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Autores
Docente:
Tarapoto-Perú
2018
AGRADECIMIENTO
II
DEDICATORIA
III
INDICE
IV
INTRODUCCIÓN
El objeto de este trabajo es dar una explicación de que tan importante es saber sobre El Contrato
por persona a nombrar en el ámbito contractual.
Es menester aclarar que en nuestro país la figura contractual del contrato de persona a nombrar
es relativamente nueva, pero no es límite para poder analizar este tema que deviene de gran
relevancia jurídica contractual.
El contrato por persona a nombrar supone que la finalidad perseguida no se limita a los dos
contratantes principales, sino que pretenden incorporar a terceros para perfeccionar o promover
el objeto del contrato.
Mosset Iturraspe expresa que “se configura este contrato cuando una persona que asume el rol
de parte, manifiesta al concluir el negocio que lo celebra por otra persona, que ulteriormente
ocupara su lugar y cuyo nombre se reserva".
Es así, que esta figura contractual consiste básicamente en que una de las partes llamada
estipulante se reserva frente a la otra denominada promitente la facultad de designar en un
momento posterior a un tercero '"elegido" que ocupara su lugar y que en definitiva asumirá todos
los derechos y obligaciones derivadas del mismo.
El interés del presente trabajo es investigar sobre la institución jurídica ya mencionada, a efectos
de que tengamos muy en claro, en que consiste, como se desarrolla tanto en el ámbito teórico y
en el ámbito práctico de la misma. Aumentar
Como metodología del trabajo nos fijamos firmemente en libros con especialistas en Derecho Civil
como también en libros virtuales de las cuales ciertos autores especifican con firmeza y
coherencia sobre este tema.
V
investigación, Objetivos del estudio y la Hipótesis del presente trabajo de Investigación. Después
de haber delimitado la problemática a analizar en el presente trabajo, nos fijaremos luego a
desarrollar el Marco Teórico donde estipularemos los antecedentes, naturaleza jurídica, concepto
y finalidad de esta figura contractual. Seguidamente en el capítulo tres realizaremos el análisis
jurídico de los artículos del Código Civil los cuales regulan a Contrato por persona a nombrar. En el
cuarto capítulo se plasmó las analogías y diferencias con otras figuras contractuales.
Posteriormente haremos un análisis de la problemática en torno al trabajo de investigación y
finalmente en el último capítulo se dará una breve explicación respecto al derecho comparado.
Finalmente el trabajo nos ayuda a tener una idea clara e importante que es saber sobre El
Contrato por persona a nombrar en el ámbito contractual.
VI
CAPITULO I
1.1. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
El Contrato por persona a nombrar, es una figura contractual nueva, el cual no tiene
antecedentes en nuestra legislación, ya que no existía en nuestro código civil anterior.
Sin embargo, recién fue incorporado en el Código Civil de 1984, y aparece como una
novedad. Teniendo como antecedente de esta institución jurídica, en la época medieval,
en donde se utilizaba de forma limitada.
Por otro lado, esta figura consiste en que una de las partes manifiesta que no tiene
intención de mantenerse necesariamente en calidad de titular del contrato celebrado, y
que en verdad de la cual, lo hace sólo en forma temporal, estipulando en el contrato
celebrado, sea otra persona (natural o jurídica) cuyo nombre se reserva frente a la otra
“estipulante”, la que ocupara su lugar posteriormente. Es de ese modo, que surge el
debate sobre el contrato por persona a nombrar (Art. 1473 del Código Civil), sí es un
contrato propiamente dicho, o solo una estipulación contractual, de carácter accesorio.
1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
El artículo 1473 del Código Civil Peruano, establece que, al celebrar un contrato, puede
convenirse, que cualquiera de las partes se reserve la facultad de nombrar
posteriormente a la celebración, un tercero, quien asumirá los derechos y las
obligaciones de aquel acto.
Es a razón de esto, lo primero que se debe decir del llamado contrato por persona a
nombrar es que no existe o, por lo menos, que no existe como un contrato
independiente cuyo objeto se limite a designar a un tercero y constituirlo en parte, sin
hacer una referencia concreta a un conjunto de derechos y obligaciones que serían,
finalmente, la fuente que justifica la existencia de la figura.
Por otro lado, algunos juristas mencionan que, nos encontramos ante un pacto de
naturaleza accesoria que se puede incluir en una variedad de contratos y no ante un
contrato particular nominado de esta manera, como erróneamente podría concluirse.
Intentando de una correcta manera responder a la siguiente interrogante sobre el
contrato por persona a nombrar:
¿Es un contrato o una estipulación contractual?
1.3. DELIMITACIÓN TEMPORAL-ESPACIAL DEL PROBLEMA
1.3.1. ÁREA TEÓRICA
El problema planteado será analizado dentro de la rama del Derecho Civil – Libro
VII – Título XII, la legislación y la doctrina.
1.3.2. DELIMITACIÓN TEMPORAL
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El presente trabajo de investigación comprenderá el mes de noviembre del año
2018.
1.3.3. DELIMITACIÓN ESPACIAL
El lugar donde se realizará la investigación es en el distrito de Tarapoto.
1.3.4. TIPO DE INVESTIGACIÓN
Este trabajo de investigación se basa en el estudio descriptivo, procediendo a
establecer una descripción lo más completa posible del problema planteado
según sus particularidades. Analizando las características y la configuración, y
los procesos que componen la problemática.
1.3.5. TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN
Técnica de Investigación Documental.- En el presente trabajo de investigación,
se empleara esta técnica, necesaria para saber sobre los alcances y la
descripción del contrato por Persona a Nombrar, para lo cual también se
utilizará como fuente tanto legislación, como la doctrina. Además de
documentos, libros, revistas, periódicos, cintas, disquetes, archivos o carpetas
digitales o multimedia, en fin cualquier elemento que contribuya, o contenga
información sobre el presente trabajo de investigación.
La Entrevista.- Es una técnica para obtener datos que consisten en un diálogo
entre dos personas, para el presente, se aplicara para conocer la opinión de
otros juristas sobre el contrato por persona a nombrar.
1.4. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN
El presente trabajo de investigación referido al Contrato por persona a nombrar, se
justifica en que esta figura jurídica, es para nuestra codificación civil vigente, una
novedad, en la que es posible al celebrarse un contrato, que una de las partes
manifieste que no tiene intención de mantenerse necesariamente en tal calidad y que
en verdad lo hace solo en forma temporal con el objeto de que en un lapso breve que la
ley prevé, sea otra persona (natural o jurídica), cuyo nombre se reserva, la que ocupe su
lugar. Es por ello, que consideramos que este instituto es de gran importancia; ya que
facilita la interrelación social, dado que permitiría, por ejemplo, que el estipulante
pueda celebrar el contrato asumiendo tan solo la posición de intermediario. Además, en
cualquier caso se reducirían los gastos de una doble transferencia de la titularidad
materia del contrato.
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Así mismo, consideramos importante la investigación sobre esta institución jurídica,
porque es necesario para establecer si el contrato por persona a nombrar, es un
contrato o una estipulación contractual.
1.5. OBJETIVO DEL ESTUDIO
OBJETIVO PRINCIPAL
Determinar si el contrato por persona a nombrar es un contrato o una estipulación
contractual.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Establecer cuál es la posición del nuestro Sistema Jurídico Civil, sobre la naturaleza
jurídica del Contrato por persona a nombrar.
Identificar la esencia del contrato por persona a nombrar.
1.6. HIPÓTESIS
Es claro que el legislador ha pretendido referirse a una estipulación contractual
que se puede incluir en diversos contratos. Esta consistiría en la reserva del
derecho de designar a una tercera persona que asumiría todos los derechos y
obligaciones derivados del negocio, reserva que puede ser efectuada, según el
art. 1473, del Código Civil, por una o por ambas partes. Es Así, que podemos
hablar de una compraventa, una permuta o una prestación de servicios por
persona a nombrar. Debe notarse, sin embargo, que lo que caracterizaría a cada
contrato sería su propia naturaleza, siendo que el hecho de que se pacte por
persona a nombrar resultaría importante pero siempre accesorio.
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CAPITULO II
2. MARCO TEORICO
2.1. ANTECEDENTES DE LOS CONTRATOS POR PERSONA A NOMBRAR.
El contrato por persona a nombras, llamada también "contrato por persona nominada"
o "contrato por persona a designar", es una figura jurídica, muy poco estudiada.
Debido que el Contrato por Persona a Nombrar, no existía en nuestro código Civil
anterior; ya que recién fue incorporado en el Código Civil de 1984, y aparece como una
novedad. Por el cual, esta es una institución reciente para la doctrina nacional, motivo
por el cual no se destaca mucho sus antecedentes. Así mismo, en la principal fuente de
nuestra legislación, el Derecho Romano, no se regulaba esta institución. Es este, una
institución de reciente disciplina por la legislación comparada, regulada en forma ordena
por primera vez por el Código Civil italiano de 1942 (artículos 1401 al 1405) y luego por
los Códigos portugueses (artículos 452 al 456) y boliviano (artículo 472).
Es de esta manera que esta figura contractual novísima se incorpora en nuestro derecho
objetivo, es decir en el Código Civil de 1984, específicamente en los artículos 1473 al
1476 del mencionado cuerpo de leyes, el mismo que se justifica, porque al momento de
su celebración, una de las partes puede reservarse la facultad de nombrar
posteriormente (electo amici) a la persona que debe adquirir los derechos y asumir las
obligaciones que nacen del mismo, por consiguiente, su utilidad resulta indiscutible.
Por otro lado, existen otros antecedentes, como:
2.1.1. EN EL DERECHO MEDIEVAL
Su uso aunque muy limitado ya era conocido en algunas ciudades
mediterráneas, probablemente introducida por comerciantes venecianos y
genoveses para facilitar las transacciones comerciales. Su aplicación se
circunscribió normalmente al campo de la compraventa, aun cuando no existía
inconveniente alguno para que pudiera utilizarse en cualquier contrato típico
o atípico de aquellos tiempos. No existen noticias, en el Derecho moderno, de
que esta figura hubiese sido materia de regulación en algún ordenamiento
jurídico.
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2.1.2. EN EL DERECHO CONTEMPORÁNEO:
En cambio se siguió el modelo francés (Napoleónico) que no lo gobernó. En los
códigos civiles más recientes aparecen numerosas figuras jurídicas, entre ellas,
el contrato por persona a nombrar, que si bien no constituyen creaciones
imaginativas del legislador o de la doctrina, sin embargo la incorporarán en
algunos cuerpos jurídicos, aunque su existencia ya estuvo señalada desde hace
tiempo.
2.2. NATURALEZA JURÍDICA.
2.2.1. DOCTRINA DEL DOBLE JUEGO DEL CONTRATO
Sostenida por ENRIETTI para quien existe un contrato entre estipulante y
promitente sometido a condición resolutoria y otro contrato entre promitente y
tercero que habría quedado sometido a condición suspensiva (relación
subyacente), establecido en forma alternativa. Esta doctrina ha sido duramente
criticada, en primer lugar, porque no se trata de la existencia de dos contratos
sujeto a una condición resolutoria y otra suspensiva PROMESA DE LA OBLIGACIÓN
O DEL HECHO DE UN TERCERO CONTRATO POR PERSONA A NOMBRAR
respectivamente, sino de un solo contrato y; luego, porque la existencia aparente
de dos negocios ocasionarían serias dudas sobre su real utilidad práctica desde
que nadie podría intervenir en un negocio donde se hagan gastos innecesarios
para conseguir una misma finalidad. De otro lado, para que existan dos contratos
se requiere también que el consentimiento se haya formado dos veces: primero
entre estipulante y promitente y, luego, entre promitente y tercero, lo que
realmente no acontece en esta figura, excepto en la formación del primero, se
considera por tanto una doctrina ya superada.
2.2.2. DOCTRINA DEL CONTRATO ÚNICO
Considera que en esta figura jurídica contractual existe un solo contrato celebrado
entre el estipulante y el promitente (relación principal), de tal forma que el
tercero solamente asumirá la posición contractual del estipulante. Sin duda, esta
doctrina es la que más se adecua a la finalidad económica perseguida por las
partes, sin embargo existen dos posiciones.
Según MESSINEO el negocio en esencia es un contrato con sujeto alternativo y
con efecto alternativo. Acerca del sujeto alternativo hay del mismo lado, un sujeto
determinado y uno indeterminado que eventualmente podrá ocupar el lugar del
primero. Sobre el efecto alternativo, puntualiza el citado autor, lo imprime la
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implícita inclusión de una condición resolutoria con respecto a la adquisición del
estipulante y, al mismo tiempo, una condición suspensiva en relación a la
adquisición por parte de la persona a determinar, la cual se realizara
precisamente una vez efectuada la designación de la persona. Si faltara la
designación, el contrato quedara firme siempre con carácter retroactivo entre las
personas que lo han concluido. La retroactividad es uno de los caracteres técnicos
de la figura en examen. PROMESA DE LA OBLIGACIÓN O DEL HECHO DE UN
TERCERO CONTRATO POR PERSONA A NOMBRAR. Esta posición ha sido objetada
con el fundamento de que el contrato por persona a nombrar no está sujeto
alternativamente a una condición resolutoria respecto de la calidad de parte del
estipulante y, al mismo tiempo, a una condición suspensiva en relación a la
adquisición de parte de la persona a designar pues la condición como modalidad
del acto jurídico afecta la vida del negocio en su integridad y no solo a quien
adquiera en forma definitiva la calidad de parte contractual.
DÍEZ-PICAZO, en cambio, indica que "parece más fácil construir la figura como un
contrato con contratantes alternativamente determinados, que produce un iter
contractual con dos fases distintas: la anterior a la electio, en el que el obligado
contractualmente es el estipulante y; la posterior a la electio, en que el tercero
designado es el obligado si la designación se ha hecho regular y eficazmente o
continua siéndolo el propio estipulante si la electio no se ha producido o ha sido
irregular".
Por su parte, PUENTE Y LAVALLE acierta cuando afirma: "lo que ocurre, en
realidad, es bastante más sencillo: simplemente el contratante pone de
manifiesto que su calidad de tal dependerá de la elección que el haga, esto es que
se reserva el derecho de optar entre que su posición contractual permanezca tal
cual es al celebrarse el contrato, o que tal posición contractual sea ocupada por
otra persona distinta cuya identidad por el momento no revela, siendo entendido
que si optara por la alternativa de que la posición contractual sea ocupada por la
persona cuya identidad se reserva el derecho de revelar, los efectos de tal
decisión operarán retroactivamente a la oportunidad de la celebración del
contrato.
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En la doctrina se discute lo relativo a la naturaleza jurídica del contrato por
persona a nombrar, del que surgen dos posiciones claramente diferenciables, si
existe un doble juego de contractos establecidos en forma alternativa o un
contrato único, como se tiene expuesto. Aunque no lo mencione expresamente
en la Exposición de Motivos y Comentarios, nuestra sistemática jurídica civil, ha
adoptado la doctrina del contrato único, tal se desprende de la simple lectura del
artículo 1473 el mismo expresa que al celebrar el contrato puede convenirse que
cualquiera de las partes se reserve la facultad de nombrar posteriormente a un
tercero que asuma los derechos y las obligaciones derivadas de aquel acto.
2.2.4. SÍNTESIS
Tradicionalmente, se ha pretendido entender al llamado contrato por persona a
nombrar como un supuesto de representación, al considerarse que el estipulante,
quien deja para sí la facultad de designar al tercero que asumirá los derechos y
obligaciones emanados del contrato, actúa como representante de este último,
independientemente de que tenga un poder o no. Se entendería, por tanto, que
quien contrata en estos casos no lo hace sino a nombre de un tercero, el
representante, que es en principio desconocido.
En esta medida es que se hace referencia a la representación de una persona
incierta. La tesis anterior no ha estado libre de duras críticas. Así, se ha
considerado que el acto de reserva de designación no hace que el estipulante se
aleje del contrato. Ciertamente, su estatus de parte se mantendrá incólume
mientras no ejercite su derecho de designar al tercero que lo reemplazará.
Es con la mentada designación, y con la correspondiente aceptación del tercero,
que se entenderá realizada la sustitución con efectos retroactivos. Mientras no se
realice la misma, y cabe la posibilidad de que nunca se llegue a realizar, los
efectos emanados del contrato recaerán en la esfera jurídica del estipulante. A la
observación anterior se puede agregar que considerar al contrato en cuestión
como un caso de representación, dejaría de lado todos aquellos supuestos en
que, sin existir un poder previo, se establece la reserva basada en la mera
expectativa del estipulante de encontrar a un tercero a quien transferir su
posición contractual.
Por otro lado, se encuentra la postura que sostiene que el contrato por persona a
nombrar viene a ser un contrato con sujeto alternativo y con efecto alternativo.
En esta medida, el carácter alternativo estaría dado por una suerte de condición
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resolutoria implícita relativa a la determinación final del estatus de la estipulante
y, curiosamente, por una condición suspensiva relativa a la consagración del
estatus de parte de la persona a determinar. Se plantea, de esta forma, que en
caso se efectúe la designación del tercero, este asumirá con efecto retroactivo los
derechos y obligaciones emanadas del contrato, mientras que en caso no
ocurriese la designación el contrato quedará firme, también con efecto
retroactivo, siendo que las partes, en definitiva, serían los contratantes
originarios. El cuestionamiento a esta última idea es rotundo: la condición, como
modalidad del negocio jurídico, afecta a este en su integridad. No podemos hablar
de una condición suspensiva que solo lo sea para un aspecto parcial del negocio y,
mucho menos, que otro aspecto esté sujeto, a su vez, a una condición resolutoria.
No podría, entonces, afectar solo la condición de parte del estipulante. Lo que
ocurriría en el caso del llamado contrato por persona a nombrar, es que se pone
en claro que la calidad de parte en el contrato quedará sometida a la elección que
el propio estipulante haga. En otras palabras, este último, al haberse pactado la
reserva de designación, puede optar por mantenerse en el contrato o determinar
que un tercero asuma su posición al interior del mismo. Lo indicado
anteriormente es lo que marcaría la diferencia con el contrato a favor de tercero,
figura que genera efectos tanto para el estipulante de dicho contrato como para
el tercero siendo, además, que este último nunca forma parte del mencionado
contrato. En un contrato por persona a nombrar los efectos recaen de manera
excluyente o en el estipulante o en el tercero que, finalmente, pasa a formar
parte de la relación contractual.
2.3. CONCEPTO
Según Mosset Iturraspe, se trata pues de una figura contractual nueva, en virtud
de la cual una de las partes llamada estipulante se reserva frente a la otra
denominada promitente la facultad de designar en un momento posterior a un
tercero '"elegido" que ocupara su lugar y que en definitiva asumirá todos los
derechos y obligaciones derivadas del mismo. Se está entonces ante una fuerza
contextual de alianza que es aplicable tanto a los contratos típicos como a los
atípicos.
-Según el Código Civil Art. 1473: Los Contratos por persona nombrar, son
aquellos que al celebrar el contrato puede convenirse que cualquiera de las
partes se reserve la facultad de nombrar posteriormente a un tercero que
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asuma los derechos y las obligaciones derivadas de aquel acto. Además, de que
la reserva de nombramiento no procede en los casos en que no es admitida la
representación o es indispensable la determinación de los contratantes.
2.4. FINALIDAD
La figura contractual materia de estudio, contrato por persona a nombrar, cumple las
posibles finalidades siguientes:
2.4.1. DE GESTIÓN
Ya que el estipulante se encuentra previamente ligado con el tercero en cuyo
interés actúa, de tal forma que el contratante definitivo tiene interés en
permanecer oculto durante la primera fase de la vida del contrato, por ejemplo, el
caso de quien desee ocultar su categoría de tal para evitar le sea exigido un precio
más alto o de quien por prejuicios no puede asistir a una subasta por temor a no
ser el mejor o el peor postor.
2.4.2. DE MEDIACIÓN
Porque en el momento de celebrar el contrato el estipulante actúa más bien por
cuenta propia, siendo su verdadera condición de intermediario, que espera
encontrar en un momento posterior una persona a quien ceder su posición
contractual, verbigracia, el caso de quien compra un bien para revenderlo de
inmediato o en un tiempo relativamente corto, o acorde con el precio establecido
por la ley.
2.5. INTERVINIENTES
Partes: En la celebración de los actos jurídicos, pueden constituirse diferentes figuras
jurídicas, se da el caso que para celebrar un contrato pueden participar en el caso por
ejemplo de una compra venta, las partes interesadas son el comprador y el vendedor,
por otro lado, si fuese un arrendamiento, las partes vienen a ser el arrendatario y el
arrendador.
Recordemos que las partes vienen a ser las personas directamente interesadas que
intervienen en la celebración de un contrato que obviamente es bilateral y plurilateral.
Tercero: Es una persona que participa como interesado indirecto, que puede o no ser
extraña al momento de la celebración del acto jurídico. Y que posterior a será declarado
como tal para reemplazar a una de las partes y asumir las obligaciones y
responsabilidades que recaían sobre él en el contrato.
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2.6. CARACTERES JURÍDICOS
EI contrato por persona a nombrar en opinión de la mayor parte de los autores presenta
las notas peculiares siguientes:
2.6.1. CONTRATO SUI GENERIS
Desde que es un negocio original, se concreta en dos reciprocas manifestaciones
de voluntad dirigidas a constituir una relación jurídica:
a) La del “estipulante”, que al emitirla engendra una relación en cabeza
propia, pero enderezada por la intención de producir sus efectos en la
esfera jurídica de otra persona, que después será revelada y siempre que
ella acepte el contrato y.
b) La del “amigo elegido” consistente en la aceptación del negocio
concertado por el estipulante, fraccionada en la misma forma que las
partes han usado para la celebración del contrato, el que adquirirá los
derechos y asumirá las obligaciones derivadas del negocio, con efectos
desde el momento en que fue estipulado.
2.6.2. CONTRATO CELEBRADO POR DOS PARTES
Porque es también un negocio bilateral o celebrado por dos partes, puesto que
inicialmente la relación se establece entre el promitente y el estipulante. EI
primero es la parte que se reserva la facultad de designar a un tercero en un
momento posterior, el segundo, la que accede que el promitente efectuara la
designación de tal forma que una vez efectuada la elección del tercero, el
estipulante sale de la escena jurídica y ocupa su lugar el tercero elegido.
2.6.3. RESERVA DE NOMBRAR A UN TERCERO
Se caracteriza además porque una de las partes (cualquiera) se reserva la facultad
de nombrar a un tercero que asumirá todos los derechos y obligaciones derivadas
del mismo, no obstante ello, la segunda parte del artículo 1473 prescribe, que la
reserva de nombramiento no procede en los casos en que no es admitida la
representación o es indispensable la determinación de los contratantes.
Asunción de finalidades.- Otras de las peculiaridades del contrato por persona a
nombrar es por razón de la finalidad que cumple, que son una de gestión y otra
de, mediación, por consiguiente, su utilidad es incuestionable porque puede ser
usado para superar los problemas de orden práctico derivados del contracto de
mandato sin representación, así como emplearse en todos aquellos supuestos en
que por diversas causas, el verdadero interesado no desee aparecer como parte
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en el momento de celebrarse el contacto, revelándose su nombre solo una vez
concluido el mismo.
2.6.4. EFECTOS RETROACTIVOS.
Por último, esta figura contractual se singulariza porque una vez nombrado el
tercero opera con efectos retroactivos al momento de la celebración del contrato.
Así, el "amigo elegido", pasará a formar parte del negocio como si hubiera sido
uno de los contratantes originarios; si faltará la designación, el contrato quedara
firme siempre con efecto activo entre quienes originariamente lo hubieran
concluido.
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CAPITULO III
ANALISIS JURIDICO DE LA NORMATIVA DEL CONTRATO POR PERSONA A NOMBRAR
La primera parte del artículo 1473 pone de manifiesto la necesidad de que para que
exista contrato por persona a nombrar es indispensable que una de las partes, con
acuerdo de la otra, al tiempo de celebrarse aquel, se reserve la posibilidad de
designar a un tercero que asumirá la calidad de contratante con efecto retroactivo
desde el momento de celebración del negocio.
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por persona a nombrar con la representación directa, puesto que el estipulante actúa
en nombre propio y no en nombre ajeno.
Este artículo consigna otro requisito para que exista el contrato por persona a
nombrar: la declaración de nombramiento de quien ocupará definitivamente la
posición de contratante debe efectuarse dentro de un breve plazo, que el Código fija
en veinte días, y comunicarse por el estipulante a la otra parte, acompañada de la
aceptación de la persona nombrada.
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Como ha quedado expresado, la declaración de nombramiento debe comunicarse a
la contraparte dentro de un plazo máximo de veinte días, que las partes pueden
reducir mas no ampliar, a contarse desde la fecha de estipulación del contrato.
Sin perjuicio de lo anterior, nada impide que esa otra parte contratante precise
anteladamente qué personas están excluidas del nombramiento o limite los alcances
de este. De este modo podrá evitar, por ejemplo, que la designación recaiga en un
enemigo suyo o en un competidor, por citar solo algunos casos. Pactada tal exclusión
o limitación, de violarse ellas, la contraparte podrá, evidentemente, oponerse al
nombramiento.
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Artículo 1475.-La declaración de nombramiento y la aceptación por la persona
nombrada deben revestir la misma forma que las partes hayan usado para el
contrato, aunque no esté prescrita por la ley.
Este precepto se refiere a un requisito adicional para la validez del contrato por
persona a nombrar, al regular la forma de la declaración de nombramiento y la de la
aceptación, estableciendo que debe ser la usada para el contrato, aun cuando la ley
no la imponga. Se trata, en suma, de la aplicación del principio de la unidad
contractual.
A este respecto conviene mencionar que, si el acto versa sobre la compra de un
inmueble, por ejemplo, la escritura pública correspondiente que contenga el acto
deberá incluir la declaración de nombramiento y la aceptación de la persona
nombrada, para su inscripción en el registro.
4.4. ARTÍCULO 1476
Respecto a los Efectos de la declaración de nombramiento en la figura contractual del
Contrato por Persona a Nombrar el Código Civil tipifica lo siguiente:
Artículo 1476.- Si la declaración de nombramiento se hizo válidamente, la
persona nombrada asume los derechos y las obligaciones derivadas del contrato,
con efecto desde el momento de la celebración de este.
En caso contrario o cuando no se efectúa la declaración de nombramiento
dentro del plazo, el contrato produce efecto entre los contratantes originarios.
Efectuada válidamente la declaración de nombramiento, la persona nombrada
asume la posición de contratante con efecto retroactivo al día de celebración del
contrato, del mismo modo como si este lo hubiera celebrado originalmente la
persona nombrada.
Por el contrario, si la declaración fuese inválida (porque no es acompañada de la
aceptación de la persona nombrada, porque tal aceptación o la declaración no
revisten la misma forma que las partes han usado para el contrato, o porque la
persona designada fuese insolvente o incapaz, por ejemplo) o se hubiera efectuado
fuera del plazo legal o contractual (cuando se hubiera pactado uno menor al
prescrito por el artículo 1474), el contrato se entiende que ha quedado constituido,
también desde un inicio, entre los contratantes originarios. Solo un nuevo acuerdo
podrá variar esta situación.
Como expresa Messineo (Op. cit, página 280), “sentado esto, no hay en ningún
momento falta de certeza jurídica acerca de la persona del contratante: un
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contratante existe siempre ab origine (o es -con efecto retroactivo- la persona
nombrada o es el contratante originario). La falta de certeza es solo de hecho y no
dura más allá del plazo concedido para la declaración de nombramiento. De todos
modos, aunque debe admitirse que haya falta de certeza, ella versa no sobre la
persona del contratante, sino sobre la circunstancia de si a la persona del
contratante, que ya existe, deba sustituirse o no otra persona”.
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surtiendo efectos entre las partes contratantes quedando firme, en este
sentido, ya que el estipulante habrá perdido su derecho a designar a un
tercero.
4.5.3. Ineficacia de la declaración de nombramiento.
En el segundo párrafo del art. 1474, establece que la declaración de
nombramiento no tiene efecto si no es acompañada de la aceptación de la
persona nombrada.
Según De La Puente y Lavalle, Desde la perspectiva de la contraparte esto
resulta importante ya que, conociendo de la aceptación del tercero, asumirá
certeramente que la declaración de nombramiento realmente surte todos
sus efectos y que, por tanto, desde el momento en que toma conocimiento
de ambos actos, declaración de nombramiento y la aceptación antes
indicada, el amici se ha constituido en parte. Nótese que el artículo parece
indicar que es necesario que coincidan en el tiempo la comunicación a la otra
parte de la declaración de nombramiento y la aceptación del tercero. Sin
embargo, esto no tiene que ser necesariamente así. La aceptación del tercero
podría establecerse en un acto previo del cual tomasen conocimiento las
partes, como puede ser un poder (hipótesis expresamente contemplada en la
legislación italiana). No hay una verdadera razón para descartar esta
posibilidad, dado que, finalmente, los efectos serían los mismos.
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CAPITULO IV
5. ANALOGIAS Y DIFERENCIAS
Para evitar cualquier género de dudas sobre su naturaleza jurídica corresponde
diferenciar el contrato por persona a nombrar de otras figuras afines. A continuación
haremos nombramiento de unas cuantas precisiones acerca del tema:
5.1. REPRESENTACIÓN DIRECTA.- en el contrato por persona a nombrar el contratante
actúa en nombre propio y no en nombre de otro, supuesto este típico de la
representación directa. Si bien es posible que designe después a otra persona, no
actúa en su representación. De no verificar el nombramiento quedara como parte
contratante definitivamente.
5.2. REPRESENTACIÓN INDIRECTA.- en este caso el declarante actúa en nombre propio
pero por cuenta de otro con la finalidad de que su declaración afecte por último la
esfera jurídica del representado, por lo cual será preciso que se realicen un nuevo
acto jurídico, entre representante y representado. La representación indirecta
excluye, en consecuencia, que el representado se convierta en parte del negocio
originario entre representante y tercero.
En el caso del contrato por persona a nombrar, el estipulante no solo declara su
propia voluntad sino que los efectos de tal declaración se mantendrá en su círculo
jurídico en tanto no se produzca la declaración del nombramiento. De no efectuarse
esta dentro del plazo legal o contractual, el contrato se entenderá definitivamente
formado, desde el inicio, entre los contratantes originarios si se produce la
declaración de nombramiento, la persona designada inicialmente ajena al contrato,
se convierte en contratante, sustituyendo al estipulante.
5.3. GESTIÓN DE NEGOCIOS.- En esta figura la ratificación de los actos realizados por el
gestor por parte del dueño del negocio, determina que aquel haya actuado como su
representante. En el contrato por persona a nombrar el declarante actúa por propio
derecho, pudiendo como no utilizar la facultad de nombrar a otro que ocupara su
posición contractual. Si bien la declaración de nombramiento opera con efecto
retroactivo, su voluntad durante el tiempo que medió entre la celebración del
contrato y la materialización de tal nombramiento no fue la de actuar en nombre de
otro.
5.4. CONTRATO EN FAVOR DE TERCERO.- En este el tercero no es nunca parte
contractual del negocio celebrado entre estipulante y promitente. En el contrato por
persona a nombrar, en virtud de la declaración de nombramiento, tercero puede
convertirse en parte contratante con efecto retroactivo, como si hubiera sido una de
los contratantes originarios.
5.5. PROMESA DE LA OBLIGACIÓN DE UN TERCERO.- En este caso se promete la
obtención del consentimiento de un tercero para asumir frente al promisario, el
cumplimiento de una prestación. Como consecuencia de ello el promisario y el
tercero, se vincularán por un contrato distinto al originario entre promitente y
promisario.
En el contrato por persona a nombrar, el tercero ocupa la posición del estipulante en
el único contrato celebrado.
5.6. CESIÓN DE POSICIÓN CONTRACTUAL.- En el contrato por persona a nombrar se
acuerda que una de las partes se reserva del derecho de designar a un tercero que
finalmente adquirirá la condición de contratante con efecto retroactivo desde el
momento de la celebración del contrato. En cambio, en la cesión de posición
contractual no existe tal reserva de nombramiento, ocupando el cesionario la
posición contractual del cedente solo a partir del momento en que existe
consentimiento para la cesión por parte del cedente, cesionario y cedido.
5.7. CONTRATO POR CUENTA DE QUIEN CORRESPONDA.- En este caso, el que contrata
por cuenta de quien corresponda no, ni siquiera por un momento parte contratante,
en cuanto contrata por otra persona, aunque esta provisionalmente sea
indeterminada y el contratante asuma alguna responsabilidad. En cambio, en el
contrato por persona a nombrar quien estipula es – mientras tanto – verdadero y
propio contratante; y es posible que permanezca definitivamente como tal.
CAPITULO V
6. PROBLEMÁTICA
Contratos por persona a nombrar: son aquellos en que una de las partes conviene
que cumplirá la prestación en favor de un tercero. Ej. El seguro de vida. Estos
contratos que constituyen una excepción al Art. 1199 se validan por el desubicado
Art. 504 CC. Aquí se da la relación entre tres partes:
1. El estipulante o persona que crea el beneficio. Ej. quien toma el seguro de vida
para su hijo.