1. Transitivos: Expresan acción que recae sobre un
objeto, se acompañan de un complemento directo: Carlos pinta la casa; Miguel lee un libro; Mariana come una ciruela. 2. Intransitivos: Expresan la acción que el sujeto ejecuta. Pueden tener un complemento indirecto o circunstancial, o no necesitarlo: Frida sonrió- El director habló -El niño salta. 3. Reflexivos: Expresan acción que recae sobre el sujeto: Tengo que dormirme temprano. 4. Recíprocos: denotan un intercambio de la acción entre varias personas o cosas: Nos miramos. Os escribís. El niño se enferma frecuentemente. 5. Impersonales: Se conjugan en infinitivo y tercera persona del singular: Anochece a las siete. Nieva cada diciembre. 6. Defectivos: Se conjugan sólo en ciertos tiempos y personas: atañer, concernir, abolir, soler, balbucir, agredir. 7. Auxiliares: Se emplean para formar la voz pasiva y los tiempos compuestos de la activa: Ser cuestionado, no le gusta. Él ha terminado antes de lo esperado. Estoy comiendo una manzana. Tengo entendido que es la mejor academia. Lleva semanas tratando de hablar contigo. 8. Verbos regulares: son aquellos que se conjugan sin cambiar su raíz, utilizando las terminaciones pertinentes, respecto al modo y a la conjugación que pertenezcan. Ejemplos: Amar, entender, permitir. 9. Verbos irregulares: son aquellos que tienen una raíz que puede variar en determinadas conjugaciones. Ejemplos: Caber (si se emplea el presente del subjuntivo, el lexema o raíz ca- cambia totalmente, puesto que se conjuga como "quepa". Decir-digo (en este caso la irregularidad se da en la vocal de la raíz).