Tema: AUNQUE TENGAS POCA FUERZA, RETÉN LO QUE TIENES

Texto: Apocalipsis 3: 7 – 13
Introducción: Recuerdo la cara que poníamos muchos de nosotros, cuando al
final del año escolar, la profesora anunciaba que iba a mencionar el nombre de los
tres mejores alumnos, ellos recibían Diplomas. Entonces la cara de todos era con
el signo de interrogación: “¿Seré yo?”
Más de uno, comenzaba a fanfarronear antes de que se mencionen nombres, que
él era el merecedor del primer lugar, hasta que la profesora daba los nombres y el
fanfarrón se quedaba sin nada.
Ahhhh, qué sensación más terrible, quedarse sin nada, pensando que uno lo
merecía.
Sin embargo, eso no es nada, comparado con aquel gran día que en el Cielo, se
entreguen las coronas, y ahí estarán en un mostrador, sobre una mesa, en el
suelo, no lo sé, pero ahí estarán las coronas, listas para ser entregadas. Mientras
nosotros las estaremos mirando, y quizás pensando, ¿Ésa será para mí?
¡Qué triste será para muchos darse cuenta que las coronas que eran de ellos,
serán dadas a otros!
¡Qué triste será para aquellos que no retuvieron lo que tenían y les fue quitada su
corona, para dársela a otro!

I.- ¿SABES QUE TE ESPERA UNA CORONA?.-

A. Qué bueno es saber que nuestro trabajo, esfuerzo y entrega total al Señor,
no es en vano. (1 Co. 15: 58)
B. Esto significa que todo lo que hacemos para el Señor, para su obra, tiene y
tendrá su recompensa.
C. Esto significa que vale la pena servir al Señor, vale la pena vivir la vida
cristiana, ¡VALE LA PENA!
D. La Biblia nos enseña que para aquellos que trabajamos en la obra y para la
obra del Señor, hay recompensa.
1. Aquellos que luchan y se abstienen de toda clase de pecado y
tentaciones, tendrán una corona incorruptible. (1 Co. 9: 25)
 2. A todos aquellos que amamos, anhelamos y nos desesperamos por la
venida del Señor, una corona de justicia. (2 Ti. 4: 8)
3. Para aquellos que han soportado toda clase de pruebas y tentaciones,
está reservada la corona de la vida. (Stgo. 1: 12)
4. Para aquellos que hemos servido bien en el ministerio, hemos sido
obreros fieles al Señor, está reservada la corona de gloria. (1 P. 5: 4)
E. Ante la incógnita de muchos creyentes, ¿Y las coronas recibidas, serán
para andar por las calles de oro en el cielo, ostentando cada uno su
corona? ¿Qué haremos con cada corona? (Ap. 4: 10)

II.- RETÉN LO QUE TIENES, PARA QUE NADIE MÁS TOME TU CORONA.-
A. Quiero comenzar esta parte, con unas preguntas:
1. ¿Qué tienes?
2. ¿Qué has logrado hasta aquí?
3. ¿Qué se te ha encomendado o encargado?
B. El consejo del apóstol es: Retén lo que tienes…
C. Quizás usted puede decir: “Pero es poca cosa la que hago para el
Señor”; “Solo limpio la iglesia”; “Solo soy de intercesión”; “Solo doy
mis ofrenditas y diezmitos, porque no puedo ayudar más”
D. Pues el consejo del Señor es: Retén lo que tienes…
E. Este consejo, nos da a entender que:
1. Aférrate a lo que tienes, no dejes de hacerlo, no dejes de servir.
2. Este consejo nos dice, sé fuerte y sujétate de eso que tienes.
3. Este consejo nos dice, mantente firme en lo que estás haciendo.
F. No menosprecies lo que haces para el Señor, y no pierdas el privilegio que
Dios te ha dado de hacer lo que haces. “Retén lo que tienes”
G. Hay una advertencia del mismo Señor, en cuanto al peligro de
menospreciar y descuidar lo que hemos logrado en el Señor. “Para que
ninguno tome tu corona”
1. Nadie puede venir y tomar lo tuyo, es que Dios mismo toma lo tuyo y se
lo da a otro que es digno de llevarlo, porque tu no lo supiste hacer.
 2. Recuerde a Esaú que perdió su posición de primogénito y luego perdió
la bendición ante Jacob. (Gn. 25: 34; 27: 36)
3. Recuerde a Saúl que perdió e privilegio de ser rey, ante David. (1 Sa.
15: 23, 26; 16: 1, 13)
4. Sebna, mayordomo en la casa de Dios, aparentemente hizo un mal
trabajo y Eliaquim tomó su lugar. (Is. 22: 15 – 25)
5. Joab y Abiatar, perdieron sus puestos ante Benaía y Sadoc. (1 R. 2: 25,
35)
6. El que recibió un talento, lo perdió y se lo dieron al que tenía diez
talentos. (Mt. 25: 24 – 28)
7. Judas perdió su lugar ante Matías y por último ante Pablo. (Hch. 1: 25)
8. Por último, el pueblo escogido de Dios, perdieron su posición y fueron
sustituidos con un pueblo insensato. (Dt. 32: 21; Ro. 11: 11)
H. De aquí aprendemos algunas lecciones importantes.
1. Hay ocasiones en que se le asigna alguna tarea o responsabilidad a
alguna persona, pero luego te das cuenta que no es capaz de realizarla,
por diferentes razones.
2. En el reino de los cielos sucede lo mismo, Dios tiene una tarea para
cada persona, pero si no somos capaces de realizarla, se la dará a otra
persona.

III.- ¿CÓMO RETENER LO QUE TIENES Y NO PERDER TU CORONA?.-

A. Mucha es la gente que espera ser fuerte primero, estar bien preparado o
tener toda la capacidad, para servir al Señor.
B. Pero qué bueno es saber que Dios nos conoce.
1. Dios conoce que tienes poca fuerza. (Ap. 3: 8c)
a) Dios no espera ni necesita que tengamos mucha fuerza.
b) Dios conoce nuestra fuerza, y Él sabe que es suficiente para retener
lo que tenemos.
c) Si tienes poca fuerza, es todo lo que necesitas para retener lo que
Dios te ha dado.
 2. Si tienes poca fuerza, es todo lo que necesitas para guardar la Palabra.
(Ap. 3: 8d)
3. Se necesita poca fuerza, para no negar a Jesucristo. (Ap. 3: 8e)
4. ¿Sabes por qué necesitas solo poca fuerza?
a) Porque tu debilidad, le da la oportunidad a Dios, de ser glorificado. (2
Co. 3: 5)
b) Porque nuestra debilidad, es la oportunidad propicia para recibir la
ayuda de Dios. (2 Co. 2: 10)

CONCLUSIÓN: Retén lo que tienes, para que nadie tome tu corona.-

A. El Señor ya viene pronto, no pierdas lo que tienes, que Él te ha dado.
B. Recuerda que nadie toma lo que es tuyo, tú lo pierdes porque demuestras
que no eres apto para tenerlo.