Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Texto
© Copyright 2018, vLex. Todos los Derechos Reservados. Copia exclusivamente para uso personal.
Se prohíbe su distribución o reproducción.
Contenidos
• I. ANTECEDENTES
• C. RESPUESTA DE LA ENTIDAD ACCIONADA
• II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
• III. SINTESIS DE LA DECISIÓN
• IV. DECISIÓN
– RESUELVE
Sentencia T-251/18
Referencia: Expediente T-6.377.515
Acción de tutela interpuesta por G.S.R. Ahumada contra J.L.L.R. en calidad de
propietario de Merka Plaza Valledupar
Magistrado Ponente:
ALEJANDRO LINARES CANTILLO
Bogotá, D.C., tres (3) de julio de dos mil dieciocho
La Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los magistrados
A.J.L.O., G.S.O.D. y A.L.C., quien la preside, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, ha proferido la siguiente:
I. ANTECEDENTES
A. LA DEMANDA DE TUTELA
G.S.R. Ahumada interpuso acción de tutela contra Merka Plaza Valledupar,
solicitando la protección de sus derechos fundamentales al mínimo vital, a la
salud, a la vida y a la seguridad social. En consecuencia, solicitó que se le ordene
a la empresa su afiliación al Sistema de Seguridad Social Integral en el término
máximo de 48 horas y realizar los aportes pertinentes, pagar el valor de los
salarios dejados de percibir desde mayo de 2016, así como el de la
indemnización prevista en el artículo 26 de la Ley 361 de 1997.
B. HECHOS RELEVANTES
1. G.S.R. Ahumada manifiesta que trabajó desde diciembre de 1986 hasta el
31 de junio de 2016, vinculado por un contrato verbal y a término
indefinido con Merka Plaza Valledupar de propiedad de J.L.L.R.. Dicho
establecimiento, según indica, se dedica al comercio de productos
agrícolas para el consumo en lugares especializados[1].
2. Advierte que se desempeñaba como ayudante de carga, vendedor de
verduras y cajero así como coordinador del establecimiento[2].
© Copyright 2018, vLex. Todos los Derechos Reservados. Copia exclusivamente para uso personal.
Se prohíbe su distribución o reproducción.
4. En cuanto al vínculo laboral aseveró que existió un acuerdo verbal entre las
partes desde mayo de 2008 hasta mayo de 2016, cuando el actor renunció de
manera voluntaria. Tal circunstancia, señala, implicaba que el empleador no
tenía la obligación de pedir autorización al Ministerio del Trabajo. Sostuvo que
la labor desempeñada por el señor R. Ahumada era operativa, no requería
experticia y no era de confianza y manejo. A su vez, destacó que el manejo de
los productos agrícolas (frutas y verduras) se realizaba en cajas plásticas de no
más de 15 kilos.
5. Indicó en su respuesta, que aquellas circunstancias que se deben reportar a la
ARL son los accidentes con ocasión del trabajo y no enfermedades comunes. En
cuanto al pago de salarios aseguró que cumplió con su obligación legal, incluso
le pago la afiliación a salud después de la renuncia. Además destacó que, en
consideración especial con el accionante, el empleador enviaba ayudas
económicas extras y voluntarias por solidaridad y altruismo. Teniendo en
cuenta lo anterior, Merka Plaza Valledupar solicitó negar las pretensiones del
actor.
A. DECISIONES JUDICIALES OBJETO DE REVISIÓN
Primera instancia: Sentencia proferida por el Juzgado Cuarto Penal Municipal
con Función de Control de Garantías de Valledupar, C., del 6 de abril de
2017[12]
6. El Juez Cuarto Penal Municipal con Función de Control de Garantías de
Valledupar negó el amparo solicitado. Para llegar a dicha conclusión, afirmó
que el actor pretende el reconocimiento y pago de los salarios dejados de
percibir desde mayo de 2016, de los aportes a la seguridad social así como de la
indemnización de 180 días de salario contemplada en el artículo 26 de la Ley
361 de 1997.
7. Según dicha autoridad, los hechos relatados y las pretensiones mencionadas
tienen origen en una relación laboral y, en esa dirección, ello debe ser discutido
ante la jurisdicción ordinaria en la especialidad laboral y no ante el juez
constitucional. De otra forma dicho, el actor ha debido acudir al juez laboral de
acuerdo con lo dispuesto en el numeral 1º, del artículo 2, de la Ley 712 de 2001
y excepcionalmente a la acción de tutela. Además, le correspondía al
demandante demostrar la ocurrencia de un perjuicio irremediable que hiciera
procedente, de forma transitoria, el amparo solicitado. Conforme a lo anterior,
el juez declaró la improcedencia de la acción de tutela.
Impugnación: presentada por la parte actora el 21 de abril de 2017[13]
8. El accionante, luego de recapitular los hechos invocados en el escrito de tutela y
los argumentos de la decisión de primera instancia, señaló que la acción de
tutela es procedente pues lleva 6 meses sin recibir salario, ni el pago de
incapacidades médicas, lo que se deriva en una afectación a su derecho al
mínimo vital. De otra parte, manifestó que (i) el término en el que interpuso la
tutela es razonable; (ii) su condición justifica la protección del derecho a la
salud dado que se encontraba recibiendo un tratamiento médico; y (iii) su
despido debe ser considerado ineficaz, de acuerdo con lo previsto en el artículo
© Copyright 2018, vLex. Todos los Derechos Reservados. Copia exclusivamente para uso personal.
Se prohíbe su distribución o reproducción.
esta Corte, que decidió someter a revisión las decisiones adoptadas por
los jueces de instancia en el expediente de la referencia.
B. CUESTIONES PREVIAS –PROCEDIBILIDAD DE LA ACCIÓN DE TUTELA
1. Previo al análisis del objeto de la acción de tutela interpuesta, es
necesario estudiar los requisitos de procedencia de la demanda relativos
a (i) la legitimación por activa y por pasiva, (ii) la subsidiariedad y (iii) la
observancia del requisito de inmediatez.
2. Legitimación por activa. Acorde con el artículo 86 de la Carta Política,
toda persona que considere que sus derechos fundamentales han sido
vulnerados o se encuentren amenazados, podrá interponer acción de
tutela en nombre propio o a través de un representante que actúe en su
nombre[31]. G.S.R. Ahumada interpuso tal acción contra Merka Plaza
Valledupar al considerar que vulneró sus derechos fundamentales,
advirtiendo que ello tuvo lugar con ocasión de la terminación de la
relación laboral que los vinculaba.
3. Legitimación por pasiva: La acción de tutela fue interpuesta por el
accionante en contra del señor J.L.L.R. en su condición de propietario del
establecimiento de comercio Merka Plaza Valledupar[32] quien, según
han reconocido las partes, tuvo la condición de empleador del actor. Por
lo tanto, puede afirmarse que existió, al menos prima facie, una relación
de subordinación, según lo dispuesto en el artículo 86 de la Constitución
y en el numeral 4° del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991.
4. Subsidiariedad: El artículo 86 de la Constitución Política de 1991
establece que la acción de tutela solo procederá cuando el afectado no
disponga de otro medio de defensa judicial, salvo en los casos en los
cuales sea interpuesta como mecanismo transitorio para evitar la
configuración de un perjuicio irremediable. De igual forma, el amparo es
procedente frente a aquellas situaciones en las que existiendo recursos
judiciales, los mismos no sean idóneos o efectivos para evitar una
violación iusfundamental.
En ese sentido, con el fin de estudiar si la solicitud presentada por G.S.R.
Ahumada cumple tal presupuesto y dado que en el curso de las
instancias y en Sede de Revisión se evidenciaron disputas o
discrepancias acerca de los antecedentes y las condiciones en que se
produjo la terminación del vínculo contractual, esta Corporación estima
relevante ocuparse, de manera específica (i) del alcance de la
jurisprudencia constitucional vinculada a la procedencia de la acción de
tutela, cuando existen discrepancias probatorias sobre la configuración
de las condiciones para la negación o la concesión del amparo
constitucional y (ii) a la regulación del procedimiento ordinario laboral
como medio judicial ordinario para resolver controversias como la
planteada en esta oportunidad. Con posterioridad, este Tribunal (iii)
estudiará el caso concreto.
© Copyright 2018, vLex. Todos los Derechos Reservados. Copia exclusivamente para uso personal.
Se prohíbe su distribución o reproducción.
que M.P. señala no haber conocido dicha situación, advirtiendo que las
pruebas aportadas al expediente no dan cuenta de esa circunstancia.
13.4. Las disputas se refieren entonces a elementos centrales para
examinar la posibilidad o no de acceder a las pretensiones formuladas
por el accionante. Ello implica que la Sala de Revisión carece de los
elementos de juicio suficientes que permitan conferir credibilidad
definitiva a lo dicho por cada una de las partes. Existe una controversia
probatoria de tal magnitud que, a pesar de los esfuerzos probatorios
emprendidos en el curso del proceso de tutela, no puede establecerse si
concurren los presupuestos materiales para amparar o negar el amparo.
Considerando esta dificultad, debe ser la jurisdicción ordinaria laboral,
mediante el decreto, práctica y valoración de las pruebas indispensables,
la que resuelva el asunto planteado por el accionante. Insiste la Corte
que, no obstante el ejercicio de oficio de su facultad probatoria, no
cuenta con la convicción necesaria para adoptar ninguna decisión
definitiva, siendo improcedente dar aplicación a la presunción de
veracidad, en consideración a los informes rendidos por la accionada.
12. El juez de primera instancia, aunque presentó las razones por las cuales
la acción de tutela ha debido declararse improcedente, dispuso en la
parte resolutiva negar las pretensiones formuladas en la acción de
tutela. Al confirmar dicha decisión, el juez de segunda instancia procedió
en idéntica dirección. Debe precisar la Corte que en casos como el
analizado en esta oportunidad, la parte resolutiva de las sentencias debe
declarar la improcedencia de la acción de tutela lo que implica, desde
una perspectiva procesal, que la jurisdicción constitucional –en sede de
control concreto- no se encuentra habilitada para adoptar una decisión
de fondo. Por ello se revocarán las decisiones de instancia a efectos de
declarar improcedente la acción de tutela presentada.
13. Conforme a lo expuesto el accionante podrá acudir a la jurisdicción
laboral para debatir la existencia o no de los derechos alegados.
Igualmente, de considerarlo pertinente, podría acudir ante las
autoridades del trabajo a efectos de que ellas valoren si procede, en
ejercicio de sus competencias, adelantar alguna actuación.
IV. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional,
administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución,
RESUELVE
PRIMERO.- LEVANTAR la suspensión de términos decretada en este proceso.
SEGUNDO.- REVOCAR el fallo del 5 de junio de 2017, proferido por el Juzgado
Primero Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Valledupar, C. que, a su
vez, confirmó la providencia del 6 de abril de 2017, dictada por el Juzgado Cuarto
Penal Municipal con Función de Control de Garantías de Valledupar, C., que negó la
protección de los derechos al mínimo vital, a la salud, a la vida y a la seguridad
social. En consecuencia declarar IMPROCEDENTE el amparo solicitado.
TERCERO.- Por Secretaría, líbrese la comunicación de que trata el artículo 36 del
Decreto 2591 de 1991.
N., comuníquese, publíquese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase.
ALEJANDRO LINARES CANTILLO
Magistrado
© Copyright 2018, vLex. Todos los Derechos Reservados. Copia exclusivamente para uso personal.
Se prohíbe su distribución o reproducción.
hechos planteados en la acción de tutela” y de que, a su vez, “las pruebas que obran
en el expediente no generan una duda siquiera razonable respecto de la existencia
de una política empresarial de persecución a los aviadores”. En la misma dirección,
se encuentra la sentencia T-500A de 2017 que, en un caso el que se alegaba la
estabilidad laboral reforzada por debilidad manifiesta, consideró que “(…) no es
posible pronunciarse de fondo sobre las razones que llevaron a la empresa
accionada a terminar de manera unilateral el contrato laboral suscrito con aquel,
toda vez que (i) su situación le permite ventilar las pretensiones aludidas ante la
jurisdicción ordinaria y (ii) no se constata en su caso la existencia de un perjuicio
irremediable. Razones suficientes para concluir que la presente acción se torna
improcedente, y por lo tanto, que la discusión acá referida podrá resolverse por el
juez natural, máxime cuando la entidad alega la existencia de causales objetivas en
la desvinculación debido a los llamados de atención de los que fue objeto S.T. en el
ejercicio de sus funciones”.
[37] Con igual orientación se encuentra, entre otras, la sentencia T-1683 de 2000.
[38] En la sentencia T-229 de 2007 indicó al respecto este Tribunal: “En ese orden
de ideas, la presunción de veracidad fue concebida como un instrumento para
sancionar el desinterés o negligencia de la autoridad pública o particular contra
quien se ha interpuesto la demanda de tutela, en aquellos eventos en los que el juez
de la acción requiere informaciones (…) y éstas autoridades no las rinden dentro del
plazo respectivo, buscando de esa manera que el trámite constitucional siga su
curso, sin verse supeditado a la respuesta de las entidades accionadas”.
[39] Sentencia T-264 de 1993.