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¿Cómo, cuando y por qué obtener permiso de lunas polarizadas?.Es el trámite que realizas para
obtener autorización para el uso de lunas oscurecidas o polarizadas en tu vehículo. De no tramitarlo, no
podrás circular con tu vehículo y recibirás una multa de S/ 304.00 y 20 puntos en tu record de
conductor.
Si ya tienes un permiso para uso de lunas polarizadas vigente al 30 de diciembre del 2016, ya no
será necesario renovarlo pues tendrá vigencia indeterminada y se entenderá como otorgada al vehículo
(Decreto Legislativo N° 1310 Artículo 7).
PUEDES VER: Lunas Polarizadas: Cada año se emiten 32 mil permisos
Solo en el caso de que el vehículo cambie de propietario, será necesario que el nuevo propietario solicite
el permiso para uso de lunas polarizadas.
Requisitos
Mostrar DNI….Tarjeta de propiedad original.
Original y copia del SOAT. En caso de SOAT virtual, deberás llevar una impresión del mismo.
En caso de representante, una carta poder simple.
HAZLO EN CINCO PASOS:
1.Paga las tasas correspondientes
Haz el pago de las tasas correspondientes al trámite de Lunas polarizadas S/ 337.90 y al Certificado de
Identificación Vehicular S/ 152.50
Págalo.pe: puedes pagar online con tarjeta de crédito o débito (VISA o Mastercard) en la plataforma
www.págalo.pe
Banco de la Nación: podrás pagar en el Banco de la Nación o agente Multired más cercano a ti.
Asimismo, puedes hacerlo en el agente ubicado dentro de la Dirección de Tránsito, Transporte y
Seguridad Vial de la PNP, en Avenida 28 de Julio cuadra 20 - La Victoria.
Una vez realizados los pagos, te entregarán los vouchers correspondientes. Recuerda hacer ambos
pagos por separado (con dos vouchers distintos).
2.Presenta la solicitud
Acércate a la Dirección de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial de la PNP de tu región. En Lima, es en
Avenida 28 de Julio cuadra 20 - La Victoria.
Presenta en la ventanilla tus vouchers de pago, copia de tarjeta de propiedad y SOAT; además, tendrás
que mostrar tu DNI.
3.Completa el formulario.Te entregarán el Formato N°07 que deberás completar con tus datos y los del
vehículo. Finalmente, te darán una cita para el día siguiente para que el vehículo pase los peritajes (puede
variar de 1 a 2 días de acuerdo a la demanda de citas).
4.Pasa los peritajesAcércate con tu vehículo a la Oficina de Lunas Oscurecidas de la PNP en Calle
Guillermo Dansey cuadra 21 - Cercado de Lima. En provincias, acércate a la Dirección de Tránsito de tu
región.
Pasarás dos tipos de peritaje:
Peritaje de lunas oscurecidas: verificación de grado de visibilidad.
Peritaje DIROVE: revisión de motor y chasis (huella de motor).
5.Recoge tu permiso para lunas oscurecidas
Una vez aprobados los peritajes, te indicarán que puedes recoger tu permiso en máximo 3
días. Deberás acercarte a la oficina de la Dirección de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial de la PNP de
tu región. En Lima, es en la Avenida 28 de Julio cuadra 20 - La Victoria, ahí te entregarán tu certificado.
Recuerda que el certificado de lunas se expide para el vehículo y no para el conductor.
Importante: Para más información, comunícate con la Central Telefónica del Ministerio del Interior al
número 014184030, de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 4:00 p.m.
Mi Ama, mi esposa
Entre el negro sado de las dominatrices con mi estilo, que adoran la estética fetish y
someten para saciar en el hombre sus instintos sádicos, y el blanco virgen de la mujer vainilla
que rechaza todo contacto con el mundo de la dominación - sumisión, hay una vasta gama
de grises que a veces vale la pena explorar.
Muchas mujeres no iniciadas pueden llegar a creer que el estilo de vida de la dominación
femenina hogareña tiende a la anulación del hombre. Entonces comienzan a despreciar al
esposo que se acerca a ellas con fantasías de ser dominado. Vivimos en países latinos en
donde romper la idea patriarcal del macho de la casa no es fácil para muchas. Además, la
estética fetish clásica asociada al Femdom se acerca demasiado a la travesti callejera, lo
que suma prejuicios negativos. Si la mujer comienza por creer que sólo se trata de satisfacer
las fantasías pervertidas del hombre, éste sólo cosechará rechazos.
Lo más recomendable sigue siendo volver a lo básico y rescatar como piedra fundamental
al romance. Las mujeres solemos querer a un hombre amoroso que busque complacernos
porque su amor lo motiva a ponerse a nuestro servicio. Queremos sentirnos queridas y
adoradas. La dominación femenina sigue siendo lo que siempre fue: el placer de la mujer
que disfruta de su poder sexual generando en el hombre la pasión por atenderla.
Cuando el hombre comprende este principio básico y se dedica con devoción a complacer
a la mujer, las barreras de la incomprensión entre los sexos comienzan a caer. Nada asegura
que las fantasías masculinas vayan a ser cumplidas alguna vez pero si ella está segura de
que lo que mueve al hombre sumiso es un genuino y amoroso sentimiento, es muy posible
que empiece a ver a dichas fantasías bajo una luz mucho menos atemorizante. Si el sumiso
se concentra en aquello que sabe que a ella le gusta, es muy posible que ella también se
sienta motivada a complacerlo y comience a excitarse con las prácticas de la dominación
que él tanto desea. No se puede cambiar el carácter de una persona pero muchos
comportamientos y fantasías dominantes femeninas pueden ir aflorando en una mujer a
medida que vaya sintiéndose segura de la lealtad de su escudero.
Querido sumiso, a veces puede salirte un pleno en la ruleta de la vida y tropezarte con una
sádica que no te deje opciones y te someta. Pero si no te sale, tendrás que ponerte con el
pico y con la pala a trabajar en el asunto. En ese caso, siempre recuerda que la sumisión
del hombre puede ser un excelente manantial que abastezca la fuente de la dominación
femenina. Y eso sólo podrá ocurrir siempre y cuando tu sumisión sea lo que Nosotras
entendemos como tal.
El reto de ser Dómina
A Mí no me interesa educarlos como una tutora ni castigarlos para enseñarles lo que deben
hacer. Ellos se entregan por sí mismos, gozosos y felices, para darme lo máximo que pueden
dar, premiando mi femineidad sensual con su masculinidad viril y dejándome casi siempre
un recuerdo positivo. Es la misión del hombre cuya faena bien terminada provoca el placer
a la hembra sádica. El hombre útil que sabe que una hembra complacida es una hembra
feliz. La impronta del calabozo Femdom es una prisión liberadora para ellos porque quita
responsabilidades tan preestablecidas como asexuadas y los convierte en fieles guardianes
domesticados al servicio de la Señora del castillo.
Trabajar en el servicio era la expresión británica de principios del siglo veinte para definir
a las mucamas y lacayos dirigidos por la sabia mano de un mayordomo que trabajaban
duramente para que los señores y señoras de la alta sociedad vivieran como creían merecer
vivir. En aquella Inglaterra estratificada y protocolar, el sentimiento de merecer una situación
de privilegio era naturalizado por la clase superior pero también por muchos de los de
abajo. Trabajar en el servicio en una familia aristocrática era un alto honor al que muchos
aspiraban y muy pocos eran dignos de acceder. La desigualdad garantizaba la armonía; la
sociedad era gobernada por quienes sabían hacerlo y estaban preparados para hacerlo
bien.
Una vez, parafraseando a Teresa Calandra, la hermosa topmodel argentina de los años
setenta devenida hoy en empresaria, escribí que en el mundo de una mujer todo puede ser
perfecto. El lema de Teresa en su programa de televisión es Para Nosotras lo Mejor. La
dominación femenina propone el desafío de aprender a vivir en un mundo femenino de
alta calidad. El reto de ser Dómina implica entender que es ese el mundo que la mujer
merece y jamás resignarse a otro de segunda mano.
Los muchachos que trabajan en el servicio para Nosotras siempre están dispuestos a
ponerle el hombro a nuestro desafío. Los varones adoptan un comportamiento casi primitivo
cuando se topan con una Dómina. Al instante, bajan la estructura frágil del macho
conquistador y asumen sin rodeos y con alegría el rol de lacayos de nuestro placer, como
románticos Severines venidos de otros tiempos. Ellos son los primeros en creer que las
mujeres nos merecemos lo mejor.
Será que las hembras humanas del futuro aceptarán el reto de ser Dóminas? Aceptarán
vivir con naturalidad y alegría el poder que detentan como Amas y Señoras de sus territorios
sensuales?
Publicado por Mistress Roxy en 12:01
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Etiquetas: Femdom
12 comentarios:
En términos estrictos, esta tesis es irrefutable. Recuerdo una frase de ATENEA No existen
los sumisos, existen los sumisos de sus Amas y otra de mi dominado marido en un debate,
cuando dijo que si nos ponemos serios, nadie es amo de nadie y que el proclamar que una
persona es amo de otra nos pone en una situación semidelictiva. Nadie puede obligar a
nadie a someterse. Entrar al sado en el siglo XXI es entrar a un terreno de suspensión
temporaria de la realidad. Toda la parafernalia del amo y el esclavo no es más que fantasía
y juego, aún en las versiones más extremas.
De acuerdo a esta concepción, el rol es algo así como un prende y apaga que se pone en
marcha cuando los integrantes de la pareja se ponen de acuerdo en ejercerlos. El concepto
de sesión nace a partir de esta idea y es el ámbito perfecto para el desarrollo de la relación
encuadrada bajo estos parámetros de consenso. Nos ponemos de acuerdo en que dos o
tres veces por semana nos encontraremos en un hotel o en tu departamento aprovechando
tu soltería o cuando mando a los chicos con los abuelos. Entonces sí, yo seré tu flageladora
fetish y vos mi esclavo y cuando terminemos, guardamos todo, nos despedimos y hasta la
próxima. Nos encontramos como amigos o charlamos por chat o intentamos mantener la
relación viva fuera de la sesión mediante tareas concretas que te encargo o conexiones vía
Internet.
Sostener que no existen las personas dominantes por sí mismas sin que exista al mismo
tiempo el contra–rol correspondiente que le dé sustento, asegura para muchos practicantes
de BDSM el goce de una vida sexual rica, variada y divertida sin dejar de tener los pies sobre
la tierra. Creer que una persona tiene poder sobre otra puede generar graves distorsiones
de la realidad y afectar seriamente la salud y hasta la vida quienes deciden someterse. O
minimizando la cuestión, generar carcajadas como las que provocó una vez un supuesto
dominante cuando sostuvo en un foro que él era dominante hasta cuando estoy durmiendo.
Y lo decía muy en serio. Bromas y payasadas al margen; lo que hoy quiero discutir es la
existencia de un poder erótico real, de un carácter dominante que algunas mujeres
poseemos y ejercemos con el único fin de satisfacer nuestros deseos, un poder que es
independiente de la existencia de sumisos declarados como tales. Entonces desde esa
posición es que nos planteamos, al estilo shakespeariano, ser o no ser
Ama? Soy dominante o simplemente hago de dominante cuando se dan ciertas
condiciones controladas?
Yo sostengo que muchas mujeres llevamos junto con la cartera con la que salimos, un
aura de seducción sexual a partir del cual irradiamos poder sobre aquellos que nos rodean.
No es un poder explícito, no es la capacidad de mandar sobre otros, no es una jefatura. Es
un poder sutil y erótico, típicamente femenino que no es detectable por todos pero resulta
un descubrimiento fascinante para aquel que tiene los sentidos predispuestos para sentirlo
y gozar cayendo bajo su influjo. Ese poder existe y es propio, natural, genuino. No depende
de la existencia de un complementario para ponerse en evidencia.Somos mujeres
dominantes que no ejercemos un rol. Simplemente dominamos. No nos planteamos el
cómo y el porqué de lo que hacemos, somos así y así vamos por la vida. No hacemos de
Amas para divertirnos en una fiesta (bien podríamos hacerlo) o para conseguir la atención
masculina que se nos niega por otras vías mediante el uso de algún atuendo fetish o el
manejo de técnicas S/M como azotar o atar. Nosotras Somos Dominatrices porque somos
sádicas en el concepto real y profundo del término sadismo, aquel que pone la satisfacción
de los sentidos y la obtención de placeres por encima de cualquier norma. No jugamos a la
dominación, la dominación es parte de una personalidad femenina que nos permite
ejercer un poder real sobre nuestro entorno.
Ir de Ama a una fiesta del ambiente BDSM puede ser una moda que garantice cierto éxito.
Pero la cuestión definitiva, shakesperiana, como en Hamlet, sigue siendo To be o not to be.
Esa es la cuestión que plantea la existencia o la no existencia de una especie femenina
tan exótica como atrevida, tan sexual como insultante. Una Dómina. Sólo los inexpertos o
los muy necesitados de encontrar mujeres que les cumplan gratis sus fantasías de sumisión
podrán confundir a una Dómina con todas aquellas otras que juegan a ser lo que nunca
serán.
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Bukkake
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26 comentarios:
ANCLADO Anclado 24/ 7 , CF N M, CO N T R OL DE
O RGA SM OS , RU IN AS O C AS T I DA D. , FE M D OM , REL AT OS
Slavexcan
P R ES ENTAC IÓN
ENLAC ES DE VIDEOS E IMÁGENES
24/ 7 , C FNM , FEM D OM , R E LATOS , S ITUAC IÓN EN P Ú B LIC O Y
TES T IG OS , S UP R EMAC ÍA FEMEN INA
A Mí no me interesa educarlos como una tutora ni castigarlos para enseñarles lo que deben
hacer. Ellos se entregan por sí mismos, gozosos y felices, para darme lo máximo que pueden
dar, premiando mi femineidad sensual con su masculinidad viril y dejándome casi siempre
un recuerdo positivo. Es la misión del hombre cuya faena bien terminada provoca el placer
a la hembra sádica. El hombre útil que sabe que una hembra complacida es una hembra
feliz. La impronta del calabozo Femdom es una prisión liberadora para ellos porque quita
responsabilidades tan preestablecidas como asexuadas y los convierte en fieles guardianes
domesticados al servicio de la Señora del castillo.
Trabajar en el servicio era la expresión británica de principios del siglo veinte para definir
a las mucamas y lacayos dirigidos por la sabia mano de un mayordomo que trabajaban
duramente para que los señores y señoras de la alta sociedad vivieran como creían merecer
vivir. En aquella Inglaterra estratificada y protocolar, el sentimiento de merecer una situación
de privilegio era naturalizado por la clase superior pero también por muchos de los de
abajo. Trabajar en el servicio en una familia aristocrática era un alto honor al que muchos
aspiraban y muy pocos eran dignos de acceder. La desigualdad garantizaba la armonía; la
sociedad era gobernada por quienes sabían hacerlo y estaban preparados para hacerlo
bien.
Una vez, parafraseando a Teresa Calandra, la hermosa topmodel argentina de los años
setenta devenida hoy en empresaria, escribí que en el mundo de una mujer todo puede ser
perfecto. El lema de Teresa en su programa de televisión es Para Nosotras lo Mejor. La
dominación femenina propone el desafío de aprender a vivir en un mundo femenino de
alta calidad. El reto de ser Dómina implica entender que es ese el mundo que la mujer
merece y jamás resignarse a otro de segunda mano.
Los muchachos que trabajan en el servicio para Nosotras siempre están dispuestos a
ponerle el hombro a nuestro desafío. Los varones adoptan un comportamiento casi primitivo
cuando se topan con una Dómina. Al instante, bajan la estructura frágil del macho
conquistador y asumen sin rodeos y con alegría el rol de lacayos de nuestro placer, como
románticos Severines venidos de otros tiempos. Ellos son los primeros en creer que las
mujeres nos merecemos lo mejor.
Será que las hembras humanas del futuro aceptarán el reto de ser Dóminas? Aceptarán
vivir con naturalidad y alegría el poder que detentan como Amas y Señoras de sus territorios
sensuales?
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15AGO
Strap on con una mujer casada, relato erótico
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Bueno, mi experiencia con el strapon no es muy amplia, tienes que tener una
química especial o una confianza especial como para proponerle eso a una
mujer, también ella ha de ser de mente abierta, gustarle el morbo y no pensar
que por que le estés pidiendo que te de por culo te estas volviendo gay.
Pero me acuerdo muy bien, no hace mucho de ello y todos nos acordamos de
nuestra primera vez, ¿No es así? jejeje
Tenía una amiga casada, le llamaré María, era pequeñita, buenos
pechos, poquita cosa, pero… que fiera en la cama!!! Un día se lo propuse y
hasta que nos volvimos a ver para probarlo me dijo que apenas había dormido,
jejeje. Le dije que para la ocasión se pusiera una faldita ajustada y una blusa o
una camisa.
Así que nos vimos en unos apartamentos discretos de la ciudad. Le entregué el
aparatito y le dije que se lo pusiera en el baño y se volviera a vestir. Cuando
salio, era curioso verla vestida con las tetas y los pezones marcándose en la
blusa y un enorme bulto marcándosele bajo la falda, casi no podía quitar mi
mirada de su entrepierna del morbo que me daba.
Ella asumió el papel masculino, se abrazaba a mi frotando su paquete contra el
mio, me dio la vuelta y se apretó a mi, noté su bulto en mi culo y sus tetas en
mi espalda, mmmm, me estremezco al recordarlo. Ella se puso supercaliente, lo
notaba en su respiración.
Nos besábamos mientras nos tocábamos los paquetes en uno besos muy muy
calientes, luego ella me hizo ponerme de rodillas, ya sabia lo que quería que le
hiciera, le baje la bragueta y le saqué la polla de goma, la mire a los ojos y ella
asintió, me la metí en la boca apretando su culo contra mi, ella se movia como
si realmente sintiera mi boca rodeando su polla.
Le bajé los pantalones y la braguita y seguí chupándosela mientras mi dedo
hurgaba en su culito. De verdad que ella estaba ya frenética, me la quería
meter ya
Como era tan fiera la condenada, cualquiera se ponia a cuatro patas delante de
ella armada así con el cipote, por tanto me tumbé en la cama boca arriba y ella
se puso encima para hacer un 69, mientras ella me lamia el culito para
lubricarlo yo le lubricaba el cipote con lubricante.
Me di la vuelta y me senté encima poco a poco, dirigiendo la puntita a mi
agujerito, ella culeaba para metérmela ya, uffff, pero la contuve y fui yo quien
dirigía la maniobra, poco a poco me fue entrando el capullo y poco mas tarde el
resto del tronco, cuando notaba molestia paraba, luego la seguía metiendo
hasta que me senté del todo encima de ella, mis pelotas tocaban su pubis,
descansaban sobre su monte de venus.
Ella empezó a culear rápidamente, la base del strapon le masajeaba el clitoris y
daba grititos de placer a cada embestida, me cogió la polla y empezó a
masturbarme, que fiera!!!, si casi me levantaba en vilo a cada empujón.
Me la saqué y ahora si me puse a cuatro patas. Ella se acercó por detrás y
como si toda la vida hubiera tenido polla me la metió con una maestría
impresionante. Menos mal que yo ya estaba abierto y lubricado, aun asi aun
sentí una punzada de dolor.
Increíble como me follaba, con un ritmo endiablado me la metía y me la
sacaba, se inclinó sobre mi para morderme el cuello, yo notaba sus tetas en mi
espalda, sus pezones duros mientras follaba mi culito, mmmmmm. No
imaginaís ni por un momento mi morbo. Mientras me follaba, con una mano me
hacia una paja.
Se las puse y a continuación, saqué uno de mis vibradores y se lo pasé por las
pelotas y el rabo, es una buena táctica alternar dolor con placer, así se confían
pero realmente luego volverá el DOLOR.
– Esto si me gusta, Ama Rosa, decía el muy inocente sin sospechar la que se le
venía encima.
Él no podía verme pero me puse mi strapon y me dispuse a follarme su culo. A
esto se le llama “cambio de roles” o “pegging“.
Me agaché sobre su cerrado agujerito y empecé a lamerlo y llenarlo de saliva,
estaba cerrado pero pronto se abrió a las sabias caricias de mis labios y mi
lengua. Su polla estaba totalmente dura y sus pelotas colgaban enormes frente
a mis ojos.
– Ama Rosa, decía, nunca me habían hecho esto, me gusta, sigue por favor.
Fui abriéndole el agujerito con mis dedos hasta que supuse que estaba
preparado para la penetración, así que…
08OCT
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Un nuevo relato:
Después de conocerla tuvimos un par de encuentros cada vez mas intensos. La timidez inicial
la iba salvando el deseo.
Tienes un Arnès? Me encanta usar el arnés, me preguntò. La verdad es que había comprado
uno cuando la conocí, esperando poder usarlo un dia, si bien... no tan pronto.
Después de una hora de dominación donde no faltaron desde los bofetones a los latigazos,
pasando por clavarme sus tacones en el cuello y la espalda, ella se dirigió a la mesa abrió el
paquete y empezó a ponerse el arnés.
Me encanta la polla, es enorme! Dijo con satisfacción, mientras lo acariciaba.
El glande del pene del arnés era enorme pero despues de empujar y añadir lubricante varias
veces me entró de un tirón. Yo pegué un grito de dolor.
Entonces ella empezó a follarme ritmicamente el culo, con una energia y empuje inunsual en
una Mujer.
Yo sentia un dolor tremendo. Mi culo estaba como virgen despues de mucho tienpo sin ser
penetrado.
Mis gritos no la pararon excepto cuando grité la palabra de seguridad ya que el dolor era
insoportable.
Me sentí humillado como nunca. No solamente yo no sentia placer sino que ella se lo estaba
pasando en grande.
Es el poder que siento lo que me gusta... Creo que voy a follarte todos los dias que nos
veamos. Me encanta follarte el culo, cielo.
Tengo 30 años y llevo 3 años dominando felizmente a mi novio… Hoy siento la necesidad
de gritar al mundo que he descubierto un camino, en el que algunas mujeres y las personas
con inclinaciones sumisas pueden ser felices.
Nunca me habían interesado los temas de Dominación/sumisión (D/s), aunque era una
mujer egoísta que quería disfrutar de la vida, soñaba con un futuro donde era la autentica
“prota” de mi historia y concebía a los demás como los actores secundarios y facilitadores
de mi película. Mi rechazo al D/s era porque lo asociaba al Sado-masoquismo (SM) y yo no
era ni Sádica ni Masoca, sin embargo tenía habilidad para manipular a los demás y utilizado
mi atractivo para someter a mis parejas y conseguir mis caprichos o gozar sexualmente.
Tumbada en la cama, recuperándome del sexo recién practicado, me sentía eufórica por
como él había calificado nuestro encuentro sexual y entonces desnudo su alma para mí: Me
confesó que se masturbaba diariamente soñando con escenas FemDom, admitió cuanto le
había excitado mi actitud agresiva, reconoció que me identificaba como su Dueña, que
deseaba que controlara su onanismo compulsivo y finalmente me propuso ser mi sumiso.
Yo pase de apreciar su desnudo integral, a notar como la zozobra me invadía: ¿me había
enamorado de un pervertido?, ¿Qué pretendía mi hombre: manipularme?, ¿su propuesta
era indecente?...
Los días siguientes investigue en la red sobre FemDom, comprendí que en las relaciones
D/s es la Domina quien pone la música, marca el ritmo, evalúa como baila el sumiso y le
premia o castiga. No tendría que reconvertirme en Sádica, como había supuesto, podría ser
tan egoísta como quisiera, sin temor a su reacción, aquella propuesta me proporcionaba un
poder sobre mi pareja como para usarle a mi antojo, imponer unas normas de convivencia
que me convinieran, gozar del sexo solo cuando quisiera, sin tener que dar explicaciones y
mi única obligación seria educarle.
Charle con mi pareja sobre sus vivencias y lo que esperaba obtener de una relación D/s,
intentando descifrar si realmente era un sumiso que aspiraba a tener una convivencia
FemDom 24/7 o un macho con ansias de sexo que adoptaba un rol pasajero para
conseguirlo. Después de escucharle comprendí que por un lado los varones buscan una
Dama que les controle y guie porque cuando eran niños, el afecto y la autoridad la recibían
de su madre y por otro mi hombre buscaba una Dama atractiva con la que hacer realidad
sus prácticas-sueños onanistas. ¿Sabría gestionar su sumisión?, ¿Sabría aprovecharme de
su entrega?
Mi pareja es un chico normal, me hace bromas, nos reímos y nos enfadamos, antes y
después de aceptar su proposición y es reacio al dolor. Comprendí que No se debía
pretender ser Diosa-Diabla de la noche a la mañana, ni dar el status de esclavo a un sumiso
escasamente experimentado, cada pareja debe tomarse su tiempo y progresar a su propio
ritmo. Yo llegue casi sin quererlo, gracias a que introduje el FemDom en los juegos de cama
(la forma más fácil de empezar) y luego poco a poco extendí la dominación femenina a otros
aspectos de la vida cotidiana.
En mi relación con mi novio no siempre me llama Ama (depende donde estemos), ni tiene
que hacer todas las tareas del hogar (de momento las compartimos, aunque cuando no
tengo ganas, él limpia, cocina y ordena la casa), tampoco duerme siempre en el suelo (a
veces me gusta tener toda la cama para mí) y no le pego continuamente (un azote de vez
en cuando, le conviene para que no olvide cuál es su sitio).
Desde que acepte ser su Domina asumió que estar conmigo era un privilegio, me atiende o
sirve cuando estamos juntos, abandona cualquier acción que no me interesa (futbol,
quedadas de machos, etc.), me acompaña siempre que quiero salir, se esfuerza por
satisfacerme y lograr mi bienestar… y se entrega sin límites para hacerme gozar
sexualmente.
Muchas mujeres pensareis ¿no está frustrado de tener que hacer esto sin tener ganas?...
Lo curioso es que lo hace con una disposición excelente y siente un gusto que no puede
ocultar, cumple con sus obligaciones de forma espontanea, cuando le pides que te de un
masaje en los pies, porque estas cansada, le noto orgulloso porque se lo has pedido y
cuando le prohíbes algo, es feliz porque te preocupas por él.
Acepto al principio, llevar un cinturón de castidad para romper su onanismo compulsivo, para
profundizar la sensación de posesión que ambos nos excitaba, para evitar un castigo que
ambos rechazábamos y como proceso de reeducación hasta que pudiera controlar sus
malos hábitos. Pactamos que orinara antes de salir, le permitía llevar una llave con la que
pudiera abrirse ante una necesidad, el candado llevaba cera, si se rompía yo sabía que lo
había abierto y tenía que justificarme su acción bajo pena de castigo.
Estas conductas sumisas no son novedosas para las Damas atractivas, recordemos cuando
los hombres quieren ligar con nosotras, están pendiente de lo que necesitamos o queremos,
son receptivos a cualquier petición nuestra, se esfuerzan por conocernos para anticiparse a
nuestros deseos o caprichos e intentan seducirnos con regalos y atenciones… La pregunta
Señoras seria ¿Cómo mantener su motivación inicial a lo largo de nuestra relación?
Los machos heterosexuales aspiran a practicar sexo, su libido dirige su comportamiento (su
debilidad emocional), son dependientes de las mujeres (se masturban soñando con ellas),
pero cuando eyaculan en el coito, alcanzando la meta real que pretenden, su motivación
decae y su interés por nosotras se diluye… Desde mi punto de vista las mujeres que quieran
reactivar la motivación de sus machos o que no se diluya su interés, deben reeducar a los
machos e imponer unos hábitos en su vida que fomente la dependencia en su Dueña.
Los hombres onanistas (más o menos todos lo son) suelen desarrollar fascinación bien por
la ropa femenina (lencería, calzado, cuero, etc.), bien por el cuerpo femenino (tetas, culo,
pies, etc.), a esta atracción desbordante lo llamamos fetichismo. Lo que debemos hacer las
mujeres con los fetichistas varones, es descubrirlos (con los machos sumisos es muy fácil,
están deseándolo) y reconvertir sus fetiches generales en fetiches nuestros…, dejemos a
nuestro hombre adorar sus fetiches en nosotras y nos identificara como su fetiche único.
Si alguna Dama quiere ser la líder de su relación sentimental, debe educar a su pareja y la
mía estaba dispuesta a ser domada. Lo primero es identificar a la presa y ponerla a prueba
desde el cortejo, sugiriéndole cosas que no le sean gratas, por ejemplo: que se depile (el
mío, lo hizo después de proponerme su sumisión), que haga tareas que supongan esfuerzo
físico (las tareas domesticas son ideales), reeducar su machismo con juegos de rol donde
actué como animal (perro, caballo, gusano, etc.) u objeto (alfombra, silla, escabel, etc.)
sexual y humillarle mientras adora sus fetiches (arrodillado, esposado, desnudo, etc.).
Cuando vayáis a tener sexo se acabo lo de mamársela para ponerlo caliente y que te la
meta sin preocuparse por ti. Ahora él te hará sexo oral, se esforzara por calentarte para que
le concedas el honor de meterla en tu santuario. Las Damas desinhibidas somos reacias a
fingir orgasmos para calmar la posible frustración de los machos, siempre que practicamos
sexo deseamos disfrutar (placer, gozar, multi-orgasmos, etc.), por tanto el objetivo de mi
novio-sumiso es satisfacerme y el mío enseñarle cómo hacerlo.
Suelo cabalgar a mi pareja, desde que descubrí (“polvo del siglo”) que la penetración es más
profunda, pero no descarto el sexo convencional (cuanto más prácticas sexuales
practiquemos más libremente se desarrolla nuestra libido), aunque 2 posiciones necesitan
de un tratamiento especial para invertir su interpretación habitual. En el “misionero”, le cojo
de las nalgas y atrayéndolo-separándole le hago danzar según me gusta, clavándole las
uñas o azotando sus glúteos penetra con mayor intensidad, apretando o acariciando sus
nalgas mantiene su ritmo apasionado. La penetración a 4 patas es la posición más sumisa
de las mujeres, para invertirla ato las manos y/o las piernas de mi novio para impedirle
disfrutar de su dominio, ensarto una correa a su cuello para marcarle el ritmo, tirando o
aflojando, le vendo los ojos para que no pueda verme sometida, capturo su atención con mis
palabras, convirtiéndome en su única guía, de esa forma se centra en servirme y hacerme
disfrutar.
A los hombres les cuesta controlar sus eyaculaciones, desde que soy la Dueña de un macho,
le recuerdo continuamente que no puede correrse hasta que se lo autorice, se le ha
escapado muchas veces, pero poco a poco está aprendiendo a aguantarse (procuro que
lleguemos al orgasmo a la vez, aunque como soy multiorgasmica, no en mi primer empellón).
Si se corre dentro antes de que se lo permita, le castigo..., si se corre fuera (practicando
cunnilungis u otras prácticas sexuales) le ordeno que recoja hasta la última gota con la
lengua (beber su propia corrida le humilla).
La doma de un ser humano, exige de premios y castigos…, los premios de mi sumiso son
sus fetiches (yo, cuidar mi ropa, salir conmigo, etc.), los castigos fueron más difíciles para
mi (no soy Sádica). Trato de que asocie el suceso al premio-castigo, bien le explico porque
le concedo un premio, bien le hago suplicarme perdón por un error o mal comportamiento.
Estos refuerzos positivos o negativos le hacen cada vez más dócil, profundiza en su
dependencia de mi y aprende más rápido.
Prefiero los castigos psicológicos (no hacerle caso, ponerlo de cara a la pared, no hablar
etc.), las humillaciones continuadas (arrodillado, mueble, desnudo, etc.) y lo mejor una
mezcla de ambos. Entre los refuerzos punitivos físicos, los que más he utilizado son:
1/ Las nalgadas, se las doy con guantes, pues a mano desnuda alguna vez se me ha
enrojecido y con un objeto no siento a mi víctima. Procuro sentarme, con mi novio tumbado
sobre mis rodillas, con el culo desnudo…, recomiendo a todas las potenciales Dominas que
prueban esta forma de domar al macho, es sencilla, los azotes pueden ser flojos o fuertes y
podemos atrapar entre las rodillas su poya… Me gustan tanto que con mucha frecuencia se
los doy cuando tengo su culo a mano, como una caricia, abusando de mi rol dominante y
evitando que lo asocie con un castigo.
2/ Patearle, se las doy calzada si quiero causarle más daño o descalza… en sus glúteos, en
su cuerpo, en los genitales (balbusting), etc. Normalmente alterno patadas con pisotones o
con torturas…
Los 3 años que llevamos con la relación FemDom me ha permitido golpearle con zapatilla,
fusta, regla, vara, gato, látigo, etc. Ahora sé que no soy sádica, solo he repetido con el gato
de múltiples colas (flogger) porque mi sumí lo aguanta y puntualmente la fusta. No
recomiendo utilizar látigos o varas pues el dolor que causa al macho no masoquista me
produce horror.
Hoy soy su Dueña y él mi esclavo, confió en el, hemos sustituido el cinturón de castidad
por braguitas o tangas que yo deshecho, de esa forma mantenemos la sensación de
posesión que tanto nos gusta…, controlo su sexualidad con inspecciones continuas…, su
depilación es integral, me encanta tocarle y tiene tatuado mi nombre…, me ayuda a vestirme
cuando me voy, me desviste cuando llego, me da masaje reparadores y está aprendiendo a
hacerme la manicura y pedicura…, va siempre arreglado según mis indicaciones (casi
siempre desnudo en casa, etc.)…, sale solo conmigo y cuando yo quiero…, bebe alcohol
solo con mi permiso, fuma cuando le autorizo y no cuenta chistes machistas…, hace pis
siempre sentado y me limpia con la boca cuando lo hago yo…, su salario va a mi cuenta,
gestiono nuestra economía sin darle explicaciones, nuestro patrimonio esta a mi nombre…,
me informa donde esta, que hace y me pide permiso para gastar cualquier céntimo y si no
me explica porque hizo el gasto…, etc.
Buscar un macho sumiso que os ame y seréis felices el resto de vuestra vida.
Me volvi putita de ella.
Escrito por... hessler053.5kVisto 1Comentario
Tenía 28 años cuando conocí a una mujer, cuando eso yo tenía pareja sexual,
ella era una mujer madura que me llevaba como 10 años. Pero de un bonito
físico, lo más hermoso de ella son sus nalgas, son fuertes y grandes..
Después de un tiempo de ser amigos, las cosas se fueron dando y de repente
era mi amante, ella aunque era casada, se veía conmigo.
Cierto día, nos vimos en un hotel como varias veces lo hicimos, no recuerdo
muy bien, pero, por alguna razón nos enojamos, y ya no quería yo cogérmela,
ella, luego del coraje, se medio repuso y me dijo
Yo no buscaba que hacer, moría por cogérmela, pero por otra parte, no quería
que me tratara como lo había hecho, luego de pensar le dije, OK, te voy a
coger, quise hacerla sentir mal y mientras hacía un 69, me incorporé un poco,
y le puse mi culo en su cara, solo para hacerla sentir mal, no sé que interpretó
ella, y de repente me metió la lengua, yo no sentí ni placer ni nada, pensé que
lo hacía porque pensó que yo quería eso. Sin embargo aunque físicamente no
sentía placer, emocionalmente me excito el pensar y saber que ella me daba
lengua a mi culo, cosa que nunca me habían hecho. Ella lo hacía tímidamente,
como no queriendo o como temiendo de mi respuesta. Luego de un rato así, ya
mela cogí como siempre, olvidamos el pleito… y la cogí como siempre…
Por lo general, me la ponía de perrita un ratito… veía esas enormes nalgas, me
aporreaba en ellas, plof plof plof…; luego de frente, de ladito, le mamaba su
conchita, le metía un dedo, dos, tres, cuatro y hasta 5 dedos… Ella se orinaba,
mojaba la cama, en fin, siempre tuvimos un sexo placentero…
El caso que a raíz de ese día que les cuento, ella cada que cogíamos, con algún
pretexto, me tocaba el culo o algo parecido. Ya para ese entonces incluso ella
tenia deseos de estar con otra mujer, es decir, su despertar sexual estaba en su
apogeo. Según ella antes de mi, era una mujer de un solo hombre y que ni
sabía que era masturbarse, ni sentía deseos sexuales a diario, que se había
acostumbrado a vivir sin sexo. Ahora era una máquina de sexo.
Pero estoy divagando; les decía que cualquier pretexto para tocarme elculo, yo
no lo veía mal, no sé como pasó, no me acuerdo exactamente cómo fue.
Asi gradualmente me fue llevando a su nuevo deseo, porque apenas veía mis
nalgas y culo, ella se excitaba demasiado, yo no sé porqué. Pero tampoco me
desagradaba, en alguna ocasión tuvo un orgasmo solo metiendo sus dedos en
mi culo.
Decidí que le daría gusto, hasta ahora yo no gozaba mucho, solo le dejaba a
ella satisfacerse.
Le dije, mira, hazme lo que quieras, ok? Pero hazlo bien, si tanto te gusta , es
tuyo, solo no te pases
Ayer nos vimos, apenas llegamos me quito la ropa, y me pone ropa interior
de mujer, tanga, y a veces alguna faldita, a veces vestido..ella me empieza a
besar con una devoción los pezones, me los chupa, mama, anola.. qué se
yo..con una mano me masturba, yo hago lo que puedo, le froto el clítoris,
juego con sus nalgas, lo que pueda…
Sino me acaricia a mi, se acaricia ella sus propios pezones, o mientras bombeo
se masturba…
-Te quiero coger ya… andale dejate amorcito, dejate coger, quiero que sientas
mi verga..
-Así, despacito, así nada más ok? No lo metas todo, solo esto (es como la
mitad o menos, pero el consolador es de los mas pequeños, será unos 15 cms)
Y le digo OK, asi, así sí… no duele mucho si sacan y meten a media verga de
plástico…
Me levanto me quito la tanga, la falda o vestido.. lo quesea que usé ese día..
Me habla todas las noches, tenemos sexo por teléfono, ella se viene gritando
AMO TU CULO.
Hasta luego, dejo de escribir, estoy saliendo para verla , hoy nos toca
vernos… QUE TANTO LE HARA A MI CONCHITA HOY????
1.
Mi
primera experiencia de sumisión bisexual
fernando(fernandohard1957@gmail.com) [ Confesiones ]
Fecha: 13-Nov-05
Accesos: 10.063
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Tiempo estimado de lectura: [ 10 min. ]
En un primer encuentro, proporciono sexo oral a un hombre y una mujer, mientras ellos culean.
"Busco pareja, de preferencia mayores de 40 años, para participar en un juego, en donde
yo sea el sirviente sexual de ambos.
Tengo la fantasía de contactarme con una mujer y un hombre ya maduros, para lamer y
chupar los sexos de los dos mientras ella es penetrada por su macho.
No me interesa el físico, pero si que ella sea de carácter fuerte y severo, para que
desempeñe el papel de mi Ama, y que el sean bien dotado, ojala con un pene bien grueso,
con carácter para desempeñar el rol de mi Patrón, debe ser libidinoso, sinvergüenza y que
guste del sexo degenerado.
No busco ni deseo ser penetrado. Tampoco quiero nada emocional ni dineros de por medio
(no pago ni busco que me paguen). Solo deseo proporcionar sexo oral a ambos, mientras
estan teniendo relaciones sexuales, que mi Ama me ordene que chupe la verga de su macho
y que mi Patrón me obligue a limpiar con mi lengua el semen de la concha de su mujer y de
su verga.
Tengo disposición para dar besos negros y recibir lluvia dorada de ambos. Sin embargo,
como no tengo experiencia en este aspecto, me gustaría que me permitan ir a mi ritmo…,
dejar que el ambiente se caliente lo suficiente, como para dejar que orinen en mi cara sin
que me provoque rechazo.
No tengo problemas para viajar a cualquier ciudad dentro de Chile, y para mi es mejor no
ser de un mismo lugar, ya que eso contribuye a la reserva y discreción, como no busco
relaciones emocionales, sino, una pareja estable para dar rienda suelta a nuestros deseos
mas oscuros, y para convertirme ocasionalmente en el sirviente sexual de ellos, es para mi
ideal ser de localidades distintas, de manera de poder convenir nuestros ocasionales
encuentros y viajar a realizarlos."
Este fue el tenor de un aviso que publique en varias Web de contactos. Durante un buen
tiempo recibí varias respuestas, contestando solo algunas pero sin decidirme a concretar
ningún encuentro…, hasta que venciendo mis temores, me decidí a comunicarme con una
pareja, primero a través del teléfono, y luego concertamos una cita en Santiago, en un café
en el centro de la ciudad.
Eran casi las 10 de la mañana, cuando les reconocí por sus vestimentas. Ahí estaban, Erika
y Alberto. Ellos eran la pareja con la que una semana atrás hablé a través del teléfono.
Erika confesaba 40 años (que los representaba). Era una mujer de ascendencia alemana,
dueña de un cuerpo moldeado, de tez blanca, gruesas piernas y un grande y redondo culo
que se adivinada a través de sus pantalones. No era bonita de cara, y sus ojos grises le
daban un aire autoritario.
Alberto confesaba 47 años. Era un hombre robusto, casi gordo, moreno. Con una calvicie
incipiente y una bien recortada barba algo canoso. No era muy alto, calcule 1,70 mts.
Estas fueron las primeras palabras que cruzamos. Luego de tomarnos un café y conversar
sobre cualquier cosa intrascendente, Alberto nos invito a que nos fuéramos al departamento
que ellos tenían en Providencia.
Camino a la casa de ellos, supe que eran casados hace 20 años, y desde 8 años a la fecha
que practicaban el intercambio de parejas. Que no tenían hijos y que ahora querían una
nueva experiencia, ya que nunca habían estado solo con otro hombre, y que estuviera
dispuesto a ofrecer sexo oral a los dos. "Solo espero que no te atores" dijo Erika. "Alberto
tiene un pico realmente grueso…, pienso que te va a costar tenerlo todo en tu boca". Este
comentario me hizo pensar que a lo mejor no estaba con la gente correcta. Lo encontré algo
fuera de lugar.
Los imaginé como una pareja que provenía de un estrato social algo bajo, pero que producto
de un éxito relativo, podían vivir sin preocupaciones y aparentando ser de otro nivel social.
Ambos olían a cigarrillos, evidenciando su afición al tabaco.
Erika cerró las cortinas mientras Alberto se sentó con las piernas muy abierta en un mullido
sofá, y sin decir más, sacó su enorme carajo al tiempo que Erika se lo montaba. Aquello me
dio evidencias de que ellos estaban acostumbrados a este tipo de encuentros, ya que no
tuvieron ni el más mínimo recato.
Poco a poco se fueron quitando la ropa, hasta quedar absolutamente desnudos. Erika solo
conservó sus medias negra con ligeros y sus botas de tacos muy altos.
Yo les miraba parado desde cierta distancia, y mi excitación se notaba. Era la primera vez
que estaba en una situación similar. Erika –que cabalgada de espaldas a su marido- me
invitó a que me uniera a ellos: "Fernando ven…, arrodillate a mi lado y déjame sentir tu
lengüita". Yo algo confundido, me acerque a ellos y arrodillándome aproximé mi lengua hasta
el sexo de Erika. Ella me tomó por la cabeza y la mantuvo aprisionada para que yo no pudiera
retirarme desde su sexo.
Luego de vencer mis primeros temores, me dediqué a besar y lamer con ganas la chucha
de la mujer. Recorría con mi lengua desde sus pendejos rubios hasta su clítoris y los labios
de su conchita, ahora distendida al soportar la penetración del monstruoso carajo de Alberto.
Le proporcioné un nuevo beso al sexo de Erika y le empalé el pico de Alberto. Ellos siguieron
culiando en forma desenfrenada, mientras yo me daba nuevamente a la tarea de lamer la
chucha de la gringa.
Sentí que ella empujaba mi cabeza con fuerza hacia abajo, al tiempo que decía "lame las
bolas de Alberto…, vamos mierda ¡lámelas!". Yo que ya estaba caliente, deslicé lentamente
mi lengua por los labios vaginales, hasta llegar a los cojones del macho, y los recorrí varias
veces con mi lengua antes de colocar uno de sus cocos en mi boca y darle unas suaves
chupadas, en realidad, lo que chupada era el forro de sus bolas, ya que eran tan grandes
que difícilmente hubiera podido colocar uno de sus testículos en mi boca. Sus pendejos me
producían una ligera picazón en mi cara y en mi lengua, así que inicié mi regreso hacia la
conchita de la mujer, lamiendo esta ves el grueso tronco de Alberto, que la penetraba con
fuerza.
La verga nuevamente saltó fuera, golpeando mi cara. Erika la cogió con una de sus manos
y me ordenó: "saca tu lengua bien afuera…, quiero que chupes el pico de mi macho". Yo
permanecí con mis labios cerrados, y ella azotó mi cara con aquel grueso y musculoso
rebenque, al tiempo que volvió a ordenarme: "saca la lengua mierda!!". Yo con cierta timidez
abrí mi boca y saque bien afuera mi lengua. Erika restregó con fuerza la cabezota del carajo
de Alberto. Ahora la sentí mucho más salada y pegajosa. Ella pasó varias veces aquella
enorme y jugosa ciruela por mi lengua, y trato de alojarla dentro de mi boca. Colocó la punta
entre mis labios y empujó con fuerza, pero como yo no le ayudé no pudo penetrar mi boca.
Volvió a colocar el carajo dentro suyo y mientras ellos culiaban, yo recorría sus sexos con
mi lengua, desde los pendejos de Erika, hasta las peludas bolas de Alberto.
El ambiente estaba muy caliente y ya nada me importaba. ¡¡Ahora si habría chupado el pico
de Alberto!!, y cada vez que llegaba a la concha de la mujer, recogía con mi lengua el líquido
blanquecino que asomaba en el tronco del pico y en los labios de la concha.
Alberto tensó sus piernas y un grito gutural escapó de su garganta al tiempo que sacaba su
carajo de la chucha de Erika, yo alcancé a retirar mi cara y pude ver como gruesos chorros
de semen se alojaron en el vientre de la gringa, en sus pendejos y en su sexo. Las manos
del hombre también se inundaron de leche y parte de su descarga resbaló por el tronco de
maese príapo hasta alcanzar sus bolas. Fueron no menos de 6 ó 7 tiros de grueso y blanco
semen.
Erika me tomó con violencia por el pelo, y me ordenó: "ahora vas a limpiar todo…, te vas a
comer hasta la última gota de mocos que estén en mi chucha y en el pico de mi macho". Sin
pensar más, hundí mi cara en el sexo de la mujer, y recogí con mi lengua todo lo que pude
de aquel manjar blanco, amargo y salado, mientras ella disfrutaba al ver como yo limpiaba
con mi lengua los mocos de Alberto que estaban entre sus pendejos y en los labios de su
vagina. Realmente le hice un buen aseo a su sexo, ya que no deje nada más que una huella
húmeda en su concha. Erika me indicó que abriera bien mi boca y colocando ahí su chuchita,
hizo fuerzas. Gruesas gotas de semen blanco que estaban dentro de su vagina se
depositaron en mi lengua, al tiempo que ella me ordenaba que me lo comiera: "comete los
mocos.., eso, así, cómetelos todos".
Tan pronto terminé a limpiar a Erika, ella colocó la gruesa herramienta de Alberto en mi
boca, y me ordenó que lo aseara. Yo –ya sin ningún recato- pase la lengua desde las bolas
hasta la cabeza del pico, comiéndome todo los mocos que encontré. Limpié los pendejo de
Alberto, el tronco, las bolas y también un chorro que se había alojado en su peludo vientre,
varias veces recorrí con mi lengua su paquete, y varias veces introduje la ahora cabeza
flácida de su pico dentro de mi boca para proporcionarle una rápidas chupadas. Esto
ocasionó que la verga del macho, volviera a levantarse, y en forma amenazadora apuntara
hacia mi boca. Alberto me ordenó (era su primera orden) que le chupara el pico. Colocándolo
entre mis labios, ordenó: "chúpame el pico!!..., vamos puto, hazme una buena mamada…,
esta vez no te vas a escapar". Y uniendo la acción a las palabras, empujó con fuerza su
carajo dentro de mi boca. Esta vez yo colaboré, y como pude alojé su enorme ciruela entre
mis labios…, comencé a chupar y sentir cada vez mas adentro su ariete. Erika –que se había
situado detrás de mí-, sostenía con fuerza mi nuca, de manera que yo no podía echarme
hacia atrás mientras Alberto empujaba con fuerza y yo mamaba con todas mis ganas.
Era la primera vez que chupaba un pico, y lo sentía rico. Amenazador, grueso, potente,
caliente, hediondo, con olor y sabor a mariscos, pegajoso, prepotente. En forma insolente
violaba mi boca y se alojaba en mi paladar. La cabezota de maese príapo en varias
ocasiones toco mi úvula, haciendo que me atore, pero a Alberto aquello no le importaba,
sino, muy por el contrario, le divertía ver como lagrimeaban mis ojos. Sentí que la comisura
de mis labios se distendía al máximo.
Estaba vuelto loco chupando aquel enorme carajo, y pajeando su tronco mientras disfrutaba
con aquel pedazo de carne morena dentro de mi boca. Alberto me urgía para que lo haga
acabar: "vamos putito.., chupa bien…, chupa fuerte mierda…, metelo todo en tu hocico…,
así!!, así con fuerza!!..., vas a ver lo que es un buen pedazo de pico en tu puto hocico…,
¡¡chupa mierda!!..., ¡¡hazme acabar!!".
Pensé que había terminado mi tarea, y no sentía ningún sentimiento de culpa por lo que
acababa de hacer, sino que por el contrario, imaginaba que esto sería el inicio de una serie
de encuentros degenerados, en donde podría disfrutar mamado este exquisito pico que aún
tenían entre mis manos.
Estaba en esos pensamientos, cuando sentí que Alberto me ordenaba. "aún no te retires…,
tienes que limpiar el hoyo de mi culo…, un poco de semen se deslizó hasta abajo". Se
acomodó, de manera que los cachetes de su poto quedaron fuera del borde del sofá, y
abriendo con sus manos sus nalgas exhibió su ojete. En realidad estaba mojado con
bastante esperma. Yo aproximé mi cara entre sus piernas hacia su culo, y lamí con todas
mis ganas el hoyo del culo de Alberto. Esta vez sus mocos tenían un sabor diferente.
Estaban fríos y el sudor de su trasero se mezclaba con el sabor de su semen. Era un sabor
diferente.., mas amargo. Pensé que me gustaba mas una buena descarga caliente.
"Limpia bien mi hoyo mierda!!" Ordenó mi Patrón. Yo apliqué mi lengua con fuerza y la metí
incluso dentro de su culo y chupe los mocos que estaban en su hoyo. "Eso.., así.., que rico
lo haces.., eres un excelente chupapico y lameculos. ¡Bésame el hoyo!". Nuevamente
coloqué mi boca en su culo y me ocupe de besar y lamer su hoyo. Era enorme, moreno y
peludo.., pero yo disfrutaba teniéndolo en mi cara, y Alberto tuvo que pedirme que parara,
porque yo no cesaba de besar y lamer su ojete, y de meter mi lengua bien dentro de su
hoyo.
Este fue nuestro primer encuentro, en un día sábado en la mañana. Me gustaría saber sobre
los comentarios de mi relato (que es real). Mi correo es fernandohard@hotmail.com
© fernando(fernandohard1957@gmail.com)
beso blanco
Esta historia surge en un deseo mio que era dificil de concretar con mi mujer. Yo con
experiencia con trios y grupos queria dejar de jugar en trampa para compartir esas
fantasias con mi esposa. Insisti a lo largo de los anos en hacer algo mas pero ella es muy
conservadora. Yo se que cuando toma medio vaso de mas, ensegduida cambia su actitud
y personalidad, por eso espere una ocasion especial y arrnacamos!!! En casa, los dos,
buenas musica en vivo y un whisky para mi y champagna para ella. El tiempo fue pasando
y comenzamos a chichoniar, manos, besos, franela y sentia como se le ponian sus 110 de
tetas bien duras. Seguimos asi hasta que ya la franela fue muy intensa, aunque como yo
queria confesarle mi fantasia, sabia que tenia que esperar un rato mas. Fue asi que llego
la hora de avanzar de lleno y me la4go con todo, calentandola a full. En eso, y despues de
besarle todo el cuello, le confieso que queria algo que ella no me podia dar, y era chuparle
la pija a otro flaco junto con ella cruzando lenguas y jugos. Me miro asombrada y no me
dijo nada. Esa noche le pegue una cogida como nunca!!! Paso la noche y no se hablo mas
del tema. El jueves me dice si es cierto lo que le habia dicho y que ella no sabia si estaba
preparada para ver a su marido de 15 anios de casado con otro hombre en el medio. Le
dije que si y que si ella queria lo hariamos muy despacio. El sabado, empezamos de nuevo
con musica y algunos tragos y fue pasando el tiempo, donde nuevamente nos pusimos
calentitos. Me toca la pija que la tenia re dura, me la empieza a chupar y me traea mi boca
el jugo que largaba, dandome un beso interminable lleno de pasion y calor. Me pregunta si
eso me gustaba y era lo que yo queria, lo que le respondo que me habia encantado. Me
dice que si conocia algun lugar donde conseguir un hombre gustoso y ante mi asombro no
dude en meterme en una pagina de contactos. Buscamos hasta que encontramos un flaco
de unos 35 anos, bien fisicamente, sin pelos ni bigote ni barba y cuidado con buen nivel.
Lo contactamos, cruzamos cel y concretamos el encuentro. Seria solo sexo oral la
consigna. Eran las 0200 y el amigo vino a casa. Yo en bermudas y cuero y mi mujer con
un jean y remera, (algo copeteada del champana que habia tomado). Nos sentamos a
charlar un rato para conocermos y de a poco empezo a aparecr una mezcla de nerviosimo
y deseo de seguir entre mi mujer y yo. Mi mujer se va al bano y cuando regresa la agarre
por atras y la empece a besar entera, la franelie por todos lados y de repente se sumo
nuestro amigo. Al,momento estaba todo bien, ella nunca habia sido tocada por otro
hombre desde el casamiento,por lo que al principio estaba un poco tensa, pero de a poco
se fue dejando llevar. La empezabamos a tocar con mas ganas a mi mujer, quien de a
poco nos iba desnudando. Nosotros tambien a ella, chupandole esas tetas gigantes y
duras. Finalmente todo se dio como,lo habia pensado y ya desnudos comenzamos a
franelearnos entre los 3, hasta que ella le empezo a chupar la pija a nueztro amigo, una
pija normal pero toda depilada, y fue en ese momento que baje yo tambien para concretar
mimfantasia que se estaba haciendo realidad y no lo podia creer. Fue hermoso el calor y la
pasion con que nos besamos pija por medio. Despues la atendimos a ella en forma
solo,oral, como lo habiamos hablado, hasta que acabo y a la hora de acabar nosotros, nos
masturbamos sobre sus tetas!!! Fue increible!!!Ahora estoy tratando de avanzar un poquito
mas,aunque sigue dificil el tema, jajaja!!
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Tags: parejas | trio | bisexual | Beso Blanco
Dar puntos
Me apostaron el culo en una fiesta, sexo no
consentido pero que me encanto
GAYS ON 5 ABRIL, 2017
La apuesta
Era el chico raro, yo mismo me reía de las cosas porque todos sabemos que
por ser gay no somos raros pero en sus gestos, acciones lo veía claramente. Si
algo se hacer es observar a la gente, naci con eso y mi abuelita siempre me lo
recordaba.
Yo era bebedor, corrijo, lo soy y debo admitir que no fui nunca un niño bueno
(sin agregar lo que vivi) y dijera mi abuela, fui hasta mala conducta pero en
ese momento necesitaba otro ambiente.
Terminé sentado con mi primo Leonel y otras dos personas siguiendo con los
tragos pero ahora con una mesa y unas cartas en plena partida de truco.
-Mosca Chuchu que si vuelves a perder le vas a tener que pagar en especie a
Luisito-Gritaba a su compañero con una carcajada que ni la música al máximo
le hacía competencia.
Entre serios y en bromas los demás nos reímos aunque la malicia de mi primo
siempre había sido bastante obvia y esta, no era la excepción.
Yo con ron no soy bueno y enseguida empecé a detallar que unos de los
amigos de mi primo me parecía algo sospechoso pero luego desistí de la idea,
el alcohol me estaba haciendo efecto, pensé.
Como todos los orientales, el juego llamado truco no se toma a las ligeras y
luego de una mala racha para mi primo, ya se notaba alebrestado y tuvimos
que cortar por lo sano.
Nos fuimos a la playa para estar más tranquilos y mi primo sacó lo que yo no
había ni pensado sacar porque en familia hay que andar con cuidado, un porro
que no tenía nada de pequeño.
La madrugada estaba saliendo mejor de lo que yo pensaba ya que siempre
estas reuniones eran aburridas para mí.
El negro, uno de los allí presente, contaba como se había tirado a una de las
vecinas de la primera calle que me parecieron mas mentiras que polvos, me vi
en la obligación de contar una de mis experiencia con una chama llamada Jess
de Caracas.
-Soy bisexual, pero en mis ratos libre soy trans-Dije bromeando -Es joda, solo
bisexual. No me vean así, hombres y mujeres, ok.
-¿Qué? Hay gente que le pasa eso pero a mí me gusta tanto mujeres como
hombres y si puedo estar con los dos mejor-Sonreí, porque sus caras eran de
un desconcierto tremendo.
El negro después de estar con una risa todo el rato se quedo pensativo viendo
el mar y yo solo podía pensar en que tan mal nos cataloga la gente.
-Pruébanos que te gustan las mujeres, aquí tengo el número de una amiga
dispuesta y si ganas, mis respeto y admiración-Replico para hacerme echarme
para atrás.
-¡Carajo Chuchu! ¿Tu crees que este guevon se le va a parar la verga delante
de una mujer? Esos musculitos son de adorno al igual que el pipe-Grito mi
primo.
-Coño está bien cuerda de pajuos, a mi no me gusta jugarme esas vainas así.
Ahorita la barbie acá presente se mete 7 viagras y nos deja mal-Respondió
Chuchu arrecho.
-Coño está bien pues, somos hombres de palabras pero no quiero peo después-
Les dije y al segundo asintieron con una leve sonrisa.
-Mañana en la noche cuadro con Erika y yo mismo seré testigo sin que ella
sepa ¿está bien?-hablo mi primo.
Todos estaban con cara de no creerme ni una palabra, ya mi primo que era
picado tenía la cara roja de la arrechera que estaba agarrando conmigo y sus
amigos también estaban ladillados de mis vueltas pero es que ellos no sabían
que tenía mi carta bajo la manga.
Nuestras caras aparecían en ese video, ella me cabalgaba como una diabla y
yo la grababa, primero me fijaba en su fina cara, sus ojos cerrados y su pelo
negro largo para luego ir bajando por toda su silueta, unas tetas enormes que
rebotaban pasando por su abdomen plano hasta llegar a mi verga que se
clavaba una y otra dentro de ella.
Todos se miraron, en sus ojos veían que si yo hubiese perdido iba a tener que
pagar pero ahora que se ven perdedores no les veo ganas. Ahora las palabras
no eran tan fluidas aunque sea para decir una estupidez como hace unos
cuantos minutos atrás y eso me daba mala espina además de cierta rabia.
-No va a pasar nada que no quieran, las mejores mamadas las hace un hombre
y yo sí que tengo experiencia-Les aplique un discurso seductor-Solo les pido
que sea en un sitio tranquilo donde nadie nos moleste y no salga de nosotros 4.
Mi primo me hizo seña para irnos en su carro y así fue como terminé rumbo a
la casa de mis tíos que estaban durmiendo en la casa de playa, lo que nos
dejaba el lugar enteramente para los dos. El negro se fue en el carro de chuchu
ya que viven cerca, lo que me daba más ventaja a mí.
Si algo me ha enseñado la vida es que a veces lo que son más cerrados al tema
de la homosexualidad por lo general tienen ciertos sentimientos ocultos y mi
primo lo confirmaba.
Él era el orgullo de todos mis tíos ya que se había tirado a media ciudad
aunque ya tenía un hijo y había dejado los estudios para terminar trabajando
en la pequeña empresa con su padre.
Cuando llegamos a su casa lo primero que le pedí fue agua, mas alcohol y de
mi equipaje había sacado 3 porros del paquete que me había traído de Caracas
antes de venir con mi primo. Prendí uno para él y uno para mi, esta shit si le
iba a hacer la cabeza explotar.
-Entonces saldamos deudas -Le dije a mi primo que ya estaba en sus límites,
se notaba algo ido supongo que por la liga de maría y unas cervezas solera
verde pero trataba de disimular.
Su piel morena me gustaba al igual que esa barbita de pocos días, sus
pectorales me incitaban a morderlos y besarlos, mi primo desde que lo vi al
llegar a la ciudad me tenía la mente mala ya que siempre quise probar lo que
había debajo de su ropa y no me defraudo.
Me quite el pantalón y mi ropa interior la lance a toda su cara, él se rio y como
pudo se la quito de encima, todo estos años de gimnasio quedaron frente a él y
por lo que vi en su cara le gusto.
Yo iba a mamarle aquel rolo que lloraba de la emoción al saber que hoy
alguien lo iba a complacer como nadie lo había hecho.
Así estuve unos minutos, comiéndomelo entero hasta sentir ese punto y sus
reacciones antes de acabar, paraba y le lamia las bolas además de morderle los
muslos pero en cierto punto, me levanté y fui en busca de otro porro, lo prendí
y lo absorbí 3 veces para luego ponerle en los labios a mi primo y volverlo
más loco.
El sudor corría por todo su cuerpo en grandes gotas, haciendo de ese moreno
un objeto más deseado pero debía tener calma, sin ella, no podría tener a mi
primo de la forma en la que yo quería.
En un momento note que todo estaba siendo demasiado para él y paralice toda
caricia, vi como reclamaba con la mirada mas pero no quería y me fui a lamer
sus pezones oscuros que ya estaban salados pero igual de sabrosos para mí.
Los mordía y de su boca no salían más que esos lamentos unidos con ese
placer que lo estaba volviendo loco.
Su verga seguía tan tiesa como antes y con gotas transparentes, rozaba sus
bolas y las probé con toda la gula para después metérmelo de nuevo, una y
otra vez, a medida que mis dedos iban bajando, sus piernas se abrieron lo que
me dio cancha libre para meter el primer dedo completo.
Baje la intensidad del sexo oral y metí un segundo dedo, mi primo había
perdido todo control sobre sí mismo, ahora eran mis dedos y mi boca los que
dominaban a aquel macho que por primera vez probaba los placeres dados por
otro hombre y que mejor que yo.
Coloque una almohada debajo, separe mucho mas su fuertes piernas, escupí
mi verga, regué todo el liquido y lo coloque a la puerta de lo que sería nuestro
placer. La primera vez de ambos, él con un hombre y yo con un primo así que
estábamos en igualdad de condiciones.
-Tranquilo que ya te dejará de doler, aguanta. Así es que le dices a tus novias
¿no?-Le dije con una sonrisa que el no pudo ver.
Que rico sentir como las paredes aprietan mi miembro y más cuando por
inexperiencia de mi primo, lo contrae más. Yo estaba en el cielo, esta es una
de las cosas que me gustan de la vida y no solo coger sino que sea un macho
vernáculo y reconocido.
-Que caliente tienes ese culo machito, así es como te quería ver, atravesado
por mi-Le decía cuando poco a poco su cara de dolor se iba transformando en
un hibrido con el placer que le estaba dando desde hace un buen tiempo.
Mis embestidas seguían lentas pero ya metía y sacaba casi toda mi verga con
un ritmo lento, ya que ese culito estaba demasiado ajustado para mi y debía
adecuarlo a punta de vergazos.
-¿No sabes? Entonces la dejo aquí todo el día-Me salía la vena jodedora.
-Métela-Susurró.
Quería darle guevo y guevo tendría, la metí entera para empezar a acelerar sin
restricciones, la cama se estremecía y ahora el contacto de mi verga con su
cuerpo sonada. No había nada ni nadie que no me permitiera gozar de este
culo virgen.
-AHH AHH AHHH DIIOOOSSS -Gemía mi primo.
Ver ese cuerpo a mi merced me ponía más volao y si algo tenía todo el
deporte que practicaba era que me daba resistencia y fuerza. Su verga estaba
dura y con un hilo de precum que se unía con su abdomen y a la vez con esa
capa gruesa de sudor que mojaba la cama e inundaba el cuarto con su olor.
Parecía una maquina, tenía tiempo sin gozar de un culo virgen, era como el
regalo de cumpleaños perfecto pero sin cumplir años.
-Hola abue, buen día-Respondí e hice seña a mi primo con un dedo que se
callara mientras seguía dentro de él.
-Bien hijito, ¿Dónde estás? Ven a comer y a dormir que no has dormido nada-
Contesto mi abuela.
-Es Leonel que estaba vomitando pero eso es bueno, ya tu sabes que es mejor
que saque todo-La pensé como un maestro y aceleré el ritmo.
-Dile que tome mucha agua. Bueno hijito, cuídate y no hagas nada loco
ustedes son grandecitos-Dijo mi abuela.
Lo voltee, siguiendo amarrado y con los brazos estirados pero con sus rodillas
en la cama, quedando ese culo parado a mi disposición mientras su cara
quedaba pegada a la cama. Volví a escupir en aquel agujero que ya daba
muestra de su desvirgamiento y aproveche de tomarle fotografías, una
solamente del ano solo y la demás con mi verga entrando.
Lo mejor de todo es que estaba haciendo todo aquello sin que se diera cuenta
y como gemía tan duro no pude aguantar la tentación de grabar. Empezando el
mete y saca más duro, la grabación comenzó y no solo paseaba el iphone por
su culo absorbiendo toda mi verga sino que aproveche de grabar toda aquella
posición tan sumisa con su cara llena de sudor, ojos cerrados y los gemidos
saliendo de su boca.
-Toma guevo primito, tomala toda- Las nalgadas resonaban, eran pequeñas
pero bien formadas y lo mejor es que eran mías.
Sentía que en cualquier momento la cama se iba a partir por la mitad ya que
crujía y junto con los gemidos de mi primo, esa orquesta celestial me ponía
más y más.
-Ay primito ya vas a ver que esto no se te va a olvidar mas nunca en tu vida-
Le gritaba sin importar que alguien nos escuchara.
-AHHHH ahhh ahhh dioos di… osss-Seguia gritando mi primo ya un poco sin
fuerzas.
Yo aceleraba cada vez más, sintiendo mis bolas que son bastante largas con su
cuerpo dándole un plus a todo la cogida. La cama se estremecía y no creo que
haya existido algún vecino que no escuchara todo esto, las sabanas ya se
habían salido del colchón y hasta mi teléfono se había caído al suelo pero a mí
me dominaba ese animal que a todos los hombres nos domina en algún
momento.
Era un toro, un león, un gorila con su fuerza, su rabia, su sed por botar la leche
a su hembra, a ese agujero hambriento que espera que lo rellene una y otra vez
hasta que la semilla blanca lo bañe completamente y lograr la satisfacción
absoluta.
No pude aguantar más y empecé a preñar ese culito con toda mi espeso,
blancuzco y nutritivo semen, lubricando todo su culo mientras yo seguía
embistiendo cada vez más lento y es que no quería dejar de sentir esa cueva
caliente y apretada que sacaba a relucir mi lado salvaje.
Hasta que no salió el último mililitro de leche, no pude dejar de embestir ese
culo húmedo, me acosté encima de mi primo, quedando los dos bañados por
su semen mientras mi verga se bajaba e iba saliendo de su guarida.
COBRANDO APUESTAS
-Insisto, yo no diré nada así que tranquilo. Cuando lleguemos, te puedo prestar
una crema que te ayudaría-Le propuse.
¿Continuará?
Como siempre agradecido con todos los que me leyeron y mis mas sinceros
deseos es que hayan tenido la paja de su vida y que los haya dejado casi que
desmayados.
GAYS
GAYS
GAYS
Tres pollas para mi solito, me follaban una y otra vez, sin piedad. Me
fascino
GAYS
Deciros que mi mujer tan solo tiene que ver en esta historia en que por la falta
total de deseo que tiene hacia el sexo, yo me prometí a mi mismo que la vez
que tuviese la oportunidad de tener una amante o tener sexo esporádico no lo
desaprovecharía.
María, la otra protagonista del relato, es una mujer poco más joven que yo. Es
una belleza delgada, de una altura media, pechos medianos y un culito
redondito y muy proporcionado a su cuerpo. Tiene también unas piernas
preciosas y muy torneadas: hasta conocerla “bien” pensaba que su único vicio
era el deporte…Ahora sé que tiene otro, jeje…
Pero si su cuerpo está más que bien para una cuarentona, lo que a mi me mata
es su cara: tiene unos preciosos ojos negros y una sonrisa sincera y eterna,
rodeada por unos labios que dan ganas de besarlos como si no fuese haber un
mañana. Todo esto bajo una hermosa cabellera negra.
Yo deciros que soy alto, delgado, con el pelo castaño, ojos verdosos (no son
de un verde muy intenso, pero tienen su punto) y diría que mi físico gusta a
algunas mujeres, aunque a muchas les es indiferente…Es lo que hay y lo
asumo. Mi polla, al contrario de muchos de por aquí, es normalita: 15 cm y
(me la medí para la ocasión).
Su hijo y el mío son grandes amigos, y hasta juegan juntos al fútbol. Un día,
precisamente en el fútbol nos juntamos los padres y madres con los niños y el
cuerpo técnico y hicimos una comida en un restaurante después de un partido
que jugamos un poco lejos de casa un sábado. Dio la casualidad de que ni
Paco (el marido de María) ni Silvia (mi mujer) pudieron venir. Paco estaba
con el otro hijo de ellos que también jugaba a fútbol y Silvia trabaja todos los
sábados.
Los padres y madres del fútbol en general nos llevamos muy bien y más de
una vez hemos hecho comidas todos juntos, donde las bromas de cualquier
tipo están al orden del día. Así que estábamos los padres tomando café y
algunas copa después de comer (los niños hacía ya un rato que habían salido a
jugar), y sin saber como empezaron las bromas sexuales. Alguno dijo algo de
haber por qué a las mujeres no os gustaba que los hombres nos corriéramos en
vuestra boca. Las mujeres le dijeron de todo, aunque siempre entre risas.
Alguno incluso dijo que “a la tuya no le gustará”, con la consiguiente mirada
asesina de su mujer, las risas de los demás y el sonrojo de ésta. Entonces fue
cuando María dice:
Más risas.
– Jajajaja, es que parece mentira que no sepa con quien se la juega (respondí).
Pues que quieres que te diga, a mi lo único que me falta es una voluntaria para
probarlo. Y creo que me encantaría, de correrme en su boca, ir besándonos y
compartiendo algo más que saliva, jajaja.
Alguien se acercaba y tuvimos que parar el tema, no sin antes intentar no dejar
de pasar la oportunidad y le dije:
– Eso está hecho, tenemos que quedar para tomar un café y hablamos de estos
temas tan importantes, jajaja…Mándame un whatsapp cuando quieras.
– Hecho, jajaja.
– Jajaja.
– Y yo, jajaj.
Nos metimos cada uno en su baño. Empezó a llegar más gente, así que cuando
terminé me reuní con mi hijo que estaba con el hijo de María. Me preguntó
por su madre y le dije que ahora iría hacia el coche. Así que los tres fuimos
hacia el parking. Allí ya había gente que se iba y otros que se despedían.
Llegó María, se junto con nosotros al ver a su hijo, se despidió de mi hijo
dándole dos besos, mientras yo dama la mano al suyo. Al despedirnos ella y
yo nos dimos también un beso, aunque yo me acerqué un poco a la comisura
de sus labios. También ambos nos pasamos la mano por la cintura sujetando
con más firmeza de lo que lo haríamos en una situación normal. Ella también
aprovechó para decirme con disimulo:
– Bueno, ahora a la tarde yo no tomo café, pero sí que tomaría una cervecita.
Te invito a lo que quieras.
Salimos del polideportivo donde los chicos entrenaban y nos fuimos a un bar
que estaba un poco alejado, pero no mucho, ya que íbamos andando y a las
dos horas recogíamos a los niños.
Nos sentamos en una mesa y pedimos las cervezas. No había mucha gente así
que podríamos hablar discretamente pero tranquilos.
– Bueno, vamos al grano que no tenemos mucho tiempo, jajaja (dijo ella).
– Ostras, ¿y te gustó?
– No diré que me gustó, pero no me desagradó tanto como para si llegase el
momento poder hacer un “beso blanco” y disfrutar del momento. He vuelto a
probar mi semen alguna vez más y no pasa nada…
– Sí, menudo cabrón, jajaja. Oye, ¿y dices que visto eso en algún vídeo?
¿Dónde era, en internet?
– Sí, no hay mucha cosa…pero algo encontré. Si quieres ver alguna cosa me
dices y te lo mando por mail.
– Nooo, que solo tenemos un ordenador en casa y a ver si Paco o los niños lo
ven de casualidad…
– Mío propio no, Paco y yo compartimos el de casa y luego él tiene uno del
trabajo.
– Podrías crearte una cuenta, te mando las direcciones de los vídeos y si miras
la cuenta en “modo privado” y los vídeos también, nadie se dará cuenta.
– Mira que eres, jajaja. Lo de ir uno a casa del otro…no es mala idea, aunque
habría que tener muchísimo cuidado, ya que sin nada se puede montar una
bien gorda…
– Desde luego, no podemos arriesgarnos a que nos pillen y hay que ser muy
discretos, ya que, como dices, aunque no estemos haciendo nada, a ver como
se quedan tranquilos nuestros respectivos si nos pillan al uno en casa del
otro…
– Yo ya sabes que no trabajo (dijo María), así que cuando mejor me iría sería
a la mañana cuando los niños están en el cole y Paco en el taller, pero tú
trabajas a la mañana, no? A la tarde, desde las 15:00 horas que Paco se va al
trabajo y yo llego a casa de llevar los niños al cole hasta las 16:50 que voy a
buscarles también podría. Y luego está el rato del fútbol, que tendremos como
media hora para ir y volver y 1 hora y ½ mientras los niños entrenan. ¿Qué te
parece?
– Pues lo del rato del fútbol puede estar bien. Yo a las tardes puedo los lunes,
miércoles y viernes que Silvia va al gimnasio al mediodía. Desde las 15:00
hasta las 16:55 que voy a buscar a Fran (mi hijo) al cole tengo libre también.
Tenemos esos dos momentos. Ahora hay que ver en que casa quedar. Yo creo
que mi edificio al mediodía es bastante discreto. Más tarde, pues siempre
suele haber más follón.
– La mía por discreta lo que quieras, ya sabes que al ser unifamiliar…O sea
que como quieras.
– Hay que ver cual tiene mejor escapatoria en caso de urgencia, jajaja.
– Pues vale, ahí estaré. Si hay cualquier cosa nos mandamos un whatsapp y
borramos enseguida el mensaje, te parece?
– Sí.
El resto del día, el martes y el miércoles a la mañana lo pasé con los nervios a
flor de piel. Solo iba a enseñar unos vídeos, aunque pornos, a una amiga, pero
en el fondo sabía que de tener la oportunidad me tiraría como un loco a por
ella.
Por fin llegó el miércoles a las 15:00, y casi llegué antes a su casa que ella de
dejar a sus hijos en el cole.
A las 15:05 llamé a su casa y María me recibió con una de sus agradables
sonrisas y rápidamente pasé a su casa. Nos dimos dubitativamente dos besos y
fuimos hacia el ordenador. Me dijo que iba a tomarse un café y a ver si yo
también quería. Le dije que sí y ella fue a prepararlo. Mientras me señaló en
que habitación estaba el ordenador y que fuese encendiéndolo.
Cuando vino con los café el ordenador ya estaba encendido. Le enseñé como
se abría una página web privada y de ahí me metí en mi correo. Ahí tenía los
enlaces de los vídeos que quería enseñar a María.
– Para no perder el tiempo he escogido 4 que son bastante cortos, así puede
ver bien que es un “beso blanco”. Si quieres ver otra cosa, me lo dices.
– Podrías un día que Paco se corra coger un poco con un dedo y probar a ver
que te parece el semen. Igual luego le convences…
– Que va, para esas cosas es muy “macho” y no querría nunca. Además me da
mucha rabia lo que me dijo.
– Ya te entiendo.
– Eh, que tampoco te digo de que hagamos una locura…Solo que, mira, hay
una cosa que nos gustaría hacer a los dos y nuestras parejas no quieren. Pues
digo yo que ya somos mayorcitos y que la vida son dos días.
– A ver que tampoco se tiene que enterar nadie. Tampoco te digo que nos
veamos cada día, solo quitarnos el gusanillo.
– Yo tampoco a Silvia, pero esto tampoco creo que sea poner los cuernos, no
crees? Bueno, piénsalo sin prisas y ya hablaremos.
– Bueno, sabes qué, que tienes razón…Pocas fantasías que puedo realizar
pues una cosa que puedo…Cómo lo hacemos.
– Probar el semen sin más tampoco me hace gracia, no? Mejor un “beso
blanco”, aunque eso ya casi puede llamarse poner los cuernos.
– Jajaja, bueno, yo creo que lo justo sería que los dos nos masturbemos, no?
Intenté desnudarme con calma. Había que parecer tranquilo, aunque estaba
hecho un flan. Me desnudé y ahí estaba mi polla, algo morcillona y con
líquido pre-seminal.
– Pues tan frío, tan frío no estás, jajaja (se río María)
Al poco María volvió con un par de toallas. Las pusimos en los sofás y
después ella se quitó primero el tejano que llevaba y se quedó con la camiseta
que llevaba y unas braguitas, bueno, eso creía yo al principio que eran, ya que
cuando empezó a quitárselas vi que era un tanga. Uuuff, que morbazooo…!
Tenía todo el coñito depilado (más tarde me dijo que se lo había hecho hace
ya unos años con láser).
Tenía unos pechos medianos, bastante firmes todavía para una cuarentona y
con una areola y un pezón oscuros que contrastaban con su blanca piel. El
pezón era como un botoncito al que daban ganas de estirarlos con los dientes.
El verla totalmente desnuda, masturbándose y mirando excitada como yo lo
hacía empezó a ser demasiado para mi.
Bajé un poco el ritmo, aunque la excitación de ver a esa mujer de ensueño que
tantas veces había sido la protagonista de mis fantasías y mis pajas era
demasiado para estarme quieto sin tocarme.
Al cabo de poco ella me dijo que me masturbara con fuerza, que enseguida se
corría. Aceleré el ritmo y cuando ella dijo:
Yo también descargué todo lo que tenía dentro de mi. Sin duda la mejor paja
que me había hecho hasta entonces.
– Supongo que todo esto ha venido por eso, ¿no? Así que vamos allá. Pero
recuerda que tú tienes que meterte un poco en la boca, ¿vale?
Le enseñé mi mano derecha, con los restos de semen y me metí una porción
pequeña pero bastante espesa en la boca. Le hice señas para que se acercase y
ella vino. Que visión verla venir desnuda y con el brillo de la humedad de su
corrida todavía en su coño y en sus muslos. Se acercó a mi muy despacio,
mientras yo sacaba mi lengua. Ella acercó su cara a la mía y muy tímidamente
saco también la suya. Al hacer contacto nuestras lenguas mi polla dio un
pequeño bote. Ella recogió un poco de semen, lo saboreo, volvió a coger algo
más y repitió la acción.
– No está mal…(dijo).
Y entonces hizo algo que fue el detonante para lo que ambos tenemos ahora:
se agachó primero a mi vientre y con su lengua lamió mi estómago limpiando
todos los restos de semen que tenía. Pero no contenta con eso, agarró mi
verga, que aunque ya no estaba en su máximo esplendor todavía estaba algo
erecta, la lamió con la lengua y recogió de aquí también todo el semen. Hecho
eso acercó de nuevo su boca a la mía y nos fundimos en un beso apasionado,
mientras nuestras lenguas intercambiaban el espeso líquido de mi polla.
Estuvimos así un buen rato, mientras ambos aprovechábamos para tocar el
cuerpo del otro. Por primera vez pude acariciar su suave piel, su sensual
espalda, sus duras tetas, su redondo culo y el todavía húmedo coñito…Toda
ella era magnífica. Mientras tanto ella hacía lo mismo y no paraba de tocarme
con sus inquietas manos, y mi pene, que era consciente de ese extraño tacto de
nuevo se puso duro como una roca.
– Pues si nos damos prisa podemos repetirlo (eran las 16:20, teníamos media
hora), pero esta vez cambiaremos los papeles (dije esto aumentando la
intensidad de mi caricia en su vagina).
Ella entendió de inmediato que lo que yo quería era hacer un 69, y ambos
empezamos a hacer un buen trabajo bucal. Yo aproveché también para tantear
que le parecía que de vez en cuando le acariciase con la lengua y con algún
dedo su ano. Ella aumentó el sonido de sus gemidos.
– Mucho (gimió).
Ambos humedecimos un dedo con saliva (yo también se lo mojé con la lengua
y con lo flujos de su coño) y lo metimos en el ano del otro mientras ella seguía
chupándome la polla y yo su rajita. Estábamos los dos teniendo una de las
mejores experiencias sexuales que nunca habíamos tenido, por lo menos hasta
entonces.
Esta vez fue ella la que me preguntó si me faltaba mucho, que ella casi estaba.
Le dije que aumentase el ritmo que enseguida estaría.
Bien, ya acabo con el tocho. Como veis nos gusta el sexo sucio y algo duro.
He descubierto en María una bomba sexual con la que ser yo mismo y a ella le
pasa igual. Nos gustaría que nos escribieseis con vuestras opiniones,
experiencias similares, chicos y chicas a los que también les pone hacer cosas
como un Beso Blanco, por ejemplo. También si hay alguna chica, chico o
pareja que haya participado en un trío con una trans que nos contase su
experiencia, sobretodo si eran heteros antes del encuentro. Cualquier cosa que
deseéis contarnos, aquí estamos.
mariayjuandirty@gmail.com
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PROBLEMILLA DE MI HIJO
FOLLADA EN EL CINE
MI VECINA III
1. Semen en mi boca y en mi culo.
Julia Rdz(julia199204@hotmail.com) [ Sexo Anal ]
Fecha: 28-Feb-14
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Tiempo estimado de lectura: [ 12 min. ]
Sentí la cabeza de su verga en la entrada de mi culo. Por primera vez me la iban a meter por ahí. Mi
primera vez.
…Y aunque mi novio no lo supiera, me sentía mal por serle infiel. Debía compensarlo.
Llegó la noche. Me fui a la computadora con la excusa de hacer tarea. Haría tarea pero
también investigaría sobre sexo. Quería complacer a Rafa de una manera diferente.
Mi tía estaba en su cuarto viendo la novela. Mi hermana en nuestro cuarto, haciendo tareas.
Sabía que de un momento a otro podrían pasar por donde yo estaba. Debía tener cuidado.
Abrí el explorador. Nunca había usado la PC y el internet para otra cosa que no fuera ver
porno.
“Yo eso se lo hago, quiero hacerle otra cosa.”, pensé. Entró mi hermana a la sala y pasó
por un lado mío. Iba hacia la cocina. Tuve que minimizar la pantalla. Abrí otra página de
internet y me puse a buscar la tarea. Mi hermana tardó un poco más de 10 minutos. Regresó
al cuarto. Me dijo que dormiría.
Vi que eran casi las 10pm. Mi tía ya no tardaría en venir. No me arriesgué a seguir buscando,
me puse hacer la tarea. Y a los 10-15 minutos, entró mi tía.
-A mi casi no me gusta, pero a mi esposo le gusta darme por el culo. “Por el ¿culo?”
Eran muchos comentarios sobre esto. Tecleé: “Meterla por el culo” y “Probar semen”
En este momento fue cuando supe que se les llamaban “Sexo Oral” y “Sexo Anal”. Y no
mamadas y metidas por el culo como la gente decía en sus comentarios. Me empecé a
calentar leyendo. Me levanté y me fui a asegurar que mi tía y mi hermana estuvieran
durmiendo. Las dos estabas dormidas.
Regresé caliente a la PC. Abrí una página porno, y en el buscador de la página busqué
“Sexo Anal”. No abrí ninguno, solo veía las imágenes y la descripción. Busqué y busqué y
busqué… solo uno me llamo la atención, uno que decía en la descripción: “Swallow Anal”.
Abrí el video y esperé a que se cargara.
Mi calentura iba en aumento. Mi panochita estaba ardiendo. Deseaba tanto una verga. Pero
no podía ni masturbarme ahí donde estaba. Mi tía y mi hermana se iban a dar cuenta.
Puse el video. La actriz porno, como todas las actrices, estaba buenísima. Pechos grandes
y culo enorme. Y era hermosa. El actor era guapo y tenía una verga enorme y gruesa. El
tipo le empezó a mamar la panochita a la actriz. Imaginaba siendo yo la que recibía esa
lengua. Me mojé. Luego la actriz empezó a mamarle la verga. Metí uno de mis dedos a la
boca e imaginé que yo era la que estaba mamando esa verga. Luego el tipo se la empezó
a coger. Se todas las maneras posibles. Riquísimo.
Estaba ardiendo. Estuve tentada en hablarle a Víctor para que viniera a quitarme esta
calentura. Pero necesitaba calmarme.
Seguí con el video. El tipo la puso en 4 y la abrió. Le metió primero la lengua y luego un par
de dedos en el ano. Acomodó su verga en la entrada del ano. Empujó despacio. No
escuchaba sus gritos, pero podía ver su cara de dolor. La verga era enorme. Batalló en
entrar. “Lo bueno es que la verga de Rafa no es tan grande.”
Entró toda. Se empezó a mover despacio. Me imaginé el dolor que sentiría la mujer. Estuvo
un rato bombeando en su culo hasta que se detuvo. Sacó su verga despacio y con ella,
venia escurriendo el semen. Me gustó lo que vi.
Tecleé: “Sexo oral con swallow”. Abrí el primer video que salió. Todo el video se trató de que
la actriz le estaba mamando la verga al tipo. Al final, el actor apretó la cabeza de ella contra
su verga. Imaginé que se estaba viniendo en su boca. La mujer se sacó la verga y mostró a
la cámara el semen que tenía en su boca. Luego se lo tragó. Me dio un poco de asco, pero
lo iba hacer.
Sabía lo que iba hacer al siguiente día. Apagué la PC y me fui al cuarto, ardiendo. No dormí
por la excitación que tenia. Deseaba, con ansias, que ya amaneciera para poder coger con
Rafa. No supe a qué hora dormí, cuando abrí los ojos ya era de día.
16 FEBRERO 2007
Vi el reloj, eran las 7:00am. Era tarde para la escuela. No tenía planeado ir. Le hablaría a
Rafa para que viniera a la casa, y aquí cogeríamos toda la mañana.
Me bañe, me arreglé con un short y una blusa y almorcé. A las 9am le mandé un mensaje a
Rafa.
Respondió:
Arreglé los últimos detalles. Limpié mi ano y me lavé bien los dientes. El tiempo pasaba
lento. 15 minutos. Mi corazón latía de prisa, mi excitación aumentaba por cada segundo que
pasaba. Me imaginaba la verga de Rafa llenando mi boca de semen. Estaba mojada.
“Cúmpleme esto: ponte en 4 y espérame así para llegar y metértela. Sé que estas mojada,
no habrá necesidad de tocarte para prepararte.”
Se agachó, y sin dejar de bombearme, tomó mis pechos. Su ritmo bajó pero sentía más
placer con sus caricias. Me bombeó por 5 minutos. Siempre en 4, variando: se agachaba a
tocar mis pechos, me tomaba de los hombros o de las caderas. Tuve otros 4 orgasmos.
Me volteé y le di un beso.
-Y ¿También me vas a dejar metértela por el culo? –Y con una mano, agarró mis nalgas y
las abrió.
Su verga empezó a agarrar tamaño hasta que alcanzó el máximo. Me puse en 4 lista para
recibir por mi culo, la verga que tanto amaba.
-Espérame. –Le dije. Salí y me dirigí al cuarto de mi tía. Busqué y encontré aceite. Regresé.
–Toma. Aquí esta. –Le dije mientras le daba un beso.
De nuevo me puse en 4. Me llenó mi culo de aceite y sentía sus dedos que se metían. Sentía
rico. Un dedo, dos dedos, tres dedos. Me empezó a doler un poco. Solté un grito.
-Sin condón. Así hazlo. Y quiero que te vengas dentro. –Le dije.
Sentí la cabeza de su verga en la entrada de mi culo. Por primera vez me la iban a meter
por ahí. Mi primera vez. Empujó. Entró la cabeza. Sentí dolor. Solté un gemido.
Sentí que me mojaban, era aceite. Empujó un poco más y con más fuerza. Sentí que entró
un poco más. El dolor era inmenso.
La sacó un poquito y dejó de dolerme. Empezó a bombearme con lo poco que tenia dentro.
No dolía tanto después de todo. Se detuvo. Empujó y me la metió un poco más. Yo no me
dolió tanto. Seguía empujando. Ya no entraba.
-Entró la mitad. –Me dijo. –Nada mal para ser la primera vez.
No hablé. Esos últimos empujones me habían dolido. Estaba muy adolorida. Empezó a
bombear, despacio. Poco a poco el dolor desapareció y se convirtió en placer. Mis gritos
pasaron de ser de dolor a ser de placer.
Se salió de dentro de mí. Podía sentir como escurría el semen; salía de mi culo y seguía el
camino por mi panochita y caía en la cama.
Nos besamos.
Fui al baño. No podía caminar bien. Me dolía demasiado. Pero me sentía muy bien
mentalmente: le estaba cumpliendo a mi novio. Tomé papel y me limpié bien. Me miré en el
espejo y pensé: “Viene lo último, probar su lechita”.
-Primero ve y límpiate. –Le dije. No quería ni imaginarme a que sabría en esos momentos
su verga.
-Vamos a descansar un rato. –Me dijo. –Quiero disfrutar al máximo lo que me vas hacer.
Nos acostamos y no hablamos. Cerré mis ojos. A los 20 minutos me besó. Le regresé el
beso. Nos besamos. Se acomodó boca arriba. Le besé el cuello, bajé a su pecho, su
ombligo. En mis pechos sentía su verga ya erecta. Bajé, la vi y me la metí a la boca.
Tenía que hacer el mejor trabajo. Empecé con un mete y saca rápido, con mi lengua jugando
alrededor de su verga.
Me la saqué y empecé a pasar mi lengua por todo su palo. Me detenía en su cabeza y jugaba
un rato. Bajé a sus bolas y se las lamia mientras usaba mi mano para masturbarlo.
Salió el primer chorro de semen, cayó entre mi nariz y mi mejilla. Salió el segundo, cayó en
mi boca. Escuché la puerta del cuarto abrirse. Salió el tercero, cayó en mi boca, en mis
labios, en mi mejilla, y volteé a ver a la puerta y ahí estaba parada mi hermana, viéndonos.
Rafa se quiso agachar y cubrirse pero alcanzó a soltar un cuarto chorro de semen, que cayó
en mi pelo. Me volteé para que no me viera como estaba.
-Solo les quería avisar que ya viene mi tía. Para que terminen a gusto. –Nos dijo.
Salí y corrí al baño sin ver a mi hermana. Me di un baño rápido. Salí y no vi a Rafa por ningún
lado, se había ido. Entré al cuarto y me arreglé. Salí y fui con mi hermana.
Llegó mi tía y todo transcurrió normal. Solo que no atrevía a mirar a los ojos a mi hermana.
En la noche, me fui a dormir temprano, estaba apenada, cansada, adolorida. Escuché entrar
al cuarto a mi hermana. Me dijo:
Ese día era un sábado y había un partido de fútbol bastante especial., dos de
los equipos mas famosos se iban a enfrentar y ese era un evento que mi
querido esposo no se podía perder, así que ese día casi desde la mañana
comenzó a comprar algunas cervezas y botana, yo continué en mis labores
diarias como buena esposa, ya saben, hacer la comida el aseo y demás, pasado
el medio día mi esposo se sentó en la sala y encendió el televisor, yo pensé
que ese iba a ser un fin de semana tranquilo así que me fui a la recamara y me
acosté a hojear una revista, no llevaba mas de veinte minutos así, cuando
recibí un mensaje, era marcos
No pensé que marcos me fuera a enviar un mensaje en ese día, ya que al igual
que mi esposo, era seguidor del fútbol, pero conociéndolo podía esperar
cualquier cosa,
-si, me dijo que le gustado mucha la mamadita que le diste, que eres toda una
experta, mamadora….
-lizette, mi amigo y yo tenemos una idea un tanto alocada, pero creo que la
podrás complacer, nada mas es cuestión de convencer a tu marido de que nos
deje entrar a tu casa, y de eso nos encargamos nosotros, vete preparando.
De verdad marcos era todo un cabron, sabía bien que mi esposo en cualquier
momento saldría por una cerveza y como la anterior vez, lo iba a convencer.,
no había terminado de leer el mensaje, cuando mi esposo me grito desde abajo
No le podía decir que no saliera o que dejara de ver el fútbol, para él era casi
imposible eso, así que no me quedo de otra mas que decirle,
– ok, no te tardes,
Solo quedaba esperar, a ver con que salía el cabron de marcos y su amigo,
rápidamente me cambie y me puse unos leggins negros, unos zapatos de tacon
y una playera algo ajustada y espero el mensaje de marcos, el cual no tarda en
llegar.
– lizette, tráeme dos vasos para servirles al vecino y su amigo, y un plato para
las botanas por favor mi amor….
Me quede en la cocina mientras los tres se iban a la sala, tome los vasos el
plato y me fui hacia la sala, y los puse sobre la mesa de centro, y me senté al
lado de mi esposo, quien empezó a destapar las cervezas y nos fue sirviendo a
todos, a los pocos minutos el partido comenzó, yo solo los escuchaba quejarse
de los jugadores y del arbitro, mientras que ellos o al menos mi esposo no
apartaba la vista del televisor, sabia bien que marcos y su amigo no estaban
tan embebidos como mi esposo, ellos solo esperaban la oportunidad para
hacer de las suyas conmigo, así que solo me quedaba esperar, y no fue mucho,
ya que a los pocos minutos mi esposo se levanto al baño dejándome a solas
con ellos dos, los cuales no tardaron en escuchar cerrarse la puerta del baño
para que de inmediato se me acercaran, y en voz baja me dijeron
– no marcos no seas necio, como crees que voy a hacerlo, con mi esposo
aquí..!!!
Ambos chicos se vieron uno a otro y después los dos voltearon a ver el plato
de botanas
Marcos sin decir nada, abrió el anaquel de los platos y saco dos platos
pequeño y escogió uno un poco mas hondo para mi, después me dijo
Abrió la bolsa y comenzó a vaciar alguna tostadas sobre los dos primeros
tazones, les echo queso y metió uno al microondas
– no que noooo..si eres bien puta, si bien que sabes como ponerme la verga
bien parada..
-tienes que terminar lo mas rápido putita, por que no lo intentas con la boca es
tu especialidad no,
Sujete su verga con una mano y la dirigí hacia el tazón y de inmediato cinco
grandes chorros de semen inundaron el fondo del tazón,
– claro putita, no sabes lo caliente que me pone saber que de nuevo me vas a
mamar la verga, con tu marido a unos metros de ti…jajajajajaja
Le volví a decir que se callara, que mi esposo se iba a dar cuenta, tome su
tazón y lo metí al microondas, después el se acerco a mi y tomándome del
cabello, me obligo a hincarme frente a el, después bajo su cierre y saco su
verga poniéndomela frente al rostro, mientras me decía,
-sabes como me gusta que me la chupes, así que tu solo abre la boca, putita
Tenía razón así que me deje hacer, una vez así, el comenzó a mover su pelvis
de atrás hacia adelante, cada vez que me la metía en mi boca me decía que
moviera mi lengua y después de unos segundos la volvía a sacar y de nuevo la
metía por completo y volvía a pasar mi lengua alrededor de su pene
Tome el tazón con una mano y con la otra tome su verga apuntándola hacía el
tazón y en un segundo tres chorros de semen cayeron en el fondo del tazón,
Comencé a pasar su verga por el filo del tazón tratando de que no cayera ni
una gota al suelo, después me soltó del cabello se retiro de mi y me dijo,
– vamos lizette, si bien que te esta gustando, en cuanto te los acabes nos
vamos, ok
No tenía de otra así que solo acepté y los dos se volvieron a sentar, mi marido
salio del baño y volvió a sentarse a mi lado, ni sospechaba lo que yo estaba
pasando, así que para terminar rápido esto, comencé a tomar de a dos en dos
las tostadas y como podía me las iba pasando, el sabor del semen ya estaba
bien impregnado en mi boca no quería ni hablar, solo masticaba por pura
inercia, hasta que me los termine por completo, me disponía a levantarme
cuando mi marido voltio a verme y me dijo,
– pensé que no te habían gustado tus nachos,
Solo le sonreí y pase mi dedo por todo el fondo del tazón, para después
llevármelo a la boca, y tragarme el resto del semen, mi marido me sonrió y se
volvió a voltear, pobre tonto, no sabía que lo que me estaba comiendo era el
semen de los dos hombres que estaban a su lado, yo me levante lo mas rápido
que pude y me fui a la cocina, deje el tazón en el fregadero y me fui al baño,
el sabor del semen era mucho, me enjuague y lave los dientes durante un buen
rato, para cuando Salí ya estaba el escombrando la sala, marcos y su amigo se
habían marchado, después de levantar todo mi marido se fue a dormir un rato
y yo me quede en la cocina lavando los trastes, en esas estaba cuando recibí
un mensaje,
– que bien lo hiciste lizette, mamaste y te tragaste el semen como toda una
campeona, después nos veremos putita…
enseña cómo debo tomarme todo su semen, como tengo que tragarme toda la lechita como una
beba buena
Mi novio me enseña cómo debo tomarme todo su
semen, como tengo que tragarme toda la lechita
como una beba buena
HETERO: GENERAL ON 13 JUNIO, 2017
Eran las 4 y algo de una madrugada fresca, cuando me desperté por unos
timbrazos urgentes. Mis padres se habían quedado en lo de mis abuelos, y mi
novio salía con sus amigos. No tengo hermanos, y mis primos viven en otra
provincia. Por eso, salvo que sea una emergencia, no entendía qué pudo haber
pasado.
Pero cuando abrí la puerta del dormitorio reconocí la voz de mi novio que
gritaba.
Yo estaba con una remera larga y descalza, ya que como no lo esperaba solo
dormía sin ropa interior, como más me gusta.
¡sos un pelotudo Nico, mirá si los vecinos hacen bardo, o si estaban mis
viejos… no podés tomar así forro, estás en pedo man… solo tomaste alcohol?,
le decía mientras él trataba de callarme, o al menos de que hable más bajo. Me
dijo que tomó mucha birra, que se dio un saque y que se le partía la cabeza.
No duró nada de pie. En cuanto se sentó en el sillón fui a la cocina para traerle
algo de tomar. En ese momento me re maquiné tratando de entender por qué
estaba tan sensible. ¡si me cagó con una pendeja en el boliche lo reviento!
Pero todo se disipó cuando volví al living. El turro estaba con el pantalón en
los tobillos, el bóxer en las rodillas y la poronga en la mano. Recién ahí me
miró bien a los ojos mientras se pajeaba re cebado.
¡vení Mica, sentate al lado mío que te voy a dar un regalo nena, si nadie te
ama como yo!, balbuceó con dificultad, con la voz pastosa y la respiración en
jacke. Lo hice algo confundida, y me agarró la mano para que le sobe la pija.
Estaba tan rígida, hinchada y con tanto juguito que pensé que no iba a
demorar en ensuciarme la mano.
¡dale Mica, ahora chupame la pija nena, quiero que mi novia me haga un rico
petizo!, dijo apenas le toqué los huevos.
Le puse cara de asco, y creo que hasta de odio. Lo hablamos muchas veces, y
él sabía de sobra que me da cosa chuparla. Pero esa vez sentí ganas de
hacerlo, y más cuando notaba que su erección iba en aumento. Me agaché y le
di unos chuponcitos a su tronco, y luego le trancé la cabecita de la chota y me
enamoré del sabor de su presemen.
Además escucharlo decir: ¡así chiquita, lamela más, toda toda, metela en tu
boquita, escupí mi amor, ganate mi lechita zorra, bien puta te quiero!, hacía
que me moje como nunca. De hecho, llegué a mojar un poco el sillón con mis
flujos, puesto que mientras se la chupaba con cariño y calentura, yo frotaba mi
cola y mi vulva en el almohadón.
Pero de repente se quitó el pantalón para revolearlo. Casi hace mierda los
floreros de una mesita ratona! Me levantó de los brazos y me arrodilló en el
piso mientras me ladraba:
¡así no pendeja chupapija, ahora te vas a tomar la leche como una bebita
buena, si a todas les gusta chupar la verga, y coger como putas, y que les
peguen unas buenas culeadas, o no Mica?!
Desde entonces su pija entró en mi boca, y por más que forcejeara por
rezagarme, me empezó a coger la boca re sacado, mientras me amasaba las
gomas y me prohibía tocarme la concha.
Por momentos presionaba mi cuello, hacía como si me sonara los mocos con
su pija cerca de mi campanilla, y me pedía que lo pajee con las tetas. De esa
forma me daba una tregua para renovar mi oxígeno. Yo me moría por colarme
un dedo en la vagina, pero tenía que conformarme con abrir y cerrar las
piernas, como si aplaudiera con ellas, y creo que gracias a esa loca fricción
tuve un orgasmo.
Sentí como si una descarga sísmica se instalara desde mi culo hasta el fondo
de mi sexo, y no era capaz de resistirme a nada de lo que mi novio me hiciera.
Pronto me arrodilló sobre el sillón para darme unos chirlos en la cola, con las
manos y su pija hermosa, y enseguida me acostó para garcharme la boca con
mayor determinación.
¡chupá guacha, mamala toda cochina, dale que ya me viene la leche, quiero
que siempre seas mi petera, todo el día turrita!, decía antes de que todos los
temblores de su cuerpo se suelten al fin del equilibrio que lo mantenía de pie.
Justo me había sacado la pija de la boca para lengüetearle las bolas, cuando
me arranca el pelo y me abre los labios con 2 dedos para calzar su pija entre
ellos.
Casi se me cae encima mientras brotaba más y más semen de su precioso
glande colorado, y él jadeaba apretando los dientes. Sólo se le entendía:
¡tragala toda guachita, comete mi pija!
Fue tanta la cantidad que me salía hasta por la nariz. Apenas vi que la pija le
quedaba colgando y abandonaba poco a poco su firmeza, saqué la lengua para
saborear las gotas que había en mis labios. Me ardía algo la garganta, pero
estaba como en un trance divino con el sabor de la leche de mi macho
recorriendo mi paladar.
Lo miré bien, y tenía leche en las piernas, la panza y hasta en el piso, ya que
cayeron algunas gotas. Me arrodillé de nuevo y le lamí todo entre besos
cargados de lujuria, mordiditas, lamidas y una pequeña mamadita a su verga.
Hasta le pasé la lengua al piso de lo caliente y mojada que estaba.
Ahora estaba necesitada de hacerlo. Desde ese día no hay noche que no se la
mame a mi novio. Me vuelve loca tener toda su lechita en la boca, degustarla
y escupírmela en las manos para untarla en mis gomas o en mi cara, y
pedírsela con la mejor voz de putita que la calentura me inspire. No aguanto
un segundo desde que mi novio llega que ya le meto una mano adentro de su
bóxer. Me encanta pajearlo y chupársela recién cuando está por explotar.
El problema es que tampoco puedo dejar de mirarle los bultos a los tipos que
pasan por la calle. Me imagino el olor y el sabor de sus lechitas, y quiero
abalanzarme sobre ellos para petearlos como una bebita buena, como me dice
mi novio. No puedo pensar en otra cosa que no sea en chupar pijas, y aunque
mi novio no lo sabrá nunca, necesito probar más leche. Ando hecha una
calentona, y ahora, cada vez que viajo en colectivo y está lleno les re apoyo el
culo en los paquetes a los tipos que puedo encontrar, y como últimamente me
urge andar sin ropa interior, hasta me dejo llevar por el orgasmo y me acabo
entera en medio de las franeleadas de mi cola y la dureza que desciende de
esos hombres. ¡espero alguna vez animarme a chupar una rica pija en el
colectivo! Aunque mi novio siempre me da su lechita cuando quiero, a veces
siento que no me alcanza, y quiero más! fin
Como probar tu propio semen solucion
castinita
4 de enero de 2010 a las :11Última respuesta: 21 de abril a las 1:05
A mi tambien me pasaba eso de querer querer pero cuando me corria se me iban las
ganas pero asi si que lo puedes hacer. ASEGURADO AL 90%
Ahi va; lo que tienes que hacer es masturbarte y 1 segundo antes de tener
el orgasmo no quites la mano pero para de moverla,
es decir, deja de masturbarte de forma que al quedarte muy cerca te correras pero no
tendras orgasmo por lo que tu excitacion casi no bajara.
despues, ya sabes lo que tienes que hacer con la mano que tienes "humeda".
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carlos2516
22 de abril de 2010 a las 23:26
Posicinandote correctamente
Yo ya lo intente y si lo logré, recostado empece a masturbarme y cuando estaba ya
cerca de correrme subi los pies hacia arriba recargandolos en la cabecera de la cama
de tal forma que mi pene quedó frente a mi cara y me segui masturbando hasta
eyacular logrando que cayera en mi boca, el sabor no me desagrado, es mas bien
parecido al de una yema de huevo crudo aunque un poco mas astringente y te queda
una sensación de rechinido en los dientes y el sabor queda en la boca unos minutos,
quisa esto no podra lograrlo alguien que no tenga ni la mas minima flexibilidad, para
lo cual siempre queda la opción de eyacular en un recipiente o mano y luego
llevartelo a la boca, aunque supongo que la consistencia, sabor y textura variaria
inmediatamente ya que el semen cuaja casí inmediatamente al aire libre y a baja
temperatura según que tan espeso eyacules. Es buena opción para experimentar lo
que pedimos algunos hombres que haga nuestra pareja de tragar nuestro semen
22 likesMe gusta Contestar
cristiano5720
29 de julio de 2015 a las 12:29
Riquisimo
Gracias amigo me sirvio completamente tu consejo y sabe riquisimo es increible la
sensacion dentro de mi boca no quise tragar todo solo un poquito para los que
quieran hacer es un buen consejo de ... madre estoy ahora
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javier35-
16 de mayo de 2018 a las 10:11
Yo cuando me masturbo eyaculo en un vaso pequeño y he estado años sin probar mi
propio semen hasta que hace un par de semanas decidi hacerlo y me sorprendi de lo
bueno que estaba, ahora siempre que me masturbo me lo bebo y a veces le añado un
chorrito de agua y...oh my god que sabrosura os lo recomiendo. Me arrepiento de
haber desaprovechado tanto mi semen pero bueno mas vale tarde que nunca
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manuelperry12yt
27 de junio de 2018 a las 4:45
En respuesta a castinita
A mi tambien me pasaba eso de querer querer pero cuando me corria se me iban las ganas pero
asi si que lo puedes hacer. ASEGURADO AL 90%
Ahi va; lo que tienes que hacer es masturbarte y 1 segundo antes de tener el orgasmo no quites
la mano pero para de moverla,
es decir, deja de masturbarte de forma que al quedarte muy cerca te correras pero no tendras
orgasmo por lo que tu excitacion casi no bajara.
despues, ya sabes lo que tienes que hacer con la mano que tienes "humeda".
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Yo no necesito nada de esto, porque yo si puedo hacerme sexo oral gracias a 2
ventajas que tengo: 1- Soy muy flexible y 2- Tengo el pene muy grande. (largo y
grueso) :vAsí que eso de tragarme mi propio semen es muy facil para mi, de hecho
ayer lo hice y como siempre pude chuparme todo el pene, desde el tronco hasta la
punta (tengo garganta profunda xd y pene grande :v y soy muy nalgon, pero eso no
va con el tema xd) y despues de eso eyacule un monton de semen en mi boca y me
lo trage todo. (Me quede con la boca en mi pene hasta que acabe de eyacular todo
adentro de mi boca para que todo entrara y no dejara evidencias xd) Después de
probarlo te queda como el sabor, y depende de lo que comas, así sabrá..por ejemplo
como dicen si comes piña, va a saber más dulce y ya lo intente y funciono. Y supo
muy dulce, así que los que sean como yo, tenemos mucha suerte de poder
hacérnoslo nosotros mismo si no tenemos pareja y aun así teniendo! :V XD
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manuelperry12yt
27 de junio de 2018 a las 4:48
En respuesta a carlos2516
Posicinandote correctamente
Yo ya lo intente y si lo logré, recostado empece a masturbarme y cuando estaba ya cerca de
correrme subi los pies hacia arriba recargandolos en la cabecera de la cama de tal forma que mi
pene quedó frente a mi cara y me segui masturbando hasta eyacular logrando que cayera en mi
boca, el sabor no me desagrado, es mas bien parecido al de una yema de huevo crudo aunque un
poco mas astringente y te queda una sensación de rechinido en los dientes y el sabor queda en la
boca unos minutos, quisa esto no podra lograrlo alguien que no tenga ni la mas minima
flexibilidad, para lo cual siempre queda la opción de eyacular en un recipiente o mano y luego
llevartelo a la boca, aunque supongo que la consistencia, sabor y textura variaria
inmediatamente ya que el semen cuaja casí inmediatamente al aire libre y a baja temperatura
según que tan espeso eyacules. Es buena opción para experimentar lo que pedimos algunos
hombres que haga nuestra pareja de tragar nuestro semen
Leer más
¡Yo hacia lo mismo pero ya no! :v (lee mi comentario para saber la razón xd)
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bonitacuenta37
7 de marzo a las 21:19
El sabor del semen varia, en los actores porno para hacer mas agradable el sabor del
semen comen mucha fruta que segun se, le da un buen sabor, tambien he investigado
que si comes cosas demasiada con aceite, el sabor del semen no es tan bueno, bueno
chicos, si quieren probar esto, lo mejor es tener una semana entera de comer frutas,
que digamos es la dieta de los actores porno(de las mujeres no hay tanto problema,
aunque si creo que utilizan drogas algunas para soportar estas faenas duras), y huola
a disfrutar, tambien es convenienete esperar una semana para que la cantidad del
semen sea abundante, no es lo mismo un chorrito a una gran cantidad que en
terminos generales a las mujeres nos super encanta, mas que el tamano, si creo que
la abundancia de este liquido es importante, claro si es que la mujer es abierta a estas
experiencias, a si, en el hombre no hay problemas, solo intentar asi, y listo sin
problemas, a sus damas si importante que antes del sexo que sea abundante, incluso
pudieras simular antes, con yoghurt sobre todo, y si lo quieres mas excitante, puedes
poner dos o tres platanos con yoghurt, del cual es la sugerencia cuando las mujeres
no pueden ser llenadas por uno solo, y asi, hasta que esta se desmaye de sexo, segun
la preferencia, bueno es el consejo que yo creo doy por aca. Saludos.
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jujulin
29 de enero de 2014 a las 1:57
Jejej
pues la verdad en el primer intento no lo logro jaja me costo abrir mi boca y
recibirlo ..creo q me anime por darle el gusto a ella ya q como vos decis si ustedes se
lo tragan porq nosotros no podemos ..y no me siento gay por hacer eso simplemente
cumpli su fantacia la verdad q no esta tan mal jjajajaja
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lorenag1985
29 de enero de 2014 a las 23:38
Estubiste muy exitante cuando empesaste a cojer
A mi lo que me pone loquita son los hombres con diccionario.
Yo no trago ni loca, pero si viera a un chico tragarse su propia lechita, creo que me
daria un ataque de risa tremendo... a ver si me ahogo y termino en el hospital,
aunque no haya tragado nada.
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1. Sorpresa de mi esposo con fantasías incluidas.
la viciosa(Bernarda3000@hotmail.com) [ Orgías ]
Fecha: 06-Oct-17
Accesos: 49.963
Valoración media:
Tiempo estimado de lectura: [ 34 min. ]
Habíamos pasado unos meses tranquilos, tomamos un descanso de la cogedera con otros y nos
dedicamos a nosotros. Salida los viernes y luego de disfrutar tragos y bailar, terminábamos en un hotel
cogiendo de lo lindo.
Hola mis íntimos lectores. Por fin voy con una historia de las mías. Quiero agradecerles a
todos aquellos que han leído mis relatos, por los buenos comentarios que me mandan. ¡Y
LAS FOTOS DE SUS VERGAS UUFFFF! La verdad es difícil escoger una porque todas se
ven riquísimas, y las que mandan bañadas en leche por mí, son las que más me encantan.
Quiero por favor pedirle que no pierdan su tiempo pidiendo otro tipo de medio para
comunicarme con ustedes. Solo usare esta vía. No hay Whatsapp, número de teléfono u
otro medio para comunicarse conmigo, le pido disculpas por eso pero ya he explicado mis
motivos en otras ocasiones, pero igual les digo que para mi todos tienen el mismo derecho
y sería injusto tener más comunicación con unos y otros no, además esto me ha acarreado
problema con algunos y la verdad no quiero entrar en mucho detalle, también es poco el
tiempo que tengo para compartir con ustedes por este medio, entonces ¿se imaginarían si
tuviera que atenderlos por otros correos?
No quiero extenderme más con esto así que entremos en la materia que interesa. La historia.
Como en otras ocasiones, colocare el final de mi último relato para que lleven la continuidad.
─¡el cabron me daba como un desesperado! ¡Creo que si fuese por él, aun me estaría dando
verga por el culo!
─¿te gusta coger mi culo recién cogido? ¡Bien abierto para ti amor!
─¡si mi vida, se siente muy bien, abierto y mojado de leche para mí!
─¡OUHH RICO PAPI! ¡Pero yo quería más verga! ¡Quería sentir tu verga dura en mi culo!
Las palabras morbosas, nos pusieron a mil y estallamos juntos en un fulminante orgasmo.
─¡OOYY! ¡Si papi, así, dame toda tu descarga en el culo, bátela junto con la del ingeniero!
¡Me gusta sentirme así! ¡Repleta de semen por todos mis agujeros y de diferentes machos!
¡AAAAAHHHHHH!
Nos abrazamos, nos dimos un largo beso de lengua y ya satisfechos de sexo, nos
dispusimos a dormir la resaca.
Habíamos pasado unos meses tranquilos, tomamos un descanso de la cogedera con otros
y nos dedicamos a nosotros. Salida los viernes y luego de disfrutar tragos y bailar,
terminábamos en un hotel cogiendo de lo lindo.
─ ¡hola negro… aquí aburrida! Ya termine todo el papeleo y estoy viendo unas revistas para
pasar el rato.
─ ¡sí, yo también me voy temprano… es una sorpresa! Lleva algo para picar que yo llevo la
bebida ─.Se despidió con un beso y colgó.
Llegue a la casa como a la una, barrí, puse un poco de orden en todo y me dispuse a
preparar lo que había traído para compartir. Mi esposo tiene algunos amigos que
desaparecen por temporada y luego aparecen como paracaidistas, y pensaba que este era
uno de esos casos.
─pasa adelante, (mi nombre) ya debe haber llegado.─ Y me llama─, negra llegamos.
Salgo de la cocina a recibirlos y… ¡sorpresa! Era el compadre quien venía con mi esposo,
nos dimos un fuerte abraso y un beso en la mejilla como saludo.
Pasamos todos a la cocina y nos pusimos a hablar y a ponernos al día con los
acontecimientos, mi esposo preparo los tragos y brindamos. La conversación se extendió
hasta que llego al momento de su visita. Ya mi esposo lo sabia así que él me conto todo
directo a mi mientras mi esposo preparaba algo más de canapés y los tragos.
La conversación fue larga, pero yo les hare referencia a lo más importante. Después de la
separación, el tenia contacto con su esposa vía telefónica, y ella lo citó para que hablaran
de su situación y ver si mejoraban.
A mí me dio mucha alegría por él, y lo anime a que resultara todo bien. Estuvimos charlando
un buen rato hasta que se acabo la botella. Ya eran como las seis de la tarde y el nos dijo
que se marchaba a hablar con su esposa.
Nos despedimos con un abrazo y un beso al igual que como cuando llego. Mi esposo me
dio un beso en la boca y me dijo que lo acompañaría hasta el metro, y se fueron los dos.
Yo lave y acomode los trastos. Mientras esta fregando, me puse a pensar en la charla con
el compadre y de pronto… me empezaron a llegar imágenes pecaminosas de las cosas que
había hecho con el compadre, mi cuca se humedeció automáticamente y me dio un calorcillo
rico.
Mi esposo tendría que apagarme ese fuego que estaba encendiéndose entre mis piernas,
así que fui al closet, tome mi toalla y la máquina de afeitar para prepararme para cuando
llegara.
Mi closet tiene una distribución muy particular, es un pequeño cuarto con dos gabinetes de
cinco gavetas a ambos lados y al final unas repisas. Por la altura de los gabinetes y su
separación, es nuestro sitio predilecto para coger, les explicó porque: por la altura, cuando
yo me siento en uno de los gabinetes, mi cuca y mi culo quedan a la altura perfecta para ser
penetrados sin necesidad de agacharse o levantarse, y como el otro gabinete está cerca, yo
levanto las piernas y apoyo en el otro quedando mi esposo entre mis piernas y como les
dije, la verga me hace disfrutar por donde quiera entrar. Así que cogemos muy seguido allí,
y en algunas ocasiones cuando estamos en alguna reunión familiar en casa, nos
desaparecemos y echamos un rapidin ahí escondidos. Les hago mención de esto porque
una de mis fantasías tiene que ver con eso.
Antes de entrar a bañarme, llamo a mi esposo y le digo que traiga algo de beber para
continuar la fiesta. Me acicalo, luego me perfumo con una crema de olor a albaricoques, la
uso desde hace algunos años porque a mi esposo lo vuelve loco esa fragancia, y otros me
han comentado que huele riquísimo. Me coloco mi babydoll rosado de tela transparente al
igual que el hilo.
Cuando ya estaba lista repare en que mi esposo se había demorado considerablemente, así
que lo llame para ver donde estaba y me dijo que ya venía en camino, que pasaba a comprar
las bebidas y subía.
Para ponerme en ambiente coloque una película porno de las que me gustan (gangbang) y
comencé a frotarme el coño, me mantenía excitada pero yo llegaba a acabar, me detenía
cuando venia el orgasmo y esperaba un rato a que se calmara mi coño y comenzaba de
nuevo.
Así estaba, cuando escucho la puerta y pensé “ya llego, lo voy a esperar así para que se
deleite con el espectáculo”. Me recuesto un poco, me abro los labios vaginales lo mas que
pude y me meto dos dedos, me doy despacio, y relamo mis labios lentamente. “baya visión
iba tener mi esposo cuando entrara”
Entra mi esposo, mejor sorpresa no podía tener. Mi coño totalmente abierto, chorreando
flujos y dos de mis dedos entrando y saliendo lentamente de él. Pongo mi cara de puta.
─ ¿te gusta?
Fue una sorpresa para él, y para mi también porque detrás de él, venia el compadre también.
Nos miramos los tres, yo seguí en lo mío, pero la sorpresa me cortó un poco, y no es que el
compadre no me hubiera visto tocándome antes, pero no lo esperaba y eso me dejo un poco
fría.
─disculpa amor no pensé que estabas ocupada… pero ya nos vamos para la sala.
─no… tranquilo cielo, yo te estaba esperando así.─ le digo y lo empujo hacia abajo, directo
a mi cuca y le digo…─mámamela.
─estoy toda mojada y caliente.─ le decía, me apretaba las tetas y no dejaba de verlo a los
ojos para no perder detalle de lo que hacía.
─lo que pasa es que me puse a pensar y no quería llegar bebido delante de mi esposa y
hablar así, ella a lo mejor pensaría que no la estoy tomando en serio.
─si... tienes razón, si fuese yo, me molestaría mucho créelo.─ luego el me dijo algo que me
dio como un escalofrió por la columna.
─estuve hablando un rato con el compadre y él me dijo que mejor pasara la noche aquí y
mañana temprano hablara con ella.
─ ¡jajajajaja! Si nos paramos en la licorería y bueno era una, pero tú sabes cómo es eso.
Mientras me hablaba, el acariciaba mis piernas así como quien no quiere la cosa, y esa
mano ya me estaba erizando el cuerpo otra vez.
Con esa imagen en la mente. Ya sabía lo que quería hacer esa noche. Note que mi esposo
se estaba demorando más de lo debido en el baño y me imagine que el zorro me estaba
dejando a solas con el compadre para ver si comenzábamos la fiesta. Así que me levante,
me recosté de la pared… y cuando mi esposo salió del baño le obsequie un espectáculo
diferente.
Estaba yo allí recostada de la pared, con la cintura arqueada hacia atrás y mi compadre de
rodillas detrás de mí, me daba una mamada en el culo que me tenía en la gloria. Tenía mis
nalgas separadas con sus manos y mi hilito descansaba en una de mis nalgas. Recorría
toda la zona con su lengua. Me lamia todo lo que era la raja del culo y luego iba a mi esfínter
y se afianzaba en pasar su lengua.
Yo oscilaba mis caderas lentamente como si estuviera clavada en una verga, cuando mi
esposo pasa a un lado, se pone delante de mí y dándome un beso de lengua me dice.
─ ¡hay sii amor! ─yo estaba desesperada así que le digo. ─ Anda métemelo, ─pero mi
esposo me dijo.
Me seguía dando besos de lengua, y luego saco mis tetas y comenzó a mamármelas,
alternaba mis tetas y mi boca. Con ese servicio que me estaban dando.
Esto fue el coronamiento para terminar de sacarme lo que quedaba del orgasmo en mi
cuerpo. Mis piernas flaquearon y caí sentada sobre el compadre.
Lo bueno de que mi madre la cuidara seguido, era que la niña estaba muy apegada a ella y
entonces cuando se despertaba lidiosa, empezaba a llamar a la abuela y teníamos que
llevársela para que se quedara tranquila. Así que me cambie de ropa y subí a casa de mi
mama a dejarla.
─ hay mama nosotros solo salimos para desestresarnos, y es solo un rato si no llegamos
mañana temprano.
Dicho esto, ella se fue con la niña al cuarto y yo le di un beso de buenas noches y me
despedí de mi madre. Al llegar a casa, les conté a los chicos lo que había hablado con mi
madre, así que decidimos acomodar todo para que no supieran que estábamos en casa.
Fuimos al cuarto por unas cobijas y las guindamos en las cortinas y la puerta, por si
prendíamos la luz, no se notara desde afuera. Luego movimos el mueble hacia la puerta y
en su lugar colocamos el colchón, era la zona más retirada de la puerta, así que si
hablábamos bajo y yo no gemía tan duro, nadie nos escucharía.
Nos quedamos en la sala para estar más cómodos, destapamos unas cervezas, ellos se
quitaron la ropa y yo fui al cuarto para ponerme lo que tenía anteriormente. Como ya estaba
más centrada, decidí que disfrutaría la situación al máximo y tratar de cumplir mis fantasías
y curiosidades más perversas. Mi primera fantasía: yo siempre había querido saber, lo que
se sentía estar sentada en medio de dos hombres y que estos te acariciaran y mamaran los
senos al mismo tiempo.
Así que los tome de las manos y los lleve hasta el mueble.
─ ¡siéntense allí! Les voy a decir una cosa. Yo voy a disfrutar esto al máximo, así que
cualquier cosa que pida me la tienen que cumplir. ¿De acuerdo?
─ Cielo yo jamás te pediría eso, y créeme tengo suficientes agujeros para que esas vergas
disfruten dentro de mí.
─ quiero que me acaricien toda, los dos a la vez y me mamen las tetas.
Ellos no se hicieron de rogar, y comenzaron a meterte mano por todos lados, mientras yo
tome un pene en cada mano y comencé a masturbarlos lentamente. Se turnaban para
meterme mano en la cuca, pero luego uno comenzó a meterme los dedos mientras el otro
me masturbaba el clítoris.
No sé cuál de los dos hacia cada cosa y eso era lo más morboso. Luego bajaron y cada uno
se apodero de un seno y comenzaron a mamar.
Me masturbaban y mamaban mis tetas, era demasiado rico, así que acelere la masturbada
en sus miembros que a estas alturas estaban bien duros entre mis manos.
Abajo en mi cuca, ellos se intercambiaban para meterme dedos, hasta que uno de los dos
tomo la iniciativa y se fue con sus dedos hasta mi culo y me los fue enterrando despacio
pero hasta el fondo.
Ahora si estaba completa, dedos en mi coño, dedos en mi culo, uno comiéndome la boca y
el otro las tetas.
Todo este manoseo tuvo sus frutos y acabe pegando gemidos fuertes dentro de la boca del
compadre.
─ ¡MMMMM! Chúpame los labios, ─ le decía al compadre, y luego metía mi boca dentro de
sus labios para gemir sin que me oyeran.
Nos quedamos tranquilos un rato para dejarme reponerme, destapamos otras cervezas y
acondicionamos bien el sitio donde seguiríamos las sesión… ¿Cuál? ¡El colchón por puesto!
Decidimos no encender la luz, en su lugar tomamos la lámpara de la mesa del computador
y la dirigimos hacia el colchón, como tiene un protector para dirigir la luz, era perfecta porque
iluminaba todo el lugar donde queríamos sin que la luz se fuese en otras direcciones.
Yo quería desnudarme toda, pero ellos botaron porque me quedara con el babydoll porque
me veía más putona. Terminamos las cervezas. Ya era hora de seguir experimentando. (Mi
segunda fantasía). Los puse uno al lado del otro frente al colchón, me arrodille sobre él con
los dos güevos frente a mi cara, y comienzo a mamarlos alterándolos.
Ya era el momento de cumplir la fantasía, así que tome las dos vergas juntas, abrí la boca
todo lo que pude y la metí las dos juntas hasta mi garganta. La sensación era exquisita,
siempre quise saber que se sentía y ya estaba satisfaciendo mi curiosidad.
Estuve mamándolos un rato y alternaba la mamada. Los metían los dos juntos, los chupaba
con fuerza dentro de mi boca, les pasaba la lengua por ambos glandes y luego los sacaba
y los mamaba por turno.
Aunque quería que acabaran en mi boca, no fue así, ellos tenían la intención de depositar
su semen en otros de mis agujeros. Se separaron y mi esposo le dijo al compadre que se
acostara en el colchón. Aunque pensé que yo llevaría la batuta, no fue así, mi esposo se
encargo toda la noche de decirnos como y que haríamos. Salvo algunas variantes que yo
sugería, siempre fue él como el macho alfa, el que se encargó de guiarnos.
Ya el compadre estaba en posición, y como yo sabía lo que venía, sin esperar la orden de
mi esposo me coloque sobre él para cabalgarlo. Mi esposo se acomodo detrás de mí para
ver en primer plano como me metía la verga del compadre por la cuca. Yo agarro la verga
para guiarla y mi esposo me abre los labios vaginales.
No me la metí de una vez. Quería que mi esposo disfrutara del espectáculo y como me tenía
toda la cuca abierta, comencé a restregar la verga por todo mi coño, la mojaba con mis flujos
y la pasaba por todos mis labios, subía hasta el clítoris y me daba masajes apretando
fuertemente el glande contra mi botoncito.
─ ¿lo ves cielo? ¿Miras como tu esposa se masturba con la verga del compadre?
─ ¡si lo veo, eres tremenda puta! ¡Estas súper mojada, si vieras como estas botando flujos
sobre la verga del compadre!
─ ¿se la tengo toda mojada? ─, y viendo al compadre le pregunto.─ ¿te gusta? ─ los dos
contestaron al mismo tiempo. ─ ¡sii!
─ ¡HHAAYYYY, SII! ¡Yo también lo estoy disfrutando! ¡Pero sé lo que tú quieres ver papi!
Baje el pene hasta mi orifico y lo fui metiendo lentamente, como en cámara lenta. Para que
mi esposo no perdiera detalle alguno. Me baje hasta las bolas y comencé a darme
suavemente. Estaba apoyada en el pecho del compadre con las manos, así que solo movía
la cadera adelante y atrás para que saliera y entrara la verga en mi coño.
Mi esposo ya había soltado mis labios vaginales y me habría las nalgas para ver mejor.
Luego me coloca la mano en la espalda y me empuja hacia el compadre y me dice
“jamoneatelo” (darse besos de lengua), yo sumisa lo obedezco y me abrazo al compadre, le
chupaba los labios y la lengua y el hacía lo mismo conmigo, siento que mi esposo esta
restregando algo por mis labios y la verga del compadre. Luego abre las nalgas otra vez…
y ahí me doy cuenta de lo que estaba haciendo. El muy zorro estaba utilizando los flujos que
estaba botando para humedecer su verga, la acomoda en mi culo y me la fue metiendo
despacio pero sin pausa.
No sé si algunas de las que han hecho esto les pasara lo mismo, las penetraciones anales
siempre me duelen un poco al principio. Pero esta vez no sentí dolor alguno, o por lo menos
que yo lo recuerde.
Estando ensarta en la verga del compadre, recibí el güevo de mi esposo por el culo
divinamente, y ahora sí, me había convertido en el relleno perfecto de ese sándwich que
hicieron mi esposo y el compadre conmigo (tercera fantasía).
─ ¡HHAAAYYYY PAPI QUE RICO! ¡SI ME GUSTA! ¡QUE PUTA SOY, TENGO DOS
VERGAS COGIENDOME AL MISMO TIEMPO! ¡DIOSSS ESTO SI ES RICO!
Estaba en mi primera doble penetración con mis dos amores y les confieso que es la
experiencia más exquisita que he probado. No tengo como explicar lo divino que se siente,
solo quien ha tenido la experiencia sabrá a qué me refiero.
Para serles sincera, solo recuerdo dos orgasmos, aunque sé que tuve otros, no estoy segura
si fueron dos o tres más. Si recuerdo que en un momento, me despegue del compadre y
comencé a mover las caderas como poseída, batía el culo para delante y para tras
obligándolos a salir y entrar en mis agujeros con fuerza.
─ ¡AAHHHHH! ¡ASI, ASI! ¡QUE RICOOO! ¡ME VOY, ME VOY! ¡COJANME DURO, DURO!
¡PARTANME EN DOS! ¡REBIENTEN ESTA PUTA QUE QUIERE VERGA! ¡ASI, ASIII!
¡AHHHHHHH!
Después de mi orgasmo los deje cogerme hasta que les diera la gana de acabar. Como les
comente anteriormente, estaba perdida en el limbo de mis orgasmos, cuando siento el otro,
(¿segundo o tercero? no me acurdo), yo estaba desfallecida sobre el compadre, y
automáticamente comencé a apretar mis músculos vaginales y anales al mismo tiempo.
Esto me ayuda a sentir los orgasmos más intensos y por supuesto que los ayuda a ellos
también a acabar más rápido. Aunque estaba exhausta quería también ordeñarlos para que
disfrutaran de mí como lo hacía yo con ellos.
Al quedarse tranquilos, podía hacer mejor el trabajo ya que entraban los dos al mismo tiempo
cuando movía mis caderas adelante y atrás.
Me sentía como una puta burdelera complaciendo a sus clientes (otra de mis fantasías) así
que me dispuse a dejar a estos dos bien satisfechos.
─ ¡esta puta les va a sacar la leche bien rico! ¡Así me gusta! ¡Que me cojan bien duro como
la perra que soy!
─ ¡negra (como me dice mi esposo por cariño) dile al compadre que era lo que querías!
─ ¡que me dieran verga! ¡Que me metieran el güevo así duro por mis agujeros y me usaran
toda!
─ ¡que varios desconocidos me raptaran y me cogieran toda la noche! ¡asiii duro! ¡Qué me
llenaran de leche por todos lados!
Acá venia mi orgasmo, cuando siento como están latiendo las vergas dentro de mí. No
acabaron juntos pero fue poca la diferencia. Cuando esas vergas se desbordaron en mis
agujeros… me llego mi turno y me fui en otro orgasmo muy rico.
Ahora si caí rendida sobre el compadre, cuando mi esposo fue a sacar su verga, la apreté
con el culo para terminar de ordeñarlo y se fue al baño a lavarse, pero cuando se iba le dijo
al compadre.
Así que cuando mi esposo salió del baño, me consiguió en cuatro con la verga del compadre
clavada hasta las bolas en mi culo. Me dio un rato así y aunque no acabe, sentí clarito
cuando se vino en mi culo.
─ ¡UFFF AMOR! ¡Eso fue lo máximo, sabes que de mis fantasías esa era la preferida y
aunque pensé que nunca la cumpliría hoy me diste ese gusto! ─ le doy un beso y le digo
sobre los labios. ─ ¡TE AMO!
Estaba claro para mí, que sería la puta de mis amantes esa noche, así que ni me moleste
en lavar mis partes, ya sabía que ellos me querían así, usada y cargada de semen.
Llego el compadre tomo también una cerveza y se sentó junto a nosotros, charlamos de la
cogida y la experiencia con lo que hicimos, y como todos estuvimos de acuerdo que nos
gusto decidimos volver a repetir en cuanto estuviéramos listos para el próximo raund.
La variante seria, que esta vez el compadre me daría por el culo. ¿La razón? Mientras
hablábamos de lo que habíamos hecho, nos confeso que era la primera vez que cogía a una
mujer por el culo porque no sabía cómo pedírselo a su esposa pues no sabía si se molestaría
por eso. Y al verme así con el culo abierto por la verga de mi esposo, le entraron unas ganas
enormes de hacérmelo, ¿se imaginan? Yo fui la primera mujer que el compadre cogió por el
culo, o sea que lo había a desvirgado en ese sentido. Y para serles sincera yo también tenía
ganas de que me cogiera el culo desde la última vez que cogimos.
Mi esposo se puso en posición sobre el colchón y yo procedí a encaramarme sobre él, fui
metiéndome la verga en la cuca hasta llegar a las bolas, y le hago señas al compadre para
que se coloque detrás de mí, me recuesto sobre mi esposo para dejarle mejor la posición
de mis nalgas para que arremetiera contra mi esfínter.
─ ¡AAAAAA! ¡SI, ASI! ¡Que me había quedado con las ganas que me cogiera por el culo!
─ ¡si compadre, ese era el regalito que te tenia! Pero como siempre andabas apurado, me
dejaste con las ganas.
─ Bueno comadre, comadre pero esta vez no te salvas, te voy acoger ese culo hasta que
me canse.
Después de eso lo hicimos en varias formas, yo sugerí una que consistía en acostarnos los
tres de costado, el compadre por supuesto siguió en mi culo porque quería sacarse bien las
ganas. Luego vinieron otras posiciones, incluso la ultima, el compadre se acostó y yo me
monte sobre él dándole la espalda, me clave el güevo por el culo y mi esposo me penetro
por el coño.
En esta forma no duramos mucho porque a pesar que mi esposo no recargó su peso sobre
nosotros, escuche un par de quejidos del compadre (no gemidos) y me di cuenta que no la
estaba pasando bien con el peso. Así que me di la vuelta y las vergas cambiaron de
agujeros.
Nos separamos y yo les dije que me iba a bañar. Cuando llegue al baño (aunque no lo crean,
otra fantasía). El semen me salía del coño y el culo y rodaba piernas abajo.
Observe un rato como los hilos de esperma bajaban por mis piernas y me dije”que putas
soy, me cogí dos güevos y mira como me sale la leche”. Me di un buen baño y me coloque
mi ropa de dormir, era un conjunto en algodón que consistía en un short que dejaba parte
de mis nalgas fuera y la blusa solo cubría mis senos.
Cuando salí, mi esposo estaba sentado en un escalón que hay entre el cuarto y la cocina,
el compadre había levantado un poco la sabana y la cortina de la ventana de la cocina y
estaba fumándose un cigarro. Al pasar al lado de mi esposo, el me aprieta una nalga y me
dice.
-¡cielo el compadre me dijo que lo dejaste con ganas! me pidió que si podía coger a solas
contigo.
Obediente me voy a la sala, me saco toda la ropa y lo llamo. Cuando el compadre llego yo
estaba esperándolo arrodillada en el colchón, agarro su verga y comienzo a mamársela. No
estaba totalmente erecta pero cuando le pase la lengua reacciono y comenzó a erguirse.
Esta vez mi esposo encendió la luz de la sala, luego se sentó en una silla en la cocina y dejo
la luz de ese lugar apagada. Aunque nos podía ver, como quedo en la penumbra nosotros
casi no lo notábamos así que nos daba una sensación de intimidad.
Yo seguía mamando al compadre mientras él hacia todo esto, luego me levanto, pasó una
pierna por la cintura del compadre y guio su verga hasta mi vagina. Me la clavo de un solo
golpe y me abrazo a él para mantener el equilibrio.
Comenzamos a besarnos y yo movía mis caderas recibiendo ese embolo de carne que me
está taladrando tan rico. No duramos mucho así, ya que la posición era algo incomoda y la
única pierna en que estaba apoyada se me estaba cansando, así que el compadre me llevo
hasta la mesa del computador, me recostó de él y yo separe las piernas para recibirlo de
nuevo en mi coño.
Así estuvimos un buen rato, mientras me cogía, chupaba mis tetas. Me acuerdo de mi
esposo y lo busco con la mirada en la penumbra de la cocina y ahí estaba… sentado en una
silla, fumando y masturbándose lentamente. Le tiro un par de besos y relamo mis labios para
que vea como estoy disfrutando, luego le digo solo moviendo mis labios, «te amo»
El se para hasta donde está la luz para que le vea su verga bien parada, me tira unos besos
e igual me dice «te amo». Luego el compadre se acuesta en el colchón y yo voy sobre él y
me clavo toda la verga por el coño, lo cabalgo duro. Quiero acabar y sacarle la leche de una
vez. Pero el tenia otra idea.
Me dice que me ponga en cuatro y ahí va, de nuevo por el culo. Estaba decidido a
disfrutárselo tanto como pudiera. Mientras el compadre me enculaba, paso una mano por
entre mis piernas y empiezo a frotarme el clítoris bien rico. Busco de nuevo a mi esposo con
la mirada y el se acerca a la luz para que lo vea.
─ ¡MIRA PAPI COMO ME COJE EL COMPADRE! ─, le digo sin dejar de ver como se
masturbaba.─ ¿TE GUSTA PAPA? ¡MIRA COMO ME REVIENTA EL CULO!
¡AAHHHHHHHH! ¡NEGRITO VOY A ACABAR CON LA VERGA DEL COMPADRE!
¡AAHHYYYY PAPI, AAHHHYYYY ME VOY! ¡EL COMPADRE ME VA HACER ACABAR
DANDOME POR EL CULO! ¡MIRA CIELO, MIRA COMO ACABA TU ESPOSA CON OTRA
VERGA! ─, me vengo riquísimo y mi esposo le paso lo mismo, cuando veo su semen
saltando de su verga. ─ ¡SI PAPI DISFRUTA VIENDO A LA PUTA DE TU ESPOSA ACABAR
CON OTRA VERGA POR EL CULO! ¡DAME TODA ESA LECHE AMOR!
Mi esposo descargo todo su semen y yo me deje caer sin esperar por el compadre, estaba
exhausta. Mi esposo se va al cuarto y regresa con algo de papel toilette, limpio todo el semen
del piso y se fue de nuevo al cuarto en esta oportunidad si nos dejo solos.
Como el compadre seguía en lo suyo de acabarme en el culo «o acabar con mi culo», así
como estaba yo sobre el colchón, el solo separo mis piernas y de nuevo me mete su verga
todita por el ano, sentía como sus bolas chocaban en mis nalgas y me daba durísimo.
Yo había recién acabado así que el placer que está sintiendo era mínimo, les podría decir
que en realidad no lo estaba disfrutando porque ya me empezaba a doler. Comencé a
quejarme con las arremetidas y ya era algo como…
¡Hay, hay, hay, compadre más lento! ¡Hay, hay que me duele un poco! ─, lo decía muy bajo
porque no quería que mi esposo se preocupara, pero igual escucho y en una sale y me toca
la cara con ternura y le dice al compadre.
─ ¿estás bien?
─si papa, es que ya me estaba ardiendo un poco el culito ¡el compadre como que ya no
tiene leche para botar!
Reímos los dos la gracia y en esas sale el compadre. Hablamos un rato y yo me fui a asear
un poco. Cuando me estaba secando, noche que aun me salía aun semen del coño, era
poco pero humedecía mis labios vaginales.
Ya mi cuca estaba encharcada en flujos y resto de semen, meneaba mis caderas despacio,
alargando el placer y en eso mi esposo me dice muy bajito.
─ ¡bueno cielo! ¿Por qué no sales y terminas con el compadre lo que empezaron? ─, no
esperaba esa respuesta de su parte, pero igual me serbia. Me estaba dando permiso para
seguir cogiendo con el compadre y no lo iba a desaprovechar.
No era que estuviese ansiosa de coger con el compadre, pero en ese momento cualquier
verga me serbia. Solo que esta vez me prepare mejor, fui al closet, tome el embase de crema
humectante y me embadurne todo el culo, tanto por fuera como por dentro.
Cuando voy saliendo hacia donde está el compadre, mi esposo me hace señas y al
acercarme, me dice bajito que deje la luz prendida. Salgo a la sala y cuándo la prendo, el
compadre estaba recostado boca arriba así que solo abre los ojos y se queda viéndome. Yo
estaba allí parada en el umbral de la puerta totalmente desnuda con una gran sonrisa en
mis labios, (tiempo después recordando este día, nunca entendí porque no acostamos al
compadre con nosotros en la misma cama, solo pude pensar que mi esposo como el macho
alfa, no quería a otro en su territorio), me acerco lentamente a él lo veo y le digo.
─ ¿creías que te iba a dejar así? ¡Pues no amor! ¡Vamos a terminar lo que empezamos,
pero esta vez déjame a mí sacarte la leche con mi culito!
Le dije que se recostara de la pared, de forma que yo pudiera cabalgarlo en esa pose que
se llama el columpio. Para los que no la conoces, les dejo la imagen a continuación.
La variante que yo aplique, fue que me senté sobre él, pero no me penetre de una vez, tome
su verga y comencé a frótame los labios de la vagina con su glande y le decía cositas sucias.
Me levanto, guio su verga a mi culo y me siento sobre ella, con la ayuda de la crema que
me puse, entro completica hasta las bolas. Coloque una de sus manos sobre mi cuca para
que me masturbara y la otra sobre mis tetas para que me las sobara también.
─ ¡HUUYYY COMPADRE! ¡ASI SI ES RICOO! ─, movía las caderas lentamente para que
me pudiera masturbar bien y apretaba el esfínter.
Le quito la mano y me empiezo a masturbar yo, quería moverme más rápido y así era más
seguro que la mano estuviera en el lugar exacto, sobre mi clítoris arrancándome espasmos
de placer.
─ ¡HAY COMPADRE DAME ESA LECHE PORQUE YA ME VOY! ¡ASI, ASI ANDA!
¡LLENAME EL CULO CON TU LECHE PAPI! ¡VAMOS QUE YA ME VENGO!
Acelere los movimientos de mis caderas, ya el orgasmo está a punto de explotar cuando
siento latir la verga del compadre.
Acabamos los dos juntos y había cumplido con mí otro marido, no lo deje con las ganas.
Nos dimos un largo beso de lengua y ahora si, a dormir bien cansadita y satisfecha.
Mi esposo me tomo por el culo en cuanto me acosté, pero estaba tan cansada que solo lo
deje hacer, que disfrutara de mí.
Nos levantamos algo tarde, mi esposo me ayudo con el desayuno y el compadre charlaba
con nosotros mientras cocinábamos.
─ ¡yo no fui! ─ Dice el compadre riéndose ─ ¡aunque si tengo que ver un poco con eso!
─ ¿un poco? ─, le dice mi esposo ─. ¡Si no salgo le sacas el güevo por la boca!
Reímos todos con sus ocurrencias. El compadre se alista para irse, me pide un paño para
bañarse y cuando entro al closet y vi los dos estantes, me acorde de lo que tanto le había
dicho a mi esposo.
Me quito toda la ropa, me subo sobre los estantes y comienzo a masturbarme, mi esposo
se mete en el closet y me clava su verga de una vez por el coño, me da despacito y me
chupa las tetas y la boca.
─ ¿mi putica quiere mas güevo? ¿Quiere que el compadre la coja en el closet?
─ ¡sí, quiero que me coja bien duro amor! ¡Quiero su verga acabando dentro de mí y mi
esposito aquí a mi lado viendo todo!
Cuando el compadre sale secándose del baño, al pasar por el closet, se consigue con ese
espectáculo.
─ ¡PAPI QUE RICO ESTA ESTO! ─ lo digo con un suspiro, cualquiera de los dos podía
tomarlo para él, yo sola hablaba y ellos se limitaban a escuchar.
¡QUE RICA LA TIENE AMOR! ─ despego a mi esposo de mi boca, arrimo al compadre hacia
tras de forma que se pudiera ver cómo me entraba la verga en la cuca y le digo a mi esposo
─ ¡VEN ASOMATE AMOR, MIRA COMO ME ENTRA ESA VERGA! ¡VE COMO ME COGE
EL COMPADRE! ─ .mi esposo se acerco para ver mejor en detalle.
Comenzó a besarme de nuevo y yo hale al compadre hacia mis senos para que siguiera
mamándomelos.
─ ¿NEGRITO TE GUSTA QUE SEA TAN PUTA? ¡AAAHHH! ¿TE GUSTA QUE ME COJAN
EN NUESTRO LUGAR SECRETO? ¡AAAHHHHH! ¡ME LO ESTA HACIENDO RICO PAPA!
¡HAY, HAY MIRA COMO DISFRUTA LA PUTA DE TU ESPOSA CON OTRA VERGA
AMOR!
Mi esposo comenzó a besarme más duro, así supe que iba a acabar y le dije.
Mi esposo me clavo de una sola estoca y mientras me cogía chupaba mi lengua. Nos
estuvimos cogiendo un rato hasta que sentí los latidos de su verga anunciando su inminente
acabada. Yo tenía el orgasmo en la puerta pero me faltaba un empujoncito.
Retiro a mi esposo un poco para ver cómo me entraba el güevo en la cuca. Salía pringoso
de semen espumoso. Esa visión me dejo anonadada y mi esposo al verme tan embelesada,
me dice…
─ ¡SIII PAPIII!
─ ¡SI PAPI! ¡BATE DURO, QUE SE VUELVA UNA SOLA LECHE EN MI CUCA!
Me vino el orgasmo, extasiada en ese pensamiento tan morboso me vino el impulso que me
faltaba y acabe como toda la zorra que soy.
─ ¡NO LO SAQUES TODABIA AMOR! ─. Le digo a mi esposo y busco las pantaletas que la
había dejado en uno de los estantes del closet. La acomodo de forma que la parte que pega
en la vagina quede en la palma de mi mano, la coloco bajo mi cuca. ─ ¡AHORA SI PAPI
SÁCALA! ─todo el semen que salió, cayo exactamente en la parte que había acomodado
en mi mano, luego limpie los restos que quedaron en el miembro de mi esposo con la misma
prenda y me las puse.
Esta vez no me lavé, quería pasar todo el día con mi cuca llena del semen de mis maridos,
que se secara sobre mi piel y mi coño su leche. El compadre esta vez, si se limpio
minuciosamente, no quería otro accidente como el anterior y una vez listo. Mi esposo ahora
si lo acompaño hasta la estación del metro.
─tu sabes que ella es un ángel, ya está en el cuarto con tu papa viendo la tele.─ le doy un
beso a mama y voy por la niña. Cuando salgo…─ ¿y ustedes cuando llegaron? ─, me
pregunta mama.
Me acuesto en la cama a darle el pecho a la niña y veo que tengo un pequeño chupón en
una teta. «Estos hombres son barbaros» pienso para mí y recuerdo lo que tengo entre mis
piernas, meto la mano entre mis short y siento el semen aun en mi coño.
Mientras mi hija chupaba el pecho yo jugueteo con mi cuca, bajaba el dedo por toda la raja
hasta mi huequito, lo llenaba de semen y de nuevo recorría los labios. Ya me estaba
comenzando a excitar de nuevo y pienso verificar el estado de mi culito, saco la mano del
short y la meto por una de las piernas, llego directo a mi esfínter, me dolía un poquito así
que lo subo mi dedo hasta mi coño, lo mojo en la mezcla de flujos y semen y procedo a
meterlo despacio por el culo.
Comencé a hacerme una paja bien rica por el culo cuando llega mi esposo.
─claro amor.
Se coloca tras de mí, cómoda mi short y restriega la cabeza de su verga en los jugos antes
de meterla toda en mi culo.
─ ¡SEGURO AMOR! ─ Y me dio bien duro por el culo mientras mi hija me mamaba el pecho
hasta que acabamos, luego nos quedamos los tres dormidos un buen rato.
Les repito nuevamente que no me escriban por otro medio que no sea mi correo. No
contestare a ningún otro. Besos muchos besos para todos ustedes, mis íntimos lectores.
Resulta que salí de marcha, estaba solo, en pleno verano, mis compañeros de fiestas
estaban todos en sus respectivos lugares de vacaciones, y yo salí, solo, dispuesto a
comerme el mundo, llevaba varios días sin masturbarme, tenía los testículos cargadísimos,
más que una corrida de leche iba a echar una leche condensada a la chica que se me
pusiere por delante, con 19 años estaba totalmente fuera de control, era un toro semental..
Después de trajinarme a unas cuantas que me miraban raro, a alguna le pagué un cubata,
era sólo eso lo que querían, y tras charlar con ellas y viendo que me daban de lado, volvía
a bailar a la pista de la disco, otra vez me fijaba en otra, otra vez la provocaba, otra vez la
agarraba por la cintura y le metía mano siempre que ella se dejara y de nuevo me encontraba
con otra a mi merced, la llevaba a un rincón, hablaba, le comía la orejita, le besaba el cuello,
sentía sus pezones tiesos, esa iba a ser la mía, lo estaba presintiendo, esa no se iba a ir de
mi lado sin que la penetrara.
Tras invitarla de nuevo a un cubata, a dos, a tres, era una esponja, una esponja que cada
vez estaba más y más ardiente, ya se me acercaba y me “pinchaba” con sus pezones,
acariciaba mi cuerpo, en el lugar más oscuro del local metía la mano entre mis pantalones
y me acariciaba la polla que estaba a punto de reventar, en más de una ocasión la tuve que
detener porque veía que me iba a correr.
Cuando sacaba la mano de mis pantalones la sacaba llena de fluidos lubricantes, ella lo
sabía, que estaba loco por correrme, en una ocasión agarró mi mano y la metió en su
minifalda, yo todavía no había tenido el valor de meterle mano en su lugar más caliente, y
me volvió loco, estaba deseando disfrutarla, estaba caliente como yo, después me confesó
que llevaba, aunque no lo pareciera, un mes sin follar, y que estaba como loca porque
alguien la llenara de leche calentita, que era capaz de sacarme la leche en más de una
ocasión.
Eso me ponía frenético, las palabras suyas me estaban haciendo enloquecer, así que yo
continué metiéndole mano, con mi destreza inserté mi dedo en su vagina, que no llevaba
bragas, mi polla estaba a punto de ebullición, y conseguí atrapar con mis dedos el punto G,
maravilloso punto G, ella se quedó extasiada, y comenzó a menear sus caderas, paralizando
mi brazo, sabiendo que de un momento a otro le iba a venir el orgasmo, no quería perder la
postura y, meneando sus caderas sin parar, cada vez de manera más ligera y mirándome a
los ojos con sus preciosos ojos negros, sentía como mis dedos resbalaban con más
velocidad, sentía que se corría, lo sentía, muy bien, lo estaba haciendo muy bien, me decía,
y yo quieto, paralizado, deseando sentarla sobre mi polla, pero ella no quería, sólo quería
su propio placer, así que siguió, continuó con sus movimientos y en un momento en que se
quedó con mis dedos en su vagina, me abrazó, muy fuerte, yo sentía sus labios como si me
estuvieran dando besitos, como si se estuvieran comiendo mis dedos, me estaba volviendo
cada vez más loco, y de pronto, sentí como un fluido, resbalaban por mis dedos, se estaba
corriendo, un orgasmo feroz, jamás había sentido algo así, me volvió a mirar, acercó sus
labios a los míos y me besó con fuerza, después me abrazó acercando su boca a mi oído y
me pidió que nos fuéramos a su casa, cosa que acepté sin dudar.
En cuanto llegamos, a eso de las dos de la noche, saludó a su madre y al querido, que se
acicalaban en cuanto entramos por la puerta, seguro que estaban metiéndose mano, la
madre era una cornuda de mucho cuidado y tenían un convenio de que si ella no decía nada
a su padre mientras viajaba, la madre le consentiría que entrase en casa a quien quisiera,
para follárselo si quisiera, esa era una de esas noches y el privilegiado era yo.
Pero yo no quería eso, yo quería correrme en su coño, su recién mojado coño, que lo tenía
rico como ella era mismamente.
Cuando ya la tenía a tope me empezó a quitar la ropa muy despacio, me dejó totalmente
desnudo y me llevó a la cama, quería follar, era tremenda, me tumbó de espaldas y me dijo
“déjate hacer y haz todo lo que yo te diga”, yo no podía hacer más que obedecerla.
Una vez que me tumbó en la cama se puso encima de mi, no dijo nada, solo se sentó sobre
mi erección, se la metió muy despacio y lo mismo se la sacaba y así continuó una y otra vez,
me estaba enloqueciendo, y yo no quería correrme todavía, pero estaba a punto de hacerlo,
para evitarlo, me desmontó y acercó sus labios a mi boca, para que le chupara su mojado
clítoris, le pasé la lengua al principio despacio, después cada vez más rápido, la sentía que
volvía a correrse, de nuevo sentí como los labios vaginales se le abrían y se le cerraban,
apretó su cuerpo contra mi boca y volví a sentir sus fluidos pero esta vez en mi lengua.
Por segunda vez se sentó en mi dura polla, quería sentirla dentro otra vez, se meneó
despacio, muy despacio, la sacó, se sentó sobre ella sin penetrarse, me rozaba la parte del
frenillo, qué cosa más rica, y se rozaba como una verdadera experta que era, y me dijo,
“quiero sentir tu semen”, se levantó previendo que me iba a correr, pero así no lo quería,
porque me dijo “directamente desde tu boca, primero quiero que pase del envase original a
tu boca y de ahí a mi coñito”.
No sabía qué intenciones tenía, yo no podía chuparme la polla, pero era capaz de cualquier
cosa por hacerla feliz, estaba loco por correrme, así que me invitó a ponerme con la espalda
en la almohada, las piernas sobre la pared, levantándomelas, acercando mis rodillas a mis
hombros, y apuntando con mi polla dirección a mi boca, me empezó a masturbar ella con
sus manos, yo al final conseguí la postura, estaba con la cabeza en la cama, mi espalda
estaba apoyada en la almohada y en la pared, mis piernas flotaban en el aire, y mis pies
casi alcanzan mis hombros, una postura de lo más rara, pero no había forma de que mi
semen cayera dentro de mi boca si no era de esa manera, y ella no quería intervenir entre
medias, nada más que haciéndome una paja para que el semen saltara a mi boca, y empezó
a masturbarme, ella sentía como bullía mi semen, lo sentía que se acercaba a la punta de
mi polla, y sentía como se llenaba, como palpitaba entera, el grosor que tenía y la dirección
que tomaba cuando estaba erecta, a su vez acercaba su vagina a mis ojos, la vista era
fabulosa, tenía un coño al alcance pero no podía hacer nada con el, sus manos me
masturbaban y yo con la boca abierta, esperando que el maná me regase mi lengua, mis
ojos se perdían entre sus labios, y así estuvimos, mientras ella me masturbaba de manera
imparable, hasta que por fin, conseguimos el propósito.
Después de unos minutos de masturbación, yo estaba que no podía más, ella agarró mi
cabeza, la movió de manera que hacía coincidir la punta de mi polla con la abertura de mi
boca, me pidió que no la cerrara, y que no lo tragara y... con unos cuantos movimientos más
de su mano, consiguió que me derritiera en mi propia boca, a continuación, me tapó la boca
con su coño, y me dijo, “ahora sóplamelo todo para dentro metiendo la lengua”, estaba
agotado, no podía hacer más cosas, su coño me estaba asfixiando, mi nariz se introducía
en el ojete de su culo, y empecé a soplar semen para dentro, a pesar de que no quería, algo
me tragué sin querer, y mi lengua apretaba para los adentros de aquellos labios emputecidos
de aquella chica de mi misma edad, estuve soplando semen hasta que ella se cansó se mi
lengua y por tercera vez en aquella noche se corrió, pero esta vez llena de mi semen y tras
haberle comido el clítoris bien con mi lengua.
Qué noche más interminable, y la madre fuera, cuando descansamos un rato, nos vestimos,
salimos tan campantes, y al llegar al salón nos encontramos a la puta de su madre follando
como loca y sin pudor con el querido que había tocado disfrutarla aquella loca noche.
Después de este día, no la volví a ver, por mucho que pregunté, sólo obtuve una respuesta,
aquella casa hacía diez años que no era habitada por nadie, ¿sería una ocupa ocasional?
Me quedé con la incógnita de saberlo.
© pitopito
1. Mi esposa y mi fantasía
Anónimo [ Fantasías Eróticas ]
Fecha: 24-Jun-01
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Tiempo estimado de lectura: [ 30 min. ]
Un marido empuja tanto a su esposa a realizar la fantasía de que se comporta como una puta y es follada
por cualquiera que ella asume el papel a fondo. El marido llega al punto de no saber si aún es fantasía o
ya es realidad.
Hola amigos lectores de relatos eróticos. Creo que al visitar esta historia, ustedes son como
yo, calientes y decididos a experimentar emociones distintas a las vistas en la vida social.
Soy un hombre profesionista, de 34 años, hombre que ha tenido la oportunidad de viajar por
todo México y parte del extranjero, permitiéndome con ello tomar la vida de una manera
distinta a la mayoría. Me gusta mucho la lectura y ella me ha enseñado a liberar mi mente,
mis criterios y decisiones (los libros son considerados las llaves de la libertad).
Mary, como les he dicho, posee un cuerpo delicioso y tal vez parezca repetitivo con las
demás historias que han leído, pero en este caso, les puedo asegurar que la descripción de
ella, es verdadera.
Todo sucedió después de haber cumplido tres años de casados. Cualquier lector de esta
sección, casado sabrá que ahora en día el apetito sexual dentro de los matrimonios, se
acaba peligrosa y rápidamente lo que motiva que el hombre o mujer, tengan sueños con
más y variadas fantasías sexuales. La mujer es más reservada y eso lo entendemos ya que
es su naturaleza; al ser la mujer más reservada, conserva en silencio sus fantasías y aun
llega a negarlas frente a su pareja. El hombre tiende más a hablar sus fantasías y
planteárselas a su mujer.
Por ello, Mary, siendo una mujer deliciosamente atractiva, despertó desde el noviazgo, un
deseo sexual en mí, que incluso podría rayar en lo lujurioso, ya que su cuerpo me incitó a
desearlo y verlo lucir tras ropas atractivas en un principio y cada día más, recortar el tamaño
de la misma hasta casi desear verla exuberantemente provocativa: minifaldas, escotes,
zapatillas altas, tanguitas, y prácticamente prohibirle usar brassiere y medias en sus piernas,
de forma tal que al usar minifaldas, sienta la libertad de no traer nada debajo que le limite la
visión de sus prendas íntimas.
Mary se acostumbró a vestir de esa forma y además al salir conmigo a distintos lugares, ha
visto que es normal ver a varias mujeres vestidas así, lo que provocó que hasta ella, busque
la manera de vestir más atrevida que otras mujeres.
El morbo de verla más atrevida y hasta exhibirse entre la gente nació desde un día que la vi
sentada, frente a unos cuatro jóvenes en el restaurante, ella con minifalda y un gran escote.
Al regresar yo del baño, logré ver debajo de su minifalda, su tanguita a la vista, resaltando
lo blanco de la tela. Ella no se inmutaba de exhibirla tal vez por no darse cuenta o porque le
gustaba. Sentí unos terribles celos pero a también un deseo bestial.
El morbo de sentírla con otro hombre nació cuando un día revolcándonos sexualmente en
el carro después de salir de una Discoteca, en mi mente no se desaparecería la imagen de
ella bailando con un amigo que se encontró ahí, y con el cual bailo unas veces rozándose
sus cuerpos ocasionalmente generando en mi un sentído de odio, celos y voyeurismo. Esa
noche Mary y yo nos cogimos deliciosamente en el carro, dentro de un estacionamiento y el
deleite del sexo, revolucionaba nuestros instintos y nuestras fantasías, generando que
ambos gritáramos de placer. Por mi parte, caí en el "error" de plantearle al momento que
sentía su máximo placer - Mary, mi amor, qué culo tienes, esta riquísimo... ya veo por qué
vuelves locos a todos - a lo que mi querida esposa revolcándose de placer en la parte
posterior del auto, sentada de frente a mí y con su mirada dando a la parte posterior del
auto, se enrollaba con sus brazos alrededor de mi cuello, agitando su melena corta (que por
cierto es algo que me excita sobremanera, ya que despide un aire de puta que me hace
venir majestuosamente). Mary me respondió tal vez por deseo o por deleite - Ah sí, tú crees
que vuelvo locos a los hombres - a lo que contesté inundado de sudor sexual - No me digas
que no te das cuenta que tu cuerpo vuelve locos a todos - decía en lo que la penetración se
hacía cada vez más acelerada - Creo que todos al verte desean cogerte incansablemente,
meter sus vergas en tu conchita y darte un revolcón de ensueño - Mary con los ojos drogados
de placer agitaba su cabeza de un lado a otro sin mirarme y entre gemidos me respondía -
no seas loco, sólo quiero ser tuya, soy tu mujer y tú mi hombre, sólo quiero tu verga dentro
de mí, ahhhh - sin embargo la naturaleza misma del reto y del placer por dominarla y hacer
lo que yo quisiera, me hacían insistirle, y ella a negarse, generando tal vez una situación de
placer por dominio. Para ese momento, ambos estábamos por llegar a una explosión
increíble, cuando de pronto, sentado yo en el asiento posterior, la volteé dándome la
espalda, de forma tal que me cabalgara dándome sus nalgas en mi miembro - Entonces
sucedió algo extraño: tenerla así, me causo un encanto maravilloso, ya que al verla reflejada
en el espejo retrovisor del carro, me dio la sensación de que era otro quien se la cogía, ya
que solo veía parte de su rostro y senos, gimiendo de placer, sin que yo me viera en el
mismo. No sé si ella apreció lo mismo, pero sus movimientos se volvieron incansables
galopando sobre mí, hasta que próximos a explotar, Mary comenzó a decirme - Mi amor,
qué rica verga tienes, me haces feliz y más estando aquí, en tu carro, fuera de mi casa,
ahhh, cógeme más, dame hasta que te canses, dame hasta que llegue a la casa escurriendo
de tu semen - yo tomé sus palabras como si no me las dijera a mí ya que como casados que
estábamos en ese momento, los dos deberíamos llegar a la misma casa (no sé si ella pensó
lo mismo, pero yo aproveché y le comencé a hablar como si yo fuera otro) - Así putita, dame
toda tu conchita, déjame llenártela toda de mí, para que cuando llegues a tu casa, no sepas
qué decir y la emoción te vuelva a surgir cuando te digan de dónde vienes - Mary, quedó
pensativa, como dudando de lo que le decía y a la vez como si se sintiera con otro - Hummm,
qué rico, ... pero ¿qué crees que me puedan decir? - a lo que sutilmente contesté ya más
excitado - No sé, Mary, pero tal vez tu esposo te llame la atención por llegar tarde, tomada
y con olor a sexo - Mary ya entrando en el juego me contestó excitada - No me pueden decir
nada, ya que saben que adoro el sexo, las vergas y que haría todo por coger con quien me
desee - Yo estando ya a los límites de aguantar no colmé en llenarla de besos en su espalda
y agarrando sus senos, mientras ella apoyaba sus dos manos en los respaldos de los
asientos delanteros, para embestirme directamente y decirme - Te gusté esta noche querido,
ya que me has cogido increíblemente, y sólo espero que mi esposo no se dé cuenta de que
me has cogido pero sobre todo, que me gusta andar de puta buscando más vergas para que
entren en mí - yo estaba ya con la cabeza apoyada hacia atrás, próximo a explotar cuando
de pronto hice mi ultima pregunta _ asiiii Mary, assiiiii, ohhhh, qué puta eres ( y se me ocurrió
hacerle la pregunta más fuerte) assssii y por cierto Mary... sólo aceptaste salir conmigo sin
saber mi nombre - a lo que ella contestó salvajemente - Claro amor, para coger no importa
quien seas, pero sabes... vi tu credencial y sé que te llamas... ¡¡¡Eduardo!!! - al decir eso,
me vine como nunca ya que ese no es mi nombre y ella llena de deseo, me nombró por otro
nombre causando en mí todo lo incontrolable. Ella por su parte comenzó a girar y subir y
bajar rítmicamente para exprimir con su conchita toda mi verga que hacia erupción dentro
de ella. Sus movimientos eran salvajes y logré ver que su rostro se deformaba de placer
pero sin dejar de verse en el espejo, hasta que se retorció echando su cabeza hacia atrás
brindándome todos sus senos ante mis manos que la abrazaban por atrás.
A partir de ahí, todos nuestros encuentros sexuales los hacíamos de esa manera,
imaginándonos con otros y otras alcanzando orgasmos increíbles y cuantiosos.
Como les comentaba en un principio, el deseo sexual como pareja formal, se acaba y sólo
renace cuando sabemos que nuestra pareja no está tan segura con nosotros y que por el
contrario, causa emoción y deseo entre otros.
Por ello, comencé a comprarle ropa a Mary, cada vez más juvenil, de moda y provocativa,
así como ropa interior sexy que causara en mi persona deseo al sentírla vestida así por
dentro.
Después de semanas de hacer el amor así, imaginándonos en locuras, decidí un día que
nos fuéramos de reventón por ahí, iniciando a las tres de la tarde de un viernes hasta que
ya no aguantáramos más. Para tal efecto la cité en mi trabajo a esa hora, a las tres, ya que
es la hora en que salgo a comer, sin embargo yo ya no regresaría pues me iría con Mary.
Al dar las tres de la tarde de ese día, mi esposa Mary llegó a mi oficina, causando estragos
en mi mente y en los ojos de mis compañeros de trabajo. Llegó con una minifalda de color
azul rey, tela durazno (de esas que se untan al cuerpo sensualmente). El diseño de la
minifalda era algo avergonzante, ya que era tan diminuta que apenas cubría las redondeces
de sus nalgas. Todo era un conjunto, para lo cual la parte superior cubría su busto dejando
un escote amplio, ya que tan sólo se detenía el vestido en la parte superior sólo se sostenía
por un pequeño listón que rodeaba su cuello. Su cabello arreglado para la ocasión y un
maquillaje que la hacía resaltar su bella boca pequeña, su naricita respingada y esos ojos
seductores que lanzan miradas de deseo. Llevaba un par de zapatillas altísimas y lo más
impactante: no llevaba medias en sus piernas.
Al preguntarle cómo había llegado, me excitó aún más al decirme que había decidido tomar
un microbús (transporte pequeño en México, buseta en algunos países sudamericanos), lo
que me puso cachondon pues en esos transportes todo se ve, y todo se intenta. Ya me
imagino al chofer al verla subir y a los pasajeros al verla sentar.
Ya estaba por recoger mis cosas y Mary me comenzó a platicar algo que me dejó pensativo.
-Mi amor, ahora que nos vayamos a comer, no quiero que me lleves a un restaurante formal,
como es viernes, que te parece si me llevas a una cantina (restaurante donde te cobran la
bebida, mas no la comida, por lo que es frecuente que la gente salga de ahí ebria).
Otra cosa que me dejó pensativo fue que Mary me indicó, que ella se adelantaba para
reservar el lugar y que yo llegara posteriormente.
Y eso ¿por qué, mi amor? - le pregunté inquieto. -Es que déjame decirte que hoy me siento
otra, como que deseo romper con las reglas y por eso quiero hoy hacer más cosas -. Salió
sonriente y al tomar el elevador, volteó y me sonrió.
A los quince minutos salí corriendo hacia el BAR ANTONIOS, y al llegar realmente tardé en
encontrarla. Al verla sentada, me dirigí hacia ella, quien ya había tomado dos copas, según
vi en su mesa. Al acercarme más, logre ver una blancura que destellaba bajo su mesa, ya
que sus piernas cruzadas, no lograban ocultar su tanguita, por lo pequeña de la minifalda.
No sé si ella se daba cuenta pero no tapaba esa situación y enfrente de ella una mesa de
ocho individuos bebían y comían admirando a mi mujer. No dije nada aunque dentro de mí
sentía un nudo en el estomago por los celos que ello me causaba. En esos momentos,
realmente me olvidaba de los que tanto fantaseábamos en la cama, imaginándola con otros.
Cuatro de la tarde de ese viernes y comenzamos a comer. Nos dieron las ocho de la noche
y seguíamos, ya no comiendo pero sí bebiendo. Mary ya se notaba acalorada por el vino
dentro de ella y yo algo más desinhibido por la situación. Mary más abierta y después de
tanta plática de mil cosas, comenzó a abrirse ante mí.
-Ay mi amor, no sabes cómo me he sentído últimamente. Tenemos cinco días de no hacer
nada de cositas por tus juntas en el trabajo, y en verdad me siento hervir por dentro. Hoy
vine vestida así para que me hagas el amor como tú sabes. ¿O que no te habías hecho la
pregunta de por qué venía así vestida?.
La verdad sí me pregunté el porque de la ropa, sobre todo porque esta muy provocativa y
no me imagino cómo la pasaste en el transporte -
Uyyy si te contara todo lo que pasé. Desde que salí de casa, ni un hombre se quedó callado
y me decían mil cosas, pero el que sí se pasó fue el chofer de la microbús, ya que cuando
me bajé el también se bajó y acercándose a mí me dijo - señorita, no sé si mis ojos hoy
hayan sido premiados, pero el que no está tranquilo, soy yo, viéndola tan puta, y aunque lo
calla, grita por dentro que ya quiere mi verga dentro de usted, nadamás dígame y ahorita
bajo a todo el pasaje-
-Sólo me di la vuelta y sin decirle nada me retiré y aunque él me gritó no sé qué cosas, yo
seguí mi camino.-
-Y cómo te sientes amor, porque yo me siento hervir de deseo. Es que vienes..., no sé cómo
decírtelo... vienes distinta... vienes... riquísima... no sé, pero vienes...-
-Vengo muy puta, eso es lo que quieres decir verdad- directamente dijo. A lo que yo
quedándome callado como buscando una respuesta sólo la miré.
-La verdad es que hoy quiero sentírme diferente, ser otra, hacer otras cosas, no sé, ser una
PUTA - al decir esto me heló la sangre, ya que siempre lo habíamos fantaseado pero el
sentírla así me incomodaba y a la vez me excitaba. Ya eran las nueve de la noche, y las
copas ya habían hecho algún efecto en nosotros, por lo que en una de esas Mary me
preguntó:
Oye mi amor, cuál fantasía tienes tú, alguna que sólo te caliente- a lo que le contesté
inmediatamente sin ponerme a mirar las consecuencias.
-Pues veras, siempre he querido verte coqueta, putona, como si no te importara nada más
que satisfacerte, en un lugar público, donde a la vez hagas travesuras sin que yo me de
cuenta-
Ella me completó la fantasía diciéndome: sabes amor, algo similar he pensado yo, pero
sabes cómo; Cuando me haces el amor, imagino que estamos en un lugar lleno de gente,
donde todo es posible y lo que no , se inventa para lograrlo. Ahí tu ves chicas guapas y
buenotas, y de vez en vez, te las ingenias para manosearlas, tocarlas o guiñarles el ojo
como si yo no te viera. Y que yo por mi lado, coqueteo con algunos hombres sin que tú te
des cuenta.
Sonreí y seguimos tomando pero avanzadas las horas, salí al baño y a mi regreso, Mary
sentada, no se daba cuenta que su minifalda de plano estaba muy arriba enseñando todo lo
lindo de sus piernas y parte de su tanguita. Al sentarme y sin decirle nada, apreciaba desde
donde estaba yo sentado, su conchita, vestida de la delgada tela de la tanguita y de la cual
me excitó sobremanera, algunos vellitos de su cuquita a la vista. Yo estaba ya cachondon y
le indiqué a Mary que fuéramos a un salón de baile.
Ella aceptó y cuando íbamos rumbo al lugar, ella con unas copas encima, subió su minifalda
hasta la cintura, mostrándome su tanguita. Inmediatamente la tomó de ambos extremos y la
columpió hacia arriba, encajándose la tela entre su rajita, restregándola y su mirada
entrecerrada me deleitaba, al momento en que su lengua jugaba recorriendo sus labios.
Logré que Mary tuviera un orgasmo ya que mi posición al volante no me permitía hacer
mucho, pero sí lo suficiente para que ella se prendiera totalmente. Al llegar a la MARAKA
(salón de baile variable), Mary quedó a disgusto por lo inconcluso de este manoseo.
Estando estacionados en lo que el valet parking llegaba, Mary se salió del auto y desde la
ventanilla del mismo, me dijo:
-Amor yo compro mi boleto, y para seguir nuestro juego, te espero allá adentro, me buscas
eh-
El valet tardó como diez minutos en desocuparse y cuando llegó, le entregué el carro. Al
dirigirme a la taquilla, cuál fue mi sorpresa al ver que las mujeres tenían entrada libre y los
hombres tenían que pagar boleto, por lo que hice fila para comprar mi boleto. Eso me tardó
más de veinte minutos lo que sumado, me daba ya media hora afuera y Mary dentro.
Logre entrar finalmente y tardé en localizar a Mary, ya que estaba bailando la salsa de Celia
Cruz de moda. Al no encontrar una mesa, opté por colocarme en la barra y esperar a que
terminara la música; no puedo negar que sentí unos celos terribles verla bailar con un
desconocido totalmente.
Pero la música no terminaba y ella seguía bailando. Casi media hora después el tipo dio por
concluida esa sesión y se dirigieron al otro lado de la pista por lo que tuve que levantarme
para ir en su búsqueda. Al llegar a ella, se encontraba sentada en una mesa con dos tipos
y una chica. Al verme, y antes de que me sentara se levantó y dirigiéndose a mí, me hizo
una seña para que la siguiera. Así lo hice y alejados de esos tipos, me indicó al oído -Hola
amor, te tardaste en llegar, mira no encontré mesa pero esos tipos me invitaron a sentarme
y además me invitaron unas copas, que por cierto ya me hicieron efecto, porque están
tomando otra bebida de la que bebimos antes. Ya llevo dos copas y tu no llegabas. Mira que
te parece si jugamos a que no nos conocemos, pero tú me cuidas, en lo que estoy con ellos.
Actúa como si yo te llamara la atención y no me quitas la mirada de encima para que ellos
vean que me estas echando el ojo, qué te parece. -No me gusta la idea Mary, tú viniste
conmigo a divertirte y no con ellos - Mary se adelantó diciéndome - Mira amor, esta noche
vamos a vivirla diferente, vamos a ver, ¿cómo me dijiste que querías verme? Coqueta,
provocativa, puta, ¿no es así? Pues vamos a jugar a ello, tú me cuidas y yo te doy gusto sí.-
Sin esperar respuesta se regresó al lugar, y sentándose al lado de esos tipos de aspecto
corriente, tomó su vaso y echó un trago, cruzando su pierna y mirándome por la orilla de su
vaso.
Yo sin decirle nada, pedí una copa más y la admiraba. Sentía unos celos terribles pero me
fui tranquilizando en lo que me familiaricé verla sólo platicando y bailando con esos tipejos.
Más de una vez, desde mi ángulo de vista, logré ver su tanguita al subírsele la minifalda y
por el juego de luces, no lograba ver sus senos desnudos, cuando se agachaba para
acomodarse los zapatos. No sé si esos tipos hayan visto sus senos y pezones por estar más
cerca de ella, pero lo que sí vi fue que se estaban deleitando con lo que Mary les mostraba.
Nos dieron las dos de la mañana y tanto Mary como yo, ambos por nuestro lado, nos
encontrábamos borrachos, ya que nuestras actitudes así nos lo decían. Mary se levantó
para ir al baño y en su camino hacia mí, se tambaleaba, pero al estar a mi lado, me sonrió
tontamente y abrazándome me dio un beso en la boca y acercándose al oído me dijo: Oye
mi amor, se me ocurrió un juego que nos va a retar a los dos... ¿te atreves...?-
Al voltear mi rostro. Vi que las parejas que estaban a mi lado o los meseros, se me quedaron
viendo. Yo no pensé nunca que me veían por el hecho de que una mujer se me acercara y
me tratara de esa forma, ya que no sabían que ella era mi esposa. En fin, le pregunté a Mary
que ahora que pensaba y ella con la lengua trabada por el alcohol, me dijo, plantándome
otro beso.
-Sabes mi amor, siempre me has dicho que todos quieren cogerme y darme hasta que se
cansen ¿verdad? Pues estaba pensando qué harías tú si yo vestida así, estando como
estoy, siguiera con ellos hasta que terminara la fiesta. Seguramente ellos, me darían un
aventón a la casa ¿no lo crees?
Realmente no lo acepté, y dando por terminado ese juego, le dije que se viniera conmigo.
Ella hizo un gesto de desagrado y me dijo - voy al baño, regreso por mis cosas y nos vamos
-
Al momento que ella se iba al baño el mesero me preguntó la hora, indicándole que eran ya
las 2:40 am. Pensé en tomarme una copa más y la pedí antes de retirarme y me la ofrecieron.
Olvidé el tiempo, pero confiando en que Mary llegaría a mi lugar, di la espalda a la pista para
beber mi copa. Acabé con la misma y extrañado volteé a la mesa donde estaba mi esposa.
No estaba nadie y levantándome pregunté al mesero por las gentes ahí sentadas
-Hace cinco minutos se retiraron - Mary se había ido con esos tipos. Me lleva la chingada
pensé en mí. Salí del lugar y para mi sorpresa mi auto no arrancaba, hasta que pasada una
hora logré arrancar la máquina. Salí a dar vueltas como loco pensando dónde estaba Mary.
Para eso me dieron las cinco de la mañana y pensé en que ya estaría en la casa. Me dirigí
a ésta y al entrar efectivamente ahí estaba mi esposa. Saliendo de bañarse pues el cabello
lo tenía húmedo, pero ya estaba con una corsetería sensual.
Al verme, sonrió y me dijo coquetamente - amor por qué tardaste tanto, ya me cansé de
esperarte, ya no aguanto más esta calentura sexual. Vino a mí y abrazándome me besó de
una manera ardiente, queriéndose comer mi lengua con sus labios y su conchita hervía de
placer, y sólo me dijo - Ahora las cosas las hago yo para que no rompas nuestra fantasía y
no nos quedemos con dudas. Extrañado le pregunté a qué se refería a lo que Mary me
contestó sensualmente - tu fantasía de verme con otros, ya se te olvidó, por eso forcé las
cosas para que esos tipos me trajeran a casa en lo que tú te quedabas en otro lugar, y yo
con ellos en su carro vestida como iba vestida para ver si aguantabas - Yo con coraje y
deseo le pregunté - y bien ¿a qué horas se fueron esos cabrones o dónde te dejaron? -Mary
sólo contestó - Mira amor, imagínate sólo que esos tipos me trajeron a la casa, esta bien, y
poco a poco te diré las cosas. -
Yo con el coraje me dejé llevar por las caricias de mi esposa y fuimos a la puerta principal
donde Mary me dijo _sabes que siempre he tenido la fantasía de que hagamos el amor a
las puertas de la casa, tú y yo vendados de los ojos a esta horas de la madrugada, corriendo
el peligro de que alguien pase y nos vea. - la idea me gustó y de inmediato comenzamos
con ese ritual amatorio sexual, revolcándonos entre deseo borrachera y adrenalina pura.
Abrimos la puerta de la casa y fuimos a dar al portón del garage, donde lo entreabrió Mary,
dejándolo más abierto que cerrado. Inmediatamente me puso una gruesa venda en los ojos
y ella lo hizo después.
En lo que nos besábamos , Mary me preguntó si no quería saber todo lo que pasó con esos
tipos desde que los vio en la Maraka hasta ese momento. Yo golpeado por la curiosidad le
dije que sí, que me contara todo.
Mira mi amor, cuando llegué, recorrí todo el lugar para encontrar una mesa donde
estuviéramos tu y yo, pero todas estaban llenas. Le di una vuelta total y no encontré nada,
y uno de los meseros me dijo que estaban todas ocupadas, por lo que esos hombres que
viste, me vieron y uno de ellos se paró y me dijo que me sentara con ellos para que no me
cansara. Jamás me preguntaron si iba acompañada, pero yo estaba cansada y acepté
pensando en esperarte. Como tardaste, ellos me ofrecieron una copa y la acepté por el calor
que hacía ahí adentro. Ellos no me preguntaban si esperaba a alguien o iba con alguien,
pero me seguían invitando copas. Como vi que tardaste en llegar, no negué cuando uno de
ellos me invitó a bailar. Pensé en que sería más fácil para ti verme bailar que estando ahí
sentada con extraños. Acepté y la música siguió y siguió hasta que logré verte. Cuando iba
hacia ti, una travesura se me ocurrió. Hacerme pasar como extraña para ti, y que los demás
vieran qué suerte tenías, ya que al acercarme a ti te plantara un beso. Nadie sabe que
estamos casados y eso le genera un morbo Mary seguía relatándome todo en lo que yo
acariciaba su culo bello ambos con los ojos vendados y a un metro del portón del garage
abierto. Para eso estando con ellos, no creas que no te veía y me gustaba verte enojado
porque sabía que tus fantasías eran sólo eso y que no te gustaría verme con otros ¿verdad?
Yo estaba entrando en calor y mientras la besaba y llegaba a su conchita, para darle una
mamada total y riquísima, le pedí continuara.
Mary siguió poniéndole picante al asunto - Como pensé que ello te haría desistir de decirme
que quieres verme con otros, decidí hacer algo que te pondría a todo en prueba. Irme con
ellos a la salida y pedirles que me dieran un aventón a mi casa. Cuando fui al baño, ahí me
alcanzó uno de ellos y me dijo, que ya estaba pagada la cuenta y que ya nos fuéramos por
lo que ya no pasé contigo. En lo que decidí si irme con ellos o contigo, pensé en que la
noche se acababa y debía hacer mi sueno realidad y mi travesura mayúscula, por lo que
decidí irme con ellos pidiéndoles me dejaran aquí, en lo que les coqueteaba para ver sus
impulsos. Así lo hice a sabiendas de que te enojarías conmigo. Cando íbamos en el carro,
que por cierto adelante iban el conductor y su chica y atrás el otro tipo y yo. Me dijeron dónde
me dejaban y les fui indicando. En el camino nunca dejé de mostrarle mis piernas al hombre
de mi lado. En lo que Mary relataba todo, yo estaba ya penetrándola teniéndola a cuatro
patas como perrita, ella bufaba de placer pero no dejaba de contarme todo.
Siguió relatándome - era tanto mi calor que me llevé una sorpresa al voltear y ver al tipo con
su verga fuera del pantalón y masturbándose discretamente. Yo hice como si no lo hubiera
visto y seguí viendo afuera del auto. En un alto, volteé nuevamente y vi su verga paradísima
y con un capullo al frente enorme, mucho más enorme que el tuyo y la verdad me sentía
nerviosa de tenerlo a mi lado y yo con una fiebre enorme. Me hice la dormida y sentí cómo
esa verga rozaba mis manos. Me hice la dormida y comencé a pronunciar tu nombre para
que ellos pensaran que sí estaba dormida. Entonces sentí unas manos que me hicieron dar
media vuelta para quedar inclinada frente a él. No hice nada y de pronto sentí ese trozo de
carne en mis labios y no opté más que por mamarlo. En un principio lo hacía como si
estuviera dormida pero posteriormente lo hice con descaro, mamándolo todo hasta las bolas
y agarrándolo con ambas manos. Nunca imaginé otra verga en mis manos y mi boca, y
realmente fue sensacional.
Yo por mi parte la penetraba lleno de calor pensando que lo de ella era una fantasía. Mary
siguió - Entonces después de un buen rato, el chofer se detuvo y yo sin saber por qué, seguí
mamándole la verga fuertemente a ese extraño hasta que se vació en mi boca. Nunca
imaginé esto pero ya lo hice amor. Me ganó el deseo. Cuando me levanté estábamos
estacionados aquí enfrente de la casa.
Desnuda, me dijo que estaba entre las piernas de un hombre mientras él le empezaba a
acariciar todo su cuerpo. Yo no veía nada y sólo me dejaba llevar por sus palabras. Me decía
que sentía cómo se paraba su verga frente a ella, y que se iba a poner de rodillas entre esas
piernas, y me indicó, en lo que yo me tocaba la verga, que estaba bajándole el zipper, y que
le iba a tomar su verga para empezársela a masturbar muy lentamente, viéndolo a los ojos
mientras le preguntaba sonriendo que si sentía rico... Después de masturbarlo suavemente
por unos minutos, mi "infiel" y complaciente esposa (dentro de mi imaginación ya que no
veía nada), me indicó que sacaría de su bolsa una botellita con aceite que iba a untar con
las dos manos en su verga bien parada, para hacerlo gozar aún más, según me decía...
En ese momento, me dijo pero como diciéndole a otro que su anillo de bodas era una
tradición solamente, poniendo burlonamente su dedo con el anillo justo en la punta de su
verga mientras lo masturbaba con la otra mano... Como insinuándole que se viniera en el
símbolo de nuestro feliz matrimonio...
"Imaginaba yo" que el hombre que tenía Mary frente a ella, no podía creer su buena suerte,
ya que éste prometía ser el mejor palo de su vida. Y obviamente el hecho de que ella fuera
una mujer casada le daba más sabor a la aventura, porque sabía que ella estaba arriesgando
su matrimonio con tal de tener su verga, o al menos eso creía yo...
Después de un rato, ella no se conformó con comentarme que le estaba agarrando la verga
y que fue acercando poco a poco su cara y su boca para, finalmente, chupársela de una
sola lamida desde la base hasta la punta y de regreso a los huevos, en los cuales se
entretuvo un rato besándolos y metiéndoselos a la boca mientras lo seguía masturbando
lentamente, diciéndole que tenía una verga rica... De ahí, con pequeños besitos de vuelta a
la cabezota de su verga gruesa en la que jugaba con la punta de su lengua ya que, según
me dijo, la tenía tan grande que no le cabía en la boca.
Al oír esto, pasaban por mi mente imágenes de mi esposa completamente desnuda, excepto
por sus tacones, hincada entre las piernas de un tipo que ni siquiera se había quitado la ropa
y que sólo tenía la vergota de fuera, para que Mary se diera gusto mamándosela.
Cuando él ya no pudo más, según me decía Mary al haberle mamado la verga como sólo
una esposa sabe hacerlo, ella le quitó la ropa, lo acostó a mi lado en plena banqueta de la
calle y lo montó para sentarse despacito en su verga bien parada, todo el tiempo mirándolo
fijamente a los ojos y sonriéndole mientras me decía que esto siempre lo habíamos pensado
e imaginado...
Me explicaba que ella se agarraba las tetas y, sin dejar de mirarlo un segundo, se acercaba
lentamente a su boca para lamer su propio pezón, para después ofrecérselo sonriente para
que él las chupara, él se las lamió sin dejar un centímetro seco y le mordisqueaba los
pezones, mientras ella no dejaba de cogérselo lentamente, clavándose cada vez más en
esa estaca que la estaba abriendo como nunca antes lo había hecho nadie, acariciándole
los huevos y riendo de felicidad mientras se abría las nalgas.
Mientras ella me contaba esto, se reía de mí, diciéndome que mi verga era una simpleza
comparada con la vergota gruesa de ese extraño.
" Lo que me he estado perdiendo... " Dijo Mary, mientras apretaba duro mis huevos en su
mano hasta ver que me dolía.
" Este cabrón me cogió más rico que tú porque la tiene mucho más grande y gruesa... "Esa
sí es verga! " " Y tú eres un pendejo por haberme dicho que tu fantasía era que otro cabrón
me cogiera... y debes recordar que siempre te decía que yo sólo era para ti, y que lo que me
decías, sólo lo decías para excitarte y yo... nunca quise, pero era tanta tu insistencia que
poco a poco se me fue metiendo en la cabeza esa idea tonta tuya, y sin querer, fui sintiendo
un cierto placer nada más de imaginarme con otro y por eso, mírate ahora, otro cabrón me
esta cogiendo y ahora ¡tú eres una pendejada por dejar que otros me cojan! " Al decirme
esto me escupió la cara burlándose de mí y en verdad a mí me extrañó su actitud aun cuando
yo tenía vendados los ojos...
" ¡Él sí me hizo sentír mujer! ¡No como tú, poco hombre! " " Nada más mírate, ahí sentado
en el suelo, con los ojos vendados y tocándote tu verga en lo que un cabrón me coge de
maravillas ... ahhhhh... uuummmm ¡huele cómo me coge! "
Cuando Mary vio que yo tenía mi instrumento bien parado me empujó lejos de ella, y según
me dijo, se recostó en el suelo con las piernas abiertas y riéndose de mí, me ordenó que le
chupara bien su hoyo donde la acababan de coger, hasta dejárselo limpio...
Me decía bien caliente, al sentir mi lengua entrándole. Cuando empezó a venirse, se retorcía
gritando que yo era un pendejo que no le servía para nada, y que ella había sido una puta
porque yo la había orillado a eso y que después de mucho pensarlo se animó, y ahora no
se arrepiente, porque con él cogío más rico que yo, y porque ella sabía que eso era lo que
yo quería... Que fuera una puta cada vez que estuviera con otro.
Después, me dijo que se lo iba a seguir cogiendo cuando ella quisiera, y que aunque ella ya
tuviera compromisos hechos conmigo me iba a dejar plantado si él o ellos la llamaban...
Dijo que yo tenía la culpa, por haberla dejado coger con otro, ahora ya le había gustado... y
¡que yo me tenía que aguantar!
" Nunca me había sentado en un palo tan grande y tan rico como el de él... De todos modos...
A ti no te importa que se cojan a tu esposa, ¿verdad?... ¡Pues ahora no te la vas a acabar!
" " Además, ¡a ti nunca se te ha parado como se le para a el! " " Ya quisieras tener siquiera
la mitad de la verga que él tiene... ¡No eres ni la mitad de hombre que él es!. Entiéndelo
cabrón... desde ahora ya nunca me vas a poder coger como él... ¡Nunca! ¡Cornudo baboso!
" Pareciera que le gustaba la idea de, siendo una mujer casada, irse a coger con otro hombre
mientras su marido la esperaba en casa, ya que me estaba advirtiendo que así iba a ser de
ahí en adelante.
Bueno, pues esto fue apenas el sábado pasado, y después de esa situación extraña, ya que
nunca vi nada de lo que sucedía, y sólo me dejaba llevar por lo que Mary decía.
Desde entonces nuestras relaciones sexuales se han tornado algo distintas, llenas de calor
y de placer que hace que ambos explotemos a extremos insospechados, ya que Mary desde
entonces me dice cuando tenemos relaciones sexuales que ha vuelto a ver una vez por
semana más o menos a ese hombre, y que en ocasiones, cuando yo estoy de viaje, se ha
quedado a pasar la noche entera con él para regresar a la casa, bien cogida, hasta la tarde
del día siguiente. Incluso, que se fue una semana entera con él y sus amigos a una casa de
campo, allá por Valle de Bravo.
Recuerdo que en una ocasión, compró unos trajes de baño tipo tanga (los cuales nunca
había querido usar cuando iba a la playa conmigo) y tan sólo me indicó que los tendría para
cuando fuéramos de paseo, pero las veces que hemos salido, nunca los ha llevado consigo,
y cuando hacemos el amor, me dice que sólo los usa cuando estoy de viaje y se va con sus
amantes.
Cuando estoy por salir de viaje, ella aprovecha la noche previa para probarse esos bikinis
tipos tanga frente al espejo sabiendo que yo la observo así como a sus deliciosas nalgas y
me pregunta de una manera coqueta.
" ¿Tú crees que ahora que te vayas de viaje, y me vaya a la playa con mi amigo, le agrade
si las uso en la playa frente a sus amigos? Quiero que me presuma ante ellos toda la
semana, Imagínate, ¡yo seré la única mujer ahí!. " " Mientras él me va a tener a mí para
divertirse toda la semana tú sólo tendrás tu mano para jalártela en el hotel ahora en tu viaje,
¡Pobre tonto! "
Cuando estamos en pleno faje y pronto a cogérmela, antes de irme de viaje, Mary me dice
que cuando está con su amante siempre es muy cariñosa con él mientras que le platica
como gusta humillarme y que cuando está en el cuarto con él, ella le dice :
"¡Me gusta ponerle los cuernos al pendejo de mi marido! Él cree que le cuento mis fantasías
sexuales cuando hacemos el amor, pensando que lo hago para excitarlo y él se imagina que
estoy con alguien... Si supiera el estúpido que muchas veces vengo a que me des verga sin
que él se entere... ¡Que se joda por pendejo! Quien le manda andarme metiendo en la
cabeza ideas de que me meta con otro y me este prestando, ¿verdad mi rey? " " ¡Quiero
ponerle sus cuernotes al baboso! ¡Déjame bien cogida para el estúpido, para que cuando
llegue, me lama tu semen!
¡Cójeme duro con tu vergota mi amor! Para que me hagas el hoyo más grande y no sienta
su verga cuando el pendejo me la meta... No quiero que se le olvide nunca que me culeaste
... ¡Tú sí que me sabes dar verga! Cógeme papacito... Asi... Quiero que él se dé cuenta de
que estoy bien usada por ti, y que le dejaste bien abierta y bien culeada a su esposa. ¡Quiero
que cada vez que me coja por el resto de su vida se de cuenta de que su verga ya me queda
chica para este hoyote que me estás haciendo! ¡Por andar prestando a su esposa! "
Cuando ve que estoy excitadísimo, me pregunta si quiere que me cuente más de sus
"fantasías"a lo que yo le acepto el plan y ella empieza a contarme, que A veces su amante
la hace llamarme de algún cuarto de hotel mientras se la está cogiendo por el culo solo para
que ella me diga que me ama o para inventarme que va a llegar tarde porque se encontró
con unas amigas. A él le gusta ver a mi esposa infiel tratando de controlar mientras ella
habla por teléfono con el cornudo de su marido sólo para reportarse y tenerlo tranquilo...
" Si supiera el imbécil " según dice el, riendo. " Ni se imagina que mientras oye la dulce voz
de su adorada esposa diciéndole por teléfono que lo ama, la perra está de rodillas en el piso
de un cuarto de hotel, ofreciendo su culo bien parado y abriéndose las nalgas para que le
metan la verga sin piedad por atrás."
Mary me dice que luego, cuando ella cuelga el teléfono, él le saca la verga del culo y se da
los últimos jalones para venirse en la boca y en la cara de mi adúltera esposa, embarrándola
de semen toda, hasta su anillo de bodas, mientras los dos se ríen de mí.
A mí me gusta cogérmela todavía caliente, pensando que se la ha cogido otro... Ella me dice
que le gusta llegar conmigo chorreando de semen de otro hombre por sus piernas para que
yo me los coma y luego me la coja. Estamos de acuerdo.
Cuando le meto la verga, pensando que otro ya se la cogió, siento un placer inusitado como
si la hubieran dejado bien abierta y bien llena de venida.
Ella me dice :
" Así papacito... Cógeme en su semen... Méteme tu verga en su venida... ¿Sientes cómo me
dejó? Me cogió rico tonto... Y me echó mucho semen y muchas veces... ¡Muchas más que
tú! Así... Ahora sácamela y déjame chupar sus semen en tu verga... Mmm... ¿Te gusta verme
chupar su semen en tu pito, cornudo? Es que me gustan mucho, mira... Mira cómo me los
como... ¡Así me los comí en su vergota!
Métemela otra vez, que quiero que te vengas en su venida... Quiero sentir el semen de los
dos bien revueltos en mi hoyo caliente... Así... " " ¿Te estás viniendo ya, papi? ¿Quieres
mezclar tu semen con los de un hombre de verdad en el hoyote de tu esposa? ¡Échamelo!
¡Ándale pendejo, lléname tú también con tu semen, porque cuando acabes te lo vas a comer
todo! Lo tuyo y lo de él... ¡Así papi!... ¡Quiero que te vengas rico imbécil, para que me eches
mucho semen y tengas más de comer!... ¡Cornudo! "
Sin embargo, ahora, después de todo, ya no sé si todo lo que dice tiene un fundamento, o
simplemente lo hace para que yo goce cuando hacemos el amor...Ustedes qué opinan...
¿Mary es una mujer de palabra o no y mi fantasía se hizo o no realidad?
© Anónimo
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Noticias ¿Por qué a los chicos nos encanta probar nuestro propio semen?
¿Por qué a los chicos nos encanta
probar nuestro propio semen?
Por
#SoyHomosensual
La mayoría de los chicos participantes en un foro de Reddit donde se discutían estos temas
eran heterosexuales y a la pregunta de si se comen sus propio semen, respondieron con un
tajante “Claro que lo hago”. Incluso, en la conversación se dieron casos explícitos en los
que muchos contaron la primera vez que probaron su semen luego de una sesión
masturbatoria, o bien, esparcido en el cuerpo de alguien más.
En las entradas del foro podía leerse de todo; desde “Me tomo mi propia ‘lechita’ luego
de masturbarme, para dejar mi pene limpio” hasta “Beber mi propio semen no me hace
gay. Es una forma de aceptar mis fluidos y disfrutar del sexo”.
Me gusta beber mi propio semen, pero nunca he deseado hacerlo del pene de
otro chico. Prefiero venirme sobre mis abdominales y luego esparcir mi leche
hasta el pecho para beberla con los dedos.
En realidad, nuestro gusto por el semen propio no condiciona nuestra orientación sexual.
Incluso, pensarlo así puede indicar cierta homofobia o mera ignorancia. Es un hecho que en
el asunto se filtra más algo como curiosidad por conocer el sabor de este líquido que las
consecuencias o conclusiones casi psicoanalíticas que podamos sacar al respecto.
Se trata de una práctica natural cuya ingesta no afecta en nada nuestro organismo. De
hecho, el flujo seminal masculino contiene una gran cantidad de nutrientes,
como minerales, proteínas, vitaminas y hormonas, pero también es cierto que algunas
personas pueden ser alérgicas.
Laura: Pues menuda suerte has tenido, con tanta mujer no te van a sobrar
cosas que hacer.
La otra mujer no supo qué cara poner a ese comentario, y sólo supo hacerle
una pregunta: ¿Y tú por qué quieres aprender fotografía?
Laura: Yo ya sé fotografía, estoy aquí para cazar yogurines- Tras decir eso
comenzó a reírse y yo me puse muy nervioso. Al rato la otra chica, empezó a
reírse también, pero algo más nerviosa e incómoda. Por fin Laura siguió
hablando: Es broma, estoy como Fran, no tenía nada que hacer nada en
verano. Cuántas cosas tenemos en común ¿no Fran?
Me lanzó una mirada de complicidad, como diciéndome que sabía qué
fantasías tan guarras tenía ya en mi cabeza sobre ella. Yo sólo supe reírme un
poco y poner una excusa para poder irme después de acabar mi copa.
En las siguientes clases todos nos fuimos conociendo, todos pensaban que
Laura era un poco rara, a veces ligeramente agresiva. Siempre que alguien se
sentaba a mi lado ella pedía de malas formas que se cambiase de lugar, ya que
ese era su sitio. Y cuando hablaba a solas con alguna, Laura aparecía, como
marcando territorio. Aún no habíamos hecho nada más que hablar, pero he de
decir que me ponía mucho que desde tan pronto marcase territorio, me hiciera
sentir suyo sin haberme tocado, sólo con pequeñas acciones. Me visualizaba
con ella, como un perro, con collar y correa, comiendo del suelo sus sobras.
Viviendo como su mascota, un tapón con forma de cola en el culo, tener
prohibido hablar y desobedecerla, estar desnudo siempre delante de ella.
Pensaba en dormir a sus pies, en tener que darle placer cada mañana con mi
lengua, mientras con un aparato, me freía los huevos... Tantas cosas me
venían a la cabeza que pasaba el día con la polla dura, y babeando
literalemente por ella. Soñaba con el sonido de los tacones que llevaba en
clase todos los días, con las veces que "accidentalmente" me rozaba con sus
pies.
Por fin se acabaron las clases teóricas y salimos fuera, por parejas, para
practicar con la cámara. Por supuesto, todos daban por hecho que Laura y yo
íbamos juntos. Nos plantearon un pequeño trabajo, teníamos que hacer una
serie de fotos intentando retratar la forma en la que percibimos a la otra
persona. Mi corazón latía tan fuerte que sentía que se me salía del pecho. Con
este trabajo íbamos a tener que quedar para poder hacerlo, a solas. Y estaba
claro que me iba a invitar a su casa.
Laura: No te pongas así, sé que te encanta, igual que mis pies. Están
descalzos, voy a necesitar unos zapatos, busca en ese zapatero de allí.-Se hizo
un silencio- ¿Vas a decir algo?
Yo: Si Ama.- Sólo salieron de mi boca esas palabras, las mismas que repetía
en cada una de mis fantasías, fantasías que parecían hacerse realidad.
Ama Laura: ¡Vaya! Sabía que te gustaba el femdom, pero no sabía que ya te
tenía tan dominado jajaja Vas a pasarlo bien hasta mañana...
Ama Laura se acercó a la puerta, la cerró con llave y mientras subía las
escaleras dijo: Si, vamos a necesitar todo un día para las fotos, tengo muchas
en cosas en mente para hacerte y para fotografiar. Y ya que me has llamado
Ama por primera vez, que no se te olvide repetirlo al final de cada frase, me
ha puesto cachonda que me llamaras eso tan pronto.
Yo: Si Ama.
Ama Laura: Así me gusta, parece que tienes madera de esclavo, podré hacer
lo que quiera contigo.
Cuando hube preparado todo, subí por las escaleras y fui por un pasillo
oscuro, en dirección a una luz roja que salía por una puerta, como un
mosquito. Y allí estaba, sentada a los pies de la cama, con las piernas
cruzadas, balanceando su pie derecho a la espera de su calzado.
Ama Laura: Deja de mirar y entra. - Obedecí y me acerqué a ella. Extendí mis
manos para ofrecerle el café.- ¡Así no! Te tienes que poner de rodillas para
ofrecerme el café.
Ama Laura: Muy bien perrito.-Sonrió y volví a ofrecerle el café con las manos
extendidas y las rodillas en el suelo.
Ama Laura: Veo que me has traído dos tipos de calzado, has hecho bien, así
vas sobre seguro. Creo que quiero los tacones, en clase vi cómo ponías los
ojos en blanco nada más oírme entrar en clase con ellos, veo que los recuerdas
muy bien.- Hice el amago de ponérselos cuando me interrumpió- No no
perrito, no puedes ponerme unos zapatos sucios. Estoy segura de que no has
desayunado muy bien de los nervios, come un poco limpiando mis tacones.
Luego los pies, he tenido que ir descalza a abrirte la puerta, se han ensuciado
por tu culpa.
Yo: Si, Ama.- Contesté que sí, pero la idea de lamer algo tan sucio no era
agradable al principio. Sin embargo, ver su mirada de placer mientras bebía su
café, me hacían poder hacer cualquier cosa que me pidiera. Y lamí la suciedad
de sus tacones, los lados primero, y al final la suela, llena de suciedad que
metía en mi boca como arena, difícil de tragar. Debió ver mi cara, porque me
ordenó que parase.
Ama Laura: Para por ahora, te irás acostumbrando, más te vale, sino será peor
para ti. Te guardaré el otro zapato para el desayuno de mañana. Ahora los
pies, no están tan sucios, y seguro que lamerías cualquier cosa directamente de
mis pies ¿verdad perrito?
Yo: Si Ama.
Ama Laura: Bien, tienes demasiado sucia la lengua, abre la boca que te escupa
para limpiarlo.
Yo: Si Ama.-¿Escupirme? La boca se me hacía agua, un acto tan degradante y
la par que delicioso, y después irían sus pies, un gran banquete para
desayunar, mi polla estaba tan dura que hasta me dolía, aunque algo me decía
que el dolor sería aún peor más adelanta, o mejor, depende de cómo se mire.
Ama Laura: Date la vuelta y desnúdate, después quiero que limpies mi saliva
del suelo.
Así hice, me di la vuelta, y me quité la ropa lo más rápido que pude,
necesitaba volver a saborear su saliva, aunque fuese desde el suelo. Al darme
la vuelta para lamer el suelo como un perro, en la mano tenía un tapón anal de
un tamaño demasiado grande para un culo virgen como el mío. Además de
lubricante.
Ama Laura: Pon el culo bien en pompa y la cabeza bien en el suelo. Voy a
coger la cámara, quiero hacer un primer plano de tu culo abriéndose.- Me
estaba haciendo fotos sin que me diera cuenta. Al levantarse vi de reojo que
llevaba un disparador remoto. La cámara estaba al lado de la cama con un
trípode, estaba tan cachondo que no me di ni cuenta. Puso la cámara cerca de
mi culo y me separo las nalgas para tomar unas fotos.
Ama Laura: Veo que tienes un culo virgen, eso me servirá mejor para el
trabajo. "De virgen a puta" Trabajo realizado por Laura jajajaja. Verás como
cambia de tu culo, de estar así de cerradito a llegar a caber una buena polla
jajaja.
Temía por mi culo, ella iba a follarme tarde o temprano, y lo haría muy
duramente. Dicen que los culos no lubrican, pero puedo asegurar que, aunque
tuviese algo de miedo, sentir a una mujer encima de mi follándome duramente
el culo, sin que yo no pudiese evitarlo, me mojaba enterito por dentro.
Empezó a poner lubricante por mi ano y a introducir sus dedos poco a poco.
Ama Laura: Mmmmm cómo me gusta sentir un culo cerradito a punto de ser
abierto. Pero el tapón no será nada comparado con lo que te espera después,
vas a gritar como una puta y acabarás suplicándome que te folle más fuerte.
Sentí como hacía fuerza para meter poco a poco el tapón. Era trementamente
doloroso, tanto que no podía seguir lamiendo el suelo y empecé a emitir
pequeños gritos de dolor. Para que no me moviese me puso el pie sobre la
cabeza, contra el suelo, y dio un último empujón bien fuerte mientras tomaba
fotos y yo gritaba intensamente de dolor, a lo que ella respondió metiéndome
el pie en la boca. Pasé un rato con un dolor continuo. Ella trataba de
calmarme, aunque la sonrisa no se borraba de su cara.
Ama Laura: Cálmate, te ha debido doler mucho para que esa roca que tenías
por polla se volviese tan blanda. Mmmm me ha empapado más aún ese grito
que has pegado y ver tu lo bien abierto. Seguro que si lo hueles tu polla vuelve
a la normalidad. Toma, huele mi coño, has sido muy bueno, pero sólo huele.
Ama Laura: Parece que te gusta lo que te hago, hasta estarás disfrutando del
tapón.- Se levantó y se puso detrás de mi. Con su pie empezó a golpear el
tapón fuertemente y de mi boca se escapaban gemidos de placer, esa
sensación me hacía pensar en lo delicioso que debía ser que me follaran el
culo y lo mucho que lo deseaba. Tan sólo había empezado a disfrutar del
tapón cuando de repente, paró, y segundos después recibí una patada en los
huevos, que me dejó casi llorando en el suelo.
Ama Laura: Eres bueno, pero todavía no tanto como para gimas como una
puta, espera a que te folle el culo. Estoy deseando violarte putita. Ponme los
tacones y ve al baño a lavarte el cuerpo un poco y relajarte. Estoy abusando
mucho de ti para ser la primera vez. Voy a pedir algo de comer.
Me dispuse a poner los tacones en sus deliciosos pies de diosa, no sin antes
besarlos. Dejó la habitación dejando tras de sí el aroma de su coño y el sonido
de sus tacones. Cuando ese sonido desapareció sentí como si hubiese
despertado de un sueño. Fui al espejo a mirarme para comprobar que todo era
real, mi cara ligeramente sucia y mi boca casi negra de limpiar la suela de sus
tacones. Jamás pensé que haría algo así. Me agache un poco para ver mi culo,
sólo verlo hizo que mi culo se estremeciese y el tapón me diera placer. Me
metí en la ducha, bien caliente, pero no me lavé la cara, quería seguir teniendo
el aroma de su coño en mi cara.
Yo: Si Ama.
Yo: Si Ama.
Ama Laura: Como ves vas a comer como un cerdo. Del suelo y de mis pies, lo
que yo escupa o te tire. Comerás lo que yo te diga cuando yo te lo diga y
como yo te lo diga.
Ama Laura: Mmm me gusta que me des las gracias, no eres un cerdito tonto
por lo que veo. Ahora come un poco.- Acercó su pie con el trozo pegado que
había escupido. Mis fantasías se estaban haciendo realidad. Jamás querría
volver a comer de otra manera que no fuera esta. Me dio de comer poco a
poco, los trozos que o bien escupía o simplemente tiraba. Yo deseaba que me
escupiera todo, pero aún así comería lo que me diese.
Ama Laura: Aún te queda un trozo cerdito, te lo guardo para cenar, junto con
el zapato jajaja. Espero que tengas espacio para más, necesito mear y no
quiero ir hasta el baño. Túmbate en el suelo y traga.
Ama Laura: Una pena que no te hayas lavado la boca, quizá te habría usado
como papel. Al menos te puedo usar como fregona. Lame el suelo.
Yo: Si Ama.
Ama Laura: No quiero que pares, levanta bien el culo, voy a sentarme encima.
Ama Laura: ¡No pares! Puedes lamer y gritar al mismo tiempo.- Y me golpeó
aún más fuerte como advertencia.
Desde hacía mucho tiempo me había puesto unas cadenas imaginarias con las
que me controlaba y no me dejaba elección. Lamía y lamía el pis del suelo
para dejarlo reluciente mientras ella me daba golpes suaves y repetidos en los
huevos. Eran cada vez más fuertes. Me dolía el estómago y casi no podía
seguir. Pensaba en que era suyo y debía aguantar lo que me hiciera, ser un
buen juguete para ella y que disfrutase. Me encantaba sentir el calor de su
coño contra mi espalda y su mano golpeando incesantemente mis huevos, sin
piedad. Mientras como un cerdo limpiaba el suelo de mi Ama con la lengua.
Por fin decidió parar con un golpe que me dejó en el suelo, llorando de dolor.
Me permitió ir de nuevo al baño. Ella mismo me preparó un baño caliente
para que me preparase para lo "siguiente". O eso dijo ella. Una buena ama,
que me prepara un baño después de darme en de comer y golpearme los
huevos. Esto es vida, pensaba.
A los pocos minutos vino vestida con botas altas de cuero y un corsé. En su
mano llevaba un collar que parecía ser para mi, al igual que una mordaza.
Ama Laura: Te pondré el collar, te lo has ganado por ser buen perro. La
primera vez y aguantas todo lo que te hago. Con tan sólo rogarme que parara
quizá lo hubiera hecho. Pero ahora también debo ponerte la mordaza, no voy a
dejar que ruegues porque no voy a parar hasta estar satisfecha.
Yo: Si Ama.
Acercó el collar a mi cuello, lo puso bien fuerte, junto a una correa. Luego la
mordaza con una sonrisa maliciosa.
Me sacó de la bañera y me hizo seguirla a cuatro patas como un perro. Miré el
reloj. Ya eran las 19:07. El tiempo pasó realmente rápido. Pensé que no serían
ni las 17:00. La diversión había hecho que el tiempo pasase muy rápido, y
ahora venía lo más divertido, me iba a follar con su arnés. En su cuarto estaba
todo colocado: Velas, el arnés en la cama, lubricante, y algo que parecía dar
descargas eléctricas.
Sin mediar palabra, puesto que no era necesaria, me subió como a la cama, me
tumbó bocabajo con las piernas arriba y quitó el tapón. De nuevo la cámara
estaba puesta a nuestro lado, de verdad parecía que su trabajo iba a consistir
en retratar mi transformación a puta. El aparato eléctrico iba alrededor de los
huevos, lo puse y empecé a notar una pequeña descarga. Me miró a los ojos y
la intensidad iba aumentando. Pareció que se detuvo justo cuando vio en mi
cara un gesto de dolor. Me ató en la misma posición en la que me encontraba
y me tapó la cara con las bragas que llevaba antes, bien mojadas y un olor que
me hipnotizaba.
Atado, sin poder hablar ni ver, sentí el lubricante en mi culo. Me agarró de las
piernas y empujo lentamente su polla contra mi culo, no sabía que tamaño
tenía pero se sentía enorme, dolía, algo más que antes, pero no podía hacer
nada, estaba completamente a su disposición, era su juguete sexual. Tuvo la
cortesía de meterlo lentamente hasta el fondo, momento en el que gemí como
nunca. Desde ahí, la sacó del todo y la volvió a meter, algo más rápido, y se
detenía un momento para escucharme gemir. El ritmo fue a más, ya no sacaba
su polla de mi, me follaba suavemente y me tocaba la polla, estaba tan
cachondo que creía que me iba a correr con que me tocase un sólo dedo.
La oía gemir a ella también y con ello aumentar el ritmo. Debió pensar que
mis huevos no dolían lo suficiente y subió de golpe la potencia del aparato,
grite de nuevo, pero de dolor, y ella gimió de placer y comenzó a embestirme.
Sin darme cuenta empecé a gemir sin parar, y ella de vez en cuando me tapaba
la boca y la nariz para asfixiarme y ahogar mis gemidos. Mientras me
masturbaba con la otra mano, yo no podía aguantar más y empecé a tener
ligeros espasmos en la polla. Me iba a correr, pero ella paró justo cuando iba a
tener un orgasmo, me quitó las bragas para mirarme a los ojos, y me dejó
eyacular sin placer. Me destrozó y me puso más cachondo a la vez. Ella se
reía y gemía, mientas parecía penetrarme también con su mirada. Estaba
disfrutando más que yo de todo eso.
A pesar de haberme corrido, mi polla seguía dura, aunque más sensible. Mis
huevos me dolían, mi culo estaba al límite, mi Ama no parecía cansada. De
nuevo cogió mi polla y volvió a masturbarme. No tardé ni quince segundos en
correrme, esta vez me permitió tener un orgasmo, y me corrí más fuerte que
antes, manchandome de mi propio semen.
El cinturón de castidad
(Relato)
servus84
Parte 1 de 4
Realmente no sé porqué lo hice, porqué cometí un error tan
grande en mi relación con Cristina, pero ya no hay marcha
atrás. No es que no hubiera fantaseado siempre con temas
de BDSM y Dominación Femenina, pero me costó bastante
decidirme a dar el paso definitivo que cambiaría para
siempre nuestras vidas. Ahora no puedo dejar de pensar en
ello, vivas imágenes invaden constantemente mi mente, y
debo recordar a cada instante las consecuencias de mi
acto.
Era una tarde de primavera, en la cual me había
masturbado de forma convulsiva dos veces seguidas
leyendo relatos de dominación femenina. Hubo uno relato
en concreto que me llamó la atención y que me excitó de
sobremanera. En él, una dominatriz enfundada en su cuero
negro obligaba a su sumiso a ponerse un medieval cinturón
de castidad metálico, aparatoso por lo que contaba y por
medio del cual controlaba cuando podía eyacular.
La relación que tenía con Cristina era (y sigue siendo,
aunque con algunas profundas diferencias) muy amorosa,
incluso algunos dirían pegajosa. Practicábamos algunos
aspectos Femdom light, y siempre en la cama: algunos días
me había atado con esposas al cabecero de la cama, se
había corrido encima de mi cabalgándome, me había
clavado sus tacones o simplemente habíamos fantaseado
en nuestras charlas con hacer esto y aquello, siempre
durante los preliminares, para ponernos a tono. Aunque fue
a partir de la lectura de aquel relato cuando empecé a
interesarme en el tema de los cinturones de castidad, para
añadir un juguete más a nuestra colección.
Me entraron ganas de saber más sobre cinturones de
castidad masculinos y empecé a navegar por Internet para
averiguar que aspecto tenían. Me llevé una buena sorpresa
cuando vi que actualmente no eran nada raros y que su
diseño se había modernizado. Me siguió picando la
curiosidad, y me decidí, inocentemente, a comprar alguno
que estuviera dentro de mi presupuesto. Dicho y hecho, lo
encargué.
Durante los días siguientes estuve hablando con Cristina.
Como vi que andaba algo perdida y haciendo muchas
preguntas, le recomendé un relato en concreto en el que se
cuenta los primeros pasos de una pareja Femdom
(en www.todorelatos.com) “Una Semana sin Sexo”, de
cuatro episodios. Pronto me daría cuenta de que había
destapado la caja de Pandora.
Empezamos a enviarnos emails (o más bien yo los recibía)
que llegaron incluso a darme un poco de miedo por lo que
había hecho...
“Travieso, he pensado castigarte porque eres muy malo...te
voy a pegar en el culo porque no me haces caso y vas a
comer en tu bol sólo comida de perro. Con mis tacones te
llevaré a pasear y tú estarás solamente vestido por dos
cinturones: El de perro...y el de castidad, je,je. La llave me
la guardaré toda la semana donde no la puedas encontrar y
si no me satisfaces como es debido tu periodo de castidad
será alargado. Leyendo el relato me he dado cuenta de lo
mal que te portas y de que debes ser castigado.”
“He pensado tenerte con los ojos y muñecas vendadas, y
jugar un ratito contigo, ponerte tu collar...y por último, el
cinturón ¡Para demostrarte quién es tu ama!”
“¿Te acuerdas de Jesús, mi compañero de clase de la
facultad? El otro día me dijo que si quería que se llegara
por mi casa para darme un masaje. Espero que no te
moleste...como tu pronto vas a estar encerrado en un
cinturón de castidad...tendré que buscar quien me
satisfaga...”
¿Cómo podía estar diciendo todas estas cosas mi
tradicional novia que apenas hablaba de sexo fuera del
dormitorio? Lo peor de todo es que sabía que hablaba en
serio. Me llegué hasta a releer el relato buscando una
posible explicación a este súbito cambio de personalidad
¿Sería capaz de ponerme los cuernos con aquel chaval?
¿Pero no se supone que aquello era un juguete más? En
algunos momentos mencionó unos textos de Elise Sutton
que yo le había pasado hacía tiempo, y que ahora se había
decidido a leer, y vaya si los había leído.
“Tengo muchísimas ganas que llegue el juguete. Pero no
creo que te quepa. He ido a comprar hielo para el día que
te lo ponga. Vas a tener que acostumbrarte al frío metal
muchísimo tiempo ja, ja, ja. ¿Dónde me colgaré la llave?
Seguramente entre mis tetas, ¿no? Qué morbo cuando me
pregunten qué es lo que abre.”
“Hace ya mucho tiempo que no usamos la cosa roja. Ya va
siendo hora. Siempre he tenido curiosidad en saber si un
hombre puede correrse si tocársela.”
La cosa roja no era otra cosa que un dildo strap-on de 18
cm con vibrador que habíamos usado sólo una vez. Ella
pareció haber disfrutado muchísimo penetrándome pero
como me llegó a doler un poco decidimos sacarlo de
nuestros juegos. Decía que la sensación de poder sobre mí
era inmensa, como si hubiéramos intercambiado los
papeles que la mayoría de las veces seguíamos en la
cama. Ahora era yo el sumiso y ella la mujer dominante.
Estábamos a jueves, y todo esto había venido pasando
desde el lunes, día en el que pedimos el “juguete”. A
primera hora de la mañana recibí un email extremadamente
sorprendente.
“Sé que todos estos días te has estado pajeando como si
no hubiera un mañana. Creo que tenemos que ir
cambiando las cosas. Vas a tener que empezar a
obedecerme: no te toques hasta el sábado. No pienses en
tu asqueroso pene, no lo mires, no lo toques con otro
motivo que no sea la higiene. Te quiero casto y con ganas.”
Me quedé sorprendido, pues ella nunca se había opuesto a
que me masturbara en la intimidad (sólo nos veíamos los
fines de semana), y esto, además, era una orden en toda
regla. Intenté bromear con ella, pero por lo visto lo estaba
diciendo totalmente seria, incluso enfadada. Por unos par
de días sin meneármela tampoco me iba a pasar nada.
Estaba nervioso cuando el cartero me entregó el paquete
en mano. Por un lado pensaba que hoy me iba a liberar y
que por fin podría correrme de nuevo, por otro lado no
sabía en qué podría acabar todo aquello.
A media tarde cogí la caja y me dirigí al piso de Cristina.
Vive en un piso de alquiler con otras dos estudiantes
universitarias que aquellos días habían vuelto a sus
hogares. Me recibió vestida, con ropa totalmente normal,
excepto por unos zapatos de tacón negros brillantes que yo
le había regalado hacía tiempo y que apenas se ponía.
Llevaba un pantalón vaquero estrecho y ceñido que le
marcaba sus curvas, y una camisa blanca abierta por
delante que dejaba entrever sus estupendos senos que
parecían querer escapar de su minúsculo sujetador. El pelo
negro lo llevaba suelto. Estaba realmente imponente.
⁃Hola cariño, pasa. ¿Eso que llevas ahí es el juguete?
⁃Hola, eeeh...pues sí. - dije entrando en la casa.
⁃Pasa al comedor y ponte cómodo. - Dijo cogiendo la caja
de mis manos. - No te debo nada, ¿verdad? Por el juguete,
quiero decir…
⁃No, no, claro que no...
⁃Así me gusta. Al fin y al cabo, fue tu idea...
Ella se fue hacia la cocina y yo entré al comedor, y me
senté en el sofá, en frente del televisor apagado.
⁃Será mejor que te quites la ropa, cariño. - dijo Cristina
desde la cocina
Hice como me pidió, todo iba demasiado rápido. La verdad
es que me había costado no tocarme en estos últimos días,
sobre todo teniendo en cuenta los mensajes subidos de
tono que me enviaba mi novia. Esperaba que quizás me lo
pusiera hasta que se pusiera caliente ella, y entonces me lo
quitara para tener sexo. Un juguete más.
Sin embargo, allí estaba yo, totalmente desnudo, junto a
una caja de condones, esperando a que apareciera mi
escultural novia en ropa interior. Aunque me llevé una
buena sorpresa cuando la vi aparecer totalmente vestida
con una cubitera mediana y una bolsita en la otra mano. Me
comenzó a entrar pánico. Una cosa era la fantasía, otra
muy distinta la realidad:
⁃Eeeh, Cristina...no sé si...
⁃Tranquilo, perrito, es una cosa natural... - decía mientras
se agachaba y se arrodillaba entre mis piernas.
⁃Pero mira, la tengo totalmente empalmada, no podremos
jugar hoy con el “juguete”...
⁃Para eso he traído esto, campeón...
Se me había olvidado totalmente lo del hielo, pero me en
cuanto lo vi asomarse y cuando lo sentí congelando mis
partes, comencé a sufrirlo.
⁃¡Aaah! - grité en una mezcla de placer y malestar.
⁃Tranquilo, shhhh... - decía mientras sumergía mi miembro
y mis huevos en el agua helada. - hay que dejarlo así un
poco para que baje la erección. Avísame cuando no lo
notes.
Aguanté como un machote, pensando en el polvo salvaje
que vendría después. Cuando hubieron pasado unos
minutos comencé a asustarme ya que no notaba apenas
nada. Cristina saco mi flácido pene y mis testículos del
cubo, reducido todo a su mínima expresión, y poco a poco,
me puso el anillo interior metálico. A continuación, tomó el
tubo, también de metal, e introdujo dentro mi pequeño
pene, ajustándolo al anillo interior. Yo debía comenzar a
expresar mis dudas sobre todo aquello, porque Cristina
empezó a hablarme sobre ello.
⁃Mira, perrito, tienes que confiar en mi. Estamos llevando a
cabo tu fantasía, ¿no?
⁃Sí, pero...
⁃Nada de peros, ya me estás cansando un poco... - dijo
quitándosele la sonrisa del rostro.
Metió la mano en la bolsa y sacó un pequeño candado que
colocó en una abertura del cinturón de castidad. ¡No había
caído en eso, llevaba un candado! Con un rostro serio, me
miró fijamente mientras acariciaba el cierre del candado.
⁃¿Sabes que después de esto no habrá marcha atrás,
verdad?
No entendí bien aquella pregunta. Supongo que estaba
demasiado nervioso o caliente…seguía pensando en que
todo aquello se acabaría rápidamente y podríamos follar. Di
mi aprobación maquinalmente y lo siguiente que escuché
fue un ligero clic, cerrando el candado que se escurría por
sus manos perfectas de uñas pintadas de color rosa.
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servus84
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Rol: sumiso
Parte 2 de 4
A continuación, recogió todo tranquilamente y se lo llevó a
la cocina. Pasó fugazmente por el pasillo y se metió en su
cuarto, cerrando la puerta. Poco a poco, la sensación de
frío en mis partes fue despareciendo e imaginando el
conjunto de ropa interior sexy que se pondría para la
ocasión mi miembro intentó crecer, chocando
irremediablemente con las paredes del aparato y
causándome una molestia que no había sentido antes. Era
algo así como un dolor de estómago que sentía muy
adentro.
Al poco rato, ella salió del cuarto. No se había cambiado de
ropa. Se había quitado la camisa y quedaba en una especie
de top negro que realzaba sus pechos, una cadena
plateada con la llave de mi virilidad entre sus senos y un
fusta negra de cuero, que apenas habíamos usado con
anterioridad. Con tranquilidad, se acercó donde yo me
encontraba y acarició el aparato de castidad con su arma.
⁃Levántate, perro, ponte a cuatro patas.
Hice como me había ordenado, mientras ella pasaba por mi
lado y se sentaba en una silla cercana. Tras ponerme en
esa posición entre sus piernas abiertas, se dirigió a mi.
⁃Ni se te ocurra abrir la boca si no te pregunto yo, tengo
que decirte unas cosas. Seguro que ahora estás algo
confuso, pero todo ha sido idea tuya y ya no hay vuelta
atrás. La verdad es que me ha interesado muchísimo el
tema de la castidad masculina... - dijo con una sonrisa – y
creo que ya es hora de que tengamos una relación de
dominación fuera del dormitorio también.
No podía creer lo que estaba oyendo. Notando mi
turbación, tomó mi cabeza por las mejillas y sosteniéndome
levanto mi mirada hacia la suya. Desde mi posición a cuatro
patas, la veía majestuosa, como una diosa.
⁃Por ahora, te lo voy a poner una semana, después ya
veremos. Pero tienes que entender que esto va a durar
mucho, mucho tiempo…Los hombres os volvéis vagos
cuando os corréis y tú quieres servirme como me merezco,
¿no? Como a la chica del relato…
o Sí, Cristina…
o Acostúmbrate a decir: sí, ama…esclavo.
o Pero Cristina... - una bofetada me hizo callar de pronto.
servus84
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Rol: sumiso
Parte 3 de 4
Poco a poco me fui quitando la ropa y poniéndola en un
rincón. Vi como se acercaba traviesa con un lápiz en la
mano y empezaba a juguetear con mi pobre pene
encerrado en el cinturón, golpeando la funda exterior y
rozando la piel enjaulada con la punta. Comprobó su total
inmovilidad y se giró para sentarse en la silla.
⁃Vamos, ponte de rodillas, con las manos atrás, ¡hop, hop!
Pero mírame a la cara, gusano… ¿Ves esto que tengo en la
mano? No lo leas, firma las dos copias ahora mismo. - me
dijo con voz severa
No alcancé más allá de leer el título del
documento: Contrato de Esclavo. Me entró un poco de
reparo, pero accedí a firmar.
⁃Muy bien, perrito. - dijo ella satisfecha. - Pero primero, lo
primero.
Se levantó con rapidez y rebuscó en la mochila donde
guardábamos todos nuestros juguetes. De allí sacó algo
diferente. En unos segundos, me estaba colocando un
collar de perro...
⁃Y ahora vamos a escribir el nombre de tu dueña en el
collar, por si viene otra que te quiera llevar je,je, je… - dijo
cogiendo un rotulador y escribiendo: Propiedad de Cristina.
El collar despedía un fuerte olor a cuero que me
embriagaba. Por una parte me gustaba todo aquello pero
por otra seguía teniendo miedo por todo lo que estaba
haciendo. Sin embargo, la sensación era tan fuerte que me
dejaba llevar.
⁃Muy bien, a partir de ahora, cada vez que vengas te lo
pondré para que te sientas más a gusto, espero que
apriete... - dijo con una sonrisa sádica.
Seguidamente, y desde su posición alta, comenzó a leerme
lo que sería mi contrato de castidad. No podía creer lo que
había firmado. A parte de lo anteriormente mencionado,
habían por ambas caras órdenes estrictas, entre ellas,
obedecer siempre y cumplir todos sus caprichos. Pero la
cláusula que más me indignó fue la penúltima...
⁃¿Alguna duda, esclavo?
⁃Mmm, no sé, ama, no entiendo bien este punto. - dije
señalando el papel
⁃Está bien claro, yo controlaré tus orgasmos que serán los
mínimos posibles. Pero yo podré tener todos los que pueda
tanto contigo como cualquier tío bueno que me quiera traer
a casa ¿lo has entendido? - dijo acercando su pie a mi
enjaulado miembro.
⁃No sé... - de repente una pequeña patada me hizo callar
⁃Tu no tienes que decir nada. - dijo poniéndose
irónicamente cariñosa. - pero cariño, no tengas miedo. Te
sigo queriendo, pero tienes que entender que las cosas
cambian. Las mujeres somos libres de acostarnos con
todos los machos que queramos, será bueno...para mí –
dijo riéndose.
Se giró y tomó un folio que tenía con una tabla en la que
aparecían las tareas y las fechas de la semana. Después
me miró y dijo:
⁃¿A qué estás esperando, esclavo? Venga...a limpiar, que
ya vas con retraso. Primero, haz mi cama y limpia el
comedor, que me toca esta semana je, je, je. - dijo
pícaramente.
Mientras hacía todas las tareas, no pude evitar darme
cuenta de lo ingenuo que había sido. Mi novia había
tomado literalmente no solo las riendas de la relación, sino
de mi vida, y a fuerza de controlar mis orgasmos me había
esclavizado a su manera. Iba desnudo por la casa, con el
cinturón de castidad y la correa en el cuello, dejándolo todo
como una patena. Cuando hube terminado las tareas del
hogar, Cristina me hizo volver a su cuarto, y me presentó
todos sus pares de zapatos, incluyendo las botas y zapatos
de tacón de aguja. No pude evitar mi intento de erección al
limpiar aquello, me sentía verdaderamente humillado…y
excitado a la par.
⁃Si algún día te portas bien, te dejaré correrte sobre mis
zapatos de tacón. Pero luego los tendrás que limpiar bien,
¿eh? - dijo estudiando en la mesa sin mirarme. Sabía
perfectamente que me estaba excitando con solo rozar sus
tacones, mientras la adoraba desde abajo majestuosa y
excitante como una diosa griega… - Bueno, y ahora vamos
a hacer algo diferente.
Comenzó a enseñarme a pintarle las uñas de las manos y
los pies, esta vez de un color rojo pasión.
⁃Tienes que aprender a cuidarme como me merezco. Me
pintarás las uñas por ahora, pero pronto estarás
vistiéndome y maquillándome. - dijo mientras me miraba de
soslayo. - porque...a partir de ahora tengo pensado salir
más, ya no me quedaré más en casa por tu culpa. Mañana
saldré con mis amigas y te quiero aquí a las 8 para
arreglarme.
⁃Pero cariño, sabes que no me gusta salir por la noche.
Además, no tengo nada que ponerme.
⁃Serás tonto, ¿quién te ha dicho que tú ibas a venir? Es
una salida de chicas, y quién sabe cómo acabará la
noche... - dijo acariciándome el pelo. Sabía que me ponía
superceloso con esos comentarios.
Pero todavía faltaba lo peor, pues tomó una libreta pequeña
que antes no le había visto y la vi apuntando y leyendo
unas notas.
⁃Te preguntarás qué escribo aquí. He tomado notas
durante toda la semana sobre los errores y faltas que has
cometido. Como es la primera semana y para que vayas
aprendiendo voy a adelantar tu castigo. Levántate y ponte
contra la pared. Te voy a dar tu merecido por rebelde... -
dijo escapándosele una risa sádica.
En un instante sus palabras habían sido sustituidas por el
repiqueteo de los zapatos de tacón que se acababa de
poner y por el restallar del látigo que me recordaba cómo
había perdido mi libertad y a quién pertenecía.
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Sexo: Hombre
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Rol: sumiso
Parte 4 de 4
Me encontraba confuso y no podía dejar de observar como
perdía la sensibilidad en la zona, y mi pene se iba haciendo
cada vez más pequeño hasta convertirse en su mínima
expresión. Tranquilamente ahora, Cristina tomó el anillo
exterior, introdujo primero mis testículos y después mi
pene. Con sumo placer en su expresión, terminó colocando
la funda del pene y cerró el candado con un clic.
- Me parece a mí que con este fin de semana, vamos a
aumentar bastante las horas en castidad. Venga, nene,
para arriba, que ya he trabajado suficiente. - dijo quitándose
de encima de mi y colocándose la llave entre sus pechos. -
Vas a empezar a aprender a arreglarme como me merezco.
- Añadió tirando de la cadena.
El cuarto de baño de Cristina estaba lleno de frascos y
perfumes de las tres chicas. A cuatro patas podía verla a
ella, sentada en el taburete y preparándolo todo. Siempre
había sido una chica muy presumida y coqueta, y le
encantaba ponerse guapa y salir, aunque conmigo no había
tenido apenas ninguna oportunidad de hacerlo ya que no
me gustaba.
Poco a poco empezó a enseñarme a maquillarla,
empolvándola suavemente, pintando de un rojo fuego sus
deseados labios, pasando el rimmel con cuidado por sus
pestañas. Era cierto que cometía fallos, pero me sorprendió
el cambio en su actitud mientras hacía todo aquello.
Pareció que dejaba de estar enfadada y se concentró en
ser una buena maestra.
- Esto son cosas que dominarás con la práctica. Tienes que
aprender a maquillarme tal y como te diga. Quiero que cada
semana hagas como ayer, ¿ves todos esos botes de
esmalte de uñas? Me vas a pintar las uñas una vez en
semana con un color diferente. Hoy más de un chico se dio
cuenta y me dijo que me quedaba genial...
No pude evitar sentir celos...
- ¿Por qué paras? Sigue cepillándome el pelo. Ahora me
pasarás la plancha y hay de ti como me quemes el pelo. -
dijo poniendo la cara seria - Por cierto, que sepas que estas
aprendiendo, pero por cada fallo que estoy contando te
llevarás un fustazo la semana que viene... - Tragué saliva,
¿cuántos fallos había cometido?
Cuando terminé de peinarla y maquillarla. Dejé todo como
estaba, había pasado una hora desde entonces. Ya eran
casi las nueve y media y creía que era hora de volver a mi
casa. Sin atreverme a hablar me dirigí a la salida del baño a
cuatro patas, cuando Cristina se giró y me soltó un
cachetazo en el culo que me dejó clavado en el suelo...
- ¿Dónde te crees que vas? ¿Te espera alguien en casa? -
dijo con voz caprichosa
- No, Ama.
- Pues entonces ven aquí. Hoy vamos a follar, pero será
uno rapidito...
Mi rostro se iluminó, mi esfuerzo tendría recompensa por
fin. Me puse enfrente de ella de pie, esperando que abriera
el CB.
- ¿Pero qué haces? ¿Quién te ha dicho que te voy a
ordeñar? Vamos a dejar las cosas claras. Primero, no vas a
volver a meter tu micropene en ningún sitio. Segundo, yo
decidiré cuando tienes orgasmos, y siempre lo haré
ordeñándote con mis guantes de látex. No voy a volver a
ensuciarme nunca más.
Cada vez comprendía menos ¿Cómo podía estar diciendo
aquellas barbaridades?
- Cuando he querido decir follar, he querido decir que tú vas
a darme placer. La mayoría de las veces con la lengua y
cuando lo pida, con la cosa roja. Así que, ya te estas
arrodillando entre mis piernas.
Viendo mi indecisión, me recordó cual era el castigo por
desobedecerla.
- Cómo no me obedezcas ahora mismo, iré a por mi libreta
y te apuntaré una desobediencia directa (100 latigazos).
Además, siempre puedo alargarte la castidad...
Rendido ante tal ataque me hinqué de rodillas y puse mi
lengua a trabajar entre sus calientes muslos. Mientras
lamía con avidez el clítoris de Cristina, y en los momentos
en que ella no apretaba con demasiada fuerza mi cabeza,
podía oír lo que decía.
- Estas aprendiendo rápido, pero todavía de queda mucho
para ser un buen novio. Tienes que aprender a ser un
esclavo y servir a las mujeres.
Una vez hubo acabado de retocarse, me ordenó levantarme
y me dio una orden algo extraña, pero que cumplí sin tener
escapatoria.
- No eres capaz ni de darme un orgasmo como dios
manda...vete inmediatamente debajo de la cama y
espérame allí.
Desde aquella posición, casi a oscuras, sólo podía ver un
trozo de suelo, y las idas y venidas de Cristina. Pude
adivinar el vestido que se había puesto, uno azul cortísimo
que mostraba todas sus tonificadas piernas y canalillo, que
según recordaba, tapaba lo mínimamente pudoroso ¿No
era aquello demasiado fresco para comienzos de mayo?
Por último se puso unos zapatos azules de tacón fino de
unos 10 cm. que yo le había regalado las navidades
pasadas. Mientras estaba sumido en aquellos
interrogantes, Cristina levantó un poco el colchón de la
cama. Noté como tomaba una de mis manos desde abajo y
me la ataba con una cinta corrediza que unía la muñeca
con uno de los tablones de la robusta cama.
- Vamos, pon los pies y las manos igual.
Con curiosidad y misterio, noté como hacia lo mismo con el
resto de extremidades dejándome totalmente indefenso.
- Pero Cristina ¿Todo esto para qué es? ¿No pensaras
dejarme aquí atado? - dije al verla desde abajo terminando
de apretar una cinta.
- Huy, se me había olvidado. - dijo ella con un tono
inocente.
A continuación sacó de un paquete lo que pareció ser una
mordaza de bola que no había visto antes y me la puso,
dejándome, ahora sí, totalmente indefenso, y con mi
miembro que ya iba recuperándose, chocando contra las
paredes del CB. Entonces se agachó y dejándome su
canalillo bien cerca de la cara, por encima de la estructura
de la cama me reveló su maquiavélico plan...
- Mira, esclavo. Si hubieras sido menos celoso, todo
hubiera ido de otra forma, pero no puedo permitirme ningún
error. Así aprovecho para que vayas aprendiendo. Esta
noche no sólo he quedado con mis amigas, sino que veré a
Jesús en el pub y tengo intención de traérmelo aquí...ya
que tú no puedes cumplirme con tu micropolla, vendrá un
hombre de verdad a quitarte trabajo de encima.
No podía creer lo que estaba diciendo ¡Planeaba hacer de
mi un cornudo por la fuerza!
- Mmm, y además follaremos en esta misma cama donde
tantas veces me has dejado insatisfecha. Tú podrás
disfrutar de todos mis orgasmos y así aprenderás a ser un
buen novio cornudín. - dijo riéndose a carcajadas.
Con violencia recolocó el colchón y puso una buena colcha
encima, tapando por completo los laterales de la estructura.
Oí con temor el repiqueteo de sus tacones hacia la puerta
del cuarto buscando el bolso. Justo antes de salir, me dio
una advertencia:
- Y más te vale portarte bien. Ni intentes escapar ni hagas
ningún ruido cuando vengamos, porque si me jodes el plan,
seré capaz de tirar la llave del CB metálico y a ver quien te
quita eso...buenas noches, cornudín... - dijo con voz
melosa.
Escuché nervioso sus pasos alejándose del cuarto y
cerrando la puerta principal. El corazón me latía
aceleradamente y el CB estaba comenzando a causarme
grandes molestias. Todavía no podía creer que fuera real
todo aquello. ¿Sería capaz de ponerme los cuernos con el
tal Jesús?
Había dormido a ratos, dejando caer pesadamente mi
cabeza hacia atrás, pero el agarrotamiento de los músculos
y la incómoda posición bajo el sommier no me dejaron
descansar. De pronto, escuché como se abría la puerta
principal del piso. El ruido de unos tacones, de unas risas
entre besos.
No podía evitar morirme de celos y rabia. Impotente, me
imaginaba a mi cariñosa novia cogiendo de la mano
al petadode Jesús, comiéndole la boca, mezclando sus
lenguas y dándose pequeños mordiscos en los labios,
mientras él le cogía por la cintura y la levantaba con sus
fuertes brazos. Para un tipo de un metro noventa por lo
menos, no era una chica tan alta. Desde mi posición no
podía ver nada y lo que escuchaba no lo hacía de forma
directa ya que la puerta de la habitación estaba cerrada.
Por lo que pude adivinar, había dejado a Jesús en el
comedor mientras ella se acercaba a donde yo me
encontraba. Supongo que serían las tantas de la
madrugada.
Entró y cerró la puerta. Escuché deslizarse el vestido bajo
sus piernas. Cristina se había quedado en ropa interior, con
su lencería de batalla. A pesar del cansancio y de la
impotencia, mi pene parecía tener vida propia, intentando
expandirse y chocando contra las paredes de su encierro,
con sólo pensar en el despampanante aspecto que
presentaría.
De pronto, la colcha y el colchón que me cubrían fueron
retirados y pude ver con dificultad (me había pasado
muchas horas en plena oscuridad) la figura de Cristina,
sonriendo y poniéndose un dedo en los labios
ordenándome innecesario silencio. Se observaba sin
dificultad que había bebido una copa de más, estaba un
poco sonrosada. Llevaba el pelo suelto, y parte de su
pintalabios había ido a parar a otro sitio…
Aquella aburrida noche de copas llegue a mi casa borracho me encontré con mi esposa
María, hacer tiempo hace 3 horas la veía en la por mi vida nocturna. María era una
mujer mayor que yo, de unos 30 años, yo en ese momento contaba 28 años. Me consta
que siempre le he gustado a María, porque de vez en cuando hablaba con ella por ahí me
soltaba piropos. Sexuales Nunca habríamos entablado relación si yo fuera porque ella
me conocía bien
-María es una mujer de pelo café, rollizo y larga melena; ojos azules; expresión ya algo
marcada por la edad; con 1,70 de altura y unos pechos inmensos.
-Yo, Juan, soy un tipo normal de 175 cm, muy delgado, aspecto inocente.
Aquella noche la vi muy sexy fui yo el que le dije piropos, ella me propuso ir a nuestra
alcoba… y yo acepté.
-Por el camino charlábamos animadamente y yo mentalmente decía si papi, ya que hasta
ahora solo había hecho el amor con ella muchas veces en mi vida. Subimos al segundo
piso y le acaricié la cara, dejamos de hablar, nos mirábamos solamente. Me lancé a su
boca y nos estuvimos besando. Y entramos en la habitación.
– Desnúdate – me dijo.
-Me quité la chaqueta y la camisa, quedando desnudo de cintura para arriba; los zapatos
y los calcetines. Me senté en la cama. María me empujó suavemente y me tumbé. Ella
se puso a mi lado y comenzó a acariciarme el pecho.
Como ya he comentado antes tenía mucha experiencia, así que me sentía nervioso.
Además yo estaba totalmente desnudo y ella vestida y me dio corte que viera que iba
depilado. Desde hacía poco ella me estada depilarme la zona genital y anal, dejando
solo algo de vello sobre el pene.
María sonrió y se quitó el suéter y los vaqueros y los zapatos. Se quedó en un sugerente
conjunto de sujetador y bragas negro. Su piel estaba bastante morena por el sol, y tenía
un trasero bastante grande la verdad. El tiempo ya había hecho alguna secuela en su piel
en forma de arruguillas. Me pareció muy sexy.
-¿Cómo? Ella era mi María la que siempre llevaba la iniciativa, y me estaba gustando.
Abrí las piernas y las pues dobladas hacia mi, María me acariciaba los muslos por la
cara interior, me miraba y me sonreía. Bajó su cabeza y se dirigió a mi entrepierna, se
metió mis dos huevos a su rica boca, chupándolos. Me hizo gemir de placer. A veces
también daba un respingo de dolor al pasar su lengua por alguna zona dada de ano. Mi
polla seguía erecta, sobre mi vientre.
-Al cabo de un par de minutos de chupar mis huevos, tomó mi polla con su mano y se lo
metió en la boca. Yo comencé a acariciarme los pezones, mientras seguía con las
piernas abiertas y María me chupaba la polla. Yo gemía de placer, era bestial.
-Cariño aún voy a seguir volviéndote más loco en esta noche, ya verás.
Comenzó a acariciarme las nalgas suavemente. Como te gustas. Una de sus manos se
introdujo entre mis muslos y me agarró los huevos con suavidad. Di un leve respingo.
-Tranquilo mi amor
Volvió a acariciarme las nalgas, hasta que me las separó muy bien y bajó su cara hasta
ellas, comenzando a lamer mi ano. Aquello me dio un gran placer. Notaba su lengua
mojándolo e intentando abrirse pasó dentro de mi ano, hasta que entró un poco de su
lengua en mi ano. Y se paro y fue mesa noche Cogió un frasco gel de su mano y llego
donde yo estada noté que algo frio que me untaba en el ano, después uno sus dedos
entrando con suavidad.
-Aquí, uf, ayyyyy… yo ya gemía como una putita mientras el consolador de María me
penetraba. Notaba como se abría mi culo y como ardía una forma muy bestial. Lo metió
hasta la empuñadura y puso en vibrar lo dejó ahí.
¬María se levantó y sacó de otro cajón un strapon dos cabezas de correas de cuero” un
lado de 17cm y otro era de 25cm (arnés de correas) que se colocó y pasó las correas
por las piernas y cadera de María, luego fue empujando lado de 17cm del el strapon de
goma dentro su coño, poco a poco, hasta que entró completamente, luego ajustó
fuertemente las correas. Mi esposa María estaba imponente, con la polla de strapon
de pastico 25cm que quedaba en el exterior, destinada a mí, erecta y desafiante.
¬se sentó sobre la cama, me quitó el consolador del culo, lo cual me hizo dar otro gran
gemido; dolor y mientras me miraba. Me dejo
¬Se colocó sobre mí espalda junto mi culo me iba a explotar. Me estaba masajeando
con el lubricante, sentí un dedo luego dos, tres paro de mamármela, muy rara me subió
mis piernas a sus hombros y me dijo: Despierta putito, mírame a los ojos y siente como
te destrozo la cola- como una mujer eres
Por suerte había lubricado el strapon de goma que colgaba de su strapon 25 cm pero la
canija con una verga de goma de negro, me la metió hasta donde pudo y empezó a
cogerme, yo como que no queriendo me hacía a un lado o me intentaba zafar pero la
verdad es que era tan placentero, seguí insistiendo hasta que dijo:
-Siente lo que yo sentí hace días tras llora, grita, ¿verdad que duele Juan?-Y me
penetró, más rápido esta vez fue fácil ya que mi culo estaba ya estada dilatado.
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ULTIMOS TRES MESES RETORNO A EUROPA!! SERVICIOS ESPECIALES PARA GENTE
INTELIGENTE Domina Nadia es una experta en iniciar a personas que tengan una amplia
inclinación en búsquedas a nivel sexual. Nivel medio , light, erótico o fuerte.Se adapta al
nivel de cada sumiso. Las practicas se pactan antes de cada secion. El juego es consensuado
implica que en ningún momento se te faltara el respeto, se pide seriedad, discreción y
respeto. EXCLUSIVA ATENCIÓN A MUJERES LUJURIOSAS. Tecnicas: Transformismo con
lencería femenina _fetichismo en general_ adoración de pies_ Cambio de roles_ Dilatación
anal_velo-dermis_Flagelacion_bondage_humillación verbal y física_spanking_ tortura
genital_fetichismo_fustas_ cera_vibradores de todos los tamaños_ facesitting_ lluvia
dorada_cruz_ fustas_Látigos_mordazas_ adultbaby_ & Mas... jugara contigo, tu mente y tu
cuerpo.( no contesta números ocultos) horario de 9:00 a 23:00hs de Lunes a Domingos. No
realiza ninguna práctica que no sea propia de una domina. agenda turnos con una hora de
anticipación Servicio de bar.,aire acondicionado; Seguridad higiene y discrecion. tel : 15-
3887-8404 una experta en el arte de iniciar a personas que tengan una amplia inclinacion
en diversas busquedas a nivel sexual. yo te cojere de la mano . te conducire por un camino ,
el cual no te aseguro que sea facil, pero si que sera intenso , constante y satisfactorio , tanto
para ti como para mi todo lo que eres y deseas ser . y que hasta el momento aun no has
sentido...jugare con tigo , con tu mente , tu cuerpo , te vestire de mujer , flagelare tus
nalgas , cubrire tus ojos , te deslizare el hielo derretido por la espalda y haras todo lo que
yo te ordene . las practicas que llevo a cabo en mis sesiones son los siguentes :sado nivel
light , sado nivel medio alto , sado nivel alto , fetichismo ,adoracion de los pie de tu ama:
transformismo con lenjeria femenina ,cruz , fustas ,trampling ,cera , animalizacion , juegos
anales , vibradores diferentes tamaños , facesitting , humillacion y dominacion erotica ,
spanking , lluvia dorada , pinzas , humillacion verbal y fisica , etc. me adapto al nivel de cada
sumiso .las practicas se pactan antes de la sesion, pido seriedad , discrecion y respeto a
todos aquellos esclavos que se quieran someter a mis caprichos y deseos (no contesto a nr.
ocultos )horario las 24h...no realizo sexo convencional ni ninguna practica que no sea
propia de una domina...
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Bebiendo mi semen
Bebiendo mi semen de su copa
Era una tranquila tarde sabatina, de las que uno suele pasar en casa, empijamado, viendo tele
y montándose la patica con tu pareja. Y en eso estábamos; recostados en nuestra cama,
Andrea acostada viendo una película y yo, a sus pies, en forma transversal, con un pie de ella
sobre mis rodillas y el otro entre mis nalgas, acariciándome al descuido el perineo. Y así, como
comienzan esas cosas, la caricia se volvió mas y mas intensa, movía los dedos de sus pies de
manera sensual, pasando del perineo, a los testículos y de allí al ano, siempre sobre la pijama
(no tenía ropa interior). Y repitiendo la caricia, cada vez de manera mas morbosa, cada vez con
mas fuerza... Ya tenía una erección. Ya mi cuerpo se comenzaba a mover clamando por más.
Ya la cara de Andrea era la cara de la ama que desea mas de su vasallo. Así es que me dijo,
de manera autoritaria, lo que ya mi cuerpo (mi culo) ansiaba escuchar: anda y busca el dildo, te
lo metes, y vuelves a esta misma posición...
Sin dudarlo un segundo, obedecí. Busque un dildo mediano, entré al baño, puse lubricante en
el dildo y en mi ano y lo metí. Me puse también un interior para mantenerlo en su sitio y volví
raudo y veloz a la cama, a la misma posición donde mi Andrea me esperaba.
Allí seguimos con el juego, ahora con el dildo adentro... ella lo empujaba dentro de mi con su
pie. En vez de ser sus dedos que jugaban conmigo, ahora era el dildo dentro de mi que ella
clavaba a voluntad, dándome placer, en ocasiones dolor, el dolor masoquista de un sumiso que
necesita ser sodomizado por su ama. Yo apretaba su pierna con mi mano cada vez que lo
hundía y me causaba dolor/placer/morbo... pero con mi pie, empujaba el pie de ella cuando
quería sentir más dolor y el dildo mas dentro de mi... Así estuvimos un rato, ya sentía mi culito
abierto a voluntad... Hasta que nuestra hija nos llamó y tuvimos que interrumpir el jugueteo.
Luego de una breve interrupción, nos quedamos nuevamente solos, ya yo sin el dildo dentro.
Ella entró al baño a orinar y yo la seguí como buen sumiso. Andrea aun sentada en el WC,
finalizando de orinar, me dijo: límpiame con tu lengua!!!... Que orden mas divina!!!... Sin permitir
que ella lo dijese dos veces, me desvestí, me arrodillé frente a ella, metí mi cabeza entre sus
piernas en el WC y procedí a limpiar bien la vulva de mi ama. Pasé la lengua por su clítoris, por
sus labios mayores, por su perineo, por toda su vagina, una y otra vez... Sabia a gloria. Me
estaba excitando. Y ella también. Podía sentir en mi lengua y mis labios como el sabor
exquisito de su orine se iba mezclando con el también exquisito sabor de sus fluidos. Yo me
sentía como su perrita, de rodillas, humillado a voluntad frente a ella, con mi cabeza
prácticamente dentro del WC entre sus piernas. Dios!!! Que imagen mas divina... Que imagen
mas sumisa!!!...
Luego de un buen rato limpiándola, ella me dijo que le había encantado, que así si valía la
pena que la limpiara siempre.... Y me dijo además: ahora, por ser buena perrita, te voy a
recompensar... Ven, dame tu leche, toda, dentro de mi...
Me tomó de la mano y nos fuimos a la cama. Ella estaba mojada y yo erecto y excitado. Le
besé un rato mas su vagina, ya sin sabor a orine sino sólo a sus preciados fluidos vaginales. Y
la penetré. Abrazados ella me dijo que hasta hoy le llegaba el anticonceptivo... Que capaz y la
preñaba hoy... Pues tenía cuatro días sin tener sexo y mi semen estaba acumulado... Me pidió
leche... Dentro de ella... Profundo... Y así se la di... Clavé mi pene hasta lo mas profundo de su
vagina y allí le di todo mi semen. Sentí como chorros de leche salían y llegaban hasta su
profundidad. En ese momento ella me dijo: quiero que te bebas toda tu leche. Quiero que se
derrame sobre tu cara...
Me salí de dentro de ella y me acosté boca arriba. Ella se sentó sobre mi cara y de inmediato
salió un gran chorro de leche que fue atrapado por mi boca. Me la bebí. Sabía deliciosa. Leche
ligada con fluido vaginal. Que néctar!!!... Volvió a pujar y salió otra cantidad que bañó mis
labios los que lamí con mi lengua para no desperdiciar nada. Ella acercó su vagina más a mi
boca y yo comencé a lamerla, a meter mi lengua dentro de su conducto vaginal, buscando,
lamiendo, chupando... No quería que ni un miligramo de semen se desperdiciara. Me lo quería
beber todo. Andrea se movía a su ritmo, buscando placer. Yo dejaba que ella se lo diera. Movía
su vulva alrededor de mi boca y mi lengua. Yo chupaba alternativamente su clítoris y su vulva,
metiendo mi lengua cuando ella lo pedía, chupando cuando me decía, lamiendo cuando me lo
pedía. A veces ella se dejaba caer sobre mi cara, tapándome mi nariz y boca con su vulva...
Dios mío!!! Que divino!!!... Me sentía dominado, sin poder moverme, con ella sobre mi,
mandando, haciéndome sentir su siervo, su objeto de placer. Sentía su clítoris erecto. Grande.
Yo lo mamaba cual pequeño pene, mientras acariciaba sus nalgas, su vientre, sus senos, sus
piernas... Hasta que sentí llegar su orgasmo. Su pene se puso duro como piedra y sus muslos
temblaban de placer y me apretaban con fuerza la cabeza. De pronto se relajó y se dejó caer
sobre la cama... Le había servido bien a mi ama y me había bebido mi semen, y de qué
manera... De la mas divina copa que uno se pueda imaginar....
Un buen día ella me dice que se quiere ir a pasar unos días con una
pareja de amigos en otro país, me dijo que quería meditar sobre nuestra
relación y a mi me pareció buena idea. Ella descansaba, se
desestresaba del trabajo, los problemas cotidianos y pensaba.
Andrea me dijo que sería bajo sus condiciones, que ella vería, si lo
hacia, cuando, como, donde y con quien. Que yo no podría tener
ninguna opinión al respecto. Le dije que estaba bien, me parecía justo.
Luego de intentar meter los dos (eran muy grandes y a pesar del
esfuerzo, no pude yo solo meterlos ambos), me dijo, déjate adentro el
dildo y mastúrbate, por no meter los dos serás castigado... Quiero ver
como te sacas la leche y te la tomas. Así lo hice... Y todo lo grabe para
que mi ama viera que soy buen sumiso... Con el dildo en mi ano, me
masturbéde nuevo... Salió un borbotón de espesa leche blanca, sin
dejar de filmar la recogí toda y me la tomé... Sabía a sexo, a pasión, a
lujuria... Y me gustaba.... Esa noche dormí con la expectativa de que
me aguardaría de ahora en adelante....
Más que un relato erótico, pretendo plasmar vivencias, vivencias que han logrado cambiar mi
vida y la manera de percibir el mundo. Los nombres no importan, mas para facilidades del
lector, llamaré a la gran protagonista Andrea. La conocí ya hace algunos años durante una
jornada social en la que ambos participamos. Ella se acercó a mi para hacerme un reclamo, lo
hizo de una manera tosca y bastante “altanera”. Eso me gustó de ella. Denotaba una fuerte
personalidad y férreo carácter. Andrea es una mujer de tez morena clara, cabello largo,
abundante y negro, tenía en ese momento un sensual mechón púrpura que hacia que sus ojos
grandes, vivaces y oscuros, enmarcados por unas hermosas cejas pobladas, resaltaran. De
estatura media y bello cuerpo. Sus piernas bien torneadas terminaban en un trasero perfecto,
redondo, firme. Sus senos redondos y sin sujetador clamaban por salir de la franela que se
entallaba a su cuerpo. Me costó levantar la mirada de ellos para ver su rostro que me miraba
en tono de reproche. Allí inició todo...
Comenzamos a vernos cada vez más a menudo hasta que un día, luego de disfrutar una
velada de sushis y vino frente a un risco con vista al mar, nos fuimos a mi casa para tomarnos
unos tragos. No voy a hacer la historia larga, pues esta es la parte convencional en la que dos
amantes tienen sexo convencional (valga la redundancia).
Así estuvimos viéndonos muy ocasionalmente hasta que un día, en medio de un chateo erótico
entre los dos, me preguntó si me gustaría ser penetrado por una dama.... Eso hizo que tuviese
una erección inmediata y un cosquilleo me recorrió las entrañas... Si, le respondí sin titubearlo.
Ella me dijo que una de sus fantasías era penetrar a un hombre, le dije: cuenta conmigo. Ella
me pidió encargarme de los detalles.
Para nuestra siguiente cita, en mi casa, ya yo había ordenado a través de un sitio web, un
arnés y un dildo doble, que al llegar me pareció exageradamente grande y grueso...
Al llegar Andrea, la sexualidad brotaba por nuestros poros. Nos besamos en el estacionamiento
cuando la fui a recibir como dos desesperados. Ella estaba bellísima, con unos
jeans ajustados a su cuerpo, una camisa que dejaba ver el nacimiento de sus preciosos senos,
unas sandalias que realzaban la belleza de sus pies, esos pies que llaman a besarlos y
postrarse ante ellos....
Sin más demora subimos a la habitación y allí le mostré nuestros nuevos juguetes... Y entre
besos, caricias apasionadas y morbosas, nos desvestimos. Quité sus sandalias mientras
besaba sus pies, bajé la cremallera de sus jeans para notar que su bella vagina mojaba
notablemente su blumer. Al acercarme a besarla note cuan húmeda, caliente y excitada estaba.
Su olor era perfecto, suave, dulce, olía a ferormonas... Su sabor celestial, perfecto, entre dulce
y salado, olía y sabia a placer, a mujer... Su clítoris, el clítoris mas grande que he visto en mi
vida, como un mini pene, estaba erecto, húmedo y duro... Lo lamí, lo metí en mi boca como su
fuese un dedo, saboreándolo, lamiéndolo, bebiendo sus jugos... Al quitar su camisa, surgieron
sus senos redondos, perfectos, de buen tamaño (36) con su pezón pequeño y suave mirando
al cielo, llamando, invitando a lamerlo.... No pude dejar de hacerlo... Cuando llegue a sus labios
sentí el beso mas divino del mundo... El beso del deseo, de la pasión, como no me había
besado antes... La penetré, mi pene erecto no encontró obstáculos en su húmeda feminidad,
nos abrazamos en un abrazo de pasión y lujuria, de fluidos y de besos... Pero antes del
orgasmo ella me pidió detenerme y buscar los juguetes...
Se los mostré... Ella al verlos se rió... Dijo que no se imaginaba lo grandes que eran, que me
iba a doler... Le dije, no importa, usémoslos...
Andrea se colocó el arnés.... Dios!!!... Cuan erótica... Cuan sensual... Cuan sexual se veía
Andrea con ese amenazante miembro de 22 centímetros saliendo de su pubis. Pero lo mas
divino era su rostro... Se veía sensual, se veía dispuesta a dar y recibir placer, puro, sexual...
Me dijo: acuéstate de espaldas, abre las piernas que ahora estas bajo mi merced. Yo no sabia
lo que iba a hacer, y no me importaba, lo que hiciese sabía que iba a ser placentero para los
dos. Ella me abrió mas las piernas con sus manos y comenzó a besarme el culito, suavemente,
dando eventuales mordizquitos que me hacían vibrar y soltar gemidos de placer. Lamiendo
todo su alrededor, empapándolo en saliva, abundantemente, mojándolo, preparándolo. Metió
su lengua y mi ano se abrió para ella, no había duda, era suyo. Estaba muy muy mojado, muy
muy excitado... Quería ser penetrado pero a la vez no quería que se detuviese. Me estaba
haciendo sexo oral anal y me gustaba... Mucho. Su lengua se abría paso en mi esfínter,
haciendo que deseara mas, sintiendo la el calor y la dureza de su lengua dentro de mi,
sintiendo como su saliva, abundante, chorreaba como lava de placer hasta mis nalgas, hasta
las sábanas...
Cuando vio que no podía más de placer, empapó el dildo y sus dedos en lubricante y con
suavidad al principio, metió un dedo en mi culito, moviéndolo lentamente, lubricándolo mas de
lo que ya estaba. Luego metió dos... Dolía pero me daba placer. Su cara era de placer también,
se veía como disfrutaba. Le gustaba ver como sus dedos entraban, como mi ano apretaba sus
dedos que entraban mas y mas. Luego metió tres.... Y los comenzó a mover dentro de mi.
Hasta que toco mi punto G. Dios!!!!.... Que placer!!!... Me despertó unas sensaciones jamás
conocidas... Andrea me había mostrado el orgasmo anal... Sentí vibrar de manera incontenible
todo mi cuerpo. Sentía placer, morbo, dolor, mas placer.... Ya estaba listo para ella...
Se levantó, yo aún estaba sobre mi espalda, con las piernas abiertas, mi ano mojado, abierto,
expuesto. Puso el dildo en la boca de mi culito y me dijo: lo voy a meter, te voy a coger... Le
respondí, hazlo, por favor!!!... Sentí como entraba la cabeza del dildo, como abría mis entrañas,
ella empujaba con suavidad pero con firmeza, era perfecta. Su cara de placer y de morbo, sus
senos frente a mi cara, al alcance de mis manos, su pelvis moviéndose lentamente. Poco a
poco el enorme pene fue desgarrando y abriendo mi culito, el dolor, el morbo, el placer iban en
aumento, sentí dominación, pertenencia. Ella estaba dentro de mi y me gustaba. Sentí que
llegaba al final, tenía todo el juguete dentro de mi. Comenzó a moverse rítmicamente, entrando
y saliendo, la vibración del dildo nos daba placer a ambos. Sentía mi culito amplio, lleno. El
juguete ocupaba todo el espacio y su rítmico movimiento de entrada y salida creaba unas
contracciones de placer y dolor indescriptibles. Le pedí que me lo diera todo... Yo me movía
como una perrita, su perrita... Me gustaba y me daba placer. Quería tenerlo todo dentro.
Acabamos los dos juntos... Ella lo metió y yo la apreté con mis piernas para que llegara hasta
el fondo...
Así nos quedamos un rato. Sudados. Llenos de saliva, jugos, fluidos... Besándonos. Hasta que
ella lo saco y me dijo: esto es solo el comienzo.
Hace tiempo que no me veía con Carmen quien desde que se casó con tu tipo
mayor comenzó a frecuentar otros círculos. Carmen es una mujer
espectacular, próxima a los cuarenta se mantiene muy bien. Con su metro
setenta y sus tetas de 120 da el tipo de actriz porno. Un fin de semana
estábamos en un bar de copas con Nuria, la esposa de mi jefe, y con mi primo
Javi y nos la encontramos con su marido y unos amigos de este. Nuria, una
mujer de 35 años muy atractiva. De estatura pequeña y delgada, tiene un culo
bien redondo y unas grandes tetas siliconadas. Carmen nos invitó a sumarnos
a su mesa. Al rato el marido de Carmen le propuso a Lucia directamente que
folle con él y sus amigos por 300 euros. Lucia dijo que estaba con nosotros a
lo que el hombre respondió que 500 euros y que nosotros podíamos ir.
Lucia empezó a calentarse viendo como ponía cachondo al tipo y a sus
amigos. Después de alguna copa más finalmente Lucia acepto ir al chalet del
tipo quien le pago mil euros antes de salir del bar e hizo una llamada
telefónica. Cuando salíamos Lucia me dijo que la tratasen como una puta la
había puesto muy caliente.
Al llegar al chalet nomas abrir la puerta vimos que había varios hombres.
Uno de ellos que estaba sentado se levanta y va hacia Lucia por detrás, le baja
los tirantes del vestido y se lo coloca por debajo de los pechos, le coge las
tetas sobre el sujetador y se las estruja, haciéndola gemir de dolor, a
continuación le desabrocha el sujetador dejando los enormes tetones libres,
sigue manoseándola mientras la besa el cuello, baja una de las manos para
introducirla dentro de las bragas y sobarle el coño. Lucia está disfrutando
moviendo el cuerpo mientras le frotan el coño y las tetas, un segundo se
acerca, abraza a Lucia y la besa en la boca, se va a las tetas y le chupa los
pezones, con una mano le soba las nalgas.
Entonces el gorila pide permiso para follarla. Se acerca a Lucia con su enorme
miembro en la mano, de unos 40 cm. Ella esta tumbada panza arriba. El se
coloca sobre sus tetas y le mete la polla en la boca haciendo que se
atragantara, los otros se rien. Las tetas de Lucia estan aplastadas por el peso
del animal, la polla a penas le entra en la boca,. El animal cambia de posicion,
se va hacia el coño y la penetra de golpe. Lucia tiene el coño dilatado y bien
mojado después de tanto follar asi que asimila la penetracion sin problemas, y
gime de placer.
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