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Bibliografía
J. I. ARRIETA, Diritto dell'organizzazione eccle-
COLEGIO CARDENALICIO
siastica, Milano 1997, 92-80 y 124-135; W. AY- Vid. también: CARDENAL; CÓNCLAVE; CONSISTORIO;
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chen Recht, München 1969; IDEM, Das synodale ROMANO PONTÍFICE; TÍTULO CARDENALICIO
Element in der Kirchenverfassung, München 1970; SUMARIO: 1. Nociones generales y origen histó-
IDEM, Der kollegiale Akt. Ein Beitrag zur Auslegung rico. 2. Estructura y naturaleza. 3. Funciones du-
von c. 119 CIC, en W. SCHULZ (ed.), Recht als rante la sede vacante. 4. Funciones en situación de
Heilsdienst. Matthäus Kaiser zum 65. Geburtstag, «sede plena».
Paderborn 1989, 86-105; O. CONDORELLI, Princi-
pio elettivo, consenso, rappresentanza. Itinerari ca-
nonistici su elezioni episcopali, previsioni papali e 1. Nociones generales y origen histórico
dottrine sulla potestà sacra da Graziano al tempo Tratamos aquí del ente que constituyen el
della crisi conciliare (secoli XII-XV), Roma 2003, conjunto de los cardenales de la Santa Iglesia
33-97 especialmente; A. D'ORS, En torno a las raí-
Romana. No nos detendremos, por tanto, en
ces romanas de la colegialidad, en J. LÓPEZ ORTIZ-
J. BLÁZQUEZ (eds.), El Colegio episcopal, Madrid la exposición de la antigua institución carde-
1964, 57-70; D. GARCÍA HERVÁS, Régimen jurídico nalicia y del estatuto jurídico de los cardena-
de la colegialidad en el Código de Derecho Canó- les, ni de los títulos en los que se estructura,
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ganos colegiados canónicos. Su incidencia en el llegialis» (c. 115 § 2) con personalidad jurídica
derecho público secular medieval, Valencia 2007; pública (cf c. 116) que antiguamente se deno-
O. v. GIERKE, Das deutsche Genossenschaftsrecht, minaba «Senado del Romano Pontífice» (cf c.
III, reimpr. del original de 1881, Graz 1954, 238- 230 CIC 1917) y a la que, con la finalidad de
350; IDEM, Teorías políticas de la edad media, trad.
ayudar al Pastor Universal en el ejercicio de
esp., Madrid 1995, 195 ss.; P. GROSSI, El orden jurí-
dico medieval, trad. esp., Madrid 1996, 217-220; su oficio primacial (cf cc. 334, 349, 356), se le
H. HALLERMANN, Ratlos oder gut beraten? Die Be- atribuyen –en cuanto colegio– funciones jurí-
ratung des Diözesanbischofs und die bischöflichen dicas determinadas, tanto de tipo consultivo
Beratungsorgane, Paderborn 2010; E. H. KANTORO- como deliberativo.
WICZ, Los dos cuerpos del rey. Un estudio de teolo- Como es sabido, el nombre «cardenal» pro-
gía política medieval, trad. esp. del original de viene del latín «cardo», es decir, quicio y era
1957, Madrid 1985, 260 ss., 286-296; P. MI- usado originariamente con una connotación
CHAUD-QUANTIN, Universitas. Expressions du mou-
litúrgica para indicar la «incardinación» en
vement communautaire dans le moyen-âge latin,
una iglesia importante no sólo en Roma, sino
Paris 1970, 70-75; M. MIELE, Dalla sinodalità alla
collegialità nella codificazione latina, Padova 2004; también en otras ciudades como Angers,
S. PANIZO ORALLO, Persona jurídica y ficción. Estu- Compostela, Milán, Colonia, etc. (D'ONORIO
dio de la obra de Sinibaldo de Fieschi (Inocencio 418). Será Pío V en 1569 quien reserve el título
IV), Pamplona 1975; U. RHODE, Mitwirkungsrechte de cardenal a aquellos que lo hayan recibido
kirchlicher Autoritäten im Codex Iuris Canonici, del Romano Pontífice (ROSSI 13). En la Iglesia
Teil I St. Ottilien 2001, Teil II St Ottilien 2004; F. de Roma, desde sus orígenes, eran cardenales
RUFFINI, La classificazione delle persone giuridiche el grupo de presbíteros y diáconos de la Urbe
in Sinibaldo dei Fieschi (Innocenzo IV) ed in Fede- con funciones específicamente pastorales y
rico Carlo di Savigny [1898], en IDEM, Scritti giuri- administrativas en la diócesis, y más tarde
dici minori scelti e ordinati da M. FALCO-A. C. JE-
también los obispos suburbicarios. Poco a
MOLO-E. RUFFINI, II, Milano 1936, 3-91; VV.AA., La
poco, a medida que los Papas se vieron cada
Synodalité. La participation au gouvernement dans
l'Église. Actes du VIIe Congrès international de vez más solicitados por el cuidado de todas
Droit canonique, Paris 21-28.IX.1990, publicadas las Iglesias, su competencia pasó del asesora-
en L'Année Canonique, 2 vols. 1992; A. VIANA, El miento inmediato del Papa en el gobierno de
gobierno colegial en la Iglesia, Ius canonicum 36 la ciudad, la diócesis y la provincia romana, a
(1996) 465-499; IDEM, El voto en blanco en las lo que el c. 230 del CIC 1917 definiría como
elecciones y decisiones canónicas colegiales, Ius cuerpo principal de consejeros y colaborado-
canonicum 37 (1997) 673-684; IDEM, Organiza- res en el gobierno de la Iglesia universal; man-
ción del gobierno en la Iglesia, Pamplona 32010, teniendo la triple división de los órdenes epis-
109-128. copal, presbiteral y diaconal.
Antonio VIANA Sin embargo, esta colaboración era más bien
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DGDC II COLEGIO CARDENALICIO
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cio el gobierno de la Iglesia universal hasta pescador y el sello de plomo, con los cuales
que sea designado el nuevo Papa, «pero sola- son enviadas las cartas apostólicas; h) asignar
mente para el despacho de los asuntos ordina- por sorteo las habitaciones a los cardenales
rios o de los inaplazables, (...) [quedando] ab- electores; i) fijar el día y la hora del comienzo
solutamente excluidos los asuntos, que –sea de las operaciones de voto (cf UDG 13).
por ley, como por praxis– o son potestad úni- Para que el colegio se pronuncie sobre al-
camente del Romano Pontífice mismo, o se re- guna cuestión de mayor importancia que haya
fieren a las normas para la elección del nuevo de ser resuelta de modo inaplazable, se re-
Pontífice» (UDG 2). Se trata de funciones que quiere la mayoría de los votos de los cardenales
están rígidamente determinadas en la UDG reunidos, tanto para juzgar sobre la urgencia
bajo el principio «Al quedar vacante o total- del caso, como para determinar la decisión que
mente impedida la sede romana, nada se ha corresponda (cf UDG 6). El mismo criterio se
de innovar en el régimen de la Iglesia univer- establece para resolver las dudas sobre la inter-
sal» (c. 335). Asimismo hay que observar que, pretación de la propia UDG (cf 5). Cuando se
respecto a las cuestiones taxativamente deter- trata de cuestiones urgentes que entran dentro
minadas en la UDG y aquellas más importan- de las facultades ordinarias de los dicasterios
tes e inaplazables, la acción de gobierno com- de la curia romana, pero que son de carácter
promete a todo el colegio sólo hasta el más grave o discutido, «podrán ser confiadas
comienzo del cónclave, a través de las deno- por el colegio de los cardenales al cardenal que
minadas congregaciones generales preparato- era prefecto hasta la muerte del Pontífice, o al
rias, asambleas que reúnen a todo el colegio arzobispo hasta entonces presidente, y a los
de cardenales. Una vez comenzado el cón- otros cardenales del mismo dicasterio, a cuyo
clave esas funciones competen a la asamblea examen el Sumo Pontífice difunto las hubiera
de cardenales electores (cf UDG 5, 7). Las confiado probablemente» (UDG 25).
cuestiones de menos importancia y la ejecu- Compete, igualmente, al colegio de carde-
ción de las decisiones del colegio son llevadas nales supervisar la administración del carde-
a cabo por las denominadas congregaciones nal camarlengo de la santa Iglesia romana –al
particulares (compuestas por el cardenal ca- que ha de nombrar en el caso de que el oficio
marlengo de la santa Iglesia romana y tres car- estuviese vacante (cf UDG 15)–, así como la
denales electores que se van sucediendo mien- de los distintos dicasterios de la curia romana
tras dura el tiempo de sede vacante, cf UDG (cf PB 6 y UDG 20).
7, 8). En cambio, el colegio de cardenales carece
La UDG confía a la congregación general las de competencia para disponer sobre los dere-
siguientes atribuciones: a) determinar el modo chos de la Sede Apostólica y de la Iglesia ro-
en que el cadáver del difunto Pontífice será mana, o modificar las leyes emanadas por los
expuesto a la veneración de los fieles; b) dis- Romanos Pontífices, especialmente en lo que
poner todo lo necesario para las exequias del se refiere al ordenamiento de la elección del
difunto Pontífice; c) pedir a la comisión, com- Sumo Pontífice (cf UDG 3 y 4).
puesta por el cardenal camarlengo y por los En otro orden de cosas, corresponde al cole-
cardenales que desempeñan respectivamente gio cardenalicio todo el poder civil del Sumo
el cargo de Secretario de Estado y de presi- Pontífice, concerniente al gobierno de la Ciu-
dente de la Pontificia Comisión para el Estado dad del Vaticano. Sin embargo, se trata tam-
de la Ciudad del Vaticano, que disponga las bién de una potestad limitada pues, además
gestiones necesarias para el cónclave; d) con- de la prohibición de disponer de los derechos
fiar a dos eclesiásticos el encargo de predicar mencionados en el n. 3 de la UDG, sólo podrá
emanar decretos en el caso de urgente necesi-
al colegio dos meditaciones; e) aprobar bajo
dad, además dichos decretos serán válidos en
propuesta de la Administración de la Sede
el futuro solamente si los confirma el nuevo
Apostólica o, en la parte que le corresponde,
Pontífice (cf UDG 23).
del gobierno del Estado de la Ciudad del Vati-
cano, los gastos necesarios desde la muerte 4. Funciones en situación de «sede plena»
del Pontífice hasta la elección del sucesor; f) En la vida ordinaria de la Iglesia, las funcio-
leer, si los hubiere, los documentos dejados nes del colegio cardenalicio son fundamental-
por el Pontífice difunto al colegio de cardena- mente de tipo consultivo, tanto respecto del
les; g) cuidar que sean anulados el anillo del Romano Pontífice (cf cc. 334 y 349), como tam-
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