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Garavaglia, “Ejercito y milicia: los campesinos bonaerenses y el peso de las exigencias militares, 1810-60.

Formas de control de la población rioplatense: relevancia de las exigencias militares por guerras de independencia y
civiles. Los campesinos fueron el elemento clave que posibilito la continuidad de la guerra y el avance de la frontera
como soldados.

Introducción:

* Las disposiciones legales que fueron tejiéndose desde el SXVIII.


* El ciclo de la expansión de la frontera (conquista al desierto).
* Las condiciones estructurales de producción de la campaña.
→​ Determinaron las diversas formas de control de la población.

El peso económico de las fuerzas militares en el periodo ​→ Representaba un alto costo en el presupuesto de las
provincias, dada la situación de guerras ​→​ 1) sueldos al personal militar, 2) vestuario y 3) rancho.

Ejército y milicias:

* Ejercito regular: A pesar de no existir una escuela de oficiales, eran profesionales. Organizados en torno a
reglamentos, percibían salario. Estratificación interna por status y sueldo cobrado.

* Las condiciones de enganche de los soldados ​→ El contingente: El reclutamiento forzoso recae de manera
particular en la sociedad rural. 4 períodos:

∙ 1810-1815 ​→
∙ Necesidad de reclutas por invasiones inglesas 1806-1807 que se incrementa desde 1810 con la lucha
revolucionaria.
∙ Comienza en la campaña la persecución de “vagos y mal entretenidos” por parte de los Alcaldes de
Hermandad ​→​ Quejas por el reclutamiento a nivel familiar. Deserciones.
∙ En 1815 la amenaza de una invasión española obliga a nuevas levas.
∙ “Feliz experiencia”- 1822-1827 ​→
∙ Recién inaugurada provincia de Buenos Aires ​→ El objetivo de muchas medidas tomadas busca
acentuar el control sobre la población campesina y la plebe urbana.
∙ Represión, instalación de un complejo sistema judicial e institucional que la hiciera posible ​→ La
constitución de los juzgados de paz y a reorganización de la policía, tenían como fin controlar a las clases
peligrosas ​→​ Contradicción entre intereses liberales y un estado fuertemente interventor.
∙ Formación de un contingente destinado al ejército regular ​→ Ley militar de 1882: los alistamientos son
“voluntarios” y por “contingentes” ​→ Compuestos por jóvenes solteros, de 18 a 40 años. La base del contingente
es el padrón. Junta de jurados compuesta por jueces de paz y 12 vecinos que confeccionan las listas de los
vecinos destinados al contingente, cuyos nombres se colocan en una urna. La junta en acto público extrae la
papeleta de los elegidos ​→ Se deja en manos de los notables del pueblo la elección de los forzados a dar
servicio
∙ En 1823, cambia aquella disposición, y se decide que el “llene del ejército permanente” se haría con: “los
ociosos”, “los hijos de familias huidos” y “los que hicieran uso de un arma blanca para herir a otro”. Los jueces de
paz son los encargados de juzgar estas causas y enviar a los hombres al ejército. En 1825 se determina que
todo peón que no tengo papeleta de conchabo, será destinado a las armas.
∙ Presión enroladora que crece con la Guerra de Brasil en 1826,
∙ Los estancieros defienden a la masa de sus trabajadores. También se dan estrategias de evitar el
servicio por medio de solidaridades campesinas.
∙ 1830-1841 ​→
∙ El foco esta puesto en los migrantes solteros sin lazos con la sociedad receptora ​→ Migrantes solteros
que llegaban anualmente a trabajar en las tareas estacionales. No había peligro de que parientes, amigos,
compadres o compaisanos salieran en defensa de los detenidos para ser enviados al ejército.
∙ Delitos cometidos ​→ Vagos, robos, violencia, desertores ​→ Continuidad entre la política de la “feliz
experiencia” y la de Rosas, en lo que hace al control de la población campesina. El reclutamiento forzoso
descansaba sobre el sistema represivo.
∙ Post Caseros - 1852-1860 ​→
∙ Conflictos militares ​→ Conflictos armados entre Buenos Aires y la Confederación + Golpes que las tribus
araucanizadas unificadas asestaron a los militares de Buenos Aires (aprovechan la situación de conflicto y la
consiguiente debilidad de las fuerzas militares porteñas) ​→ La frontera se retrajo considerablemente. Luego de
1860 comienza nuevamente a avanzarse sobre ella ​→ Presión enroladora que aumenta en R a lo que lo hacen
los conflictos militares (entre Buenos Aires y la Confederación y para la expansión en la frontera).
∙ Después de Caseros, el número de desertores fue mayor.
∙ Los reclutas eran esencialmente vagos o mal entretenidos, desertores, hombres sin pasaporte ni
documento, portadores de armas. Se vuelve a poner en marcha la maquinaria legal de reclutamiento forzoso de
la “Feliz experiencia”.

Milicianos y guardias nacionales:

∙ ≠ entre milicianos y soldados ​→ Los primeros son vecinos campesinos, individuos asentados en el pago,
con familias, que cumplen un servicio rotativo. Los soldados son migrantes y solteros enganchados en forma
permanente, voluntariamente o por lo general a la fuerza.
∙ Milicia activa y pasiva:
∙ Milicia activa ​→ Entre 17 y 45 años. Suple la insuficiencia del ejército permanente. Cuando está de
servicio, los milicianos cobran sueldo. Son uno de los sostenes fundamentales del régimen rosista.
∙ Milicia pasiva ​→ Entre 45 y 60 años. Es convocada en caso de peligrar la seguridad del E o por invasión
y rebelión.
→​ Aumento de la presión enroladora durante la Guerra con Brasil.
∙ Composición social ​→ Peones, criadores, estancieros, comerciantes y artesanos ​→ Son la expresión social
de la campaña, es decir los paisanos avecindados. Los mandos están ocupados por los estancieros o criadores,
pero estos son pocos. Así, la parte sustancial de la tropa miliciana esta compuesta por estancieros medios y
pastores, acarreadores de ganado, pequeños comerciantes y artesanos.
∙ Después de caseros ​→​ Guardias Nacionales.
∙ La diferencia entre contingente y Guardia Nacional se va borrando, en función de la pesada carga que
implica este servicio.
∙ Realizan servicios anexos (enviar caballos, ganado o carretas; acarrear cañones para la artillería, etc.)
de manera gratuita.
∙ Deserciones y sublevaciones.

Schmit, “Consenso y negociación en torno al cotidiano servicio de la guerra.”

Para Entre Ríos, la milicia y en menor medida el ejército de línea fueron un elemento central en la resolución y el
sostenimiento de la nueva soberanía y de los poderes posrevolucionarios. Aquellas fuerzas fueron herramientas
centrales para administrar el territorio, a la vez que acompañaron la imposición de liderazgos políticos. Pero por
sobre todo, sostuvieron la expansión de la frontera territorial y la organización productiva de la provincia ​→ La
militarización reguló actividades sociales y laborales, pues a través de las milicias se canalizó y organizó la mano de
obra hacia la economía pecuaria, llegando a transformarse en una vía de acceso a recursos productivos y a tierras.
La puesta en marcha de los servicios prestados por las tropas, implicó un nuevo tipo de ​intercambio entre los
servicios y obligaciones prestados al Estado provincial y la adquisición a cambio de ello de derechos o
recompensas para los hombres que cumplieron ​→ Claves superlativas para garantizar el orden social luego de la
Revolución, ya que representaron el principal canal directo que permitió conectar al E con todos los habitantes,
intentando gestar una identidad y una historia común dentro de la “familia entrerriana”.

Los ciclos de guerras en el oriente entrerriano:

Lo propio del oriente entrerriano fueron los conflictos bélicos, R con la necesidad de fundar una nueva legitimidad
que supliera a la soberanía de la monarquía. El conflicto se centraba sobre quien tenia derechos legítimos de
gobernar y en nombre de que autoridad. La soberanía debía volver a los pueblos, es decir a las autoridades locales
americanas ​→ Resurgía la invocación pactista mediante la innovación de la retroversión de la soberanía a los
pueblos. La lucha entre las ciudades cabeceras coloniales y las ciudades subalternas por el dominio legitimo de la
soberanía y la representación, en el Litoral entró en crisis profunda desde 1815 y abrió de allí en más un franco
paso a las tendencias confederales.
A partir de 1820s, se conforman los E provinciales ​→ Dos tendencias en pugna: unificarse o que cada provincia
mantenga su soberanía. En la practica se mantuvo la hegemonía y el imperio de los E provinciales, quienes
establecieron una nueva legitimidad y legalidad e interactuaron bajo un orden confederal. Confederación conflictiva.

La década revolucionaria: disputa entre los pueblos y la creación de la provincia:

Buenos aires en contra de las tendencias autonomistas del Litoral.

La búsqueda del consenso provincial ​→​ 2 momentos. Luego, las guerras del federalismo rioplatense:

∙ Desde 1822 ​→ Imposición de gobernadores adictos a los intereses de los grupos políticos de Paraná, que
eran afines a los intereses santafesinos y porteños, y estuvieron enfrentados durante toda la década a los dirigentes
del Oriente entrerriano ​→ Periodo de inestabilidad política caracterizado por la falta de consenso interno de los
sucesivos gobernantes. Los enfrentamientos militares fueron la única forma de imponer autoridad ​→ Fugaces
gobernadores provisorios encabezados generalmente por los comandantes generales del Primer Departamento
Principal de Paraná, que en base al manejo de las fuerzas del ejército de línea y de las milicias pretendieron llegar a
sostenerse en el cargo.
∙ A la vez, conflictos entre las provincias rioplatenses que se debatían entre las tendencias autonomistas
provinciales y la presencia de un Congreso Constituyente que al mismo tiempo pretendía consolidar un acuerdo
interprovincial, para dictar una Constitución y proclamar la soberanía única. Los gobernantes entrerrianos ​→
Proporteños.
∙ 1832 ​→ La estabilidad llega cuando Echagüe asume como gobernador ​→ Logró un nuevo tipo de arreglo y
equilibrio interno entre los líderes entrerrianos, otorgando mayor autonomía y poder dentro de los elencos de la
administración a los lideres del Uruguay, a la vez que tomó un poco más de distancia de Santa Fe y de Buenos
Aires, quedando lejana la posibilidad de un arreglo de carácter nacional. Importancia de la figura de Urquiza.
∙ Nuevo y más complejo espacio de conflictos, que resultó de las luchas interprovinciales entre “federales” y
“unitarios” ​→​ Conflictos permanentes demandaban hombres y recursos permanentes.

¿Cómo fue posible atender las necesidades económicas de los estancieros, la reproducción de los labradores,
mantener vínculos mercantiles y al mismo tiempo garantizar el orden estatal, realizando un reclutamiento que
garantizara el poder militar? ​→ El servicio de armas miliciano, no solo fue manejado coactivamente por los líderes
provinciales, sino que fue:
∙ UNA INSTANCIA SIGNIFICATIVA DE INTERCAMBIO PARA QUE LOS HABITANTES PUDIERAN
ADQUIRIR DERECHOS ​→ Fuerte dinámica de intercambios, que más allá del mercado, unió a los pobladores, a los
notables y a las autoridades locales a través de practicas que permitían el acceso a recursos productivos, al
transito, al comercio o a peticionar ayudas diversas a cambio de sostener de manera permanente y sin paga los
servicios públicos durante los tiempos de guerra.
∙ UNA INSTANCIA PARA CONECTAR DE MANERA DIRECTA A LOS REPRESENTANTES DEL ESTADO
CON TODOS LOS HABITANTES ​→ Dentro de esas prácticas se pudo intercambiar servicios e intentar vincular y
disciplinar a los individuos de toda clase a las demandas y al imaginario postulado por los sectores dirigentes de las
provincias.
∙ UNA INSTANCIA PARA REGULAR LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS Y PARA LA CONCERTACIÓN DE
TAREAS LABORALES ​→ Se arbitró la R entre los productores y se canalizó la mano de obra hacia la economía
rural.
∙ UNA INSTANCIA PARA LA CONFORMACIÓN DE UNA NUEVA IDENTIDAD ​→ A través de los servicios y
las experiencias colectivas que resultaron de los ciclos de enrolamiento y de guerras se pudieron difundir y alcanzar
nuevos valores y símbolos comunes ​→ Reconocimiento de la pertenencia de las tropas a un identitario común, la
“familia entrerriana”.

El peso y la naturaleza de la milicia:


∙ Activa y pasiva.
∙ Hombres de 14 a 40 años.
∙ Escuadrones con preparación dominical y servicios de turnos mensuales.
∙ Imposibilidad de mantener un ejército pago ​→ Las milicias se fueron turnando con los cívicos para ocupar
las guarniciones de las villas y la campaña.
∙ Composición​→​ La mayoría eran peones.
∙ Conforme aumentaba la escalada bélica, producto de las enfrentamientos internos y externos, la presión
reclutadora aumentaba ​→ Las milicias entrerrianas mantuvieron una tendencia clara de reclutamiento, puede desde
la década de 1810 fueron incorporando cada vez mas hombres, inicialmente para cumplir funciones de que por falta
de recursos no podía sostener la línea de tropa. En un segundo momento, desde mediados de 1830, se impuso una
convocatoria masiva y permanente en razón de las largas campañas que enfrentaron las tropas federales. Primero
se incorporó a los hombres nativos y naturalizados de la patria, pero con el correr de los acontecimientos la orden
de prestar servicios se hizo extensiva con mucha rapidez a todos los habitantes masculinos útiles de la provincia.

Los comandantes militares:


∙ 1822 ​→ División de dos Departamentos principales, cuyas cabeceras eran Paraná y Concepción del
Uruguay ​→​ Dos comandantes militares.
∙ Rol principal dentro del sistema estatal y político ​→ Los comandantes a través del manejo de la tropa eran
los únicos capaces de mantener el orden político. Manejaban el fuero militar ​→ Justicia. Otorgan licencias para
transitar en el territorio. Celan por el buen desempeño de todos los servicios públicos, controlando que el los
empleados del E cumplieran sus respectivas funciones acorde con los intereses del gobierno.

Tradición, negociación y estrategias en el oriente entrerriano:


∙ ¿Como mantuvieron a las tropas disciplinadas? ¿Por coacción o negociación? ​→ Mecanismos de
negociación y búsqueda de consenso:
∙ Derechos civiles y políticos.
∙ Usufructo sobre tierras fiscales o de pastoreo de la provincia.
∙ Sesión de bienes.
∙ Identidad común ​→​ Familia entrerriana.
∙ Vestimenta, comida y armas.
∙ Gratificaciones o asignaciones ​→ Recompensas especiales para los menos afortunados o los más
castigados por la guerra.
∙ Otorgamiento de empleos públicos.

Consenso y disciplinamiento:
Organizando la producción y el trabajo ​→
El reclutamiento de peones y de pastores-labradores repercutió en la disponibilidad de mano de obra para el trabajo
rural. Así, fue necesario implementarse un sistema que combine el servicio de armas con el trabajo rural (en las
estancias o en las propias pequeñas unidades productivas) ​→ Sistema que según las circunstancias de las
necesidades económicas y político-militares, iba concediendo licencias parciales a tropas para hacer frente a las
tareas estacionales de la yerra y el rodeo ganadero y para la cosecha agrícola. Aunque también fue cada vez mas
frecuente que se otorgaran asignaciones temporarias de trabajadores “concertados” entre las autoridades y los
“empresarios” a partir de las propias estructuras militares (modalidad selectiva de asignación de trabajadores a los
empresarios adictos al gobierno). En algunas ocasiones se concedieron permisos temporales para conchabarse.

Persuasión y castigo ​→
Gran cantidad de deserciones ​→ Motivos: marcha cambiante e incierta de la guerra; mal abastecimiento de las
tropas; abusos de oficiales; peculiar situación familiar y económica de cada individuo.
Castigos ​→ Algunas veces (en los casos más graves) se aplicó la pena capital, el fusilamiento publico. Pero por lo
general, hubo una permanente negociación y consenso, ya que el E no podía prescindir de hombres cada vez más
escasos: en esa dirección, a los desertores se les aplicó una cantidad determinada de azotes y numerosos años de
trabajo forzado.

Salvatore, “Reclutamiento militar, disciplinamiento y proletarización en la era de Rosas.”

Ejercito (y milicias) ​→ Instituciones claves para restablecer el orden social luego de la ruptura colonial ​→ Espacios
privilegiados de interacción entre la masa y la elite (= Schimt).

Objetivo del texto ​→ Enfatizar la multivalencia de la institución militar ​→ Si los cuarteles constituían espacios para la
construcción de un nuevo poder disciplinario, eran también lugares de contestación donde los pobres del campo
podían formar nuevas solidaridades e identidades para contrarrestar aquel poder.

El proceso de proletarización como disciplinamiento:

Visión marxista ​→ Proletarización = proceso de expropiación de los medios de producción. Transformación de un


productor independiente en uno asalariado. El disciplinamiento formaba parte de la proletarización ​→ El énfasis en
la producción y en las reglas internas implica la escisión analítica entre proletarización (expropiación) y el conjunto
de practicas destinadas a crear una cultura del trabajo.
Foucault ​→ Revalorización de la centralidad de las instituciones exteriores a la producción como sostenedoras del
orden social y político ​→ Variedad de instituciones que cumplen el rol de disciplinar y crear nuevas identidades
colectivas.
Un trabajador es algo más que un no-poseedor. Es además una subjetividad plena de percepciones, actitudes,
hábitos, creencias y valores ​→ El término proletarización debe incluir los procesos de incorporación, aculturación y
modelación de identidades que van más allá de la expropiación en si. Con esta definición más integral del concepto
de proletarización, el proceso es una historia de éxitos y fracasos, una historia inconclusa, en el sentido de que la
efectividad de las instituciones disciplinarias esta limitada por la resistencia de los reales o potenciales trabajadores.
→ Proceso de proletarización en Buenos Aires y su R con las estrategias disciplinatorias de la elite ​→ El ejército
entendido como disciplinador del cuerpo y la mente del recluta.

Tres tradiciones interpretativas:

Ideas construidas “desde arriba” alrededor de este tema:

1. Escuela de disciplina social ​→ Para Rosas la cuestión de la proletarización estaba ligada con el orden social
en la campaña y este con la incorporación del gaucho a la cultura dominante. Las milicias y los juzgados de paz
tenían un rol central en esta adaptación ​→ Para controlar a los vagos propuso un sistema de milicias compulsivas
sobre la población masculina rural. Las milicias se convertirían en escuelas de instrucción cívica y militar necesarias
para la consolidación de la economía ganadera. El arresto arbitrario fue la base. La justicia en la campaña
organizada alrededor de los jueces de paz era el otro pilar. Enviaban contingentes de reclutas al ser apresados en
sus partidos.
2. Proletarización de campesinos honestos ​→ Historia construida por los liberales del periodo posterior a
Rosas en un afán de presentar la pasada dictadura como antinómica a la modernización económica de la campaña.
El reclutamiento forzoso desposeyó y dislocó a los pequeños productores de la campaña, dejándolos en una
situación de desamparo. La sola dislocación del habitante rural provocada por la leva era productora de
proletarización. Las levas habían gravado penosamente a los campesinos honestos, mientras que los verdaderos
“vagos” evadían el servicio huyendo hacia los pajonales.
3. Proletarización cautiva o la tesis de miedo y protección ​→ El reclutamiento forzoso y las leyes de circulación
crearon un seudo proletariado de las clases rurales pobres. Los poderosos terratenientes aprovecharon el miedo
colectivo para ofrecer contratos de trabajo a los fugitivos. El miedo a las levas hizo recurrir a los peones a la
protección de los patrones. Lynch ​→ La represión del estado se combinó con el poder local de los jueces para
reforzar el carácter feudal de las estancias. Las levas forzaron a los pobladores rurales pobres a entrar en las
estancias, un territorio donde el poder patrimonial de los estancieros los protegía de la autoridad militar. La coerción
produjo seudo mercado de trabajo: recibían salario pero no eran libres. Rosas representaba los intereses de la
clase terrateniente. La seudo proletarización vía el reclutamiento forzoso es una estrategia de Rosas y toda una
clase.

Evaluación crítica:

1. Ni las milicias ni el ejercito pudieron actuar como “escuelas de disciplina” social, por no lograron retener por
suficiente tiempo a los soldados, y cuando lo hicieron, no consiguieron cambiar las conductas de estos ​→
Indisciplina, deserciones, robo, pillaje, alcoholismo, insubordinación. Así, no se estimuló una racionalidad
conducente al trabajo y la honestidad. Lo mismo sucedió con los jueces de paz, en el sentido de que estos no
pudieron alterar las tradiciones de apropiación directa, independencia y movilidad de los habitantes pobres de la
campaña.
2. Supuestos discutibles ​→ a) Las levas afectaron principalmente a los pequeños propietarios ​→ La mayoría
de los soldados de los ejércitos rosistas eran trabajadores libres antes de incorporarse. b) La dislocación producida
por el reclutamiento fue suficiente para que los campesinos se tornaran asalariados a la salida del ejército ​→
¿Cómo podía la mera expropiación cambiar actitudes hacia el trabajo y el dinero? El reclutamiento forzoso per se no
cambió significativamente los comportamientos de los reclutas.
3. a) Los hacendados no ejercían sobre sus tierras tal grado de autonomía respecto del E como para ofrecer
refugio a los perseguidos por la justicia o por las partidas reclutadoras. b) Los hacendados preferían aceptar los
mecanismos de mercado para la obtención de fuerza de trabajo adicional, en lugar de ofrecer protección a cambio
de trabajo permanente.

¿Historias de proletarización o historias de resistencia?

Las experiencias de los peones-reclutas, son historias de resistencia a los aspectos coercitivos de la vida militar y a
la vez de acomodación a las realidades presentes de la dictadura y de un mercado de trabajo con demanda
excedente ​→ Su estrategia para resistir fue: moverse constantemente de un partido a otro, de un empleo a otro, en
lugar de buscar empleo permanente bajo la protección de un solo estanciero, hacer uso de los símbolos y del
discurso rosista como forma de adhesión al régimen; aquellos que no consiguieron evitar el servicio militar forzoso
podían optar por la deserción, en tanto que la escasez de trabajo en la ciudad o en el Nuevo Sur facilitaba la
transición de desertores a diferentes actividades productivas ligadas a la exportación. De hecho, la existencia de D
creciente de mano de obra en el sector exportador facilitó la movilidad de estos trabajadores, facilitando la
preservación de un estilo de vida itinerante.

Ejercito, disciplina e identidad:

El ejercito contribuyo a la formación de la clase, en tanto que se impuso frente a una clase social -la de peón de
campo-, ayudó a crear esta identidad (=Schmit). El reclutamiento reflejó las desigualdades sociales entre los
habitantes de la campaña, y en la crítica a las gravosas levas en donde los campesinos encontraron la distinción
entre hombres ricos – hombres pobres. La justicia de paz y las leyes completaron el proceso. A la vez, los cuarteles
proveyeron ambientes donde los peones-soldados construyeron un sentido de oposición al estrato militar
burocrático y a la clase propietaria. En este proceso de construcción de una nueva identidad y oposición social,
influyó de sobremanera la experiencia en común. Así, en las condiciones desmantelamiento del control social
institucional prerevolucionario, el ejercito brindaba una oportunidad de moldear las identidades individuales y
colectivas de los habitantes de la campaña.
También, el ejército tendió a diluir identidades provinciales y raciales arraigadas. Lugar de reunión y amalgama de
hombres de diferente origen, el ejército integró “provincianos” con “porteños” y gentes de color con blancos y
“trigueños”. Es posible que allí los reclutas, sin perder totalmente sus identidades de provincianos y de hombres de
color, aprendieran a sentirse parte de colectivos mayores –la causa federal y la Confederación–.

Esto da cuenta que la experiencia militar, al contrario de una “escuela de disciplina social”, alimentó el sentimiento
de resistencia individual, pero también colectiva, contra el poder militar rosista.

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