DADDY GOD

¿Y SI FUERA VERDAD?

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 DRAMATIS PERSONAE

NARRADOR. TODOS LOS TEXTOS ENCUADRADOS

_________________________________________
VOZ EN OFF: COMIENZA CON OFF
_________________________________________
PADRE: SUBRAYADO EN NEGRITA
_________________________________________
_________________________________________ JESÚS: NEGRITA

_________________________________________ LUZBEL/SATÁN: NORMAL

_________________________________________ MARÍA: CURSIVA NEGRITA

_________________________________________ ÁNGEL 1: NORMAL SUBRAYADO

_________________________________________ ÁNGEL 2: NORMAL

_________________________________________ MIGUEL:
_________________________________________ HIJO: SUBRAYADO
_________________________________________ HIJA: CURSIVA
_________________________________________ HOMBRE: SUBRAYADO
_________________________________________ HERMANO (ACTOR BIS)

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DADDY GOD PAPÁ DIOS
What, if it´s true? ¿Y si fuera verdad?
ESCENA 1: LA CREACIÓN DEL MUNDO
En la oscuridad total, surge una figura
humana luminosa.
OFF:
Érase una vez, Dios:
un ser todopoderoso y bueno
que creó un mundo fascinante, de dimensiones
incalculables,
lleno de criaturas hermosas.
Imágenes del sol, el mar, ríos, montañas,
flores, insectos, animales variados...
OFF:
Siendo tantas y tan bellas sus criaturas,
a ninguna amó tanto como a la última de
ellas...
ESCENA 2: LA CREACIÓN DEL HOMBRE
Unas manos varoniles penetran en tierra
húmeda
y sacan una masa de barro. Las manos modelan
una figura, con mimo...
Al terminar, introducen la figura en el agua de
la orilla...
Al contacto con el agua, el barro se disuelve y
se transforma en una criatura con vida,
un bebé humano que es alzado por su creador,
que grita exultante y emocionado:
PADRE - ¡Es mi hijo, mi hijo... mirad a mi hijo!
El Padre se gira con el niño en alto, para
mostrarlo a sus acompañantes,
un grupo disperso de personas vestidas de
blanco, que se acercan alegres, a verlo.
PADRE: ¡Vestidle con la mejor ropa!
- ¡Servid a mi hijo, cuidad a mi hijo, amad a
mi hijo!
Uno de los ángeles, el más cercano al Padre,
pregunta extrañado.
LUZBEL: -Mi Señor... has creado seres grandes,
bellos y fuertes...
... ¿y hemos de servir a una criatura tan...
tan...? …(inferior)
El Padre mira al ángel con sumo amor y pone en
sus manos al bebé.
PADRE: - Sí, Luzbel. Sirviendo a mi hijo, me
sirves a mí.
LUZBEL: - Pero... Mi Señor, no comprendo...
PADRE:- Si no comprendes... ama. Y
comprenderás.
El Padre se va... y el ángel mira al bebé en sus
manos, desconcertado.
Otros ángeles se acercan, toman al niño en
brazos y lo envuelven en un paño.
Lo besan, lo acarician, juegan con él...
Luzbel sigue sin comprender, está inquieto.
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ESCENA 3: LAS ENSEÑANZAS DE DIOS (VARIAS ETAPAS)
3.A.- VARIOS PASEOS
OFF:
El amor de Dios por cada uno de sus hijos crecía
y crecía.
Tanto... como la envidia que Luzbel sentía por
ellos.
El Padre pasea y juega con sus hijos, por
diferentes paisajes,
en varias etapas de crecimiento de los niños.
Y en todo momento, a cierta distancia, Luzbel
les observa.
3.B.- “PUSKIS”
El Padre juega con sus hijos, un niño y una niña
de 3 ó 4 años de edad...
El hijo ve algo curioso.
HIJO: - ¿Qué es eso, papi?
PADRE: - A ver... hummm... no sé... eso es
un... ¿tú cómo lo llamarías?
HIJO: - Pues... le llamaría... “puskis”.
HIJA: - ¿Qué?¿Cómo se va a llamar “puskis”?
HIJO: - ¿Por qué no?
HIJA: - Pues porque no. Míralo.
Vemos el objeto de debate. Un mono con cara
muy graciosa.
HIJO: - Entonces, ¿cómo lo llamamos?
La niña lo mira... y concluye:
HIJA: - Bueno... con esa cara... yo le llamaría...
bueno, puede llamarse “puskis”.
¡Pero al siguiente le pongo el nombre yo!
PADRE: - Buena idea..
Os vais turnando y ponéis nombre a todo lo
que veáis.
HIJO: - ¡Mira, otro “puskis”! Allí...
3C SIN MIEDO
(Los hijos ya han crecido. Ahora tienen 10 años).
PADRE:
Todo lo que he creado, es bueno. Conoced las
leyes que he puesto en cada criatura.
Amadlas, respetadlas y usadlas para vuestro
bien.
(los hijos miran una telaraña, un nido de
abejas, un buitre, una tormenta de rayos, un
gran oleaje... )
3.D.- AMOR ILIMITADO
Llegan al mirador de un gran escenario natural.
PADRE: - Todo lo mío, es vuestro.
HIJA: - ¿Todo, papá?
PADRE: - Sí, hija mía. Lo he creado para
vosotros y para vuestros hijos,
que también serán mis hijos.
HIJO: - Y cuando seamos muchos, muchísimos,
¿nos amarás a todos?
El Padre piensa su respuesta...
PADRE: - No. Yo no amo a todos. Os amo uno a
uno, con todo mi corazón.
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HIJA: - ¿Y a quién quieres más?
PADRE: Ya lo sabes...
HIJA: Da igual, dilo otra vez más.
HIJO: (imitando al Padre): “Os quiero más que a
todos los montes, los mares, las estrellas...
HIJA e HIJO (a la vez): - “Más que a las plantas
y a los animales y a las nubes
y a los ángeles y a todo, todo, todo lo que
existe y existirá”.
PADRE: - No cabe en vuestra cabecita cuánto
os quiero.
ESCENA 4.- JUNTO AL ÁRBOL
(Los hijos tienen 20 años.
Conducidos por su Padre, llegan a un lugar en el
que se detienen)
PADRE:
Hijos... escuchadme con atención...
Ninguna criatura puede amarme, ni
desobedecerme.
Están sometidas a leyes que no pueden evitar.
Pero tú... hijo mío... Tú... hija mía... os he
creado libres.
Sois libres, ¿lo entendéis?
LOS HIJOS NO ACIERTAN A COMPRENDER
POR QUÉ EL PADRE LES HABLA ASÍ.
Sólo vosotros y los ángeles que he puesto a
vuestro servicio,
podéis decidir entre amarme o rechazarme.
Yo nunca os obligaré.
HIJA (desconcertada)
Pero, papá... Nosotros te amamos... y lo sabes.
PADRE:
Lo sé. Conozco vuestro amor.
Pero... quiero que conozcáis el mío.
HIJA:
No te entiendo...
PADRE: (con toda la ternura posible)
Sólo quiero que sepáis que... aunque me
torturarais cruelmente y me sacarais el
corazón, yo no dejaría de amaros.
HIJA (tapando la boca al Padre):
- ¡Calla, papá! Me hace daño escucharte.
Los hijos besan y abrazan a su Padre...
A espaldas del Padre, el hijo descubre algo y
pregunta sorprendido...
- ¿Qué es eso, papá?
El hijo señala una raíz inmensa, llamativa,
junto a ellos.
La sigue con su mirada... hasta llegar a la copa
del gran árbol.
El Padre sabe a qué se refiere, sin necesidad de
girarse.
- Eso... hijo mío... es lo único que no debes
tocar.
Es la raíz del bien y del mal.
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Sólo yo, tu Creador, sé lo que es bueno y malo
para ti.
Sólo yo soy Dios.
El Padre reclama una mayor atención a sus
hijos, mirándoles a los ojos.
Hijo mío, escúchame. Hija mía, escúchame.
Si confías en mí sabiduría, si obedeces las
reglas que he puesto en ti, serás feliz.
Pero si tu corazón se separase de mí...
serías como un árbol que renunciara a sus
raíces:
caerías en la tristeza, la desesperación y la
muerte.
A cierta distancia, Luzbel se pone en pie,
sorprendido por lo que ha oído.
ESCENA 5: LA TENTACIÓN
La hija de Dios (20 años) bebe agua en un río.
Lucifer se acerca a ella comiendo una fruta...
HIJA: - ¿Qué comes?
El ángel da otro mordisco.
LUZBEL: - Manjar de dioses...
Y lanza una pieza igual a la mujer.
Al ver qué es, la reconoce y se sorprende.
HIJA: - Pero papá dijo...
Luzbel le interrumpe.
LUZBEL: - Papá dijo que eres libre, ¿no dijo eso?
La hija mira la fruta que tiene en sus manos.
-También dijo que sabe lo que es bueno para ti.
¡Por supuesto que lo sabe! (huele la fruta)
¡Cómo huele..!
Le lanza otra pieza de fruta.
Si te gusta obedecer, no comas. Eres libre.
El ángel se va, masticando su fruta.
A poca distancia, Adán se acerca.
Recuerda lo que dijo tu padre: hagas lo que
hagas, Él siempre te querrá.
La hija huele la fruta.
ESCENA 6. PECADO Y DESAFÍO
El gesto apacible del Padre, que pasea
tranquilamente por el bosque, se sobresalta de
repente. ¡Algo sucede! Gira sobre sí y comienza
a caminar, cada vez más rápido, mientras
exclama, con preocupación creciente...
- Hijo mío... Hija mía... Mis hijos... ¡Mis
hijos!...
***
La hija tiene sus labios manchados por la fruta
que acaba de morder.
Se mira las manos. También están sucias. ¡Y las
manos de Adán!
6
*** La pausa resulta insoportable para los hijos... y
El Padre ahora corre, sin dejar de gritar, huyen, corriendo.
enloquecido. PADRE: - Id junto a ellos. Abrigadles con

- ¡Hijos, hijos míos! Nooo.... vestidos nuevos, de la mejor piel.

***

Los hijos introducen sus manos en el agua, para El ángel rebelde insiste en mostrar las

lavarse, pero las manchas no se van. Entonces vestiduras manchadas.

tratan de limpiarlas en sus blancas vestiduras, - Señor... dijisteis que quien te desobedeciera
manchando así su pureza. conocería la muerte.

*** No quiero que sufráis, mi Señor. Yo mismo me

Algunos ángeles contemplan asombrados al encargaré de hacerlo.

Padre, sin comprender su actitud...

De pronto, el Padre se detiene. Hace esfuerzos Otro ángel interviene:

por calmarse y lo logra. - ¿Te los traemos de vuelta, Señor?

Con actitud aparentemente sosegada, dice en PADRE: - No les obliguéis a volver.
voz baja, calmada. Que escojan su propio destino.

- Hijos míos... ¿qué hacéis? Y hagan lo que hagan... decidan lo que

No os escondáis de mí. decidan...

No me tengáis miedo. Soy vuestro padre. servid a mis hijos, cuidad a mis hijos, amad a
mis hijos.

Los hijos, desnudos, permanecen en su Dos ángeles salen en busca de los hijos.

escondite, muy cerca.

El ángel rebelde se enfurece:

Luzbel se aproxima al padre. - Pero Señor... ¡te han traicionado! ¡Y volverán

- Mi Señor... a hacerlo!

Se agacha y toma del río los vestidos ¿Acaso no lo ve mi Señor? Son... criaturas

manchados. ¡débiles!

Los muestra al Padre, que ni siquiera los mira. El Padre grita con todas sus fuerzas,

El padre contiene su ira. a la vez que arranca de un tirón la vestidura de

Su mirada penetrante, hacia Luzbel se tiñe con Lucifer:

una lágrima. ¡¡Son mis hijos!!

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Lucifer da un paso atrás y cae al suelo desnudo, Un Dios que llora... ja, ja, ja... ja, ja, ja...

ante la reacción del Padre.

- Y tú... criatura desagradecida y soberbia... MIGUEL: - Señor, no lo consientas.

- Tú... que te has embriagado con la SATÁN:

hermosura que yo mismo te regalé... - Veamos quién es más fuerte. Acaba conmigo
ahora mismo.

- Tú, que no has querido aceptar el plan Porque, si me dejas ir, yo acabaré con tus hijos.

perfecto de tu Creador... Te romperé ese corazón blando una y otra vez.

Verás a tus hijos convertidos en mis marionetas.

- Tú, que has escogido libremente rechazar a Los seduciré, borraré en ellos todo recuerdo de

mis hijos y rechazarme a mí... ti. Primero me adorarán y, luego, los torturaré
uno a uno, abrasados en el fuego. Llegarán

… ¡¡¡no te acerques a mis hijos!!! hasta tus oídos sus gritos de dolor, renegando
de su propia vida y de su libertad.

Desde hoy ya no te llamarás Luzbel,

porque prefieres la oscuridad a la luz que MIGUEL:

puse en ti. - Señor, no lo soporto. Acaba con él, o

Desde hoy escoges para ti el nombre de Satán, permite que lo haga yo.

“adversario".
El PADRE avanza un paso hacia Satán...

En el suelo, Satán se revuelve y ataca a Dios.

Uno de los ángeles (MIGUEL) defiende al Padre, No, Miguel. Ni tú ni yo acabaremos con Satán.

derribando a Satán, Lo hará una de esas criaturas inferiores a las

que es inmovilizado por otro ángel. que no ha querido servir.

Satán grita enfurecido de cólera. Será la más pequeña, la más inocente, la más

- ¡Te odio, te odio, te odio! sencilla,

Mírate... lloras por unas criaturas débiles y la más humilde de todas mis hijas,

estúpidas. quien aplaste con su pie desnudo tu cabeza

¿¡¡¡Tú eres Dios!!!? soberbia. Vete.

¿Dónde está tu poder? Yo sólo veo fragilidad. SATÁN:

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Cometes un error, pequeño Dios.
MIGUEL interviene:
- Destruirá a tus hijos, mi Señor. Es más
fuerte que ellos.
PADRE:
- Nadie puede destruir a mis hijos. Yo estaré
con ellos, todos los días, hasta el fin del
mundo. Les daré las armas para vencer. Sólo
ellos pueden destruirse a sí mismos, si
rechazan libremente mi amor.
El Padre se gira al resto de ángeles.
Cada uno ha de escoger libremente a quién
quiere servir.
¿A quién escoges tú?
MIGUEL: - Mi Señor... (postrándose)
PADRE: - ¿Y tú? ¿y tú....?
Sois libres, escoged.
Conmigo y con mis hijos, o contra ellos y
contra mí.
Escoged ahora y para siempre. Yo no os obligo
a amarme.
Dios se retira.
Unos ángeles van tras él.
Otros, se van corriendo, siguiendo a Satán.
***
La última imagen es parte de un libro, la Biblia,
que se cierra en manos del autor.
OFF
Quiere despejar la incógnita.
Todo esto... ¿es ficción o realidad?
El abogado del diablo empieza su viaje...
ESCENA 7. PLAN B: EL ESPÍRITU SANTO
Dos ángeles se acercan a toda prisa al Padre.
¿Traen consigo regalos: frutas, lana...?
ÁNGEL 1 (contento):
- Señor, ¡regresan, están regresando!
Algunos de tus hijos vuelven su corazón hacia ti.
Incluso te ofrecen sacrificios para mostrar su
arrepentimiento.
PADRE:
¿”Algunos”... dices? ¿Cuántos?
ÁNGEL 1:
- No son pocos, mi Señor... Hay todo un pueblo
que te ama.
PADRE (afectuoso con el ángel):
- Soy muy feliz por ello. Pero escúchame:
si recupero a todos mis hijos, menos a uno...
no lograrás consolarme.
ÁNGEL 2 (lamenta tener que hablar):
- Señor... es cierto que ya son muchos los que
te aman pero otros...
...otros se comportan como si no fueran
hermanos.
Se envidian, se mienten, se roban... prostituyen
sus cuerpos y sus mentes...
algunos se matan entre sí.
Es como si... como si cada uno quisiera ser dios.
PADRE:
- Quien olvida a su Padre, ¿cómo puede amar
a sus hermanos?
El Padre se estruja el cerebro. ¿Qué puede
hacer?
Yo mismo hablaré con ellos.
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ÁNGEL 1:
¿Tú, Señor?
PADRE:
Mi Espíritu escogerá a algunos hombres y, a
través de ellos,
recordaré a todos las Leyes que nunca
debieron olvidar.
Y no sólo les hablaré. Si su corazón se ha
endurecido como la piedra...
...en piedra se lo daré escrito.
ESCENA 8. PLAN C: EL VERBO SE HACE CARNE
ÁNGEL 2(trae consigo las tablas de piedra,
rotas. Le cuesta hablar):
Mi Señor... tus hijos... no quieren escuchar.
Desprecian tus leyes y se comportan... como si
no existieras.
PADRE (para Sí): - ¿Para qué les di oídos, si no
me escuchan?
¿Para qué les di inteligencia, si no
comprenden que sin mi amor no son nada,
no tienen nada, no pueden nada, salvo
destruirse a sí mismos?
ÁNGEL 1: - Señor, te ruego disculpes mi
osadía... ¿Y si... ?
PADRE (comprensivo, interrumpe):
- No. No. No. No. También yo lo he pensado,
pero... no.
Antes destruiría todo lo que he creado, que
destruir a uno solo de mis hijos.
ÁNGEL 2: - No los destruyas, Señor. ¡Pero
quítales la libertad!
PADRE: - ¿Para que me obedezcan como ya me
obedece el Universo?
No deseo que mis hijos cumplan leyes. Deseo
que amen.
Quitarles la libertad sería tanto como
destruirles.
Tengo otro plan...Yo me pondré a su servicio.
ÁNGEL 1:- ¡Qué!
PADRE:- Si no les convencen mis palabras, les
convencerán mis obras.
ÁNGEL 2: - ¡Señor, tienen tus obras ante sus
ojos!
PADRE: - ¡Pero mis obras no pueden
enseñarles a amar, porque ninguna de ellas
ama!
¿Quién va a enseñarles a perdonarse y pedir
perdón? ¿El agua, el sol?
¿Quién puede enseñarles a servirse unos a
otros? ¿La luna, las montañas?
Sólo yo puedo darles amor y enseñarles a
amar.
Mi Palabra se hará carne de su carne.
(la voz del Padre se cubre con imágenes de
María orando... en gestación... y lactancia)
OFF:
Creceré en un vientre de mujer, como ellos. Me
alimentaré de la misma sangre
y de los mismos pechos que ellos. Renunciaré a
todo privilegio.
Dejaré que me tomen en sus manos, me
someteré a su voluntad.
Verán que el amor no se impone. Seré su
sirviente. Más aún... seré su alimento.
El más sencillo de los alimentos, para que todos
puedan acercarse a Mí.
ÁNGEL 1 (desquiciado): - Pero Señor... ¿qué
estás diciendo?... Tú... ¿hacerte hombre?
¡Satán podría...!
PADRE: - Satán podrá herir mi carne humana
hasta la muerte,
pero Yo venceré a la muerte. Mis hijos verán
quién es el autor de la vida.
Y quién los ama de verdad. Satán jamás
servirá a mis hijos.
Yo daré mi poder, la fuerza de mis armas,
a mis hijos que quieran librarse de su único
enemigo.
ESCENA 9. JESUCRISTO ENTRE LOS HOMBRES
Fragmentos breves, inconexos, de la vida de
Jesús, enseñando a grupos de personas.
9.1
JESÚS: - El reino de los cielos es... como un
10
padre que tenía dos hijos... Ya tienen todo lo que necesitan para
aprender a amar.
9.2 Démosles tiempo y confiemos en que
HOMBRE: - ¿Cuántas veces he de perdonar a mi reaccionan,
hermano? ¿Hasta siete veces? antes de que sea tarde.
JESÚS: - No. Cada uno de mis hijos ha de escoger su
HOMBRE (a su hermano): - ¿Ves? Te lo dije... destino.
JESÚS (sonriente): - ¡Hasta setenta veces
siete!
ESCENA 11 y última: EL PADRE ENVÍA A MARÍA
9.3
HOMBRE 3: - ¿Pero cómo podemos hablar con
Dios, al que no vemos? MARÍA se acerca al Padre, dubitativa y
JESÚS: - Simplemente, decid: “Padre Nuestro, respetuosa.
que estás en el Cielo...”
MADRE:
9.4 - Señor... tus hijos.. mis hijos...
JESÚS: - El que quiera ser el primero entre Las heridas de su corazón son tan grandes,
vosotros, que sea vuestro servidor. que...
9.5 PADRE:
JESÚS: - No temáis a quienes pueden acabar Son las heridas que ellos mismos se han
con vuestro cuerpo. causado.
Temed, en cambio, a quien puede acabar con
vuestra alma. MADRE:
Sí, mi Señor.
9.6 Conozco todo lo que has hecho y haces por
Un escupitajo. Un bofetón. Un latigazo. Un ellos.
clavo atraviesa una mano. Conozco tu amor infinito y por eso me atrevo
Estando Jesús en la cruz, agonizando, dice: a deciros que...
- Perdónales, no saben lo que hacen... Mi Señor... no es suficiente.
- Mujer, ahí tienes a tu hijo.
- Hijo, ahí tienes a tu Madre. PADRE:
No basta con haberles creado para que me
ESCENA 10. EL ABRAZO amen.

Jesús, recién resucitado, se funde en un abrazo MADRE:

con el Padre. No, mi Señor.
Jesús llora, desconsolado.
Los ángeles se retiran. PADRE:
Entre lágrimas, Jesús logra decir algo... No basta haberles regalado este mundo
fabuloso.
JESÚS:
- ¿Por qué? ¿Por qué?... MADRE:
No es suficiente, Padre.
El PADRE no tiene respuesta.
PADRE:
Tampoco es suficiente con que mi hijo,
JESÚS: torturado,
- ¿Por qué tienen el corazón tan duro? se quede entre ellos para servirles,
convertido en alimento.
PADRE: No les basta la ayuda de mis sacerdotes, a
- Ya está, Hijo Mío... se acabó... quienes doy todo mi poder de sanar.
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Hasta ellos olvidan mi ley y se ensoberbecen.
¿Y he de contener mi ira? ¿Hasta cuándo?
Matan a sus propios hijos, abandonan a sus
padres ancianos,
compiten entre sí buscando el éxito, en sus
ojos sólo hay codicia.
No responden a caricias ni a castigos.
Su soberbia es inmensa, no aceptan mi amor
desinteresado.
Rechazan, incluso, el perdón incondicional de
todas sus ofensas.
¿Y no es suficiente?

MADRE:
- No lo es, mi Señor. No lo es.

Tras una pausa de silencio y reflexión...

- Déjame ir a mí. Déjame intentarlo.

Soy su madre, son mis hijos. Tú me los diste.

PADRE:
- Ve. Ve y diles cuánto les amo.
Suplícales que vuelvan, diles que les perdono
todo, que olvido todo... Que vuelvan...
Escoge a personas sencillas, humildes y
pequeñas. Tal vez a ellos les crean.

La Madre besa al Padre, que queda triste, entre

lágrimas.

La madre se aleja... más... más...

hasta llegar a la tierra de los hombres, entre los
que se mezcla, sin ser vista.

Busca algo, busca a alguien.

Y lo encuentra: unos niños juegan en una aldea.

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