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EL BATOLlTO DE COLANGÜIL (29-31°S) CORDILLERA FRONTAL DE ARGENTINA:

ESTRUCTURA y MARCO TECTONICO

EDUARDO JORGE LLAMBIAS


Secretaria de Minerla-CONICET, Santa Fe 1548, Piso 11,1060 Buenos Aires, Argentina
ANA MARIA SATO

RESUMEN

El Batolito de Colangüil (BC), cuya edad está comprendida entre los 264 y 247 Ma, está compuesto por 61% de
granodioritas y 39% de granitos, con enjambres de diques longitudinales silícicos y máficos. Difiere de los batolitos
circumpacíficos por ser su composición más félsica. Se intruyó, en gran parte, en la cuenca de Río Blanco-Agua Negra,
de edad carbonífera superior-asseliana, después de la fase orogénica San Rafael (FOSR) cuya edad está comprendida
entre la finalización de la sedimentación en dicha cuenca y el comienzo del emplazamiento del BC, siendo la ecad más
probable, en Colangüil, entre 280 y 270 Ma. Las primeras intrusiones del BC consistieron en granodioritas y fueron
contemporáneas con las primeras efusiones de las volcanitas del Grupo Choiyoi, cuya composición es andesítica, en su
base, pasando a riolrtica hacia arriba. Tanto las volcanitas como las plutonitas evolucionaron desde mag-nas de
composición intermedia a magmas silícicos y supersilícicos. Los esfuerzos compresivos de la FOSR plegaron y corrieron
una amplia franja de la Cordillera Frontal. La deformación disminuyó gradualmente hacia el este, no afectando la parte
oriental de la Precordillera y Sierras Pampeanas. La deformación fue controlada por cinturones debilitados térmicamente,
cuyo mayor desarrollo se encuentra en la Cordillera Frontal. El espesor cortical en la franja deformada se incrementó,
generando extensión por desplome gravitacional, lo cual facilitó el emplazamiento del BC. Previo a la intrusión del BC, esta
región estuvo dominada por un régimen subductivo activo, que cesó al finalizar la FOSR. El BC no está relacionado con
los procesos subductivos porque, al detenerse la subducción, las isotermas transpusieron la loza subductada que, para
el tiempo de la intrusión, ya se había deshidratado y equilibrado térmicamente. A su vez, la anomalía térmica,
probablemente heredada de la época subductiva, estuvo mayor tiempo en contacto con la litósfera favoreciendo la
formación de una subplaca básica y la fusión de la raíz profunda de la corteza engrosada.

Palabras claves: Batolito de Colangüil, Magmatismo gondwánico, Cordillera Frontal, Batolitos posorogénicos, Fase orogénica San Rafael,
Emplazamiento del batotito, Argentina.

ABSTRAeT

The Colangüil Batholith (CB) is located on the eastern border of the Cordillera Frontal (29-31 OS), northern San Juan
Province. Intrusion took place between 264 and 247 Ma, after the San Rafael orogenic phase (SROP). It consists of 61 %
granodiorites and 39% granites and silicic longitudinal dike swarms with minor mafic dikes. Global composition is different
from circumpacific batholiths which are more malic. Most 01 the CS was intruded into the Río Blanco-Agua Negra
sedimentary basin of Upper Carbonilerous-Asselian age. The SROP took place between the end 01 the sedimentation in
this basin (Asselian) and the beginning 01 the intrusion of the CB, being 280-270 Ma its most probable age. The first batholith
intrusions are granodiorites, being roughly coeval with the first eruptions of the Choiyoi volcanics, which consist 01 andesitic
to dacitic ignimbrites. 90th sequences evolved from intermediate to silicic and high silicic composition. The compressive
stresses 01 the SROP lolded and thrusted a wide belt along the Cordillera Frontal. Degree 01 delormation decreased
gradually to the east, and thus the eastern Precordillera and Sierras Pampeanas were not delormed. The selectiva control
of delormation was favored by thermal weakening. As a consequence 01 the SROP, the crust was thickened giving rise
to an extensional regime which was enhanced by the high thermal gradient. CB was intruded following the tensional
fractures. Thus, the relationship between the SROP and the subsequent extensional regime explains the selective
localization 01 the Permian magmatism in Cordillera Frontal, along the most delormed belts. Previous to the emplacement
01 the CB, a subducting regime was active and probably ended at the same time the SROP was no longer active. CB is
not related to the subductive regime because when the motíon 01 the slab beíng subducted stopped,it became thermally
equilibrated, the dehydration processes ceased, and the convective flow in the astenospheric wedge stopped. However,
the thermal anomaly generated during this process was preserved even though the motian 01 the subducing 51ab was

Revista Geológica de Chile, Vol. 17, No. 1, p. 89·108, 6 Figs" 3 tablas. 1990.
90 BATOLlTO COLANGÜIL, CORDILLERA FRONTAL, ARGENTINA

unimpor:ant. Heating of the thickened crust was favored on account 01 the motionless state 01 the lithosphere giving rise
to a basic underplate which melled the base 01 the thickened crust.

Key words: Colangüi! Batholith, Gondwanic magmatism, Frontal Cordillera, Post-orogenic batholiths, San Rafael orogenic phase, Batholith
emplacement, Argentina.

INTRODUCCION

El Batolito de Colangüil (Be) ofrece un excelente tos que permitan inferir la historia previa al empla-
escenario para dilucidar las relaciones entre mag- zamiento. En cambio, las excelentes exposiciones
matismo y fases orogénicas y establecer el estado del Be permitieron reconstruir su historia y el modelo
de esfuerzo durante su intrusión. Por su composición obtenido facilitará la comprensión de aquellas regio-
granodiorítica a granítica con enjambres de diques nes cuyas relaciones geológicas sean poco e/aras.
félsicos y su asociación con plateaux ignimbríticos El análisis de las condiciones tectónicas pre y sin-
andesítico-dacíticos a riolíticos, representa en Ar- bato líticas han permitido esbozar el estado de es-
gentina un magmatismo que es frecuente durante el fuerzo que prevalecía en la corteza por encima de la
ciclo Gondwánico y, por lo tanto, puede ser útil para transición dúctil-frágil y real izar consideraciones sobre
comprender otras unidades magmáticas coetáneas la relación entre emplazamiento magmático y las fa-
no tan bien expuestas. ses orogénicas. Las conclusiones obtenidas sugie-
La composición modal de los batolitos y la propor- ren que el emplazamiento fue favorecido por un es-
ción de sus rocas reflejan, en general, el ambiente tado de esfuerzo tensional que sucedió a una fuerte
tectónico donde se emplazaron. Así, Pitcher (1987) compresión producida durante el Pérmico inferior
caracterizó a los batolitos circumpacíficos como per- por la fase orogénica San Rafael (FOSR). El empla-
tenecientes a la asociación tonalita-granodioritafane- zamiento del Be está estrechamente relacionado en
rozoica, mientras que la asociación granodiorita-gra- el espacio con la franja de deformación producida
nito es considerada como posorogénica, relacionada por la FOSR, cuya distribución, si bien tiene extensión
con un régimen de ascenso. regional, no abarca la totalidad de la comarca com-
En Argentina, la asociación granodiorita-granito prendida por las Sierras Pampeanas, Precordillera y
es común al magmatismo Gondwánico en todo su Cordillera Frontal. Esto se debe a que los esfuerzos
ámbito, lo cual llevó a Rapela y Llambías (1985) a generados durante el Pérmico inferior, como conse-
crear una provincia magmática que denominaron cuencia de la subducción, fueron absorbidos por de-
Cuyano-Norpatagónica ya Kay et al. (1989), la pro- formación en aquellos lugares donde las rocas ad-
vincia Choiyoi. En muchas regiones de esta provin- quirieron mayor ductilidad, atribuida acalentamiento,
cia, como por ejemplo en la del Macizo Norpatagóni- dando lugar al desarrollo de la FOSA. Asimismo, esta
co, las relaciones geológicas de estos batolitos no franja de debilidad mecánica podría explicar su estre-
han podido establecerse por carencia de afloramien- cha relación con el emplazamiento del Batolito.

EL BATO LITO DE COLANGÜIL, UNIDADES, ROCA DE CAJA, EDAD

Las primeras menciones del BC fueron hechas por unidades. Dado que la presente contribución consis-
Groeber (1951) al referirse al magmatismo neopaleo- te en el análisis de las relaciones geológicas del
zoico de la Cordillera de San Juan como "Granitos batolito y de su régimen mecánico de emplazamien-
rojos y blancos" que se alojan en sedimentitas del to, no se describirán en detalle sus unidades por lo
"Antracolítico". Posteriormente, Ouartino y Zardini cual se da a continuación un resumen basado en
(1967) ::>ublicaron sus investigaciones sobre geolo- estos últimos autores.
gía, petrografía y asociaciones metalogenéticas, lla- El batolito intruye, en gran parte, a la Formación
mando la atención sobre la presencia de diques hí- Cerro Agua Negra (FCAN), de edad carbonífera su-
bridos, descritos más tarde por Ouartino y Spiker- perior-asseliana, y a otras unidades sedimentarias
mann (1968). La geología y la estratigrafía interna cuyas edades no han sido determinadas. Componen
del BC, entre los 29 0 y 31°S fueron descritas por el bato lito las siguientes unidades (Tabla 1), en orden
Llambías y Sato (en prep.), quienes establecieron la decreciente de edad, dando entre paréntesis las
evolución interna del bato lito y la edad relativa de sus relaciones porcentuales de sus áreas de afloramien-
E.J. L1ambfas y A.M. Sato 91

tos: Granodiorita Las Piedritas (60,7%), que repre- no sobrepasa eI5%; Granito Los Lavaderos (1,5%),
senta las intrusiones más antiguas, en las cuales se con características similares a los leucogranitos an-
han alojado las restantes unidades; Riolita Tres fibólicos descritos por Parada (1984) en el Batolito
Quebradas (0,3%), representada por intrusivos muy del Elqui. Se caracteriza por contener abundante a-
pequeños, menores de 1 km 2 , constituidos esencial- lIanita como accesorio; Granito Las Opeñas (3,9%),
mente por rocas silícicas porfídicas, que pasan a gra- con cordierita y muscovita primaria. Es el único plu-
nosas, debiéndose sus texturas volcánicas a lo re- tón que posee megacristales de feldespato potásico;
ducido de sus cuerpos; Granito Los Puentes (32,0%) Granito Agua Blanca (1,7%) , son leucogranitos típi-
es la unidad de mayor extensión entre los granitos y cos a los cuales están asociadas mineralizaciones
se caracteriza por tener entre 5 y 7% de biotita, que de molibdeno, wolframio y fluorita. La composición
es mayorque en el resto de los granitos, en los cuales modal se daen la tabla2. Los diques seformaron du-

TABLA 1. UNIDADES DEL BATOLlTO DE COLANGÜIL EN ORDEN DECRECIENTE DE EDAD HACIA ARRIBA,
TAMAfilo y RELACION AXIAL DE LOS PLUTONES, y SISTEMAS DE DIQUES RELACIONADOS CON
CADA UNIDAD

Unidad Plutón Tamaño Eje mayor Diques félslcos y máficos Edad Rb/Sr
km' Eje menor (Mal

Granito Chita 22 ? Escasos diques cónicos y 247(1)


Agua Blanca Agua Blanca 24 ? longitudinales

Granito Un solo plutón 102 8,5 Escasos diques longitudinales 254 (')
Las Opeñas

Granito Los Un solo plutón 39 3,5 Escasos diques longitudinales 251 (2)
Lavaderos

Granito El Fierro 413 1,6 Enjambres de diques 257(2)


Los Puentes Los Puentes 330 2,3 longitudinales
Conconta 96 ?

Riolita Tres Cuerpos 7 ? Enjambres de diques


Quebradas subvolcánicos longitudinales

Granodiorita Tabaquito 896 1,5 Diques radiales


Las Piedritas Las Piedritas 472 ? ?
Romo 18 ? ? 264 (2)
Los Leones 12 1,3 ?
Tocota 192 3,2 ?

'" Sato y Kawashita (1988); ,tI Datos preliminares (Shaw, Llambras y Sato, en prep.).

TABLA 2. COMPOSICION MODAL DEL BATOL/TO DE COLANGÜIL

Unidad plg Kf q px hb bi mu ap sp al m! iI zr cd ad ti inclusiones


ígn. me!.

Granitos
Agua Blanca Ano •. os X X x X (x) (x) (xl x x
Las Opeñas An ...2o X X X X x (xl (x) x x (x) (x) (x) (x)
Los Lavaderos An 3o .25 X X X X x X (x) (x) x
Los Puentes An 3o. 2• X X X x X X X X X
Riolita Tres
Quebradas An 2s. ,o X X (x) (x) (x) (x) X (x)
Granodiorita
Las Piedritas An. o.3o X X (x) X X X X X (xl X X X

X. abundante; x. escaso; (x). raro;·. no observado


plg. plagloctasa; KI. feldespato potásico; q. cuarzo; px. piroxeno; hb. hornblenda, bi. biotita; muomuscovtta; ap. apattta; sp. esfeno; al. all an~a; mt.
magnetita; il. ¡Imenita; zr. circón; cd. cordierHa; ad. andaJucita; fl. fluorna; ign. rgneas; me!. metamórlicas.
92 BATOLlTO COLANGÜIL, CORDILLERA FRONTAL, ARGENTINA

:I
I
o. I
I
I
Plutón :
Toboqu ito
OO'~ §g.rltQF:..

CJ Sedímentitas posbatolftlcas
c.n.~oIco
eupef'l or
rovvvl
~
Volcanitas ]

MiocenD
Granodíoritas - dioritas ] Inferior

~ Granito Agua Blanca


v
~ Granito Las Openas 5
..
O>

o" t
(;
~ Granito Los Lavaderos
U eL
.., ~
v
illlllIlIIl
<1>
(/)
Granito Los Puentes
~ 8
~ Riolita Tres Quebradas
..
o ~..,
al eL
Granoa.orita Las Piedritas

~ Grupo Choiyoi

~ Rocas prebatolíticas

~ Corrimientos terciarios

A-A' Ubicació n de perfiles


geológicos Q

20km

FIG. 1. a. Mapa geológ ico simplificado del Batolito de Collangüil, San Juan. b. Enjambres de diques asociados. c.
Diag rama QAP modal de las plutonitas del Batolito de Colangüil.
E.J. L/amblas y A. M. Sato
93

W
rns.nm. R¡'O Son Plutón vCQa de Cerro Plulón E
Guille rmo l.. TpboQUlfO
PERFIL A-A' Los Leones Balldero TabOQullo Río Alonco
SODCI
,.,./

P:t*~t~ CuaternariO
rvTTT1 Diques fél,lCQ,
L.!..!.:.U y máficos
1
~
~ Diorila~ y
6:..........-J
Sedimontitas ]

granodlOnlas
Tercl.rlo
8 Granitos Las Opoña!

~ Granito los Puentos


Permlco
~ Granodiorita Las
~Piedritas
~ GrupoChoiyoi
j ~ Rocas prebaloliticas

rT""lj1 ao,de enfriado


~. a líneDs de flUlO

FIG. 2. Secciones geológicas del batolito de Colangüil. La ubicación de las trazas aparece en la figura 1.

rante toda la historia del batolito, pero los enjambres sales del Grupo Choiyoi revelan una actividaa volcá-
de diques más extensos se emplazaron durante la in- nica previa aún no identificada en terreno.
trusión de la Riolita Tres Quebradas ya la finalización En elbatolito las unidades evolucionaron degrano-
de la intrusión del Granito Los Puentes. diorita a granito y granito leucocrático. En general,
El bato lito comenzó a intruir a los 264 Ma, edad tienen características de granitos tipo-I, excepto el
Rb/Sr de un plutón de la Granodiorita Las Piedritas Granito Las Opeñas que es tipo-S. El Granito de
(Shaw et al., en prensa), y finalizó en los 247 Ma Agua Blanca, que es el más diferenciado de todos, se
(Sato y Kawashita, 1988), empleando para su em- encuadra dentro de los granitos tipo-I, altamente
plazamiento un lapso de unos 17 Ma. La relación fraccionados de Sylvester (1989). Los magmas gra-
87S r/86S r varía entre 0,70526 ± 0,00012 (Granodiori- níticos fueron subsaturados respecto del agua. En el
ta Las Piedritas) y 0,71296 ± 0,00442 (Granito Las Granito de Agua Blanca, la saturación se alcanzó al
Opeñas). Conjuntamente con el emplazamiento del momento de cristalizar alrededor del 83%del magma
batolito extruyeron las volcanitas del Grupo Choiyoi, (Sato, 1989).
representadas, en el área estudiada, por sus unidades El Batolito de Colangüil se encuentra en Jna re-
más antiguas, compuestas por ignimbritas andesíti- gión donde la tectónica terciaria está caracterizada
cas a dacíticas (Si0 2 : 61-64%) y escasas riolitas por corrimientos de rumbo norte-sur, que afectan la
Si0 2 : 77%) (Shaw, Llambfas y Sato, en prep.). Las totalidad de la Cordillera Frontal (Marín y Nullo, 1988;
volean itas Choiyoi se apoyan, en fuerte discordancia Moscoso Y Mpodozis, 1988). Sin embargo, en la re-
angular (Fig. 2), sobre la Formación Cerro Agua Ne- gión mapeada, las relaciones de los plutones entre sí
gra y su unidad basal, que es sedimentaria (300 m de y con los diques no fueron modificadas por encon-
espesor), está intruida por la Granodiorita Las Pie- trarse en el interior de una gran escama tectónica cu-
dritas (Llambías et al., en prensa), indicando que el yos bordes se observan en el extremo norte del bato-
Grupo Choiyoi y el BC se desarrollaron prácticamen- lito (Figs. 1, 2) . En la parte central y sur del batolito,
te en forma simultánea. La edad Rb/Sr de las ignim- en los sectores Colangüil y Tocota, las relaciones del
britas andesíticas a dacíticas y diques asociados es bato lito con las estructuras terciarias están cubiertas
de 256 ± 6 Ma, con una relación 87S r/86Sr inicial de por sedimentos modernos, por lo cual no han podido
0,70633 ± 0,00039 (Shaw et al., en prensa) que, te- ser analizadas. Sin embargo, con respecto al batolito
niendo en cuenta los márgenes de error, confirman se ha determinado que el mismo no fue afectado
las observaciones geológicas realizadas. La presen- tectónicamente.
cia de clastos de volcanitas en los aglomerados ba-

COMPARACION CON OTROS BATOLlTOS

Lacomparación del Batolito de Colangüil (BC) con en prep.).


otros batolitos tiene carácter preliminar porque aún El Be tiene características que lo diferencian de
no se ha completado el estudio químico que se otros batolitos, en especial de los circumpacfficos, y
encuentra en elaboración (Shaw, Llambías y Sato, que los acerca a los batolitos pertenecientes a la
94 BATOUTO COLANGÜIL, CORDILLERA FRONTAL. ARGENTINA

asociación de granodiorita-granito posorogénica re- sico-terciaria inferi·~r. En el Batolito de Cordillera


lacionada con un régimen de ascenso cortical (Pit- Blanca predominan leucogranodioritas y, en menor
char, 1987). Sus características más destacadas proporción, granitos con menor cantidad de tonalitas
son las siguientes: (Egeler y DeBooy, 1956 in Cobbing et al., 1981). En
1. La composición es predominantemente granodi- los Batolitos de Cordillera Interior, situados al este de
orítica y granítica, consistente en 61% de grano- Sierra Nevada, predominan las granodioritas ygrani-
dioritas y 39% de granitos. La evolución va de gra- tos (Miller y Bradfish, 1980; Miller y Barton, en pren-
nodiorita a granito, siendo los granitos cada vez sa), si bien, en algunas localidades, se encuentran
nás ricos en sílice y más leucráticos cuanto más rocas tan básicas como gabros, dioritas y tonalitas
jóvenes son. Están ausentes rocas tan básicas particularmente entre las intrusiones más antiguas
como gabros, dioritas e incluso tonalitas. del Jurásico. Un carácter común a estas plutonitas,
2. Fosee enjambres de diques longitudinales, tanto situadas en una posición relativamente alejada de la
félsicos como máficos. Este contraste en compo- zona de subducción, es que están emplazadas en
sición indica una bimodalidad composicional ape- cortezas engrosadas y sus composiciones varían de
ras incipiente. Son frecuentes los ejemplos de metaluminosas a peraluminosas, con contenidos
ciques híbridos (Quartino y Zardini, 1967; Quartino elevados de potasio. En el Batolito de Colangüil, las
y Spikermann, 1968) cuyas composiciones son granodioritas (Si02 : 55-70%; mayor frecuencia: 63-
intermedias entre ambos, sugiriendo la presencia 67%) varían de metaluminosas a débilmente peralu-
ce dos magmas de diferente composición. La pro- minosas (AlCNK: 0,84-1,12); son de mediano a alto
porción de los diques dentro del bato lito se estima potasio (K2 0: 1,6-4%; mayor frecuencia: 3,0-3,7%),
entre 1 y 3%, de acuerdo con las relaciones y su relación Rb/Sr es moderada (0,11-0,75; mayor
areales de los afloramientos respecto a la de los frecuencia: 0,43-0,60). Los granitos (Si02: 70-77%;
¡:Iutones. mayor frecuencia: 73-77%) son débilmente peralu-
3. Su nivel de emplazamiento es muy superficial, minosos (AlCNK: 0,99-1,21), potásicos (Kp: 4,7-
habiendo determinado Sato (1987) una profundi- 5,5%) ycon elevada relación Rb/Sr(1 ,46-62,1) (Shaw,
dad de 1,3 km, para el Plutón de Chita por el estu- Llambías y Sato, en prep.).
dio de inclusiones fluidas que se homogenizan No obstante la similitud en la composición modal
críticamente. y de elementos mayoritarios, el contenido de ele-
4. El emplazamiento en el nivel frágil de la corteza mentos trazas en Colangüil es bastante diferente.
estuvo controlado por fracturas de extensión. Tanto en Cordillera Blanca como en Cordillera Inte-
5. Está asociado, espacial y temporalmente, con rior, los bato litas tienen relaciones Rb/Sr relativa-
rAateaux ignimbríticos que comienzan con ande- mente bajas (0,08-0,61 yO,16-2,3, respectivamente);
sitas y culminan con importantes volúmenes de Atherton y Sanderson, 1987; Millery Barton, en pren-
riolitas. sa) respecto del BC (0,11-62,1 ). Este carácter potásico
y alta relación Rb/Sr lo diferencian de los batolitos
El BC se diferencia de los batolitos circumpacíficos mencionados, siendo necesario profundizar los es-
por la composición global (Tabla 3). En estos últimos, tudios para comprender esta diferencia.
las rocas predominantes son tonalitas a las cuales Con respecto del Batolito Elqui-Limarí, en la Cor-
se asocian gabros, dioritas y granodioritas, y los dillera Frontal de Chile, la Superunidad Elqui (Carbo-
enjambres de diques son máficos a andesíticos. En nífero superior-Pérmico inferior) es en conjunto más
cambio, los granitos son poco frecuentes (Larsen, básica, mientras que la Superunidad Ingaguás (Pér-
1948; Cobbíng y Pitcher, 1972; Pitcher, 1978; Gastil mico-Triásico inferior) esde composición similar. Pe-
et al, 1975; Aguirre et al., 1974). Sin embargo, entre ro si se compara con los datos dados por Nasi et al.
los batolitos circumpacíficos de América hay algunos (1985) de KP (2,0-4,1) Y Rb/Sr (0,17-8,5), el Batolito
con composiciones modales similares al de Colangüil. de Colangüil sería más potásico y tendría relaciones
Son batolitos que están alejados de la zona de Rb/Sr mayores para términos de sílice equivalentes,
subducción y en una posición cercana al antepaís, lo cual podría indicar una mayor diferenciación o di-
donde la corteza se engrosó por procesos tectóni- ferencias en la fuente.
cos. Entre los ejemplos más destacados se pueden Las características del Batolito de Colangüil son
citar el de la Cordillera Blanca de Perú, de edad similares a las de otros batolitos neopaleozoicos de
miocena y los Batolitos de Cordillera Interior (Miller y Argentina comprendidos en la provincia Cuya no-
Barton, en prensa) en Norte América, de edad jurá- Norpatagónica. Desde el punto de vista composi-
E.J. L/amblas y A.M. Sala
95

cional, la misma puede ser incluida en la asociación cas litológicas son similares a las de Colangüil.
de granodiorita-granito de Pitcher (1987) con plateaux Asimismo, en algunas localidades del Macizo Norpa-
riolíticos asociados. Es de destacar que la homo- tagónico, como en La Esperanza (Llambías y Rapela,
geneidad de esta provincia se confirma porque en el 1984), los enjambres de diques y su composición
Bloque de San Rafael (sudeste de Mendoza) Malvicini contrastada entre máficos y félsicos indicarían un
y Delpino (1989) establecieron un régimen disten- régimen extensional durante su emplazamiento.
sivo para el magmatismo pérmico, cuyas característi-

TABLA 3. COMPOSICION DE DIFERENTES BATOLlTOS, ESTABLECIDA SEGUN


SUS SUPERFICIES DE AFLORAMIENTO

Cordón Costa de Perú (')


Colangüil del Segmento Segmento Baja Peninsular
Plata(') Sayán Casma California (3) Ranges(')

Gabro-Diorita O 3,1 15,9 11,5 2 7

Tonalita O 46,3 73 63
17,5 57,9
Granodiorita 60,7 20,0 23 28

Granito 39,3 79,3 26,2 22,2 2 2

Diques Riolíticos Andesíticos Máficos


< máficos máficos andesíticos

(1) Caminos (1965); (2) Cobbing y Pitcher (1972); (3) Gastil et aJo (1975); (4) larsen (1948).

ESTRUCTURA

Para comprender el régimen mecánico que favo- superior-pérmica inferior, y no sería más joven que el
reció la intrusión del Batolito Colangüil es imprescin- Asseliano (González, 1981; Azcuy, 1985; Gutiérrez,
dible realizar el análisis de la estructura previa al ba- 1984). La sedimentación en esta cuenca cesó con el
tolito y de la estructura contemporánea al mismo, comienzo de los movimientos de la FOSR, cuyo ca-
que, como se verá, están relacionadas entre sr. rácterfuertementecompresivo se evidencia por el in-
tenso plegamiento acompañado por corrimiento en
ESTRUCTURAS PREBATOLlTICAS V LA FASE algunas localidades. La FOSR se extendió a lo largo
OROGENICA SAN RAFAEL de toda la Cordillera Frontal (Caminos, 1979) y al
flanco occidental de la Precordillera, donde se regis-
Las rocas de caja intruidas por el batolito están tra una progresiva disminución de la deformación ha-
constituidas, en su mayor parte, por sedimentitas cia el este, hasta que, en el flanco oriental de la Pre-
plegadas y corridas, pertenecientes a la Formación cordillera y en las Sierras Pampeanas, dicha defor-
Cerro Agua Negra (FCAN). En el extremo norte del mación fue nula (Azcuy y Caminos, 1987a, b). No se
BC, en la región de San Guillermo, la caja se com- conoce aún la magnitud del acortamiento transversal
pone de sedimentitas afectadas por un débil meta- producido por esta fase diastrófica pero, muy proba-
morfismo regional, cuyas edades fueron asignadas, blemente, condujo a un significativo incremento del
dubitativamente, al Paleozoico inferior (Furque, 1972). espesor de esta parte de la corteza. La fuerte erosión
La FCAN se depositó en una cuenca de retroarco a que estuvo sometida esta región como consecuen-
(Ramos st al., 1986), con un espesor de 2.000 m cia de la FOSR (Llambías y Sato, 1989) permite inferir
(Polanski, 1970). El relleno de la cuenca se mantuvo que este engrosamiento estuvo acompañado por un
en equilibrio con la subsidencia, predominando en significativo levantamiento.
todo su espesor un régimen de aguas someras con En el sector central del Batolito de Colangüil se
influencia de oleaje (Gutiérrez, 1984; Gabaldón st comprobó que entre la FOSR y el emplazam iento del
al., 1985). Su edad fue determinada como carbonífera Batolito se había desarrollado una superficie de ero-
98 BATOLITO COLANGÜIL. CORDILLERA FRONTAL, ARGENTINA

sión sobre la cual se depositaron las volcanitas co- eje mayor de 230 km y uno menor de 40 km, en el
rrespondientes a la base del Grupo Choiyoi en esta sector San Guillermo, y de 20 km, en el sector Colan-
regiór (Llambías y Sato, en prep.). Al ser observada güil. El eje mayor tiene rumbo general norte-sur,
dicha superficie de erosión en otras localidades de la coincidente con el rumbo de las estructuras genera-
Cordi!era Frontal (Caminos, 1979; Cortés, 1985; das por la FOSR. En detalle, cada uno de los sectores
CabaBé, 1986; Mpodozis y Cornejo, 1988; Mendía, en que se subdividió el batolito tiene rumbos que di-
comun. verbal, 1989) se infiere que tuvo extensión vergen hasta un máximo de 30°, manteniéndose en
regioral. Las relaciones estratigráficas y edad de cada uno de ellos el paralelismo entre los diques y los
estas Jalean itas indican que fueron contemporáneas ejes mayores de los plutones.
con e comienzo del bato lito. Esta relación acota la Diques anulares no han sido observados, con ex-
edad ::ie la FOSR y de la superficie de erosión, que cepción de los diques cónicos relacionados con el
estác::>mprendida entre la finalización de la sedimen- plutón Chita (Sato, 1989). Diques radiales sólo se
tación de la FCAN en el Asseliano y el comienzo de presentan en el extremo norte del batolito e intruyen
la intrusión del bato lito datado en 264 Ma (Shaw et al plutón Tabaquito de la Granodiorita Las Piedritas.
al., er prensa) en el plutón granodiorítico de Las Son andesíticos y anteriores a los diques longitudi-
Piedritas. Esta cifra es concordante con la edad K-Ar nales riolíticos de esta área (Llambías y Sato, en
del plJtón de granodioritade Tocata, de 283± 15 Ma prep.).
(Linares y Llambías, 1974, valor corregido con nueva
constante, Caminos et al., 1979), si se tienen en FORMA Y TAMAÑO DE LOS PLUTONES
cuenta los márgenes de error. Considerando que el Todos los plutones, excepto algunos pertenecien-
Assel ano está comprendido entre los 280 y 290 Ma tes a la Granodiorita Las Piedritas y al Granito Agua
(ver escala comparativa de Menning, 1989), el lapso Blanca, cuyas formas no han podido definirse, son
entre a finalización de la sedimentación de la FCAN alargados con su eje mayor paralelo al eje del batolito
y el comienzo de la intrusión del batolito es de apro- (Castro, 1987; Puigdomenech, 1987; Llambías y
ximadamente 20 Ma, que representa el intervalo de Sato, en prep.). Los plutones que tienen mayor rela-
tiempo en el cual se produjo la FOSR y se desarrolló ción axial (eje mayor/eje m!3nor), como las corres-
la superficie de erosión. Para producir tal superficie, pondientes a los Granitos Los Lavaderos (3,5) y Las
la erosión tuvo que ser muy intensa, pudiéndose Opeñas (8,5) (Tabla 1), intruyen a la Granodiorita
inferir de esto que la región estuvo sometida a un Las Piedritas. En estos casos, el control estructural
fuerte levantamiento como resultado de la FOSR. El de su forma se debe exclusivamente al estado de
mater al producido por esta erosión se habría acu- esfuerzo contemporáneo al batolito y no a una aniso-
mulado en cuencas generadas, como consecuencia tropía heredada, la cual pudo haberse manifestado
del le\lantamiento, al este de la Cordillera Frontal. en la forma de las primeras intrusiones (Granodiorita
Sus depósitos deberían estar en discordancia angu- Las Piedritas), pero no en las subsiguientes, que se
lar, la cual desaparecería gradualmente hacia el intruyeron en ella. Por lo tanto, la forma de los pluto-
este, sobre los depósitos del Carbonífero Superior. nes intruidos en la granodiorita se debe a una dis-
Futuras investigaciones podrán aclarar este tema. tribución anisótropa del esfuerzo en un plano hori-
zontal. Además, la escasez de estructuras anulares
ESTRUCTURAS CONTEMPORANEAS AL BATOLlTO y radiales, con las excepciones mencionadas, y la
carencia de ejemplos de intrusión forzada sugieren
Las evidencias para establecer el estado y la que la columna magmática no ejercía presión sobre
direccón de los esfuerzos principales de los niveles la caja sino que encontraba un espacio favorable
superbres de la corteza durante la intrusión del ba- para su emplazamiento (Llambías et al., 1987). Las
tolito ss basan en la morfología del mismo, en gene- aureolas de roca de caja, densamente fracturadas y
ral, la de cada cuerpo plutónico, en particular, y en la penetradas por diques como se da en el plutón de
disposición de los diques (Fig. 1). Al ser superficial el Los Puentes es una manera de ganar espacio por
nivel ce intrusión del batolito, las consideraciones 'stoping' pero, probablemente, esta fracturación se
que s€ efectuarán están referidas al nivel frágil de la deba más a fracturación térmica (Daly, 1903; Marsh,
corteza, bien por encima de la transición frágil-dúctil. 1982; Furlong y Myers, 1985) que al esfuerzo gene-
rado por el enjambre boyante de la columna mag-
GEOMETRIA DEL BATO LITO mática (Anderson, 1942).
El bate lito, en los sectores considerados, tiene un
E.J. L1ambfas y A.M. Sato
97

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-1

Ir " D Cuaternario I1:+ ~


1 Granito Las Opeflas
[llY] Diques ácidos 1, ',1 Diques máficos

\ /1 1\\'·:·\:1Granodiorita las Piedritas ~ Formación Cerro Agua Negra

FIG . 3 . Diques con disposición en 'échelon', FIG.4. Esquema de diques al oeste del refugio El Lavadero (29°35'S ;
que intruyen a la Granodiorita Las 69°18'W). El enjambre de diques intruye a la Granodiorita Las
Piedritas (Plutón Tabaquito), al este Piedritas, pero no al Granito Las Opeñas . Son subverticales, casi
del cerro Imán (29°10'S; 69°19'W). norte-sur. Están constituidos por leucogranitos de grano fino, pór-
Los diques longitudinales, aproxima- fidos graníticos a riolíticos, y riolitas . En menor proporción, se en-
damente norte-sur, subverticales, tie- cuentran andesitas a microdioritas. Los diques más potentes lle-
nen espesores de hasta 50 m y están gan a medir 50 m de espesor y contienen frecuentes tabiques de
compuestos por pórfidos graníticos la caja en su interior.
a riolíticos y riolitas. Los diques trans-
versales son menos potentes (hasta
10m) y predominan las andesitas y densidad de diques hasta 10% del grosor del ba-
microdioritas. Son anteriores a los tolito, lo cual implica una ganancia de espacio (por
longitudinales .
ser los diques de dilatación) de esa magnitud. Los
espesores de los diques riolíticos varían entre 3 y 50
DIQUES m. Algunos de los diques más gruesos están com-
Los diques son, en su mayoría, de tipo dilatacio- puestos por inyecciones sucesivas de igual compo-
na!. Contra sus paredes poseen una zona de grano sición, indicando una continua reapertura de la frac-
fino afírica con flujo planar paralelo a las paredes de tura, como sucede en los diques básicos en los ejes
0,1-0,4 m de ancho y que pasa. abruptamente, hacia de dispersión oceánica (Kidd y Can, 1974; Kidd,
las fases porfídicas del interior del dique. Constitu- 1977). Debido a la alta viscosidad que poseen los
yen enjambres de diques longitudinales subvertica- magmas ácidos subsaturados en agua, como son los
les, con longitudes de hasta 20 km y están formados de Colangüil, el relleno de estos diques debió ocurrir
por segmentos de hasta300 m de longitud, con arre- simultáneamente con la propagación de la grieta
glo en 'échelon' (Figs. 3, 4). El rumbo de los diques (Spera, 1980; Spence y Turcotte, 1985) y con una lu-
es, en general, paralelo al eje mayor de los plutones. bricación aumentada por encapsulamiento por for-
En el extremo norte del bato lito (Sector San Guiller- mación de líquidos de menor viscosidad, contra las
mo) sus rumbos son N5-100E; en el sector central paredes (Carrigan ,Schubert y Eichelberg, en prep.)
(Sector Colangüil), N12-22°E. En un perfil transver- y que correspondería a las fases afíricas del borde de
sal al eje del batolito, los diques representan un 3% los diques. Por lo expuesto se infiere que los esfuer-
(Castro, 1987) y, localmente, en franjas con mayor zos tensionales fueron contemporáneos con la ac-
98 BATOLlTO COLANGÜIL, CORDILLERA FRONTAL, ARGENTINA

tividad magmática. La formación de fracturas por rente a la de los plutones. Para generar texturas vol-
tensión fue, probablemente, facilitada por una dismi- cánicas se requiere, durante su cristalización, un
nución de la resistencia a la ruptura causada por: 1. grado de sobrenfriamiento elevado que dé lugar a las
debilitamiento térmico, ya que la mayoría de los di- texturas de las pastas. En los cuerpos subvolcáni-
ques son contemporáneos con el batolito; y 2. por el cos, cuyas dimensiones son menores que 1 km 2 , di-
efecto de la presión interna del magma que dismi- cho sobrenfriamiento se logra si los reservorios mag-
nuyó la resistencia de las rocas en un valor igual al de máticos se conectan con la superficie. De este modo,
dicha presión (Anderson, 1942; Phillips, 1972; Shaw, la disipación térmica será elevada debido a la des-
1980), fenómeno que es conocido como fracturación compresión adiabática y, principalmente, a la ad-
hidráulica. vección al fluir el magma hacia la superficie. El hecho
que los diques relacionados a estos cuerpos sub-
CUERPOS SUBVOLCANICOS volcánicos sean de dilatación y paralelos al eje del
La presencia de cuerpos subvolcánicos (Riolita batolito permite inferir que la conexión de la cámara
Tres Quebradas) y enjambres de diques longitudi- magmática con la superficie se debió a fracturas
nales relacionados con ellos en el BC indican, para tensionales.
estos cuerpos, una condición de enfriamiento dife-

DISCUSION

RELACIONES PALEOGEOGRAFICAS al., 1987) o separadas por un umbral no totalmente


emergido (Salfity y Gorustovich, 1983). No obstante,
Para comprender el marco tectónico Neopaleo- se está de acuerdo que la cuenca de Paganzo se
zoico en el cual se emplazó el Batolito de Colangüil continentalizaba progresivamente hacia el este y se
(BC) es necesario efectuar un análisis comparativo subdividía en diversos depocentros. La deformación
de lo que sucedía en esa época en las regiones ve- producida por la FOSR fue sumamente intensa en la
cinas y establecer la posición relativa de cada uno de cuenca de Río Blanco-Agua Negra, afectando con
los terrenos que componen el actual marco geoló- magnitud decreciente las sedimentitas depositadas
gico (Fig. 5). en el borde occidental de la Precordillera, hasta ha-
A partir de la fase orogénicaSan Rafael (FOSR), la cerse nula en su borde oriental, y en las Sierras Pam-
Cordillera Frontal y la Precordillera tenían posiciones peanas (Azcuy y Caminos, 1987a, b). Se puede
relativas similares a la actual, si bien luego la tectónica inferir que, durante esta época, la Precordillera y
de corrimientos terciaria (Marín y Nullo, 1988; Mosco- Sierras Pampeanas actuaban como elementos rígi-
so y Mpodozis, 1988) comprimió, sustancialmente, dos y que tenían posiciones relativas similares a las
esta región modificando sus relaciones espaciales. actuales, ya que constituían un basamento común
Una evidencia que la Precordillera y la Cordillera de la cuenca de Paganzo.
Frontal tenían una configuración similar a la actual El basamento de la cuenca de Río Blanco-Agua
está dada por los diques de riolita con grandes Negra, en la Cordillera de Colangüil, aún no se cono-
fenocristales de feldespato potásico y cuarzo, idénti- ce porque los escasos afloramientos reconocidos no
cos a los que se encuentran en el BC, que intruyen a han sido estudiados sistemáticamente. En laquebra-
sedimentitas pelíticas a psamíticas con desarrollo de da de Chita, al oeste del plutón homónimo, la Forma-
c1ivaje al este de la junta de los ríos Blanco y La ción Cerro Agua Negra (FCAN) está corrida sobre
Paica. Dichas sedimentitas fueron descritas por areniscas grises oscuras, con estratificación grada-
Furque (1963) con una edad probable ordovícica y da e intercalaciones de pe litas con c1ivaje (Sato,
como pertenecientes a la Precordillera. Otro argu- 1989), cuya edad aún no ha sido establecida. En el
mento es la presencia de un volcanismo silícico co- extremo noroccidental del bato lito, también afloran
rrespondiente al ciclo volcánico Choiyoi en Sierra de sedimentitas con características similares cuyas
La Huerta (Ramos et al., 1988), que amplía el área de edades tampoco fueron determinadas. Se requeri-
distribución de dichas volcanitas. rán estudios de mayor detalle para resolver su estruc-
La relación entre las cuencas de Río Blanco- Agua tura, edad y sus posibles correlaciones para com-
Negra y la de Paganzo ha sido interpretada como de prender la naturaleza del basamento de la cuenca de
transición gradual (Vásquez et al., 1981; Milana et Río Blanco-Agua Negra.
E.J. L/amblas y A.M. Sato 99

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FIG. 5. Mapa esquemático que representa los diferentes terrenos, las cuencas sedimentarias y los principales batolitos
gondwánicos entre los 28° y 31°5. Las volcanitas Choiyoi y los plutones aislados que afloran entre ambos grupos
de batolitos no han sido representados . Los bordes de la cuenca de Río Blanco-Agua Negra aún no son debida-
mente conocidos; sin embargo, hacia el este, las sedimentitas engranan lateralmente con aquéllas de la cuenca
de Paganzo.

Al oeste de Colangüil, ya en Chile, el basamento piejos metamórficos Neises de La Pampa, El Cepo y


de la Cordillera Frontal está constituido por diversos El Tránsito, y por las formaciones Hurtado, de edad
complejos metamórficos del Paleozoico inferior, cuya devónico(?)-carbonífera (Mpodozis y Cornejo , 1988)
correlación es difícil de establecer dado lo aislado de y Las Placetas, probablemente carbonífera superior
sus afloramientos. Dicha complejidad aumenta al (Reutter, 1974 in Mpodozis y Cornejo, 1988), pudien-
haber eventos metamórficos del Paleozoico inferior do esta ultima ser correlacionable con la Formación
(415 ± 5 Ma) y del Paleozoico superior (300 ± 30 Ma) Cerro Agua Negra. Siendo el Complejo Metamórfico
según Ribba et al. (1988). El primero, Neises de La El Tránsito un prisma de acreció n (Ribba et al., 1988)
Pampa, constituye el basamento de la región y ha la Superunidad Elqui marca el arco magmático más
sido atribuido alterreno exótico Chilenia, definido por cercano a la fosa en una zona de subducción. En
Ramos et al. (1984, 1986). El segundo, Complejo consecuencia. es muy probable que el borde occi-
Metamórfico El Tránsito, y otros aún no definidos dental de la cuenca de Río Blanco-Agua Negra haya
(Mpodozis y Cornejo, 1988) están relacionados con estado constituido por el progresivo levantamiento
la nueva configuración del continente de Gondwana de esta región, originado por el emplazamiento de
y con la etapa subductiva a la cual se vinculan los ba- este arco magmático como lo representaran Azcuy y
tolitos neopaleozoicos de la Cordillera Frontal (Nasi Caminos (1987b).
et al., 1985; Llambías et al., 1987; Ribba et al., 1988). Las unidades metamórficas mencionadas. además
Durante el Carbonífero superior y Pérmico infe- de otras como el complejo metamórfico del Choapa,
rior, contemporáneamente con el desarrollo de la datado en 359 ± 36 Ma (Rebolledo y Charrier. 1988).
cuenca de Río Blanco-Agua Negra, se emplazaba la en la Cordillera de la Costa. fueron interpretadas
Superunidad Elqui del Batolito Elqui-Limarí. La caja como prismas de acreció n desarrollados sobre el
de esta superunidad estaba constituida por los com- margen occidental del continente de Gondwana (Thie-
100 BATOLITO COLANGÜIL. CORDILLERA FRONTAL, ARGENTINA

le y -lervé, 1984; Nasi et al., 1985; Charrier et al., enjambres de diques longitudinales contemporáneos
198E; Ribba et al., 1988; Rebolledo y Charrier, 1988). con el batolito, y la presencia de diques compuestos
Si bien hay que tener en cuenta que estas unidades permiten inferir un estado de esfuerzo tensional con-
podr"an tener una posición relativa diferente a la ac- temporáneo con el emplazamiento del batolito. Por la
tual cForsythe et al., 1987), en general, confirman la distribución de los diques, se deduce que el mínimo
presenciade un margen continental activo. El período esfuerzo principal era horisontal y con una dirección
de mayor actividad de dicho margen estuvo com- perpendicular al batolito (Anderson, 1942; Roberts,
pencido entre la edad del Complejo Metamórfico del 1970; Shaw, 1980; Delaney y Pollard, 1981), es de-
Choapa y el Pérmico inferior, momento en que finali- cir, aproximadamente este-oeste. Las variaciones
zó el desplazamiento del continente de Gondwana en el rumbo de los diques e incluso las del eje del ba-
(Rapalini, 1989). Como consecuencia de ello, habría tolito indican sólo variaciones locales de la dirección
cesado la subducción (Kay et al., 1989) y también del esfuerzo principal, pero, en profundidad, corres-
habr"a culminado la fase orogénica San Rafael. ponderían a un eje magmático uniforme (Delaney y
Pollard, 1981). Más difícil es determinar la dirección
RELACIONES ENTRE LAS FASES COMPRESIVAS del esfuerzo principal máximo, que bien podría ser
Y DISTENSIVAS y EL EMPLAZAMIENTO vertical, horizontal o intermedio. La ausencia de di-
DEL BATO LITO DE COLANGÜIL ques subhorizontales, con excepción de los diques
aplíticos vinculados al enfriamiento de un plutón y
ETAPA COMPRESIVA que, por esta razón, responden a un estado de es-
La deformación producida durante la fase orogé- fuerzo residual, permite inferir que el esfu'erzo princi-
nica San Rafael (FOSR) consistió en el acortamiento pal máximo, en el ámbito del BC, pudo ser vertical de
transversal de la Cordillera Frontal debido a la forma- acuerdo al modelo de Roberts (1970).
ción :le pliegues y corrimientos (Caminos, 1979; Az- Las evidencias mencionadas son adecuadas para
cuy y Caminos, 1987a, b). El balance del desplaza- inferir que, durante el emplazamiento del BC, pre-
miento de la masa rocosa que, en su mayor parte, dominó un régimen tensional con su esfuerzo princi-
no se trasladó lateralmente hacia el antepaís, sugie- pal mínimo horizontal este-oeste. No obstante esto,
re ql..e durante el acortamiento de la corteza se pro- la intensidad de la deformación varió, aparentemen-
dujo el engrosamiento de la misma generando una te, a lo largo del tiempo que empleó el batolito para
raíz profunda. Una clara evidencia del levantamiento su emplazamiento. La Granodiorita Las Piedritas,
es la superficie de denudación desarrollada como que corresponde a las primeras intrusiones del ba-
cons3cuencia de la FOSR. A una conclusión similar tolito y representa el 60,7% de la totalidad de sus
respecto al engrosamiento cortical llegaron Mpodozis afloramientos, no entrega señales claras respecto a
y Ka~ (en prep.) a partir del análisis geoquímico de la intensidad del régimen tensional debido a que las
los Eatolitos Elqui y Chollay, al establecer que, a intrusiones posteriores borraron muchos de sus
partir de la Granodiorita Carricito de la Unidad In- caracteres originales. Sin embargo, dentro de esta
gaguás, la corteza se engrosó sustancialmente. Es- granodiorita aún perduran algunos plutones como
te he::ho estaría en concordancia con la FOSR. los de Tocata y Los Leones, cuya relación axial es li-
En cuanto al origen de la compresión no se apor- geramente superior a 1. En otros, como el Plutón Ta-
tan En este trabajo elementos para su solución. baquito, resulta difícil medir su elongación por estar
Mpodozis y Kay (en prep.) infieren que podría deber- sus bordes oriental y occidental cercenados por la
se a colisión continente-continente. No obstante, se- tectónica terciaria y su borde sur, intruido por el Gra-
rá necesario ampliar el conocim iento de la región pa- nito Los Puentes. En consecuencia, se puede inferir
ra resolver esta cuestión ya que, durante la subduc- que, durante esta época, el régimen tensional tenía
ción gondwánica e inclusive la andina, la erosión y el intensidad menor respecto a momentos posteriores.
desplazamiento de terrenos dificultan las recons- Las volcanitas del Grupo Choiyoi, si bien pueden ser
trucciones paleogeográficos y el análisis tectónico contemporáneas o ligeramente anteriores a las grano-
correspondiente. dioritas, no son útiles dadq que aún no se han indivi-
dualizado los focos de erupción. Durante las intru-
ET APO\ DISTENSIV A siones de la Riolita Tres Quebradas y los granitos
Las características de los cuerpos ígneos descri- Los Puentes, Lavaderos y Las Opeñas, la deforma-
tos, como ser, la elongación de los plutones, los ción por tensión fue máxima por: 1. emplazarse du-
E.J. L1ambfas y A.M. Sato 101

rante esta etapa los cuerpos subvolcánicos; 2. la que en el Pérmico inferior había bloques rotados co-
mayor concentración de diques longitudinales; y 3. mo consecuencia de una probable subducción obli-
presentar los plutones la máxima elongación (Tabla cua. A pesar de estas evidencias, la estrecha rela-
1). La intensidad de la deformación disminuyó al final ción espacial entre engrosamiento cortical y sub-
del emplazamiento del batolito, cuando se intruyeron siguiente distensión favorecerían la primera explica-
los plutones del Granito de Agua Blanca, como pue- ción.
de interpretarse por la escasez de diques longitudi- En el oeste de Estados Unidos, Sonder et al.
nales. En cambio, la presencia de diques cónicos y (1987) aplicaron el modelo mencionado en primer
la deformación de la caja por empuje magmático término para explicar el magmatismo desarrollado
(Sato, 1989) indican exceso de presión del magma con posterioridad a las orogenias Sevier y Larámica.
respecto al esfuerzo tensional externo. Es probable El mismo consiste en asumir que, como consecuen-
que la fuerte disminución de las fracturas de exten- cia de un movimiento compresivo que genera engro-
sión sea una de las causas de la finalización del em- samiento cortical, el bloque engrosado está someti-
plazamiento del batolito. do a esfuerzos desviatorios tensionales. Cuando la
El origen de los esfuerzos tensionales horizon- resistencia de la litósfera disminuye por incremento
tales en la corteza es difícil de establecer (Bott, 1982; de la temperatura se produce extensión. El tiempo
Bott y Mithen, 1983; Turcotte y Emerman, 1983). que tarda en hacerse efectiva dicha extensión de-
Cuando el esfuerzo tensional horizontal alcanza pende de la temperatura inicial del Moho, o en otras
valores extremos y afecta a la litósfera, la cual fue palabras, del grado de la anomalía térmica instalada
debilitada por un anormal calentamiento que con- en la base de la corteza al momento de producirse la
dujo a su adelgazamiento, puede dar origen a 'rifts' deformación. Para temperaturas iniciales de alrede-
permitiendo así la salida de magmas desde niveles dor de 450°C, la extensión se produce aproximada-
profundos, con composiciones básicas en abundan- mente unos 100 Ma después del engrosamiento cor-
cia y también desde niveles menos profundos (proba- tical, pero si la temperatura inicial es de alrededor de
blemente base de la corteza), con composiciones 700°C puede producirse inmediatamente después.
silícicas notablemente contrastadas. El régimen ten-
sional que actuó en Colangüil no tuvo la suficiente CONDICIONES TECTONICAS DEL EMPLAZAMIENTO
magnitud para formar verdaderos 'rifts' y, probable- DEL BATOLlTO DE COLANGÜIL
mente, ha estado localizado sólo en la parte superior En Colangüil, la evolución geológica es apropiada
de la corteza. No obstante, la presencia de un mag- para aplicar el modelo mencionado ya que son claras
matismo débilmente bimodal, expresado por la pre- las evidencias de una severa compresión que dio
sencia de los diques básicos (Llambías y Sato, en origen a un fuerte levantamiento del terreno. Esto
prep.) sugiere una grosera equivalencia al proceso ocasionó el desarrollo de un régimen tensicnal por
mencionado. desplome gravitacional del bloque elevado (Fig. 6a).
A su vez, este régimen tensional fue favorecido por-
RELACION ENTRE COMPRESION V 'TENSION que los esfuerzos horizontales que actuaron durante
Las teorías propuestas para establecer el origen la compresión bajaron su magnitud al disminuir (o
de los esfuerzos tensionales en la corteza fueron re- posiblemente extinguirse) la subducción (Molnar y
sumidas por Bott (1982). Entre elias, la que ha sido Lyon-Caen, 1988) durante el Pérmico infericr alto a
invocada con frecuencia en las cadenas orogénicas superior (Kay et al., 1989), debido a la desacelera-
es la relacionada con bloques elevados donde se ción en el movimiento del continente de Gondwana
produce un contraste de energía potencial suficiente a partir de los 268 Ma (Rapalini, 1989). Si se aplica
para generar los esfuerzos tensionales (Bott y Oean, el modelo de Sonder et al. (1987) y teniendo en
1972; Artyushkov, 1973; Bott y Mithen, 1983; Molnar cuenta que el magmatismo se desarrolló entre 10 Y
y Chen, 1983; Sonder et al., 1987; Oewey, 1988). 20 Ma después de la FOSR, la temperatura del Moho
Otra explicación de los procesos extensionales es debió ser cercana a los 700°C. En la región estudia-
que los mismos estarían relacionados con esfuerzos da, no es posible dilucidar el origen de esta elevación
transtensionales. Al respecto, cabe mencionar las térmica en la litósfera, pero es razonable pensar que
f.allas de rumbo paralelas a la Cordillera Frontal, al detenerse el movimiento del continente de Gond-
descritas por Fuentes et al. (1986) en Mendoza, y la wana, el contacto prolongado con una anomalía
conclusión obtenida por Rapalini (1989) respecto a térmica favoreció esta circunstancia. Este proceso,
102 BATOLlTO COLANGÜIL, CORDILLERA FRONTAL, ARGENTINA

A. - Carbonífero superior-
Asseliano
Precordillera Sierras
Co r.d i II era Fronta I Pampeanas

B.- 280- 270 Ma


Fase Oroge'nica San Rafael

C.- 265- 245


Intrusión del batolito

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111111/ ..........
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1
1/, "'11/ " " ' - _ _ _ ..-;::"..

~ __ !!L-;¡-_<--
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1/11/
1
I/I( ""'-
/11/
1
1//,
... . . . Esfuerzos principales
1111111 M 11111111 Moho
~ Ignimbritas Deformación en corteza continental:
~ Plutones y diques ácidos ~Frágil
~
~ Fundidos básicos I~·:.:::;d Dúctil

FIG. 6. Esquemas, no a escala, que tratan de sintetizar la relación entre grado de deformación, gradiente geotérmico y
magmatismo a la latitud del Batolito de Colangüil (29-31 OS), entre el Carbonífero superior y el Pérmico superior.
Las isotermas T1 < T2 son asumidas. En a. se representa el escenario durante el Carbonífero superior hasta el
Asseliano. La Precordillera y Sierras Pampeanas constituyen un bloque rígido con amplio espesor de corteza
frágil. En b. finaliza la subsidencia de las cuencas sedimentarias y comienza un período compresivo que se en-
cuentra comprendido entre los 280 y 270 Ma y corresponde a la fase orogénica San Rafael. El esfuerzo compresivo
se transmitió a través de los bloques rígidos y se absorbió por deformación en las franjas debilitadas térmicamente.
Dado el escaso desplazamiento lateral de la masa rocosa, el balance de masa se efectuó en su mayor parte en
sentido vertical, engrosando la corteza. En c. se representa la etapa dominada por extensión y coincide con el
detenimiento del continente de Gondwana (Rapalini, 1989) y de la subducción (Kay et al., 1989). Por este motivo,
las isotermas cruzan la loza subductada, y el magmatismo está relacionado con un régimen térmico diferente al
de una zona de subducción y propio de intraplaca con elevado gradiente geotérmico.
E.J. Llambfas y A.M. Sato 103

probablemente, condicionó las características litológi- ducirse el FOSR. Esto signfica una elevada tem-
cas y químicas del Be y de algunas regiones de la peratura inicial del Moho, del orden de 625-725°
provincia magmática Cuyano-Norpatagónica. C, durante la deformación.
En la Cordillera Frontal y en el flanco occidental de
la Precordillera, el gradiente geotérmico debió ser La rigidez del sustrato de la Precordillera, sobre
alto como puede inferirse por la actividad magmática todo en su parte oriental, era en comparación con la
desarrollada en algunas localidades durante el Car- del sustrato de la Cordillera Frontal, mucho mayor,
bonífero superior y Pérmico inferior en esta región. por lo cual su deformación fue menos intensa y me-
No obstante, su distribución no fue uniforme en el es- nor su engrosamiento cortical. La rigidez y a ausen-
pacio y en el tiempo. Durante esta época, la mayor cia de magmatismo podría indicar que el gradiente
actividad magmática se registró en el flanco occiden- geotérmico, en este sector de la Precordillera, era
tal de la Cordillera Frontal, mientras que en el flanco menor que en la Cordillera Frontal.
oriental dicha actividad era menor. Por otra parte, el De modo que, de acuerdo con los argumentos re-
gradiente geotérmico en este último flanco debió ser feridos, con posterioridad a la FOSR, el magmatismo
relativamente alto, aunque inferior al del flanco oc- se instaló prácticamente a todo lo ancho de la Cordi-
cidental, de acuerdo con los siguientes argumentos: llera Frontal (Fig. 6b), representando el Be la franja
1. Desarrollo de volcanismo en sedimentitas del magmática más oriental, situada casi en el borde del
Carbonífero superior en la Precordillera a esta la- antepaís.
titud (Fauqué et al., en prensa) el cual, probable-
mente, se extienda a la Cordillera Frontal. RELACION ENTRE EL BATO LITO DE COLANGÜIL y
2. Los esfuerzos compresivos, que actuaron duran- LA SUBDUCCION
te la FOSR, fueron absorbidos en forma selectiva La edad del BC, comprendida entre 264 y 247 Ma,
por una intensa deformación ocurrida en la franja es posterior a la desaceleración del movimiento del
donde se depositaron las cuencas del Carbonífero continente de Gondwana durante el Pérmico inferior
superior-Pérmico inferior, con especial referencia (Valencio y Vilas, 1972; Vilas y Valencio, 1982), que
a la cuenca de Río Blanco-Agua Negra y a las ha sido establecida aproximadamente a los 268 Ma
cuencas de esta edad del flanco occidental de la por Rapalini (1989). Es probable que esta desacele-
Precordillera. Esto pone de manifiesto la disminu- ración coincida con la finalización de la FOSR, ini-
ción de la resistencia de la corteza por incremento ciándose a partir de este momento un período en el
de la temperatura, entre otros factores, lo cual, cual los esfuerzos compresivos decrecieron hasta
además, produce el adelgazamiento de la litósfera que prácticamente cesaron, como consecuencia de
y hace ascender la transición dúctil-frágil adelga- la disminución en la velocidad de subducción (Kay et
zando la capa frágil de la corteza. De acuerdo con al., 1989). Esta situación explicaría la relativa simili-
el modelo presentado por Sondery England (1986), tud en la composición global entre el Batolito de Co-
la resistencia de un perfil vertical integrado de la langüil y la Superunidad Ingaguás del Batolito Elqui-
litósfera desciende cuando aumenta la tempera- Limarí cuyas características químicas fueron expli-
tura del Moho, de modo que el área de deforma- cadas como debidas a una posible extinción de la
ción debería coincidir con las áreas de elevado subducción por Kay et al. (1989), Ribba et al. (1988)
gradiente geotérmico. Dicho de otro modo, la y Mpodozis (comun. escrita, 1989). Favorecidopor el
distribución de la deformación producida por la detenimiento de la placa, la raíz profunda generada
FOSR fue controlada por la distribución de la durante la FOSR alcanzó la temperatura necesaria
temperatura que dependía, sin conocerse con para generar el magmatismo Neopaleozoico. La a-
exactitud de que manera, de la temperatura inicial nomalía térmica permitió la formáción de un magma
del Moho. Por esta razón, la deformación y el básico subplacado, fuente de generación de mag-
magmatismo coinciden en el espacio y no en el mas en la corteza (Hildreth, 1981; Cobbing y Pitcher,
tiempo. 1983; Hyndmann y Foster, 1988; Kay et al., 1989). La
3. Concordantemente con lo expuesto y asumiendo loza subductada, al carecer de movimiento se equili-
que el modelode Sonder et al. (1987) es aplicable, bró térmicamente, por lo cual las isotermas a traspu-
el elevado gradiente geotérmico se confirma por sieron (Fig. 6c). La generación del magma, en con-
el hecho que el magmatismo hizo su irrupción en secuencia, no estuvo relacionada ni a la cuña aste-
la corteza frágil unos 10-20 Ma después de pro- nosférica y a su movimiento convectivo (Tokséiz y
104 BATOLlTO COLANGÜIL, CORDILLERA FRONTAL, ARGENTINA

Bird, 1977) ni a la deshidratación de la loza subduc- tica y tectónica se registraba en la Cordillera Frontal
tada, sino al desarrollo de una anomalía térmica que yen algunos sectores de la Cordillera de la Costa de
tuvo un prolongado contacto con la litósfera por estar Chile. La prolongada presencia de un margen conti-
prácticamente inmóvil. De esta manera, el magma- nental activo fue la causa que la región comprendida
tismo es más propio de intraplaca que de subduc- entre las Sierras Pampeanas y la Cordillera de la
ción, por lo cual son significativas las diferencias con Costa de Chile esté compuesta por diversos terrenos
los batolitos circumpacíficos. exóticos que se yuxtapusieron, ya sea por colisión o
Procesos similares a los descritos, probablemente, por desplazamiento, a lo largo del margen continen-
se produjeron desde el Precámbrico superior-Paleo- tal (Ramos et al., 1986; Ramos, 1988). Este ensam-
zoico inferior en las Sierras Pampeanas, sugiriendo ble de terrenos fue soldándose al continente, progre-
que en toda esta región imperaba un margen conti- sivamente, a partir del Paleozoico superior. Durante
nental activo. La localización del magmatismo fue el Pérmico inferior alto y superior, cuando el Be se
migrando, progresivamente, hacia el oeste, y yapara intruía, la consolidación habría prácticamente cul-
el Paleozoico superior, la máxima actividad magmá- minado, hacia el este de la Cordillera Frontal.

CONCLUSIONES

FOSR sino que su emplazamiento en niveles su-


Las conclusiones obtenidas son de carácter pre- periores de la corteza le sucede en el tiempo a
liminar y deberán ser cotejadas con futuras investi- dicha fase orogénica. Por lo expuesto, los ciclos
gaciones que completen el conocimiento geológico magmáticos no son útiles para datar las fases
de la reg ión. Una síntesis de ellas es la siguiente: orogénicas, ya que, generalmente, le suceden en
1. La deformación producida por la fase orogénica un lapso que es variable de acuerdo al calenta-
San Rafael (FOSR) en la Cordillera Frontal de San miento original dedichafranjaorogénica. En el ca-
Juan fue de tipo compresionaly su distribución fue so del Be, el lapso comprendido entre el engro-
controlada por una debilidad mecánica de la litós- samiento cortical y el comienzo de su emplaza-
fera originada, entre otros factores, por el elevado miento fue de 10-20 Ma, lo cual significa, según el
calentamiento de esta franja. Su edad está com- modelo de Sonders et al. (1987), una elevada
prendida entre la finalización de la sedimentación temperatura inicial del Moho de 625-725°C.
en la cuenca de Río Blanco-Agua Negra (Asselia- 4. Las relaciones geológicas del Be inidican que las
no) y el comienzo de la intrusión del Batolito de estructuras previas a su emplazamiento están
Co langüil (Be) a los 264 Ma. La compresión pro- vinculadas a subducción. No obstante esto, el
dujo el ascenso de la región, lo cual condujo al desarrollo magmático se produjo porque al inmo-
desarrollo de una superficie de erosión sobre la vilizarse la placa, el aumento de temperatura llegó
cual fluyeron las primeras erupciones volcánicas a fundir la raíz profunda de la corteza inde-
del Grupo Choiyoi, contemporáneas con el comien- pendizándola del proceso de subducción. Para la
zo de la intrusión del batolito. época del emplazamiento del Be, la loza subduc-
2. El emplazamiento del Be fue facilitado por un ré- tada estaba equilibrada térmicamente y los proce-
gimen tensional que se produjo por colapso gravi- sos de deshidratación habían finalizado. Así, las
tacional, como respuesta al engrosamiento corti- características de este magmatismo no son pro-
cal y elevación del bloque. Por esta razón, el sitio pias de un marco tectónico definido, compartien-
de emplazamiento del batolito está condicionado do algunos rasgos de convergencia de placas,
al área donde la FOSR produjo la deformación. como el engrosami!;lnto cortical previo, y de intra-
Hacia el este del batolito de Colangüil (parte orien- placas como la erosión térmica de la base de la
tal de la Precordillera y Sierras Pampeanas), el corteza, la carencia de deshidratación de la loza
gradiente geotérmico fue bajo y la actividad mag- subductada y de convección de la cuña astenos-
mática nula, resistiendo la deformación por ser férica. Es por esta razón que las características
bloques rígidos. del Be no son propias de un marco tectónico de-
3. El magmatismo Neopaleozoico de la Cordillera finido. Las granodioritas, que son las rocas más
Frontal no está vinculado temporalmente a la antiguas de Colangüil, y cuya composición es pro-
E.J. L/amblas y A.M. Sato 105

racterísticas de los arcos magmáticos. Los grani- rasgos son los de los granitos tipo-I, con elevado
tos más antiguos también muestran característi- fraccionamiento, de Sylvester (1989).
castipo-I (Granito Los Puentes) aunque una unidad 5. Por similitud litológica y presencia de enjambres
es afín a los tipo-S (Granito Las Opeñas). Los últi- de diques en complejos ígneos del Macizo Norpa-
mos granitos poseen características relacionadas tagónico, cuyas composiciones son similares a
con un ambiente posorogénico con corteza en- las del BC, puede inferirse para ellos un régimen
grosada y elevado gradiente geotérmico y sus que podría ser similar al descrito.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen profundamente a G. Bo- ológicas, Universidad Nacional de La Plata), por las
norino (CONICET-Secretaría de Minería, Buenos provechosas discusiones mantenidas sobre eltema.
Aires); C. Mpodozis (Servicio Nacional de Geología Los autores también quieren expresar su agradeci-
y Minería de Chile); V. Ramos (Departamento de miento a los baqueanos Féliz Vega, Julio Angel y
Geología de la Universidad de Buenos Aires); ya un Juan Paredes de Colangüil, Las Flores y Malimán,
corrector anónimo de la Revista Geológica de Chile respectivamente, por posibilitar el recorrido de esta
por las valiosas sugerencias aportadas al manuscri- región de difícil acceso. También agradecen a la
to. También expresan su agradecimiento a R. Cami- familia de Aníbal Vega, de Colangüil, por la hospitali-
nos, D. Delpino y F. Nullo (Secretaría de Minería, dad brindada. El trabajo fue financiado por CONICET
Buenos Aires); S. Kay (INSTOC, Cornell University, (PID No. 99/89) y la Secretaría de Minería de Buenos
USA) y C. Rapala (Centro de Investigaciones Ge- Aires.

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