Romina Reynoso – Práctico T3 – 2017

TRAFICANDO PALABRAS: POESÍA ARGENTINA EN LOS MÁRGENES

ANA PORRÚA (RECOPILACIÓN Y BANDA)

“En esos días andaba trabajando un lenguaje que

rompiera los huesos convencionales de la poesía.”
Joaquín O. Giannuzzi - “El poeta y la angina”

Ya desde el titulo mismo de esta antología podemos aventurar que encontraremos en ella aquella
poesía que no está “en el centro” si no más bien “en la periferia” refiriéndonos específicamente al campo
literario y parafraseando a Bourdieu. Al leer la banda crítica, lo primero que nos hace saber la autora es que su
propuesta es dar lugar a todos aquellos poetas y textos que no forman parte de las currículas escolares o de
otras instituciones como la crítica o los suplementos literarios. A su vez la autora ensaya una serie de
respuestas acerca de por qué estos autores no entran, de las cuales me interesa destacar la que se refiere a
que estos nuevos textos (escritos por escritores que aun están vivos y jóvenes) están atravesados por muchos
discursos sociales (enunciados orales y escritos que se producen a partir de determinada practica social). Es
fundamental destacar en este punto, que la autora repudia aquel prejuicio existente de que sería “menor”
aquella obra que no utiliza recursos poéticos canónicos, así como también aquellas que utilizan un lenguaje
cotidiano. Y es por este motivo que remarca que los poemas elegidos para su antología rompen con los límites
de los géneros y “las formas del decir” son completamente distintas y cercanas a la lengua hablada.
Como en toda antología, los textos se relacionan a través de algún aspecto. En este caso, la autora
señala que se relacionan por “la forma de pensar su función en la sociedad”. Ahora, el poeta escribirá también
sobre las cosas que nos pasan a todos: el cuerpo, el amor, la política y otras yerbas, afirma la autora. Otro
aspecto que relaciona a estos autores es que sus textos se deslizan en los márgenes, señala la autora. Esos
márgenes no sólo serán los propios del campo literario, sino también serán los márgenes mismos de la
sociedad, en lo que tiene que ver con los espacios y los personajes por ejemplo.
Porrúa se esmera en seguir encontrando razones por las cuales estos textos se relacionan y a su vez
cómo es que los distintos discursos sociales los atraviesan. Así, desarrolla un recuento bastante minucioso de
cada uno de ellos (periodismo, política, tango, etcétera); como así también de movimientos como el
modernismo y las vanguardias, los diferentes grupos de intelectuales como los de Boedo y Florida, los poetas
del 20, los del 40 y los de los 60; con sus formas particulares de escritura y la subversión de las técnicas de
escritura que propusieron sus diferentes exponentes.
 Romina Reynoso – Práctico T3 – 2017

Los poemas que seleccioné para este trabajo son:

Cumpleaños – Juan Gelman (Interrupciones II)
¿respirarías/calle/donde ahora
cae la tristeza enlluvia?/
mamá trajo la tarde/
voy a manchar los manteles/seguro/
Dos manos al bolsillo – Roberto Santoro (Oficio
desesperado)
será verdad que las brujas se comen a los chicos?
que si me porto mal no voy a ir al cielo
o los ratones me van a comer los pies?

y me gustaría mucho el reto mirá que yo no estoy contento

que me va a echar/suavísima/ que en la juntura de la sangre tengo una espina
revolviéndome el alma y aún hay que salir de esta ceguera
con la cuchara de la sopa/ romper el aire con los besos y empezar otra vez
dame tu mano
lo último que hizo tengo una flor rota
antes de se morir dos ojos sin descanso dos manos al bolsillo y empezar
fue tender un hilito otra vez.
para ponerme al sol mirá que yo no estoy contento

y creo algunas cosas

que habría que acostarse con un muñeco al lado
y no decir mentiras porque me puede salir una joroba
pero decime
si tengo el corazón doblado un poco
vos me vas a querer igual?

Si bien hubo muchas poesías de la antología que me gustaron también, me tomé la libertad para este
práctico de elegir dos en particular Cumpleaños – Juan Gelman (Interrupciones II) y Dos manos al bolsillo –
Roberto Santoro (Oficio desesperado). La principal razón fue el gusto por supuesto, y en segundo lugar, qué
sentimientos me produjo cada uno al leerlo. Las demás razones que detallaré también a continuación, las
pensé después en la segunda lectura para realizar este trabajo, a saber: el estilo de su composición, lenguaje y
temática.
No es casual que haya elegido dos poesías que están en la misma página. Cuando llegué a este punto
en la lectura me desbordó la emoción. Soy sensible a la poesía lo reconozco, pero al leer Cumpleaños de
Gelman, la alusión a la madre fue lo que me conmovió. Aunque yo ya había leído algo de Gelman, esta poesía
en particular nunca la había leído. Podemos observar que Gelman rompe con todas las convenciones
gramaticales, no usa las mayúsculas, invierte el orden sintáctico y no usa signos de puntuación más allá de
aquellas barras que son utilizadas a favor de la musicalidad del poema. Con imágenes simples, cotidianas y
referenciando constantemente ese sentimiento de tristeza por la muerte de una madre, Gelman se permite el
uso de palabras también simples y de uso cotidiano e incluso se permite la licencia de crear nuevas palabras
“enlluvia”. Si tuviera que hacer un recorrido recolectando imágenes que me deja este poema diría: tristeza,
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lluvia, mamá, cuchara, sopa, manteles y lo que hizo antes de “se morir”. Me aventuro a conjeturar que esta
última inversión de la forma pronominal “se” antes del verbo morir, puede tener que ver con el particular uso
que el autor ha hecho del vesre y del lunfardo en otras obras como por ejemplo en Gotán.
En cuanto a Dos manos al bolsillo de Santoro, con su lenguaje también cotidiano y palabras sencillas
me cautivó desde el inicio con esa serie de preguntas casi ingenuas podría decir, que me remontaron a aquellas
preguntas de la niñez y aquellos mitos que nos repetían nuestros padres o abuelos para que nos portáramos
bien “las brujas que se comen a los niños”. Para después, sorprenderme con un nuevo sentimiento de “no
estar contento” “una flor rota” y esa imagen desalentadora “dos manos en los bolsillos” que transmiten la idea
desolación casi; pero que incita a volver a empezar, a retornar a esa niñez dorada de “dormir con un muñeco
de trapo al lado” y a esa simpleza que demuestra esa proposición, la remata con la pregunta: si así, de este
modo ¿vos me vas a querer igual? También de Santoro, de quien no conocía absolutamente nada, me
sorprendió al igual que en el poema de Gelman, el romper con las convenciones gramaticales y con todo tipo
de recursos poéticos demasiado rebuscados. Son dos poemas que con poco dicen muchísimo y desde lo más
simple reflejan los sentimientos más dulces.