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ESCUELA DE PSICOLOGÍA

“FACTORES ASOCIADOS AL SÍNDROME DE BURNOUT EN LAS


EDUCADORAS DE PÁRVULO PERTENECIENTES A LA
CORPORACIÓN MUNICIPAL DE DESARROLLO SOCIAL DE LA
CIUDAD DE CALAMA”

Tesis para optar al Grado de Licenciado en Psicología


y al Título Profesional de Psicólogo

Sindy Andrea Saavedra Valenzuela


Jonathan Orlando Valderrama Valencia

Profesor Patrocinante: Rodrigo Rojas Andrade


Asesor Metodológico: Giulia De Blasi Baquedano

Septiembre, 2009

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ÍNDICE

Resumen ...................................................................................................................... 4

1. Introducción ............................................................................................................5-7

2. Delimitación del Problema de Investigación.......................................................... 8-11

3. Objetivos

3.1. General ............................................................................................................. 12

3.2. Especificos ........................................................................................................ 12

4.Marco de Referencia

4.1. Definición y Evolución del Concepto del Síndrome de Burnout .................... 13-16

4.2. Enfoques o Perspectivas del Burnout........................................................... 16-17

4.3.Maslach Burnout Inventory (MBI) ..................................................................17-18

4.4. Factores Asociados a las Dimensiones del Síndrome de Burnout............... 19-21

4.5. Consecuencias del Síndrome de Burnout..................................................... 22-23

4.6. Educación Parvularia y El Rol de la Educadora............................................23-24

5. Hipótesis

5.1. Hipótesis de Investigación................................................................................. 25

5.2. Hipótesis Nulas ................................................................................................. 25

6. Metodología........................................................................................................26-27

6.1. Diseño Metodológico.................................................................................... 27-28

6.2. Definición Conceptual y Operacional de Las Variables ................................ 29-30

6.3. Definición y Características del Universo y Muestra .....................................31-32

6.4. Instrumentos ................................................................................................ 33-34

6.5. Aspectos Éticos................................................................................................. 34


6.6. Plan de Análisis de los datos o Información ...................................................... 35

7.Resultados

7.1.Caracterización Psicometrica del Instrumento............................................... 36-37

7.2. Caracterización de las Dimensiones del MBI................................................ 37-40

7.3. Relación entre los Factores Sociodemograficos y Laborales con las Dimensiones

del MBI..................................................................................................................... 41

7.3.1. Dimensión CE .................................................................................... 42-45

7.3.2. Dimensión DP .................................................................................... 45-48

7.3.1. Dimensión RP .................................................................................... 48-51

8.Conclusiones .......................................................................................................52-56

8.1. Discusiones .................................................................................................56-60

8.2. Lineas de Investigación ................................................................................ 60-62

9. Referencias Bibliograficas .................................................................................. 63-72

Anexos
RESUMEN

Esta investigación tiene como objetivo identificar las relaciones entre las
dimensiones del Síndrome de Burnout con factores sociodemográficos y laborales en
Educadoras de párvulo pertenecientes a COMDES de la ciudad de Calama.
Basándose en lo propuesto por Maslach Jackson y Pines (1981-2001) quienes
describen al Síndrome en base a tres dimensiones: Cansancio Emocional,
Despersonalización y Realización Personal, al mismo tiempo lo señalan como una
consecuencia de eventos estresantes que disponen al individuo a padecerlo siendo
necesaria una interacción duradera en el tiempo entre trabajador- cliente.

Para el logro de este objetivo se utilizó el cuestionario Maslach Burnout


Inventory (MBI) y una encuesta estructurada de elaboración propia, que fueron
aplicados a la totalidad de la muestra. La metodología aplicada implicó análisis
estadísticos descriptivos, pruebas de Correlación de Pearson y Regresión Múltiple.

De acuerdo a lo anterior, se encontró que los factores sociodemográficos y


laborales explican sólo la dimensión Despersonalización del Síndrome.

Palabras Claves: Síndrome de Burnout, Factores Sociodemográficos, Factores


Laborales, Educadoras de Parvulo, Cansancio Emocional, Despersonalizacion y
Realizacion Personal.

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1. INTRODUCCIÓN

La complejidad del medio laboral actual se ha caracterizado por un ritmo


cambiante y acelerado donde las personas insertas en estos sistemas se han vistas
obligadas a satisfacer estas demandas y adaptarse a las nuevas condiciones (Buzzetti,
2005; Lindblom et al., 2006; Apiquian, 2007) lo que ha llevado a incrementar la
generación de enfermedades asociadas al estrés. Entre ellas se encuentra el
Síndrome de Burnout, Quemarse por el Trabajo o Desgaste Profesional, el cual se
manifiesta como un fenómeno psicosocial vinculado a las cuestiones relacionadas al
trabajo (Briones, 2007). Este Síndrome suele presentarse mayormente en
profesionales, tales como, docentes, asistentes sociales, psicólogos y otros que
entregan servicios cara a cara (Buzzetti, 2005); afectando a nivel físico, conductual y
emocional disminuyendo el rendimiento y la calidad del servicio del profesional
(Briones, 2007).

La sobrecarga laboral, la presión social, las demandas de alumnos, padres y


sobre todo la aparición de un cambio tras otro, genera que una de las poblaciones que
se encuentra en mayor riesgo en Chile ante el Síndrome, es aquella dedicada a la
docencia (Asún, Molina y Real, 2002; Buzzetti, 2005). Actualmente, esto ha generado,
que la rama de la psicología se introduzca cada vez más en el sistema educativo a
nivel organizacional y en lo referente a la salud ocupacional, buscando apoyar al
profesorado, ayudándolo a responder a los grandes desafíos sociales, así como los
implantados por la reforma y no tan sólo a resolver problemas en una oficina de
escuela, guiándolo en las reorganizaciones escolares, los cambios curriculares
importantes, aumentando las destrezas de los docentes y entregando información
sobre las políticas de educación, salud mental y organizacional (Asún et al., 2002).

El análisis de la práctica educativa, de su problemática y de las fuentes de


estrés, configura un amplio campo de acción para los investigadores, pero lo cierto es
que son menos los estudios que abordan estas problemáticas, centradas en los niveles
iniciales de la educación, siendo necesario en este nivel contar con un educador, el

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cual sea un modelo de equilibrio emocional con habilidades empáticas, que permita el
desarrollo armónico y pleno de los niños, ya que se ha comprobado que estos son
capaces de captar los estados de ánimo de los adultos que los rodean, de los cuales
aprenderán o se verán influenciados en su personalidad. Surgiendo así la problemática
de ahondar en los diversos aspectos conceptuales y metodológicos relacionados con el
Síndrome de Burnout junto con el interés de conocer la situación laboral de las
profesionales de la educación parvularia, que permitan identificar los factores
sociodemográficos y laborales observando en qué medida éstos lo afectan y lo
potencian.

A través de esta investigación se busca la obtención de resultados que


permitan mejorar el entendimiento del Síndrome y hacer un diagnostico sobre la
realidad de este en las Educadoras de Párvulo pertenecientes a la Corporación
Municipal de Desarrollo Social (COMDES) de la ciudad de Calama, aportando a la
necesidad planteada por diversos autores, que insisten en que se diversifiquen los
grupos y se estudie más a fondo el Síndrome para que a futuro pueda incluirse como
una categoría clínica de diagnostico (Maslach, Jackson y Leiter,1996; Farber, 2000) o
como un accidente laboral (Arís, 2005) y que permita tomar acciones para apalear sus
consecuencias.

La investigación se encuentra estructurada en primer lugar, por la delimitación


del problema, el cual hace referencia al contexto real y actual en la que se encuentra la
problemática, definiendo las interrogantes que impulsan la investigación; en segundo
lugar, se aprecian los objetivos de la investigación a nivel general y específicos; en
tercer lugar, es posible evidenciar el marco de referencia que posee conceptos, teorías
y antecedentes que sustentan la investigación y facilita la elaboración de conclusiones;
en cuarto lugar, se visualizan las hipótesis formuladas, tanto de investigación como
nula; en quinto lugar, se abarca la metodología de la investigación, en donde se
enfatiza sobre el tipo de paradigma y estudio, conceptualización y operacionalización
de las variables, muestra de estudio con sus criterios de inclusión y exclusión,
instrumentos de recolección de datos, aspectos éticos necesarios a resguardar y plan
de análisis acorde a la consecución de los objetivos; en sexto lugar; se encuentran la

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presentación de los resultados relevantes obtenidos; en séptimo lugar, se considera las
conclusiones de la investigación acorde a los resultados obtenidos, objetivos
planteados, hipótesis y marco de referencia, la cual para proporcionar una mejor
lectura y comprensión se ha dividió en conclusiones, discusiones y líneas de
investigación; Finalmente es posible encontrar, la bibliografía y anexos pertinentes que
respaldan la investigación.

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2. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA DEL INVESTIGACIÓN

En los países de Hispanoamérica se ha dado relevancia al bienestar de las


personas tanto a nivel físico como psicológico basándose en los derechos humanos.
Esto ha llevado a estos países, incluyendo a Chile, a preocuparse por la calidad de
vida laboral de las personas manifestándose que en su ejercicio se provea de todas las
condiciones necesarias para lograrlo, ya que el trabajo es un medio para sustentar la
vida y satisfacer las necesidades básicas y, a su vez, es la actividad mediante la cual
las personas afirman su propia identidad, tanto ante sí mismas como ante quienes las
rodean (Organización Internacional del Trabajo –OIT-, 2004). Este bienestar ha sido
afectado por un sinnúmero de enfermedades tanto físicas como psicológicas, las
cuales influyen en el aumento del nivel de tensión del trabajador que acompañada de
débiles mecanismos de afrontamiento gatillan un cuadro de estrés (Quaas, 2006),
situación que en el futuro será la primera causa de las enfermedades profesionales
(Buzzetti, 2005), suponiendo a éste como un proceso resultante de la interacción de
variables del entorno laboral y personal (Gil-Monte y Peiró, 1999).

Entre las enfermedades profesionales asociadas al estrés y como resultado de


un estrés crónico (Ranchal y Vaquero, 2008) es posible distinguir una con
características particulares, llamada Síndrome de Burnout, desgaste profesional,
quemarse por el trabajo, consumirse o quedarse agotado (Maslach, et al., 1996; Gil-
Monte y Peiro, 1999; Barria, 2002; Alderete, Pando, Aranda y Balcázar, 2004; Buzzetti,
2005).

Este Síndrome ha sido estudiado desde hace tres décadas por variados autores
con distintas perspectivas y en distintos contextos geográficos (Tonon, 2008),
presentándose mayormente en profesionales que prestan servicio directo a personas,
tales como docentes, asistentes sociales, psicólogos, doctores, enfermeros y otros que
entreguen servicio de ayuda (Maslach, Leiter y Schaufeli, 2001).

El ejercicio de la función educativa en tales condiciones, crea una acumulación


de sensaciones, así como, un desgaste personal, que conduce al estado definido como

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Síndrome de Burnout (Arís, 2005), terminando en el deterioro de su capacidad para
lograr desempeñarse adecuadamente (Maslach et al., 2001).

Un grupo propenso a sufrir dicho síndrome son los docentes (Buzzetti, 2005;
Kokkinos, 2007), los cuales están en constante interacción con alumnos atendiendo
sus problemáticas, necesidades e inquietudes, tanto a nivel social como de aprendizaje
(Arís, 2005). Esta implicancia ha generado en ellos una serie de consecuencias
relacionada con la salud laboral, por ejemplo, en los resultados de la enseñanza, la
disminución de las habilidades pedagógicas y de la propia autorrealización (Moriana y
Herruzo, 2004; Kokkinos, 2007). Sin embargo, en la actualidad existe un grupo que ha
sido escasamente estudiado a nivel latinoamericano, relacionado con el proceso de
enseñanza-aprendizaje y con el rol de la formación inicial, se habla de la educación de
párvulos, cuyos docentes se involucran durante muchas horas en el servicio directo,
cercano y sistemático con los niños (Arís, 2005; Carpenter y España; 2007).

La sociedad exige a las educadoras de párvulo una gran responsabilidad


debido al rol que cumplen al ayudar a los infantes a desarrollarse en forma integral y
sana, seleccionando y graduando los estímulos adecuados para ellos (MINEDUC,
2008).

En este ámbito, con respecto a la educación, los municipios le han dado


importancia a la necesidad de proveer las experiencias educativas que permitan a los
infantes a adquirir los aprendizajes necesarios, mediante una intervención oportuna,
intencionada, pertinente y significativa, especialmente en los primeros años de
formación, a través de una orientación y apoyo adecuado (COMDES, 2009).

En el caso de la Educación Parvularia La Ley de Presupuestos para el Sector


Público (2008), ha establecido cupos para implementar la Jornada Escolar Completa
en este nivel de educación, aumentando los niveles de estrés en los docentes ya que
exige una interacción laboral constante, absorbente e insatisfactoria (Asún, et al, 2002);
lo que genera un trastorno adaptativo asociado a un inadecuado afrontamiento
psicológico de las demandas del trabajo que daña la calidad de vida de las personas

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repercutiendo negativamente en la calidad de sus servicios entregados (Mingote, 1998:
Manassero, Vázquez, Ferrer y Fernández, 1995; Gomez y Michaelis, 2006).

Existen escasas investigaciones a nivel nacional con respecto a este Síndrome


y la mayor parte de ellas se refieren al estudio de la prevalencia en profesionales de la
salud como de la docencia (Valdivia et al., 2000; Barría, 2002;Ordenes, 2004; Carlotto
y Gobbi, 2001); evidenciándose la existencia de factores semejantes o etapas que
aparecen anteriormente al Síndrome de Burnout que dejan entrever efectos
importantes en ellos, tanto a nivel fisiológico, psicológico y organizacional, por ejemplo,
enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta, cambio de humor, síntomas
depresivos, ansiedad, apatía en el aula y preparación de clases, conflictos en las
relaciones interpersonales, ausentismo, sobrecarga de trabajo, presión en el trabajo,
dificultades conductuales, baja autoestima, conductas agresivas, falta de empatía
(González, 2006), los cuales se encuentran asociados a variables sociodemográficas y
laborales, como, sexo, edad, jornada laboral, carga laboral, estado civil, tiempo en el
ejercicio de la profesión entre otros (Barria, 2002).

Para obtener información de lo antes expuesto se han realizado investigaciones


tanto a nivel nacional como Latinoamericano y de países de habla hispana, las cuales
han utilizado como instrumento de medición el Maslach Burnout Inventory (MBI)
desarrollado por Maslach y Jackson a comienzos de la década de los ochenta, este
instrumento asume un modelo tridimensional que considera los aspectos cognitivos
(baja realización personal), emocionales (cansancio emocional) y actitudinales
(despersonalización), (Maslach et al., 1996).

La relevancia de esta investigación permitirá obtener resultados para mejorar el


entendimiento de los factores que afectan el Síndrome, esto ayudará a comprender y
promover la salud ocupacional en las Educadoras de Párvulo pertenecientes a
COMDES, para obtener mejores y mayores resultados dentro y fuera del aula , ya que
en la actualidad este tema no se ha tratado a este nivel y las educadoras de párvulo
no han sido valoradas lo suficiente al igual que su actividad de enseñanza, (Colegio de
Educadoras Parvularias de Chile A.G. –CEP-, 2004). Permitiendo en un futuro el

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control de estos factores de modo que sean modificables o tratables en el tiempo antes
de que repercutan de manera negativa en la entrega de sus servicios y en la calidad de
la educación (Tonon, 2008).

Es por esto, que se hace necesaria la presencia del psicólogo facilitando las
relaciones entre los diferentes grupos que conforman la organización, ayudando a
disminuir y prevenir los deterioros en la salud de los educadores y el clima
organizacional; interesado por buscar caminos de abordaje desde perspectivas
creativas e integradoras a partir de intervenciones que se adecuen a las variables que
causan el sufrimiento laboral y que provocan importantes limitaciones en las
potencialidades y riquezas personales de quienes trabajan en el cuidado de los otros
(Tonon, 2008).

Por lo antes expuesto, surge la necesidad de responder a la siguiente


interrogante:

¿Cuáles de los factores sociodemográficos (Edad, Estado Civil) y laborales (Tiempo en


el Ejercicio de la Docencia, Jornada Laboral) que aparecen en otros estudios se
relacionan con el Síndrome de Burnout que puedan presentar las educadoras de
párvulo pertenecientes a COMDES de la ciudad de Calama?

Basándose en el marco referencial que propone el abordaje laboral referido a


los efectos que produce el proceso de interacción entre el profesional y la persona que
atiende, además de las definiciones en el ejercicio del rol profesional y las condiciones
laborales de riesgo, siguiendo la línea desarrollada por Maslach y Jackson, llevan a
esta investigación a ser de carácter cuantitativo de tipo no experimental, correlacional y
transversal, la cual se evaluara mediante estadísticos descriptivos, estadísticas de
asociación intervalares y un modelo de regresión múltiple.

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3. OBJETIVOS

3.1. GENERAL

Identificar las relaciones entre las dimensiones del Síndrome de Burnout con los
factores sociodemográficos y laborales estudiados en las Educadoras de Párvulo de
los Establecimientos pertenecientes a la Corporación Municipal de Desarrollo Social
(COMDES) de la ciudad de Calama.

3.2. ESPECIFICOS

• Determinar la consistencia interna de las dimensiones del Maslach Burnout


Inventory (MBI).

• Describir estadísticamente las dimensiones del MBI en la muestra de las


educadoras de párvulo pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

• Describir estadísticamente los factores estudiados edad, estado civil, tiempo en


el ejercicio de la docencia y jornada laboral en la muestra de las educadoras de
párvulo pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

• Describir estadísticamente la asociación entre los factores sociodemográficos y


laborales con las dimensiones del MBI en educadoras de párvulo
pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

• Comprobar modelo de regresión lineal entre los factores sociodemográficos y


laborales y las dimensiones del MBI en las educadoras de párvulo
pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

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4. MARCO DE REFERENCIA

4.1. DEFINICIÓN Y EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DEL SÍNDROME DE


BURNOUT

Existe un acuerdo unánime en fijar la década del setenta (1974) como el


periodo de origen del estudio del Síndrome de Burnout y citar a Freudenberger como
su precursor, quien lo conceptualiza como un tipo de estrés laboral caracterizado por
una sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada como resultado de una
sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales o fuerza espiritual del
trabajador (Llaneza, 2006).

Desde esta década se comenzó a desarrollar el concepto de Síndrome de


Burnout, a partir del supuesto de que existe una tendencia individual en la sociedad
moderna a incrementar la presión y estrés laboral, sobre todo en los servicios de ayuda
y en los profesionales relacionados con la atención de usuarios en situación de
enfermedad o necesidad, produciéndose en ellos un conflicto entre la satisfacción
laboral y responsabilidad hacia el cliente (Barria, 2002), destacando Pines y Kafry
(1978), quienes definen el Síndrome como una experiencia general de agotamiento
físico, emocional y actitudinal, entendiendo al Síndrome de Burnout como
consecuencia del estrés laboral variando en relación a la intensidad y duración del
mismo (Llaneza, 2006).

Maslach dio a conocer el término del Síndrome de Burnout en el Congreso


Anual de la American Psychological Association (1971).

Diez años más tarde, se publican investigaciones sobre éste en países como
Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Israel, Italia, España, Suecia y Polonia. En
cada país se adaptó y se aplicó los instrumentos creados en Estados Unidos,
especialmente el Maslach Burnout Inventory (MBI) celebrándose en Filadelfia la
primera conferencia nacional sobre Burnout (Tonon, 2008), con el objetivo de poner en

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común los trabajos de investigación que ya se hubieran realizado y aunar criterios para
avanzar en el estudio del problema en cuestión (Barria, 2002).

Cherniss (1980) aporta a este constructo la importancia del trabajo como


antecedente a la aparición de Síndrome de Burnout y lo define como cambios
personales negativos que ocurren a lo largo del tiempo en personas con trabajos
frustrantes o con excesivas demandas. El mismo autor precisa que es un proceso
transaccional de estrés, tensión en el trabajo y acomodamiento psicológico,
destacando tres momentos (Garcés de los Fayos, 2003):

1.- Desequilibrio entre demandas en el trabajo y recursos individuales (estrés).

2.- Respuesta emocional a corto plazo, ante el anterior desequilibrio, caracterizada por
ansiedad, tensión fatiga y agotamiento (tensión).

3.- Cambios en actitudes y conductas (afrontamiento defensivo).

Maslach y Jackson (1981), comenzaron el estudio del Síndrome de Burnout


considerándolo como un estado y fueron comprobando la necesidad de plantearlo
como proceso. De esta manera lo conceptualizaron como un síndrome que se
desarrolla en personas cuyo objeto de trabajo son otras personas (Tonon, 2008) y que
se caracteriza por la tridimensional compuesta por el cansancio emocional,
despersonalización y reducida realización personal (Llaneza, 2006). Los cuales son
detallados a continuación:

1.- Cansancio Emocional: Valoran la disminución y perdida de relaciones emocionales


que corresponden a la medida del nivel de sentirse abrumado emocionalmente
(Tonon, 2008).

2.- Despersonalización: Es la respuesta impersonal y la falta de sentimientos por los


sujetos atendidos en el desarrollo de actitudes negativas de insensibilidad y cinismo
hacia los receptores del ser servicio prestado (Tonon, 2008).

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3.- Reducida Realización Personal: tiene relación con los sentimientos de competencia
y realización en la tarea laboral que se desempeña cotidianamente y que corresponde
a evaluar el trabajo en forma negativa con el reproche de no haber alcanzado los
objetivos propuestos y con vivencias de insuficiencia personal y baja autoestima
profesional. (Tonon, 2008).

En la década de los noventa, García Izquierdo, señala al Síndrome de Burnout


como característico de profesiones de "servicios humanos", y lo entiende como
consecuencia de un prolongado y creciente estrés laboral y, por tanto, sería
equiparable a la tensión que un individuo siente como consecuencia de las demandas
físicas y psicológicas que el propio puesto de trabajo genera o como resultado de un
desajuste entre el trabajador y su entorno laboral (Garcés de los Fayos, 2003).

Gil-Monte y Peiró (1997), definen el Síndrome de Burnout como una respuesta


al estrés laboral crónico, acompañado de una experiencia subjetiva de sentimientos,
cogniciones y actitudes, las cuales provocan alteraciones psicofisiológicas en las
personas y consecuencias negativas para las instituciones laborales. (Quiceno y
Vinaccia, 2007). Maslach y Leiter en el mismo año, amplían su definición, incluyendo el
agotamiento físico al emocional, dado que se ha observado que se manifiesta tanto en
la salud mental como física del individuo. El cansancio no es simplemente
experimentado, sino que gatilla en las personas la necesidad de realizar acciones para
distanciarse emocional y cognitivamente del trabajo (Gil-Monte y Peiró, 1999),
presumiblemente como una forma de lidiar con la sobrecarga. En el caso de trabajos
que tienen que ver con el servicio cara a cara las demandas emocionales pueden
provocar indiferencia hacia aquellos que atienden (Maslach et al., 2001).

En cuanto a la definición de sus dimensiones Maslach, Schaufeli y Leiter (2001)


plantean que:

- El componente de estar Cansado Emocionalmente representa la dimensión básica e


individual del estrés (Buzzetti, 2005) o tensión básica del Burnout. (Barría, 2002).

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- El componente de Despersonalización o Cinismo representa la dimensión del
contexto interpersonal (Buzzeti, 2005) en donde se desarrolla el trabajo del sujeto
(Barría, 2002).

- El componente de Realización Personal en el trabajo se refiere a la dimensión de


auto evaluación (Buzzetti, 2005) que realiza el individuo en su desempeño laboral y
personal (Barría, 2002).

En la actualidad, existe consenso entre los autores en asumir la


conceptualización del Síndrome de Burnout en base a las tres dimensiones descritas
por Maslach y Jackson (1981) y Pines (1981). Por lo tanto, este Síndrome sería una
consecuencia de eventos estresantes que disponen al individuo a padecerlo y también,
sería necesaria la presencia de una “interacción” trabajador-cliente intensa y/o
duradera en el tiempo para que el síntoma se produzca (Barría, 2002).

4.2. ENFOQUES O PERSPECTIVAS DEL SÍNDROME DE BURNOUT

Considerando la línea de pensamiento iniciada por Maslach, sin descartar otros


enfoques o perspectivas tales como la clínica y social, se considera al Síndrome de
Burnout, desde una perspectiva psicosocial-laboral, definiéndolo como un proceso, que
se desarrolla por la interacción que se produce entre las características del trabajo en
donde la persona se desempeña y sus características personales (Savio, 2008; Tonon,
2008).

La importancia de que la vida de un individuo se desarrolle dentro de las


organizaciones es que encuentra una vida social, en la cual se mezclan y enfrentan
ideas, sentimientos, intereses y aspiraciones (De la Iglesia, 2003).

Los responsables de las organizaciones se esfuerzan por canalizar y orientar


esos comportamientos con el objeto de producir bienes o servicios, desde ese punto de
vista, la psicología organizacional se ha dedicado al comportamiento de los grupos y
subsistemas de trabajo y de la respuesta de la organización en su conjunto ante

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estímulos internos y externos (De la Iglesia, 2003), así como, el desarrollo humano
dentro de las organizaciones o instituciones en función a su participación en factores
como la cultura, el clima, la motivación, el liderazgo, la toma de decisiones, la
comunicación, la productividad y la satisfacción laboral (Andía, 2008; Salmela, Kiuru y
Nurmi, 2008).

Si se observa el Síndrome de Burnout desde un enfoque organizacional, puede


visualizarse su base teórica sobre el estrés laboral, en donde se consideran los
estresores de la organización y las estrategias de afrontamiento empleadas para dar
respuestas. El principal defensor de este enfoque es Golembiensky (1983) quien
conceptualiza que el estrés laboral está generado por la sobrecarga laboral o por la
denominada “pobreza de rol”. Ambas situaciones producen en la persona: pérdida de
autonomía, disminución de autoestima, irritabilidad y fatiga.

4.3. MASLACH BURNOUT INVENTORY (MBI)

Es un instrumento diseñado por Maslach y Jackson a principios de la década de


los ochenta y es el que ha generado un mayor volumen de estudios e investigaciones
sobre el Síndrome de Burnout (Seisdedos, 1997).

En este se plantea al sujeto una serie de enunciados sobre los sentimientos y


pensamientos con relación a su interacción con el trabajo (Llaneza, 2006). El MBI
consta de 22 items y utiliza una escala Likert con siete niveles de respuesta, repartidos
en tres escalas cada una de las cuales se identifica con las tres dimensiones
establecidas por los autores (anexo 1).

Los tres factores han sido estudiados con muestras de diferentes colectivos
profesionales y constituyen las tres dimensiones del MBI las que se detallan a
continuación:

- La dimensión de Cansancio Emocional, está formada por 9 ítems que describen


sentimientos de estar abrumado y agotado emocionalmente por el trabajo.

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- La dimensión de Despersonalización, está formada por 5 ítems que describen una
respuesta impersonal y falta de sentimientos hacia los sujetos objeto de atención.

- La dimensión de Realización Personal en el trabajo, está compuesta por 8 ítems que


describen sentimientos de competencia y realización (Llaneza, 2006; Seisdedos,
1997).

Para la medición se recomienda considerar cada dimensión por separado, ya


que la unificación de las mismas nos llevaría a considerar el Burnout en tanto estado,
más que proceso (Tonon, 2008), puntuaciones altas en las dimensiones Agotamiento
emocional y Despersonalización y bajas en la dimensión Realización Personal definen
el Síndrome (Maslach, Leiter y Schaufeli, 2001).

El MBI ha sido utilizado en un sinnúmero de estudios con muestras de todo tipo


a nivel laboral, a pesar que el MBI fue elaborado inicialmente para profesionales de la
salud, (Quiceno y Vinaccia, 2007), posteriormente se han realizado adaptaciones para
otros profesionales, sustituyendo la palabra paciente por alumno en el caso de
profesores, o por la de compañero, en el caso de directivos, por ejemplo (Llaneza,
2006). Además ha sido validado en diferentes países e idiomas incluyendo el español.

Schaufeli, Daamen y Van Mierlo (1994), en Holanda realizaron una validación


de MBI en submuestras de profesores de secundaria. El instrumento resultó ser
confiable y valido para evaluar el Síndrome de Burnout en profesores cuyo idioma no
es el inglés (Asún et al., 2002),

Buzzetti (2005) valido el instrumento en una muestra de dirigentes del colegio


de profesores de Chile. Confirmando los altos indicadores de validez y confiabilidad
(Garcés de los Fayos, 2003), encontrados por otros estudios (Valdivia et al., 2000;
Barría, 2002; Ordenes, 2004; Carlotto y Gobbi, 2001), situación que ha llevado al MBI,
a ser reconocido por la Sociedad Norteamérica de Psicología (Arís, 2007).

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4.4. FACTORES ASOCIADOS A LAS DIMENSIONES DEL SÍNDROME DE
BURNOUT

Los factores son aquellos que pueden ayudarnos a comprender mejor el origen
del Síndrome de Burnout.

Este listado de factores es amplio y nos permite entender que los factores a
analizar se han enfocado desde varias perspectivas, entre ellas, factores relacionados
con aspectos puramente personales del individuo, con características propias del
contexto laboral, con aspectos relacionados con circunstancias externas al trabajo o
incluso desde perspectivas interrelacionadas (Garcés de los Fayos, 2003; Cancino,
2005).

Los trabajos que se han centrado en el estudio de factores relacionados con el


Síndrome de Burnout son bastantes. Para hacer más fácil la descripción y siguiendo a
Nagy y Nagy (1992) y Sandoval (1993), es posible dividir los factores en tres
categorías (Llaneza, 2006).

- Factores Personales: Son factores propios del individuo y hacen referencia a su


personalidad, sus sentimientos, emociones y actitudes, entre ellos es posible
encontrar; locus de control, personalidad resistente, sexo, edad, estado civil,
estrategias de afrontamiento, autoeficacia, patrón de personalidad y expectativas
personales (Garcés de los Fayos, 2003).

La relación entre el factor edad y el Síndrome de Burnout parece no influir en la


aparición de este y se considera que puede existir un periodo de sensibilización debido
a que habría unos años en los que el profesional sería especialmente vulnerable,
siendo los primeros años de carrera profesional dado que sería el periodo en el que se
produce la transición de las expectativas idealistas hacia la práctica cotidiana (Barría,
2002; Gentrya, Katzb y McFeetersa, 2008).

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Otras investigaciones aportan sobre esta variable, tales como las realizadas por
Graciela Tonon (2008), donde en su estudio “Calidad de vida y desgaste profesional
desde una mirada del Burnout”, observa que la edad manifiesta una puntuación más
alta en los profesionales jóvenes y más baja en aquellos que han pasado los cuarenta
años y que de alguna manera han construido estrategias para sobrellevar la labor
cotidiana (Kurt y Dale, 2009). Núria Arís (2007), en su estudio “El Síndrome de
Burnout en los docentes de infantil y primaria: un estudio en la zona del Valles
Occidental”, aporta resultados sobre la edad en donde establece que se observa una
relación desde los 42 años hasta los 52 años y el cansancio emocional. Por otra parte,
existen otros estudios que contribuyen sobre la edad, tales como: “Educación Primaria
y Síndrome de Burnout. Situación de riesgo en los y las docentes de la Bahía de Cáliz”,
realizado por Cordeiro, Guillén y Gala (2000); Estrés y Burnout en Profesores,
efectuados por Moriana y Herruzo, (2004).

Cuando se evalúa la relación entre estado civil y el Síndrome de Burnout, se


propone que este estado civil debería ser denominado de otra manera, ya que no es la
situación de casado/a o soltero/a la que influye en las dimensiones del Síndrome.
Barría (2002), propone que aunque se ha asociado al Síndrome, más con las personas
que no tienen pareja estable, tampoco hay un acuerdo unánime; parece que las
personas solteras tienen mayor cansancio emocional, menor realización personal y
mayor despersonalización, que aquellas otras que o bien están casadas o conviven
con parejas estables. Otros autores han argumentado su acuerdo con esto (Cordeiro
et al., 2000; Barría, 2002; Moriana y Herruzo., 2004; Jaramillo, López y Valencia, 2005;
Llaneza, 2006; García-Huidobro, 2008; Tonon, 2008). En efecto, para este estudio este
factor se toma como tiempo con pareja.

- Factores Laborales: Son factores intrínsecos a la organización que pueden por si


mismos generar situaciones negativas, o bien juegan un papel importante en la
interacción continua trabajador-puesto de trabajo y que inciden en la aparición del
Síndrome de Burnout (Asún et al., 2002; Ordenes, 2004). Entre estos factores
podemos distinguir, Dinámica del trabajo, inadecuación profesional, sobrecarga laboral,
ambiente físico de trabajo, variedad de tareas, turnos de trabajo, conflicto y

20
ambigüedad de rol, estresores relacionados con las nuevas tecnologías, estructura
organizacional, estresores económicos, desafíos en el trabajo, clima organizativo,
jornada laboral y antigüedad en el puesto de trabajo.

Estudios han encontrado que las jornadas laborales prolongadas se asocian


significativamente con la presencia del Síndrome de Burnout (López, González,
Morales y Espinoza, 2007), otros han encontrado que la jornada de trabajo excesiva
produce desgaste físico y mental e impide al profesional hacer frente a las situaciones
estresantes, requiere de un alto esfuerzo adaptativo, además, de provocar
modificaciones en la vida social, conyugal e inclusive sexual (Coronado, 2006) e
implica una sobrecarga laboral y tiempos inadecuados de descanso (Barría, 2002).

Al analizar la relación existente entre el tiempo en el ejercicio de la docencia y el


Síndrome de Burnout se ha encontrado una asociación con la dimensión cansancio
emocional, detectándose una correlación significativa (Ayuso y Guillén, 2007). Algunos
autores encuentran una relación positiva con el Síndrome manifestado en dos
periodos, correspondientes a los dos primeros años de carrera profesional y a los
mayores de 10 años de experiencia, como los momentos en los que se produce un
mayor nivel de asociación con el Síndrome. (Barría, 2002). De igual forma, se observa
que a menos años de ejercicio profesional y de antigüedad en el puesto de trabajo
presentan niveles altos del Síndrome (Arís, 2007; Barría, 2002; Cordeiro et al., 2000;
Jaramillo et al., 2005; Richford, 2008).

- Factores Sociales: Son factores no relacionados con el contexto laboral. En algunos


estudios se ha considerado, que la relación que un individuo mantiene con los
miembros relevantes de su entorno, el apoyo efectivo y social que reciben de estas
personas, las actitudes que el individuo percibe de los demás, entre otras
circunstancias, son factores que pueden ocasionar situaciones aversivas y, por tanto,
generadoras del Síndrome de Burnout (Garcés de los Fayos, 2003).

21
4.5. CONSENCUENCIAS DEL SINDROME DE BURNOUT

Los efectos del Síndrome de Burnout afectan tanto a los profesionales como a
su lugar de trabajo y a quienes reciben su servicio. Deteriorando al individuo a nivel
físico (cefaleas, taquicardia, problemas respiratorios, problemas vasculares
alteraciones del sistema nervioso); emocional (distanciamiento emocional, sentimientos
de soledad y omnipotencia); interpersonal (dificultades para establecer relaciones con
los compañeros, amigos y familia que dificultan su vida social); actitudinal (desarrollo
de actitudes negativas hacia las personas que atiende, falta de compromiso, apatía,
hostilidad, cinismo); y conductual (agresividad, aislamiento, cambios de humor,
irritabilidad, ausentismo laboral, llegadas tardes)(Moriana y Herruzo; Tonon, 2008)

Este deterioro en los distintos niveles lleva a consecuencias negativas hacía la


vida en general, disminuyendo la calidad de vida personal y aumentando los problemas
familiares y en toda la red social extralaboral del trabajador, debido a que las
interacciones se hacen tensas, la comunicación termina siendo deficiente y se tiende al
aislamiento (Moriana y Herruzo, 2004; Savio, 2008; Tonon, 2008; Mansilla, 2009).

El Síndrome de Burnout también afecta a la organización en la cual el


profesional presta sus servicios, generando consecuencias laborales negativas tanto
en la organización como en el ambiente de trabajo manifestando un progresivo
deterioro de la comunicación y de las relaciones interpersonales (indiferencia o
frialdad); disminuyendo la productividad y la calidad del trabajo surgiendo sentimientos
que abarcan desde la indiferencia a la desesperación frente al trabajo; se da un alto
ausentismo, con una mayor desmotivación, aumentan los deseos de dejar el trabajo
por otra ocupación con un creciente nivel de desmoralización y se puede llegar al
abandono de la profesión. Estas consecuencias son perjudiciales para las
organizaciones debido a que se produce una baja de rendimiento que afecta a la
calidad y cantidad de los servicios prestados (Mansilla, 2009).

Todo lo anterior lleva a que los efectos del Síndrome incidan en quienes reciben
dicho servicio, sintiéndose no tomados en cuenta, no escuchados, llegando a ser

22
maltratados físicamente y verbalmente por el profesional, no obteniendo respuestas a
sus inquietudes (Moriana y Herruzo, 2004).

4.6. EDUCACIÓN PARVULARIA Y EL ROL DE LA EDUCADORA

El Ministerio de Educación en Chile junto a su unidad de educación parvularia


tienen como misión el promover, coordinar, diseñar, implementar y evaluar programas
para la educación parvularia chilena, el cual favorece aprendizajes de calidad para
todos los niños y niñas en complementariedad con las familias, otros actores e
instituciones, además, de entregar una Educación Parvularia oportuna, integral y
equitativa que contribuya al respeto de los derechos sobre la educación de los niños y
niñas desde su nacimiento hasta el ingreso a la enseñanza básica, promoviendo la
protección y fomentando el bienestar pleno de los niños de acuerdo a su etapa de
desarrollo y sus posibilidades de aprendizaje. Siendo las municipalidades, a través de
sus corporaciones de desarrollo social las encargadas de mejorar la calidad de la
educación entregando todas las herramientas necesarias para cumplir con esta tarea,
que tiene como principal beneficiario a los alumnos de las unidades educativas
municipalizadas (MINEDUC, 2009).

La Educación Preescolar, es el primer nivel del sistema educacional chileno,


reconocido en la Constitución Política del Estado (1999) en virtud de la Ley Orgánica
Constitucional de Educación, que atiende a la población de niños y niñas entre los 84
días hasta los 6 años, sin constituirse como nivel obligatorio.

La atención preescolar se realiza a través de las salas cunas y jardines


infantiles de administración municipal, particular subvencionada, particular, Junta
Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) o la Fundación Nacional de Atención al Menor
(Fundación INTEGRA, 2009). La educación parvularia está dividida en los siguientes
niveles: Sala cuna: 84 días hasta 2 años; Medio: desde 2 hasta 4 años; Transición:
desde 4 hasta 5 años. Diferenciando en este nivel, el primer nivel prekinder, 4 a 5

23
años, conocido habitualmente como transición menor, y el segundo nivel, kinder 5 a 6
años, conocido como transición mayor.

Para el desarrollo de los propósitos de la educación parvularia resulta


fundamental el rol que desempeña la educadora de párvulos en sus diferentes
funciones: formadora y modelo de referencia para los niños junto con la familia,
además, de diseñadora, implementadora y evaluadora de los currículos, dentro de lo
cual su papel es seleccionar los procesos de enseñanza y guiar los aprendizajes.
Constituye también una parte fundamental de su quehacer profesional, el ser una
permanente investigadora en acción y dinamizadora de comunidades educativas
(MINEDUC, 2005).

24
5. HIPÓTESIS

5.1. HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN

Existe relación entre los factores edad, estado civil, tiempo en el ejercicio de la
docencia, jornada laboral y las dimensiones del Síndrome de Burnout en las
Educadoras de Párvulo pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

5.2. HIPÓTESIS NULA

No existe relación entre los factores edad, estado civil, tiempo en el ejercicio de
la docencia, jornada laboral y las dimensiones del Síndrome de Burnout en las
Educadoras de Párvulo pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

25
6. METODOLOGÍA

La metodología garantiza el uso del método científico, a través de un plan o


esquema de trabajo para tratar el problema de la investigación (Arís, 2007).

Se ha elegido el enfoque cuantitativo lo que permite obtener datos objetivos y


verdaderos, disminuyendo datos que puedan contaminar la investigación reduciendo la
subjetividad y el sesgo del investigador (Pérez y Pérez, 2001).

Por otra parte, se busca obtener relaciones de naturaleza lineal (Pérez y Pérez,
2001), es decir, determinar con claridad los elementos que conforman el problema a
estudiar, así como, conocer en qué dirección va y sobre todo que tipo de incidencia
existe entre sus elementos (Pérez y Pérez, 2001). Sin dejar de lado, que esta
metodología cuantitativa nos entregara datos amplios y presentados de una forma
organizada, (Arís, 2007) permitiendo conocer las relaciones entre los elementos que
nos consientan a fundamentar una propuesta de intervención.

Por todo ello, y puesto que se propone conocer, determinar y relacionar es que
se estima esta investigación dentro de la modalidad de un estudio no experimental,
debido a que no se manipulara deliberadamente variables, sólo se observara el
fenómeno tal y como se da en su contexto (Hernández, Fernández y Baptista, 2003),
pues las variables independientes ya han ocurrido y no pueden ser manipuladas
(Hernández et al., 2003), o son intrínsecamente manipulables (Ávila, 2006), debido a
que no se tiene un control directo sobre dichas variables (en este caso, edad, estado
civil, tiempo en el ejercicio de la docencia y jornada Laboral), y no se puede influir
sobre ellas porque ya sucedieron, al igual que sus efectos (Hernández et al., 2003), es
decir, no se expondrá a las Educadoras de Párvulos a estímulos o condiciones para
luego analizar sus efectos, como es el caso de las investigaciones experimentales. Por
lo tanto, sólo se ha seleccionado y decidido que características se han de observar o
medir.

26
Debido a que la investigación, se sostiene en una modalidad no experimental y
en función de los objetivos planteados, se encuadra sobre un diseño transaccional o
transversal y de carácter correlacional. Transversal, puesto que los instrumentos de
recogida de datos (en este caso MBI de Maslach y Jackson) fueron aplicados en un
solo momento, en un tiempo único (Hernández et al., 2003) y no existe un seguimiento
de la evolución del fenómeno. Correlacional, ya que se busca determinar las relaciones
existentes entre dos o más variables, (Hernández et al., 2003), sin proponer
planteamientos causales de ningún tipo, en este caso, entre las dimensiones del
Síndrome de Burnout con los factores sociodemográficos y laborales señalados. Por
otro lado, no se deja de plantear que se trata de una investigación cuya finalidad es
aplicada, ya que está dirigida a obtener resultados que nos ayude a modificar el
fenómeno estudiado (Grajales, 2009).

6.1. DISEÑO METODOLÓGICO

Para una mayor comprensión y claridad de la metodología y la consecución de


los objetivos propuestos, se exponen los siguientes pasos:

1.- Exploración y fundamentación teórica de la investigación


1.1.- Revisión bibliográfica
1.2.- Definición del problema y pregunta de investigación
1.3.- Formulación de hipótesis y variables
1.4.- Definición de criterios de inclusión y exclusión de la muestra
1.5.- Gestionar autorización en COMDES para la realización de la investigación

2.- Selección y elaboración de instrumentos para la recogida de datos


2.1.- Búsqueda y elección de un cuestionario validado sobre el Síndrome de Burnout
2.2.- Elaboración de una encuesta de recopilación de datos sociodemográficos y
laborales

27
3.- Diseño y plan para la recogida de datos
3.1.- Preparación del protocolo y distribución de los instrumentos
3.2.- Aplicación de los instrumentos
3.3.- Recogida de la información

4.- Análisis e interpretación de los datos


4.1.- Ingresar datos obtenidos por los instrumentos al programa estadístico SPSS
4.2.- Relacionar las variables
4.3.- Identificar los aspectos más importantes
4.4.- Integración e interpretación de los datos obtenidos

5.- Elaboración de conclusiones


5.1.- Redacción de conclusiones generales
5.2.- Aportes al tema

28
6.2. DEFINICIÓN CONCEPTUAL Y OPERACIONAL DE LAS VARIABLES

6.2.1. Variables Independientes

Variable Definición Conceptual Dimensiones Indicadores Instrumento

Encuesta
FACTORES Condiciones personales de la Edad _____años Elaboración
Edad
Propia
SOCIODEMO población establecidas con
¿Cuál es su estado civil?,
GRAFICOS anterioridad o que no es
Favor especificar el tiempo:
privativo del trabajo que está
Soltero____ años____meses
relacionada favorablemente o
Casado____años____meses Encuesta
desfavorablemente con el
Estado Civil Viudo____ años____meses Elaboración
Síndrome de Burnout (Asún Propia
Conviviente___años___meses
et al., 2002).
Con Pareja___ años___meses
Entendiéndose conviviente que vive con la pareja

Factores laborales de la Tiempo en el ¿Cuánto tiempo lleva


ejerciendo su profesión? Encuesta
población a medir que ejercicio de la Elaboración
FACTORES inciden directa o docencia Propia
LABORALES indirectamente con el ¿Cuántas horas dedica a la
Síndrome de Burnout (Asún semana a su profesión? Encuesta
Jornada laboral Elaboración
et al., 2002). ¿Cuántas horas diarias dura Propia
su jornada laboral?

29
6.2.2. Variable Dependiente

Variable Definición Conceptual Dimensiones Indicadores Instrumento

Síndrome que se Cansancio Afirmaciones:1,2,3,6,8, Maslach Burnout


BURNOUT desarrolla en Emocional 13,14,16,20 Inventory (MBI)
personas cuyo objeto
de trabajo son otras Despersonalización Afirmaciones: Maslach Burnout
personas y que se 5,10,11,15,22 Inventory (MBI)
caracteriza por el
Cansancio emocional, Afirmaciones:
despersonalización y Realización 4,7,9,12,17,18,19,21
Maslach Burnout
falta de realización en Personal
Inventory (MBI)
el trabajo (Tonon,
2008).

30
6.3. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL UNIVERSO Y MUESTRA

El universo de esta investigación corresponde a las Educadoras de Párvulo de


establecimientos Municipales de Calama.

La población general, que en este caso es el universo, contemplo a Educadoras


de Párvulo que pertenecen a la COMDES de la ciudad de Calama. El total de
Educadoras es de 63 personas.

La muestra de estudio fue seleccionada según los siguientes criterios de


inclusión:

- Poseer título universitario como Educadora de Párvulo.

- Ser Educadoras de Párvulo que sólo ejercen funciones de Docencia en aula.

- Que no cumplen otro rol dentro de la misma institución.

La muestra de estudio sometida a análisis está constituida por 54 (100% de las


personas que cumplen con los criterios anteriormente mencionados) Educadoras de
Aula de los distintos Establecimientos de Educación Infantil; las cuales están
distribuidas de la siguiente manera (tabla 1):

31
Tabla 1: Distribución de Educadoras por Jardín.

Población
Jardín %
Representada
Las Abejitas 7 13,00%
Los Enanitos 8 14,80%
Llamito Blanco 10 18,50%
Los Conejitos 4 7,40%
Las Ardillas 7 13,00%
Inti-Panni 4 7,40%
Papelucho 4 7,40%
Quilla Antay 10 18,50%
Total 54 100,00%
(Elaboración: Propia)

- El rango de Edad de la muestra de estudio fluctúa entre los 20 y 60 años, con un


promedio de edad de 41 años (d.s.=10,47).

- En cuanto al Estado Civil de las encuestadas se observa que el porcentaje de


casadas es de un 37,40%, el 34,30% corresponde a las solteras, un 14,10% a solteras
con pareja y el 11,20% a solteras que conviven con su pareja.

- En el caso de las Educadoras que declaran estar con pareja, ya sea casada o soltera,
todas ellas mantienen un promedio de relación de 10 años (d.s.=11,17).

- En lo referido a la Jornada Laboral las encuestadas trabajan un promedio de 41,2


horas (d.s.= 8,03) a la semana mientras que su jornada laboral diaria dura un
promedio de 8,33 horas (d.s.= 6,71).

32
6.4. INSTRUMENTOS

Se opta por un protocolo de recogida de información autoadministrable, de


escasa complejidad en cuanto a normas de ejecución y redacción de ítems, cuya
realización resulta cómoda y breve, a la vez, mide lo que pretende medir.

A tal efecto, se utilizó el Maslach Burnout Inventory (Maslach y Jackson, 1981 -


Traducción oficial al español de Seisdedos, 1997), un instrumento de prestigio y solidez
científica, reconocido por la sociedad Norteamericana de Psicología, (Arís, 2007) que
permite determinar el grado de Burnout. Es una prueba que consta de veintidós ítems
que se valoran en una escala Likert, con seis opciones de respuesta, que va desde
nunca a todos los días, de igual forma, los ítems están repartidos en tres escalas cada
una de las cuales se identifica con las tres dimensiones establecidas por los citados
autores, como definitorias del Síndrome de Burnout, y que se detallan a continuación
(Anexo 2):

1.- Cansancio Emocional: que consta de nueve ítems que valoran la disminución y
perdida de relaciones emocionales que corresponden a la medida del nivel de sentirse
abrumado emocionalmente (Tonon, 2008).

2.- Despersonalización: constituida por cinco ítems, que mide la respuesta impersonal
y la falta de sentimientos por los sujetos atendidos en el desarrollo de actitudes
negativas de insensibilidad y cinismo hacia los receptores del servicio prestado (Tonon,
2008).

3.- Realización Personal: constituida por ocho ítems, que evalúa los sentimientos de
competencia y realización en la tarea laboral que se desempeña cotidianamente y que
corresponde a evaluar el trabajo en forma negativa con el reproche de no haber
alcanzado los objetivos propuestos y con vivencias de insuficiencia personal y baja
autoestima profesional (Carlyle y Woods, 2004; Tonon, 2008).

33
Para complementar y contextualizar este estudio se elaboro una encuesta
propia y simple que aporto datos personales y profesionales, asociados con los
factores de las educadoras que se busca medir, tales como, edad, estado civil, tiempo
en el ejercicio de la docencia y jornada laboral (Anexo 3).

El procesamiento de los datos se realizo a través del programa estadístico


SPSS 11.5, el cuál es uno de los más utilizados en las ciencias sociales.

6.5. ASPECTOS ÉTICOS

Se solicitó un consentimiento a la Corporación Municipal de Desarrollo Social


(Anexo 4) para ingresar a los establecimientos correspondientes, por otra parte, se dio
a conocer en el protocolo de la aplicación del instrumento el derecho de
confidencialidad debido a que la prueba y el cuestionario fueron realizados de forma
anónima (sin considerar el nombre y la institución a la que pertenecían las
profesionales). Una vez, terminada la investigación se entregarán de forma general los
resultados a quienes correspondan.

34
6.6. PLAN DE ANÁLISIS DE LOS DATOS O INFORMACIÓN

Objetivo Específico Análisis

Determinar consistencia interna de las


dimensiones del MBI. Alfa de Cronbach

Describir estadísticamente las dimensiones


del MBI en la muestra de las educadoras Estadísticos descriptivos: media,
de párvulo pertenecientes a la COMDES desviación estándar, tablas de
de la ciudad de Calama. frecuencia.

Describir estadísticamente los factores


estudiados edad, estado civil, tiempo en el
ejercicio de la docencia y jornada laboral Estadísticos descriptivos: media,
en la muestra de las educadoras de desviación estándar, tablas de
párvulo pertenecientes a la COMDES de la frecuencia.
ciudad de Calama.

Describir estadísticamente la asociación


entre los factores sociodemográficos y las
Estadísticas de asociación de
dimensiones del MBI en educadoras de
variables intervalares Correlación de
párvulo pertenecientes a la COMDES de la
Pearson.
ciudad de Calama.

Describir estadísticamente la asociación


entre los factores laborales y las
Estadísticas de asociación de
dimensiones del MBI en educadoras de
variables intervalares Correlación de
párvulo pertenecientes a la COMDES de la
Pearson.
ciudad de Calama.

Comprobar modelo de regresión lineal


entre los factores demográficos y laborales
y las dimensiones del MBI en las Regresión Múltiple
educadoras de párvulo pertenecientes a la
COMDES de la ciudad de Calama

35
7. RESULTADOS

7.1. CARACTERIZACIÓN PSICOMÉTRICAS DEL INSTRUMENTO

Para obtener indicadores de confiabilidad se utilizó el método alfa de Cronbach.


Este indicador permite evaluar la confiabilidad de una escala por consistencia interna, y
se basa en la correlación promedio entre los reactivos de una prueba. El análisis de
confiabilidad revela si la prueba y los subfactores tienen una adecuada consistencia
interna, esto es, si los ítems o indicadores de la escala están midiendo las mismas
construcciones, y por ello, están altamente correlacionadas. Este método arroja un
indicador que oscila entre 0 y 1. Mientras mayor es el índice, mayor es la consistencia
interna del indicador (Nunnally y Bernstein, 1995).

Se efectuó un análisis de confiabilidad para las dimensiones del cuestionario


MBI, según los criterios propuestos por Nunnally (1995) (tabla 2).

Tabla 2: Criterios de Confiabilidad de Nunnally

Alfa de Cronbach Criterio de Confiabilidad

0 a 0,25 Muy poco Confiable


0,25 a 0,5 Poco confiable
0,5 a 0,7 Medianamente confiable
0,7 a 1 Confiable
(Elaboración: Propia)

Los resultados indican lo siguiente:

- La dimensión Cansancio Emocional (CE) obtuvo un coeficiente alfa igual a 0,83 lo


que indica que es una dimensión confiable.

36
- La dimensión Despersonalización (DP) obtuvo un coeficiente alfa igual a 0,40 lo que
indica que es una dimensión poco confiable.

- La dimensión Realización Personal (RP) obtuvo un coeficiente alfa igual a 0,34 lo que
indica que es una dimensión poco confiable.

En general, se observa que sólo una dimensión de las tres dimensiones del
Cuestionario MBI es confiable mientras que las dos restantes son poco confiables, esto
puede deberse a (Meliá, 2005):

- Una inadecuada formulación de los ítems, es decir, que los sujetos entienden los
ítems de una manera distinta a como lo propone el autor del instrumento.

- Que la muestra de estudio es homogénea, siendo escasa la diferencia entre los


sujetos, por lo tanto, si no hay diferencias tampoco habrá relación clara y verificada
entre las respuestas.

- Definición compleja de la escala medida. Las escalas definidas de manera compleja


pueden tener ítems poco relacionados entre sí.

7.2. CARACTERIZACIÓN DE LAS DIMENSIONES DEL MBI

Con el fin de poder contar con valores adecuados a la muestra de esta


investigación, utilizaremos los baremos ariqueños para clasificar cada una de las
dimensiones del MBI en baja, media y alta. Estos baremos fueron desarrollados en el
año 2003 por el doctor en psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, Alejandro
Cuadra Peralta, Psicólogo de la Universidad de Chile y académico de la Universidad de
Tarapacá, en profesionales de la salud en la ciudad de Arica (Arévalo et al., 2007;
Carpenter y España; 2007; Acori, 2008), considerando en este estudio, estos valores
como los más cercanos a la realidad cultural de los profesionales que prestan un
servicio cara a cara en la zona.

37
Mediante un análisis estadístico descriptivo de tendencia central para variables
cuantitativas se obtuvo que:

- La dimensión CE, la cual valora la vivencia de estar exhausto emocionalmente por las
demandas del trabajo, está conformada por los ítems 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16 y 20; y su
puntuación máxima es de 54.

- Los resultados de este estudio indican que la Dimensión CE presenta una media de
17,17 (d.s.=10,32).

De acuerdo a la distribución de baremos de Arica la muestra presenta los


siguientes resultados:

- El 35,20% de los sujetos de estudio muestran que su nivel de Cansancio Emocional


es bajo, el 27,80% se encuentra dentro de la media y se observa que el 37,00% se
encuentra altamente cansado emocionalmente (tabla 3).

Tabla 3: Clasificación de la Dimensión CE del MBI

Valor puntaje <12 12-17 >17


Clasificación Baja Media Alta
Porcentaje 35,20% 27,80% 37,00%
(Elaboración: Propia)

- La dimensión DP, conformada por los ítems 5, 10, 11, 15 y 22, que valora el grado en
que cada uno reconoce actitudes de frialdad y distanciamiento en su trabajo, cuya
puntuación máxima es de 30 puntos.

- Los resultados de este estudio indican que la dimensión DP presenta una media de
1,24 (d.s.=2,77).

38
- El 87,00% de los sujetos de estudio muestran que su nivel de Despersonalización es
bajo, el 1,90% se encuentra dentro de la media y se observa que el 11,10% se
encuentra altamente Despersonalizado (tabla 4).

Tabla 4: Clasificación de la Dimensión DP del MBI

Valor puntaje <2 2-5 >5


Clasificación Baja Media Alta
Porcentaje 87,00% 1,90% 11,10%
(Elaboración: Propia)

- La dimensión RP, la cual tiene relación con los sentimientos de competencia y


realización en la tarea laboral, está conformada por los ítems 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y
21, siendo la puntuación máxima de 48 puntos, donde a menor puntuación se
establece que el sujeto se encuentra afectado.

- Los resultados de este estudio indican que la dimensión RP presenta una media de
43 (d.s.=4,42).

- El 22,00% de los sujetos de estudio muestran una baja RP, el 14,80% se encuentra
dentro de la media y el 63,00% muestra una alta Realización Personal (tabla 5).

Tabla 5: Clasificación de la Dimensión RP del MBI

Valor puntaje >41 41-39 <39


Clasificación Baja Media Alta
Porcentaje 22,2% 14,8% 63,00%
(Elaboración: Propia)

39
Es importante evidenciar que en términos generales, sólo el 1,85% de los
sujetos de este estudio presenta el Síndrome de Burnout de acuerdo a los criterios
para medir la existencia o no del Síndrome de Burnout, lo que implica puntuaciones
altas en las dimensiones Cansancio Emocional y Despersonalización y bajas
puntuaciones en Realización Personal (Gil-monte, 2005; Maslach, Leiter y Schaufeli,
2001).

Al comparar las medias de las dimensiones CE, DP, RP, con las medias
normativas ariqueñas y realizar un análisis T de student de una muestra, se obtuvieron
los siguientes resultados (Tabla 6):

- Para la dimensión CE: T(53)=1,186, p>0,05, lo que indica que entre la media de la
muestra de estudio y la media Normativa no existe diferencia significativa.

- Para la dimensión DP: T(53)= -8,866, p<0,05, lo que indica que la media de la
muestra de estudio esta significativamente más baja que la media Normativa.

- Para la dimensión RP: T(53)= 4,654, p<0,05, lo que indica que la media de la muestra
de estudio esta significativamente más alta que la media Normativa.

Tabla 6: Comparación de Medias con Criterios Normativos.

Datos Normativos Muestra de estudio


Dimensiones del MBI Media d.s. Media d.s.
Cansancio Emocional 15,5 9,3 17,17 10,32
Despersonalización 4,6 5 1,24 2,77
Realización Personal 40,2 5,9 43 4,2
(Elaboración: Propia)

40
7.3. RELACIÓN ENTRE LOS FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS
Y LABORALES CON LAS DIMENSIONES DEL MBI

Para obtener las relaciones entre los factores sociodemográficos y laborales


descritos con las Dimensiones del MBI se utilizó el coeficiente de correlación de
Pearson, el cual es una medida de asociación lineal que mide el grado de relación
entre dos o más variables. Este coeficiente de correlación oscila entre -1 y +1, esto
permite determinar la magnitud de las asociaciones entre las variables (Aron y Aron,
2001).

Una correlación positiva, es aquella en que los valores coinciden de forma


directamente proporcional, por el contrario, una correlación negativa, es aquella en
que los valores concuerdan de manera inversamente proporcional.

Generalmente, las correlaciones tienden a no ser perfectas positivas o


perfectas negativas en donde cuyos valores se encuentran entre 0 y +1, para las
positivas y en el caso de correlaciones negativas los valores fluctúan entre 0 y -1;
cuando el valor sea 0 indicará la no existencia de correlaciones entre las variables
(Aron y Aron, 2001).

Por otra parte, se hace necesario la utilización de la estimación del tamaño del
efecto el cual es un índice en una métrica común que indica la magnitud de una
relación o efecto. El tamaño del efecto, es un dato importante para ofrecer
conclusiones rigurosas puesto que la evidencia de que exista relación entre dos
variables no conlleva directamente que esta relación sea muy intensa (Meliá, 2005).

Además, también se utilizó la regresión múltiple, la cual es una técnica de


análisis multivariable que permite establecer una relación funcional entre una variable
dependiente (Síndrome de Burnout) y una serie de variables independientes o
explicativas (Factores sociodemográficos y laborales), en la que se estiman los
coeficientes de regresión los cuales determinan el efecto que las variaciones de las

41
variables independientes tienen sobre el conocimiento de la variable dependiente
(Meliá, 2005).

7.3.1. Dimensión CE (Cansancio Emocional)

7.3.1.1. Correlaciones de Pearson

De acuerdo a los resultados obtenidos para la dimensión CE (tabla 7):

Tabla 7: Correlación entre factores sociodemográficos - laborales y la dimensión CE del MBI

Correlaciones de Pearson CE

Edad 0,144
Tiempo con pareja 0,005
¿Cuántas horas dedica por semana a su profesión? 0,269*
¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo su profesión? 0,230
¿Cuántas Horas diarias dura su Jornada Laboral? 0,271*
Nivel de significancia CE
Edad 0,300
Tiempo con pareja 0,973
¿Cuántas horas dedica por semana a su profesión? 0,049
¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo su profesión? 0,094
¿Cuántas Horas diarias dura su Jornada Laboral? 0,048
(Elaboración: Propia)
* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

- La edad no presenta relación estadísticamente significativa con la dimensión CE del


MBI.

- El tiempo con pareja no presenta relación estadísticamente significativa con la


dimensión CE del MBI.

42
- Existe una relación significativa y positiva entre las horas dedicadas por semana a la
profesión y la dimensión CE del MBI, con un r= 0,269; p<0,05, el tamaño del efecto
observado es de 7,25%.

- El tiempo de ejercicio de la profesión no presenta relación estadísticamente


significativa con la dimensión CE del MBI.

- Existe una relación significativa y positiva entre las horas de duración de la jornada
diaria y la Dimensión CE del MBI, con un r= 0,271; p<0,05, el tamaño del efecto
observado es de 7,33%.

7.3.1.2. Resumen del Modelo y Análisis de Relevancia para CE

7.3.1.2.1. Resumen del Modelo

El resumen del modelo para CE nos muestra lo siguiente:

CE= A + ᵦ *Edad
1 + ᵦ *Tiempo
2 con pareja + ᵦ *Horas
3 por semana + ᵦ *Tiempo
4

ejercicio de profesión + ᵦ *Horas diarias + Ei


5

La aplicación de este modelo de regresión proporciona los siguientes resultados


(tabla 8):

Tabla 8: Análisis de Regresión.

Error Sign.
Modelo R R2 R2 F df1 df2
estándar
Corregido F
estimado
CE 0,396 0,157 9,958 0,069 1,790 5 48 0,133

(Elaboración: Propia)

43
Donde resulta pertinente establecer lo siguiente:

- La capacidad explicativa del modelo es del 6,9%.

- La evaluación general del modelo indica que no es significativo con un F (5,48)=


1,790 p>0,05.

- Los factores sociodemográficos y labores no tienen en conjunto una importante


capacidad explicativa de los resultados de la dimensión CE del MBI en las Educadoras
de Párvulo pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

7.3.1.2.2. Análisis de la Relevancia de Cada Factor del Modelo para CE

A fin de valorar la pertinencia individual de cada uno de los factores del modelo
se analizan los resultados (tabla 9), los cuales permiten establecer que:

Tabla 9: Análisis de la Relevancia para la Dimensión CE del MBI.

Coeficiente Beta no Error Beta Significancia


Test t
estandarizado Estándar Estandarizado
Constante - 0,681 13,369 - - 0,051 0,960
Edad - 0,203 0,301 - 0,204 - 0,676 0,502
Tiempo con
- 0,032 0,145 - 0,035 - 0,222 0,825
pareja
Horas por
0,278 0,176 0,216 1,578 0,121
semana
Tiempo
ejercicio de 1,451 1,246 0,159 1,164 0,250
profesión
Horas
0,363 0,266 0,397 1,366 0,178
diarias
(Elaboración: Propia)

44
- Tanto los factores sociodemográficos como laborales no son significativos para
explicar la dimensión CE del MBI, además desde un punto de vista estadístico el
modelo no presenta factores omitidos (Test t de la constante=- 0,051, p<0,960).

7.3.2. Dimensión DP (Despersonalización)

7.3.2.1. Correlaciones de Pearson

De acuerdo a los resultados obtenidos para la dimensión DP (tabla 10):

Tabla 10: Correlación entre Factores Sociodemográficos- Laborales y la Dimensión DP del MBI.

Correlaciones de Pearson DP

Edad 0,000
Tiempo con pareja -0,292*
¿Cuántas horas dedica por semana a su profesión? -0,062
¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo su profesión? -0,163
¿Cuántas Horas diarias dura su Jornada Laboral? -0,001

Nivel de significancia DP

Edad 0,999
Tiempo con pareja 0,032
¿Cuántas horas dedica por semana a su profesión? 0,657
¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo su profesión? 0,239
¿Cuántas Horas diarias dura su Jornada Laboral? 0,992
(Elaboración: Propia)
* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

- La edad no presenta relación estadísticamente significativa con la dimensión DP del


MBI.

45
- Existe una relación significativa y negativa entre el tiempo con pareja y la dimensión
DP del MBI, con un r= -0,292; p<0,05, el tamaño del efecto observado es de 8,55%.

- Las horas dedicadas por semana a la profesión no presentan relación


estadísticamente significativa con la dimensión DP del MBI.

- El tiempo de ejercicio de la profesión no presenta relación estadísticamente


significativa con la dimensión DP del MBI.

- La duración en horas de la jornada laboral diaria no presenta relación


estadísticamente significativa con la dimensión DP del MBI.

7.3.2.2. Resumen del Modelo y Análisis de Relevancia para DP

7.3.2.2.1. Resumen del Modelo

El resumen del modelo para DP nos muestra lo siguiente:

DP= A + ᵦ *Edad
1 + ᵦ *Tiempo
2 con pareja + ᵦ *Horas
3 por semana + ᵦ *Tiempo
4

ejercicio de profesión + ᵦ *Horas diarias + Ei


5

La aplicación de este modelo de regresión proporciona los siguientes resultados


(tabla 11)

Tabla 11: Análisis de Regresión.

Error Sign.
Modelo R R2 R2 F df1 df2
estándar
Corregido F
estimado
DP 0,501 0,260 2,503 0,183 3,373 5 48 0,011

(Elaboración: Propia)

46
Donde resulta pertinente establecer lo siguiente:

- La capacidad explicativa del modelo es del 18,3%.

- La evaluación general del modelo indica que es significativo con un F (5,48)= 3,373
p<0,05

- Los factores sociodemográficos y labores tienen en conjunto una importante


capacidad explicativa de los resultados de la dimensión DP del MBI en las Educadoras
de Párvulo pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

7.3.2.2.2. Análisis de la Relevancia de Cada Factor del Modelo para DP

A fin de valorar la pertinencia individual de cada uno de los factores del modelo
se analizan los resultados (tabla 12), los cuales permiten establecer que:

Tabla 12: Análisis de la Relevancia para la Dimensión DP del MBI.

Coeficiente Beta no Error Beta Significancia


Test t
estandarizado Estándar Estandarizado
Constante 0,246 3,360 - - 1,132 0,263
Edad - 0,203 0,075 0,921 3,252 0,002
Tiempo con
- 0,107 0,036 - 0,432 - 2,940 0,005
pareja
Horas por
- 0,032 0,044 - 0,094 - 0,733 0,467
semana
Tiempo
ejercicio de 0,057 0,313 0,023 0,181 0,857
profesión
Horas
- 0,194 0,067 - 0,789 - 2,895 0,006
diarias
(Elaboración: Propia)

47
- Tanto los factores sociodemográficos como laborales son significativos para explicar
la dimensión DP del MBI, además desde un punto de vista estadístico el modelo no
presenta factores omitidos (Test t de la constante=- 0,051, p<0,960).

- No obstante lo anterior, la edad (Test t= 3,252, p<0,002), es significativo para explicar


los resultados de la dimensión DP del MBI.

- Además, el tiempo con pareja (Test t= -2,940, p<0,005) y las horas diarias (Test t= -
2,895, p<0,006), afectan los resultados de la dimensión DP del MBI.

- Finalmente las horas por semana (Test t= -0,733, p<0,467) y el tiempo de ejercicio de
la profesión (Test t= 0,181, p<0,857) no son significativos para explicar los resultados
de la dimensión DP del MBI.

7.3.3. Dimensión RP (Realización Personal)

7.3.3.1. Correlaciones de Pearson

De acuerdo a los resultados obtenidos para la dimensión RP (tabla 13):

Tabla 13: Correlación entre Factores Sociodemográficos- Laborales y la Dimensión RP del MBI.

Correlaciones de Pearson RP
Edad -0,212
Tiempo con pareja 0,002
¿Cuántas horas dedica por semana a su profesión? -0,124
¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo su profesión? -0,206
¿Cuántas Horas diarias dura su Jornada Laboral? -0,061
Nivel de significancia RP
Edad 0,123
Tiempo con pareja 0,991
¿Cuántas horas dedica por semana a su profesión? 0,373
¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo su profesión? 0,136
¿Cuántas Horas diarias dura su Jornada Laboral? 0,663
(Elaboración: Propia)
* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral)

48
- La edad no presenta relación estadísticamente significativa con la dimensión RP del
MBI.

- El tiempo con pareja no presenta relación estadísticamente significativa con la


dimensión RP del MBI.

- Las horas dedicadas por semana a la profesión no presentan relación


estadísticamente significativa con la dimensión RP del MBI.

- El tiempo de ejercicio de la profesión no presenta relación estadísticamente


significativa con la dimensión RP del MBI.

- La duración en horas de la jornada laboral diaria no presenta relación


estadísticamente significativa con la dimensión RP del MBI.

7.3.3.2. Resumen del Modelo y Análisis de Relevancia para RP

7.3.3.2.1. Resumen del Modelo

El resumen del modelo para RP nos muestra lo siguiente:

RP= A + ᵦ *Edad
1 + ᵦ *Tiempo
2 con pareja + ᵦ *Horas
3 por semana + ᵦ *Tiempo
4

ejercicio de profesión + ᵦ *Horas diarias + Ei


5

La aplicación de este modelo de regresión proporciona los siguientes resultados


(tabla 14):

49
Tabla 14: Análisis de Regresión.
Error
2 R2 Sign.
Modelo R R estándar F df1 df2
Corregido F
estimado
RP 0,270 0,073 4,473 -0,024 0,757 5 48 0,585
(Elaboración: Propia)

Donde resulta pertinente establecer lo siguiente:

- La capacidad explicativa del modelo es nulo.

- La evaluación general del modelo indica que no es significativo con un F (5,48)=


0,757 p>0,05.

- Los factores sociodemográficos y labores no tienen en conjunto una importante


capacidad explicativa de los resultados de la dimensión RP del MBI en las educadoras
de párvulo pertenecientes a la COMDES de la ciudad de Calama.

7.3.3.2.2. Análisis de la Relevancia de Cada Factor del Modelo para RP

A fin de valorar la pertinencia individual de cada uno de los factores del modelo
se analizan los resultados (tabla 15), los cuales permiten establecer que:

Tabla 15: Análisis de la Relevancia para la Dimensión RP del MBI.


Beta no Error Beta
Coeficiente Test t Significancia
estandarizado Estándar Estandarizado
Constante 49,041 6,005 - - 8,167 0,000
Edad - 0,099 0,135 - 0,233 - 0,736 0,465
Tiempo con
0,051 0,065 0,130 0,791 0,433
pareja
Horas por
- 0,058 0,079 - 0,105 - 0,727 0,471
semana
Tiempo
ejercicio de 0,035 0,560 0,009 0,062 0,951
profesión
Horas diarias - 0,020 0,119 - 0,052 - 0,172 0,865
(Elaboración: Propia)

50
- No sólo los factores sociodemográficos y laborales explican los resultados de la
dimensión RP del MBI (Test t de la constante= -8,167). Desde un punto de vista
estadístico el modelo presenta factores omitidos.

- Por otra parte, tanto los factores sociodemográficos como laborales no son
significativos para explicar los resultados de la dimensión RP del MBI.

51
8. CONCLUSIONES

De acuerdo a los resultados obtenidos estos permiten afirmar que a nivel


general, los niveles del Síndrome de Burnout entre las Educadoras de Párvulos
calameñas que se desempeñan en Establecimientos Educacionales pertenecientes a
la Corporación Municipal de Calama, son bajos, afectando a menos del dos por ciento
del total de la población, es decir, que presentan altos puntajes en las dimensiones
Cansancio Emocional y Despersonalización y bajos puntajes en la dimensión
Realización Personal, según criterios de corte establecidos por Gil-monte (2005) y
Maslach, Leiter y Schaufeli (2001).

A pesar, de que estos resultados no presentan porcentajes altos en la


prevalencia del Síndrome, al realizar el análisis de cada una de las dimensiones según
lo planteado en los objetivos específicos se puede observar que, cuatro de cada diez
personas de la población, se encuentra altamente cansada emocionalmente, lo cual
puede deberse al alto grado de implicancia y demandas que conlleva la tarea docente,
especialmente al trabajar con niños, requiriendo por parte de las educadoras
dedicación y compromiso emocional con su profesión, y a su vez, relación y
responsabilidad con sus alumnos (Aris, 2005; Delors, 2006; MINEDUC,2003; García-
Huidobro, 2008; Latorre y Saez, 2009a), estos resultados de altos niveles de
Cansancio Emocional pueden deberse al perfil demográfico de la muestra estudiada,
ya que corresponde a una población femenina, dado que la educación infantil es una
profesión principalmente ejercida por mujeres, las cuales presentan mayores niveles de
Cansancio Emocional en investigaciones de prevalencia del Síndrome de Burnout en
general (Maslach, et al., 1996, Gil-Monte y Peiro, 1999; Barria, 2002; Alderete et al.,
2004, Arís, 2005; Buzzetti, 2005; Ranchal y Vaquero, 2008; Ronen y Malach, 2008;
Tonon, 2008; Carvajal et al., 2009), situación también explicable por la diferenciación
de roles y sus implicancias, ya que cada vez con mayor frecuencia encontramos
mujeres que junto a las demandas de su ejercicio profesional deben responder a las
responsabilidades que les exige la familia (Tonon, 2008; González, 2006; Carvajal et
al., 2009).

52
En cuanto a la dimensión Despersonalización se evidencia que sólo una de
cada diez personas de la población presenta puntajes altos, lo que supondría el
desarrollo de actitudes cínicas hacia las personas, en este caso niños, a quienes las
educadoras atienden diariamente, esto puede asociarse al desinterés y pérdida de
empatía con la aparición del distanciamiento, el uso de actitudes de frialdad e intentos
de culpar a las personas y niños de la propia frustración, lo que conlleva a desarrollar
un concepto de sí mismo negativo, con la pérdida de la autoestima e incapacidad de
enfrentar situaciones ya vividas y resueltas con eficacia (Carlyle y Woods, 2004;
Moreno et al, 2005; F. del Valle; López & Bravo, 2007; Quiceno y Vinaccia, 2007;
Latorre y Saez, 2009b).

Es importante evidenciar, que nueve de cada diez personas de la población, en


esta dimensión presenta bajos puntajes, lo que puede estar influenciado por el rol
social que tradicionalmente le ha correspondido a la mujer, quien ha estado encargada
de cuidar y educar a los niños, condición que junto a la formación de Educadora de
Párvulo, que en este caso, predispone a las educadoras a generar habilidades
empáticas y manejar de mejor forma las relaciones interpersonales con las personas y
los niños (MINEDUC, 2005; MINEDUC, 2008).

Por otra parte, seis de cada diez personas de la población, muestra una alta
realización personal en relación a su labor, lo cual puede deberse a que las
educadoras sienten que poseen suficientes competencias profesionales para cumplir
con las exigencias de los niños, a las cuales se enfrentan diariamente dentro de su
contexto laboral, evalúan su trabajo de forma positiva con vivencias de suficiencia
personal y alta autoestima profesional, lo que evidencia una autoeficacia percibida en
el logro de los objetivos y expectativas educacionales dentro del aula (Cordeiro;
Guillen y Gala, 2000; Alderete et al., 2004; Aris, 2005; MINEDUC, 2005).

La prevalencia en esta investigación del Síndrome es baja, siendo la dimensión


Cansancio Emocional el componente más afectado. El Cansancio Emocional expresa
mejor en las Educadoras el impacto que tiene su trabajo en su salud física y mental.
Esto nos infiere la idea de la necesidad de distinguir entre el Síndrome de Burnout y el

53
estrés, el cual en este grupo profesional puede manifestarse en el plano emocional por
las propias demandas relacionales y afectivas del trabajo que desempeñan. Teniendo
en cuenta que el Cansancio Emocional es determinante del estrés (Moriana y Herruzo,
2004; González, 2006; Ayuso y Guillén, 2007; Gil-monte y Marucco, 2008; Latorre y
Saez, 2009a).

En cuanto al modelo para la dimensión Cansancio Emocional, los factores


sociodemográficos y laborales estudiados (Edad, Estado Civil, Tiempo en el ejercicio
de la docencia y Jornada Laboral) se encontró que estos no explican la dimensión,
evidenciándose que sólo existen relaciones significativas entre la Jornada Laboral y la
dimensión Cansancio Emocional esto puede deberse a que actualmente, se espera
que las educadoras preparen y planifiquen sus clases, desarrollen ambientes propicios
para el aprendizaje, muestren un adecuado dominio de los contenidos que enseñan,
generen habilidades y competencias en todos sus alumnos, cumplan un rol formativo,
reflexionen sobre su quehacer, se actualicen, trabajen en equipo, en síntesis,
promuevan en los alumnos el saber, saber ser, saber hacer y saber convivir
(MINEDUC, 2003; Delors, 2006; Carvajal et al., 2009). Además, las educadoras deben
asumir labores complementarias a la de la familia, situación que es percibida por
muchos educadores como una sobrecarga a la ya demandada función docente (Aris,
2005, MINEDUC, 2003), esto es debido a un cambio cultural que se ha suscitado en
Chile en los últimos 15 a 20 años (Aris, 2005; Buzzetti, 2005), haciendo aumentar las
responsabilidades que se acumulan sobre los educadores en general. Al mismo
tiempo, la familia y la comunidad han ido aceptando una menor responsabilidad por el
bienestar educativo de sus hijos (Asún et al., 2002; Buzzetti, 2005; Moreno et al.,
2005). Por otra parte se destaca que casi todos los educadores se llevan trabajo al
hogar, esta es una práctica que interfiere con las necesarias horas de descanso al
finalizar una jornada de trabajo, lo que influye en los resultados obtenidos ya que el
tiempo dedicado diariamente para la consecución de las labores de las educadoras
fluctúa entre 8 y 14 horas siendo que las horas fijadas por COMDES es de 6 horas
diarias. La mayoría de los estudios hispanos, latinoamericanos y nacionales reportan la
tendencia habitual de esta conducta (Asún et al., 2002; Buzzetti, 2005; Moreno et al.,

54
2005; Parada et al., 2005; Salanova, Llorens y García-Renedo, 2005; Aldrete et al.,
2008; Martínez y Salanova, 2008; Alvarado, 2009).

Respecto al modelo para la dimensión Despersonalización, los factores


sociodemográficos y laborales estudiados, explican la dimensión, encontrándose
mediante un análisis de relevancia que los factores Edad, Tiempo con Pareja y
Jornada Laboral son significativos para el modelo, al mismo tiempo, la Edad y el
Tiempo con Pareja afectan los resultados de la dimensión, evidenciándose que estos
factores pueden ser factores protectores en cuanto a que permiten bajar los índices de
prevalencia de esta dimensión, además, se encontró una relación significativa y
negativa entre el factor Tiempo con Pareja y la dimensión, lo que deja en manifiesto en
esta investigación, que mientras más tiempo manteniendo una pareja estable es menor
la despersonalización en las educadoras lo que indica concordancia con estudios
anteriores en otras profesiones y al igual que en otras investigaciones se encuentra
que las personas que están casadas o conviven con parejas estables presentan
menores índices de prevalencia en las dimensiones del Síndrome (Cordeiro et al.,
2000; Asún et al., 2002; Barría, 2002; Moriana y Herruzo, 2004; Patterson, 2004;
Jaramillo, López y Valencia, 2005; Llaneza, 2006; Gil-monte y Marucco, 2008; Ranchal
y Vaquero, 2008; Tonon, 2008; Martínez y Salanova, 2008; Alvarado, 2009).

Respecto al modelo para la dimensión Realización Personal, los factores


sociodemográficos y laborales estudiados no explican esta dimensión, por otra parte,
se encontró que no existen relaciones significativas entre los factores y la dimensión,
por el contrario, en otras investigaciones se han encontrado relaciones significativas
entre esta dimensión y factores sociodemográficos, tales como, la edad y factores
laborales como el tiempo en el ejercicio de la docencia (Maslach, et al., 1996; Gil-
Monte y Peiro, 1999; Barria, 2002; Alderete et al., 2004; Arís, 2005; Buzzetti, 2005;
Ranchal y Vaquero, 2008; Tonon, 2008; Alvarado, 2009; Latorre y Sáez, 2009a), lo que
puede deberse a que las educadoras de párvulo en sus conductas de respuesta al
Síndrome del Burnout estarían incluyendo un componente de eficacia profesional
autopercibida (Salanova et al., 2008), este aspecto resulta de particular relevancia
teórica, ya que estudios han indicado que la autoeficacia es uno de los factores que

55
han de considerarse en la etiología del Síndrome del Burnout, en términos de
deseabilidad social, lo que genera sesgo en las respuestas dadas en esta dimensión.
(Gil-monte y Marucco, 2008; Salanova et al., 2008)

De acuerdo a la evidencia encontrada en esta investigación, los factores


sociodemográficos y laborales explican sólo una de las tres dimensiones del Síndrome
del Burnout. Sin embargo tanto el factor Tiempo con Pareja y la jornada Laboral
presentan relaciones significativas con las dimensiones Despersonalización y
Cansancio Emocional, lo que apoya parcialmente la hipótesis de esta investigación.

8.1. DISCUSIONES

Existen controversias en relación a la validez de constructo del MBI,


especialmente a lo referente a la confiabilidad de la dimensión Despersonalización, la
que sistemáticamente ha mostrado no alcanzar valores óptimos (Gil-Monte y Peiro,
1999; Barría, 2002; Alderete et., 2004; Arís, 2005; Buzzetti, 2005; Garden, 2005;
Ranchal y Vaquero, 2008), hecho que se corresponde con los datos arrojados en la
presente investigación, debido a la diferencia considerable encontrada de coeficientes
de confiabilidad entre las dimensiones de Cansancio Emocional, Realización Personal
y Despersonalización, lo que podría agregar mayor evidencia a la controversia actual,
ya que los datos encontrados en cuanto a nivel de confiabilidad son bajos para las
dimensiones Despersonalización y Realización Personal.

Por otra parte, si bien la validez factorial de las dimensiones del MBI ha sido
bastante estudiada, no todas las investigaciones apoyan la estructura trifactorial
original, lo que ha impedido su consolidación, mostrando varias debilidades. Algunas
investigaciones reportan haber obtenido una o dos dimensiones, otras llegando incluso
a 6 y 7 factores. Es por ello, que la discusión sobre el tema aún sigue siendo
necesaria, dado que no existe una mayoría que respalde a un tipo particular de
solución factorial (Gil-Monte y Peiro, 1999; Maslach, Leiter y Schaufeli, 2001; Barria,
2002; Arís, 2005; Buzzetti, 2005; Gil-Monte, 2005; Ranchal y Vaquero, 2008; Carvajal
et al., 2009). Así mismo, hay diversos ítems que presentan problemas y se observan

56
diversas recomendaciones para eliminar algunos (Barría, 2002; Gil-Monte y Peiró,
1999; Arís, 2005; Buzzetti, 2005; Jaramillo, López y Valencia, 2005; Gil-Monte, 2005;
Llaneza, 2006; Alvarado, 2009), esto evidencia quizás la inutilidad de la dimensión en
nuestra investigación, reflejada por el entorno cultural, planteándose eliminar la escala
de Despersonalización del constructo del Síndrome de Burnout, lo que implicaría
aceptar la no existencia del concepto en su totalidad, ya que este síntoma
(Despersonalización) es el indicador clave para determinar el Síndrome de Burnout
que, a su vez, lo diferencia del estrés laboral.

La mayoría de las investigaciones (Maslach, et al., 1996; Gil-Monte y Peiro,


1999; Barria, 2002; Alderete, et al., 2004; Arís, 2005; Buzzetti, 2005; Ranchal y
Vaquero, 2008; Tonon, 2008; Carvajal et al., 2009) en las cuales se analiza la
prevalencia del Síndrome del Burnout más que sus posibles relaciones con factores
sociales, demográficos, laborales, culturales, etc. se han realizado con el Maslach
Burnout Inventory (MBI). La aceptación y la difusión de este cuestionario a nivel
mundial han permitido realizar estudios en diferentes países y comparar los resultados
obtenidos. En el manual del MBI se propone un criterio de percentiles para cada
dimensión, consistente en dividir a la muestra en tres grupos de igual tamaño, 33,3%
de los individuos. Estos grupos clasifican a las personas que responden el cuestionario
en individuos con niveles altos, medios y bajos para cada dimensión (Cansancio
Emocional, Despersonalización y Realización Personal en el trabajo). Esta manera de
proceder entrañaría sesgos que pueden ser relevantes. Además se debe tener en
cuenta que los criterios estadounidenses pueden ser inadecuados en otros países,
debido a la existencia de diferencias significativas en los valores normativos de corte,
por cuestiones socioculturales (Moreno et al., 2003; Buzzetti, 2005; Gilmonte, 2005;
Parada et al., 2005) Aunque en el manual se ofrecen valores normativos de referencia
para los percentiles, no se presentan criterios para concluir cuando un individuo ha
desarrollado la patología. (Aris, 2005; Buzzetti, 2005; Gilmonte, 2005; Parada et al.,
2005), la no claridad en cuanto a cómo clasificar la existencia o no del Síndrome a
llevado que diferentes investigaciones presenten distintos resultados en cuanto a
prevalencia (Maslach, et al., 1996; Gil-Monte y Peiro, 1999; Barria, 2002; Alderete et
al., 2004; Arís, 2005; Buzzetti, 2005; Ranchal y Vaquero, 2008; Gil-monte y Marucco,

57
2008; Salanova et al., 2008; Tonon, 2008; Alvarado, 2009). Sería necesario desarrollar
más estudios comparativos de este tipo en diferentes países de Latinoamérica para
delimitar la dimensión del problema. Además al tratarse de cuestionarios anónimos, se
desconocen las causas de respuesta de algunos individuos o si verdaderamente están
contestando lo que se les pide. (Carvajal et al., 2009).

Una de las limitaciones de la investigación, es la falta de estandarización del


instrumento MBI en Chile con distintos grupos de profesionales, que nos permitiría
comparar de forma más confiable los resultados obtenidos por muestras
representativas, entregándonos valores para realizar las comparaciones entre estos
profesionales y de acuerdo a nuestra cultura, para lo cual, se sugiere generar
investigaciones que realicen dicha estandarización, con el objeto de realizar un
diagnostico adecuado a la población chilena vulnerable a este Síndrome (Asún et al.,
2002; Aris, 2005; Buzzetti, 2005)

Por otra parte, el Síndrome de Burnout es sólo considerado como una


enfermedad o un conjunto de síntomas de carácter laboral no incluyéndolo en la
categoría clínica lo que hace que se confunda con otros trastornos, tales como,
ansiedad, Depresión, trastornos de pánico, crisis de angustia, trastornos del sueño
entre otros, esto hace que no tenga una validez clínica que permita concluir un
diagnostico acabado (Gil-Monte y Peiro, 1999; Barria, 2002; Alderete et al., 2004; Arís,
2005; Buzzetti, 2005; Gil-Monte, 2005; Gil-monte y Marucco, 2008; Salanova et al.,
2008; Alvarado, 2009), sino que más bien, todo se enmarca en los criterios de cada
investigador. Lo anterior, no permite realizar programas o modelos validos de
intervención.

Se debe manifestar que por tratarse de un tema para muchas educadoras


desconocido los resultados del mismo pueden verse afectados por la desconfianza de
las educadoras para responder los cuestionarios y por el temor de ser sancionadas o
perder su trabajo (Moriana y Herruzo, 2004). Lo antes señalado, puede haber
generado que aquellas educadoras de párvulos que se encontraban afectadas
realmente por el Síndrome optarán por realizar lo que se esperaba que respondieran,

58
favoreciendo la no existencia del Síndrome de Burnout y sólo manifestaran respuestas
por deseabilidad social (Aris, 2005), además es necesario agregar que el muestreo no
fue aleatorio, aunque se trabajo con el total de la muestra, por lo cual los resultados
pueden encontrarse sesgados por la homogeneidad de la muestra (Meliá, 2005). Lo
expuesto anteriormente, puede deberse a la poca accesibilidad que entregan las
instituciones para realizar evaluaciones sobre cómo funcionan sus recursos humanos
(Tonon, 2008). Generando que los investigadores no puedan acceder a otros factores
dentro del contexto educativo y al control de los mismos, lo que provoca que las
investigaciones se orienten de manera correlacional y transversal no dejando espacio
para conocer cuáles son los factores que realmente afectan al fenómeno, ya que el
Síndrome puede darse en distintas etapas y por ciertos factores de difícil acceso
(Moriana y Herruzo, 2004; Tonon, 2008).

Enfocándose de acuerdo a los resultados obtenidos los que señalan que la


problemática actual de las educadoras apunta hacia un Cansancio Emocional,
constructo que está relacionado con el estrés (Aris, 2005; Buzzetti, 2005), hace
necesario que tanto las propias educadoras como la administración educativa se hagan
consciente de la importancia de la salud física y psicológica de estas, evolucionando
hacia una nueva idea de la realidad de educadores en general, permitiendo mejorar la
forma de prevenir el Síndrome y a la vez, la calidad de la salud en todo sus niveles
(Gil-Monte, 2005; Gil-Monte y Marucco, 2008; Tonon, 2008).

Lo señalado anteriormente, lo cual nos reafirma que nos encontramos ante


indicadores de aviso y/o alerta se hace necesario abordar esta problemática desde
perspectivas de carácter individual, grupal y organizacional que permitan minimizar el
desarrollo del Síndrome de Burnout y que ayuden a las Educadoras de Párvulo a
enfrentar con eficacia su actividad cotidiana (Jaramillo et al., 2005; Piñeiro, 2006; Gil-
Monte y Marucco, 2008; Tonon, 2008).

A nivel individual, es posible realizar estrategias de resolución de conflictos, así


como, otras técnicas psicológicas que permitan manejar de manera adecuada ciertas
sintomatologías y técnicas de afrontamiento sobre actividades laborales demandantes

59
ligadas a la capacidad de realizar una buena gestión docente en el aula y el
aprendizaje de los niños. Por otra parte, a nivel grupal se propone promover y planificar
el apoyo en el trabajo, fortalecer los vínculos entre educadoras y su equipo de trabajo,
lo que disminuiría el aislamiento entre compañeros y sobre todo la necesidad de
aprender estrategias de colaboración y cooperación grupal (Guerrero, 2000; Hamann y
Gordon, 2004; Aris, 2005; Buzzetti, 2005; Gil-monte, 2005; Piñeiro, 2006; Apiquian,
2007; Alvarado, 2009). Por último, a nivel organizacional, se sugiere mejorar las redes
de comunicación las cuales pueden estar afectadas, fomentar el trabajo en equipo el
cual es necesario en las actividades que realizan las educadoras, darles a conocer
estrategias de clima escolar y convivencia al interior de los establecimientos
educacionales y un asesoramiento adecuado frente a estos. Fomentar las acciones en
este nivel organizacional es importante ya que varias investigaciones concluyen que
los factores organizaciones juegan un papel relevante en los individuos para la
aparición y desarrollo del Síndrome de Burnout (Guerrero, 2000; Aris, 2005; Buzzetti,
2005; Gil-monte, 2005; Piñeiro, 2006; Apiquian, 2007; Tonon, 2008; Alvarado, 2009).

Es fundamental plantear que las intervenciones tendrían mayor eficacia si la


administración pública se involucrara y enmendara las condiciones humanas y
materiales en las que cumplen su labor día a día las educadoras, ya que esto también
forma parte de estresores que afectan la salud tanto física como mental repercutiendo
en la calidad del servicio entregado por las educadoras. (Aris, 2005; Buzzetti, 2005;
Moriana y Herruzo, 2004; De la Torre, 2006)

8.2. LINEAS DE INVESTIGACIÓN

Con respeto a las líneas futuras de investigación del Síndrome de Burnout,


resulta necesario realizar investigaciones con visiones cualitativas que aporten a los
estudios cuantitativos, considerando entrevistas personales, de profundidad,
semiestructuradas a las educadoras y educadores en general y realizar diagnósticos
que puedan detectar sintomatología de los mismos (Moriana y Herruzo, 2004).

60
Por otra parte, se hace necesario extender el estudio de este fenómeno a otros
establecimientos municipales infantiles, tales como. los pertenecientes a Integra y
JUNJI así como, los de carácter particulares y particulares subvencionados con el
objeto de conocer cómo afecta el Síndrome en otras entidades.

Es necesario realizar estudios de carácter longitudinales que permitan una


mayor comprensión del Síndrome en el transcurso del tiempo, ya que estos nos
proporcionan valiosa información sobre la evolución del Síndrome de Burnout y su
relación de las verdaderas variables a estudiar. Generalmente, los estudios tienden a
enfocarse desde una perspectiva transversal considerando variables asociadas a este
fenómeno en un momento determinado, evaluando al profesional una sola vez, con un
carácter de diagnostico para conocer el estado en cuestión y no un seguimiento del
mismo (Garcés de los Fayos, 2003; Moriana y Herruzo, 2004; Aris, 2005; González,
2006).

Otra línea se enmarca en la necesidad de potenciar estudios pilotos en algunos


establecimientos de educación que posibiliten el acceso y así permitir, conocer la
variación de algunas características que arrojan más información sobre el efecto de
variables contextuales que permitan asumir estrategias experimentales de
investigación y conocer cuáles de ellas aumentan o disminuyen la prevalencia del
Síndrome de Burnout (Guerrero, 2000; Garcés de los Fayos, 2003; Montes y Carreon,
2004; Moriana y Herruzo, 2004; Aris, 2005).

Dar mayor importancia a investigaciones que analicen factores, tales como, el


ausentismo, bajas laborales, indagación de licencias médicas para detectar casos de
educadoras y educadores que no están siendo incluidos en los estudios dirigidos a la
población de docentes en general (Apiquian, 2007; Moriana y Herruzo, 2004; Quiceno
y Vinaccia, 2007)

De acuerdo a estas líneas de investigación, se busca posibilitar una mejor


delimitación conceptual del Síndrome y una mejora en los planteamientos

61
metodológicos aplicados y de la intervención del mismo (Moriana y Herruzo, 2004;
Buzzetti, 2005).

El aporte de esta investigación es entregar resultados cuantitativos que


permitan mejorar el entendimiento del Síndrome y hacer un diagnostico sobre la
realidad de este en las Educadoras de Párvulo pertenecientes a la Corporación
Municipal de Desarrollo Social (COMDES) de la ciudad de Calama, además aporta a la
necesidad planteada por diversos autores, que insisten en que se diversifiquen los
grupos profesionales de estudio y se estudie más a fondo el Síndrome para que a
futuro pueda incluirse como una categoría clínica de diagnostico (Maslach, Jackson y
Leiter,1996; Farber, 2000) o como un accidente laboral al igual que en otros países
(Arís, 2005) y a su vez, permitir acciones eficaces para tratarlo.

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