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Contenido
CÉLULAS: LINFOCITO ....................................................................................................................... 3
LINFOCITOS B .................................................................................................................................. 5
LINFOCITOS T................................................................................................................................... 7
ORGANOS LINFOIDES PRIMARIOS ....................................................................................................... 9
HÍGADO FETAL ................................................................................................................................. 9
MEDULA ÓSEA ............................................................................................................................... 12
TIMO .............................................................................................................................................. 14
ORGANOS LINFOIDES SECUNDARIOS ................................................................................................ 19
GANGLIOS LINFÁTICOS .................................................................................................................. 19
BAZO .............................................................................................................................................. 21
TEJIDOS LINFOIDES ............................................................................................................................ 24
Bibliografía ........................................................................................................................................ 28

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CÉLULAS: LINFOCITO
Los linfocitos entran en la clasificación de agranulocitos y forman la segunda población
más grande de los leucocitos, además son las principales células funcionales del
sistema linfático o inmunitario. Constituyen del 25 al 33 % de todos los glóbulos blancos
de la sangre periférica. Son células redondas en frotis sanguíneo, pero pueden ser
pleomorfas cuando migran a través del tejido conjuntivo. Son células grandes, con
respecto a los eritrocitos, teniendo un diámetro 8 a 10 m de diámetro (en frotis
sanguíneo) y tienen núcleo redondo que ocupa la mayor parte de la célula. El núcleo
es denso con una gran cantidad de heterocromatina y posee una localización acéntrica.
El citoplasma situado en la periferia se tiñe de color azul claro y contiene algunos
gránulos azurófilos. Con base en el tamaño se pueden describir como pequeños (8 a
10 m), medianos (12 a 15 m) o grandes (15 a 18 m). Las micrografías electrónicas
de linfocitos muestran una cantidad escasa de citoplasma periférico que aloja algunas
mitocondrias, un aparato de Golgi pequeño y pocos perfiles de retículo endoplásmico
rugoso.
Los leucocitos son diferentes en varios aspectos con respecto a los demás leucocitos:

 No son células terminales diferenciadas


 Puedes salir desde la luz de los vasos sanguíneos en los tejidos y recirculan
hacia los vasos sanguíneos
 Son capaces de desarrollarse fuera de la medula espinal pero en tejido
asociados al sistema inmunitario.
Los linfocitos considerados grandes son los que se encuentran activados que poseen
receptores de superficie que interactúan con un antígeno específico. En el torrente
sanguíneo predominan los linfocitos clasificados como pequeños y medianos. Al
observarse mediante un microscopio óptico un frotis de sangre, los linfocitos pequeños
tiene coloración intensa, con una leve escotadura en el núcleo esférico; el citoplasma
aparece como un borde muy fino azul pálido alrededor del núcleo. En los linfocitos
medianos, el citoplasma es más abundante, el núcleo es más grande y menos
heterocromático, y el aparato de Golgi está un poco más desarrollado.
En el organismo hay tres tipos de linfocitos distintos desde el punto de vista funcional:
linfocitos T, linfocitos B y linfocitos NK la caracterización de los tipos de linfocitos
se fundamenta en su función, no en su tamaño o morfología.

 Linfocitos T se llaman así porque sufren diferenciación en el timo.


 Linfocitos B se llaman así debido a que fueron identificados en su momento
como una población separada
 Células destructoras naturales se originan de las mismas células precursoras
que los linfocitos B y T, se denominan así porque están programadas para
destruir ciertos tipos de células transformadas.

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Micrografía electrónica
de un linfocito. Las
flechas señalan RER, G
aparato de Golgi

Fotomicrografía eléctrica de
un linfocito mediano. El
aspecto punteado del
citoplasma es consecuencia
de los ribosomas libres.
Aparecen varias
mitocondrias M. 2600x
Círculo del ángulo anterior
derechos es una
observación en frotis
sanguíneo en microscopio
óptico a 1800x

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LINFOCITOS B
Los linfocitos B son los leucocitos de los cuales depende la inmunidad mediada por
anticuerpos con actividad específica de fijación de antígenos. Las células B, que
constituyen un 5 a 15% del total de linfocitos, dan origen a las células plasmáticas que
producen anticuerpos.
Los linfocitos son de dos tipos principales, atendiendo a su origen y función: células T,
que se diferencian inicialmente en el timo, y las células B, que se diferencian en el
hígado y bazo fetal, y en la médula ósea del adulto (la ‘B’ proviene del latín Bursa fabricii,
el órgano en el cual se desarrollan los linfocitos B en las aves). Durante su desarrollo,
los linfocitos T y B adquieren receptores específicos para antígenos, el de las células B
se le conoce como receptor de linfocito B (BCR). Los linfocitos B son los leucocitos de
los cuales depende la inmunidad mediada por anticuerpos con actividad específica de
fijación de antígenos. Las células B, que constituyen un 5 a 15% del total de linfocitos,
dan origen a las células plasmáticas que producen anticuerpos.
Su función principal es la defensa del huésped contra gérmenes por medio de la
secreción de anticuerpos que reconocen las moléculas antigénicas de los patógenos.
También tienen otras funciones como la presentación de antígenos a los linfocitos T, la
regulación negativa de las respuestas inflamatorias y la regulación de las respuestas
frente a auto antígenos. Las células B producen anticuerpos de distintos isotopos que
se distribuyen y localizan en distintos compartimentos de nuestro organismo y
desencadenan distintas funciones efectoras como la activación del complemento, y
diversas respuestas celulares mediadas por receptores para anticuerpos, como la
fagocitosis de microorganismos e inmunocomplejos y la exocitosis de mediadores y
citotoxinas.
Los linfocitos se clasifican en dos tipos principales, según su origen y función: linfocitos
T, que maduran inicialmente en el timo, y linfocitos B, que maduran en el bazo fetal, y
en la médula ósea del adulto (la 'B' proviene del latín bursa fabricii, el órgano en el cual
se desarrolla este tipo de linfocitos en las aves).3 Durante su desarrollo, los linfocitos T
y B adquieren receptores específicos de antígenos; el de los linfocitos B se conoce
como receptor de los linfocitos B
Los linfocitos B se originan de un precursor relativo, el mismo que da origen a los
linfocitos T y las células NK. Es probable que la presencia de un receptor de membrana
sobre los precursores linfoides comunes llamado Notch1 lleve hacia la diferenciación
de células T mientras que la ausencia de dicho receptor llevaría hacia la línea de
linfocitos B. Aquellas destinadas a originar células B completan su desarrollo en la
médula ósea.
La activación de los linfocitos B es una combinación de su proliferación y diferenciación
terminal en células plasmáticas. El reconocimiento de los linfocitos B no es el único
elemento necesario para su activación. Aquellos que aún no han sido expuestos al
antígeno, pueden ser activados de manera dependiente o independiente de los
linfocitos T.

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Linfocito grande con varios granulos citoplásmaticos Linfocitos grandes con núcleo irregular y citoplasma
azurófilos.Los linfocitos granulares grandes más abundante que los linfocitos pequeños.
comprenden linfocitos T citotóxicos y linfocitos
citolíticos naturales

Imagen de linfocitos captados con microscopio Linfocito granular grande con prominentes gránulos
electronico x5.000 (Cedida por A.B Maunsbach) azurofilos en el citoplasma

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LINFOCITOS T
Los linfocitos T son células especializadas del sistema inmunitario, que juegan un papel
central como mediadores de la respuesta inmune celular, dirigida principalmente contra
agentes que se replican dentro de la célula como los virus. Los linfocitos T se forman a
partir de células madre en la médula ósea y se dirigen al timo donde sufrirán su
maduración. Durante el proceso de maduración, las células T van adquiriendo
diferentes moléculas en su membrana. Así por ejemplo todas las células T expresan en
su superficie un receptor de membrana de estructura similar a las inmunoglobulinas,
conocido como receptor de la célula T (TCR). Mediante este receptor los linfocitos T
son capaces de identificar al antígeno de forma específica.

Son responsables de la llamada respuesta inmune celular. La célula T reacciona


directamente a un antígeno extraño. Pueden ser células afectadas por virus o incluso
células tumorales, en cualquier caso, células o intrusos identificados como enemigos.

● Tipos de linfocitos T
Se distinguen una serie de
subtipos de linfocitos T con
diferentes funciones:

1. Linfocitos T citotóxicos (o
linfocitos CD8+): detectan los
péptidos presentados por
moléculas MHC de clase I y
destruyen las células infectadas.
2. Linfocitos T cooperadores (o
linfocitos CD4+ o helper):
detectan los péptidos
presentados por moléculas MHC
de clase II y activan otras células
del sistema inmune mediante la
secreción de citoquinas.
3. Linfocitos T reguladores: suprimen la inmunidad al final de la reacción inmune y
mantienen la tolerancia a auto antígeno.

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4. Linfocitos T de memoria: se generan después de la activación de los linfocitos T
y son los que van a responder a nuevas exposiciones al mismo microorganismo.
Aunque no se pueden distinguir por su
morfología, para su identificación,
sirven las proteínas CD que estos
contienen en su membrana, que con
ayuda de técnicas de
inmunomarcación será más fácil
reconocerlas.

● Diferenciación de las células T


dentro del timo.
Los LT se originan en médula ósea a
partir de una célula precursora
pluripotencial hematopoyética de la
cual se originan la UFC (Unidad Formadora de Colonias), que va a dar luego origen a
las líneas eritroidea y mieloide, y a un precursor linfoideo, a partir del cual se originarán
células destinadas a ser LB, que continúan su desarrollo en médula ósea, y células
destinadas a ser LT, que migran al timo, donde serán procesados y sufrirán
diferenciación.

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ORGANOS LINFOIDES PRIMARIOS
HÍGADO FETAL
El hígado aparece en el ser humano como un órgano diferenciado, a partir de la cuarta
semana del embarazo. Tiene su origen en un divertículo del endodermo: la parte superior
origina el parénquima hepático y la inferior, el conducto y vesícula biliar.
En el día 28 el hígado fetal desempeña un reducido número de funciones metabólicas, en
comparación con las que desempeña el hígado del neonato y el adulto. Durante la vida
fetal, la mayoría de las funciones metabólicas hepáticas las asume el h hígado de la madre
y la placenta. El hígado fetal es también un órgano hematopoyético.
Durante el desarrollo fetal, el hígado va adquiriendo una mayor complejidad estructural. El
ordenamiento espacial de los hepatocitos va haciéndose más y más complejo; las células
se organizan inicialmente en torno a los capilares arteriales y venosos, dando origen a
cordones de hepatocitos, sinusoides hepáticos y canalículos biliares.
Durante el desarrollo fetal hay un gradual aumento de la complejidad de la arquitectura
celular
Posteriormente aparecen estructuras más complejas. En el hígado adulto, los hepatocitos
están alineados y unidos estrechamente entre sí creando los sinusoides a través de los
cuales circula la sangre.
Dos tipos de sangre irrigan el hígado: sangre arterial sangre arterial y portal.
La mayor parte de la sangre llega por vía portal
En el hígado coexisten tres sistemas de irrigación. Dos aferentes (arterial y portal), y uno
eferente (venoso).
En el hígado existen también conductos linfáticos, subdivididos en superficiales y
profundos. Los superficiales están situados junto a la cápsula de Glisson, mientras que los
profundos se encuentran junto a las venas hepáticas eferentes.
No hay comunicación directa entre sinusoides y capilares linfáticos, que terminan de
manera ciega en tejido conectivo adyacente
La sangre portal proviene de las venas que drenan los órganos de la cavidad abdominal,
que se reúnen formando la vena cava. Aporta al hígado nutrientes resultantes de la
absorción intestinal, así como hormonas gastrointestinales (insulina, glucagón, etc.) que
tienen efectos sobre la regulación del metabolismo hepático
Son las células que desempeñan las funciones metabólicas características del hígado. La
organización celular de los hepatocitos define tres regiones diferenciadas en su membrana:

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la membrana sinusoidal, cubierta de microvilli y situada frente al canal sinusoidal; la
membrana baso lateral en la región de contacto estrecho entre los hepatocitos; y por último,
la membrana canalicular, cuyos repliegues forman el canalículo biliar. La membrana
sinusoidal representa un 30% de la superficie del hepatocito. La membrana canalicular tan
solo representa un 15% del total de la membrana plasmática pero tiene un papel muy activo
en los procesos de transporte.
Células endoteliales.
Se encuentran tapizando la luz del sinusoide. Poseen un citoplasma funestado a través del
cual acceden los componentes de la sangre hacia la membrana sinusoidal de los
hepatocitos. El espacio que se establece entre las células endoteliales y los hepatocitos se
denomina espacio de Disse.
Células de Kupffer
Macrófagos que colonizan el sinusoide, y se sitúan frente a la membrana sinusoidal de los
hepatocitos. Forman parte del sistema reticuloendotelial del organismo y poseen una
notable capacidad para la fagocitosis, lo que contribuye a la eliminación del material
particulado que pudiera circular por sangre evitando pudiesen entrar en contacto directo
con el hepatocito. A través de la liberación de citoquinas (TNFα, IL-lβ, IL-6) tienen un papel
muy relevante en los procesos inflamatorios del hígado. Son de estirpe monocítica y tienen
un origen extrahepático. Son reclutadas desde la circulación general como monocitos,
diferenciándose a macrófagos una vez acantonadas en el hígado.
Células de Ito (stellate)
Se trata de células con capacidad de almacenar lípidos (lipocitos, fat- storing cells) y con
forma estrellada (stellate cells), que constituyen el principal reservorio de vitamina A del
organismo. Se distinguen muy bien en los cortes frescos de hígado por la fluorescencia
rojiza que emite la vitamina A que contienen. Sufren cambios morfológicos y funcionales
muy importantes durante los procesos de fibrogénesis, transformándose en miofibroblastos,
y sintetizando importantes cantidades de colágeno en respuesta a estímulos inflamatorios
Células de Pit
Son de estirpe linfoide, de tipo NK. Se trata de linfocitos residentes en el hígado que se
sitúan en la luz del sinusoide próximas a las células endoteliales y células de Kupffer.
Poseen una actividad de tipo citotóxica no dependiente de anticuerpo (natural killer), más
intensa que la detectada en las células NK periféricas

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Hígado hematopoyético de un feto de tres meses mostrando la formación de células sanguíneas entre
los tabiques de hepatocitos. H & E. x275

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MEDULA ÓSEA
A partir de la segunda mitad del embarazo y durante todo el resto de la vida en la médula
ósea ocurre la diferenciación y maduración de los glóbulos rojos, glóbulos blancos y
plaquetas (Hematopoyesis). Entre los leucocitos, tiene mayor interés en este caso la
maduración de los linfocitos B.
La médula ósea en el hombre y otros mamíferos es el equivalente a la bolsa de Fabricio en
las aves, ya que es el lugar en donde estas maduran los linfocitos B. Se encuentra en la
cavidad medular de los huesos largos (principalmente en la epífisis) y en los espacios
existentes entre las trabéculas de los huesos esponjosos.
La médula ósea es el único foco de hematopoyesis efectiva en el ser humano, uno de los
órganos más grandes del cuerpo, produce cerca de mil millones de células por kg de peso
por día. La médula ósea tiene un volumen de 30 a 50 ml/kg está formada por dos
importantes compartimientos: vascular y hematopoyético.
Los vasos sanguíneos del compartimiento vascular forman un esqueleto estructural en la
médula ósea. La sangre que ingresa a la médula lo hace por las arterias nutricias que
perforan la diáfisis a través de los agujeros nutricios, estas arterias entran en la cavidad
medular y dan origen a la arteria longitudinal central, desde la cual se generan pequeños
vaso que irrigan tanto la médula como el hueso cortical. Las ramas dirigidas a la médula
descargan su sangre a capilares los cuales se vacían en una extensa red de sinusoides los
cuales están compuestos por células endoteliales, lámina basal y una capa externa de
células reticulares que son las que cubre el 50% de la superficie endotelial. Los sinusoides
drenan en una vena longitudinal central que a su vez drena la sangre a venas que salen del
hueso por el conducto nutricio. El pasaje trasendotelial de células maduras desde la
hematopoyesis a la sangre se da a través de poros de migración transitorios que se forman
en las células endoteliales de los sinusoides.
El Compartimiento hematopoyético está formado por los islotes de células hematopoyéticas
de las diferentes líneas celulares, en sus distintos estadios madurativos. En células se
ubican entre los sinusoides, y entre éstos y la cortical del hueso. Además de las células
hematopoyéticas en la médula ósea también existen otras células que forman parte de
denominado estroma medular. Entre ellas destacan: macrófagos, células reticulares y
algunas células adiposas. Estas células participan activamente en la regulación de la
hematopoyesis secretando citoquinas y factores de maduración. Adicionalmente los
macrófagos fagocitan núcleos expulsados por los eritroblastos ortocromáticos al madurar a
reticulocitos, células alteradas y células muertas.

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Médula ósea primitiva de un feto
humano en el tercer mes de vida
intrauterina. En los vasos
sanguíneos recientemente
formados se observan eritrocitos
nucleados. H & E. x275

Médula ósea roja


hematopoyéticamente activa.
Entre las células sanguíneas en
formación se aprecian con claridad
dos megacariocitos. H & E. x440

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TIMO
Órgano del sistema linfático, sistema inmunológico y sistema endocrino situado detrás
del esternón.

El timo es un órgano cervicotoracico, impar y mediano, situado en la base del cuello y


en la parte anterior del mediastino superior. El timo es uno de los 2 órganos linfáticos
primarios (el otro órgano es la medula ósea). Se asemeja a las glándulas endocrinas,
no solo porque se desarrolla a partir del 3er arco branquial.

También tiene funciones de secreción de hormonas, con efectos inmunomoduladores.


Su acción en la formación de los linfocitos y en las funciones de inmunidad le confiere
gran importancia funcional.

El timo es predominante en los neonatos y en los niños, este entra en regresión a


partir de la pubertad, cuando los principales tejidos linfoides están plenamente
desarrollados.

La función del timo es la de madurar y diferenciar los linfocitos T provenientes de


la médula ósea (estas células son un
tipo de leucocito o glóbulo blanco,
cuya cometido general es reconocer
y destruir sustancias extrañas o
agentes infecciosos).

Se localiza en la parte superior del


tórax, justo por debajo del esternón y
por delante dela tráquea; en el
mediastino superior.

Al nacer mide 5cm de largo, 4cm de


ancho y unos 6mm de espesor

Su forma es alargado de arriba hacia abajo y aplanada en sentido anteroposterior, En


él se describen:

-Un cuerpo, que concentra la mayor parte del órgano, con 2 lóbulos aplicados uno
contra otro y separados por un piano conjuntivo oblicuo hacia atrás y a la izquierda.

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-Una extremidad superior, con 2 cuernos que ascienden hasta la proximidad de la
glándula tiroides

-Una extremidad inferior o base bastante ancha. A veces se observa bifurcada

Desde que nacemos entra en una continua atrofia, involuciona hasta llegar a los 10 a
15g en adultos y 5g a los 70 años, es reemplazado por tejido adiposo y areolar.

Embriología

Con respecto a la
organogénesis, analizando
la evolución embriológica
del intestino cefálico,
aparecen una serie de
evaginaciones en el
endodermo que progresan
hacia afuera, y que dan
lugar a las llamadas bolsas
faríngeas o surcos
endodérmicos.

En el primer esbozo del


timo apareció el embrión
alrededor de la cuarta
semana y se formó a partir
de la tercera bolsa
faríngea, emigrando y
situándose por delante del corazón y grandes vasos.

A partir de la segunda semana del desarrollo, el timo experimenta un proceso de


crecimiento a lo largo de toda la vida intrauterina, e incluso extrauterina, hasta el
momento de la pubertad en la que experimenta una regresión progresiva.

Queda finalmente reducido a unos residuos celuloadiposos que, en el adulto,


aparentemente cuelgan de la confluencia venosa de Pirogoff, especialmente del tronco
venoso braquiocefálico del lado izquierdo.

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Fisiología

Esta glándula por lo regular


consta de dos lóbulos y se
localiza en el mediastino,
detrás del esternón. En los
lactantes, el timo es una
glándula de gran tamaño, con
masa de unos 70 g. Después
de la pubertad, se inicia el
reemplazo del tejido tímico con
tejido adiposo y conectivo
areolar. Cuando la persona
alcanza la madurez, la
glándula se ha atrofiado
considerablemente, mientras
que en la edad avanzada
apenas pesa unos 3 g.

Las hormonas que produce esta glándula son timosina, factor tímico humoral (THF),
factor tímico (TF), y timopoyetina, las cuales estimulan la proliferación y maduración de
las células T (un tipo de leucocito), que destruyen microbios y sustancias extrañas,
además de que pueden retrasar el envejecimiento. Así es que el Timo se encuentra
formando parte de lo que es el sistema linfático. En el que se produce el crecimiento y
la multiplicación de lo que son los linfocitos T.

Es un órgano linfoepitelial, y es uno de los dos órganos primarios de este sistema, es


bilobulado y su función es la maduración de los linfocitos.

Es un órgano blando, plano y bilobulado, rodeado por una cápsula de tejido conectivo
denso irregular denominada cápsula del timo. Por otra parte sus lobulillos se
encuentran divididos por tabiques fibrosos: organizados en dos compartimientos,
corteza y médula. Dentro de estos compartimientos encontramos nervios, vasos
sanguíneos y linfáticos eferentes.

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La corteza se encuentra compuesta principalmente por linfocitos pequeños que se
encuentran juntos y empaquetados que son los timocitos; sin embargo también
encontramos otros tipos de células como son las células mesenquimales y epiteliales
o corticales.

La médula presenta gran cantidad de células epiteliales o medulares y pocos linfocitos


pequeños. Las células medulares cumplen la función de ser la estructura y armazón
del timo, y a su vez es participe de la diferenciación de los linfocitos T. En la médula
también podemos encontrar los corpúsculos de Hassall que son nidos de células
epiteliales queratinizantes. También encontramos células dendríticas, macrófagos y
células miodes.El estroma es una de las característica de este órgano; el estroma es
una red de células no tímicas que se encuentra en la médula de cada lobulillo tímico.
También el tejido conjuntivo denso irregular provee estructuras al timo, que son las
trabéculas y que hace que sus lobulillos sean incompletos; sin embargo estas
trabéculas no se tocan y tampoco se anastomosan sino que permanecen
independientes.

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ORGANOS LINFOIDES SECUNDARIOS
GANGLIOS LINFÁTICOS
En el ser humano hay alrededor de 600-700 ganglios linfáticos que con frecuencia son
redondeados o reniformes y están intercalados con el sistema vascular linfáticos. Se
encuentran acumulaciones mayores sobre todo en la región inguinal, el cuello, las axilas, el
mediastino, la región paraaórtica y los mesenterios.
Los ganglios linfáticos miden unos 2-20 mm y filtran la linfa de las diferentes regiones del
organismo que fluye en forma unidireccional a través de ellos.
 Tiene una superficie convexa, que recibe los vasos linfáticos aferentes
 Un hilio, donde los vasos sanguíneos entran y salen, y los vasos linfáticos eferentes que
drenan la linfa.
Los linfocitos se introducen en los ganglios linfáticos a través de los vasos linfáticos aferentes
y las arteriolas que penetran por el hilio, llegan hasta la paracorteza dentro de trabéculas de
tejido conjuntivo, se capilarizan y san origen a los vasos de endotelio alto.
Todo ganglio linfático tiene una capsula de tejido conjuntivo denso colágeno, de tipo no
modelado. La corteza del ganglio esta subdividida en compartimientos incompletos por
tabiques de tejido conjuntivo derivados de la capsula. En relación con los tabiques y la
superficie interna de la capsula hay una red de fibras reticulares y las células reticulares
asociadas que forman una armazón para sostener la gran cantidad de células libres y
migrantes, en su mayor parte linfocitos, las células presentadoras de antígenos y macrófagos,
que ocupan el órgano.
La corteza del ganglio linfático contiene el seno capsular o subcapsular y los senos corticales,
además de nódulos linfáticos compuestos sobre todo linfocitos B, macrófagos y células
reticulares.
Entre la corteza y la medula esta la paracorteza, poblada por linfocitos T y macrófagos.
La medula esta compuesta por los cordones y los senos medulares.
Los cordones medulares consisten sobre todo en linfocitos T, linfocitos B y plasmocitos que se
originan en la corteza y paracorteza, y migran hacia la medula.
Los senos medulares son continuos con el seno capsular y los senos corticales; Los linfocitos
T y B se introducen en los senos y abandonan el ganglio a través de los vasos linfáticos
eferentes.

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Microfotografía muestra la
corteza superficial de un
ganglio. La capsula (C) esta
constituida por colágeno y
por debajo de este se
encuentra el seno
subcapsular (S). En la
corteza centro germinal (G)
con una zona de mando (M).

Microfotografía de la corteza
de un ganglio teñido con el
método de la
inmunoperoxidasa que
muestra la célula B.
El folículo (F) esta
densamente teñido en color
marrón y este compuesto por
células B. La paracorteza (P)
no aparece teñida estando
compuesta por células T.

Microfotografía de un ganglio linfático teñido con


la técnica de anticuerpo que detecta las células
T. La paracorteza, se tiñe de color marrón (es
decir, es la célula T al natural), mientras que la
porción adyacente de folículo cortical (C) no se
tiñe, estando compuesto por células B

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BAZO
El bazo es un órgano intraperitoneal, casi del tamaño de un puño, que está ubicado en el
hipocondrio izquierdo. Su peso normal es de 150-120 g. Está incluido en la circulación
sanguínea y posee vasos sanguíneos de distribución compleja pero además contiene una
cantidad reducida de vasos linfáticos sobre todo en la capsula y las trabéculas, aunque
también en la pulpa blanca.
El bazo está rodeado por una cápsula de tejido conjuntivo denso desde la que parten
trabéculas que se ramifican y se introducen en el interior del órgano y allí forman un
esqueleto de sostén.
La capsula y las trabéculas están compuestas por tejido conjuntivo colágeno denso con un
sistema de fibras elásticas bien desarrollado. Aquí las células principales son las siguientes:
fibroblastos, algunos miofibroblastos y unas pocas células musculares lisas. En cambio, en
la capsula y las trabéculas esplénicas del perro y el gato, las células musculares lisas son
muy abundantes. Por esta razón en ellos se comprueban una gran capacidad de
contracción, con lo cual la sangre almacenada en el bazo puede entregarse con rapidez a
la circulación (bazo del tipo almacenador de sangre). Acompañan a las trabéculas arterias
y venas grandes.
Pulpa esplénica: El interior del bazo está ocupado por pulpa esplénica que constituye el
parénquima del órgano y está situada inmediatamente contra la capsula y las trabéculas.
La pulpa se divide en dos regiones
La pulpa roja (75 % de la pulpa) se encarga sobre todo de la degradación de los eritrocitos
y los trombocitos envejecidos. Esta compuesta por los cordones palpares y las sinusoides
esplénicos. Los sinusoides esplénicos son vasos sanguíneos especiales de paredes delgadas
y luz amplia entre ellos la pulpa roja forma cordones esplénicos, cordones de Billroth,
compuestos por fibrocitos reticulares, fibras reticulares, nidos de plasmocitos y abundantes
macrófagos. En estos cordones pulpares se derrama sangre desde vasos capilares abiertos.
Estos segmentos vasculares abiertos en los cordones pulpares constituyen una característica
exclusiva del sistema vascular del bazo. Los macrófagos reconocen los eritrocitos envejecidos
y también las plaquetas envejecidas y proceden a su degradación. La mayoría de las veces
contienen un pigmento pardo como el hierro proveniente de la degradación de los eritrocitos.
Los eritrocitos sanos deben retornar de los cordones pulpares al sistema vascular. Tienen que
entrar en los sinusoides atravesando la pared desde afuera. La entrada de los eritrocitos sanos
desde afuera atreves de la pared sinusoide esplénico es facilitada por varias características:
 La capacidad de deformación de los eritrocitos no envejecidos.

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 Las hendiduras entre las células endoteliales alargadas de los sinusoides y la reducción de
su lamina basal a bandas estrechas, contra las cuales se apoyan con regularidad las
prolongaciones delgadas de la células reticulares fibroblasticas y con frecuencia, algunas
fibrillas colágenas finas.
La pulpa blanca (25% de la pulpa) esta compuesta por las vainas linfocíticas periarteriales y
los nódulos esplénicos, los cuales son folículos linfáticos, o sea, regiones de linfocitos B. En la
pulpa blanca se encuentran acumulaciones densas de linfocitos que intervienen en la defensa
y las reacciones inmunológicas.
La compresión de la estructura y la función del bazo presupone el conocimiento de la
arquitectura del sistema vascular sanguíneo en ese órgano.
Las ramas de la arteria esplénica entran en el bazo por el hilio y se dividen en las arterias
trabeculares. Estas se introducen en la pulpa y adquieren el nombre de arterias centrales,
dando que se ubican en el centro de la envoltura de linfocitos. Esta vaina linfocítica periarterial
es bastante homogénea y esta compuesta por linfocitos T. A lo largo de ella cada tanto se
identifican folículos linfáticos primarios y secundarios que representan las regiones de linfocitos
B del bazo. Desde la arteria central que se ramifica parten muchas ramas colaterales hacia la
zona marginal y hacia el nódulo esplénico. Las múltiples ramas terminales de las arterias
centrales son las llamadas arteriolas peniciladas, las que todavía están envueltas por una capa
delgada de pulpa blanca y miden al rededor de 1 mm de longitud. Estas arteriolas peniciladas
se dividen en 2-3 vasos capilares, muchos de los cuales están rodeados por las llamadas
capsulas o vainas.
La zona marginal tiene una estructura relativamente laxa y vasos abundantes y rodea por fuera
las Pals y los nódulos esplénicos. Contienen linfocitos T y B, y plasmocitos, así como
macrófagos especiales. Por fuera de la zona marginal hay una zona perifolicular que suele ser
difícil de delimitar. Aquí hay linfocitos B que pueden producir anticuerpos contra bacterias con
una celeridad particular, esta zona es la región de transición entre la pulpa blanca y la pulpa
roja.
La función más importante de la pulpa roja del bazo es la degradación de los eritrocitos y los
trombocitos envejecidos. La pulpa blanca cumple tareas importantes en el ámbito del sistema
inmunitario. El sistema inmunitario del bazo reacciona sobre todo ante agentes patógenos que
se han introducido en el torrente sanguíneo y se ha diseminado por este, lo cual existe el peligro
de una sepsis. En cierto grado, el bazo sirve como reservorio de sangre. Antes del nacimiento
en el bazo hay hematopoyesis.

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Microfotografia de un corte del
bazo teñido con H-E. La pulpa
blanca (B) se ve agregados de
celulas linfoides densamente
teñidos adyacentes a arterias
centrales (A). La pulpa roja (R)
aparece menos teñida y con ese
aumento no es posible distinguir
entre los distintos senos y los
componentes del parénquima

Pulpa roja del bazo (humano).


Gran cantidad de sinusoides
esplénicos (1) parcialmente
ramificados en cuya luz pueden
identificarse los eritrocitos
(teñidos de rojo). Entre
sinusoides hay muchos
cordones palpares (2) de tejido
conjuntivo reticular con células
abundantes. Azan; 200 x.

Microfotografía de las sinusoides


venosas de la pulpa roja esplénica
que se han inmunoteñido para la
enzima lisosómica catepsina D.
Esta técnica realza la abundante
red de macrófagos fagocíticos
asociados a las paredes de los
sinusoides.

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TEJIDOS LINFOIDES
Se considera tejido linfático o linfoide a una forma especial de organización del tejido
conjuntivo, constituido por tejido conjuntivo reticular como integrante del estroma y un
conjunto de células en el que la mayor parte de sus componentes celulares funcionales son
los linfocitos.Por lo tanto, cualquiera que sea la estructura u órgano linfático que exista en
nuestro organismo el tejido linfático está constituido por tres componentes:
Un componente fibrilar integrado por fibras reticulares (colágena tipo III) que se disponen
en la forma de una red tridimensional.
Un tipo especial de fibroblastos denominados, células reticulares, situadas en los puntos de
intersección de las fibras que ellas mismos.
En este entramado fibrocelular se disponen células linfáticas de diversa estirpe que
ocupan los espacios de esa red tridimensional.
El tejido linfático o linfoide se dispone en el organismo de tres maneras:
a) Tejido linfático difuso, especialmente en las mucosas de una serie de órganos
membranosos integrantes de los aparatos respiratorio, digestivo, genital y urinario.
b) Tejido linfático en forma de cordones, por ejemplo en la médula de los ganglios
linfáticos o integrando el parénquima de la denominada pulpa blanca del bazo.
c) Tejido linfático folicular, constituido por tejido linfático organizado en estructuras
esféricas u ovoides denominados nódulos o folículos linfáticos, que, a su vez
pueden estar diseminados en las mucosas antes mencionadas o agrupados
constituyendo acumulaciones linfáticas asociadas a ciertas mucosas como la bucal
faríngea (tonsilas o amígdalas), en la intestinal (placas de Peyer) o (la bursa de
Fabricio, en aves) o rodeados de una cápsula conjuntiva para formar los órganos
linfáticos como el bazo, ganglios linfáticos o linfonodos y el timo.
Estructura microscópica de los folículos linfáticos.
Cuando un folículo linfático se examina a través del microscopio fotónico nos muestra un
contorno redondeado u ovalado con dos aspectos de agregación celular. Presenta una zona
central clara, denominada centro germinativo, rodeada por una zona celular de mayor
densidad de linfocitos, llamada manto o región cortical
Este aspecto del folículo linfático se observa después que un individuo ha desarrollado
una respuesta inmunológica, también se le conoce como folículo secundario. En recién
nacidos o en individuos que aún no han recibido una estimulación antigénica y tampoco

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han desarrollado una respuesta inmunológica, el aspecto del folículo linfático es uniforme
y similar al del manto; se le denomina folículo primario.

Sistema linfoide asociado a mucosa (MALT)


Son agrupaciones de tejido linfoide no encapsulado situado en la lámina propia y áreas
submucosas del tracto gastrointestinal (amígdalas y placas de Peyer), vías respiratorias y
tracto genitourinario, suponen una enorme superficie (unos 400 m2) y constituyen
posibles sitios de entrada de numerosos patógenos. Las células de cada sitio tienen
distintos fenotipos y características funcionales.
Representan una línea defensiva a nivel de las superficies mucosas del organismo. A este
nivel encontramos mecanismos protectores como la secreción de anticuerpos tipo
inmunoglobulina A (IgA) la cual contribuye a impedir la entrada de microorganismos
infecciosos. También existen linfocitos intraepiteliales cuya función pueden ser la defensa
de las células epiteliales del hospedador infectadas por ciertos virus o bacterias.
Desde el punto de vista histológico, estas consisten en tejidos que van desde acúmulos
dispersos de linfocitos hasta estructuras organizadas, pero nunca rodeadas de cápsula. Por
ello reciben el nombre de tejido linfoide asociado a mucosas (no capsulado), MALT.
Este conjunto de tejidos reviste una grandísima importancia, habida cuenta de la gran
superficie potencial que ha de defender frente a la entrada de patógenos.
Las células plasmáticas de los tejidos MALT son más numerosas que la suma de las células
plasmáticas de bazo, ganglios y médula ósea.
El MALT consiste en agregados de tejido linfoide no capsulado que se localizan en la lámina
propia y áreas submucosas de los tractos gastrointestinal.
Los tejidos MALT mejor estudiados son los asociados con el tracto gastrointestinal.
En algunos de estos casos (tracto respiratorio, digestivo y urogenital) el epitelio respectivo
está especializado en transportar antígenos desde la luz del conducto al tejido linfoide
subyacente.
La inmunidad generada en estos sitios se enriquece con la actividad desplegada por la gran
cantidad de anticuerpos (IgA), que se encuentran inmersos en las mucosas.
Entre los órganos linfoides secundarios, existen variaciones tanto en la estructura como en
la forma de llegada de un antígeno, en algunos tejidos asociados a mucosas se da a través
de células.

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Fotomicrografía de la médula de
un ganglio linfático. Se observan
células reticulares con
prolongaciones acidófilas (2),
macrófagos (1) y varios tipos de
linfocitos . Sobotta y Welsch.

Fotomicrografía de la médula de
un ganglio linfático. Se observan
células reticulares con
prolongaciones acidófilas (2),
macrófagos (1) y varios tipos de
linfocitos . Sobotta y Welsch.

Esquema y fotomicrografía
del tejido conjuntivo reticular
linfático de un ganglio
linfático. Se observa la red
tridimensional, constituida
por fibras reticulares
demostradas mediante
impregnación argéntica. Los
núcleos pertenecen a
células reticulares y
linfocitos.

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Fotomicrografías de A) un
folículo linfático primario. El
parénquima celular consta de
linfocitos pequeños sin
diferenciación; y de B) un
folículo secundario
secundario mostrando las
diversas zonas que lo
constituyen. a) centro
germinativo, b) casquete o
manto, c) zona dependiente
del timo. Tinción H-E. 100x.

Tinción de H&E,
Microfotografía de Tejido
linfático difuso, GI: porción
inferior de las glándulas
intestinales,LP: Lámina
propia.Aumentó:320X

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Bibliografía
- Alcocer A. 1998. Atlas color Histología. 6ª edición. Madrid, España. Editorial
médica panamericana. Págs. 227

- Palomo G. I “et al”. 2009. Fundamentos de inmunología básica y clínica.. 1ª


Edición Talca, Chile. EDITORIL UNIVERSIDAD DE TALCA. Págs. 817

- Latarjet, M. (2005). Anatomía humana volumen 2, Buenos Aires,


Panamericana, pp. 135.
- Welsch, V. (2006). Histología 2° Edición, Buenos Aires, Panamericana, pp.

269-272.

- Smith, V. (1991). Manual de embriología y anatomía general, España,

Universidad de valencia, pp.583.

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