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Recurso de Casación Penal No.S.P.

142-2011

CERTIFICACION

La Infrascrita Secretaria General de la Corte Suprema de


Justicia, CERTIFICA la sentencia que literalmente dice: “EN
NOMBRE DEL ESTADO DE HONDURAS LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
en Tegucigalpa, Municipio del Distrito Central, a los ocho
días del mes de noviembre de dos mil doce, por medio de la
SALA PENAL, integrada por los MAGISTRADOS RAUL ANTONIO
HENRIQUEZ INTERIANO en su calidad de Coordinador, CARLOS
DAVID CALIX VALLECILLO y EDITH MARIA LOPEZ RIVERA por excusa
justificada del Magistrado JACOBO ANTONIO CALIX HERNANDEZ,
dicta sentencia conociendo del Recurso de Casación por
Infracción de Precepto Constitucional y por Quebrantamiento
de Forma, interpuesto contra la sentencia de fecha uno de
octubre de dos mil diez, dictada por el Tribunal de Sentencia
de Siguatepeque, Departamento de Comayagua, mediante la cual
condenó al señor M. R. D. I. a la pena de SEIS (6) AÑOS DE
RECLUSION, como autor responsable del delito de ESTUPRO, en
perjuicio de la menor M. J. Z. M.; más las accesorias de
INHABILITACION ABSOLUTA e INTERDICCION CIVIL por el tiempo
que dure la condena principal.- Interpuso el Recurso de
Casación por Infracción de Precepto Constitucional y por
Quebrantamiento de Forma, el Abogado N. Z. , actuando en su
condición de Apoderado Defensor del imputado M. R. D. I..-
SON PARTES: El Abogado N. Z. , Defensor del acusado M. R. D.
I., como parte recurrente; y el Abogado S. S., Representante
del Ministerio Público, como parte recurrida. CONSIDERANDO
I.- El Recurso de Casación por Infracción de Precepto
Constitucional reúne los requisitos exigidos por la ley, por
lo que procede su admisibilidad, siendo procedente
pronunciarse sobre la procedencia o improcedencia del mismo.
II.- “HECHOS PROBADOS.- Valorando las pruebas practicadas en
el acto del juicio oral, de acuerdo con los criterios de la
sana crítica, este Tribunal declara, expresa y
terminantemente probado el hecho siguiente: PRIMERO: En
varias ocasiones del mes de febrero del año dos mil ocho, el
profesor de Educación Física M. R. D. I., de la Escuela

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Normal de Occidente de ..., Departamento de Intibucá, sostuvo


relaciones sexuales con su alumna de quince años de edad M.
J. Z. M., quien cursaba el primer curso de dicha institución.
SEGUNDO: Como consecuencia de dicha circunstancia, en fecha
posterior la madre de la joven Z. M., señora D. M. C.,
recibió de parte del Profesor D. I., la cantidad de treinta
mil lempiras, en concepto de reparación del agravio reseñado
en el numeral anterior, dinero que fue devuelto en vista de
no haberse permitido, por estar involucrada una menor de
edad”.
III.- El recurrente, Abogado N. Z. , formalizó su recurso de
casación por Infracción de Precepto Constitucional de la
siguiente manera: “UNICO MOTIVO DE CASACION POR INFRACCION DE
PRECEPTO CONSTITUCIONAL. El Tribunal de Sentencia, con sede
judicial en la Ciudad de Siguatepeque, Departamento de
Comayagua, en la Sentencia Condenatoria dictada contra el
imputado M. R. D. I., cometió infracción del precepto
constitucional comprendido en el artículo 89, que
literalmente establece: “TODA PERSONA ES INOCENTE MIENTRAS NO
SE HAYA DECLARADO SU RESPONSABILIDAD POR AUTORIDAD
COMPETENTE”. Vicio que lo hizo violentar lineamientos de la
ley constitucional vigente. PRECEPTO AUTORIZANTE. En el
artículo 361 del Código Procesal Penal se instituye el vicio
en la sentencia Definitiva cuando se comete infracción del
precepto constitucional, veamos: EXPLICACION DEL UNICO MOTIVO
DE CASACION POR INFRACCION DE PRECEPTO CONSTITUCIONAL. El
motivo por infracción de Precepto Constitucional, que
proclamamos es el contentivo a LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, el
cual lo relacionamos con el artículo 2 del Código Procesal
Penal y 89 del propio Texto Constitucional, al amparo del
artículo 361 de la ley procesal, en relación al delito de
lavado de activos por el cual fue condenado nuestro
representado M. R. D. I., por cuanto el Tribunal de sentencia
ha formulado un relato fáctico en base a enunciados donde
indica auxiliarse de las reglas de la sana crítica
contentivas de las máximas de la experiencia y de la lógica,
de los cuales no existe corroboraciones inmediatas de la

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prueba evacuada en juicio que hagan verosímil esos


enunciados; en consecuencia se contradicen con la multitud de
extremos fundamentales en relación con su versión de los
hechos ya que no se encuentran corroboradas por ningún medio
probatorio o indiciario, por lo que, de la prueba practicada
no existe base razonable para dictarse un pronunciamiento de
culpabilidad, conculcándose el principio de presunción de
inocencia. Previamente debemos recordar, que nuestro sistema
casacional no queda limitado al análisis de cuestiones
jurídicas y formales y a la revisión de las pruebas, en
virtud de que el recurso de casación puede interponerse en
todo caso, fundándose en la infracción de un precepto
constitucional, de modo que a través de la invocación del
Artículo 89 de la Constitución de la República de Honduras
(fundamentalmente, en cuanto se refiere al derecho a la
presunción de inocencia), es posible que la Sala de lo Penal
controle tanto la licitud de la prueba practicada en la que
se fundamenta el fallo, como su suficiencia para desvirtuar
la presunción de inocencia y la razonabilidad de las
inferencias realizadas por el Tribunal de Sentencia. Por ello
a través de un motivo de casación basado en la infracción del
derecho a la presunción de inocencia, se puede cuestionar no
solo el cumplimiento de las garantías legales y
constitucionales de la prueba practicada, sino la declaración
de culpabilidad que un Tribunal de Sentencia haya deducido de
su contenido. Por tanto el acusado M. R. D. I. tiene abierta
una vía que permite a la Sala de lo Penal hacer una la
revisión íntegra, entendida en el sentido de posibilidad de
acceder no solo a las cuestiones jurídicas, sino también a
las fácticas en que se fundamenta la declaración de
culpabilidad, a través del control de la aplicación de las
reglas procesales y de valoración de la prueba. Así pues, que
no solo se debe comprobar que el Tribunal de Sentencia ha
dispuesto de la precisa actividad probatoria para la
afirmación fáctica contenida en la sentencia, lo que supone
constatar, para determinar si existió por haberla realizado
con observancia de la legalidad en su obtención y práctica en

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el Juicio Oral y Público bajo la vigencia de los principios


de inmediación, oralidad, contradicción, concentración y
publicidad, y que el razonamiento de la convicción obedeció a
criterios lógicos y razonables que permitan su consideración
de prueba de cargo. Pero no acaba aquí la función casacional
en las impugnaciones referidas a la vulneración del derecho
fundamental a la presunción de inocencia, pues la Sala de lo
Penal puede realizar una función valorativa de la actividad
probatoria, actividad que desarrolla en los aspectos no
comprometidos con la inmediación de la que carece, pero que
se extiende a los aspectos referidos a la racionalidad de la
inferencia realizada y a la suficiencia de la actividad
probatoria, es decir, el control casacional de la presunción
de inocencia se extenderá a la constatación de la existencia
de una actividad probatoria sobre todos y cada uno de los
elementos del tipo penal, con examen de la denominada
disciplina de garantía de la prueba, y del proceso de
formación de la prueba, por su obtención de acuerdo a los
principios de inmediación, oralidad, contradicción,
concentración y publicidad. Además, el proceso racional,
expresado en la sentencia, a través del que de la prueba
practicada resulta la acreditación de un hecho y la
participación en el mismo de una persona a la que se imputa
la comisión de un hecho delictivo. En efecto, la valoración
de la prueba una vez considerada como prueba regularmente
obtenida bajo los principios que permiten su consideración
como tal conforme a lo que establece el artículo 336 del
Código Procesal Penal, ésto es por su práctica en condiciones
de regularidad y bajo los principios de inmediación,
oralidad, concentración y contradicción, se desarrolla en dos
fases. 1) La percepción sensorial de la prueba. 2) Su
estructura racional1. La primera está regida por la
inmediación, por la presencia del Tribunal de Sentencia ante

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“Control de logicidad, reglas Lógicas.- Si bien la estimación valorativa de las pruebas y las conclusiones
fácticas de la sentencia son inatacables en casación, está en cambio sujeto a control el proceso lógico seguido
por el Juez en su razonamiento. El Tribunal de casación realiza bajo este aspecto un examen sobre la
aplicación de las reglas de la sana crítica en la fundamentación de la sentencia, verificando si en su
fundamentación se han observado las reglas fundamentales de la lógica, la psicología y la experiencia.”
Fernando de la Rúa.- La Casación Penal. El Recurso de Casación En el Nuevo Código Procesal Penal De La
Nación Editorial Lexis Nexos. Argentina. Segunda Edición. Páginas 153 y 154.

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el que se desarrolla la actividad probatoria atento, por


tanto, a lo que en el juicio se ha dicho y al contenido de la
inmediación, la seguridad que transmite la prueba e, incluso,
las reacciones que provoca en el caso de la prueba testifical
su comparecencia y declaración. La segunda aparece como un
proceso interno del juzgador por el que forma su convicción a
través de lo percibido, incorporando a esa percepción los
criterios del sentido común, la experiencia y la lógica que
le llevan a la convicción. En este sentido, la Jurisprudencia
Hondureña ha establecido que: “…Esta Sala De Lo Penal observa
que el control de casación por Infracción de Precepto
Constitucional, consistentes en infracción al derecho de
defensa, debe limitarse a dos aspectos esenciales: a)
Comprobar si las partes han tenido igualdad de oportunidades
procesales para aportar medios de prueba, formular
alegaciones e impugnar resoluciones que le son adversas; b)
Con respecto a la prueba de reproche determinar si esta ha
sido legalmente obtenida e incorporada al juicio; y, b)
verificar la racionalidad de la motivación de los juicios e
inferencias lógicas alcanzadas por el juzgador...” (Sentencia
de fecha quince de abril de dos mil ocho, recaída en el
recurso de Casación No. 130=2007). “… Esta sala de lo penal
estima que efectivamente cuando se alega en casación, la
violación del derecho de Presunción de Inocencia, el control
del recurso debe consistir en: a) Una ponderación o juicio
sobre la prueba, consistente en verificar la existencia de
prueba de cargo legalmente obtenida e incorporada al juicio;
y, b) La verificación de la racionalidad de las inferencias
derivadas de la prueba directa o indirecta, a efecto de
constatar la razonabilidad o arbitrariedad de estas a la luz
de las reglas de la sana crítica..." (Sentencia de fecha doce
de febrero del año dos mil ocho, recaída en el Recurso de
Casación Penal registrada bajo el No. 164-07). “…Por otra
parte Este Tribunal en reiteradas sentencias ha sentado pauta
de jurisprudencia, en cuanto a la intangibilidad del cuadro
fáctico fijado por el juzgador de instancia. Los hechos
probados se derivan de la valoración de la prueba de

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conformidad a los reglas de la sana crítica. Corresponde


únicamente al Tribunal de Casación, determinar el iter lógico
del juzgador...” (Sentencia de fecha veintitrés de agosto de
dos mil seis, recaída en el recurso de Casación No.
1708=2004).Consecuentemente debemos entender que el único
límite a esa función verificadora de la racionalidad lo
constituye la inmediación en la percepción de la actividad
probatoria, (es decir, la percepción sensorial de la prueba
practicada en el juicio oral, en el sentido de lo que la
prueba dice y que es oído por el Tribunal de Sentencia, y
cómo las circunstancias que rodean su evacuación y
constatación afirman o niegan los hechos incriminatorios),
sin embargo esa limitación no impide que la Sala de lo Penal
se vea limitada para – “Verificar la racionalidad de la
motivación de los juicios e inferencias lógicas alcanzadas
por el juzgador” - o que es lo mismo, establecer si la
racionalidad de la motivación del Tribunal De Sentencia en
cuanto a la valoración de la prueba, surge de inferencias
lógicas, de las máximas de la experiencia o del sentido
común; en definitiva, corresponde a la Sala de lo Penal, en
cuanto al ámbito del control (en relación a las pruebas)
determinar si la pena impuesta por el Tribunal de Sentencia
al imputado M. R. D. I. se ha alcanzado conforme a los
procedimientos que garantizan un Debido Proceso, o por el
contrario se ha alcanzado mediante la vulneración del derecho
a la presunción de inocencia, siendo este el caso que nos
ocupa, donde se pide un reexamen de la prueba de cargo tenida
en cuenta por los Jueces de Sentencia desde los aspectos, de
que, las motivaciones que se le hacen, son insuficientes, y
que la prueba que sirve de pilar para el fallo condenatorio
no fue debidamente razonada y motivada; todo se pide a la
Sala de lo Penal, en garantía de la efectividad del recurso
de casación invocado, mediante el cual la Sala de lo Penal es
garante para verificar la razonabilidad de la argumentación
del Tribunal de Sentencia afín de que las conclusiones sean
acordes a las máximas de experiencia, reglas de la lógica y
sentido común. DEMOSTRACIÓN IDONEA DEL VICIO DENUNCIADO. En

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este motivo casacional, formalizado por vulneración de la


presunción constitucional de inocencia, el recurrente plantea
la falta de racionalidad del juicio de inferencia construido
por el Tribunal de Sentencia para condenar a M. R. D. I.,
estimando el recurrente que existen alternativas más
favorables respecto a la conclusión de su autoría a la cual
concluyó el Tribunal de Sentencia, ya que esta solución
judicial se deriva de juicios o razonamientos ilógicos, que
inclusive no pueden encuadrarse dentro de los raciocinios
inherentes a las máximas de la experiencia, sentido común o
lógica que dicen alcanzar los juzgadores al momento de
valorar dichas pruebas conjuntamente con el resto de pruebas
evacuadas en juicio oral y público para no darle credibilidad
a las declaraciones testificales de M. J. Z. M. y D. M. C.
que acreditada el origen de los verdaderos hechos que dieron
pie a la imputación levantada en contra de mi representado,
que no era otro que la supuesta víctima M. J. Z. M. por su
inmadurez para afrontar situaciones propias de la pubertad,
había confeccionado actos inmateriales de índole amoroso, en
los cuales describía en una carta, escenarios de esa
naturaleza donde imaginaba la participación de su maestro de
física M. R. D. I., siendo la génesis, que puso en reacción a
las autoridades educativas, investigativas, fiscalía y poder
judicial, esta última que determinó admitir la acción penal
que por el delito de ESTUPRO se le instruyó al ahora
imputado, sin embargo, la retratación de la supuesta ofendida
M. J. Z. M. y la confesión que le hizo a su madre D. M. C.,
de que los hechos atribuibles al imputado no eran ciertos,
condujo que en el Debate de Juicio Oral y Público brindaran
esos nuevos elementos de prueba, por lo que se esperaba en
base al artículo 336 de la ley procesal, que el Tribunal de
Sentencia los razonara en su motivación de la sentencia
condenatoria, vaya, por lo menos, que explicara de manera
clara, precisa y coherente las razones lógicas, del porqué
dichos testigos no le eran creíbles, explicando como esos
elementos de prueba no le aportaban nuevos elementos, por lo
que no afectaban la imputación objeto del proceso; pero al no

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existir dicho razonamiento en la motivación de la sentencia,


el tribunal de sentencia deja un vacío de racionalidad, que
no permite justificar el fallo asumido, ya que por el
contrario los Jueces de Sentencia únicamente se limitan a
justificar su veredicto condenatorio, en un extremo
“probatorio” que nada tiene que ver con el tipo penal
sometido a juzgamiento, con la agravante que ese extremo
“probatorio” la ley procesal le ha proferido a los Jueces y
Magistrados una expresa prohibición para tomar en cuenta al
momento de dictar una sentencia, o que es lo mismo, ese
extremo “probatorio” al cual nos referimos, son “los motivos
y causas” por los cuales las partes llegaron a una
CONCILIACION, siendo así, soy del criterio como recurrente,
que el Tribunal de Sentencia no debía, ni podía considerar de
manera alguna en la motivación de la sentencia, esos motivos
o causas, para con ello, justificar una condena en contra del
imputado.- Y es que, hay que razonar de manera lógica, que
cualquier persona que se encuentra sometida en este tipo de
delitos, le resulta muy delicado y dificultoso -por no decir
imposible- que alguna autoridad o persona le crean su versión
exculpatoria, ya que ante la versión de culpabilidad que le
infrinja una menor de edad a un adulto, no existe, ser humano
que se resista a no creerle a dicha víctima o por lo menos
poner en duda su versión, por lo que lógicamente, en un grado
de desesperación tanto del imputado, como del cuerpo legal
que le asesoraba en aquellos momentos, era mejor, llegar a un
mal arreglo, que a un juicio penal; Esto acontece, todos los
días en la administración de justicia, donde personas
inocentes inclusive-mejor concilian, que verse inmiscuidos en
un largo, tedioso y apológico juicio penal, y más aún donde
una menor le acusa de actos inmorales; a este razonamiento
también, pudo haber arribado el Tribunal de Sentencia, si es
que quería tomar en cuanta dicha conciliación, pero,
lógicamente como lo he manifestado, resulta muy inquisitivo
tomar medidas ejemplarizantes contra un maestro, que creer a
lo sumo en su inocencia, es por ello, que la Sala de lo Penal
se le pide “Verificar la racionalidad de la motivación de los

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juicios e inferencias lógicas alcanzados por el juzgador” del


cual estamos seguros, que al realizar el juicio de control
casacional, podrá determinar sin lugar a dudas que dichas
pruebas evacuadas en el presente caso, no resultan
suficientes para contener un relato fáctico, probatorio y
jurídico cuestionable que acredite, sin lugar a dudas, la
sentencia condenatoria dictada en contra de mi representado.
Tal infracción constitucional, en este caso, resulta grave y
evidente, ya que si INCLUIMOS HIPOTETICAMENTE las
declaraciones rendidas en el Debate De Juicio Oral y Público
por parte de M. J. Z. M. y D. M. C., el resultado sería muy
diferente, ya que conforme a la Ley Procesal y
Constitucional, solo las pruebas evacuadas en juicio pueden
ser valoradas, no existiendo en todo el resto de pruebas
evacuadas por lo menos UNA que acredite el delito de ESTUPRO,
por todo ello, para que el vicio de casación se demuestre,
tiene que ser de tal magnitud que evidencie la irracionalidad
a la que arriba el Tribunal de Sentencia en su fallo
judicial, en este orden de ideas, como reitero, si nos
remitimos a las pruebas evacuadas, éstas no acreditan, ni
justifican un fallo contradictorio, sino que por el contrario
justifican un fallo absolutorio RECLAMACIONES HECHAS PARA
SUBSANAR EL VICIO PROCESAL. El Vicio Procesal que da
fundamento al Motivo de Casación por infracción de Precepto
Constitucional expuesto en el presente Recurso, fue cometido
en el acto mismo de la Sentencia, y por tanto, por su
naturaleza no era posible intentar reclamo alguno para su
subsanación más que la interposición del presente Recurso.
ALCANCE DE LA PETICION DEL RECURRENTE: A la Honorable Sala de
lo Penal de la Honorable Corte Suprema de Justicia,
respetuosamente pido, declarar HA LUGAR el Único Motivo de
Casación Por infracción de Precepto Constitucional, SE ANULE
la Sentencia recurrida y se ordene dicte la sentencia
absolutoria a su favor”. RECURSO DE CASACION POR INFRACCION
DE PRECEPTO CONSTITUCIONAL INTERPUESTO POR LA DEFENSA DEL
IMPUTADO M. R. D. I. DENUNCIANDO LA INFRACCIÓN DEL ARTÍCULO
89 DEL TEXTO FUNDAMENTAL QUE RECONOCE EL PRINCIPIO-DERECHO A

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LA PREESUNCION DE INOCENCIA.- PRECEPTO AUTORIZANTE: ARTICULO


361 DEL CODIGO PROCESAL PENAL.- El motivo por infracción de
Precepto Constitucional que formula el recurrente se funda en
la vulneración del principio-derecho a la Presunción de
inocencia, que consagran el Artículo 2 del Código Procesal
Penal y 89 del propio Texto Fundamental. El recurrente
considera que se ha violentado el principio-derecho antes
mencionado ante la ausencia de racionalidad en el juicio de
inferencias construido por el A Quo para condenar al imputado
M. R. D. I.. Reprocha que el A Quo emita juicios o
razonamientos ilógicos opuestos a las máximas de la
experiencia, sentido común y a la lógica, al valorar las
pruebas en juicio sin dar credibilidad a las declaraciones
rendidas por los testigos M. J. Z. M. y D. M. C.. Cuestiona
la inmadurez de la supuesta víctima M. J. Z. M. para afrontar
situaciones propias de la pubertad, al sugerir actos de
índole amorosa al escribir una carta, escenarios donde
imaginaba la participación de su maestro de Educación Física
M. R. D. I., lo que provocó la reacción de las autoridades
educativas, investigativas, fiscales y del Poder Judicial.
Censura que se haya admitido la acción penal por el delito de
ESTUPRO, no obstante, la retractación efectuada por la
supuesta ofendida y la confesión que hizo a su madre D. M.
C., de que los hechos atribuidos al acusado no eran ciertos.
Señala que en el Debate se brindaron estos nuevos elementos
de prueba exculpatorios, sin embargo, el A Quo, con
inobservancia del Artículo 336 del Código Procesal Penal, no
explicó en la motivación de la sentencia condenatoria, las
razones lógicas del porqué dichos testigos no le eran
creíbles. Reprocha que al no existir dicho razonamiento en la
motivación de la sentencia, el A Quo deja un vacío de
racionalidad, que no permite justificar el fallo. Cuestiona
que el Tribunal de Instancia justifica su fallo condenatorio
con base en prueba que no se vincula al tipo penal sometido a
juzgamiento, a pesar de haber alcanzado las partes una
conciliación, por lo que estima que el A Quo no debía
condenar al imputado. Pide a esta Sala verificar la

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racionalidad de la motivación de los juicios e inferencias


lógicas alcanzados por el juzgador y determinar que las
pruebas no son suficientes para tener por acreditado un
relato fáctico, que sirva para dictar una sentencia
condenatoria. Considera que al incluir hipotéticamente las
declaraciones rendidas en Juicio por M. J. Z. M. y D. M. C.,
el resultado habría sido diferente, toda vez que entre las
demás pruebas evacuadas no existe alguna que acredite el
delito de ESTUPRO.. Esta Sala de lo Penal considera
importante recordar que para el examen del motivo de casación
por Infracción de Precepto Constitucional, fundado en
vulneración del principio- derecho a la presunción de
inocencia, debe comprobarse lo siguiente: a) si hay prueba en
sentido material (prueba personal o real); b) si estas
pruebas son de contenido incriminatorio; c) si ha sido
constitucionalmente obtenida, esto es, si fue incorporada
lícitamente al juicio oral; d) si ha sido practicada con
regularidad procesal; e) si es suficiente para enervar la
presunción de inocencia; y f) si ha sido racionalmente
valorada por el Tribunal sentenciador. Por tanto, cuando en
esta vía casacional se alega infracción de ese derecho
fundamental, la función de esta Sala no puede consistir en
realizar una nueva valoración de las pruebas practicadas ante
la presencia del juzgador de instancia, porque sólo a éste
corresponde esa función valorativa, pero sí puede esta Sala
verificar que, efectivamente, el tribunal "a quo" contó con
suficiente prueba de signo acusatorio sobre la comisión del
hecho y la participación en él del acusado, para dictar un
fallo de condena, cerciorándose también de que esa prueba fue
obtenida sin violar derechos o libertades fundamentales y en
correctas condiciones de oralidad, publicidad, inmediación y
contradicción y comprobando también que en la preceptiva
motivación de la sentencia se ha expresado por el juzgador el
proceso de su raciocinio, al menos en sus aspectos
fundamentales, que le han llevado a decidir el fallo sin
infringir en ellos los criterios de la lógica y de la
experiencia. Pero no acaba aquí la función casacional de las

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impugnaciones referidas a la vulneración de este derecho


fundamental a la presunción de inocencia, pues la ausencia en
nuestro ordenamiento de una segunda instancia revisora de la
condena impuesta en la sentencia obliga al Tribunal de
casación a realizar una función valorativa de la actividad
probatoria, actividad que se desarrolla en los aspectos no
comprometidos con la inmediación de la que carece, pero que
se extiende a los aspectos referidos a la racionalidad de la
injerencia realizada y a la suficiencia de la actividad
probatoria. La presunción de inocencia supone, que, como se
parte de la inocencia, quien afirma la culpabilidad ha de
demostrarla y es a la acusación a quien corresponde
suministrar la prueba de la culpa del ciudadano presumido
inocente; no demostrándose la culpa, procede la absolución
aunque tampoco se haya demostrado claramente la inocencia,
pues es el acusador quien tiene que probar los hechos y la
culpabilidad del acusado y no es éste quien tiene que probar
su inocencia. La presunción de inocencia como verdad
interinamente afirmada y mantenida, exige se demuestre lo
contrario, la culpabilidad, o sea, que la desplace una prueba
adecuada exigible en todo caso para que el tribunal pueda
condenar. Dicho lo anterior, en el caso bajo examen, al
valorar las declaraciones rendidas en juicio por los testigos
M. J. Z. M. y D. M. C., supuesta ofendida y madre de esta,
respectivamente, (vid. Folio No. 12) solamente refiere que:
“….las deponentes en audiencias de juicio oral y público,
bajo juramento de decir verdad han tratado a toda costa de
exculpar al referido señor D. I., de su participación en el
hecho cometido, modificando los extremos sin ningún sustento
que pueda ser creíble o al menos que pudiera desvanecer la
imputación que pesa en su contra”. Este Tribunal de Casación,
al contrario de lo expuesto por el Tribunal de Instancia,
considera que ambas declaraciones testifícales coinciden
tanto en los hechos como en sus incidencias, y por
consiguiente constituyen prueba directa a favor del acusado
M. R. D. I.. Esta Sala observa que el Juzgador al expresar
que la prueba de mérito no le es creíble para desvanecer la

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responsabilidad del encausado, no ha valorado la prueba


razonablemente, en tanto que omite indicar las razones o
consideraciones de hecho y de derecho, por las que les resta
credibilidad. La menor M. J. Z. M. ha sido clara al
manifestar que la única verdad de lo ocurrido es lo declarado
en juicio, y ha explicado las razones por las cuales
anteriormente ha sido mendaz, lo que ha resultado avalado por
su madre D. M. C. y ratificado en juicio, de lo que se deduce
que no se encuentra acreditado con certeza que haya mantenido
relaciones sexuales con el acusado M. R. D. I.. Cabe recordar
que en principio, la valoración judicial no recae sobre lo
actuado en la etapa preparatoria. Sólo cabe valorar las
declaraciones rendidas en esa fase y en general las
diligencias practicadas en la misma, si éstas se vuelven a
producir durante el juicio oral, o sea, si se reproducen
materialmente durante dicho juicio, como si hasta entonces no
se hubiesen producido o practicado durante la instrucción
sumarial. Y esto sólo se consigue mediante la comparecencia
personal del testigo, ante la inmediata presencia del
tribunal sentenciador, contestando a las preguntas que le
sean formuladas por la Acusación y la Defensa. A partir de
tal momento, lo declarado por esa persona ya podrá ser
valorado por el tribunal sentenciador, bien como prueba de
cargo, bien como prueba de descargo. Esto significa que las
diligencias practicadas en la etapa preparatoria, en sí
mismas consideradas, no son susceptibles de ser valoradas por
el tribunal sentenciador. Sólo cuando se reproducen
materialmente durante el juicio oral es cuando podrán ser
valoradas como prueba de cargo o de descargo, y
excepcionalmente también podrán ser valoradas tales
actuaciones que reúnan la condición de prueba preconstituida
o anticipada2. Así las cosas, para que la declaración
testifical rendida en la etapa preparatoria sea valorable en
caso de contradicción con la declaración evacuada en el
juicio oral, es preciso que concurran dos requisitos: a) Que
la declaración de la etapa preparatoria se incorpore al

2
Vid. En este sentido: CLIMENT DURAN, CARLOS, en La Prueba Penal, Tomo I,
2ª Edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, pág. 157.

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juicio, siendo suficiente por vía excepcional que lo haya


sido por lectura, al tenor de lo prescrito por el artículo
311 No. 2) del Código Procesal Penal, y que por otro lado se
haya garantizado de ese modo la contradicción, poniéndose en
evidencia las contradicciones, al objeto de que puedan darse
las explicaciones oportunas; b) Que una vez incorporada dicha
prueba, la misma sea corroborada por otras circunstancias
periféricas u otros medios probatorios, y que el Tribunal de
Instancia exprese las razones por las que se inclina por una
versión distinta de la que ha aflorado en el juicio oral3. Un
detenido examen del acta de debate no revela que las
declaraciones rendidas por la supuesta ofendida y su madre
durante la etapa preparatoria fueran incorporadas al juicio
oral siguiendo lo preceptuado en el artículo 311 No. 6) del
Código Procesal Penal, y por ende que hayan sido sometidas al
contradictorio de las partes (vid. Folios No 32 y 33). De ahí
que la sentencia condenatoria dictada por el A Quo queda
huérfana de fundamentación al carecer de prueba de cargo
suficiente que sustente los elementos constitutivos de un
delito de estupro en perjuicio de la menor M. J. Z. M.. Por
otra parte, al estar fundada en declaraciones rendidas en
juicio por los profesores de la institución educativa, que
han declarado sobre la primera versión que había rendido la
menor en el colegio, deposición que dicha menor y su madre
han declarado en juicio, bajo juramento y de forma
contundente, que es falsa, es importante destacar que los
testigos de cargo, son testigos de referencia, que como antes
lo señalamos han declarado en juicio sobre esa primera
versión de la menor, que ha resultado desmentida
posteriormente. Igualmente cabe destacar que la sentencia se
funda en elementos probatorios de naturaleza pericial y
documental, consistentes en una constancia médica de
evaluación clínica de la menor cuando esta tenia 15 años de
edad, que acredita “himen con ruptura antigua”; y las Actas
levantadas por el Director de la Escuela Normal de Occidente,

3
Vid. En este sentido: MAGRO SERVET, VICENTE, en Guía de Problemas
Prácticos y de Soluciones del Juicio Oral, 2ª Edición, Editorial La Ley,
Madrid, 2009, págs. 381-383.

14
Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

para investigar y sancionar la conducta –administrativa- del


acusado, que no constituyen por si solas, pruebas de cargo
suficientes, ni idóneas para establecer inequívoca y
categóricamente la ejecución por el imputado de actos
ilícitos de connotación sexual realizados contra dicha menor.
Es decir, que no es prueba suficiente para inferir de ella,
de forma lógica y razonable, la ocurrencia de alguna relación
sexual sostenida entre el acusado M. R. D. I. y la menor M.
J. Z. M., que permitan arribar a un veredicto de
culpabilidad. Esta Sala considera que la declaración de
responsabilidad penal del encartado solamente podría haberse
fundado en prueba que acreditara de forma directa o
indiciaria el acceso carnal, mediando abuso de confianza con
una menor de quince años de edad. Siendo que en la audiencia
de juicio no se dispuso del mínimo de prueba legalmente
evacuada, que sirviese para fundar un veredicto condenatorio,
es procedente declarar con lugar el recurso de casación por
infracción de precepto constitucional interpuesto por la
Defensa en su único motivo. IV.- El Recurrente desarrolló su
Recurso de Casación por Quebrantamiento de Forma de la
siguiente manera: PRIMER MOTIVO DE CASACIÓN POR
QUEBRANTAMIENTO DE FORMA: MOTIVO DE CASACION POR
QUEBRANTAMIENTO DE FORMA: Por haber dictado el Honorable
Tribunal de Sentencia, con sede judicial en la Ciudad de
Siguatepeque, Departamento de Comayagua, en fecha uno de
octubre del 2010, sentencia condenatoria contra mi
representado el ciudadano M. R. D. I. a quien el Ministerio
Público le llamó a juicio por suponerlo responsable del
delito de ESTUPRO en perjuicio de M. J. Z. M., suprimiendo
las declaraciones testificales de retractación de la víctima
y de su madre, anulando el efecto natural que esta debe
ejercer sobre el resultado de la sentencia. PRECEPTO
AUTORIZANTE: Artículo 362 Numeral 2 del Código procesal
Penal, que consigna: “…excluya o deje de considerar alguna
prueba de valor decisivo”. CONCEPTO DE LA INFRACCIÓN: El
Honorable Tribunal de Sentencia, con sede judicial en la
ciudad de Siguatepeque, Departamento de Comayagua,

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Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

resolviendo el juicio contra M. R. D. I. a quien el


Ministerio Público le llamó a juicio por suponerlo
responsable del delito de ESTUPRO, cometió grave infracción a
la forma del Juicio y en perjuicio de mi representado; en
virtud de que la supuesta víctima de nombre M. J. Z. M. se
retractó en pleno Juicio Oral y Público de los hechos que
había provocado al Ministerio Público a instar una
investigación que finalizara en el debate de Juicio Oral y
Público, el 26 de julio del 2010, en la ciudad de
Siguatepeque. El recurrente observa que en la sentencia
condenatoria en su parte segunda de la Valoración de la
Prueba el tribunal señala que: “para estos juzgadores, lo
expresado por la menor M. J. Z. M., quien afirmó que todo lo
ocurrido era producto de una mentira que había inventado
porque estaba enamorada de su profesor M. D., sin pensar en
las consecuencias que acontecerían posteriormente; por su
parte también declaró su madre D. M. C., quien refirió que
hace unos meses atrás su hija manifestó que ella no había
tenido relaciones sexuales con el mencionado profesor D., que
se sentía mal porque él es inocente, razón por la cual
decidieron llegar o un arreglo judicial, mediante la figura
de la conciliación misma que consistía en que el profesor M.
D., les entregaría la cantidad de treinta (L.30,000.00) mil
lempiras; Alternativa procesal que no fue admitida por este
tribunal por considerar que en base al artículo 90 del Código
de la Niñez y la Adolescencia, no se permitirá ningún perdón
expreso y tácito, de parte del agraviado o de sus padres o
representantes legales para los trasgresores de los derechos
del niño. Tal es el caso que las deponentes en audiencia de
juicio oral y público, bajo juramento de decir verdad han
tratado a toda costa de exculpar al referido señor D. I., de
su participación en el hecho cometido, modificando los
extremos sin ningún sustento que pueda ser creíble o al menos
que pudiera desvanecer la imputación que pesa en su contra”.
Consecuentemente acontece dos situaciones de relevancia
probatoria, la primera que con este argumento el mismo
Tribunal de Sentencia reconoce que ha desaparecido aquella

16
Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

noticia criminis, aquel relato que había rendido M. J. Z. M.,


que en realidad se trata del eje de toda la acusación del
Ministerio Público; y como se manifiesta luego de este
comentario inserto en la sentencia el Tribunal hace a un lado
la declaración de la supuesta víctima y de su madre (deja de
considerar prueba de valor decisivo) para argüir otros
fundamentos que nada tienen que ver con los hechos juzgados,
es aquí donde acontece la segunda situación de relevancia
probatoria y es que, ya no son los testimonios que sobre los
hechos imputables, que se conocen en el juicio, lo que valora
el tribunal para dictar sentencia condenatoria, sino una
supuesta conciliación, a la que se vio obligado el imputado
por la conducta enamorada de una menor, que lo obligó hasta
ofrecer un beneficio económico para que no continuara con su
imputación falsa, pero véase, que diametralmente se cambiaron
las reglas del juicio oral y público y ya no son los
testimonios, los fundamentos reales donde se afinca la
sentencia condenatoria, sino otros supuestos indicios que
nada tiene que ver con los hechos que se juzgan, es por ello
que el legislador, comprendiendo estas situaciones de índole
procesal, ha prohibido a los jueces, que cualquier
declaración, manifestación que hiciere presumir una supuesta
participación delictiva a la que se vea sometido un imputado,
por cualquier situación procesal de índole conciliatoria o de
salida alterna, NO DEBE SER UTILIZADA EN SU CONTRA (artículos
35,36 párrafo último); ya que sí el tribunal, no le cree a
los testigos lo que afirman ahora, de donde sostiene que
existió un supuesto delito de ESTUPRO, y la pregunta obligada
es ¿ qué es lo que exige el artículo 336 de la ley procesal
para dictar sentencia?, la respuesta es obvia, las pruebas
evacuadas en juicio, las cuales deberán ser valoradas
conforme a la sana crítica, pero si se observa con
detenimiento y cuidado, esa valoración bajo esas reglas del
entendimiento humano, no existen en el fallo de marras, sino,
que dicha valoración fue sustituida mediante un argumento
arbitrario e inentendible, donde los jueces de sentencia,
consideran, ya no los hechos imputables que la supuesta

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Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

víctima fijara en su momento, a su vez tampoco, la


retractación que hace la supuesta víctima, sino, que el campo
en el cual, incursiona el tribunal de sentencia se encuentra
alegada de la ponderación probatoria, de dicha prueba, porque
se limita a afirmar que condena al imputado porque es
culpable al supuestamente haber conciliado, y como en estos
delitos se prohíbe la conciliación de hecho es culpable, así
lo da entender en su fallo el Tribunal de Sentencia a la
sociedad, al imputado y la supuesta víctima. Lo anterior, me
permite establecer que ya no son las pruebas, las necesarias
para condenar, sino el juicio moral con el que juzgan los
hechos los jueces de sentencia en este caso, ya que no existe
otra forma de ver las cosas, dado que el tribunal de
sentencia dando la apariencia de analizar la retracción de la
ofendida (valoración de la prueba) deniega su credibilidad;
pero en realidad, se dedica a superarla, con prueba
indirecta, circunstancial e inferior a los relatos de
arrepentimiento surgidos por la parte supuestamente ofendida
y su madre. Pero el tribunal persiguiendo a toda luz
desvanecer el estado de inocencia de mi representado M. R. D.
I. sin acervo probatorio, le condena, cuando incluso el mismo
Ministerio Público fue incapaz de presentar argumentos y
pruebas calificadas, que le coadyuvaran a la causa del
Tribunal. El Honorable Tribunal de Sentencia, en sus sub-
siguientes apartados de la Valoración de la Prueba, construye
todo un andamio de sospechas, suposiciones, inducciones y
argumentos que pretenden cambiar el curso que claramente, ya
había dejado establecido M. J. Z. M., siendo para el
recurrente ininteligible la ineficacia que tiene el Tribunal,
para no darle credibilidad a la confesión de la supuesta
víctima; ya que en este caso específico la prueba de relleno
(otros testigos) no establece por sí misma, la fecha, el
lugar y la persona que sostuvo relaciones sexuales con M. J.
Z. M., y si existió un imputado con nombre y apellido este
surgió de la viva vos de la denunciante; en aquellos primeros
momentos y no de otros medios de Prueba diferentes o
independientes a la denuncia. Si el entrar a una valoración

18
Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

de la Prueba le permitiera llegar a la verdad de los hechos


al Honorable Tribunal de Sentencia; ésta debería al menos
contener información que fuera por sí misma, suficiente para
demostrar la responsabilidad de mi representado. Es decir el
tipo de prueba que se usa en otro tipos penales; sin embargo
si se suprime como cierta la declaración de la denunciante M.
J. Z. M. y de su madre, o sea, si el Tribunal hubiera
estimado la declaración rendida en juicio y no la supuesta
conciliación; no existe vínculo o conexión que surja de los
exámenes del Ministerio Público que nuestro Código Procesal
contempla en su Libro I, Título VII, capítulo I (los medios
de prueba) en que puede valerse los Juzgadores para formar su
convicción, a saber, por ejemplo la declaración del acusado,
el examen de los testigos, los dictámenes e informes
periciales, la prueba documental, la inspección ocular etc.;
que tengan la fuerza suficiente, para conectar a mi
representado M. R. D. I. en el lugar, tiempo o forma, con el
cual se consumió el supuesto delito de ESTUPRO. Para
finalizar el presente motivo de Casación el recurrente estima
que, la declaración en juicio es de valor decisivo; más aún
si ésta proviene de la Víctima (con el apoyo de la madre);
siendo libre y espontánea rendida ante el Tribunal,
cumpliendo con la inmediación, Oralidad y Publicidad; ejerce
un efecto (por su contenido claro) sobre pruebas accesorias
de corte inequívocamente incriminador presentadas por el
Ministerio Público, por lo que resulta aventurado pensar, que
no sirvan de nada, para sostener el estado de inocencia de mi
representado, que sufre de una condena con prueba accesoria,
no vinculante a los hechos juzgados. Estas mismas “pruebas”
que por si solas no hubieran servido, ni para presentar un
requerimiento Fiscal; hoy son suficientes para condenar a M.
R. D. I. ciudadano del Estado de Honduras, por lo que se
pierde el sentido o espíritu del Juicio Oral y Público donde
de nada sirve que surja la verdad si la mentira basta y sobra
para desvanecer el estado de inocencia. Y es que no me estoy
refiriendo simplemente a una ponderación probatoria, donde un
tribunal de sentencia le da valor de credibilidad o no a una

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Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

prueba, sino a la exclusión de prueba decisoria mediante


razonamientos que no permiten determinar esa ponderación
probatoria de carácter objetiva, es por ello, que la
jurisprudencia hondureña, es determinante al establecer
conceptos y alcances de la exclusión de prueba decisoria,
veamos: “…La exclusión de prueba decisiva se produce cuando
en la fundamentación intelectiva de la sentencia no se
relacione de manera absoluta determinado medio de prueba
evacuado legalmente en juicio habiéndolo excluido
expresamente de la valoración o debido a que tal apreciación
del Juzgador resulte insuficiente, arbitraria o
inconsistente, y se trate de prueba de valor decisorio...”
(Sentencia de fecha doce de febrero del año dos mil ocho,
recaída en el Recurso de Casación Penal registrado bajo el
No. 53-o7). RECLAMACIONES HECHAS PARA SUBSANAR EL VICIO
PROCESAL. El Vicio Procesal que da fundamento al Motivo de
casación por Quebrantamiento de Forma expuesto en el presente
Recurso, fue cometido en el acto mismo de la Sentencia, y por
tanto, por su naturaleza no era posible intentar reclamo
alguno para su subsanación más que la interposición del
presente Recurso. ALCANCE DE LA PETICION DEL RECURRENTE: A la
Honorable Sala de lo Penal de la Honorable Corte Suprema de
Justicia, respetuosamente pido, declarar HA LUGAR el Primer
Motivo de Casación por Quebrantamiento de Forma, SE ANULE la
Sentencia recurrida y se ordene su reenvío al Tribunal de
Origen. RECURSO DE CASACIÓN POR QUEBRANTAMIENTO DE FORMA
INTERPUESTO POR LA DEFENSA DEL PROCESADO M. R. D. I. ALEGANDO
QUE EL TRIBUNAL DE INSTANCIA HA EXCLUIDO Y DEJADO DE VALORAR
PRUEBA DE VALOR DECISIVO.- PRECEPTO AUTORIZANTE: ARTICULO 362
No. 2) PARRAFO IN FINE DEL CODIGO PROCESAL PENAL.- Esta Sala
no se pronuncia sobre el presente motivo de casación, al
haber prosperado el que denunciando la Infracción de precepto
constitucional, ha formulado con anterioridad el recurrente.
SEGUNDO MOTIVO DE CASACION POR QUEBRANTAMTENTO DE FORMA. El
Tribunal de sentencia de El Progreso, Yoro, en la sentencia
Condenatoria dictada contra el imputado M. R. D. I. cometió
quebrantamiento de forma a la sentencia definitiva, exponer

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Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

una argumentación incoherente, imprecisa y no terminante,


vicio que lo hizo violentar lineamientos de la ley vigente.
PRECEPTO AUTORIZANTE. En el artículo 362 numeral 1 del Código
Procesal Penal se instituye el vicio en la Sentencia
Definitiva en el caso: “Que falte la declaración de los
hechos que el Tribunal estime probados, que tal declaración
no sea claro y terminante o que sea contradictoria”. PRECEPTO
INFRINGIDO. Artículo 338 del Código Penal que expresa:
“ARTICULO 338.- Requisitos de la sentencia. Las sentencias se
redactarán por escrito, con sujeción a las reglas siguientes:
Primera:…Segunda:… Tercera:…Cuarta: se consignará la
fundamentación del fallo de la manera siguiente:1)
Declaración de hechos probados. En párrafos separados y
numerados, se hará declaración expresa y terminante de Los
hechos que se consideran probados, descritos con claridad,
precisión y coherencia, sin emplear conceptos que, por su
exclusivo carácter jurídico, predeterminen el fallo que haya
de dictarse. (Lo recalcado es mío). EXPLICACIÓN DEL SEGUNDO
MOTIVO DE CASACIÓN POR QUEBRANTAMTENTO DE FORMA. El motivo
segundo por Quebrantamiento de forma al amparo de lo
establecido en el artículo 362 numeral 1 del Código Procesal
Penal, se denuncia que los hechos declarados probados que se
consigna como tales en la sentencia, no se desprende de sus
declaraciones que el consentimiento de los actos atentatorios
contra la libertad sexual de la supuesta víctima, se hubiese
obtenido prevaleciéndose el imputado de una situación de
superioridad, con lo cual se hubiese coartado la libertad de
la víctima; consecuentemente al ser los Hechos Probados, no
terminantes, impiden en un Estado de Derecho conocer, Cuándo,
Cómo y Dónde aconteció el hecho con relevancia penal juzgado.
Veamos: “…PRIMERO: En varios ocasiones del mes de febrero del
año dos mil ocho, el Profesor de Educación Física M. R. D.
I., de la escuela Normal de Occidente de ..., Departamento de
Intibucá, sostuvo relaciones sexuales con su alumna de quince
años de edad M. J. Z. M., quien cursaba el primer curso de
dicha institución, SEGUNDO: Como consecuencia de dicha
circunstancia, en fecha posterior la madre de la joven Z. M.,

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señora D. M. C., recibió de parte del profesor D. I., la


cantidad de treinta mil lempiras, en concepto de reparación
del agravio reseñado en el numeral anterior, dinero que fue
devuelto en vista de no haberse permitido, por estar
involucrada una menor de edad…”. El desarrollo argumental del
motivo que hace suyas las consideraciones de la santidad de
la sentencia, hace necesario recordar como lo hemos
manifestado en otros casos que en los delitos contra la
libertad sexual, máxime cuando afectan a menores de edad,
nuestra legislación ha merecido considerar un especial
reproche moral y social que impone una contundente reacción
penal, proporcionada a su acentuada gravedad, dada la
especial relevancia del bien jurídico contra el que se
atenta, reforzado todo ello, para garantizar la debida
protección a las personas menores de edad que merecen gozar
de todos los derechos y garantías que establece nuestra
Constitución; sin embargo, siendo todo ello cierto, en ningún
caso, tampoco, puede aceptarse que el carácter odioso de los
hechos denunciados, debe implicar una degradación de las
garantías y derechos propias que el imputado tiene en el
proceso penal, especialmente del derecho constitucional a la
presunción de inocencia, que constituye un principio
fundamental y presupuesto básico de todas las demás garantías
del proceso. Por ello, siendo la Constitución norma jurídica
suprema de aplicación directa e inmediata (máxime en materia
de derechos y garantías fundamentales) obliga a los distintos
órganos de jurisdicción ordinaria, entre los que debe
contarse el tribunal de sentencia, a respetar las normas
jurídicas; especialmente, aquellos preceptos que les obligan
explicar, las razones del porqué se afectara el derecho
constitucional a la presunción de inocencia,
consecuentemente, cuando no se cumple con este mandato, estos
preceptos resultan inconciliables, con los Hechos Probados
con los cuales se construye una sentencia condenatoria, por
tanto, atendiendo el derecho constitucional a la presunción
de inocencia se impone a todo Tribunal de sentencia a
plantear en su fallo una “…declaración expresa y terminante

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de los hechos que se consideran probados, descritos con


claridad, precisión y coherencia…” mediante la libre
valoración de las pruebas con las pautas ofrecidas por la ley
procesal (sana crítica) por lo que la valoración de la prueba
implica, que para que se de una sentencia condenatoria, es
preciso deslindar con frases perfectamente diferenciadas de
la incoherencia y la imprecisión, cuales son los hechos
probados, para que dentro de ellos, se establezca, a lo sumo,
el carácter objetivo que podía calificar la constatación de
la existencia de las verdaderas pruebas tenidas en cuenta
para enervar el estado de inocencia, ya que dado el caso, si
el tribunal de sentencia, ha considerado en la valoración de
la prueba, que la víctima y su madre, no merece credibilidad
sus testimonios rendidos en el juicio oral y público, y no se
cuenta con otro medio de prueba que establezca la realidad
del Hecho Probado Primero, que establece las relaciones
sexuales, el mismo Hecho, al no tener en que fundamentarse o
probarse, resulta impreciso y no terminante. En cuanto al
segundo hecho probado, este resulta ilegal, en vista de que
si una persona se ve sometida a un proceso injusto, y ante
cualquier situación se ve obligada, asustada o coaccionada, a
ponerle fin a dicha situación angustiosa, y hace cuánto esta
su alcance, para someterse a una “conciliación”, Resulta
ahora, que dicha salida alterna, puede ser utilizada en su
contra ( y a pesar de que existe normativa procesal y
constitucional que prohíbe considerarlas de esa manera),
mutándola como medio "probatorio" para condenarlo, al
dilucidar el tribunal de sentencia con frases ambiguas y
dubitativas que dicha “conciliación” demuestra la
“culpabilidad” del imputado, obviamente con este tipo de
redacción en la declaración del hecho probado, aduce e
infiere en su Segundo Hecho Probado, que rechaza dicha
conciliación por “estar involucrada una menor” pero no se
tomó la molestia, en considerar también, que el propio
imputado, dadas las declaraciones de la víctima y su madre,
estaba siendo sometido a llegar a un arreglo por un hecho del
cual también podría ser inocente; todo ello provoca, que tal

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Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

declaración del hecho probado, es impreciso y no terminante,


con la agravante de ser atentatorio para los derechos del
imputado. Es por ello que la jurisprudencia ha sido
categórica, al establecer que: “… Los hechos probados de una
sentencia penal son la exteriorización del juicio de certeza
alcanzado por el tribunal sentenciador del que deben formar
parte todos los datos relativos a los hechos penalmente
relevantes, incluyendo además, en caso de haberlos, aquellos
que pueden modificar o hacer desaparecer alguno de los
elementos del delito. Todos esos elementos deben formar parte
del factum porque forman la verdad judicial obtenida por el
tribunal sentenciador. El Código Procesal Penal señala en su
artículo 338 regla cuarta, inciso 1) que los hechos probados
de la sentencia deben de estructurarse en párrafos separados
y numerados, haciendo declaración expresa y terminante de los
hechos que se consideren probados, descritos con claridad,
precisión y coherencia, sin emplear conceptos que, por su
exclusivo carácter jurídico, predeterminen el fallo que haya
de dictarse. Pues bien, para que no exista en la declaración
de hechos probados el vicio de falta de terminancia, será
preciso que las declaraciones fácticas sean rotundas y
categóricas, sin incurrir en dudas, vacilaciones o
ambigüedades. El vicio de falta de claridad, precisión y
coherencia se produce, bien por el empleo de frases
ininteligibles, por omisiones, utilización de juicios
dubitativos, carencia de supuesto fáctico o porque se
describa el resultado de las pruebas sin afirmar el juzgador
cuáles son los hechos probados. Todo lo anterior debe incidir
directamente en la calificación jurídica, para que se
produzca un vacío o laguna en la relación histórica de los
hechos…” (Sentencia de fecha uno de marzo de dos mil seis,
recaída en el recurso de Casación No.21=2005). RECLAMACIONES
HECHAS PARA SUBSANAR EL VICIO PROCESAL. El Vicio Procesal que
da fundamento al Motivo de Casación por Quebrantamiento de
Forma expuesto en el presente Recurso, fue cometido en el
acto mismo de la Sentencia, y por tanto, por su naturaleza no
era posible intentar reclamo alguno para su subsanación más

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Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

que interposición del presente Recurso. ALCANCE DE LA


PETICION DEL RECURRENTE: A la Honorable Sala de lo Penal de
la Honorable Corte Suprema de Justicia, respetuosamente pido,
declarar HA LUGAR el segundo Motivo de Casación Por
Quebrantamiento de Forma, SE ANULE la Sentencia recurrida y
la ordene su reenvío al Tribunal de Origen”. RECURSO DE
CASACION POR QUEBRANTAMTENTO DE FORMA INTERPUESTO POR LA
DEFENSA DEL ACUSADO M. R. D. I. ALEGANDO QUE LA SENTENCIA
CONDENATORIA IMPUGNADA CONTIENE UNA ARGUMENTACIÓN
INCOHERENTE, IMPRECISA Y NO TERMINANTE. Esta Sala no se
pronuncia sobre el presente motivo de casación, al haber
prosperado el que denunciando la Infracción de precepto
constitucional, ha sido formulado con anterioridad por el
recurrente. POR TANTO: La Corte Suprema de Justicia, en
nombre del Estado de Honduras por UNANIMIDAD DE VOTOS DE LA
SALA DE LO PENAL y en aplicación de los artículos 89, 90,
303, 304, 313 atribución 5), 316 párrafo segundo reformados
de la Constitución de la República, 1 de la Ley de
Organización y Atribuciones de los Tribunales y 361 del
Código Procesal Penal.- FALLA: 1) Declarando CON LUGAR, el
recurso de casación, por Infracción de Precepto
Constitucional, en su único motivo, invocado por el
recurrente, en su condición de Apoderado Defensor del acusado
M. R. D. I.; 2) Casando la sentencia dictada por el Tribunal
de Sentencia de Siguatepeque, Departamento de Comayagua, en
fecha uno (1) de Octubre de dos mil diez (2010), que CONDENA
al señor M. R. D. I., por el delito de ESTUPRO, en perjuicio
de la menor M. J. Z. M., a la pena de SEIS (6) AÑOS DE
RECLUSION, más las accesorias de inhabilitación absoluta e
interdicción civil por el tiempo que dure la condena
principal.- 3) Absolviendo de responsabilidad criminal al
imputado M. R. D. I., por el delito de ESTUPRO que se le
venía atribuyendo, en perjuicio de la menor M. J. Z. M.. Y
MANDA: Que con certificación del presente fallo, se remitan
las presentes diligencias al Tribunal de origen, para los
efectos legales correspondientes.- REDACTÓ EL MAGISTRADO
CALIX VALLECILLO.-NOTIFIQUESE.- FIRMAS Y SELLO.- RAUL ANTONIO

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Recurso de Casación Penal No.S.P.142-2011

HENRIQUEZ INTERIANO.- MAGISTRADO COORDINADOR.- CARLOS DAVID


CALIX VALLECILLO.- MAGISTRADO.- EDITH MARIA LOPEZ RIVERA.-
MAGISTRADA.- FIRMA Y SELLO.- LUCILA C. MENENDEZ.- SECRETARIA
GENERAL”.

Extendida en la ciudad de Tegucigalpa, Municipio del Distrito


Central, a los ocho días del mes de enero del año dos mil
trece.- Certificación de la sentencia de fecha ocho de
noviembre del año dos mil doce, recaída en el Recurso de
Casación Penal con orden de ingreso en este Tribunal No. SP-
142-2011.

LUCILA C. MENENDEZ
SECRETARIA GENERAL

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