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La historia de los tiempos modernos, en términos de la historia de las teases “ : Prdcticamente todos estarian de acuerdo con dos generalizaciones acerca de esas luchas ideolégicas. Una es que cada una de ess ideologias representa una respuesta al hecho de que después de la Revolucion francesa se forjaron nuevas visiones colectivas, que dieron origen al sentimiento de que hacfan falta estrategias politicas es Por el cada una de ellas parece haber surgido en tantas formas como idedlogos ha tenido. ‘Sin duda la mayorfa de Tas personas creen que entre esas ideologias cexisten algunas diferencias esenciales. Pero cuanto més de cerca, ‘observames, ya sea las afirmaciones teéricas o las luchas potiticas concretas, més desacuerdo encontramos sobre cudles son exactamen- te sas presuntas diferencias esenciales. obtener sd ren cog rie hy Ficos y unos pocos dirigentes politicos han sost nido que en realidad hay s6lo dos ideologias y no tres, aunque también ce meee ing coat re jgia.en sus miiltiples acepciones nunca ha sido una palabra que las [personas o los grupos se hayan aplicado a si mismos con agratlo. Los idedlogos siempre han negado ser idedlogos, con la excepcién de Destutt de Tracy, quien se dice que invents la palabra. Pero Napoleén pronto la utiizé contra él, diciendo que el realismo politico era 1 76 ‘CONSTRUGCION Y TRIUNFO DELAIDEOLOGIA LIBERAL. preferible a la ideologia (queria decir una doctrina te6rica), sentimien- to que de entonces acé muchos politicos han compartide, Medio siglo después, en Le ideologiaalemana, Marxutiliz6 el término para caracterizar una visién del mundo que era a la vez parcial ¢ interesada, la vision de una clase (Ia burguesfa). Laideologia, dijo Marx, estaba destinada a ser sustituida por la ciencia (que reflejaba la vision de la clase trabajadora, que era la clase universal). Mannheim, en el periodo entre las dos guerras mungiales, fue atin més all4, Estaba de acuerdo con Marx acerca de fa naturaleza parcial c interesada de las ideolog Salmarxi stadeta i /Al proclamar el B pensando principalmente en el ‘marxismo, que vefa cediendo a una especie de liberalismo blando, no ideol6gico, basado en la conciencia de los limites de la politica, Asi, durante sus dos siglos de existencia el concepto de ideologia haa sido pereibic i co superar. Pero) ologias, Bell estaba ‘aunque no responderé completamente a ninguna de ellas, en conjur- to representan un intento de comprender el concepto de modernidad Y sus vinculos con el concepto de ideolo; i st lec ee a sog yun Wonca 2] Quin es el “nyjeto” de una ideologia? 3] eCudl es la relacién de las ideologtas con el (los) estado(s)? 4] «Cusntas ideologies han existido en realidad? 5] Bs posible superar las ideologfas?, es decir, zes posible operar sin una ideologia? Hay una anécdota, probablemente apScrfa, sobre Luis XVI, segtin la ual al'ser informado por el duque de Liancourt sobre la toma de la Bastilla pregunté: “gEs una revuelta?” ¥ la respuesta fue: “No, sefior, LASEUDOBATALLA DE LA MODERNIDAD 7 ¢s una revolucién” (Brunot, 1987: 617). No es éste el lugar para iscutir una vez mas sobre ia interpretacién de la Revolucién francesa, salvo indicar que una de sus principales consecuencias paral sistema mundial fue que hizo aceptable por primera vez la idea de que el cambio, la innovacién, la transformacién, incluso la revolucién, eran fenémenos “normales”, ¢s decir no excepcionales, de la esfera politica, © porlomenos de la esfera politica moderna. Lo que primero parecié. estadisticamente normal muy pronto eg6 a ser percibido como moralmente normal, Era a es0 a lo que se referfa Labrousse cuando dijo 7 aaa ce , como dijo Watson, “la revolucién [fae] la sombra bajo la cual vivi6 todo el siglo xix" (1973: 45). ¥ yo agregaria que el siglo XX también. La revolucién mareé la apoteosis de la ciencia newtoniana del sigio Xvi y del concepto de progreso del xvi; en suma, lo que hemos llegado a lamar la modernidad. ‘Lamodernidad ¢s la combinaci6n de una realidad social particular y de una particular Weitanschawang 0 visién del mundo, que han remplazado, ¢ incluso enterrado, a otro par que, precisamente para indicar cudn superado esté, ahora llamamos el Ancien Régime, el antiguo régimen. Sin duda no todos reaccionaron del mismo modo ante esa nueva realidad y esa nueva visién del mundo. Algunos les dieron la bienvenida, otros las rechazaron, otros no estaban seguros de cémo reaccionar. Pero muy pocos dejaron ds percibir la naturaleza del cambio que habia ocurtido. En este sentido la anécdota sobre Luis XVI es muy significat por fo tanto pensar en las fas formas en que la gente enfrent6 esa nueva situacién? En ese sentido una ideologia no es en si una Weltan schauung, sino més bien na respuesta entre otras al advenimiento de esa nueva Weltanschauung que llamamos modernidad.’ * Lasideologia fueron solo una de tres formas de enfrentar esasituacién. Las otras ‘dos fueron ls cencias sociales y los movimientos andsstémicos, Examino en detlle 8 ‘CONSTRUCCION Y TRIUNFO DE LA IDECLOGIA LIBERAL, Es obvio que la primera reaccién ideoldgica, una reacciém casi inmediata, tenia que venir de los que encontraban més profundamen- te chocante, incluso repelente, la modernidad, el culto del cambio y 1 progreso, el persistente rechazo de todo lo que fuera “viejo”. Por ‘que se pareciera a un cuerpo conscientemente aceptado de doctrina conservadora” (1912: 39). Giertamente, en opinién de los conservadores, ~la Revolueia francesa no fue sino la culminacién del proceso histérica de ‘tomizaci6n que se remontaba alos comienzos de doctrinas como el nomtinae Tismo, la dsidencia religiosa, el racionalismo cientifico,y la destructién delos grupos, las institucionesy las certezasintelectuales que habian sido basicos en Ja Edad Media (Nisbet, 1952: 168-169} Por consiguiente la ideologfa conservadora era “reaccionaria” en el sentido inmediato de que era una reaccién al advenimiento de la modernidad, y el objetivo que se proponia era (en la versién dura) invertir por completo la situacién, 0 bien (en la versién més sofistica- da) limitar los dafios y postergar lo més posible los cambios que se ‘ee em omg a ‘eran los instrumentos clave que necesita- ‘ban para alcanzar sus metas. Cuando las fuerzas conservadoras volvie~ ron al poder en Francia en 1815, llamaron a ese acontecimiento la “Restauracién”. Sin embargo, como sabemos, las cosas no volvieron realmente al statu quo ante, Luis XVIII tavo que conceder una consti- tuci6n, y ewando Carlos X trat6 de instaurar una verdadera reaccién ‘exo eintento expecificar las rolacones entre las tres formas en "The French revolution ‘8 a worldhistorica event”, en Unthinking socal sence The limit of nineteenth centry ‘oradigns, Cambridge, Polity Press, 1991, pp. 7.22. {LA SEUDOBATALLA DE LA MODERNTDAD 79 fue derrocado y su lugar fue ocupado por Luis Felipe, que asumié el titulo més moderno de “rey de los franceses”.* La siguiente etapa de la historia fue la construccién del liberalismo, que se definié a si mismo como lo opuesto al conservadurismo, con ‘base en lo que podriamos lamar una “conciencia de ser moderno” (Minogue, 1963: 8), El liberalistno siempre se ubieé en el centro del terreno politico, proclamdndose universalista.” Seguros de si mismos y de la verdad de esa nueva visién del mundo de la modemnidad, los liberates trataron de propagar sus ideas y de introducir su légica en. todas las instituciones sociales, a fin de limpiar al mundo de los residuos “irracionales” del pasado. Para hacerlo tvieron que luchar contra los ideStogos conservadores, a quienes veian como obsesiona- dos por el temor a los “hombres libres”, los hombres liberados de los, falsos (dolos de la tradicidn, En otras palabras, los liberales crefan que el progreso, si bien era inevitable, no se podia alcanzar sin algiin esfuerzo humano, sin un programa politico. Asi, la ideologia liberal era la creencia de que para que la historia siguiera su curso natural eranccesario ejercer un reformismo consciente, continuo, inteligente, con plena conciencia de que “el tiempo era el amigo universal, que inevitablemente traerfa més (elicidad para un nimero cada vez mayor de personas" (Schapiro, 1949: 1 on allamarse “socialistas” se vefan a si mismos, en todas partes, como los herederos y defensores de la Revolucién francesa, lo cual no * La Care conceia por Luis XVII ue potcamenteesenil para su “Resta cide”. Bn su dedaracign de Saint Quen et furro vey deelaré que estaba dispacrto 3 “adoptar una coastnucién Hberal” que el Ramaba "Cara". Basti (1953, pp. 163164) observa que ‘el tEnnino Garta, que en paces anceriores habla tenido signifcados mips y variados, evoraba sobre todo las ertades comurales”. Vagreya que “para los de incinaciones liberates, erocaba muy naturalmente ia Magea Cara ingles de 1215". Segsin Bas “Luis XVI nunca haba logrado la aceptacéa pablea si no hubiera sasfecho de alguna manera las agpiraciones af Wberad”. Cuando en 1830 Las Felipe amu vez prodams también una Cara, tuve que ser “consentda” (conse) antes que “otorgada® (ery) por el rey. 2 “Eraala humanidad en su conjuntoa quien se iia los liberals, sin exepeion smporeante" (Manning, 197, p. 80). * a Le cortja de Parma, el revlucionaro Ferrante Palla se presenta siempre como “hombre libre”,

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