Sie sind auf Seite 1von 2

Delincuencia y PBI

SEGURIDAD CIUDADANA. Mucho se ha escrito sobre las dificultades que enfrentan


las autoridades para combatir la delincuencia y la inseguridad ciudadana. Un informe
del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) agrega un tema al debate: el costo de este
delito para la economía. Se trata de un primer intento para medir qué porcentaje del PBI
se pierde por culpa de los robos, asaltos, violaciones, secuestros y homicidios en
América Latina y el Caribe.

En el caso del Perú, el costo asciende a US$ 10,325 millones, equivalentes al 2.77% del
PBI, medido según la paridad del poder adquisitivo al 2014. Esa cifra equivaldría a la
cuarta parte de nuestras exportaciones anuales y también se acerca a la cuarta parte del
presupuesto público de este año. En otras palabras, la economía peruana registra
pérdidas significativas ocasionadas por la delincuencia que, por ejemplo, son mucho
más elevadas que las causadas por la corrupción (US$ 3,000 millones, según la
Contraloría).

El estudio del BID aplica el método de pérdidas y gastos (método contable) y considera
el ingreso perdido por las víctimas de la delincuencia y de los encarcelados por la
justicia, el gasto en seguridad de empresas privadas formales y familias, y el gasto
público en vigilancia, juzgados penales y cárceles. Si se suman costos indirectos, como
las inversiones que se dejan de ejecutar, el costo sería mayor.

Si bien otros países de la región salen peor parados, mal haríamos en compararnos, pues
estamos hablando de un problema que afecta directamente a la población y con riesgo
de profundizarse. Además, el BID proporciona datos puntuales alarmantes: El Salvador
y el Perú son los países con el segundo mayor costo de victimización por asaltos,
violaciones y robos, y si bien compartimos con Chile la menor tasa de homicidios, la
proporción de mujeres asesinadas es muy alta.

Mientras el Gobierno intenta combatir la inseguridad con nuevas normas legales, no


existen propuestas para prevenir la delincuencia, es decir, para reducir las causas
socioeconómicas que favorecen su aparición como la falta de empleo, y la grave
situación de las cárceles, que en realidad funcionan como escuelas del crimen y que
presentan niveles de hacinamiento inaceptables.

Das könnte Ihnen auch gefallen