Desórdenes Alimenticios

A muchos adolescentes, en especial mujeres, les preocupa su

aspecto físico y muchos de ellos se sienten deprimidos y
acomplejados con su cuerpo.
Desafortunadamente en una proporción mínima de adolescentes
(que va en aumento), esta preocupación podría llegar a convertirse
en una obsesión que, como consecuencia, deriva de un desorden
en su alimentación.
Los desórdenes alimenticios también influyen en la parte mental de
la persona, llevando así, a pensar y sentir negativamente, sobre sí
mismo, afectando su autoestima.
Sin embargo, hoy en día uno(a) de cada cien adolescentes tiene un
trastorno asociado a la alimentación.
Comúnmente se suele describir estos trastornos con dos bastante
conocidos: la bulimia y la anorexia. Ambos trastornos no son
estrictamente problemas alimenticios, sino que guardan relación
directa con problemas psicológicos, autoestima, autoevaluación y
depresión.
En el caso de la bulimia, los adolescentes que la padecen suelen
comer en cantidades exageradas y de manera compulsiva; pero un
tiempo después se obsesionan con la idea que han ingerido
demasiado, y buscan la manera de eliminar los alimentos mediante
el vómito, que necesariamente es inducido, a través de laxantes.
En el caso de la anorexia, las personas sienten una preocupación
sobre su peso y tienen una distorsionada sobre sí mismo. En
consecuencia, se esmera obsesivamente por mantener un peso
relativamente bajo.
Causas
Se conoce que en este trastorno participa la combinación de
muchos factores ambientales: psicológicos, sociales, genéticos y
familiares.
Las personas que padecen de anorexia o bulimia suelen tener
miedo a ganar peso. También, algunos investigadores sugieren que
los medios de comunicación contribuyen a los desórdenes
alimenticios, mediante la imagen de un fenotipo modelo.
Efectos
Aunque suele ser cierto que el desorden alimenticio afecta la salud
física; también, la salud mental y la conducta. La anorexia y la
bulimia suelen provocar pérdida de cabello, estreñimiento crónico,
anemia, debilidad ósea y otras complicaciones médicas, como
problemas cardíacos y renales. Estos casos extremos, de
malnutrición grave pueden llevar a la persona a la muerte, si, no es
tratado a tiempo.
Signos de alarma
Para los padres, tiene que ser un reto saber distinguir los siguientes
signos de alarma: actitud frente a la comida, aumentar de pronto el
deseo de hacer ejercicio físico, estado de soledad, quejas frente a
su aspecto físico y lo más importante cambio en la apariencia y
estado físico.
Tratamiento
El tratamiento ayuda a los adolescentes abordar sus problemas
alimenticios, si se trata de forma muy disciplinada. Este tratamiento
incluye psicoterapias y fármacos; aunque, también se necesita de la
ayuda familiar. La psicoterapia ayuda a la persona afectada a
corregir su percepción errónea y a orientar hacia su rehabilitación.

Prevención
La prevención de esta enfermedad se debe realizar en diferentes
ámbitos como la familiar y escolar.
En los centros escolares se debe realizar charlas por profesionales,
así mismo la actitud de los maestros y alumnos. Mientras en el
ámbito familiar, los padres deben promover al dialogo y confianza.

Bibliografía
Michelle J. New, PhD. Noviembre de 2011.Trastornos de la alimentación.D. Disponible en:
https://kidshealth.org/es/parents/eating-disorders-esp.html