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Tema V

Contestación de la demanda

Concepto de la Contestación: Así como la demanda es el acto procesal de la parte actora, introductorio de la causa,
La contestación de la demanda es el acto procesal del demandado, mediante el cual éste ejercita el derecho de defensa
y da su respuesta a la pretensión contenida en la demanda.
En esta definición se destaca:
a) La contestación es un acto procesal, el cual, como todo acto procesal, vale para el proceso, en el sentido de
que tiene trascendencia jurídica en éste por la modificación que produce. Y es un acto del demandado y no
un acto común de ambas partes, porque la carga de realizarlo, pesa sobre el demandado solamente y su
realización es la liberación de esta carga.

b) Mediante la contestación el demandado ejercita su derecho de defensa. En nuestro sistema jurídico, el derecho
de defensa es un derecho cívico, de orden constitucional, inviolable en todo estado y grado del proceso, y se
concreta en el ordenamiento procesal, en la posibilidad que concede al demandado de comparecer al juicio a
ejercitar ese derecho dando respuesta a la demanda.

Se percibe un paralelismo entre el derecho de acción, como derecho subjetivo procesal del actor y el derecho
de defensa en juicio, que corresponde al demandado. Ambos tienen su base constitucional en el derecho a la
jurisdicción; el anotado paralelismo entre el derecho de acción y el derecho de defensa, se explica por la
bilateralidad de la acción, que da origen a la estructura dialéctica del proceso judicial, en el cual encontramos
ordinariamente partes contrapuestas.

La diferencia que existe entre acción y excepción –enseña Couture- entre ataque y defensa, es que en tanto el
actor tiene la iniciativa del litigio, el demandado no la tiene y debe soportar, a su pesar, las consecuencias de
la iniciativa del demandante.

Nosotros sostenemos la posición según la cual, la acción es el derecho subjetivo procesal del actor y la
pretensión un acto o declaración de voluntad del mismo actor, dirigida la primera al juez para hacer valer el
interés colectivo en la composición de la litis, y la segunda al demandado exigiéndole la satisfacción del interés
privado o derecho subjetivo del actor, que es el núcleo de la pretensión. En ambos casos, el demandado se
encuentra sometido o sujeto a los efectos de aquellas, y la necesidad de defensa que pesa sobre él

c) Si bien con la contestación de la demanda el demandado ejerce su derecho de defensa en juicio, este derecho
no se agota con la contestación, sino que se manifiesta y ejercita también durante el curso del juicio; de tal
modo que una de las más relevantes expresiones de la defensa en juicio es la de poder probar los hechos en
que se fundamenta la defensa.

Por ello ha sentado la Corte Suprema de Justicia, en jurisprudencia reciente, que ratifica la doctrina tradicional
de la Corte, que la norma de artículo 15 del CPC, es consagratoria de la salvaguarda del denominado “equilibrio
procesal”, el cual a su vez, constituye el soporte fundamental del principio universal conocido como el derecho
de defensa, que en nuestro país tiene su base en la norma constitucional; y que dicho equilibrio procesal queda
roto, según lo admite la doctrina y la jurisprudencia patria en los siguientes casos:

a) Cuando se establecen preferencias o desigualdades.


b) Cuando se acuerdan facultades, medios o recursos no establecidos por la ley, o se niegan los permitidos
por ella.
c) Si el juez no prevé sobre las peticiones en tiempo hábil con perjuicio de una parte.
d) Cuando se niega o silencia una prueba o se resiste a verificar su evacuación.
e) Cuando el juez menoscaba o excede sus poderes en perjuicio de uno de los litigantes.
De allí que podamos concluir que el derecho de defensa no se agota para el demandante con la proposición
de la demanda en la cual se hace valer la acción y la pretensión, ni para el demandando, con la contestación
de la demanda, sino que –como observa Márquez Añez- garantiza a las partes el ejercicio de sus legítimas
facultades procesales para cumplir las cargas.

d) En la contestación el demandado da su respuesta a la pretensión contenida en la demanda, frente a la


pretensión que hace valer el demandante, el demandado puede asumir dos actitudes principales: convenir en
ella o contradecirla.
En el primer caso la pretensión queda satisfecha, el proceso termina a causa del convenimiento y se procede
como en sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada. En el segundo caso la pretensión queda resistida o
contradicha en los términos de la excepción o defensa del demandado. La función de la contestación es pues,
la de plantear la defensa o excepción del demandado y no constituye una nueva pretensión ni integra el objeto
litigioso; la contestación del demandado solo contribuye a delimitar aquel objeto y las líneas de discusión.

CONTENIDO DE LA CONTESTACIÓN: como se ha expresado antes, en la coordinación de los actos del procedimiento,
la contestación tiene su causa en la demanda, está coordinada con ella, a tal punto que sin demanda no puede tenerse
contestación; se comprende, por tanto, que tratar del contenido de la contestación, significa considerar ahora, más en
concreto, a defensa o excepción del demandado, en el sentido de precisar su conducta concreta ente la demanda; las
actitudes que puede adoptar frente a la pretensión del actor.
El código en su artículo 361, se refiere a diversas actitudes del demandado frente a la demanda del actor: habla de
contradecir, de convenir, de razones, defensas o excepciones perentorias, que solo la doctrina procesal –y no las leyes
de procedimiento- ha venido distinguiendo para encuadrar jurídicamente la institución de la defensa en el sistema
procesal.
I Parte  Respecto a la Relación Jurídico Procesal (defensas de orden procesal): Éstas son también llamadas
excepciones de previo pronunciamiento y siempre deben ir de primeras ya que sin son declaradas con lugar, impedirán
al juez conocer de la Relación Jurídica Material, en éste caso se pueden alegar las llamadas defensas de orden procesal,
como la impugnación de la cuantía en el caso del art.38, falta de interés, falta de cualidad y las cuestiones previas de
los numerales 9,10 y 11. (El artículo 361 señala sólo éstas tres, aunque a criterio del profesor pueden ser alegadas
todas las cuestiones previas excepto la del numeral 4 que sólo puede ser opuesta como cuestión previa por mandato
expreso de la ley).

A. impugnación de la cuantía: Se puede alegar que la cuantía no es correcta por insuficiente o exagerada, sin
embargo como es un hecho nuevo se debe probar el hecho nuevo de insuficiencia o exageración Y ENTRA
EN JUEGO LA DETERMINACION DEL VALOR DE LA DEMANDA pues de acuerdo al artículo 506 “Las partes
tiene la carga de probar sus respectivas afirmaciones de hecho…” so pena de que si no se prueba quede firme
la anterior cuantía, de igual forma, si no se contradice se entiende que queda fija la planteada por el
demandante; también puede suceder que el demandante en su libelo no estime la cuantía, en ese caso se
puede estimar el valor de la demanda en la contestación y siguiendo el criterio expuesto por la sala civil, deberá
el demandado probar dicha estimación y si no lo hace se seguirá la establecida por el demandante.

La regla en cuanto a la estimación de la demanda la encontramos en el artículo 38CPC: “cuando el valor de la


demanda no conste pero sea apreciable en dinero, el demandante la estimara.

El demandado podrá rechazar dicha estimación cuando la considere insuficiente o exagerada, formulando al
efecto su contradicción al contestar la demanda. El juez decidirá sobre la estimación en capitulo previo en la
sentencia definitiva.

Cuando por virtud de la determinación que haga el juez en la sentencia, la causa resulte por su cuantía de la
competencia de un tribunal distinto, será este quien resolverá sobre el fondo de la demanda y no será motivo
de reposición la incompetencia sobrevenida del juez ante quien se propuso la demanda originalmente.”
B. contradice la demanda alegando la Falta de cualidad o la falta de interés en el actor o en el demandante: estas
son consideradas como defensa de mérito ya que por su índole misma, siempre que se discute la titularidad de
un Derecho u obligación, allí se está plantando un problema de cualidad y por otro lado la falta de interés lleva
siempre la negación de la acción porque para proponer la demanda el actor debe tener interés jurídico actual.
Artículo 16.- Para proponer la demanda el actor debe tener interés jurídico actual.

Sobre la pérdida del interés, está la sentencia de la sala constitucional Nro.504 del 26/07/2018:
“Lo anteriormente expuesto, hace entender a esta Sala la inexistencia de interés por parte de los accionantes
para que se produzca el fallo respectivo, referido a las demandas de nulidad por razones de
inconstitucionalidad, toda vez que el interés que manifestaron cuando acudieron a los órganos del Estado,
debió mantenerse a lo largo del proceso que iniciaron, constituyéndose en un requisito del derecho de
acción y su ausencia acarrea el decaimiento de la misma.

De igual forma, la Sala ha señalado que el interés procesal surge de la necesidad que tiene un particular,
por una circunstancia o situación real en que se encuentra, de que a través de la Administración de Justicia
el Estado le reconozca un derecho y se le evite un daño injusto, personal o colectivo. Por ello, el interés
procesal ha de manifestarse en la demanda o solicitud y ha de mantenerse a lo largo del proceso, ya que la
pérdida del interés procesal se traduce en el decaimiento y extinción de la acción

En tal sentido, la Sala ha establecido que la presunción de pérdida del interés procesal puede darse en dos
casos de inactividad: antes de la admisión de la demanda o después de que la causa ha entrado en estado
de sentencia. En el resto de los casos, es decir, entre la admisión y la oportunidad en que se dice “ vistos” y
comienza el lapso de decisión de la causa, la inactividad produce la perención de la instancia”

Interés procesal. Para proponer la demanda el actor debe tener interés jurídico actual. Además de los casos
previstos en la ley, el interés puede estar limitado a la mera declaración de la existencia o inexistencia de un
derecho o una relación jurídica. No es admisible la demanda de mera declaración cuando el demandante
puede obtener la satisfacción completa de su interés mediante una acción diferente.

 Cuestiones previas que constituyen falta de interés procesal: #7 y 11 art 346.


 Interés procesal. En cuanto a la falta de interés, que es un requisito de proponibilidad de la demanda,
debe entenderse como interés procesal y no sustancial o económico, y puede ser activo o del actor
para intentar el juicio, o pasivo, del demandado, para sostenerlo. Sostiene Calamandrei que el interés
procesal en sus diversas configuraciones, surge solamente cuando el fin que el solicitante se propone
conseguir con la acción o pretensión, no puede ser obtenido sino mediante una providencia del juez,
esto es, cuando el recurso a la autoridad judicial se presenta como necesario.

Sentencia de la sala de casación civil Nro.357 del 07/06/2017 sobre el concepto de interés procesal:
“la Sala considera necesario establecer que por interés jurídico actual debemos entender que es un requisito
procesal necesario para poder acceder al sistema de impartición de justicia, pues, en este requisito se acredita
la capacidad procesal que tiene una persona para comparecer a un procedimiento administrativo o
jurisdiccional.

Se tiene que existirá interés jurídico actual, cuando el interés sustancial no pueda alcanzarse sin la mediación
de los órganos jurisdiccionales a los fines de tutelar una situación jurídica que se encuentra lesionada, es
decir, cuando sea necesario acudir por vía judicial para que se reconozca una situación fáctica a favor del
demandante.”

Falta de cualidad: la cualidad es aquella relación de identidad lógica que existe en abstracto entre la persona del
demandante y del demandado, pero que tiene algunas excepciones como la señalada en el artículo 26 constitucional
“Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e
interés, incluso los colectivos o difusos…” lo que supone entonces que una persona pueda hacer valer en juicio un
derecho del cual no es él específicamente el titular; artículo 140 “Fuera de los casos previstos por la ley no se puede
hacer valer en juicio, en nombre propio, un derecho ajeno.” Por interpretación en contrario señala que en los casos
permitidos por la ley se haga valer en juicio un derecho ajeno. De manera que se pueden señalar 2 tipos de
legitimación;
1) La legitimación ordinaria que es cuando se hace valer en juicio un derecho propio;
2) La legitimación extraordinaria que es la posibilidad de ejercer en juicio un derecho ajeno.

II Parte  Respecto a la Relación Jurídico Material (Defensas de orden material): Es también llamada por la doctrina
contestación al fondo de la demanda o al fondo del problema.
Las actitudes del demandado en contradicción a la demanda, pueden resumirse así:
a) Convenir absolutamente: En éste caso se extingue inmediatamente el problema que es el caso tratado en la
introducción como equiparación de la autocomposición procesal. La mima se entabla en el primer parágrafo
del articulo 361CPC: en la contestación de la demanda el demandado deberá expresar con claridad si
contradice todo o en parte, o si conviene en ella absolutamente o con alguna limitación. Esta no s una defensa
pero si es una actitud que el demandado toma.

b) Contradice la demanda en forma genérica, sin alegar hechos nuevos ni excepción de hecho: la contradicción
genérica es admitida en nuestro derecho según la formula corriente: “contradigo la demanda en todas sus
partes, tanto en los hechos como en cuanto al derecho”. O también, en una forma más razonada, pero siempre
genérica –sin alegar hechos nuevos ni excepción de hecho- la cual se da cuando el demandado contradice la
demanda negando que el derecho reclamado haya existido:
1) Porque no ha existido el hecho que le da nacimiento o hecho constitutivo del derecho (razón de
hecho), o
2) Porque aun admitiendo la existencia del hecho, no podía nacer el derecho alegado, por falta de norma
legal que le atribuya la consecuencia jurídica pedida (razón de derecho).
La contradicción genérica, o simple negación del fundamento de la pretensión, es considerada por la doctrina
procesal como excepción del demandado en sentido amplísimo, comprensivo de cualquier defensa; sin embargo,
la contestación genérica tiene sus limitaciones propias, que derivan de la necesidad de un contradictoria leal y de
una racional distribución de la carga probatoria:
1. No es admisible la posibilidad de defensas implícitas en la contestación genérica de la demanda, porque
debiendo existir congruencia entre las negaciones del demandado y las afirmaciones del actor, cuando
aquél contradice en general todos os hechos, debe entenderse esta contradicción referida a los hechos
afirmados por el actor en la demanda como hechos constitutivos de su derecho.

2. En virtud de la contestación genérica, el demandado solo podrá hacer la contraprueba tendente a


destruir los fundamentos de la demanda, esto es, a demostrar que son contrarios a la verdad.

La contradicción genérica mantiene pues la carga de la prueba en cabeza del demandante y la


actividad del sentenciados queda limitada a resolver si el actor ha demostrado o no plenamente los
extremos requeridos por la ley y consecuencialmente si la acción intentada es o no fundada en derecho.

c) Contradice la demanda porque el derecho reclamado no existe:


1. bien porque un hecho posterior lo extinguió (hecho extintivo) podrían ser declarados por el juez de oficio;
2. ya porque un hecho impide sus efectos jurídicos (hecho impeditivo).
3. Hechos excluyentes (no son nombrados por Romberg): Contra derecho o derecho contrario al hecho
constitutivo de la pretensión; por ejemplo la prescripción, está en el mundo del derecho y si la parte no lo alega
se entiende que renunció a la pretensión de prescripción, por lo tanto el juez no lo puede declarar de oficio.

En estos casos la doctrina habla de la excepción del demandado, en sentido estricto, porque alega hechos
nuevos que opone a la pretensión del actor, los cuales no pueden ser considerados de oficio por el juez, siendo
indispensable la previa alegación por el demandado en la contestación.
d) Contradice la demanda porque si bien existe actualmente el derecho alegado, el demandado alega otro
derecho que se opone al anterior y lo anula en todo o en parte: es el caso que la doctrina caracteriza como la
excepción en sentido propio o sustancial, porque se presenta como un contraderecho frente a la pretensión del
actor; es el caso de las excepciones de compensación y de retención. En estos casos, se trata de un derecho de
demandado, que tiene su origen en hechos distitnos de aquellos constitutivos de la pretensión el actor, pero que
se oponen como contraderecho a la misma y la anulan en todo o en parte.

III Parte  Otras actuaciones: Que es la Reconvención y la Citación a terceros, señaladas en el 361, y otras actuaciones
que aun cuando no se señalan en el mencionado artículo deben realizarse en la contestación.
- Reconvención: Es una demanda que interpone el demandado contra el demandante, en la cual inserta una
pretensión. Se trata propiamente de dos demandas, solo que la reconvención se inserta en un proceso que ya está en
curso y que no se interpone de manera autónoma por razones de economía procesal y conveniencia de las partes.

 Lo que se hace es que se acumulan las dos demandas y por ello la sentencia que se dicte tendrá dos capítulos,
uno para la demanda y otro para la reconvención, se trata de una acumulación sobrevenida y se va a regir por
los requisitos del 340.
 Cuando se presenta la reconvención se puede dar la opción de que se le dé la razón a uno solo o a ambos.
 Si no se admite la reconvención no se genera un gravamen porque se puede proponer la demanda de manera
autónoma.

- Citas a terceros: Tercero es todo el que no es parte (Montero Aroca)

 Los terceros pueden ser citados al proceso que ya está en curso, por lo que en el acto de contestación el
demandando, además de defenderse puede citar a terceros.

 Hay casos en los que el tercero puede intervenir voluntariamente, pero éste no es el caso al que se refiere en la
contestación, sino que aquí se trata de una intervención forzosa o también llamada intervención provocada.
Los ejemplos más comunes son en los accidentes de tránsito cuando se llama a la compañía aseguradora, o en
el caso de la cita por saneamiento.
 Cuando se cita a los terceros, éstos pasan a ser partes.

- Impugnación de las copias simples a que se refiere el artículo 429: Está fuera de las actuaciones señaladas en el
artículo 361, pero si no se impugnan en la contestación de la demanda se tendrán como fidedignos, es decir, tienen
pleno valor probatorio.

- Tacha de documentos privados a que se refiere el artículo 443: El momento para hacerlo es en la contestación de la
demanda (artículo 444 CPC)
Artículo 444.- La parte contra quien se produzca en juicio un instrumento privado como emanado de ella o de algún
causante suyo, deberá manifestar formalmente si lo reconoce o lo niega, ya en el acto de la contestación de la
demanda, si el instrumento se ha producido con el libelo, ya dentro de los cinco días siguientes a aquél en que ha sido
producido, cuando lo fuere posteriormente a dicho acto. El silencio de la parte a este respecto, dará por reconocido el
instrumento.

Los documentos privados sin necesidad de ser tachados pueden ser desconocidos en la contestación de la demanda,
si nada se dice el documento queda reconocido y un documento privado reconocido tiene el mismo valor probatorio
que un documento público.

- Sede o dirección procesal a que se refiere el artículo 174: En el escrito de contestación del demandado deberá indicar
una sede o dirección de su domicilio o en el lugar del asiento del Tribunal, a los fines indicados en el artículo 174 del
CPC, y a falta de esta indicación, se tendrá como tal la sede del tribunal.
FORMA DE LA CONTESTACIÓN:
Por la trascendencia que tiene la contestación de la demanda en el conjunto de los actos del procedimiento, la ley
establece diversos requisitos formales, que en definitiva vienen a garantizar la certeza del acto y el leal desarrollo del
contradictorio, en un plano de igualdad entre las partes.
a) El primero de esos requisitos, que debemos mencionar es, que la contestación deberá darse por escrito. Es esta
una manifestación particular del principio de escritura adoptado en general para los actos procesales (artículos
187 y 188 CPC), que ratifica especialmente para este acto, así como se exige específicamente también para la
demanda (artículo 339 del CPC).

En el escrito de contestación el demandado deberá indicar una sede o dirección en su domicilio o en el lugar
del asiento del tribunal; y a falta de esta indicación, se tendrá como tal la sede del tribunal.

Por razones de certeza o autenticidad, exige la disposición de la ley que el escrito de contestación se agregado
al expediente de la causa, con una nota firmada por el secretario, en la cual se exprese que aquella es la
contestación presentada y la fecha y hora de su presentación.

Como se ha visto, la atribución conferida por la ley a los secretarios, de autorizar las exposiciones hechas por
las partes, comprende la de dar fe, no sólo de la comparecencia del exponente, sino también de autenticidad
de su firma, lo que hace que el acto o escrito correspondiente adquiera la calidad de documento autentico. Si
fueren varios los demandados, podrán proceder a la contestación junta o separado, en el día y a la hora que
elijan

b) En cuanto al tiempo de la contestación, ésta podrá presentarse dentro de los veinte días siguientes a la citación
del demandado o del último de ellos si fueren varios, a cualquier hora de las indicadas en la tablilla a que se
refiere el artículo 192, sin necesidad de la presencia del demandante.

Esta es una disposición que encuentra su fundamento en la exigencia de certeza de seguridad y de igualdad
que debe garantizarse a las parte, porque no habiendo ahora un día y hora fijos para dar la contestación y no
estando presente en ella el demandante, quedaría comprometida la seguridad jurídica y la igualdad de las
partes, si no existiera la previsión de que las actuaciones posteriores deben realizarse una vez consumado o
precluido el lapso de emplazamiento

c) En el párrafo anterior hemos tratado del tiempo de la contestación en el entendido de que no se han alegado
las cuestiones previas a que se refiere el artículo 346; pero para ello nosotros dedicamos un tema exclusivo que
es el tema IV.
LA FALTA DE CONTESTACIÓN:
a) La falta de contestación de la demanda en nuestro derecho, da lugar a la confesión ficta, esto es, la presunción
de confesión que recae sobre los hechos narrados en la demanda, pero no sobre el derecho o las
consecuencias jurídicas que conforme a la ley deben aplicarse a los hechos establecidos. Ella admite prueba
en contrario y se caracteriza, por tanto, como una presunción “iuris tantum”.

El artículo 362 establece “si el demandado no diere contestación a la demanda dentro de los plazos indicados
en este código, se le tendrá por confeso en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante, si
nada probare que le favorezca...”

No existe la confesión ficta por defectos formales de poder; cuestiones estas que deben ser resueltas
previamente, antes de la contestación de la demanda, y pueden ser subsanadas, sin costas.

Para Couture, la rebeldía del juicio, contumacia, se origina por la omisión del demandado de comparecer al
estar a derecho, cuando ha sido emplazado personalmente en el país, absteniéndose de participar en el
proceso que se le sigue.
b) La rebeldía no se produce sino por la incomparecencia del demandado a la contestación, pues las partes
quedan a derecho con su citación para dicho acto y su comparecencia al mismo funciona como la antigua
personación, de tal modo que la realización de aquel acto constituye la liberación del demandado de la carga
de la contestación, y su omisión o falta, produce la confesión ficta.

El lapso de comparecencia tiene así el carácter de perentorio o preclusivo y agotado que sea, ya por la
realización de la contestación o bien por su agotamiento sin haberse realizado aquella, no podrá ya admitirse
la alegación de hechos nuevos, ni la contestación de la demanda, ni la reconvención, ni las citas de terceros a
la causa.

c) Como se ha visto antes, la disposición del artículo 362 del CPC requiere 2 condiciones para que la confesión
ficta sea declarada y tenga eficacia legal: que la petición del demandante no sea contraria a derecho y que en
el término probatorio no pruebe el demandado algo que le favorezca; y consecuencialmente, los problemas
que plantea la institución en la práctica, son dos: establecer lo que debe entenderse por “petición contraria a
derecho”, y el alcance de la locución: “si nada probare que le favorezca”:

1. Determinar cuando la petición del demandante es contraria a derecho, tiene trascendencia en nuestro
caso, sólo en cuanto a la declaración de la confesión ficta, pues en cuanto al mérito de la causa, aunque se
tengan por admitidos los hechos en virtud de la confesión ficta, el tribunal no podrá declarar la demanda,
ni acordar lo pedido por la parte actora, si esa petición resulta contraria a derecho, en el sentido de que los
hechos admitidos, no producen la consecuencia jurídica pedida.

Para determinar este extremo, no es preciso que el juez entre a indagar acerca del derecho o las
consecuencias jurídicas que conforme a la ley deben aplicarse en concreto a los hechos establecidos o
confesados por la demanda, porque una cosa es la desestimación de la confesión ficta por ser contraria a
derecho la petición del demandante, y otra la desestimación de la demanda por improcedente e infundada
en derecho. Ambos conceptos giran en torno a la cuestión de derecho, y fácilmente pueden confundirse
las situaciones.

 La primera cuestión supone que la acción propuesta está prohibida por la ley; no está amparada o
tutelada por ella (cuestión de derecho) y consecuencialmente, aunque el demandado haya
comparecido a la contestación, la cuestión de los hechos alegados por el demandante en el libelo, pierde
trascendencia porque la cuestión de derecho se presenta como prioritaria

 En cambio, la desestimación de la demanda, por ser improcedente o infundada en derecho, supone que
aun siendo verdaderos los hechos y debidamente probados, ya en el período de pruebas por el actor, o
bien presuntamente por la confesión ficta del demandado, la demanda debe rechazarse si la ley no
atribuye a los hechos comprobados o presuntamente admitidos, la consecuencia jurídica (petición)
solicitada en la demanda.

La jurisprudencia de los tribunales y también la de casación, es concordante en sostener que la frase


“no sea contraria a derecho la petición del demandante”, significa “que la acción propuesta no está
prohibida por la ley, sino al contrario, amparada con ella”. Así, cuando se hace valer un interés que no
está legalmente protegido, la contumacia o rebeldía del demandado que deja de comparecer a la
contestación de la demanda, no puede servir para alterar un mandato legal.

2. En cuanto a la locución: si nada probare que le favorezca, contenida en el artículo 362, existe divergencia
de criterios en la doctrina y en la jurisprudencia nacional.

- Para Feo, que comenta el artículo 285 del código de 1897, según el cual, faltando el demandado al
emplazamiento... “se le tendrá por confeso en cuanto no sea contraria a derecho la petición del
demandante, si en el término probatorio nada prueba que le favorezca...”, el demandado confeso tiene
libertad de prueba, porque la ley le deja en absoluta libertad de probar lo que le favorezca.
Nosotros no compartimos la doctrina y la jurisprudencia prevalecientes. A las razones de Feo, le adhiere
las siguientes:
 La facultad que concede la ley al confeso, de probar algo que le favorezca, es un beneficio legal, otorgado al
demandado en atención a la gravedad de la situación procesal en que se encuentra, afectado por una
presunción iuris tantum de confesión de los hechos de la demanda

 La concesión del beneficio al declarado confeso, permitiéndole probar lo que le favorezca, es una excepción a
la regla general que gobierna el régimen de la excepción que puede plantear ordinariamente el demandado
que comparece a la contestación de la demanda a ejercitar su derecho de defensa.
 A favor de la libertad de prueba que tiene el confeso, militan las soluciones adoptadas en esta materia, en
diversos países que como se ha visto permite al rebelde comparecer a juicio a hacerse parte en cualquier estado
del pleito aun después del término probatorio.
Una innovación importante en la materia que estamos tratando, en relación a la prueba que puede aportar el confeso,
se encuentra referido al artículo 362 del CPC., al establecer que “vencido el lapso de promoción de pruebas, sin que el
demandado hubiese promovido alguna, el tribunal procederá a sentenciar la causa, sin más dilación, dentro de los 8
días siguientes al vencimiento de aquel lapso, ateniéndose a la confesión del demandado”. Regla de un alto valor para
la celeridad del proceso, que se justifica por la actitud omisiva del demandado en tal circunstancia, que pone a su
cargo el onus probandi para desvirtuar la confesión.
En cuanto a la solicitud de la confesión ficta se puede dar en dos momentos:
Al precluir el lapso probatorio: Cuando el demandado no promovió pruebas.
En los informes: Si el demandado promovió pruebas.
Independientemente de en qué momento se solicite el juez se va a pronunciar en la sentencia definitiva.
Efectos de la contestación de la demanda: Ya hemos visto al tratar el desistimiento del procedimiento o renuncia a los
actos del juicio, que la renuncia aceptada por el demandado, está constituida por 2 actos unilaterales de renuncia a la
situación jurídica que deriva para las 2 partes de la existencia de la relación jurídica procesal, la cual hace nacer,
también para el demandado, facultades y expectativas, como la de esperar una sentencia de rechazo de la pretensión
del actor, cuyo abandono requiere el consentimiento del demandado para que la litispendencia originada por la
demanda pueda cesar.
Con el inicio del proceso mediante la demanda del actor, surge en el demandado un interés en oponerse a la
transformación de la demanda y en obtener que el proceso continúe hasta la sentencia de mérito.
En nuestro derecho, se admite la reforma de la demanda por una sola vez, antes que el demandado haya dado
contestación a la misma, lapso este, perentorio, en el cual el momento de la contestación funciona como la
circunstancia temporal que determina la preclusión del lapso

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