
vertiente al Pacífico y las cuencas comprendidas en la
proyección del Fagnano hacia el Sur.
Geomorfológicamente se diferencian de las cuencas de la
zona central en que en la generalidad de los casos el
100% del área de aporte está incluida en el ambiente de
cordillera. La red de drenaje es muy densa, de corto
recorrido, pendientes fuertes y de caudal moderado. Los
sistemas de escurrimiento más desarrollados en este
grupo son los de los ríos Lasifashaj y Olivia.
En la costa del Beagle precipitan 520 mm anuales, que se
incrementan por el efecto de la orografía desde el Canal
Beagle hacia las cumbres interiores, decreciendo más allá
de la divisoria de aguas.
La vegetación predominante es el bosque mesófilo en
tres variedades: nothofagus pumilio (lenga), not.
antártica (ñire) y not. betuloides (guindo o coihue de
magallanes) (Roig, 1998). En los fondos de valle hay
formaciones de turbales de sphagnum. Los suelos son
poco desarrollados y podsólicos . El escurrimiento es
regulado por la nieve estacional y los aportes glaciarios.
Existen además otros tipos de almacenamiento, como los
cuerpos lacustres, que adquieren en esta zona mayor
dimensión, tales como los lagos Fagnano, Yehuin y
Cheppelmuth. y numerosos lagos y lagunas de menor
magnitud. La génesis de todos ellos está asociada a
procesos glaciales y periglaciales.
El período de crecidas se prolonga hasta diciembre, como
consecuencia de la mayor persistencia de la nieve
estacional, produciéndose los picos máximos en
conjunción con precipitaciones líquidas. No obstante, el
régimen de lluvias, caracterizado por alta frecuencia y
baja intensidad, motiva que sean raros los eventos
torrenciales que ocasionen daños materiales. Las aguas
son hiposalinas, de gran transparencia, PH neutro y
contenido de Fe moderadamente alto. Los lagos tienen
bajos valores de clorofila y producción primaria y
presentan una situación de ultraoligotrofía (Mariazzi et al,
1987)
Cuencas de la zona Este (turbales). Se ubican en
Península Mitre, donde la cordillera, que pierde altura,
define vertientes Norte y Sur. Predominan los turbales
de sphagnum, unidades vegetacionales de gran capacidad
de retención de humedad que interrelacionan con el
escurrimiento y conforman extensos reservorios
subsuperficiales, encerrando cantidad de pequeñas
lagunas. Hay presencia de bosque de ñire y lenga en las
zonas altas y bien drenadas. El ñire se observa también en
forma arbustiva sobre los depósitos fluviales adyacentes a
las líneas de drenaje. Se estima que las precipitaciones
totalizan entre 500 y 550 mm al año, aunque hay escasa
información disponible al respecto, así como sobre
caudales, por cuanto la zona es de muy difícil acceso y se
encuentra prácticamente despoblada.
Los cauces están delimitados por la turba y el
escurrimiento en los tramos medio e inferior se desarrolla
con muy poca pendiente, observándose en la vertiente
Norte la ingresión de la marea varios km. aguas arriba de
las desembocaduras de los cursos.
El agua llega a los cauces a través el cuerpo de los
turbales, por lo que la calidad de las aguas está
significativamente influenciada por los ácidos húmicos
que se generan en la turba, afectando fuertemente la
coloración y disminuyendo el PH por debajo de 5 en
ciertos casos. El contenido de sales disueltas es bajo,
pero se detecta presencia de Fe en concentraciones que en
muchos casos superan 1 mg/l. (Iturraspe et al, 1989).
Conclusiones
Es posible considerar cuatro tipos de cuencas hídricas en
Tierra del Fuego de las que resultan respectivas zonas
geográficas. De cada zona resultan patrones comunes en
relación al funcionamiento hidrológico, reservorios, red
de drenaje y otros aspectos relativos al ciclo del agua.
Se considera conveniente proponer el estudio detallado
de la hidrología en cada ambiente a partir de cuencas
piloto que posibiliten extrapolar conclusiones dentro de
cada categoría.
Referencias bibliográficas
Iturraspe, R. y Schroder, C. (1985). “Evaluación general
de los recursos hídricos de Tierra del Fuego”. Congreso
Nac. del Agua. Mendoza, 1985
Iturraspe R.; Sottini R.; Schroder C.y Escobar J. (1989).
“Generación de información hidroclimatica en Tierra del
Fuego”. Contribución Científica No 7. CADIC
Mariazzi, A ; Conzonno V; Ulibarrena J.; Paggi J. y
Donadelli J. (1987). “Limnological investigation in
Tierra del Fuego” – Argentina. Biol. Acuát.No 10- Inst.
Limn. R. Ringuelet. La Plata
Roig, Fidel (1988). “La vegetación de la Patagonia”.
Flora Patagónica, INTA. Colección Científ. T VIII Vol I