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Mateo 15 Lo que viene del corazón

Iglesia Dios es Amor Bogotá Colombia – 09/12/2018


Introducción:
Saludo por el recibimiento desde Paraguay.
Venezolanos en Colombia.
Caso Fiscal Ad Hoc Odebrecht.
Estudiantes marchan
Mateo 15:1-20 lectura
1 Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan
las manos cuando comen pan.
3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento
de Dios por vuestra tradición?
4 Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al
padre o a la madre, muera irremisiblemente.
5 Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a
Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento
de Dios por vuestra tradición.
7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
8 Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
9 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended:
11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto
contamina al hombre.
12 Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se
ofendieron cuando oyeron esta palabra?
13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será
desarraigada.
14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán
en el hoyo.
15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola.
16 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento?
17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la
letrina?
18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios,
las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin
lavar no contamina al hombre.
Contexto:
La muerte de Juan el Bautista: Capítulo 14, Rey Herodes y la hija de Herodías, el rey
quería matar a Juan porque éste le dijo que estaba equivocado en haber tomado a la
esposa de su hermano, pero no se atrevía porque la gente lo tenía por profeta. Sin
embargo accedió al haberse comprometido por la danza de la hija de Herodías.
Jesús era le primo de Juan el Bautista, quien había estado anunciando su venida, y al
enterarse de la noticia se quiso apartar en un desierto, pero cuando la gente supo eso,
le siguieron. Luego se dio la alimentación de los 5000, que solemos recordar
mayormente como la historia de los 5 panes y los dos peces. Después de haber estado
con la gente y de haberlos alimentado, Jesús se encontró de nuevo sólo en el monte.
(Yo diría que aún consternado por la muerte de Juan).
Inmediatamente después de esto, encontramos otra de las escenas más recordadas de
Jesús, y fue verle caminando sobre las aguas. Sabemos también lo acontecido con
Pedro, quien después de caminar también sobre las aguas dudó y se empezó a hundir.
Cuando Jesús llegó a la barca, la tormenta que había cesó.
Y un último evento que encontramos antes de lo acontecido con los fariseos y su queja
ante el lavado de manos de los discípulos de Jesús, es la visita a la población de
Genesaret, donde sanó muchas personas, quienes le pedían al menos poder tocar su
manto.
En el contexto general de los evangelios, podemos ver constantemente a los Fariseos y
escribas criticando a Jesús por sus prácticas, y también por las costumbres de sus
discípulos.

I. Contexto de leyes fariseas


Cuando el pueblo de Israel del Antiguo Testamento, regresó del cautiverio en
Babilonia, los sacerdotes y escribas comenzaron también a escribir interpretaciones de
la ley. Poco a poco las reglas que surgieron de toda esa interpretación, comenzaron a
ser obligatorias, y la secta de los Fariseos, se esforzaba bastante en cumplir todas estas
reglas.
Entre las muchas reglas que había, se prohibían 30 actividades específicas para el día
Sábado, lo cual explica mucho por qué le perseguían tanto a Jesús.
Luego del momento difícil que estaba pasando Jesús acerca de la muerte de Juan, los
v. 1 y 2 dicen:

1 Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén,


diciendo:

2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque


no se lavan las manos cuando comen pan.

Se puede ver cómo los Fariseos se escandalizaban al ver que alguien no estaba
cumpliendo, no directamente los mandamientos de la ley de Dios, sino las reglas que
ellos mismos habían escrito tiempo atrás y que se esforzaban por guardar. En Lucas 11
encontramos dos discusiones relacionadas con el tema:

37 Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y
entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa.
38 El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado
antes de comer.
39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de
fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de
maldad.
40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?
41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.

Se puede observar cómo Jesús reveló lo que verdaderamente estaba en el interior de


ellos, sus verdaderas intenciones, que trataban de ser cubiertas con apariencia de
bondad. El texto continúa diciendo:

42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda


hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era
necesario hacer, sin dejar aquello.
43 ¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las
sinagogas, y las salutaciones en las plazas.
44 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como
sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.

Pasar por alto la justicia y el amor de Dios. Jesús les estaba haciendo una llamado a ser
coherente entre lo que se dice creer y las acciones. Otro ejemplo se encuentra a
continuación:

45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro,


cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.
46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! porque
cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni
aun con un dedo las tocáis.

Jesús les estaba diciendo que tanto se habían enfocado en escribir y tratar de cumplir
esas leyes que, a fin de cuentas, les resultaba imposible cumplir con todas las normas
que habían colocado al nivel de los mandamientos de Dios. Por eso Jesús los confronta,
en el pasaje de Mateo 15, con un mandamiento que sí es de Dios y lo pone en paralelo
con las exageradas normas que tenían por leyes:

3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el


mandamiento de Dios por vuestra tradición?
4 Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que
maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.
5 Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi
ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el
mandamiento de Dios por vuestra tradición.

Ellos habían pasado por encima de un mandamiento tan esencial como lo era el honrar
a los padres. Se critica fuertemente el tema de la tradición y en este sentido, Jesús era
un revolucionario. Todo su argumento pretendía llegar a mostrar el fondo del Asunto.
II. Lo malo viene del corazón
Jesús continúa haciendo una cita del Antiguo Testamento:

7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:


8 Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
9 Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

El hecho de que traiga esa escritura en específico tiene mucho que ver con lo que es el
trasfondo de todo el asunto, el corazón.

Un versículo comúnmente citado es guarda tu corazón porque de él mana la vida. Pero


si hacemos una búsqueda rápida, por ejemplo en el evangelio de Mateo, se pueden sacar
principios acerca de cuál es la función del corazón.

Continuando con el tema del lavado de las manos, Jesús da una respuesta:
10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended:
11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la
boca, esto contamina al hombre.
12 Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los
fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra?
13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre
celestial, será desarraigada.
14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego,
ambos caerán en el hoyo.

Una de las características que se le dan al corazón es que con él se puede hablar o
comunicar, además de pensar. Y por eso Jesús les dice que lo que contamina es lo que
viene de adentro, es decir, lo que viene del corazón. Además Jesús señaló fuertemente
la función sacerdotal de los judíos de su época al llamarles guías ciegos. Por otro lado,
dado que Jesús tenía por costumbre enseñar mediante parábolas, en esta ocasión las
personas que estaban con él, le pidieron que les explicara lo que había dicho
previamente.

15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola.


16 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento?
17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es
echado en la letrina?
18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al
hombre.
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las
blasfemias.
20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las
manos sin lavar no contamina al hombre.

Dado que los Fariseos y escribas les habían juzgado a Él y a sus discípulos por no
lavarse las manos antes de comer, Jesús da a entender que lo malo no es lo que entra a
la persona, por ningún medio, sino lo que sale de ella. Es por esto que debemos
cuidarnos y permanecer en la relación con Dios, para que del corazón no salga lo que
naturalmente saldría de cualquier persona al no ser creyente.

III. Aplicación al contexto de Colombia


Jesús es nuestro ejemplo en la imagen encontramos a Teresa de Calcúta, quien es
conocida por su trabajo con personas necesitadas en la India y luego en otros países del
mundo. Una frase suya es frecuentemente citada, pero pocas veces se le da el crédito a
ella: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. Si bien es una declaración bastante
fuerte y algunos dirían que hasta pretenciosa, es un principio del reino de Dios, un
principio del evangelio de Jesucristo, y principio adoptado, lastimosamente muchas
veces sólo en teoría, de lo que es nuestra tradición anabautista, una vida dedicada al
servicio del prójimo.
Las excusas para evadir la responsabilidad de servir son muchas, pero vamos a
ponernos en los zapatos de Jesús y lo que llegó a ser su ministerio. Como vimos hace
unos minutos, él acababa de perder a su primo y quien había abierto el camino para su
ministerio, aún así tuvo compasión de la gente y no cesó, ni de servirles, ni de
enseñarles los principios del reino.
Por otro lado tenemos las tradiciones, y si alguna vez se han preguntado porqué en
nuestra iglesia no se le prohíbe a la gente hacer ciertas actividades, esta es una buena
razón. El evangelio de Cristo no se trata de una cantidad de normas a cumplir, no
necesitamos alcanzar una calificación para conseguir algo, el evangelio de Jesús se
trata del amor de Dios derramado sobre nosotros, trayéndonos salvación, y del amor
que debemos brindar también a las personas de nuestro alrededor.
Personalmente algo que me disgusta mucho de la identidad latinoamericana es querer
hacerse el vivo para pasar por encima del otro, muchas veces se aplaude y se premia a
alguien que engaña a otro y como resultado obtiene un beneficio, el ejemplo más
cercano es la gente colándose en el servicio de transporte. No lo menciono como una
norma o prohibición, porque caeríamos en los mismos errores de los fariseos, además
bien dice el refrán: “hecha la ley, hecha la trampa”. Lo que es más importante es la
actitud de nuestro corazón.
Tal vez esto les suene raro, pero muchas veces como estudiantes de seminario, o como
familia pastoral, la gente espera que uno cumpla una cantidad de normas o requisitos,
pero lo cierto es que todos somos humanos, iguales de imperfectos, y esto no lo
menciono por disminuir la responsabilidad de los que tenemos alguna posición visible,
sino al contrario, de resaltar la responsabilidad que tenemos por igual, simplemente por
el hecho de ser cristianos.
Que duro sería escuchar de la boca de Jesús, que somos unos hipócritas por aparentar
bondad, pero que pasamos por alto la justicia y el amor de Dios. Esto quiero conectarlo
con los temas que mencioné en la introducción: Los hermanos venezolanos realmente
están en necesidad, y aunque también hay más de uno que ha querido hacerse el vivo,
eso no nos exonera de nuestra responsabilidad y la actitud de servicio que tenemos que
tener para con ellos, mostrarles el amor de Dios, por lo menos con una sonrisa.
Nuestros problemas de gobierno, hermanos en nuestro país, en comparación a otros en
Latinoamérica, el organismo gubernamental aunque muchas veces a trancas y a
mochas, más bien es relativamente estable, los corruptos aún no han llegado al nivel de
ser descarados abierta o públicamente, todo se hace por debajo de cuerda. Pero esa es
la misma razón por la que las leyes, las normas que inventemos como humanos, no
necesariamente van a solucionar los problemas, Dios nos ha dado poder y mayordomía
para gobernar la tierra, pero de nada nos sirven nuestros sistemas éticos, morales y
hasta jurídicos, si no está bien la actitud del corazón.
Hermanos, los problemas y dificultades no provienen de otro lugar más que del interior
del corazón humano y no podemos exigirle a la gente que no es cristiana que se
comporte como si lo fuera, primero debemos mostrar el amor de Dios y darles a conocer
el evangelio, para que Dios tenga misericordia de ellos y el Espíritu Santo, los esté
guiando al arrepentimiento.
Tengo que decir que como cristianos hemos adoptado muchas leyes, esto se hace y
aquello no porque soy cristiano, pero en otras áreas de la vida nos comportamos mucho
peor, porque dejamos que fluya la maldad que surge naturalmente desde nuestro
corazón, nuestra naturaleza humana de pecado. Hermanos, no puedo dejar de
mencionar que yo soy un hombre bastante imperfecto, el pastor Diego ha sido
conocedor de eso, y también algunos amigos de confianza, así que este mensaje lo
expreso ante ustedes, para recibir aliento también yo mismo, y que todos en esta unidad
que llamamos iglesia, seamos guiados por Dios y convencidos por su Espíritu Santo,
de permitir que cada día, la sangre de Jesús derramada, esté limpiando nuestro corazón,
para que seamos dignos de ser llamados el pueblo de Dios.

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