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FECUNDACION EN VITRO
Estoy de acuerdo con el genetista Nicolás Jouve cuándo entra en funcionamiento el nuevo
programa genético que se constituye con genes paternos y maternos en una combinación
distinta. El embrión, si bien va adquiriendo una morfología como una especie de
‘conglomerado de células’, ya es una nueva vida humana. Y se ha dado a conocer qué genes
entran en funcionamiento, cuándo dejan de hacerlo y en qué tejido. El desarrollo genético del
embrión es un programa de actividades en el espacio y en el tiempo.
Ante esto, nos preguntamos qué es lo que define a una persona como tal y qué la diferencia
de los otros seres. No podemos reducir al ser humano a una realidad únicamente tangible.
Sigo creyendo que la FIV descarta humanos porque el cigoto también es persona. El ser
humano nunca es un ser acabado; es un ser en constante devenir que nunca llega a cumplir el
ideal de “persona”, que implica el concepto que hemos desarrollado en nuestra mente y que
lo diferencia de las demás criaturas (ser espiritual, racional y volitivo con la capacidad de ir en
contra de sus propios instintos animales).
El cigoto, aunque esté incompleto, es un ser humano con todos sus derechos porque forma
parte del desarrollo natural de la misma forma como lo hace un feto, un niño, un adolescente,
un adulto y un adulto mayor.
Cualquiera que sea la etapa del desarrollo humano, nunca cumple a cabalidad el concepto
esencial de “ser humano”; sin embargo, sí consideramos todas estas etapas como tal.
No podríamos entonces aludir a la “in-humanidad” del cigoto apelando a que no posee las
capacidades propias que caracterizan al ser humano. Es humano, porque participa del
concepto de persona.
Entonces, que los gametos (espermatozoide y óvulo) también son seres humanos y que a
diario matamos personas. Los gametos, siguiendo el sentido que la misma naturaleza ha
establecido, no tienen la capacidad potencial de llegar a ser humanos por sí solos.
Todo lo contrario sucede con el cigoto; quien por sí mismo ha sido establecido por el orden
natural como el primer paso del desarrollo de una nueva criatura humana. No hay duda de que
el cigoto necesita implantarse en un útero para seguir desarrollándose, de la misma forma en
que un feto necesita ser dado a luz para continuar su desarrollo como niño.
Debemos buscar que nuestras opiniones estén equilibradas entre la realidad comprobable
empíricamente y la realidad que trasciende el ámbito físico (que no por ello deja de ser igual
de real).
Cuando surgió, la FIV era un método biomédico que buscaba solucionar la infertilidad. La
intención es buena, el problema es lo que ha venido después: cuando empezó a producir
embriones en el laboratorio y empieza a verlos como objetos que uno puede crear o
“producir”. Ahí surge la tentación a la selección de embriones y estos dejan de verse como
nuevas vidas. Por ejemplo, por sus características genéticas se hace un diagnóstico genético
preimplantatorio (DGP) y se decide cuáles se implantan y cuáles no.
Los que sobreviven también es bastante menor: es un 60% o 70% como mucho respecto a los
embriones que se implantan apenas concebidos. Además, muchos de esos embriones
crioconservados sufren modificaciones epigenéticas que dan lugar a ciertas enfermedades que
su ADN es modificado.
Hay uno muy serio hecho en más de 20 mil casos en Suecia y Dinamarca en donde se demuestra
que estadísticamente es más alta la población de niños con estos problemas entre los que nacen
de FIV, que entre los que nacen por fecundación natural, aquí podemos ver el problema que puede
conllevar
Nombre:
Carrera:
Administración de empresas
Ciclo
IV
Año:
2019