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Tema:
AULA: 313 - N
LIMA - PERÚ
2019
UNIVERSIDAD NACIONAL MAYORD DE SAN MARCOS
INDICE
1. Introducción
2. Determinación de Daños Y Perjuicios
2.1. Concepto
2.2. Elementos para que proceda la indemnización
2.2.1. La inejecución de la obligación
2.2.2. La imputabilidad del deudor
2.2.3. El daño
2.3. ¿En qué consiste la indemnización por daños y perjuicios y
cómo se abona?
3. Daño emergente
3.1. Concepto
3.2. Caso práctico I
3.3. Caso práctico II
4. Lucro cesante
4.1. Concepto
4.2. Lucro cesante actual y Lucro cesante fututo
4.3. Caso práctico I
5. Daño moral
5.1. Concepto
5.2. Caso práctico I
5.3. Caso práctico II
6. Conclusiones
7. Bibliografía
INTRODUCCION
Valor o precio de un bien o cosa que ha sufrido daño o perjuicio. Cuando el bien o la
propiedad de una persona ha sido dañada o destruida por otra, estamos ante un daño
emergente, y la indemnización en este caso será igual al precio del bien afectado o
destruido.
Por ejemplo: Una empresa de logística sufre un daño en sus equipos informáticos,
debido a una subida de tensión. Los daños a evaluar serán: Los producidos en
los equipos (hardware) y los programas (software). Esto sería el daño emergente.
Por otra parte, hay que evaluar el lucro cesante. Las ganancias que se dejan de percibir
por la rotura de estos equipos, y otras consecuencias como la pérdida de clientes…
Tanto uno como otro debe ser probado, tal y como establece el código civil. La prueba
pericial contable será fundamental para establecer la indemnización.
ASPECTO TRIBUTARIO
Los ingresos provenientes de terceros que se encuentran gravados por esta ley,
cualquiera sea su denominación, especie o forma de pago son los siguientes:
Esta disposición contiene en si misma una contradicción insalvable por cuanto toda
indemnización está destinada a reparar un daño. Por consiguiente frente a este efecto
de técnica legislativa, cabe descubrir más allá de la literalidad del texto, la ratio legis
de la norma, para cuyo efecto es conveniente distinguir los dos tipos de daños
patrimoniales que se originan frente a un hecho dañoso a) daño emergente y b) lucro
cesante.
RTF N° 02229-3-2017
Ante ello, la empresa nos consulta cuáles son los efectos tributarios de una indemnización
cuando no se pierde completamente el bien siniestrado, es decir, cuando no se supera el
costo computable del bien.
Solución:
Según la norma tributaria, cuando no se produce una pérdida total del bien no se puede
dar de baja en los libros el bien siniestrado. En el caso planteado, el bien sigue siendo de
propiedad de la empresa y tiene muchas expectativas de continuar brindando beneficios
económicos. Por ello, lo que debe hacerse es evaluar la existencia de cualquier pérdida
por deterioro y si esta no ocurre al no indicarse en la situación enunciada no se reconocerá
pérdida por desvalorización.
Por otra parte, se deberá reconocer el ingreso por el importe en el momento en que sea
exigible. Este ingreso en la medida que constituye una indemnización por daño emergente
que busca restituir la disminución patrimonial que la empresa sufriría para ponerlo
nuevamente en operatividad constituirá un ingreso no gravado, motivo por el cual la
empresa no deberá considerarlo para determinar su pago a cuenta del IR, debiendo
deducirlo en su Declaración Jurada Anual para determinar la renta neta imponible.
En ese sentido, la empresa nos consulta, en el caso que el bien se pierde completamente
y se recibe una indemnización que supera el costo computable del bien, ¿cuál sería el
tratamiento tributario?
Solución:
Según la norma tributaria, el robo que origina la pérdida de las existencias debe
reconocerse como gasto en el periodo en el que se produce la respectiva pérdida, en este
caso en el mes de junio de 2016.
Dado que esta pérdida se encontraría sustentada documentalmente, entre otros, con el
informe emitido por la compañía de seguros, no se deberá reintegrar el IGV tomado como
crédito fiscal por la adquisición o fabricación de los bienes perdidos ni se considerará como
un retiro de bienes (venta).
Por otro lado, la transferencia de propiedad de los bienes se hace de manera referencial,
por lo que en realidad no se trata de una venta y el único ingreso a reconocer será la
compensación que efectuará la entidad aseguradora.
En cuanto a la suma que la empresa recibe, esta califica como indemnización por daño
emergente. Conforme con el literal b) del artículo 3 de la LIR se recibe para reponer total
o parcialmente el bien; no se encontrará gravada con el IR salvo la parte que exceda el
costo computable de los bienes perdidos, tal como se muestra con el siguiente cálculo:
4. LUCRO CESANTE
4.1. Concepto
El lucro cesante es, siguiendo la terminología del art. 1106 del Código Civil, la
ganancia que se haya dejado de obtener por consecuencia del hecho del que
se es responsable. Si concebimos como daño cualquier lesión de un interés, sea
patrimonial o no, el concepto de lucro cesante se circunscribe a la lesión de un
interés patrimonial consistente en la pérdida de un incremento patrimonial
neto (esto es, deducidos costes) que se haya dejado de obtener como
consecuencia del incumplimiento contractual por el deudor o bien del acto
ilícito que se imputa a un tercero. La ganancia frustrada no es preciso que se
fundamente en un título que exista en el patrimonio del acreedor en el
momento del daño. Esto es, no resulta imprescindible que en el momento en
el que se produce el hecho dañoso el incremento patrimonial susceptible de
integrar el lucro cesante ya se haya concretado, sino que basta que se pudiera
razonable haber llegado a concretar en el futuro. Ello no significa que deba
identificarse el concepto de lucro cesante con el de daño futuro. El lucro
cesante puede ser tanto actual como futuro y también puede existir daño
emergente actual y daño emergente futuro.
Respuesta:
Como se mencionó en la parte introductoria, el lucro cesante está relacionado
con la ganancia dejada de percibir como consecuencia de un incumplimiento y
se encuentra afecto al IR.
Sobre el particular, el artículo 143 del Código Civil establece que cuando la ley no
designe una forma específica para un acto jurídico, los interesados pueden usar
la que juzguen conveniente. De acuerdo con los artículos 1352 y 1373 del citado
Código los contratos se perfeccionan por el consentimiento de las partes,
excepto aquellos que, además, deben observar la forma señalada por la ley bajo
sanción de nulidad y el contrato queda perfeccionado en el momento y lugar en
que la aceptación es conocida por el oferente.
Según el primer párrafo del artículo 37 de la Ley del Impuesto a la Renta (LIR), a
fin de establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta bruta
los gastos necesarios para producirla y mantener su fuente, así como los
vinculados con la generación de ganancias de capital, en tanto la deducción no
esté expresamente prohibida por esta ley.
Ante ello, el inciso d) del artículo 44 de la LIR señala que no son deducibles para la
determinación de la renta imponible de tercera categoría, las donaciones y
cualquier otro acto de liberalidad en dinero o en especie.
La empresa Tributos S.A.C. (usuaria del servicio) deberá reconocer el gasto por el
servicio prestado:
Sobre este punto, debe tenerse en cuenta que el pago que recibió Fernández
Mex SCRL en calidad de penalidad estará afecto al Impuesto a la Renta, en virtud
del artículo 3 de la LIR. Esto es así, ya que en general constituye renta gravada
cualquier ganancia o ingreso derivado de operaciones con terceros. De otro lado,
por la cancelación del servicio y la penalidad, la empresa Tributos S.A.C. deberá
efectuar el siguiente asiento contable:
Por su parte la empresa Fernández Mex SCRL, prestadora del servicio deberá
efectuar los siguientes asientos contables:
Por último, debemos mencionar que por los ingresos percibidos Fernández Mex
SCRL deberá emitir el comprobante o documento respectivo por dicha
operación. Es así que el Reglamento de Comprobantes de Pago precisa en su
artículo 10 que las notas de débito se emitirán para recuperar costos o gastos
incurridos por el vendedor con posterioridad a la emisión de la factura o boleta
de venta como intereses por mora u otros. Excepcionalmente, el adquiriente o
usuario podrá emitir una nota de débito como documento sustentatorio por las
penalidades impuestas por incumplimiento contractual del proveedor, según
conste en el respectivo contrato.
5. DAÑO MORAL
5.1. CONCEPTO:
En el Perú se otorga una protección en sentido amplio a la reparación del agravio
moral. El concepto de daño moral ha sido contemplado en tres secciones de nuestro
Código Civil, a saber: Derecho de Familia, Efectos de las Obligaciones y Responsabilidad
Extracontractual:
Artículo 351. Si los hechos que han determinado el divorcio comprometen gravemente
el legítimo interés personal del cónyuge inocente, el juez podrá concederle una suma
de dinero por concepto de reparación del daño moral. De ello se debe entender que
se le ha causado daño moral al afectarse al cónyuge inocente en sus bienes
extramatrimoniales, como el honor, prestigio, consideración social, etc.,
particularmente si los hechos que han determinado el divorcio comprometen
gravemente el interés personal de aquél cónyuge. Este precepto deberá interpretarse
sistemáticamente con los artículos 1984 y 1985 del código Civil.
Artículo 1984. El daño moral es indemnizado considerando su magnitud y el
menoscabo producido a la víctima o a su familia.
Artículo 1985. La indemnización comprende las consecuencias que deriven de la acción
u omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el
daño moral, debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre el hecho y el
daño producido. El monto de la indemnización devenga intereses legales desde la
fecha en que se produjo el daño.
Para que se pueda resarcir el daño moral se deben cumplir ciertos requisitos. Al
tratarse de un daño no patrimonial, no se puede saber a ciencia cierta quiénes son
aquellos que han padecido dicho agravio, debido a la naturaleza extra patrimonial del
mismo que dificulta su probanza. Resulta entonces necesario establecer quienes
podrían ser titulares del derecho de exigir la reparación monetaria. Así, se debe
presentar una relación de causalidad entre el daño y el acto ilícito. Por ello se debe
cumplir que:
Quien vaya a efectuar la reparación deberá hacerlo por los efectos de sus actos y por
nada más.
El daño debe ser cierto. Esto no quiere decir que el daño tenga que probarse; basta
simplemente que la víctima acredite la acción antijurídica y la titularidad del
accionante.
El daño debe ser personal al accionante, es decir, solo quien lo sufre puede reclamarlo;
debido a que el daño moral es de carácter personalísimo, nadie puede alegar un
sufrimiento que no ha padecido.
La reparación no tiene por objeto restablecer un valor económico menoscabado, sino
ofrecer una satisfacción a quien ha sufrido de manera íntima.
Se necesita que quien lo invoque pueda ser considerado como un “damnificado” en
sentido jurídico. Es decir se debe establecer quiénes resultan titulares de la acción de
indemnización, puesto que de ser todos aquellos los que sufren el agravio, la
multiplicidad de damnificados (familiares, pareja, amigos, etc.) perjudicaría
devastadoramente al responsable, desvirtuando el sentido de justicia destinado a la
indemnización.
Respecto a esto último, ello representa un peligro para el responsable, ya que la
relación de personas que se puedan ver afectadas moralmente por un hecho puede
resultar inmensa, perjudicando económicamente de manera exagerada a quien deba
efectuar la reparación.
BASE NORMATIVA: Art. 34° del TUO del D. Leg. N° 728, Decreto Supremo N° 003-97-
TR. Art. 1332 del Código Civil.
SÍNTESIS:
El presente caso versa sobre un trabajador interpuso demanda contra las empresas
Impresit del Pacifico S.A. e Impregilo S.P.A. Sucursal del Perú, solicitando el pago
solidario de sus beneficios sociales correspondientes a las labores que habría
desarrollado, así como una indemnización por daños y perjuicios por la conducta
laboral de sus empleadores. En primera instancia, se declaró fundada la demanda
SUMILLA: Corresponde otorgar daño moral frente al despido arbitrario sufrido por el
demandante
SINTESIS:
En este sentido, de conformidad con el inciso 1 del artículo 1971º del Código Civil[5],
el empleador no tiene responsabilidad alguna frente al daño moral invocado por el
demandante, puesto que el empleador actuó en el ejercicio regular de su derecho, de
conformidad con la LPCL.
Por tanto, si el empleador no ha cometido acto ilícito, sino más bien ha actuado dentro
de los parámetros que la ley le permite, no es viable ni aceptable que este último deba
pagar montos adicionales por un daño moral ni cualquier otro concepto, más aún
cuando la propia ley señala que la indemnización por despido arbitrario es la única
reparación por el daño sufrido.
De la lectura de la Casación materia del presente artículo, se puede advertir que en los
doce considerandos que la integran no se pueden apreciar los argumentos que han
llevado a la Sala a proceder con amparar dicho extremo de la pretensión del
demandante.
CONCLUSIONES: