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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE NICARAGUA

TRABAJO LITERARIO OBRA AZUL FELIZ RUBEN DARIO

ANALISIS DE LA OBRA LITERARIA AZUL DE RUBEN DARIO DESDE UN PUNTO


DE VISTA SOCIO CULTURAL

YADER MIGUEL LACAYO ROBLES

CURSO PROPADEUTICO AREA CONTADURIA DE LA FACULTA DEV DE NICARAGUA

03 MAYO 2019
RESUMEN

Es necesario resumir las razones que motivaron el estudio, ya que esto no es un capricho, sino
que tiene un propósito. Por eso creemos que es necesario justificarla ante los interesados ya que
esto no es una pérdida de tiempo sino que más bien es un tiempo invertido para obtener cosecha,
beneficios que se derivaran de ella.

Esta investigación sirve para demostrar que la obra de nuestro poeta modernista, representada
en Azul está lejos de ser aburrida y que se puede continuar usando para beneficio de las
generaciones presentes.

Este trabajo tiene relevancia para el alumnado de secundaria, profesores y quizás soñando un
poco para un intelectual que por azahar encuentre este estudio y le atraiga su enfoque.

Creemos que el valor teórico pueda generar ideas o sugerir ideas a los lectores de futuros
estudios.

En resumen, esperamos que el esfuerzo hecho por este grupo de alumnos del último año de
bachillerato sirva para motivar a los que nos siguen, a emprender tareas de investigación ya que
si nosotros podemos, también ellos podrán alcanzar lo que se propongan y si por azar del destino
algún profesor o intelectual lo lee y mueve sus ideas estaremos más que satisfechos.
Diseño Metodológico:

1. Método:

El método a utilizar es el método explicativo, por cuanto a través de la explicación se


tratara de exponer las características de la muestra establecida en la obra “Azul”

2. Tipo de Investigación:

Se ha seleccionado el estudio exploratorio en nuestra investigación, ya que el objetivo es


examinar la obra de Rubén Darío “Azul”, ya que se aborda un tema relativamente
desconocido y se pretende obtener información que permita dar un aporte para llevar a
cabo una investigación más completa sobre esta obra.

También se ha seleccionado este tipo de investigación debido a la característica de


flexibilidad que posee en su metodología en comparación con los estudios descriptivos o
explicativos por ser más amplio que los mencionados.

3. Universo:

Nuestro universo es el escrito “Azul” elaborado por Rubén Darío, su prosa y lirica
contenida en él.

En este sentido aclaramos el concepto de universo, que se debe entender como el


conjunto de todos los casos que concuerdan con las especificaciones contenidas en la
obra “Azul”.

4. Muestra:

La muestra es en esencia un subgrupo de la población. Digamos que es un subconjunto


de elementos que pertenecen a ese conjunto definido en sus características al que se le
llama universo o población.

En vista de que pocas veces se puede medir en su totalidad a la población, hemos


seleccionado una muestra pretendiendo que dicha muestra sea un reflejo fiel del conjunto
del universo.

El tipo de muestra seleccionada es una muestra no probabilística, ya que la elección no


depende de la probabilidad sino de causas relacionadas con las características de los
investigadores, o sea, depende de las decisiones del grupo de investigación y está de
acuerdo a los objetivos de estudio del esquema de investigación y de la contribución que
se piensa hacer con dicho estudio.
La muestra seleccionada es los sujetos- tipos, ya que se utiliza en estudio exploratorio y
en investigación de tipo cualitativos, donde el objetivo es la riqueza, profundidad y calidad
de la información y no la cantidad y estandarización.

En el caso de la obra “Azul” se ha seleccionado dos escritos en prosa y una en lirica,


debido al peso que tiene la prosa en el libro.

5. Procedimiento:

Para realizar el estudio de la obra “Azul” y de acuerdo a la muestra seleccionada se


efectuara el siguiente procedimiento o etapas:

 Recolección de datos:

Se ha tomado como instrumento de mediación disponible el de análisis de contenido el


que también cubre las respuestas de confiabilidad y validez. Recordemos que la
confiabilidad, es el grado en que la aplicación repetida del instrumento de mediación da
iguales resultados y la validez es que el instrumento logró medir realmente las variables
que pretendemos medir.

 El análisis de contenido:

Es una técnica que nos sirve para estudiar y analizar la comunicación de la prosa y lirica
seleccionada en la obra, “Azul” de Rubén Darío, de una manera sistemática y cuantitativa,
nos permitirá hacer inferencias validas y confiables de datos con respecto al contexto que
nos interesa. El análisis de contenido se puede aplicar perfectamente a cualquier forma
de comunicación como es en este caso el libro “Azul”.

El análisis de contenido nos permitirá usarlo para.

a) Describir tendencias en el contenido de la comunicación.


b) Descubrir estilos de comunicación
c) Reflejar actitudes, valores y creencias de personas.

El análisis de contenido se efectuara por medio de la codificación, que es el proceso a


través del cual las características relevantes del contenido de los mensajes seleccionados son
transformados a unidades que permitan su descripción y análisis preciso.

 Aplicación del instrumento de medición al realizar el análisis de la prosa y verso


seleccionado.
 Análisis de los resultados obtenidos:

En esta etapa se realizara el análisis de los resultados para llegar a las conclusiones.
INDICE:

1. Breve historia del Modernismo


1.1. Origen
1.2. Concepto-Desarrollo
2. Surgimiento de Azul
2.1. Contexto socio cultural
2.2. Estructura de azul
2.3. Figuras literarias usadas
3. Valores morales presentes en la obra de Rubén Darío
3.1. Espirituales
3.2. Naturales
3.3. Visión del mundo
4. Critica de Intelectuales
4.1. De la época
4.2. De la actualidad
5. Impacto de la obra en lo socio cultural
5.1. Relevancia
5.2. Predicciones actuales sobre el oficio del poeta
5.3. Importancia actual
6. Conclusiones
7. Recomendaciones
8. Anexos
9. Bibliografía
10. Índice.
1) Breve historia del Modernismo:

1.1 Origen:

Para poder entender la obra Azul de Rubén Darío, es necesario conocer o tener presente lo que
se conoce como modernismo, que se constituyo en una de las más importantes e influyentes
corrientes literarias conocida con este término durante los finales del siglo XIX y principios del
XX.

Esta corriente resulta producto de varios pensamientos nuevos y tomados de anteriores


pensamientos literarios como por ejemplo, El Romanticismo.

1.2 Concepto:

El término “Moderno” significa, lo que esta actual a la época, lo presente, lo que está de
acuerdo a su tiempo.
La iniciativa de dar este nombre al movimiento literario de América Latina, partió de Rubén
Darío, quien lo uso en un artículo sobre un escritor mexicano llamado Ricardo Contreras
publicado en 1888, en donde califico la manera de escribir de este escritor como “expresión
moderna”. Luego dos años después, en una visita realizada a Ricardo Palma empleo el
término “Modernismo” para calificar el “espíritu nuevo” que movía a un grupo de escritores.

Durante un tiempo el término fue usado respectivamente para referirse a esta nueva
generación de escritores.

Fue Rubén Darío quien gano el reconocimiento y respeto publico al acreditarse su legitimidad
como movimiento estético con valores propios y con fuerzas renovadoras positivas.

Desarrollo:

El Modernismo literario tuvo su origen en Hispanoamérica entre los años 1880 y 1914
En el desarrollo del modernismo se puede identificar los siguientes momentos:

a) Iniciación:

Primera generación de modernistas (1882-1896)

Protagonistas: José Martí y Manuel Gutiérrez, inician un trabajo de actualización de la lengua


principalmente en la prosa, aunque también en el verso.

b) Punto Máximo:

En 1888, Rubén Darío publica Azul. Luego por medio de su obra en Chile, Argentina y España,
Darío realiza la tarea de consolidar el Modernismo como movimiento continental. En 1896 se
edita Prosas Profanas, el libro que oficializa el Modernismo en Hispanoamérica.

c) Culminación:
Segunda generación modernista:

Rubén Darío es el jefe de la escuela modernista, entre los escritores de esta segunda generación
continuarían la obra con sus aportes los siguientes. Leopoldo Legones, Ricardo Jaime Freyre,
Amado Nervo, Julio Herrera y Reissig. Nota: Revisar estos nombres no se si están bien escritos
.

Surgimiento de “Azul”

Origen:

La obra “Azul”, surge de una compilación de cuentos, cuadros y poemas que realizo Rubén Darío
y que no tiene nada que ver con autores como: Víctor Hugo (poeta francés). La genealogía del
azul dariano no es del todo clara pero se sabe que los materiales que componen la célebre
compilación se publican inicialmente en la Revista de artes y letras en la libertad electoral y
principalmente en el diario La Época, todos de Santiago de Chile, junto a otros espacios de
sociabilidad (veladas, el restaurante nocturno Gage) este diario liberal permitirá el estreno en
Chile, en 1887 “El año literario de la época”.

Cabe mencionar al grupo de escritores jóvenes que se congregaran en la época: Pedro


Balmaceda, Alfredo Irarrázaval, Alberto Blest, Luis Orrego Luca, Jorge Huneeus y ciertamente
Rubén Darío.

Durante 1887 aparecen en este diario, títulos tales como “A rosa”, “ El rey Kerupp”, “ El fardo”, “
El palacio del sol”, “ Primaveral” o el “ Velo de la reina Mab” de Darío.

Precisamente este grupo de jóvenes escritores se reúnen en la sala de redacción de La Época


donde se discuten las escuelas poéticas de Paris, los decadentes, los simbolistas, los
parnesianos, asimismo aparecen en el periódico escritos de autores franceses tales como
Alphone Daudetl, Darío declara que lo inspiro a escribir el cuento “EL rey Burgués”.

Esto es pues el escenario más inmediato, el hogar literario dentro del cual se va a fraguar el
Azul.. de Darío permitiendo su transmutación poética.

En su libro, Historia de mis libros, Darío señalara que fue en Chile en donde encontró un nuevo
aire para sus ansiosos vuelos y una juventud llena de deseos de belleza y de nobles entusiasmos.

Hay que aclarar que la experiencia Chilena de Darío no significa que su conocimiento de los
nuevos autores franceses, como de la literatura clásica y moderna no haya comenzado antes de
esta nueva experiencia. Su colaboración en la biblioteca nacional de Nicaragua pudo acercarlo
a autores franceses recientes. Además hay testimonio y escritos que acreditan que su acervo
literario era bastante amplio cuando arrimo a Chile. Darío descubre que no conocía de previo la
cita de Víctor Hugo en donde aparece la palabra “Azul” sino que dice haber conocido la estrofa
siguiente “adieu,patrie” : /I’ onde est en furie/ adieu, patrie! ¡Azur! Del autor francés.
Sin embargo, también pudo haber tenido influencia de Catulle Mendez, un autor muy estimado
por Darío que publico “Los pájaros azules “y que él lo llamaba o lo recordaba como “príncipe de
las letras”. Esta obra fue traducida y publicada en Nicaragua cerca de tres años antes de la
aparición de Azul.

Criterio de intelectuales sobre “Azul”:

En el prologo escrito por Juan Varela se pone de manifiesto en el análisis estadístico de la prosa
dariana el mundo de las ideas, en este caso de la estética. Es la creación estética presente en
azul, donde el poeta intuye al transformar en forma viviente el objeto de los sentidos, de la
memoria y la imaginación.

El nombre “Azul” señala el intelectual, es cifra, símbolo que abarca lo ideal, lo ético, la amplitud
vaga y sin límites.” Este simbolismo representa lo moderno”

En su escrito él reconoce las siguientes características de Rubén Darío en su obra:

a) Su obra es de gran originalidad


b) Es cosmopolita
c) El autor muestra un singular talento artístico y poético
d) Presenta una visión del mundo cabal, equilibrado.
e) Presenta un espíritu e influencia francesa pero sin dejar a un lado la lengua española
f) Individualidad del autor en relación a otros poetas.
g) La obra refleja las tendencias y los pensamientos del autor sobre las cuestiones
trascendentales de la época.
h) Tanto en la prosa como en los versos se refleja pesimismo, espiritualidad, naturaleza,
amor, o sea que en su libro azul, Rubén Darío se revela como un prosista y un poeta
de talento moderno.
Introducción:

Decidimos realizar esta investigación en el área literaria en este contexto histórico, principios del
siglo XX, porque pareciera que a la sociedad en general ya no le interesara las actividades
intelectuales, sino que hoy por hoy, el afán de las personas es el diario vivir; trabajo, dinero,
política, religión y en la cola las actividades intelectuales literarias.

Las librerías están en crisis, mientras que en un centro comercial una librería esta casi vacía, al
lado en la ropa o calzado hay mayor movimiento de personas.¿ Donde está el hombre por la
cultura?

Si Rubén Darío hubiera llegado a vivir en este tiempo moderno, quizás nadie lo reconocería,
sería como el poeta en su prosa, el Rey Burgués, una cosa extraña sin mucha utilidad.

Es por eso que hemos decidido realizar este trabajo para que las personas, los jóvenes, adultos
o ancianos perciban a la literatura no como algo propio de un salón de clases sino como un
insumo, una explicación bella o dramática de la vida diaria. Ver en la literatura una manera de
explicar nuestra realidad de una manera creativa como un cuento, una prosa, una poema.

En este trabajo encontrara precisamente una manera nueva de ver la poesía y la prosa aplicada
al contexto socio-cultural que vivimos, entendiendo sus conceptos, su estilo, ofrecemos
simplemente una manera enriquecedora de ver la literatura de otra manera y nada más
significativo que comenzar esto con un libro, una obra que dio origen a finales del siglo XIX a una
de las corrientes literarias mas importantes como fue la obra “Azul” de Rubén Darío.

Antecedentes:

Al revisar la bibliografía existente sobre azul, nos dimos cuenta que la mayoría de ellos ya hace
años que fueron escritos y no hay nada reciente, se podría decir que pareciera que se ha agotado
este tema.

Hemos visto que la mayoría de ellos se trata sobre el surgimiento de azul, su contexto, la
biografía del autor, una que otra obra explicando su simbolismo, su métrica, pero con un lenguaje
intelectual que en la actualidad al lector profano no le llamaría la atención.

Creemos que no todo está dicho en azul, que aun falta como se dice en buen nicaragüense “caña
que moler”, he ahí la trascendencia de este trabajo.

En impulsar la curiosidad, el deseo, lo novedosa en nuestra literatura nacional e internacional y


sus exponentes.

El conocer estos antecedentes sobre la obra azul ayuda a no investigarla de la misma manea o
volver a repetir alguna cuestión que ya haya sido estudiada muy a fondo, asimismo nos ha
permitido estructurar mas formalmente la idea de investigación, o sea, dar claridad al camino que
deberá recorrer y seleccionar la perspectiva principal desde la cual se abordara la idea de
investigación en nuestro caso (sociológico o psicológico).

I. Análisis de la prosa y lirica de la obra de Rubén Darío desde un contexto socio


cultural.

1. Prosa:

El Rey Burgués:

Breve resumen de la prosa:

Se trata de un Rey muy poderos que vivía en un gran palacio situado en una ciudad inmensa.
Un día llegó un poeta al palacio pidiéndole comida, el rey le pidió que hablara y el poeta comenzó
a hablar del arte y de la poesía de una forma rítmica de tal forma que hacia poesía. Entonces el
rey pregunto que se hacía con él y un filósofo le dijo que lo pusieran a tocar un instrumento para
que se ganara su comida, y así se hizo. Cada vez que el rey se paseaba por el jardín le daba un
trozo de pan, al llegar el invierno, una noche, en el palacio se preparo un festín y el poeta debido
al frio murió y nadie hasta el día siguiente se entero.

Análisis de esta prosa:

Al comenzar a leer la obra azul la primera prosa que se localiza en la página once es el Rey
Burgués. Nosotros vemos significativo el titulo ya que representa un alusión al sistema social y
económico imperantes la época, ubicado en los inicios del capitalismo en donde lo importante
era la generación de riquezas, todo lo que genera riquezas es digno de existir pero lo que no,
debe ser relegado hasta que muera por su propio peso como fue el caso del poeta que no pudo
sobrevivir a la función que le dio el Rey.

Conceptos:

Vamos a ponernos de acuerdo en el simbolismo de los conceptos desde el punto de vista


anterior, vemos el primer concepto:

 Rey: significa autoridad, dominio, poder, territorio, soberanía. No hay una mayor fuerza
política, económica, social o cultural que el que manda, el que establece lo que se permite
o no.
 Burgués: Este término tiene su origen en el pueblo de burgos y a sus habitantes los
llamaban burgueses y se designa a l representante de un modelo social y de la clase
dominante e imperante en relación al régimen feudal destruido por este nuevo régimen.
En pocas palabras burgués se refiere al sistema político, económico y social que
desplazo al medieval y que impuso su sello a dominio en todas las esferas de la sociedad.
 Poeta: Pensador, intelectual, representante de la cultura, heredero de lo viejo y portador
de lo nuevo.
 Filosofo: Portador de la corriente oficial del pensamiento burgués o capitalista. Es el que
aprueba el beneficio o no de una expresión o toda la cultura según los patrones morales
y éticos que ostenta el capitalismo naciente.

El nudo de la prosa se encuentra en la página 14 hasta la 16, en donde se realiza el encuentro


entre el rey burgués y el poeta. Aquí Rubén Darío refleja de manera consciente o inconsciente
el drama que vive la poesía en los albores del capitalismo. Es la evaluación que le hace al
sistema al arte de la poesía. Rubén nos presenta que a pesar del tremendo discurso (poema)
que con habilidad asombro, crea el poeta para demostrar su utilidad ante este nuevo
representante social y pareciera que le daría su lugar (en la pagina dieciséis, línea cuatro)
nos sorprende con la interrupción del rey y la pregunta llena de simbolismo ¿Qué hacer?...
Simplemente, el rey da por finalizada la disertación del poeta, no le vio utilidad, no le vio algo
monetario que pudiera generar riquezas y lo pone en la balanza del nuevo modelo del
pensamiento burgués al dejarlo en manos del filosofo o sea del representante de los intereses
ideológicas del capital y este declara que la función del poeta no es de utilidad y se le da una
función que no es la de él. En ese momento no pudieron apreciar lo novedoso, todo el valor
de que era portador el poeta. Rubén Darío expresa sus sentimientos ante el sistema social
imperante que circunscribe la practica intelectual a eventos y tertulias ocasionales.

Recordemos que a diferencia de la época medieval en donde el poeta tenía una posición
privilegiada, ahora vemos que ese puesto lo ha perdido. Un aporte a este período social fue
que la obra de Rubén Darío permitió levantar a la poesía y demás artes dentro de un mundo
capitalista solamente interesada por la ganancia monetaria.

La canción del oro:

Cuenta la historia de un harapiento que va vagabundeando por las calles hasta llegar a la
“gran calle de los palacios”. En esto, comienza a observar por las vidrieras, todo lo que tienen
dentro de los hoteles. La noche siguió avanzando y el mendigo come pan para poder combatir
el frio. Luego comienza a cantar una canción en la que siempre, al principio de cada oración
dice: “Cantemos el oro” es como un himno. En medio de la noche, el vagabundo y esta
canción van haciendo eco en el lugar. Al terminar pasa una vieja le pide limosna y ella le da
un pan duro, y el mendigo se va por la sombra y las tinieblas.

Conceptos:

En esta prosa tenemos los siguientes conceptos:


 Vagabundo: Representa al poeta y su situación social, también se podría decir que
representa el estado actual de la poesía en ese contexto social e histórico
 Gran calle de los palacios: representa la posición social de los privilegiados, o sea, la
clase dominante, la ostentación de los que han logrado sobre salir sobre este sistema
social.
 Cantemos el oro: Frase que indica el elemento presente en la sociedad como es el
dinero, el cual mueve las diferentes actividades económicas y sociales así como la
cultura. Es una enumeración de manera bella de los diferentes aspectos; la cultura,
la posición social, el papel del trabajador, de la mujer, de la naturaleza.
 La vieja: Representa al pueblo.

En este relato tiene mucho que ver el lugar del cual Rubén Darío hace uso de la
descripción detallada del lugar. ¿Qué hace un vagabundo en ese lugar? Es el poeta
que trata de colarse. Algo interesante es que al ver todo ese lujo y mientras él está en
harapos, con hambre y frio, dice que se le viene a su cerebro, ideas que son maduras
y revolucionarias. Es el uso de la poesía como expresión de denuncia de rebelión
social que se manifestara en Nicaragua en la época de la lucha revolucionaria contra
la dictadura somocista. Esta expresión la encontramos en las páginas de 42-45 de la
obra de azul.

La prosa culmina con la presencia de la vieja que al verlo le da pan que representa la
parte que la sociedad había destinado en ese momento para este arte y sus
representantes.

Un aspecto interesante que presenta Rubén Darío es el desvanecimiento del poeta,


escribe al final que se va entre sombras y tinieblas, es una figura fuerte, y refleja la
pesadumbre y pesimismo de la situación social del poeta.

II. Análisis socio cultural de una poesía de la obra de Azul:

Aquí se estudiara la poesía darían no como tradicionalmente se ha hecho, en cuanto a las figuras
literarias, metro, rimas, simbolismo, etc. Pretendemos darle otro enfoque ya que en la poesía
dariana conviven no solo la intuición y la razón, sino también la fantasía y el sentimiento.

Nuestro poeta es el primero que en la lengua española usa la imagen con sentido creador y no
únicamente ornamental. Por eso nace con él nuestra poesía moderna y por eso su mejor obra
nunca es imaginería simbolista.

En este caso hemos seleccionado el poema Anánke para nuestro estudio.

Rubén Darío refleja de manera creadora la alabanza que se hace de ella misma una paloma, de
sus existencias que termina con la presencia de un gavilán que se la come.

En este poema refleja Rubén Darío, valores humanos tales como la relación erótica sus ideas al
respecto, el narcisismo de las personas y la vanidad de la vida.
Y dijo la paloma:

- Yo soy feliz. Bajo el inmenso cielo,


En el árbol en flor, junto a la poma,
Llena de miel, junto al retoño suave,
Y húmedo por las gotas del rocío,
Tengo mi hogar. Y vuelo,
Con mis anhelos de ave, del amado árbol mío
Hasta el bosque lejano…….
(Anánke)

En esta estrofa se refleja los valores humanos simbolizados por la paloma que expresan
una buena autoestima, ella está contenta con su entorno, con lo que le proporciona la
naturaleza, a partir de la segunda estrofa hasta la undécima se realiza una exaltación de
la “personalidad” de la paloma, refería tanto a las características laborales, de relación de
parejas, como su orgullo de ser quien es, su identidad.

Rubén Darío expresa, utilizando esta figuras las características de la personalidad


humana, su egocentrismo y su egoísmo por la función que realiza.

Sin embargo, al final del poema aparece de repente el águila, representando a aquellos
sucesos repentinos que desembocan en la muerte y que cortan todo plan individual, todo
pensamiento, toda riqueza acumulada.

Son esos imprevistos que una persona no toma en cuenta en su diario vivir, así nos
comportamos los seres humanos y es hasta que no sucede algo malo que nos damos
cuenta que nuestro orgullo era una locura inútil.

Al final, Rubén Darío deja ver su concepción teológica religiosa al presentar a un dios que
se equivoca, que comete errores. Esto es producto de la incomprensión que produce el
sistema capitalista del reino espiritual.

Hay un Dios vivo que sabe lo que hace y que ya planeo todo y nada lo agarra
desprevenido y que a través de su hijo Jesucristo venció a la muerte, eso no logro
entender nuestro gran poeta Rubén Darío.
Conclusiones:

- La literatura tanto en prosa como en lirica se puede estudiar desde el punto de vista socio
cultural y no solamente estético y lirico.

- La obra de Rubén Darío es un campo fértil para este tipo de análisis.

Recomendaciones:

- Sugerimos que en las clases de literatura se ponga en práctica este tipo de análisis
por considerarlo atractivo y de interés para el estudiante a la par del estudio formal
de la prosa y el verso.

- Continuar profundizando en la obra darían y de otros autores en este tipo de


investigación.
Bibliografía:

1. Edelberto Torrez( 1982) La dramática vida de Rubén Darío, Managua, Nueva Nicaragua,
impreso en 1982.

2. Julio Icaza Tijerino/ Eduardo Zepeda Henríquez (1967) Estudio de la poética de Rubén
Darío, impreso en México, talleres “Policromía”

3. Macropedia, 1995, enciclopedia hispánica.

4. Carlos Ossardon Buljevic. Acerca del origen de Azul de Rubén Darío. Universidad de
Chile.

5. Rubén Darío. Azul, segunda impresión (1983) Ediciones. Distribuidora Cultural S.A.
Managua- Nicaragua.
ANEXOS
(Metapa, 1867 - León, 1916) Seudónimo del gran poeta nicaragüense Félix Rubén
García Sarmiento, iniciador y máximo representante del Modernismo
hispanoamericano. Su familia era conocida por el apellido de un abuelo, "la familia
de los Darío", y el joven poeta, en busca de eufonía, adoptó la fórmula "Rubén
Darío" como nombre literario de batalla.

Con una dichosa facilidad para el ritmo y la rima creció Rubén Darío en medio de
turbulentas desavenencias familiares, tutelado por solícitos parientes y dibujando
con palabras en su fuero interno sueños exóticos, memorables heroísmos y
tempestades sublimes. Pero ya en su época toda esa parafernalia de prestigiosos
tópicos románticos comenzaba a desgastarse y se ofrecía a la imaginación de los
poetas como las armas inútiles que se conservan en una panoplia de te Rubén
Darío estaba llamado a revolucionar rítmicamente el verso castellano, pero
también a poblar el mundo literario de nuevas fantasías, de ilusorios cisnes, de
inevitables celajes, de canguros y tigres de bengala conviviendo en el mismo
paisaje imposible. Trajo a un idioma que estaba en tiempos de decadencia el
influjo revitalizador americano y los modelos parnasianos y simbolistas franceses,
abriéndolo a un léxico rico y extraño, a una nueva flexibilidad y musicalidad en el
verso y la prosa, e introdujo temas y motivos universales, exóticos y autóctonos,
que excitaban la imaginación y la facultad de analogías.

En brillantez formal, estilística y musical, apenas hay poeta en lengua española


que iguale al Darío de la primera etapa, la etapa plenamente modernista
de Azul (1888) y Prosas Profanas (1896). Cuando se aminora su esteticismo, y el
ideal del arte por el arte deja lugar a nuevas inquietudes, surge su obra
maestra, Cantos de vida y esperanza (1905), en la que el absoluto dominio de la forma
ya no tiene la mera belleza como único objetivo, sino que sirve a la expresión de
una intimidad angustiada o de preocupaciones sociohistóricas, como el devenir
de la América hispana.

Al valor poético intrínseco de esa segunda etapa, más perdurable que el de la


primera, hay que sumar el papel de Rubén Darío como núcleo originario y
aglutinador de todo un movimiento, el Modernismo, que marcó un hito en la
historia de la literatura: tras seguir sumisamente durante tres siglos los rumbos
de las letras europeas, nace en América una corriente literaria propia cuya
influencia pasará incluso a la metrópoli. Conseguida a principios del XIX la
independencia política, Latinoamérica lograba, a finales del mismo siglo, la
independencia literaria.

Casi por azar nació Rubén en una pequeña ciudad nicaragüense llamada Metapa,
pero al mes de su alumbramiento pasó a residir a León, donde su madre, Rosa
Sarmiento, y su padre, Manuel García, habían fundado un matrimonio
teóricamente de conveniencias pero próspero sólo en disgustos.

Para hacer más llevadera la mutua incomprensión, el incansable Manuel se


entregaba inmoderadamente a las farras y ahogaba sus penas en los lupanares,
mientras la pobre Rosa huía de vez en cuando de su cónyuge para refugiarse en
casa de alguno de sus parientes. No tardaría la madre en dar a luz una segunda
hija (Cándida Rosa, que se malogró enseguida) ni en enamorarse de un tal Juan
Benito Soriano, con el que se fue a vivir arrastrando a su primogénito a "una casa
primitiva, pobre y sin ladrillos, en pleno campo", situada en la localidad
hondureña de San Marcos de Colón.

No obstante, el pequeño Rubén volvió pronto a León y pasó a residir con los tíos
de su madre, Bernarda Sarmiento y su marido, el coronel Félix Ramírez, los cuales
habían perdido recientemente una niña y lo acogieron como sus verdaderos
padres. Muy de tarde en tarde vio Rubén a Rosa Sarmiento, a quien desconocía,
y poco más o menos a Manuel, por quien siempre sintió desapego, hasta el punto
de que el incipiente poeta firmaba sus primeros trabajos escolares como Félix
Rubén Ramírez.

El hogar del coronel Félix Ramírez era centro de célebres tertulias que
congregaban a la intelectualidad del país; en este ambiente culto creció el
pequeño Darío. Precoz versificador infantil, el mismo Rubén no recordaba cuándo
empezó a componer poemas, pero sí que ya sabía leer a los tres, y que a los seis
empezó a devorar los clásicos que halló en la casa; a los trece ya era conocido
como poeta, y a los catorce concluyó su primera obra. En su ambiente y en su
tiempo, las elegías a los difuntos, los epitalamios a los recién casados o las odas
a los generales victoriosos formaban parte de los usos y costumbres colectivos,
cumplían con inveterada oportunidad una función social para la que jamás había
dejado de existir demanda. Por entonces se recitaban versos como se erigían
monumentos al dramaturgo ilustre, se brindaba a la salud del neonato o se
ofrecían banquetes a los diplomáticos extranjeros.

De la etapa chilena es Abrojos (1887), libro de poemas que dan cuenta de su triste
estado de poeta pobre e incomprendido; ni siquiera un fugaz amor vivido con una
tal Domitila consigue enjugar su dolor. Para un concurso literario convocado por
el millonario Federico Varela escribió Otoñales, que obtuvo un modestísimo octavo
lugar entre los cuarenta y siete originales presentados, y Canto épico a las glorias de
Chile, por el que se le otorgó el primer premio, compartido con Pedro Nolasco
Préndez y que le reportó la módica suma de trescientos pesos.
Pero fue en 1888 cuando la auténtica valía de Rubén Darío se dio a conocer con
la publicación de Azul, libro encomiado desde España por el a la sazón prestigioso
novelista Juan Valera, cuya importancia como puente entre las culturas española
e hispanoamericana ha sido brillantemente estudiada por María Beneyto. Las
cartas de Juan Valera sirvieron de prólogo a la nueva reedición ampliada de 1890,
pero para entonces ya se había convertido en obsesiva la voluntad del poeta de
escapar de aquellos estrechos ambientes intelectuales (donde no hallaba ni el
suficiente reconocimiento como artista ni la anhelada prosperidad económica)
para conocer por fin su legendario París.

El 21 de junio de 1890 Rubén contrajo matrimonio con una mujer con la que
compartía aficiones literarias, Rafaela Contreras, pero sólo al año siguiente, el 12
de enero, pudo completarse la ceremonia religiosa, interrumpida por una asonada
militar; fruto de esta unión fue su hijo Rubén, nacido en Costa Rica el 11 de
noviembre de 1891. Más tarde, con motivo de la celebración del cuarto Centenario
del Descubrimiento de América, vio cumplidos sus deseos de conocer el Viejo
Mundo al ser enviado como embajador a España.

El poeta desembarcó en La Coruña el 1 de agosto de 1892, precedido de una


celebridad que le permitiría establecer inmediatas relaciones con las principales
figuras de la política y la literatura españolas, pero, desdichadamente, su felicidad
se vio ensombrecida por la súbita muerte de su esposa, acaecida el 23 de enero
de 1893, lo que no hizo sino avivar su tendencia, ya de siempre un tanto
desaforada, a trasegar formidables dosis de alcohol.

Precisamente en estado de embriaguez fue poco después obligado a casarse con


aquella angélica muchacha que había sido objeto de su adoración adolescente,
Rosario Emelina Murillo, quien le hizo víctima de uno de los más truculentos
episodios de su vida. Al parecer, el hermano de Rosario, un hombre sin
escrúpulos, pergeñó el avieso plan, sabedor de que la muchacha estaba
embarazada. En complicidad con la joven, sorprendió a los amantes en honesto
comercio amoroso, esgrimió una pistola, amenazó con matar a Rubén si no
contraía inmediatamente matrimonio, saturó de whisky al cuitado, hizo llamar a
un cura y fiscalizó la ceremonia religiosa el mismo día 8 de marzo de 1893.

Naturalmente, el embaucado hubo de resignarse ante los hechos, pero no


consintió en convivir con el engaño, y en adelante sería perseguido por su pérfida
y abandonada esposa buena parte de su vida. Rubén conoció en Madrid a una
mujer de baja condición, Francisca Sánchez, la criada analfabeta de la casa del
poeta Villaespesa, en la que encontró refugio y dulzura. Con ella viajará a París
al comenzar el siglo, tras haber ejercido de cónsul de Colombia en Buenos Aires
y haber residido allí desde 1893 a 1898, así como tras haber adoptado Madrid
como su segunda residencia desde que llegara, ese último año, a la capital
española enviado por el periódico La Nación.

Se inicia entonces para él una etapa de viajes entusiastas (Italia, Inglaterra,


Bélgica, Barcelona...) y es acaso entonces cuando escribe sus libros más
valiosos: Cantos de vida y esperanza (1905), El canto errante (1907), El poema de
otoño (1910), El oro de Mallorca (1913). Residió una temporada en Mallorca para
restaurar su deteriorada salud, que ni los solícitos cuidados de su buena Francisca
logran sacar a flote. Por otra parte, el muchacho que quería alcanzar una "buena
posición social" no obtuvo nunca más que el dinero y la respetabilidad suficientes
como para vivir con frugalidad y modestia, y de ello da fe un elocuente episodio
de 1908, relacionado con el extravagante escritor español Alejandro Sawa, quien
muchos años antes le había servido en París de guía para conocer al
perpetuamente ebrio Verlaine.
Sawa, un pobre bohemio, viejo, ciego y enfermo, que había consagrado su
orgullosa vida a la literatura, le reclamó a Rubén la escasa suma de cuatrocientas
pesetas para ver por fin publicada la que hoy es considerada su obra más
valiosa, Iluminaciones en la sombra, pero éste, al parecer, no estaba en disposición de
facilitarle este dinero y se hizo el desentendido, de modo que Sawa, en su
correspondencia, acabó por pasar de los ruegos a la justa indignación,
reclamándole el pago de servicios prestados. Según declaraba en sus cartas,
Sawa había sido el autor o negro, en argot editorial, de algunos artículos remitidos
en 1905 a La Nación y firmados por Rubén Darío. En cualquier caso, fue finalmente
el poeta nicaragüense quien, a petición de la viuda de Alejandro Sawa, prologó
enternecido el extraño libro póstumo de ese "gran bohemio" que "hablaba en
libro" y "era gallardamente teatral", citando las propias palabras de Rubén.
Y es que, al final de su vida, el autor de Azul no estaba en disposición de favorecer
a sus amigos más que con su pluma, cuyos frutos en muchos casos no le
alcanzaban ni para pagar sus deudas, pero ganó, eso sí, el reconocimiento de la
mayoría de los escritores contemporáneos en lengua española y la obligada
gratitud de todos cuantos, después de él, han intentado escribir un alejandrino
en este idioma. En 1916, al poco de regresar a su Nicaragua natal, Rubén Darío
falleció, y la noticia llenó de tristeza a la comunidad intelectual hispanoparlante.
La obra de Rubén Darío
La poesía de Rubén Darío, tan bella como culta, musical y sonora, influyó en
centenares de escritores de ambos lados del océano Atlántico. Darío fue uno de
los grandes renovadores del lenguaje poético en las letras hispánicas. Los
elementos básicos de su poética los podemos encontrar en los prólogos a Prosas
profanas, Cantos de vida y esperanza y El canto errante. Entre ellos es fundamental la
búsqueda de la belleza que Rubén encuentra oculta en la realidad. Para Rubén,
el poeta tiene la misión de hacer accesible al resto de los hombres el lado inefable
de la realidad. Para descubrir este lado inefable, el poeta cuenta con la metáfora
y el símbolo como herramientas principales. Directamente relacionado con esto
está el rechazo de la estética realista y su escapismo a escenarios fantásticos,
alejados espacial y temporalmente de su realidad.
Enteramente inquieto e insatisfecho, codicioso de placer y de vida, angustiado
ante el dolor y la idea de la muerte, Darío pasa frecuentemente del derroche a la
estrechez, del optimismo frenético al pesimismo desesperado, entre drogas,
mujeres y alcohol, como si buscara en la vida la misma sensación de originalidad
que en la poesía o como si tratara de aturdirse en su gloria para no examinar el
fondo admonitor de su conciencia. Este "pagano por amor a la vida y cristiano
por temor de la muerte" es un gran lírico ingenuo que adivina su trascendencia y
quiere romper el cerco tradicional de España y América: y lo más importante es
que lo consigue. Es necesario romper la monótona solemnidad literaria de España
con los ecos del ímpetu romántico de Victor Hugo, con las galas de los
parnasianos, con el "esprit" de Verlaine; los artículos de Los raros (1896), de temas
preponderantemente franceses, nos hablan con claridad de esta trayectoria.
Pero también América hispánica se está encerrando en un círculo tradicional, con
lo norteamericano por arriba y los cantos a Junín y a la agricultura de la Zona
Tórrida por todas partes; y allá van sus Prosas profanas, con unas primeras palabras
de programa, en las que figuran composiciones tan singulares y brillantes como
el Responso a Verlaine, Era un aire suave... y la Sonatina. Ha triunfado el modernismo:
había que reaccionar contra la ampulosidad romántica y la estrechez realista; las
inquietudes de Casal, de James Freyre, de Asunción Silva, de Martí, de Díaz Mirón,
de Salvador Rueda, son recogidas y organizadas por el gran lírico, que, influido
por el parnasianismo y el simbolismo franceses, echa las bases de la nueva
escuela: el modernismo, punto de partida de toda la renovación lírica española e
hispanoamericana.
Pero él rechaza las normas de la escuela y la mala costumbre de la imitación;
dice que no hay escuelas, sino poetas, y aconseja que no se imite a nadie, ni a él
mismo... Ritmo y plástica, música y fantasía son elementos esenciales de la nueva
corriente, más superficial y vistosa que profunda en un principio, cuando aún no
se había asentado el fermento revolucionario del poeta. Pero pronto llega el
asentamiento. El lírico "español de América y americano de España", que había
abierto a lo europeo y a lo universal los cotos cerrados de la Madre Patria y de
Hispanoamérica, miró a su alma y su obra, y encontró la falta de solera hispánica:
"yo siempre fui, por alma y por cabeza, / español de conciencia, obra y deseo";
y en la poesía primitiva y en la poesía clásica española encontró la solera
hispánica que necesitaba para escribir los versos de la más lograda y
trascendente de sus obras: Cantos de vida y esperanza (1905), en la que corrige
explícitamente la superficialidad anterior ("yo soy aquel que ayer no más
decía..."), y en la que figuran composiciones como Lo fatal, La marcha
triunfal, Salutación del optimista, A Roosevelt y Letanía de Nuestro Señor don Quijote.

El gran lírico nicaragüense abre las puertas literarias de España e Hispanoamérica


hacia lo exterior, como lo harán en seguida, en plano más ideológico, los
escritores españoles de la generación del 98. La Fayette había simbolizado la
presencia de Francia en la lucha norteamericana por la independencia; las ideas
de los enciclopedistas y de la Revolución francesa habían estado presentes en la
gesta de la independencia hispanoamericana: ¿qué tiene de sorprendente que
Rubén Darío buscara en Francia los elementos que necesitaba para su revolución?
Quiso modernizar, renovar, flexibilizar la grandeza hispánica con el "esprit", con
la gracia francesa, frente al sentido materialista y dominador del mundo
anglosajón y, especialmente, norteamericano.

Otras composiciones trascendentes figuran en otros libros suyos: El canto


errante (1907), Poema del otoño y otros poemas (1910), en el que figuran Margarita, está
linda la mar... y Los motivos del lobo, y el libro que contiene su composición más
extensa, el Canto a la Argentina, que con otros poemas se publicó en 1914. La prosa
suya, además de en Azul y en Los raros, podemos encontrarla
en Peregrinaciones (1901), La caravana pasa (1902) y Tierras solares (1904), entre
otros trabajos de menor interés concernientes a viajes, impresiones políticas,
autobiográficas, etc.

Rubén Darío es un genio lírico hispanoamericano de resonancia universal, que maneja el idioma con
elegancia y cuidado, lo renueva con vocablos brillantes, en un juego de ensayos métricos audaces y
primorosos, y se atreve a realizar con él combinaciones fonéticas dignas de fray Luis de León, como
aquella del verso: "bajo el ala aleve de un leve abanico"; pero la aliteración es sólo un aspecto parcial
de la musicalidad del poeta, maestro moderno y universal del ritmo, la imagen y la armonía.
Canto de esperanza
Un gran vuelo de cuervos mancha el azul celeste.
Un soplo milenario trae amagos de peste.
Se asesinan los hombres en el extremo Este.
¿Ha nacido el apocalíptico Anticristo?
Se han sabido presagios y prodigios se han visto
y parece inminente el retorno de Cristo.
La tierra está preñada de dolor tan profundo
que el soñador, imperial meditabundo,
sufre con las angustias del corazón del mundo.
Verdugos de ideales afligieron la tierra,
en un pozo de sombra la humanidad se encierra
con los rudos molosos del odio y de la guerra.
¡Oh, Señor Jesucristo! ¡Por qué tardas, qué esperas
para tender tu mano de luz sobre las fieras
y hacer brillar al sol tus divinas banderas!
Surge de pronto y vierte la esencia de la vida
sobre tanta alma loca, triste o empedernida,
que amante de tinieblas tu dulce aurora olvida.
Ven, Señor, para hacer la gloria de Ti mismo;
ven con temblor de estrellas y horror de cataclismo,
ven a traer amor y paz sobre el abismo.
Y tu caballo blanco, que miró el visionario,
pase. Y suene el divino clarín extraordinario.
Mi corazón será brasa de tu incensario.
Reina Venus, soberana
capitana
de deseos y pasiones,
en la tempestad humana
por ti mana
sangre de los corazones.
Una copa me dio el sino
y en ella bebí tu vino
y me embriagué de dolor,
pues me hizo experimentar
que en el vino del amor
hay la amargura del mar.
Di al olvido el turbulento
sentimiento,
y hallé un sátiro ladino
que dio a mi labio sediento
nuevo aliento,
nueva copa y nuevo vino.
Y al llegar la primavera,
en mi roja sangre fiera
triple llama fue encendida:
yo al flamante amor entrego
la vendimia de mi vida
bajo pámpanos de fuego.
En la fruta misteriosa,
ámbar, rosa,
su deseo sacia el labio,
y en viva rosa se posa,
mariposa,
beso ardiente o beso sabio.
¡Bien haya el sátiro griego
que me enseñó el dulce juego!
En el reino de mi aurora
no hay ayer, hoy ni mañana;
danzo las danzas de ahora
con la música pagana.
FINIDA
Bella a quien la suerte avara
ordenara
martirizarme a ternuras,
dio una negra perla rara
Luzbel para
tu diadema de locuras.
Un poeta egregio del país de Francia
que con versos áureos alabó el amor,
formó un ramo armónico, lleno de elegancia,
en su Sinfonía en Blanco Mayor.
Yo por ti formara, Blanca deliciosa,
el regalo lírico de un blanco bouquet,
con la blanca estrella, con la blanca rosa
que en los bellos parques del azul se ve.
Hoy que tú celebras tus bodas de nieve,
(tus bodas de virgen con el sueño son)
todas tus blancuras Primavera llueve
sobre la blancura de tu corazón.
Cirios, cirios blancos, blancos, blancos lirios,
cuello de los cisnes, margaritas en flor,
galas de la espuma, ceras de los cirios
y estrellas celestes tienen tu color.
Yo al enviarte versos de mi vida arranco
la flor que te ofrezco, blanco serafín:
¡Mira cómo mancha tu corpiño blanco
la más roja rosa que hay en mi jardín!
Señora, Amor es violento,
y cuando nos transfigura
nos enciende el pensamiento
la locura.
No pidas paz a mis brazos
que a los tuyos tienen presos:
son de guerra mis abrazos
y son de incendio mis besos;
y sería vano intento
el tornar mi mente obscura
si me enciende el pensamiento
la locura.
Clara está la mente mía
de llamas de amor, señora,
como la tienda del día
o el palacio de la aurora.
Y al perfume de tu ungüento
te persigue mi ventura,
y me enciende el pensamiento
la locura.
Mi gozo tu paladar
rico panal conceptúa,
como en el santo Cantar:
Mel et lac sub lingua tua.
La delicia de tu aliento
en tan fino vaso apura,
y me enciende el pensamiento
la locura.
Peregrino que vas buscando en vano
un camino mejor que tu camino,
¿cómo quieres que yo te dé la mano,
si mi signo es tu signo, Peregrino?
No llegarás jamás a tu destino;
llevas la muerte en ti como el gusano
que te roe lo que tienes de humano…
¡lo que tienes de humano y de divino!
Sigue tranquilamente, ¡oh, caminante!
Todavía te queda muy distante
ese país incógnito que sueñas…
Y soñar es un mal. Pasa y olvida,
pues si te empeñas en soñar, te empeñas
en aventar la llama de tu vida.

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