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ROMANTICISMO

MARIAN JOSE QUIROZ MARIN

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TATIANA MARCELA OLIVEROS RAMON

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MARIA DANIELA JAMIOY ZAMBRANO

99071510995

ALBA MARINA MOGOLLÓN

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA

DE EDUCACIÓN

LIC. EN LENGUA CASTELLANA Y HUMANIDADES

PRIMER SEMESTRE

PAMPLONA

2017
ROMANTICISMO

Es un movimiento cultural originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo


xvlll como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el
Neoclasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Está considerado como el primer
movimiento de cultura que cubrió el mapa completo de Europa.1 Su característica
fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas
estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso su rasgo
revolucionario es incuestionable. Debido a que el Romanticismo es una manera de sentir y
concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y
particular en cada país donde se desarrolla, incluso dentro de una misma nación, se
manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.

Se desarrolló en la primera mitad del siglo xix, extendiéndose desde Inglaterra y Alemania
hasta llegar a otros países. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en
diversas corrientes, como el parnasianismo, el simbolismo, el decadentismo o el
prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de posromanticismo, del cual derivó
el llamado modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de
la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas
del siglo xx, el surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del
yo.

ETIMOLOGIA

Si bien está clara la relación etimológica entre romántico y el término francés para novela
roman, no toda la crítica se pone de acuerdo. En todo caso parece que la primera
aparición documentada del término se debe a James Boswell a mediados del siglo xviii, y
aparece en forma adjetiva, esto es, romantic o romántico. En su libro de viaje de 1768 An
Account of Corsica el término aparece cuatro veces: para calificar la vista de la ciudad de
Corti desde el monasterio de los Franciscanos, para describir un agreste valle en el que se
asentó la orden de la Iglesia griega de San Basilio, al nombrar el sonido de un instrumento
de cuerda parecido a la cítara y en la mención al retiro de Jean-Jacques Rousseau en
Ginebra. Este término hace referencia a lo inefable, aquello que no se puede expresar con
palabras. Así, en un principio, se entendería que un sentimiento romántico es aquel que
requiere de un roman para ser expresado. El texto de Boswell se tradujo a varias lenguas,
llegando a alcanzar especial fuerza en alemán, con la difusión de romantisch, en oposición
a klassisch.

Según René Wellek el término sirvió en principio para denominar una forma genérica de
pensar y sentir, sólo en 1819, con Friedrich Bouterwek se emplea Romantiker como
denominación de la escuela literaria. La difusión del término es irregular por países; en
1815 en España podemos encontrar romancesco junto a romántico, estabilizándose el
segundo ya en 1918.3

Otro origen del término muy señalado es el que relaciona «romántico» con la expresión
«in lingua romana» que alude a las lenguas romances distinguiéndolas de la antigüedad
clásica representada por el latín. Se trataría por tanto de un giro hacia la lengua propia y
vernácula como representante de la propia cultura. Igualmente surge con este término
una oposición entre «romántico» y «clásico» en función de la lengua que prefirieran y, por
añadidura, asociada también al gusto creador de unos y otros.

AUTORES Y OBRAS.

Gustavo Adolfo Bécquer

en Sevilla, el 17 de febrero de 1836. Era hijo de Joaquina Bastida de Bargas y del pintor
José Domínguez Bécquer. Fue bautizado en la parroquia de San Lorenzo Mártir, con el
nombre de Gustavo Adolfo, siendo su apellido original Domínguez Bastida. Tenía un
hermano mayor, Valeriano, ambos huérfanos a muy temprana edad. Fueron adoptados
por su tío, Juan de Vargas.

A los diez años, Gustavo Adolfo comenzó la carrera de náutica, en el colegio de San Telmo,
en Sevilla. Sin embargo, su vocación se frustró, cuando el colegio cerró sus puertas. Fue a
vivir, entonces, con su madrina, Manuela Monahay, y bajo su cuidado estudió pintura y
latín.

En 1854, marchó a Madrid junto a su hermano. Allí colaboró en varias publicaciones


periodísticas, fundando con unos amigos, la revista "España Artística". Sin embargo su
estadía no fue grata. Los graves problemas económicos y de salud (se le declaró
hemoptisis), comenzaban a debilitarlo. En el Monasterio de Veruela, encontró un lugar
para restablecerse, y desde allí envió sus escritos, entre ellos "Cartas desde mi celda", a
diversas revistas.
De regreso a Madrid, comenzó a trabajar en la Oficina de Bienes Nacionales, pero por
poco tiempo.

Data de esa época, el amor profundo y fugaz con Julia Espín, hija de un profesor del
Conservatorio y organista del palacio real. Se dice que muchas de sus rimas la tienen como
inspiradora, y le legó su nombre (Julia) a su sobrina, hija de Valeriano.

Fue con Casta, hija de su médico, Francisco Esteban, con quien Bécquer se casó en 1861, y
con quien tuvo sus tres hijos. Sin embargo, el último de ellos fue fuente de conflictos
matrimoniales, ya que Gustavo lo atribuía al fruto de un amor prohibido de su esposa.

Fue redactor del diario "El Contemporáneo", Censor de Novelas, pero nunca participó en
la vida pública o política. La fama no lo acompañó durante su vida. Tenía pocos amigos.
Era serio, bondadoso, poco expresivo, le gustaba la música y admiraba a Chopen.

Su obra es muy reducida, sencilla, cálida, sentimental y depurada. La componen sus


célebres "Rimas", conjunto de 94 poemas breves, 25 leyendas y sus nueve cartas literarias
con el título "Desde mi Celda".

Si bien su fama se debió a sus versos, también sus prosas fueron magníficas. En las
leyendas, cautiva al lector mostrándole un mundo fantástico, que lo atrapa hasta el final.
No trató de dejar enseñanzas morales, ni se ató a la lógica, sino que dejó fluir su
imaginación y sus sentimientos, típico de los autores románticos. Algunas pertenecen al
género gótico o de terror, otras, son verdaderas poesías, escritas en prosa, y otras son
narraciones de aventuras. En ellas se destacó su admiración por la naturaleza y los
paisajes castellanos.

Inauguró, junto a Rosalía de Castro, la línea moderna española, y fue así reconocido por
autores prestigiosos como Miguel de Unamuno, los hermanos Antonio y Manuel
Machado, Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Federico García Lorca, entre otros.

Se destacan entre sus obras: "El libro de los gorriones", "Historia de los templos de
España" (1857), "Cartas literarias a una mujer" (1860-1861), "Cartas desde mi celda"
(1864), "Obras completas" (1871).

Entre sus leyendas: "El caudillo de las manos rojas" (1858), "La cruz del diablo" (1860, "La
ajorca de oro" (1861), "El beso" (1863), "La rosa de pasión" (1864), entre otras.

Sus afamadas rimas fueron escritas en 1867, pero perdió el manuscrito durante la
Revolución de 1868. Lo reconstruyó casi de memoria, y con la ayuda de algunas que
habían sido publicadas en los periódicos de la época. Le dio el título de "El libro de los
gorriones" y es conservada en la Biblioteca Nacional de Madrid. En ellas se entrecruzan en
versos asonantes, los recuerdos, el amor, el desengaño, la desesperanza y la muerte.

Su vida se apagó en Toledo, aquejado por una enfermedad que lo acompañaba desde
1858, el 22 de diciembre de 1870, en plena juventud (34 años), meses después de la física
desaparición de su hermano, que había fallecido en septiembre.

Entre sus últimos deseos, solicitó a su amigo, el poeta Ferrán, que quemase sus cartas
personales, para impedir su deshonra, y que publicasen sus versos. Opinó que "muerto
seré más reconocido que vivo", y su premonición se cumplió.

Los restos de ambos hermanos yacen en Sevilla, donde fueron trasladados en 1913.

Volverán las oscuras golondrinas:

Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón sus nidos a colgar,

y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban

tu hermosura y mi dicha a contemplar,

aquellas que aprendieron nuestros nombres...

ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas

de tu jardín las tapias a escalar,

y otra vez a la tarde aún más hermosas

sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío

cuyas gotas mirábamos temblar

y caer como lágrimas del día...

ésas... ¡no volverán!


Volverán del amor en tus oídos

las palabras ardientes a sonar;

tu corazón de su profundo sueño

tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas,

como se adora a Dios ante su altar,

como yo te he querido..., desengáñate,

nadie así te amará.

José de Espronceda

(1808-1842)

(Almendralejo, España, 1808 - Madrid, 1842) Poeta español. Hijo de una familia hidalga de
fuerte raigambre militar, estudió con Alberto Lista, de quien se convirtió en aventajado
discípulo. Desde muy joven se sintió atraído por la literatura y por la actividad política,
aficiones ambas que definirían su carrera futura. En 1823, y a raíz de la ejecución del
general Riego, fundó, junto a Patricio de la Escosura, una sociedad secreta en pro de la
libertad cuyos jóvenes miembros se hacían llamar los Numantinos. La represión política
que siguió al trienio liberal motivó su encierro en un convento de Guadalajara, donde
emprendió la redacción de Don Pelayo, poema épico de corte neoclásico que dejó
inacabado.

Tras recobrar la libertad, regresó a Madrid, pero los acontecimientos políticos del país lo
impulsaron a marchar al extranjero. Partió hacia Gibraltar, y de allí pasó a Lisboa, de
donde fue expulsado, por lo que hubo de refugiarse en Londres, por aquel entonces punto
de reunión de los liberales españoles, en cuyas reuniones participó. En Londres conoció a
Teresa Mancha, con quien mantuvo una accidentada relación sentimental. Informado de
los acontecimientos revolucionarios que se producían en julio de 1830 en París, allí acudió
para participar y, poco después, formó parte de la frustrada expedición liberal del coronel
Chapalangarra que intentó entrar en España.

Durante su ausencia de Londres, su antigua amante, Teresa, había contraído matrimonio


con un comerciante, por lo que ambos decidieron fugarse juntos. Tras otra breve estancia
en París, en 1833 regresaron a España, donde Espronceda ingresó en el cuerpo de la
Guardia Real. Sus inquietudes políticas, sin embargo, le valieron un destierro en Cuéllar,
en 1834, y posteriormente el traslado a Badajoz. También debió esconderse tras la llegada
al poder de Toreno, contra cuyo gobierno se rebeló.

Durante sus breves etapas en Madrid, participó activamente en la vida literaria de la


capital y a pesar de sus frecuentes encarcelamientos y destierros pudo escribir sus
primeras obras. El contacto con la poesía romántica europea (Byron, Scott) influyó en él
poderosamente y orientó su propia producción poética hacia un romanticismo exaltado,
pletórico de ritmo, color y fantasía. En 1834 publicó Sancho Saldaña, una novela histórica,
y por las mismas fechas escribió varias comedias y el drama histórico Blanca de Borbón,
editado póstumamente.

El reconocimiento público, sin embargo, le llegó gracias a su producción lírica, publicada a


partir de entonces en varios diarios y revistas. La aparición de su ambicioso poema
titulado El estudiante de Salamanca en el periódico El Español (1836) supuso su primer
gran éxito; revisitación del mito literario de don Juan, el héroe se tiñe en esta versión de
caracteres románticos y se enfrenta a la sociedad y a Dios desde una postura de abierta
rebeldía. El diablo mundo, el segundo de sus grandes poemas, constituye una visión épica
y moral de la España de su tiempo, que trasciende a epopeya de la humanidad entera.

En paralelo, incrementó su actividad política, en especial tras la publicación del opúsculo


El ministerio Mendizábal (1836), en el que incluía ideas de Saint-Simon. Por aquellas
fechas, la relación con Teresa era ya insostenible y ésta le abandonó, lo que lo sumió en
una fuerte depresión. Posteriormente mantuvo relaciones con Carmen de Osorio y con
Bernarda de Beruete.

En septiembre de 1840, la victoria liberal y la posterior regencia de Espartero le


permitieron dar el salto a la primera fila de la palestra política española: elegido diputado
a Cortes por Almería, luego fue nombrado secretario de la legación española en La Haya. A
su muerte, acontecida súbitamente en 1842, era considerado el mejor poeta español del
momento, amén de un político de prometedora trayectoria. Ello motivó que su entierro,
en el que se dieron escenas de hondo dolor popular, fuera uno de los actos más
multitudinarios de la época.

José Zorrilla

(1817-1893)

José Zorrilla y Moral nació el 21 de febrero de 1817 en Valladolid (España). Era hijo de un
magistrado de la corte del rey Fernando VII.
Estudió con los jesuitas en el seminario de Nobles de Madrid. Allí inició su tarea literaria
escribiendo sus primeros textos con influencia de la literatura de Chateubriand y Víctor
Hugo.

Zorrilla comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Toledo pero abandonó la carrera


de leyes para dedicarse al periodismo y a la literatura, creando un periódico que terminó
siendo censurado por el gobierno de la época.

Dio inicio su trayectoria literaria profesional en el entierro de Larra, cuando leyó una
elegía que había compuesto en su honor titulada “A La Memoria Del Joven Literato
Mariano José de Larra”.

Destacó en el terreno poético, dramático y como escritor de leyendas en verso, siempre


partícipe del romanticismo. Fue una de las principales figuras literarias españolas de este
estilo.

A pesar de ser un escritor de reconocimiento público, Zorilla vivió en condiciones bastante


precarias durante toda su vida, residiendo, además de en España, durante varios años en
París y en México.

Como poeta épico es destacable el título “Granada” (1852), mientras que entre sus
leyendas sobresalen “Cantos Del Trovador” (1941), “La Leyenda De Al-Hamar” (1847) y “La
Leyenda Del Cid” (1882).

Sus obras teatrales le han proporcionado fama internacional, principalmente “El Zapatero
y El Rey” (1840), “El Puñal Del Godo” (1842) y sobre todo, “Don Juan Tenorio” (1844).

En 1848 fue nombrado Académico de la Lengua Española.

Murió en Madrid el 23 de enero del año 1893. Tenía 75 años.

Rosalía de Castro

(1837-1885)

Rosalía de Castro (María Rosalía Rita de Castro) nació el 24 de febrero de 1837 en Santiago
de Compostela, La Coruña (España), quedando registrada como hija de padres
desconocidos. Rosalía era hija de soltera de María Teresa de la Cruz de Castro y Abadía,
quien dio a luz tras mantener relaciones con el sacerdote José Martínez Viojo.

De su periodo escolar no se tiene demasiada información, pero parece ser que comenzó a
escribir desde muy joven. Además actuó en su adolescencia en representaciones teatrales
colegiales.
Se casó en el año 1858 con el escritor e historiador galleguista Manuel Murguía. Un año
antes había debutado como escritora con la publicación del libro de poemas en castellano
“La Flor” (1857).

Rosalia de castro follas novas Su obra, escrita tanto en lengua gallega como en castellano
y siempre encuadrada en el romanticismo, destaca en el estilo por su sencillez y
sensibilidad, y en su temática por el espíritu nostálgico de su sentir gallego y su
preocupación social.

Los títulos poéticos de mayor importancia de Rosalía son “Cantares Gallegos” (1872) y
“Follas Novas” (1880), libros escritos en gallego que provocaron, junto a la obra de otros
escritores como Manuel Curros Enríquez, un resurgimiento de la literatura gallega en el
siglo XIX. Su obra poética más lograda en castellano es “En Las Orillas Del Sar” (1884).

Son destacables también sus novelas “La Hija Del Mar” (1859), “Ruinas” (1866), “El
Caballero De Las Botas Azules” (1867), “Flavio” (1867) o “El Primer Loco” (1881).

Rosalía murió a causa de un cáncer en Padrón, La Coruña, el 15 de julio de 1885. Tenía 48


años. Está enterrada en el Panteón de Gallegos Ilustres del Convento de Santo Domingo
de Bonaval, ubicado en Santiago de Compostela (Galicia). Tuvo siete hijos con Manuel
Murguía.

Mariano José de Larra

(1809-1837)

Mariano José de Larra nació el 24 de marzo de 1809 en Madrid (España). A partir de 1812
residió en Burdeos, ciudad en la que recaló tras el exilio de su padre, persona de ideología
liberal que había trabajado como médico del ejército francés de José Bonaparte durante la
Guerra de la Independencia. En el año 1818 Larra regresó a España tras una amnistía
general.

Comenzó estudios de Medicina y Derecho, carreras que abandonó para dedicarse a la


literatura y al mundo periodístico, creando publicaciones como “El Duende Satírico Del
Día” o “El Pobrecito Hablador”. También ejerció de crítico literario bajo el seudónimo de
Fígaro en “La Revista Española”.

Larra era una persona muy apasionada, de fácil propensión al enamoramiento. Tras caer
en las redes sentimentales de una mujer más mayor que el joven escritor, tal mujer
resultó ser la amante de su propio padre. La vida amorosa de Larra está marcada por
episodios rocambolescos de este tipo.
mariano-jose-de-larra-librosSe casó con Josefina Wetoret, pero su matrimonio no fue feliz.
Buscando el amparo amoroso de una mujer casada llamada Dolores Armijo, ésta le
abandonó y el escritor, desesperado por esta causa y por la situación sociopolítica del
país, se suicidó con un disparo en la sien el 12 de febrero de 1837.

Tenía solamente 27 años y la muerte de este gran hombre de las letras españolas pasó en
su tiempo bastante desapercibida para la mayoría de los medios de comunicación. En su
entierro un joven José Zorrilla leyó un poema elegíaco en su honor. En el año 1902, en un
acto impulsado por diversos escritores, entre ellos su admirador Azorín, sus restos fueron
trasladados al Panteón de los Hombres Ilustres del cementerio madrileño de San Justo.

Sus trabajos más importantes son los derivados de su profesión periodística, cosechando
un gran reconocimiento por sus artículos de costumbres, sociales y políticos, como el
famoso “Vuelva Usted Mañana”, en donde radiografiaba con un punto satírico e irónico y
un sentir pesimista el proceder de su contexto social y de la vida española en general.
Otros de sus artículos son “¿Entre Qué Gentes Estamos?”, “Empeños y Desempeños” o
“¿Quién Es El Público y Dónde Se Encuentra?”.

Su talento literario, de inspiración romántica, también es apreciable en la escritura de la


novela histórica “El Doncel De Don Enrique El Doliente” (1834) o en la obra de teatro
derivada del título anterior, “Macías” (1834).

Su ideología era liberal. Tuvo tres hijos: Luis Mariano, Adela y Baldomera.

Duque de Rivas

(1791-1865)

Ángel de Saavedra, el Duque de Rivas, nació en Córdoba (España), el 10 de marzo de 1791,


en el seno de una familia aristocrática.

Estudió en el Seminario de Nobles de Madrid. Fue un destacado militar, luchando en la


Guerra de la Independencia contra el ejército napoleónico. También sobresalió como
político de ideas liberales en el Trienio Constitucional de las Cortes de Cádiz.

Cuando fue repuesto en el trono el rey Fernando VII, el Duque de Rivas tuvo que
marcharse de España, residiendo en Inglaterra, Italia, Francia y Malta. Regresó a España
tras la muerte del monarca absolutista.

A su retorno volvió a participar en política, pero en posiciones más conservadoras,


ocupando el puesto de Ministro del Gobierno de Francisco Javier de Istúriz. En 1836 tuvo
que volver a marcharse del país tras el Motín de la Granja.
A su vuelta, fue designado embajador en Nápoles, presidió el Ateneo de Madrid, el
Consejo de Estado y fue nombrado Académico de la Lengua.

En cuanto a su actividad literaria, el Duque de Rivas comenzó en un estilo neoclásico con


la publicación de “Poemas” (1914), pero con posterioridad abrazó el romanticismo con
textos poéticos “El sueño del proscrito” (1824) o “El moro expósito” (1833) y “Don Álvaro
o la fuerza del sino” (1835), un drama en verso y en prosa que supone su obra más
importante y conocida.

Falleció en Madrid, el 22 de junio de 1865. Tenía 74 años.

Mary Shelley

(1797/08/30 - 1851/02/01)

Nació el 30 de agosto de 1797 en Londres, Hija del filósofo William Godwin y de la


escritora y feminista Mary Wollstonecraft.

A los pocos días de su nacimiento su madre, quien había escrito Vindication of Women
Rights, murió de unas fiebres dejando a su marido al cuidado de Mary y de su hermana de
tres años y medio Fanny Imlay. Casado Godwin posteriormente con una viuda que ya
tenía dos hijas con la que el filósofo alumbraría un nuevo vástago.

En 1814, a los dieciséis años de edad, Mary abandonó su hogar y su país con el poeta
Percy Shelley, con el que había iniciado una relación a pesar de estar casado. La pareja
viajó a Francia y a Suiza.

Perdidamente enamorada de Percy B. Shelley desde la primera vez que lo vio, Godwin, no
puso ningún reparo en que corriera tras él. No fue ese el caso de la esposa del poeta
quien, humillada, ofendida y embaraza siguió a la feliz pareja hasta La Spezia, localidad de
la costa italiana en que se establecieron. A los desarreglos deducibles de semejante
situación no tardó en sumarse el mismísimo Byron, siempre afecto a toda clase de
desórdenes.

John Clute, en su interesante "Enciclopedia de la Ciencia Ficción", no duda en afirmar que


una hermana de Mary, a la sazón también alojada en La Spezia, frecuentaba la cama del
lord. En cualquier caso, la comunidad se deshace con los suicidios de una segunda
hermana de Mary y de la esposa de Shelley.
Contrajeron matrimonio en 1816, después de que la primera esposa de Shelley se quitara
la vida ahogándose. Fruto de esta convivencia fueron varios embarazos y un único hijo, un
varón, sólo el pequeño Percy Florence sobrevivió a la infancia.

Creadora del libro que inauguró la ciencia ficción y que aún hoy se erige como uno de los
grandes relatos de horror de todos los tiempos; en 1818 publicó la primera y más
importante de sus obras, la novela Frankenstein o el moderno Prometeo. Según parece,
escribió la historia de Victor Frankenstein por una apuesta. La noche del 16 de junio de
1816, se reunió con Lord Byron y otros en una villa en los alrededores de Ginebra.
Encerrados en la casa por una tormenta, se leyeron cuentos de terror para entretenerse.
Mary imaginó entonces a Frankestein inspirada en una pesadilla que tuvo a los dieciocho
años de edad. Escribió la novela tras una apuesta con Byron, tal y como narra ella misma
en el prólogo de la edición de "Frankenstein" de 1831. Esta obra, un logro más que
notable para una autora de sólo 20 años, se convirtió de inmediato en un éxito de crítica y
público. La historia de Frankenstein, estudiante de lo oculto y de su criatura subhumana
creada a partir de cadáveres humanos, se ha llevado al teatro y al cine en varias ocasiones.

No logró tal popularidad con ninguna de sus obras posteriores o la excelencia de esta
primera, pese a que escribió otras cuatro novelas, varios libros de viajes, relatos y poemas.
Su novela El último hombre (1826), considerada lo mejor de su producción, narra la futura
destrucción de la raza humana por una terrible plaga. Lodore (1835) es una autobiografía
novelada. Tras la muerte de su esposo, en 1822, Mary se dedicó a difundir la obra del
poeta. Publicó así sus Poemas póstumos (1824) y editó sus Obras poéticas (1839) con
valiosas y detalladas notas.

Mary Shelley falleció en Londres, mientras dormía, el 1 de febrero de 1851. Su última


voluntad fue ser enterrada junto a sus padres. Descansan en el cementerio de St Peter,
Bournemouth.

Bram Stoker

(1847/11/08 - 1912/04/20)

Nació el 8 de noviembre de 1847 en Clontarf), hoy un barrio de Dublín, (Irlanda), en cuya


universidad estudió, Hijo de un funcionario de la administración local.

Postrado en la cama a consecuencia de una enfermedad hasta los ocho años, las historias
de terror que le contó su madre durante su larga convalecencia habrían de ser
determinantes cuando, con el correr del tiempo, se dispusiera a coger la pluma.
Cursó estudios de Matemáticas en el Trinity College y fue empleado en la administración
local como su padre.

La representación en 1871 de una obra de los alsacianos Emile Erckmann y Alexandre


Chatrian -autores de "Hugo el lobo y otros relatos de terror"- motivará la primera
colaboración en prensa de Stoker.

Fue crítico teatral durante diez años, hasta que sale de Irlanda en el año 1876 como
secretario y representante del actor inglés sir Henry Irving, junto al que dirigió el Lyceum
Theatre de Londres. Fueron socios hasta la muerte del actor en 1905.

Stoker fue autor de numerosos libros, entre los que destacan Recuerdos personales de
Henry Irving (1906) y Drácula (1897), inventor del vampiro de Transilvania que ha
inspirado muchas películas. La leyenda del vampiro ya existía en varias subculturas, sin
embargo, nunca fue tan bien relatada como en el caso del Drácula de Stoker. La historia es
desarrollada a partir de las cartas que se envían los personajes entre sí. La fama de
Drácula ignora sus otras diez novelas, entra las que se encuentran títulos tan logrados
como "La dama del sudario" (1909)

Bram Stoker falleció Bram Stoker muere pobre y olvidado en Londres el 20 de abril de
1912.

Obras

Novelas

The Primrose Path (1875)

The Snake's Pass (1890)

The Watter's Mou' (1895)

The Shoulder of Shasta (1895)

Dracula (1897)

Miss Betty (1898)

The Mystery of the Sea (1902)

The Jewel of Seven Stars (1903)

The Man (aka: The Gates of Life) (1905)

Lady Athlyne (1908)


The Lady of the Shroud (1909)

Lair of the White Worm (1911)

Historias cortas

Under the Sunset (1881)

Snowbound: The Record of a Theatrical Touring Party (1908)

Dracula's Guest and Other Weird Stories (1914)

Johann Wolfgang von Goethe

(1749/08/28 - 1832/03/22)

Johann Caspar Goethe, su padre, un abogado y un hombre ilustrado, se retiró de la vida


pública y educó a sus hijos él mismo. Su madre, Catharina Elizabeth Textor, fue hija de un
antiguo alcalde de Francfort, lo cual le relacionaba con la burguesía patricia de su ciudad.
Todos los hijos del matrimonio, a excepción de Goethe y su hermana, Cornelia Friederike
Christiana, que nació en 1750, murieron en edades tempranas.

Goethe fue casi de todo: empresario teatral, crítico, periodista, político, diplomático,
pintor, pedagogo, filósofo, historiador, libretista de ópera, hizo algo más que pinitos en las
ciencias y finalmente fue novelista, memorialista, dramaturgo y poeta.

Dotado de una fabulosa inteligencia y de un ejemplar equilibrio espiritual -conseguido


mediante una rigurosa disciplina-, se convirtió en vida en el paradigma de un cierto ideal
europeo basado en la cultura y en la curiosidad universal.

Cursó estudios de Derecho en la Universidad de Leipzig; donde se interesa por la literatura


y la pintura. Entre sus obras iniciales se encuentran una comedia en verso de un acto, El
capricho del enamorado (1767), y una tragedia en verso, Los cómplices (1768). Estudió
ocultismo, astrología y alquimia. Katharina von Klettenberg, una amiga de su madre, le
introdujo en el misticismo religioso.

En Estrasburgo, conoce a Friederike Brion, quien le inspiró la mayoría de sus personajes


femeninos. Más adelante inició amistad con el filósofo y crítico Johann Gottfried von
Herder. Tras graduarse en Derecho y regresar a Francfurt, escribió la tragedia Götz von
Berlichingen (1773). Junto al manifiesto Sobre el estilo y el arte alemán (1773), al que
contribuyeron Goethe, Herder (con dos ensayos en los que elogiaba a Ossián y a
Shakespeare) y otros, aquel drama inauguró el importante movimiento literario alemán
conocido como Sturm und Drang (tormenta e impulso), precursor del romanticismo
alemán.

En su obra se podían reflejar las pasiones más desatadas pero él vivió toda su vida como
un gran burgués sin permitir que sus deseos le llevaran al abismo adonde iban a parar
algunos de sus personajes más célebres. Se cuenta que a mediados de 1772 Goethe
conoció a una tal Charlotte Buff, esposa de un funcionario de apellido Kestner. Se
enamoró de ella y sufrió por la imposibilidad de ese amor. El poeta tardó dos años en en
superar su fracaso, y acaso su relación con Maximiliana Brentano actuó como paliativo
contra la pena de aquella relación imposible.

En 1774, y en pocos meses, Goethe escribió Las penas del joven Werther. La trágica
historia se convirtió en la obra emblemática del Romanticismo. Aunque fue censurado por
los sectores religiosos por justificar el suicidio, la novela tuvo una acogida sin precedentes;
incluso Napoleón confesó haberla leído más de ocho veces. Entre 1772 y 1775 escribe los
dramas Clavijo (1774) y Stella (1775) y muchos ensayos cortos sobre temas literarios y
teológicos. Mientras intentaba abrir sin éxito un bufete de abogados en Fráncfort, en la
primavera de 1775, se comprometió con Lili Schönemann, hija de un banquero de la
ciudad, pero diferencias sociales y de estilo de vida terminaron por romper el
compromiso.

En 1775 Carlos Augusto, heredero del ducado de Sajonia-Weimar, invitó a Goethe a vivir y
trabajar en Weimar, su capital, que entonces era uno de los centros intelectuales y
literarios de Alemania. Desde 1775 y hasta su fallecimiento, fijó aquí su residencia. La
experiencia en la administración pública, que incluyó destinos en cargos importantes del
gobierno de Weimar así como un periodo de consejero privado, le dio un amplio
conocimiento de los asuntos prácticos. En 1782 fue añadida la partícula von a su apellido
por el mismo Duque Carlos Augusto pese a las protestas de la nobleza.

Estudió mineralogía, geología y osteología. Escribió poco durante los primeros diez años
de su estancia en Weimar, si se exceptúan algunos magníficos poemas inspirados por
Charlotte von Stein, entre los que se encuentran la lírica "Canción nocturna del
caminante" y la balada "El rey de los elfos". Comenzó la composición de algunas de sus
obras más famosas, como el drama en prosa Ifigenia en Tauris (1787) y los dramas de
carácter Egmont y Fausto, que luego sometería a cambios como resultado del siguiente
acontecimiento importante de su vida: su estancia en Italia desde 1786 hasta 1788.

Tras visitar varias ciudades en el norte, se estableció en Roma, donde permaneció hasta
1788. Estudió el arte, la arquitectura y la literatura de Grecia y Roma. Desde entonces su
obra desarrolla temas universales e intemporales, incluyen una versión en versos
yámbicos, de Ifigenia en Tauris, los dramas Egmont (1788) y Torquato Tasso (1790); y un
trabajo sobre Fausto, parte del cual apareció como Fragmento (1790). Estas obras llevaron
a la literatura alemana la disciplina de ideas y formas que inició el así llamado periodo
clásico.

Regresó a Weimar en 1788 encontrando oposición a sus nuevos principios literarios y se


ganó la enemistad de algunos círculos de la Corte por vivir con una joven, Christiane
Vulpius, que en 1789 le dio un hijo.

Goethe mismo esperó ser renombrado como un Científico. La Biología ha reconocido su


larga deuda hacia él, especialmente por el concepto de morfología, el cual es fundamental
a la teoría de la evolución. Él pensó que su trabajo mas importante era Zur Farbenlehre,
1810, La Teoría de los Colores de Goethe, en el cual intentó desacreditar la ciencia
Newtoniana. Dirigió el Teatro Ducal, de 1791 a 1813.

Conoce a Friedrich von Schiller, dramaturgo alemán. La relación, que duró desde 1794
hasta la muerte de Schiller en 1805, fue transcendental para Goethe. Las principales
producciones fueron contribuciones al periódico de Schiller, Las horas, que incluyeron
Elegías romanas (1795), una serie de tiernos poemas amorosos inspirados en su relación
con Christiane Vulpius; la novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796) y el
idilio épico en verso Hermann y Dorothea (1798). Schiller animó también a Goethe para
que volviera a trabajar en Fausto, cuya primera parte fue publicada en 1808. El periodo
desde 1805 hasta su muerte en Weimar, fue muy productivo.

En 1806 contrajo matrimonio con Christiane Vulpius. De sus escritos entre 1805 y 1832
destacan las novelas Las afinidades electivas (1809) y Los años de formación de Wilhelm
Meister (1821, revisado en 1829); un relato de su viaje por Italia, Viajes italianos (1816);
Poesía y verdad, su autobiografía (1811-1833), una colección de poemas, Diván de Oriente
y Occidente (1819), que intentan el maridaje del Este y el Oeste, y la segunda parte de su
poema dramático Fausto (publicado póstumamente en 1832).

Se ha dicho de él que fue el último hombre del Renacimiento porque la amplitud de sus
conocimientos y la variedad de sus intereses lo emparentaron con figuras como Leonardo
da Vinci o Miguel Ángel, por citar a dos genios absolutos y polifacéticos. El legado
manuscrito del escritor y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe forma parte
desde 2002 del Patrimonio de la Memoria del Mundo de la UNESCO.

El legado de Goethe incluye, entre otros manuscritos, una versión pasada a limpio de la
segunda parte de "Fausto" y del "Diván de Oriente y Occidente".
Ingresó a la masonería el 11 de febrero de 1783, aunque para el escritor masónico
Lorenzo Frau Abrines (en el Diccionario Enciclopédico de la Masonería, I, p.508), fue
iniciado el 23 de junio de 1780, a los 31 años de edad en la logia "Amalia" que abatió
columnas dos años después. El 2 de marzo de 1782 Goethe fue elegido maestro al mismo
tiempo que el duque Carlos Augusto y un tal Loder. Siguiendo a Frau, se sabe que el 23 de
marzo de 1830 la logia "Amalia" celebró el aniversario masónico número 50 de Goethe
con cuyo motivo este compuso los versos titulados Para la Fiesta de San Juan de 1830.

Fallecido Goethe el 22 de marzo de 1832 de un infarto agudo de miocardio, en Weimar,


Alemania, la logia ofició la ceremonia de duelo el 9 de noviembre del mismo año.

Obras

El capricho del enamorado (1767)

Los cómplices (1768)

Götz von Berlichingen (1773)

Las desventuras del joven Werther (Die Leiden des jungen Werther, 1774)

Clavijo (1774)

Stella (1775)

Ifigenia en Táuride (1787)

Egmont (1788)

La selva negra (1789)

Torquato Tasso (1790)

Elegías romanas (Römische Elegien, 1795)

Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (Wilhelm Meisters Lehrjahre, 1796)

La novia de Corinto (1797)

Hermann y Dorothea (1798)

Fausto, Primera Parte, (1807)

Las afinidades electivas (Die Wahlverwandtschaften, 1809)


Poesía y verdad, Parte I (Aus meinem Leben: Dichtung und Wahrheit), autobiografía
(1811)

Viaje a Italia (Italienische Reise, 1816)

Diván de Oriente y Occidente (Westöstlicher Diwan, 1819)

Los años de peregrinaje de Wilhelm Meister (Wilhelm Meisters Wanderjahre, oder Die
Entsagenden, 1821)

Elegía de Marienbad (Marienbader Elegie, 1823)

Fausto, Segunda Parte, póstuma (1832)

Poesía y verdad, Parte II (Aus meinem Leben: Dichtung und Wahrheit)

Johann Wolfgang von Goethe

A la luna

¡Oh tú, la hermana de la luz primera,

símbolo del amor en la tristeza!

Ciñe tu rostro encantador la bruma,

orlada de argentados resplandores; Tu sigiloso paso de los antros

durante el día cerrados cual sepulcros,

a los tristes fantasmas despabila,

y a mí también y a las nocturnas aves.

Tu mirada domina escrutadora

y señorea el dilatado espacio.

¡Oh, elévame hasta ti, ponme a tu vera!

No niegues a mi ensueño esta ventura;

y en plácido reposo el caballero

pueda ver a hurtadillas de su amada,


las noches tras los vidrios enrejados.

Del contemplar la dicha incomparable,

de la distancia los tormentos calma,

yo tus rayos de luz concentro, ¡oh luna!,

y mi mirada aguzo, escrutadora;

poco a poco voy viendo los contornos

del bello cuerpo libre de tapujos,

y hacia él me inclino, tierno y anhelante,

cual tú hacia el de Endimión en otro tiempo.

Lord Byron

(1788/01/22 - 1824/04/19)

Nació el 22 de enero de 1788 en Londres, Descendiente de una rama de los Buron, una
antigua familia normanda.

Hijo del capitán John Byron, llamado Mad Jack (el Loco Jack), y de Catherine Gordon of
Gicht. Pasó la infancia en Aberdeen, en la desembocadura de los ríos Don y Dee, en la
costa escocesa del mar del Norte.

Cursó estudios en el colegio de Harrow y en la Universidad de Cambridge. En 1798,


cuando falleció el quinto barón Byron, que era su tío abuelo William, heredó el título y las
propiedades. En 1822, adoptó el nombre de Noel para recibir una herencia de su suegra.

La publicación de su libro de poemas Horas de ocio aparece en 1807; una crítica adversa
aparecida en el Edimburgh Review provocó su réplica en verso titulada Bardos ingleses y
críticos escoceses (1809). En 1809 ocupó un escaño en la Cámara de los Lores y pasó dos
años en España, Portugal y Grecia. A su regreso del tradicional grand tour o viaje de
estudios de los jóvenes nobles, Byron pierde a su madre, pronuncia su primer discurso en
la Cámara de los Lores y publica los primeros cantos de su Peregrinación de Childe Harold.
En su mansión de Newstead se organizan orgías y se bebe en calaveras vacías. Byron
reconoce su propia belleza, se esmera en su delgadez, bebe vinagre para mantenerse
pálido y asegura alimentarse sólo de bizcochos y agua de soda.
En 1812 le llegó la fama tras la publicación de los dos primeros cantos de Childe Harold,
poema que narra sus viajes por Europa. En los dos años siguientes aparecieron sus
poemas narrativos, El infiel (1813), La novia de Abydos (1813), El corsario (1814) y Lara
(1814). En 1815, se editan sus Melodías hebreas. En ese mismo año contrajo matrimonio
con Anna Isabella Milbanke, que tras dar a luz a la única hija legítima del poeta, le
abandonó. Un año después, acordó la separación legal de su esposa. Los rumores sobre
sus relaciones incestuosas con su hermanastra Augusta y las dudas sobre su cordura
provocaron su ostracismo social. Byron dejó en 1816 en Inglaterra y no regresó jamás.

Se trasladó a Génova, donde residió con los Shelley y Claire Clairmont. Allí escribió el
tercer canto de Childe Harold y el poema narrativo El prisionero de Chillon (1816). Entre
los años 1816 y 1819 vivió en Venecia, donde escribe el drama en verso Manfred (1817),
que originó su correspondencia con Goethe, los dos primeros cantos de Don Juan (1818-
1819) y el cuarto y último canto de Childe Harold (1818). Además del poema satírico
Beppo (1818).

Pasó dos años recorriendo Italia hasta 1821 que se instala en Pisa. En esta ciudad escribió
los dramas en verso Caín y Sardanápalo y los poemas narrativos Mazeppa y La isla. Fundó
en 1822 la revista The Liberal con los poetas Percy Bysshe Shelley y Leigh Hunt, pero la
muerte de Shelley ese mismo año y una pelea con Hunt puso fin a esta empresa cuando
sólo habían publicado tres ejemplares.

Discutió literariamente con el poeta Robert Southey, que había atacado su Don Juan en el
prefacio de su libro Una visión del juicio final. En su respuesta mostró su habilidad como
satírico componiendo un devastador ataque, en el estilo de Una visión del juicio final, al
elogio que Southey escribió a la muerte de Jorge III.

Cuando le llegaron noticias de la rebelión de los griegos contra los turcos, se integró a los
insurgentes en julio de 1823 en Missolonghi. No sólo reclutó un regimiento para la causa
de la independencia griega sino que contribuyó con grandes sumas de dinero. Fue
nombrado por los griegos Comandante en jefe de sus fuerzas en enero de 1824.

Lord Byron falleció el 19 de abril de 1824 en Missolonghi de fiebre reumática (según unos)
o de meningitis (según otros). Ni siquiera llegó a presenciar un combate. Su cadáver fue
recibido con grandes manifestaciones de duelo, a su llegada a Londres.
Obras

Horas ociosas (1807)

Bardos ingleses, críticos escoceses (1809)

Las peregrinaciones de Childe Harold (1812-18)

La novia de Abidos (1813)

El Giaour (1813)

El corsario (1814)

Lara (1814)

Melodías hebreas (1815)

El sitio de Corintio (poema) (1816)

Parisina (1816)

El prisionero de Chillon (1816)

El sueño (1816)

Prometeo (1816)

Oscuridad (1816)

Manfredo (1817)

Las lamentaciones por el Tasso (1817)

Beppo (1817)

Mazeppa (1818)

La profecía de Dante (1819)

Marino Faliero (1820)

Sardanápalo (1821)

Los dos Foscari (1821)

Caín (1821)
La visión del juicio (1821)

Cielo y tierra (1821)

Werner (1822)

El deformado transformado (1821)

La Edad de Bronce (1823)

La isla (1823)

A mis treinta y seis años (1824)

Don Juan (1819–1824)

CARACTERISTICAS

El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el


Clasicismo, y favorecía, ante todo:

- La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la


razón dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la
fantasía y el sentimiento.
- La primacía del Genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo.

- Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia


nacionalista.

- El liberalismo frente al despotismo ilustrado.

- La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. Cada


hombre debe mostrar lo que le hace único.

- La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas.

- La nostalgia de paraísos perdidos (de la infancia o de una nación).5


- La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y
cerrada.

Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e


individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist,
frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo xviii; en ese sentido los
héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata,
Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural
que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y
lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o
revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante.
Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces
(Ilustración), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y
ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la
superstición.

Un aspecto del influjo del nuevo espíritu romántico y su cultivo de lo diferencial es el auge
que tomaron el estudio de la literatura popular (romances o baladas anónimas, cuentos
tradicionales, coplas, refranes) y de las literaturas en lenguas regionales durante este
periodo: la gaélica, la escocesa, la provenzal, la bretona, la catalana, la gallega, la vasca...
Este auge de lo nacional y del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo
xvii, de espíritu clásico y universalista, difundida por toda Europa mediante Napoleón.

El Romanticismo también renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo del


Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas
combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas bárbaras y
exóticas o en la Edad Media, en vez de en Grecia o Roma, su inspiración.

Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y sentimental.


«La belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del individuo, de las
pasiones y de los instintos que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del
sentimiento sobre la razón. En consonancia con lo anterior, y frente a los neoclásicos, se
produjo una mayor valoración de todo lo relacionado con la Edad Media, frente a otras
épocas históricas.

El estilo vital de los autores románticos despreciaba el materialismo burgués y


preconizaba el amor libre y el liberalismo en política, aunque hubo también un
Romanticismo reaccionario, representado por Chateaubriand, que preconizaba la vuelta a
los valores cristianos de la Edad Media. En Alemania, la deriva reaccionaria, que incluía
una invitación a regresar a la Edad Media, también se dejó sentir en la obra de algunos de
sus máximos inspiradores teóricos, como los hermanos August Wilhelm y Friedrich
Schlegel, aunque su paroxismo se encontraría en el opúsculo La cristiandad o Europa
(1799) de Novalis, tal como prontamente advirtió el poeta post-romántico Heinrich Heine

en La escuela romántica (1836). El idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo


el Romanticismo encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad miserable
y materialista, lo que causaba con frecuencia que el romántico acabara con su propia vida
mediante el suicidio. La mayoría de los románticos murieron jóvenes. Los románticos
amaban la naturaleza frente a la civilización como símbolo de todo lo verdadero y
genuino.

LUGARES DE REUNION

Los lugares donde se reunían los románticos eran muy diversos. Fuera de las redacciones
de las revistas románticas, existían determinadas tertulias, como por ejemplo El Parnasillo
en Madrid, o, en París, El Arsenal, del cual, si hemos de creer a Alphonse de Lamartine,
«era la gloria Víctor Hugo y el encanto Charles Nodier» (Las Noches, de Alfred de Musset,
precedida del estudio de dicho poeta por A. Lamartine. Madrid: Biblioteca Universal,
1898). En este cenáculo reuníanse entre otros Alfred de Musset, Alfred de Vigny, Louis
Boulanger, Louis Deschamps, Emile y Antoine Sainte-Beuve, etc.

También los rusos tuvieron su cenáculo: la Sociedad del Arzamas.6

PARNASILLO:

Un café muy popular para las tertulias románticas en 1830

1830- 1831 - En el actual Madrid fernandino, uno de los cafés más populares es el situado
en la planta baja de la casa contigua al teatro del Príncipe, razón por la cual el
establecimiento utiliza el mismo nombre. Es un local pequeño y acogedor. Su mobiliario lo
forman unas doce mesas de madera de pino pintadas de color chocolate, y las sillas
correspondientes. Su iluminación, escasa, la proporcionan una lámpara de candilones, en
el techo, y media docena de quinqués, en las paredes. Este café ha atraído, no obstante a
la juventud literaria de estos momentos, a quienes empiezan a disfrutar ya de una cierta
fama, y a quienes aspiran a ella. Y esta presencia, extensa y dominadora, bulliciosa y
brillante, hace que el local sea ya conocido como El Parnasillo. Y en él se encuentran
cuantos significan algo en las letras y las artes de estos años, en los que llega y triunfa el
Romanticismo.
EXPRESIONES ARTÍSTICAS

Literatura del romanticismo

En la prosa, incluso el género didáctico pareció renovarse con la aparición del cuadro o
artículo de costumbres. La prevalencia del individuo hace que empiecen a ponerse de
moda las autobiografías, como las Memorias de ultratumba de François René de
Chateaubriand. También surgió el género de la novela histórica y la novela gótica o de
terror, así como la leyenda, y se prestó atención a géneros medievales como la balada y el
romance. Empiezan a escribirse novelas de aventuras y folletines o novelas por entregas.

El teatro fue el gran vehículo de comunicación de la expresión romántica, era el género


más popular y a través de él se canalizaron sus anhelos de libertad y de sentimiento
nacional.

La poesía trató de liberarse de las preceptivas neoclásicas, y prefirió cantar los aspectos
marginados de las convenciones sociales.

De forma diferente a la Ilustración dieciochesca, que había destacado en los géneros


didácticos, el Romanticismo sobresalió sobre todo en los géneros lírico y dramático; en
este se crearon géneros nuevos como el melólogo o el drama romántico que mezcla prosa
y verso y no respeta las unidades aristotélicas.

Romanticismo musical

Comenzó en Alemania, partiendo de Beethoven y siendo seguido por Carl Maria von
Weber en 1786 y Félix Mendelssohn. Es un estilo musical imaginativo y novelesco. Este
movimiento afectó a todas las artes y se desarrolló sobre todo en Francia y Alemania.

La estética del Romanticismo se basa en el sentimiento y la emoción. En el Romanticismo


se cree que la música "pinta" los sentimientos de una manera sobrehumana, que revela al
hombre un reino desconocido que nada tiene que ver con el mundo de los sentimientos
que le rodea.

El estilo romántico es el que desarrolla la música programática y el cromatismo de una


forma predominante. Se da a lo largo de todo el siglo xix, aunque al principio del siglo xx
se ingresa en el impresionismo.
Pintura romántica

El término romántico, fue adaptado a las artes plásticas a principios del siglo XIX.
Podríamos diferenciar tres etapas del Romanticismo en la pintura:

Prerromanticismo: 1770-1820

Este período, aunque arranca con el Rococó, se desarrolla en paralelo con el


Neoclasicismo; es por ello que, las primeras pinturas románticas muestren características
de estos dos movimientos, aunque los temas a tratar sean de carácter romántico: la
finalidad de estas pinturas es la representación de los sentimientos sobre la razón
exaltando lo misterioso, representando así fantasmas o cementerios. Los pintores más
conocidos de esta época son:

Inglaterra: es uno de los países precursores del movimiento y, en cuanto a la pintura


romántica inglesa, cabe destacar a Thomas Girtin y su contribución en la acuarela.

Alemania: es otro de los países precursores del romanticismo y uno de los principales
embajadores de la pintura romántica alemana es Caspar David Friedrich y su famosa
pintura El caminante sobre el mar de nubes

Francia: en cuanto a los pintores románticos franceses, podemos mencionar a Antoine-


Jean Gros, padre del romanticismo francés.

España: por último, dentro de los pintores españoles de la época, podemos hablar de
Francisco de Goya, uno de los pintores más potentes y visionarios capaz de fabricar lienzos
en diferentes técnicas.

Apogeo de la expresión romántica en pintura: 1820-1850

La libertad guiando al pueblo, de Delacroix, 1830, Museo del Louvre. Obra en la que el
pintor canta a la Revolución de 1830.

Es el momento de mayor plenitud de la pintura romántica, la cual, junto con el inicio del
nuevo siglo, tuvo nuevos cambios donde comenzaron a imponerse temas relacionados
con la historia moderna y una nueva concepción del paisaje. En cuanto a los pintores de la
época encontramos a:
Francia: este país se convierte en el precursor del movimiento, dejando de lado a
Inglaterra y Alemania, que, entre sus pintores, es necesario mencionar a Eugène Delacroix
y su majestuosa obra La Libertad guiando al pueblo.

Inglaterra: los pintores ingleses de esta época, donde encontramos a J. M. W. Turner o


John Constable, se caracteriza por su paisajismo.

Alemania: en Alemania se mezclaron el romanticismo y el realismo dando a conocer así a


pintores como Carl Spitzweg.

España: como en las primeros años del romanticismo, el pintor español de esta segunda
etapa por excelencia es Goya.

Otros países como Estados Unidos, Polonia y Rusia también tuvieron grandes artistas en
esta etapa romántica como Thomas Cole, Aleksander Orłowski y Alexander Andreyevich
Ivanov.

Posromanticismo: 1850-1870

El Romanticismo empezó a decaer y, poco a poco, el manierismo fue introduciéndose no


solo en las artes plásticas, sino en todas las expresiones artísticas. En esta época, cabe
destacar a pintores como el español Eugenio Lucas Velázquez o el suizo Antoine Wiertz.

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