Encuentro N° FRATERNIDAD: SAN AGUSTÍN 11/09/18

“LAS BIENAVENTURANZAS”

OBJETIVOS:

• Lo que Jesús muestra en las bienaventuranzas es a Él mismo. Él es el bienaventurado, el santo, la plenitud

de la nueva ley. El cumplimiento de la ley del nuevo reino de Dios consistirá en seguirle, en imitarle, en ser igual
que Él en la medida de lo posible.

• Se llaman así porque de modo armónico e insistente explica las características de los justos en el nuevo
reino. Veamos estas bienaventuranzas e intentemos captar el contenido más hondo.

1-“BIENAVENTURANZAS…….SERMON DE LA MONTAÑA”

Moisés estipuló una Alianza con Dios en virtud de la Ley recibida en el Monte Sinaí. JESÚS, desde una colina
junto al lago de Galilea, entrega a sus discípulos y a la multitud una NUEVA enseñanza: las
BIENAVENTURANZAS (Leemos Mt 5, 1-12) (Lucas 6, 20-23).

LA FELICIDAD DEL REINO DE DIOS

El sermón de la montaña nos ofrece criterios muy distintos a los de este mundo. Jesús empieza su anuncio del
Reino de Dios declarando “Las Bienaventuranzas” como un estilo de vida que lleva a la FELICIDAD. Para ser
felices, no hay que “evadirse”, hay que “sumergirse” en la realidad, por más dolorosa que sea. No existe el
“mundo ideal”, existe solo el “mundo real”, lo que tenemos. Sólo el que puede aceptar la realidad y
transformarla, empezara a ser feliz con lo que es y con lo que tiene. La felicidad “posible” es sólo posible en
nuestra realidad. De lo contrario para ser felices, deberíamos salir de la realidad, salir del mundo, de la historia,
de los escenarios de sufrimientos humanos. La felicidad que propone Jesús, la de las bienaventuranzas, no es
una felicidad ciega, fácil y ciega a los dolores. El primer paso a la felicidad posible es un acto de aceptación de
asunción de lo que somos y nos toca. Este primer acto de humildad y de aceptación nos otorga la convicción de
que la felicidad es un posible. Son felices los pobres, los que tienen hambre de justicia, los que rechazan la
violencia, los que trabajan por la paz, los misericordiosos… ¿Nos dice algo extraordinario? ¿Nos pide algo
imposible?.. Sólo seguir el ejemplo de lo que Él hizo en su vida…AMAR, AMAR, AMAR! Además de la NUEVA
Ley, Jesús nos enseña también el "protocolo" sobre el que seremos juzgados:… porque al final de nuestra vida
seremos juzgados…. ¿Y qué preguntas se harán allí?... ¿Cuál es el protocolo sobre el que se juzgará?
En Mt 25, tenemos las respuestas! Las compartimos…

No tendremos títulos, créditos o privilegios para presentarnos. El Señor nos reconocerá, si nosotros lo
hemos reconocido en el pobre, en el hambriento, en el indigente y marginado, en quien sufre y está solo. Éste
es uno de los criterios fundamentales de verificación de nuestra vida cristiana, sobre la cual Jesús nos invita a
medirnos cada día. La Nueva Alianza consiste precisamente en esto: reconocerlo en la Misericordia. Es esto
que llena nuestro corazón de alegría, y hace de nuestra vida, un testimonio hermoso y creíble del Amor de Dios
para todos los hermanos que encontramos cada día. Supone mantener viva la llama de nuestra vocación a la
santidad que fue encendida en nosotros con la gracia del Bautismo. Santidad que toma diversas formas según
la misión que cada uno recibe. Es la manera como cada uno de nosotros ha de entregarse a la comunidad, y
depende del Espíritu, para ir encontrando ese camino desde donde Dios quiere que ame y sirva: si lejos o
cerca, si sano o enfermo, si triunfante o perdedor, si callando o hablando…

Muchas veces, los más altos ideales, los mayores amores y los más fuertes entusiasmos corren el riesgo de
perder su vigor. Sin darnos cuenta, ellos empiezan a morir en nosotros, y con ellos poco a poco, somos
nosotros los que morimos. Curiosamente nuestro ocaso interior no es sólo cosa nuestra, porque la pérdida
puede afectar a otros… la sal se ha desvanecido y “si la sal pierde su sabor ¿con qué se la salará?".
Leemos Mt 5, 13.

En esta simple pregunta de Jesús hay en juego dos cosas: la calidad de nuestra vida y el valor de nuestro
testimonio. Nos preguntamos... ¿no vamos perdiendo el sabor? Nuestro testimonio.. ¿Es sólo una cuestión
de palabras? Los cristianos mostramos la Verdad con el ejemplo de vida, por eso, no es extraño que Jesús,
queriendo precisar nuestra misión en el mundo, haya comparado nuestra tarea con el oficio humilde de la
sal. En el cristianismo la calidad de la vida está ligada a la misión que hemos de desempeñar para hacer
felices a los demás. Por eso, es esta la ocasión para preguntarnos con mucha sencillez y claridad por el modo
como estamos viviendo las Bienaventuranzas, porque es ahí, donde se habla de la fuerza de la sal,…”empapar
con sabor mi vida y la de los demás”.

Allí se nos enseña a perdonar, a amar al enemigo, a tener una justicia más exigente que este mundo, porque
no se contenta con la letra sino que va al fondo de la verdad… Allí se nos enseña a ser profundos en la pureza, a
limpiar nuestra mirada, a no juzgar al prójimo, a reconciliarnos con el hermano antes de acercarnos al altar, a
no vivir para amontonar tesoros que la polilla se come, a no transformar el dinero en dios… Se nos enseña
también a confiar en la Providencia y a orar al Padre, con la confianza y el amor que sólo un hijo puede tener.

BIENAVENTURANZAS…pasadas de moda? Con nuestra ¨SAL¨, serán las BIENAVENTURANZAS de HOY!!

-“BIENAVENTURADOS los profesionales de la salud, que protegen la VIDA, como valor más importante a
través de su compromiso diario”.

-“BIENAVENTURADOS los abogados, cuando defienden los derechos de las víctimas de injusticias”.

-“BIENAVENTURADOS los profesionales de la construcción, que ayudan y construyen para los más
vulnerables”.

-“BIENAVENTURADOS los profesionales de la comunicación, que nos transmiten la Verdad

independientemente de sus ideologías e intereses”.

-“BIENAVENTURADOS los empleadores, que brindan trabajo en condiciones dignas, con remuneración justa
cumpliendo con las leyes establecidas”.

-“BIENAVENTURADOS los que velan por nuestra seguridad, poniendo en riesgo su vida para mantener el
orden y la seguridad social”.
- “BIENAVENTURADAS las familias, en las cuales los padres educan a sus hijos con valores fomentando el
diálogo con amor, paciencia y dedicación, y a los hijos, que respetan a sus padres por su experiencia y
agradecen el esfuerzo que hacen por su trabajo día a día”.

-“BIENAVENTURADOS aquellos jóvenes que tienen corazón solidario y misericordioso y que comparten su
tiempo visitando enfermos, niños carenciados, acompañando a nuestros abuelos, aquellos que defienden la
ecología, a los que salen a misionar, a los chicos que acercan cada mañana el desayuno a nuestros hermanos de
la calle”, como lo hacen nuestros jóvenes capuchinos.

-“BIENAVENTURADO VOS…y TODOS… los que nos animamos a conocer a Jesús y elegirlo para darlo a
conocer!!!

ORACIÓN

Bienaventurados son aquellos que se levantan contento cada mañana,

agradecidos simplemente por vivir un nuevo día, nuestro camino hacia
Ti, oh Dios.
Bienaventurados son aquellos que se perdonan a sí mismos sus faltas
de atención, sus errores y caídas, abriéndose a tu divino perdón.
Bienaventurados son aquellos que tienen ojos para ver la simple
belleza de una margarita, el esplendor de una puesta de sol, la
majestad de una montaña y te alaban en esas maravillosas
manifestaciones.
Bienaventurados son aquellos que poseen oídos para escuchar el
sonido de la lluvia cayendo, los momentos íntimos de sus propios
corazones, las risas de los niños al jugar, Tu voz dentro de todas las
voces.
Bienaventurados son aquellos cuyos corazones acogen el amor y el
cariño de otros, sin sentir la necesidad de ganárselos, recordando que
en el amor de los demás conocemos el poder de Tu amor por nosotros.
Bienaventurados son aquellos que confían y creen que este viaje
humano es un viaje sagrado, y que Tú, oh Dios, estas encontrándonos
una y otra vez en nuestro caminar.
Amen.