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Contenido
Existencialismo ........................................................................................................................ 3
Concepto ................................................................................................................................... 3
Historia ..................................................................................................................................... 3
Desarrollo en el siglo XX ......................................................................................................... 4
Tres escuelas de existencialismo ............................................................................................. 5
Temas que trasciende en el existencialismo .......................................................................... 5
El existencialismo y el arte .................................................................................................... 66
Cuadro Filosofos Existencialistas ........................................................................................... 6
Conclusión ............................................................................................................................ 136
Referencias[] .......................................................................................................................... 14
Bibliografía[] ........................................................................................................................ 155
Enlaces externos[] ................................................................................................................ 155
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Existencialismo
El existencialismo1 es una corriente filosófica que tuvo su origen en el siglo XIX y se
prolongó aproximadamente hasta la segunda mitad del siglo XX. Los filósofos exis-
tencialistas se centraron en el análisis de la condición humana, la libertad y
la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.
No se trata de una escuela filosófica homogénea ni sistematizada, y sus seguidores se
caracterizan principalmente por sus reacciones contra la filosofía tradicional. Actual-
mente se consideran tres tipos de "escuelas" existencialistas: el existencialismo cris-
tiano, el existencialismo agnóstico y el existencialismo ateo.
Concepto
Nunca existió un acuerdo general sobre la definición de existencialismo. El término a
menudo es visto como una conveniencia histórica que fue inventada para describir a
muchos filósofos, en retrospectiva, mucho después de haber muerto. De hecho, aun-
que generalmente se considera que el existencialismo se originó con la obra
de Kierkegaard, fue Jean-Paul Sartre el primer filósofo prominente en adoptar el tér-
mino para describir su propia filosofía. Sartre propone la idea de que «Todos los exis-
tencialistas tienen en común la doctrina fundamental de que la existencia precede a la
esencia»2 lo que significa que la consideración más importante para la persona es el
hecho de ser un ser consciente que actúa de forma independiente y responsable: «la
existencia», en lugar de ser etiquetado con roles, estereotipos, definiciones u otras
categorías preconcebidas que se ajustan al individuo: «la esencia». La vida real de la
persona es (lo que constituye) lo que podría llamarse su «verdadera esencia» en lugar
de estar allí atribuido a una esencia arbitraria que otros utilicen para definirla.
Según el filósofo Steven Crowell, definir el existencialismo ha sido relativamente
difícil, y argumenta que se comprende mejor como un enfoque general que se utiliza
para rechazar ciertas filosofías sistemáticas, y no como una filosofía sistemática en sí.
Uno de sus postulados fundamentales es que en el ser humano "la existencia precede a
la esencia" (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza humana que determine a los
individuos, sino que son sus actos los que determinan quiénes son, así como el signi-
ficado de sus vidas. El existencialismo defiende que el individuo es libre y totalmente
responsable de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la
responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema de creencias externo a él.
En líneas generales el existencialismo busca una ética que supere a los moralismos y
prejuicios; esto, al observador neófito puede resultarle contradictorio, ya que la ética
buscada por el existencialismo es una ética universal y válida para todos los seres hu-
manos, que muchas veces no coincide con los postulados de las diversas morales par-
ticulares de cada una de las culturas preexistentes.
Historia
Algunos consideran que el existencialismo en sí atraviesa a toda la historia de la hu-
manidad (por ejemplo en la sumeria Epopeya de Gilgamesh se encuentran plantea-
mientos llenos de angustia, esperanza, duelo, melancolía, anhelos de eternidad, que
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luego reiterará siempre el existencialismo) ya que sus temas son los capitales de cada
ser humano y de todo el conjunto de la humanidad.
El existencialismo tiene sus antecedentes en el siglo XIX en el pensamiento de Søren
Kierkegaard y Friedrich Nietzsche. También, aunque menos directamente, en el pesi-
mismo de Arthur Schopenhauer, así como en las novelas de Fiódor Dostoyevski. En el
siglo XX, entre los filósofos más representativos del existencialismo se encuen-
tran Lev Shestov, Martin Heidegger, Karl Jaspers, Jean-Paul Sartre, Miguel de Una-
muno,3 Simone de Beauvoir, Gabriel Marcel y Albert Camus.4
Sin embargo, el existencialismo adquiere su nombre en el siglo XX y, particularmen-
te, tras las terriblemente traumáticas experiencias que vivió la humanidad durante
la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Durante estos dos conflic-
tos (que podrían ser calificados por una parte como casos extremos de la estupidez
que puede tener la humanidad y por la otra -concordando con Hannah Arendt- como
las formas en las que la violencia humana llega a su apogeo con la banalización del
mal) surgieron los pensadores que luego se preguntaron ¿qué sentido tiene la vida?,
¿para o por qué existe el ser? y ¿existe la libertad total?
Desarrollo en el siglo XX
El existencialismo nace como una reacción frente a las tradiciones filosóficas impe-
rantes, tales como el racionalismo o el empirismo, que buscan descubrir un orden legí-
timo dentro de la estructura del mundo observable, en donde se pueda obtener
el significado universal de las cosas. Entre los años 1940 y 1950, existencialistas fran-
ceses como Jean-Paul Sartre, Albert Camus y Simone de Beauvoir dieron a conocer
escritos académicos o de ficción que popularizaron temas existenciales del tipo de
la libertad, la nada, el absurdo, entre otros. Walter Kaufmann describió el existencia-
lismo como "el rechazo a pertenecer a cualquier escuela de pensamiento, el repudiar
la adecuación a cualquier cuerpo de creencias, y especialmente las sistemáticas, y una
marcada insatisfacción hacia la filosofía tradicional, la cual tacha de superficial, aca-
démica y alejada de la vida".
Al existencialismo se le ha atribuido un carácter vivencial, ligado a los dilemas, estra-
gos, contradicciones y estupidez humana. Esta corriente filosófica discute y propone
soluciones a los problemas más propiamente inherentes a la condición humana, como
el absurdo de vivir, la significancia e insignificancia del ser, el dilema en las guerras,
el eterno tema del tiempo, la libertad, ya sea física o metafísica, la relación dios-
hombre, el ateísmo, la naturaleza del hombre, la vida y la muerte. El existencialismo
busca revelar lo que rodea a la humanidad, haciendo una descripción minuciosa del
medio material y abstracto en el que se desenvuelve el individuo (existente), para que
éste obtenga una comprensión propia y pueda dar sentido o encontrar una justificación
para su existencia. Esta filosofía, a pesar de los ataques provenientes con mayor inten-
sidad de la religiosidad cristiana del siglo XX, busca una justificación para la existen-
cia humana.
El existencialismo, de acuerdo a Jean-Paul Sartre, dice que en la naturaleza humana
la existencia precede a la esencia (lo que para algunos es un ataque a dogmas religio-
sos), pensamiento iniciado por Aristóteles, concretado por Hegel (Fenomenología del
Espíritu: «Si es cierto que el embrión es en sí un ser humano, no lo es, sin embar-
go, para sí; para sí el ser humano sólo lo es en cuanto a razón cultivada que se
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ha hecho a sí misma lo que es en sí». En esto y solamente en esto reside su ('realidad'),
y proseguido en Sartre, quien indica que los seres humanos primero existimos y luego
adquirimos esencia; es decir, sólo existimos y, mientras vivimos, vamos aprendiendo
de los demás humanos que han inventado cosas abstractas; desde Dios hasta la exis-
tencia de una esencia humana previa, el humano, entiende Sartre, se libera en cuanto
se realiza libremente y esa es su esencia, su esencia parte desde sí para-sí.
Tres escuelas de existencialismo
En términos de la existencia e importancia de Dios, hay tres escuelas de pensamiento
existencialista: el existencialismo ateo (representado por Sartre), el existencialismo
cristiano (Kierkegaard, Dostoievski, Unamuno o Gabriel Marcel) y
el agnóstico (Camus, Heidegger). Esta última propone que la existencia o la inexis-
tencia de Dios es una cuestión irrelevante para la existencia humana: Dios puede o no
existir. El problema, tan sólo por tener una idea firme, no soluciona los problemas
metafísicos del hombre.
Heidegger se distancia expresamente de Sartre en su Carta sobre el humanis-
mo. Buytendijk, psicólogo cercano a Heidegger, admite ser existencialista. Merleau-
Ponty es gran representante de la corriente, aunque manteniendo más nexos con
la fenomenología de Husserl. Martin Buber, por su parte, representa a una corriente de
existencialismo judío muy influida por el hasidismo. Mientras que Gabriel Mar-
cel y Jacques Maritain son encuadrables en un "existencialismo cristiano" no tanto de
línea kierkegaardiana sino más bien jasperiana/mounierista (filosofía de la existen-
cia y personalismo).
2. Subjetividad
Todos los existencialistas han seguido a Kierkegaard al resaltar la importancia de
la acción individual apasionada al decidir sobre la moral y la verdad. Han insistido,
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por tanto, en que la experiencia personal y la actuación según las propias convicciones
constituyen los factores esenciales para llegar a la verdad. Así, la comprensión de una
situación por parte de alguien que está comprometido en esa situación es más elevada
que la del observador indiferente, objetivo. Este énfasis puesto en la perspectiva del
agente individual ha hecho que los existencialistas sean suspicaces respecto al razo-
namiento sistemático. Kierkegaard, Nietzsche y otros fueron, de un modo intenciona-
do, no sistemáticos en la exposición de sus filosofías y prefirieron expresarse median-
te aforismos, diálogos, parábolas y otras formas literarias. A pesar de su posición anti-
rracionalista de partida, no se puede decir que los existencialistas fueran irracionales
en el sentido de negar toda validez al pensamiento racional. Han mantenido que la
claridad racional es deseable allí donde sea posible, pero que las materias más impor-
tantes de la vida no son accesibles a la razón o a la ciencia. Además, han sostenido
que incluso la ciencia no es tan racional como se supone. Nietzsche, por ejemplo,
afirmó que la visión científica de un Universo ordenado es para la mayoría una ficción
práctica, una entelequia.
3. Elección y compromisos
Tal vez el tema más destacado en la filosofía existencialista es el de la elección. La
primera característica del ser humano, según la mayoría de los existencialistas, es la
libertad para elegir. Mantienen que los seres humanos no tienen
una naturaleza inmutable, o esencia, como tienen otros animaleso plantas; cada ser
humano hace elecciones que conforman su propia naturaleza. Según la formulación
del filósofo francés Jean-Paul Sartre, la existencia precede a la esencia. La elección
es, por lo tanto, fundamental en la existencia humana y es ineludible; incluso la nega-
tiva a elegir implica ya una elección. La libertad de elección conlleva compromiso y
responsabilidad. Los existencialistas han expuesto que, como los individuos son libres
de escoger su propio camino, tienen que aceptar el riesgo y la responsabilidad de se-
guir su compromiso dondequiera que éste les lleve.
4. Temor y angustia
Kierkegaard mantenía que es crucial para el espíritu reconocer que uno tiene miedo no
sólo de objetos específicos sino también un sentimiento de aprehensión general, que
llamó "temor". Lo interpretó como la forma que tenía Dios de pedir a cada individuo
un compromiso para adoptar un tipo de vida personal válido. El concepto de angustia
posee un papel decisivo y similar en las obras del filósofo alemán Martin Heidegger;
la angustia lleva a la confrontación del individuo con la nada y con la imposibilidad
de encontrar una justificación última para la elección que la persona tiene que hacer.
En la filosofía de Sartre, la palabra "náusea" se utiliza para el reconocimiento que
realiza el individuo de la contingencia del Universo, y el término "angustia" para el
reconocimiento de la libertad total de elección a la que hace frente el hombre en cada
momento.
El existencialismo y el arte
Algunos consideran que los conceptos desarrollados en la filosofía existencialista han
sido fuertemente influidos por el arte. Novelas, obras de teatro, películas, cuentos y
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pinturas, sin que hayan sido catalogadas necesariamente como existencialistas, sugie-
ren ser precursoras de sus postulados. He aquí algunos autores y obras representativas:
Las novelas, cuentos y relatos del escritor expresionista Franz Kafka, como El Proce-
so, El Castillo, La metamorfosis; en las cuales los protagonistas se enfrentan a situa-
ciones absurdas, extremas, carentes de explicación, aunque haya respuestas, a las que
nunca tienen acceso, al modo de los encausados por la inquisición a las acusaciones
que originaron el proceso.
Rainer Maria Rilke escribió poesía y novelas que influyeron directamente sobre los
existencialistas. Su novela Los cuadernos de Malte Laurids Brigge influyó sobre La
náusea de Sartre, y Heidegger escribió un largo ensayo sobre uno de sus poemas. Mu-
chos de los motivos existencialistas se encuentran en Los cuadernos de Malte Laurids
Brigge: la búsqueda de una existencia auténtica y el enfrentamiento con la muerte,
entre otros.
La obra del escritor portugués, Fernando Pessoa, en particular: El marinero y El libro
del desasosiego.
Obras de autores franceses como La náusea, de Sartre; La peste, de Camus; Viaje al
fin de la noche, de Cèline; Para acabar con el juicio de Dios, de Antonin Artaud y la
poesía y dramaturgia de Jean Genet. También se habla de existencialistas cristianos
como el novelista inglés Graham Greene o el novelista español José Luis Castillo Pu-
che.
Una de las novelas más conocidas de Hermann Hesse: El lobo estepario, plantea una
situación en la que el protagonista, Harry Haller, se encuentra sumido en un profun-
do dilemasobre su identidad. Hay dos almas viviendo en su pecho: un lobo y un hom-
bre, que representan la virtud y la humanidad, en contraste con la satisfacción salvaje
de los instintos y una profunda misantropía.
Las películas del cineasta sueco Ingmar Bergman, como El séptimo sello, Gritos y
susurros y Fanny y Alexander, o las del ruso Andrey Tarkovsky en casi toda su obra
(por ejemplo Solaris basada en el libro de Stanisław Lem usa como pretexto a
la ciencia ficción para dar lugar a reflexiones existencialistas) o en El espejo y espe-
cialmente en su última obra: El sacrificio (o Sacrificio).
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Pensadores Existencialistas
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existencia humana, por centrar su filosofía en el in- término “existencialista” (aunque do definido a caer, pero, al mismo tiempo,
dividuo y la subjetividad, en la libertad y la respon- parece no haberlo usado para refe- siente un aterrorizante impulso de tirarse inten-
sabilidad, en la desesperación y la angustia,1 temas rirse a sí mismo). Hay tres rasgos cionalmente al vacío. Esta experiencia es de
que retomarían Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre y que hacen que lo podamos consi- angustia o temor por nuestra completa libertad
otros filósofos del siglo XX. Criticó con dureza derar como un filósofo existencia- de elegir si arrojarnos o no al precipicio. Kier-
el hegelianismo de su época y lo que él llamó forma- lista: 1) su individualismo moral; kegaard se centraba en la primera angustia
lidades vacías de la Iglesia danesa. 2) su subjetivismo moral; 3) su experimentada por el hombre: la elección de
idea de angustia. Adán de comer o no del árbol de la sabiduría,
prohibido por Dios. Dado que los conceptos de
bien y mal no existían hasta que Adán comió la
fruta prohibida, lo que ahora conocemos co-
mo Pecado original,. Luego de que Adán co-
miera del árbol, nació el pecado. Por lo tanto,
de acuerdo a Kierkegaard, la angustia precede
al pecado, y es la angustia lo que guía a Adán
al pecado. Kierkegaard menciona que la angus-
tia es la presuposición del pecado hereditario.
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expresó en La crítica de la razón ficados de las cosas y de la realidad en general.
dialéctica (1960), aunque él En la relación entre el ser, su pasado y su futu-
siempre consideró esta obra como ro, Sartre evoca los conceptos de tiempo como
una continuación de El ser y la una proyección mental del ser, siendo estos los
nada. causantes de la inacción del mismo al quedar
varado entre lo que fue y lo que podría ser8.
Sartre considera que el ser hu-
mano está "condenado a ser li-
bre", es decir, arrojado a la acción
y responsable plenamente de su
vida, sin excusas. Aunque admite
algunos condicionamientos (cul-
turales, por ejemplo), no admi-
te determinismos. Concibe la
existencia humana como existen-
cia consciente. El ser del hombre
se distingue del ser de la cosa
porque es consciente. La existen-
cia humana es un fenómeno sub-
jetivo, en el sentido de que es
conciencia del mundo y concien-
cia de sí (de ahí lo subjetivo).
Sartre se forma en
la fenomenología de Husserl y en
la filosofía de Heidegger, de
quien fue discípulo. Se observa
aquí la influencia que ejerce sobre
Sartre el racionalismo cartesiano.
En este punto se diferencia
de Heidegger, quien deja fuera de
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juego a la conciencia.
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esta línea de lo dionisíaco. En ello proponer una actitud de aceptación de la vida
consiste precisamente su crítica a en su plenitud y negación del más allá, que en
la sociedad contemporánea y éste su opinión era la causa de la debilidad humana.
será el hilo conductor que permea Zaratustra es un ermitaño que vive recluido en
de forma constante su obra y su la montaña, donde a lo largo de su retiro refle-
vida.
xiona sobre la vida y la naturaleza del hombre.
Una vez siente que es el momento adecuado,
decide regresar al mundo para comunicarle el
fruto de su conocimiento. Esto queda patente al
principio del prólogo con la frase:
“Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja
que ha recogido demasiada miel, tengo necesi-
dad de manos que se extiendan”.9
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Conclusión
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Referencias
8,p.93-95
junio de 2016.
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Bibliografía
Belaval, Yvon (dir.) (1981). «La filosofía del siglo XX. v. 10». México: Siglo
XXI. ISBN 968-23-1083-0.
Murdoch, Iris (1957). «Sartre». Buenos Aires: Sur.
Thody, Philip (1966). «Jean-Paul Sartre». Barcelona: Seix Barral.
Dostoievski, Fedor: Memorias del subsuelo. Ed. Bruguera - Barcelona,
1983. ISBN 84-02-07159-7, p. 5
Sartre, Jean Paul. “El saber y la nada”. Tomo I. Buenos Aires, Argentina : Edi-
torial Iberoamericana. 1961. 382 p.
Nietzsche, F.: Así habló Zaratustra. Introducción, traducción y notas de An-
drés Sánchez Pascual. Madrid: Alianza, 1972.
Søren Kierkegaard, “El Concepto de la Angustia”. Gutiérrez Rivero © Alianza
Editorial, S. A., Madrid, 2007 Juan Ignacio Luca de Tena, 15;28027 Madrid
ISBN: 978-84-206-6097-4
Enlaces externos
https://www.culturagenial.com/es/existencialismo/
https://introduccionalaepistemologia.wordpress.com/el-existencialismo-y-las-ciencias/
https://www.monografias.com/trabajos83/el-existencialismo/el-
existencialismo.shtml#conclusioa
https://es.wikipedia.org/wiki/El_ser_y_la_nada
https://es.wikipedia.org/wiki/As%C3%AD_habl%C3%B3_Zaratustra
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