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EDUCACIÓN Y PROYECTO DE VIDA

Parte I: El quehacer educativo.

Capítulo I: La verdad sobre el hombre, imagen directriz de la educación.

 La tarea de educar, como empeññ o de ayudar al hombre a lograr su pleñitud, ha de


partir de uña adecuada coñcepcioó ñ del hombre como persoña eñ comuñidad de
persoñas.
 El hombre ño soó lo es el uó ñico ser de la tierra capaz de proyectos, siño que eó l mismo es
proyecto // Coñcebimos la educacioó ñ como la tarea persoñal y comuñitaria de llevar a
cabo ese proyecto de vida, es decir, capacitarse para autocoñducir y perfeccioñar la
vida coñforme coñ las exigeñcias profuñdas del propio ser y de las llamadas realistas
de la hora que le toca vivir.
 Proyecto de vida ño soñ pues, las ocurreñcias añtojadizas coñ que lleñamos el tiempo
de la vida, siño la orieñtacioó ñ orgañizada de los esfuerzos para dar vida a la vida.
 La educacioó ñ exige fidelidad al hombre coñcreto y debe coñsiderarlo eñ todo momeñto
como uñ ser eñ diaó logo coñ su cambiañte realidad iñdividual y social.
 No se le puede propoñer al hombre como fiñ uó ltimo de la educacioó ñ uñ proceso de
apreñdizaje iñdefiñido por síó mismo. Eñ el diaó logo coñ su realidad cambiañte habraó que
teñer eñ cueñta la adaptacioó ñ, el equilibrio, la actualizacioó ñ, el "apreñder a apreñder".
Pero el paraó metro defiñitivo lo coñstituiraó el "apreñder a ser". // Educacioó ñ
permañeñte seraó eñtoñces capacitar al hombre para emerger como persoña eñ cada
uña de sus respuestas a la vida.

Capítulo II: Cultura y educación.

 La cultura es el patrimoñio de bieñes y valores de uñ pueblo, "depoó sito", "hereñcia",


"expresioó ñ", seguó ñ realizacioñes colectivas de aquellos bieñes y valores.
 La cultura se le preseñta al hombre como uñ dilema. Lleña de eñergíóas creadoras, eñ
crecieñte apertura a ñuevos y maravillosos horizoñtes, se ve al mismo tiempo
ameñazada por ambiguü edades y añtivalores.
 El problema maó s difíócil de resolver es la trañsmisioó ñ cohereñte de coñteñidos
culturales siñ caer eñ la preseñtacioó ñ de sigñificados y valores apareñtemeñte
admisibles, pero que eñ uó ltimo añaó lisis soñ iñcompatibles eñtre síó.
 Se impoñe uña actitud prospectiva, que implica "educar para el cambio".

Capítulo III: Los fines de la educación.

 El objetivo de toda educacioó ñ geñuiña es el de humañizar y persoñalizar al hombre, siñ


desviarlo, añtes bieñ, orieñtaó ñdolo eficazmeñte hacia su fiñ uó ltimo que trascieñde la
fiñitud eseñcial del hombre".
 La educacioó ñ va muchíósimo maó s allaó de la fuñcioó ñ iñformativa, maó s allaó de la
trañsmisioó ñ cultural y cieñtíófica.
 Lo que caracteriza a la persoña es ser uña uñidad bio-psíóquico-espiritual, uña
preseñcia coñscieñte y creadora eñ el muñdo, coñfiada a su libertad y respoñsabilidad,
eñ medio de otras persoñas coñ las que ño soó lo debe coñvivir, siño autocoñstruirse
mediañte la iñteraccioó ñ coñ ellas y respoñder asíó al llamado de uña misioó ñ
trasceñdeñte.
 La persoña eñ cuañto persoña lleva eñ su ser su quehacer fuñdameñtal: su programa
educativo.
 coñsideramos como objetivos educativos fuñdameñtales las metas de madurez de la
persoñalidad eñ tres grañdes dimeñsioñes: Iñterioridad (coñcieñcia y libertad) -
Eñcarñacioó ñ (corporeidad y comuñidad) – Vocacioó ñ (misioó ñ existeñcial y compromiso
trasceñdeñte).
 La comuñidad como tal es uñ ñuevo ser distiñto de la sumatoria de sus
compoñeñtes. // Se debe cultivar explíócitameñte uña coñcieñcia luó cida de su ideñtidad
y misioó ñ, hoñdas relacioñes persoñales eñriquecedoras por el iñtercambio de vida y
experieñcia, y debe crear uñ clima propicio para la participacioó ñ correspoñsable que
lleve a sus iñtegrañtes a uña mayor madurez.
 Urge eñtoñces educar para la participacioó ñ. // El pluralismo y el diñamismo que
caracterizañ cada vez maó s a ñuestra sociedad, haceñ que resulte iñadecuado propoñer
modelos fijos y uñiversales de participacioó ñ. De tal modo, cada comuñidad educativa ha
de buscar las formas coñcretas maó s viables y adecuadas a su situacioó ñ particular.
 Coñ los teó rmiños "comuñidad educativa" se suele aludir a la escuela como "coñjuñto de
estameñtos - alumños, padres, profesores, eñtidad promotora y persoñal ño doceñte -
relacioñados eñtre síó". // Dos ñiveles: escuela, muñicipio.
 Toda comuñidad se fuñda eñ uñ proyecto de vida eñ comuó ñ, y si el alma del proyecto de
vida es el coñjuñto de valores amado y buscado y la educacioó ñ, el camiño de estas
realizacioñes, surge evideñte el íóñtimo víóñculo que uñe la comuñidad y el hecho
educativo.
 El vivir del hombre es, eñ realidad, uñ coñvivir. La imageñ del hombre que ha de
orieñtar su educacioó ñ deberaó , eñ coñsecueñcia, iñcluir, juñto coñ uñ adecuado perfil de
la persoña iñdividual, el modelo de sociedad a que se aspira.
 La coñviveñcia debe estar fuñdada eñ el amor del hombre por el hombre. “Civilizacioó ñ
del amor”.

Capítulo IV: El encuentro educativo.

 Se subraya sobre todo el valor de la relacioó ñ misma educador-educañdo.


 Para la vida del espíóritu, que es lo especíófico del hombre, resulta eseñcial la educacioó ñ
como "eñcueñtro de iñterioridades".
 Resulta cada vez maó s evideñte que "dirigir es educar" y "educar es dirigir", procurar
que todo educañdo descubra, formule y sepa autocoñducir su persoñal proyecto de
vida.
 Los mismos aññ os de formacioó ñ profesioñal para esta misioó ñ requiereñ mucho maó s que
superar leccioñes y exaó meñes de las materias y uñas praó cticas de doceñcia. Se trata de
adquirir uñ ñuevo estilo de preseñcia añimadora de la comuñidad para que dicha
comuñidad resulte educativa. Y mieñtras otras profesioñes exigeñ uña actualizacioó ñ
perioó dica coñsisteñte sobre todo eñ la adquisicioó ñ de ñuevas teó cñicas, la tarea de
educar requiere ademaó s y priñcipalmeñte uña reelaboracioó ñ y ampliacioó ñ de la
experieñcia de vida añte los ñuevos horizoñtes que asomañ a medida que se avañza eñ
los aññ os cuañdo se tieñe uña mirada ateñta al deveñir humaño.
 De ahíó que la misioó ñ del educador eñ esta ñueva perspectiva se traduzca
priñcipalmeñte eñ el esclarecimieñto y propuesta de valores persoñalizañtes.
Parte II: Sistema educativo.

Capítulo I: Educación y sistema educativo.

 La mayor iñterveñcioó ñ del Estado eñ materia escolar ha teñido coñsecueñcias


altameñte positivas: asigñacioñes moñetarias para la apertura de escuelas,
uñiversalizacioó ñ y democratizacioó ñ de la escuela primaria, gratuidad de la eñseññ añza,
orgañizacioó ñ de los sistemas educativos.
 Coñsecueñcias ñegativas: iñterveñcioó ñ absorbeñte y excluyeñte, moñopolio de la
educacioó ñ, burocratizacioó ñ del sistema educativo, abañdoño de la respoñsabilidad de
educar por parte de la sociedad.
Capítulo II : Principios Ético-Jurídico Básicos de la Educación Sistemática.

 Necesidad de la iñterveñcioó ñ del Estado para la trañsformacioó ñ del sistema educativo.


 ¿Cuaó les soñ los derechos y deberes del hombre eñ lo refereñte a la educacioó ñ?
 El hombre tieñe uñ derecho fuñdameñtal y ñatural, iñalieñable, a la educacioó ñ
iñtegral. // Por ello resultañ importañtes la igualdad de oportuñidades educativas y la
libertad de eleccioó ñ.
 Añte todo debe recordarse que ño es misioó ñ del Estado eñseññ ar o propagar uña
doctriña religiosa, meños auó ñ impedir su propagacioó ñ o su eñseññ añza.
 El hombre posee tambieó ñ el derecho a eñseññ ar. // Negar al hombre la posibilidad de
realizacioó ñ eñ este aspecto eseñcial de su vida es hacer violeñcia a su ñaturaleza, es
ñegarle uñ derecho ñatural, fuñdameñtal e iñalieñable.
 El hombre tieñe, como tal, el deber moral de procurar su propio perfeccioñamieñto, es
decir, su propia educacioó ñ iñtegral.
 El alumño ño es, pues, uñ objeto o uñ sujeto merameñte pasivo de la accioó ñ educativa;
es uña persoña cuyos derechos debe el doceñte ño soó lo respetar siño tambieó ñ proteger
y promover, sobre todo eñ aquellos aspectos particularmeñte delicados de la educacioó ñ
que se relacioñañ coñ la formacioó ñ moral o coñ las coñviccioñes religiosas del alumño o
su familia. // Educar deñtro del sistema educativo - sea eñ establecimieñtos estatales o
privados - impoñe ademaó s la obligacioó ñ de cumplir coñ las exigeñcias propias de dicho
sistema eñ lo que respecta a capacitacioó ñ y perfeccioñamieñto profesioñales,
dedicacioó ñ a las tareas especíóficas y demaó s respoñsabilidades de la fuñcioó ñ doceñte.
 "Los padres teñdraó ñ derecho prefereñte a escoger el tipo de educacioó ñ que habraó de
darse a sus hijos". // Tieñeñ tambieó ñ derecho a ser iñformados, coñsultados y
escuchados acerca del comportamieñto escolar de sus hijos y de los problemas que les
ataññ eñ.
 Pero los padres tieñeñ, ño soó lo derechos coñ relacioó ñ a la escuela, siño tambieó ñ
deberes; el primero de los cuales es ño deseñteñderse de ella.
 Necesidad de que los padres asumañ y vivañ pleñameñte sus respoñsabilidades
educativas, que veañ eñ la escuela uña colaboradora y ño uña sustituta de su misioó ñ.
 El Estado puede siñ duda exigir a todos los habitañtes uñ ñivel míóñimo de iñstruccioó ñ,
porque tal ñivel iñteresa al bieñ comuó ñ. Puede asimismo exigir uña formacioó ñ
especíófica y calificada a quieñes aspirañ a ejercer ciertas profesioñes estrechameñte
viñculadas coñ el bieñ comuó ñ. // Hay, eñ efecto, aspectos de la educacioó ñ que por estar
directameñte relacioñados coñ la uñidad moral y la ideñtidad cultural de la ñacioó ñ, o
coñ la preservacioó ñ y fortalecimieñto de sus iñstitucioñes fuñdameñtales, justificañ la
ateñcioó ñ prefereñte del Estado.
 El primer deber del Estado eñ materia educativa - como eñ cualquier otra - es respetar
los derechos fuñdameñtales de las persoñas. // Priñcipio de subsidiariedad. // el
Estado tieñe el deber de respetar las iñiciativas de ordeñ privado, que expresañ el
ñatural y legíótimo diñamismo social. Y tieñe simultaó ñeameñte el deber de obrar por síó
mismo, prestañdo los servicios educativos que hagañ falta para satisfacer ñecesidades
sociales ño ateñdidas.
 El problema radica eñ eñcoñtrar uñ justo equilibrio eñtre la uñidad del sistema escolar
y el pluralismo cultural propio de toda sociedad moderña y democraó tica.

Capítulo III : Opciones y Prioridades.

 Reforma del sistema educativo: (1) aspectos cuañtitativos: exteñder los beñeficios del
sistema educativo a todos los sectores; (2) aspectos cualitativos: maó s formacioó ñ moral
y religiosa, mayores maó rgeñes para la creatividad de alumños y doceñtes,
diversificacioó ñ de los estudios, maó s y mejor capacitacioó ñ; (3) aspectos iñstitucioñales:
mayor autoñomíóa pedagoó gica a los establecimieñtos, mejor coordiñacioó ñ escuela-
familia-sociedad, participacioó ñ de la sociedad, mayor gravitacioó ñ de los eñtes políóticos
meñores.

Parte III. Misión Educativo-Pastoral de la Iglesia.

Capítulo I : Educación y Evangelización.

 Por lo tañto la educacioó ñ, actividad humaña del ordeñ de la cultura, es eñcarada por la
Iglesia como educacioó ñ evañgelizadora. // Tieñe las siguieñtes caracteríósticas:
humañizar y persoñalizar, iñtegrarse al proceso social latiñoamericaño, ejercer uña
fuñcioó ñ críótica, coñvertir al educañdo eñ sujeto del propio desarrollo y del de la
comuñidad.
 La evañgelizacioó ñ busca aó mbitos de libertad que, lejos de violeñtar las coñcieñcias,
faciliteñ la buó squeda siñcera de la verdad.
 Puesto que para educar ño ha de perderse de vista la situacioó ñ coñcreta e histoó rica del
hombre, la Iglesia educadora debe teñder a la síóñtesis eñtre fe y cultura. // No es tañto
eñ los objetos trañsmisores de cultura cuañto eñ los corazoñes de los hombres doñde
se realiza la síóñtesis de fe y cultura, de fe y vida.
 Mieñtras que el desarrollo armoó ñico de la persoñalidad defiñe la madurez humaña, la
catequesis apuñta a la madurez maó s profuñda de la fe, la esperañza y la caridad
alimeñtadas por el añuñcio del evañgelio, la vida sacrameñtal y el compromiso
apostoó lico.
Capítulo II : La Iglesia en Misión Pastoral Educativa: "Construir la Verdad en el Amor"

 La pastoral educativa busca hacer crecer la cultura eñ las persoñas desde la perspectiva
del Evañgelio, propiciañdo los valores cohereñtes coñ la vocacioó ñ temporal y
trasceñdeñte del hombre y deseñmascarañdo los añtivalores que se le opoñeñ.
 La coordiñacioó ñ que fomeñtañ los Obispos es coñsecueñcia del servicio pastoral que les
ha sido eñcomeñdado y que se iñspira eñ el amor de Cristo y ño eñ coñsideracioñes de
mera eficieñcia humaña.
 Cada eñtidad educativa catoó lica, eñ particular la escuela, ha de vivir iñteñsameñte el
espíóritu de comuñioó ñ y participacioó ñ para coñstituirse asíó eñ verdaderas comuñidades
educativas. Uña comuñidad se coñstruye coñ el empeññ o iñcesañtemeñte reñovado de
sus miembros, pues la iñercia borra su lumiñosidad testimoñial.
 La escuela catoó lica procuraraó mañteñerse abierta a toda la realidad educativa.
 La escuela, iñcluyeñdo los iñstitutos terciarios, y otras experieñcias de educacioó ñ ño
formal que cada vez se haceñ maó s importañtes, ñecesitañ caracterizarse por uña
colaboracioó ñ ordeñada eñ doñde la familia eñcueñtre el aó mbito que le correspoñde.
 El verdadero educador es aquíó el Espíóritu Sañto. Toca al educador cristiaño promover y
poteñciar el coñtacto directo coñ ese Grañ Educador de ñuestras almas.
 La educacioó ñ iñtegral del hombre busca eñ defiñitiva esa madurez que coñsiste eñ
"vivir eñ la verdad y eñ el amor".
Capítulo III : Opciones y Prioridades.

 La opcioó ñ prefereñcial por los pobres, ño exclusiva ñi excluyeñte, se ha de expresar eñ


gestos testimoñiales coñcretos.
 Para que los laicos catoó licos empeññ ados eñ la misioó ñ educadora recibida eñ la Iglesia se
sieñtañ compreñdidos, aleñtados y fortalecidos eñ ella, es ñecesario que recibañ
sosteñido apoyo de las iñstitucioñes eclesiales y de todos sus miembros.
 La educacioó ñ catoó lica ha de ilumiñar a los laicos eñ sus respoñsabilidades especíóficas.
Eñ efecto, toca a ellos la trañsformacioó ñ de las estructuras sociales para que impereñ el
amor y la justicia eñtre todos los hombres seguó ñ el desigñio de Dios.

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