Propuesta de un modelo de análisis de cultura y clima laboral:
aportaciones al modelo de análisis cultural de Cameron y Quinn. Recuperado de la base de datos de UESAN (058525) PROPUESTA DE UN MODELO DE ANÁLISIS DE CULTURA Y CLIMA LABORAL. APORTACIONES AL MODELO DE ANÁLISIS CULTURAL DE CAMERON Y QUINN. Pilar Ortiz y Angel Olaz Introducción Sí por el término cultura puede entenderse el conjunto de hábitos y conocimientos adquiridos como resultado de la sucesiva aplicación de facultades intelectuales, - conformados a través de patrones comportamentales de actuación seguidos por los miembros de un grupo, no es menos cierto que, en el ámbito empresarial, cabría definir el término cultura de empresa como una visión sobre cómo se hacen y se deben hacer las cosas, con especial atención a los objetivos de la empresa o, si se prefiere, sobre el objetivo último de la empresa, que implica algo más que producir y . vender. Estos aspectos remiten a la idea de “misión”, entendida como aquella postura ante los recursos humanos, articulada en orden a acciones concretas como son: la formación, promoción, captación, capacitación, comunicación y trato. Es, por tanto, una actitud ante aspectos de vital importancia para la supervivencia y competitividad de la empresa, sin olvidar la innovación del producto, el proceso de producción o gestión y, si se prefiere - en última instancia -, Un posicionamiento ante el cliente, operativizando en acciones concretas la atención personalizada, rapidez, servicio de postventa, y demás procesos que diferencian la calidad de una empresa frente a otras del entorno cada vez más competitivo y cambiante. En otra dimensión espacio - temporal el clima laboral puede entenderse como la atmósfera que se “respira” en el seno de la organización. Es una sensación no siempre coincidente en todos y cada uno de los miembros del colectivo, de ahí que el | componente subjetivo sea un elemento de inexcusable análisis por parte del investigador social. Pero al margen de cualquier otra consideración, sí parecen evidenciarse elementos complementarios en el análisis de ambos conceptos. : Pilar Ortiz — Angel Olaz | un De algún modo, el clima - el buen o mal clima - se convierte en una de la manifestaciones del “grado de salud” que anida en la organización. Cuando éste se encuentra deteriorado, ello comporta analizar los “síntomas” comportamentales, 5 diagnosticar posibles “patologías organizativas” y, en su caso, establecer u protocolo o “tratamiento”, siempre con el telón de fondo de la cultura organizativa. = El propósito de este trabajo responde a varios fines: en primer lugar, revisa someramente las diferentes caracterizaciones de cultura empresarial, con especial atención al modelo de Cameron y Quinn (1999), en segundo término, proceder de forma análoga buscando aquellas caracterizaciones relacionadas con el clima laboral y, por último, proponer un modelo que permita explicitar las características de un modelo de clima laboral asociado a la tipología desarrollada por los anteriores autores. 1. Caracterización de la cultura empresarial El debate que subyace detrás del análisis de los investigadores sobre la tipología o características de la cultura organizativa, es averiguar la tipología que “contiene” una mayor cantidad de rasgos identificables con el éxito de la organización. No obstante o es necesario hacer una advertencia, no existe una cultura “ideal”, la cultura ideal par cada organización será aquella que mejor responda a las necesidades internas de ést O DD p y a una gestión eficaz de su relación con el entorno. Esta premisa nos aproxima a un de los elementos más importantes de una cultura organizativa funcional: su adaptabilidad o flexibilidad para responder a las necesidades intra y extra organizativas. | o) Con frecuencia, se ha identificado una cultura fuerte con los resultados exitosos de una organización, sin embargo, algunas «investigaciones ponen de manifiesto que organizaciones con una débil identificación cultural, son también más flexibles y, por tanto, adaptables a las necesidades cambiantes de la propia organización y, por extensión, a la variabilidad del entorno (J.A. Garmendia, 2004, J.B. Sorensen, 2002). Teniendo en cuenta la falta de unanimidad acerca de la bondad de una cultura fuerte, se podría establecer como premisa que las organizaciones no basan su eficacia en una determinada cultura, sino en la coherencia de los elementos que la componen, esto es, la congruencia entre los valores que orientan la estrategia organizativa, las políticas para su implementación, la estructura organizativa y los objetivos a alcanzar. , Pilar Ortiz — Angel Olaz UN En esta línea, la Teoría de la Alineación Organizativa (K.A. Merron, 1994) constituye un buen marco teórico desde el que analizar la coherencia intraorganizativa entre elementos esenciales en la eficacia de cualquier organización, como:son la cultura, la estructura y la estrategia organizativa. La alineación entre estos elementos es un factor clave para la dirección adecuada de una organización (l. Sánchez Quirós, 2004). No obstante todas las prevenciones sobre el relativismo de los tipos ideales y su relación con los resultados organizativos, la teoría no ha renunciado al intento de encontrar grandes caracteres desde los que diagnosticar rasgos de la cultura imperante en una organización. De hecho, constituye el primer paso de cualquier investigación sobre cultura y deben constituir una premisa en la auditoría sobre la cultura y el clima organizativos. Las clasificaciones posibles son múltiples y en todas ellas los determinantes son el ámbito en el que se desarrolla la actividad -pública o privada-, el tipo de actividad -más tradicional o innovadora-, la profesionalización existente en la empresa -que determinará una gestión de tipo tradicional/autoritario o una dirección de corte integrador/participativo, el entorno inmediato -más o menos dinámico- que determinará una cultura más o menos flexible y permeable a dichos cambios (Ortiz, P, 2004). Una herramienta teórica interesante de cara a integrar la gran cantidad de tipologías sobre cultura existentes es el “Modelo de Valores Rivales”, un modelo que orienta los estudios empíricos sobre la cultura predominante en las empresas de éxito. Deshpandé et al. (1993), Quinn y McGrath (1982) plantean tipologías culturales en las que se identifican arquetipos culturales y se relacionan con la estructura y procesos que priman en la organización. En el caso del modelo desarrollado por Deshpandé, definen los tipos de cultura a través de dos dimensiones representadas como algo continuo. La primera dimensión va desde los “procesos orgánicos” a los o ora “mecanicistas”, e identifica si en la organización se da más importancia a la nn flexibilidad y adaptabilidad, elementos propios de una estructura orgánica, o por el AA y AUR PLapIdneAn E 2 Organic: , contrario, pone el énfasis en el control, la estabilidad y el orden, propios de una y ci o A ANNA " estructura mecanicista; la segunda trata de identificar si la organización mantiene más un enfoque interno, hacia actividades sencillas y su integración, o por el contrario se orienta al exterior, la competitividad y la diferenciación. Las tipologías culturales que resultan de esta combinación son la de clan, jerárquica, adhocrática y de mercado, una modelización ampliamente compartida entre otros autores. Pilar Ortiz — Angel Olaz UN En el caso de la elementos propios humanos, (productividad, crecimiento) frente Teniendo en cuenta la mayoría de los ca espectro de posib tipificaciones que y caso de D. McGrego Sin embargo - y si Cameron y Quinn ( elementos configura sus patrones de co estilo de dirección, de este análisis mu caracterizaciones ol Cultura Clar miembros ct convierte el asumiendo e de sus comp además, en estrategia e trabajo en € buenas dosis cuestiones u los responsa participativa cultura fami las personas a día. cohesión efi modelización de Quinn y McGrath, los cuadrantes definen de una cultura basada en la persona (valor de los recurs ) frente a los de una cultura basada en la organizaci ciencia) y los de una estructura orgánica (adaptabilida a los propios de una estructura mecánica (estabilidad, control) todos estos factores cabe hablar de tipologías culturales que sos se definen por oposición, pero entre ambos polos hay todo ilidades. Así ocurre en los modelos anteriores y en tant a forman parte de la teoría sobre cultura organizativa, como es Fr, Quinn y Spreitzer, o Kilmann y Saxton, entre otros. empre desde nuestro particular apreciación - es el modelo 1999), el que presta una mejor y especial atención a algun ativos como son: 1) cómo se concibe la empresa, 2) las personas mportamiento, 3) la gerencia y sus pautas de actuación, 4) 5) los valores compartidos y 6) el éxito empresarial. Del resulta ltidimensional se desprende una de las mejores y más lograd rientada a la explicación de los siguientes tipos de cultura: $ 1 La empresa se concibe como una gran familia, donde omparten interactivamente creencias y valores. El gerente a referente inexcusable del comportamiento de la empres | papel de tutor, consejero y hasta casi padre de todos y cada u donentes, no ya sólo desde un punto de vista emocional, si tareas directivas. El estilo de dirección que se desarrolla basa n el consenso y participación, en una apuesta decidida por -quipo, algo que difícilmente podría conseguirse sin contar c de compromiso lealtad y confianza entre sus integrantes. Est hidas a una confianza sin límites que les hace corresponsables bilidad encomendada, junto a Una mentalidad abierta, plura , se convierte en piedra de toque de esta forma de entender liar. Es por todo ello que el éxito se cimenta en el desarrollo el trabajo en equipo junto a un compromiso trabajado en el « os 50S ¡ón 2d, as el de os > Y el do as de a Pilar Ortiz — Angel Olaz po Cultura Adhócratica; La empresa no podría entenderse sin un sentido proactivo hacia el entorno en el que se encuentra, donde el dinamismo, y la rapidez de reacción a los retos del entorno da cuerpo al carácter emprendedor de sus miembros. Inevitablemente y junto a estos factores, la capacidad para asumir riesgos es una cuestión inherente a sus particulares formas de actuación, cuya expresión más clara se manifiesta en la gerencia. El estilo de dirección queda caracterizado por la permanente convivencia del riesgo en la toma de decisiones, la creatividad, innovación y un amplio margen de maniobra en sus acciones. En esta linea de actuación, los valores compartidos con el resto de los miembros son el compromiso con la innovación y el cambio continuo desde una dimensión proyectiva. Estratégicamente el dinamismo y la aceptación del cambio como mecanismo de supervivencia confiere señas de identidad a la forma en que actúa la organización. La experimentación y el ir un paso por delante, abriendo nuevas tendencias, sin perder de vista las experiencias previas convierten las posibles amenazas en nuevas oportunidades de desarrollo. En definitiva, no puede entenderse el -éxito sin la investigación de nuevos productos y servicios diferenciados que les conviertan en líderes de referencia en el contexto en que desarrollan su actividad. Cultura Jerárquica: Como su propio nombre sugiere, la cultura de empresa se encuentra extraordinariamente normalizada en cuanto a funciones, responsabilidades, procesos, procedimientos, tareas y actividades, remarcando de algún modo su carácter burocrático. El equipo gestor se constituye como elemento vertebrador de la estructura, coordinando, organizando y apostando por la eficiencia. El estilo directivo se caracteriza por una atenta orientación a la seguridad en el empleo, la permanencia en el puesto de trabajo y por la reducción de incertidumbres como base para el buen funcionamiento de la organización. Los valores que se comparten con el resto de la organización se fundamentan en el respeto y acatamiento de las normas que funcionalizan orgánicamente a la empresa, Otro rasgo característico de esta cultura es-el anhelo por la continuidad de Sus miembros a través de la permanencia y estabilidad de los mismos, para lo que el control y seguimiento, siempre desde la perspectiva de la eficiencia, son elementos insobornables. Pilar Ortiz — Angel Olaz Eo... Su éxito fina adecuada pl: costes como Cultura de / consecución empuja a q internamente tiempo y for promueve la objetivos am Es por ello agresividad, objetivos cof juego de “su convirtiéndos que en la co de mercado todas luces. 2. Caracterización Por sorprendente qu del pasado siglo, es de más relevancia significado y compre En este sentido y de dimensiones que re: perspectiva. Sin ánimo de elabor: diferentes autores - se señalan algunos especialmente relev , por tanto, gravita en torno a la eficiencia lo que conduce a u anificación de la producción, calidad de servicio y el control expresión de la fluidez perseguida. Mercado: La empresa es ante todo una entidad orientada a de resultados. La propia cultura de la organización promueve ue los perfiles de sus miembros sean competitivos (inclu >) y, por consiguiente, enfocados a la obtención de resultados ma. En clara consonancia con este escenario, el estilo directi agresividad de sus componentes como resorte para alcanz biciosos. | que los valores compartidos con sus miembros se basan en el espíritu ganador y, en última instancia, la materialización acretos en un mercado donde la estrategia se concibe como ma cero”. Así pues, la feroz competencia desarrollada termi se en el “ser” o “no ser” de la organización. El éxito se basa m nsolidación del nicho de mercado, en alcanzar la máxima cuo posible o, si se quiere, en una posición de liderazgo hegemónica del clima laboral e pueda parecer, muy posiblemente la década de los años 60 y el momento en el se producen mayor número de investigaciones y proyección en el terreno de la sociología industrial, sobre nsión del estudio de clima laboral. pendiendo lógicamente del autor, se llegan a identificar diferent sultan claves para la comprensión del clima laboral desde ca: ar una minuciosa cronología de las caracterizaciones otorgadas p algo pretencioso e inabarcable al mismo tiempo - a continuaci de los modelos que a nuestro modo de ver resultan s antes por sus aportaciones. . na el es da ón er Pilar Ortiz — Angel Olaz || Así desde el modelo de Halpin y Crofts (1963) basado en la especifidad de los cuerpos docentes hasta llegar a visiones más generalista como la que proporciona Olaz y Ortiz (2009) varias son las caracterizaciones explicativas del clima laboral. Una de las quizás más completas es la de Likert (1967) al considerar como elementos explicativos del clima laboral los siguientes aspectos: métodos de mando; naturaleza de las fuerzas de motivación, comunicación e influencia - interacción; toma de decisiones; fijación de objetivos y directrices; procesos de control y finalmente todos aquellos aspectos referidos a la objetivación de resultados. Tendrían que transcurrir unos cuantos años para que diferentes investigadores entre los que se pueden citar a Meyer (1968); Schneider y Bartlett (1968); Friedlander y Margulies (1969); Lawler, Payne, Pheysey, y Pugh (1971) dieran paso a otros autores ee con una visión armonizadora de elementos aparentemente disociados en la explicación del clima laboral. En este sentido la visión proporcionada por Pritchard y Karasick (1973) resulta especialmente interesante. Según estos últimos autores, entre los elementos caracterizadores del clima_laboral. se encuentran los siguientes: la autonomía, el conflicto frente a cooperación, la estructura organizacional, sistemas de recompensa, relación entre rendimiento y aspectos remunerativos, nivel de ambición, flexibilidad e innovación, centralización, apoyo, junto a dos categorías tradicionalmente estudiadas en el terreno de la investigación sociológica como son las relaciones sociales y el estatus. Siguiendo en este apresurado viaje por el tiempo y tras las singulares aportaciones realizadas por Lawler, Hall y Oldham (1974); Gavin (1975) debemos detenernos aunque sea rápidamente en Steers (1977), quien sobre un conjunto de 10 variables incluye en su caracterización la idea del estatus como categoría clave. Tras un lapso de casi 15 años es Koys y Decosttis (1991) quienes profundizan en un conjunto de variables con un marcado rango psicológico. Tendríamos que remontarnos al año siguiente cuando entre la literatura anglosajona se abre paso por méritos propios el estudio de Alvarez (1992) quien sistematiza. el Clima laboral en orden a los siguientes aspectos: valores colectivos; posibilidades, de preci y desarrollo; recursos materiales y ambiente físico; retribución material y a "resolución de quejas y > conflictos: relaciones humanas, one Jefss- balas control y regulaciones; estructura.organizativa. y diseño del trabajo. Po A Pilar Ortiz — Angel Olaz UN Posteriormente Gle definición de un mc Bjórnberg y Nicholsc De este modo pued que el clima labora moldear un concept 3. La Conexión Cult De la misma forma trabajo sin haber imposible comprend las vivencias en la or Cultura y clima no organizaciones, ya q han sido repartidos € La delimitación conc décadas. En esta ir aborda el estudio de comportamiento y atención en cómo el con una atención € liderazgo y, en gene Litwin y Stinger, 197 Una primera conexicd necesidad de capta “clima colectivo” (J individual de la * interacción de los i refleja también un c« y Peiró 1999). hdon, Stanton y Harrison (1994) profundizan nuevamente en delo de clima laboral hasta llegar más cercanos en el tiempo n (2007). e advertirse la casi infinita y siempre admisible caracterizaci tiene entre los diferentes investigadores que se ha ocupado tura - Clima que sería difícil comprender y analizar la satisfacción en analizado las condiciones en las que éste se realiza, resul er el clima organizativo sin conocer la cultura “responsable” ganización. siempre han ido de la mano en los análisis teóricos sobre | ue, casi de forma “salomónica”, estos conceptos y su tratamien eptual entre ambos ha sido objeto de análisis en .las últimas tr adagación disciplinar, la Psicología -especialmente la rama q l individuo en las organizaciones-, se ha centrado en el análisis d la dinámica de grupos en la “organización, poniendo espec “espacio vital” condiciona la vida del individuo en la organizació special los condicionantes del clima organizativo, como son ral, el comportamiento directivo (Likert, 1961, Mc Gregor, 196 8). | n entre el clima y la cultura, viene precisamente de la mano de r metodológicamente lo que algunos autores denominaron atmósfera” organizativa, sino de analizar el producto de ndividuos, cuyo resultado es el “clima colectivo”; un clima q o a menudo escurridizo pero extremadamente dúctil y maleable. 2ntre sociólogos y antropólogos, por un lado y psicólogos por otro. oyce y Slocum, 1984). Ya no se trata de insistir en la percepció jeterminado contexto social: el de la organización (González-Romá la ón de el ta de as to el o Pilar Ortiz — Angel Olaz En Desde esta perspectiva, el clima, tradicionalmente circunscrito al ámbito de la percepción individual, conecta con la cultura, tradicionalmente relacionada con el producto de una relación social traducida en válores, normas, formas de pensar y actuar de naturaleza colectiva que cristalizan en “la forma de ser y estar” de una organización. En suma: cultura, como equivalente del “ser” y clima, la materialización del “estar”. La organización es un crisol de elementos y relaciones sociales y aspectos personales para cuyo análisis es imprescindible la complementariedad disciplinaria. En esta ponencia se propone la revisión de un modelo de análisis cultura-clima desde esta perspectiva. 4. Tipologías de Clima asociadas a la tipología cultural del Modelo de Cameron y Quinn Sobre la base anterior, a continuación se establecen las equivalencias entre el clima laboral derivado de cada una las tipologías culturales del Modelo de Cameron €r Quinn. Cultura Clan: La gran conexión entre el terreno personal y profesional provoca que los éxitos / fracasos del ámbito personal se trasladen al terreno laboral y viceversa. Existe un alto grado de emotividad en la gestión del clima laboral y la irracionalidad es capaz de dinamitar o fortalecer situaciones críticas entre los miembros de la comunidad laboral. Cultura Adhócratica: El buen o mal clima depende esencialmente de las oportunidades de negocio que existan o sean susceptibles de generarse en el corto plazo. De las posibilidades de aportar mucho, poco o nada, puede derivarse un buen, mal o pésimo clima laboral. Cultura Jerárquica: El buen o mal clima depende en gran medida del cumplimiento o no de la normativa que regula la actividad de sus miembros. Cualquier elemento que genere incertidumbre sobre la actividad reglada y que pueda interferir en la tradicional estabilidad de la organización puede convertirse en elemento de franco deterioro de sus formas de actuar. Cultura de Mercado: El buen o mal clima guarda estrecha relación con el nivel de consecución de objetivos. Por otro lado, un elevado nivel en las expectativas creadas puede ser un importante generador de frustración colectiva. Pilar Ortiz — Angel Olaz Eo El clima es tal de uno pueder de un juego de suma cero. CUAD n sensible hacia el logro individual que, a menudo, las gananci a contabilizarse como las pérdidas del compañero en el contex RO 1. VARIABLES MODELIZADORAS DEL CLIMA LABORAL as CULTURA CLAN (A) La empresa es concebida coma mucho con los demás. La gere buen tutor, consejero y padre familia. El estilo de dirección se grupo, el consenso y la partici perscnal son la lealtad, el com mutua, El trabajo en equipo e: muy importante el desarrollo | una gran confianza y una menta basa en el desarrollo humano, interés por los trabajadores. CLIMA LABORAL La gran conexión entre el te que los éxitos / fracasos del án laboral y viceversa. Existe un del clima laboral y la irrac fortalecer situaciones críticas laboral. una gran familia. La gente comparte cía es entendida como ejemplo de un de todos los que componen la gran caracteriza por promover el trabajo en pación. Los valores compartidos por el promiso con la empresa y la confianza muy importante. Estratégicamente es umano de sus miembras. Debe existir idad abierta y participativa, El éxito se el trabajo en equipo, el compromiso e Freno personal y profesional provoca mbita personal se trasladen al terreno Ito grado de emotividad en la gestión ionalidad es capaz de dinamitar o entre los miembros de ta comunidad CULTURA ADKOCRATICA (B0 está dispue: puede con inmidor dee apostar par sus ideas Y asumir riesgos. jemplo de emprendedor nato, . El estilo de dirección se caracteriza por promover la iniciatt individuo, la asunción de riesgos, la innovación, la bbertad y la singularidad. Los valores comparudos por el personal son Sn y el cambio continuo. Hay que estar a ta última en fodo. E mente es importante el dinamismo y la predisposición a acepi uevos retos, Experimentar 'ebar nuevas cosas y aprender de los errores son aspectos críticos, El éxito se E ercel desarrollo de productos únicos y novedosos. Se busca ser lí en productos e innovación. he Se g A CLIMA LABORÁL El buen o mal clima depende esencialmente de ias oportunidades de negocio que existan o sean suscuptibles de generarse en el corta plazo. De les posibilidades de aportar mucho, poco o nada, puede derivarse un Buen, male pésimo clima laboral. LA DE MERCADO 10) previstos. Estrate CUISA LABORAL El buen o mal cima gusrda consecución de objectivos. Po expectativas crexdas puede irustración colectiva El individual que, menuda contadbilizarse como las perdid juego de suma cero, E eptada a los sestilla ajores comparti cléna es ten sensible hacta 0%. gente es mi 5 objetivas 2titindad agresiva y la co (OS por a sonal muy nes competít ado Y o respecto a los esira: relación con el nivel de otro tado, un sisvado nivel en las ser un importante generador al £ ganancias de uno pus at compañero en el contexto de ua de CULTURA JERARQUICA (D) Lo empresa ces una entidad muy jerarquizada, formalizada estructurada, Para cualquier actividad «existen procedimientos vormas previamente definidos. La gerencia se puede considerar como jemplo de coordinador, organizador y defensor de la eficiencia. El estilo de dirección se caracteriza por promover la seguridad en el empleo, la permanencia el puesto y la existencia de poca incertidumbre. Los valores compartidos por el personal son el respeta a las normas y políticas formales y el cumplimiento de la jerarquía, Es muy importante que todo esté ji Estratégicamente es importante la permanencia y la estabilidad de sus mulembros. trol y funcionamiento fluido son aspectos clave. £l éxito eficiencia, El cumpbmiento en el servicio, la adecuada de la producción y los bajos costes son aspectos críticas. Eficiencia, cal se basa en la programación CLA LABORAL El buen o mal clima depende en gran medida del cumplimiento o na de la normativa que regula la actividad de sus miembros. Cualquier elemento que genere incertidumbre sobre la actividad reglada y que pueda interferir en la tradicional estabilidad de la organización puede convertirse en elemento de franco deterioro de sus formas de actuar. Fuente: Elaboración propia a partir del Modelo de Cameron € Quinn (1999) Pilar Ortiz — Angel Olaz
5. Diseño de un Modelo para recogida de:Datos
Como resultado de lo anterior, se propone un modelo destinado a la datos que facilitarían el análisis del modelo propuesto. su empresa: como una gran gente comparte gente eta y asin encaaiada a Lo penita Cibiva y estocada He vs. Liúad muy jerercanza y estrucrurada. Para cualquier actividad existen y pontas previamente su empresa! caracteriza por promover Én equipo. el consenso y caracteriza por pomever daoniciauya del todividio, le as riesgor, la CBCieoZa por peptiaver ARPEDVR y de caracteriza por promo ea el empies, ls permanencia en el puesto y la existencia de poca su empresa: Los valores compromiso cen la empres. la mutua y el trabajo en grupo. comproanso con la iimovacion y Los válanrs a 5 y la consecución AS valores Son el respeto por las nomas y se su empresa: éxito 3e basa en el en equipo. al compromiso e Isicos y corserucion en que se su empresa: empresa, en sus donde la emotividad resulta clave, depende las negocio que existan o 32an El fe en sl corto plazo. guarda con e es en correspendancia con el como elemento que deteriora la estabilidad de la erganización, recogida de Actual Pilar Ortiz — Angel Olaz 6. Conclusiones El relativismo acerca cultura ideal para necesidades internas misma manera, el desarrollada en cad cultura y clima, nc organizativa. De los modelos teór Quinn (1999), el q cultural de la empr corresponde a cada La aportación de caracterización conj Cameron y Quinn. El resultado previsto estrecha relación qu bien desde la pers trasladadas a la conf 1 de la existencia de “culturas ideales” nos lleva a concluir que cada organización será aquella que mejor responda a l de ésta y a una gestión eficaz de su relación con el entorno. De clima estará fuertemente condicionado por el tipo de cultu a organización. Partiendo de esta premisa, la congruencia ent Ss proporciona una excelente vía de análisis sobre la “salu cos en los que se recoge la premisa anterior, es el de Cameron ue mejor recoge los elementos que configuran la orientacic esa, facilitando su caracterización, así como la del clima q modelo cultural (clan, adhocrática, mercado, jerárquica). esta ponencia consiste en el diseño de un modelo para unta de ambas dimensiones sobre la base del modelo original « de la aplicación de este modelo supondrá poner de manifiesto e existe, desde nuestra perspectiva, entre dos dimensiones que, pectiva teórica se han estudiado en paralelo, han sido po iguración de un modelo práctico de análisis conjunto. fa re d” an Je Pilar Ortiz — Angel Olaz E Blibliografía Alvarez, G. (1992): “El constructo clima organizacional: Concepto, teorías e investigaciones y resultados relevantes” en Interamericana de Psicología Ocupacional, 11, pp. 25 - 50. Bjórnberg, A.; Nicholson, N. (2007): The family climate scales - development of a new measure for use in family business research. En Family Business Review, 12, pp. 229 - 246. Cameron, K. S. y Quinn, R. E. (1999): “Diagnosing and changing organizational culture. Base on the Competing Values Framework”, Addison- Wesley, Reading. Friedlander, F. y Margulies, N. (1969): “Multiple impacts of organizational climate and individual value system upon job satisfaction” en Personnel psychology, 22, pp. 171 - 183. Gavin, J.F. (1975): “Organizational Climate as a function of personal and organizational variables” en Journal of Applied psychology, 60, pp. 135 - 139. Gallo, M. y Estapé, M.J. (1992): “La empresa familiar entre las 1.000 mayores empresas de España”, Documento de Investigación IESE, n* 231. Gallo, M.A. (1995): "Empresa Familiar. Texto y Casos", Editorial PRAXIS, S.A., Madrid. Gersick, K.E.; Davis, J.A.; McCollom, M. y Lansberg, |. (1997): Generation to generation: Life cycles of the family business. Harvard Business School Press, Boston. Glendon, A.!.; Stanton, N.A. y Harrison, D. (1994): “Factor analysing a performance shaping concepts questionnaire” en Robertson, S.A. (Editor) Contemporany Ergonomics 1994: Ergonomics for All, Taylor €: Francis, pp. 340 - 345. González - Roma, V. y Peiró J.M. (1999): “Clima en las organizaciones laborales y en los equipos de trabajo” en Revista de Psicología General y • Aplicada, 52 (2-3), pp. 269 - 285. Pilar Ortiz — Angel olaz MN Halpin, A. y University of Joyce, W. y defining agg journal, n* 27 Katz, D. y 2*edición, Jo Koys, D. y E Human Relat Lawler, E.E. relations to organizational structure, process and performance” e Organizational behaviour and human performance, 11, pp. 139 - 155. Lewin, K., Li in experimen Likert, R.: (1961 (1967 Litwin, G. y Harvard Busir Mc Gregor, D Meyer, H.H. Taguiri, R. y a concept, Hi Monreal, J., (2002): La € Civitas, Madr Ortiz, P (20( Formación y Chicago, Chicago. Slocum, J. (1984): “Collective climate: Agreement as a basis f regate climates in organizations” en Academy of manageme 7, pp. 721 - 742. Khan, R.L. (1966): The social psychology of organization hn Wiley, New York. | decosttis, T. (1991): “Inductive Measures of Psychological” € ions, 44, 3, pp. 265 - 385. | ppitt, R. y White, R.K. (1939): Patterns of aggressive behavio tally psycology, 10, 271-299. : New patterns of managements. Mc Graw - Hill, New York. The human organization. Mc Graw - Hill, New York.
ness School Press, Boston.
. (1960): The human side of enterprise. McGraw-Hill., New Yor Litwin, G.H. (directores) Organizational climate; explorations arvard Business School, Boston, pp. 35 - 65. Calvo, A., García, D., Meroño, A., Ortiz, P. y Sabater, 2mpresa familiar. Realidad económica y cultura empresaria id. | cultura empresarial en la empresa española. y Crofts, D. (1963): “The organizational climate of schools”. Hall, D.T. y Oldham, D.R. (1974): “Organizational climate:
Stringer, R. (1968): Motivation and organizational climate.
(1968): “Achievement motivation and industrial climates” e D4): “Formación y cultura empresarial”, en Monreal, J (coord:): Pilar Ortiz — Angel Olaz EA $” or En M1 of p 1, Ortiz, P. y Olaz, A. (2009): Conexiones entre Cultura Organizativa y Clima Laboral: Aproximación a un Modelo de Auditoría sociolaboral de Recursos Humanos. Libro de Actas. VII International Workshop on HRM. New Scenaries in Human Resource Management. Murcia. Payne, R.L.; Pheysey, D.C. y Pugh, D.S. (1971): “Organization structure, organizational climate and group structure: an explanatory study of their relations - ship in two British manufacturing companies en Occupational psychology, 45, pp. 45 - 56. Pritchard, R.P. y Karasick, B.W. (1973): “The effects of organizational climate on managerial job performance and job satisfaction” en Organizational behavior and human performance, 9, pp. 126 - 146, od , Schneider, B. y Bartlett, C.J. (1968): “Individual differences and organizational climates: 1.The research plan and questionnaire development” en Personnel psychology, 21, pp. 447 - 455. Steers, R.M. (1977): “Organizational effectiveness: a behavioral view. Goodyear Publishing, California. Vilanova, A. y Gimeno, A. (1997): La gestión de la empresa familiar, Documento de Investigación, ESADE. Walsh, F. (1998): Strengthening family resilience. New York: Guilford Press. Pilar Ortiz — Angel Olaz DEN a Drum /0mes