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Que, estando a la contestación de demanda y a la excepción propuesta por la parte demandada, sin
perjuicio de exponer nuestra posición al respecto en la audiencia de juzgamiento, cumplo con
señalar lo siguiente:
La parte demandada señala que el cargo de Jefe de División que ostentaba el recurrente fue una
encargatura de confianza que duró un mes y tres días, lo cual resulta FALSO, toda vez que el cargo
de Jefe de División NO ES UN CARGO DE CONFIANZA el suscrito como se ha mencionado en la
demanda tenía un contrato laboral a plazo indeterminado por desarrollar funciones permanentes,
funciones que he desarrollado desde el primero de Enero del año 2004 hasta el 31 de Diciembre de
2009, como un EMPLEADO DE CARRERA.
Por otro lado cabe precisar que conforme se aprecia en la Resolución Jefatural N° 001-004-
00000517 de fecha 06 de Agosto de 2004, (Adjunta por la propia demandada) en la cual se me
designa como Jefe de la División de Administración de Depósitos, no se señala que dicha
designación sea en un cargo de confianza como lo pretende la demandada.
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Por otro lado con relación al convenio suscrito por el recurrente y la demandada, cabe señalar que
dicho convenio me hicieron firmar bajo amenazas de despido, y dicha reducción se hizo únicamente
con el suscrito pues los demás empleados del SAT incluyendo aquellos que ostentaban los mismos
cargos que el suscrito No sufrieron reducciones de salarios, siendo que esta reducción corrobora un
hostigamiento permanente por parte de mi ex empleadora para finalmente despedirme y pagarme la
indemnización con una remuneración disminuida como finalmente ocurrió, pues señor Juez, ningún
servidor en su sano juicio conviene en que se le reduzca el sueldo, reafirmando que dicha reducción
lo firmé bajo amenazas de despido.
Señor Juez al respecto cabe señalar que la Constitución Política del Estado en su artículo 26 señala
lo siguiente:
La norma imperativa antes descrita es clara al señalar como principio laboral la igualdad de
oportunidades y la NO DISCRIMINACION, lo cual llevado al presente caso se puede advertir que al
asignarme una remuneración mensual menor a la que otros empleados que ocupan el mismo nivel,
se ha vulnerado el principio constitucional aludido, pues el suscrito ha sido discriminado sin
justificación alguna en el trato salarial en comparación a otros compañeros de trabajo que
ostentaban el mismo nivel que el recurrente.
“En tal sentido se infiere de los tratados de Derechos Humanos referidos a los que se hace
mención que la remuneración como retribución que percibe el trabajador por el
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trabajo prestado a su empleador NO DEBE SER SOMETIDA A NINGÚN ACTO DE
DISCRIMINACIÓN, NI SER OBJETO DE RECORTE, NI DE DIFERENCIACIÓN, COMO
POR EJEMPLO OTORGAR A UNOS UNA MAYOR REMUNERACIÓN QUE A OTROS
POR IGUAL TRABAJO. En efecto SE PROHÍBE Y QUEDA VEDADO CUALQUIER
TRATO DISCRIMINATORIO E IRRACIONAL QUE AFECTE EL DERECHO A LA
REMUNERACIÓN COMO DERECHO FUNDAMENTAL DE LA PERSONA HUMANA.” (el
énfasis es agregado)
De la explicación realizada por el máximo intérprete de nuestra constitución, se tiene que nadie
debe ser discriminado bajo ningún modo en la relación laboral, esta premisa ha sido vulnerada al
otorgarme discriminatoriamente una remuneración menor a la de otros compañeros que ostentaban
el mismo cargo y función.
Por otro lado inciso 02 del artículo 26 de la Constitución Política del Estado establece como principio
constitucional que regula el derecho laboral al CARÁCTER IRRENUNCIABLE DE LOS
DERECHOS LABORALES, en atención a ello mal haría la demandada en aludir supuestos
acuerdos entre las partes para la reducción de sueldos, ya que por mandato constitucional, las
remuneraciones constituyen un derecho constitucional irrenunciable, y nadie puede pactar al
margen de lo establecido en nuestra carta magna.
Con relación a este punto, cabe precisar que la demandada únicamente contesta la demanda y
además deduce excepción en el sentido de que el derecho para reclamar este beneficio ya habría
caducado, al respecto cabe precisar que lo invocado por la demandada no guarda coherencia toda
vez que lo que se ha demandado es el saldo indemnización por despido arbitrario Enero 2004 y 31
de diciembre 2009, en mérito a que la demandada al momento de despedirme me ha indemnizado
sobre la remuneración disminuida, y tomando en cuenta que en el presente proceso se ha
demandado que la demandada me pague la diferencia de los sueldos al haberme asignado
remuneraciones menores a las que me correspondían, el plazo de caducidad invocado por la
demandada debe suspenderse en tanto se defina en sede judicial mi remuneración computable, por
lo cual, lo invocado por la parte demandada en cuanto a esta petitorio carece de sustento.
Señor Juez, su despacho debe tener en cuenta que de haberse demandado en el plazo establecido
por la norma, el pago de indemnización por despido arbitrario, la demanda habría resultado
improcedente puesto que la demandada cumplió con pagarme oportunamente dicho pago, sin
embargo se hizo en base a mi última remuneración pagada, por lo cual no correspondía demandar
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el pago de la indemnización por tal despido, toda vez que primero debía dilucidarse el sueldo
correcto que me correspondía, por lo cual de manera acumulativa y accesoria se ha planteado dicha
pretensión en el presente proceso.
Al respecto cabe precisar que la demandada insiste en que mi cargo era de confianza por lo cual
podían reducirme el sueldo en cualquier momento, sin embargo ello ya ha sido desvirtuado conforme
a los fundamentos expuestos precedentemente.
Con relación a esta pretensión la demandada cabe señalar Señor Juez, que el horario que me
impuso la demandada fue excesivo incluso superior a las 08 horas laborales legales en un día,
conforme se aprecia en el REGISTRO DE INGRESO Y SALIDA QUE FUE ADJUNTO A LA
DEMANDA, documento que no deja lugar a dudas respecto a la prestación laboral más allá de las 8
horas legales, el mismo que no ha sido materia de cuestionamiento por la demandada.
Con relación a las políticas de austeridad fijadas por el estado, lo cual no reviste mayor sustento,
toda vez que bajo dicha premisa las entidades públicas podrían incurrir en el abuso de hacer
trabajar a sus empleados por más de las 8 horas legales sin ninguna penalidad, lo cual
evidentemente además de incumplir normas sustanciales de carácter laboral, resultaría lesivo a la
dignidad y derechos de los trabajadores públicos, asimismo cabe citar el I PLENO
JURISDICCIONAL SUPREMO EN MATERIA LABORAL DEL AÑO 2012, en el que se trató el tema
referente a las limitaciones presupuestales como justificación para el no reconocimiento de horas
extras en el sector público contenido en el tema N° 3, respecto al tratamiento de las horas extras en
el sector privado y en el sector público, donde se acordó que “LAS LIMITACIONES
PRESUPUESTALES NO PRIVAN A LOS TRABAJADORES DEL SECTOR PÚBLICO DE GOZAR
DEL PAGO DE HORAS EXTRAS SI SE HA REALIZADO TRABAJO EN SOBRETIEMPO”. (el
énfasis es agregado) El citado precedente realiza un análisis minucioso de este derecho laboral,
haciéndolo prevalecer el derecho al trabajo con la debida remuneración, sobre los límites
presupuestarios, precisando que de acuerdo al artículo 23 de la actual carta magna que señala:
“nadie está obligado a prestar trabajo sin retribución o sin su libre consentimiento” (el
énfasis es agregado).
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La Constitución Política del Estado y el Decreto Legislativo 728 (Régimen en el cual el suscrito
laboró), así como el Decreto Supremo Nº 007-2002-Tr, Texto Único Ordenado De La Ley De
Jornada De Trabajo, Horario Y Trabajo En Sobretiempo y el D.S. N° 008-2002-TR Reglamento de la
Ley De Jornada De Trabajo, Horario y Trabajo En Sobretiempo, establecen claramente que la
jornada de trabajo máxima en un día es de 08 horas, ante ello cabe recurrir a lo expresado en la
sentencia expedida por el Tribunal Constitucional en el expediente Nº 4635-2004-AA-TC, en cuyo
criterio 38 se señala lo siguiente:
Señor Juez, la remuneración establecida como contraprestación a mis labores desplegadas, es por
el trabajo realizado en las ocho horas diarias que la norma establece siendo que las horas
trabajadas por encima de las ocho primeras horas corresponden a una jornada de trabajo
que se encuentra fuera de la obligación laboral, por ende corresponde su pago con el
incremento que la norma establece, pues ES EL RECONOCIMIENTO DE UN TRABAJO
EFECTIVAMENTE PRESTADO, y por el cual no se ha cumplido con pagarme, al respecto el último
párrafo del artículo 23 de la constitución política del estado refiere lo siguiente.
En conclusión, al recurrente le asiste el derecho a la remuneración por las horas trabajadas fuera de
la jornada de trabajo, máxime si constituye el pago por un trabajo efectivamente prestado, sobre el
cual no cabe ninguna discrepancia respecto a su pago, aclarando que el pago de las horas
trabajadas y no pagadas no es un beneficio colateral derivado de un vínculo laboral cuyo
procedencia se pretenda discutir, sino más bien es la contraprestación por el trabajo efectivamente
realizado, al respecto la sentencia N° 04922-2007-PA/TC señala lo siguiente:
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empleador, DEBE SER ENTENDIDA COMO UN DERECHO FUNDAMENTAL. Además de
adquirir una naturaleza alimentaría, tiene una estrecha relación con el derecho a la
vida, acorde con el principio - derecho a la igualdad y la dignidad, amen que adquiere
diversas consecuencias o efectos que serán de vital importancia para el desarrollo integral
de la persona humana.… ” (el énfasis es agregado)
Se debe tener presente que la procedencia del pago exigida por las horas trabajadas y no pagadas
no requiere requisito adicional a la prestación efectiva del trabajo como lo pretende la demandada,
es así que en la casación 684-99-CALLAO de fecha 25 de Julio de 2000, publicada en el diario
oficial El Peruano el 25 de Setiembre de 2000, se señala el siguiente criterio:
“… La Ley no exige la existencia de convenio para que surta efecto las horas
extraordinarias siendo procedente el mismo para los efectos del pago y sobretasa a
convenir, con el mínimo que establece nuestro ordenamiento legal. La correcta
interpretación de la norma es que tanto la Ley Nº 26136 como el D.Leg. Nº 854, EXIGE
ÚNICA Y EXCLUSIVA-MENTE PARA QUE SURTA EFECTO LAS HORAS
EXTRAORDINARIAS, LABORAR FUERA DE LA JORNADA DE TRABAJO y el pago se
realiza con la sobretasa mínima del veinticinco por ciento salvo convenio que
determine pago mayor….” (el énfasis es agregado)
El criterio plasmado en la jurisprudencia aludida no deja lugar a dudas en cuanto a que el único
requisito para el pago de horas extras es haber laborado fuera del horario de la jornada de trabajo
debiendo realizarse el pago de acuerdo a la sobretasa establecida, en el presente caso se acredita
fehacientemente la realización del trabajo en sobre tiempo con el registro de ingreso y salida
otorgado por la Subgerencia de Recursos Humanos de mi ex empleadora, documento adjunto a la
demanda, en el cual se advierte claramente las horas de salida del recurrente las mismas que
acumuladas y aplicando el porcentaje de incremento resulta el monto del petitorio que se señala en
la demanda.
Cabe mencionar que el pago por el trabajo realizado en horas extraordinarias no requiere un
consentimiento expreso del empleador en esa línea se manifiesta la jurisprudencia establecida en la
casación N° 1103-2001-LIMA de fecha 25 de Octubre de 2001 de la que se disgrega el siguiente
párrafo:
“… El artículo 9 del Decreto Legislativo Nº 854 señala que el trabajo es voluntario, lo cual
significa que, en principio, nadie puede ser obligado a realizar trabajo extraordinario sin su
previo consentimiento, salvo casos justificados que la misma ley prevé. En consecuencia,
del texto de la norma NO SE INFIERE QUE EL ACUERDO PARA LA REALIZACIÓN DE
HORAS EXTRAS TENGA QUE SER NECESARIAMENTE EXPRESO como sostiene la
recurrente, de manera que atribuir dicho carácter para concluir que se ha interpretado
erróneamente la norma denunciada supone distinguir donde la ley no distingue…” (el
énfasis es agregado)
En efecto Señor Juez la realización del trabajo está afecto al pago con la penalidad establecida por
ley, asimismo el trabajo en sobre tiempo no tiene que ser necesariamente autorizado de manera
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expresa (como lo pretende la demandada), puede ser también tácita como en el presente caso, de
conformidad con el criterio establecido en la casación Nro. 1729-2000 de fecha 17 de enero del
2001 que señala:
“… que la autorización del empleador para el trabajo y pago de horas extras PUEDE
SER EXPRESA O TÁCITA…” (el énfasis es agregado)
Sentencia de la que se infiere que si bien la prohibición de autorizar el pago de las horas extras se
aplica a toda entidad pública, ella no alcanza a los trabajadores públicos en caso efectivamente se
realicen los trabajos extraordinarios, por lo que deberá hacerse el pago correspondiente, pues el
empleador no cumplió con vigilar el horario de trabajo, concordante con ello tenemos que el artículo
10 –A del Decreto Legislativo N° 854, que señala:
Por otro lado, de conformidad con el texto original del artículo 7 del Decreto Supremo N° 04-2006 –
TR, señala que “Si el trabajador permanece en el centro de trabajo un tiempo que no exceda en
más de una hora al horario de salida, se presume de manera relativa que el empleador ha
dispuesto la realización de labores en sobretiempo por todo el tiempo de permanencia del
trabajador”.
Ahora bien dada la naturaleza extraordinaria del trabajo en sobre tiempo, para efectos del pago a
través del presente proceso la carga de la prueba recae sobre el suscrito conforme lo señala la
jurisprudencia establecida en el expediente Nº Exp. Nº 150-2004-B.E.(S) en la resolución de fecha
04 de mayo de 2004 en la que se señala
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del trabajo en sobretiempo, la carga probatoria corresponde al trabajador, dada la
naturaleza extraordinaria de dicha prestación...” (el énfasis es agregado)
“…Por otro lado, conforme a la Ley Procesal del Trabajo, corresponde a las partes probar
sus afirmaciones y, tratándose del trabajo en sobretiempo, en principio, dicha carga
procesal corresponde al trabajador, dada la naturaleza extraordinaria de dicha
prestación...” (el énfasis es agregado)
Con relación a esta excepción, cabe precisar que lo invocado por la demandada no procede toda vez
que, lo que se ha demandado es el saldo indemnización por despido arbitrario Enero 2004 y 31 de
diciembre 2009, en mérito a que la demandada al momento de despedirme me ha pagado la
indemnización sobre la remuneración disminuida, y tomando en cuenta que en el presente proceso
se ha demandado el pago de la diferencia de los sueldos al haberme asignado remuneraciones
menores a las que me correspondían, el plazo de caducidad invocado por la demandada debe
suspenderse en tanto se defina en sede judicial mi remuneración computable para efectos de la
indemnización, por lo cual, lo invocado por la parte demandada carece de sustento.
Señor Juez, su despacho debe tener en cuenta que de haberse demandado en el plazo establecido
por la norma, el pago de indemnización por despido arbitrario, la demanda habría resultado
improcedente puesto que la demandada cumplió con pagarme oportunamente dicho pago, sin
embargo, dicho pago se hizo en base a mi última remuneración pagada, por lo cual no correspondía
demandar el pago de la indemnización por tal despido, toda vez que primero debía dilucidarse el
sueldo correcto que me correspondía, por lo cual de manera acumulativa y accesoria se ha
planteado dicha pretensión en el presente proceso, siendo que para plantear el presente proceso el
plazo de caducidad es de 04 años.
III.- ANEXOS
1A.- Cuadro de Asignación de Personal del SAT Vigente hasta Octubre del año 2006
1B.- Cuadro de Asignación de Personal del SAT Vigente desde Octubre del año 2006
POR TANTO
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Sírvase Ud. Señor Juez, tener presente lo expuesto y resolver conforme a ley.
PRIMER OTROSI DIGO: Que, al amparo de lo dispuesto por el Artículo 139º numeral 14 de la
Constitución Política del Perú y del artículo 284 del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial
designo como mi abogado al Dr. JUAN ABELARDO VILLANUEVA ALARCON identificado con Reg.
CAL Nº 53442, a fin de que de manera conjunta o indistinta asuma mi defensa e intervenga en los
actos y diligencias que se actúen en el presente proceso.