Una alianza matrimonial segura funciones y compromisos que debo
cumplir con la ayuda de Dios.
Solo en cristo puede formarse una unión matrimonial feliz. El amor humano debe fundar sus más estrechos lazos en el amor divino. Solo donde reina cristo puede haber cariño profundo, fiel y abnegado. La oración es necesaria. El habito de orar dos veces al día se tiene duplicar antes de dar semejante paso. El Padre debe guiar el efecto de los jóvenes y del niño. El esposo debe ser prudente y considerado. Nunca debe perder de vista su propia responsabilidad acerca de la futura felicidad de sus hijos. La felicidad y prosperidad de la vida matrimonial depende de la unidad de los cónyuges. El varón debe ser ahorrativo y laborioso. El hombre tiene que ser bondadoso, amable, generoso, hombre bueno, cristiano y debe de estar capacitado de manejar sus propios asuntos. Cuando se trate de desembolsar recursos. Deben mostrar una solvencia económica propia. El amor que debe mostrar es un amor profundo y permanente no un amor espasmódico que se exprese solo en caricias Mantened cerradas las ventanas del alma hacia la tierra y abiertas las que miran hacia el cielo. Mantened vuestras lámparas aderezada y ardiendo. Entonces no seréis temerarios en vuestras palabras y acciones. Entregar todo a Dios, velad y orad. La influencia sobre la mujer puede ser sabor de vida para vida o sabor de muerte para muerte. Cuidarla no echarle a perder la vida. Ser fieles a los votos matrimoniales. Al comenzar la vida conyugal debo consagrarme de nuevo a Dios. Dad a Cristo, en todas las cosas el lugar primero, el ultimo y el mejor. Contempladle constantemente. Debo ser cuidadoso, atento, constantes, fieles y compasivos. Debo mostrar amor y simpatía.