Sie sind auf Seite 1von 6

DE PROFESIÓN: CRISTIANO

Mateo 16.25–26
25Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y

todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.


26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el

mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el


hombre por su alma?

Invertimos muchos años de nuestras vidas capacitándonos para


desempeñar con éxito nuestra profesión, y con ella poder obtener los
recursos necesarios para vivir sin que nos falte alimento, vestimenta,
vivienda e incluso diversión y esparcimiento, pero ¿cuánto tiempo
invertimos en la vida eterna?
Todos tenemos 24 horas cada día, que las usamos haciendo una u
otra cosa, y muchas veces, consideramos como una pérdida de tiempo o
con menos importancia lo que Jesús nos manda a hacer, pero
consideramos como muy bueno e importante el capacitarnos y
ocuparnos en ser exitosos en una profesión, aunque ésta solo la
desempeñemos por el tiempo que pasemos acá en la tierra.
Deberíamos esforzarnos por seguir a Cristo sin importar lo que esto
implique, ya que en Él se encuentra la vida eterna, considerando el ser
cristiano como nuestra eterna y principal profesión, y como una
especialización temporal, nuestra profesión secular.

Señor, enséñanos a seguirte, sin importar lo que nos cueste, o


tengamos que dejar de lado, ayúdanos a hacerlo aún con mayor esmero
que él que ponemos para nuestro estudio y/o trabajo secular. Que
nuestra principal profesión sea el seguirte, sea cual fuere el ámbito en el
que decidamos movernos.

Te invitamos a visitar la página web de nuestra iglesia,


donde encontrarás la versión completa de éste y otros mensajes más.
DE PROFESIÓN: CRISTIANO

Año a año nuestras vidas se van haciendo más complejas, por lo que
capacitarnos para vivir, es fundamental. Entre los 10 y 12 años
comenzamos a experimentar cambios radicales en nuestro cuerpo,
nuestras extremidades crecen más rápido, cambia nuestra voz,
comienzan a crecer pelos donde antes no había.

Empezamos a ver el mundo desde otro punto de vista, nuestro


círculo de amigos empieza a hacerse más pequeño y en nuestro interior,
se despierta una atracción nunca antes imaginada hacia el sexo opuesto.

Terminamos la escuela primaria y continuamos forjando nuestro


futuro en una escuela secundaria de la orientación que nuestros padres
hayan elegido o en el mejor de los casos, la orientación que nuestro
corazón haya dictado desde que éramos pequeños o quizás
simplemente, el colegio que más cerca se encontraba de nuestras casas.

Cambiamos los maestros por los profesores, y las asignaturas que en


un momento habían comenzado como un juego, poco a poco van
requiriendo mayor responsabilidad.

El tiempo, quien antes era un desconocido para nosotros, comienza a


tomar mayor participación en nuestras vidas y empezamos a darnos que
cuenta que tenemos que aprovechar mejor nuestro tiempo libre, porque
nuestras obligaciones han aumentado.

Comenzamos a diferenciar entre pasatiempo y obligación, entre


esparcimiento y estudio, entre hobby y trabajo, hasta que, en algún
momento, descubrimos esa actividad que seríamos capaces de realizar
por el resto de nuestros días, que disfrutaríamos tanto como a un hobby,
pero con la responsabilidad de todo trabajo, esa actividad que
llamaríamos profesión.

Ésta actividad, sería de tanta relevancia para nosotros, que


comenzaríamos a ordenar nuestras vidas en torno a ella. Elegiríamos
una carrera y estudiaríamos las materias que la currícula exija,
pasaremos horas y horas frente a profesores y libros hasta el punto de
que muchas veces tendremos que decir que no, a amigos que nos
DE PROFESIÓN: CRISTIANO

invitan a salir, a cumpleaños que deseábamos ir, a horas de sueños que


nuestro cuerpo nos exija y a muchas otras cosas que antes no teníamos
inconvenientes en realizar, pero ahora, han quedado en segundo o tercer
lugar porque nuestra meta ha cambiado.

Conseguiremos ese título tan deseado y buscaremos empleo, o


abriremos ese negocio que tanto esfuerzo nos costó y comenzaremos a
trabajar en ésa actividad que hemos elegido como profesión. Nuestros
minutos, horas, días, semanas y años serán invertidos en nuestra
profesión.

Pero todo esfuerzo tiene su recompensa. Realizaremos esa actividad,


a cambio de una retribución monetaria llamada sueldo, con la que
podremos comprar todo lo necesario para nuestra subsistencia. Y a
cambio de lo que llamaríamos realización profesional, que es ese
sentido de ir alcanzando los objetivos y metas que nos hemos planteado.

Jesús, le preguntó lo siguiente a sus discípulos

Mateo 16:26
¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo,
y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre
por su alma? RV1960

Hay otra versión que dice:

¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero,


pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que
tu alma? NTV

Hagamos un poco de cálculos. Empezamos nuestra formación


educativa desde los 3 años, terminamos la educación primaria a los 12,
la educación entre los 17 y 18 y a eso le tendremos que sumar entre, 3 a
6 años (si no es más) de formación superior. Todo esto, nos da un total
de entre 17 a 21 años de preparación para obtener nuestro título. Para
luego ejercer nuestra profesión entre unos 40 a 60 años más.
DE PROFESIÓN: CRISTIANO

No tiene nada de malo ser exitosos, vivir en una linda casa, ir de


vacaciones a un buen lugar, comprarse ropa de calidad, o tener el
dinero suficiente como para no tener que pensar en limitar el
presupuesto.

Todo esto no es malo en sí mismo, pero cuando centramos todas


nuestras energías en conseguirlo, incluso siendo una persona buena,
pero descuidamos nuestra vida eterna, todo lo que hayamos hecho,
no va a valer de nada, porque nada de lo que hayamos ganado, puede
salvar nuestra alma (o nuestro ser).

Entonces, ¿cómo podemos hacer para no perder nuestras almas?


La Biblia nos enseña lo siguiente:

Hechos 4.12
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos
ser salvos. RV1960

Solo Cristo salva, y Él mismo nos explicó, cómo podemos hacer para
no perder nuestra vida.

Mateo 16.24–26
24Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere

venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y


sígame. 25Porque todo el que quiera salvar su vida, la
perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará. 26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare
todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa
dará el hombre por su alma?

Negarnos a nosotros mismo, tomar la cruz y seguirlo: Significa que


no serán nuestros deseos o sentimientos los que nos guíen, sino, que la
palabra de Dios va a ser la que nos mande. Ya no vamos a hacer las
cosas como a nosotros nos parezcan, sino, como Dios dice que las
tenemos que hacer.
DE PROFESIÓN: CRISTIANO

Un muy exitoso amigo, socio fundador de una gran bodega de vinos


una vez me dijo: “con el tiempo, uno se vuelvo esclavo de lo que
tanto tiempo luchó por construir”

Invertimos gran parte de nuestra vida en nuestra formación y


profesión, y lo tomamos con la responsabilidad que se merece, a tal
punto que, según la actividad que realicemos, va a ser el tiempo libre
que nos quede, para nuestra recreación, para nuestra familia, para
nuestros amigos, etc. Y nos vamos a encontrar con el problema de que
ya no somos dueños de nuestro tiempo, y no siempre podemos hacer
lo que queremos, y sin darnos cuenta, nos vamos convirtiendo en
esclavos de los que tanto hemos luchado por conseguir. ¿Todo por
qué? Porque queremos salvar nuestra vida.

Les propongo algo:

Que su profesión sea el ser cristiano, que el seguir a Cristo sea su


principal objetivo. Y que luego se especialicen en lo que quieran,
administración de empresas, educación, gastronomía, higiene y
seguridad, medicina, etc.

Gálatas 6.8
Los que viven sólo para satisfacer los deseos de su
propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa
naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para
agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna.
NTV

El agradar al Espíritu Santo en todas las cosas que hagamos, debería


ser nuestra meta principal, mostrando de esa manera, a nuestra familia,
a nuestros compañeros de estudio, a nuestros compañeros de trabajo, a
nuestros vecinos, cuál es la vida que agrada a Dios, cómo se debe
vivir, cual deben ser nuestras verdaderas motivaciones, etc.

Col 3.23
23Y
todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para
el Señor y no para los hombres.
DE PROFESIÓN: CRISTIANO

Vamos a tener que invertir de nuestro tiempo todos los días. Vamos
a tener que capacitarnos leyendo la Biblia y orando, asistiendo a las
reuniones, ayudando a los demás, alabando y adorando a Dios en todo
momento.

Hacer planes para nuestra vida, sin considerar la eternidad, es como


gastar todos nuestros ahorros en tan solo un día y quedarnos sin nada
para comer mañana.

No siempre va a ser fácil ser cristiano, vamos a tener que poner todas
nuestras fuerzas al servicio de Jesús y confiar en Él, buscando las cosas
que son eternas, aunque sintamos que no podemos más, considerando
que nuestras dificultades no duraran para siempre.

2 Co 4.16–18
16 Es por esto que nunca nos damos por vencidos.

Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu


va renovándose cada día. 17 Pues nuestras dificultades
actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin
embargo, ¡nos producen una gloria que durará para
siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!
18 Así que no miramos las dificultades que ahora vemos;

en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden


verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se
habrán ido, pero las cosas que no podemos ver
permanecerán para siempre. NTV

Das könnte Ihnen auch gefallen