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FALLO Biscione, Perla – Casa de comidas

Hechos. La actora tomaba café en la confitería demandada. Llegaron asaltantes


para asaltar el comercio y resultó lesionada por ellos. Demandó por estimar que
no se le proporcionó el servicio de seguridad, con lo cual se vulneró el principio de
la buena fe, pues ese servicio se encuentra tácitamente inserto en los contratos.

Primera instancia. Se rechazó la demanda, por considerar configurado el caso


fortuito.

Cámara de apelaciones en lo Civil. Año 2006.

Voto en minoría. Por coincidir con los argumentos de la actora: deber de


seguridad incluido en los contratos y ser de naturaleza contractual el servicio de
confitería, propone aceptar la demanda.

Decisión mayoritaria. Se rechaza la demanda (con costas) por estimar que la


obligación de seguridad es un deber indelegable del Estado y no puede ser
transferido al dueño del local, obligándoselo a proveer seguridad privada. También
consideró la actitud de la víctima, pues con su accionar resistivo contribuyó a su
propio daño.

Con el nuevo Código Civil y Comercial se habría decidido como lo propuso la


minoría: se tiende a la responsabilidad objetiva. Y la relación entre la demandada
y la demandante sería considerada una relación de consumo:

Art. 961 CCC: Buena fe. Los contratos deben celebrarse, interpretarse y
ejecutarse de buena fe. Obligan no sólo a lo que está formalmente expresado,
sino a todas las consecuencias que puedan considerarse comprendidas en ellos,
con los alcances en que razonablemente se habría obligado un contratante
cuidadoso y previsor.

Art. 1094 CCC: Las normas que regulan las relaciones de consumo deben ser
aplicadas e interpretadas conforme con el principio de protección del consumidor y
el de acceso al consumo sustentable.
FALLO Zoppi con Medicus.

Hechos. La actora se había atrasado dos cuotas consecutivas en el pago.


Aplicando el contrato, Medicus notificó por carta documento su voluntad de
rescindirlo. La actora alegó no haberla recibido e intentó regularizar sus pagos, lo
que Medicus rechazó. Medicus no logró probar la recepción de la carta por la
demandante a través del correo OCA.

Primera instancia. Se aceptó la demanda, por considerar que a pesar de la


validez del pacto comisorio expreso inserto en el contrato, Medicus no había
aplicado correctamente el contrato, al no haber podido demostrar que
efectivamente la actora recibió la notificación. La demandada apeló.

Cámara de apelaciones en lo Civil. Año 2006.

Voto por unanimidad. Por tratarse de un contrato por adhesión, en el cual en


caso de duda debe ser interpretado a favor del consumidor, se confirma el fallo de
primera instancia.

Con el nuevo Código Civil y Comercial se habría decidido en igual sentido, por
igual motivo. Estaría reforzada la argumentación por la configuración explícita del
abuso del derecho.

Art. 10 CCC: Abuso del derecho. El ejercicio regular de un derecho propio o el


cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que
contraría los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos
por la buena fe, la moral y las buenas costumbres.

Arts. 1086 al 1088 CCC: Consagra la cláusula resolutoria en los contratos,


expresa o implícita, exigiendo para su aplicación la notificación fehaciente al
deudor para constituirlo en mora.
FALLO Bertoia con Federico.

Hechos. Bertoia –actor– dijo que prestó su lancha a Federico en perfecto estado
de funcionamiento porque éste deseaba adquirirla en operación a concretar. En la
prueba se rompió el motor, por lo cual Federico la llevó al taller; cuando se enteró
del costo de la reparación, se desentendió del tema. La demanda fue por daños y
perjuicios.

Federico –demandado– adujo que se trataba de un vicio no imputable a él o bien


caso fortuito (haber embestido algún obstáculo oculto); y que, pensando que se
trataba de un problema menor, ofreció pagar la mitad del arreglo.

Primera instancia.

No se dispone del fallo. Parece haber sido rechazada la demanda, pues sigue
llamándose actor a Bertoia.

Cámara de apelaciones en lo Civil. Año 1992.

Voto por unanimidad. A pesar de haber sido estructurada la demanda por


responsabilidad extracontractual (no existía contrato ni precontrato firmados), el
tribunal de alzada –fundado en el principio iura novit curia– reencuadró el caso en
la responsabilidad precontractual. Aceptó la demanda y condenó al demandado a
abonar al actor los perjuicios ocasionados por su accionar falto de diligencia.
Recalcó que Federico no podía negar su responsabilidad luego de haber intentado
disminuirla mediante su ofrecimiento de abonar la mitad de la reparación, pues
venire contra factum proprium non valet (doctrina de los actos propios).

Con el nuevo Código Civil y Comercial se habría decidido en igual sentido, por
aplicación del:

Art. 991 CCC: Durante las tratativas preliminares, y aunque no se haya formulado
una oferta, las partes deben obrar de buena fe para no frustrarlas
injustificadamente. El incumplimiento de este deber genera la responsabilidad de
resarcir el daño que sufra el afectado por haber confiado, sin su culpa, en la
celebración del contrato.
FALLO Mussa con Ideas del Sur.

Hechos. La actora había ganado un concurso en un programa televisivo de


Marcelo Tinelli y además existió la promesa ante cámaras de éste, acerca de la
participación de la ganadora en el Show de Video Match del año siguiente. Como
tal participación no se concretó, Mussa interpuso demanda por gastos, lucro
cesante, pérdida de chance y daño moral.

Primera instancia.

Se desestimaron los reclamos por gastos y pérdida de chance; se aceptaron los


de lucro cesante y daño moral.

La actora apeló por haber sido desestimados los rubros gastos y pérdida de
chance; y por considerar exiguos los montos asignados a lucro cesante y daño
moral; además, por la fecha desde la cual se computarían los intereses.

La demandada apeló por la responsabilidad atribuida y por lo excesivo de los


montos asignados a lucro cesante y daño moral.

Cámara de apelaciones en lo Civil. Año 2007.

Voto por unanimidad. Se encuadró el caso en la responsabilidad precontractual,


por haber existido una promesa de trabajo. Se confirmó la sentencia parcialmente:
coincidió en rechazar los rubros gastos y pérdida de chance; se rechazó el
previamente admitido lucro cesante (pues resultó similar a la pérdida de chance,
dada la imprecisión cuantitativa de la promesa de trabajo); y se aceptó el daño
moral (aunque reduciendo su monto).

Con el nuevo Código Civil y Comercial se habría decidido en igual sentido, por
aplicación del:

Art. 991 CCC: Durante las tratativas preliminares, y aunque no se haya formulado
una oferta, las partes deben obrar de buena fe para no frustrarlas
injustificadamente. El incumplimiento de este deber genera la responsabilidad de
resarcir el daño que sufra el afectado por haber confiado, sin su culpa, en la
celebración del contrato.
FALLO Boragno con Dragoun.

Hechos. Boragno demandó por daños y perjuicios derivados de incumplimiento


contractual a los hermanos Dragoun, propietarios del establecimiento educativo
que le había expedido el título, sin haberle informado su falta de validez oficial.

Primera instancia.

Se rechazó la demanda por entender la jueza de grado que no hubo


incumplimiento contractual que justificara la demanda.

Cámara de apelaciones en lo Civil de La Matanza, Sala Primera (Dr. Posca).


Año 2004.

Voto por unanimidad. El tribunal de alzada –fundado en el principio iura novit


curia– reencuadró el caso en la relación de consumo, decidiendo por aplicación de
la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor. Su Art. 8 expresa que la publicidad
integra el contrato.

A diferencia de la jueza de grado, que consideró no probada por el actor la falta de


información, el tribunal de alzada consideró que debería haber sido aplicado el
principio de la carga dinámica de la prueba, siendo los demandados los que
habrían debido probar que la información existió, fue clara y oportuna.

Desestimó el rubro daño emergente reclamado, pero aprobó y asignó lo


correspondiente a daño moral.

Con el nuevo Código Civil y Comercial se habría decidido en igual sentido, por
aplicación de los:

Art. 1000 CCC: El proveedor está obligado a suministrar información al,


consumidor en forma cierta y detallada, respecto de todo lo relacionado con las
características esenciales de los bienes y servicios que provee, las condiciones de
su comercialización y toda otra circunstancia relevante para el contrato. La
información debe ser siempre gratuita para el consumidor y proporcionada con la
claridad necesaria que permita su comprensión.

Art. 1103 CCC: Las precisiones formuladas en la publicidad o en anuncios,


prospectos, circulares u otros medios de difusión se tienen por incluidas en el
contrato con el consumidor y obligan al oferente.
FALLO ODC (donación, divorcio).

Hechos. En una audiencia del juicio de divorcio, los cónyuges decidieron donar el
único inmueble del matrimonio a sus hijos menores. La madre, en su carácter de
representante legal, aceptó la donación, reservándose para la madre el usufructo
en vida. Luego de siete años, el padre solicitó la revocación de la donación, en
virtud de la mora en escriturar.

Primera instancia.

Se aceptó la demanda, anulándose la donación. La madre, como representante


legal de los hijos menores, apeló la decisión.

Cámara de apelaciones en lo Civil. Año 2005.

Voto por unanimidad. En un fallo contrario al derecho vigente, el tribunal de


alzada revocó el fallo y desestimó el pedido de revocación de la donación.

No se aplicaron los Arts. 1810 y 1811 del Código de Vélez, que establecen que las
donaciones de bienes inmuebles deben ser hechas ante escribano público, bajo
pena de nulidad. Y que deben ser aceptadas por el donatario en la misma
escritura; si estuviese ausente, por otra escritura de aceptación.

Con el nuevo Código Civil y Comercial se habría llegado –igual que si se hubiera
aplicado correctamente el de Vélez– a la decisión del juez de primera instancia.
Habría sido de aplicación:

Art. 1552 CCC: Deben ser hechas en escritura pública, bajo pena de nulidad, las
donaciones de cosas inmuebles, las de cosas muebles registrables y las de
prestaciones periódicas o vitalicias.
FALLO Scandar (cesión derechos hereditarios – partición hereditaria).

Hechos.

Scandar –hijo de un hombre fallecido– había cedido a la viuda de su padre (unida


a éste en un matrimonio posterior) sus derechos hereditarios sobre un automóvil
del causante, único bien del occiso, a cambio de una suma de dinero. La
cesionaria solicitó la homologación judicial del acuerdo.

Primera instancia.

Se rechazó el pedido, basándose en que la cesión de derechos hereditarios


requería escritura pública (Art. 1184 del Código de Vélez). La cesionaria apeló.

Cámara de apelaciones en lo Civil de La Matanza, Sala Primera (Dr. Posca).


Año 2002.

Voto por unanimidad. Se reencuadró el caso en el de partición privada de


herencia, por tratarse de un solo bien, concreto y determinado. Este instituto no
requiere escritura pública, por lo cual se revocó la decisión de primera instancia y
decidió se convoque a las partes a ratificar su acuerdo para la homologación
judicial.

Con el nuevo Código Civil y Comercial sería de aplicación el:

Art. 2369 CCC: Partición privada. Si todos los copartícipes están presentes y son
plenamente capaces, la partición puede hacerse en la forma y por el acto que por
unanimidad juzguen convenientes. La partición puede ser total o parcial.
FALLO Mordasewicz (cobro de pesos).

Hechos. Mordasewicz demandó por el cobro de cheques emitidos por Pérez,


parte de los cuales estaban a su orden, otra parte eran al portador y una tercera
parte estaban a la orden de otros y estaban endosados.

Primera instancia. Se rechazó la demanda. Mordasewicz apeló.

Cámara de apelaciones en lo Civil y Comercial de Quilmes. Se revocó el


pronunciamiento e hizo lugar parcialmente a la demanda. Se basó en que el
contrato de mutuo puede concretarse verbalmente (Art. 2246), pero requiere
principio de prueba por escrito (Arts. 1191 y 1193). Consideró a los cheques como
principio de prueba por escrito y les concedió fuerza de prueba plena. Entonces
apeló el demandado, mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley.

Suprema Corte de Provincia de Bs.As. Año 2002.

Voto por unanimidad. Confirma el fallo de Cámara. Aunque critica el criterio de la


Cámara acerca de considerar el principio de prueba por escrito como si fuera
prueba plena, dice que no correspondía a la demandada demostrar que su
obligación de pagar los cheques emitidos a la orden del actor no se debían a su
relación contractual, pues ello significaría invertir la carga de la prueba.

Los cheques presentados por Mordasewicz a su orden y los librados al portador


constituyen principio de prueba por escrito; y sumados a prueba testimonial
aportada, permiten aceptar la existencia del mutuo. Se rechaza el carácter de
principio de prueba por escrito para los cheques endosados.

Con el nuevo Código Civil y Comercial se decidiría en igual sentido. Serían de


aplicación:

Art. 1019 CCC: Los contratos pueden ser probados por todos los medios aptos
para llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana crítica...

Art. 1020 CCC: Los contratos en los cuales la formalidad es requerida a los fines
probatorios pueden ser probados por otros medios, inclusive por testigos, si hay
imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la formalidad o si existe
principio de prueba instrumental, o comienzo de ejecución.
Se considera principio de prueba instrumental cualquier instrumento que emane
de la otra parte, de su causante o de parte interesada en el asunto, que haga
verosímil la existencia del contrato.
FALLO Leone (cobro de pesos).

Hechos. Leone adujo haber prestado u$s 10.000 al demandado Maquieira, el cual
le devolvió u$s 1.000, por lo cual reclamó el pago de los u$s 9.000 restantes. Por
amistad, el préstamo no fue instrumentado por escrito. Para complementar su
demanda, aportó varios mails presuntamente intercambiados, como medio de
prueba instrumental. Maquieira rechazó sus dichos.

Primera instancia. Se rechazó la demanda, por no considerarse probada la


existencia del mutuo. Leone apeló.

Cámara de apelaciones en lo Civil. Año 2005.

Voto por unanimidad. Confirma el fallo de Primera instancia. Aunque acepta la


validez de los medios electrónicos en general como principio de prueba por
escrito, se consideró en este caso como muy frágil la prueba aportada, pues no
fue posible establecer que los mails tuvieran origen efectivamente en el
demandado. En consecuencia, no pudo probarse la existencia del mutuo.

Con el nuevo Código Civil y Comercial se decidiría en igual sentido. Serían de


aplicación:

Art. 1019 CCC: Los contratos pueden ser probados por todos los medios aptos
para llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana crítica...

Art. 1020 CCC: Los contratos en los cuales la formalidad es requerida a los fines
probatorios pueden ser probados por otros medios, inclusive por testigos, si hay
imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la formalidad o si existe
principio de prueba instrumental, o comienzo de ejecución.
Se considera principio de prueba instrumental cualquier instrumento que emane
de la otra parte, de su causante o de parte interesada en el asunto, que haga
verosímil la existencia del contrato.
FALLO Méndez con Perrupato (como seña y a cuenta de precio).

Hechos. Estaba en discusión si haber entregado una suma de dinero bajo la


expresión “como seña y a cuenta de precio” permitía el arrepentimiento para
continuar el contrato (con la penalidad de perder la seña si el arrepentido era el
comprador, o de devolverla doblada si el arrepentido era el vendedor); o bien que
la entrega de esa seña implicaba un principio de ejecución, lo que impedía todo
arrepentimiento y obligaba a continuar con el contrato (o bien responder con la
indemnización de daños y perjuicios por no hacerlo).

Cámara de apelaciones en lo Civil en pleno. Año 1951.

Voto mayoritario.

1) La cláusula “como seña y a cuenta de precio” tiene una doble función


sucesivamente: como señal o arras si el contrato no se cumple y a cuenta
de precio en caso contrario.

2) Si existe plazo para escriturar, ése será el plazo para arrepentirse, siendo
necesaria la constitución en mora.

3) Sin mora extrajudicial, el arrepentimiento puede operar hasta la


contestación de la demanda.

4) El arrepentimiento es procedente siempre que el contrato no haya tenido


principio de ejecución.

Voto en minoría (Podetti). Estima que en la frase “como seña y a cuenta de


precio” la conjunción copulativa “y” denota que no hay oposición entre ambos
miembros de la frase, como podría suceder si se hubiese empleado la conjunción
“o”. En consecuencia, estima que ella implica el convenio de no arrepentirse.

Por lo decidido en el Acuerdo plenario (voto mayoritario) quedó confirmado que en


el Código de Vélez la seña tenía valor penitencial. Y a ello había que sumar que el
arrepentimiento no se podía pactar.

Con el nuevo Código Civil y Comercial serían de aplicación:

Art. 1059 CCC: La entrega de señal o arras se interpreta como confirmatoria del
acto, excepto que las partes convengan la facultad de arrepentirse; en tal caso,
quien entregó la señal la pierde en beneficio de la otra, y quien la recibió, debe
restituirla doblada.

Art. 1060 CCC: Como señal o arras pueden entregarse dinero o cosas muebles. Si
es de la misma especie que lo que debe darse por el contrato, la señal se tiene
como parte de la prestación si el contrato se cumple; pero no si ella es de diferente
especie o si la obligación es de hacer o no hacer.
FALLO Maschio (pacto comisorio – abuso del derecho).

Hechos. Maschio había firmado, como vendedora, un boleto de compraventa de


un lote en Ituzaingó. Por falta de pago de dos cuotas, demandó la resolución del
contrato por aplicación del pacto comisorio inserto en el boleto, con devolución del
terreno, más daños y perjuicios.

Primera instancia. Hizo lugar a la demanda: declaró disuelto el boleto, con


pérdida de las sumas abonadas a cuenta del precio por los demandados, a
quienes conminó a entregar el lote en el término de diez días, bajo apercibimiento
de ser lanzados por la fuerza pública. Impuso las costas a la parte vencida. Ésta
apeló.

Cámara de apelaciones en lo Civil y Comercial de Morón. Año 1997.

Voto por unanimidad. Por los siguientes motivos:

- No haber sido adecuadamente consideradas las pruebas (fotografías y


testimonios) que acreditaban la existencia de construcciones efectuadas
por los demandados en el lote;

- No haberse tenido en cuenta que habían abonado ya el 45% del precio


total;

- El pacto comisorio no puede ser considerado de manera aislada del resto


de las circunstancias del caso;

- La ley veda la procedencia del pacto comisorio cuando el adquirente ha


abonado el 25% del precio o ha realizado construcciones equivalentes al
50% del mismo;

- No cualquier incumplimiento puede poner en funcionamiento el pacto


comisorio, debiendo privilegiarse el principio de conservación del contrato.

Se considera configurado un verdadero abuso del derecho. Se revocó la sentencia


apelada, imponiendo las costas de ambas instancias a la actora Maschio. Ello sin
perjuicio de que obtenga el cumplimiento del pago restante por los demandados.

Con el nuevo Código Civil y Comercial sería de aplicación:

Art. 10 CCC: El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una


obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto. La ley no ampara el
ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines del
ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la
moral y las buenas costumbres. El juez debe ordenar lo necesario para evitar los
efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica abusiva y, si correspondiere,
procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización.
FALLO Ruiz (resolución del contrato de venta de automóvil).

Hechos. Ruiz había firmado, como comprador, el formulario 08 de adquisición de


un automóvil, sin haber realizado la transferencia por falta de dinero. Tiempo
después, el vendedor y su esposa se divorciaron, y ella trabó embargo sobre el
automóvil, que aún estaba registrado a nombre de su esposo. Ruiz la demandó
por daños y perjuicios, solicitando la restitución del precio abonado.

Primera instancia. Rechazó la demanda, por falta de legitimación pasiva de la


demandada: no había sido ella la vendedora, sino su ex esposo. Además, porque
Ruiz no había formulado la opción entre el cumplimiento del contrato y la
resolución, por lo cual el juez decidió mantenerlo.
Ruiz apeló, pidiendo la restitución del precio abonado, lo que indicaba de modo
confuso su opción por la resolución del contrato de compraventa.

Cámara de apelaciones en lo Civil de La Matanza, Sala Primera (Dr. Posca).


Año 2005.

Voto por unanimidad. Para que el contrato de compraventa quede


perfeccionado, se requiere su inscripción en el Registro automotor. Un auto
embargado puede ser inscripto manteniendo su condición, si el comprador lo
acepta; pero no está obligado a aceptarlo. En consecuencia, sólo restaba como
opción la resolución del contrato.

Se confirmó la sentencia de Primera instancia en lo referente a la falta de


legitimación pasiva de la demandada, pero se revocó en la parte que mantenía el
contrato.

Se ordenó la restitución del automóvil y la devolución del precio pagado, con más
sus intereses desde la fecha de notificación de la demanda. Se repartieron las
costas, pues cada parte ganó y perdió algo con la sentencia.

Con el nuevo Código Civil y Comercial sería de aplicación:

Art. 1009 CCC: Los bienes litigiosos, gravados, o sujetos a medidas cautelares,
pueden ser objeto de los contratos, sin perjuicio de los derechos de terceros.
Quien de mala fe contrata sobre esos bienes como si estuviesen libres debe
reparar los daños causados a la otra parte si ésta ha obrado de buena fe.
FALLO Machinandiarena con Telefónica.

Hechos. Machinandiarena se desplazaba en silla de ruedas por una discapacidad


motriz y era usuario de Telefónica. Al concurrir al local de la empresa en Mar del
Plata para formular un reclamo, no pudo acceder al edificio por falta de rampa
para discapacitados. Solicitó se lo ayudara a subir y no se lo concedieron,
sufriendo trato descomedido e indigno. Promovió demanda contra la empresa por
ese motivo, solicitando la aplicación de la multa civil contemplada en la Ley 24.240
de Defensa del Consumidor y daño moral.

Primera instancia. Aceptó la demanda, condenando a la empresa a abonarle


$30.000 por cada uno de ambos rubros reclamados. Telefónica apeló.

Cámara de apelaciones Civil y Comercial de Mar del Plata. Confirmó la


sentencia de Primera instancia. Telefónica interpuso recurso extraordinario por
inaplicabilidad de ley.

Suprema Corte de Provincia de Bs.As. Año 2009.

Voto por unanimidad. Confirmó la sentencia de Cámara. Consideró que fue


correcta la valoración de la prueba aportada por el actor, siendo suficiente para
provocar la íntima convicción de que los hechos sucedieron del modo descripto en
la demanda.

Consideró también acreditado el trato discriminatorio, y fundadas las reparaciones


por daño moral (contemplado en el Art. 1 de la Ley Antidiscriminatoria como
basamento suficiente, sin necesidad de prueba adicional alguna) y la multa civil
(contemplada en el Art. 52 bis de la Ley de Defensa del Consumidor).

Con el nuevo Código Civil y Comercial se llegaría a idéntico resultado, siendo de


aplicación también la Ley de Defensa del Consumidor (aún vigente):

Art. 1098 CCC: Los proveedores deben dar a los consumidores un trato equitativo
y no discriminatorio. No pueden establecer diferencias basadas en pautas
contrarias a la garantía constitucional de igualdad, en especial, la de la
nacionalidad de los consumidores.

Art. 52 bis Ley 24.240: Daño Punitivo. Al proveedor que no cumpla sus
obligaciones legales o contractuales con el consumidor, a instancia del
damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del consumidor, la que se
graduará en función de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso,
independientemente de otras indemnizaciones que correspondan. Cuando más de
un proveedor sea responsable del incumplimiento responderán todos
solidariamente ante el consumidor, sin perjuicio de las acciones de regreso que les
correspondan.
FALLO Valle de Las Leñas (responsabilidad objetiva).

Hechos. Un turista que se hospedaba en un hotel ubicado en un complejo cayó en


un pozo, tapado por la nieve, cerca de la entrada del hotel. El propietario había
dado en concesión la explotación del servicio de hotelería. El accidentado
promovió demanda contra el propietario por daños y perjuicios.

Primera instancia. Aceptó la demanda, condenando al propietario en los términos


del Art. 1113 del Código de Vélez. El propietario apeló, alegando culpa de la
víctima; y además porque consideraba que la responsabilidad era de naturaleza
contractual (entre el turista y el concesionario hotelero)

Cámara de apelaciones en lo Comercial de Mendoza. Año 2009.

Voto por unanimidad. Confirmó la sentencia de Primera instancia. Consideró que


por el principio iura novit curia, el juez tiene libertad para elegir las normas que van
a resolver el caso; y consideró acertada la elección del Art. 1113 (responsabilidad
objetiva del dueño o guardián de la cosa).

Con el nuevo Código Civil y Comercial se llegaría a idéntico resultado, siendo de


aplicación:

Art. 1758 CCC: El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño
causado por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por
terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un provecho
de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue usada en
contra de su voluntad expresa o presunta. En caso de actividad riesgosa o
peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o
por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial.

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