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Hernández García Daniel Joaf 612 Equipo No.

5 23/02/17

Regulación de la temperatura en plantas y animales.

Termorregulación en los animales.


La termorregulación o regulación de la temperatura es la capacidad que tiene un
organismo para modificar su temperatura dentro de ciertos límites, incluso cuando
la temperatura del medio es muy diferente. El término se utiliza para describir los
procesos que mantienen el equilibrio entre ganancia y pérdida de calor.
Los organismos endotermos
controlan la temperatura corporal
mediante la producción interna de
calor, y mantienen habitualmente
dicha temperatura por encima de
la temperatura ambiental, como las
aves y los mamíferos. Los
organismos ectotermos dependen,
para regular su temperatura
corporal, fundamentalmente de
una fuente de calor externa, como
los invertebrados, peces, anfibios
y reptiles.
En los animales ectotermos la regulación de la temperatura corporal depende de
la capacidad para regular el intercambio de calor con el ambiente. Esta capacidad
se relaciona con la capacidad del tegumento para transferir calor entre el animal y
el ambiente. Estos organismos adquieren y mantienen la temperatura corporal a
través de la radiación solar directa o indirecta, como posarse sobre piedras o
sustratos calientes.
Mecanismos en endotermos:
A través del plumaje o pelaje que actúan como aislante térmico, la grasa corporal,
la producción de calor metabólico, por medio de una hiperactividad, y por el
aumento del aporte energético por medio de los alimentos, los animales pueden
aumentar su temperatura, cuando la del medio es inferior. Cuando la temperatura
del medio es muy alta, los animales disipan el calor por evaporación,
jadeo, transpiración aunque algunas especies no transpiran, comprende la
evaporación cutánea del líquido proveniente de las glándulas sudoríparas,
diseminando saliva, como algunos roedores y marsupiales que
esparcen saliva sobre sus extremidades, tórax u otras superficies corporales, la
evaporación tiene lugar en la superficie del pelaje.
Las sensaciones térmicas aferentes
son percibidas por termo-receptores,
los cuales están localizados en las
diferentes capas dérmicas. Los
receptores térmicos para calor o frio
son diferentes en reptiles y
mamíferos. Los termo-receptores
cutáneos de calor y frio captan
variaciones del medioambiente
enviando aferencias a las áreas
sensoriales corticales y al
hipotálamo; hay termo recepción a
nivel de órganos abdominales, medula espinal y en los conductos venoso
arteriales.
Aunque las teorías de la coloración del pelaje, advierten significancia en cuanto al
comportamiento de defensa frente a depredadores y/o comportamientos sexuales,
también se le atribuye a la coloración del pelaje como un mecanismo de
adaptación a temperaturas ambientales, en la medida que la coloración clara
puede disminuir la ganancia de calor mientras que la coloración oscura disminuye
la pérdida, así como la presencia de melanina en la piel protege de los efectos
nocivos de los rayos ultravioleta.
 Disipación de calor
Los mecanismos de disipación de calor son la radiación, conducción, convección y
evaporación. La radiación es la pérdida de calor mediante rayos infrarrojos o
calóricos, la cual varía con la superficie corporal del animal, siendo menor en
animales voluminosos.
En el ganado vacuno, por ejemplo, aunque la provisión de sombra no elimina
completamente el impacto de las altas oleadas de calor, la carga calórica
disminuye y por consiguiente la radiación es menor redundando en el bienestar de
los animales. Especialmente en épocas secas, los parámetros productivos pueden
verse menos afectados en la medida que la alimentación cumpla con los
requerimientos del animal.
Complementariamente, la conducción es la pérdida de calor ocasionado por la
diferencia de temperaturas entre sistemas vecinos, de ahí la importancia de la
conductividad del tegumento que integra la cobertura y las superficies internas que
están en contacto con el medio externo como tracto respiratorio y digestivo. La
convección es el intercambio de calor mediante el fluido sanguíneo y la rapidez del
flujo del aire externo, de esta manera el calor perdido por convección en primer
lugar dependerá de la densidad, calor específico y humedad del ambiente y en
segundo lugar de las características de la superficie sobre la que incide el aire.
El viento ayuda a reducir los efectos del estrés calórico durante el verano
mejorando los procesos de disipación de calor por evaporación. Por último, los
endotermos pierden calor mediante la evaporación a través de la piel por
mecanismos de transpiración y respiración y mediante el sistema respiratorio a
través del jadeo. De este modo, la transpiración y la vasodilatación cutánea activa
es la mejor defensa autónoma contra el calor.

 Conservación de calor
La conservación de calor se da mediante cambios comportamentales y posturales,
activación del sistema nervioso simpático alfa adrenérgica, liberación de
acetilcolina y vasoconstricción cutánea. Por otra parte, argumentan que la
piloerección, el aumento en el consumo de alimentos, combustión de grasas de
reserva y disminución de la temperatura corporal son parte importante del conjunto
de mecanismos que conllevan a conservar la temperatura corporal en condiciones
medioambientales de bajas temperaturas.

Termorregulación de plantas

La temperatura es un elemento esencial en el cultivo y desarrollo de las plantas.


Junto con los niveles de luz, dióxido de carbono, humedad del aire, agua y
nutrientes, la temperatura influye en el crecimiento de la planta y la productividad
de las cosechas. Todos estos factores deberían estar equilibrados. La temperatura
afecta a la planta tanto a corto como a largo plazo.
La temperatura de la planta y la del ambiente no son iguales porque las plantas
son capaces de enfriarse por evaporación y de calentarse por irradiación. Las
plantas buscan alcanzar su temperatura óptima, para lo que es muy importante
que exista un equilibrio entre la temperatura ambiental, la humedad relativa y la
luz. Si los niveles de luz son altos la planta se calentará demasiado,
produciéndose una diferencia entre la temperatura ambiental y la de la planta.
Para enfriarse, el índice de transpiración de la planta deberá aumentar. Al igual
que ocurre con la temperatura, el índice de transpiración depende de condiciones
medioambientales como la luz, el nivel de CO 2 en la atmósfera y la humedad
relativa, pero también de la especie de la planta.
Las plantas constan de diferentes partes y cada una de ellas reaccionan de un
modo distinto a la temperatura. La temperatura de los frutos es similar a la del aire;
cuando la temperatura del ambiente aumenta, lo hace también la de los frutos y
viceversa. Sin embargo, la temperatura de los frutos fluctuará menos que la del
ambiente y tardará más en hacerlo (hasta un par de horas más en algunos casos).
La temperatura de las flores, por el contrario, es mayor que la temperatura de las
hojas o la del aire, además, los pétalos transpiran a mucha menos velocidad que
las hojas. La temperatura de las hojas en la parte más alta del follaje
experimentará mayores fluctuaciones que la de las hojas situadas en la parte baja.
Asimismo, el follaje de la zona superior se calentará más fácilmente por irradiación
y, por lo tanto, alcanzará temperaturas más altas que las del ambiente cuando los
niveles de luz sean altos.

Déficit de Presión de Vapor (DPV)

La humedad relativa del ambiente


depende de la temperatura y de la
velocidad del viento. Temperaturas
más altas suelen suponer una mayor
transpiración. Esto ocurre, en parte,
porque las moléculas se mueven más
deprisa, pero el aire caliente también
puede contener más vapor de agua.
Cuando el aire no se mueve, el aire
que rodea a las hojas se saturará de
vapor de agua ralentizando el proceso
de evaporación. Si el aire está saturado de agua, se condensará una película de
agua alrededor de las hojas dando lugar al medio idóneo para el desarrollo de
patógenos, los cuales podrían atacar a la planta.

Este proceso se puede comparar con el de un tacómetro. Con el aumento de


velocidad, la aguja del tacómetro se irá moviendo hasta alcanzar la zona roja. Esto
no supondrá una avería inmediata, pero sí se provocará un daño si la aguja se
mantiene en la zona roja por demasiado tiempo. Para la mayoría de las plantas el
DPV debe mantenerse entre 0,45 y 1,25, expresado este en kilopascal (kPa, la
unidad de la presión) con un nivel óptimo de 0,85 kPa. El DPV sigue,
aproximadamente, el mismo patrón que los niveles de irradiación ambiental, se
eleva en la mañana según empieza a brillar el sol, alcanzando su máximo al medio
día, para después ir decreciendo de nuevo. Para calcular el DPV, primero deben
conocerse la temperatura ambiental, la de la planta y la humedad relativa.
Estomas

Las plantas regulan los procesos de transpiración y enfriamiento por medio de


unos órganos especiales conocidos como estomas. Los estomas son células
especializadas de las hojas que pueden cerrarse o abrirse limitando la cantidad de
vapor de agua que puede evaporarse. Cuanto más aumente la temperatura más
evaporación tendrá lugar al abrirse de éstos. Es difícil medir la apertura del
estoma, por lo que se utiliza el DPV. Cuanto más se abra el estoma más gases
podrán salir y entrar de las hojas.

Los factores medioambientales afectan al ritmo con que ocurre este proceso
(conductancia estomática) -una humedad relativa alta acelerará la conductancia,
mientras que unos niveles altos de CO 2 la ralentizarán. Pero la conductancia
también se ve influenciada por otros factores aparte de los medioambientales,
como las hormonas de las plantas y el color de la luz (longitud de onda) que la
planta recibe. La hormona ácido abscísico regulará la concentración de iones en
los estomas y hará que estos se abran muy rápidamente, en cuestión de minutos.
La luz de longitudes de onda bajas (entre 400-5000 nanómetros (nm)),
correspondientes a la luz azul, dan lugar a una apertura mayor de los estomas que
las de las altas (alrededor de 700 nm), que son las de la luz roja.

Temperatura ideal para el día y la noche.

Procesos diferentes tienen lugar en la planta durante el día y noche, y la


temperatura perfecta para la planta variará consecuentemente. El transporte de
azúcares se produce principalmente durante la noche y, sobre todo, hacia las
partes de mayor temperatura de la planta. Las hojas se enfrían más rápidamente
que los frutos y las flores, por lo que la mayoría de la energía disponible se dirige a
estos últimos para facilitar su crecimiento y desarrollo.
Bibliografía
● Sanmiguel, R., Díaz, V. (2011) Mecanismos fisiológicos de la
termorregulación en animales, Universidad del Tolima, Obtenida el 20 de
febrero de 2017, página web
http://revistas.ut.edu.co/index.php/ciencianimal/article/view/148/147

● Mormeneo, I. (2015). Horas de frío y sumas térmicas en la predicción del


inicio de la etapa reproductiva en plantas, Obtenida el 20 de febrero de
2017, página web
http://agrometeorologia.criba.edu.ar/Downloads/HORAS%20DE%20FRIO.p
http://www.canna.es/influencia_temperatura_ambiental_en_las_plantas

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