Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
2
TEXTOS GANADORES
1º CONCURSO LITERARIO
IPA GALICIA
3
I PREMIO IPA GALICIA
4
Sobre los derechos de autor: Esta obra no ha sido registrada,
IPA Galicia y el editor, reconocen la autoría y propiedad inte-
lectual de cada obra a su autor o autora. IPA Galicia y el edi-
tor, tal y como se hizo constar en las bases, solo harán uso de
las obras para la impresión de los presentes ejemplares.
5
RELACIÓN DE GANADORES/AS
6
GANADOR RELATO
“Son Policía”
Autor: Pablo Veiga López-Castelo
Son policía. Por que…?. Non sabería indicar cal foi a razón que
me levou a esta profesión, xa que en principio reconozo que
non sentín unha chamada vocacional, por así dicilo. Estudei
Humanidades, unha carreira con escasas saídas laborais, agás
que te enfoques, fundamentalmente, ó mundo do ensino.
Cando rematei e vendo as expectativas, un amigo conven-
ceume para preparar as oposicións. E iso fixen. Academia e
ximnasio. Estudar o temario e preparar as probas físicas. Nin-
gunha das dúas me infundía especial temor. Aínda que a ca-
rreira non se pode catalogar das máis duras que existían no
mundo universitario, si cumpría dedicarlle tempo ó estudo, e
modestia aparte, as miñas aptitudes físicas, en xeral, eran
boas, xa que practicaba deporte con certa asiduidade, correr,
bicicleta, piscina, … Estaba en forma.
Así foi como despois de ano e pico con dedicación plena, con-
seguín aprobar. A posterior estadía na cidade de Ávila, na
Academia da Policía, foi unha grande experiencia, a pesares
daquel inverno cruel. Na miña vida estiven nun lugar que
tanto frío fixera. Pero ese foi o único aspecto negativo. Do
resto, desde o profesorado ata os compañeiros de promo-
ción, non teño nada que dicir. Bueno, si, algo debería desta-
car por riba de todo o demáis: Chámase Lorena e coma min,
tamén decidiu ser policía. Alí nos fumos encontrar. E ata
hoxe, e que siga. Pódese dicir que en absoluto perdín o tem-
po eses nove meses. Tampouco podería esquecer as saídas
7
gastronómicas. Mira que en Galicia cómese ben, pero as mi-
ñas saídas culinarias por terras castelás eran do máis satisfac-
torio.
11
nacional. Pero só teño trinta anos e moito queda por ver e
aprender. A conclusión á que quero chegar é que, os homes
(e as mulleres), aquí e acó, acolá e alí, alá e aló, sendo moi
distintos e vivindo en ambientes totalmente antagónicos, no
fondo somos todos moi parecidos. Extraordinariamente pare-
cidos.
13
Na comisaría, o vello policía totalmente desencaixado polos
feitos ós que non daba creto. O seu fillo matando o seu neto.
Un verdadeiro pesadelo que era totalmente real.
15
GANADORA CUENTO LARGO
“CASO CERRADO”
Autora: ROSA GARCIA CALLEJA
—Hola, Camacho…
16
— Ja,ja,ja, dejémonos chorradas, —y se abrazan— Hacía
tiempo que no te veía…
—He estado fuera. Aquí, por lo que veo, la cosa está animada.
—Sí, una I.
17
Al día siguiente, Camacho se reúne con sus compañeros en la
sala de briefing de comisaría.
18
El restaurante japonés tiene la persiana cerrada. Un letrero
anuncia el motivo. Por defunción. Camacho decide pasar por
el domicilio que está en el mismo edificio.
—¿Qué desea?
—¿Podemos hablar?
—Sí, pase…
19
Camacho saluda con un apretón de manos a la señora que lo
espera sentada en una de las sillas.
Al momento se lo trae.
20
El inspector convoca una reunión urgente. Los asistentes lo
miran con un rictus tenso. Siempre que deambula por el des-
pacho con la mirada fija en el suelo y las manos entrelazadas
a su espalda, ha habido gresca. De repente suelta enfurecido:
No dicen nada.
21
Una vez en la Universidad de Bellas Artes y después de poner
al corriente de todo lo sucedido al secretario, éste se dirige a
uno de los estantes y agarra con firmeza un anuario en el que
pone “Orlas 2001-2010”, lo abre por el año 2009.
—Necesitamos su dirección.
22
Uno de ellos comenta, que no encuentra relación entre el
lugar donde fueron encontrados con el día de la semana.
—No.
—¿Cómo ocurrió?
—No.
24
La sanitaria toma el pulso en la muñeca izquierda del pacien-
te. El joven tiene las uñas de los dedos índice y corazón amari-
lleadas. La enfermera al marcharse lo ve:
—Sí…
—Lo siento…
—¿Qué pasa?
—En internet sale una noticia sobre él. Hace un año cayó
desde el balcón de su domicilio.
25
Camacho llama inmediatamente al juzgado para solicitar una
orden de registro del piso del profesor.
—Y yo.
26
—¿Tú?
—Así es.
28
Después de localizar la dirección de ambos, trata de contactar
con ellos para ofrecerles protección.
Uno de los cabos logra hablar con la hija del profesor que se
encuentra en peligro. Está jubilado y vive en una cabaña junto
a un lago. Solo y sin teléfono. Anota la dirección y se la da a
Martínez.
Camacho le pregunta:
—¿Lo conoce?
30
Camacho baja el arma y se dirige a Martínez:
La mirada del joven parece como si quisiera ver algo que está
detrás de ellos.
Camacho insiste.
De pronto, se escucha:
31
—¡Tiren las armas al suelo!
32
GANADORA HIMNOS-ALEGORÍAS
Autor: Vicente Piñeiro
33
amor nuestro es la nación.
al servicio de la Ley
el sacrificio y la lucha,
combatiendo al delincuente,
en la lucha terrorista,
Debemos de trabajar
al servicio de la Ley,
es el agente en la calle,
latiéndonos en la sienes.
al servicio de la Ley,
38
GANADORA CATEGORÍA JUVENIL
Autor: Ana Alonso Atienza
CONTRACORRIENTE
El sudor le corría por la frente mientras las gotas de lluvia le
dificultaban la visión.
Le perseguían tres personas; dos hombres y una mujer. Te-
nían complexión atlética y se
notaba que no actuaban sin más. Alguien les había enviado a
por Lara.
Le dolían las piernas y su subconsciente le decía que parase,
que ya no podía más.
Pero otra parte de su mente le decía que en cuanto lo hiciese,
la matarían enseguida. Tenía
algo que ellos querían, algo que podría alterar el sistema. Era
su labor protegerlo en todas
las situaciones y si tenía que arriesgar su vida, así sería.
El chip le quemaba la mano derecha como si la tuviese puesta
sobre el fuego
ardiente, su contenido confidencial sobre el Estado, haría que
los cimientos de la
civilización se tambaleasen peligrosamente.
Subía la cuesta casi a rastras. Hacía ya tiempo que, en su ta-
rea de huida le había
entrado el flato y a cada paso que daba le costaba más man-
tener el equilibrio. Giró a la
derecha con el objetivo de despistar a sus seguidores y subió
por la primera escalera de
incendios que divisó.
La fatiga hacía de sus pensamientos ideas borrosas y difusas.
Y esto hizo que
resbalase con un charco de agua cuando ya estaba llegando a
la parte superior. Su
39
propósito consistía en adentrarse al interior del edificio y allí
engañar a sus perseguidores.
Sabía que no podía enfrentarse a los tres a la vez y por eso
debía crear rápidamente, un
sencillo plan que la llevase a la seguridad de la base.
Por eso, cuando el hombre de menor estatura aunque tam-
bién el más veloz le cogió
la pierna, supo que ya no había nada que hacer. Tiraron del
pie hacia abajo y Lara notó
como se le torcía el tobillo, se debatió un poco de las garras
de su secuestrador pero el
dolor hacía que se le nublase la vista.
2
La tenían atrapada en aquel espacio minúsculo. El agua caía
con fuerza esa noche
de marzo. Estaba asustada, tenía miedo de que sus jefes se
enteraran de que no había
llevado a cabo su única responsabilidad. Después de todo, era
lo que más le importaba.
La única chica del grupo se acercó jadeando hasta donde se
encontraba Lara y con
un movimiento rápido, le dio a esta un fuerte golpe prove-
niente de la culata de su pistola
que hizo que perdiera momentáneamente el conocimiento.
Los dos hombres y la mujer se abalanzaron contra ella con el
objetivo de averiguar
lo que escondía la mano y así neutralizar el daño que ocasio-
naría que eso saliese a la luz.
La decepción se reflejó en sus caras cuando, en aquella mano
ensangrentada
solamente encontraron un pequeño colgante con forma de
león en la que rezaban unas
palabras que ninguno supo descifrar; “mira hacia atrás”. Acto
seguido una nube densa de
algún gas tóxico cubrió la escalera. No había ni rastro del chip
40
.
GANADORA POESÍA
Autora: María Rosa Méndez Macías
“Tu adiós”
Puedo esperar otra primavera más, aunque el frio me hiela.
Las hojas tardías me rodean y tus suaves brazos se ausencian.
No cabe tiempo, porque no hay más tiempo que la espera.
No te espero a ti, espero llegar a esa dulce ladera.
No le dije aun adiós a tú recuerdo, ni siquiera sé si algún día
podré hacerlo,
pero tu mirada jamás volverán a dirigirse a mí,
tu olor está cada vez más lejos.
Ya te dije adiós, pero no a tus recuerdos,
son sombras en mí.
41
Podría olvidarte, pero cuando sospecho que te he olvidado,
me aferro
a no creerlo,
no quiero hacerlo.
42
PREMIO ESPECIAL FUERA DE CONCURSO
Autora: Alicia (Pseudónimo)
44