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IX ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE REDES Y

COLECTIVOS DE MAESTRAS, MAESTROS,


EDUCADORAS Y EDUCADORES QUE HACEN
INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN PARA
LA EMANCIPACIÓN

FICHA DE INSCRIPCIÓN
PAIS
COLOMBIA

TÍTULO DEL RETRATOS (EXPERIENCIAS DEL ÁREA DE ARTES DE LA ESCUELA


TRABAJO PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL)

FORMATO Texto X Video


(marque con escrito
una cruz)

SI ES VIDEO Duración Año de producción Idioma(as)*


DILIGENCIA
ESTE CAMPO

LUGAR EN ESCUELA PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL, BOGOTÁ COLOMBIA


QUE SE
DESARROLLA.

GRUPO ESTUDIANTES DE LA ESCUELA PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL


POBLACIONAL
CON QUE
DESARROLLA
EL TRABAJO

NOMBRE DE Red CEPE


LA
RED/COLECTI
VO

BREVE Al interior de la Red CEPE ¿A cuál colectivo pertenece?


DESCRIPCIÓN
DE LA
RED/COLECTI
VO

AUTORES (AS)

NOMBRES C.C CORREO ELECTRÓNICO

1023901275 cristhian.sanchez@epe.edu.co

Cristhian Sanchez
Sandra Liliana santamaria Cuellar 1112462315 sandra.santamaria@epe.edu.co

Laura Fernanda Ospina Moreno 1016072560 laura.ospina@epe.edu.co

Pedro Gómez 80093465 pedro.gomez@epe.edu.co

Joaquín García Mayorca 79929454 joaquin.garcia@epe.edu.co

Rosario Gamboa Muñoz 52423534 rosario.gamboa@epe.edu.co

Edgar Alfonso Vanegas 80808725 Edgar.vanegas@epe.edu.co

Luis Orozco Molina 15027159 carranga@yahoo.com

SÍNTESIS DEL TRABAJO (200 palabras)

Aquí se narra la particularidad de ser maestro de artes en un espacio como la escuela pedagógica
experimental por medio de pequeños retratos, llamados así porque cada uno refleja un instante del
cotidiano del maestro que acompaña los procesos de creación artística. Cada retrato es una
abstracción personal que alimenta la construcción colectiva.

DIRECCIÓN DEL VIDEO (En caso de participar con esta modalidad)

DOCUMENTO ESCRITO (En caso de participar con esta modalidad).


CONTEXTO

Inspirados en los diferentes discursos y quehaceres pedagógicos que se viven día a día en la escuela
damos cuenta que desde hace cuarenta y dos años un grupo de pensadores y educadores se
pensaron una escuela diferente, que tenía más incertidumbres que respuestas, que celebraba los
conflictos y que nació como una opción alterna a la educación que se venía dando en el país. En la
actualidad, la escuela pedagógica experimental (EPE) sigue planteándose que nada está resuelto,
que el conflicto siempre es una oportunidad para aprender y que a pesar de estar en un nuevo
milenio sigue representando una opción frente a la educación tradicional en Colombia.
La EPE es una escuela rodeada por un bosque gigante donde los niños conviven con la naturaleza,
aprenden sobre ella y se piensan ambientalmente en un mundo que pide a gritos cambios para no
seguir destruyéndose. También está ubicada en un barrio de invasión en la periferia bogotana, donde
los estudiantes reconocen problemáticas que no los afectan directamente pero que, los hacen
reflexionar sobre cuál debe ser su papel en la sociedad. La EPE es la educación que se piensa para
transformar la sociedad colombiana, la que busca sujetos críticos que puedan intervenir en su
entorno y mejorarlo, que desde la democracia construyan país, como individuos y como colectivo.

RETRATOS
Ante ustedes se presenta un grupo de maestros que aterriza en un mismo tiempo y espacio, una
experiencia que se hace y rehace con el otro. Las artes en la EPE son una exposición trans-temporal
de un retrato que captura la esencia de un momento, una historia, una canción, una poesía, una
danza, una obra, un tejido, una forma, una emoción. Todo ello es un espectáculo de la cotidianidad
donde cada participante se transforma de manera activa en los otros y con el otro, por eso en nuestra
escuela como decían los orientales, nunca se hace la misma pieza artística, sino que cada quién
vive las imágenes de su vida en un retrato.
Nosotros somos el juego, un espíritu joven en busca de libertad, construyendo camino desde una
disciplina forjada por el deseo. Transformando la realidad desde el pensamiento, la palabra y el
proceso.
Experiencia que vivimos juntos y donde cada uno es responsable y consciente de sus pasos.
A continuación, los dejamos con nuestros retratos, galería de pensamiento abierta y ansiosa de ser
observada.

I
ME CONTARON UN SECRETO

Y un día se abrió ante mí la montaña y me presentó una pregunta,


¿y a qué vienen los chicos a la escuela?
a ser felices!...
¿Y entonces, a qué vengo yo a la escuela?...

Nuestra escuela no es una idea terminada, está en construcción constantemente, día a día hilamos
el tejido que se convierte en la manta que cobija nuestros sueños y aquí estamos nosotros,
acompañando el camino que construyen nuestros chicos, transformando pensamiento a través del
arte, resistimos con la convicción de que es posible enseñar y aprender de otras maneras y que cada
una de ellas nos lleva a ser felices.
¡Qué suene la música! Y que cada sonido se extienda como una mano que brindamos al otro, que
cada nota sea la palabra de lo que siento, que cada silencio reconforte como una mirada y que todo
junto sea la posibilidad de expresarnos, de sentir y de ser.
¡Que viva la música! Para conocernos, para reconocernos y para ser en el otro.
Pedro Gómez Montero
Docente de Música
Suena un rock, deja una anécdota en el imprevisto de cada clase…Aun no se sabe dónde
comienza y termina su rol docente, pero si su canción personal.

II

Fue preciso danzar para poder no más danzar, para que la danza se volviera la cosa más
imposible. Fue preciso la cabeza desgarrada por los cobres y las luces para que la cabeza sepa
querer recobrarse en el silencio frío de la mañana. Después de cada baile, no bailaré nunca más.
(Duras)

La vida se me parece a la danza, movimientos que por momentos fluyen están conectados, hilados,
que rompen, se sientan en el silencio y mueren para volver a empezar. Mis pensamientos y ansias
de compartir mis experiencias alrededor del arte me trajeron a este lugar en el que se mezclan
fantasías, proyectos y cuerpos para crear bailes que quizás no bailaré nunca más, porque siempre
aparecerá un nuevo baile y este es uno de ellos.
Un baile es una clase, una sonrisa, un sueño, baile es estar en un espacio y reconocerse, observando
al otro. Ser maestra en este espacio es cuestionarse, permitirse el error, crear, experimentar, innovar,
formar un solo retrato a partir de las miradas de todas las personas con las que se convive en el
ambiente educativo, muchos retratos, en un solo cuerpo.
Estar con mis estudiantes en un espacio en el que es válido ser otro, un cuerpo que presenta la
representación como decía el Maestro Santiago García; genera misterio, curiosidad, empatía, es una
chispa en la que la incertidumbre y el caos están como una flor que nace de distintas formas, colores,
sabores y a partir de múltiples raíces, raíces que puedo relacionar con las experiencias que se tienen
con el arte, sonidos, imágenes, palabras y cuerpos que en el teatro se vuelven acción y en la vida
realidad.

Laura Fernanda Ospina


Docente de Expresión Corporal
Un pedazo de poesía, un movimiento en la vida ha sido su discurso en cada clase en cada
encuentro.

III
JUGUEMOS A SER SOCIEDAD
Cada pincelada va sumándole al cuadro, cantidad interminable de colores y combinaciones que
crean una obra al juntarse en un lienzo en principio blanco, vacío y esperando para ser parte de algo
más grande y hermoso. Así como el retrato es creado por diferentes colores, pinceles y pinceladas,
el juego de la sociedad no es diferente a éste; personas con gustos y expectativas que varían según
el sujeto en diversidad de situaciones, conviviendo y creando su realidad con cada paso que se da.
El arte en la EPE es el espacio perfecto para ensayar, equivocarse preguntar y aprender acerca de
ese juego.
Este retrato se va a centrar en la forma en que la música aporta a los niños y niñas de los cursos de
primaria de la escuela y como más allá de todos los beneficios que el trabajo musical trae consigo
en estas edades, la música en la escuela se centra en el reconocimiento de cada uno como individuo,
pero pensándose siempre en colectivo, formando la disciplina del individuo, pero no como la
imposición de una serie de tareas sino como el reconocimiento de su trabajo y el esfuerzo que éste
conlleva para sumar a su entorno, en busca de un objetivo común.
La génesis del proyecto nace de la inquietud del maestro por el desconocimiento generalizado que
presentan los y las estudiantes frente a las músicas tradicionales de Colombia y Latinoamérica, y las
marcadas preferencias hacia géneros y estilos impuestos por las industrias culturales y los medios
masivos de comunicación. Este problema se transforma en una oportunidad para poder mostrar a
los estudiantes, músicas de su país y que desafortunadamente no conocen ni escuchan. A partir de
acá la premisa era sencilla “conocer la música de nuestro país más allá de la radio” y con este
pretexto crear un espectáculo musical, heterogéneo basado en la cooperación con el otro. Así que
al mejor estilo de una orquesta “clásica” y un coro académico, cada persona tuviera un papel
importante en el montaje y entendiera que sin el otro su trabajo no iba a tener los resultados que
esperaba. Clase a clase los estudiantes se enfrentan a dificultades propias que se tenían que asumir
y resolver in situ, mientras los demás presionaban o apoyaban, se frustraron o con alegría
celebraban lo que el otro conseguía con esfuerzo. Y cuando el montaje tanto vocal como instrumental
estuviera avanzado en un nivel, encontrarse con otro de diferente edad y crear una “sociedad” más
grande con un objetivo común y muchos individuos trabajando para la muestra, que a la larga era
solo un pretexto más para que los estudiantes se esforzaran por hacer las cosas de la mejor manera.
Esta vivencia sigue creciendo y nutriéndose de experiencias e inquietudes que los mismos
estudiantes han manifestado a lo largo del proceso y buscando que día a día sea más significativa
para la escuela, el maestro y todos los niños y niñas que hacen parte de éstas.

Cristian Sánchez
Docente de música
Maestro que al llegar a la escuela nos muestra que la academia y lo anecdótico de su quehacer es
una mezcla de lo formal y lo informal.

IV
LA CREACION HECHA TEJIDO
Todo estaba oscuro no había sol, ni luna, ni gente, ni animales solo estaba el mar en todas partes
sobre la madre …
El pensamiento y la memoria de nuestros ancestros es importante, en él está el recuerdo de la
esencia del ser, allí donde se plasmó el primer tejido para vestir al ser humano y con el tiempo fue
el tejido la parte más importante, ya que en él se guardó la memoria de lo vivido y por vivir.

En nuestra escuela pedagógica experimental se despierta a través del tejido la memoria y las re
cobranzas, cada uno de los miembros de la escuela, pequeños y jóvenes que con su curiosidad de
descubrir su creatividad los ha llevado a despertar su interés por acrecentar su conocimiento en el
arte ancestral y artesano; el arte ancestral, indígena y campesino se viene mostrando como la
alternativa o re cobranza sin decir que es arte ,sino que los jóvenes van desarrollando el ser-arte
de construir con sus manos y pensamientos, con estas experiencias se ha venido logrando e
identificando los aspectos esenciales de las culturas indígenas y campesinas que se mantienen y
de aquellas que han tenido cambios pero se pueden recuperar desde el reconocimiento del
territorio y su entorno social y cultural. Los niños y jóvenes ven la importancia del tejido ya que allí
pueden plasmar su sentir y pensar para transformarlo en su propia historia que contaran en el
tejido elaborado; los niños en su gusto de moldear el barro han descubierto lo grato que es llenarse
de barro con verdadero sentido y alegrarse de sus propias creaciones, esta es la escuela que ellos
aman y la ven como su segunda casa donde pueden expresar su sentir sin impedimentos
reconociéndose a sí mismos.
Edgar Alfonso Vanegas
Docente de artesanías
Maestro que hila sueños y pensamientos desde sus ancestros. Grande prestidigitador de un tejido,
una construcción de anécdotas; pero sobre todo un auténtico ser humano que cabalga lo
pedagógico como una aventura.

V
DANZADO AL RITMO DE LA PEDAGOGÍA

Llego a la Escuela Pedagógica Experimental a enseñar danzas folclóricas tradicionales, llego con
muchas expectativas, con una maleta llena de experiencias, de viajes, de giras, con un título de reina
Nacional del Currulao, conocimientos que seguramente los van a descrestar y a apasionar para
seguir mi legado. Llego a clase con mi música folclórica, con mi amado Currulao, una Carranga y
Torbellinos. ¿Pero qué? no les gusta, ni siquiera se pusieron de pie, unos me miraban, otros
murmuraban, otros se reían y lentamente se salían de clase.

Esto se me convirtió en un choque, en flor de un día, porque ya no querían volver a mi espacio, “que
pereza”, “esa música de viejitos”, “eso está pasado de moda” comentaban los pocos niños en clase,
mientras en mi crecían sentimientos de frustración, de impotencia, de pena y un gran
cuestionamiento, ¿qué voy hacer? No les gusta bailar, ¿En realidad no les gusta bailar?... Poco a
poco le fui encontrando respuesta a mi cuestionamiento, si les gusta bailar, pero no folclor tradicional,
entonces ¿Qué les gusta?, les deben gustar solo los ritmos populares del momento, espero no les
guste la música con letra vulgar, a mí eso no me gusta, además es monorrítmica y ¿qué se puede
crear con eso?

Tristemente acepte que los chicos solo estaban conectados con el Reggaetón, el Pop y la música
Electrónica, esto me hacía doler la cabeza, yo los quería ver bailando un Bambuco, una Guabina o
un Pasillo y así fueron transcurriendo mis clases entre imposición, desacuerdos, malas caras y
discusiones. Hasta que llegó esa clase en la que los chicos me dicen: profe y ¿por qué no cedes?
Hagamos hoy una clase diferente, hagamos hoy nuestra clase, ¿Nuestra clase?, Pero yo estaba
segura que la clase estaba siendo de todos, pero me di cuenta que hasta el momento solo estaba
siendo mi clase, una clase donde se hacía lo que yo creía que era danza, una clase donde yo era la
única que podía disfrutar.

Entonces fue de esa manera como me di cuenta que no podía imponerme, que ellos tenían un
concepto de la danza distinto al mío, pero igual de respetable, era la danza de su generación y
también valía como folclor, ya que el folclor son las costumbres de un pueblo, de su pueblo en este
momento, en su realidad. Entonces mi visión cambia y empiezo a darme la oportunidad de conocer
el Reggaetón y toda esta cultura que hasta el momento me parecía banal y grotesca, a
documentarme sobre los autores y las canciones de moda, de ahora en adelante las clases las
llenábamos de bailes populares, movimientos pélvicos y sensuales, nada alejados a los movimientos
ampliamente perfeccionados en danzas como el Mapalé y danzas de raíces africanas, de esta forma
empezamos a descubrir que el cuerpo es uno solo y que desde esta modernidad las herramientas
adquiridas podían alimentar y aportar al proceso de trabajo que apenas iniciaba.

Poco a poco se empezaron a realizar frases coreográficas, que aunque las trabajábamos a ritmo de
Reggaetón, nos funcionaban perfectamente con ritmos folclóricos y así inició el acondicionamiento
físico, se amplió la memoria corporal y además entablamos acuerdos en los cuales variamos los
ritmos que interpretamos en la clase, se usaban los ritmos modernos populares y en parte los ritmos
del folclor tradicional, ejercicio que nos sorprendió, puesto que apreciamos que a nuestro cuerpo se
le facilitaba interiorizar los ritmos, ya reconocíamos el espacio, nos desplazábamos fácilmente, ya
nos sabíamos ubicar, la derecha y la izquierda se reconocían fácilmente, podíamos mover los brazos
y el tronco en una dirección diferente a los pies, ya estábamos disociando nuestro cuerpo, trabajar
en equipo se volvió un placer, cada uno tenía una función y alimentaba el trabajo de los demás.

De repente empezaron a surgir preguntas como, ¿porque en la danza folclórica se visten así?,
¿porque usan gorros y trapos en la cabeza? Otros se ponen ruana y zapatos de cabuya, pero otros
están muy descubiertos, ¿no les da frio?, preguntas que nunca nos llegarían con el Reggaetón,
porque así se visten todos los días y ahí iniciamos a adentrarnos en este maravilloso mundo de
tradición y costumbres, de sombreros, turbantes, ruana y alpargatas, las preguntas nos llevaron a
explorar y entender cómo se visten en cada región, que dichos y arengas acompañan nuestra danza,
en que danzas se exalta el laboreo o el enamoramiento, que hay danzas festivas, que hay danzas
rituales y que cada cultura puede contar su historia expresándose con el cuerpo.

En ese momento emprendimos un camino para vivir el folclor desde nuestra propia necesidad, a vivir
una Cumbia desde nuestra realidad, a entender que somos chicos de ciudad que jamás hemos vivido
el laboreo, el carnaval de pueblo o la esclavitud y aunque en nuestra sangre haya un mestizaje,
jamás hemos vivido como indios, negros o mestizos, nunca hemos tenido que andar descalzos por
la vida y las bebidas artesanales tampoco las hemos probado, entonces desde esa realidad, la
Colombia que vivimos, tan alejada del folclor tradicional, empezamos a recrearla desde nuestra
cotidianidad, desde los apartamentos y centros comerciales, a intentar elaborar nuestros propios
vestuarios, a conseguir fibras o materiales parecidos, a conseguir anacos, chumbes y a envolvernos
en ellos, pero se nos caían, nuevamente nos cuestionamos ¿cómo pueden vestirse así?, pero
también a reconocer, conocer y a valorar a todas culturas, que a pesar de estar tan alejadas de
nuestra realidad, hacen parte de nuestra historia y alimentan lo que somos en nuestra identidad
colombiana.

Actualmente todo el esfuerzo rinde sus frutos, la escuela cuenta con un grupo de trece chicos que
forman parte del elenco representativo de danza folclórica, los cuales realizaron sus primeras
puestas en escena al interior de la institución, de esta forma ampliaron su confianza y las
expectativas respecto a esta forma de arte y han tenido la oportunidad de participar en diferentes
eventos como Inter-colegiados, talleres y encuentros, donde pudieron apreciar el trabajo de otros
chicos de la misma edad, ver los montajes de distintos colegios y y casas de la cultura. En estas
instancias nos hemos sentidos gratificados puesto que reconocemos el arduo trabajo proveniente
de lugares inesperados, pero también distinguimos que como grupo estamos destacando una nueva
mirada y propuesta de representación del folclor por medio de la danza y la expresión corporal de la
mano de la pedagogía EPE.

Finalmente reconocemos que este es un camino en el cual aún nos falta mucho por recorrer, pero
hoy en día más y más personas se suman a él, en la escuela se desarrollan distintos proyectos en
los diferentes ciclos donde se fortalece la danza tradicional y el folclor desde una visión individual
del reconocimiento de quienes somos.

Sandra Liliana Santamaría Cuellar


Docente de Danza
Su experiencia de vida imprime en la danza lo tradicional y lo ritual, por ello la pasión en lo que
cree se percibe en cada uno de sus estudiantes.

VI
“La plástica y el espiral de la vida”
En medio de varios años jugando a la academia, en el sentido de nuestra formación artística
(oficio), que da continuidad a la idea de expresar ciertas experiencias de vida desde determinados
conceptos estéticos y la necesidad de integrar ese trabajo a un circuito artístico y por otra parte, lo
económico; en este agitado andar que parece interminable ocurre un encuentro que crea una
interrupción en nuestro ser subjetivo de creación artística para dialogar con otro personaje en
nosotros, “el formador artístico”.
¿Qué es correcto?, ¿cómo se enseñan las artes?, ¿Cómo debe ser un buen estudiante?, ¿Qué es
la disciplina?, ¿Cuáles son los mínimos que se necesitan para dar una clase de artes plásticas?
¿Educación vertical? y cuestionamientos de cómo fue nuestra experiencia de formación como
estudiantes a lo largo de nuestra vida, eran preguntas que parecían tener respuesta hasta que
llegas a ese lugar que llaman EPE, que siempre cuestiona si una educación diferente es posible.
Sin darnos cuenta y con todo el rigor que la ingenuidad implica, nos encontramos en un escenario
donde no existen notas ni exámenes, no hay un manual de convivencia, las relaciones son
horizontales, no te dan unos lineamientos (no hay currículo) de cómo hacer tu clase, donde los
estudiantes tienen la libertad de proponer que desean explorar. Estas pequeñas palabras no
reflejan a la EPE en su totalidad, solo dan cuenta de nuestra necesidad de describir una realidad
inmersa en un aparente caos.
Antes de continuar nuestro relato, es necesario un a priori, ¿Quiénes son los niños de nuestra
comunidad educativa? esto implica reflexionar en torno a realidades socio-económicas y culturales,
sin el ánimo de estigmatizar, para mirar en que agua navegamos.
En una sociedad altamente clasista donde el individuo es catalogado de cero a seis, nuestras
familias hacen parte de los estratos 3 al 5, ¿Qué significa esto? Son estudiantes cuyos padres son
intelectuales, con alto nivel educativo y que sus niveles económicos permiten estas realidades:
familias integradas al mundo globalizado, por lo regular insertas a una sociedad de consumo
desmedido, padres que trabajan mucho para satisfacer esas expectativas de vida.
En este contexto identificamos niños, niñas y adolescentes en cuyo interior está la naturaleza del
explorador, de ser reconocidos, llenos de energía vital latente y activa en una sociedad donde el
sistema con su tecnología, consumo, soledad, egoísmos, individualismos, apatía, inmediatez,
banalidad, sedentarismo, egocentrismo y demás ismos que ya todos conocemos, los van
transformando en esos personajes grises (zombies), abrumados por esta sociedad
contemporánea.

Ya pasando al día a día en el contexto escolar… ¿cómo son las dinámicas de las clases? ¿Cómo
son las relaciones Maestros-estudiantes?
Cada encuentro con aquellos “seres grises” en el espacio de la clase de artes, cuestiona en
nosotros si los seres grises son ellos o nosotros los maestros. Cada día llegan a los salón de
clases llenos de ideas y ganas de inventarse realidades, a veces un poco condicionados por los
consumos, más sin embargo con la capacidad de desligarse de esas influencias para entrar en otro
mundo que genera en ellos un cambio en su forma de ver, pensar y representar el mundo que los
rodea, creando un nuevo entorno integrado por todas sus realidades objetivas y subjetivas, que los
lleva a convertirse en seres críticos, observadores, creativos y sensibles desde el primer instante
que tienen contacto con materiales y herramientas que les permiten plasmar sus ideas e intereses
por medio de formas, colores y texturas diversas.
Durante estos encuentros nosotros como profesores en el mejor de los casos pasamos a
convertirnos en aprendices de la vida, nuestra relación con el arte adquiere nuevos significados, la
pasión por la misma experimenta un sutil y exponencial cambio; este sentir está íntimamente
relacionado a nuestra comprensión de la existencia y nos remite a un fragmento del libro EL
PROFETA del poeta Khalil Gibran:
“…Podéis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéis albergar sus cuerpos, pero no sus almas.
Porque sus almas habitan en la casa del mañana que vosotros no podéis visitar, ni siquiera en
sueños.
Podéis esforzaros en ser como ellos, pero no busquéis el hacerlos como vosotros.
Porque la vida no retrocede ni se entretiene con el ayer…”

Sensibilidad, observación, liberarse de preconcepciones y juicios, nueva pasión por el arte y por la
pedagogía, confiar más en la intuición, recursividad, hábito de escuchar, coherencia en lo que
decimos y hacemos, la capacidad de estarse deconstruyendo y en constante cambio son
aprendizajes que hemos recibido de estos habitantes que llegan cada mañana apasionados
creando a cada instante su presente lleno significados estéticos con el espíritu de constante
transformación.

ROSARIO GAMBOA MUNOZ,


DOCENTES ARTES PLASTICAS
Su visión estética mezclada con la calidad humana, hacen que cada encuentro sea una ceremonia
en familia donde el arte y la vida sean inseparables.
JOAQUIN GARCIA-MAYORCA REYES
DOCENTES ARTES PLASTICAS
El caribe, los vientos, lo espiritual, la espontaneidad del arte es una paleta abierta donde cada
conversación se teje maravillosamente para abrirse en todo lo que llamamos acto pedagógico.

VII
UN CORDERO QUE DIBUJA PRINCIPES
A quienes me enseñaron dentro y fuera de la escuela, que debajo de un sombrero puede
esconderse la fantasía soñada
Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer (Exupery)
I
Recién ahora, que me doy a la tarea de escribir un artículo sobre tres conceptos conocidos como,
Libertad, resistencia y pedagogía artística, caigo en cuenta que a simple vista y en sus definiciones
no parecen tan amigos, pero escarbando en el ejercicio inherente de las reflexiones inherente al
contexto de la Escuela Pedagógica Experimental, me termino convenciendo que son semejantes a
dos viejos amigos que conversan en la banca de un parque.

¿Cómo puede enseñarse artes, independiente si es innovación académica o no? Recuerdo que
cuando apenas hacia teatro en el polvorín y calor de una ciudad como Barranquilla, uno de mis
primeros directores me enseñó mediante las siguientes aseveraciones, no solo respecto a la
liberación constante que producen las artes en los seres humanos, sino el verdadero sentido
espiritual que le inyecta a quien se lo permite. A modo de continuidad retrotraigo apartes de esa
conversación:

- Luis: Maestro, he decidido dejar esta tierra y todo cuanto me ata a ella para irme a estudiar
teatro en Bogotá.
- Director: Eso está bien ¿Y ya se empacó?
- Luis: ¿Cómo?
- Director: Quiero decir que si no sabe lo que va a buscar allá o en otro lado, jamás lo
encontrará por mucho que viaje.
- Luis: Quiero ser actor y eso basta…
- Director: Mijo eso puede lograrlo aquí o en otro lado, si comprende que el arte está en todos
lados, pero sin disciplinas fanáticas y radicalismo. Recuerde, el teatro es como cuando uno
va a un súper/mercado, escoge lo que busca, o le sirve y deja a un lado y con todo el respeto
lo que no necesita, precisamente para que a quien le sirva pueda comprarlo como usted
previamente hizo con sus necesidades.
- ¿Realmente qué me quiere decir?
- Fácil, siempre va a aparecer en tu camino algún aventurero con ínfulas de sabelotodo, que
por haberse leído medio libro de actuación y recitar de memoria fórmulas o manuales de
transformación te aseguraran que te harán el mejor artista de todo el mundo. Huye de todo
fanatismo representado en doctrinas, religiones, Movimientos defensores de causas
perdidas; también de Organizaciones culturales políticas que aseguran cambiar el mundo
como por arte de magia, y hasta de artistas alcohólicos anónimos en etapa de rehabilitación,
porque no hay nada que le haga más daño a un aprendiz y profesional de cualquier arte y
otras disciplinas, que interpretar la realidad desde un punto de vista lejano a la estética, la
libertad y su propia verdad. Eso en este país es más peligroso que el conflicto armado. Cree
intensamente en la verdad del arte que es el amor, pero por supuesto duda de todo hombre
que se desvía de esto y al mismo tiempo desconfía en el mejor sentido del término del
hombre; es más desde ya empieza a desconfiar de mí.

Esa conversación la he llevado presente en cada momento de mi vida, porque con ella no solo
comprobé que el arte, más que cualquier otra disciplina requiere un marco de búsqueda constante,
un alimento profundo de la creatividad, fantasía y la osadía irreverente de creerse e inculcar a quien
me escucha que hay que invertir el binomio Realidad----Arte (Fantasía interpretación). Siempre nos
enseñaron y eso no los siguen haciendo creer que el arte es: “Algo que copia la realidad”, “Un juego
que no da más que un rato de diversión”, “Una experiencia donde hasta se exorcizan demonios, pero
que realmente el auténtico bienestar se encuentra en el equilibrio socio/económico”, “Etc.”

Considerando el panorama anterior, podríamos preguntarnos entonces ¿Para qué las artes en la
educación? Enseguida pondría de escudo argumentativo la siguiente aseveración de Effland: “La
función de las artes a través de la historia cultural humana ha sido y continúa siendo una tarea de
construcción de la realidad o representación del mundo, que puede inspirar a los seres humanos
para comprender mejor el presente y crear alternativas de futuro. Las construcciones sociales que
encontramos en las artes contienen representaciones de estas realidades sociales, que contribuyen
a la comprensión del paisaje social y cultural en el que habita cada individuo” (Effland, 2014, pág.
229). Nada más cierto que lo anterior, un pueblo sin arte está condenado a divagar en la amnesia
de sus barbaries y ello lo contemplamos cada día en nuestro ámbito socio/cultural: trágica repetición
de hecatombes en nuestro contexto, debido a débiles aproximaciones a lo sensible, mínimo aprecio
a la vida, desde valores fundamentales como el amor, el respeto, la justicia, la verdad, etc. afirmaba
anteriormente que se debía cambiar el orden realidad---Arte, por Arte----Realidad, para como dice
Effland inspirar mejor la cotidianidad y con ello generar nobles y auténticas alternativas de futuro
(Porque no, tal vez las artes sean la única estrategia para preservar la vida humana en medio de
tanto incordio). Diré entonces que el arte no necesita ser enseñado en un ámbito como el de la
escuela y cualquier otro contexto, ya que como el aire que respiramos, es libre, necesario, vital y
elemental de digerir, por ello, únicamente se requiere la convicción y la actitud lúdica suficiente para
vivirlo en el marco de una clase (Apenas hora y media), para que así pueda trascender y desbordarse
en cada ámbito de la cotidianidad. Soy de los que cree que si bien el arte no debe enseñarse
(Formulismos), sino vivenciarlo, entonces la alternativa sería propiciar, ahí sí como semejante a la
e.p.e. ámbitos o clases donde se combine la formalidad de inscribir cada grupo académico, al menos
un par de horas semanales, con el propósito de sensibilizar y aportar en la estructura psico/social
del participante en el colectivo. Desde ahí las estrategias podrían ser múltiples en el experienciarlo,
conforme a las intenciones que el binomio Docente-Estudiante considere.
II
¿Qué entendemos como libertad, y como se practica o pregona está en un contexto de innovación
educativa como la e.p.e.? O mejor, en la escuela ¿De que buscamos liberarnos y como fracasamos
y/o lo logramos en el intento diario?

Por esa enfermedad que me inculcó mi director de teatro en el capítulo I, y con el sello de un buen
patriota colombiano, me acostumbré a dudar de todo, más si la cosa era buena. Tras haber padecido
la educación básica y media en cárceles mal llamadas instituciones, a la verdad no me creía tan
bendecido por los azares del destino, entonces, el que ahora Dios y la vida me dieran la oportunidad
de estar en un lugar sin notas, sin sanciones de observadores y clases fundadas, más en procesos
cualitativos que cuantitativos; definitivamente me hacían desconfiar que un modelo educativo como
este pudiera existir, e incluso que uno se hiciera un “Hombre de bien” y pudiera aprender en
semejante bololó (De esa manera se le llama en la costa al desorden). En pocas palabras retrotraigo
un pasaje del Principito de Exupery, uno de mis libros de cabecera, para resumir que en cada rincón
de su contexto, la e.p.e. podrá adolecer o tener muchas fallas en su devenir histórico, pero sí que se
toma muy en serio el cuento de la libertad. Para la muestra el siguiente fragmento que reza lo
siguiente: “…A mí me habría gustado más comenzar esta historia a la manera de los cuentos de
hadas. Me habría gustado decir: "Era una vez un principito que habitaba un planeta apenas más
grande que él y que tenía necesidad de un amigo… Para aquellos que comprenden la vida, esto
hubiera parecido más real”. (Exupery). Este trozo no me certifica sino que los hombres nos
libertamos y redimimos en la confianza de retornar constantemente a nuestros orígenes, a nosotros
mismos y ello solo te lo pueden brindar los mitos, las leyendas y por supuesto las artes, que es la
síntesis, o el más maravilloso pretexto espiritual de la humanidad y para redondear esta idea traeré
a colación un aparte de la película: “El lado oscuro del corazón I: De Eliseo Subiela”; un pasaje del
poeta con aquella prostituta que leía poemas de Benedetti. Estando los dos a punto de ir al lecho, el
escritor descubre y se sorprende que ella guarde como el más caro tesoro de su vida agobiada por
la dictadura, un libro de poemas escogidos (Como si por ejercer la profesión no fuera digna del
olimpo poético). Palabras más o menos se dijeron, pero lo que ella sintetizó para justificarle al amante
que se liberaba de toda opresión, es que alguien que leyera poesía no podía ser un mal tipo.
Entré a la e.p.e. como docente, pero rápidamente me rehíce en el espíritu de cualquier estudiante,
comprendiendo que si bien debía y debo ser un facilitador, o alguien cuyo objetivo es motivar a la
reflexión constante en ejes de la convivencia, e interiorización de valores, sobre todo y como lo
manifestaba anteriormente: Tenia que vivenciar el binomio Arte-Realidad, en vez de Realidad arte,
como tristemente tuve que ejercitarlo en otras instituciones docentes donde me gané la vida en el
pasado. Ciertamente y respecto a nuestro rol docente de romper cadenas, en otros contextos y aún
en la e.p.e. seguimos estando en desventaja en un país en el que día a día me pregunto lo siguiente,
¿Cómo le doy a alguien de lo que adolezco o no me han dado en mi vida? ¿Para qué y porqué la
educación en el ser humano? ¿Qué representa ser docente en un país como el nuestro? ¿Es real la
educación, o apenas resulta un mero invento de adoctrinamiento al mejor postor? ¿Es la educación
y como la conocemos, lo más sospechoso y lejano a los nobles propósitos de libertad de una
persona? Tal vez y siendo sincero, la e.p.e. y uno que otro escaso contexto pedagógico persiga
molinos de vientos en el mundo; a lo mejor ello sea únicamente la cuota inicial para compartir y
aplaudir a un estudiante que no piensa como uno (Triste error de la educación en términos
generales), sino que como lo decía Dino Segura en una de sus espontaneas ocurrencias: “Lo mejor
que tiene el estudiante de la e.p.e. es que no se deja enseñar”. En esa dirección, tal vez lo que
nuestro director quiso afirmar es que deberíamos clamar siempre por una educación auténticamente
horizontal, de menos protagonismo y autoritarismo de un docente con ínfulas de docto o sabelotodo
en cualquier área del saber; porque mejor no clamar por un facilitador auténtico y no un pedagogo
fundamentalista, alguien a quien le importe menos la vanidad de saciar su ego, demostrando que
sabe y conoce las medidas del universo y las profundidades del mar, pero que en el fondo, las
dinámicas de su hacer pedagógico con sus estudiantes, tristemente no le enseña a salvarse con y
en ellos, al momento de cruzar un semáforo en verde, conquistar a la joven o el joven amado; etc.
Jean Piaget en su libro de Psicología y pedagogía afirmaba que mientras muchos profesionales,
como: Un abogado, Medico, Ingeniero y hasta profesor universitario posee un status digno, el
educador o maestro de escuela ni siquiera ha alcanzado ese peldaño normal al que debería tener
derecho en la escala de valores intelectuales, debido a que no es considerado por los demás y a
veces ni siquiera por sí mismo como un especialista (Técnicas- Creación científica), sino como un
simple transmisor de un saber al alcance de todo el mundo. Personalmente me gusta lo que sigue
en el escrito de Piaget y no sé si será por falta de aspiraciones, o debido a que si alguien brinda sin
esperar nada a cambio es el que oficia auténticamente de docente. Cuando el escrito manifiesta lo
siguiente: El docente es un simple transmisor de un saber al alcance de todo el mundo, alguien que
enseña lo que se espera de él, ya que está en posesión de una cultura general elemental y de
algunas recetas aprendidas que le permiten transmitirlas en el espíritu del estudiante (Ver Capitulo
1 de Psicología y educación de Piaget) reconforta que ese carácter desprendido, apasionado,
insistente y sincero pueda hallarse en la mayoría de docentes de la e.p.e. Interrogo entonces ¿Qué
más libertad que la de buscar hacerse libre en el ejercicio cotidiano e informal con sus estudiantes?
No es fácil, se es consciente de ello y aunque no sea muy del gusto personal la palabra resistencia,
o liberación, debo reconocer que en el día a día es una constante de ambos, porque los estereotipos
culturales ante un modelo educativo donde la construcción de sujetos y conocimientos depende en
gran manera de cada uno y no de mesianismos o formulas pre/fabricadas de informaciones
novedosas; constituye un gran síntoma de sospecha; es decir, una escuela como la e.p.e. genera
dudas de principio a fin (Comienzo: Así no se educa a nadie, Fin: ¿Cómo se puede forjar un buen
tipo si no se le dice todo el tiempo lo que debe hacer?). Claramente un modelo educativo como el
de la escuela es una trinchera desde la cual hay que reinventarse en el cotidiano de la historia, ya
que si bien cada chico que asimila y re-significa el proyecto es un testimonio desde el derecho a la
desobediencia, traducida ella en tener criterio y posibilidad de cuestionar lo que le rodea y tomar
decisiones donde él está vinculado; también es cierto que más de un padre, familia, cultura, etc. es
un obstáculo que saltar en esa sensibilización de construcción de conocimiento versus
memorización/adoctrinamiento, ya que estos, por factores histórico/culturales, temores y otros
ingredientes pugnan por enladrillar al estudiante desde un manual absolutamente diagramado donde
no asoman por ningún lado en esa construcción de ciudadanía, la contingencia, lo lúdico, la felicidad
y el ocio (Pregunta: ¿De qué es útil entonces un ser humano con gran manejo de información, si ni
siquiera se le enseña la manera de generar estrategias para la felicidad?).
III
¿Para dónde vamos entonces con nuestras prácticas en el ejercicio de curtir seres libres, no solo
desde una perspectiva estética, sino desde un ámbito donde el derecho a la singularidad de hacerse
y rehacerse en el otro sea lo más importante? Dura pero importante tarea, que sin lugar dudas han
de faltarle algunos aciertos y sobrarle un par de fracasos. Sin lugar dudas, además de procurar
invertirse el orden en el binomio realidad/arte, se debe como nos enseñaba Freire en sus reflexiones
respecto a la dialogicidad (Esencia de la educación como práctica de la libertad) expandir las
convicciones de que lo trasegado históricamente por los protagonistas de esta historia en la e.p.e.
(No solamente ex/estudiantes y ex/docentes, sino demás personas que pasaron por la escuela y
escribieron mucho o poco en el libro de la institución); no fue en vano, sino que constituye la cuota
inicial para insistir por esa senda de preparar constante, abierta y sin mesianismos a cada docente;
con el firme propósito de que esa consonancia se haga paulatinamente más significativa en sus
prácticas. Que oportuno fue Freire cuando afirmó que el ser humano no puede ser mudo, silencioso,
ni nutrido de palabrerías falsas, sino verdaderas, con las cuales y solo con ellas podrá transformar
el mundo, pronunciarlo (Retorna problematizado a quien lo pronuncia, exigiendo un nuevo
pronunciamiento), transformarlo, porque los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra,
en el trabajo, en la acción y por ende en la reflexión (Ver Capitulo III: Pedagogía del oprimido de
Paulo Freire).

Definitivamente nuestras prácticas deben seguir fortaleciendo desde ese elástico destino, para que
nosotros y así nuestros estudiantes ganemos pequeñas y grandes batallas en el día a día; ya sea
en el ámbito del consumo de tecnología, psico/activos, estereotipos, etc. o en ese avatar donde sea
consiente que en su mundo histórico debe vivir, pero ello no ha de ser obstáculo para reinterpretarlo
y tomar decisiones consientes y responsable consigo mismo e indirectamente con el universo que
le rodea; en pocas palabras, un ser más intuitivo en la manera de explotar el conocimiento…Un
estudiante que como el principito ante todos los preconcebidos corderos que le dibujó el piloto, y que
ya no le provocaban fantasía, vértigo y juego; prefiera más bien regocijarse ante el misterio de
imaginárselos, aunque supuestamente estén encerrados en una caja, porque cuando el misterio es
demasiado impresionante, es imposible desobedecer.

BIBLIOGRAFIA
● EL PRINCIPITO: Exupery
● EDUCACIÓN ARTÍSTICA, CULTURA Y CIUDADANÍA: Compiladores: Lucina Jiménez,
Imanol Aguirre, Lucia G. Pimentel
● PELICULA: “EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN I”: Director: Eliseo Subiela
● PSICOLOGIA Y PEDAGOGÍA: Jean Piaget
● PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO: Paulo Freire

LUIS MOLINA
Docente Expresión Corporal
Marimonda formal, sería e introvertida que vive el mundo de las letras y el movimiento.

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